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jueves, enero 06, 2011

Capitulo (4)


MI MADRE Mónica.......... Capitulo (4)

‘‘El Jardinero.’’


Los días trascurrieron más tranquilos en casa, ya casi era fin de semana, mi Madre no había tenido contacto con sus adorados “juguetitos” y no había rastro ni de Fernando ni de nadie más. Ella seguía trabajando su cuerpo con sus retínales ejercicios matutinos, modelando aún más su espectacular cuerpo.

Como ya saben Mamá es una mujer muy activa, siempre al tanto de mí como de su persona, no deja escapar ni el más mínimo detalle para mantenernos saludables y al tanto de cualquier cosa que pudiésemos ocupar. Una mujer rubia de treinta y siete años vestida con los mejores trajes y vestidos, que la hace no pasar desapercibida por nadie, ni para el sexo fémino como mucho menos el masculino, que parece detener el tiempo a donde quiera que nos paremos y la escuchen caminar con sus altos tacones y su andar de modelo de pasarela. Mamá es la típica “Milf” como se dice, o mujer madura a la que todos quieren llevar a la cama termino en español.

Es estupenda, cuanto más pasa el tiempo en ella más me sorprende su belleza. Mamá es la mujer más bella que conozco, bueno, la más bella y la más elegante, que doy gracias a Dios por poder compartir mi vida con ella. Es una mujer moderna, al tanto de la moda como de la salud, lo que le ha proporcionado un cuerpo esbelto en sus 178 centímetros de longitud, piernas infinitas, pechos que son portento, piel blanca y suave, ojos azul claros y una preciosa cabellera larga y lisa, con ligeras ondulaciones en las puntas, de un brillante rubio sin llegar al mucho plateado. Su rostro es sencillamente, precioso. Ojos azul celeste, labios muy marcados, rasgos duros y atractivos. Es una mujer de carácter, como le caracterizaba a la hora de presentarse ante los demás. Una mujer culta e inteligente. Con sus estudios de modelaje y relaciones exteriores, lo que la lleva a manera otros idiomas. Una mujer avanzada de esas que no piden, que exigen, y que hechizan a cualquiera que esté a su lado. 

Pero aunado a su elegancia y belleza, Mamá empezaba a experimentar con nuevas sensaciones que quizás jamás exploró, como les comenté en el capítulo anterior me había hecho de las cámaras de vigilancia que teníamos en la casa, un sistema de cámaras que Papá había mandado colocar antes de su fallecimiento, quedando estás sin uso o alguien que las pudiera manejar, cosa que no había persona más que yo la que le pudiera dar el mejor de los usos. No es que me estuviera convirtiendo en un pervertido, y la verdad que no me sentía tan bien con lo que le estaba haciendo a mi Mamy, pero por todo lo ocurrido aquellos días tenía que estar preparado, de lo que yo no estaba preparado era el nuevo cambio que estaba dando mi Madre en su vida, un cambio que le estaba despertando un lado ardiente, un lado de lujuria que jamás imaginé que ella tan linda pudiera tener. ..

Un día mientras terminaba de doblar la ropa en su habitación, (cosa que me había dado cuenta ya que había encendido la cámara de su habitación). La notaba extraña, como si un fuerte calor la abrazara, notaba que su ropa siendo ligera se le pegaba haciendo que el aire fresco que entraba por la puerta de su terraza fuese una sensación de muchísimo gozo sobre su cuerpo. Cruzó de manera incondicionada las piernas lo que le provocó esa sensación de mayor presión en su abultada entrepierna que de inmediato le hizo sentir un escalofrió como si de un inmenso placer se tratara. Intentó calmarse, relajarse, pensaba que solo era una oleada de calor que la azoraba. Intentó no pensar en ello, tratar de sobrellevar esas sensaciones. Encendió su televisor para así tratar de distraerse un poco quizás con música, algún canal de moda o ejercicios.

Mamá intentó buscar algo que le agradara, algo que la entretuviera para alejar aquellos pensamientos que la embargaban. Pero de pronto detuvo la marcha de los canales. Mamá no se podía creer lo que veía. En la pantalla de su enorme plasma se mostraba una joven trigueña desnuda y gimiendo sentada de espaldas sobre un hombre. Éste bufaba mientras algo semejante a un palo entre sus piernas desaparecía en el interior de la mujer casi violentamente. Mamá estaba de pie ante lo que se mostraba en su pantalla, mirando la obscena escena de su televisor y mirando también aquella cosa que como terrible pistón desaparecía en el interior de aquella chica. Los gemidos de los protagonistas llenaron su habitación, que por los nervios enseguida bajó el volumen del aparato y fue a verificar que su puerta estuviese completamente cerrada para que yo quizás no pudiera darme cuenta de lo que hacía en su habitación.

Tras la ligera interrupción hizo un avance rápido hasta reanudar la filmación en un punto en que se veía claramente que ahora la verga erecta de ese hombre entraba como si nada en el ano de la chica. Mamá inmediatamente se palpó el trasero, quizás rememorando los pasados sucesos, veía como la chica berreaba de placer al ser taladrada por el ano como lo había hecho ella cuando Fernando o mi Tío la habían poseído de tal manera tan animal. Durante cinco largos minutos, los cuerpos sudorosos de los actores se entregaron a un frenesí de movimientos y gemidos, hasta que un grito de la actriz indicaba su orgasmo, casi simultáneo con bufidos más fuertes del hombre. A Mamá todo aquello le parecía familiar, pero hipnotizada por la escena que no paraba de observar pronto se dio cuenta que había pasado del canal 600 donde después de ahí todos los canales son para adultos. (Lo digo porque de casualidad un día que me encerré en la habitación de mis Padres cuando ellos no estaban sin querer llegue hasta ese punto del satélite)

Luego, fundidos en un beso acabó ahí la película. Pensé que Mamá apagaría el televisor e intentaría volver a lo que estaba haciendo pero que equivocado estaba.. siguió su marcha hacia arriba hasta le canal 700. A continuación había una escena que impactó aún más a Mamá. Una actriz, completamente desnuda mientras cuatro hombres la rodeaban con sus inhiestos penes. La cámara se movía en planos en que las manos de la mujer se aferran a todas aquellas vergas mientras que con la boca lograba atrapar distintos penes tratando de prodigar caricias a todos los actores. Aquello ya era demasiado para Mamá, sobreexcitada en todos los sentidos, su entrepierna empezó a picarle, se empezaba a mojar. No se atrevía a mover ni un músculo, pero sin darse cuenta su pierna sí se movía levemente adelante y atrás cruzándola con la otra, puesto que llevaba un shorts, las protuberancias de este seguían con su cometido, estimular con el rose su entrepierna, que estaba ya muy húmeda.

Volvió a mover de canal donde una rubia abogada se quita la chaqueta en una oficina, soltaba un par de botones de su blusa blanca y después se coloca una venda en los ojos quedando ella en pie en medio de lo que figuraba un despacho. Después un actor gordo aparece por la puerta.. “Buenas tardes Lic. Julia… veamos si has seguido mis instrucciones”.. decía, y empieza a tomar la batuta recorriendo las curvas del cuerpo de la protagonista. Ocasionalmente el plano de la pantalla mostraba la cara de la mujer, era un rostro de excitación completo sin perder la compostura. Se diría que la propia actriz lo está sintiendo sin actuar. Los pechos de la actriz parecieren querer romper los botones y sus pezones atravesar la blusa. El actor se coloca detrás de ella diciéndole más cosas al oído, enseguida se inclina y con su mano sube su falda ejecutiva mostrando un liguero negro y unas bragas negras de fino encaje, que contrastan con la blanca piel de la chica. El actor le habla mientras lo hace. La trata como con cariño pero con firmeza.

La actriz permanece en pie con los ojos tapados y dejándose hacer por el actor entre pequeños jadeos. La escena continúa de forma más explícita… el tipo sujeta ambos lados de la camisa y arranca la blusa sacando ambos pechos de la chica, muy grandes y con pezones muy excitados. Tras pasar los dedos por ellos y pellizcarlos, los muerde y los chupa provocándole placer y dolor. Después de unos segundos haciéndolo, el actor la sujeta por el cabello y la acerca al escritorio inclinándola sobre ella diciéndole que la va a dar lo que ha venido a buscar.

Mamá contempla como la actriz que simula ser la jefa de la oficina es manipulada por ese obseso actor que simula ser su subordinado.. mientras lo observa no puede evitar que sus manos bajen y empiecen a separar el elástico de sus mallas. Notaba su pubis liberado, la presión de las mallas en su cosita carnosa y sus braguitas ceñidas a sus labios vaginales la excitaban y notaba como empezaba a abrirse y a humedecerse. Piensa en cómo sería ser la actriz, y eso la excitó aún más. Cerró los ojos y metió las manos por dentro de sus mallas, subiendo los pies a su cama con las piernas abiertas, empezó a acariciarse con las dos manos a la vez mientras se pasaba al lengua por los labios y gemía pensando en lo que ocurría en la escena, en cómo era posible que mujer se dejara manipular por su subordinado, por eso obseso actor, en como la dominaba, en sus rudas manos. 

Mamá está completamente fuera de sí. La pudorosa y ejemplar Madre que yo conocía estaba ardiendo en su cama viendo una escena porno mientras sus manos se perdían dentro de sus mallas y sus piernas se cerraban presionándolas entre sí para incrementar su estremecimiento. No puedo creer lo que le pasa, siempre creí que ella era la viva imagen de la perfección, una mujer tan disciplinada.

Las imágenes suben de tono cuando el actor sube su falda y con un fuerte jalón aparta las bragas de la actriz mostrando un sexo poblado. La cámara lo muestra en primer plano. Abierto, húmedo, hinchado, expectante. El sexo de mi Mamy también lo está. Se muere por ser ella la actriz y que ese actor de imagen poco agradable la posea. Hacía años que no pasaba por estos momentos de calentura. Quizá nunca lo había estado. El hombre penetra a la chica que pone las manos sobre el escritorio. Su cara es un poema. Se imagina a sí misma en manos de Fernando y las sensaciones aumentan. Estaba tan excitada que deseaba más, así que bajándose levemente las mallas, toma el mando de su televisor y empieza a pasar el canto por su raja abierta, cada vez más, notando como segregaba flujos y empapaba el mando. ¡No lo puedo creer, Mamá se estaba masturbando con el control remoto de su televisor!!, jamás volveré a ver ese control como lo que era.

Mamá ya gemía, su mano libre ahora acariciaba sus pechos. Siguió pasándose el canto del mando, masajeando sus pechos, su clítoris, los labios de su pubis depilado tan intensamente concentrada y con los ojos cerrados que ni se imaginaba que su pequeño hijo miraba la escena también excitado, con la verga empalmada deseando romper el pantalón y sin dar crédito.

Mamá se coloca ligeramente recostada y con las piernas abiertas. Sus manos recorren su cuerpo. Está tan excitada que ya no observa la película.. recorre su piel con las yemas de los dedos.. sus pezones.. su abdomen.. el interior de sus muslos mientras no para de frotarse con el control remoto. Ella, que normalmente no está acostumbrada a este tipo de cosas se corre entre convulsiones. Corrientes eléctricas la recorren y le hacen estremecerse salvajemente de placer. Es largo e intenso.. se moja tanto que mancha la colcha de su cama. Se siente sucia.. pero lo importante, le gustó la fantasía. ..

.....

Como les comentaba, en nuestra zona geográfica una oleada de calor nos azotaba por la mañana, por lo que haciéndose casi imposible dormir más allá de las 8 de la mañana, ese día me levanté temprano. Bajé hacía la cocina para desayunar algo y me percaté de un susurros en la entrada de la casa. Parecía la voz de mi Madre y de alguien más, así que me asomé por la ventana y entre mi somnolencia y lo deslumbrado que llevaba mis ojos, lo primero que voy viendo si, efectivamente si era mi Madre con sus particulares lycras pegadas a su cuerpo, algo sudorosa, creo que venía de correr, de darle vueltas a la manzana, pero esta vez no venía sola, había un tipo sacándole plática y una que otra sonrisita.

Este tipo no era ni más ni menos que un tal Joaquín, un joven de unos 27 o 28 años que se dedicaba al mantenimiento de toda la Colonia, ya sea cómo jardinero o cómo plomero. Trataba de ganarse la vida haciéndole de todo, es muy servicial y muy amable, es un chico que se ganó el cariño de todos los de la Colonia menos el mío, ya que tenía fama de chulo con las mujeres, se la daba que todas las podía y que a todas las montaba, era un gilipollas. Además que nomás esperaba a que mi Padre se fuera a trabajar para empezar a chulear a Mamá cuando ella corría por la cuadra. El muy descarado la seguía por las mañana y con su celular le tomaba fotos a su trasero, le gustaba verle los cachetes del culo enfundados en aquellas mallas mientras corría.


En una ocasión mi Padre le encargo podar los árboles del jardín, ese día era muy caluroso y yo salí a jugar con mi balón, decidí patear un poco, al llegar a la parte trasera me sorprendió que estuvieran las herramientas de Joaquín tiradas sobre el pasto, volteé para todos lados buscándolo pero no había ni rastro de él. Observé sin querer al cuarto de servicio ya que se me hizo raro que estuviera abierta la puerta, me acerqué unos pasos y escuché unos chasquidos, lentamente fui asomándome por la ventana y ahí estaba Joaquín. El desgraciado estaba con unas braguitas de mi Madre en la mano haciéndose una puñeta, el muy desgraciado las olía y las chupaba hasta que no aguanto más y empezó a sacar chorros y chorros de semen. Estaba despavorido, cómo loco, al parecer ardía en deseos por Mamá, siendo que ella siempre lo trató muy bien y yo diría que hasta buen aprecio. Ya que termino decidió limpiarse con las pantaletas de Mamá todo su esperma, diciendo que la dejaría preñada.

Delante de todos los de la cuadra Joaquín era catalogado cómo una persona de buenos principios, trabajador y amable, pero yo y mis amigos de la cuadra sabíamos que era muy caliente, se metía con todas las muchachas de la servidumbre, también manoseaba a las hijas de mis vecinos y porque no, una que otra mujer adinerada de la cuadra que pagaba por otros servicios. Pero lo que siempre quiso y se moría por ello eran las voluptuosas nalgas de mi Madre, esas lo volvían loco ya que todas las mañanas las miraba pasar contoneándose de un lado a otro, con esas mallitas y esos pequeños shorts que se le metían en el trasero.

Él siempre trataba de sacarle plática, de chulearla, esto parecía hacer enrojecer a Mamá, en el fondo creo que a ella no le desagradaba esa forma, porque le correspondía con una pequeña sonrisa, aunque claro que mi Madre siempre se dio a respetar, bueno.. hasta ahora, porque viendo en lo que se había transformado ella, todo podía pasar.

Joaquín cómo siempre haciendo que mi Madre se sonrojara, chuleándole sus ojos y sus piernas, la verdad Joaquín tenía carisma para las mujeres, tenía ese no es que, que hacía que las mujeres le prestaran atención, además de que poseía un cuerpo esculpido, macizo para un joven de su edad, yo pienso que debido a las tantas horas de trabajo y que además de que le gustaba lucirlo, ya que siempre andaba con camisetas de tirantes o su típico traje de jardinero sin camiseta dentro, por eso las mujeres de la limpieza se disputaban su amistad y porque no, su cariño.

- ¡Claro que sí, Joaquín!, ..ven más tarde a cortar el pasto, que ya lo tengo muy desalineado.- escuché que le decía.

- ¡P-pero por supuesto, Sra. Mónica!, ..yo vendré sin falta a darle su buena alineada. Usted no sé preocupe se lo voy a dejar igual de lindo que usté.- terminó la frase, pero sus ojos se centraron a lo que me pareció sus pechos ya que Mamá venía algo atareada por la corrida y estos se miraban más voluptuosos a cada respiración que daba.

- A muchas gracias, Joaquín, ..sigues siendo igual de amable cómo siempre.

- No que va, ..es lo menos que puedo ser por la Señora más guapa de esta Colonia, ..es más, ni le voy a cobrar.

- ¡No cómo crees Joaquín!, ..de perdida déjame prepararte algo de comer.

- ¡Va!, ..yo le arreglo el pasto y usted me invita a comer, ¿trato? ..

- Trato, ..te estaré esperando más tarde.

- Júrelo que ahí estaré, Señora bella.- esto último no me gustó en lo más mínimo.

Ya después de que Mamá se despidió, Joaquín se quedó parado observando a mi Madre entrar a la casa, sin perder detalle su mirada hacía su trasero, miraba cómo se iba contoneando de lado a lado esas carnes blancas y macizas, realmente le encantaba mi Madre ya que disimuladamente metió una mano en su bolsillo y empezó a tocarse el bulto que se le había formado. Mamá entró con una sonrisita picara, cómo la de una adolecente en su primer cortejo. Me vio parado en la sala y me empezó a regañar:

- ¡Qué bárbaro Pedrito!, ¿apenas te vas levantando?, ..en el mundo hay muchos chicos que a tu edad ya se están ganando la vida ..y tú te la pasas dormido todo el día.

Si cómo no, me empezó a comparar con el gilipollas de Joaquín, eso hacía que mi odio creciera más hacía él y la manera “tan amable” de tratarla. No le tomé importancia a las palabras de Mamá y me fui a comer algo, ella se fue a darse una ducha como todas las mañanas, la verdad hacía un calor tremendo, yo con mis pantaloncillos cortos y mi camiseta de tirantes estaba sudando a chorros. Así que decidí salir al jardín a tomar algo de aire pero al voltear y ver la piscina me dieron muchas ganas de un chapuzón. Estaba completamente seca, desde hace mucho tiempo que no le dábamos uso, ya que mi Padre era el que la llenaba en las comidas y fiestas familiares. Así que sin pensarlo más fui a prender la bomba para llenarla. Mi Madre al escuchar el ruido sacó la cabeza por la ventana para gritarme, me dijo que era una buena idea, que ella también me acompañaría en la piscina. ..


Cuando estaba llena me tire desde la tabla dándome un buen chapuzón que hizo que mi temperatura se regularizara. Ahí estaba yo nadando de lado a lado, haciendo mis mejores rutinas de nadado cuando casi me ahogo sólo al ver a mi Mamy en un traje de baño claro de dos piezas con figuras geométricas bordadas, que más que todo era bikini bastante sensual del cual yo no tenía idea de que aún lo pudiera tener. Desde hace mucho tiempo que no se lo veía, y ya sé por qué.. con el tiempo mi Madre embarneció más, esto hacía que el bikini le quedara más estrecho, sus pechos parecían reventar las copas que los ajustaban, los tirantes se observaban muy tensados, apenas lograban soportar ese par de mamas y la braga que digo braga el triangulito ese que ya no le tapaba en su totalidad. Le quedaba tan pequeño que por delante se podía observar el cambio de color de su entrepierna, ya que en esa parte nunca le pegaba el sol tan seguido. Estoy seguro que si hubiera tenido vello en su pelvis seguramente estos se le hubieran salido por los costados de tan estrecho que le quedaba, realmente el triangulito apenas le lograba tapar la raja y el bombacho de su entrepierna amenazaba con querérsele escapar.

Claro que no me había asustado ya que había visto a mi Madre con prendas peores que ese bikini, (hablo de su nueva lencería). Pero nunca pensé que saliera a mostrármelo así, sin ningún pudor. Salió de la casa con su toalla y su crema bronceadora, los colocó en una camilla dándome la espalda e inclinándose un poquito mientras se instalaba, ¡Por dios!, regalándome en todo su esplendor ese maravilloso espectáculo de su par de jamones rosados que volvían locos a todos; el trasero de Mamá se tragaban por completo el bikini, ella trataba inútilmente con sus dedos de reacomodárselo un poco ya que sentía incomodidad, pero sus prominentes nalgas lo absorbía nuevamente haciendo inútiles sus repetidos intentos. Sin querer mi pene empezó a reaccionar, yo trataba de pensar en otra cosa, ¿cómo era posible que me pasara esto?, hice lo posible por controlarme y ver a mi Madre cómo antes, cómo cuando me dormía en sus brazos, y así funcionó. Me tranquilicé un poco y se me bajo el bulto, me dispuse a nadar para relajarme.

Cuando Mamá se metió yo trataba de nadar hacía el otro lado, no quería acercarme a ella porque mi pene se encontraba a tope, ella juguetona trataba de chapotearme agua en la cara, buscaba nadar a mi lado, yo estaba nervioso no quería fuese a notar mi entrepierna bien parada. En una de esas que me sumerjo bajo el agua y sin querer, (digo sin querer, ya que ella venía a mi encuentro) por lo que sin poder evitarlo tope con ella, más bien con su vientre. Abrí los ojos bajo el agua y me encontré a unos centímetros de su entrepierna, otra vez las imágenes llegaron a mi mente como una cinta de proyector, su vagina estaba a sólo unos centímetros de mi rostro, si no fuera porque estaba abajo del agua seguro hasta podría olérselo. Yo ya se lo conocía por las cámaras y las ocasiones en las que la había estado espiado, pero no a esta distancia. Decidí no más, y salir de la piscina, si seguía ahí seguramente mi Madre me notaria que ya estaba creciendo su hijito.

Le dije que ya tenía suficiente, que además más tarde tenía que ir con un compañero al cine, me dijo que ella se quedaría a tomar un rato más el sol que tenía partes de su cuerpo sin broncear, (ya me imaginaba cuáles). Me subí a mi recamara a darme una ducha, ya estaba terminando cuando escuché voces, me asomé por la ventana de mi recamara y Oh, oh, ..era Joaquín, con su conocidísimo traje de jardinero sin camisa abajo.

- ¡Ya llegué Señora Mónica!, ..ya estoy aa… ¡quiii!..

Joaquín se quedó sin habla, sin parpadear, hasta tartamudeando al ver a mi Madre tumbada sobre la camilla de sol completamente embadurnada en su crema brillante, quedó con los ojos tremendamente abiertos viendo como su sueño se hacía realidad, la reina de sus pajas estaba recostada con ese mini traje de baño que con cualquier movimiento podría romperse o salírsele algo. Créanme que no puedo describir con letras la cara que puso ese desgraciado, estaba totalmente sorprendido, que si no fuera porque ya casi estaba frente a ella ya se hubiera sacado la verga y estuviera dedicándole la mejor de sus pajas.

- ¡Qué bueno que viniste, Joaquín!, ..mira que desalineado lo tengo.- le dijo ella apuntando y refiriéndose a su jardín.

- P-pues yo se lo veo de maravilla.. Seño..- le respondió sin quitarle los ojos de encima.

- ¿Q-qué dijiste Joaquín? ..

- N-nada.. q-qué ahoritita mismo se lo dejó de lujo Señora.

Como les digo para Joaquín esto era como un sueño dorado hecho realidad, nunca se imaginó que se encontraría a Mamá en bikini y a sólo unos pasos de él. Torpemente hecho andar la maquina cortadora sin perder detalle del cuerpo de mi Madre, pero para su desgracia dónde estaba Mamá no había pasto, ella estaba sobre el piso de ladrillo de la piscina, así que sólo le quedó admirarla de lejos. Él trataba de acercarse lo más que podía, estoy seguro que el único pasto que cortó fue el que se encontraba más cercano a la piscina y a donde estaba situada mi Mamy.

Como les dije, yo los estaba observando desde la ventana de arriba de mi habitación, y la verdad que me causaba un poco de risa ver como Joaquín se desbarataba por acercarse más hacia donde estaba ella, a esa distancia el cretino no dejaba de observarla, devorándola con los ojos. Mamá ya estaba un poco acostumbrada a eso, a ser acosada por los ojos se los hombres "Asco de mirones", escuché que una vez comentaba con sus amigas, sin percatarse de que ella estaba haciendo en este momento lo mismo. Increíblemente Mamá lo seguía con la mirada, aunque detrás de sus gafas de sol, quizás riéndose también de las ocurrencias del jardinero por quererse acercar más a su lado, aunque claro tampoco podía disimular que ya era todo un hombre. Cogió un zumo y se lo tomaba en la tumbona mientras contemplaba al chico trabajando. Quizás le hacía pensar en la vida que llevaba ese adolescente, su juventud perdida por el trabajo día a día, el saber que tiene que buscarse el pan todos los días, pero quizás eso lo haría una persona digna, asumiendo responsabilidades a su corta edad.

O quizás también se fijaba en su cuerpo. El tipo estaba bien formado, no era el prototipo de metrosexual adolescente, pero si atraía una que otra mirada de las féminas. Como les comentaba anteriormente Joaquín era aparentemente de altura media, de pelo castaño y ondulado. Le calculo unos 27 años más o menos, desde luego con una vida aunque limitada económicamente bien llevada, ya que se le conocían bastantes rollos con las mujeres de la servidumbre en toda la Colonia. Su cuerpo era algo fibroso, yo diría que atlético sin llegar a pisar ningún gimnasio, se cuidaba como si fuera todo un adulto. Lo cierto es que físicamente lo era. A la distancia como estaba, los rasgos de su cara, mostraban una cierta dureza que le hacían ciertamente atractivo a las féminas, además de que no paraba de hablar y sacarles una que otra sonrisa.

Como siempre llevaba su traje de jardinero, de color azul marino y lo que era peor, que siempre lo llevaba sin camiseta abajo, exhibiendo su cuerpo para todos lados, lo que lo hacía algo presumido en relación a las demás personas que se encargaban del mantenimiento y patético ante nosotros los chicos que vivíamos aquí. Increíblemente Mamá pareciera no quitarle la vista, se detuvo un buen rato intentando leer unas letras dibujadas en su atuendo, sin conseguirlo. Al alzar la vista, dio un respingo, viendo sobre ella la miraba fija de Joaquín y recibiendo de él una abierta sonrisa. Casi sin querer, ella le devolvió la sonrisa, y de inmediato miró hacía la revista que estaba leyendo, avergonzada por haber sido descubierta en fraganti, pero más aún ante la posibilidad de que el muchacho pudiera pensar que ella estaba interesada en algunos de sus atributos masculinos.

Mamá sabía perfectamente que ese muchacho se moría por ella. Porque que era obvio que podía notar sus miradas tremendamente descaradas sobre su cuerpo. Era rara la vez que haciendo como que le ayudaba no lo pillara mirándola. Y no precisamente a la cara. Pero también comprendía que era normal con esa edad y no le daba mayor importancia. Además de que ella era como una diosa inalcanzable para un chico como este, siempre vistiendo con ropa que nunca entendería el alto costo que pudiera alcanzar un simple par de zapatos o el bolso que colgaba de su mano. Sin embargo a medida que avanzaba el tiempo la cosa iba a más y a sus miradas se añadían comentarios en voz baja que no siempre acertaba a escuchar.

- Qué calor verdad Sra. Mónica?- otra cosa que tenía el tipo era que siempre la llamaba Sra. Mónica, cosa que por lo regular todos la llamaban Sra. Tapia, quizás le daban celos que ella tomara el apellido de mi Padre.

- Sí, sí.- dije ella sin inmutarme.

- ¿Sabe? en ocasiones con los chicos de la cuadra nos preguntamos si usted antes era modelo o salía en la televisión. Lo decimos porque es la mujer más linda de esta ciudad, que digo ciudad de este país.

- Muchas gracias Joaquín, ..y si, antes estudie para ser modelo, pero nunca ejercí. .. Así que los chicos de la cuadra y tú hablan de mí?.- preguntó ella sin mirarle, sin tan siquiera quitarse las gafas de sol.

- N-no, nada de eso, ..bueno si, ellos dicen que está muy buena. Pero enseguida yo me les enfrento diciendo que usted es mi amiga y que no le hablen así.

Yo no sé cuál pensaba que iba a ser la respuesta de mi Madre, supuse que esperaba un "gracias", pero conociendo a Mamá no le iba a dar ese gusto a ese ingenuo jardinero. Sí, era amable, era algo atractivo en realidad, pero era la Sra. de Tapia, la mujer inalcanzable para tipejos como ellos.

- No vayas a lastimar mis laureles.- respondió. Se hizo un silencio incómodo y Joaquín volvió al trabajo contrariado.

Pero todo esto era pura suposición mía de lo que realmente pasaba, ya que los observaba a distancia y la verdad es que no sabía a ciencia cierta si mi Madre estaba algo interesada en él o simplemente estaba observando cómo se desbarataba este para estar lo más cerca posible de ella, ya que traía sus anteojos oscuros. De pronto disimuladamente se puso boca abajo, dejando su prominente par de nalgas en popa y casi desnudas al llevar la tela prácticamente encajada en su cola. Joaquín casi corta las flores favoritas de Mamá con la máquina, la vista que tenía fácilmente podía hacer una coalición de vehículos en cualquier avenida de la ciudad. No sé si mi Madre estaba tratando de incitarlo, porque boca abajo cómo se hallaba se estiraba la parte de abajo del bañador sacándoselo del trasero, para después volver a subir la braga y volvérsela a enterrar entre sus nalgas.

Joaquín estaba desorbitado, claramente pude ver cómo se le dibujaba el bulto de su pantalón, el cual lo traía de lado por un costado que disimuladamente se lo frotaba viendo ese magnífico panorama. En eso mi Madre lo mando llamar:

- Joaquín, ¿puedes venir por favor?. ..

- ¿Q-qué pasa Señora Mónica?, ..¿q-que se le ofrece?

Joaquín se acercó hacía ella y prácticamente no lo podía creer, frente a él a escasos metros estaba recostada su diosa, su musa de las pajas, la mujer que más deseaba en esta tierra, quizás más que la pornografía barata que solía leer. El desgraciado pelaba los ojotes sin poderlo creer, viendo ese par de jamones rosados que hambrientos se tragaban la tela. El jardinero no podía evitar su reacción, prácticamente estaba ligeramente curvado para no mostrar con descaro su terrible erección, su vista pasaba de un cachete a otro centrando al final su mirada en como esa raja atrapaba la tela. Me daba un coraje que ese infeliz estuviera viendo a mi Mamy casi desnuda con ese insignificante bikini, con su cara de baboso sin poderla ocultar.. es más, me dieron ganas de bajar he ir a insultarlo pero cuando estuve a punto de hacerlo las palabras de Mamá me dejaron helado. ..


- Un favor, ..me puedes poner crema en la espalda, es que Pedrito se fue y la espalda ya la tengo algo roja.

Yo me quedé de piedra al escuchar lo que le proponía mi Madre. Cómo era posible que ella, una mujer de su clase y de su reputación le pidiera tal cosa al mugroso jardinero, a sabiendas de que él estaba que se le caía la baba por ella. La verdad que a Mamá no sé qué le pasaba en estos últimos días, no sé si lo estaba haciendo de adrede para incitarlo o realmente si se estaba quemando por el sol. Ni siquiera la voz nerviosa de este que indicaba una más que probable calentura serenó sus ánimos, puesto que el relieve de su pantalón ya era casi imposible de ocultar. No sé si mi Madre ya lo había notado, pero lo que si era obvio era eso enorme que se escondía detrás de su cremallera. Pero para Joaquín esto era su sueño hecho realidad, así que ni tarde ni perezoso agarró el frasco de aceites esenciales con sus calludas manos y empezó a frotárselas para prepararse. Ante mi atónica mirada mi Madre desató los cordones de su bikini, dejando libres su par de pechos, claro que aplastados sobre el camastro, pero lo suficiente para que el jardinero se encendiera mucho más.

De pronto me di cuenta (o no sé si era ya mi cerebro), cuando lo hacía creo que le pudo observar el bulto. ¿Por qué lo miraba “ahí”? Joaquín se dio cuenta y sonrió mostrando una dentadura brillante. No hubo palabras. Diligentemente cogió el frasco y derramó en su espalda unas pequeñas gotas. Joaquín con las manos temblorosas se las colocó en los hombros a mi Madre y empezó a distribuir la sustancia.

- ¡Mmhh!! Que rico, tienes las manos deliciosas.- exclamó, cosa que me puso furioso.

- G-gracias Señora M-Mónica.

Luego hizo lo propio con la espalda de mi muy tostada Madre, empezó a castigar hombros y lumbares con presiones fuertes pero nada dolorosas. En puntos cercanos a la columna vertebral notaba que intensificaba la presión, cosa que automáticamente ella sentía un alivio más grande. A pesar de mi enojo y el atrevimiento de mi Madre para pedírselo, tengo que aceptar que el muy cabrón sabía cómo masajear, cosa que Mamá no le había pedido eso, quizás aquellas infieles Señoras con las que varios rumores lo enrollaban había tomado experiencia, pues para nadie era novedad que se supiera que se estaba tirando alguna de ellas en la cuadra.

A pesar de que Mamá simplemente le permitió untarle en el aceite en la espalda, increíblemente ella comenzó a relajarse. Joaquín empezó a masajear su cintura cada vez más abajo, mientras obligaba suavemente a mantener su cara oculta en la camilla. Mi Madre cerró los ojos. Realmente se sentía bien, notaba que las tensiones volvían a desaparecer, y lo que era más importante, esos puntos que apretaba por debajo de su espalda la aliviaban mucho. Mamá cada vez me tenía más sorprendido, se me hacía imposible creer que la orgullosa y altiva Señora de Tapia estaba permitiéndole al mugroso jardinero que la sobara. Por otro lado este estaba en la gloria, frotando su espalda cada vez más abajo, mientras se lo permitiese claro, hasta que la crema cubrió toda la superficie de su espalda. Pero a Joaquín lo que lo alucinaba más era ese enorme trasero rosado que no podía dejar de verlo además de que lo tenía sólo a unos escasos centímetros y casi desnudo, a no ser por la pequeña telita que se le perdía entre ese par de jamones.

Por más que intentaba preguntarme por este cambio tan repentino en mi Madre nomás no lograba entenderlo, antes jamás hubiera permitido que el cochino Joaquín la viera en ese pudoroso bikini ni mucho menos que la tocara, es más, a mi Padre jamás le agrado ese tipo, ya que él se daba cuenta de las confiancitas que empezaba agarrar con mi Madre. Y así, sin quererlo, ella se durmió o eso parecía. Ya que ni siquiera notó que el centro de atención del jardinero estaba casi llegando a sus glúteos y cada vez que frotaba su espalda intentaba rosarle parte de lo que quedaba expuesto de sus pechos al tenerlos aplastados contra la cama, tal era el relajamiento que sentía.

Sólo cuando sintió el aceite aromático caer sobre sus glúteos abrió los ojos. Nada había cambiado. El jardinero seguía ahí, intentando aprovecharse del momento. El desgraciado Joaquín estaba detrás de ella intentando acariciarle su mayor tesoro.

- ¡G-gracias Joaquín!, e-es suficiente. ..

El tipo le sonrió, y ella por deferencia hizo lo mismo, pero al huir de su mirada, sus ojos se clavaron su entrepierna de forma intuitiva. Ahí sí había una diferencia, y muy notable. Nunca había imaginado tamaño semejante en un chico de su edad. Bueno, en películas que ahora miraba mientras se encontraba sola en su habitación sí, pero no en vivo y en directo. Por otro lado el cochino Jardinero no reaccionaba, estaba en otro mundo, ido, si por él fuera se quedaba toda la tarde ahí frotándola. Y más aún cuando empezó el masaje en sus piernas, circularmente, esquivando el contacto directo con esas pompas, que lo desafiaban a ser tocadas, pellizcadas. Nunca en su muerto de hambre vida jamás imaginó que esto le llegase a pasar, estaba viviendo un sueño del que no quería despertar.

- Gracias Joaquín.- vuelve a repetir ella. Pero un latigazo recorría su cuerpo enervándolo más. Ahora ese desconocido, se adentraba entre sus piernas, las rozaba. Casi se impacienta y le exige que la deje. Pero se reprime. El tipo hacía muy bien el masaje sin propasarse aún. 

Pero en su cabeza sucumbe al deseo, Mamá empieza a contradecirse, por un lado estaban su moral, sus principios como mujer y Madre, su intachable imagen, pero por otro estaba ese tremendo bulto tan grande, tan enorme... Joaquín ahora acaricia suavemente sus muslos y hacía círculos con la yema de sus dedos por la zona cerca de sus glúteos. Mamá con los ojos aún cerrados (bueno, eso creo pensar ya que los tenía cubiertos por sus lentes de sol), se le escapa un gesto que para el jardinero le ha encantado: Se ha mordido levemente el labio inferior. Eso la excita muchísimo a la vez que le da miedo. Ella siempre fue una mujer dada al respeto, y ahora, deseaba a muerte que ese chiquillo que prácticamente la veía semi desnuda, que sucumbía en deseo, la sobe como nunca antes nadie lo había hecho. Poco a poco se iba rindiendo incondicionalmente. Sin saber por qué elevaba su pelvis y paraba más su trasero al encuentro de aquellas manos que se quedaban a las puertas del cielo.

No lo podía creer, era como si Mamá lo deseara, como si lo necesitara. Sin darse cuenta, y en el momento en que él la tenía con una pierna abierta y flexionada hacia delante. ..

- ¡Yahh!, cajum, ..ya, ya está bien Joaquín, gracias, ya has hecho mucho.

- N-no tiene por qué darlas Sra. Mónica, ..yo estoy para servirle.

Al ponerse de pie su erecta verga era inminente, mi Madre se hizo la tonta, pero era claro que lo había notado, el bulto de Joaquín era más que evidente, se le podía notar claramente cómo lo tenía de lado, bien marcado por sobre su cochino overol. Pero lo que me dejó impactado fue que cuando el jardinero se dio la vuelta para regresar a su trabajo, Mamá se palpó la entrepierna y hasta parece que alcancé a ver como se acarició el clítoris, delante de este. Estaba irreconocible, sonrojada y avergonzada.

- O-otra cosa, Joaquín, ..¿podrías darle otra manita a las flores de aquí del frente?- le ordenó para así demostrar que ahí no había pasado nada.

- Si, si claro Señora Mónica, ..i-inmediatamente.

Mi Madre apuntó a unas flores que se encontraban a su costado, el deprisa sacó sus tijeras cortadoras y se dispuso hacer su trabajo, pero ya más desinhibido empezó a charlar con mi Madre.

- Me enteré lo de su Esposo Señora Mónica, ..es una pena, era buena persona.

- Si así es Joaquín, ..pero él ya está descansando.

- Si, es una lástima, ..además, dejar sola a una Señora tan linda cómo usted ..

- ¡Ahh!.. Muchas gracias Joaquín, ..pero no estoy sola, tengo a Pedrito.

- Si claro, ..pero no es igual a tener un hombre en la casa que le de cariño y la mime a uno, ¿no es así?

- ¡Aah!.. Si, así es Joaquín, ..lo extraño muchísimo.

- ¿Y no ha pensado en otro hombre, Señora?. ..

- ¡Ahora no!, es muy pronto, ..Pedrito quiso mucho a su Papá y no me gustaría que me viera con otro hombre.- (Mhm si Mamá supiera pensé.)

- Si pero ya ve lo que dicen, ..el muerto al pozo y la viuda al gozo ¡Jajaja!..

- ¡Qué!, ..¿qué dijiste, Joaquín?

- ¡No, nada Señora!, ..que es una pena.

Enfadado y algo molesto por como ese desgraciado de Joaquín había aprovechado para toquetear a mi Madre, (algo que siempre me recordaría cada vez que me viera por la cuadra). Salí de mi habitación para dirigirme al jardín y decirle a Mamá que ya me iba. El calenturiento jardinero se hizo el tonto cuando me observó que ya venía, su cara lo decía todo, estaba encantado con el espectáculo gratuito que estaba viviendo. Cuando me vio debió de darse cuenta de la tensión que llevaba al molestarme por su visita, y apoyándose en cera en donde estaba mi Madre le dedicó una sonrisa. Ella le devolvió la sonrisa y trató de presentarnos como para que viera que no pasaba nada entre ellos dos.

- Mira hijo, vino Joaquín a cortarnos el pasto.- dijo ella dándome mostrando naturalidad.- Joaquín aquí está mi hijo.

- Eh, qué pasa, Pedrito.- me saludó exagerando, como si en realidad le cayera bien y me tuviera gran aprecio.- esa cara Pedrín, alégrala un poco.- pero simplemente le ignoré y no era porque fuera un mal educado, lo que pasa era que este desgraciado siempre estaba haciéndome la burla, hablando con todos de lo linda que estaba mi Madre y de la relación de amistad que llevaba con ella.

- Es que va a ir al cine y lleva prisa, está algo enojado porque estás aquí, igual que su Padre.- dijo haciéndome un guiño.- pero luego se le pasa ¡Jijiji!..

- Pedrín no te enojes, reconozco que tienes una Mamá muy linda, pero no la puedes cuidar de todos.- me dijo en tono bribón.- tan solo estábamos charlando mientras le corto el césped.

Yo seguí ignorándolo y a través del reflejo de los lentes de mi Madre pude ver cómo le hacía un gesto a ella como diciéndole que no pasaba nada, que cuando me ponía así no había quién me calmara, cosa que me enfureció más, como si realmente me conociera el maldito.

- Bueno Pedrín no te enojes, si te apetece no vayas al cine, ..seguro que tu Mamá hará algo rico para nosotros. Porque me ha invitado a comer, verdad Sra. Mónica?, hará algo delicioso?.- Le preguntó con complicidad.

- Si, si Joaquín, te lo he prometido de verdad, ..pero no hace falta que Pedrito se quede, que el pobre tiene salir un poco, a divertirse con los niños de su edad. Has estado mucho tiempo encerrado mi vida, necesitas distracción. No te preocupes mi vida, me quedo con Joaquín mientras termina su trabajo.- dijo ella todo maternal. Ese tono me molestó un poco, ya que me hacía quedar el niño de Mamá, y sin saber muy bien que hacía contesté:

- ¡Pues hagan lo que quiera no me importa! Yo sólo voy porque ya he quedado con mi amigo y me está esperando, ..además no tengo apetito.- dije dirigiéndome al costado de la casa.

- ¡Mucho cuidado con ese tonito jovencito!, ..ya sabes que no me gusta que te comportes así.

- Déjelo Sra. Mónica, deje que su hijo forme su carácter, ..como usted dijo lleva el mismo carácter de su Padre. No se preocupe por él, ya se le pasará en cuanto regrese a si son los niños de su edad. En cuanto pruebe aquello delicioso que habrá cocinado se le habrá olvidado todo.- dijo apremiándola.

Mamá parecía indecisa, pero al final se levantó del asiento.

- Pedrito, cualquier cosa háblame al celular, ..si necesitas algo, dímelo y voy enseguida, ¿correcto?.- dijo dándome un beso en la mejilla, ante la sonrisa burlona del jardinero que aunque estaba apodando las flores no dejaba de verla el desgraciado.

Entonces ella para volverse acomodar se flexionó reacomodando su toalla sobre el camastro sin recordar que traía suelto el bañador, enseñándonos por una fracción de segundos su par de pechos al desnudo, que de prisa trató de tapar con sus manos, pero la imagen fue tan impactante para su pobre espectador que hizo que a Joaquín se le desorbitaran los ojos. Mi Madre trató de acomodárselas rápidamente, pero el bañador era tan pequeño que tardo más de la cuenta en acomodarse los tremendos globos  y sus pezones en los pequeños triangulitos. Joaquín no se dio cuenta y por estar de mirón, con las tijeras se dio en un dedo, rebanándose la mano. Yo me carcajee como nunca, había recibido su merecido por estarse burlando. De prisa intentó calmarse la sangre pero esta estaba brotando abundantemente. Yo sólo le dije a Mamá que volvería más tarde mientras me reía de ese estúpido, ella sólo me dijo que estaba bien, que no llegara muy tarde y agarrando una toalla se la puso en la mano para tratar de parar la hemorragia. Después los dos se metieron en la casa para poder calmar la herida.

Por mi parte yo salí de la casa e iba dispuesto a ir al cine cuando recordé que había dejado mi dinero en el buró de mi cuarto. Deprisa regresé a la casa y subí a mi recamara, ellos estaban en la cocina por lo que no me vieron subir, cuando revisé mi dinero me dije que no era suficiente, así que decidí pedirle un poco más a Mamá. Estaba a punto de llegar a la cocina cuando algo me detuvo.. recordé cómo Fernando había manoseado a Mamá en ese lugar y una sensación extraña me volvió a recorrer el cuerpo nuevamente. Las imágenes de aquel día dónde mi Mamy era abusada por aquel cochino Contador nublaron mi mente, no sé qué me pasó pero me quedé ahí pasmado, parado sin moverme, era cómo si mi cerebro estuviera reseteado por unos instantes. No me atrevía a ir con ellos, una sensación extraña me decía que siguiera ahí, en silencio, viéndolos, observando lo que pudiera ocurrir. Entonces haciendo caso a esa extraña sensación me coloqué detrás de la pared y me quedé escuchando. ..

- ¡Pero Joaquín!, ..¿cómo te pudo pasar esto por dios?

- P-perdóneme Sra. Mónica me distraje, ..¿no sé cómo ocurrió?, debí de poner más atención yo, yo no sé qué me sucedió.

Mi Madre sacó el botiquín y le colocó infinidad de medicamentos hasta parar la hemorragia, pero Joaquín no estaba observando el tratamiento médico que Mamá con mucho cuidado le estaba proporcionando. El muy sinvergüenza aprovechando que Mamá estaba ligeramente inclinada dándole la curación, tenía la mirada fijamente a sus senos, el infeliz estaba en la gloria observando esos dos grandes globos blancos que mi Mamy sin intensión de hacerlo le estaba ofreciendo una placentera visión a su improvisado paciente. Mi Madre por reacción volteó a verlo y sin querer lo descubrió, totalmente abochornada se alejó un poco de él nerviosa, agarró una toalla y empezó a limpiar la sangre que había escurrido de Joaquín por todo su pantalón. Frotó la toalla suavemente quitando la sangre, sin darse cuenta que la paso por su entrepierna haciendo que el bulto de este asomara. Mi Madre tragó saliva al sentir aquella cosa que su paciente bajo el pantalón tenía, él trató de esconderlo pero este era más que evidente, lo tenía tremendamente parado apuntando hacia un lado. Mamá decidió dejarle la toalla para que él sólo se limpiara.

- S-síguele tu sólo Joaquín, ..m-mientras yo recojo todo.

- Sra. Mónica no se sienta apenada, ..es normal que me ponga así al ver una escultural mujer cómo usted.

- Si p-pero yo.. no.

- Nada, nada, siga por favor, ..yo no voy a poder solito.

Mi Madre más nerviosa aún, volvió a sostener la toalla y tímidamente volvió a limpiar el pantalón de Joaquín, pero ahora sin pasarla por su entrepierna, el bulto de Joaquín estaba que explotaba queriendo salir de ese pantalón que lo aprisionaba. Mamá por más que trataba de no verle esa excesiva protuberancia esta era más que evidente, y el desgraciado aprovechándose del nerviosismo que mi Mamita mostraba, este más se lo mostraba. El desgraciado de Joaquín la tenía a reventar, que doblada hacía un lado se mostraba ante mi Mamy gloriosa. Sin querer y con un reflejo involuntario (queriendo yo pensar) Mamá se humedeció los labios tímidamente con la lengua, Joaquín vio eso cómo una aceptación, y agarrando la delicada mano de mi Madre, se la puso sobre su bulto dejándola que la sintiera por un instante, a lo que mi Madre reacciono rápidamente quitándola y haciéndose hacia atrás por el sorpresivo acto:

- ¡J-Joaquín! ..q-quiero que te vayas.- le dijo Mamá bastante molesta.

- Por favor Sra. Mónica, ..para que nos hacemos, si los dos sabemos perfectamente que eso es lo que quiere.- le soltó el muy cínico.

- ¡Noo!, no Joaquín, ..quiero que salgas de mi casa, ahora.- dijo de manera autoritaria Mamá apuntando hacía la puerta.

- Vamos Mónica, si te he visto cómo me mirabas cuando trabajaba, ..sé que te gusto y sé que quieres que me revuelque contigo.- le dijo el muy igualado, además que ya llamándola simplemente por su nombre.

- ¡Joaquín, ..sal - de - mi - casa - ahora!!- Le dijo contundente.

- Si salgo no le daré esto..


El muy desgraciado jardinero se incorporó de la mesa en la que se encontraba sentado, pero para mi sorpresa se desató los tirantes de su overol obligando que su pantalón cayera hasta las rodillas. Mi Madre se quedó fuera de sí, se quedó desorbitada mirando ese tremendo mástil rodeado de venas. Este mendigo jardinero tenía una verga muy larga, quizás más larga que la de Fernando pero más delgada. Era realmente un portento de masculinidad cómo la de los actores de las películas. Con su cabezota morada se notaba que era su máximo orgullo, pues la llevaba bien depilada sin un rastro de vello, que hacía que la verga se viera aún más grande. Aunque Mamá no la tenía tan cerca de sus ojos, ella notó en el acto que aquella su masculinidad se encontraba aún más exaltada y sus dimensiones y aspecto habían cambiado.

Nunca en su vida aún antes de haberse casado con mi Padre, ella había siquiera imaginado que existieran hombres tan bien dotados y mucho menos algo cercano a lo que ahora aquel chico le presentaba entre sus piernas. Pero Mamá ausente del daño que semejante garrote podría causarle, o sabiendo que difícilmente podría acomodarle dentro de su ser, sólo se le quedó viendo, ausente de sí misma sólo observado ese tremendo falo. Mientras el desgraciado Jardinero estaba con una sonrisota meneándose el nabo en cuanto mi Madre se encontraba paralizada. Ella se encontraba inerte en la cocina, no decía nada, sólo se quedó viendo a la verga, cuando Joaquín se agarró con una mano su falo, este por la dimensiones del mismo todavía dejaba un buen pedazo libre, pude ver cómo mi Madre tragó saliva, se veía que estaba impactada por ese tremendo instrumento.

- ..¡D-DESCARADO!!, P-PERO QUE CARAJOS CREES QUE HACES?.

No podía creer lo que sucedía en mi casa, y menos cómo ese cochino jardinero le hablaba así a mi Madre, ¿que se creía el muy idiota?, que con sólo mostrarle la verga a mi Mamy, ella se lanzaría a tragársela, Ja ja ja.. pobre pendejo. Mi Madre se acercó hacia él y le dio tremendo bofetón que casi le vuela la cara. Pero más que detener al mugroso jardinero, aquello lo envalentonó.

- Eres una mujer increíble, Mónica, tienes un cuerpo divino. Eres muy hermosa y haces que un hombre se vuelva loco por ti. Estoy loco por hacerla mía.

- ¡DEGENERADO, ERES UN CERDO!, ¡Sal de aquí y no vuelvas, ..y cuando te vuelva a ver rondando por aquí cerca juró que le diré a todos lo que has hecho! Nadie te dejara entrar.

- No es verdad.- respondió pero ahora pegándose a su cuerpo, forcejeando con ella una y otra vez, que luchaba por acercarse a ella.- No dirás nada, pues esto será nuestro secreto, tuyo y mío Mamacita. Nadie lo sabrá.- y haciendo un acopio de fuerzas le estampó un fuerte beso en sus labios, que le supo a gloria bendita.

- ¡CABRÓN!, ¡PERVERTIDO! PUES QUIEN TE CREES PARA TOCARME!!

Mi Madre volvió a propinarle otra cachetada más fuerte que la anterior volteándole la cara. Pero el desgraciado aguantando el fuerte golpe lo mejor que pudo de nuevo se pegó a ella con más decisión. Es más, ahora le acariciaba de arriba abajo las piernas y Mamá continuaba luchando contra él, una pugna que encendía más aún al jardinero. Que aprovechando los movimientos y que prácticamente ella se encontraba en paños menores, le hizo saber lo erecto que estaba rozando su palo contra su delicada piel, era como si quisiera que supiera que aquella cosa dura estaba así por ella.

- ¡SUELTAME CERDO TE VAS ARREPENTIR!!

De nuevo y por tercera vez logró separarse de él y volvió a abofetearlo. Este se quedó mirándola retándole la mirada, sin sentimiento de culpa, solo con un deseo que hacía que sus ojos brillaran de pura malicia. Joaquín sentía el rechazo de ella en sus ojos, como también sabía que eso podría ser rechazo en deseo, que Mamá lo estaba alejando para no flaquear. Volvió acercarse lentamente a ella y Mamá volvió a pegarle. Con la única diferencia que esta vez fue mucho más suave, su resistencia se apagaba a cada segundo. En su interior, su cuerpo comenzó a recordar lo que antes le había pasado. Y si antes había estado orgullo por la reacción de mi Madre frente a ese desgraciado nuevamente me sorprendería y me dejaría a mí con la cara de idiota. Nuevamente volvía a perder aquella mujer ejemplo de pureza y lealtad hacía su difunto Esposo. Mi Madre volvía a perder la cabeza y me encontraba con ésta, con la misma desconocida que Fernando y mi Tío se habían montado.

- Eres un cerdo.- le dijo con un tono de voz más bajo, ya si gritar, entre rechazo y deseo.

- Pues este cerdo te va a hacer todo lo que nunca te han hecho.- y volvió a pegarse a ella, abrazándola por la cintura.

- N-nadie lo sabrá, ¿verdad?

- Nadie.- repitió.- vas a ser mía? ..

- E-espera.- susurró separándose de sus brazos.

Y luego tras alejarse, fue a ponerle seguro a la puerta de la cocina según ella para mayor tranquilidad, incluso vio si estaba cerrada la ventana y corrió la cortina, quería la mayor privacidad posible (sin imaginar que su pequeño hijo de 12 años se encontraba ahí detrás del muro de la cocina observando hasta donde llevaría esto). Después regreso al lado del jardinero con su cadencioso y reconocido andar mientras se agarraba su rubia caballera por encima de la cabeza de modo que pudiera ventilársele la cabeza. Se acomodó un poco el sostén y la braga para luego pararse a su lado como lo había estado, y dando un profundo respiro le preguntó:

- P-prométeme que esto va a ser un secreto entre tú y yo... de acuerdo?...

Sin perder tiempo Joaquín se le abalanzó, le estampó un beso en los labios y le metió la lengua hasta la campanilla. La sobó todo lo que sus manos pudieron abarcar y la puso de espaldas a él, con su cuerpo entre la mesa central de la cocina y su cuerpo. Las manos de aquel sucio jardinero iban locas por todas las rotundas curvas de mi Mamy, que nuevamente sucumbía a las caricias de otro tipejo.

- ¡Me excitas un chingo Mónica, siempre lo has hecho!.- le susurraba.- de ahora en adelante no voy a permitir que este cuerpo siga sin que reciba como es debido. ¡Mhm!.. ¡Puta madre que tetas te cargas mamacita!, son las mejores que he visto, ¡Mhm! .. estoy loco por tu cuerpo.

- ¡Aaah! Eres un cerdo, Joaquín, ..un pervertido.- le repetía.- eres el jardinero.. no, esto no está bien.. no puedo dejarte seguir, déjame no me toques.- decía ella pero sin intención de pararlo.

- Sí, soy un cerdo ..pero tú vas a hacer mi cerdita.- y metiendo las manos entre los pequeños triángulos de su bikini, tomó sus pezones entre las yemas de sus dedos. Solo de tocarlos levemente Mamá temblaba estremeciéndose y a mí se me destrozaba el corazón.- Te voy a demostrar lo que nosotros los cerdos hacemos.- susurraba en su oído.- Te voy a enseñar lo que este cerdo te va hacer.. lo que este pervertido tiene para ti.

El desgraciado sacó su mano del sostén y la llevó al brazo de mi Madre. Entonces le hizo poner su mano encima de su pene erecto, que al notarlo Mamá comenzó a emitir unos gemidos de excitación extraños. Se notaba que Mamá ya estaba fuera de sus cabales, que ya volvía a no ser la misma, era como si de pronto esa extraña mujer aflorara del más oscuro de su ser poseyéndole el cuerpo deseoso de caricias. Mientras por otro lado el lujurioso jardinero dándole de chupetones por el cuello continuaba acariciándola mientras ella le seguía tocando por iniciativa propia, buscando esa verga erecta para sentirla entre sus manos en tanto que las de este hacían estragos en sus grandes pechos.

Y así, mientras el desgraciado Joaquín quien tanto odiaba le tocaba los pechos y el culo a su antojo, mi Madre intentaba encontrar con su mano aquel enorme tolete que apuntando hacia el frente y arriba se mecía como péndulo. Una vez hubo conseguido abarcarlo con su delicada mano, se quedó mirando hacia abajo esa enorme tripa que tenía entre su mano, el jardinero llevó su mano sobre la de mi Madre y apretó, ella volvió a mirarle con cara de entre asombro y una pizca de confusión. Mi Madre dirigió la mirada hacia el miembro rodeado por su mano y ésta a su vez por la mano del jardinero para observar a que se refería, y lo que pasó fue que increíblemente el cabrón comenzó a echar muy despacio hacia tras su mano provocando que la de mi Madre también le siguiera, y como consecuencia la piel de su tranca. La cara de mi Mamy era un poema, iba abriendo los ojos poco a poco a medida que se le pelaba el glande, hasta que casi estuvieron a punto de salirle de la órbita, lo mismo paso con su boca, pero rápidamente la cerró mordiendo su labio inferior.

Ante la atónita mirada de mi Madre se iba descubriendo un glande de un color amoratado, que destacaba de su imponente mango, el glande era ancho, pues era la parte más gruesa del pene. Una vez la piel hubo retrocedido del todo, mi Madre no pestañeaba ni podía de dejar ver esa cosa. Joaquín soltó la mano de mi Madre y ésta quedó todavía sujeta a ese miembro estirándole la piel para atrás, entonces este la interrumpió:

- ¡Ahora me dirás que es lo que no está bien y que era lo que no me ibas a dejar hacer!.- mi Madre sin soltarle el miembro ni esconderle el glande le miró a la cara, volvió bajar la mirada como absorta en sus pensamientos y dijo en voz baja:

- N-nada.- ¡NO LO PODIA CREER!!, Mi Madre estaba en completo dominio por ese desgraciado.

Y sin demorarse comenzó a descapullarlo como si le estuviera ordeñando. Una vez el glande estuvo de nuevo al descubierto, Mamá comenzó a pajearlo. La visión de la escena era por demás morbosa, una hermosa rubia madura, de espaldas, vestida únicamente con un mísero bikini que no le tapaba absolutamente nada, estaba morreándose con un tipejo veinteañero con su enorme tolete fuera mientras la madura se la machacaba. Tengo que reconocer que la famita que tenía ese desgraciado por la colonia era bien llevada, el tipo estaba bien dotado, ya que siendo pajeado por la manita blanca de mi Mamy apenas lograba abarcarlo.

El jardinero excitado por como mi Mamy le acaricia, apartó una mano de sus nalgas y la llevó a la parte delantera de la braga de mi Madre. Tras acariciar su vagina por fuera del bikini agarró el lateral y lo apartó a un lado para dejar el chocho a la vista, y después de jugar con el suave rose de su pelvis comenzar a jugar con su clítoris. El juego con el clítoris duro unos minutos mientras mí Madre machacaba con pasión esa tranca que mantenía en la mano. Joaquín le metió un dedo haciendo que mi Madre levantara la cabeza con los ojos cerrados y mordiendo el labio para no gritar. El jardinero empezó a hacer un movimiento de mete-saca, lo que produjo que mi querida Madre comenzara a pajear más fuerte ese enorme palo.

- ¡Quiero cogerte Mónica!.- le susurraba con perversión.- Quiero joderte entera y por todos lados, ..te la voy a meter bien hasta dentro, ..voy a hacer que llores de gusto, que berrees, así ya no tendrás que buscar más macho que yo. Verás lo que tengo para ti, ..te la vas a comer toda.

- ¡No, no Joaquín!.- suplicó- …por favor, eso no… yo nunca he hecho nada de eso, no me gusta. No me la metas en la boca… por favor no lo intentes.

- ¡De eso nada Mónica!, ..¡soy un pervertido recuerdas, y tú eres mi cerdita, tú obedeces! .. ¡Vas a aprender a hacerlo como es debido, como tu Marido nunca te enseñó! ¡Ahora baja y prepárate para tragártelo todo, que lo vas a disfrutar como la zorrita que eres! .. ¡Eres mi cerda!... ¡vamos chúpamela cerda!

Y sin que Mamá pudiera reaccionar la puso de rodillas logrando dominarla sin mucho esfuerzo. Ignoro de donde le salía aquella manera tan sádica de ser de este desgraciado, pero viendo que Mamá se lo permitía este se lucia, para que le obedeciese en todo. Se sacó el overol del todo y se la puso frente a su cara. Los ojos de mi Mamá brillaron de par en par, abriéndose lo más posible.

- ¡Vamos cerdita, a tragar se ha dicho!!…- Le puso las manos en la nuca intentando que ella se la comiera toda tal y como le había ordenado.- ¡El lugar de una mujer es estar de rodillas!.- dijo el desgraciado citando alegremente lo machista que era, zarandeándola para sus pechos se movieran obscenamente.

- ¡Nogh Joaq!..- musitó entreabriendo sus carnosos labios para poco a poco írsele introduciendo esa venosa cosa que palpitante iba desapareciendo dentro de su cálida  boquita.

- ...¡Oohhhh!..- gimió el maldito al sentir la tibia lengua de la mujer de sus sueños a más o menos la mitad de su cosa.- Te encanta la verga, ¿verdad, cerdita?

- ¡Mmmmmm….! - exclamo ella asintiendo enfáticamente.

- ¡A la Señora Mónica le encantan las vergas! ¡Y ahora se está comiendo la de su jardinero!

Mi Madre a pesar de la gran humillación que esas palabras significaban de nuevo soltó su risita tonta para después dedicarse a mimar el miembro de ese maldito, besándolo, lamiéndolo, acariciándolo y sobándolo hasta que consiguió que sus propias babas cubrieran por completo ese tolete. Para ese mugroso jardinero era un lujo sentir la lengua esa Señorona juguetear dándole de lengüetazos... succionando, que por más que trataba de aparentar Mamá era por demás obvio pensar que si eso no le gustaba donde había aprendido a hacerlo.

- Eso es, cerdita. Eres una jodida glotona. ¡Adórala!.- le aleccionó el muy cabrón.- Eso es para lo único que vivirás ahora, ¡para atenderme a mí y a mi verga!

- ¡Mhmm!!… - Mamá asentía con entusiasmo ante las palabras de ese infeliz.

Luego, con una risita, abrió su boca todo lo que pudo y lo engulló, con un gruñido de satisfacción, el duro miembro del jardinero más de la mitad, hasta el fondo de su garganta. Mamá había perdido todo ápice de dignidad, parecía poner más pasión en cuanto más la de degradaban.

- ¡Ah… Sii! Así se hace cerdita ninfómana.- dijo agarrándola de su pelo platino y empujando su tranca aún más adentro de aquella acogedora garganta.

Así sucesivamente hasta que logró engullir todo el vergón. Hasta que sus labios hicieron contacto con los duros güevos los cuales parecía explotarían en cualquier momento al querer contener en su interior la gran cantidad de leche juvenil que seguramente tenían.

- ¡Unggh!… ¡Egghh!… ¡Glaghh!…- eran los únicos sonidos que Mamá emitía mientras engullía aquel trozo de carne, poniendo los ojos en blanco y con temblores de placer recorriendo su cuerpo.

- ¡Maldición!. - dijo Joaquín apartando la cabeza de mi Madre un poco hacia atrás para que la punta de su cosa descansara sobre su lengua.- Estaba casi a punto de correrme, cerda, ..y quiero que pruebes mi manguera en tus entrañas. ¿Quieres sentir la manguera de tu jardinero, cerdita?

- ¡Mhmm!!… - exclamó Mamá tonta con alegría y los ojos muy abiertos.- T-te lo estoy haciendo bien?...- preguntó que para ese momento ya estaba como desposeída, mamando como loca el enorme miembro de su sirviente.

Los dedos rematados en uñas esmaltadas de rosa de Mamá se cerraron alrededor de aquel palo al tiempo que empezaba a acariciar sus güevos y su lengua aplicaba su magia a la parte inferior del glande del jardinero. Los ojos de Mamá brillaban ansiosos, hambrientos. Estaba completamente dominada por ese hijo de puta, pareciere no querer decepcionarlo.

- ¡S-si cerdita.. eres fantástica!.. mamas riquísimo la verga.- agregó sorprendiéndome por como ella aceptaba ya sus insultos, pero considerando que era parte de su misma excitación.

Mamá prácticamente cayó dominada ante su imponente falo, mientras este, presuroso, liberaba sus erguidos pechos del sostén de su bikini y la tomaba de los cabellos para restregarle en la cara su terrible falo. Ella balbuceaba y repelía el contacto tímidamente, pero Joaquín era más inteligente atacando los puntos estratégicos de mi Madre; pues el pezón rosado, era tironeado por los expertos dedos de su amante, terminando por imponerse y lograr que la indecente Señora aceptara aquella humillación.

Él, aún de pie, hizo la cabeza hacía atrás disfrutando de la rica mamada que Mamá le daba, yo, aún sin salir de mi estupor, contemplé cómo esa vil mujerzuela que ya no era mi Madre se entregaba lascivamente a las órdenes de su amante, quién se regodeaba recibiendo las caricias lingüísticas que ella le prodigaba por todo el erecto falo, sin menospreciar los peludos huevos del jardinero.

- ¡Mmmmmm… Delicioso! - exclamó relamiéndose los labios al sentir aquella tibia lengua jugar con sus bolsas de esperma.

Ahí descubrí lo buena que se había hecho Mamá para degustar una verga, pues la envolvía entre su lengua y el paladar y la oprimía tan delicadamente para después dedicarse al frenillo y titilar con su lengua el ojito de la punta. No pude más ver aquello, y me retorcía el estómago cuando veía a mi Madre ágatas mamándole la verga al Jardinero quien tan gordo me caía. Y es que ya Mamá chupaba de manera magistral, desde el tronco hasta la punta para después bajar y seguir con aquel par de güevos que le colgaban cómo dos pelotas de pimpón.

Joaquín se sentía en la gloria con mi Madre en su pene, sólo permanecía de pie con su vista al techo, la mamada que estaba recibiendo lo tenía fuera de este mundo, de pronto mi Madre lo tomó del trasero para empujarse la verga hasta al fondo de su garganta, quería que todo ese pedazo de carne se le depositara en el estómago, “¡CHOMMMPS!!.. ¡CHUCKKSSS!!, ¡UHMMM!! ¡GLOGGKSSS!!” Esos ruidos volvían nuevamente a llenar la cocina, fácilmente podían escucharse hasta el segundo piso, por suerte la puerta principal estaba cerrada, sino hasta la calle pudiera haberse escuchado. De la tibia boca de Mamá empezó a escurrir mucha baba que se le colgaba entre los güevos a Joaquín hasta llegar a parar al suelo y, o sobre sus pechos.

- .. ¡Ogh mi reeeeyyyy!!..- exhaló mi bella Madre jadeando al momento que extrayendo el duro pitón, se daba a la tarea de mamarlo a todo lo largo, llegando hasta sus güevos los cuales lengüeteó suavemente, como saboreando un rico manjar.

El desgraciado jardinero se regocijaba, mi Madre siempre fue un sueño inalcanzable para él, una fantasía, algo que jamás se pudo llegar a imaginar realizar. Mamá es una de las más bellas Señoras de la Colonia y porque no de esta ciudad misma, con su elegancia y porte es la envidia de todas las mujeres de los alrededores y el sueño erótico de todos los ricachones Esposos de ellas. En algunas ocasiones al andar jugando por las calles escuchaba rumores sobre mi Madre, que por su imponente belleza había engatusado a mi Padre y que era una caza fortunas, que en cuanto mi Padre no estuviera le plantaría el cuerno, yo la verdad no hacía caso de ellas, mi Madre era para mí un ejemplo, una Madre ejemplar y el vivo ejemplo de la perfecta figura materna. Pero todos esos pensamientos se borraron de mi cabeza cuando Joaquín sacó su verga de la garganta de mi linda progenitora y se la colocó en su bello rostro, ¡La verga de este desgraciado era mucho más grande que el rostro de mi Madre!! Mientras estaba así, cargando ese tronco de carne con su rostro, la muy cerda se dedicó a chuparle los güevos, similar a cómo le gusta a Fernando.

Su magistral lengua recorría con la punta las líneas venosas de aquellos húmedos güevos, arrancándole gemidos de placer al jardinero, que sin ser muy brusco metía su mano en su rubio cabello, enredándolo en sus dedos para luego ejercer cierta presión como guiándola. Mientras la ya calientísima Sra. Tapia con los labios entreabiertos, chupaba y succionaba alguna de esas pelotas colgantes mezcladas con las mismas babas que escurrían por la comisura de los labios, embarrándose las mejillas mientras les frotaba.

- ¡Ooohhh!!! Mónica, ..es la mejor mamada que me han hecho en mi vida ¡Ooohh! jo, jo, jo.. Y yo que te creía tan modosita, cerdita ¡Ooh! ..

De pronto y para agraviar más la degradación, el desgraciado aprovechando la manera sumisa y la entrega de aquella elegante dama, le empezó a pegar en el rostro con la verga. Mamá por supuesto sólo se reía y sacaba la lengua cómo una gran cerda queriéndolo atrapar. La verdad que esa mujer que estaba viendo a escasos 2 metros de mí, no era mi Madre, no podía ser ella la hermosa mujer que acompañaba orgullosamente del brazo de mi Padre en las presentaciones de gala o en las tantas cenas importantes con los Empresarios más importantes de este país.

- ¡Toma, toma!, ..Señora mala.- le decía el desgraciado pisoteando su imagen y la memoria de mi Padre.- ¡Tenga, tenga mamita cerda!

- ¡Dámela!, dámela Joaquín la quiero en la boca.- le respondía Mamá con la cara de hembra desesperada.

- Así que te gusta calentar a tipos en la calle, ¿verdad cerdita?, ..¿te gusta que te vean ese tremendo culo que te cargas?

- ¡Siii!!, si me gusta, ..me encanta que me lo deseen. Me gusta mucho menear el trasero para que todos lo vean.- contestaba ya sacada.

- Que silencito te lo tenías, ¡Marrana! ..tan modosita y mírate, rogando para chuparme la verga ¡Jajaja!..

Con la lengua Mamá intentaba tratar su cochino pene que este le hacía escapar de su boca o reparárselo por la cara y entre los dientes. La verga de Joaquín conservaba restos de babas de mi Madre que este se apresuró a limpiar en el profundo surco que separaba las enormes y redondas tetas de la mujer. A Mamá le hizo mucha gracia esto.

- ¡Dios mío cerdita tienes las mejores tetas que he visto en mi vida!.- dijo lleno de placer mientras frotaba su miembro contra el canalillo de ella.

- ¡Unng, ah!.- decía mi Madre.- Q-que haces? ..


El desgraciado apretujaba las tetas de mi Madre contra su verga, estrujando sus blandos pechos, haciéndola gemir tirando de ellos. Los salvajes mete saca de Joaquín y sus fuertes aplastamientos contras las tetas de Mamá consiguieron endurecer aún más los duros pezones que se movían acordes con los pechos.

- ¡Ohh!... ¡que ubres!.- gritaba el jardinero jadeando.- ¡Ahh!.. Apuesto a que esto no le hacías a tu Marido.

- ¡Ahh!¡Au! ¡No seas tan brusco!.- decía mi Madre entre gemidos y grititos.- ¡Tan solo un poquito más suave, ¡Argh!, me haces dañoo! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué cosa tan gruesa!

Pero el jardinero no hizo caso a la brusquedad con la que estaba manejando a mi Madre, pues estaba concentrado en sus turgentes pechos y siguió embistiéndola. La imagen de mi Madre postrada de rodillas frente a ese mugroso haciéndole una cubana comenzó a excitarme muy a mi pesar. Cuando Joaquín se detuvo un momento para retomar fuerzas, mi Madre separó los pechos y escupió en la verga del jardinero. Increíblemente volviendo a juntar sus pechos empezó a aplicar la saliva por el tolete de este usando sus pechos mientras que levantaba la cabeza lo que podía para lamer el capullo con la lengua.

- ¿Qué haces cerdita?.- pregunto Joaquín sorprendido.

- Estoy lubricando tu cosa para que puedas continuar con el masaje.- dijo en tono servicial.

- Pensé que no te gustaban este tipo de cosas.- dijo maliciosamente.

- No amor mío, pero ya me acostumbre y no me molesta en absoluto. Y no, con mi Marido no hacía este tipo de cosas.- se confesó ella mientras le seguía lamiendo la punta.

- Muy bien, así me gusta marranita.

El mugroso jardinero excitado por la servicialidad de mi Madre la agarró de los hombros y empezó a joderle los pechos con violencia. Que pesé a lo denigrante que era esa situación para mi Madre y para el resto de mi familia, ella empezó a gritar y gemir al notar esa cosa larga que se frotaba una y otra vez contra sus pechos.

- ¡Oh dios! Mamacita, ¡qué increíble!.- Aullaba el malparido.

- ¡Me encanta sii!, ..me encanta esta cosa, esta deliciosa ¡Mmmhh!!.- le decía completamente irreconocible ya para mí, ese lado extraño que ahora me asustaba.

- ¿Le gusta mi rabo Sra. Tapia?..- El malnacido ahora la llamaba por el apellido de su Esposo para humillarnos, para sentirse vencedor, ya que siempre envidió a mi Padre.

- ¡Angh! ¡Cómo se desliza tu verga mi amor!.- decía Mamá moviendo la cabeza de un lado para otro.- ¡Ahhhh!.... me encanta como atraviesa las tetas.. ¡ohhh!

Los gemidos de Mama lograron excitar aún más al jardinero que con toda la fuerza que pudo comenzó a joderle las tetas. Los movimientos eran tan salvajes que el cuerpo de este rebotaba al de mi Madre. Ella para ayudarle le agarraba del culo acompasando sus movimientos de ir y venir. En la cocina se escuchaba cada vez el sonido de ¡PLA!, ¡PLO!, ¡PLA! Cada vez que Joaquín arremetía contra el torso de mi Madre a su vez cuando ella botaba agarrada a su culo.

- ¡Ohhh!... ¡Eres todo un macho mi amor!.. ¡que ímpetu y que fuerza!... ¡Y eso que estas lesionado de la mano! ¡No puedo ni imaginar como serás de macho cuando estés completo!.- gritaba mi Madre.- ¡Dios!... ¡tus arremetidas me están quemando las tetaaaasss!

- Te gusta si?.. te gusta que te joda las tetas como a una piruja?.- preguntó mientras seguía en lo suyo.

- ¡Ahh! Siii!! ..estoy ardiendoohh...- la voz de mi Madre se apagó en un vano intento de gritar pues las arremetidas de ese cabrón le estaban oprimiendo el tórax.

- ¿Quieres que pare?¿Eh?¿Te gustaría que parase?.- la espeto.

- ¡Oh no! ¡No Joaquín por favor! ¡No pares mi amor! ¡Te lo ruego!- suplico mi Madre desesperada.

- ¡Chúpala, chúpala! ... ¡Ooh!- pidió el muy desgraciado dando muestras prontas de su eyaculación.- Le gusta mi palo Sra. Tapia?, ..le gusta el sabor de mi manguera?

- ¡Sí!!, si, ..es la más rica que he probado. ¡Me encanta!!

- ¿Pues cuántas vergas has probado?, ..se me hace que le ponías unos tremendos cuernotes al Sr Rodolfo.

- No, ..b-bueno si, ..sólo una vez.

Mi corazón se partió al escuchar eso... ¡Mi Madre le había puesto los cuernos a mi Padre!, ..y la muy cínica se lo decía con una sonrisa. Yo que creía que mi Padre tenía a la mujer más perfecta del mundo y esta resulta que le pinto unos cuernotes. ¿Qué tantas cosas más tenía Mamá escondidas dentro de su ser?. Yo me sentía fatal, Mamá me había decepcionado, aunque ya mi Padre ya no se encontraba con nosotros no dejaba de ser una infidelidad, sentía que lo había traicionado y más cuando ella siempre la escuchaba decir y perjurar que mi Padre era y sería el único hombre de su vida y que no necesitaba fijarse en nadie más. Ella siempre se refería al amor cómo algo puro entre dos personas y que para ella hacer el amor era lo más bonito que había entre dos personas. Decía también que no practicaba sexo por practicar, que el sexo era algo feo y cosa de animales no racionales. No había duda que aquella mujer que se revolcaba en la cocina no era mi Madre.

- ¡Ja ja ja!.. Así que la respetable Señora Tapia le pintaba los cuernotes al gran Empresario Rodolfo Tapia ¡Ja ja!.. ¿Quién lo iba a imaginar?..

- S-sólo una vez, ...¡Gloghh!! ¡Chupms!! ¡Mmmhh!!

- ¡Ja ja ja!.. ¿Y con quién fue?, ..con quién te fuiste de puta, cerdita?. ..

- ¡Mmmhh!! ¡Gongh!, ..¡Aah!, con mi chofer ¡Glughhss!! ¡Gluhhss!! ¡Gluhss!

No lo podía creer... ¡Mi Madre se había revolcado con Arturo el chofer!!, el que siempre trató de menos e indiferente, siempre me decía que a esa gente se le trataba de lejos, porque no se sabía que tantas mañas podrían tener. La verdad que Mamá me tenía de sorpresa en sorpresa, poco a poco iba derrumbando aquella imagen de mujer intachable y de imagen de la Madre perfecta, de la inalcanzable. Con la verga del jardinero en la boca Mamá se estaba destapando, y la muy cínica se lo decía con una sonrisa apenas dibujada al tener tremendo falo metido entre los labios.

- ¡Jajaja!.. ¿Así que mi buen amigo Arturo también te dio caña?

- .. ¡Glogghh!! ¡glogghh!! ¡Aaahhh!! ..Sólo una vez, ¡Ah! ¡ah! Porqué estaba muy enojada con Rodolfo.

- ¡Vaya con la Señora Tapia!, ..sí que salió cerdita.

Cada día que pasaba iba viendo la verdadera cara de mí Madre, cada vez me sorprendía más lo zorra que se comportaba o como era, en menos de una semana había recibido más nabos que cualquier estrella porno. Yo estaba muy agitado, mi respiración era incontenible y sentía los labios resecos y la mirada fija en ambos a quienes observaba desde el muro que dividía la cocina con el pasillo, y a una distancia aproximada de 3 metros. Me encontraba de pie y detrás del muro pero asomándome lo suficiente para poder ver con un ojo, la cocina no tenía puertas y me permitía observar desde ese punto, completamente agazapado. Me sentía ¿celoso?, ¿traicionado?, ¿burlado?... Era un conjunto de sensaciones que iban desde la ira, porque deseaba que él la sometiera y le hiciera todo aquello que ya había visto que le hicieran aquellos desgraciados; al masoquismo porque me sentía que yo era el cornudo y no mi Padre; sentía una mezcla de sentimientos encontrados y quería más acción, más y más…

- Ahora Señora Tapia, se va a poner de pie y se va a encuerar poco a poco para mostrarme ese tremendo cuerpo que tiene.- le ordenó el tipo ya sintiéndose dueño de la situación y de su cuerpo.

Como ya les había mencionado en la primera parte del relato mi Madre era experta en modelar, desde muy chica, lo digo porque en sus fotos familiares que enseñaba la abuela salía modelando, ella había estudiado algo de modelaje pero al casarse con mi Padre lo había dejado, decidió mejor la vida conyugal que sus aspiraciones personales, tenía muchas fotos y reconocimientos, su bello rostro, su porte y su cuerpo espectacular hacían de ella una buen prospecto para las pasarelas, aunque ahora por lo embarnecida que estaba era seguro que pasaba las proporciones de 90-60-90. Pues bien, eso lo podía hacer Mamá a la perfección, sólo que en éstos momentos no llevara más que un mini traje de baño.

- ¡Ja ja ja!.. Las vueltas que da la vida no?, ..el Sr Tapia siempre me trató de menos, de un simple muerto de hambre.. pero tú, acabas de mamarme la verga cómo has querido, incluso me respondiste con un lindo beso y ahora te estoy mirando semi-desnuda mientras me froto la manguera esperando que te encueres. Definitivamente estás muy buena Mónica, ..¡mira que piernas, están de lujo. ¡Y ese culo, el mejor sin duda! .. Ahora quiero que desfiles para mí, ..que me muestres ese cuerpazo. ¡Anda, camina cómo cuando lo hacías de la mano de tu Esposo!, ..¡Caliénteme Señorona!

Mamá dudó por unos instantes, no le había gustado lo que le había dicho este desgraciado pero en cierta parte era verdad; ella ya no era la misma, la mujer inalcanzable, el sueño de todos los de esta ciudad, era esta, esta hembra desconocida que quería seguir jugando o que jugaran con ella. Se quedó ahí, inmóvil meditando por unos instantes, si tuviera una máquina que leyera la mente seguramente escucharía esto “Perdóname Rodolfo, perdóname por no poder evitar entregarme cómo una puta”.

Enseguida caminó lentamente frente a él. Sus mejores pasos de modelaje se los mostró, mientras le miraba la verga como se la pelaba extasiado por la imagen que tenía frente a sus ojos. Sabía que al jardinero le gustaba que le miraran ahí y a ella le gustaba excitarlo; calentar a ese sujeto, un desgraciado muerto de hambre que nunca podría soñar con una mujer cómo ella, le provocaba demasiado. Cuando pasaba cerca de él, el asqueroso no perdía oportunidad de darle una tremenda nalgada o manosearle un seno, a la vez que la llenaba de insultos llamándola perra o su cerdita. Mamá estaba perdida bajo su dominio de machista, le excitaba de sobre manera la forma en que la tratarla este miserable.

- ¡Eso Señora Tapia!, ..menéele el culo a su jardinero. Muéstreme lo provocativa que puede ser la gran Esposa del empresario Rodolfo Tapia. ¡Que puta más buena!. ¡Y va a ser mía!, ..su cuerpo va a ser mío, ¿no es cierto?, ..¿no es cierto Mónica?. ¿No es cierto cerdita?, ..¡vamos, respóndeme!- el desgraciado se cruzó en su camino, la tomó de las caderas, y le miró a los ojos con una mueca de satisfacción interrumpida en la cara.

- ¡Sí!, ..si Joaquín, mi cuerpo será suyo. Y lo será cómo tú quieras.- le respondió sumisa frente al avance de sus manos, que enseguida metió bajo su minúsculo sostén para apretarle los pechos.

- Te gusta que te soben las tetas?, ..a todas las putas cómo tú les gusta.

- ¡Si Joaquín!, ..me gusta que me aprieten las tetas.- decir tetas, refiriéndose a sus propios senos era la cereza del pastel para que Mamá perdiera la poca dignidad que le quedaban.

El desgraciado no perdió tiempo para que sus manos se dirigieran a sus pech ...tetas cómo ya le decía mi Madre ampliando su finísimo léxico intachable, para apretárselos y exprimírselos con rabia cómo queriéndole sacar la leche que en mi época de desarrollo no pude acabar.

- ¿Y te gusta que te las chupen?, ..¿quieres ser mi vaquita lechera? ¿eh? .. ¡Qué lindas tetas Señora Mónica!, ..seguro a su Marido también le encantaban.- dijo mientras empezaba a lamer sus pezones ya muy puntiagudos.

- Si, ..a él también le gustaban mucho, Joaquín.- respondió sonriendo mientras ocultaba sus pechos tras sus manos y bajaba la mirada hacía su erguido tolete, muy cercano a su entrepierna.

- ¡Trae acá mi vaquita!.- le dijo mientras la volvía a llevar contra él y comenzaba a devorarle el cuello, y comenzaba a bajar buscando lo que tanto rato hacía que deseaba.

Agarró suavemente las manos de mi Madre por las muñecas y las apartó lentamente de sus pechos dejándolos expuestos, que esta vez sí, quedaron al aire para ser catados por el macho que estaba deseándolos.

- ¡Uff!!..- lanzó al aire, mientras las observaba y comenzaba a acariciarlas desde abajo para ir agarrándolas completamente con sus manos que casi no podían abarcarlas.

- ¿Te gustan?.- ahora le pregunta ella, pero en tono más jocoso, incitándole lo que por demás era lo obvio.

- ¡Increíbles!, ni la Sra. Mati las tiene igual.- dijo mientras acercaba su cara y comenzaba a lamer los pezones de una manera increíblemente grotesca, como si quisiera meterse toda esa mama en la boca.

Parecía haber dejado de lado a ese machista que hace poco llevaba dentro y se dedicaba a disfrutar como un animal. Comenzó con fuertes lengüetazos y ligeras mordidas sobre el lóbulo del pezón, de una a otra y viceversa. Las agarraba con coraje y por momentos se sobre excitaba y me daba algún que otro golpecito pero sin llegar a hacerle daño, pero poniéndola a mil.

- Me alegro.- dijo Mamá ya con un tono que denotaba su excitación, sin dejar de mirar como trabajaba sus pezones.

- Maldición como me encantan estas Señoras tan putas.- soltó mientras unía ambos pechos y comenzaba a lamer los pezones rápidamente.

El comentario, al contrario de molestar a Mamá, le volvió a subir la temperatura. Evidentemente no era ella la primera de su edad que caía en sus asquerosas y calludas manos. Y con respecto a lo de puta, no se lo tomó de ninguna mala forma y lo único que hizo fue motivarla  más.

- Pues ahora serán mías, ..y desde dónde me esté viendo el Señor Rodolfo. ¡Gracias! ..

Al decir eso se las apretó con fuerza, mientras que las lamidas sobre sus tetas se trasformaron en chupadas y mordiscos descontrolados, estoy seguro que mi Padre jamás se las había besado de ese modo; Mamá se sentía muy deseada y sucia a la vez por permitirle a aquel sujeto asqueroso manosearla de esa manera. Se las chupó y apretujó de todas las maneras posibles, y a cómo se le vino en gana; al cabo de unos minutos, soltó sus tetas para posar sus manos sobre su trasero, que era también y quizás más su delirio. Se lo apretaba y le acariciaba las nalgas violentamente.

- Y tu culo?, ..¡mierda!, qué bueno está, ¡tienes un culote de ensueño, puta! Y quién te lo está sobando ahora?, ..pues yo ¡Aaahhhh!!! ¡Que culazo, Mónica! ..¿te gusta que te agarren el culo, cerdita?

- ¡Aaahh!!! ¡Es lo que más me gusta Joaquín!, ..me encanta que me agarren el trasero ¡Ummhh!!

- ¡Cabrona si lo tienes enorme y muy duro!, ¡Aggrrrhhhhh!!! ¡Ya me pusiste muy caliente, puta!, ..anda, encuérate ya, quiero verte encuerada, desgraciada.

- ¡Espera!, no seas desesperado. ..

Mamá lo empujó del pecho para que se alejara un par de pasos, y cómo una autentica bailarina erótica le empezó a mover sus exuberantes caderas. Joaquín iba a tener el mejor show de su vida viendo a esa flamante mujer y elegante contoneándose cómo una diosa. Ella se desabrochó el sostén de la parte de atrás para luego jalarlo del frente y lanzárselo al jardinero que seguía meneándose la verga para tenerla lista. Este lo agarró y se lo amarro en el pene dejándolo colgado cómo si fuera un tendedero. Joaquín estuvo a punto de brincarle encima y arrancarle toda la tela, pero el maldito era sabio, se había que esta oportunidad no la iba a tenerla todos los días, sabía que llegado el momento la iba disfrutar como en sus sueños más lujuriosos la había tenido. Supo cómo controlarse, haciendo un esfuerzo sobrehumano detuvo el enorme placer que su amor hasta este entonces platónico le estaba prodigando.

Por otro lado Mamá ya estaba perdida, irreconocible, nunca pensé que pudiera comportarse de ese modo, moverse así de esa manera. Ella sabía cómo mostrarse, como convertirse en esa mujer fatal, que así, valiente y atrevida se fue sobre su cara para darle un sabroso beso de lengua, iniciando ahora un juego de incitación entre los dos… era la primera vez que Joaquín observaba algo tan hermoso, ni en sus cochinas revistas pornográficas que en ocasiones nos enseñaba había una tal como lo era mi Mamy. Que extasiado, solo atinaba ahora con sus manos a recorrer lo que alcanzaba cuando ella se le acercaba, los monumentales senos, las piernas de esa maravillosa diosa, de su musa, de la mujer de sus sueños, por la que tantas “chaquetas” se había hecho en la intimidad de su mugroso cuarto.

- Siéntate en esa silla, querido.. verás lo que soy capaz de hacer. ..

Muy obediente, el jardinero se acomodó cómodamente sentado sobre una de las sillas del comedor. Mamá se paró de espaldas a él, y luego mi irreconocible y descarada Madre se dio la vuelta y con sus piernas sin flexionarlas se dobló hacía delante exhibiendo su prominente trasero en popa que volvía locos a todos los hombres, haciendo que este quedara de frente a Joaquín para así jugar a subirse y a bajarse la braga del bikini, permitiendo con total descaro una excelente visión de sus intimidades totalmente expuestas a las miradas de ese desgraciado. Para después empezar a bajar y quedar en cuclillas sobre el suelo.

- Bueno ahí vamos ¡Jijiji!.- nuevamente comenzó a subir el trasero hasta que lo puso mirando al techo.- mira a ver si esto te gusta.

Mi Madre estaba con el culo apuntando al techo y las piernas cerradas del todo lo que le hacía un contorno de su trasero formando un corazón que daban ganas de montarlo. Joaquín reaccionó tocándose la verga dedicándole una sonrisa, volvió a mirar para mi Madre y acercó su cara al culo… estuvo rosándole la raja con la nariz absorbiendo el afrodisiaco aroma que de ahí provenía, y le dijo que no llegaba muy bien pero que le encantaba. Después de unos segundos de olfatearlo se incorporó y se pegó contra mi Madre… en este instante tenía toda su cara sumergida en el trasero y ésta lo notaba, pues cuando el muy cabrón metió toda la nariz dentro de la raja pude ver como Mamá abría los ojos de la sorpresa y se ruborizaba. 

- ¡Oohh! Exquisito, pero no doy bien, tienes los cachetes muy grandes..- acto seguido se incorporó otra vez y se despegó de mi Madre.

Entonces mi Madre dijo que no pasaba nada, y observé como en cámara lenta se llevaba las manos al trasero, agarraba con cada mano una de sus nalgas y ¡OHH DIOS!! Me quedé atónito junto a Joaquín. Mi Madre comenzó a abrir su trasero y no se detuvo hasta que llegó al máximo. Vaya panorama que tenía el desgraciado ante sí. Mi Madre en pompa abriéndose el culo al máximo con el detrás completamente empalmado.

- ¡PUTA QUE BRUTA!!!! .. ¡Que hermoso culo Mónica!, ..tal y cómo me lo había imaginado, sin un pelo y bien rosadito. Digno de una gran Señora de clase cómo lo eres tú.- le dijo alagándola.

Y este que no perdió la oportunidad, tras unos segundos de contemplarlo, comenzó a tocar la raja de mi Madre, pasaba sus dedos mojados por todo la raja, en uno de esos movimientos poso el índice en el ojo del culo de mi Madre la cual al notar el dedo pegó un respingo. El jardinero hizo caso omiso a ese respingo y comenzó a acariciarle el ano. Estuvieron así unos minutos en silencio. Y así cómo estaba Mamá inclinada hacia delante, Joaquín se le acercó por detrás y metió toda su lengua entre sus dos cachetes, colocando la punta en el esfínter de Mamá produciéndole un gran placer que hizo que Mamá desfigurara su bello rostro.

- ..¡Mmmhh!! ... Shabe delichioso, además que huele riquísimo ¡Uhmm!!!

El maldito jardinero que tanto odiaba tenía metida toda su boca dentro de entrepierna de mi Madre llenándose por completo las mejillas de aquella humedad, parecía un perro ahogándose con el platillo lleno de comida. Separó un poco su rostro de la entrepierna pero con los dientes sostenía uno de los pliegues vaginales de Mamá, ¡El maldito se las había ingeniado para hacer a un lado la tela de su braga y succionar uno de sus pliegues, que hizo ella que se arqueara el sentir ese delicioso estirón.

- ¡Aaahhh!!! .. ¡Joaquín!, ¡Mhm! ¡Es delicioso!, ..sigue ¡AHIII!! ..sigue así ..¡Siiii!!

- ¡Mhm!. ¡Y lo que falta, Señora Tapia! ¡Mmhh!! Señora mía. ..

Este desgraciado le llamaba Señora Tapia a Mamá humillando su estatus de mujer casada, maltratando el prestigio apellido de nuestra Familia, ya que siempre envidio a mi Padre y siempre quiso ser cómo él, por su bienestar económico y por su linda compañera, la cual ahora la tenía en bandeja de plata en medio de la cocina dónde por regularidad todos comíamos.

- ¡Aaaughhh!!!, ¡Ahhhhhh!! no pares Joaquín por favorrrgghhh!!

Entonces este que lucía una verga empalmada en todo su esplendor se pegó a mi Madre hasta tocarle con la punta de la verga donde se juntaban sus piernas, concretamente en el bulto que hacía su chochito formado por la braga.

- ¡Te deseo!... ¡te deseo mucho Mónica!.- le decía cuando le tomaba un pequeño respiro entre lametón y lametón en su cuello.- ¡Te deseo fervientemente!, ..te voy a comer entera… soñé con algún día tenerte y ya lo creo que voy a hacerlo… prepárate para ser gozada como dios manda, que voy a darte verga hasta que te hartes…

Mamá por debajo podía sentir el calor que emitía su verga al chocar contra la cara interior de sus muslos. Acto seguido le metió la lengua casi hasta la campanilla, y la sacó para seguir recorriendo su cuerpo hasta donde él quisiera llegar. Peor esta vez no se detuvo en sus pechos. Y mientras Mamá seguía con sus brazos hacía atrás apoyados en la mesa, este mientras bajaba por su abdomen esquivando su ombligo y ensalivando su cuerpo en el recorrido, hasta que llegó a donde quería. Se detuvo antes de empezar con lo que tanto alloraba, y estuvo besándole el interior de los muslos, las ingles, hasta que comenzó acercarse a su cosita únicamente cubierta por esas míseras bragas.

- ¡Mmmmm!… ¡Ohhhhh dios mío Joaquín!, no sabía que un hombre pudiera hacer esto… jamás me habían hecho lo que me haces… ¡Joaquín, esto es la gloria!… sigue por favor, sigue mi amor, sigue papito rico… ¡No pareeees ¡Mhm!…

Por dios, no podía creer que Mamá estuviera bajo los dominios de ese gilipollas que tanto odiaba, a parte porque seguramente este desgraciado me lo recordaría por el resto de mi vida, ahora todos los de la Colonia seguro sabrían que se enrolló con mi Madre, el sueño que todos querían. Mamá era una mujer de bandera y como tal era el sueño erótico de todos los que la veían, aquel grupito con el que Joaquín pasaba sus tardes a carcajadas, esos mismos que se burlaban de nosotros porque según ellos nos la pasábamos enroscados en nuestros videojuegos cuando ellos intentaban ligar a quien se les pusiera enfrente, obviamente que nunca me imaginé que mi Madre pudiera entrar en sus estadísticas.

- ¡Rápido, rápido, bájame la panty!…- le ordenó Mamá ardiendo en deseo.

Que presuroso y con unos ojos a punto de salirse de sus órbitas, el desgraciado jardinero con sus dos manos le empezó a bajar la minúscula prenda, aprovechando claro para recorrer a plenitud sus nalgas y piernas.“¡Uhm!,” Los gemidos de mi Madre ya eran de un subido tono.

- ¡Por dios si eres rubia hasta las nalgas!!- exclamó el jardinero al tener frente así, a unos centímetros de su cara la entrada a la intimidad de mi Madre.

- ¡Joaquín!… por dios, no me hagas esperar más. Lo necesito… necesito tu cosa, la necesito dentro… ¡Aah! llevo tanto tiempo sin ello… por favor no me tengas más asii…penétrame Joaquín… házmelo ya… por favor hazlo.

- ¡Claro que lo voy hacer cerdita!, ..pero como yo también soy un cerdo primero me voy a comer tu cosita.

Le miró unos segundos mientras le rosaba el pubis suavemente de arriba abajo, de donde Mamá no pudo apartar la vista esos instantes ya que eso en estos momentos le sabía a gloria. Hasta que se inclinó hacia atrás mirando al techo al momento en el que ese dirigió la boca, separando sus piernas para acoplarse entre ellas.

- ¡Exquisito!- susurró.

- ¡Aaah! ¡Uhm! .. Sírvete ... ¡Ouuhh!! ..a tu gusto. ¡Mmmhh!!- Contestó ella mirando al techo y cerrando los ojos, un segundo antes de que empezara a pasear su lengua por su zona más erógena.

El peor de mis temores estaba sucediendo, el maldito jardinero ya estaba degustando con todo deleite la intimidad de mi Mamy. Comenzó a deslizar la lengua desde la entradita hasta el clítoris, repetidamente, suavemente y sin parar. Mamá ya no podía parar de gemir, por lo que llevó una mano a la boca mordiéndose uno de sus dedos. Mientras que por debajo este, metió las manos entre sus piernas para así sentarla de una vez sobre la mesa en la cual se recargaba, para levantarle la pelvis, para dejarla más accesible, y ponerse en la posición más cómoda posible para sus menesteres. Mamá en cambio ayudándole abrió más las piernas tanto como le permitía la postura, e increíblemente comenzó lentamente a mover la cadera de arriba hacia abajo siguiendo las lengüetadas del tipo.

El placer que le estaba regalando ese hijo de puta no estaba siendo normal. Sin necesidad de penetrarla la estaba volviendo loca. Mamá gemía al sentir su lengua pararse en su clítoris, como lo rodeaba, lo besaba y le volvía a pasar la lengua antes de succionar esa zona. Conforme más le comía más excitado este se ponía, sin llegar a ser violento, pero acelerando el ritmo de sus lengüetadas.

- ¡Mhm! .. ¡Que rica cosita tiene acá abajo Sra. Tapia, ..me encanta!. ¡Mhm!- decía excitado.

- ¡Ooh! ¡Más me encanta a mí, Joaquín ¡ooh! ..- respondió ella en un momento que dejó de morder su dedo para tomar aire nuevo. ..


Les juro que para mí esto era como una pesadilla, un terrible castigo mandado desde el mismísimo cielo. Mamá desnuda, sentaba en plena mesa de nuestra cocina abierta de piernas, exponiendo sin el más mínimo pudor toda su intimidad, mientras el jardinero, el tipo que más odiaba en esta cuadra, metido entre sus piernas recorriendo con su lengua toda su chochita sin parar. Que para colmo de males y exhibiendo el terrible calor que la embargaba le agarró de la cabeza, y fue ella misma la quien dirigió para que lo hiciera con más fuerza y se moviera más rápidamente. Si seguía así era obvio que iba a hacer explotar a Mamá de placer, suficiente le estaba costando no gritar por el placer recibido. Mamá ya sudaba por todo su cuerpo, y si eso le pasaba a ella, a Joaquín le caían los chorros por la frente. Y hablando de humedad, seguramente ya la mesa donde esta noche cenaría estaría empapada por flujos de Mamá y saliva de este.

- ¡Oh! ..¡Que rica merienda me está invitando Sra. Tapia!, ..¡Mhm! Espero que me invite más seguido.- le preguntó mientras le miraba a los ojos y se tomaba esos segundos para agarra aire.

- ¡Aah! .. ¡Sii!, vendrás a comer, a cenar y a desayunar ¡Aah!. ¡Pero no pares cabrón!, sigue haciendo eso tan rico.

El desgraciado riendo y observando la alta desesperación de mi Madre por seguir, se mojó el dedo corazón y lo dirigió hacía la entradita de aquella rosada hendidura, y comenzó a introducirlo y a sacarlo lentamente. En un primer momento y debido a lo húmeda que estaba Mamá y a la necesidad de algo más, apenas y lo sintió. Algo que arregló cuando ese desgraciado empezó a introducir más de un dedo y aumentar el ritmo mientras miraba el rostro de placer que ponía mi Madre a sus acometidas, y como sus dedos se perdían dentro de ella.

Mamá ahora sí que ya no podía fingir el placer que el jardinero le prodigaba, y es más, cuando este acercó la lengua para frotarle el clítoris mientras le empuñaba tres dedos, mi Madre elevó sus piernas y aprisionó entre ellas la cabeza de ese miserable, que extasiado inhalaba el aroma de los jugos femeninos que de ella emanaban. Y apenas instantes después, Joaquín sonrió complacido consigo mismo al ver cómo conseguía hacer estremecer aquella Señora que tantas pajas le había provocado en el pasado. Yo no perdía detalle de la comida de chocho que le daban a mi Madre en la cocina, pero lo que me dejó perplejo y que estoy seguro que nunca olvidaré, fue esa imagen en que mi bella y apetecible Madre arqueaba la espalda y gemía de placer, al sentir aquella lengua juguetona junto a esos dedos invasores que seguramente había encontrado algún rincón o modo de excitar más su feminidad.

Mamá ya estaba desatada, ella misma empujaba su delicado pubis contra la cara del mugroso jardinero, intentando acercarlo aún más para que continuara prodigándole tan deliciosa sensación. Tras un poco más de tiempo, durante el cual, mis oídos registraban todos aquellos acuosos sonidos que provenían de ambos cuerpos, al despegarse y juntarse nuevamente y el producto de aquella lengua que parecía querer devorar aquella anhelante feminidad cómo si de una golosina se tratara, sorbiéndola, luego chupándola. De pronto sobre aquellos sonidos surgió el gemido de mi Madre:

- ... ¡Oohh!!, ¡OAAOOUGGHH!!! ¡UHHMMMMMMM!!

Irremediablemente el cuerpo de mi Madre había experimentado el más innegable y estremecedor orgasmo que su ser tuviera presente hasta ese momento. Orgasmo que la sacudió por completo, para después desencadenar en jadeos seguidos por vergüenza ante lo humillante que resultaba para ella reconocer, que se había dejado llevar por la sensación física y en vez de gozar semejante clímax amoroso al lado de su Esposo, no había sido sino a manos y debido a la ágil lengua de este experto jovencito a quién ella seguramente doblaba en edad.

A escasos 2 o 3 metros de ellos dos seguía atestiguando cada momento de lo que ocurría en la cocina de mi casa, mientras que ellos pensaban que me encontraba en el cine con un amiguito, ajeno a lo que estaba ocurriendo en nuestra propia casa y entre las piernas de mi indecorosa Madre. Captando el vivo momento en que por fin el jardinero, el desgraciado gilipollas que se la daba de muy chulo con todas las sirvientas de la Colonia, se despegaba de la entrepierna de la mujer más espectacular de todas las residencias, separándose de aquellos mórbidos y blancos muslos que permanecieron abiertos sin el menor pudor.

- Como se encuentra la Señora? ¡Ja ja!..

- ¡Aaah!, .. Mal, estoy mal, ..¡Aah! q-quiero decir bien.

- ¡Ja ja ja!.. ¿de que tiene ganitas ahora la mujer de la casa?.- si en algún momento dudé de que él tuviera el control, esto me demostraba que estaba equivocado.

- ¡Aaah! .. De más, ..de todo eso.

- De más? .. ¿Qué es todo eso, para usted? ..

- Que quiero eso, ..eso más grande dentro de mí.- dijo ella demasiado exaltada.

- .. Algo más grande? .. Mm, no sé, ..no sé qué puede haber más grande que le guste..- si el desgraciado quería sentirse más chulo lo estaba consiguiendo, mientras Mamá no parada de decepcionarme.

- ¡Tengo ganas de que me jodas cabrón.. de que me uses bien duro!- le soltó bastante acalorada.

- ¡Así está mejor cerdita!, ..porque yo tengo ganas de lo mismo, desde la primera vez que te vi. Desde que tú Esposo me pagó para lavarle los coches y tú llevabas aquel día la minifalda que mostraba todas estas piernotototas.

- ¡Aah! ¡Pues qué esperas!…- le incitó desesperada.

- A ver… - Se incorporó un poco, dejándola abierta perfectamente a la altura de su verga. Le sujetó el tobillo derecho en alto, mientras que la otra colgaba del filo de la mesa, abriéndola para buscar la mejor postura.- Bueno Sra. Tapia, le ha llegado la hora, ..ahora va a saber cómo cogemos nosotros los pobres ¡Ja ja ja!..

- ¡Si!, si, métemela, ..¡métemela Cabrón!!

- Pero que modales son esos Sra. Tapia?, ..una fina persona cómo usted no debe de decir malas palabras ¡Ja ja ja!..

- Por favor métemela Joaquín, ya no aguanto ..¡Párteme!!, ¡Rómpeme con ese monstro!

- No le da pena?, ..una Señora tan fina cómo usted rogándole al jardinero para que la monte, ..y en su cocina ¡Ja ja ja!..- el maldito se mofaba de su desesperación.

- No, no, ..¡me encanta!.. ¡Métemela ya por favor!

- Bueno usted paga, ..yo obedezco ¡Ja ja ja!..

- ¡Hum!..- gemido que hizo Mamá al sentir el contacto de aquel glande con su rajita.

- ¡Pero si lo tiene todo empapado Sra. Tapia!.- le dijo cuándo situó el glande sobre su clítoris.- Si hasta parece que acaba de salir de la alberca ¡Ja ja ja ja!..- comenzó a darle de arriba abajo, pero no solamente con el glande, si no con toda la extensión de su tronco, mojándosela entera.

Yo miraba la escena totalmente paralizado, decepcionado con ella y tremendamente enfurecido por ese gilipollas, para mí Joaquín era la persona más odiosa de esta tierra, el chulito de barrio sin tener nada que tragar para el siguiente día, siempre lo odie por burlarse de mí y de mis amiguitos por ser gente pudiente, pero ahora por lo que estaba a punto de hacer frente a mis narices lo odiaría a muerte. Le veía como la refregaba por toda aquella rajita, y como le daba golpecitos para excitarse. Su cara le delataba, tenía tantas ganas que no las iba a desaprovechar.

- Mónica no aguanto más.- dicho esto colocó el glande sobre la entradita y poco a poco la introdujo sin complicaciones. Mamá observaba hacía abajo notando y viendo cada centímetro de esa carne entrando en ella que no pudo evitar volver a gemir.

- ¡Maldición, esto está que quema!.- dijo mientras comenzaba a meter y sacar lentamente, sacando flujos y mojando su herramienta.

El movimiento cada vez era más fuerte, por lo que ella tuvo que taparse de nuevo la boca con su mano para que no se escucharan sus alaridos por fuera de la casa. A la vez que la excitación del jardinero se hacía cada vez mayor, pues la agarró de la cintura para darle con más fuerza  atrayéndola contra él. Ni sus dientes mordiéndose el dorso de su mano podía ya tapar sus gemidos, pero ya poco iba a importar, ya que era Joaquín el que aumentó su respiración a un ritmo de vértigo conforme iba aumentando la velocidad de sus penetraciones, soltando algún que otro comentario hacía mi Padre diciendo cuanto lo menospreciaba.

- ¡SSSSSIIIIIII!!!… ¡Aaaaahhh!!!… que ricoooo…

El maldito le dio un punterazo enterrándosela en lo más profundo, hasta lograr pegar con el útero. Luego agarró a Mamá de sus pechos para jalar de ellas y arremeter más rápido, con sus dedos frotaba los pezones puntiagudos para después metérselos en la boca y jugar con ellos con su lengua. Mi Madre estaba vuelta loca, con sus piernas tenía bien agarrada de la cintura a Joaquín para que este no la soltara y él cómo loco se encontraba agachado chupándole de una en una el par de tetas sin parar el ritmo de las estocadas. Con sus manos rasposas y rudas, juntó ambos pechos haciendo que los pezones se encontraran, para después metérselos a la boca, esto hizo que Mamá perdiera más el control y empezara a levantarse y a dejarse caer sobre la verga del mugroso jardinero.

Desde luego que Joaquín que estaba en plena forma, por momentos le miraba la cara y daba cuenta del terrible esfuerzo que hacía, bastaba ver los gestos que hacía y como la miraba, sobre todo el vaivén de los pechos de mi Madre ante sus embestidas, y como se le marcaban los abdominales con sus movimientos. Si Mamá en algún momento pensó en que ser disfrutada por un treintañero a placer era un goce, esta era su comprobación. ..


Y si todo aquello me parecía ya aberrante lo que vino después fue peor. La puso de espaldas a él como si la fuera a poner a cuatro patas, aunque en su lugar optó por ponerla contra la mesa de la cocina. El cabrón quería gozarla de todas las formas posibles y por haber. Rozó su verga contra aquellas nalgas que eran su sueño en plan malicioso como si quisiera darle por el culo, pero luego fue ajustándose con respecto a ella para darle lo que quería. Para más humillación, como si supiera que lo estaban observando, se colocó no de espaldas a donde yo me encontraba si no de perfil, para así darme en completo plano como le daba ración de su potente cosa a mi Madre. Le dio otro fuerte estacazo provocando que Mamá abriera toda la boca dibujando una grande "0" y se quedó así unido a ella, sujetándose por sus imponentes caderas o por lo menos intentándolo. Era como si quisiera que Mamá se recrease en la sensación por unos instantes para luego darle lo suyo.

- ¡Por dios Mónica, que cuerpo, que caliente!, ..eres una diosa, me enciendes más de lo que te puedes imaginar. Te voy a echar el polvo de tu vida, ¡Uff! ..ya verás que hasta querrás repetir!

- Noo.- susurró entre gemidos.-…s-solo será esta vez. ¡Aah! No volveremos a hacerlo, es solo por esta vez… ¡Mhm! Así, sigue cabroncito… ¡Oh dios mío, Joaquiiínnn dame duro. Dámelo todo… así, sí, asíiiiiiiii!!!… 

Los jadeos y suplicas entre gemidos en vez de relajar las acometidas dentro de ella, las hicieron más intensas y mucho más secas. Era casi como clavar una empalizada, tabla a tabla, en campo abierto. El cabrón le estaba dado duro una y otra vez mientras mi Mamy se derretía entre sus manos y sus empujones. Tal pareciere como si Mamá estuviera dando rienda suelta a tantos años de abstinencia sexual que se estuviera desmelenando con todos. Para colmo se escucharon las voces de los vecinos y las risas de los niños en la cera del frente que hicieron que Joaquín mirara hacia la ventana de la cocina para poder verles. Sosteniendo su mirada le dio por jugar con el morbo y comenzó a joderse a mi Madre mirando hacia los vecinos, que ajenos a lo que sucedía en nuestra casa el mugroso jardinero se estaba deleitando a la hermosa Sra. Tapia. Que más que sentirse atemorizado de que alguien pudiera escucharles simplemente estaba fascinado por la suerte y lo afortunado que estaba haciendo. Estaba en la gloria.

- ¡Prepárate Mónica, que de esta te voy a convertir en ninfómana!, ¡Pues pienso darte por el culo!, ..¡te voy a perforar hasta el orto cerda!...

- ¡NO!.. ¡Por ahí no Joaquín!.. ¡nunca… ni te atrevas! ¡No quiero probarlo!... ¡es indecente, cochino!... ¡No quiero, no!...

- Pues sí que querrás… ¡y te va a gustar!. ¡Te volverás loca de gusto!, ¡te correrás como una maldita cerda cuando te raje este tremendo culo que te cargas!... ¡Eres mi cerdita y vas a obedecerme!... Dime que de ahora en adelante serás mía… ¡Dímelo!.. dime que solo yo te tocaré, que solo yo voy a ser el dueño de tu cuerpo… dímelo Mónica. ¡Dímelo o te dejo a medias aquí mismo! ..

- ¡NO POR DIOS!!.- gritó de golpe.- ¡No me dejes así!... ¡No seas malo Joaquín!... ¡Lo haré!, ..haré lo que sea, pero no me dejes así!..

- ¡Entonces dilo cerdita!, ..di quien es tu macho de hoy en adelante, ..di quien te joderá cuando quiera, ..quien le dará placer a este tremendo cuerpo que tienes, quien lo gozará cuando le dé la gana… dilo …¡DILO!..- gritaba desaforado sin importar que los vecinos pudieran escucharle.

- ¡TÚUUUUU!!!... ¡SÍ, TÚ ME GOZARÁS CUANDO QUIERAS!, ..¡TÚ ME TOCARÁS, TÚ ME USARAS CUANDO TE APETEZCA!, .. ¡TÚ ERES MI MACHO, JOAQUÍN!... ¡SOLO TÚ ME LO HARÁS, SOLO TÚ, TÚUUUUUUUU!!!…- gritaba mi Madre igual de desaforada.

- ¡ESO ES CERDA!.. ¡ERES MI CERDA, MI MUJER!… ¡TE JODERE TODO LO QUE QUIERA, CUANDO YO QUIERA Y COMO YO QUIERA!… ¡DALE DURO CERDA, GOZA!!… ¡QUIERO QUE LLORES DE GOZO!!…

Se dijeron toda clase de improperios y obscenidades, aunque afortunadamente solo yo los estaba escuchando. Aun así el Jardinero no podía contenerse y se desató como jamás había soñado poseerla. Suspiré de alivio sabiendo que los vecinos se habían ido y no los habían escuchado, pero no dejaba de pensar en los motivos que había tenido para quedarme y callado aguantar que ese desgraciado siguiera poseyendo a mi Madre. Aunque claro no podía borrar esta sorpresa en mis ojos. Mientras que ese mugroso jardinero poseía una malicia que me asustaba, yo estaba impresionado de ver a mi Madre en otro pleno acto sexual con hace pocos días, y aunque ya no me diese asco el verlo, si no morbo, el mismo morbo que yo había tenido cuando Fernando o mi Tío estaban en la misma posición que este gilipollas, sintiendo el calor de ella y viendo como sus muslos de sus piernas temblaban de placer.

Entre gemidos, jadeos y varios chillidos de puro éxtasis, Mamá y el jardinero estaban teniendo un momento de inmoral relación, y antes de que se les sobreviniese ese clímax tan ansiado como necesitado. La volvió a voltear y a tomar en sus brazos para sentarse sobre una silla del comedor y hacer más fácil las arremetidas, así mi Madre con mucha dificultad usaba sus tobillos para levantarse y dejarse caer violentamente mientras que él le seguía devorando los pechos.

- ¡Ah!, ¡Ah!, ..es deliciosa ¡Ah!, ¡Ah! ..me encanta tu cosa ¡Ah!, ¡Ah! ..la siento toda ..me llenas ..me llenas ..toda ..todaaaahhh!!! ..

- ¡Ufff, ufff!.. Tendré, ..tendré que venir más seguido ¡ufff, ufff!.. a podarle el pasto, Sra. Tapia ¡Ja ja ja!.. ¡Uff! ..

- ¡Aaahhh!!! ¡Siii!!, si ven, ven a diario papito. ¡Pódame!!, ..pódame hasta dentro ¡Ouuuuhhhhh!!!

Créanme que aunque hubiera estado al lado de ellos ni siquiera me hubieran visto, estaban tan bien entretenidos cogiendo que ni siquiera me hubiesen notado. Joaquín llevado por la lujuria tomó con sus dos manos cada cachete del trasero de mi Madre para abrirlos, lo cual me volvió a dar una perfecta visión de su tranca atravesando la encharcada vulva de mi Mamy, los fluidos que ella producía se le escurrían desde su intimidad y se depositaban en los güevos de este, mezclándose con el sudor que ya contenían, con las babas que ella misma le había dejado. El jardinero levantaba con sus dos manos las nalgas de Mamá para dejarla caer brutalmente sobre su dura estaca, estaba tan alucinado con cada cachete entre sus manos, que no hallaba que hacer con ellas, las amasaba, les pegaba cachetazos, los apretaba, los abría, los cerraba, estaba cómo loco. De repente, entre brinco y brinco el desgraciado soltaba tremendas cachetadas en cada nalga, dejándosela coloradísima, ¡SPLASHH!!!… ¡SPLASHHH!!!… Mientras que mi Madre se aferraba fuertemente a su cuello brincando sobre este.

Y mientras Joaquín le destrozaba el chocho, Mamá se iba tocando el clítoris para controlar su propio placer. Ella se deshacía en gemidos y susurros incomprensibles. Él, seguía palmeándole las nalgas con gran ruido, lo que la volvía más loca todavía. Se sentía fascinada en el placer de la entrega y eso la hacía sentir aún más entregada. Los palmetazos le enrojecían las nalgas y le hacían sentirse una cualquiera, cómo una mula de carga pero meramente sexual. El color en sus nalgas era ya más fuerte que en su interior. El ritmo de las palmadas era más frenético y excitante que el movimiento de la tranca en su interior. Ansiaba la siguiente palmada cómo si fuera un placer divino.

- ¡AYY!!, ¡AYY!! Que rico mi amor, ..¡me encanta cómo me las agarras!!- le decía frunciendo el ceño, sintiendo como ese desgraciado jardinero le nalgueaba fuertemente los glúteos.

- ¡Me encanta tu culo cerdita! ¡Ufff, ufff!!.. No sabe cuántas pajas le he dedicado ¡ufff, uff!!.. Siempre lo había soñado.

- ¡Pues es tuyo mi amor!, ¡AYY!! ..¡TODO TUYOOO!!! ¡AYYY!!! ¡AYY!!!- le gritaba Mamá brincando sostenida de su cuello.

- .. ¡Ufff, ufff!!.. ¡Me encanta verte correr por las mañanas! .. ¡Uff, ufff!!.. ¡Me encanta ver cómo le tiemblan estas nalgotas a cada paso que das ¡Mmmhh!!- y le arremetía más fuerte.

- ¡AYY!!, ¡AYY!!! .. ¡Y a mí me gusta que me lo veas! ..¡Ah!, ¡Ah! ..¡Me encanta que me miren el culo!, ..¡Más!! ¡más!!! Me gusta que me vean. ¡AYY!! ¡AYY!! A veces salgo sin pantaletas a correr para que me miren mi cosita y el culo. ¡Más!! ¡masss!! ¡AYY!! ¡AY!!- gritaba Mamá ya fuera de sí.

- ¡Pues de ahora en adelante cuando la vea, ..quiero que me muestre más el culo, Sra. Tapia!- ¡SPLASSHH!!! y le soltaba otro fuerte manotazo.

- ¡Siii!! si te lo doy, ..si te lo muestro. ¡Es tuyo!! ¡AYY!! ¡AAHHH!!!

Joaquín trata de imponer su voluntad presionando a mi Madre a brincar sobre su miembro rápidamente, mirándola a los ojos mientras ella subía y bajaba, ambos se miraban en deseo. Sus ojos se decían todo. El morbo de estar con ese casi treintañero, la pasión de los besos, los toqueteos de las manos del jardinero sobre sus pechos y los pezones de ella siendo su patrona, los juegos de lengua de Joaquín sobre su cuello blanco y fino le causaban escalofríos, estremecimientos que le daban la decisión en ese momento de que sea ella misma, la Sra. Tapia que de un fuerte sentón, súbito y seguro reciba en su intimidad todo aquel instrumento, ..virilidad de un cuarto hombre en su vida (contando a nuestro chofer que no hace un poco nos había sorprendido). A un hombre mucho menor que ella, pero también ya sabio en las artes del amar y del querer.

- ¡Ahhhh, Joaquiii!!… eres muy grande y grueso mi amor… que ricooooo. .. Papito rico, dame, ¡Aahhhh!, Uhmm, Humm..

Ella misma empezó a darse unos fenomenales sentones y terminando en movimientos de cadera haciendo como remolino, su vagina rápido se adaptó a su nueva posición, era como si de toda la vida estuviera esperando un miembro como tal, grande y duro. El mete saca era violento, ya que la misma dureza de la virilidad de Joaquín permitía que Mamá se diera tremendos sentones sobre su daga. Él también se movía siguiéndole el ritmo en sus movimientos ascendentes y circulares, extasiado de tener sobre él a su buenísima amada.

-.. Ooohhhhh... d-dios!.- exclamaba Mamá que apoyada con ambas manos en los hombros de este se dejaba caer hundiéndose por completo el erecto miembro de su jardinero, hasta que sus exquisitas nalgas hacían contacto con los muslos de este.

- .. ¡Muévete cerda, más, más de prisa!..- le ordenaba, más bien casi le rogaba un ya sudoroso Joaquín que con las manos sobre las grandes nalgas de mi Madre la invitaba  a que se dejara conducir por él.

La cual obediente siguiendo las indicaciones manuales de su joven amante comenzaba a restregarse primero con fuerza y poco a poco incrementar sus movimientos de avance y retroceso sobre la dureza infinita de esa tranca distinta que por cuarta vez en su vida estaba dentro de ella.

- ..¡Uhm!, Rico, asiiii., siiiiiii, ..¡Ayyy mi Rey!!..

Créanme que hasta la pobre silla crujía a más no poder, el ¡PLAFF!!, ¡PLOFF!!, ¡PLAFF!! que hacía el enorme y duro trasero de mi Mamy sobre las ingles y verga del jardinero era fuerte, intenso y constante. Joaquín también murmuraba palabras que no lograba escuchar, ambos estaban en el quinto paraíso. Fueron largos minutos que tuve la desdicha de aguantar el puño de improperios que se decían mientras jodían como animales, cortos para ellos que ya con los ojos casi en blancos seguían y seguían sin parar… - Uhm, Ahhhhhh, Oohh…- sonidos que llenaban la casa. El vidrio de una vitrina me devolvía aquella imagen de una Señora antes respetada dándose de sentones sobre un joven, sudorosos, exhalando, casi mascullando gemidos que ya no se entendían.

- ...t-Te gusta a-así.. amor?.- gemía caliente subiendo hasta casi extraerse el durísimo pene de su interior para luego bajar y por consiguiente introducirse nuevamente el durísimo y húmedo vergón, repitiendo este procedimiento muchas veces mientras se apoyaba en su pecho y hombros de este, según eran sus movimientos.

Y mientras mi Madre se cansaba de brincarle sobre su rabo, este desgraciado se ensalivó un dedo y se lo frotó en el ojete a Mamá. Al sentir el áspero dedo, Mamá enseguida protestó por las sucias intenciones de ese chamaco.

- ¡AAAHH!!! ..Espera ..espera. Eso no era lo tenía en mente ¡OUCHHH!! NOOGHH!!! ..

- ¡Ufff, ufff!! ¡Me encanta tu culo Mónica y quiero reventártelo!!

- ¡Nooo!!, espera ..por ahí no ¡AYY!! Lo tienes muy grande ¡OUUHH!!

- La pura puntita cerdita, ..ándale, déjate por ahí.- la típica mentira del mexicano, le decía el sucio jardinero.- Voltéate, quiero ver cómo te votan las nalgas.

Al decir eso, Mamá se detuvo en sus brincos y movimientos, y después de pensarlo por unos segundos y analizarlo, volteándose y echando su cuerpo hacía abajo, dejando su tremendo trasero lo máximo en pompa que podía. Este le agarraba de las caderas para no caer e irse hacia el frente, pronto mi Madre terminaría de cabeza solo sujeta por sus manos al suelo, obsequiándole al cochino jardinero que aun sentado sobre la silla, una perfecta visión de su trasero atravesado por su erecto tolete. Así en esa posición por demás inmoral e incómoda, poco a poco fueron agilizando el ritmo que habían logrado hace unos minutos, restregándose Mamá para profundizar, entre algún que otro cachete que el desgraciado le pegaba para hacerla sentir más cualquiera si cabía. ¡SPLASSHH!!

Así las manos de Joaquín sostenían a mi Madre por las caderas, y cuando podía escupía sobre la vagina facilitando la entrada de su cosa. Aunque dudo que eso hiciera falta realmente, ya que para este entonces Mamá estaba por demás lubricada, así que lo hacía solo por puro morbo. Ella en cambio en esa posición estaba más que extasiada, dudo que nunca había sido poseída de tal manera. No quería que parara en ningún momento a pesar de que hacía tiempo que habían empezado. En cierto momento notó que esa posición era muy demandante y por obvias razones bajaba el ritmo.

- ¡No te pares ahora, sigue cariño!.- le recriminó.

- ¡Calla, voy a mirar una cosita…

Sin preguntar, soltó un fuerte escupitajo entre medio de la raja, en pleno culito, y comenzó a introducirle levemente un dedo dentro. Mamá se detuvo en sus movimientos al sentir aquel dedo invasor. Pero enseguida volvió a repetir con otro dedo. Yo sabía por dónde iba y la idea no me hacía nada de gracia.

- ¡Espera Joaquín!, Por ahí no, ..que nunca me ha entrado nada tan grande.- suplicaba Mamá, cosa que para nosotros no era cierto, bastaba recordar que no hace poco había estado en la misma situación con Fernando, solo que en aquella ocasión su trasero ya había sido trabajado.

- ..Qué dices? ¿lo tienes virgen aún?.. Maldición, con lo bueno que lo tienes no sé cómo tu Marido no te dio tantas veces por detrás. Tú relájate.

- Eh no, ya lo he intentado, ..pero nunca he podido yo.. no hubo el momento apropiado.- le dijo pero sin moverse de su postura, y dejando que siguiera jugando con sus dedos en su entrada posterior.

- Relájate Mónica, ya verás lo rico que la vamos a pasar…- Mamá cerró los ojos y se dedicó a esperar el momento, aunque estaba segura que con lo que él tenía no iba a ser nada fácil.- tan solo te lo estoy abriendo un poquito.

- E-está bien, ..pero primero jódeme hasta morir ¡Arghh!..- dijo desconfiada.

Al escuchar eso, Joaquín empezó a penetrar rápidamente a Mamá, le empujaba de las caderas y la subía.. pero sin sacarle el dedo del orto. Mi Madre agarraba la mano de Joaquín queriéndola sacar pero este infeliz se lo tenía bien enterrado y por nada del mundo lo sacaba. Al momento que sintió que ya estaba listo, se dispuso a penetrarla. Sacó el miembro de su vagina y puso el glande que aún estaba duro sobre aquella tierna entradita y empezó a empujar. Podía ver lo muy excitado que estaba, y más cuando hacía comentarios sobre aquel apretado boquetito. Parecía que el glande se había hecho hueco dentro de mi Madre, pero pronto comenzó a hacerle daño, por lo que ella se echó hacía delante.

- ¡No! ¡Ya estaba entrado maldición!.- dijo demasiado excitado.

- Que dices! Si me estaba haciendo daño… créeme Joaquín que me cuesta mucho trabajo intentarlo por ahí…

- Lo tienes muy estrechito, ..pero eso se dilata si se moja y te juro que entra.- si claro imbécil, pero con lubricantes pendejo, pensé para mis adentros.

Parecía que la situación ahí terminaría cuando Mamá salió de aquella postura para levantarse. Se acercó a él, que permanecía sentado y se puso de rodillas frente a sus piernas sin dejar de mirarlo para que no dijera nada al respecto de lo que acababa de pasar.

- Estás perdiendo fuerza, ..la voy a animar.- dijo en tono consentidor mientras se la agarraba y comenzaba a masturbarle.

- Ufff.. te juro que no descansaré hasta tronarlo.- exclamó cerrando los ojos y mirando al techo.

- Ves? Así ya se pone de nuevo a tono.- le dijo mientras seguía dándole manualmente.

Pero lo que quería Mamá era obvio, que ese desgraciado declinara su intento de sodomizarla. Se pasó la lengua por la palma, humedeciéndola y siguió con más fuerza en su pene para puñetearle, que ya iba teniendo el tamaño de hacía un rato.

- ¡Ooh! Maldición sii, ..chúpala.- dijo directamente.- ¡Chúpala cerda! ..

Por lo que nuevamente Mamá se fue acercando y lentamente pegó su boca al glande y comenzó a besarlo y a pasarle la lengua suavemente. Era obvio que Mamá quería compensarle brindándole el máximo placer.

- ¡Oh! Qué bien la chupas cerda.- dijo con las mandíbulas apretadas y agarrándola suavemente de la cabeza para guiarla en la mamada.

Mamá no decía ni una sola palabra, pues estaba por completo dedicada en satisfacer a ese pene. En la cocina tan solo se escuchaba el ruido que provocaba su boca, su saliva y aquella verga. Continuó unos instantes hasta que se introdujo el capullo en la boca y lo ensalivó por entero, aprovechando su propio líquido para con la mano esparcirlo a lo largo de toda esa carne, que a decir verdad, estaba bien grande vista desde mi privilegiada y secreta posición.

Para Joaquín su excitación ya era superior a la de antes y se le apreciaban ya algunos síntomas de no poder soportar. Sin duda y a pesar de ser un hombre fuerte la excitación que le provocaba mi Madre le sobrepasaba. La verdad que no sabía si la intención de mi Madre no era otra que la de hacer que se corriese, puesto que lo hacía con toda sensualidad a la hora de mamarle, le miraba con esos lindos ojos celeste, se lo introdujo lo máximo que podía en la boca, algo más de la mitad, mientras que el resto era pajeado por su manita derecha. Le pasaba la lengua por los lados, la mojaba para seguir con la masturbación, sin parar en ningún momento de darle con la boca o introducírsela para succionarla un rato.

- ¡Puta madre que delicia! Abre la boca.- le dijo mientras ella echaba hacía atrás del cuello.- Ahora saca la lengua,- a lo que obedeció sin problema.

El desgraciado comenzó a darle de vergazos en la lengua y a pajearse bastante más bruscamente de lo que un chiquillo puberto como cualquiera lo hiciera. Para degrado de nosotros le dio varios golpecitos y después se lo pasaba de mejilla en mejilla estirándole los labios. Después la soltó de nuevo para que ella continuara. Así que Mamá no tuvo objeción, se la agarró de nuevo, y siguió masturbándolo de la forma en la que él se lo hacía, pero dándole al glande con la lengua cada vez que hacía el movimiento de adelante atrás descapullándolo. Seguido de una mamada en la que la saliva de mi Madre empezaba a escurrir hasta los güevos.

Joaquín la detuvo violentamente, le pidió a Mamá que se levantara y se diera la vuelta, que le diera la espalda mientras se sentaba, el hecho es que él se recostó en el respaldo de la silla dejando colgar sus piernas a ambos lados, yo podía ver sus asquerosos güevos a la perfección y su palo apuntando al cielo. Mamá totalmente obediente y costándole mucho trabajo se puso de pie, se le miraba la cara colorada y sudorosa, tenía una finta de ramera que no podía con ella. La muy descarada, a sabiendas de lo que no pudo evitar y de lo que se venía, volvió a lamerse la palma de su mano y se la frotó en el ano, cuando ella se fue acercando de reversa, el malnacido volvió abrirle las nalgas y escupió en su ano.

Mamá se colocó encima de él pero dándole la espalda o sea mirando hacia donde yo estaba, claro que no podía ni imaginar que su pequeño hijo no había ido al cine como todos pensaban, además de que estaba más preocupada por lo que estaba a punto de pasarle. El jardinero se agarró fuertemente la verga con la mano manteniéndola firme y apuntando al techo. Mi Madre de reversa sin saber lo que se proponía lentamente fue acercando hacía ese erguido palo de carne. Él esbozó una sonrisa malévola y apoyando la descapullada cabeza sobre su orificio anal se la metió levemente. Ella sintió cómo ese glande se abría paso en su estrecho trasero. No pudo disimular el gesto de dolor. .. 

- ¡Uh!, ¡Ouh!! Espera. Despa, ..cito Joaquín, des.. pacito.

Pero el desgraciado ya no tenía intenciones de hacerlo despacio, si no que la tomó fuertemente de las caderas y la atrajo hacía él haciendo que Mamá tropezara cayendo por completo hacía atrás para quedar con los ojos bien abiertos junto con su boca sin decir nada. Mi Madre se quedó sentada sobre la verga, pero afortunadamente para ella eso solo fue un susto, pues todavía no la penetraba, lo ancho que tenía la cabeza no lograba abrirse paso entre el esfínter. La volvió a levantar haciendo caso omiso a sus suplicar, pero esta vez se escupió sobre su verga dejándola llena de salivas y babas, después la volvió acomodar sobre ese monstro pero nuevamente su ano lo rechazaba, era una batalla entre el mástil poderoso de Joaquín y el ano rosado de Mamá. Al sentir ella que la cosa nuevamente se reusaba a entrar, Mamá se quiso levantar pero Joaquín la tomó de la cintura y la atrajo fuertemente hacía él.

- .... ¡AAARRRGGGGGGGHHHHHH!!! ....¡Ya me partiste jijo de la!!! ...¡me partiARGGGHHHH!!!

El muy hijo de puta había logrado que el ano se tragara su gruesa verga enterrándosela por completo en el dilatado culo de mi amada Madre. Ella arqueó su cuerpo y sus ojos se pusieron en blanco.. ¡Mi Madre estaba prácticamente empalada a esa verga! Toda la tranca de ese desgraciado quedó sepultada en el interior del intestino de mi Mamy, sólo los güevos húmedos y ensalivados quedaron pegados a su vagina cómo queriendo explotar. Mamá con los ojos como platos mantenía la boca abierta pero sin moverse, si musitar algún sonido, se había quedado pasmada ante esa atrocidad, la verga del jardinero se había introducido en lugares que Mamá jamás se imaginó que pudieran llegar. No se podía ni mover, se sentía atravesada, como si fuera un pollito asado, sólo le faltaba dar vueltas en las brasas. Su rostro lo decía todo, no podía articular palabra alguna ni siquiera mover un sólo musculo. Cuando el muy cabrón se movió ligeramente fue cuando Mamá salió del trance en el que se encontraba para suplicarle que se lo sacara:

- ¡AAAh!, ¡Ah!, ¡Ah! ¡SÁCALA CABRÓN!!! ..¡Sácala! ..me estar abriendo la cola ...¡Arrggghhhhh!!! ¡CA!! ..BRÓN ..¡SA!! ..CALAA!!!

Ella intentaba por todos los medios de levantarse sintiendo la punzada en su trasero, realmente no la aguantaba, sea lo que sea el tipo tenía un buen instrumento entre las piernas, además de que Mamá no había llevado una previa dilatación como las veces anteriores. Mamá tenía la cara convertida en dolor cómo nunca antes se la había visto, estaba desencajada con una mueca de incomodidad deformándole su bello rostro. Pero Joaquín la tenía bien agarrada de la cintura y de ahí no se movía, quería que se le amoldara el culo a su palo, además que mi Madre no podía ni moverse ya que al mínimo esfuerzo sentía un piquete que le empezaba por el culo corriéndosele por la columna. Ella trató de asimilar el dolor y de no moverse mucho porque el dolor se hacía aún más fuerte, así que permaneció sentadita sobre la tranca un momento mientras que Joaquín empezaba a sobarle los pechos y el chocho.

Pero al parecer y para fortuna de Mamá con las sobadas que recibía ella del jardinero, se fue calentando porque lentamente se empezó a levantar sacando centímetros la verga de Joaquín, para después dejarse caer e incrustarse la verga más adentro. ..


- .. ¡Uff!! ¡Mónica ya está! ..¡ya entró!. Ya vez, te dije que lograríamos hacerlo.

- ¡OUCHHH!! Si, se siente ..se siente delicioso. ¡AYYY!!! ¡AY MI COLIT-OOUHHH!!!

De inmediato comenzaron a moverse más rápido, los movimientos empezaron a ser sacudidas, gemidos y frases obscenas inundaban la cocina. El desgraciado aprovechando que el recto de mi Madre se había ya amoldado a su portentoso rabo, la tomó de las caderas y aumentó las estocadas brutalmente: ¡PLAFF!!! ¡PLOFF!! ¡PLAFFF!! Las nalgas de mi Madre se estrellaban violentamente contra los güevos de Joaquín taladrándome el cerebro. Al parecer los dos estaban ya acoplados porque empezaban a gemir cómo locos. Excitado escuchaba como ella gritaba:

- ¡ASIII!!, COGEME ASI CABRON!!, .. NO COMO MI MARIDO QUE NO LE GUSTABA HACER ESTO!!

Para ese hijo de puta escuchar esas palabras manchando la memoria de mi Padre lo enajenaba, bombeaba enloquecido y entre sonidos guturales que le salían de su garganta le contestaba:

- ¡SIII!!, TOMA MI VERGA CERDA!!.. DISFRUTALA!!, .. QUE TE VEA TU MARIDO EN DONDE ESTE CON EL CULO BIEN ABIERTO!!

Pero el infeliz quería más, no le era suficiente, había agarrado más vigor. Le dijo a Mamá que se pusiera a cuatro patas en el piso, ella sólo obedecía estaba aturdida, decidida a complacer a su macho que la había abierto, aunque en esta ocasión fuera ese desgraciado jardinero que tanto odiaba.

- ¡Aah! .. ¿Qué sucede mi amor? ..

- ... Ven.. voltéate..- exclamó instándola a que se pusiera sobre el suelo.

A lo cual muy obediente se prestó bajándose de su semental solo para cambiar de posición. Y con mucho cuidado se sacó el cipote del culo, “¡PLOFFF!!” El orto se le miraba coloradísimo, además de tenerlo ligeramente abierto. Mamá se lo frotó con los dedos buscando sangre ya que la arremetida había sido brutal, pero al darse cuenta que lo tenía perfectamente volteó a verlo y sólo le dedico una sonrisa satisfactoria. Se vio reflejada en el espejo de la vitrina por unos segundos y le gusto lo que vio, para después ponerse a cuatro patas en el piso de la cocina como una cerda haciendo lo que le había ordenado. Mamá se acomodó con las rodillas sobre la fría loseta, después se quedó esperando el estacazo, pero al parecer el tipo tenía otras intenciones ya que no se movía para nada. Mamá totalmente contrariada volteó a verlo desde atrás intrigada, dándose cuenta que el sujeto no se movía, no se le acercaba y todavía permanecía sentado.

- ¡Ven!, ¡vente gateando de reversa!, ..quiero encularte estando yo aquí sentado.- volvía a ser el tipo ególatra y dominador.

Esas fueron las palabras del muerto de hambre de Joaquín para humillarnos, el desgraciado no contento con venir a culiarse a mi Madre en la cocina, aún tenía el descaro de pedirle que fuera ella misma la que se ensartara solita su tranca en la cola, mientras que él, sentadito en la silla viéndola desde arriba. Pero la verdad no sé qué le había dado este sujeto a mi Madre que la tenía a su merced, a su disposición, y fue ella la que pisoteando su orgullo de mujer perfecta y Madre ejemplar, se fue gateando en reversa a cuatro patas hasta sentir la punta de la verga chocar contra su pomposo trasero.

Mamá tuvo el descaro de apoyarse con una mano en el suelo, mientras con la otra dirigía la reluciente cabeza del enhiesto miembro justo en la entrada de su dilatado esfínter. Lentamente el pito del jardinero fue desapareciendo en su interior centímetro a centímetro para que poco a poco la fuera llenando hasta quedar completamente empalada de nuevo. Después esperando luego cual fina yegua con la palpitante verga adentro a que su  jinete le jalara las riendas para empezar a galopar. Joaquín sentado cómo estaba jaló de las caderas haciendo que le entrara más adentro.

- ¡AAAY!! ¡No seas tan rudo! ..¡Auuchhh!! aahhhh!!...- gimió Mamá al sentir como el hijo de su puta madre tomándola de los cabellos se lo jalaba hacía atrás dándole la señal de que podía empezar.

Tuve la aberrante acto de estar presenciando a mi hermosa y altiva Madre a cuatro patas en el frio suelo de la cocina soportando los ligeros jaloneos que el mugroso jardinero le daba acomodándose de tal manera que le fuera más fácil moverse circularmente y en diferentes direcciones. Apoyada ahora con las dos manos en la fría loseta se dejaba guiar por las manos de ese desgraciado.

El cual se apoyaba con sus manos en sus grandes y duras caderas en movimientos de avance y retroceso según quería. Enajenado veía como esas tremendas y apetecibles nalgas acercarse y alejarse para tragarse su horrible palo. Mamá en un momento dado volteaba a ver hacia el reflejo que le regalaba el refrigerador siendo este metálico, para ver cómo su semental se la estaba cogiendo como cerda. Y al parecer le gusto lo que vio, como sus senos se bamboleaban al ritmo de la descomunal monta que le estaban poniendo.

El muy cabrón seguía sentadito en la silla mientras mi Madre hacía su cuerpo hacía atrás sambutiéndose ella misma la verga en los intestinos. La vista que tenía Joaquín del culo de Mamá era formidable, y así cómo estaba podía fácilmente cachetear las nalgas de Mamá a su antojo ¡SPLASHH!! ¡SPLASHH!! ¡SPLASH!!! El desgraciado le daba unos buenos azotes que se escuchaban por toda la casa. A cada arremetida con su mano, mi Madre hacía un gesto de dolor con sus cejas, pero el desgraciado no paraba de azotarlas, parecía como si les tuviera coraje.

- ¡AAAAHH!! No me pegues tan fuerte ..¡Auuchhh!! ¡AYY!!

- ¡Para eso tienes este culote Mónica! ¡SPLASHHH!!! ..para que tu macho te lo aporreé ¡SPLASHH!! ¡SPLASHH!!

El desgraciado siguió con la tortura de las cachetadas hasta lograr ponérselo coloradísimo, pero por lo caliente que estaba Mamá ya ni los golpes sentía, sólo lanzaba su cuerpo hacía atrás violentamente arremetiéndose más y más esa verga. Repegándose a ella pasó sus manos por delante para apoderarse de sus exquisitos pechos los cuales una vez más se dio a la tarea de amasar a su antojo mientras mi elegante Madre le paraba lo más que podía su trasero, poniéndose dura para recibirlo, dándole en otras palabras las nalgas.

- ¡Aahh!.. Siii.. aaahhhh!..- seguía gimiendo sin dejar de revolvérselo mientras volteaba a verlo de una manera por demás provocativa.

Era un poema ver aquél suculento cuerpazo de adelante y hacía atrás, metiendo y sacando ese pedazo de carne, apareciendo y desapareciendo la empapada verga de aquellas rosadas nalgas. Desafortunadamente para mí esa exuberante rubia perlada en sudor que se movía era mi Madre.

- Asiiii!!, así querido Joaquín. ¡AAHH!!- inquirió sensualmente sin dejar de penetrarse, dejándose ir cada vez con más fuerza.- Ahhhh!!, Uhmm!!.. Ya, sigue tú.- le rogaba.

- ¡Uff! .. ¡Te mueves riquísimo Mónica!- susurró este.

El segundo orgasmo para mi Madre llegó como un estruendo que desmadejada se dejó caer en la fría loseta, haciendo con la inercia que el jardinero también se le recostará por completo y siguiera enculando con todas las fuerzas de su cuerpo. En un momento dado, sin dejar de seguirla penetrándola con todo y de una forma por demás hábil, le paso por debajo del vientre el brazo con lo cual las nalgas de mi Mamy quedaron aún más alzadas.

- ¡Mónica, Uff!! .. quiero verte a los ojos directamente ahora que te enculare!

Una irreconocible Sr Tapia sudada, feliz, con ojos radiantes:

- Lo que quieras mi amor, mi chulo, ¡Ah! ..lo que tú quieras hacer está bien para mí.

Mamá volteó torciendo su cuello por encima de su hombro y apoyando sus manos por atrás de su cuerpo se abre las nalgas. Nuevamente ella con su mano dirige el enhiesto pene del jardinero para írselo metiendo poco a poco en su sagrado agujero.

- ¡Uhmm!!, Es muy grandee.. me ardeeee chiquito.. ¡Uhmm!, Ya, ya está, uffff!!, Asiii, Que ricooo, riquisiiiimo.. ¡Ohhhhh Diooossss!!

Joaquín marcaba el ritmo que se pactaba en un encuentro pene-recto con un movimiento de ambos hacia el centro. Ya más lento pues las fuerzas les flaqueaban, el mete saca ahora en esa nueva posición ayudaba y continuo por un rato. La mirada que ambos se daban era de pasión animal, agradecimiento infinito, las edades no importaban, las diferencias sociales y económicas tampoco, solo eran un macho y hembra que estaban gozando por completo.

Joaquín estaba colorado ya, llevaban buen rato y sudaba como cerdo. Fue hasta que Joaquín llegó a su límite y empezó a bramar cómo toro soltándose en un tremendo orgasmo, su venida era inminente, mi Madre ya llevaba varios orgasmos para ese entonces pero seguía vuelta loca.

- ¡OOOAAHHHH!! Mónica es, ..es el mejor ..el mejor ..polvo de toda mi ..¡vidaaaaa!!! ¡OOOOHHHH!!!

- ¡Siiiii!! ¡Si mi Rey!, ..a mí también me encantó. ¡Tienes una cosota de campeonato! ¡Aaaaahhhh!!

Le dio un par de últimos estocazos y entonces ya no pudo más, se vino dentro de ella y Mamá dejó escapar todas sus miserias, todas sus frustraciones y todos sus deseos y se entregó en cuerpo y alma al placer de ese orgasmo que seguramente le habría sabido a bendición celestial.

- ¡Oooohhh!! ¡Siii, si!, ..ahí te va todo dentro Mónicaaahh!!. Tómalos todos y siente cómo te dejo las tripas cargadas ¡ohh! ¡ohhh! ¡sii!!

Le inundaba los intestinos con una fuerte derrama de semen que incluso empezó a salir de las suculentas nalgas de mi Madre que maravillada veía la enorme cantidad de líquido que el joven le estaba surtiendo. Después se quedaron unidos el tiempo que duró ese orgasmo, pegados el uno al otro dejando que ella sintiese como aquel palo derramaba toda la lefa dentro suyo. Fue un polvo épico, y Mamá se quedó en la gloria. Su cara era un poema.

- ¡Puta madre! ¡Uff off!! .. me he venido a chorros. Te los he mandado hasta el estómago.

Fueron las finales palabras que aquel muerto de hambre profirió al descubrir aquellos espasmos de ese orto alrededor de su miembro, hasta que satisfecho ya, dejó vencer todo el peso de su cuerpo encima del de ella, restregándose incluso aún más mezclando ambos sudores. Los extenuados brazos de mi Madre se doblaron para descansar un poco sin reparar en la incomodad que le daba estar por completo tirada en el frio suelo de la cocina. Joaquín estaba completamente aturdido por su palpitante cerebro, permaneció todo ese tiempo, encima de ella sin extraer del todo su miembro, que permaneció parcialmente incrustado dentro del mancillado orificio.

Mamá podía sentir todas aquellas descargas de la pesada y candente sustancia, fluir batiéndose en la profundidad de su violentado orificio, mientras que intentando apartar de su cabeza cualquier pensamiento sobre el oscuro tabú que acababa de cometer con aquel chico, acongojada por todo lo sucedido entre ellos, tuvo que reconocer para sus adentros que la fuerza de su poderosa descarga había resultado ser algo que ella no había experimentado nunca antes al lado de su Esposo, y para conmemorarlo de manera callada su cuerpo, sin siquiera darse ella cuenta de ello, involuntariamente sus músculos de su orto parecieron contraerse sobre el ya agonizante miembro para ordeñar hasta las últimas gotas de jugo que este pudiera aún ofrecerle. Después del colapso de éxtasis le sacó la verga del culo, encontrándose ligeramente flácida a lo que el ano de Mamá respondió y empezó a expulsar toda la gran cantidad de lefa espesa que Joaquín le había depositado.

- ¡Ooh! Quédate quietecita, Mónica ..quiero ver tu culito llorar toda mi leche. Déjala que se te escurra hasta el suelo.

Y Mamá obediente y todavía extasiada por el intenso ajetreo de la apenas pasada copula, se quedó tirada en el suelo cual muñeca de trapo, con su trasero en popa, con su cabeza descansando en sus antebrazos, sintiendo cómo esa espesa leche se le escapaba de su irritado agujero escurriendo por su vagina para terminar en el suelo. Yo desde mi guarida, miraba claramente cómo se le dilataba el ano abriéndosele y cerrándosele completamente hinchado. Mamá con una cara de satisfacción volteó a verle a los ojos y le dedico un beso a su semental. El culo de Mamá seguía sacando y sacando leche por borbotones, que se le escurría del ano hasta la concha para después llegar a sus muslos y al piso, un pequeño charquito de semen se dibujó en el piso. ¿Pero qué demonios pasaba en mi casa? ¡Ya no había lugar libre ni para caminar!!, dónde quiera que pisara había semen o fluidos de Mamá, ¿hasta dónde iba a llegar esto?. ..

- ¡Ohhhh!.- jadeaba el desgraciado.-…Ooh… Uff!! Mónica fue fabuloso. Ahora que vamos hacer.- dijo como intentando recobrar la cordura.- Pobrecito Pedrito, ¿qué le diremos?.- acariciándola de arriba abajo, disfrutando esos últimos instantes de calma-.

- ¡No le diremos nada estás loco!.- le dijo Mamá mientras aún seguían en el suelo.- Ya te lo dije, será nuestro secreto y nadie jamás lo debe saber, ..porque si se enterase todo se acabaría y no deseo que eso suceda, ¿verdad?..- 

A Joaquín le costaba despegar las manos de su cuerpo, era un vicio inagotable. Mamá se incorporó lentamente ya que el culo le empezó a punzar, se dio la vuelta y le dio un besito en los labios a Joaquín cómo agradecimiento a la fabulosa cogida que le había regalado. Él se empezó a vestir agradeciendo a Mamá la comida con una sonrisa.

- ¡Vaya que anfitriona más solícita!- dijo dándole un buen agarrón de nalgas.

Mi Madre se dio la vuelta y le sonrió.

- Es lo mínimo que puedo hacer por quien cuida de mis flores ¡Ji ji ji!..

Y se dejó atraer hacia él agarrada de las nalgas. Joaquín acercó su rostro y mi Madre no pudo superar la tentación poniendo sus manos en las mejillas de su jardinero para agradecerle, comenzó a besarle nuevamente como si ya tuvieran una relación. Mi madre, aun sacada posó su mano sobre el paquete de este, frotándolo con deseo. Joaquín, para no quedarse atrás comenzó a estrujar las tetas de mi Madre mientras ambos aumentaban la intensidad de sus besos. Estuvieron besándose como si no hubiera sido suficiente todo lo pasado, pero por fortuna ya todo había acabado y mi regreso del cine tenía que hacerse presente, así que cuando vi que empezaban a recoger todas sus cosas y a limpiar la cocina, yo completamente extenuado, salí disparado por la puerta de atrás y me alejé una cuadra de la casa cómo simulando que venía del cine.

Mientras regresaba, mi mente era un caos, esas imágenes de mi Madre sacándose la leche de su trasero me daban vueltas por la cabeza. No me cabía en la cabeza cómo mi Madre tan pulcra y tan arrogante se hubiera convertido en esa cerda que expulsaba leche de su culo a borbotones. ¿Cómo era posible que cambiara de tal manera en tan poco tiempo?, ¿Cómo una mujer casi perfecta daba un vuelco tan radical a su vida y se perdía cómo la peor de las putas con un empleado domestico?. ¿Qué iba a pasar de ahora en adelante?.. porque seguramente Joaquín no se iba a quedar con la tentación de volver a repetir de nuevo. ¿Cómo iba a reaccionar Mamá cuando se diera cuenta que su prestigio podía estar en riesgo en la boca de ese mal nacido.

Ya a unos metros antes de llegar a la casa me topeé con Joaquín que venía con una sonrisota de oreja a oreja cómo todo un campeón aun acomodándose los tirantes de su cochino traje.

- ¡Hola escuincle!, ..te perdiste toda la comida. ¡Uhm! .. ¡Tu Mamá me invito a comer y cocina fabuloso! ¡Ja ja ja!..

- ¡No me importa, no tengo hambre!- le respondí ya enojado.

- Que lástima, ..porque tu Mamá sí que la tenía. Se la comió todita ¡Ja ja ja!..- tuvo el descaro de decirme.

Me dio un coraje terrible con ese desgraciado, si de por si que no lo comía al infeliz. Claro que sabía a qué se refería ese desgraciado, pero decidí ignorarlo, por lo pronto él había ganado, además de que no tenía nada que decirle. Entre a la casa casi gritando para que escuchara Mamá y no agarrarla en malas condiciones, pero al parecer ya se había subido a su cuarto porque estaba todo en silencio, muy tranquilo. Llegué a la cocina y cómo me imagine olía a sexo, el charquito en el piso y la carterita de hielos fuera del refrigerador, al parecer nuevamente mi Madre había utilizado su mejor remedio para las hemorroides, se había frotado el ojete con unos hielos.

Subí a mi recamara ya que no lograba aterrizar aun las imágenes en mi cabeza, y al pasar por la recamara de Mamá me detuve, imaginé que estaría descansando en su cama después de la tremenda batalla que acababa de tener. Así que sólo le dije que ya había regresado gritándole desde la puerta pero no me contesto, no le di importancia debía de estar dormida pensé, o quizás arrepintiéndose por lo ocurrido.

Ahí estaba yo de nueva cuenta, recordando lo sucedido hace apenas unas horas, atormentándome, cuando me quedé intrigado.. ¿Que estaría haciendo mi Madre en su recamara?, sin perder más tiempo arranqué el programa de las cámaras de vigilancia, me entraba la duda del porqué estaba tan silencita. Cuando el programa corrió, me acomode en mi cama para averiguarlo.. Ahí estaba mi Madre postrada sobre su enorme cama frotándose los hielos por el ano, realmente el desgraciado se lo había destrozado, ya que lo tenía bastante irritado y de un rojo intenso. Se frotaba los hielos haciendo círculos alrededor de su pequeño orificio. Me imagino que sentía agradable porque tenía una cara de satisfacción al hacerlo. Pero lo que me dejó paralizado fue cuando sostuvo otro hielo, el más grande y se lo empezó a empujar por dentro.. luego otro y así se metió hasta cuatro hielos en su interior. Se quedó sin moverse con la boca abierta, me imagino que también le dolía por dentro. Se fue poniendo de pie teniendo mucho cuidado y taponeándose el trasero. Caminó hacía el espejo con unos pasitos algo curiosos y dándole la espalda, se abrió los cachetes y los empezó a expulsar uno tras otro, claro que ya salían más chicos de su interior por la temperatura de su recto, sacaba los hielos mezclados con unos chorritos de agua y leche muy curioso.

Ya con el culo más o menos recuperado se metió a bañar y yo pues también termine.. increíblemente no lo pude evitar, y con mis chorros de leche entre mis manos terminé muerto sobre la cama, ya era demasiado para mí por este día. Quedé muy cansado y decidí dormir un rato pues estaba más que satisfecho. Ya al otro día pensaría que hacer con Joaquín y con mi glamurosa pero desconocida Madre. ..


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia

© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (5)
“Chantajeada por el Carnicero.”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo.... 
pedritapia08@hotmail.com

12 comentarios:

  1. Oye te pasaste, está muy bueno el relato, no sabes cuantas veces lo he vuelto a leer, especialmente me gustó la trama donde en un rincón de la calle el muchacho se la cogió por el culo hasta correrse en sus nalgas y le hizo calzón chino con su excitante licra azul mojándole la tela de su pants... que rico.

    Tengo una duda: terminarás esta saga y harás otras? o la extenderás hasta donde sea posibles?

    Felicidades que gran imaginación y talento tienes.

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  2. este episodio es de mis preferidos, una maravilla, excelente pedro

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  3. PRIMERO.- Mónica FELIZ 14 de FEBRERO,
    Estoy enamora de Usted.

    Que mejor forma de festejar el día del amor que leyendo a Mónica.
    De verdad Autor, Señor Autor, “!AUTORAZO!”
    (es muy original en su redacción)
    Lo repito ¿quizás? (¿No lo sé?) Usted pueda recibir críticas de sus relatos pero…?
    Pero… es sobresaliente su “!TALENTO!”
    Para producir, de “escenas comunes” que podríamos vivir cotidianamente, en verdaderas “orgias” de literatura.
    Y ahí está el detallé.
    Pues cualquiera se puede identificar con los personajes.
    Es usted un “!Dios!”.

    Literariamente hablando.

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  4. SEGUNDO.-
    De verdad estuvimos toda la semana platicando (Mi esposa y yo)
    Respecto de quien se gozaría a Mónica este capítulo.
    El contador, el cuñado o el célebre “Greñas”

    Y cual fue nuestra sorpresa
    Un nuevo macho.
    Jaja de verdad nos encanta la variedad.
    Te felicitamos sinceramente, por tu imaginación.

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  5. TERCERO.-
    Y para muestra, de tu capacidad para documentar, este capítulo, nos das un recorrido por “toda la CASA” y en cada rincón, de la casa y la protagonista. Uuufff!!!
    1.- La escena donde ella se excita viendo películas, ¡cómo le produce “PUDOR!” y se encierra en su cuarto, es muy morboso.
    2.- ¡Ese Bikini COMO DESCRIBES! y como este de manera traviesa siempre está enterrado es sus nalgas.
    3.- y como se exhibe frente al jardinero y le permite aplicarle bronceador, (jaja rejuvenecí 30 años) y recuerdo de juventud que siempre lo intente y nunca logre.
    4.- Y sobre todo lo que más nos gusto fue el forcejeo, en la cocina 4 bofetadas es un precio muy bajo por gozar a Mónica, YO aguantaría 4 misiles. Jaja.
    5.- Nos encanta que a ella le llame la atención las “!GRANDES VERGAS!”, sin importarle su edad o condición social, eso nos encanta. Gracias.
    6.- Ya no podemos con esas frases machistas:
    - ¡El lugar de una mujer es estar de rodillas!.
    Me vine al leerlo, y por eso interrumpimos estos comentarios para recuperarnos, jeje.

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  6. CUARTO.-
    7.-Jaja “la pasarela” de modelaje, eso le dio clase y distinción, al capítulo.
    8.- Por favor los diálogos entre Mónica y sus machos son Increíbles.
    Ayudan mucho al relato y a la HUMILLACIÓN, y entrega, de esta fina señora.
    Aquí algunos de esas frases que nunca olvidare:
    A.- a todas las putas cómo tú les gusta.
    B.- ¡Por dios si eres rubia hasta las nalgas!
    C.- ¡Me encanta que me miren el culo! (Esa confección Uuuff!)
    D.- ¡AAH! No me pegues tan fuerte - ¡Para eso tienes este culote para que tu macho te lo aporreé
    Solo puedo decir que te aplaudo, de pie, por media hora.

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  7. QUINTO.-
    Por favor sabemos que NO tenemos derecho a pedirte nada, pero…?
    ¡Por favor! te lo pedimos como una pareja enamorada de tu novela.
    Aquí nuestra lista de deseos.

    1.-
    Por favor más de sexo anal.
    ¿!Es que!? “Como nos platicas ese trasero” de Mónica.
    Nos tiene enamorados.
    2.-
    Ahora que nos damos cuenta que nos gusta que haya “muchos” Machos…?
    Por favor que el chofer Arturo…?
    Ojalá, sea NEGRO y pobre, como estereotipo de “!SUBALTERNO!”
    Para que sea más humillante la degradación.
    3.-
    No queremos dejar de mencionar que; La modelo de las fotos, ¡te queda genial! para imaginar, a Mónica, felicidades.


    Viva el 14 de febrero, con Mónica
    Gracias por escribir esta historia

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  8. P.D.- los hielos en el trasero, es como la cereza del pastel.
    Es que, “¡Hasta los finales!” los cierras con morbo y clase.

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    Respuestas
    1. Ya queremos que sea fin de semana, para comenzar a leer otro capitulo, de esta NOVELA, BETSELLER, Enciclopedia, Magi-Cuento, etc....
      !Todos los términos les quedan!"

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