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martes, junio 26, 2012

Capitulo (28 y 29)



© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (28)

‘‘La Mula del Sr. Montoya.’’


Aquella enculada salvaje que aquellos malditos sádicos le habían dado a mi Madre había sido terrible, la pobre tuvo que ir con su médico para revisarse, mi Mami duró más de 15 días en poderse sentar, la habían dejado deshecha. Estaba triste, no sabía que futuro le esperaba al estar en las manos de aquel desgraciado Montoya. Por otro lado estaba confundida, asqueada y enfadada consigo misma. No podía creer que se hubiera excitado que le insultarán y la trataran como a un vil trozo de carne, ni que le hubiera provocado placer el terrible castigo que sufrieron sus pechos y su trasero. Pero muy en el fondo de si, es que aún seguía excitada, pero su dignidad le impidió pensar eso. Intentó borrar todos esos pensamientos de su cabeza y puso más enfasis en estar a mi lado, en convivir más conmigo y estar pendiente de todo lo que hacía.

Los siguientes días pasaron sin incidentes. Todo seguía igual. Bueno, todo salvo su estado mental. Por mucho que lo intentara, no conseguía olvidarse de lo ocurrido en aquel chalet de prostitución. Pensaba en ello constantemente, yo la veía, la observaba miraba en reiteradas ocaciones con horror su telefono, sentía que cada llamada era Montoya que ya le tenía un nuevo cliente.

.....

Ya había pasado más de un mes desde ese sádico día, y la pobre de mi Mamita aún tenía marcadas en sus nalguitas rastos de los terribles varazos que recibió por parte de sus agresores. Por suerte ella tenía un sin fin de cremas para dejarselas suavecitas y nuevecitas de nuevo, así que no le costó mucho trabajo en volverlas a tener nuevamente pomposas y espectaculares. Yo en verdad que no entendía a mi Madre, cómo seguía fortaleciendo su cuerpo todos los días a pesar de que este era el motivo principal de su maldición. Diariamente se levantaba temprano para salir a correr y terminar haciendo aerobics en la sala de la casa con sus videos rutinarios.

Aunque de eso no me podía quejar, ya que verla todas las mañanas con sus mallas cómo su segunda piel ya lo quisieran todos los tipos de la Colonia, los cuáles deja con el pico bien parado todos los días cuando la ven corriendo por su banqueta. Sus nalgas eran una delicia para el que pudiera levantarse temprano y verlas pasar, pese a que había sido violada en multiples ocaciones ella mantenía fácilmente el mejor cuerpo de toda la ciudad. Al parecer la leche que le depositaban parecía hidratarla mejor, ya que su piel y sus muslos estaba mejor cada día. Mi Madre trataba de disimular su nuevo empleo cómo la Puta del Montoya, pero sabía que en cuanto tuviera otro llamado temblaria cómo un gorrioncito en las manos de una persona.

Mi Madre quería salir pronto de eso, pero le asustaba terriblemente que fuera vendida a otro sádico cómo el Sr. Volok, yo también lo temía, ya que lo que había visto aquel día me había dejado algo perturbado; Y esque no era para más, ver a tu Madre terriblemente azotada con una vara mientras dos tipos la enculan salvajemente no era cosa fácil. Tanto como ya dije, nomás escuchabamos el teléfono de la casa sonar y tanto ella cómo yo nos poniamos muy nerviosos.

Como era costumbre, Montoya dejaba a mi Madre descansar entre cada cliente que le conseguía, por lo que desde aquel sádico tipo había pasado ya más de un mes sin saber de él y de sus intenciones. Pero cómo era su costumbre y su negocio, no tardó en aparecer por la casa. Yo me encontraba ayudando a mi Madre con la limpieza de la casa cuando en eso sonó el timbre de la puerta, sin percatarme de quién pudiera ser, fuí y abrí la puerta. Cual sería mi impresión al ver al Sr. Montoya frente a mi y con un paquete en su mano.

-‘‘¡Hola pequeñín!, ..¿se encuentra tu Madre? ’’.

-‘‘E, este.. si.. ¿Qui, quién es usted? ’’. Le contesté al tipo haciendome el que no lo conocía.

-‘‘¿Que quién soy yo? ¡Je je je!.. Soy un amigo de tu Madre, ..¿quieres llamarla por favor? ’’.

-‘‘E, enseguida, Señor ’’.

Me temblaban las piernas al tener de frente al sádico violador de mi Madre mirandome con su sonrisa atemorizante. Mi Mami se encontraba en los pasillos acomodando unos cuadros sin percatarse de que su peor pesadilla acababa de llegar a la casa. Enseguida la encontré y le dí el recado.

-‘‘Ma, .Mami, ..te espera un tipo en la sala. Dice que es tu amigo ’’.

-‘‘¿Un amigo?, ..me preguntó quién será, no espero a nadie ’’.

Cuando mi Madre vio de quién se trataba enseguida se le transformó la cara en horror, se quedó paralizada sin saber que hacer, me volteó a ver y sólo me dijo:

-‘‘Pe, Pedrito, ..sube a tu cuarto y no bajes hasta que yo te diga ’’.

-‘‘¡Pe, pero Mamá!, ..yo me quiero quedar contigo ’’.

-‘‘¡Has caso mi amor!, ..yo atenderé al Señor. No te preocupes ’’.

-‘‘Esta bien Má, ..estaré en mi habitación ’’.

Subí de prisa a mi habitación para encender las cámaras, no sabía que era lo que pretendia ese desgraciado con mi Madre, pero pronto lo averiguaría, sin perder mucho tiempo pude manipular la camara de la sala para ver lo que sucedía. En ella se miraba a mi Madre cómo se sentaba en uno de los sillones para ver que era lo que su Jefe de nuevo le proponía.

-‘‘¡Móniquita!, ..ya ha pasado más de un mes y me preguntaba cómo estarías ’’.

-‘‘Estoy muy bien Sr. Montoya, ..yo también quería hablar con usted ’’.

-‘‘Me imagino que querrás saber hasta cuando saldarás la deuda, ..¿no es así preciosa? ’’.

-‘‘Así es Señor, ..creo que con los clientes con los que estuve ya he pagado más de la mitad de la deuda de Antonio. Creo que con mis ahorros yo podré pagarle lo que falta ’’.

-‘‘Estás muy equivocada Mamacita, ..aunque algo de lo que dices es cierto, ya has pagado buena parte de la deuda con los clientes, pero en el contrato decía que pagarías con tu cuerpo y no con dinero. Así que me perteneceras hasta que hayas pagado cada centavo de esa deuda ’’.

-‘‘¡Por favor Sr. Montoya!, ..ya he sufrido mucho, me he portado muy bien, he hecho todo lo que me ha pedido. Por favor déjeme pagarle de otro modo ’’. Rápidamente sus ojos se llenaron en llanto.

-‘‘Por supuesto linda, ..ya deja de llorar que ya sabes que no me gustan las Putitas lloronas. He venido hasta aqui para proponerte un trabajito que te liquidara tu deuda de inmediato ’’.

-‘‘¡Por favor Sr. Montoya!, ..ya no me mande con esos tipos raros que me golpean ’’. Sollosaba mi Madre.

-‘‘En eso estaba Putita, ..ya no me dejaste terminar. Mira, el trabajo que te tengo no tiene nada que ver con clientes, pero tendrás que salir del país por un día ’’.

-‘‘Qué, salir del país, ..¿a dónde? ’’. Preguntó intrigada secandose los ojos.

-‘‘Mira, ..toma, son unos boletos de avión de ida y vuelta. Cómo me imagino que no querrás dejar a tu bastardo sólo, ..toma, te compré dos, además una reservación de un hotel ’’.

-‘‘Pe, pero a dónde voy a ir Sr. Montoya, ..¿a qué? ’’.

-‘‘El vuelo sale ahora a las 14:05 hrs, ..no lleves equipaje alguno, sólo lo que puedas necesitar de aseo claro está. Necesito que te hagas un enema, ..no preguntes, ahi esta en esa bolsa todo lo que necesario. Una vez que llegues al extranjero, irás directamente a la pensión ‘‘La gruta’’, en la zona Sur, ..pregunta a un taxista, él sabrá llegar. Ya estando ahí esperaras a que Samuel llegue, ..es un tipo de color Dominicano, habla un poco el Español así que no te costará trabajo entenderle. Él te dirá qué es lo que tienes qué hacer. Regresarás mañana por la mañana en el vuelo de las 10:00 am, ..no te entretengas en nada y te vienes directamente aquí a tu casa ’’.

-‘‘¡Pe, pero Sr. Montoya!, ..no entiendo, ¿aque debo ir? ’’.

-‘‘No me preguntes nada, que no te respondere, ..has lo que te digo y cuando regreses habrás saldado tu deuda. Sin que sirva de precedente, lleva ropa muy discreta, sin llamar la atención, ..eso sí, durante el viaje necesito que te pongas esto. Es un vibrador programable, el plateado, lo llevarás todo el tiempo y lo programas a mínima velocidad durante media hora y finalizados éstos y durante 10 minutos a velocidad máxima, ahi vienen las instrucciones. Necesito que lo hagas, es necesario para el trabajo que quiero que hagas. Pontelo y no te lo retires hasta que venga Samuel y… hazlo delante de él ’’.

-‘‘Pe, pero Señor, no entiendo ..¿po, porqué? ’’.

-‘‘¿Quieres salir de tu deuda o no?, ..espero que por tu bien, cumplas al pie de la letra todas las instrucciones y que no te desvíes en nada de lo que te he dicho. Esto es de vital importancia para mí ’’.

Mamá se quedó pensativa por unos segundos, pero totalmente segura y entendiendo que le estaban dando una pequeña ventana a todos sus problemas no dudó y aceptó el trato.

-‘‘Esta bien Sr. Montoya, ..lo haré, no se preocupe ’’.

-‘‘Bien me voy, tengo cosas que hacer, ..necesito que hagas todo lo que te dije al pie de la letra. Es necesario para que todo salga bien, ..te espero mañana cariño. Si todo sale cómo te digo, mañana será mi última visita aqui contigo ¡Je je je!..’’

Eso la alegó mucho, quizas para el dia de mañana mi Mamita sería libre otra vez. El tipo salió sin decir nada más. Mi Madre se quedó un poco pensativa, perpleja ante el rápido viaje y las tajantes instrucciones. Nunca antes le había ordenado ir a ningún sitio fuera de la ciudad, y mucho menos ir al extranjero. Se quedó francamente intrigada y en cierto modo asustada.

Teníamos menos de 2 horas para ir al aeropuerto y esperar las dos horas de rigor necesarias en los vuelos internacionales para poder pasar todos los controles. La pobre andaba muy desesperada, enseguida me empezó a gritar para que me apurara.

-‘‘¡Pedrito mi amor!, ..¡Pedrito necesito que me escuches bien mi amor! ’’. Me decía alterada.

-‘‘¿Que pasa Mamá?, ..¿que sucede? ’’.

-‘‘Mi amor, necesitamos ir al aeropuerto, ..saldremos por un día, no me preguntes mi amor, date una ducha que tenemos que salir de inmediato’’.

-‘‘Bien Má, ..ya voy ’’. Yo también estaba muy intrigado.

Fuí a mi habitación y me preparé para el viaje, sabía perfectamenete que había algo extraño en esa repentina salida, necesitaría de toda mi tecnología para poder ver y saber todo lo que ocurriría. Así que coloqué en mi mochila mi minicamara, mi micro microfono espía, así cómo mi laptop y mis pequeños audifonos para poder escucharlo todo. Sin querer recordé las instrucciones del Sr. Montoya, mi Madre debía de hacerse un enema y llevar un consolador en su interior durante el viaje, así que encendí mi monitor y prendí la camara de su recamara. Quería ver cómo lo haría.

Como me lo imaginé, mi Madre estaba sentada en su cama leyendo las instrucciones del enema, jamás en la vida ella se había hecho algo cómo eso, sacó todos lo instrumentos y los colocó sobre la cama, después se quitó su vestido dejandose en braguitas. Con el instructivo en mano, mi Mami se preparó para su primer enema. Tomó una crema lubricante y empezó a esparcirsela por su recto, la pobre se sentía muy avergonzada por estar haciendo eso en su recamara, tenía sus mejillas sonrrojadas pero sabía que si eso tenía que hacer para librarse de Montoya, lo haría sin pensarlo. Con sus braguitas en las rodillas terminó de meterse un poco en el culo con un dedo, entonces, tomó la goma del enema, que tenía un abultamiento del tamaño de una pelota de ping-pong en el extremo para que no se saliera del culo una vez introducido.

Respiró hondo y fue introduciendo la punta de goma en su recto. Un ahogado quejido salió de su boca al sentir cómo su ano se abrió para alojar ese abultamiento en su esfínter. Una vez bien introducido, caminó de manera extraña hacía su lavabo, era curioso ver cómo mi Mami caminaba agarrando una manguera que salía de su recto y se dirigía a su baño. Conectó la manguera de su regadera en el depósito y echó cómo 5 litros de agua fría. La pobre tuvo la vejación de ver cómo esa cantidad de agua se le depositaría en sus intestinos. Ya que el deposito estuvo lleno, colocó una especie de detergente liquido color blanco haciendo que todo esa agua cambiara de color. Me imagino que era una sustancia para higienizar perfectamente su recto. Después de tener todo listo abrío el grifo que dejaba caer el agua por la manguera que se conectaba a su culito.

-‘‘¡Aah!, ¡Oh por dios!, ..¿que estoy haciendo? ’’. Exclamó alarmada mi Mami al notar el líquido frío corriendo por el interior de su cuerpo.

La pobre tuvo que esperar a cuatro patas hasta que toda el agua del deposito se le introduciera en los intestinos. Yo estuve ahi viendo cómo esos 5 litros de liquido blanquecino iban entrando en su cuerpo, haciendo que su tripa se fuera hinchando y poniendose dura. No tenía que moverse hasta que la última gota de agua hubiera entrado en su cuerpo. Para conseguirlo, tuvo que colgar más alto el deposito para así ganar tiempo, cuando su tripa parecía la de una embarazada. Mamá, para entonces, se había tenido que orinar encima varias veces, lo cuál le provocaba una humillación infinita.

Una vez terminado, se dejó allí inmovil a cuatro patas durante unos 15 minutos más para que trabajara mejor el enema y entonces se dirigió a su retrete con cuidado, sin dejar caer ni una gota de liquido por el camino. Así lo hizo y una vez allí, Mamá sacó de su culo la goma, tras lo cuál salieron todos los litros de esa sustancia de su recto, cómo si se tratara de un grifo, Mamá estuvo tirando bastante agua de sus intestinos. Su rostro era de un gran alivio. Tras eso, se dirigió a su regadera para ducharse, el tiempo le estaba ganando.

No tardo ni 15 minutos en salir, enseguida recordó su otro mandato, el vibrador programable. De una caja sacó el tormentoso instrumento, leeyo las intrucciones. Me parecía increíble que mi Madre fuera a salir del país con un juguete en su interior, eso sería muy excitante. Sin perder más tiempo decidió vestirse, se puso rápidamente unos zapatillas blancas, de tipo plataforma, unos vaqueros gastados y una camiseta blanca con el logotipo de una conocida banda de rock. Programó el vibrador tal y cómo se lo había ordenado su ‘‘Jefe’’. Funcionaría continuamente, con una escasa pero continua vibración, además cada media hora, y durante 10 minutos este cambiaría de velocidad para comenzar otra increíblemente rápida y salvaje.

Nuevamente respiró profundo y se relajó, tomó el vibrador en sus manos y lo lubricó lo bastante cómo para no incomodarla, después de todo lo llevaría consigo durante un par de horas. El aparato no era muy grande, si al caso unos 5 centimetros de largo, de forma ovalada y a escaso 3 centimetros de ancho. Pero al llevarlo permanentemente en su interior vibrando le costaría algo de problemas.

Lo tomó con sus dedos, la verdad era que no sabía por dónde introducirselo, su Jefe no le había dicho por dónde, así que me imaginó que por haberse hecho el enema seguramente lo quería por su culito, así que no lo dudo y terminó introduciendoselo lentamente. Se lo metío hasta el fondo, hasta levantarse de puntitas tras meterselo con el dedo, después trató de caminar un poco para que se le acomodara. Acostumbrada y prácticamente dilatada, lo acogió cómo sedoso y adaptable guante los 5 cm de su metálica estructura sin problema alguno. Encima se puso los vaqueros, con ropa interior muy chiquita, me imagino que para no batallar al sacarselo. El ajustado vaquero sujetaba el dildo en su interior impidiendo que este pudiera salirsele ni un milímetro de su dilatado recto. Pese a que el ajustado jeans se le media bastante en el trasero no creo que tuviera problemas.

Enseguida salió disparada de su recamara pegando de gritos, yo ya estaba listo, un pantalón, una playera y chamarra cómo atuendo. Salí de mi habitación y la encontré abajo cerrandolo todo, estaba bastante nerviosa, me imagino que se sentía algo incomoda al llevar todo el tiempo algo vibrando en su culito. Enseguida llamó un taxi para llevarnos al aeropuerto, por suerte no tardó mucho. Al llegar no pude evitar mirarla por la espalda cuando nos dirigiamos al vehiculo, el ajustadísimo pantalón vaquero se le veía espectacular, le marcaba hasta el último pliegue de su piel de la rodilla hacía arriba. La ropa que había elegido le obligaba desde luego a llevar tanga y un sexy sujetador. Mientras caminaba apurada yo me deleitaba de sus bellísimos cachetes comiendo la costura de sus jeans, imaginando cómo ese dichoso aparatito se le movia ahi dentro. Enseguida me dí cuenta que su pantalón no tenía bolsillos en la parte trasera, aunado al claro color, casi translucido del pantalón, uno prácticamente podía verle todo su jugoso trasero. Cualquiera que no la hubiera visto en ropa interior diría que no la traía, ya que la diminuta tanga blanca se había perdido entre sus generosos cachetes.

Luego de salir de la casa nos subimos al taxi, el viaje no era tan corto, y yo sólo llevaba una maleta pequeña y mi Madre su bolso de mano, sus walkman que la acompañaba a todos lados junto con sus lentes de sol que siempre enmarcaba su lindo rostro. En el taxi se terminaba de arreglar y maquillar. Ya iba más tranquila, ibamos ajustados de tiempo pero llegaríamos a la hora indicada. Mi Madre se relajó un poco y se acomodó sus lentes oscuros. Tenía sus mejillas sonrrojadas y en un par de ocaciones la vi apretar las piernas al mismo tiempo que tallaba su trasero disimuladamente en el asiento. Eso me dijo que el aparato ya venía trabajo perfectamente. Justo cuando nos bajamos del taxi, el tormentoso vibrador comenzó la primera sesión masturbatoria en su máxima expresión.

La vibración era tan intensa que si se ponía atención y oído podía distinguirse con facilidad su constante e incansable zumbido. Mi Madre reaccionó rápidamente deteniendose enseguida, he hizo cómo si se estuviera reacomodando las zapatillas. Las estimulantes sensaciones en su recto le provocó la reacción en su chochito que rápidamente reaccionó destilando fluidos y le empezarón asaltar pequeños y constantes orgasmos mientras nos desplazabamos de un lugar a otro por el aeropuerto. Ella intentándose sujetar allí dónde un agarradero pudiera encontar.

-‘‘¿Te, te sientes bien Mami?, ..¿te noto algo mal? ’’. Le pregunté haciendome el no entendiendo.

-‘‘Ss, si, mi amor.. ¡Umhh!! Sólo.. ¡ufff!!.. Sólo es un pequeño coooolico ¡Ummhhh! ’’.

A pesar de su intención de no llamar la atención de la gente, sus andares y las expresiones que en su cara se reflejaban por la regular estimulación que le proporcionaba el vibrador la delataban conmigo y con la gente con la que nos cruzabamos que era evidente de que algo le estaba pasando.

-‘‘¿Segura que estás bien Má? ’’. Le volví a preguntar.

-‘‘Si mi amor, ..vallamos al avión ¡Ummmhh!! ’’.

Pero para mala suerte, el avión se retrasaba y la desesperación para mi Mami era mayor a cada minuto que pasaba. Sus manos resbalaban y su corazón latía muy deprisa, ( Que no sé si era por la incomodidad de lo que traía adentro o el nerviosismo de no poder tomar el vuelo y seguir como iba el plan ). Pero intentaba no pensar en ello, aunque no podía evitar sentir todas aquellas multiples sensaciones. Además de miedo de subir a ese avión y no saber hacía donde nos llevaría todo ello, no por el hecho de que no le gustara volar ni porque seguramente el estar en un lugar tan cerrado le creara angustia. Tenía miedo de subir a ese avión porque sabía que pronto llegaría a su destino y a pesar de que no le quedaba muy claro todo aquello seguía preguntándose qué le depararía ese viaje.

Mientras esperabamos en la terminal de pasajeros internacionales me percaté de que un hombre no dejaba de mirarla, aunque iba acompañado de una Mujer que supongo que era su Esposa, era claro que no tenía nada que hacer al lado de Mamá. Me reí para mis adentros pues no era el primero que durante el viaje la miraba sin disimulo. Aunque Mamá ahora no se había arreglado como ella siempre lo hacía ( gracias a las instrucciones de Montoya ‘‘lleva ropa muy discreta, sin llamar la atención’’ ). Pero era claro que una rubia espectacular cómo mi Mami llamaría la atensión de todos.

Ese ajustado jeans que le quedaba como calcamonia parecía ser el imán de todas aquellas miradas masculinas, por lo que estaba muy al pendiente del efecto que producía con su espectacular trasero bien enfundado en esa tela que resaltaba a la vista de todos. Sus senos prominentes que la playera ajustada hacían más atrayentes y su rostro, de hermosas y delicadas líneas, labios turgentes y ojos vivaces, todo ello coronado por un pelo liso, ligeramente ondulado en las puntas, rubio, que caía cómo cascada sobre sus hombros. Su andar cómo simepre, seguro y su aire propio de una Mujer que se sabe hermosa.

Cómo ya les he pláticado en multiples relatos, Mamá a sus 38 años estaba en la mejor etapa de su vida, con sus encantos en todo su esplendor. Mientras la veía como frotaba sus piernas unas con otras, no pude evitar recordar aquellas imagenes en ropa interior de esta mañana, donde a cuatro patas se auto hacía un enema sobre el piso y lucía su trasero impresionante, que a ella misma tanto le gustaba y qué era para ella como una maldición.

Soportando los estimulos, que cada vez era más frecuentas, Mamá decidió que lo mejor sería no pensar en nada y tratar de soportar, al menos durante esta espera, ya en el avión podría ir al baño y tratar de sacarlo o algo. Mientras tanto, escuchaba a la gente a su alrededor hablar del retraso del vuelo. Las escuchaba quejarse por la poca profesionalidad de los aeropuertos. Y sin embargo, ella no paraba de recibir sensasiones, la vi un par de veces doblarse para soportar el orgasmo, despues se ponía de pie cuando el tiempo del vibrador terminaba, estaba sudorosa y muy nerviosa. A su lado, una mujer no mayor de 45 años, le habló mirándola fijamente. Mamá no la escuchó la primera vez.

-‘‘¿Perdone? ’’. Se volteó Mamá a verla.

-‘‘Le preguntaba si viaja sola ’’. Volvió a repetir la mujer.

Mamá le sonrió y apuntó hacía mi.

-‘‘¿Son de ahí? ’’.

Y enseguida nuevamente el vibrador empezó a funcionar.

-‘‘¡Oh por dios!, No.. la verdad es que, es que nunca he estado ahí. Se, será la primera vez ’’. Contestó Mamá, mantentiendo la postura y disimulando las sensaciones.

-‘‘Le gustará mucho, ..¿visita a alguien? ’’. La Señora trataba de ser amistosa mientras Mamá se devatía entre sus sensaciones.

-‘‘¡No!, ..vo, voy de compras ¡ah! ’’. Resoplaba acalorada mi Mami.

-‘‘¿Le pasa algo?, ..la noto un poco mal ’’.

-‘‘No, no, ..es, estoy bien gra, gracias ’’.

Pero a Mamá si le pasaba algo, estaba disfrutando plenemente de las sensaciones que aquel aparato hacía en su chochito, tanto que dejó  de escuchar a la mujer que hablaba sin parar de lo bonita que era la ciudad a la ibamos a visitar. Si mi Madre no hubiera traíado los lentes, seguramente verías como los ponía en blanco, las vibraciones en su interior la estaba trasportando a otro lado.

-‘‘Mami, ..ya nos hablan ’’. Le dije para que reaccionara, ya que la chica del mostrador ya nos pedía los boletos.

De repente su mente bajó hasta este momento, y se dió cuenta de que aquella Señora que tanto hablaba ya había desaparecido y que era nuestro turno para presentar nuestros vuelos. Mi Madre hizo nuestros registros de vuelo mientras yo fuí rápidamente a los baños porqué ya me andaba, mientras lo hacía, Mamá esperaba la revisión tratando de soportar los estimulos. Ya regresaba cuando terminada la revisión de mi maleta, pero cuando nos dirigimos a la puerta de salida, claro, seguida por las miradas lujuriosas de los funcionarios de Aduanas.

-‘‘Señorita ’’. Sintió que la llamaban cuando traspuso la puerta.

Un hombre de estatura normal, ni alto ni bajo, ni gordo ni delgado, de edad madura, con algunas canas asomando por los costados, le sonreía.

-‘‘Su maleta ’’.

A Mamá de los nervios y por querer ya estar en vuelo se le había olvidado la única maleta que llevabamos, por lo que se tuvo que regresar antes las miradas llenas de laciva y deseo de los funcionarios.

-‘‘Está ahí, Güerita ¡Je!..’’. Y señalo con el dedo.

Mamá con nervios, miró a donde le señalaba el tipo. El desgraciado con malicia se la había colocado en el suelo y la miraba con bastante deseo, pero ella sin pensarlo mucho, se agachó para tomarla e irnos, dejándole al desgraciado una inmejorable primer plano de su enorme y parado trasero ( si el tipo supiera lo que llevaba dentro ). Cuando ella se dió vuelta, el viejo tenia los ojos como dos platos, abiertos al máximo y una mano en su bolsillo, estaba como hipnotizado, y sonreía. Mamá estaba enojadísima, lo vió hechandole lumbre con los ojos, pero decidió no hacer escandalo y no importarle en más, creo que hasta le gustó darle ese gusto al viejo, que desde hace mucho seguramente no tenia una alegría similar, se fue moviendo las caderas bastante hasta el pasillo y él seguía desde la puerta mirándola sin perder detalle de ese trasero.

Luego de despachar mi pequeña maleta con suma urgencia pasamos por los controles de inmigraciones y abordamos el avión. Ya en el vuelo Mamá se relajó, pero sólo momentaneamente, ya que en el recorrido no pudo evitar ir un par de veces al baño, y estando a mi lado disimular un par de orgasmos que se le proyectaron durante el vuelo. Comimos algo en el vuelo y luego de varios orgasmos en pleno vuelo le entró profundamente el sueño. Para cuando despertó, el avión ya estaba carreteando en las pistas del aeropuerto tropical dónde habíamos llegado. En eso sintió, y yo pude escuchar como el maloso instrumento de tortura volvía a encenderse y con ello los nervios aumentaban de mi Mamita.

Los nervios la consumían mientras el avión se acercaba a la terminal. Sus manos las notaba aún sudorosas, el corazón le latía a más aprisa y se sentía sofocada. No era el temor a volar ya que el viaje había terminado y el avión ahora se encontraba en tierra, abriendo sus puertas frente a la manga por la cuál los pasajeros empezaban a salir. Estaba por llegar a un país que no conocía, la recibiría un tipo al que ni siquiera sabía quien sería, en cuyo hotel el desconocido le iban a entregar algo que no sabía de que se trataba. Cerró los ojos, suspiró hondo, prolongadamente, dejando escapar el aire lentamente y ya más tranquilizada, se levantó y me agarró de la mano para que juntos nos hundieramos en el túnel que nos esperaba y por donde saldríamos a vivir una nueva experiencia.

Se estaba haciendo de noche y la temperatura estaba agradable. Con nuestros pasaportes en mano y respondiendo casi sin pensar las preguntas de los oficiales de Inmigración por parte de Mamá llegamos al Caribe. Bajamos un nivel por la escalera eléctrica hasta dónde podiamos observar la salida. Mientras caminabamos, se evidenciaba claramente en sus vaqueros una visible y abundante mancha que discurría desde el punto en que se unen sus dos piernas hasta una altura de medio muslo. Parecía cómo si se hubiera meado encima y todo el mundo no paraba de mirarla y preguntarle si se encontraba bien. Sus pezones atravesaban literalmente la tela de la camiseta y su delicado sostén de encaje. Sus tetas se mostraban igual de sugerentes cómo si no llevara nada por debajo. Por suerte, pudimos salir de aereopuerto sin demasiados problemas salvo por las miradas de dos agentes que no dejaban de quitarnos el ojo.

-‘‘¿Mamá, que vamos hacer aqui? ’’. Le pregunté mostrando ingenuidad.

-‘‘Tranquilo mi amor, ..tenemos que tomar un taxi ’’.

Yo cada vez miraba a mi Mami más sudorosa y muy sonrrojada, estaba reviviendo otra excitante pesadilla aún lado de su hijo ( si la recuerdan con el greñas en el metro ). Tomamos un taxi justo en frente del aereopuerto y mi Mami le dijo que nos llevara a la pensión que su ‘‘Jefe’’ le había ordenado. Ella subió y se sentó atrás a mi lado, dándose cuenta en ese momento de que su pantalón cada vez se mostraba más húmedo y no dejaba de atraer las miradas de todos. Como no podía hacer nada, optó por poner sus manos sobre sus muslos y así intentar tapar algo de lo que mostraba.

Por suerte el taxista pareció no darse cuenta de nada y puso en marcha el auto rumbo a la ciudad, que ese día se mostraba algo nublada, pero con una temperatura ideal. Pronto se olvidó de sus piernas, estaba bastante cansada, y se sintió revivir con el aire que entraba por la ventanilla abierta. Fue entonces que se dió cuenta que el taxista le miraba las piernas, quisas sorprendido por la evidente mancha en su entrepierna. Pero esta ves, decidió no hacer nada, es más, se sintió cómoda pues estaba acostumbrada a que los hombres le vieran las piernas, que sabía hermosas y bien delineadas. Además era un hombre viejo, supongo que fue lo que se dijo a si misma y sonrió mientras estiraba sus hermosas piernas, acomodándose en el asiento, lo que le permitió al tipo una mejor visión. Divertida, vio que el taxista hacía esfuerzos por no mirar y para fijar la vista en el camino. Todos son iguales, pensó.

En eso estaba cuando de nuevo el perverso mecanismo incrustado en lo más profundo de sus intestinos volvió a encenderse, el tormentoso vibrador comenzó otra sesión de 10 interminables, constantes y fieros minutos. Mi Mami estaba sudando por todos los poros de su cuerpo, no podía casi ni andar y ya había perdido el numero de los orgasmos que había alcanzado desde el trayecto de nuestra casa a la puerta de la cochambrosa y mísera pensión en la que tenía hecha la reservación.

-‘‘Te, tengo una habitación reservada ’’. Dijo ella en la recepción.

-‘‘Muy bien Señora, ..¿se encuentra bien?. ¿Le puedo ayudar en algo? ’’. Le preguntó el tipo que la atendía.

-‘‘Si, estoy bien, ..só, sólo deme la llave ¡Ummhhh! ¡Po, por favorrr! ’’. Le contestó ella apretando los dientes.

Subimos a las habitaciones, nos dieron una en el tercer piso, que consistía de una pequeña sala con una habitación para dos personas, con dos camas y un baño con tina, estaba tan sucia y desagradable cómo el resto del conjunto en la que se integraba. En el techo de la pequeña sala había girando un enorme ventilador de cuatro aspas que por sí sólo, no era capaz de poder sofocar el calor asfixiante que había en el ambiente. En cuanto llegó mi Madre se fue derechita a la habitación y se metió a la ducha. Yo tranquilo me dirigí al balcón dónde abrí la puerta para respirar mejor, estando ahi me di cuenta de que esta ciudad era muy hermosa, mostraba casas coloridas, calles empedradas, y una basta variedad de plantas y arboles, yo diría que un paradiasico lugar.

Estando ahi, me percaté de algunos pequeños ruidos provenientes de la habitación donde se había encerrado mi Madre. Me entró mucha curiosidad de lo que hacía mi Madre ahi dentro, ¿pero como le haría ahora?, ya no tenía mi juego de camaras como en casa, pero al esta ahi me percaté de que si me estiraba un poco y colocaba mi camara en el marco de la ventana lograría ver que estaba haciendo mi Madre. No lo pensé mil veces, enseguida fuí por ella y cuidando de no hacer ruido la apunté hacía adentro de la habitación con la pequeña pantalla apuntando hacía mi, claro está.

En ella se miraba a mi Madre quitandose los vaqueros y la camiseta, estos completamente empapados, uno por sus fluidos de su estimulada chochita y la otra por los sudores que le entraban por los delirantes y fuertísimos orgasmos que estaba experimentando con el jodído dildo programable en su rosado y receptivo ano. Pero por desgracia mi Mami se meió a la ducha y ya no pude verla más, ¡Maldición, ¿porque no coloqué camaras antes?. Estuve ahi haciendome el tonto mientras salía, cuando la volví a escuchar rápidamente hice lo mismo para haber que hacía.

Después de bañarse, desnuda, se tumbó de espaldas en una de las camas a la que le sonaron, quejumbrosos todos los resortes del colchón. Se quedó un buen rato meditando con el plateado juguete zumbando en el interior de sus intestinos. Y de esa forma se dispuso a esperar al supuesto cliente, el tal Samuel, al que ‘‘delante de él’’ se debería de sacar el tortuoso instrumento sexual, según las instrucciones que le había dado Montoya.

Yo por mi parte le dije atravéz de la puerta que iría a conseguir comida en el pequeño restaurant que estaba enfrente de la pensión. Esperamos una hora, dos, tres… nadie vino. Mi Madre ya estaba desesperada, no aguantaba un minuto más con esa cosa ahi dentro. Tan dilatado y abierto tenía el culo que el dildo se le salía cada dos por tres de su interior, enojada e incansable teniéndose que volver a poner los vaqueros para que sujetaran a este y le impidieran la salida de su caliente y sedoso receptáculo.

Tras unas dos nuevas horas de espera, con sus quién sabe cuántos intensos y caóticos minutos de máxima estimulación, se introdujo nuevamente a la habitación para masturbase. El cochino dildo a partir de ese momento fue implacable en su vibración y su vagina comenzó a estirarse y contraerse en unos espasmódicos y escalofriantes orgasmos que le hicieron perder el control, cómo otras veces, se quedó dormida completamente exausta.

Se quedó dormida y yo me quedé en la sala programando mi video a mi portátil, no tenía idea de que pudiera sacarle mucho jugo a ese Wi-fi que había adquirido. Entre a la habitación sin hacer ruido para instalar el microfono y colocar mi videocamara, después programé el dispositivo para enviar la señar a mi ordenador, ahora sólo tenía que ir a dónde hubiera red para bajar las imágenes que me enviaba el dispositivo. Para mi suerte no me costó mucho ya que en el restaurant dónde había comprado la comida había red inalambrica. Así que si pasaba algo en la habitación tan sólo tendría que buscar un pretexto para ir al restaurant y bajar las imágenes, una operación sencilla para un niño genio y maestro en la electronica a cómo lo era yo.

Tras tener todo listo, cómo a las 11 de la noche unos impetuosos aporreos en la puerta de entrada a la cochambrosa habitación me sorprendieron. Me levanté a abrir, debajo del marco de la puerta se encontraba el tipo más grande que yo hubiera visto, de más de dos metros de altura, tez muy morena y de nariz ancha, el ensortijado pelo negro lo llevaba pegado al cuero cabelludo no sólo por el calor sino también por la suciedad que ostentaba. Llevaba una camisa floreada abierta y unos pantalones blancos manchados a juego con unos zapatos también del mismo color que podían haber pasado por marrones de todo el polvo que tenían. En una mano llevaba una bolsa grande de plástico blanca. El sujeto se quedó mirando extrañado, me imagino que no pensaba ver a un chiquillo con él haciendo negocios, con una sonrisa algo nerviosa y sorprendido me dijo:

-‘‘¡Mi mandar con una mujerr! ’’.

-‘‘E, es mi Mamá, ..enseguida le hablo. Lo estuvo esperando y se quedó dormida ’’.

-‘‘Ok boy, ..decir que ya estar yo aqui ’’.

Enseguida le toqué la puerta a mi Madre, para que despertara y se acomodara la ropa un poco. Yo la verdad que estaba muy asustado, ¿que quería este sujeto y que era lo que le venía a traer a mi Mami?, me senté en la pequeña sala mientras esperabamos que salíera mi Madre, él permanecía de pie, observandome con sus ojos amarillos. Cuando ella salió venía con las tetas libres sin sujetador por debajo de la playera y los pezones cómo punta de lápices de lo excitados que estaban. Los vaqueros, los traía pegados a sus piernas de todas las corridas que había tenido y habían perdido su color azul claro completamente hasta convertirse en un intenso color azul. Estaban empapados, al igual que la colcha de su cama donde había estado recostada.

-‘‘¿Tú ser la mula de Mrs. Montoya? ’’. Le preguntó en un español chapurrero y con acento Americano.

Cuando mi Madre vio al tipo que la buscaba no pudo evitar quedar paralizada. Como les digo se trataba de un enorme Dominicano negro. No de un mulato sudamericano, sino de un auténtico negro. Negro como la noche y con el cuerpo musculoso debajo de esa camisa colorida. Mamá lo miraba atónica. No sé si era por el miedo o por ver a tremendo ejemplar. Aquellos pectorales de granito, aquellas abdominales como una tabla de fregar. Hombros, brazos sin un gramo de grasa. No pudo evitar bajar la mirada rápidamente hasta su gran bulto. Unas piernas largas y duras, con las curvas del cuádriceps perfectamente delimitadas. Pero nuevamente la voz ronca con acento latino-americano la interrumpio:

-‘‘Te hablo mujer, ..¿tú ser la mula de Mrs. Montoya? ’’.

-‘‘¿Mu, mula?, ..¿qué mula? ’’. Contestó mi Madre confundida mientras sentía cómo el vibrador continuaba con su pasmosa cadencia su trabajo vibratorio.

-‘‘Yo ser Samuel ..¿tú ser mula de Mrs. Montoya? ’’.

-‘‘Pa, pasemos a la habitación para pláticar más tranquilos Sr. Samuel, ..¡hijo quedate aqui y no nos moleste!, ..te, tengo que hablar de cosas muy importantes con el Señor ’’. Me dijo bastante nerviosa y muy colorada del rostro.

-‘‘Si Má, ..sabes, quiero ir a tomar un café en el restaurant. También a revisar mi correo, ..esperaba que me dejaras ’’.

-‘‘Claro que si mi amor, ..toma dinero. Yo iré a buscarte en cuando me desocupe del Señor, ..de ahi no te muevas, Ok ’’.

-‘‘Si, Má ’’.

-‘‘Esta bien mi amor, ..te quiero mucho. Por aqui Señor Samuel ’’. Le dijo invitandolo a la recamara.

Enseguida ellos dos se dirigieron a la recamara, pero antes de salir al restaurant pude ver cómo el Dominicano clavaba sus ojos en las exuberantes nalgas de mi Mami, el infeliz se sorprendió de la belleza de la nueva ‘‘mula’’, ( cómo asi le habían denomidado ). Y esque con ese ajustado pantalón sus cachetes parecían deborar la tela del jeans, que a cada paso que daba parecía cómo si andubiera haciendo buches con la cola.

Bajé lo más rápido que pude para conectarme a la red, me senté en una mesa pegada a la pared del restaurant y pedí un café mientras observaba lo que sucedía con mi Madre.

-‘‘Ho, hola… Samuel, ..te, te estaba esperando… pasa ’’. Le dijo confundida mi Madre aún por lo del apelativo de mula.

El Dominicano pasó a la sofocante habitación de la pensión y dejó la bolsa encima de la cama. Ella cerró la puerta tras él que, pasmado por su trasero, no dejaba de observarselo. Lo cierto es que lo tenía espectacular, sus dos cachetes dibujados perfectamente por la tela duros y abombachados le daba una excitante visión al negro. Aparte por sus tetas sofocadas por la playera y brillosas por las multiples gotitas rutilantes y perladas de sudor que bajaban por el espectacular canalillo de estás, y los pezones, por la constante excitación del dildo insertado, se mostraban erectos en su máxima expresión pidiendo a gritos que alguien les diera batalla.

-‘‘Hagamoslo rápido, ..me imagino que tiene prisa ’’. Le dijo mi Madre viendo el reloj de su muñeca.

Lo cierto era que teníamos aún bastante tiempo para ir al aeropuerto y tomar el avión de las 10:00 am, que nos llevara de vuelta a casa, pero ella tenía prisa ya que estaba yo abajo esperandola. Si quería cumplir con el encargo que le habían encomendado, debía de hacerlo rápido. Sin darle tiempo al Dominicano a que dijera algo se bajó los vaqueros hasta las rodillas quedándose expuesta delante del supuesto cliente. Después mirandolo a los ojos se quitó las zapatillas y termino de sacarse los jeans. Lanzó los empapados vaqueros a un rincón de la habitación y se tumbó sobre la cama a cuatro patas, mostrando sin pudor alguna su abierto y receptivo agujero atravesado por el pequeño dildo plateado.

-‘‘¡WAOOHH!!.. You are a fucking hot ¡He he he!..’’

Mi Madre estaba muy sonrrojada al estar expuesta ante ese desconocido, pero parecía que muy en el fondo lo gozaba, había tenido tanto tiempo metido el vibrador que estaba tan caliente que no le importaba. De un modo muy cachondo dirigió sus dedos a su ano, ante los ojos del negro, mi Mami se urgó en el culo hasta tomar el vibrador y empezar a expulsarlo de su recto, a causa de la postura, no le costó mucho trabajo sujetarlo para sacarlo. Comenzó a sacárselo notando el culo hipersensitivo y completamente dilatado para lo que pudiera hacerse con él.

-‘‘¡Bueno ya está!, ..cumplido. ¿Y ahora qué? ’’. Dijo mi Mami retorciéndome ante el roce de salida del vibrador.

-‘‘¿Ahourra?, ..pues yo estar más caliente con lo que tu hacerr. 're a good little whore ’’. Dijo el negro pelando su dentadura con un par de dientes de oro.

-‘‘¿Que sigue? ’’. Le preguntó.

-‘‘Ahí estar mercancía del Msr. Montoya, ..el pagar por mitad, tú pagar el resto ’’. Le dijo entregandole la bolsa.

-‘‘¿Y que se supone debo hacer ahora con esa bolsa? ’’.

-‘‘Llevar a Mrs. Montoya, ..¿no ha dicho nada a ti? ’’.

-‘‘¡No! ...’’ Le respondió mi Madre algo molesta.

-‘‘¡He he he!.. Vaya con Mrs. Montoya.. ¡He he he!..’’

-‘‘No entiendo nada ’’.

-‘‘¡He he he!.. Debes llevar contenido bolsa a Mrs. Montoya, ..él esperrar. Tener cuidado en aduana, ..no hablar con Police ’’.

Fue a partir de ese momento cuando nos dimos cuenta de todo y lo que se pretendía de mi Madre. Ya había eschado hablar de las ‘‘mulas’’ por los noticieros. Chicas que por hacer viajes y transportar en sus cuerpos drogas o algunas otras sustancias hacía el extranjero se ganaban un dinero para nada despreciable en sus viajes. ¡El desgraciado de Montoya la había utilizado esta vez cómo correo para transportar vete a saber qué sustancias!. Seguramente sería cocaína o cualquier otra mierda parecida. Estaba aterrado, eso sí que no entraba en mis planes, ni en las de mi Madre, ya que enseguida abrío la bolsa.

En ella había dos cajas de distintos tamaños, y temblando abrío la más grande de todas. En ella había ropa, una falda corta con volante fruncido, muy coqueta y juvenil, con un sugerente vuelo, de color blanco. Para la parte de arriba camiseta color negro que realzaba su figura, con un provocador cierre metálico que se bajaba dejando un escote en V. Sandalias de medio tacón y bajo la falda una tanga color blanca de muselina transparente, con un lacito en la parte superior delantera, finas tiras laterales y un fino hilo trasero que seguramente se le prerdería fácilmente entre sus dos jamones.

La camiseta parecía que era algo pequeña, cómo de casi dos tallas menos que la que normalmente usa, si bien la tela parecía ceder y adaptarse fácil a su cuerpo. Yendo de esa forma vestida no iba, desde luego, a pasar desapercibida tal y cómo le había dicho Montoya que hiciera. Era literalmente imposible el no llamar la atención con semejante vestuario en un sitio cómo aquel.

Mientras tanto Samuel no pudo contenerse ante su desnudez y comenzó a tocarle el culo con sus enormes manos, a darle palmaditas en las caderas comprobando la sensualidad de estás y parloteando en su idioma incomprensible para mí, mientras palpaba y sobaba, todo lo que podía, sin cesar.

Cuando mi Mami abrío la otra bolsa sus temores se hicieron realidad y sus esperanzas se hicieron añicos en cuanto vio su contenido. Quedó paralizada y sin opción de pensamiento alguno hasta que vio de costado una breve nota escrita con la letra de Montoya que se puso a leer frente a él.

‘‘Ho, hola Móniquita, ..si todo salió bien, estarás desnuda frente a Samuel. Me imagino que tendrás tus agujeros preparados y suficientemente dilatados cómo para poder trasportar en ellos la mercancía. No tardes y toma a tiempo tu vuelo. Ponte lo que te ha entregado Samuel y págale cómo mejor te plazca la otra parte. ATTE. Montoya ’’.

-‘‘¡Maldito desgraciado! ’’. Expresó mi Madre apretando el recado con su mano.

Enseguida tomó la otra caja para revisarla. Dentro de ella había cómo de entre diez o quince bolas blancas que contenían algún tipo de droga del tamaño de pelotas de golf. El envoltorio era muy fino y de una maleabilidad asombrosa pero que impedía que el contenido reventara y saliera disparado al verse libre de su prisión plástica. El negro seguía hurgándola y metiéndole mano sin contemplación ni recato alguno en la entrepierna. Mi Madre estaba paralizada, no sabía qué hacer. Completamente atrapada en un mar de confusión personal, ahora se le exigía hacer de transporte de una droga que estaba prohibida tanto en el país de origen cómo en el del destino. ¿Qué podía hacer?. Tenía varias opciones, una de ellas tomar la ropa que tenía e irse y hablar con Montoya para que le siguiera buscando clientes, y otra, obedecer y acatar las instrucciones que le habían dado.

El Dominicano se agachó detrás de ella separandole las piernas y habríendole el trasero con sus manos para besarle y chuparle sin tapujos su agujero posterior. Para ese momento mi Madre ya estaba totalmente fuera de si y más el estímulo que el negro le daba a su culito hambriento comenzaba a sustituir la preocupación mental que tenía por su mandato. La lengua del negro iba haciendo círculos alrededor de su ano, pasaba toda la superficie de su lengua en su agujerito trasero, lubricándolo y depositando en él importantes cantidades de saliva.

-‘‘¡Ummhhh! is delicious. ¡Chomphs!, ¡Chomps! ...’’

El negro Samuel introducía alternativamente la lengua y los dedos de forma que este comenzó a dilatarse y adaptarse al tremendo estímulo que le proporcionaban. La calentura se apoderó de nuevo de su alma y de su voluntad, mi Madre ya sólo quería alcanzar y obtener el placer que necesitaba. Curvó su cintura y abrío con sus manos los cachetes de su trasero facilitando la labor que el negro le estaba dando. La estimulación de la lengua vivaz se hizo cada vez más precisa al verse liberada de cualquier obstáculo e inconveniente a su labor. Los jadeos de placer salían de la garganta de mi Mami y sus manos buscaron ansiosas sus propios pechos, apretando sus azorados e inhiestos pezones ya completamente excitados por la acción constante del dildo que había tenido por mucho tiempo insertado.

Ella notaba cómo su vagina destilaba más flujo de lo acostumbrado por la estimulación del negro en su agujero posterior y cómo este iba siendo literalmente dilatado por los dedos del Dominicano. Samuel empezó a picarle el culo con dos, tres… cuatro dedos que iba moviendo rápida y profesionalmente en sus entrañas. De repente la tomó con fuerza de la cintura y el cuello obligándola a ponerse a cuatro patas sobre la vieja cama. Sus piernas quedaron medio fuera del catre, al aire, sus rodillas al borde del camastro simétricas y plenamente separadas, con su culo totalmente expuesto y ofrecido a la enculada que el negro había estado preparando.

-‘‘Msr. Montoya decir pagar con Puta, ..I'm going to charge your ass ’’. Asqueroso negro, nada perdido se quería cobrar con el culito de mi Madre.

En ese momento vi cómo el negro se bajaba presuroso los pantalones y cómo éstos cayeron por su peso arremolinándose en sus tobillos. ¡El desgraciado no llevaba calsoncillos!, por lo que en cuanto calleron sus pantalones salió a relucir su tremendo cipote, ¡el desgraciado tenía un brazo entre las piernas!, y riendose ante los ojos pelones de mi Madre le mostró esa tremenda verga fina pero extremadamente larga, de una piel más oscura que la de todo su cuerpo; con un capullo amoratado, con varias venas muy azuladas recorriendo en lateral el tronco, rodeada en la base de vello más enrrocijado muy denso y con unos huevos pequeños y duros, más negros aún, de piel muy áspera, con profundas estrías. El maldito ya la tenía bien dura, y se le doblaba hacia un lado ligeramente.

-‘‘¡Oh por dios! ’’. Sollosó mi Mami.

El tal Samuel sonrió conprensivamente, iluminando su cara oscura una amplísima sonrisa blanca de dientes perfectos. Obviamente, estaba acostumbrado a causar la misma admiración en las mujeres con su tremendo falo.

-‘‘No quedar ahí embobada mujer, ..come on, sure you know suck ’’.

Mamá lo miró absorta, como sin entender, sólo negó con la cabeza sin dejar de mirar aquel tremendo palo de ese enorme hombre de chocolate, y antes de que reaccionara el tal Samuel se acercó y tomandola de la cabeza le dijo:

-‘‘¡Ey!, ..¡despierrta!. Lo de apajo estar mucho mejor ’’. Añadió riendo.

Y le estampó un beso con sus labios gruesos, Mamá sorprendida trato de zafarse de aquel enorme hombre, pero era imposible, estaba sola en un pais diferente, con un enorme negro el cual pretendía entregarle droga para trasportar dentro de su cuerpo, sensible, excitada, no podía renegarse mucho.

-‘‘No, no espere, yo no..’’ Decía con los últimos resquicios de dignidad.

El tal Samuel era inmenso y Mamá parecía una misera mosca a su lado. Sin hacerle ningún caso, el negro volvió a la carga y esta vez consiguió meter su lengua en la boca de mi Madre. Yo estaba atónito sin saber que hacer, por un lado si regresaba a la posada que podía hacer, no podía hacer mucho por mi Madre, pues el tipo tenia fuerza suficiente como para darme un pequeño golpe y dejarme tirado. Pero al menos podía evitar algo, me dije, asi que estuve a punto de cerrar mi portatil para regresar pero algo me hizo cambiar de opinión, Mamá ya no se resistía, besaba al negro agarrandole por la espalda, no sabia que había pasado en el tiempo mínimo que había pensado como actuar pero mi Madre parecía haber cambiado de opinión y el tal Samuel se dio cuenta de eso.

-‘‘¡Oh!, ya ver que a has decididou probarr una buena black big cock, ..es algo que no has poudido ruesistir, ¡He he he!.. Anda Moulita, ..empieza a usar tu bouquita ’’.

Y mi Madre se fue hincando, ¡no podía creerlo!, mi Madre pensaba tener relaciones con ese enorme animal, ya no hacía nada por impedirlo, es más, sin dejarle opción a contestar nada, se arrodilló delante de él y se puso frente a esa tremenda maguera, debía medir 20 cm de largo, parecía la tranca de un caballo más que la de un hombre terrestre, debía medir más que el antebrazo de mi Madre, su tremendo tamaño daba miedo.

Mama tomó la tranca por la base y comenzó a soplarle muy suavemente en el glande para luego empezar a pasar la lengua con una suave presión por los laterales de su tronco, las venas se hinchaban más. Luego, paso a limpiar su capullo, empezó con lametones y continuó con movimientos circulares, hasta acabar metiendo su lengua por la hendidura pequeña que coronaba su capullo. El tal Samuel considero que era el momento de que mi Madre se tragara su tranca así que empujó la cabeza de Mamá y ella primero metió su capullo y lo succionó, como si se tratara de una larga chupa-chups de chocolate, luego fue bajando lentamente hasta que parte de ese tolete había desaparecido en la cavidad bucal de mi Mami.

-‘‘¡Gloghh!, ¡coff!, ¡cof! ’’. Se atragantó y detuvo el desenso.

Ver aquellas imagenes me dejaban bien perturbado, era increíble verla allí arrodillada a toda una Señora bien con una tranca de más de 20 cm enterrada en su garganta, su rostro desfigurado, sus cachetes inflados al máximo y sus ojos casi en blanco pues la tranca era demasiado grande para que Mamá la aguantara en su boca completamente por mucho rato. Debía sentirla tocándola la campanilla, después de mantenerla unos segundos a más de la mitad. Aceptando su derrota pero sin sacarla comenzó un movimiento ascendente-descendente procurando que su lengua nunca perdiera el contacto con todo el largo de todo ese brazo. Primero despacio y aumentando el ritmo, más tarde ese vaivén se convirtió en succión.

Parecía cómo si intentara extraerle el jugo cada vez más violentamente, aspirando con toda la profundidad que podía. El tal Samuel  decidió sentarse en la cama y dejar que mi Madre le trabajara el cipote, le colocó la verga sobre la cara mientras que ella arrodillada le chupaba los güevos y le daba lametones en las bolas. La verdad que a mi me repugnaba ver a mi Madre con esa enorme tranca sobre su bello rostro, era increible el contraste que hacían sus pieles. Mi Madre blanca cómo la nieve y esa tranca más negra que una tubería de desagüe.

Pero ella estaba desbocada, esa enorme tranca tenía su boca reservada para sí sola. Con los ojos aún fijos en los del negro, Mamá continuó su mamada. Tras unos minutos mamando Samuel le sacó la verga de la boca y levantándola de la barbilla la puso de pie y le dijo que se acomodara, había llegado el momento de follarla.

-‘‘Pounte a cuatrou patas, ..¡doggy style Mami!. Y dejame ver esas tetas.

Mamá no dijo nada, se levantó y se sacó la playerita hacía arriba hasta dejarla caer al suelo, dejando su cuerpo ahora si completamente desnudo, no era la primera vez que veía las tetas de mi Madre pero debo de reconocer que siempre me sorprenden, las tiene muy bien puestas. Y al negro también le gustaron ya que enseguida le plantó una de sus manotas para apachucharselas.

Sin más se volvió a poner en la misma posición de hace rato, a cuatro patas sobre la vieja cama, con sus piernas medio fuera del catre, al aire y sus rodillas al borde del camastro completamente separadas, con su culo totalmente expuesto y ofrecido a la enculada que el negro había estado preparando.

El negro se puso detrás y empezó a pegarle con su manguera por todas las nalgas, le parecía increible tener tremendo mujerón a cuatro patas y tan dispuesta. Seguramente sólo estaba acostumbrado a cogerse a Putas o, a mujeres sometidas o secuestradas, este tipo no daba buena pinta. Colocó la cabeza de su verga en el culo parcialmente abierto de mi Madre, y con un certero y poderoso golpe seco la penetró por entero. Ella grito.

-‘‘¡Oh por diossss!! ¡Esss.. peraaaaa!!! ...’’ Atinó a decir Mamá al sentirse atravezada.

-‘‘¡Tú joder!, ..estar aquí parra pagarr. ¡Si no estár lista tu joder! ’’.

El negro comenzó a moverse rápida y apresuradamente en busca de su propio placer. En cambio el de mi Madre comenzaba a volverla loca y empezó a mover sus caderas hacía delante y hacía atrás acompañando a las embestidas del fogoso Dominicano. El desgraciado negro le estaba dando unos empujones mayúsculos, tomándola con una de sus manos apoyada en la cadera a forma de agarradera al tiempo que con la otra mano le atizaba unos bestiales manotazos en las nalgas, que seguramente estarían ya enrojecidas por los tremendos cachetazos recibidos. De repente, alargó una de sus manos recogiendo el plateado vibrador que había quedado abandonado en la sucia y desvencijada colcha de la cama. Sin que mi Mamá se diera cuenta de lo que tramaba, se lo metió de un sólo y único golpe en el chocho. Cuando mi Madre se dio cuenta de la realidad ya tenía todos sus agujeros ocupados, y todavía para su desgracia el cochino aparato aún estaba funcionando y daba la casualidad de que este estaba dentro de su etapa de máxima vibración.

-‘‘¡Oh fuckk! ¡Ooooohhh!! ¡I love your ass! ¡Pedazo de culo tú tener! ’’. Decía el cochino negro gritando y empujando, dándole terribles palmetazos en las nalgas mientras que con la otra mano movía el vibrador dentro de la vagina que lo acogió envolviendo toda su metálica y plateada superficie.

-‘‘¡Oh diosssss!, ..que placerrrr!!! ...’’ Gritaba mi Madre con los ojos en blanco.

El negro estaba desbocado, la agarró de la cabellera haciéndola levantar la cara mientras se la metía, sus grandes tetas se movían al ritmo de la enculada, la cara le iba cambiando.

-‘‘¡Big ass Fuck bitch!!.. asshole baby.. ¡Asshole! ’’.

-‘‘¡Arghhh!! hijo de Puta, Negro!!! ¡Argh!! ’’. Lo insultaba frunciendo la ceja y apretando los dientes.

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’ Los tremendos manotazos no paraban.

-‘‘¡Open your eyes!, ..fucking bitch ’’.

-‘‘¡Aaarrgghhhhhh!!! ¡Cabrón no me des tan fuerte que me haces daño!!! ’’.

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Aaarrggghhhh!! ¡Hijo de Puta! … Nooo!!! ...’’

‘‘¡SPLASSHHHH!!, ¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Arrgghhh!! ¡Maldito negro!, ..¡me rompes Cabrón!!! ...’’

-‘‘¡Uff, ufff!!.. ¡Yo romper culo de Puta moula!, ..¡shut up bitch! ’’.

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Fucking hot!!! ... ’’

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Oh! Puta culo gruande ¡Oh!, is big ’’.

Pero mi Madre enseguida pasó de sufrimiento a una asfixiante delicia.

-‘‘¡Oucchhh! ¡AAYY!!.. ¡Vamos Cabrón! ¡Ummhh! ¡Me encanta que me jodan duro! ’’. Le contestó sintiendo cómo la bombeaban salvajemente las entrañas.

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’ Las nalgadas no paraban de sonar.

-‘‘¡Argghh!.. Mal, maldito.. ¡Vamos Cabrón dame fuerte!!, ..¡Dame más! ¡Asíi!, ¡asiii! ¡Rómpeme toda! ¡Aarghh!!! ...’’

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Oucchhhh!! ¡Siiiiii!! ... ¡Qué bien coges Cabrón! Ooooohhh..’’

‘‘¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Ufff, ufff!!.. ¡Ooohhhh!! Yeah, I will fill the casings!! ¡Ooooohhh!! ¡Ufff!!! ...’’

-‘‘¡Aaahhhhhh!! Siiii, dame más, maaasss.. ¡Aaaahhhhh! ¡Matameee a palos ¡Arghhh!!! ’’.

‘‘¡SPLASSHHHH!!, ¡SPLASSHHHH!! ’’

-‘‘¡Ooohhh Siiii!! ... ¡Rompeme el culo bien Cabrón!! ¡Reviéntame todaaa!! ’’. Le gritaba Mamá incitandolo más.

Siguió empujando y empujando, agarrandole sus tetas bien fuerte mientras se corría en su agujerito, los pezones de mi Madre estaban como si se fueran a salir y el negro seguia bombeando…El desgraciado Dominicano a pesar de correrse seguía bombeándola sin sacarle la verga de las entrañas, sin dar muestra de cansancio ni debilidad alguna hasta el punto de hacerla correr otras dos veces antes de que volviera a echarle toda su lefa en las tripas. Tras eso mi Madre se dejó derrengada, tirada, despatarrada en la cochambrosa colcha, casi sin poder moverse y rezumando por su culo toda la lechada Dominicana.

-‘‘Quedar a mano, ..good luck with Duana ¡He he he!..’’

El Dominicano comenzó a subirse despacio los pantalones mientras que mi Madre tenía aún insertado en la vagina el tormentoso vibrador. Pero enseguida Samuel metiendole dos dedos en su raja, pues estaba completamente engullido por su cueva, lo fue sacando poco a poco y este todavía vibrando. Lo olió y se lo dio a probar para que lo limpiara de sus propios y abundantes jugos.

-‘‘Yo quedarr con juguete, ..always remember you bitch nalgona ¡He he he!..’’ Diciendo eso con un sonoro cachetazo en su nalga derecha la dejó allí. Tirada y ultrajada por el culo varias veces.

Era la una y media de la madrugada. La había estado rompiendo durante casi 2 horas y media sin parar. Tenía el culo tan dilatado y elástico cómo el chocho. Enseguida vi cómo el cochino negro salía de la posada y se subí a su vieja motocicleta. Ya era muy tarde, estaba tan caliente en el restaurant que casi no podía disimular mi erección a la hora de pagar. Tardé 10 minutos en subir hasta nuestro cuarto, dándole tiempo a mi Madre de que se recuperara de la tremenda enculada.

Cuando entré al mugriento lugar todo estaba en calma, al parecer mi Madre había quedado rendida en la cama y no reaccionaba. Me fui hacía el balcón para poder ver por la ventana, cuando lo hize la vi tirada boca abajo con el culo en popa, cómo se lo había dejado el cochino Dominicano. Desde mi posición se le miraba bastante dilatado, algo abierto, ¡ese maldito negro le había vencido las ligas del culo con sus arremetidas!, estaba totalmente fátigada y respirando profundamente, tanto que hasta se había olvidado de mi. Me quité de la ventana y la dejé descansar, creo que en verdad si lo necesitaba. Faltaba poco para marcharnos, si los cálculos no me fallaban teniamos que estar a las 6 de la mañana en el aereopuerto, para eso faltaban escasos 5 horas, así que para no molestarla me acurruqué en uno de los viejos sillones de la sala, pero antes de dormir me hize una paja, estaba muy excitado por lo todo vivido este día, tanto que con sólo unos simples jalones deseché más leche que el maldito negro, las aventuras de mi Madre cada vez me tenían más caliente.

Coloqué mi reloj con alarma a las 4 y media, eso me daría tiempo para avisarle a mi Madre que se alistara, y a mi para conectarme a la red y ver que iba a hacer mi Madre con el encargo. Faltaban 3 horas y tenía que dormir, este día sería muy largo.

.....

Me pareció un cerrar de ojos cuando mi reloj comenzo a sonar, eran las 4:45 y la luz de la recamara de mi Madre seguía encendida, seguramente no se había movido desde la última vez que la había visto, enseguida me levanté y llamé a su puerta, me costó más de 5 minutos en que me contestara, enseguida le dije la hora y que faltaba poco para nuestro vuelo, con algo somnolenta me contestó:

-‘‘Muy bien mi amor, ..en, enseguida salgo. Estoy algo cansada ’’.

-‘‘Bien Má, ..voy por un café. ¿Quieres que te traiga uno? ’’.

-‘‘No mi amor, ..estoy bien. Me parece bien cariño ’’.

Bajé nuevamente para el restaurant, el tipo de la recepción sólo se me quedaba viendo, llegué cómo la primera vez y me senté en la misma mesa, pedí un café cómo la primera vez, a los tipos del restaurant se les hacía raro ver a un muchachito de 12 años a las 5 de la mañana. Enseguida saqué mi laptop, la conecté con mi camara portátil y enseguida pude ver lo que hacía mi Madre allá en la habitación.

Ella aún no había decidido qué iba a hacer con el encargo de mula. Como primera reacción decidío asearme un poco. No podía desde luego salir tal y cómo estaba de allí con esa facha. abrió la regadera y se metió en ella, por unos minutos la perdí de vista, seguramente se estaría lavando muy bien en el culo, ya que aún debía de tener las tripas llenas de la leche del negro. Eran las 6 de la mañana. ¿Qué iba a hacer?. Abrío la cajá y vio las pelotas que debía transportar. Tal y cómo estaba, pensaba que no tendría mucha dificultad en poder trasportarlas en sus agujeros. Cada pelota tenía una fina y flexible capa de plástico, sólo esperaba que esta no se rompiera mientras la trasportaba.

-‘‘¡Oh dios!, ..es una locura ’’. Se decía a si misma mi Madre mientras se acomodaba para llevarselas.

Se puso en el suelo a cuatro patas y tomando una de ellas se agachó por entre sus piernas para alcanzar acceder a su trasero, comenzó a metérmelas, casi por comprobar que podía más que por haber decidido a hacerla de mula. Me preguntaba si lograría llevarse toda la mercancía, ya era más de 10 bolitas, pero con la ayuda del negro y del consolador, su esfínter anal estaba muy elástico y dilatado. Tomó una y respiró profundamente, se la llevó a su trasero y empujó, metío una…, dos…, tres…, seis…, siete! !Hasta la octava pelota pudo meterse en el culo de lo dilatado que lo tenía! Seguramente sentía las tripas llenas, repletas. Era cómo tener de nuevo la verga del Dominicano en el culo.

¡Faltaban aún más bolas!, ¿que iba a ser mi Madre con ellas?, lo pensó unos segundos y se puso en cuclillas esta vez, y se abrío los labios vaginales con una mano mientras con la otra intentaba meter las bolas que faltaban en la vagina. Una…, tres…, cuatro…, su vagina se ensanchó y comenzó a acoger a las bolas cómo si de una verga se tratara, reaccionando con involuntarios movimientos de la paredes vaginales al rededor de las esféricas cánicas de droga. Mi Madre estaba completamente llena, repleta cómo un pavo en navidad. Con cuidado se fue poniendo de pie, tapandose con una mano la chocha y la otra el culo, teniendo miedo de que una de ellas se le escapara.

Caminando cómo pingüinito se puso la tanga y esta, aunque diminuta, controlaba un poco la entrada de sus dilatados agujeros. Debía de hacer un poco de fuerza, un poco de presión, para que ninguna de las bolas se precipitara hacía fuera de su cuerpo. Se puso la falda y la camiseta con cierre y se calzó las sandalias de medio tacón. La camiseta le quedaba realmente ajustada y con el cierre abierto en cuello ‘‘v’’ hacía que el canalito de sus tetas y su sensual lunar en uno de sus pechos luciera tentadora y provocativa. El canalillo de entre las tetas era perfectamente visible y los pezones se marcaban permanentemente excitados a través de la tela. La falda era algo corta que ante cualquier movimiento brusco que hiciera se podía apreciar la blancura de su tanga de hilo dental semitransparente por la parte delantera y su perfecto y soberbio culo por la trasera, apenas atravesado por el minusculo hilo blanco que parcialmente le ‘‘taponeaba’’, si es que esto puede decirse, los dos repletos agujeros.

Las sandalias le estilizaban sus hermosas piernas y las hacían más sensuales y lascivas, cómo dos columnas blancas de mármol, definidas y perfectas, coronadas en una pedicur muy sensual. Enseguida cerré todo y pagé mi café, me dirigí a dónde mi Madre y la miré ya lista, la pobre apenas podía disimular las 12 bolitas en su interior, sin que ella se diera cuenta tomé la video camara y el microfono que había instalado y ya estaba listo para regresar a casa.

-‘‘Listo mi amor, ..¿no sé te olvida nada? ’’.

-‘‘No Má, ..ya junté todas mis cosas. ¿Te encuentras bien? ’’.

-‘‘Si mi amor, ..ya estaré mejor cuando habremos tomado el vuelo ’’.

A cómo iba el plan ibamos perfectos, tomamos nuestras pocas pertenencias y a las 7 de mañana estábamos bajando por las escaleras en dirección a la recepción de la humilde y sucia pensión. Al bajar, mi Madre notaba cómo las bolas en su vagina rozaban unas con otras ante el movimiento de sus piernas en una búsqueda por encontrar algo más de hueco para su acomodó y cómo las primeras bolas del recto subían hacía arriba de sus intestinos en un intento de ganar terreno y comodidad, cómo si estás tuvieran vida propia y sentido del bienestar.

-‘‘¡Ummhhh! ’’. Sollosó mi Madre.

-‘‘¿Que pasa Má?, ..¿te sigue doliendo el estomago? ’’.

-‘‘Un poco mi amor, ..pero no me hagas caso, busquemos un taxi ’’.

El recepcionista, nada más al verla, abrió los ojos desmesuradamente mostrando asombro e incredulidad ante lo que estaba contemplando. Seguramente que jamás en la vida había podido ver una hembra cómo mi Madre. Ella se acercó al mueble y le pidío que nos llamara un taxi. El tipo se quedó sin contestarle, su garganta no hacía más que subir y bajar precipitada y nerviosamente mientras la miraba sin recato de arriba abajo. Eran las 7:30 am y teníamos poco tiempo para coger el vuelo de las 10:00 am.

Salímos a la calle y vimos que al otro lado había un letrero de una parada de taxis. Hacía ella nos dirigímos, mi Madre de la mejor manera que podía sin intención de llamar la atención, cosa literalmente imposible pues entre su faldita y los tacones de las inestables sandalias sus movimientos eran torpes, temblorosos y lentos, cómo a cámara lenta. Todas las miradas de las pocas personas en la calle se centraron en ella. Yo detrás de ella miraba cómo docenas de ojos recorrían su cuerpo y cómo decenas de mentes maquinaban mil y un pensamientos lascivos y obscenos sobre ella.

Después de estar esperando cómo 15 minutos y las tantas miradas obcenas, al fin llegó el primero de los taxis a la parada, y sin decir nada nos montamos dentro del vehiculo. El taxista, más que atento al tráfico y a la ruta que debía recorrer para llevarnos al aeropuerto, estaba más centrado en verle la entrepierna por el espejo retrovisor. Mi Madre no se había dado cuenta por estar pensando en sus tripas, pero yo si, su minifalda se le había subido por la fuerza de la postura y casi lo que mostraba era el diminuto triangulito delantero semitransparente de su tanga. Yo veía cómo el descarado taxista sudaba y se tocaba la entrepierna con una de sus manos sin quitar el ojo por el espejo de su vehiculo.

Ella después de un rato sin querer lo descubrió, pero lo que me dejó perplejo fue que en vez de cerrarlas o acomodarse la mini, decidió cruzar las piernas para mostrarle estás en su máximo esplendor, la muy cochina no había tenído suficiente con la porrisa que le había dado el negro en la madrugada. Haciendose la despistada comenzó a juguetear con una de sus sandalias en el pie haciéndolo saltar hacía arriba y hacía abajo. Se hacía la distraída, pero en realidad quería que el tipo se acordara en toda su vida de ella y que fueran muchas las noches que se masturbara con el recuerdo de aquella hermosa hembra en su coche.

Yo me voltié para otro lado, dejando que mi Madre se divirtiera con su jueguito nuevo. Pero en realidad la iba observando por el reflejo de la ventana. Mi Madre se estaba excitando con su coqueteo y al pareecer nosotros también, el taxista ya no sabía para dónde voltear, en varias ocaciones casi atropella a un peatón. Pero ella seguía con su jueguito, se tocó el canalillo de entre sus pechos cómo intentando secar las gotitas que tenía dibujadas de sudor, abanicándose con una mano y bufando en protesta por el sofocante y asfixiante calor que hacía en este país. Su mano con ese movimiento hacía que sus tetas, libres de sujetador, bailaran en el interior de la estrecha camiseta. El taxista masajeaba ya más abiertamente su paquete en tanto ella volvía a cruzar las piernas cambiando de postura y haciendo bailar en su otro pie la llamativa sandalia. En eso, la gota que derramo el vaso, no sé si lo hizo porque en realidad quería enseñarme algo o simplemente para deleitar a su observador, pero en un movimiento rápido se puso de rodillas sobre el asiento y apuntandome hacía la ventana trasera me dijo que mirara un monumento famoso de aquel país.

La contemplación de lo que pudo haber visto debió de ser traumática para el pobre y abatido taxista. La visión de su soberbio trasero atravesado por la fina y sedosa tira de su tanguita y el masivo abultamiento de sus labios vaginales sobresaliendo por la ridícula tela incapaz de tapar algo.

-‘‘¡Si la miraste mi amor!, ..esa fue el regalo que les hicieron cómo atributo de su libertad ’’.

-‘‘Si Má, ..ya sé que la trajero desde muy lejos ’’. Mi Mami que me iba a enseñar a mi, Ja.. si cómo no, si lo que quería era enseñar pero para otro lado.

Se volvió a sentar en la anterior postura, haciéndose la distraída y ajena ante el espectáculo exhibicionista del que había estado brindando al pobre taxista. Poco a poco se estaba comenzando a excitar de nuevo, sin saberlo, sin percibirlo, su vulva comenzó a palpitar y su insaciable vagina comenzó un incesante, involuntario y continuo movimiento de sus paredes en derredor de las bolas que albergaba. Y fue a partir de ese momento cuando, tarde, sintió que no debía de haber intentado tal cosa. Enseguida sintió cómo una de las primeras bolas insertadas se movía ligeramente hacía afuera en respuesta de la presión que ejercía su elástica y lasciva vagina sobre ellas.

-‘‘¡Ummhh!.. ¡Oh dios!, aqui no ’’. Decía mi Madre apretando las piernas para lograr atraparla.

Sentía cómo una de las bolitas se le escaba de entre sus labios vaginales que le aprisionaban y cómo esta chocaba con su transparente prenda interior, mi Madre no sabía que hacer, si se baja así del vehiculo seguramente vería su pelitota rodar por el camino. Para su malduta fortuna no sólo esa quería salir, si no que enseguida la quisieron seguir el resto de las bolas con las que compartía sitio. La tanga fue rápidamente una barrera para evitar esa desgracia, pero el movimiento del vehiculo más la mezcla del flujo vaginal que permanentemente destilaba su preparado chocho hacía imposible la sujección. Enseguida disimuladamente se llevó dos dedos a su entrepierna para comprobar con horror y alarma que una de sus bolitas estaba ya casi fuera de su chocho.

Quedó aterrada ante esa posibilidad, enseguida se puso a meditar en las implicaciones y consecuencias casi inmediatas que aquel contratiempo podría acarrearsele. No sabía cómo reccionar, era evidente que no se iba a meter los dedos en el chocho mientras su pequeño hijo y un taxista lujurioso estábamos observandola. Enseguida pensé algo rápido para ayudarla, me quité mi pequeña chamarra deportiva para decirle que me la detuviera, que estaba sofocado por la calor, enseguida se la coloqué en las piernas a modo de taparselas, eso fue un alivio instantaneo para ella, ya que instantaneamente se llevó una de sus manos hacía dentro y moviendose ligeramente se empujo la bolita nuevamente a su lugar.

-‘‘¡Ufff!!. ¡Que calor hace!, ¿verdad mi amor? ’’. Resopló mi Madre al verse a salvo de su accidente.

Estábamos llegando ya al aeropuerto cuando sintío cómo en su interior las bolitas alojadas se acomodaban libremente por la gran lubricocidad de su entrepierna, su chocho estaba muy hipersensitivo y tremendamente sensible a cualquier tipo de estimulo. Sentía cómo las bolas insertadas en su sexo rozaban unas con otras, cómo se movían y le estimulaban cada uno de los pliegues de las paredes de su chocho. Tenía que controlarse, tenía que ser capaz de tomar el dichoso avión de regreso y escapar de toda aquella pesadilla. Pagó al taxista el trayecto y bajamos, ella algo tambaleánte cuando comenzaron a invadirla espasmódicos e incontrolados movimientos de su sexo masajeando las bolas que lo tapaban. Su chochita intentaba por sí sola, y cómo si tuviera una mente separada a la suya, de aparearse, estimular y ordeñar el supuesto pene que la llenaba.

-‘‘Po, por aqui, mi amor ¡Ufff!!.. Aqui hay que formarnos ’’.

Nos encontrabamos en la cola de la aduana cuando mi Madre empezó a sentír un orgasmo bestial que hizo que se le doblara las rodillas y que casi cayera al suelo de la sala de espera del pequeño aeropuerto. Enseguida en un reflejo involuntario logré sujetarla del brazo y de la cintura para que no cayera. Ella seguramente sentía cómo las paredes de su chocho aprisionaban ferozmente a las bolas y cómo irremediablemente las otras en su culo hacian su otra funcion de excitarla. La pobre apretaba las piernas y se mordia ligeramente los labios para gemir a media sala. Una pareja de policías que no cesó en ningún momento de observarnos, se acercó a toda prisa.

-‘‘Hey, hey, Mrs, ..¿what happens? ’’. Le dijo uno de los oficiales.

-‘‘Mi, mi Mami esta bien, ..sólo tiene unos ligeros cólicos ’’. Trataba de explicarle a uno de los policias.

Pero lo agentes no sé comian algo cómo eso, sospechaban algo. Rápidamente la sometieron y le colocaron los grilletes en sus muñecas a su espalda. Así que haciendome para un lado la tomaron cada uno de ellos por cada uno de sus brazos y la levantaron llevándola a otra sala de inspección. Mientras la llevaban escuche que la gente decía:

-‘‘Parece que detuvieron a una Prostituta con drogas ’’. Comentaba alguien entre la gente.

-‘‘Mírale la facha, ..sabrá dios que traerá ’’. Agregaba otro.

-‘‘Si, y sus piernas mojadas.. ¡ja ja ja!.. Parece que la atraparon en el medio de su trabajo ’’. Reía otro.

Los mordaces comentarios destruían más a Mamá. Se sentía la peor basura del mundo. También podía sentir cómo todas las miradas del aereopuerto aterrizaban en su cuerpo, con sus pechos duros y apenas cubiertos por esa blusa que no dejaba nada a la imaginación, pero ella tenía más problemas en soportar las oleadas de placer y en sostener aquel transporte dentro que los insultos y las miradas de los pasajeros. Fue llevada lentamente hasta uno de los departamento de revisión.

Yo iba detrás de ellos, llorando y nervioso, sabía que si la revisaban le encontrarían aquello y ahora si estariamos en graves problemas. La llevaron dentro, atraves de un largo pasillo en la parte trasera del aereopuerto. Yo seguía tras ellos, cuidando a mi Madre que no sé la llevaran para otro lado. Pero Mamá pese a la gravedad de la situación, su entrepierna había nublado todo resquicio de razón y parecía ya sólo obedecer los estimulos que le producía su vagina, se vio invadida por sensaciones nunca antes sentidas, su voluntad y su conciencia habían sido anuladas y ya sólo quería sentir y ser usada por cualquiera, dónde quisieran y de la forma que más les apeteciera. Los policías, absortos, no dejaban de mirarla y lanzarse exclamativas expresiones de asombro en su idioma.

-‘‘¡Hey!.. Where did you found her? ’’. Preguntaba uno riendo.

Cuando entraron Mamá miró y vio cómo los otros policías giraban sus cabezas mirando su cuerpo, deleitándose con su figura cómo si la fueran a violar allí mismo. Llevada por largos pasillos llegó a una sala dónde otro oficial vestido de uniforme saludó efusivamente a los otros.

-‘‘¡Oh, fuck! What a tastefull little whore you have here!! ’’.

Riendo, los dos agentes la hicieron sentarse en una silla. Poniéndose detrás de ella, uno de ellos abrió las esposas que sostenían sus muñecas. Inmediatamente Mamá levantó los brazos. Se frotaba los brazos y antebrazos adoloridos por la prolongada posición. También se frotaba las muñecas adoloridas y marcadas por los intentos anteriores de liberarse de las esposas. Un par de marcas rojas eran el recuerdo imborrable del viaje y de la brutalidad policiaca que había en este pais.

-‘‘It's you protection ’’. Le dijo uno sonriendo.

Cuando el agente terminó con las hebillas de sus brazos, el otro se puso en cuclillas delante de ella. Instintivamente mi Madre cerró sus piernas ocultando sus partes íntimas.

-‘‘¡Por favor!, ..¡mi hijo! ’’. Dijo volteandome a ver.

El que seguía hincado viendole las piernas se puso un guante de látex mientras que un nuevo agente la sujetaban por los hombros haciéndo que no se moviera ningún centímetro y obligándola abrir las piernas. Enseguida el otro agente se dirigió a mi, me dijo que me saliera y que esperara afuera, porque tenían que hacerle una revisión en busca de drogas.

Sin más remedio tuve que obedecer al agente y dejar a mi Madre en manos de esos tipos, pero antes de eso coloqué el microfono en su bolso y lo dejé en una de las sillas, esperando que los tipos no la revisaran y me dejaran escuchar todo lo que ahí adentro sucedería. Inmediatamente afuera, me coloqué el audiocular para escuchar y traté de buscar el mínimo de una rendija para poder observar la obscultación que seguramente le harían a mi Madre. Sin querer y ‘‘por suerte’’ del destino me topé con un cuarto de servicio, justo a un lado de la sala de interrogatorio. Ya en él, en la parte alta, tapado por unas cajas estaba una rejilla de calefacción vieja que daba a esa dichosa sala, enseguida me trepé sin hacer ruido y con un desarmador que encontré ahí mismo, doble una de las rejillas para lograr ver lo que harían esos sujetos.

Ya estando ubicado logré ver cómo el agente del guante, con una maléfica mirada y relamiéndose los labios contempló la empapada tanga de mi Madre y de un desgarrón fuerte se la arrancó por completo. Con el violento movimiento sus tetas se menearon para todos lados aumentando el júbilo de los agentes, lo que provocó entre ellos una serie de comentarios ante lo que estaban viendo. Mamá lloraba y temblaba de miedo. Dentro del destacamento de policía, las cosas no habían mejorado de lo que había sucedido esta madrugada o durante todo el viaje.

-‘‘¡No por favor, no! ..¡no hagan eso! ’’.

Sin embargo, las manos del otro agente tomaron sus brazos y los apoyaron sobre los costados de la silla en la que la habían sentado. Los posabrazos eran mullidos y revestidos en un cuero negro. Inmediatamente que su brazo estuvo apoyado, una correa con hebilla sostuvo su mano derecha inmovilizándola. Su mano izquierda corrió la misma suerte y pronto Mamá se vio inmovilizada otra vez. Un par de nuevas correas sostuvieron sus brazos a la altura del codo mientras que ella los miraba con ojos suplicantes.

-‘‘¡No me voy a escapar!, ..lo juro ... ¡No me amarren más!, ..por favor ’’. Suplicaba.

Tomada de los brazos y totalmente expuesta estaba mi Mami frente a dos agentes de narcoticos en una habitación extraña. ¿Que harían con ella? ¿Podría volver con su hijo a casa cuando se dieran cuenta de lo que trasportaba? ¡Ella era inocente!, Mamá pensaba eso y miles de situaciones más pasaban por su cabeza. La sala sólo tenía una mesa a dos o tres metros de esa gran silla de madera y enormes espejos que cubrían las paredes de atrás y adelante. Un par de potentes reflectores apuntaban al centro de la sala, pero aún estaban apagados.

-‘‘¿Acaso no gustar yo? ¡Je je je!..’’ Se mofó el agente mostrándole el dedo.

La mano del policía se deslizó por su muslo acariciándola, pero fue sin el guante que lo hacía, Mamá sentía el contacto con la piel de él y su mente recordaba automáticamente los momentos de excitación de hace unos momentos. Sin poder evitarlo mi Madre sentía cómo su sexo se humedecía más. Las manos del policía acariciaron su rodilla derecha y bajaron hasta su pantorrilla, el desgraciado agente de la ley se deleitaba en esta ocasión con una delincuente tan bella. Suavemente fue metiendo sus dedos entre sus piernas y con leve esfuerzo las fue abriendo. Mamá no deseaba abrirlas, pero su subconsciente recordaba esos dedos y el torbellino de sensaciones entre sus piernas, sus músculos perdían fuerza dejándose arrastrar por el indecente policía.

Con su vista clavada sobre el sexo de mi Madre, el oficial sonreía mientras que iba llevando la pantorrilla hacia el pie de la silla. Ella miraba los ojos del agente y sentía que su sexo se derretía nuevamente. Perdida en esa situación apenas sintió cómo la mano del otro ayudaba a su compañero y le abría la otra pierna también. Sin embargo algo en mi Madre hacia que no pudiera apartar los ojos del tipo que tenía hincado frente a su entrepierna.

Cuando Mamá sintió las correas envolviendo sus tobillos fue demasiado tarde. Rápidamente trató de jalar bruscamente tratando de cerrar las piernas pero ya fue inútil.

-‘‘¡Noo!, ..¡las piernas nooo! ’’. Gritó ella desesperada.

Pero fue demasiado tarde, con las correas bien apretadas alrededor de sus tobillos y sus brazos atrapados en la silla Mamá contorsionaba su cuerpo tratando de zafarse. La mano del oficial ahora subía por sus pantorrillas, acariciaba sus rodillas y avanzaba por sus muslos. Mi pobre e indefensa Madre hacia fuerza tratando de cerrar sus piernas pero sólo lograba acercar un poco sus rodillas entre sí, sin cerrarlas del todo. Mayor fue la desesperación aún cuando las manos del oficial acariciaron sus rodillas y pasaron dos correas, una a cada lado y las fueron apretando obligándola a mantenerlas bien abiertas del todo. Con la hebilla cerrada sobre su muslo y muy pegado a su rodilla ella no podía mover sus piernas. Aterrada y llorando vio cómo el oficial que la obscultaba se asomaba por encima de su hombro derecho.

Justo en ese momento la puerta de la habitación se abrió y otro uniformado entró a la sala con un enorme bolso y un trípode fotográfico. Luego de saludar a sus amigos y de que ellos le recriminaran que llegaba tarde, miró a Mamá y sonrío. Sacó una cámara profesional de su bolso y luego de unos segundos de ajustes comenzó a tomarle fotografías de todos los ángulos posibles. Mi pobre Madre deseaba desaparecer en ese momento. Por más que forzaba sus rodillas no podía cerrar sus piernas y las fotos se sucedían una tras otra con primeros planos de su sexo abierto y de sus pechos amarrados.

-‘‘She's ready now ’’.

Con horror vio cuando el agente que estaba situado entre sus piernas estiraba el latex de su guante y se preparaba para tactarla. Su chochito abierto y expectante acogió sin dilaciones los enguantados dedos del agente. Y ante la mirada de asombro de todos y de ella misma, el agente poco a poco fue sacando de su interior las bolas restantes.. cuatro, cuatro bolas sacó de su interior. Trás el asombro de los dos agentes.

-‘‘¡Mmmhh!.. so tender ¡Je je je!..’’

-‘‘¡No please don't ... don´t do that!! ’’. Le pidió mi Madre en ingles.

-‘‘I see you understand english little whore... ok, ¡Je je je!..’’

Los dedos del agente hurgaban en el inflamado sexo de mi Madre, eso era mucho más de lo que ella podía soportar y comenzó a moverse entorno a ellos en un movimiento circular de caderas elevando el pubis y el culo de la silla en la que estaba sujeta. El otro agente se llevó en una bandeja de metal las bolitas que le habían sacado, regresando a la sala sin ellas en menos de un minuto, desde luego, no quería perderse el espectáculo ni la ‘‘oscultación’’ que iban a proporcionarle aquel duo de aprovechados.

-‘‘¡This Woman is hot! ¡Je je je!..’’ Le decía el tipo que la obscultaba mientras veía cómo movia las caderas.

-‘‘No... please.... don´t touch me..’’ Suplicaba Mamá en ingles.

-‘‘Yeah ¡Je je je je!..’’

Mamá se sintió más traicionada que nunca en ese momento. Sus ojos de sorpresa fueron rápidamente fotografiados por el otro oficial. Luego de eso, y tomando otra cámara el oficial se acercó más a ella y comenzó a tomar docenas de fotografías. El otro que estaba detrás, aprovechó y le bajó el cierre de su blusa para que también pudiera retratar su redondos y deliciosos pechos. Luego la empujó hacia atrás para que su rostro quedara frente a él, y asi poder ver las facciones de su rostro al descomponerse por las sensaciones que experimentaba. Mamá gemia desesperada. Sabia que era inútil resistirse y se dejó llevar. Además, con quien se iba a quejar si la misma policía la estaba ultrajando así. Sólo deseaba que terminaran pronto. Mientras tanto las fotos seguian, algunas fotos de su sexo abierto por las manos del agente que la oscultaba, hasta algunas otras con los dedos del agente dentro de su vagina terminaron con el rollo de fotos en la cámara.

Ante su supuesta colaboración le quitaron las correas y empezarón a sobarla por todos lados, las piernas junto con sus tetas. Los dos agentes estaban cómo locos masajeando a mi Madre, ya que ella se encontraba en un estado semi-inconciente y no hacía nada por evitarlo. Se estaban dando un banquete algo relativamente fácil debido al pedazo de hembra que tenían delante. Mientras, el agente del guante olía, curioso, después de haberlo sacado de ese lubricado chochito, con los dedos brillosos depositados en el látex de este. Y riéndose, se lo dio a probar a su compañero para que la catara, cómo si de un perfume caro o de un buen vino fermentado se tratara.

Sus carcajadas fueron generales mientras mi Madre se debatía ansiosa en busca de placeres. Cuando vio que los tipos se empezaban a desabrochar sus pantalones cómo que reaccionó de su somnolencia y enseguida preguntó por su hijito:

-‘‘¡Esperen, esperen!, ..no, no esto esta mal. ¿Do, dónde esta mi hijo? ’’.

-‘‘Shut up bitch, ..tú estar en problems, tener drugs en yur body. Tú no pouder salir de este País, ..¡are our prisoner! ’’. Le dijo el oficial con su español apenas entendible.

-‘‘¡Por favor no!, ..¿do, dónde esta mi hijo?. Es, estaba conmigo, ..¿dónde está? ’’.

-‘‘Lovely quiet, ..si tú portar bien, talvez regreusarr your country. Y poder llevaur your child ’’.

-‘‘¡Esta bien!, ..uste, ustedes hagan lo que quieran conmigo, pero por favor busquen a mi hijo. El es muy pequeño y conoce este lugar ’’.

-‘‘¡Ok!, tú pourtar bien con nosoutrous, ..look after your child ¡Je je je!..’’

Los desgraciados agentes estaban desesperados por obtener el bellísimo cuerpo de mi Madre, jamás imaginaron que en un día cómo este obtendrían un buen arresto y una hembra tan espectacular. Enseguida el otro agente se le puso enfrente, la miró detenidamente, y asintiendo con la cabeza le dijo:

-‘‘Ok baby, ..tú ser buena, nosotrous sólo querer un pouquito, ¿Is not it buddy? ¡Ja ja ja!..’’. Dijo cerrando nuevamente con llave la puerta por dentro.

-‘‘¿Pe, pero me prometen que después buscaran a mi hijo? ’’.

-‘‘No problem lady, ..cada cousa es su tiempo, lovely, ..get on your knees ’’. Le dijeron bajandola de la silla y de los hombros apretandole para se arrodillara.

Mi Madre no se movió ni un milímetro mientras los agentes se bajaban el cierre para mostrale sus vergas realmente considerables. El primero que se le hacerco fue el que parecía de más rango, ya que el otro le permitia todo.

-‘‘Sure you know suck ¡Je je je!..’’ Rió uno de ellos tomándose la verga delante de sus amigos.

-‘‘Come on lovely, ..segurro que con lo buera que estás, tú saber chupar. Now lets start opening your mouth ’’. Le dijo colocándose frente a ella a la vez que se agachaba un poco para agarrarle su teta izquierda y sacarsela de la camiseta.

-‘‘Só sólo haganlo rápido para que busquen a mi hijghh ¡Ummhhh!! ’’.

La verga del agente que comenzaba a irse poniendo a tono no la dejó terminar la frase, ya que la metió entre tus labios, volviéndola a hacerla sentir utilizada para el antojo de otro par de depravados. No se la metió muy adentro, pero lo justo para que su glande tocara su lengua haciéndola saborear sus primeras gotas de líquido preseminal.

-‘‘¡Come on Bitch!, ..opens his mouth we. ¿What's up, do not want to see your son and return to your country?. Come on, ..going to the bottom. ¡Come on!, ..apre bien tu bouquita, bitch! ’’. Le dijo el agente golpeando su mejilla con su verga semi-erecta y obligándola a abrir la boca a la vez que la tomaba de su cabeza con las dos manos llevándola hasta su falo.

Mi Madre no se resistió demasiado y abrió la boquita de par en par para dejar entrar esa verga entre tu preciosos labios. Ella sabía perfectamente que no tenía otra opción, estaba en un país ajeno, acusada de trafico de drogas y además era chantajeada para encontrar a su hijo, no tenía muchas opciones.

-‘‘¡Ooohhh! it's good, ..do you like honey?. La veurdad que nou me esperraba una limpieuza de bajous cómo esta, mientraus buscaba drougas, la veurrdad ¡Je je je!.. ¡Oh! yes baby, ..nice mouth. Que ruica y qué lengürita tan divina tiene, ..come on, métetelau bien dentrou. No quieurro ver ni ún milímetrou de my dick fuerra ojitous bonitous!  ¡Je je je je!..’’

-‘‘¡Mmghh!!, ¡nghoo seagh beghh giaaa!! ’’. Decía mi Mami con la boca llena.

La verga del agente iba tomándo tono con la mamada pero todavía no estaba a tope. Solo seguía semi-erecta, por lo que le entraba perfectamente en la boca, eso sí, le obligaba a abrir las mandíbulas todo lo que podía, porque su grosor ya se iba confirmando cómo bastante mayor que la que antes había recorrido ese camino.

-‘‘¡Oooh!.. Ser moula de primerra ¡Je je je!.. ¿Do you like honey? ’’. Le dijo sujetandola bien de su abundante cabellera.

-‘‘¿Ah sí, eh?, ..I also have to prove ¡Je je je!..’’ Decía el otro pelandose la verga viendo a su compañero.

-‘‘De momeunto quierro que nou salga de tou bouquita, ni un milímetrou de veurrga. ¡Teu voy a joder hasta la garrgantau! ’’.

-‘‘Come on, John .. you can go. ¡Do you like, bitch!, ..fuck her mouth boys !!!. A mi gustar ese tremendou culoute que tu tenerr sweet heart, ..segurramente poder meterr hasta los güevous ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Good idea, Pete!, ..i like the big ass. Yo también proubar ese culoute ¡Je je je je!..’’

-‘‘¡Ngho!, pogh fagh voghh!, ..¡pogh egh cugho nngho!. ¡Otgha vegh nghho!! ’’. Decía mi Madre tapandose el trasero con una de sus manos.

Mi Madre sabía que si le daban por el culo seguramente se darían cuenta de que aún conservaba una buena cantidad de mercancia en su pequeño recto, tenía la esperanza de llevarle tan siquiera esa a Montoya, pero parecía que a los agentes su trasero era el que les llamaba más la atención, porque no dejaban de mirarselo.

-‘‘¡Shut up bitch!, ..tú darr tu colulito o quedarr aqui enserruada por muchou tiempou. Tu quedarr quieta, ..¡yo romper you fucking big ass! ¡Je je je!..’’

La verga del agente John para ese momento ya estaba bien dura y lucía todo su grosor, forzando a Mamá a abrir tanto la boca que parecía se le iba a dislocar. No parecía tan larga, pero desde luego era realmente gruesa. Por otro lado la del otro agente ya palpitaba en sus manos y comenzando a pedir guerra.

-‘‘¡Come on bitch!, ..truaga un pouquito, que nou pasar de la gargantau ’’.

El agente John la agarraba con fuerza de la cabeza y empujaba su verga hasta dentro de su boca arrancándole arcadas una y otra vez, pero no cesaba en el intento de joderle la boquita cómo un bestia.

-‘‘¡Mmggh!!!, ¡ngohh!, ..¡baghtaaahhh!!! ’’.

Los gritos guturales de mi Madre ahora ya eran constantes en cuanto la verga de John no le apretaba en las amígdalas provocándole una nueva arcada hasta que en una de esas embestidas la pobre si tragó de verdad y su la verga del agente desapareció por completo en su boca. El agente la sujetaba con fuerza por la nuca mientras ella trataba inútilmente de respirar con la boca llena de verdad.

-‘‘Oie look, Pete, ..ahorra sí la ha tragadou de verrdad ¡Je je je!.. ¡Look!, ..tiere la garrgantau bien llena ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Oh shiet!, ¡Oaahh!!.. Dale, dut... Hard John, hard. A mi me estár poniendou crazy. ¡Mirrar cómo mueve el culou cuando le jodeus la bouca ¡Je je je je!.. ’’ Le dijo el otro agente colocándose detrás de ella arrodillado y agarrándole con cada una de sus manos una de las nalgas.

No fueron más de 5 o 6 segundos en los que mi Madre tuvo la garganta tapada por la verga del agente John, pero al sacarla la pobre respiraba agitadamente cómo si hubiera estado minutos sin tomar aire.

-‘‘¡Ooohh!.. Do you like honey?, ..tú tenerr una gargantau realmentue estreuchita. ¡Come on!, ..outra vez ’’.

-‘‘¡Nooo!, ¡Otra vez nggohhhh! ¡glohh!, ¡glahh! ...’’

Sin más pausa la volvió a tomar por el pelo y enfiló a su, ahora ya durísima reata, nuevamente a su garganta. La pobre de mi Madre se resistía inútilmente, porque sus dos manos se encontraban taponeandose el culito, eso le impedía hacer fuerza y por otra parte algo salvaje dentro de ella la excitaba, notaba que el sentirse violada por esos dos desconocidos le daba un morbo hasta ahora ya conocido.

-‘‘Mrs. opens his mouth we, ..touda, touda. ¡To the balls! ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Noghhhr!.. ¡glohh!.. ¡glahh!..’’

Nuevamente la verga del agente se hundió hasta el fondo de su garganta mientras sus manos empujaban con fuerza de su nuca haciendo que tu nariz chocara con el bello púbico del güero. Esta vez no hubo arcadas. Parecía cómo si le hubiera dejado abierto el camino, la pobre ya se le iba cómo agua. Mi Madre se sentía violada con ese falo gordísimo clavandose por su garganta hasta el fondo y toda su preocupación en ese momento era sacar ese cuerpo extraño de ahí para poder volver a respirar normalmente. No sé había dado cuenta que detrás de ella estaba el otro agente, arrodillado, sobandole el culo con una mano en cada una de sus redondas, duras y preciosas nalgas, con su verga completamente dura dispuesta a entrar al juego.

-‘‘¡Come on Pete!, ..you can go ’’.

Tomándola del cabello el tal agente John obligó a mi Madre a agacharse hacia adelante mientras el tal Pete se paraba detrás de ella. Quitándose el guante el tipo deslizó su dedo mayor entre el ano de mi Madre y sus ojos se abrieron de par en par.

-‘‘¡Wait, wait!, ..no pleashhh ’’. Suplicó Mamá.

Tomándola de los pelos que sostenía el tal John, su compinche alzó la cabeza de mi Mamá y la tomó de la barbilla mirándola a los ojos sonriendo.

-‘‘¿Quierres por el culou, sweet heart? ’’.

Mamá cerró los ojos sabiendo cuál era el siguiente paso que los agentes querían investigar. Mientras el tal Pete le agradecía, el otro bajó la cabeza de mi Madre una vez más. Mirando Mamá por entre sus piernas pudo observar cómo el maldito agente se bajaba los pantalones y se daba los últimos jalones detrás suyo. Mordió los labios y sintió los pies del policía entre los suyos abriéndolos. Con sus manos sosteniendo el torso de su cuerpo nada pudo hacer para evitar la enculada que se le avecinaba. Sus ojos no podían apartarse de ese tremendo pedazo de carne que comenzaba a aparecer bajo sus piernas. Tampoco pudo cerrarlos cuando vio cómo se acercaba a su culito maltrecho. Con todos sus sentidos observó cómo el agente se untaba un sopesón de saliva en el glande y le ponía la punta de su miembro sobre su dilatado arito rosado. El tipo se afianza de las caderas de mi Mami y el siguiente movimiento que sintió fue el pistón de carne entrándole salvajemente y chocando contra lo que llevaba dentro.

-‘‘¡AARGGGGHHHHH!!!... ¡NOORRGHHH!!! ..’’

El rostro de mi Madre era un poema, ojos abiertos cómo platos, la saliva impregnando completamente en su nariz y barbilla mientras el agente le seguía manteniendo la verga clavada hasta el fondo. Dos empujones más y la sensación de dolor casi dobla sus rodillas. Entre gemidos y sonidos guturales el hombre acababa de cochar con algo en el fondo de los intestinos. Mamá jamás había experimentado una sensación así. Su culito le dolía por la salvaje penetración, pero a la vez comenzaba a excitarse con las caricias de las canicas en su interior y el caliente pene que se frotaba dentro de ella. Mamá gemia por la intruisión mientras el agente de narcoticos golpeaba su pubis contra sus glúteos haciéndola perder equilibrio y quedar sostenida dolorosamente de sus cabellos en manos del otro agente.

Pero de repente ocurrió lo que Mamá tanto temía.

-‘‘¡Oh... fuck!!.. ¿What a fuck? ’’. Dijo el agente al chocar su pene con las bolas que tenía incrustadas.

-‘‘¡Mmmhhhh!!, ¡NOOO!! ’’. Ahora sí que mi Madre estaba en problemas.

-‘‘¿What up Pete? ’’.

-‘‘¡Mother fucker!, ..¿damn you bring drugs? ’’.

El agente sacó su verga del dilatado agujero de un tirón, dejándola respirar mientras el otro la seguía sujetando por los hombros. Se habían dado cuenta de la mercancia y no querían dejarla mover. La pobre aún traía las ocho pelotas que había podido alojar en su recto y ante el obstáculo que ofrecían estás y la presión que ya de por si realizaba sobre ellos una de ellas salió cómo si fuera un güevo saliendo de una gallina. ‘‘¡ploff!’’

-‘‘¡Oh Shiet!, mother fucker, ..¡come on!, ponteu de pie fucking moula ’’.

La hicieron ponerse en cuclillas apoyándose en una de las paredes de la sala y con gritos y jalones de greñas la obligaron hacer fuerza para expulsar las bolas que aún tenía en su cuerpo. Como una gallina pone huevos, fueron cayendo al suelo las otras ocho pelotas restantes que aún mantenía firmemente insertadas en sus entrañas. Los agentes se daban codazos unos a otros, riéndose y viéndola expulsar las pelotas que quedaban pegadas en la base de la sala.

-‘‘¡Ja ja ja!.. with this arrest will give us a medal ¡Ja ja ja..’’ Dijo el agente que mandaba.

-‘‘We will take open your ass ¡Je je je!..’’

-‘‘Come on, bitch, ..doggy style ’’.

La pobre ya no tenía salida, que le iba a explicar al Sr. Montoya, toda su carga había sido decomisada por la policia de la duana, y todavía para su mala suerte aún tenía que satisfacer la lujuria de los agentes. Decidió hacer lo que le pedían, talvez con eso la dejarían ir y al menos buscar a su hijo.

Se colocó a cuatro patas mientras el agente nuevamente se colocaba tras ella, de un sólo golpe la verga fue clavada en su interior cómo una estaca. Otra vez sus glúteos notaban el chaqueteo del tacto al chocar contra la fuerte pelvis del agente. ‘‘¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!, ¡PLAFF!!’’.

-‘‘¡Oh por dios!, ..por favor, please, despacito, despacito.. por favor que me lástimas ’’. Decía mi Madre agotada, respirando muy agitadamente cómo tratando de recuperar el resuello.

-‘‘¡Shut up bitch!, ..yo dar por el coulo todou lo que quierro y que si querrerr que yo meter por delante me tenerr que rougar Fucking moula. ¡Je je je!.. Mi querer que tu pedir por favor que te jouda tou chouchitou.. ¡Uff, ufff!!.. Tu tienes un chouchiou delicious y lou voy a disfroutarr, but ahorra sentirr más a tirro tu coulo sweet heart ¡Je je je je!..’’

-‘‘¡No please!, ..sácala, sac… mmmppphffff!! ’’.

Nuevamente la verga del agente John se le metió por la boca hasta el fondo. Mi Madre pudo haberla cerrado para evitarlo, pero en cambio abrió más la boca. Ella no sabía por qué, talvéz por una parte le apetecía sentirse violada. Notar esa verga tan dentro de su garganta no era algo nuevo para Mamá y a pesar de sentirse humillada e indefensa, no podía negar algo de excitación. Le dolía el culo a horrores eso estaba claro, pero esta vez no había sido tan dolorosa la penetración cómo antes. Talvéz la tomó por sorpresa, talvéz lo tenía ya un poco abierto y lubricado por eso de las bolitas a la salida, o talvéz le apetecía volver a sentirse utilizada por dos tipos que no conocía.

El otro agente la tenía bien sujeta con las manos por las caderas mientras su falo entraba y salía de su culo, hasta el fondo y hasta casi sacarla, hasta el fondo y … así una y otra vez. Simultáneamente el otro agente seguía cogiendola por la garganta, metiéndosela hasta el fondo y luego sacándosela, disfrutando y gozando ambos del cuerpo de mi Madre a su antojo.

Así estuvieron un rato, tras el cuál los quejidos y movimientos de mi Mami para tratar de liberarse desaparecieron y fueron sustituidos por gemidos de placer. La muy cerda estaba disfrutando comiendo una enorme estaca y siendo enculada. El otro agente que la enculaba cómo Perra contribuían a esos gemidos metiéndosela fuertemene y sobandola por el clítoris para empujar bien al fondo.

En un momento al que se la chupaba le sacó la verga de la boca, estaba demasiado cachondo cómo para seguir con la mamada. No quería correrse todavía en su boca y quería seguir jugando con ella. Ese fue el momento en que mi Madre se destrampó y les dijo:

-‘‘¡Vamos cabrones!, ..¡jodanme mi chochita!. Por favor, ..lo estoy deseando. ¡Métanmela por adelante!, ..necesito sentirme llena de verdad ¡Arghh!..’’

-‘‘¡Ja ja ja ja!.. Vacha con la moulita. ¿La quierres por el choucho sweet heart?, ..vas a verr lo que es sentir tou chouchitou llenitou, bitch ’’. Le respondió el agente superior tumbándose en el suelo con su verga apuntando al cielo.

-‘‘¡Come on bitch!, ..arruiba, arruiba de my parner ’’. Le dijo el otro sacandosela del culo.

-‘‘¡Yeah Pete!, ..here, we bring it to me here, will be making it a good mounted ’’.

-‘‘Yeah boss, ..come on, bitch. Muévete, ..move ’’. Le dijo agarrandola con fuerza por las caderas.

-‘‘Nou, nou, nou Pete, ..metesela en el coulo mientras la truais, I'll make a sandwich ¡Je je je je!..’’

-‘‘¡Ja ja ja!.. Good idea, ..¡vamos sweet heart!. Va parra dentrou ¡Ja ja ja!..’’

El desgraciado se la volvió a meter de un sólo golpe sacandole el aire a mi Madre y sin más la fue empujando para sentarla sobre su compañero que lo esperaba con la tranca al cielo.

-‘‘¡Norghh!, por favor, please ..así no puedo andar, por favor, sácamela que no puedo. ¡Cabrones me van a matar! ’’.

-‘‘You will not die. ¡Je je je!.. Ya te sujeto parra que no te caigas, get on your knees. Despacitou que no quierro que se te sarga ’’. Le dijo agarrandola con fuerza de las caderas empujandola hasta donde estaba esperandola su compañero.

Así en esa postura tan incómoda ( a cuatro patas y enculada ), se la llevó de rodillas hasta dónde su compañero estaba tumbado en el suelo, hasta colocarla justo a caballo encima de su falo.

-‘‘¡Ya por favor!, ..sácamela del culo, por favor. Deja que él me coja, ..yo te la chupo si quieres, vamos ’’. Le dijo mi Madre buscando una esperanza.

-‘‘Nou, nou, de eso nauda honey, ..vas a tenerr que cogerr a my parner con el coulito lleno sweet heart.. ¡Je je je!.. Yo llegar antes moulita y no me pensar salirr de aquí ¡Je je!..’’

-‘‘¡¡¿¿Queeeee??!!. ¡No por favor!, ..eso me va a doler mucho. ¡Por favor los dos a la vez nooo! ’’.

-‘‘¡Quietau moulita, no move!, ..vas a gemir cómo una fucking dog. ¡Ya veurrás! ’’. Le dijo el agente sujetándola con fuerza por la cintura mientras el otro seguía estrujandola por las tetas desde atrás.

En esa postura, con las piernas abiertas sobre la verga del agente y los dos hombres sujetándola no pudo resistirse demasiado. En breves instantes la gruesa verga del agente estaba empujando justo en su chochito abriéndose paso por un agujerito estrecho debido a su culo lleno, pero mojado por su excitación no deseada.

-‘‘¡Touma mi verrga por el choucho hasta el fondou honey! ¡Je je je! ’’. Dijo el agente en el suelo dando un golpe de caderas que clavó su dalo hasta el fondo de su sexo.

-‘‘¡ARRRGHHH!! ¡Cabrones me están machacando!, ..¡hijos de la gran Puta! ’’. Se volvió a quejar mi Madre.

-‘‘Nou te quejes tantou moulita, ..verrás cómo teu gusta dentrou de un rautito. ¡Oohhh! ¡Uff, ufff!!..’’

Seguramente los agentes sentían chocar sus falos dentro de los agujeritos de mi Madre, una estrecha pared las separaba en el interior de su cuerpo. La pobre sólo movia la cabeza negandose a eso, pero ya era demasiado tarde, tenía ya los huecos tapados. Trataba de revolverse inútilmente, consiguiendo simplemente excitar más a sus violadores. La sensación debió de ser indescriptible también para los tipos, puesto que en unos pocos segundos se movían cómo locos, clavándole sus vergas hasta el fondo, sujetándola con fuerza por la cintura y forzándola a reclinarse más sobre su cuerpo para poder alcanzar sus labios con los suyos.

La doble penetración fue realmente fuerte. Al principio cayeron un par de lágrimas de dolor y de humillación por las mejillas de mi Madre, pero segundos después gemía a cada embestida en su chocho o en su culo, mientras que no despegaba los labios de la boca del agente. Las vergas entraban y salían a toda velocidad de sus agujeritos y ella gemías más y más hasta que finalmente y sin poder evitarlo se corrió fuertemente sacudiendose por los espasmos. Mi Madre se corrió siendo violada por dos desconocidos que la estaban usando cómo a una fulana, pero por algún motivo eso no le importaba ya. Su cuerpo la había traicionado y estaba gozando cómo una golfa con una verga clavándose por su culo y otra por su chocho.

Los agentes se cansaron de la postura, el que la enculaba sacó su pene primero, pero segundos después fue su jefe. La obliguaron a tumbarse ahora sobre su espalda en el suelo estando uno de un lado y el otro del otro. No fue necesaria mucha ayuda, porque ambos necesitában correrse y por supuesto su preciosa carita el objeto de su deposito. El que la enculó fue el primero. Le echó el primer chorro sobre la mejilla derecha. Parte cayó en uno de sus ojos obligándola a cerrarlos.

-‘‘¡Mrs. opens his mouth we!, ..quierrou ahí dentro moulita ¡Je je je!..’’ Dijo el jefe.

Con los ojos cerrados obedeció y abrió la boca. No sabía porqué pero había obedecido a su violador, que inmediatamente empezó a descargar su leche en su boquita. Uno, dos, tres chorros cayeron completamente dentro de su boca que se iba llenando. Cuatro, cinco, seis y el semen seguía llenando la boca de mi Mami. El otro no se quiso quedar atrás y se le unió a su jefe en su tarea y terminó sus últimos chorros ahí dentro. Le había manchado las mejillas, la nariz y los ojos, pero la última parte la dejaron caer en su boca abierta que se le fue llenando de semen.

-‘‘¡Ahourra truaga sweet heart!, ..póurrtate bien y truágatelou touditou ’’. Le dijo el jefe.

Mi Madre pudo haber escupido pero no. La muy cerda se lo tragó. No sabía porque lo había hecho pero lo tragó. Tuvo que hacer dos tragos completos para engullir todo el semen que llenaba su boca hasta dejarla vacía. Ella ya lo había probado antes pero no así a tragos. Eso le hizo sentirse cómo una guarra pero no le importó. El infeliz le pasó las manos por la cara, extendiéndole los restos de su semen por toda la cara cómo si de una crema de belleza se tratara, hasta que no quedó ni resto. Mi Madre quedó hecha garras, olía a semen, a follada, un olor que jamás olvidaría.

Y todavía los desgraciados le metieron sus dos vergas en la boca. Primero el jefe y luego el otro para que se las limpiara de verdad. No le importó. Mi Madre completamente salida de su cavales las chupaba y limpiaba aún sabiendo que una había escarbado hasta lo más profundo de su trasero.

-‘‘¡Ooohhh! ... is delicious moulita. Moucho tiempou que no me coger una moulita como tú ’’. Le dijo el malnacido dando a entender que no era la primer mujer de la que se aprovechaban.

-‘‘Lo mismou digo parner ¡Je je je!..’’ Afirmó el otro agente.

-‘‘¡Cabrones!, ..me han violado. ¡Ah!, ¡ah! ¿Ahora me dejaran ir?, ..¿buscaran a mi hijo? ’’.

-‘‘Lovely quiet, ..primerrou tenemos que revisar bien. Parra eso venir Doctorr, ..despues tú esperrar, ..venir Commander..’’

-‘‘Pe, pero ustedes me dijeron ’’.

-‘‘Clarro sweet heart, ..tu no preocuparr, mi colega buscarr tu hijitou. Yo hablarr con mi Commander, ..él dejar ir, no problems, tú saber cómo convencer ¡Je je je je!..’’

-‘‘¡Fuck you bastard!, ..¿me violaron por nada? ’’.

-‘‘Nou, nou nou, moulita, ..si nosotrous querer, ya tú estar en prision. Más vale que tú portar bien con Commander, ..él dejar tú libre ’’.

-‘‘Ya qué, ..busquen a mi hijo por favor. Tiene 12 años y es rubio, ..algo pelirrojo ’’.

-‘‘Enseguida honey, ..tú descansar, then come the doctor ’’.

Eran las 10:30 cuando ellos comenzaron a subirse los pantalones. Habíamos perdido el vuelo de regreso. La llevaron a una sala contigua, al parecer era un tipo de consultorio, aunque más bien parecía un rastro, provisto de algunos muebles y un biombo, en dónde las paredes estaban cubiertas por pequeñas y minúsculas losetas blancas. En una de las paredes de la sala había un angosto sumidero en el que se apreciaban charcos de agua. La dejaron allí semidesnuda, acostada en una cama quirurgica en posición fetal, en el centro de la sala, al menos durante dos horas. Enseguida salí de mi escondite, no quería formar revuelo con los agentes en mi busqueda, me dirigí a una maquina de refrescos y me entretuve hasta que uno de ellos me encontró.

-‘‘¡Hey!, hey boy, ..¿dónde estar?. Come on, ..llevar a dónde tu esperar a Mamá ’’.

-‘‘¿Dónde esta mi Mami?, ..¿que le hicieron? ’’. Les preguntaba mostrando ingenuidad.

Me llevaron del cuello hasta otra sala continua, dónde seguramente los agentes pasaban las horas descansando, ya que había televisión y una pequeña cocina.

-‘‘¡No move!, ..quedarr aqui hasta que salga Mamá. Aqui comer o verr televishion, no more.. ¿Ok baby?..’’

-‘‘Esta bien ’’.

El agente salió de la sala y a los minutos regresó con el bolso de mi Madre, me lo lanzó y me volvió a repetir que no me moviera de ahí, pero cómo Pedrito Tapia no suele quedarse quieto en ningún momento, me las ingenié para buscar a mi Madre en otra de las sala, no sabía a dónde la habían llevado así que tuve que revisar sala por sala. En una de las últimas, dónde la luz de las lamparas era tenue encontré una que decía con letras viejas y borrosas, ‘‘Sala de revisión medica’’ Teniendo cuidado de no llamar la atención abrí la puerta lentamente para encontarme con mi Madre dormida en la camilla, la pobre estaba completamente rendida, respiraba profundamente y además resollaba no sé que tantas cosas entre sus sueños.

Aún dormida seguía teniendo pequeños espasmos, con tanto placer que había recibido por aquellos tipos su chochito estaba muy sensible. Me acerqué a ella sin hacer ruido para verla, ahí estaba mi hermosa Mami, cubierta en sudor y con sus mejillas sonrrojadas. De su chochito se escapaban pequeños restos de las corridas que los agentes habían depositado en él acompañados de un denso y constante flujo de hembra en celo. Estaba muy sensible, veía cómo su culito palpitaba en agónicos e incontrolados espasmos de placer. Me acerqué a su esfínter anal y pude comprobar cómo su culo mantenía una apreciable dilatación, listo y preparado ante cualquier acto sexual que se requiriera hacer de él.

Atravez de su camiseta podía ver cómo sus pezones estaban extrañamente excitados y cómo éstos habían superado su volumen normal para estar también hinchados e inflamados cómo si éstos estuvieran en un permanente orgasmo. Con cuidado tomé una toallita y empape de agua fresca para limpiarle la cara y pelo, esos desgraciados ni siquiera en eso habían tenido la delicadeza, aún conservaba las terribles lechadas sobre su frente y pelo. Ahi estaba yo, quitandole la lechada a mi Mami, cuando en eso escuché pasos que se dirigian a la sala, enseguida y sin saber cómo reaccioné me vi entrar en una de las puertitas de unos lockers viejos que se encontraban pegados a la pared de frente a la puerta. Sin moverme y viendo atravez de las pequeñas rejillas esperé ahi para ver de quién se trataba.

Enseguida entró un gordo y apestoso negro con cara de cerdo, vestido con unos pantalones negros y una camisa de manga corta de color verde hospital y, sin decir absolutamente nada, comenzó a colocarse unos guantes de latex apresuradamente. Imaginando que el personaje ese era el doctor que había mencionado los agentes anteriormente.

-‘‘¡Hey!, hey woman, ..despierta, necestou yo revisar ’’.

-‘‘Qué, ¿que pasa?, ..¿encontraron a mi hijo? ’’. Preguntó mi Madre algo somnolienta.

-‘‘Opens her legs, ..necesitou yo revisar ’’.

Mi Madre haciendo caso al Medico, abrió sus piernas para mostrar su entrepierna depilada con una ligera matita de bellos rojizos en su pelvis. El Doctor llevó su mano directamente al clítoris notando cómo este se encontraba ya totalmente fuera de cualquier protección que pudieran brindarle los labios menores, los cuáles se encontraban abiertos y resbalosos por la constante excitación. El botoncito de mi Madre estaba duro e inflamado, completamente excitado y enardecido con tan sólo el mínimo roce del dedo medio sobre su expuesta superficie que desencadenaba pequeños e involuntarios movimientos de las paredes vaginales en una búsqueda por atrapar un pene al que exprimir su jugo. El Doctor muy pasivo se tomaba su tiempo en urgar los plieges de esa mujer tan jugosa, le parecible increíble cómo una mujer tan hermosa anduviera en tal negocio.

-‘‘Ok, no move ..yo revisar ’’.

-‘‘Si, si doctor ’’. Le respondió sin tener idea de que se tratara de un acreditado medico.

Por el ruido que hacia, ya que con la poca visión que tenía desde donde me encontraba, solo le veía la cara, se estaba poniendo unos guantes. La miró y le dijo:

-‘‘No move, ..mi poner gel, evitar un pouquito dolor. Tú sentir frío ’’.

Asintió mi Mami con la cabeza. Mientras el gordo medico iba cogiendo un bote de gel ( tirando parte sobre sus guantes para luego esparcirlo por ellos ) yo sólo temía que mi Madre fuera excitarse de nuevo. Estando así desnuda ( con las piernas abiertas mostrando su chochito totalmente depilado, sola con ese extraño, con sus pechos marcándose perfectamente ) no debí de pensar en eso porque enseguida ví como se estremecía y se mojaba.

Me preocupe por si él se daba cuenta en ello, observándola cómo podía hacer toda esa rajita, pero en ese momento sus dedos cubiertos por el guante y el gel se introducían lentamente en la vagina de mi Mami. Que al estar caliente y notar la penetración, el frío y húmedad del gel no pudo por más que lo intentó evitar contraer su vagina, sintiendo aún más sus dedos y escapándosele un leve gemidito.

-‘‘¡Ooh! ’’.

El ‘‘doctor’’ retiró enseguida sus dedos, se echo más gel en el guante mientras Mamá giraba su cabeza hacía un lado intentando pensar en algo que evitara que siguiera poniéndome caliente, pero ya era tarde, su cuerpo nuevamente había reaccionado, sus pechos y sus pezones se endurecieron y ahora estaban inhiestos apuntando hacía ese medico, su rajita estaba mojada, dándose cuenta de ello, Mamá intentó prepararse para cuando le penetrara de nuevo no reaccionar. Pero fue peor porque se puso tan tensa que a pesar de estar mordiéndose un labio, nada más sentirse penetrada por sus dedos, se le escapó un nuevo.

-‘‘¡Aahh! ’’.

El gordo ginecólogo volvió retirar rápidamente los dedos y la miró. Mamá azorada solo supo decir:

-‘‘Lo, lo siento, ..pero creo que es algo que me roza ’’.

-‘‘No move, ..cambiar guante ’’.

-‘‘Si por favor ’’.

Mientras el gordo doctor ese bajaba la cabeza hacia sus manos, pude ver cómo detenía su mirada en los pechos o quizás sólo en los pezones duros, para acto seguido quitarse los guantes con el típico sonido de ‘‘¡slash!’’. Mamá volvió a girar su cabeza hacia un lado, realizó un par de exhalaciones lo más disimuladamente que pudo intentando retomar el control de su cuerpo, pero enseguida escuchó de nuevo el ruido del bote soltando el gel y de nuevo empezó a introducirle sus gordos dedos aunque esta vez lo hizo más rápidamente, que tuvo Mamá que morderse fuertemente el labio intentado evitar suspirar.

Entonces fue cuando me di cuenta que el gordo mañoso se había quitado los guantes y se había olvidado ponerselos despues, sus dedos desnudos impregnados con el gel penetraban la vagina de mi Mami y cómo si en ese momento él se hubiera percatado de que se había dado cuenta ella, hundió del todo sus gordos dedos en la vagina, sin darle tiempo a decir o hacer nada.

Mamá con sus manos se agarró con fuerza los lados de la camilla y el gordo ginecólogo ese colocaba sus dedos sobre su abultado clitoris, comenzando a masturbarla hábilmente, hacía pequeños movimientos de delante hacia atrás intercalando movimientos circulares y presionando con las yemas de sus dedos en su abultado botoncito. Ese mañoso ginecólogo con sus movimientos expertos la estaba matando de gusto, si había alguna resistencia a aquella masturbación, se acabó en aquel instante, mi Madre volvía a ponerse a mil y su chochita chorreaba por los fluidos que emanaban debido a lo cachonda que estaba.

Ella se retorcía de gusto, entonces de repente dejó de tocarla de esa forma y empezó a penetrarla con los dedos, comenzó a jadear de placer y el respondió penetrandola con sus dedos aún más rápido, los sacaba y se los volvía a meter, rítmicamente, al compás de los deseos que le indicaba mi Mami con su cuerpo. Estaba llegando al éxtasis y su orgasmo se aproximaba.

Él paró unos instantes sólo cómo para que lo desearan más, a la vez que subía la mirada y sus ojos devoraron por completo su cuerpo desnudo, saboreándolo con la mirada. De repente volvió a meterme hasta el fondo sus dedos, haciéndole gemir de gusto, para luego seguir masturbándola cómo al principio. Sus movimientos certeros hacían a Mamá gemir cada vez más fuerte avisando de su orgasmo, sus pezones se pusieron más duros que las piedras y sus manos se aferraron a la camilla. Esos gordos dedos como salchichones aceleraron ligeramente, el cuerpo de mi Mami se arqueó, gritó de placer y un momento después tenia un intenso orgasmo quedando sus dedos inundados con los fluidos.

-‘‘¡Ah!, ¡ah!, ah ’’. Respíraba agitadamente Mamá.

Tras unos instantes así, sacó lentamente sus dedos de la vagina y se alejó ligeramente de Mamá, entonces cómo dándose cuenta de lo todo sucedido, dio media vuelta y desapareció detrás del biombo, dejándola allí, todavía jadeando suavemente, con los flujos mojando la camilla tras el buen orgasmo que acaba de tener, recuperando el aliento. No sé que estaría buscando tras aquel biombo pero seguro que se estaba masturbando.

A los 5 minutos despues salió secandose el sudor de la frente.

-‘‘A vault, ..I need to check your ass ’’.

-‘‘¡Oh por dios!, ..esto no me puede estar pasando ’’.

Mi Madre estaba muy humillada, una mujer cómo ella siendo revisada por un Doctor que no sabía si quiera que lo era, ella siempre fue muy meticulosa en escoger muy bien a su ginecologo y a su Doctor de cabezera, ahora estaba en una posición incomoda, con un sujeto que no sabía si tenía un titulo revisandole sus hoyitos.

-‘‘¡Move, move!, ..i need to check ’’.

-‘‘¡Por favor!, ..no me humille más. Sólo reviseme y dejeme en paz ’’.

Mi Madre se colocó a cuatro patas sobre la camilla, con su cara pegada a la camilla y sus piernas ligeramente abiertas, en esa posición el cerdo ese tenía perfecta visión y acceso a sus dos agujeritos dilatados. El negro ginecólogo puso uno de sus dedos mojados en el ano y comenzó a realizar círculos con el, para ir poco a poco introduciéndoselo dentro. Ahora su dedo le penetraba el culo y con la otra mano el chocho. Mamá cada vez estaba más fuera de si, sentía un poco más de presión que aumento su placer y un nuevo dedo se introdujo en su ano dilatándolo un poco más, increiblemente vi como el marrano ese se inclinaba y sacaba su lengua. Con asombro vi cómo se la colocó entre los labios vaginales recorriéndolos por completo, de arriba abajo, entonces la punta de su lengua se detuvo en el clítoris erecto de mi Madre, dándole unos cuantos golpecitos para luego lamerlo salvajemente. Mamá se arqueó al mismo tiempo un nuevo dedo presionaba por entrar en su ano.

Tras empujar un momento, sacó los dos que ya tenia introducidos, escupió sobre los tres varias veces, para volver a presionar en su maltratado ano, otra vez con los tres dedos, lentamente fueron introduciéndose en su trasero haciéndole gemir de placer, ese gordo asqueroso dominaba muy bien los ritmos, acelerando cuando debía o haciéndolo todo más lentamente, consiguiendo hacerle siempre disfrutar al máximo.

-‘‘¡Cajum! Yo ver que nou usar hoyitous sólo para truaspourtar drougas. ¡Je je je je!..’’

El cerdo no sólo la penetraba con sus dedos el culo y le lamía cada vez más rápidamente, si no que ahora empezba a burlarse. Mamá temblaba estremeciéndose, esos gordos dedos se hundían por completo en su ano, su lengua se introducía en la vagina para luego lamer su clítoris. Mamá, ya desbocada, con su mano agarró su cabeza y la pegó con fuerza contra su chocho, gemía fuertemente de gusto, apretándolo más y más contra su cuquita y el negro ceboso la lamía más intensamente y le penetraba el culo sin parar. Ella chorreaba por todas partes tanto por sus fluidos cómo por su saliva, no podía más, se corría nuevamente.

Mi Madre apretó sus piernas contra su cabeza y se movía convulsivamente hasta que de repente él dejó de moverse, ella seguia moviéndose en busca del placer, del orgasmo que estaba por llegar y tras esa pequeña parada, el negro ese apretó con sus labios fuertemente su clítoris y clavó con fuerza hasta el fondo sus dedos en el ano. Mi Madre gritó de placer, de dolor, sus piernas presionaron aún más su cabeza y su mano lo apretó fuertemente contra su chocho, sin dejar que se separara ni un centímetro de ella y así entre gritos le imploró:

-‘‘¡Siii!, Más, más, más… no pare ’’. Y entre chillidos de placer tuvo un nuevo orgasmo.

Mi Madre ya había perdido la cantidad de orgasmos este dia, pero finalmente le soltó y su cabeza salió de entre sus piernas a la vez que sus dedos de su culo. El gordo medico se levantó y se limpió con la manga de la bata todos los restos de los fluidos que tenía por su cara, Mamá no se movió seguía sobre la mesa, a cuatro patas, completamente mojada, suspirando tras el orgasmo. Lo miró, deseaba ser penetrada, su chochito lo tenía alborotado, estaba más que a punto y deseoso pero por desgracia el tipo ya etsaba juntando todo para irse.

Por la mirada que le hechaba mi Madre el cerdo ginecólogo se dio cuenta de lo que deseaba, así que se acercó a ella esta vez por un lado de la mesa, cuando estuvo junto a Mamá, con una de sus manos empezó a acariciarle la cara y la otra la metió entre sus piernas, acariciando el clítoris y así comenzó a masturbarla despacio.

Ella gemía suavemente al ritmo de sus caricias. Ahi estaba mi bella Madre de nuevo, siendo masturbada por un cerdo ginecologo, un dia increible para ese tipo, se deleitaba de su hermosa paciente, mientras ella se sentía más cachonda y sin poder parar. En eso, se colocó un tipo pasta blanquezina en los dedos y empezó a introducirlos, le metío dos dedos, luego los giró un par de veces y después cómo si éstos fueran pinzas los abrió dentro de su vagina. Por último hizo lo mismo con su recto. Ya comprobado que no contenía más droga o algún desgrarre y que su chochito y ano estaban lubricados por esa cosa blanquezina quedó contento con su obscultación, se sacó los guantes y con una ligera nalgada la hizo incorporarse.

-‘‘¡Ok!, ..yo revisar, tú ok. Tú esperrar aqui, ..dar un bañou y estar lista, ..ya venir Commander Rueyes ’’.

-‘‘¿Ba, baño?, ..¿Comandante Reyes? ’’. Volvió a repetir Mamá.

-‘‘Tú stay right here, ..esperruar agente John ’’.

-‘‘¡Es, espere me siento rara!, ..siento muy caliente mis partes, cómo si algo me quemara ’’.

-‘‘No problems, ..sólo ser pasta parra calmar escosorr ¡Je je je je!.. Eso ayudar mucho parra recibirr Commander Rueyes ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Maldito que me puso!, ..me, me siento rara ’’.

-‘‘Stay right here ¡Je je je!..’’

El tipo salió de la sala sin decir nada más, era claro que le habían colocado un tipo de estimulante en sus agujeros, la pobre trató de limpiarse la pasta con una toalla pero ya era demasiado tarde, el tipo había logrado un buen trabajo, se los había lubricado muy bien.

Enseguida el ruido de la puerta metálica la asustó, de la puerta aparecieron nuevamente los agentes John y Pete con una sonrisa malevola. El agente Pete que traía una bandeja con comida y bebida. ( Era un güero robusto, con la tez muy blanca y completamente picada de marcas de acné ). Mi Madre tomó la bandeja rápidamente y se dirigío a comer sobre la cama. Mientras devoraba la comida, el Policía se reía y paseaba observándola y diciendo cosas en su idioma.

-‘‘Come on moulita, ..tú necesitar para el Comantante ¡Je je je je!..’’

-‘‘¡Umh!.. umh!, ..¿encontraron a mi hijo? ’’.

-‘‘Your child is well, ..tú sólo preocupar en atenderr al Comantante. Él sacarr de aqui ¡Je je je!..’’

El agente seguía hablando sin parar dirigiéndose a ella, mientras mi Madre trataba con las manos de comer tan rápido cómo podía el arroz blanco que le había traído. El otro agente le preguntó algo de la droga, algo que mi Madre ni sabía.

-‘‘Escuchao moulita, ..i need saberr ¿quién dar la drouga? ’’.

-‘‘No, no lo sé Señor, ..era un tipo de color muy alto, su nombre era.. Samuel, creo ’’.

-‘‘¿Cruees?, ..¡nesesitou saberlo bitch! ’’. Se alebrestó el tipo.

El agente subió de tono sus palabras y enfadado ante la ignorancía que mi Madre le demostraba le dio un manotazo a la bandeja lanzando y esparciendo la comida hacía el otro rincón opuesto de la sala. La tomó del pelo y con muy malos modos la obligó haciéndole daño a ponerse en el piso. Mi Madre empezó a llorar a cantaros y diciendole que ella no sabía nada. El otro agente no paraba de reírse mostrando unos amarillos y desiguales dientes.

-‘‘¡Fucking bitch!, ..¡Pete!, la manguerra. Esta moula necesitarr un bañou ’’.

Poco más tarde, apareció el agente con una pastilla de jabón y una manguera grande. La arrojaron al centro de la sala y, acto seguido, comenzaron a lanzarle potentes chorros de agua a mi Madre con esa manguera de alta presión. Ella comenzó a querer frotarse con la pastilla de jabón que no podía alcanzar porque la fuerza del agua le impedía llegar a ella. Entre gritos y risas depravadas de los policías ante su insistencia por querer alcanzar y usar la pastilla de jabón se apiadaron un poco de su cómica necedad y bajaron la potencia del agua, así pudo comenzar a frotarse y lavarse convenientemente mientras ellos daban vueltas alrededor de la sala con la manga de agua observando cómo mi Mami se aseaba. De repente el agente John que no portaba la manguera comenzó a decirle algo en su idioma que no pude entender señalando unos restos de espuma que permanecían adheridos a sus escasos y perfilados vellos púbicos. Su compañero comenzó a reírse cómo consecuencia de la ocurrencia de su colega mientras las manos de mi Mami continuaban presurosas su higiénica labor de frotamiento sobre sus pechos y sus caderas.

El ocurrente agente la agarró por detrás del cuello y retorciéndole ligeramente un brazo la obligó a sentarse en el suelo. Mi Madre sintío cómo las nalgas de su culo resbalaban sutilmente cuando entraron en contacto con la superficie jabonosa que las anegaba, al tiempo que el portador de la manguera le daba pequeños golpecitos con esta en los tobillos para que abriera las piernas. La apertura de estás se vieron rápidamente acompañadas de la involuntaria separación de los labios de su chocho, que abierto y sonrrojado permanecía tan excitado. De la insipiente matita de pelos se precipitaban jabonosas gotitas de agua que se deslizaban por la apertura de su culo escurridizo hasta unirse en el suelo con el charco que la rodeaba. El agente John se puso en uno de sus lados de la espalda comenzando una incomprensible habladuria señalando la pastilla de jabón y el expuesto y semiabierto chochito de mi Madre.

Ella enseguida comprendío que era lo que pretendían ese maldito agente, es que se lavara este a conciencia, así que comenzó a pasarse la pastilla jabonosa por toda la superficie de su vulva. Mi Madre estaba sintiendo poco a poca la misteriora pasta blanquezina que le había colocado el Doctorucho aquel, su excitación era tal, que sus labios que lo envolvían parcialmente reaccionaron separándose aún más y mostrando claramente el insidioso agujero de placer y corrupción que había minado su personalidad convirtiéndola en una Puta libidinosa. Enseguida y llevada por el deseo más que por su propia voluntad, dos de sus dedos desaparecieron en las profundidades de su caverna, engullidos por el fuego que la empezaba arrebatar, iniciando una masturbación que fue acompañada de ligeros pellizcos de su otra mano sobre su inflamado y erecto clítoris que, irremediable, había abandonado casi permanentemente su capuchón protector.

-‘‘¡Oh dios!, ..esto no me puede estar pasando, ¿porque estoy tan caliente?. ¡Ooohhh!! ’’. Se decía mi Madre no entendiendo el terrible fuego que la abrazaba en sus expuestas zonas erogenas.

Su lubricación natural era acompañada por la cuantiosa y tupida espuma que la pastilla de jabón y sus rítmicos frotamientos habían producido haciendo que sus dedos se deslizaran suaves y maleables sobre las elásticas paredes de su canal del placer, cuando en un momento en que, abandonada a la paja que se estaba proporcionando y ajena a los dos hombres que la contemplaban, desocupó su chochito para lamerse los dedos que lo habían ocupado para probar las mieles de su intimidad. En esto estaba centrándose, ensimismada y con los ojos cerrados, cuando sintió una extraña penetración en su desocupado chocho que lo invadía y avanzaba, inexorable, hacía su más profundo interior. Enseguida mi Madre abrío los ojos y levantó levemente la cabeza para contemplar, con cierto pánico pero a la vez excitada cómo una Perra, cómo los agentes había apagado el flujo de agua de la manguera para meterla esta en la vagina e iniciar un salvaje movimiento de bombeo sobre su expuesto sexo.

-‘‘No, no esperen así no yo.... ¡Ummhhh! ’’.

Lejos de producirle dolor, la punta de la manguera le producía un gran placer en sustitución de los dedos que lo habían abandonado, de inmediato mi Madre comenzó a mover el culo y las caderas facilitando la penetración que con el alargado objeto le estaban dando los agentes. Justo cuando ella inicio una nueva secuencia de encadenados y frenéticos orgasmos volvieron a activar el flujo de agua haciéndo con ella una salvaje y bestial lavativa vaginal mientras mi Mami continuaba derramándose en la cima del placer. Poco después, hicieron lo mismo con mi desocupado agujero posterior llevándola a una nueva oleada de orgasmos que la dejaron desmadejada sobre el mojado suelo de el consultorio.

-‘‘Very good moulita, ..haber quedadou limpiezitau. Now tú secarr y poner tu roupa, ..maquillarr un pocou y estarr lista parra recibirr Commander ’’.

-‘‘Por favor, ..necesito ver a mi hijo ’’.

-‘‘Tú stay right here, ..esperrar, Commander darr orden tú salir. Your child is well ’’.

Enseguida los tipos salieron de la sala dejando a mi Madre llorando en silencio, la pobre no sabía que era a lo que la obligaría ese famoso Comandante Reyes, se levantó cómo pudo para secarse el cuerpo, era increíble cómo su bellísimo cuerpo estaba impecable a pesar de haber sido maltratado por esos dos desgraciados, sus carnes mazisas ligermante coloradas por los maltratos se mostraban  sugentes y bien definidas así cómo su plano abdomem y sus copos de nieve puntados por sus pezones exitados. La pobre se acomodó nuevamente lo poco que le quedaba de su vestido blanco, se colocó la camiseta y trató con los dedos de arregalse su cabellera dorada, no se puso bragas ya que los agentes se las habían arrancado. Se sentó sobre la camilla y con un espejo que sacó de su bolso trató de maquillarse un poco, pensando evidentemente que lo haría para el Comandante Reyes.

Habrían pasado cerca de 20 minutos, ( tiempo que se me hizo eterno dentro este lockers ), pero ya no me podía salir, mi Madre estaba despierta y le rompería el corazón si supiera que lo había visto todo, ya me había metido ahi, ahora tenía que aguantarme. En eso se escuchó el cerrojo de la puerta, los dos agentes entraron, uno de ellos con una camara de video, y tras ellos el tipo que mi Madre y yo temiamos, el tal Comandante Reyes.

-‘‘He is the Commander ’’. Dijo el agente John a su superior.

El cuerpo de mi Madre era objeto de las libidinosas y lascivas miradas de los guardias, mientras el Comandante la miraba desde atrás que permanecía completamente sereno y armado con la porra, cartucho de balas, el revólver y los grilletes. El tipo era muy alto, robusto, portador de un gran bigote que le tapaba la boca, cargaba cachucha y unos lentes oscuros de marca Ray Ban, de camiseta ajustada y portador de collares de oro que le brillaban destellantemente sobre su marcado pecho. En eso este dio dos pasos al frente y se puso delante de mi Madre, que permanecían inmovil en una de las paredes de la habitación.

-‘‘¡Wow, is beautiful!, ..and they say that came with your child ’’.

-‘‘Yes Sr ’’.

-‘‘¿Cómo te llamas preciosa? ’’. El tipo hablaba perfectamente el Español.

-‘‘Mó, Mónica Señor ’’.

-‘‘Mónica ¿eh?... Eres muy bella Mónica, ..¿que fue lo que te obligó a esto?, enseguida se vé que no necesitas dinero ’’.

-‘‘Me, me engañaron Señor, ..yo no sabía, ellos me obligaron ’’.

-‘‘El trafico de drogas es muy penado en nuestra sociedad, Señora ..mínimo 20 años, ¿esta conciente en eso? ’’.

-‘‘Si Señor, yo lo sé ’’. Le respondia mirando al suelo.

-‘‘¿También sabe que depende de mi eso?, ..que si yo quisiera usted podria salir ahora mismo de este lugar he irse a su País cómo si nada hubiera pasado ’’.

-‘‘Si, si Señor, ..también lo sé ’’.

-‘‘¿Y que es lo que usted propone para yo liberarla?, ..ande, digame algo, convensame para que yo la libere ’’.

Mi Madre respiró profundo y le dió la respuesta que seguramente él estaba buscando.

-‘‘Pu, puede tomarme.. Comandante ’’. Dijo mi Madre en voz baja y con timidez.

-‘‘¿Como dijo Señora? ’’.

-‘‘Que, que pude tomame cómo usted lo desee, Señor, ..hagame lo que quiera yo estoy a su disposición ’’.

-‘‘¡Veo que no te cuesta trabajo entregar tu cuerpo, Zorra!, ..si esa es tu última oferta, la acepto, así qué.... ven aquí. Tú Pete, graba todo esto ’’. Dijo el Comandante sentandose en una silla de la pared de la sala.

Pero en cuanto vio que se levantaba, le gritó:

-‘‘¡Así no Zorra!, ..¡a cuatro patas! ’’.

Mi Madre sorprendida por el repentino cambio del hombre decidió obedecer. No tardó nada en llegar a su lado, gateando sobre la fria superficie de la sala. Ella estaba convencida que su único camino que le quedaba para salir de ahi era ofrecer su sugerente pero maltratado cuerpo, aún a sabiendas que sufría, se sentía de lo peor, se recordaba así misma, cómo hace menos de un año era tan feliz con su Esposo e hijo, ella sólo vivía para él, le pretenecía, en cuerpo y alma, jamás imaginó llegar a esto en tan poco tiempo, en un País desconocido frente a tres tipos que quería ultrajarla, usarla cómo Puta para saciar sus instintos más bajos, se sentía cómo un objeto, una cosa que se usa y deshecha sin al menor pisca de remordimiento. Enseguida comenzó a llorar, se maldecía a si misma por el rumbo que había tomado su vida, por su propia culpa aquellos desgraciados la chantajeaban, algo en ella había cambiado y no era por la maldita pasta que tenía embarrada en sus agujeros, muy en el fondo de su ser sentía un calorcito al verse sometida, ese maldito calor que la cegaba y la hacía perder el control de si misma, golpeo con el puño el suelo y con los ojos llorosos volteó a ver a su captor.

Con el rimel corrido, dejando tras de sí oscuros riachuelos que bajando desde sus ojos recorrían su cara, se puso a su disposición.

-‘‘¡No llores, Zorra!, ..tu misma te has ofrecido. Ahora no te hagas la mojigata que no te queda paa nada ’’. Le dijo acariciándole la melena.

El Comandante Reyes poniéndose de pié le acaricio la espalda, recorriendo sus caderas, llegó a sus poderosas nalgas, a las cuáles regaló un doloroso azote. ‘‘¡SPLASSHHH!!’’ Ella no se quejó. Separándole las nalgas, verifico el estado de su rosado agujero, llevándose el presente de descubrir que al igual que chochito ya lo tenía dilatado. Introduciéndole un dedo, le cuchichó que le gustaba, pero que lo iba a reservar para más adelante. Tenía un objetivo claro y un instrumento que usar. Dándole otro cachete en su trasero, le exigió que se abriera más y que levantara más el trasero. Enseguida vi cómo esa mujer, mi Madre, antes altiva y orgullosa, sumisamente se ponía en posición de castigo.

-‘‘ 'm Going to like this new bitch ¡Je, je, je!..’’ Dijo el Comandante mientras le recorría con el frío cañón de su pistola la piel.

Mamá al darse cuenta cuál era el instrumento que la tocaba, empezó a temblar de miedo.

-‘‘Tranquila, Zorra, ..que mi intención no es disparar ’’. Le dijo mientras separa los labios inferiores y de un sólo golpe le introducía hasta el mango el arma.

Mi Madre gritó de dolor, pero no hubo ni un pestañeo por su parte. Dejó que se fuera relajando antes de cómo si fuera un mortífero consolador empezar a sacar y a meter la pistola.

-‘‘Po, por favor Comandante, ..te, tengo miedo ’’. Le rogó mi Madre.

El tipo con la misma pasiguedad ni se dignó a contestarle, mi Madre no sabía que la había descargado para evitar accidentes. La tenía dónde quería. A sus pies, llorando por su vida. Otro azote en sus glúteos tuvo que darle para que se moviera.

-‘‘Piensa que es mi pene ’’. Le dijo mordiéndole una oreja.

Ella cerró los ojos, tratando de imaginarse que el duro tubo que la penetraba era en realidad de carne endurecida y no por el frio hierro de una pistola que podía agujerarla. Poco a poco y desde mi escondite, percibí que sus movimientos al principio circulares, se iban convirtiendo a ritmo de su excitación en lineales, de adelante hacía atrás, y cómo sus caderas sin que ella pudiera hacer nada para evitarlo, terminaron presionando sobre la mano de quién la apuntaba para que profundizara su empalamiento. ¡La muy cerda se estaba calentando!, tuve que reconocer cuando visualicé que la calentura había empapado su sexo y que le estaba sobreviniendo un orgasmo brutal. Los muslos de mi Madre vibraban al recibir las descargas de su clímax, y berreando cómo una cerda, se corrió en la fria superficie del consultorio. En eso el Comandante, sacando el arma de su interior, le agarró del pelo, y llevándola dónde estaba la silla, le obligó a arrodillarse. Moviendo a mi Madre un poco, se sentó en la silla.

-‘‘Ya sabés que hacer, Sorrita ’’. Le dijo Abriéndose el cierre de los pantalones.

Su extensión estaba en todo su esplendor. Mi Madre de rodillas esperaba que le ordenara apoderarse de ella. Silencio en el cuarto, todo era tensión. Un brillo en sus ojos me hizo pensar que no estaba jugando, por eso apuntando su arma en la sien de mi Madre, le informó:

-‘‘¡Sin tonterías Puta!, ..no quiero decorar tu hermosa cara con un agujero ’’.

Mensaje recibido, mi Madre tras la amenaza se lanzó sobre esa barra de carne para devorandola por completo.

-‘‘No quiero que dejes una gota ’’.

El paraíso. Una despanpanante rubia haciéndole una felación a un Comandante por su libertad, frente a ellos dos agentes que se encontraban inmoviles viendolo todo y por si fuera poco uno de ellos grabando todo. Mi Madre, con su lengua fue la encargada de jugar con ese poderoso glande, mientras con sus manos se dedicaba a masajear sus gordos güevos. Le costó trabajo por las dimenciones, pero enseguida no hubo pliegue ni milímetro de todo ese pene que no fuera humedecido por ella. Me resultó curioso, la manera tan exquisita y dulce que lo hacía mi Mami, temiendo a la reacción del sujeto se esforzaban en hacerlo bien, consiguiendo que en breves minutos empezara a sentir los primeros síntomas del orgasmo de su agresor. Ella al notarlo se entregó sin pausa a su tarea, incrementando el ritmo y la profundidad de sus caricias, de forma que las primeras gotas de líquido preseminal aparecieron en el glande. Eso desató su locura, ella quería congraciarse con su agresor debido al terror que la amenazaba, y por eso pugnaba por ser ella quién recibiera en su boca la semilla.

-‘‘¡Más adentro Putita!, ..sé que puedes más ’’.

Ella lo intentó, pese a su tamaño luchó para abarcar la tranca en su boca, pero dado su monstruoso grosor no le cabía más.

-‘‘¡Vamos, más! ’’. Gritó el Comandante enojado.

Ella lo intentó de nuevo y enseguida sintió cómo las manos de uno de los agentes la agarraban por detrás de la cabeza para ayudarla a tragar más verga ardiente. En un momento creí que la iban asfixiar pero el agente se retiró a tiempo y así ella pudo recuperar el aliento que le faltaba. La cámara se acercó a su cara tomándo un primer plano de esta y mostrando cómo resbalaban abundantes hilos de saliva por la comisura de sus labios.

-‘‘¡Je, je, je!.. La cámara nunca miente ’’. Se rió el Comandante.

-‘‘¡Cof!, ¡cof!, ¡cof! Lo siento Señor, no puedo, ..es demasiado grande ’’. Tosía mi Mami intentando recuperar el aliento.

-‘‘Inténtalo de nuevo Puta, ..¡sé que puedes! ¡Venga, cómetela! ’’.

Muy en el fondo mi Madre quería intentarlo de nuevo. Estaba siendo la actriz protagonista de una película porno y quería ser, sin lugar a dudas, una buena actriz. La cámara captaría sus ávidos labios envolviendo aquella enorme tranca. Registraría los hilillos de saliva que saldrían de su boca mientras el Comandante llegaba hasta su garganta y se retiraba, una y otra vez. De nuevo notó cómo las manos del agente John se le aferraban a su cabeza moviéndose acompasadamente para introducir en cada embestida más y más verga en su cavidad. La satisfacción venció finalmente a la incomodidad y al malestar cuando sus abiertos labios se posaron en el vello púbico del Comandante. ¡Mi Madre lo había logrado!, tenía toda la verga del Comandante Reyes en su boca. ¡Lo había logrado!.

-‘‘¡Je, je, je!.. Lo lograste cariño, ..yo sabía que podías ’’.

-‘‘¡Gloghh!, glaghh... ¡Mmhg! ’’. Se atragantaba mi Madre sin poder sacarsela de la profundidad de su garganta.

-‘‘¿Que dices mi amor?, ..no logro entenderte ¡Je, je, je!..’’ Se burlaba el Comandante viendo a mi Madre debatirse entre la asfixia y las arcajadas.

-‘‘I think what you want to mount, Commander ’’. Dijo el agente John.

-‘‘Tienes razón agente, ..esta Zorra ya necesita que la monten. ¿No es así cariño?, ..ya quieres tu libertad. ¡Je, je, je, je!..’’

-‘‘¡Gloghh!.. ¡Mmghh! ... ¡Aaaahhhh!! Oh por dios ¡coff!, ¡coff!! ’’.

-‘‘Ya ya no es para tanto, ..ahora te dire cómo te pongas. Quiero que te des vuelta y tu solita cómo camión en reversa te vayas ensartando mi palo. ¡Je, je, je!.. ¡Este culo que tienes es una maravilla! ’’.

Tuve la vejación de observar cómo mi Madre a cuatro patas se daba vuelta para apuntar su trasero hacía el Comandante que apuntaba su palo en forma horizontal estando sentado en esa silla. Ella lentamente con sus caderas buscaba el iniesto falo para cómo aparato electrico enchufarse solita, pero el tipo decidio jugar un poco moviendo su palo para que mi Madre batallara en hallarlo, así aumentar su humillación.

-‘‘Oh perdona cariño, ..pero esque me gusta mucho ver tu trasero ancioso ¡Je, je, je!..’’

El Comantante por su parte no pudo contenerse más y sin preámbulo alguno empitonó con salvaje furia el indefenso trasero de mi Mami. La potencia del envite fue tal que enterró todo su ariete con la primera estocada. Llevado por su desmesurada calentura comenzó un frenético y desbocado vaivén. Se la estaba jodiendo sin compasión cómo un poseso.

-‘‘¡Oh por dios!! ¡AARGGGHHH!! ’’.

-‘‘¡Ufff, ufff!!, Yo si te voy a llenar maldita mula, ..¿te gusta llenar tus agujeritos con droga?, pues haber cómo reaccionas con carne desgraciada. ¡Ufff, uff!..’’

Las salvajes acometidas tomaron desprevenida a mi Madre que apenas pudo contener su desesperado grito. El intenso y agudo dolor que la taladraba sin compasión ocupaba ahora todo su ser. Se volvió buscando la mirada de su agresor tratando de conseguir algo de misericordia y alivio. Pero la determinación que vio en sus libidinosos ojos la convencieron de que cualquier súplica resultaría inútil.

De pronto, cómo si algo la recorriera, sentía cómo su cuerpo comenzaba a reaccionar ante lo que le estaba esperando realizar a cambio de su libertad y, cómo de inmediato, se vio avanzando en el leve movimiento de cadera. Notaba cómo su ser volvía una vez más a pedirle sexo y cómo su chochita latía de excitación contenida destilando continuas y abundantes cantidades de sedosas secreciones.

Sus pezones se encontraban completamente erizados, rígidos y duros cómo rocas. Las sonrosadas areolas que los envolvían se encontraban en un grado de excitación tal que parecieran que hubieran alcanzado el doble de su tamaño normal. Toda su piel, todos los poros de su piel percibían el más mínimo estímulo, el más mínimo roce, la más leve caricia y lo traducían cómo el más y mejor experto tocamiento que incluso el más inexperimentado y especialista amante pudiera realizar. Su respiración se estaba acelerando por segundos, haciendo que sus pechos se elevaran y se mostraran aún más provocativos y sugerentes de lo que ya eran de por sí.

Si, el Comandante estaba destrozándola, ensartándola de aquella manera. ¿Qué no haría con su culito? ( Seguro que la mata si se la jodiera así ). Prefería mil veces sufrir aquellos furiosos embates que le desgarraban el chocho antes que ver a su culito martirizado por el rudo pistoneo de su agresor. Yo desde el locker veía el dolor en el crispado rostro de mi Madre y no alcanzaba a comprender su reacción. De nuevo, mi aprobio de sentir placer mientras mi Madre era humillada se enfrentaba a mi incontenible rechazo de mi conciencia. Ella quería reprimirse pero parecía que los horribles embates adivinara en todo momento qué zonas eran las más receptivas, las más sensibles.

A pesar de que ahora le resultaba mucho más difícil por el asalto que sufría por detrás; Mamá, descubría y estimulaba una y otra vez con su mano los puntos más excitados de su vagina. Ella notaba cómo en cuclillas le palpitaba el chocho y cómo éste destilaba sus sedosos y resbaladizos fluidos a lo largo de todas las paredes de la vagina hasta acumularse en rutilantes gotitas en la entrada de su cueva de placer. La sala resonaba ahora con los gemidos, gritos de placer y de dolor de la mujer que tenían prisionera pero que muy pronto y con el pago de su cuerpo ganaría su libertad.

Mamá sintió la inexorable llegada de un nuevo e intensísimo orgasmo. Por segunda vez perdía el control de sí misma y un increíble contingente de placer se adueñaba de ella. Su cuerpo arqueado y tenso se derretía en los abundantes flujos que se desbordaban a través de su entrepierna. Tan hermoso espectáculo no dejó indiferente a los agentes y al tipo que la jodia, quién emitiendo un salvaje y gutural grito de triunfo se descargó copiosamente. El maltrecho chochito de mi Mami se había ganado una buena tregua, que no descanso pues su captor continuó bien dentro de ella. El tipo no le dió respiro y siguió castigando el endurecido y descollante clítoris de mi Madre. Quería asegurarse de que se ganara a sudor y esfuerzo su libertad, y para eso la tenía que dejar bien cogida.

Mi Madre a su vez, quería asegurarse de que su captor disfrutara de aquel indecente atropello, así la dejaría en libertad rápidamente y así poder largarse de este maldito País. Comenzó a llorar amargamente. Lo que realmente quería era que así cómo ella y yo estuvieramos en casa y que jamás hubieramos conocido a Don Alosno Montoya.

El Comandante se tomó su tiempo mientras se recuperaba. Aunque su tranca seguía tan tiesa cómo al principio, no sé podía decir lo mismo del resto de sus músculos. Estaba sudoroso, realmente había sido un polvo salvaje. El estrecho chochito de mi Madre era una gozada y ver los contoneos y las caritas que ella hacía lo habían excitado aún más. Conforme recuperaba las fuerzas, las ganas que tenía por tirarse por el culo crecían. Por un momento se recriminó haber perdido la cabeza y descargarse en su chochito pero al corroborar la poderosa firmeza de su miembro no le dio mayor importancia. Tenía tiempo, mucho tiempo para atender a su ‘‘mulita’’ cómo ellos le decian.

-‘‘Ven acá mulita, ..llenamelo de babas porque va para tu culito. De una buena enculada no te salvas. ¡Je, je, je, je!..’’

En ese momento la pobre se sentía realmente cansada y agotada. Las piernas le temblaban y poco más o menos la sostenían. A pesar de todo ello, aún no había cumplido con el trabajo para su libertad. Se sentía sucia y llena de leche de macho. El semen de su cuerpo se resecaba y extendía a lo lago de su vagina, de sus muslos y piernas. De su chochito salían blanquecinas gotas y espumarajos de sus fluidos y disuelto esperma. Se sentía llena de leche de macho, pero aún no había acabado, ahora tenía que preparar la macana que la atravezaría salvajemente el culo. Resiganda a que ya nada la salvaba se dirigió a ese palo y empezó a mamar.

-‘‘¡Oh, siiii!, ..que deliciosa boquita tienes mulita. ¡Oohhh! ’’.

-‘‘Look Commander, ..think Mrs. wants more war ¡Ja ja ja!..’’

-‘‘Pues ya sabes que hacer, ..no podemos dejar que la Señora se vaya con ganas a su País, no hay que ser descorteces ¡Je, je, je!..’’

Los tipos querían sentir su poderio, su inquebrantable dominio. Cuando de improviso, mi Madre sintió una profunda y rápida penetración en su abierto agujero. Uno de los los agentes en su línea por ‘‘satisfacerla’’ con los objetos que más a la mano pudieran tener, le había metido profundamente una larga, gruesa y negra porra que, hasta poco antes, había estado sujeta a su cinturón. La pobre sintió cómo rápidamente la bola era empujada hasta la mismísima matriz de su sexo para ser aplastada a continuación por la potente y dura punta de la porra introducida sobre su misma matriz. La salvaje e inesperada intrusión de la porra en su sexo hizo que instintivamente hiciera el intento de cerrar las piernas, sin embargo, ya era tarde y su vagina, dolorida por la brutal arremetida, era irremediablemente ocupada por el intruso inanimado.

-‘‘Seems to like, look like twists ¡Je je je!..’’

El otro agente, con la agilidad y la premura del rayo, al ver que ella se doblaba y que cerraba las piernas dispuesta a forsejear, la tomó de la pantorrilla de una de sus piernas obligándola a abrirse de nuevo para facilitar la penetración de la porra. Mientras tanto, el otro agente, que por cierto era el maldito John, iniciaba un movimiento circular con la porra, cómo si quisiera descorchar una botella. En este caso, la botella era mi pobre Mamita, pues ayudado por la pasta que había colocado aquel gordo, el chocho de mi Madre producia un interminable fluido vaginal. El líquido producido por su chochito era tal que se precipitaba por afuera de sus labios hacía el exterior de la ‘‘botella descorchada’’ bañando de paso, el terrible instrumento que le habían enterrado. La porra se mostró rápidamente cubierta de una fina película del brillante y oleoso líquido que producia mi Mami. En tanto que el guardia continuaba con su labor de ‘‘descorchamiento vaginal’’ el otro se ocupaba de grabar con la camara y mantener bien alta y bien abierta, la pierna que, con innecesaria fuerza, le agarraba. Y digo innecesaria, porque en tan sólo a los 30 segundos después de esto mi Madre se vio así misma sorprendida, por su propia y casi involuntaria iniciativa, subiendo de nuevo la planta del pie que mantenía libre, abriéndose de piernas aún más y facilitando de esta forma el ‘‘descorche’’ de su persona.

-‘‘¡Oooooohh por diosss! ’’ Le dijo al agente ‘‘descorchador’’ mirándola a la cara en el momento en que alzaba la pierna.

-‘‘¡Look Commander!, ..parrecer que a moulita estar gustandou. ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Mmhhhh! de, deja de girar ya la porra y ¡jodeme duro con ella Cabrón! ... ¡Ooohhhmnn! ¡Nnooo! ¡bom, bombéame el chocho Cabrón! ... ¡Ooooohhh! ¡Jodanme duro! ’’

-‘‘¡Je je je!.. look like twists la moulita, ..gustarr moucho la pourra ¡Je je je je!..’’ Dijo el agente que le mantenía abierta y en alto la otra pierna mientras la grabava.

-‘‘¡Ja ja ja!.. Grabar todo, ..serrá un buen recuerdou. ¡Ahorra mirrar cuando sacarr! ’’. Dijo el ‘‘descorchador’’ girando esta vez la porra hacía fuera de su intimidad desocupando su tierna y ya lubricadísima vagina.

-‘‘¡Nooooooooo!!! ’’ Dijo mi Madre queriendo sujetar la porra con la mano para que la siguiera jodiendo con ella.

-‘‘¿Que pasa cariño?, ..¿la quieres otra vez? ’’ Le dijo el Comandante Reyes.

-‘‘¡No me la saques! ¡uff, ufff!! ’’. ¡Plof! sonó la ‘‘vagina descorchada’’.

-‘‘¡Mierda! ¡Cabrón hijo Puta! ..¡jodeme con lo que te de la gana pero no me dejes así! Ya no puedo parar, ..¿que me han hecho desgraciados? ¡ARRGGHHHH!! ’’.

Mi Madre se encontraba totalmente trastornada, enajenada y llevada a un vértice de depravación tal que para nada le importaban las consecuencias que pudiera tener la petición que iba hacerles, cuando llegara el momento oportuno, a los agentes. Sin duda alguna la sobredosis del preparado que utilizaba ‘‘El Doctor’’ la había cambiado de forma radical. La había moldeado y formado de tal forma que ahora tan sólo vivía por y para el sexo. Me la habían convertido en una adicta sexual, en una perfecta esclava no de un único amo sino del sexo cómo tal y poco le importaba con quién iba a tener sus indispensables raciones, cada vez más apremiantes, de placer.

-‘‘¿La quieres por la cola, he?, Puta ’’.

-‘‘¡Si, siii!, ..¡llename el culo de verga Cabrón!. ¡Pero pares! ’’ Las palabras de mi Madre me dejaron de piedra.

Sin demorarse mucho Mamá se puso a llenar de babas la herramienta de su agresor. Para ello tuvo que darle la espalda al tipo de la camara que estuvo grabando una perfecta panorámica de su trasero. Pronto notó cómo la verga del Comandante se tornaba en una poderosa erección. Era evidente que su técnica oral era excelente. Sin embargo el Comandante tenía otros propósitos, dejándola a cuatro patas se posicionó atrás e introdujo su palo en su chochito de un único empellón. Mamá gritó por la impetuosa entrada aunque más por placer que por dolor.

-‘‘¡AAARRGHHHH!! ¡Así Cabrón cogeme duro! ’’.

-‘‘¿Lo estás gozando eh, Puta?, ..estás chorreando cerda ’’.

-‘‘¡AAAHHHH!! Sí... Sí... ¡Dame fuerte!, ..hasta el fondo ’’.

El Comandante Reyes la estaba montando con fuerza, asiéndola del pelo la cabalgaba violentamente obligándola a mirar a la cámara. Quería asegurarse de que la viciosa cara de mi Madre quedaba bien registrada sin que hubiera lugar a confusiones. En éstos momentos Mamá era una Puta a la que le gustaba que la jodieran duro. El consultorio se llenó de los gemidos de ambos. Mamá estaba a punto de lograr su orgasmo y acercó cómo pudo una mano a su chochito para conseguirlo lo antes posible.

-‘‘¿Quieres correrte? ... ¡Uff, ufff!! ¿Verdad, Zorra? ’’.

-‘‘¡AAYY!.. ¡AYY!.. ¡Mmhhh! Sí... Lo necesito ’’.

Por cada instante que pasaba, por cada segundo vivido en aquella situación, se iba sintiendo Puta, muy Puta. Y ello al parecer le gustaba, le encantaba y le satisfacía. Esa sustancia blanquecina habían hecho de mi Madre una ninfómana, una desvergonzada e insolente hembra en una búsqueda casi constante del placer y la lujuria. La habían convertido en la más depravada, perfecta y viciosa Puta que hubiera existido jamás en la faz de la Tierra. Era ‘‘La Puta’’ y en aquellos momentos la Puta necesitaba tapar urgentemente sus otros agujeros. Sus movimientos eran frenéticos y exacerbados. Se dejaba ir hacía atrás para quedar clavaba con toda esa virilidad en su ansiosa cueva, para sacársela casi totalmente un segundo después hasta dejarse ir hacía atrás para chocar de nuevo a lo largo de su maravilloso tronco al siguiente. Sus pechos se movian cómo locos hacía el frente y hacía atrás en una comparsa perfecta de sus delirantes vaivenes. Alternaba sus metidas con rápidos y vigorosos movimientos circulares de caderas cuando sentía toda su maravilla en el interior del guante que lo atrapaba al tiempo que se pellizcaba sus enardecidos e inflamados pezones y masajeaba vigorosamente las tetas que a gritos pedían también ser tratadas cómo se merecían.

-‘‘¡Ufff, uff!.. Todas las Putas son iguales, ..sólo piensan en su chocho ’’.

Entonces sin más preámbulos el Comandante cambió de agujero y la embistió de golpe en su ano. El dolor fue intensísimo, Mamá no estaba preparada y aquel bruto se la había metido hasta el fondo de un sólo golpe.

-‘‘¡AAAAAHHHHHHH!!! ¡NOOOOOOOOO!!!!!! ’’

Chilló mi Madre ante tan brutal entrada. El gesto de dolor reflejado en su rostro era la víva imagen del sufrimiento. Su cuerpo se encontraba rígido, arqueado tratando de escapar de aquel férreo ariete que la lástimaba. Pero estaba firmemente amarrada por el cabello que no podía escapar de los enérgicos embates. Tampoco podía aliviarse buscando su propio placer porque el sádico policia le asía con firmeza una mano con lo que apenas podía mantener el equilibrio sin caerse. Afortunadamente para ella esa reata no era tan gruesa cómo la de sus otros chantajistas. Aunque la vehemencia con que la cabalgaba compensaba de sobra la diferencia de grosor.

-‘‘¡AAAAYYYY!!! Por favorrrgggghhhh!! ¡Aaayyy!! ’’.

-‘‘¿Te gusta duro?, ..pues yo te voy a dar duro, ¡Puta! ’’.

-‘‘¡AYYYY!!! ¡NOOO!! ... ¡Me dueleee ¡HAYY!! ’’.

-‘‘¡Qué culo más rico, Zorra!, ..te estaría dando así por horas ¡Ufff, ufff!! Lo tenías reservado para mí ¿eh? Zorra ’’.

Mamá sólo podía gritar. Sabía que su verdugo no la escucharía y si lo hacía temía de que se arrepintiera de el trato que habían consentido. De modo que se resolvió a soportar el agudo dolor lo más dignamente posible. Se agarró con las uñas de la loseta y trató de agachar la cabeza pero un par de fuertes tirones la obligaron a mirar a la cámara. No tenía escape, su cuerpo estaba bañado por un sudor frío, prueba de su sufrimiento. Su única esperanza era que acabara pronto.

El Comandante en cambio estaba disfrutando cómo no lo hacía en mucho tiempo. Otras Putas más experimentadas estarían chillando y suplicando que acabara y se habrían rendido o desmayado. Mi Madre en cambio parecía tener aguante, mucho aguante. Su rostro y su cuerpo también estaban empapados de sudor, pero era debido al tremendo esfuerzo y a la enorme excitación que tenía. No aguantaría mucho más.

-‘‘¡Toma Puta!, toma ¡Ooohhhhh! ¡Meee cooorrrrooooo ¡OOOHHHHH! ’’

-‘‘¡AAYYYY!!! ¡DIOS YAAAHHHH!! ¡AARGGHHHH!! ’’.

El orgasmo llegó con súbita violencia, un látigazo de placer recorrió el cuerpo del Comandante. Al mismo tiempo que se descargaba abundantemente dentro de mi Madre tiró de su cabello hacía él obligándola a ponerse de rodillas cómo si fuera un caballo encabritado. Luego cayó pesadamente sobre ella sin salirse de sus entrañas. Poco a poco el tipo fue recuperando el aliento y se retiró de ella. El ano de mi Madre aún se convulsionaba rememorando el terrible ímpetu con que había sido perforado. A cada contracción le seguía un hilo de la abundante lechada que había acogido. Sin embargo mi Madre no pudo descansar por mucho tiempo, su cliente pronto demandaría que lo limpiaran. Por eso cuando notó aliviada que su culito estaba libre buscó rápidamente la flácida tranca de su cliente.

-‘‘¡Je, je, je!.. Lueguito se ve que eres una esperta. ¡Ufff, ufff!! Sabes atender a tu macho ’’.

El Comandante recibió con agrado la solícita boca de su Puta sobre su flácida verga y deseó que esta tuviera más energía para poder erguirse de nuevo. Pero a pesar de las atenciones recibidas no le fue posible de nuevo. Había sido una montada de campeonato, hacía mucho que una hembra no lo ponía tan caliente y estaba más que satisfecho. Así que con un ademán le indicó a mi Madre que parara.

-‘‘Muy bien mulita, ..te has ganado a pulso tu libertad ¡Je, je, je!.. Dejen que se recupere un poco y tomenle su declaración, ..quiero todos los nombres de tus chantajistas. Ya los tenemos a esos Cabrones, ..después llevenla con su hijo y dejenla ir. Pero recuerda mulita, ..tenemos tu imagen grabada no intentes denunciarnos ¡Je, je, je!..’’

-‘‘Yes Sr. ’’

Los tipos salieron dejándola tirada, violada y fátigada sobre la fria loseta, todo había acabado, mi Madre había conseguido su libertad y dentro de poco se iría hacía su País, mi Madre estaba destrozada. Tras haber tenido una experiencia traumática con los agente, que luego resultaron ser los encargados de buscar al Sr. Montoya, después de eso pudimos regresar por fin a nuestro País. Llegamos a casa, con ella completamente destrozada moral y físicamente, pues, si bien no se veía a simple vista, no hubo desgarro ni mayores consecuencias físicas, pero su ego, su moral, su integridad... habían quedado hecho añicos. La pobre tuvo que ir nuevamente con su ginecologo y buscarse nuevos pretextos.


Aqui termina un Capitulo más de esta larguiiiisiiiiiima serie, espero haber llenado todas sus espectativas. Aqui termina momentaneamente esta trilogia del Sr. Montoya, digo momentanea porque no descarto el regreso de ese maldito viejo. Aunque de momento estara en la carcel bien guardadito, no descarto más adelante quererse cobrar la mercancía que perdió mi Madre con esos agentes. Pero por ahora ella tenía que descansar, y bastante, aunque su lado extraño y su naturaleza diga otra cosa. Cómo siempre quiero agradecer todos sus recados, me encanta que esten tan al pendiente de mi serie cómo yo lo estoy al escribirla para llevarles un poco de morbo a sus vidas, ustedes deciden hasta donde llega esto, yo todavía tengo muchas ideas de relatos que puedo incluir a futuro y claro que aparte de los que ya tengo escritos, pero ustedes deciden con sus comentarios y cirticas. Grasias por leerme...

Nota:) Si en algún momento, a la hora de referirme a Samuel, alguien siente que he sido ofensivo con la gente de tez oscura, quiero aclarar que muy lejos de mi intención de ofender es sólo una historia de sexo no consentido, para nada tengo algo en contra de la gente de color ni de cualquier nacionalidad, esta historia se basa sólo en mi imaginación, estoy en contra del racismo y de la descriminación entre las nacionalidades.


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia

© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (29)
‘‘Como Escapar de su Naturaleza.’’

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com














© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (29)

‘‘Como Escapar de su Naturaleza.’’


Hola queridos amigos, les escribe nuevamente su amiguito Pedrito Tapia, ( perdón por el retraso ), estoy una vez más aqui para contarles este nuevo relato, esperando que nuevamente les sea de su agrado y lo disfruten. Desde aquel fatidico día en el extranjero, mi Madre había quedado muy traumatizada por aquella amarga aventura. En esos días, después de haber regresado del extranjero, nos enteramos por el noticiero de la televisión cómo Alonso Montoya había sido atrapado en la duana queriendo escapar del País y extraditado al extranjero por tráfico de drogas y trata de blancas. El desgraciado viejo pagaría una larguísima condena. De Antonio no habíamos sabido nada y esque desde que se hizo la investigación su nombre cómo el de muchos más, incluyendo el de Fernando Montiel habían aparecido en sus nominas, así que cómo ratas en una inundación fueron los primeros en desaparecer. Bueno al menos mi Madre descansaría por un buen tiempo. Eso la ayudaría un poco a olvidarse de toda aquella pesadilla.

.....

Seis meses habían pasado ya desde la extradición de Montoya. Ella ya había logrado olvidarse un poquito de todo aquello y empezaba a seguir con su vida en delante, durante esos meses ella había logrado a ser la mujer perfecta que yo conocia y la cuál se había casado con mi Padre. Por fin había dejado de verla cómo a la mujer que todos los hombres querían montar. Y esque no era para más, ya sé que se las he descrito un puñado de veces, pero en ocaciones vale la pena recordarlo.

Mi Madre es pelirroja, pero ahora lo tiene teñido de color dorado; poseé una larga melena la cuál suele recoger en una flamante coleta y con el copete esponjoso hacía atrás. Sus ojos son azules cómo el cielo que iluminan todo su rostro. Su boca no es grande pero si de labios carnosos que le gusta remarcar pintandolos de colores claros y brillosos, haciendolos más tentadores para besar. Poseé unos pechos de muy buen tamaño que se conservan aún duros y tersos, pero lo que es realmente sexy de su delantera sin lugar a dudas es su lunar en la teta izquierda, que siempre trata de lucirlo con escotes en ‘‘V’’ marcando perfectamene el canal de sus senos. Por último les diré que la parte de su cuerpo de la que se siente más orgullosa son sus piernas y su trasero. Sus muslos son duros y definidos, que le encanta mostrarlos con cortas minifaldas o vestidos a medio muslo. Y su trasero ¡ufff!.. ni que decir, es realmente magnifico, esas dos masas de carne redondas y duras, hacen de ella la mujer más deseada de la Colonia, no he conocido a ningún tipo que no sucumba ante sus encantos al verla pasar, y es que ver esas magnificas posaderas contonearse en los ajustados jeans o en sus mallas pegadas ¡ufff!!.., no hay quién no le dedique una paja.

Ella tiene 38 años, y su figura apenas delataba algo más de las medidas ideales de siempre, con 34C-de busto, 30 de cintura, Mamá es sin lugar a dudas una bella mujer, con la delicadeza propia de una dama en sus detalles, modo de hablar, de moverse y caminar, salvo por aquellas amplias caderas que al pasar junto a uno parecen contonearse cómo si su único fin fuera el de llamar la atención de las miradas que se clavan en su figura. Y cómo Dama que es, pese a que cómo he dicho anteriormente algunos de sus vestidos resultan a veces un tanto sugestivos, la mayoría de las veces usa bajo los mismos, medias, cinturones portaligas y conjuntos de ropa intima sumamente evocadores y sensuales, aunque nada que pudiera resultar vulgar si no más bien el tipo de prendas que se pueden ver en catálogos de ropa intima o uno imaginaría que las estrellas de cine usan durante aquellas galas de premiación.

Ella sin lugar a dudas es una de las mujeres más bellísimas y más flamantes de esta ciudad y vaya que esta ciudad es grande. Como les había mencionado ella enviudo ya hace más de un año, durante el cuál fue sometida por un sin fin de chantajes y humillaciones, haciendo que su bellisímo cuerpo en lugar de ser otro milagro de la naturaleza fuera sin lugar a dudas su maldición. Durante este tiempo, libre de esos asquerosos sujetos, mi Madre había recuperado su brillo y su alegría, además de que ya había superado el temor que tenía de salir a la calle, ya que viviamos atemorizados por alguna represalia por parte de algunos de los amigo de Montoya. Ya que por si no lo recuerdan mi Madre había perdido toda la droga de Montoya en aquella aduana. Por la cuál mi Madre durante este tiempo vivio atemorizada sin salir de la casa.

En el verano cómo todos los años nos asotaba un terrible calor sofocante, en el cuál hacía imposible estar encerrado en casa, por lo que soliamos llenar la alberca y pasar los fines de semana en ella. Pero cierto día cuando iba decidido a hecharme un buen chapuzón, escuche unos ruidos raros, cómo martilleos cerca de la casa, me parecio muy extraño ya que suele ser una Colonia muy tranquila. Lo deje asi, la verdad que no me gustaba andar ‘‘husmeando con los vecinos’’, ( bueno sólo cuando existe morbo de por medio ). Después cuando mi Madre y yo saliamos en la camioneta por algunos viveres, Mamá me mencionó que estaban realizando unas ampliaciones en la residencia de los vecinos, algo de que habían vendido la casa y un nuevo dueño quería remodelarla.

La construcción de la nueva casa, trajo otros inconvenientes, como fueron los trabajadores que se ocuparían de la construcción, eran en total 5 trabajadores, uno que le decían maestro y que era el que decía como se hacían las cosas, otros 2 albañiles que se ocupaba de los trabajos y 2 más que eran los ayudantes y hacían de todo, y había un sexto más, que no estaba siempre pero llegaba varias veces durante el día o en la semana, era un ingeniero y era el jefe de todos.

Yo cómo todo niño curioso, en ocasiones me asomaba por la cerca para ver cómo le hacían, me quedaba viendo cómo los tipos armaban las bases para colocar una piscina, eran tipos fuerte, flacos pero muy fibrosos, con sus cuerpos morenos, sudorosos y llenos de cemento. Un dia estaba en la mañana juntando el excedente de hojas que caían de nuestro arbol cuando un sujeto moreno y flaco me hablaba desde el otro lado de la cerca.

-‘‘¡Oie muchachito!, ..puedo conectar la manguera de tu jardín. Lo que pasa es que el ingeniero no ha venido y necesitamos una poca de agua, ..sólo será por este dia ’’.

-‘‘Esta bien, ..pasele ’’.

El tipo se brincó nuestra cerca y conectó su manguera, despues abrió la llave y volvió a su trabajo. Un rato después entré a la casa y se lo conté a Mamá:

-‘‘Oie Má, ..uno de los trabajadores conectó su manguera a la llave de nuestro jardín. Me pidió que le ayudáramos con el agua, ya que su encargado no estaba y todavía no tienen, ..yo le dije que sí, así es que te estarán pidiendo agua ’’. Le dije a ella esperando respuesta ya a que a Mamá no le gusta que gente husmeara por la casa, y mucho menos por su jardín.

Mamá hizo un mohín de disgusto, no le parecía simplemente que otras personas caminaran por su jardín, ni mucho menos que se metieran a la casa, además que con la presencia de albañiles trabajando en la casa de al lado mucha de su intimidad se veía amenazada. Sin embargo como buena samaritana que era no dijo nada y cambió el tema de conversación.

-‘‘¿Me acompañas al supermercado cariño?, ..necesito comprar ciertas cosas ’’.

-‘‘Si, claro, Má ..ve encendiendo la camioneta ’’.

La verdad que no era la gran cosa acompañar a mi Madre al super mercado, lo digo porque siempre ando sufriendo de los celos, ya que todos los tipos que se topa siempre se la tragan con la mirada. Yo siempre volteo a nuestras espaldas y siempre logro ver como los tipos se frotan el bulto o cómo son regañados por sus Esposas o sus novias, era siempre lo mismo, por eso en ocasiones me caga acompañarla para todos lados. Fuí hacía la camioneta para subirme, Mamá dió reversa para salir del garage, entonces subí al vehiculo y nos dirigimos al centro. Cuando la camioneta iba por la calle y atravesó la reja del vecino, voltié a mi derecha para ver cómo iban las hechuras de todo, y ras de varios muros nuevos con algunas obras de infraestructura de madera. De una ojeada rápida, conté unos cinco o seis obreros, sucios, trigueños, algunos de ellos sin camisa. Mi inicial ignorancia no me impidió disfrutar maliciosamente al ver sus caras contemplándo a mi Madre, aunque ella iba sería con la mirada en el camino, los tipos no dejaron de apreciar su rostro y sus enormes tetas aprisionadas justo en medio de ambas por el cinturon de seguridad. Los tipos comentaron algo pero por el avance del vehiculo no pude percatarme de más.

Pero ese no era el tema, el problema fue de regreso, cuando mi Madre estacionó la camioneta justo enfrente de la casa para poder bajar las cosas, en la cera del vecino aún se encontraban 3 tipos trabajando, que al ver que mi Madre bajaría se quedaron muy pendientes. Para su fortuna y la desdicha de mi ingenua Madre ese día traia una falda muy corta de mezclilla, con una playerita muy ajustada a sus pechos que le llegaba poquito abajo del ombligo, pero que sin lugar a dudas dejaba ver los huesos de su cadera asi cómo los 2 hoyitos que se le forman por encima de su trasero.

Al bajarse con su corta falda no pudo evitar que esos mugrosos pudieran deleitarse de sus bien formadas piernas, ella enseguida sintió sus miradas, sin embargo, se mostró altiva, cómo su alcurnia lo exige, sin dedicarles ni una sola mirada, mucho menos una sonrisa, entró a la casa cargando las bolsas mientras que yo cerraba la camioneta, sin embargo, uno de ellos no sé rindió ante su actitud altanera e intachable de mi Madre, pues, me pareció oírles comentar:

-‘‘¡Qué buena está la Seño!, ¿no? ’’. Fue el más trigueño quién dijo esto, de panza algo abultada y robustos brazos curtidos, casi negro, pero menos que un auténtico negro que la devoró con sus ojos brillantes.

-‘‘¡Calla, estúpido!, ..si te ven molestando a alguien de aquí te pondran de patitas en la calle. En esta Colonia vive la pura crema y nata de la ciudad, ..ponte abusado ’’. Le espetó otro, el que parecía ser el maestro de obras, más bajito que aquél y con algunas canas salpicándole su pelo.

-‘‘Pero Patrón, ..uno no tiene la culpa de ver esas pinches piernotas. Hacen que a uno se le pare, ..el corazón ¡Jajaja!.. ¿O qué?, ..me va  adecir que a usted no se le antojo ’’. Dijo entonces bajando la voz, en un no muy fructuoso intento de parecer discreto.

Creo que su intención no era ser escuchado, pero desde luego que pude escuchar, dejé mi sangre hervir mientras subía las gradas hacía la entrada principal de mi casa, mientras el capataz me miraba serio.

-‘‘Claro que se me antojo, ..con una vieja de esas no saldría de mi cuarto durante dos meses ¡Jejeje!..’’ Y los tres se hecharon a reir.

No le tomé importancia y me olvide los comentarios, eran unos mugrosos jornaleros, seguramente jamás se habían deleitado de una mujer cómo mi Madre. Me tragué mi coraje y entré a la casa cargando las bolsas sobrantes llevandolas hacía la cocina. Cuando entré mi Madre estaba que hechaba chispas.

-‘‘¡Me choca que los vecinos tengan a sus trabajadores en la cera!, ..mañana pondre mi queja ’’. Dijo mi Madre enojada, la verdad que eran pocas las veces que la había visto tan molesta.

-‘‘Sólo son trabajadores, Mami ’’. Traté de ser comprensivo.

-‘‘Si pero no me gusta cómo hablan, ..dicen puras majaderías, además me observan de una manera muy extraña. No los quiero volver a ver, ..hablaré con los vecinos ’’.

Si Mamá se hubiera enterado de lo que siguieron hablando seguramente ahora si que estaría mucho más furiosa, pero la verdad esque sólo eran unos simples trabajadores, no sé porque a Mamá le desagradan tanto, si era lo de siempre que los hombres se la tragaran con la mirada, además trabajarían sólo un par de semanas y desaparecerían, no entendía el porqué su bastante molestia.

.....

La mañana siguiente fue un día normal para mi Mami. Había ido al gym para seguir manteniendo su escultural cuerpo, yo me encontraba regando el jardín sobre uno de los costados de la cerca cuando la vi llegar. Estacionó la camioneta al frente de la casa y se bajó en sus flamantes mallas, traía unas de color rosa chillón, que dibujaba perfectamente sus caderas y su triangulito de la entrepierna, sólo al bajarse vio en la acera de la casa de al lado algo que no le gustó, sentados en la baqueta había dos tipos de dudosa reputación, uno más flaco que el otro. Por supuesto que en un principio se extraño pensando en quiénes podrían ser esos mugrosos, ya que en esta Colonia no es muy habitual ver a tipos asi caminando por las banquetas, y mucho menos sentados. Pero inmediatamente cayó en la cuenta de que eran los trabajadores de al lado, tal parecía que no había recordado que tenía que darles agua, tampoco yo se lo había recordado.

-‘‘Oiga, Señito ’’. La detuvo uno de ellos.

Mi Madre no les contestó, estaba cómo confusa enque si le hablaban a ella o no. Cómo ya les he contado mi Madre era muy altiva a arrogante, no era muy afectiva con la gente de nivel economico inferior, de manera desprectiva sólo los volteó a ver.

-‘‘El dia de ayer le comentamos a su niño que si nos podría dar agua ’’.

-‘‘Si, asi es ..si me lo comentó. Porqué no se lo pidieron a él ’’.

-‘‘Y lo hicimos, ..pero nuestro Jefe nos mandó para hablar con usted, ..para que no hubiera ningun problema ’’.

-‘‘Correcto, sólo una cosa ..tengo unas flores muy delicadas, por favor tengan mucho cuidado cuando metan su manguera ’’.

-‘‘No sé preocupe, Señora, ..se la meteremos con cuidado, al contrario discúlpenos por causar estas molestias ’’.

Afirmó en doble sentido sin que sus ojos dejaran de recorrer el cuerpo de mi Mami, pero ahora iniciando por sus ojos, pasando por sus labios, deteniéndose un rato en sus pechos, rodear su cintura, jugar en sus caderas para entretenerse en su entrepierna durante unos instantes. Cosa que no pasó desapercibida por Mamá, quién envuelta en sus pantalones deportivos ajustados y una playera tipo ombliguera, sintió nuevamente ese calorcito que la recorría por todos los poros de su piel y en sus mejillas logra relucir.

Ya con un poco más de confianza le dijo el otro:

-‘‘Si, lo tiene muy bonito, Señora ’’. Le dijo caminando detrás de ella, cuando Mamá abría la puerta para dejarlos pasar.

-‘‘¿Perdón? ’’. Preguntó Mamá a sabiendas de por donde iba dirigido el comentario de ese obrero.

-‘‘Que, que tiene un jardín precioso, Señora ..lo que pasa es que antes era jardinero ¡Je!..’’

Mamá observó el movimiento de su lengua que como presa de espasmos se movió lentamente entre los amarillos y poco higienicos dientes del obrero, causando con ello que ella deseara que así se moviera, como con vida propia, en los labios íntimos y ardientes de su depilada vagina, para luego hurgar lo más hondo y profundo que pudiera, ( eso sucedió sólo en mi pervertida cabeza, ya que tenía 6 meses sin ver nada de nada, estaba desesperado ¡je je!.. ).

.....

Pero la cosa no paró ahi, recuerdo que en uno de esos días, ya cerca de las cinco de la tarde, mi Madre acudiría a una velada, para reunirse con algunas de sus amigas. Como ya era costumbre yo me quedaba en casa sólo, asi que mientras mi Madre salía por la puerta principal yo la observaba desde la ventana. Ella iba con un vestido blanco muy corto y escotado, se había dejado el cabello recogido, todo sobre su nuca, dejando su cuello perfectamente a la vista, para mostrar el carísimo collar de perlas que Papá le había regalado en uno de sus aniversarios.

Ella iba preciosa, caminando cómo una modelo de pasarela con sus zapatillas blanca de tacon de aguja, la verdad era que derrochaba glamur por cada uno de sus poros. La seguí observando mientras se dirigía a nuestra camioneta, una land rober modelo 2011 de color gris rata. Me llegó una morbosa e ilícita sensación cuando las palas, los picos y demás bulla inherente a la albañilería cesó cuando ella salío por el umbral rumbo a la camioneta. Sin embargo, esta vez, el osado e indiscreto morenito, que luego me entere que le decian el ‘‘Macaco’’, por su similar con algunos primates de la selva, volvió a comentar:

-‘‘¡Uyyy!, ¿ya viste enano?, ..¿qué harías con eso en las manos? ’’. Le preguntó a otro, pero esta vez en un tono algo fuerte para que esta vez mi Madre si pudiera escucharlos.

Enseguida agudicé mi oído y quise escuchar lo siguiente, mi Madre por su parte mantenía su fachada de arrogante altivez pero sin embargo, poseída por unas ganas inusuales de captar las palabras de esos tipejos.

-‘‘Qué no le haría ¡Ja ja ja!..’’ Repuso el tal enano, algo atrevido.

-‘‘¡A callar!, bola de calenturientos ..que nos pueden dejar sin este trabajito ’’. Dijo el ya maduro maestro de obras, quién a pesar de su admonición, tenía sus ojos bien clavados en mí Madre.

-‘‘Esa hembra lo que necesita es un macho de verdad, que la haga gozar, ..y no esos mariconcitos ricachones con los que seguro sale ’’. Refunfuñó el trigueño.

El maestro de obras le dio un codazo para que se callara.

-‘‘Oh no se enoje Patrón, ..además, que ya no se acuerda cómo le decian hace años por andar de caliente. ‘‘El rompe culos’’, porque no había vieja que se le escapaba ¡Jajajaja!..’’ Y se echaron a reir todos los empleados.

-‘‘¡Callense macuarros!, ..ya les he dicho que aqui la gente es muy delicada en ese tipo de cosas. Mejor apurenle que ahí que terminar con esto ’’.

Mi Madre apresuró el paso para llegar a la camioneta, pero eso si, sintiendo todas las miradas de los trabajadores por su cuerpo. La miré algo furiosa, no por lo que le habían dicho si no por tener que aguantarse de escupirles en sus caras lo desagradables que eran. Sin duda salió enojada ya que salió derrapando con la camioneta para perderse por la cuadra.

-‘‘¡Que buena esta la piche vieja!, ..lástima que de esas no se fijan en los pobres ’’. Dijo el Macaco lamentandose de su desafortunado nivel economico.

-‘‘No, te equivocas Mamaco, ..esas hembras que se ven que no rompen un plato son las peores. Esa viejas que lo tienen todo para hacer feliz a un hombre, carecen de un hombre que las haga feliz a ellas. Me mocho un güevo que esa Mamacita a su edad no ha experimentado nunca un orgasmo, ya que los tipos richachones con los que se casan no les sirven cómo amantes, pues solamente les preocupa su propia satisfacción, y no tiene la suficiente resistencia haciendo el amor cómo para llevarlas al orgasmo. Sólo se preocupan de darles todo el dinero para sus ropitas y joyas ’’. Le dijo el Maestro de obra muy sabedor de la vida.

-‘‘¡Carai Patrón!, ..ahora si me dejó callado, habla usted cómo si supiera todo de las piches viejas. ¿Apoco ya se ha tronado un culito cómo ese? ’’. Pregunto su chalán anonadado por las pláticas de su Jefe.

-‘‘Pues no es para presumirles pero yo a su edad ¡Ufff!.. Yo a su edad ya sabía ser el tipo de amante que una vieja cómo esa necesitaba, ..con sólo captar su aroma, ese peculiar olor que ellas sólo desprenden cuando uno las tiene acorraladas, especialmente cuando les meten mano ’’.

-‘‘Carai Patrón ..no me venga con ese cuento de los pinches olores. Yo nunca he olido a una pinche vieja, ..yo sólo le abró las patas y ¡Toma! ’’. Le dijo el Macaco haciendo el singular movimiento de cadera cuando uno esta follando.

-‘‘A pinche Macaco, ..por eso nunca sabrás lo que es cogerte a una verdadera hembra, sólo a pirujas del billar todas aguadas. El olor de hembra en celo es real, ..cón solo olerlas sabes si están despechadas, si necesitan de hombre. De un hombre cómo yo ¡Jejeje!..’’

-‘‘¿Apoco muy Cabrón Patrón?, ..haber, diganos cómo le haría ’’.

-‘‘Es muy fácil mi querido Macaco, ..hay que tejer unas redes para conseguirlo. Lo primero es enfrentarla en uno de esos días en que despidiera ese olorcillo de hembra insatisfecha, probablemente después de otra noche aburrida de sexo con su Marido. Uno de esos días en que tendría que soportar su malhumor, producto de la falta de caricias, de insatisfacción sexual ’’.

-‘‘Hay Patrón, ..¿y cómo saber eso?. Si esas pinches viejas no dejan que uno se les acerque, ..mucho menos que las andemos oliendo ¡Je je!..’’

-‘‘Ah si serás indiorante, ..estoy seguro de que esa Mamacita, cuando más tenga esa cara malhumurada y de arrogante, en ese momento es más vulnerable a la seducción, con sus hormonas funcionando a mil, receptivas a todo lo que fuera sexo. Ese sería el día ’’.

-‘‘Yo no sé de esas cosas de hormo.. ¿que?. A mi sólo pongamela a cuatro patas y verá cómo la dejo ¡Je je je!..’’

-‘‘Ay Macaco, ..por eso nunca saldrás de perico perro. Mejor junta todo, ..ya es tarde ’’.

Desgraciados albañiles, se expresaban de mi Madre cómo si fuera una de las pirujas con las que seguro frecuentaban, cómo si ella fuera cómo sus viejas Esposas gordas y bofas, estos mugrosos se estaban pasando, sólo esperaba que la mujer ardiente que ahora dormía en el interior de mi Madre, no fuera a despertar.

.....

Durante esos días yo observaba cómo mi Madre estaba pendiente de ellos, la sorprendi varias veces observandolos por la ventana mientras fregaba los platos o regaba sus plantas. En una tarde la vi bajar con su vestimenta para correr, vestía otras mallas azules de deportista con una línea blanca a lo largo de sus piernas. En la parte de arriba llevaba mostrando un pequeñísimo top del mismo color que las mallas. Se miraba muy linda: de rubía con media melena recogida en una coleta. Ahora si se podía apreciar con claridad la forma de su imponente culo, abombachado y desafiando la ley de la gravedad por lo respingón que era, debido obviamente a sus largas horas de ejercicio. Las mallas las llevaba sin nada debajo, porque por más que la observé no pude apreciar ninguna marca de sus bragas o de sus diminutas tangas, solamente se notaba un muy prominente monte de venus que seguro lo tenía bien deliniado. En cuanto al resto de su cuerpo, mostraba las horas de entrenamiento con claridad: brazos marcados, abdominales perfectos, piernas largas y bien definidas.

-‘‘¡Mamá!, ..¿para dónde vas? ’’. Le pregunté intrigado.

-‘‘Me recomendó una amiga que me ayudaba más el ejercisio por las tardes, ..asi que sólo daré un par de vueltas a la cuadra y enseguida regreso, mi amor ’’.

La verdad era que Mamá acostumbraba a correr sólo en las mañanas, eso me dejó algo confundido, y aún más ya que según ella no le gustaba salir cuando los trabajadores estaban fuera. Enseguida tomó su reproductor y su bandita para su frente y salió por la puerta, enseguida y sin perder tiempo me asomé por la ventana, quería ver el impacto que les causaría mi Madre a esa bola de mugrosos lepreros. Al pasar ella junto a esa bola mugrosos que se encontraban en sus respectivos trabajos, pude percibir cómo volteaban con los ojos cómo platos, babeando cómo si fueran perros en carnicería, los murmullos que hacian al pasar ella enseguida se perdieron, se formó un silencio sepulcrar al ver contonear esas carnes cómo haciendo buches. Los trabajadose estaban pendientes a cada salto que hacía mi Madre en cada sancada, cuando salió de su vista enseguida empezaron los murmullos, mientras alguna que otra sonrisa se les dibujaba en la cara.

Y eso no terminó ahi, si no que de regreso fue mucho peor, los degraciados ya ni trabajan, estaban esperando para verla, para tragarsela con la mirada. La pobre tuvo que soportar desde los pelafustanes que le decían muchas cosas vulgares hasta otros más pervertidos que le hacían señas con la lengua cuando les daba la espalda. Mi pobre Mamita sentía como lenguas que la rodeaban por sus partes más escondidas, generando con ello un calorcito típico de la excitación, ya que esos mugrosos que en su vida soñarían con una hembra cómo ella no perdían la oportunidad para manifestarle sus más sucios deseos de llevársela a la cama, pasando por supuesto, por sus cochinas mentes que sin disimulo alguno la tachaban de Puta, hasta ser la primera imagen de sus salvajes pajas.

Afortunadamente para nosotros los tipos terminarían su trabajo y se irían, asi toda la tranquilidad de la Colonia volvería a ser cómo antes. Mamá aceleró el paso dejandolos a todos con la baba en la boca y con sus bultos empalmados, cuyos ojos parecían bambolear detrás del andar de mi Mami, quién sin exagerar contoneaba sus caderas en un precioso y suculento trote. La verdad que no fue sólo una vez, ya que siguio haciendo lo mismo durante toda esa semana, aunque mi Madre llegaba a la casa quejandose no podía evitar el sentirse bien al ser observada por esos hombres rudos y sudorosos, pero más aún siendo la fantasia sexual de esos mugrosos, y aunque no le gustara decirlo se sentía superior de alguna manera.

-‘‘¡Malditos mugrosos!, ..ya no hallo la hora para que terminen su trabajo y se larguen de la Colonia ’’. Decía siempre que entraba por la puerta.

.....

Una de esas tarde, cuando Mamá andaba un poco receptiva y poco tolerante a todo, había pensado en darse una desestresante ducha para calmar todas aquellas cosas que atormentaban su rubia cabecita. Una vez que lo hizo, ya más relajada se acuesta en su confortante cama para descansar un poco, cuando ya iba entrando en sueño, empieza a escuchar golpes, cómo que alguien estaba taladrando algo muy cerca. Decidió esperar a ver si terminaban, pero el ruido se hacia cada vez más fuerte, y sus nervios poco a poco estaban a punto de explotar. Enfurecida se levantó y miró por la ventana para ver de dónde venian los ruidos, se trataba del Macaco y el Enano, que hacían reparaciones en la banqueta para poderse conectar a la red municipal.

Yo estaba jugando en la sala con mi Psp portatil, cuando la ví bajar, estaba muy enojada porque consideraba que no era un horario para hacer ruido, ya que la mayoría de la gente de la cuadra descansaba en esos momentos. Rápidamente la seguí, no sabía que intenciones tenía mi Madre para callarlos. En cuanto me acerco veo a esos dos mugrosos obreros trabajando bajo el sol, con un calor impresionante, todos sudados. El Macaco de unos 28 años aproximadamente, más alto, más flaco, también en las mismas condiciones que el otro, todo sucio y sudado cosa que me dió mucho asco.

Mi Madre estaba que hechaba chispas, se puso delante de ellos y en tono muy enojada les dice:

-‘‘¿¡Pero que se creen!?, ..me parece que este no es horario para hacer ruido, la gente descansa a esta hora ’’.

El Macaco que era el más atrevido y hablador tomó la voz de mando y le contesta:

-‘‘Señora no se altere que estamos haciendo nuestro trabajo ’’.

-‘‘¡Pero yo estoy durmiendo!, ..y no creo que este sea el horario, insisto! ’’. Le dijo casi gritando.

-‘‘Señora no nos venga a gritar a nosotros, ..nosotros sólo obedecemos ordenes. Arreglelo con Don Pepe, ..él es el encargado ’’.

-‘‘¿Donde está ese tal Don Pepe? ’’. Dijo mostrando impatía.

-‘‘Ahi en el almacen, Mamacita, ..pasele y toquele a la puerta ¡Jajaja!..’’

-‘‘Mugrosos obreros ’’. Les dice y se dirige a un cuartucho que habían hecho ellos de madera para guardar sus herramientas.

Así que se fue para el fondo, caminando aceleradamente para alejarse de las miradas de esos dos apestosos. Mamá no se había dado cuenta por lo enfurecida que se encontraba de cómo iba vestida, traía un chort'cito delgado que usaba para dormir y que la hacía sentirse muy comoda, era de color azul tipo pijama que se le incrustaba en la cola y dejaba todas sus largas piernas al desnudo, además de una playerita de tirantes del mismo color; los pobres cordoncitos a duras penas lograban soportar el peso de sus senos, además de que no traía sostén, por lo que sus pesones amenaban con romper la tela.

El Macaco y el Enano se deleitaron con el esplendoroso trasero de mi Madre enfundando en ese mini-chort's, además cómo les decía la tela se le pegaba tanto por el calor que se le incrustaba en la raja dividiendo coquetamente su precioso trasero. Los mugrosos la vieron andar en la zona de trabajo cómo si se tratara de una indefenza obejita en la cueva de los lobos, pero no sin antes, hacerse una mirada muy compinche entre ellos. Claro que en ese momento no entendí por que eran.

-‘‘¿Usted es el famoso, Don Pepe? ’’. Preguntó Mamá hechando lumbre por los ojos.

El tal Pepe estaba usando su martillo para clavar unos clavos cuando fue interrumpido, al darse la vuelta lo primero que vió fue esas lindas piernas interminables moviendose en una situación de nerviosísimo y anciedad. Al subir su mirada un poco más se detuvo por unos milisegundos en ese mini-shorts dibujando una suculenta ‘‘V’’ entre medio de esas piernas doradas, y subiendo mucho más pasó por ese lindo ombligo y esa estrecha cintura de caderas anchas y tonificadas hasta alcanzar le sujerente redondes de ese par de pechos perfectamente dibujados bajo esa delgada playera que no podía esconder los empitonados pesones.

-‘‘Le estoy hablando, ..¿es usted el famoso, Don Pepe? ’’. Le volvió a repetir ya que el maestro de obra estaba cegado por la redondes de sus pechos.

-‘‘¡Ca, carai Señora!, ..no sé si sea famoso pero en que le puedo servir ¡Jejeje!..’’

-‘‘¡Dejese de sus chistes pateticos y digales a sus obreros que dejen de hacer aquello en la calle! ’’. Le dijo de manera contundente.

-‘‘Lo que pasa Señora esque no tardarán en llegar los del municipio a conectarnos y debemos terminar con eso ’’.

-‘‘¡Pues me vale un comino que venga hasta el Presidente!, ..lo unico que quiero es descansar sin escuchar ningun ruido ’’.

-‘‘No sé enoje Señora, ..haremos esto si le parece. Dejenos 15 minutos más y le aseguro que ya no volveremos a molestarla, ..sólo tenemos que romper un poco la banqueta para conectar la tubería, despues podrá usted descansar y hacer todo lo que le plasca en silenció ’’.

-‘‘15 minutos, ..no más. ¡Ya estoy harta!, ..ya no hallo el día para que terminen con todo esto y se larguen de una vez por todas ’’.

-‘‘No quiero ser grosero, Señora ..pero al menos que tenga una varita magica, aun nos quedan varios dias por aqui ’’.

-‘‘Muy grasioso, ..siga con sus chistecitos y le aseguro que no llegara a terminar la costrucción ’’.

-‘‘No se enoje Güerita, ..sólo denos 20 minutos. Le aseguro que ya no le molestaremos ’’.

-‘‘¡15 minutos, no más! ..y no soy su Güerita, igualado ’’.

Despues se dió la vuelta bastante molesta, pero al hacerlo de manera rápida no se dió cuenta de que había un barrote de madera, por lo que al dar los pasos hacia atrás con fuerza, perdió el equilibrio y se dejó caer hacia atrás. Instintivamente, Don Pepe, la agarró para que no cayera, ‘‘sin intenciones’’ más que de sujetar, ( bueno eso es lo yo creo ), sus callosas y asperas manos fueron a sujetar sus pechos. Mamá, dejando caer su peso hacia atrás, apoyó el trasero en la entrepierna del obrero. No sé cuanto tiempo pasó. Sus manos asían sus pechos... inmóviles... su trasero también inmóvil, quedó perfectamente encajado sobre el bulto de Don Pepe que a pesar del pantalón estaba seguro que Mamá pudo sentir su longitud y dureza. Mi Madre tenía al obrero contra la pared, en esos momentos se puso coloradísima, estaba caliente como una Perra, la verga del viejo estaba incrustada sobre su trasero, presionándolo, sus manos agarrando con fuerza sus pechos... creo que en ese momento algo cambio en mi Madre... presa de una enajenación mental transitoria o algo así, porque jamás hubiera creído que estuviera en una situación cómo esa y no se moviera.

-‘‘¡Oh!, oh, perdón, ..no quiería interrumpir ’’. Dijo el Macaco al ver la impresionante imagen de esa exuberante rubia encima de su Patrón.

-‘‘Se, Señora, ..¿se encuentra bien? ’’. Le dijo Don Pepe pero sin ganas de haberlo hecho para seguir sintiendo la dureza de esos hermosos glúteos presionando su tremendo bulto.

-‘‘Di, disculpe, ..esque no me di cuenta yo...’’

-‘‘Disculpenos a nosotros por todo, Señora, ..Macaco, sirvele un vaso de agua a la Señora para que se le baje el susto. Y ya termina lo de la banqueta que nos estas ocasionando muchos problemas ’’.

Mientras tanto el Macaco le ofreció agua, ya que el susto y el calor era insoportable, Mamá temblaba de nerviosísimo, así que se dispuso a hecharse el vaso de un sólo trago, al hacerlo la playerita se le pegó más al cuerpo, se le notaban más los pechos, por lo que al Macaco se le iban los ojos.

-‘‘Muchas gracias ’’. Y salió disparada de ese lugar sin decir nada más.

.....

La verdad que desde ese dia a mi Madre la notaba algo extraña, hacía cosas que con regularidad no hacía anteriormente, cómo ponerse a regar las plantas frente a la casa, ( ese era mi trabajo ), es más sin llegar a equivocarme, mi Madre nunca se había encargado de eso, estaba seguro que lo hacía para mostrarse, le estaba gustando ese jueguito de sentirse observada por esa bola de mugrosos.

Empecé a vigilarla más, en ver sus cambios, en cómo actuaba, que reacciones tendría. En esos dias se colocó maquillajes más coloridos e incluso practicaba las formas de caminar más sensuales. Definitivamente era feliz con su nuevo hobby, se daba cuenta que las miradas y sobre todo los dichos de aquellos mugrosos en la calle la llenaban de erotismo, la hacían sentir mujer, y en un barrio de estas características cómo el nuestro no era fácil encontrar algún sujeto que la mirara descaradamente y se atreviera a decirle alguna grosería, incluso la diferencia de estatus social le provocaba locas ideas que resultaban en excitación, era cómo una bella doncella entre plebeyos hambrientos y deseosos de carne blanca y tersa. Eran sucios y mal olientes plebeyos deseosos de su carne.

La historia de mi Madre por lo poco que me habían contado mis Padres, se casó muy joven, mi Padre desde que la vio quedó rotundamente enamorado de ella. Cuentan que mi Madre estaba en la escuela de modelaje en ese entonces, Mamá había dejado el pueblo de mis abuelos para poder realizar el sueño de ser modelo, en una de las ocasiones en las que Mamá había sido invitada a una cena de presentación, fue en esa cena en la que mi Madre en ese entonces muy joven conoció a su futuro Esposo. Mi Padre embrujado por la belleza de esa provinciana comenzó a ir a las pasarelas más amenudo, logrando asi convencerla para que lo acompañara a comer en un par de ocaciones. Según pláticaba mi Madre en ese entonces ya había sido escogida para irse a Europa a realizar su sueño, siempre le encantó estar ante los reflectores y las miradas de todos. Poco después, una cosa llevó a la otra y juntos terminaron ante el altar, iniciando su feliz matrimonio y sin planear en ese entonces formar una familia hasta haberse compenetrado lo suficiente el uno con el otro. Cosa que con un poco de esfuerzo pudieron lograr, aunque resultó ser que quizás por entender el compromiso que había adquirido al casarse con mi Padre y el rol de mujer respetable y bien portada que a partir de ese entonces ella debería de tener, dejó de intentar provocar las miradas masculinas y se dedicó a ser una linda y recatada Esposa.

.....

En una de las ocaciones en las que mi Mamá venia de correr en sus bikers ajustados, yo me encontraba en el jardín conectando una manguera cuando de pronto la vi venir. En la cera del vecino estaba el mugroso prieto del Macaco, limpiando una de sus herramientas, mi Madre no pudo evitar dar la vuelta y tuvo que pasar cerca de él, cómo era ya la costumbre del bulgar albañil tuvo que decirle algo:

-‘‘¡Uuyy!, ..cómo está mi Potranca ’’. Dijo con una voz carraspera y hasta podría decir malévola.

Mi Madre se asustó cuando escuchó la voz a su espalda. Sintió una verdadera carga eléctrica recorrer su cuerpo, se sintió empapada de un instante a otro, fue cómo un orgasmo instantáneo. Se detuvo por un segundo tratando de mantener su compostura de mujer arrogante y lo enfrentó.

-‘‘¿Co, cómo dijo? ’’. Logró pronunciar entre el susto y la incomprensión.

-‘‘No, nada Señora, ..sólo me estaba acordando de una Potranquita que tenía yo en mi pueblo. Me preguntaba si ya estaba lista para montarla ’’.

…. Se hizo una pausa y prosiguió.

-‘‘En el caballo ¡Je je je!..’’

Por supuesto que mi Madre comprendio inmediato a que se refería, pero ya sabía cómo era él, con sus palabras y frases vulgares y fuera de lugar. No se le pasó, pero algo en ella le hizo contestarle esa pregunta, la primera parte por lo menos.

-‘‘Si, estoy lista para que me monten ’’. Le respondió sorprendiendome a mi y al trabajor por supuesto.

De inmediato apuró el paso, emocionada y sobre todo excitada. Nunca le habían llamado asi, de pronto todo era claro, así le gustaba sentirse; sucia, provocativa, rastrera ¡toda una calienta güevos!. Estoy seguro que en esos momentos sólo quería estar en casa para masturbarse. Corrió hacía la entrada de la casa, dejándome a mi con la interrogativa de lo que le había contestado. No lo podía creer, ¡pero que le pasaba a mi Madre!, mira que ponerse a contestarle las bulgaridades a un tipo prieto y grosero en la calle. ¿Dónde había quedado aquella mujer altiva y arrogante que se daba a respetar frente a todos?, aquella mujer de imagen intachable que derrochaba glamur y belleza a cada paso, creo que esa mujer ya se había perdido, ahora sólo le quedaban los perfumes y vestidos caros, ya que lo de aquella Madre perfecta lo había olvidado. Mi Madre entró a la casa muy calurosa y con las mejillas coloradas, había excitado al peor de los trabajadores y al parecer le había gustado. Se dirigió a su habitación con una ligera sonrisa y cerró rápidamente la puerta dejándome a mí muy intrigado.

Mi Madre venía fuera de si, no sabía ni cómo había llegado a la casa, no sólo se había rebajado a contestarle aún bulgar albañil, sino que se había rebabajo a sus insinuaciones, mostradose anté él cómo una hembra ardiente y juguetona. Perdió la noción de su alrededor, llevaba las mejillas hirviendo, además de su total cuerpo sudoroso, ( y no fue por haber corrido ). Enseguida corrí a mi habitación, estaba intrigado por la conducta que mi Madre había excibido, tomé mi laptop y encendí el programa para ver la camara que tenía en su habitación, lo primero que ví fue a ella buscando algo entre los cajones, estaba totalmente alborotada, tenía la cara desconocida, seguramente porque sentía que la sangre se le subia al rostro, pensé que se dirigiría directamente al baño, para darse un baño de tina, para quedarse ahí por un par de horas; tocándose, excitándose, autosatisfaciéndose. Estaba desesperada y ansiosa, las palabras retumbaban en su cabeza ‘‘Si, estoy lista para que me monten ’’. Una y otra vez, se estremecía cuando las volvía a repetir en su cabeza.

Pensé que se prepararía la tina para introducirse a ella, pero que equivocado estaba; quedé sorprendido aún más cuando vi que mi Madre sacaba de su cajón de las braguitas un consolador de color rojo, era la perfecta forma de un organo masculino, pero bien dotado ya que era de buenas dimenciones, la muy cerda andaba cómo perra en brama, la desconocia totalmente.

También sacó un condón del mismo lugar y se lo colocó al instrumento, luego cómo una ninfomana se sacó los bikers a jalones, su tanga estaba mojadísima, mi Madre se había calentado tanto con lo que le había respondido al albañíl que traía encharcada la entrepierna. Agachándose un poco en la misma posición recta en que se encontraba, abriendo un poco las piernas, se empezó acariciar su agujero anal. ¡Mi Madre pretendía ensartarselo por la cola!, con sus propios jugos vaginales lubricó su culo, se acomodó en el sofá, previamente había recorrio el espejo grande del baño, seguramente se moría de ver cómo le quedaría el ano después de lo que ella misma pretendía hacer.

¡Con mis propios ojos estaba viendo a mi Madre cómo se sodomizaba!. Empezó la sesión primero con la punta del pene, amenazandose el ano, empezando a rememorar lo que apenas unos minutos antes había vivido, comprobando cómo su ano se hacía elástico se lo metió un poco, sólo la cabeza del pene, lo sacó nuevamente para lubricarlo con sus propios jugos que le escurrian de la vagina, utilizando el consolador y ya no sus dedos. Después se abrío un poco las nalgas y con una mano quedó sujetando una de sus nalgas para con la otra introducirse un poco más la verga.

-‘‘¡Ooohhh!, ..Do, Don Pepe ’’. Susurró

¡La muy cerda estaba teniendo una fantasia sexual con el capataz de esos mugrosos! Empezó a gemir, juntamente cuando empezó a bombear y mirarse al espejo para comprobar la habilidad que tenía para masturbarse, así poco a poco hasta que se encajó media verga de latex, debo decir que el instrumento era grande y gruesa, asi que seguramente le quedaría el culo cómo la rubia de una película que tengo bien guardada en mi ordenador ¡ja ja!..

-‘‘¡Ooohhh! ¡Aaaahhh!, Me siento muy caliente ¡mmhh!.. Venga Don Pepe.. ¡Mmmhh!.. Rompame el culito.. ¡Ooohhh! ’’.

De repente puso el artefacto en vertical y se sentó sobre la verga, ésta ingreso hasta el fondo. Mamá sintió un placer indescriptible, empezó a menearme un buen rato, todo el tiempo pensando en que era atravezada por el capataz. Después se acomodó de costado y continuó con la auto penetración anal, se recorrío hacía un costado del sofá para que el consolador tuviera apoyo de costado y se ensarto solita moviéndose muy fuertemente.

-‘‘¡Ooohh! Dios, que placer.. ¡Ummhh! ’’.

Nuevamente se lo retacó hasta el fondo del culo, sintiendo unas terribles puntadas, se le estremeció el cuerpo y su agitación aumentó, sentía las palpitaciones de su corazón; hasta que ya no pudo más y explotó en un orgasmo anal riquísimo, con los ojos completamente abiertos, sus pupilas dilatadas y con al boca seca de tanto gemido que emitío al darse por el culo con el consolador. Segundos después, cuando la calentura hubo pasado lo sacó lentamente y pude observar lo rojo que le había quedado el ano, abierto y dilatado, ensanchado cómo una pulgada; confieso que la vi fruncir el entrecejo, seguro que le dolia, pero era mayor el placer recibido.

Esa imagen me dejó muy perturbado, confundido, mi Madre fantasiaba con el chaparro y regordete del capataz. No podía creer eso, ¿cómo era posible que una hembra tan espectacular fantaseara con un tipo tan desagradable?, además vulgar y cochino, ella que casi era la imagen de la perfección se calentaba cómo una Perra con un ser tan horrible y asqueroso. Ahora más que nunca quería que los tipos acabarán y se largaran de inmediato, antes de que la naturaleza de mi Madre aflorara de nuevo y la obligara a cometer una locura.

Pues así empezó esto, recuerdo que los siguientes días de los que mi Madre había cambiado su habito de correr en las mañanas por hacerlo por las tardes, mientras hacía sus estiramientos, casualmente cerca de dónde estaba la obra, siempre de espaldas a los tipos, se inclinaba hacía delante sin flexionar las rodillas, sacando su prominete trasero hacía fuera disimulando atarse los cordones de los tennis o acomodarse las medias. Otra cosa por ejemplo era hacerse la distraida y tocarse los muslos o el trasero deslizandola sobre la suave tela de lycra. Todo esto siempre sin voltear, seguro que imaginando cómo la estarian observando Don Pepe y tal vez sus trabajadores.

.....

Asi fue pasando la semana hasta que llegó el día de lo sucedido. Recuerdo muy bien ese día, un sábado, ya era un poco tarde y la obra estaba solitaria, ya que ese día ellos salian a medio día. Casi al anochecer, serían cómo las 6 o 7 de la tarde, a mi Madre la veía algo inquieta, se asomaba en repetidas ocasiones por la ventana, la notaba yo muy nerviosa, sabía que esa noche tramaría algo, lo percibi por lo ruborizado de sus mejillas. La vestimenta que usaba ese día era: una falda ajustada creo que de lycra porque se le ajustaba a su figura perfectamente y sobre esta una camisa blanca también algo apretadita y muy escotada, soltando un par de botones a su atuendo. Una tanguita bastante chiquita, casi transparente ( que despues lo pude costatar ), y sobre esta unas medias largas de color negro algo brillante, la verdad que parecía que iba a salir algun lado ya que andaba muy elegante.

En los tobillos para estar a la moda se colocó unas botas hasta media pantorrilla color blanco casi nuevas. Antes de salir a la calle la miré observandose al espejo un tiempo largo, le gustaba cómo se veía, todo apretadito a su cuerpo, sin dejar nada a la imaginación. Finalmente tomó su bolso y a las 8:00 salió de la casa. No le hize preguntas, para no incomodarla, seguramente iría con alguna de sus amigas pensé, pero al darme cuenta que no tomaba las llaves de la camioneta me quedé intrigado. Enseguida salí tras ella, estaba muy confundido, la seguí detrás por un par de metros, escondiendome entre las plantas para observarla. Al pasar frente la obra se quedó parada, cómo si estuviera esperando un pecero o un taxi, ¿pero que demonios hacía mi Madre?, pensaba yo.

Enseguida vi que el almacen estaba abierto, pero no se veía a nadie. Ella seguía esperando algo pero yo no sabía que era, cuando en eso se escucharon unos ruidos y cómo el almacen se empezaba a cerrar, la cortina principal estaba bajando. Se estaba haciendo más tarde, un vecino que salía a pasear al perro se marchó. Mi Madre estaba sola y eran casi las 8:45 hs. Una vez la cortina bajada aparecio Don Pepe saliendo de una puerta trasera al lado del almacen. Pantalón de mezclilla, camisa manga corta a cuadros y calzando unas botas negras. Mi Madre lo miró a los ojos mientras él se acercaba, él la miro también pero al rato fijo sus ojos a sus piernas. Enseguida me acomodé entre los arbusto para observar bien y me di cuenta de que ya estaba a su lado.

Estaban los dos en silencio mientras esperaban, lo que no comprendía era lo que mi Madre esperaba. Enseguida vi cómo Don Pepe se alejó hacía atrás un poco mientras mi Madre seguía algo nerviosa. Se me vino a la cabeza todo eso que dijeron sus amigos, lo de que se estuvo montando todo tipo de viejas y que le decian el rompe culos, además que me impresiono la fortaleza de su fisico, era chaparrón pero con unos poderozos antebrazos por la rudeza de su trabajo. Mi Madre se sentía totalmente observada, cohibida y no era para menos, el desgraciado a lo descarado no paraba de mirarle el trasero, tenía su vista fija en lo abombachado que se hacía su falda al apretarse con su trasero.

-‘‘Parece que por aqui no pasa el pecero ¿no? ’’. De repente hablo.

Mi Madre se puso muy nerviosa y tartamudio un poco devolviendole una respuesta.

-‘‘Pa, parece que no ’’.

Mamá sonríe irónicamente, ya no fue aquella Señora altiva y altanera que le respondía con gritos e insultos. Don Pepe no era imbécil, ese tipo sabía cómo llegarles a las mujeres, quizá otro tipo se pondía nervioso al estar con tremendo mujerón, pero ese viejo se miraba seguro, cómo si supiera todo lo que tenía que decir. Pero más sabe el diablo por viejo que por diablo… Y en ese momento, la mirada fija y sin emociones, obviamente, Don Pepe se había dado cuenta de su juego.

¿Pero que le pasaba a mi Madre?, parecía una chiquilla de 15 años, inexperta y asustada. Él se dio cuenta de eso y le dijo con esa voz ronca y gruesa.

-‘‘Me parece que no, ..venga, la llevaré a dónde quiera. Tengo las llaves del troqué allá adentro, si quiere puedo darle un.. aventón ’’.

Les juro que me quedé de piedra, el desgraciado albañil quería que mi Madre lo siguiera adentro de su almacén. Mi Madre se quedó pensando por unos instantes, se decía a si misma que era una estupida si lo seguía, pero algo en ella la contradecia. Mamá no dejó de observar dos cosas: sus brazos y el dibujo de su verga bajo sus pantalones. Se imaginó rodeada de sus brazos fuertes, y poseída por aquella verga que aún bajo el pantalón prometía buen tamaño. Sugerentemente se pasó la lengua por sus labios como quién tiene un antojo y no puede hacerlo suyo.

Y al parecer eso fue más fuerte, ya que enseguida lo siguió mientras que Don Pepe tomaba sus llaves y abría la puerta de al lado del almacen. Por otro lado, eso de que ella estuviera esperando transporte, nadie se lo creía, eso mi Madre perfectamente lo sabía, ya que por esta Colonia no pasa ningún tipo de transporte colectivo, y es más, ¿para que quería mi Mami un pecero si tiene la camioneta?. Mientras el tipo abria la puerta le decía que usaría el troqué de su Empresa, el cuál sólo lo usaba para trabajar, pero que al verla no dudo evitar ayudar a una vecina en apuros. Entró primero y le dijo que pasara, que lo siguiera, ya que tenía guardada la llave y tardaría un poco en recordar dónde la había dejado.

Enseguida me brinqué la barda y me adentré en el terreno del vecino, me colee entre la madera y las varillas y me acerqué sin hacer ruido al mugroso almacén. El local era un cuartucho armado rápidamente ya que tenía agujeros por todos lados. ( ¡Je je!.. más a mi favor ), enseguida busqué un lugar oscuro para poder observar en primera fila y con toda tranquilidad lo que iba suceder en ese momento.

Mamá se encontraba detrás de él observandolo mientras este buscaba las llaves del troque, ella le dijo que mejor no, que ya era muy tarde y que necesitaba regresar. Don Pepe insistió y le dijo que no iban a tardar mucho tiempo, a lo que Mamá dijo que estaba bien. El cuartucho apestaba bien feo, a sudor y a patas, era un cuarto a medio hacer, con una sola bombilla de iluminación, un desvencijado y chueco escritorio y dos sillas plásticas. Había también un pequeño e inmundo colchon enrollado con sábanas sucias dónde dormía el vigilante de la construcción y un radio-reproductor con música de los arrabales. Tenía además dos puertas, una cortina de metal y la del fondo por la que habían entrado.

El nerviosismo se había apoderado de mi Madre, era esa sensación entre el miedo y la intriga de la situación. Él se fue hacía una parte visible y buscó entre unos cajones de herramientas. Ella se dio la vuelta y se quedó mirando el lugar, había una amplia mesa de trabajo que empezó a observar, era una mesa improvisada con un duro tablón de madera cómo base y de unas cuatro robustos barrotes cómo patas, sobre la misma habían bastante herramientas de todo tipo, lo que ella no sabía en ese momento era que justamente ahí la iban a poner en popa para abrirle el culo.

Mi Madre no perdía de vista todas las herramientas, eran las que usaba Don Pepe para trabajar, la mesa en dónde hacía sus cosas mientras la miraba cuando ella salía a correr. De repente vi cómo la tomó de un brazo tirando su bolso y la jaló quedandose frente a frente, mientras la miraba fijamente a los ojos. Le acaricio con ternura una mejilla y luego el cabello pero de repente le dio la vuelta quedando de espaldas a él. La rodio con sus brazos por la cintura y la apretó contra él tratando de levantarla un poco cómo empujándola hacía dónde estaba la mesa. Ella se asustó y comenzó a suplicar, al llegar a la mesa dejó de empujarla y se quedó parado allí sujetándola de su cintura, aprisionando fuertemente el trasero de mi Mami contra su pelvis.

-‘‘¿Pe, pero que le pasa mugroso?, ..suelteme por favor ’’.

El capataz la tenía arrinconada, estaba detrás de ella olfatenadole el cabello. Le dijo susurrandole en la oreja que no la iba a dejar salir porque era una grosera y que él sabía a lo que había venido. Mamá tomó valor y le dijo:

-‘‘¡Suelteme o empiezo a gritar, viejo mugroso!, ..¿pero que se ha creído?. Yo, sólo, ..usted dijo ’’.

Dicho esto, Mamá se safó de sus brazos y se fue hacia la puerta, Don Pepe la tomó de un brazo y ella se volteó y lo cacheteó. El capatáz, sobándose la cara y con una sonrisa maliciosa le dice:

-‘‘¡Con que esa tenemos, Mamacita!, ..creo que voy a tener que enseñarte buenos modales. Desde que llegamos aqui, nos has estado cagando los güevos con tus insultos y derroches de Señorona elegantona, ..ahorita vas aprender a tratar mejor a los pobres ’’.

-‘‘Mire mugroso, ..no haga algo de lo que se pueda arrepentir, déjeme salir y no le diré nada a nadie de todos esto ’’.

-‘‘No, no, no, mi Señora, ..llevamos ya varios dias con los güevos adoloridos y ya estoy harto. Harto de verle pasear las pinches nalgas frente a nosotros fingiendo ser la Señora perfecta y bien portada que no rompe un plato, ..si todos sabemos que debajo de esas ropitas caras y de ese maquillaje elegante existe una hembra ardiente y ganosa de una buena montada, ..¿y sabe qué?. ¡Yo se la voy a dar!, ..así que de usted depende hacerlo fácil o hacerlo difícil ’’.

Mamá preguntó en tono asustado:

-‘‘¿Que, que me quiere hacer? ’’.

El capataz en un tono informativo burlón le detalló:

-‘‘Mire, Señora, ..mis trabajadores y yo nos preguntabamos cómo sería el jodernos a una hembra tan elegante, fina, educada y sabrosota cómo usted. Siempre hemos tenido que cojernos a viejas Prostitutas, sucias, mal vestidas y mal habladas o si no, agarrar nuestros güevos y hacernos una paja, ..pensando que nos culiamos a una Zorra cómo usted. Pues hoy voy hacer eso realidad, ..y yo se que va a gozar con un buen macho cargado de leche y con ganas de complacerla, porque yo se que mujeres cómo usted sueñan que se las cojan hombres cómo nosotros, brutos, medio animales que le den de la forma que siempre han querido. No sé si con esto contesto, su pregunta, Señora ’’.

Mamá, asustada y con lágrimas en los ojos, con tono suplicante y conciliador le dijo:

-‘‘Po, por favor Don Pepe, ..déjeme ir, no me hagan daño. Yo, yo no voy a decir nada, ..si, si los insulté o agredí les pido disculpas, no, no fue mi intención. Por favor Don Pepe, no haga cosas de las cuáles se pueda arrepentir, ..mejor dejeme salir, yo, yo no diré nada, es más pu, pueden hacer el ruido que quieran, ..no les interrumpo más en su…’’

-‘‘No se haga la mojigata Señora, ..que ya encontró lo que venía a buscar. Una Putita ricachona cómo usted jamás se sube a un pecero, ..ahora callese y dejame disfrutar de su cuerpo ’’.

El viejo la volvió a tomar de las caderas y le dio la vuelta poniendola de espaldas. Mi Madre podía sentir claramente el bulto de su miembro nuevamente en la cola, después empezó a besuquiarle los hombros y el cuello mientras le decía sonriendo lujuriosamente:

-‘‘Escucheme.. Señora, ..bien sabe porque está aqui, así que va a tener que portarse muy bien conmigo y obedecerme en todo. Usted sólo déjese llevar que yo me encargo de lo demás ¡Jejeje!..’’

Mamá estaba arrepentidísima por lo que había hecho, ( bueno eso aparentaba ), pero se calmó y se dispuso a hacer lo que él quería. Don Pepe tomó una silla y se sentó tras ella, de modo que su trasero quedaba frente a él. Comenzó acariciarle las piernas sobre las medias, al ver que mi Madre no decía nada subió sus manos pero estaba vez llvandose la ajustada falda entre ellas, el desgraciado albañil estaba soñado, tenía las prominentes nalgotas de mi Madre a centimetros de su rostro. El viejo no hallaba por donde empezar, estaba deslumbrado por esas dos montañas de carne. Acarició sus nalgas, las apretó y las estrujó, por fin ese par de carnes que tanto deseó eran suyas. Las apretaba con ganas juntandolas y abriendolas, deleitándose con la firmeza de esas carnes. Como vio que mi Mami no oponía la menor resistencia se levantó y empezó a frotar su pene con ese portentoso trasero, que ya se encontraba bien erecto y palpitando dentro de sus pantalones.

-‘‘Que bonito culo tienes Mamacita, ..y me encanta verlo y que me lo muevas todos los días al pasar ’’.

Entonces bajó sus manos para acariciarle las piernas y las volvió a subir pero ahora para dirigirse a su entrepierna, le empezó a rosar con sus dedos sobre la lycra mientras los primeros gemidos de mi Madre ya se hacian presente, y sus piernas se abrian sólo un poco más.

-‘‘¡Vaya!, ..veo que ya te esta gustando, ¿verdad Puta?. Eres una calienta güevos y yo te tengo preparado algo muy especial, ¿sabes? ’’.

Su mano volvió atrás y empezó a acariciarle el contorno de su trasero mientras le seguía diciendo:

-‘‘¡Perfecto!, es perfecto, ..una Señora tan caliente cómo usted necesita que un verdadero hombre le de por este culo ¡SPLASSH!, ¿no es así, Mamacita?, ..pues eso lo vamos a arreglar ’’.

-‘‘No, Don Pepe, ..deje ir, esto es un error yo no..’’

-‘‘¡TShhhh!.. Ya te estaras imaginando lo que te espera ¿no es cierto?, ..voy a romperte este maravilloso culo que tienes y a convertirte en mi Puta. Si, asi cómo lo oyes Mamacita, ..tú serás mi Putita por esta noche y no te vas arrepentir ’’.

Me quedé perplejo por todo lo que le estaba diciendo a mi Mamita, pero igual ella lo quería, quería que continuara y recordé su apodo, ‘‘el rompe culos’’ realmente le iba a dar credito al mismo.

El silencio de mi Madre lo motivó aún más, así que la tomó de la cabeza y la inclinó sobre la mesa, lo que provocaba que con lo ajustada de su falda dejara ver la marca de sus minusculas pantaletas sobre la tela, lo cuál seguramente lo excitó aún más, de nuevo frotó su paquete contra su trasero, se aflojó el cinturón y bajó sus pantalones, ¡el desgraciado se tomaba su tiempo para abrirle el culo a mi Madre!, mientras que yo entre las penumbras lo miraba todo.

-‘‘Estate así Mamacita, sin moverte, mostrandome ese lindo culito que tienes, ..verás cómo enseguida te voy hacer ver las estrellas ¡Jejeje!..’’

El mugroso Maestro de obra siguió frotándole con su tremendo bulto que se asomaba en sus calzoncillos, entonces se arrodilló tras ella y acariciando su trasero bajó sus medias hasta el final de sus nalgas, con un movimiento rápido corrió aún costado la tanga con rudeza. Yo estaba totalmente estupefacto, pues no podía creer lo que estaba mirando. De pronto ví cómo acercó su rostro al trasero de mi Madre besándome las nalgas, se las abrió y empezó a besarle el culito, lo chupo, lo lamió, lo succionó, pasaba su lengua y la metía en su pequeño orificio, ella jadeaba y gemía inevitablemente, tenía su rostro muy caliente, que me parece que hasta le ardía de la excitación. Mi Madre estaba en la gloria con esa lamida, tenía los ojos cerrados, todo le daba vueltas, nunca le habían dado tan ríca comida de culo.

-‘‘¡Mmhh!.. ¡Perfumadito!, ..cómo toda una Señora de su clase. Será un placer enseñarle cómo enculamos los pobre ¡Jejeje!..’’

Yo no lo podía creer, si no lo estuviera viendo jamás lo creería, Mamá se encontraba recostada en esa pequeña mesa de madera, con sus enormes tetas aplastadas en ella y el resto de su cuerpo apuntandole a ese viejo, en esa posición, hacía que sus tetas se vieran aún más apetecibles, sus enormes nalgotas completamente a merced de aquel obrero asqueroso, aquel degenerado, aquel hombre mayor que restregaba contra ella su gran verga. A pesar de toda su excitación un sentimiento de culpa comenzó a brotar en ella. ¿Cómo era posible que estuviera ahí, excitada por ese asqueroso viejo? ¿Que pensaría su Madre, mi abuela, que le enseñó buenas costumbres a comportarse, que le enseño a sólo entregarse por amor?. ¿Que pensaría de ella su Padre, aquel Señor que a pesar de no ser familia de sangre, se había comportado cómo tal?. ¿Qué pensaría de ella la demás gente, los vecinos ( que aunque es cierto que no se metían con nosotros era claro que se empezarían a escuchar rumores por la Colonia ) y sobre todo… ¿Qué pensaría su hijo, yo, hasta ese momento se dio cuenta de que estaba a punto de hacer una locura, que estaba perdiendo la cabeza nuevamente, que se estaba doblegando ante la carne, que estaba en las sucías manos ‘‘y ahora por ella’’ misma en esa situación.

Trató de levantarse, de componer la situación pero el viejo capatáz la levantó e hizo que se volteara y se arrodillara, ahora Mamá se encontraba hincada frente a él con su tremendo bulto en la cara. El desgraciado se deleitaba con los ojos abiertos de mi Mami, sabía perfectamente que ella lo deseaba y no la dejó esperando por mucho tiempo.

-‘‘Ande Señora, ..no es esto lo que vino a buscar. Sáqueme la verga ’’.

Ante el requerimiento de su opositor, Mamá estaba paralizada, se debatía entre hacerlo o salír de ahí corriendo, nuevamente estaba ante la posibilidad de vencer su demonios, de restablecerse cómo la mujer y Madre perfecta, de salir de ahí y no cometer sus mismos errores. Pero que equivocado estaba, mi Madre subió sus manos temblororsas y le desabrochó los botones del vaquero. Su pequeña y blanca manita palpó a tientas en el interior de sus calzoncillos. El lugar estaba caliente, sudado, y una frondosa selva negra crecía libre a lo largo de su pubis y su bajo vientre. El olor a hombre abofeteó sus fosas nasales. ¡Que demonios le pasaba por la cabeza a mi Madre!

Enseguida tomó sus mugrosas truzas y se las dezlisó hasta las rodillas apareciendo frente a ella ese animalón enorme y moreno, grande, grueso, venoso y con el glande completamente hinchado de excitación. Mi Madre encontró lo que buscaba. El miembro de ese Albañil estaba rígido, hirviendo. Sintió el glande inflamado, húmedo bajo el capuchón de piel. Lo agarró con firmeza y lo sacó al exterior. Aquel pellejo hinchado apareció ante sus ojos, a un palmo de su cara despriendo ese aroma a marisco seco. Hasta aquel momento, el unico miembro que conocía de esas dimenciones era el de Fernando, sin embargo, ahora, que encontraba un término comparativo, valoraba el imponente tamaño de su virilidad. A su lado, el pene de aquel desgraciado Contador le parecía bastante similar a la de este obrero.

-‘‘¡Te gusta mi reyna!, ..anda pruebalo ’’.

Sin más la tomó de la nuca jalándola de los cabellos y comenzó a frotarle su miembro entre sus labios. Mi Madre enseguida se deleitó de esa piel, brillante y caliente, que al parecer la sensación no le disgusto para nada, ya que adivinando lo que quería que hiciera abrío la boca. El obrero lo aprovechó y lo introdujo un poco, Mamá al sentirlo entre sus labios le gustó tanto la sensación e instintivamente empezó a chuparlo, al ver que ella misma se lo mamaba voluntariamente dejó de jalarle el cabello y dejó que ella solita actuara.

-‘‘¡Ooh, sí! ’’. Exclamó satisfecho.

Ya estaba en su boca, no había vuelta atrás. La lengua de mi Mami se movía con la timidez de una primeriza, desde la base hasta la cabeza, aún cubierta por la piel. Decidió centrarse en el glande. Oprimiendo los labios consiguió extraerlo del capullo. Estaba sucio, pegajoso, y desprendía un olor ocre que ella no acertaba a calificar. Ante un impulso de su amante, el pene se enterró casi completamente en el interior de su boca.

-‘‘¡Ughh! ’’.

-‘‘Eso es, ..¡trágatela entera! ’’.

La pobre sintió el glande palpitando en el interior de su garganta. Su bello rostro se hundió en la maraña de pelos, negros y rizados, que cubrían los bajos del sucio obrero, y allí permaneció durante varios segundos. Mientras mi pobre Madre aguantaba la respiración y se esforzaba por no ceder a las arcadas. El capatáz soltó su presa y ella se retiró, como impulsada por un resorte. Un hilillo de saliva le seguía uniendo al miembro del obrero. Respiró aceleradamente, intentando recuperar el resuello, pero el viejo no se lo permitió. Con un tirón de cabellos, volvió a clavarse en su garganta.

-‘‘¡Ooohhh! A eso le llamo chupar con clase ¡Aaaahhh! ’’.

Mamá comprimió los músculos de su boca para suavizar el efecto invasivo. Y temió por su integridad, cuando el obrero comenzó a maniatar su cabeza para estimularse con el rozamiento. Aprisionada por el cogote, mi Madre era un pelele a manos del viejo, que la zarandeaba de un lado a otro, buscando su propio placer en los confines más inexplorados de su garganta.

-‘‘¡Abre los ojos Mamacita!, ..mírame a la cara cuando me la mamas ’’.

Mamá escuchó la voz ronca y autoritaria del obrero. Le costó obedecer, pero no se arrepintió.

-‘‘¡Míreme mientras me la chupas, Señora! ’’.

Los ojos azules de mi Madre se cruzaron con los marrones del capatáz, que la observaba desde arriba con deleite y con esa sonrisa burlona y triunfante. El desgraciado albañil se deleitaba con esa hermosa mujer chupándole su prieto garrote, ella metída entre sus cortas y robustas piernas, con la verga del capatáz  por fuera de su pantalón, parada, dura, para ella sola. Ya totalmente fuera de si, mi Madre la comenzó a besar desde la base hasta la punta y luego de regreso, la rozaba con sus labios y con la punta de su lengua, hasta llegar a sus bolas, se metío una en la boca y luego la otra y nuevamente comenzó ese recorrido desde la base hasta la punta con la lengua, se detuvo un poco en su tronco, deleitándose de la largura y sugrosor, llegó a su glande y lo envolvío con su lengua, para después cubrirlo con la boca, comenzó a chupar mientras con su mano acariciaba esa gruesa verga por la base, metía lo más que podía en su boca, apenas le cabía la mitad, se deleitaba mamándosela, podía ver cómo el albañil hacía esfuerzos al igual que ella lo había hecho para no hacer ruido.

Mi Madre ya no podía parar, se lo mamaba ávidamente aunque no le cabía por completo en su boca, el desgraciado era corto de cuerpo pero con una buena arma entre sus piernas.

-‘‘¡Ooohhh! Puta, ¿quién te enseñó a mamar?, ..apuesto que eso no lo aprendiste de un catalogo. ¡Oohh! ’’.

La volvió a tomar de su rubia cabellera ondulada, las cuáles con sus movimientos, acompañados por los de su cadera me decían que estaban disfrutando demasiado esa mamada que le estaba dando mi Madre. Ella para complacerlo se metía su verga en la boca y después la sacaba para recorrerla con su lengua, y volvérsela a meter en seguida, le acariciaba las bolas con sus uñas y volvía a masturbarlo cuando tenía su cabezón dentro de la boca, recogía con la punta toda la babita que le salía y en seguida se la volvía a meter.

-‘‘¡Ooohh! Espera Mamacita, ..que si sigues así me vas a vaciar los güevos ’’.

Después de hacerla que se lo chupara por un buen rato la retiró y volvió a inclinarla sobre la mesa, ésta vez ensalivó su culo para lubricarlo, ¡Mamá no se resistió, ya estaba dispuesta a recibir ese tremendo ataque!, pues acababa de comprobar el tamaño de ese miembro y yo me preguntaba si todo eso podía entrar en su pequeño agujerito. Pero ella cómo lo deseaba, ya no le importaba nada, sólo quería sentir esa tremenda reata penetrando su hermoso trasero.

-‘‘Muy bien, Señora, ..para cuando acabe con su trasero, haber si va a volver a pasarnos por enfrente contonenadose. ¡Le voy a limar tan bien el culo que ya no pobrá salir a correr durante un tiempo! ¡Jejeje!..’’

-‘‘¡No espere!, ..¡pongase algo por favor, me va a doler! ’’.

-‘‘Esto nunca falla, Señora. ¡Jejeje!..’’

Enseguida el tipo sacó un bote lleno de aceite o cebo, ( la verdad que no sabía muy bien que era ), pero era de color cafesoso y lo guardaba en uno bote todo manchado. Tomó un gran sope con sus manos y se lo embarró sobre la delicada piel rosada de su esfínter, ella no podía ver lo que era ya que estaba volteada, pero de que no eran sus finas cremas no lo eran.

-‘‘¡Ahora si Puta!, ..no hay culo que no sucumba a mi pomada ¡Jejeje!..’’

El maldito albañil colocó su prieta estaca en la entrada de su ano, la tenía empinada frente a él con sus piernas algo abiertas, sus medias a medio bajar y su trasero bien paradito. Le pasó la reata por la raya y entonces advirtio:

-‘‘¡Ahora sí, Señora!, ..le voy a romper el culo cómo usted quería ó acaso crees que no la había visto provocandonos allá afuera, mostrandonos a todos su trasero todos los días. ¡Pues ahora si va a sentir una verdadera verga dentro!, ..y le advierto que esto le va a doler pero también le va a gustar, y después hasta me pedirá que no se la saque ¡Jejeje!..’’

Sin más preambulos comenzó abrirse paso entre sus nalgas. Cuando mi Madre sintió la punta cómo le abria las ligas anales se arrepintió, sintío que la partiría en dos, movía su cabeza incontrolablemente mientras le suplicaba:

-‘‘¡Oh por dios!, oh por dios, ..¡no! ¡no!. ¡Mejor no!, ..¡por favor Don José, mejor no! ’’.

-‘‘¿Don José?, ..si hasta mi nombre sabes desgraciada. Dime, ..¿desde cuando querias que te abriera la cola ¡Mmhh!? ’’.

Pero Mamá estaba más consentrada en lo que pasaba en su trasero que lo que decía el viejo. Trató de zafarse echándose para delante pero le fue inútil, él la sujetaba por los hombros y la aprisionaba fuertemente contra la mesa, mientras seguía empujándoselo con fuerza, creí que mi Madre se desmayaría, al ver que no estaba dispuesto a soltarla.

-‘‘¡Despacito!.. pacito.. pasito.. ¡Umhh!, ¡Me duele!, ¡despacito, Don José, por favor, me duele mucho! ¡Quieta, quieta quieeeeta!, Don Pepeee ¡Quietaaaarrrggghh!!! ¡CABRON YA ME ABRISTE TODA!!! ’’.

Pero él seguía metiendoselo poco a poco y no sé detuvo hasta que lo introdujo completamente dentro de ella. Mi Mami le gritó y lloró, hasta varias lágrimas rodaron por sus mejillas, pero el infeliz en lugar de detenerse la regañó, le dijo que no gritara porque podían escucharlos, a lo que mi Madre sólo se mordío los labios para no gritar pues el dolor que sentía era muy intenso, pero a pesar de todo él tenía razón, algo en ella había cambiado, ahora ya no quería que se la sacara, sólo pelaba sus lindos ojitos azules soportando su delicioso castigo. Me puse analizar el problema, caí en la conclusión de que mi Madre ya no era la misma, esos desgraciados me la habían cambiado por completo, y en su lugar me habían traido a esta, esta Puta que tenían empinada con sus nalgas en popa y un albañil enculandola, esta Perra a la que le habrían las entrañas el obrero de los vecinos, esta Zorra que tenían abriendole el culo en un almacen aún lado de la casa. Ellos tenían razón, mi Madre los había incitado y ahora tenía que pagar las consecuencias.

De pronto, Don Pepe empezó a sacarlo, ella sintío un poco de alivio, pero de nuevo lo introdujo con fuerza, siguió repitiendo ése movimiento haciéndolo cada vez más rápido, así continuó bombeándola hasta que el dolor fue cediendo y poco a poco comenzó a disfrutarlo. Esa grasa de la cuál le había embarrado sirvio muy bien, ya que permitía que toda esa tranca desapareciera hasta el fondo de su agujero. Mamá se sujetaba fuertemente de la mesa, haciendo que esta crujiera de los violentos movimientos, el infeliz chaparro tenía mucho aguante, la estuvo bombeando por un buen rato, el maldito ya había logrado que mi Mami se arqueara de placer, parecía una gatita en celo retorciéndome de gusto con su verga dentro de ella, estaba experimentado ésa sensación tan intensa entre el dolor y el placer con tanta excitación, tanta pasión, tanto sexo.

Mamá estaba tan relajada que ya no movía ni sus brazos. Su cuerpo caía sobre la mesa sin resistencia. Por eso no pudo ver lo que el sucio del obrero tenía en mente. La levantó ligeramente de su cuerpo sujetándolo con una mano por la entrepierna y enfiló nuevamente su verga hacía su maravilloso culito. Ella estaba tan relajada, que la estaca se abrió paso nuevamente en su ano casi sin resistencia.

-‘‘¡Oh, Dios!, no haga eso ¡Ouchh!.. ¿qué, que me hace, albañil mugroso? ’’.

-‘‘Tranquila mi Reyna, relájate, ..que veo que ahora te entra perfectamente bien. Ahora vas a sentir cómo culiamos nosotros los albañiles a las Señoras Putas calienta güevos ¡Jejeje!..’’

Los gestos de Mamá eran una mezcla de dolor y placer extremo, pero el viejo no hizo ni un sólo intento de sacar la macana de su alojamiento, en el que se había hundido hasta el fondo. En esa posición el maldito obrero le levantó sus piernas del suelo, y las tomó con sus brazos, para que su único apoyo fuera su verga contra su culo, cómo una empalada. Eso arrancó un gemido de dolor de mi Madre, que sin embargo estaba disfrutando de la enculada la muy cerda. En esa postura, su estaca estaba tan metida en su cuerpo que no podía verla desde dónde yo me encontraba. El desgraciado le estuvo enterrando su palo durante 15 minutos en esa postura, en los que los gemidos de mi Mami iban aumentando, sobre todo cuando bajó una de sus manos y le empezó acariciar el clítoris. En ese momento, Mamá se remolió de placer, no soportó más y empezó a correrse con tanta fuerza cómo en anteriores ocasiones.

-‘‘¿Que te dije Mamacita?, ..sabía que te retorcerías cómo una culebra ¡Jejeje!..’’

-‘‘Oh diosss.. ¡UMMMHHHH!!!! ’’.

El obrero notó su corrida porque el ano de mi Madre se hacía más estrecho, dificultando el paso de su tranca a través de él. Cuando terminó de correrse, la tomó de las caderas y la levantó de la mesa con la verga hundida en su recto. En esa postura la llevó hasta la pared dónde yo me encontaba viendo, yo me sobresalté un poco, ya que tenía a mi Madre a escasos centimetros de mi vista, sólo nos llegaba a separar el grosor de la lamina que formaba la pared. El desgraciado empujaba su verga haciendo que mi Madre se reparara a la pared de dónde yo no pedía detalle alguno, desde la rendijita de dónde espiaba podía ver claramente cómo su macana se perdia entre los los cachetes rosados de mi Mamita, quedando sólo a mi vista sus terribles güevos ya inchados por la cantidad de leche que almacenaban.

La pared parecía venirse abajo, ya que el infeliz empujaba salvajemente esta con mi Madre. Pero el Cabrón tenía otros planes, la volvió a levantar en el aire y se la llevó hasta dónde estaba una carretilla, mi Madre en el aire dónde se encontraba sólo trataba de agarrarse de su cuello para no caer. Don Pepe la colocó con las piernas dentro, haciendo que mi Madre quedara apollada con sus piernas sobre la carretilla pero su culo a su disposición, en esa posición ella quedaba cómo sentada en el aire, teniendo cómo único apoyo la estaca de el obrero, el cuál con un simple movimiento de arriba hacía abajo dirigia perfectamente la enculada, ahora hasta se daba el lujo de sobarles las tetas.

-‘‘¡Asi cogemos los obreros a las viejas Putas y refinadas cómo usted, Señora! ’’.

La pobre sólo trataba de mantener el equilibrio dentro de esa carretilla ya que a cada embate que recibía esta parecía caer. En esa situación, la pobre tenía que mantener el equilibrio arriba de la carreta, demás de seguir aguantando tremendo ariete en el culo, que por su posición dejaba su culito más expuesto. Nadie se imaginaba que en ese sucio almacén la gran Señora Tapia estaba siendo enculada de una manera salvaje por el capatáz de la obra, y mucho menos que su pequeño hijito de 12 años lo estuviera viviendo todo.

-‘‘¡Vamos, Señora!, ..ábrase las nalgas con las manos, que quiero seguir trabajando esa maravilla de culo que tiene ’’.

Mamá con mucho trabajo de equilibrio obedeció y mostró su ano tremendamente dilatado, ¡el desgraciado se lo había abierto cómo una pulgada!, y aún faltaba un buen trozo por meter, y sí.. la empaló entera cuando ella dejó caer su cuerpo hacía atrás. La fuerza de la gravedad hizo el resto. Tanta carne la tomó por sorpresa y comprendió que el uso de la grasa del viejo servía para aliviar un poco el dolor al desgarrarme que estaba sufriendo su recto.

-‘‘Muerde esto, Mamacita, ..muerde, ya verás que gustazo te dará, ya estás abierta para siempre, ya eres una Puta funcional ¡Jejeje!..’’

El desgraciado le estaba dando un trapo sucio para meterselo a la boca, ya que mi Madre empezaba a gemir con más fuerza que sus quejidos ya empezaban a salir del almacen y podrían llegar a los oidos de los vecinos. El viejo le apartó el pelo de la cara, echándolo hacia atrás, mientras le mordía el cuello que rozaba con su barba rasposa provocándole escalofríos. Ella le ofreció su boca caliente tras soltar el trapo y él se la comió con rabia, mientras, con las manos en la cintura, la alzaba y la dejaba caer sobre su tranca. Hizo eso una y otra vez. Mi flamante Madre se había convertido en una muñeca de trapo sin voluntad y a merced de ese obrero, un objeto con el que el capatáz se masturbaba, y a ella le enloquecían sus vigorosas maneras y como la usaba partiéndola de dolor y gusto.

‘‘¡PLOFFF!!, ¡PLAFFF!!, ¡PLOFFF!!, ¡PLOFFF!! ’’.

Mi Madre cada vez estaba más lubricada al ritmo de la jodienda, había bajado una mano para masturabarse mientras no paraba de subir y bajar. Gemía y sollozaba con sus dedos abriéndome la chocha y entonces me apercibí de que ya no era Don Pepe quien la alzaba sino que era mi Madre la que hacía el trabajo culeandolo por su cuenta.

-‘‘¡Hay!.. qué gusto, Don Pepe, ..se me mete delicioso, la siento hasta... dentro ¡Mmhhh! ’’. Gemía, sintiéndose cada vez más penetrada por sus propios dedos en el chocho y con el culo totalmente taponeado.

El capatáz estuvo dándole un buen rato, las piernas de mi Madre ya temblaban por la forzada postura, sus pies buscaban un punto de apoyo mientras sus flujos salían bombeados por todo ese placer. El viejo le mordía el hombro y le sobaba las tetas, tiraba de sus pezones con furia loca; en esó, le ensartó el ojete con rabia, hasta que sus güevos casi estallarón en laas nalgas de mi Madre. Esta vez aulló sin que nada lo impidiera. Fue un dolor terrible para Mamá, vió un fogonazo y sintió como si un rayo la partiera. Perdió el control y empezó a tratar de liberarse, a golpearlo con rabia, pero sus manos tiernas no lograban chocar contra él ya que se encontraba de espaldas. El viejo brabucón se reía a carcajadas. Le gustaba el juego y no paró ni un momento de encularla, agarrándola por la cintura y moviendole el cuerpo arriba y abajo.

Mi Mamita sollozaba de dolor y le pedía que se apiadara pero, poco a poco, su tono desesperado cambió y se hizo más implorante y gimotero. El placer hacía su efecto y aquello que unos minutos antes era doloroso, se convirtió en gusto extremo sintiendo su capullo en el fondo de su recto. Quedó rendida, con su cara llorosa apuntando al suelo, ( bueno más bien a la carreta ya que se encontraba encima de esta ). Sus lágrimas se fundían con el sudor que chorreaba por su piel y convertió sus manotazos rabiosos en caricias de agradecimiento. Qué cómo el pistón de una máquina, taladraba su recto sin piedad mientras ella gimoteaba.

-‘‘¡AHH!!, qué gusto... AHHH!!! ¡por favor, no la saque jamás de ahí! ¡COGEME DURO MALDITO OBRERO!!! ’’.

Enseguida escuché unos pasos acercandose al almacén, era uno de los otros obreros, no lo podía ver pero lo podía escuchar, no sabía si era el Macaco o el Enano, pero debía de ser uno de esos dos. Se escucharon unos golpes a la puerta, el capatáz, apercibiéndose, se quedó inmovil sin hacer ruido, ( por su puesto que no sacó su estaca de donde la tenía incrustada ). Sus cuerpo estaban pegados el uno al otro, Mamá tenía su cara a un palmo y con un dedo en la boca le indicaba silencio. Respirában agitados. Mi Mamita sentía el latido de su corazón desbocado sobre el suyo y la verga, claro dentro de ella, el calor de sus güevos y la suavidad de su vello púbico sobre sus nalgas. Oímos unas voces y unos golpes en la puerta, era el Macaco:

-‘‘¡Don Pepe!, ..¿todo bien? miré la luz encendida y he escuchado un grito, ¿está usted ahí? ...’’

-‘‘¡Estoy aquí, Macaco!, ..no te preocupes. Se metió una culebra en el almacén. No la iba a dejar aqui dentro y quiero matarla, pero se escondió y la ando buscando. Ya sabes como son, les gusta el calorcillo de aqui adentro ’’.

-‘‘Tenga cuidado, no lo vaya a morder, ..¿y por qué no abre la puerta para que salga? ’’.

Obvio que la situación era extraña y el capatáz la aclaró sin parar de encularla por supuesto.

-‘‘No estás loco, ..capaz que se sale y muerde a alguien del vecindario. Quiero acabar con ella, ..es grande, se le ve venenosa y creo que ya la tengo arrinconada no vayas a entrar. La tengo sujeta con un palo por la cola no se me va a escapar ’’.

-‘‘Tiene que darle palos por todo el cuerpo Don Pepe, ..hasta que ya no se mueva ’’.

-‘‘Si, ya le he dado muchos palos, ..pero aún así mueve la cola. Ahora, voy a ver si con unos pinchazós más tiene suficiente, ..la tengo arrinconada y deberías ver como me mira... Veo sus ojos desafiantes clavados en mí como si no le bastara con lo recibido y pidiera más ¡Jejeje!..’’

La situación era tan morbosa que mi Mami perdió el control y una oleada de placer la inundó. Viendo que iba a correrse, el viejo le tapó la boca con la mano. La empaló al máximo con un rudo envite, alcanzó su tope y entonces ella enloqueció en un orgasmo salvaje. Chorros de flujo salían de su vagina y se arqueó sin control, descargando culo y espalda contra el una y otra vez. El ruido era inevitable y el Macaco gritó:

-‘‘¡Carai patrón!, ..debe ser una anaconda, ¡hasta escucho cómo se retuerce la muy Puta! ’’.

-‘‘Ya se está retorciendo, ya estoy acabando con ella, ..no creo que vuelva a mover la cola más ¡Jejeje!.. Quizá la deje salir para que le cuente a sus amigas como se las gasta Don Pepe con los palos que le he dado ¡Jejeje!..’’

Aprovechando eso la penetró sin compasión. En esa postura, la enculó de forma que a cada empujón sacaba completamente la verga y se la volvía a meter hasta el fondo. Ella se mordía los labios para no gritar, se debatía entre el dolor y el placer, además del morbo que significaba estar siendo enculada frente a otro obrero. Cuando Don Pepe sintió que se iba a correr, se la metío nuevamente hasta los güevos y se corrió dentro de su culito. Mamá respondió con ahogados gemidos de placer y con los ojos en blanco, la sensación que le daba al sentir toda esa leche entrando en su maravilloso agujero era lo máximo.

-‘‘Buena idea Patrón, ¡Ja ja ja!.. Esas pinches viboras son cómo las Putas, ..entre más palos les den siempre regresan ¡Ja ja ja!.. No la deje viva Patrón, ..no quiero encontrarmela mañana moviendo la cola. Bueno, lo dejo y me hecha un grito si necesita refuerzos. ¡Ja ja ja!.. Aque Patrón este ’’.

-‘‘No creo que vuelva aparecer, ..le he dado tantos palos en la cola que ya no podrá moverla. Y por lo de los refuerzos no lo descarto para despues ¡Jejeje!..’’

Contestó el capatáz, corriéndose por fin mientras mi Madre le susurraba a la oreja, sollozando de placer intenso, sostenida en su orgasmo:

-‘‘Oh, sí, síííí.. no soy más que una Puta culebra caliente que necesita su merecido...’’

-‘‘¿Te gustarían los refuerzos verdad, Mamacita?, ..toma mi leche entonces que otro día será ¡Je je je!..’’

El viejo bajó sus dedos al hoyo que le había hecho a mi Madre, juntó un poco de esa lechada que ya empezaba a escurrir por sus piernas y se los llevó a la boca. Mamá los recibió cómo un manjar, con sus ojos en blanco y lamiendo los dos dedos cómo si fueran unas paletas. Sus alientos quemaban, el capatáz babeando lujurioso con su sonrisa diabólica. Mientras, empujaba vigoroso dentro de ella sin aún sacarla, sacandole con ello largas y calientes lechadas que la habían inundado toda.

Mi Madre podía sentir cómo le sacaban la leche de los intestinos, ¡el infeliz albañil estaba limandole el culo cómo lo había amenazado! chorreándo toda su leche por sus pelos y güevos. En ése momento ella se sintío completamente invadida, poseída y sometida por un hombre que la estaba cogiendo en su propio ambiente, en su propio vecindario, su trasero había sido abierto y dilatado por Don Pepe alias el ‘‘Rompe Culos’’, que más debía ser el ‘‘lima culos’’, ya que práctimente era lo que le había hecho, se lo había limado. Ni se imaginan que situación era todo esto para mí, un morbo y un placer indescriptible.

Los dos quedaron muy agotados, sus cuerpos estaban bañados en sudor, él descansaba sobre la espalda de mi Madre al tiempo que ella seguía convulsionada con ésa dulce mezcla de placer y dolor. Claro que después de aguantar largamente tan violentas embestidas, ya ni sentía dolor en su pequeño agujero, sin embargo Don Pepe era implacable con ella. Cuando intentó soltarse ó hacía algún gesto de dolor o se le escapa algún grito, la apretaba más fuerte y le decía:

-‘‘Quieta preciosa, ..¿querías probar la vergas por detras?, ¿no es así? Pues seguirás comiendo verga, ..ahora limpiala perfectamente, que quiero llegar con mi vieja sin un requicio de tu trasero ’’. Le dijo el obrero sujetando su flacida verga llena de todo tipo de residuos.

Y al tiempo que ella se daba la vuelta para tomarsela le decía:

-‘‘Come verga, vamos, ..cómetela toda Mamacita. Si se vé a leguas que te encanta. Mañana te quiero ver por aqui, ..quiero que me traigas la merienda, eso será mi pago por haberte enculado ¿esta claro? ’’.

-‘‘¡Ah!, ah, ah, ..si, Don Pepe ’’. Le contestó mi Madre tomando su falo y llevandoselo a la boca.

Mi Madre obedecio todo lo que le dijo el obrero, el muy canalla no contento con abrirle el culo todavía quería que mi Madre le llevara de comer frente a sus empleados, y mi Madre todavía bien dejadota que le hacía caso. Dejó su boca cubriendo su cabezota, moviendo su lengua, a la vez que también su mano masturbándolo, ella totalmente sumisa con su lengua fue recogiendo todo los resquicios de esa revolcada, con asco veía cómo mi Madre se llevaba entre cada lamida grumos de espesa leche gelatinosa hacía su boca, la tragó toda, sentía la verga contraerse en su boca, en su lengua, en sus labios, a la vez que sus manos empujaban su cabeza con fuerza. Cuando terminó aflojó sus manos, sacó su pene y lo comenzó a lamer, limpiando la poca leche que se le había escurrido, su verga fue retomando su tamaño normal.

-‘‘¡Ufff, ufff!.. Eres una gran hembra, ..ahora tendras el orgullo de decir que has sido enculada por el gran Don Pepe ¡Jejeje!.. Ahora largate que tengo que recoger todo esto, ..esto dejamelo aqui, las quiero de recuerdo ’’. Le dijo al momento que le cortaba las bragas y las colgaba en un clavo al lado de las herramientas.

Cuando al fin quedó satisfecho y totalmente limpio, se subió los pantalones y después de darle una fuerte nalgada, le dijo:

-‘‘Desde ahora tu hermoso trasero me pertenece, para que te lo coja cada vez que yo quiera, ..aunque ya verás que tu solita regresarás a pedirmelo todos los días y yo estaré aquí esperándote para cogerte a diario, Mamacita ¡Jejejeje!..’’

No mintió cuando le dijo que andaba matando una vibora. Ciertamente era así. Mató la culebra caliente que había en ella, esa serpiente que huía de sus propios deseos y se alimentaba de las fantasías de los demás, como si fueran despojos en una cloaca. A cambio, sacó a la hembra ganosa que había en mi Mamita.

Mi Madre no se podía ni incorporar, seguía ahí, hincada sobre la tierra, dónde permaneció por varios minutos, realmente estaba exhausta y completamente llena de leche, incluso podía sentir cómo escurría entre sus nalgas y corría por sus piernas. Se tocó el culo y pudo sentir que aún lo tenía muy abierto. Se reincorporo poco a poco y se acomodó las medias que las tenía en las rodillas, despues se arregló la ropa y salió por la puerta del costado. Yo desde la penumbra miraba cómo se dirigía mi Madre a la casa, dando pasitos pequeños y temblorosos, sobandose en ocasiones el trasero. Ella se dirigió a la puerta principal mientras yo me brinca la cerca y corría hacía la puerta de la cocina, ahí cómo si hubiera estado todo el tiempo salí con un vaso de limonada para encontrarmela en la entrada.

Llegó caminando a la casa con gran dificultad, parecía cómo si se hubiera bajado de un caballo, con el simple rose de sus glúteos le dolía. Entró a la casa y me la tope de frente, haciendo que enseguida cambiara su postura y me diera una sonrrisita finjida.

-‘‘¡Hola, Má! ’’.

-‘‘¡Hay! Ho, hola mi amor, ..me asustasté, creía que estabas en tu cuarto ’’.

-‘‘No Má, ..desde que te fuiste he estado aqui esperandote ’’.

-‘‘Ahi que lindo mi amor, ..pero vengo muy cansada, me la pasé recorriendo todas las tiendas con Beatriz, ¡ufff!!, mírame, vengo rendida, me duele todo. Creo que me daré un buen baño y me acostaré a descansar. ¿Ya cenaste mi amor? ’’.

-‘‘No, pero no te preocupes no tengo mucha hambre, ..si a caso me como un cereal y listo ’’.

-‘‘Muy bien mi amor, ..yo iré arriba, me siento fatal ’’.

-‘‘Bien Má, ..descansa y ya no salgas tanto con Beatriz ’’.

La pobre vivió un viacruzis al subir las escaleras, sentía que sus piernas se le doblaban, yo desde lejos veía la fachada de mi Madre, cómo era posible que una mujer tan hermosa cambiara tanto en un año, aquella mujer refinada, altanera, arrogante, revolcandose con un cochino albañil. Pero en fin, creo que ya estaba en su naturaleza.

Enseguida quise ver que era lo que hacía, no lo pensé mucho, quería ver que hacía mi Madre en su habitación. Me dirigí a mi habitación para encender la camara y ver a mi Madre en primer plano. Ahi estaba ella, frente a su espejo enorme de su closet.

-‘‘¡Dios mío! ’’. Exclamó al mirarse al espejo.

Seguramente preguntandose, ¿quién era esa que tenía delante? desaliñada, el maquillaje corrido, cansada y desesperada. Su cara lo decía todo, estaba deshecha, rota, rebajada, se sentía mal porque en el fondo le había gustado. Fue al baño para darse una ducha y al quitarse la ropa notó que sus medias estaba muy manchada con semen y seguramente excremento. Se espantó un poco, pero después pensó que era lógico, ya que después de la enculada que le acababa de meter Don Pepe para limarle el culo había sido demasiado. Ésa noche sufrío de fiebre, lo digo porque me lo comentó después, incluso al día siguiente mi Mamá tuvo que llamar a su medico, la pobre tardó varios días para recuperarse, sin embargo estoy seguro que en todos esos días no pudo apartar su mente de lo sucedido, en la macana de Don Pepe y en no poder ir a llevarle la comida.

En esos días que estuvo en cama, ella en ocaciones no podía evitar ver por la ventana hacía la contrucción del vecino, seguramente imaginaba una y otra vez la escena; empinada sobre la mesa del almacen, con sus medias a medio muslo, su tanga de lado y Don Pepe tras de ella, con su enorme verga penetrándola violentamente. Mi Madre realmente lo había gozado, es más, estaba seguro que aún deseaba sentirse montada una vez más. Deseaba volver a sentir ése enorme palo dentro, era cierto lo que él le había dicho, ella misma quería regresar y pedirle que por favor se la cogiera otra vez. Seguramente le excitaba mucho la idea de volver a tener ese miembro en su boca, pero ésta vez no pensaba conformarse sólo con chuparselo, quería mamarsela hasta que se chorreara en su boca y saborear su semen escurriendo entre sus labios. Pero sobre todo quería volver a tener ésa tremenda verga dentro, ¡ésa verga la había vuelto loca!. ..

.....

El viernes cómo a las 14:00 hrs. hacía un calor sofocante, mi Madre preparaba un aperitivo, por el tremendo calor que nos asotaba ella vestía un shorts de mezclilla algo corto, con una playerita ajustada enseñando el ombligo, en sus pies unas sandalias de tacón comodo para andar por la casa y su pelo recogido en un nudo sobre su nuca, dejando caer dos tiritas de pelo sobre su frente. La verdad que la miraba y no podía creer que apenas unos días antes hubiera sido enculada salvajemente por aquel albañil mugroso, sus piernas largas y mazisas brillaban por la leve transpiración, así cómo sus tetas prisioneras por esa ajustada playera. Cuando en eso escuchamos el timbre, creíamos que era mi Tía Cesy que venía a visitarnos, sin pensarlo me dirigí a la puerta dejando a mi Mami en la cocina, cual sería mi sorpresa al ver al mugroso capatáz de Don Pepe recargado en el marco de la puerta.

-‘‘¿Que quiere? ’’. Le pregunte algo molesto.

-‘‘Hola pequeñin, ..sabes, nos quedamos sin agua y mis chicos nos morimos de sed. Serían tan amables de regalarnos agua en este galón, se los agradeceríamos mucho ’’.

Estuve a punto de decirle que se largara cuando apareció mi Madre detrás de mi para decirme una cosa.

-‘‘Pedrito, ¿quién e...? ’’. Se paralizó al ver esa figura en la puerta.

-‘‘¡Hola Señora!, ..le decía a su nene que si era tan amable de regarme agua. Mis empleados se están deshidratando ’’. Dijo el tipo sin evitar alegrarse al volver a verla.

-‘‘¡Eh!.. si co, cómo no, ..pase acá, lle. llenelo ’’.

Los dos se dirigieron a la cocina y yo tras ellos, me salí por el jardín para buscar la rejilla de la puerta de la cocina, ya se las había descrito, era una pequeña puerta dónde puede entrar la mascota, teníamos una hace mucho tiempo, pero ahora sólo la uso para poder espiar hacía adentro. Ya en la cocina el tipo tomó el grifo y empezó a llenar su galón, claro sin poder evitar echarle un ojo a su perfecta anatomía.

-‘‘¿Hola Señora cómo está? ’’.  Trató de hecharle plática mientras esperaba.

-‘‘Bien Don Pepe, ..bien ’’.

-‘‘Que bueno que esté bien, ..la verdad estaba un poco preocupado porque no la veía desde hace varios días. ( y bajando la voz le dijo ) Espero no haberla lastimado ’’.

Mi Madre se quedó helada al oír esas palabras, no estaba fingiendo nada, le estaba hablando abiertamente de lo que había ocurrido en el almacén, ella un poco nerviosa de repondio:

-‘‘No Don Pepe, ..no me lástimo mucho. No sé preocupe estoy muy bien, ..gracias por preguntar ’’.

El tipo se quedó un ratito callado y luego de mirarla de arriba abajo, le dijo:

-‘‘Me daba mucho gusto saber que esta bien ’’.

Enseguida cerró el grifo y se acercó a ella, haciendo que mi Madre se pegara al refigerador, subió la mano y acariciando su mejilla en forma paternal se inclinó para despedirse dándole un beso en la mejilla y susurrandole:

-‘‘Espero que le haya gustado lo que hicimos, ..la espero nuevamente a la misma hora. Esta tarde tampoco pasara el pecero ¡Jejeje!.. Mire que la voy a estar esperando, ..no falte, Señora ’’.

Y al retirarse le guiñó un ojo, ella no pudo evitar sonrojarse, agachó la cabeza avergonzada y mirándolo de reojo de forma timida le respondio:

-‘‘No lo sé Don Pepe, ..gracias de todas maneras ’’.

Me quedé helado al escuchar al mugroso ese hablandole así a mi Mami, el infeliz le estaba proponiendo abiertamente una culiada, de lo más normal, y ahí, en nuestra propia cocina, y lo que más coraje me daba era que mi Madre no sacara lo arrogante y altanera para ponerlo en su lugar, pareciera cómo si ese mugroso albañil la hubiera domado. Se quedó pensando buen rato, ahí recargada dónde la había dejado, el hombre la estaba citando para cogersela otra vez, eso significaba que la quería de su Puta. En eso lo que más me sorprendio fue su reacción, con una pequeña sonrisa fue al lavabo y se mojó la cara, la tenía coloradísima, pareciera cómo si se sintiera halagada y muy excitada al saber que a ese señor, que era todo un macho, de seguro la iba a sodomizar otra vez. ¿Pero que le pasaba a ala Señora Tapia?, estaba actuando cómo una chiquilla sin experiencia.

Entre de nuevo a la casa para enfrentarla, estaba enojado por dejarse manipular por un mugroso cómo ese, en cambio ella tenía una sonrrisita que no borraba de su rostro.

-‘‘¿Ya se fue ese mugroso, Má? ’’.

-‘‘Ya mi amor, ..pero no le hables así. Cuántas veces no te hemos enseñado a tratar a las personas al igual que todas ’’.

-‘‘Pero, Má ..si tú me habías dicho que no los soportabas, es más, hasta ibas a poner una queja ’’.

-‘‘Ya lo sé mi amor, ..pero dales una oportunidad, es gente trabajadora que lo único que quiere es salir adelante y llevar unos pesos a sus hogares. ¿Que hay de malo en eso?, ..dales una oportunidad mi amor, no juzges a las personas antes de conocerlas ’’.

Si, cómo tú ya lo conoces muy bien, pensé entre mi. Pasó la tarde y mi nerviosísmo porque mi Madre fuera a su cita me estaba matando, yo la miraba muy distraida, volteando a ver su reloj a cada instante, seguramente no podía apartar de su mente lo que de seguro iba a suceder con Don Pepe. Así que una hora antes de que dieran las 16:00 hrs me dijo:

-‘‘Voy a salir mi amor, ..Beatriz me ha hablado para que la acompañe a comprar unas cosas. Tú quedate aqui, ..no tardaré mucho. Voy a ducharme ’’.

-‘‘Yo voy contigo, Má ’’.

-‘‘No Pedrito, ..te aburrirías. Además, a ti nunca te ha gustado acompañarme. Quedate aqui mi amor, ..te trairé algo ’’.

Mi Madre ya lo había decidido, se iba a preparar para su otra cita con el maldito de Don Pepe, subío a su recamara y yo tras ella, quería espiarla a cada paso que hacía.

Ya en su habitación se desnudo por completo, mostrando ante las camaras su espectacular cuerpo, se dirigió a uno de sus cajones y dejándome más sorprendido aún, sacó uno de sus tapones anales, ¿Pero que era lo que pretendia?. Tomó gel lubricante y lo rocio en ese artefacto, para después dirigirselo a su trasero, al parecer esta vez si llegaría bien preparada para con Don Pepe. Le costó un poco introducirselo ya que tenía aún su recto muy cerrado, pero con unos cuántos dedos y mucha gel lubricante su ano ya no lo pudo rechazar, todavía para acomodarselo mejor hizo un par de sancadillas, ¡la muy cerda estaba ejercitando su recto para ser taladrado!.

Enseguida y caminando algo incomoda se puso a preparar la tina, con perfume y mucho jabón espumeante, metió una pierna seguida por la otra, y así poco a poco evitando que el tapón no se saliera se fue introduciendo en la cálida agua burbujeante. La ducha se transformó en un baño, que resultó ser mucho placentero de lo que ella se imaginaba. El agua tibia y la espuma del jabón consiguieron relajarla mientras su mente la transportaba a ese cochino almacén. Se concentró en las sutiles caricias que el chorro proveniente de la ducha le proporcionaba cómo generosa caricia.

Y así fue cómo dejándose llevar por el agradabilísimo roce del agua Mamá se olvidó de todo lo demás y se dedicó a disfrutar del momento. Lo cierto es que tenía muchas razones para esta tan excitada, muy excitada de hecho. Había sido citada y su acompañante tenían la intención de abrirle el culo de nuevo. En realidad, ya había comenzado a entrenarse dándose pequeños masajes en su trasero para así esta vez no terminar cómo su primera cita… Lo que más coraje me daba era que no quitaba su sonrrisita de niña coqueta de su rostro, eso era lo más embarazoso, haciendome rabiar por su comportamiento.

Sin darse cuenta de ello, inconscientemente, la esponja se iba deteniendo más de la cuenta en sus zonas erógenas. Tras el reconfortante roce de la esponja, sus dedos traviesos comenzaron a intensificar el relajante efecto del tapón, el agua y la espuma. Así, distraídamente, sus dedos daban vueltas y más vueltas alrededor de sus pezones, despertándolos suavemente. Mientras, bajo el agua, la esponja se frotaba con más vehemencia de lo necesario contra su entrepierna. Tenía que ponerse más cómoda, así que separó sus piernas apoyándolas en el borde de la bañera a la altura de las rodillas. Sus pies quedaban ahora fuera de la misma mientras que casi todo su cuerpo se sumergía en la cálida y abundante espuma.

Deseando que su amante ya la esperara impaciente para su cita y apresurando su ducha para salir tras él. Algo en ella todavía luchaba contra su calentura, seguramente su conciencia la debatía entre sus principios y su necesidad… Pero bueno aunque quisiera no podía negar la realidad. Desde que cayera en manos de aquellos degenerados de la Empresa, ella había disfrutado de los mayores orgasmos de su vida y seguía teniendo ganas de más. Cuanto más disfrutaba del sexo, mayores eran su deseo y sus ansias por repetir. Ahora mismo se estaba haciendo un dedo recordando la primera cita con su amante deseando volver a repetir.

Sus propios recuerdos volvían a mezclarse con las caricias de sus dedos y la calida agua a la par que la excitaba. En su mente ya no había espacio para otros pensamientos. Sólo había sitio para el sexo, para el lúbrico placer que imperceptiblemente se había adueñado de ella. No quería reconocerlo pero aquella situación la provocaba de tal manera que la hacía perder el sentido. Efectivamente, no tenía sentido, no tenía lógica pero así era; le gustaba sentirse una Puta en manos de aquel albañil. Le encantaba ser enculada por un desconocido y el recordarlo, el tener que reconocerlo, le iba a proporcionar irremediablemente un nuevo orgasmo. La habían sodomizado, la habían usado y disfrutado cómo a una ramera, la estaban emputeciendo sí… pero estaba gozando cómo nunca.

Después de salir de la bañera y sacarse sus cochinos pensamientos se dedicó a vestirse, para ello se preparó muy bien. Depiló a conciencia su sexo, para que este quedara bien expuesto a las miradas expectantes del obrero, dejando libre su vulva de todo bello salvo un recordatorio del mismo en la parte alta de su monte de venus, una fina rayita que apuntaba a su sexo. Se vistió con un vestidito de flores estampadas azul celeste y blancas que se anuda por la parte de atrás del cuello y la faldita de vuelo, bastante corta, más alta de medio muslo. Se puso unas chancletas blancas de verano resaltando sus uñitas recién pintadas de rojo fuego. De ropa interior se colocó una tanga de color azul celeste y de sujetador nada por la forma que tenía el vestido al dejar toda la espalda al aire. La generosidad de sus pechos unida a la falta de sujeción de estos y la sería provocación del atuendo provocaría las miradas de todo el mundo, pero esta vez sólo lo hacía para uno, el cuál ya la esperaba impaciente en ese cochino lugar.

Ya completamente lista se perfumó de cuerpo entero, haciendo enfasis en su cuello y muñecas, para que de forma coqueta rosiara en su entrepierna perfumando sus bragas. Cómo último, sacó el tapón de su trasero sintiendo un poco de alivio, y de una manera coqueta expresó para si misma frente a su espejo.

-‘‘Lista Don Pepe ¡Ji ji ji!..’’

Una vez ahora si lista, salió de su recamara para dirigirse hacía mi cuarto y encontrarme sentado sobre mi cama y con mi lapttop sobre las rodillas.

-‘‘Ya me voy cariño, ..si te da hambre encargate algo de la calle, ahí te dejé dinero. Yo no tardaré mucho, ..si al caso un par de horas. Te quiero mucho amorcito ’’.

-‘‘Má, dejame acompañarte ’’. Le dije con la ligera esperanza de que se arrepintiera.

-‘‘No mi amor, y no insistas. Hablaremos de cosas de mujeres, cosas que a ti te aburririan, ..encargate algo de comida y mira una pelicula. Si no llego despues de las 10 te vas y te acuestas, ..no quiero llegar y verte mirando televisión. Y deja ya esa computadora, ..ponte hacer otras cosas ’’.

-‘‘Esta bien Má, ..cuidate mucho ’’. Y todavía me regaña, pensé.

Salió de la casa y enseguida se dirigió al terreno del vecino, enseguida y sin perder nada de tiempo corrí tras ella, la ví que iba con muchos nervios dirigiendose a la puerta trasera del almacén donde la esperaba Don Pepe. La verdad que se me hacía extaño ver a mi Madre caminar entre la tierra y arena que había en ese sitio, pero en estos momentos no había tiempo para delicadezas, andaba caliente y ocupaba que alguien se lo quitara, aunque eso tuviera que ver con un cochino maestro de obra. Se dispuso a entrar por dónde lo habían hecho antes, fue y le tocó la puerta, que estaba entre abierta y se veía luz en su interior.

-‘‘Pasa cariño, ya estaba impaciente ’’. Se escuchó la gruesa voz desde el interior.

Mi Madre más nerviosa aún se decidio a entrar. Yo para no perder ningún detalle me acerqué a ese cuartucho, al mismo lugar dónde ya los había espiado antes, me acomodé entre unas cajas quedando completamente cubierto por ellas, enseguida acerqué mi ojo hacía una pequeña rendija que mantenía en una pared de lamina, entre esa podía ver a Don Pepe que estaba sentado tomándose una cerveza mientras la esperaba, cuando la vio entrar sonrió y acercándose a ella le dijo:

-‘‘¿Como esta, Señora? ’’. Le dijo abrazandola y acariciándole enseguida su trasero por encima de la falda.

-‘‘Bi, bien Don Pepe ’’.

-‘‘Sabía que volverías nena, ..¿te gustó mucho mi verga, verdad? ¡Jejeje!.. Estoy seguro que así fue ’’.

Entonces la giró y sin perder más tiempo le empezó acariciar las piernas por sobre su vestido para luego seguir con sus muslos, frotándole su abultado paquete en su trasero.

-‘‘Mira nada más cómo me pones, ..me tienes con la verga bien parada. Ahora tendrás que comértela hasta que me saques toda la leche, ¡así que prepárate Mamacita!, ..porque te voy a coger toda la noche ’’. Le susurró en el oido.

-‘‘¡Esta usted equivocado Señor!, ..yo sólo vine a decirle que esto es un error yo no..’’

-‘‘¡TShhhh!.. No hay necesidad de que digas nada Mamacita, ..sé a que has venido, pero si quieres hacerte la santurrona para no sentir culpa hazlo, a mi dejame disfrutarte. Quedate ahí y no te muevas, ..yo lo hago todo Mamacita ’’.

La mantuvo un tiempo ahí acariciándole el trasero y metiendole sus dedos entre sus nalgas para frotarme el culito por sobre la tanga, al mismo tiempo le besaba el cuello, mordisqueaba su oreja, la besaba en la boca, le recorría con su lengua y chupaba la suya, le mordisqueaba los labios y mi Madre sólo cerraba sus ojos y se dejaba hacer todo lo que él quisiera, pues se estaba excitando muchísimo con las caricias de ese obrero.

La llevó hacía su mesa de trabajo y la recostó boca abajo levantando su trasero, se arrodilló y empezó a besarle las nalgas dándole pequeños mordiscos, subío su falda hasta su espalda y corrio la tanga de lado para besarle el culo, lo lamía y lo chupaba con fervor, introducía su lengua en su orificio jugueteando con él y arrancándole gemidos de placer. Mi Madre recien bañada se retorcia sobre esa cochina mesa, el desgraciado ese le estaba haciendo una mamada de culo infernal, yo miraba desde lejos cómo él le dejaba todas babeadas sus preciosas carnes, después se levantó, se soltó los pantalones y de sus calzoncillos liberó su miembro completamente erecto.

-‘‘¡Ahora si Mamacita!, ..ya encontraste lo que veniste a buscar ’’.

La tomó de la cintura, la hizo abrir un poco las piernas y sin miramientos apuntó contra su entrada su enorme bestia hambrienta de traseros, con bastante rudeza cómo era su costumbre le agarró las nalgas y se las abrió de golpe, de un sólo golpe se la enterró ¡completita!, ella gritó dolorosamente aferrándose a la mesa, pero nunca intento zafarse. Para silenciarla se inclinó y le tapó la boca con su mano, así sometida empezó a mecerse lentamente de adelante hacía atras haciéndole el mete-saca y susurrándole al oído:

-‘‘Ya Putita, ya no llores, ..es que me gusta mucho tu culito, me pone cómo loco y no me puedo controlar, ¡tu culo es mío! Y me encanta que te hagas la mudosita, para meter mi verga en tu hermoso culo ’’.

La forma en que le hablaba creo que la excitaba mucho ya que ella misma empezó a meserse al compáz de las estocadas de su agresivo amante, ella aunque con un poco de dolor se acostumbró rápidamente grasias a la preparación previa en su recamara. A mi Madre toda esa mugre y toda esa agresividad la excitaba ya que la hacía sentir totalmente dominada.

-‘‘¡Oh por diosss!, ..es muyyy grandeaarrgghh!!! ’’

-‘‘¡Claro que si Mamita!, y es toda tuya, ..además, al parecer ya tu culito te quedó abierto, ya que con un empujoncito se fue hasta los güevos. ¡Ufff, ufff!..’’

Poco a poco fue acelerando sus estocadas, hasta llevarla a un ritmo verdaderamente delirante, cada embestida de su miembro, mi Madre la recibía hasta adentro de su ser y yo desde mi escondite podía escuchar sus güevos chocando contra sus nalgas. Mi Madre llevada por la lujuria no tardó mucho tiempo en llegar a su limite, ya que inmediatamente empezó a retorcerse y apretarse las tetas soportando las oleadas que le provocaba su primer orgasmo, que instintivamente fue apretando su culito en fuertes contracciones, que enloqueció al obrero, el cuál gemía de placer mientras la bombeaba aún más fuerte.

-‘‘¡Ooohh! ¡Que culo, Señora! ¡Ufff, ufff!.. Tiene el mejor culo que me tronado ¡Aaaahhh! ’’.

-‘‘¡Oh Don Pepe!, ¡AYY!.. ¡AYY!.. ¡No pare por dios!!! ’’

En ese momento escuché susurros en la otra esquina del almacén, me moví un poco para lograr ver quién era, pero por la oscuridad no lograba reconocerlos, ya acostumbrado a la oscuridad entre la penumbra logré ver un par de siluetas, me pareció que eran dos obreros pero la verdad que no estaba muy seguro. Seguí observando pero con el otro ojo puesto sobre esas siluetas, cuando me volví asomar a la abertura el desgracido obrero tenía a mí Madre jadeando y con la respiración muy agitada, de pronto él empezó a estremecerse, se estaba corriendo dentro de ella, estaba chorreando toda su leche dentro de mi Mami mientras exclamaba:

-‘‘¡Ooohhh! Así, así nena, ..que lindo, sigue moviendo la colita. ¡Así Mami!, ..apriétame rico con tu culito. Así Puta, sácame toda la leche, ..te lo voy a llenar de lechita caliente mi amor, ¡ah!, ¡ah!, ¡Que culo tenes Puta! ..y cómo te la comes ¡Ooohhh! ’’.

Cuando terminó de correrse se salió de mi Madre y de los cabellos la bajó de la mesa para arrodillarla frente a él, tomó su enorme pene entre sus manos y se lo metío en la boca para que la probara, el desgraciado no quería desperdiciar ni una gota de su semen y se la ofreció a mi Madre para que se la chupara, la cuál ya totalmente llevada por el deseo se lo hizo dulcemente hasta dejársela completamente limpia. Ella al sentir su espeso semen en la boca fruncio el ceño, su sabor le pareció desagradablemente salado y único, mientras tanto él decía:

-‘‘¡Vaya que te gusta la verga Mamacita!, ..eres una mudosita muy golosa. ¡Jejeje!..’’

Después se acercó a su silla para descansar un momento, le dio unos sorbos a su cerveza y le quizo convidar un poco a mi Madre.

-‘‘Perdon, no me acordaba que la.. Señora, sólo toma licor del bueno, ..pero en fin. ¡Hey hey! ..¿a dónde va Señora?, si todavía no hemos acabado. Venga acá, sientate sobre mi, deja terminarme la cervesa y enseguida te atiendo ¡Jejeje!..’’

-‘‘Pensé que ya, ..yo ..este ’’.

-‘‘No, no para nada, ..venga acá, sientese. Apuesto que nunca se sentó en las piernas de su Esposos, ¿no es así? ’’.

Mi Madre totalmente sumisa fue y lo hizo, se colocó sobre él con sus piernas cerradas, pero con un simple apretón de tetas hizo que las abriera, enseguida de un movimiento rápido le arrancó la tanga diciéndole que la conservaría cómo recuerdo, ya llevaba dos el desgraciado y al parecer le encantaba mucho su lencería, ya que decía que su ‘‘vieja’’, refiriendose a su mujer que no usaba unas de esas tan chiquititas.

Mientras él tomaba su cervesa aprovechaba para sobarle a mi Madre las piernas y las tetas, me parecía increíble que una mujer tan hermosa cómo mi Mami estuviera encima de las piernas de un ser tan asqueroso cómo ese obrero, ella tan bella, tan limpia y tan blanca sobre un tipo tan sucio, tan feo y tan prieto.

-‘‘Dime una cosa mi amor, ..¿te sientes satisfecha? ’’.

-‘‘Si ’’. Respondió a secas mi Mami, intentando no dar importancia a aquel hombre sin despegar la mirada de sus braguitas que permanecían colgadas como trofeos dentro de ese cuchitril.

-‘‘Quién lo dijera, Preciosa, ..me parece mentira que hace a penas unos dias sólo viera tus nalgotas pasar y ahora tenerlas encima, para mi solito ’’.

Mamá pensó lo mismo, y sin poder evitarlo soltó una ligera risa, que el viejo tomó como una aprobación para seguir hablando.

-‘‘¿Cerveza? ’’. El capatáz estiro su mano donde llevaba la lata.

Sin decir palabra alguna Mamá la tomó y comenzó a beber.

-‘‘Te ves mas buenota que la última vez que te cogí, ..aúnque te sentí un poco más flojo el culo. Creo que te lo abrí de más ¡Jejeje!..’’

Se aventuro a decirle el viejo cochino al oído, valiéndole un sorbete que sus palabras en lugar de halagarla, fueran más que bulgaridades para Señorona cómo lo era mi Madre. Pero que se puede esperar de un viejo sin educación y sin el más minimo resquicio de moral y de principios, tan sólo era un simple obrero.

-‘‘¿En serio? ’’. Preguntó coquetamente mi Madre, ya después de lo pasado se sentía con derecho a jugar, a dejarse llevar un poco, o quizás hablaban por ella el alcohol que injirió.

-‘‘Ahora quiero probar tu panochita ’’.

Las habilidosas manos de Don Pepe se posaron en sus caderas para levantarla de sus piernas, la verga del capatáz ya se empezaba a poner dura nuevamente, Mamá aun no había recuperado el ritmo normal de su respiración cuando el viejo la tomó del brazo he hizo que se levantara. Luego se acomodo en la silla con las piernas entreabiertas y la verga mirando al techo, e hizo indicaciones a mi Madre para que se sentara encima de el.

-‘‘Súbete a esta maravilla, preciosa, ..ahora viene lo mejor, bomboncito ’’. Le dijo señalándose el erecto rabo y palmeándose luego los muslos con ambas manos.

Sin apartar la vista de la verga del viejo, Mamá obedeció sumisamente colocando cada una de sus rodillas a los lados de las caderas del obrero, y apoyándose con las manos en el respaldo de la silla a izquierda y derecha de la cabeza del viejo. Mientras tanto, Don Pepe por debajo se reponía por completo el palo colocandose saliva por todo el tronco para facilitar el empalamiento, meneándose suavemente la verga y observando a mi Madre colocándose encima de él para ensartarse. Este no se demoro por mas tiempo, y sujetando a mi Madre por las caderas, la colocó en la posición ideal para que la punta de su capullo quedara en puertas de los labios vaginales de mi Mami.

Cuando comprobó que su rabo estaba perfectamente encarado hacia el chocho de su victima, sin previo aviso tiró de ella violentamente hacia abajo al tiempo que impulsaba también su trasero en dirección a la entrepierna de mi Madre, clavándole la descomunal verga hasta las entrañas de un solo golpe.

-‘‘¡OOOHH!, DIOSSS!!!!! ’’.

Mi Madre emitió un potente grito de dolor y se aferró con las manos al respaldo de la silla, al tiempo que arqueaba su espalda con una convulsión semejante a haber recibido una potente descarga eléctrica. Sin darle él más mínimo cuartel, colocando sus enormes manos en las nalgas de mi Madre, Don Pepe comenzó a dirigir su cuerpo en un frenético movimiento de vaivén que hacia que su verga entrara y saliera del chocho de mi Madre a una velocidad de vértigo.

Tras media docena de furiosas envestidas, cuando la vagina de mi Madre se acomodó a las fantásticas medidas de la herramienta del viejo, esta sustituyo los lastimeros gritos iniciales por elocuentes gemidos de placer, y ya no necesitaba que el obrero tirara de sus posaderas, sino que era ella misma la que con sus hábiles movimientos de caderas buscaba la máxima penetración posible. Cuando el capatáz comprendió que todo el trabajo de montada lo estaba haciendo ella, retiró una de sus manos de su trasero y comenzó a magrearle las tetas con ella, alternándose entre una y la otra con movimientos rudos y nada sensuales, pero que parecía que a mi Madre le proporcionaban un infinito placer.

-‘‘¡AHH!! Don Pepe, así, siga así, ¡Ooohhh! Que cosota tiene, ¡Mmhh! ’’. Decía mi Madre ya enardecida por el gozo.

Mi Madre brincaba cómo loca, tenía los ojos en blanco y se mordía con sisaña los labios, mientras tanto yo seguía escuchando los murmullos de aquellos dos espectadores más que seguían escondidos en la penumbra, la verdad que si estaba un poco asustado ya que podía ser algún vecino o alguien conocido de la Colonia. No le di mucha importancia y seguí observando ya que los quejidos de mi Madre iban ya en aumento. Entonces la agarró de las nalgas y al bajarla se las abría para meterle su verga tan adentro cómo pudiera y cuando la levantaba las apretaba con fuerza aprisionando su enorme miembro, eso la excitó muchísimo y pronto mi Madre se estaba dando de sentadas brutales en su verga. ¡PLOFFF!!, ¡PLAFFF!!, ¡PLOFF!!, ¡PLOFF!!’’

-‘‘¡No te reprimas Mamita!, ..grita, jálame los pelos, disfrútalo. ¿Quieres que te siga jodiendo la chocha? ’’.

-‘‘¡Sí, Oh si, más!! ’’.

No podía creer lo que mi Madre estaba diciendo, su mente ya no reaccionaba, era su cuerpo el que respondía ya por ella. El obrero asqueroso mantenía abiertas sus nalgas y la dejaba caer con violencia sobre su estaca, empalandola y dejándola sentada sólo con los güevos de fuera, cada que hacía eso todo el cuerpo de mi Mami temblaba. Pero de una dejó de hacerlo y ella gruñó.

-‘‘¡Calma Mamacita!, ..ahora vas a disfrutar más ’’.

Se puso de pie y la cargó hasta un montón de cajas, la subió arriba de ellas y abriendo sus piernas dijo:

-‘‘¡Qué vista!, ..que rica se ve la panochita abierta y toda mojada ’’.

Ella se ruborizó un poquito y trató de esconder su intimidad, pero el desgraciado con violencia le dio un manazo para que las quitara, enseguida colocó la cabeza de su miembro en la entrada de su vagina.

-‘‘Ahora vas a saber lo que es tener un macho en tu chochita, Mamacita ’’.

-‘‘¡AYYY!! ¡Oooh!! No sea tan rudo ’’. Le exclamó mi Madre al sentir cómo le enterró toda su verga de un sólo golpe.

-‘‘¡Chiquita, se te fue toda!! ’’.

Comenzó a moverse de una forma rítmica, haciéndola gemir que parecía perra en brama, cualquiera que la estuviera escuchado no creería que esos gemidos eran de la gran Señora Tapia , pero ¡lo eran!. El desgraciado obrero le estaba atizando una montada de lujo, los terribles crujidos de la pobre mesa salian del almacén cómo si esta se estuviera rompiendo. El macuarro se acostó sobre ella para alcanzar con su boca las tetas, que las empezó a mordisquear con violencia, que le dolía.

-‘‘Por favor, me duele, despacio ’’.

Le hizo caso y las lamió, utilizando sólo la lengua. Cuando de pronto miré cómo entre la unión de sus dos sexos salió un chorro que escurría por fuera de la vagina de mi Mami, pero al parecer no fue él, era ella.

-‘‘¡Cabrona Puta!, ..te viniste. Sentí tu chorro caliente en mi verga ¡Jejeje!.. Deja pruebo tus mieles ’’.

Sacándo su palo de mi Madre se bajó a lamerme el chocho, que asqueroso pensé yo, pero mejor no lo hubiera pensado porque venía algo peor para mi Madre que nunca antes lo había hecho, se paró y la besó, su boca tenía el sabor algo agrio y a la vez dulce, eran los propios jugos de mi Madre que se los daba para que los degustara.

-‘‘¡Prueba tus juguitos, Señora!, ..estás deliciosa. Esos jugos sólo las abientan las Putas más hábiles, las Putas profecionales, ..¡bienvenida Putita!. Ya eres una Puta profesional ¡Jejeje!..’’

Seguía besándola, no podía creerlo, ella estaba reaccionando dándole su lengua y lamiendo sus labios, quitándole todo el sabor de su intimidad para tragarsela ella.

-‘‘Ahora te toca a ti amorcito, ..vas a limpiarme la verga hasta dejarmela reluciente ¡Jejeje!..’’

Le puso su miembro en la boca y ella ni lo pensó, quería comérsela. La lamía, la chupaba, incluso la mordió, lo que le ganó una cachetada de ese obrero asqueroso.

-‘‘Cuidado estúpida, ..que quieres, ¿arrancármela? ¡Mámala bien! ’’.

-‘‘Si, si, ..pe, perdón Don Pepe ’’.

Y sin dejarle opción a contestar, se arrodilló delante de él y mirándole a los ojos tomó su pene por la base y comenzó a soplar muy suavemente sobre su glande. Su miembro le respondió con unas leves contracciones: estaba preparado. Empezó a pasar la lengua con una suave presión por los laterales de su tronco, soplando alternativamente para darle una sensación fría. Luego, pasó a limpiar su capullo, empezó con lametones y continuó con movimientos circulares, hasta acabar metiendo su lengua por la hendidura que coronaba su capullo. Al parecer mi Madre quería recompensarle por el terrible follón que le había pegado ya que le estaba haciendo una mamada de campeonato.

-‘‘¡Ooohhh! Sigue así Puta me encanta, ..me enloquece que me mires con tus lindos ojitos azules. ¡Oohh! ’’

Mi Madre se metío el capullo y lo succionó, cómo si se tratara de una deliciosa chupa-chups, luego fue bajando lentamente hasta que buena parte de esa verga había desaparecido en su cavidad bucal. La sentía tocándole la campanilla. Ahora comprobaba su tremendo grosor, que la obligaba a mantener la mandíbula muy abierta. Después de mantenerla unos segundos hasta el fondo, comenzó un movimiento ascendente y descendente procurando que su lengua nunca perdiera el contacto con todo el largo de su tranca: primero despacio y aumentando el ritmo. Más tarde ese vaivén se convirtió en succión. Intentaba extraerle el jugo de su macho cada vez más violentamente, aspirando con toda la profundidad que podía. De pronto, el obrero no aguantó más y empezó a venirse, pero esta vez con más ganas, sacando toda la nata que tenía almacenada en sus güevos por años.

-‘‘¡Oohh! ¡Aaahh! ¡OOOOHHHH!!!! ’’

Mi Madre sintió un fluido espeso en su paladar, ¡el muy Cabrón ni siquiera le avisó al correrse! Derramó toda su leche dentro de su refinada y egoxentrica boca. Ella, sacó inmediatamente la verga y dejó resbalar la lefa por la comisura de sus labios. Se limpió la boca con su manga, para dejar testimonio de que había ganado la batalla. Limpió con su lengua los restos que habían quedado en su miembro y se lo metío cuidadosamente en sus calzoncillos, también le volvío a abrochar el pantalón. En todo ese tiempo él ni siquiera movió un músculo.

-‘‘¡Aaah! Ah sido maravilloso, Señora, ..mama usted cómo las merititas diosas, ¡Ufff!.. ¡Que mamada!, ..ni las Putas que me he cogido la maman con usted lo ha hecho. Es una pena que tenga que irme, ..la obra ya ha terminado ’’.

-‘‘De, de eso quería hablarle Don Pepe, ..creo que esta será nuestra despedida, usted fue maravilloso, me ha satisfecho plenamente, pero cómo usted puede ver yo soy una Dama, una Señora de imagen intachable, será mejor que las cosas queden aqui, los dos hemos disfrutado mucho pero esto tiene que terminarse ahora ’’.

-‘‘Estoy de acuerdo, Señora ..pero si algún día desea que la lleve en mi camión hableme, aqui tiene mi tarjeta. Fue un gusto haber conocido a una Señora tan.. pulcra ¡Jejeje!..’’

Mi Madre salió del almacen unos minutos después, bien satisfecha, bien cogida y bien culiada, el maldito obrero ya sabiendo que mi Madre se había marchado gritó desde adentro:

-‘‘¡Macaco, enano!, ..vengan para acá ’’.

De la penumbra salieron los dos obreros que estuvieron viendolo todo, esos maldito albañiles se habían puesto de acuerdo para ver el espectaculo que su Patrón les ofrecía.

-‘‘¿Que les parecio el culo que me estoy chingando? ’’. Dijo Don Pepe sintiendose orgulloso.

-‘‘¡Que barbaro Patrón!, ..si no lo hubiera visto no lo creería. ¡Es usted un chingón!, ..mira que chingarse a esa Señorota ricachona ¡Ufff!!.. Carai Don Pepe, es mi idolo ’’. Lo alababa el enano.

-‘‘¡Que barbaro Don Pepe!, ¿cómo le hizo?, ..esa pinche vieja esta re-buena, ¡tiene un pinche culote y unas chichotas que ya quisieran las putas de las revistas. ¿Como le hizo? ’’.

-‘‘Para que vean pinches macuarros, ..juntense conmigo haber si algo se les pega ¡Jejeje!.. Yo les dije, así son esas pinches viejas ricachonas, muy decentitas por fuera pero por dentro son peor que las Putas de nuestra Colonia. A ellas les gusta la gente cómo nosotros, ..que les demos verga hasta por debajo de lengua. Les facina, les encanta, ..ya que sus Maridos para lo único que sirven es para hacer dinero ¡Jejeje!..’’

-‘‘Tiene razón Patrón, ..¡y vaya que usted si que le dio!. La pobre apenas podía caminar, ..¡que barbaro! ’’.

-‘‘Para que veas de lo que se pierde tu Hermana ¡Jejeje!..’’

-‘‘No, que pasó Patrón, ..así no me llevo. Mejor mire, ..la he grabado para hacerme unas chaquetas en la casa. Esa hembra merece mil, ..que barbaro cómo lo envidio. Ojala algún día yo también me chinge a una así, ..sería un sueño ’’.

Sin que se dieran cuenta salí de mi escondite, esos desgraciados lo habían planeado todo, lo único bueno era que ya se marcharían y mi Madre regresaría a ser la misma de antes, o al menos que ella fuera y le hablara.

Regresé a la casa por la puerta trasera, me escabullí por el pasillo y comprobé que ella ya se había metido a su cuarto, seguramente se estaría bañando nuevamente, ese desgraciado la había revolcado por todo aquel putrido lugar. Me hize una paja ( ya lo meritaba ), y me fuí a dormir ya había transcurrido más de las 11 de la noche, creo que su relación con el obrero ya había terminado, ahora faltaba saber con que Mami me tocaría encontar mañana.

.....

Después de aquella fatidica noche, mi Madre había logrado olvidar al obrero, ellos cómo trabajadores de su costructora en cuanto terminaron las remodelaciones partieron hacía otras nuevas obras en otros lugares, mi Madre estaba tranquila, su reputación estaba a salvo, había tenido una experiencia con un obrero y eso quedaba enterrado. Yo por mi parte seguía muy pendiente de ella, la verdad que ya temía cuando mi Madre salía, ya que no sabía si en verdad iba con sus amigas o en realidad iba en busca del asqueroso de Don Pepe, lo que si les puedo asegurar era que así cómo se iba de arreglada, así regresaba, eso me daba algo de tranquilidad ya que al recordar cómo la dejaba Don Pepe con sus ‘‘sesiones‘‘ me dejaba más tranquilo’’.

Pero en una noche, cuando mi Madre regresaba de la fiesta de una de sus amigas, serían cómo eso de las 11 de la noche, yo estaba en la sala, me encontraba viendo un especial de peliculas de terror que me encantan, cuando en eso escucho estacionar la camioneta de mi Madre. Enseguida apagué todo, ya que mi Madre me había advertido que me acostara temprano. En eso estaba cuando escucho el ruido de sus tacones llegar a la puerta y una voz desconocida dirigiendose a ella.

-‘‘Buenas noches, Señora ’’. Le gruñó entonces, una voz detrás, cuando registraba su bolso en busca de la llave de la puerta.

Mi Madre asustada por la repentina aparición del extraño se dio vuelta, agitada. Cuando vio de quién se trataba no lo podía creer, era el albañil grosero, ‘‘el tal Macaco’’. Ella miró su reloj dorado de su muñeca, eran las once y media.

-‘‘Bu, buenas noches, ..¿enque le puedo ayudar? ’’. Le musitó, algo mareada por las copitas que de seguro se había bebido.

-‘‘Verá Señito, ..yo tengo algo que quizás a usted le pueda interesar. ¿Porque mejor no vamos para otro lugarcito?, ..para pláticar más agusto. Usted sabe ¡Ja ja ja!..’’

-‘‘¡Esta usted loco!, ..yo no voy a ningún lado con un desconocido, y menos con usted. Digame que quiere o llamo a la policia ’’.

-‘‘Para terminar rápido, preciosa ..además, uno nunca sabe qué sorpresita se puede hallar tan oscurito… y mire nada más, lo que me encontré aquel día en el almacen ’’. Le decía, acercándose a ella.

-‘‘¡No se me acerque! ’’. Le espetó mi Mami, intentando abrir la puerta, pero esta parecía no querer recibir la llave.

El albañil haciendo caso omiso se le acercó muy de cerca, aunque suene redundante, tanto que ella pudo oler su aliento a cervesa y cigarro.

-‘‘Verá Señito, ..yo sé cuando una hembra anda con ganas de verga ’’.

-‘‘¡QUÉ!, ..¡pero cómo se atreve! ’’. Exclamó entonces, casi actuado, e intentó abofetear a ese sujeto.

Pero su media embriaguez había reducido sus reflejos, y el tipo fue más rápido sujetandole de la muñeca, apretándola contra la puerta, oprimiendo contra su vientre su tieso bulto, frotándolo, su lengua recorriendo su cuello, la asqueó y forcejeó con él, pero la tomó de la otra mano, aplastándola con su cuerpo.

-‘‘¡Déjeme se lo suplico!, ..¡pu, puedo meterlo preso! ’’.

-‘‘¡Pues hagalo!, ..así todos los de esta Colonia se enteraran la clase de Puta que es ’’.

-‘‘¡No sé de que me habla!, ..yo no lo conosco, yo..’’

-‘‘De esto Señora, ..¿o a caso no es usted ésta que se esta revolcando con mi Patrón? ’’.

Mi Madre vio con terror cómo el tipo sacaba su celular y le ponía las imágenes. Tampoco tenía que esforzarse mucho en evocar la dichosa escena caliente. En la pantalla del pequeño teléfono podía verse a mi Madre realizando una de las mejores mamadas que jamás realizara. Lo más desconcertante era comprobar la lujuria y el deseo que la desbordaban mientras demostraba sus habilidades cómo felatriz. Se suponía que esa noche sólo Don Pepe y ella estuvieron presentes; pero en ese instante se dio cuenta que había tenido espectadores. El mundo se le vino encima nuevamente, cualquiera que mirara esa imagen no vería sino a una hembra encendida, llena de desbocado deseo, disfrutando de tener a un macho disponible. Si no conociera a la protagonista diría que era una Puta demasiado vehemente esforzándose por complacer completamente a su macho.

-‘‘¿Que, que es lo que pretende con ese video? ’’.

-‘‘Pues casi nada, Señito, ..¡quiero lo mismo que le dio a mi Patrón!. Desde que llegamos aqui, usted nomas nos andá calentando con sus pinches nalgas por la cara, ..y usted está muy equivocada si me voy a ir antes de cogérmela cómo Dios manda ’’.

Sin darle tiempo a reaccionar le estampó su horrible boca sobre la de ella, mi Madre se revolvió de asco, intentando, en vano, zafarse de las garras de ese tipejo.

-‘‘¡Arghh!, ..¡sueltame maldito asqueroso!. ¡Jamás haré lo que pretendes!, ..me das asco, ¡eres repugnante! ’’. Se retiró un poco de él escupiendo al suelo las babas que le habían impregnado.

Pero el Macaco estaba decidido y no pensaba dejar escapar la oportunidad. Enseguida le dió buelta por los hombros estampandola contra la puerta, bajó una mano para ponerla con toda la palma abierta en su trasero y apretar con fuerza. Mi pobre Madre iba a girarse pero apenas pudo mover un poco los hombros y girar la cabeza lo suficiente cómo para verlo a los ojos. Cómo les había comentado el Macaco tendría unos 28 o 29 años, no le echo más y mediría cómo 1,70 porque le llegaba a la nuca a Mamá, y eso que ella llevaba tacón alto. Como la mano seguía en su trasero sobándolo a conciencia, ella furiosa le dijo:

-‘‘¡Quita esa mano de ahí o te vas arrepentir, Cabrón! ’’. Y enseguida la quitó.

Por unos segundos me tranquilizé, pensé que mi Madre lo había atemorizado pero no fue así, justo entonces ella notó la mano ahora sobre su teta derecha ( la izquierda la tenía medio aplastada por la puerta dónde permanecía apoyaba ), pero sólo que esta vez la mano ya se movia con más descaro, en un magreo total. Ella le tomó la mano, se la quitó y le digo al macuarro:

-‘‘¡Sueltame desgraciado!, ..¿eres sordo o qué? ’’.

El tipo sólo se reía cómo un bobo y justo en ese momento mi Madre notó una punzada en una de sus hermosas nalgas, cómo si le pincharan pero sin mucha fuerza. El desgraciado había sacado una navaja y amenaza con poncharle una de sus grandiosas pompas. Mamá miró abajo y ve lo que le parece ser una navaja pequeña de esas de bolsillo. Ahí fue donde se asustó bastante, se dió cuenta de que el mugroso no jugaba y podía lástimarla. Demás no podía decir nada o pedir auxilio porque entonces ahora si ese video saldría a la luz, y seguramente que no quería que su nombre y mucho menos nuestro apellido anduviera en la boca de todos. Entonces pensó ‘‘Bueno Mónica, aguantas los manoseos de este mugroso, dejas al imbecil hacer y cuando terminen se marchará, tampoco el desgraciado va a ser tan Cabrón cómo para hacer cosas que pueda ver alguien de los vecinos y llamar a la policía’’. Y eso hizo.

Pero aquel macuarro estaba decidido a no desaprovechar la oportunidad. Se apoyó contra ella y con una mano volvió a sobarle la teta sobre el vestido mientras con la otra paseaba la punta de la navaja por la piel de su trasero y parte trasera del muslo, haciendo que la piel se le pusiera de gallina. Incluso empujó la navaja algo más de la cuenta justo en la parte baja de su cachete izquierdo haciendo que de la boca de mi Madre escapara un:

-‘‘¡Ahsss!, ..cabrónnnnn ’’.

Mi Madre ya empezaba a notar cómo un tremendo bulto se iba hinchando y poniendose duro porque de vez en cuando se lo aplastaba contra su trasero y el magreo que le estaba dando a su teta ya era demasiado. El Macaco le hundía los dedos en ella, le apretaba el pecho con toda la mano, intentaba sacar su pezón a pellizcos ( cosa que logró a pesar de que mi Madre se negara ) y se lo apretaba hasta que ella volvía a soltara un:

-‘‘¡Ayy!, ¡Cabrón!, ..te vas arrepentir de lo que estás haciendo ’’.

Y lo peor era que ella lo que temía es que los vecinos fuera a salir y se dieran cuenta, porque entonces se preguntarían que estaba sucediendo, es más, seguramente pensarían que estaba liada en un romance o algún otro chisme que pudiera surgir por parte de ellos, por lo que procuraba estar muy calladita y esperar a que el macuarro saciara sus bajos instintos. Sus pensamientos fueron cortados cuando sintió que ahora le había dado por subir un poco el vestido por delante, justo lo suficiente cómo para tocar su vientre, meter la mano entre sus pantaletas y su piel, y llegar a su vulva que por supuesto no estaba nada húmeda por el miedo que tenía ella encima.

Yo desde una de las ventanas frontales los veía, la casa estaba totalmente oscura por lo que pasaba desapercibido por ellos. Enseguida ví cómo esa mano se colaba bajo el vestido de mi Madre y apretaba su vulva, metía el dedo anular separándole los labios, frotaba la mano, no dejaba de hacerle cosas a mi Mami.

Llevarían ya cómo quince minutos y el Cabrón ya le estaba pajeando a su manera con su asquerosa mano. Por lo que era obvio que a los dos o tres minutos de manoseo mi Madre tuviera que reaccionar, su vulva había empezado a humedecerse y la mano del Macaco ya resbalaba por ella fácilmente. También cuando le dio por frotarle el clítoris éste salió sin que ella lo pudiera evitar. Y que la cosa empezaba a darle gusto y a doblegar a mi temperamental Madre, pero claro que no por eso dejaba de estar asustadísima y enojada a tope con el mugroso.

-‘‘Te apuesto algo Mamacita, ..te apuesto a que te corres antes de que yo lo haga con tus nalgotas ’’.

Mi Madre no dijo nada. Apretó los dientes para no decirle de majaderías al hijo de Puta y se dejó hacer. Él siguió frotando su vulva ya en plan rápido y apoyando su vulto contra su trasero y su pecho contra su espalda, lo que le estaba reventando la teta izquierda que estaba apoyada contra la puerta. A ese paso mi Madre terminaría con un tumor en el pecho.

Cómo la falda de mi Madre era de una tela elástica, el desgraciado macuarro podía hacerle lo que quisiera por debajo, que para estos momentos ya la tenía casi enrrollada por la cintura, por lo que las manos de ese mugroso albañil recorrían cada uno de sus más secretos rincones. Igual que no pudo servirle de mucho cuando el Macaco subió la tela por atrás, se sacó la verga del pantalón y se la incrustó entre sus cachetes traseros.

-‘‘¿Qué, que es lo que intentas mugroso? ’’.

-‘‘Tú que crees Puta, ..ganarte en la apuesta. Me voy a correr entre tus piernas ’’.

Mi Madre entendió de inmediato lo que se proponía, así que para que se corriera pronto los abrió, abrazó con ellos su manguera y apretó para que rozara más y se fuera antes. A todo esto la pobre apenas si se podía mantener sobre sus zapatos de tacón porque las piernas empezaban ya a temblarle por la tensión y porque le estaba masturbando de lo lindo. El mugroso le frotaba la vulva con auténtica furia y rápidez, y claro, a mi Madre ya se le empezaba a dibujar el orgasmo. Y llegó. De repente empezó a notar esas pequeñas descargas eléctricas que empiezan en el vientre, bajan a la vagina, suben al cerebro, además de que empezó a respirar mucho más aprisa, la cara se le empezó a poner más roja, las pupilas se le dilataron y empezaron los espasmos.

Sin poder evitarlo se le escapó un:

-‘‘¡Mmmhh!, ..AAAHHH!!!! ’’. Que acompañó al primer espasmo.

Suerte que estaba con el cuerpo apoyado en la puerta porque las piernas ya no la sostenían y los tacones se movían a derecha e izquierda sin parar cómo potrillo recien nacido. El Macaco que no paraba de frotarle la vulva y de hacer lo mismo con su verga metida entre sus pomposos cachetes, así que consiguió que el orgasmo de mi Mami durara lo que me pareció una eternidad. Ella estaba aún corriéndose cuando notó que aquella manguera comenzaba a palpitar. Enseguida notó cómo le echaban la tanga hacia un lado y colocaban ese glande contra su orificio trasero, que era el boquete que tenía más cercano. Mi Madre volteó la cabeza desesperada pero no encontraba la mirada de él y no podía decir nada que no fuera que la oyera un vecino que salía a tirar la basura en ese momento. Así que tuvo que dejar que la verga de ese cochino albañil ayudada por su propio sudor separara sus cachetes, se pegára a su ano para dilatarle la entrada.

-‘‘Espero que mi Patrón te haya dejado el culo más flojo, ..¡porque te lo voy a dejar ir toda, Puta! ’’.

-‘‘¡No, no, espere, espera! ..a, aqui no, por favor. Vayamos a otro lado, ..por favor ’’.

No sé si mi Madre lo dijo para evitar ser descubierto por aquel vecino inesperado o para dejarse llenar los boquetes sin interrupciones por ese cerdo, pero lo logró, ya que el tipo se volvió a meter la verga en sus pantalones y la sujetó del brazo, quién sin mayores dificultades, prácticamente la arrastró hasta la zona de construcción de la obra, dónde ni la familia o algún vecino pudieran escuchar nada. Enseguida salí tras ellos que por sus forcejeos ni se dieron cuenta de eso, los seguí hasta la zona de construcción ya que aún le faltaba la alberca y algunos detalles de carcelería y herrería.

El mugroso abrió el portal y le dió un empujón en la espalda a mi Madre que casi la tira al suelo. No tuvo tiempo de nada porque en seguida estaba sobre ella apuntándole con su navaja en el cuello.

-‘‘¡TShhhh!, ..no digas nada o te rajo, Puta ’’.

-‘‘¡Maldito obrero mugroso!, ..¿que es lo que pretendes con esto? ’’.

-‘‘¿Maldito obrero eh?, ..eso no le decias a mi Patrón cuando te estaba enculando, Perra. ¡Ven acá! ’’.

-‘‘¡Mmhh!, ... nomhh ’’. Alcanzó a decir porque una mano tapaba su boca.

El infeliz tiró de su pelo desde atrás, la levantó, siguió con su navaja en su cuello y la fue llevando hacia el fondo del terreno. Estaba aú en costrucción, todo en silencio y por experiencia sé que a esas horas no aparece nadie por los alrededores, así que por el camino sólo se oían los tacones de mi Madre sobre el suelo de cemento: tac.. tac.. tac.. tac.. tac.. tac.. tac.. tac, así hasta que llegaron a la parte trasera de la casa donde aún permanecían cosas de costrucción cómo madera, algunos tambos de agua y una sierra de mesa, la cual fue la que más le gustó a él y la tiró sobre ella. ‘‘¡PUMMMMB! ’’ Sonó el cuerpo de mi Mami al chocar contra ella.

-‘‘¡OUCHH!! ’’. Escapó de su boca al chocar si cuerpo contra la mesa.

Inmediatamente el Macaco se puso sobre ella aplastándola y diciéndole al oído:

-‘‘¿Así que sólo te gusta que te encule mi Patrón, no guarrita?, ..ahora te voy a demostrar que yo tambien tengo para llenarte, maldita vieja fifirufa. ¡Quédate muy quieta o te rajo Puta! ’’. Y para demostrarle que no iba en broma le volvió a subir el vestido hasta la parte alta de la espalda, le bajó las braguitas de encaje y le pinchó un glúteo lo suficiente cómo para marcar la punta de su navaja aunque sin llegar a sacarle sangre.

-‘‘¡AY!, no, para, ..no me hagas daño por favor. Yo, yo hago todo lo que quieras, pero por favor no me hagas daño ’’.

Mi Madre forcejaba, por ratos, casi logrando soltarse de él, pero la fuerza del Macaco superaba a la de ella, entonces, con un súbito impulso, la arrojó al suelo. La pobre se lastimó las rodillas y las manos con la grava. Mamá lo miró, suplicante, a punto de llorar.

-‘‘¡Tú misma Puta!, ..ahora te vas a levantar, te voy a dejar que te pongas de pié y te vas a desnudar, ¿entiendes? ’’.

-‘‘Si, si, pero no me hagas daño por favor ’’. Dijo con el corazón en la boca de rápido que le latía.

El desgraciado albañil se sentó ahora en la mesa y esperó a que ella se repusiera. El cochino Macaco la contempló, con su corto y ceñido vestido negro, con sus largas y bien formadas piernas casi al descubierto, admirando el banquete que alguien de su calaña nunca soñaría degustar.

-‘‘¿Sabe usted quién soy?, ..¿tiene idea? ’’. Le desafió mi Madre, intentando cómo último esfuerzo detenerlo.

-‘‘Sí, claro que lo sé, ..eres la Puta que se revolcó con mi Patrón y la próxima Perra que me voy a echar ¡Ja ja ja!..’’

-‘‘Por favor, Señor ..dejeme ir se lo suplico. Mi hijo esta dormido en casa, esta solito, ..yo, yo le puedo dar dinero, mucho. Se lo daré todo, todo lo que tengo, joyas, lo, lo que usted quiera ’’.

-‘‘No, no, no bonita, ..yo lo unico que quiero son tus pinches nalgas. ¡Ahora encuerate o te rajo con la navaja Puta! ’’.

Mamá casi llorando se puso de pié frente a él sacudiendose la tierra, tomó la parte baja del vestido y la fue enrollando hacía arriba para sacárselo por la cabeza. Justo cuando sus brazos estaban en todo lo alto y el vestido le tapaba ya sólo la cabeza, él le dijo que parara un momento, se quedó viendo su estilizado cuerpo y cubierto sólo por unas bellas pantaletitas de encaje negras. La estuvo mirando un buen rato hasta que se decidió acercase. Mamá notó sus manos asperas y callosas subir desde sus tobillos hacia arriba lentamente, valorando sus gemelos bien definidos por sus zapatos de tacón, sus muslos, sus caderas, su vientre y sus tetas que apretó sobre el sujetador tambien de encaje.

Después le quitó el vestido del todo, se volvió a sentar en la mesa y le dijo que se quitara las pantaletas. Y así lo hizo Mamá, quedando de pié sobre sus tacones delante de él. Sus manos caídas junto a sus caderas y respirando entrecortadamente por los nervios. Mi Madre no le miraba a la cara, imagino que para no darle el gusto de ver su mirada asustada, pero sí que pudo ver lo que pretendía hacer el sujeto. Antes de que le permitiera responder algo, se bajó el cierre de su pantalón ante ella. ¡Oh por Dios!, emergió una barra de carne más gorda y venosa que la de su Patrón. Hasta el incipiente llanto de mi Mami se cortó en seco. El macuarro se rió y dijo:

-‘‘Sí, todas se quedan calladitas al verme la verga ¡Ja ja ja!.. Vamos, o va a decir que no se le antoja más que la de mi Patrón, Perra ’’.

Mi Madre desvió su mirada, avergonzada, pero la sangre le iba subiendo vertiginosamente a sus mejillas. Poco faltó para que se relamiera los labios al versela, su sexo le picó y se le mojó al instante, todo su cuerpo deseaba una cosa, y pugnaba contra su imagen de altiva Señora rica para poseer ese nuevo capricho.

-‘‘Anda bonita, ..ahora vas a andar cómo las Putas modelos esas de las revistas que en ocasiones veo. ¡Mueve esas piches nalgas y muevete cómo ellas ’’.

Mamá no dijo nada, se limitó a caminar hacia el fondo dándole la espalda a él. Tac.. tac.. tac.. Se escuchaba sólo los tacones de mi Madre caminar por el silencio que invadía la Colonia.

-‘‘¡Mueva más las caderas y anda más rápido!, ..quiero ver cómo se mueve bien ese pinche culote de Puta que tienes ’’.

‘‘Tac-tac-tac-tac-tac..’’ Aligeró el paso todo lo que pudo hasta llegar al final del pasillo. Mamá tenía chanse de correr, estaba lejos de él y lograría llegar a la casa antes de que la atrapara, pero creo que mi Mami no tenía esas intenciones.

-‘‘Ahora se gira y viene hacia mi, Señora. ¿Ya le han dicho que tiene unas piernotas tambien?, ..¿que tienes unos muslazos de poca madre? ’’.

Caminó hacía él, iba deprisa así que el Macaco no perdía detalle del movimiento de esas tetas puntiagudas arriba, abajo y a los lados. Parecía que eran los pezones los que tiraban de ella porque era la parte de su cuerpo que más adelante quedaba a parte de sus zapatos de tacón claro está. Ella quedó delante de él cómo a un metros desnuda sólo con sus zapatos y con sus tetas moviéndose por lo agitada de su respiración. Ésta vez el macuarro se le acercó, metió una mano entre sus muslos y le palpó por la vulva, apretó hasta sacarle un leve ¡AY! y se volvió a separar.

-‘‘Bien Señora, sige mojada como las Perras ¡Ja ja ja!.. Ahora cómo la Perra que es, ..se va a poner a cuatro patas en el suelo y me va a enseñar bien ese culo y ese chocho que tanto presume y que muy gustosa se lo dió a mi Patrón ’’. Le dijo pasandole la navaja por todo el rostro.

Y así lo hizo, temblando cómo una hoja, pero humedad como una Perra. El desgraciado Macaco tenía una vista esplendorosa de ese trasero. Su vulva, su ano, su espalda, sus muslos y los tacones de los zapatos estaban expuestos para la mirada de ese cerdo.

-‘‘Ahora anda a cuatro patas hasta donde yo te diga, ..hagalo lentamente que quiero ver cómo se te abre el culo al hacerlo ’’.

Así lo hizo, con su hermoso y bien cuidado pelo arrastrando por el suelo porque lo llevaba suelto y largo. Cuando llegó a cierta distancía la detuvo, enseguida le dio instrucciones de que caminara hacía él. Mi Madre estaba coloradísima, no se si por el esfuerzo de andar a cuatro patas sobre la tierra, o por la vejación a la que estaba siendo forzada, pero anduvo hasta él con el contonear de sus anchas caderas y el bamboleo de sus sueltas tetas. Se detuvo hasta que chocó con sus zapatos.

El obrero, sonriendo negligentemente estaba de pie sobre ella, sobándose su cosota, poniéndola tiesa para mí Madre, y sin duda, la situación y la postura lo ayudaban mucho. Mi Madre estaba con la cabeza baja, porque si levantaba la vista ya sabía con lo que se toparía. El macuarro la tomó de la melena y la obligo a levantar el rostro. Ella subío su mirada y se encontró casi de frente con ese glande largo y oscuro, creo que hasta un poco deforme, pero sin que ella pudiera evitarlo la boca se le llenó de saliva y bajó su mirada nuevamente, sumamente agraviada.

-‘‘Vamos, vamos, Señora, ..lleva días moviendonos el culo cuando pasa frente a todos. Me tiene bien caliente desde la primera vez que la ví. Ahora me las va a paga, por calienta güevos, ..a ver, ¿por qué no pega un buen grito para que alguien vengan corriendo a detenerme? ¿Eh?, porque es una Puta ganosa de verga, ..y aquí le tengo una bien grande y jugosa para usted, ¡vamos! ¡Eso es lo que quieres, Zorra! ’’

-‘‘¡NO!, no, ¡cállate maldito mugroso, no me hable así! ’’. Le escupío, aunque ella sabía muy bien que ni una sola palabra de ese hombre era mentira.

El mugroso Macaco se rió, burlandose abiertamente de mi bella Madre, él sabía perfectamente que ella no haría nada para impedirlo, es más, al parecer le estaba excitando mucho el jueguito este de la violacion consentida. Sin preambulos le frotó ese hongo contra la mejilla, el ardiente contacto la hizo respingar y mirarlo con furor, entonces esa verga rozó sus labios y… para mi eterna incomprensión, ella los abrió, y ese mero albañil, sin dudarlo si quiera, introdujo su enhiesto miembro en su delicada boca.

Una hora antes, rodeada de sus adineradas amigas de sociedad, nunca hubiera imaginado que minutos después estaría de rodillas ante un prieto obrero, sosteniéndole su gruesa y tiesa verga, devorándosela con inusitadas ansias, mugiendo y retorciendo su boca, enrollando su lengua en ese monstruo, sobándole los güevos cómo una cualquiera.

-‘‘¡Ooohhh!! ¡Así, Señora, así, dele! ..¡yo sé cuando las mujeres quieren verga. ¡Y yo no se las niego, no señor! ’’.

Mi Madre no quiso o no halló qué responder a eso, siguío mamando ese curtido pene, saboreándolo, poco a poco iba perdiendo control sobre si misma. Se la sacó de la garganta y le pasó la lengua desde el borde del escroto hasta la punta, viendo a los ojos a ese inesperado amante suyo, y luego, de golpe, se la volvío a tragar cómo digna hembra en celo.

-‘‘¡Ah, qué pedazo de Puta es, Señora! ’’. Dijo él, otorgándole el mejor cumplido de su vida.

Ella estaba emputecida, olvidó todo, alcurnia, el orgullo, la clase… sólo era una hembra complaciendo a un macho, a su semental. Mi Madre nuevamente había sido vencida por su naturaleza, esa hembra en celo y ninfomana que llevaba por dentro. Lamía, le deslizaba los labios sintiendo cada vena hinchada y palpitante, enseguida supo que eso no iba a quedarse en una simple mamada… supo que necesitaba esa espléndida macana bien clavada en lo más profundo de su ser… se la sacó de la boca y se frotó la cara con ella… era la Puta de ese afortunado bastardo, que supo aprovecharse de ella.

-‘‘¡Ohhh!, sí, qué Perra, ..mira, que tan fina y seriecita se miraba, si salió más Puta que las de mi barrio. Y ni un centavo tuve que pagar por que me la chuparas, hija de Puta ’’.

Sus insultos sólo consiguieron espolear sus desenfrenados instintos y siguío mamándosela cómo una posesa. El infeliz obrero la agarraba del cabello, y se inclinaba para tocarle los pechos, a lo que ella se dejaba sin más, derritiéndose por las caricias de ese tipo, nunca imaginé que mi Madre volviera a caer en un chantaje semejante.

Entonces, la sujetó fuertemente de la cabeza, hasta casi sofocarla con su tremendo pedazo de carne que bien se estaba saboreando, pudiendo notar sus palpitaciones en las paredes de sus mejillas.

-‘‘¡Vamos Puta!, ..mueve la cola mientras te la entierro, que bien que te gusta lo que te estoy haciendo ’’.

Mi Madre ya estaba fuera de si, dominada por la asfixiante lujuria que la embargaba, sus caderas, ansiosas y trémulas, sin obedecerla, se empezaron a menear de un lado a otro, con una cadencía desbordante, dandole al mugroso obrero a parte de la deliciosa mamada, una excelente visión de su bonito trasero. El asqueroso Macaco se inclinó un poco para alcanzarle el trasero, empezó a manosearle el sexo… Mi Madre casi se derrite y mugío cómo una auténtica Puta en celo.

-‘‘Ven acá Puta, ..es la hora de catarte ’’.

La tomó por las axilas, la levantó y la volvió a tumbar sobre otra mesa donde se colocaban los planos y donde trabajaba el arquitecto para revisar la obra. Era una mesa alta, por lo que las piernas de mi Madre quedaban estiradas y abiertas pero no se podía apoyar muy bien sobre sus tacones ya que se le enterraban en la tierra. Su torso hacía un ángulo de 90 grados con sus piernas. Sus tetas de nuevo aplastadas por su propio peso.

-‘‘Estira los brazos y agárrate de la orilla, que estás deseando que te la meta, Zorra ’’.

Mamá tuvo que estirarlos porque la tabla era muy grande y orilla le quedaba bastante lejos, además de que la mesa o restirador estaba inclinada unos angulos para el trato o revisión de planos, así que quedó en una postura algo incómoda esperando ya que se la metiera. Lo que no tardó en hacer ya que se le acercó y quedandose de pié justo detrás de ella le apoyó la verga. Primero puso su tranca apuntando al cielo y la metió entre sus cachetes cómo si quisiera hacerse nuevamente otra paja frotándola entre ellos y contra la vulva. Después de frotar unos segundos y ponerla dura cómo un hierro, la apoyó en la entrada de su vagina. Con una mano empezó a guiarla mientras con la otra empezó a darle de nalgadas.

‘‘¡SPLASSHHH!!.. ¡SPLASSHH!!, ¡SPLASHHH!!, ¡SPLASSHHH!!! ’’. Los manazos en su trasero se podían escuchar por toda la cuadra, por el silencio de la misma, tan sólo algunos perros se escuchaban ladrar acompañando esos brutales latigazos.

-‘‘¡Ahhh!.. ¡ahh! ¡Ay! ¡Ahh! ... ¡Ya, ya Cabrón! ... ¡AYY! me arde….oj! ’’.

El mugroso macuarro paró, pero sólo para poder meter bien su tranca dentro de ella. Al principio vi cómo la punta se iba abriendo paso entre los plieges de mi Mami, después cómo el glande hacía lo mismo abriéndole la chocha cómo antes no se la habían abierto de lo ancho que era:

-‘‘¡UOOOOOHHHHHH!!! ... ¡PARA QUE ME MATAS CABRON!! ... ¡UOOOOHHH!! ’’. Se quejó, sin poder creerse que otro albañil de esos la había penetrado, y mucho menos que ahora le pudieran llegar más adentro que antes.

Yo creía que la habían desgarrado, pero justo en ese momento entró el glande por completo y respiró aliviada, aunque no le duró mucho, porque al metersela hasta el fondo le empujaba hasta el útero y de destrozaba los ovarios, ese desgraciado estaba bien riatudo y si no tenía cuidado hasta podía lástimarla.

-‘‘¡AAAAAAGGGGGHHHHH!! ... ¡DIOSSSS!!! ... ¡NOGHH!! ’’.

El desgraciado obrero la estaba matando, el muy Cabrón no conforme con eso empezó a dar tremendos caderazos, que hasta sus finos tacones se separaban de la tierra haciendo pequeños surcos según el prieto obrero entraba o salía de su chocha. Hasta entonces mi Mami no había disfrutado para nada, pero después de dos o tres minutos de mete saca, su vulva empezaba a reaccionar, a humedecerse y adaptarse a ese tremendo ariete. Pero justo cuando empezaba a disfrutar, el prieto la sacó de golpe.

-‘‘¡AY! ... ¡DIOSSSSS!!!, BESSSTIA!!! ’’. El glande le dolió al salir de ella.

Mi Madre quedó despatorrada sobre la sucia mesa. Se quedó esperando su próximo movimiento con la respiración entrecortada por los minutos de empalada que le había dado.

‘‘¡SPLASH!! ... ¡SPLASHHHH!!! ... SPLASHHH!!! ’’. De nuevo las terribles nalgadas y sus grititos de dolor que a él más que cortarle parecía que le animaban porque las dos últimas nalgadas le hicieron ver las estrellas y empezar a llorar.

El desgraciado macaco la sujetó de la cintura y comenzó a bombearla salvajemente, chocando su carne contra la suya, ‘‘¡PLOFF!!, ¡PLAFFF!!, ¡PLOFFF!!’’, en tanto la cabeza y el cuerpo de mi Madre se mecían de arriba hacía abajo en esa inclinada mesa, y sin poder parar de gemir y de tomar aire.

-‘‘¡Ahhhh!.. ¡Qué buena estás Perra!, ..si saliste más fácil que las Putas gallinas ¡Ja ja ja!.. ¡Tan creída que te mirabas, pinche zorrota! ’’.

Eso le decía a mi Madre mientras la cogía y la humillaba cómo se le antojaba. Entonces, el Macaco, la tomó de su boca y con sus dedos se la estiró para abrirsela, cómo si fuera un pez con un anzuelo tirando por ambos lados, ella sacó su lengua y la extendío cómo la Puta que era, ansiosa por paladear sus dedos, relamiéndose feliz, mientras el Macaco hacía sus delicias, cogiendosela sin preocupaciones. Yo desde atrás del muro contemplaba, extasiado, frotandome la entrepierna, con los ojos sin perder un segundo de lo que estaba ocurriendo. Mamá estaba recibiendo nuevamente su merecido por andar de calienta güevos cómo ellos le decían… todo ese hermoso cuerpo estaba a merced de un sujeto prieto y sudoroso.

El Macaco la hizo jadear más de emoción cuando presionó su pulgar en su ansioso agujerito, bien visible para él, mientras que ella se reboloteaba contonenado sus caderas, su cabeza se le movía, de adelante a atrás, al ritmo que el obrero le imponía, ¡el desgraciado Macaco ya la tenía al borde de otro orgasmo!, pero el muy canalla no se limitó a eyacular y ya, sino que quería lo mismo que su Patrón, su otro agujero. Poco tiempo le dio para respingar porque enseguida notó la punta de su ariete en la entrada de su trasero.

-‘‘¡No, no, para, para ..por ahí no, te lo pido por favor! ’’. Le dijo mientras se soltaba de la mesa y se daba un poco la vuelta para que le oyera bien.

Pero no le sirvió de nada, porque de un bofetón le volvió de nuevo la cara a la mesa e hizo agarrarse nuevamente de la tabla.

-‘‘¡Estate calladita Perra!, ..que bien que te he visto en el almacén con mi Patrón a cuatro patas bien ensartadita, ..¿o me vas a decir que no te estaba dando por el culo, Puta?. ¡No mientas que te he visto! ’’.

-‘‘¡Si Maldición!, ..pero es algo más pequeña que la tuya ’’. Le dijo con vergüenza y entre sollozos.

Pero no le valieron de nada sus suplicas. Una vez volvió a estar bien agarrada de la parte alta de la tabla le volvió a colocar el glande en el culo y de un golpe le metió la cabeza.

-‘‘¡UAAAAAAAAAAAAHHHHH!!! ... ¡AY! ... ¡AY! ..¡para, para por favor! ’’.

Ni idea de si la oyó o no, pero el caso es que su tranca ya estaba metida dentro de ella, más o menos a hasta la mitad. La tomó de la cintura y, aprovechando de que la mesa estaba inclinada hacia arriba, la subió un poco dejándola en el aire colgada. De esa forma su culito se abría por completo para él y por el peso de mi propia Madre y la gravedad, era obvio que el cuerpo de mi Mami iba hacía abajo, encontrandose con ese ariete cómo unico soporte.

-‘‘.............. ¡AAAAAAAAAYYYYYYYSSSSS!!!! ..¡para desgraciado!, ..UFFF!!!!. ¿Pero qué me haces hijo de…? ’’. Le dolió tanto que al principio se quedó muda, no salía aire por su garganta hasta que se repuso.

Al parecer sus suplicas fueron aceptadas, ya que sintío cómo si la descorchaban ‘‘¡Plof!!’’ Cómo si fuera una botella de vino, y enseguida las manos de ese obrero se posaron sobre sus nalgas para abrirselas, para exponer su más preciado tesoro, su arito rosado que todo hombre quería. El ano de mi Madre estaba bien colorado, ¡este maldito se lo había floreado!, y todavía lo miraba extasiado, riendose de cómo se lo había dejado.

-‘‘¡Ujujuy! bonita, ..si pudieras ver cómo te lo he dejado ¡Ja ja ja!..’’

-‘‘¡Arghh!, ..¡no cabrón pero lo siento! ¡Argh! ’’. Mamá podía sentir cómo el aire se le colaba por el agujero.

Su repentino reflejo de resistencia sólo produjo que la tomara fuerte de los brazos haciendo que se bajara al suelo, a la tierra, el pecho de mi Madre estaba colorado por la friccion contra la rugosa madera, sus pobres pechitos habían estado sufriendo por soportar el peso de su cuerpo y por la fricción que hacía ella hacía abajo. Mi flamante Madre quedó nuevamente a cuatro patas, ¡pero ahora en la sucia tierra!, pero lo peor fue cuando él se le acercó, y de los hombros haciendo presión hacía abajo, empujándola, tratando de que mi Madre quedara con su mejilla en el suelo. Por supuesto que lo logró dada la posición en la cuál se encontraba, semi-inclinada hacía delante con él sobre su espalda. La verdad que la caída brusca le había dolido y se lo hizo saber, se lo recriminó pero sin éxito ya que la mantuvo ahí abajo apretadita contra la tierra.

-‘‘¡Como me calentas, Puta! ’’. El insulto la sorprendió e hizo otro pequeño intento de salirse nuevamente.

La tomó del cuello y la hizo arquearse.

-‘‘Así, cómo niña buena portate bien. ¡SPLASSHHH! ’’. Le dijo y luego le dio una fuerte nalgada que se escuchó casi por toda la cuadra.

Ella le quiso dar a entender que le estaba haciendo daño, ya que la arena y la graba del suelo la lástimaba, pero todo eso fue ignorado ya que le siguió preguntando al oído:

-‘‘¿La sientes Puta?, ..¿sientes lo dura que esta? ¡Pues esta verga te va a llenar el culo de Puta que tienes!, ..haber si luego de esto sigues calentando güevos por la calle ’’.  Y le empezó a morder la oreja, el cuello y luego a chuparlo.

El mugroso obrero estaba encima de mi Madre. Arrimó su boca a su oído, muy cerca, ella sintiendo su respiración, la pobre estaba revolcandose sobre la tierra con ese prieto encima de ella, aplastandola. No se cómo le hizo o si ya venía preparado, el caso fue que de su pantalón sacó un pequeño bote, cómo un frasquito, lo sacó y lo puso aún lado de la cara de mi Madre, sobre la tierra.

Ella lo miró a él y él la mira despues.

-‘‘¿¡Qué es eso!? ’’ Le preguntó mi Madre sin leer lo que decía.

-‘‘Es grasa, ..servira para aflojarte el culo. Espera no te muevas ’’.

-‘‘Pe, pero, no va a creer que...’’ No terminó de decir la frase cuando la volvió a sujetar fuerte contra la tierra.

-‘‘Tranquila Señora, ..sólo la voy a preparar un poquito ’’. Le dijo. Ella se asustó y se empezó a mover.

-‘‘¡No, olvidalo no!, ..la tienes muy grande, me vas a lástimar! ’’.

-‘‘Quietita Putita, ..que te la voy a meter despacito, ni las vas a sentir ¡Ja ja ja!.. Además, ya los tienes flojo, ..esto es sólo para que no sigas gritando ’’.

Ella abrío completamente los ojos, no se lo esperaba. Pasó una mano hacía atrás, tratando de sacarlo y sin querer tocó su verga que estaba lista para atravezarla, instintivamente la apretó más fuerte. Sacó la mano inmediatamente y en un descuido por parte de él logró zafarse hacía un costado y voltearse para tenerlo de frente. Pero por poco tiempo ya que la tomó de la muñeca y la atrajo hacía él con bastante fuerza, la apretó contra su cuerpo, y luego por la cadera con ambas manos. Como un poseso la estrujo toda, le sobaba las piernas, la entrepierna y las tetas. Ella lo manoteaba y pataleaba, se resistía, le pegaba pero él movía la cara hacía un costado, esquivándola.

-‘‘¡Basta!, ¡es suficiente!, ..por favor no me lo hagas por detrás. Me, mejor termina cómo estabas antes, ..ya estaba sintiendo bien rico ’’. Trató de hacerle entender pero le fue en vano.

-‘‘Pero Señora, ..desde siempre le quise dar por el culo. Ya se lo dió a mi Patrón y yo también quiero lo mismo ’’.

-‘‘¡Estás loco!, ..tú la tienes más grande, me vas a reventar. Casi me matas ’’.

-‘‘Me calenta mucho Señora ¡Mmmhh! ’’.

-‘‘Nooo, ¡pero que dice!, ¡eso nooo! ’’. Pero el obrero estaba empecinado en darle por la cola, ya todo se le había ido de las manos. Él tenía el total control sobre ella.

Repentinamente la abrazó fuerte y la levantó mientras ella gritaba. La soltó y cayó contra la tierra, la empujó y luego intento darle la vuelta. Cada vez lo notaba más empecinado y enojado.

-‘‘¡Date vuelta maldita Puta! ’’. Mi Mami sabía que si lograba darle la vuelta estaba perdida.

La iba a sodomizar, por eso ella le pegaba cachetadas e intentaba sacarle las manos de encima. Pero sus suplicas no eran escuchadas, más aún, el hacía oídos sordos, sólo empecinado en darla la vuelta, y en vencerla.

-‘‘¡Maldita perra!, ..¡que te des la vuelta te he dicho! ’’. Mientras el obrero seguía hablando tenía toda su cara colorada por las terribles cachetadas que le soltaba mi Madre.

-‘‘¡No!, no, por atrás no, ..se lo suplico ’’.

-‘‘¡Maldita Perra caliente güevos!, ..te lo voy a romper quieras o no ’’. Sus continuos insultos la asustaban cada vez más, y seguían, esto se estaba saliendo de las manos y yo seguía ahí sólo observandolo todo.

-‘‘¡No por favor, Señor!, ..no me lo hagas me duele muchísimo ’’.

-‘‘¡Vas a llorar de placer Puta! ’’.

Mi Madre empezó a lagrimear y a pegarle de patadas pero le era casi imposible ya que lo tenía muy encima. Yo notaba lo excitado que estaba mientras seguía intentando voltearla. Mientras forcejeaban, él seguía tocándole las piernas, la concha, toda, revolcandose cómo perros sobre la tierra. Y después de unos minutos de forzejeo, finalmente lo logró, al descuidarse mi Madre en un momento, él supo aprovechar la situación tomándola del pelo con una mano y con la otra elevar y maniobrar su brazo detrás de la espalda. En el momento en que poco a poco la posicionaba boca abajo sobre la tierra, me di cuenta que ya estaba, iba a suceder. El desgraciado obrero iba a sodomizar a mi Madre.

Y se confirmó, apenas le dio vuelta haciendo presión sobre su brazo le dijo:

-‘‘¿Ya cagó, Señora?, ..porque le voy a sacar toda la caquita ¡Ja ja ja!..’’

Tiró de su brazo hacía arriba para que le doliera, pero mi Madre no sabía a que se refería su violador. Tiró nuevamente, le hacía doler, le estaba dando a entender quién mandaba. Le dio una nalgada ¡SPLASSHHH!!, otra, ¡SPLASSHHH! La hacía lágrimear un poco más, parecía que eso lo calentaba mucho más.

-‘‘¡Aaarrgghhh! ¡me, me hace daño! ’’. Le suplicó mientras tomaba sus dos brazos y lo posicionaba detrás de su espalda, cruzados, sosteniéndolos con una de las suyas.

Mi Madre escuchaba cómo con su mano libre estaba tratando de abrir el frasquito, ella quería mirar hacía atrás, sobre sus hombros pero le fue imposible. Luego de abrir cómo pudo la botella la colocó frente a ella, cómo para que ella mirara con que le iba abrir su agujero.

-‘‘¿Te gusta no?, ..vestirte cómo una Puta ’’. Le decía mientras le refregaba la verga sobre su trasero.

-‘‘No, no le entiendo ¡Auch! ’’.

-‘‘A calentar, ..te gusta levantar vergas por la calle ’’. Su verga se amoldaba por la raja de su trasero.

-‘‘Yo, nunca, ..no fue mi intención ’’.

-‘‘¡Puta de mierda!, ..calienta güevos ’’. Mi Madre sentía claramente todo el contorno de su verga en su trasero.

-‘‘Por favor Señor, no me lo hagas, ..si quieres te la chupo, te montó, pero por mi trasero no por favor ’’.

-‘‘¡Callate!, ..te gusta que te anden mirando la cola, mostrarla por ahí, para todos los tipos ¿No? ’’. Ella intentaba levantar el torso pero su firme forma de sujetarla se lo impedía.

-‘‘Yo no, ..no la muestro ’’. Le dijo haciéndose la inocente en todo esto.

-‘‘¿¡No lo muestras!?, ..mira, con esas ropas tan ajustadas que usas pareces una calienta vergas. La única Puta que conozco que se viste así ’’.

-‘‘No Señor, ..no sé aque se refiera, pero por favor no me lástime. Mire, si quiere monteme cómo usted quiera, ..pero por favor ya no me lástime ’’.

-‘‘Así que la Señora quiere montar ¡Ja ja ja!..’’ Le decía mientras acariciaba todo el contorno de sus nalgas.

-‘‘¿A, aque se refiere Señor? ’’.

-‘‘¡Agarra un buen sope de grasa y embarratela en el culo! ’’. Le ordenó.

-‘‘Por favor, mi hijo, ..mi niño esta sólo en casa. Me puede llamar en cualquier momento ’’. Le dijo apuntando a su bolso donde tenía su celular.

-‘‘¡Callate Puta!, ..¡y haz lo que te digo o te arranco los pelos! ’’. Espero unos segundos y le tiro fuerte de su cabellera mientras pasaba la otra mano hacía adelante acomodando su verga en su entrepierna desde atrás. Ella por instinto levemente soltó un suspiro.

-‘‘¿Así que te gusta sentirla no? ’’. Le decía al mismo tiempo que empezaba a mover su cadera para darle rosones en su entrepierna.

Mientras mi Madre sentía cómo la tenía igual de dura, sus continuos movimientos de fricción nuevamente la hacían sentir delicioso, por lo que las suplicas de mi Madre pararon. Y al parecer él lo notó, ya que se empezó a mover más rápido, más apretado, sintiendo seguramente su roce con la conchita de mi Madre.

-‘‘¡Parala más! ’’. Le ordenó al momento que le apretaba el cuello con ambas manos.

Mi Madre llevada por el pánico lo hizo, él volvió atrás y acomodó su verga en medio de su raja, y con su mano se apoderó de su conchita frotandosela cada vez más. Sus movimientos cortitos hacían que mi Madre cerrara su trasero atrapando la verga entre medio de sus cachetes, apretándola, mientras que la mano del obrero la estaba volviendo loca, pajeandola más fuerte. Apretando cuando sentía el roce. Ella sentía toda su verga, estaba en las nubes nuevamente. Sus constantes rozamientos la hacían gemir más fuerte, cerrando los ojos y abriendo la boca. Su objetivo ahora era hacerla calentar y de alguna manera lo estaba consiguiendo.

-‘‘¡Aah, ah ’’. Mi Madre se estaba encendiendo de nuevo.

El Macaco se dio cuenta de su total entrega y la tomó de la cintura, mi Madre se estaba doblegando nuevamente, lo único que hizo fue estirar hacía adelante los brazos y sostenerse de un pedazo de barrote que había en el suelo tirado. El Macuarro aprovechando la situación, empezó a sobarle las nalgas y abrirle el culo, mientras seguía moviéndose sobre su trasero.

-‘‘¡Mmmhh! Putita, ..jamás vi nada igual, ¡que culo tienes desgraciada! ’’.

La mantuvo sobre la tierra con una mano en la espalda y con la otra le magreaba las nalgas. Como un auto reflejo ante su brutalidad, mi Mami pasó una mano atrás cómo impidiendo que algo suceda, pero él se la sacó hacía un costado rápidamente y se inclinó sobre ella para ponerle su prenda intima en la boca, para luego posar su mano y sellársela. Ahí fue, aún con el efecto de la excitación, que mi Madre se acordó pero ya muy tarde del porqué estaba ella inclinada sobre la tierra, boca abajo y con el obrero por detrás. Y es más, todo se le aclaró más cuando sintío algo en la entrada de su ano, era su verga nuevamente, seguro que mi Mami podía sentir cómo la cabeza de su glande palpitaba fuerte en la puerta de su trasero.

Ni un segundo pasó que cuando intentó protestarle de alguna forma, el obrero embistió con su cuerpo, fuertemente, tratando de penetrarla.

-‘‘¡Uuuunnnnhhhh, uuummmmmhhhhrrrgghhh! ’’. Era lo único que se oía de mi Madre.

Sus gritos ahogados no se hicieron esperar, sus ojos se abrieron y sus músculos se tensaron ante tal embestida. Sentía cómo la iba abriendo toda, de a poco, el dolor empezaba a ser insoportable, mi Mami sentía cómo entraba la cabeza de su verga. El maldito macuarro empezó a moverse intentando acomodarse para una mejor posición ya que el culo de su victima se resistía a ser invadido.

-‘‘¡Ábrase Señora!, ¡Ufff!.. ábralo ’’.

Con una mano la tomó de la cintura y buscando la mejor inclinación empezó a enterrarsela en el culo suavemente. Empezó a deslizarse muy pero muy despacio por su recto, ‘‘¡Ummmhhrrgghh!’’, Mi Madre emitía quejidos desesperadamente mientras tenía la boca tapada, le dolía demasiado, mucho, por lo cuál comenzó a moverse, a patalear hacía atrás, de alguna forma tenía que escapar de ese suplicio.

-‘‘¡Quedate quieta, Puta! ’’. Le recriminó y la sujetó hasta tenerla bien inmovilizada, mientras él se movía suave pero penetrando todo lo más que podía.

En ese momento mi Mami cerró los ojos sintiendo su propia tensión en todo su cuerpo.

-‘‘¡Ufff!!.. ¡Que culito tan apretado Güerita! ’’. Vocifero mientras su verga se deslizaba cómo un cuchillo sobre la carne.

-‘‘¡Uuuunnnnhhhh, uuummmmmhhhhrrrgghhh! .........’’

-‘‘¡Ufff, ufff!.. ¡Puja Puta llora! ’’. El maldito prieto empujaba cada vez más con su cuerpo, yo miraba que se movía suave pero que ella sentía que la estaba abriendo toda.

De la boca de mi Madre querían salir algunas palabras, algunas suplicas, suplicas de que era suficiente, pero sus movimientos firmes no cesaban y su boca aún no era liberada. De pronto se dejó caer de a poco sobre su espalda de mi Mami, pegando su pecho y soltando sus brazos que unos minutos atrás se los había cruzado nuevamente y así sobre ella empezó a caderear.

-‘‘¡Uff, ufff!.. Para la colita mi amor, ..quiero metertela toda ’’. Mientras su verga la penetraba firme pero sin llegar al fondo.

-‘‘¡Uuuunnnnhhh!, noogghhhhhh!!!!...’’

-‘‘Señora, me calenta mucho, ..pero creo que si seguimos así no lo vamos a disfrutar. Ahora se la voy a sacar y quiero que ahora si tome un buen sope de grasa y se la coloqué en el culo, ..es por tu bien Mamacita, ya verá que bien no lo vamos a pasar ’’.

Mi Madre no tuvo otra opción, estaba sufriendo muchísimo. Con todo el dolor de su corazón y de su culito, no tuvo más remedio que humillarse a tomar el bote de grasa para llevar un buen sope hacía su trasero, con un par de dedos frotó por la circunferencia de su irritado agujero todo ese cebo cafesoso, dejandoselo completamente tapado en grasa y listo para ser taladrado. Sin esperar un segundo más, bruscamente le colocó la cabeza sobre la áspera arena, posicionándola de pecho.

-‘‘Disfruta de esto Señora, ..¿le gusta cómo le voy a romper el culo? ’’. Le dijo al oído suspirando y bufando, disfrutando completamente de su hermosa retaguardia, y de su tan preciado orgullo.

Cadereando con un movimiento parejo y profundo, sintiendo las pretuberancias de su esfínter, nuevamente encontró la entrada, y ya completamente lubricado sin más se la volvió a dejar ir. La penetración en su estrecho agujero fue rápida y sin pausas, al final casi toda esa barra de carne se guardaba en los intestinos de mi Mamita. Enseguida liberó su boca, sacó la bombacha junto a su mano y le dio paso a un quejido, un tremendo grito, amplificado por todo su ser.

-‘‘¡AAARRGGGGHHHH!! .....’’

-‘‘¡Ufff!.. ¿Te.. gusta..? ’’. Le dijo entre jadeos.

-‘‘¡AYYY!, No…¡basta! ¡Oucchhhh! ¡Mmmhhh!! ’’. Le devuelve suspirando y respirando fuerte.

Por que la verdad era que mi Madre estaba teniendo un dolor insoportable. La obligo a abrir un poco más las piernas mientras seguía moviéndose constantemente con su cara al lado de la de ella, tirado con todo su cuerpo encima cómo imponiendo su dominio. Tal dominio se completo al penetrarla completamente en uno de sus movimientos, sintiendo mi Mami los pelos del pubis del obrero acariciando sus nalgas. Finalmente y con muchísimo esfuerzo su culo se había tragado todo y junto con el cambio de ritmo de el mugroso obrero, un ritmo más continuo y bastante fuerte se sintió de sobremanera, ella sentía la verga bien profunda, hasta sus entrañas.

-‘‘¡Aarrgghh!!.. Basta ya ..me ..due ..leee! ’’ Pero cómo siempre la ignorada.

No lo hizo, continuó penetrandola por el culo a caderazos largos y profundos que hacían que la unica prenda que portaba, sus tacones, se separaran y volvieran al suelo haciendo dibujitos en la tierra con cada embate.

-‘‘¡Ah!…ah…oooggg…buffff…ah…ah…’’

Así estuvo cómo dos o tres minutos que para mi Mami se le hicieron eternos, por lo dolorosas que eran las penetraciones. De haberse puesto grasa desde el principio o usado su plug anal habría disfrutado cómo una Perra, pero se conoce que el obrero estaba cegado por la deliciosa sensación de ese estrecho agujero que lo unico que quería era buscar sólo su placer. La rodeo del cuello con su fuerte brazo y del cabello con su otra mano, para que ella sintiera cómo se movía, cómo un animal en celo. El desgraciado obrero se la estaba culiando en la tierra sin importarle que mi Madre se retorciera sobre esta raspandose toda.

-‘‘¡TShhhh!, ..no es para tanto nena ’’. Le susurró cerca de su oído.

-‘‘¡AYY! ¡AHHH!! Me.. lás.. timas hijo.. Puta, la tien.. ¡ARGHH!! La tienes enormeeee.. ¡Ufff, ufff!..’’

-‘‘Vamos Putita, ..para la cola, si bien se ve que te encanta ’’.

Los gestos esporádicos de dolor estaban dibujados en el rostro de mi Mami, algunas penetraciones le provocaban un dolor más agudo, lo que resultaba en unos repentinos y fuertes gritos de sufrimiento. Poco después comenzó a acelerar los caderazos haciendo que el culo de mi Mami hiciera ese conocido sonido de chapoteo ‘‘¡chuacks!, ¡chucks! ¡chocks!’’ al chocar con sus muslos.

-‘‘¡Ay, ay!.. para por favor…¡AAAAHHHH!!!…¡Dios cómo duele cABRÓN!!! ..AARGHHH!!! ’’.

-‘‘¡Ya callate Puta!, ..te voy a reventar para que aprendas y no me olvides en tu Puta vida. ¡Maldita vieja ricachona!, ..que te crees que por ser mona no te puede encular un tipo cómo yo…¡TOMAAAAAAAAAAA! ’’. Dijo al darle un caderazo en el que su tranca llegó hasta lo más hondo de los intestinos de mi Madre, y su cuerpo salió todo disparado hacia adelante haciendo que se tallara por toda la tierra.

La situación continuo pero de momento él se calló, sólo gemía y respiraba sobre ella, sobre su nuca. Parecería que se estaba concentrado en su propio placer, disfrutando la penetración milímetro a milímetro dentro del culo de mi Madre, moviéndose en círculos de a ratos e incrementado momentáneamente sus embestidas. Aunque mi Madre se había embardunado todo su culito con esa grasa espesa, el dolor lejos de aminorar, se mantenía, o es más, aumentaba de a ratos, mezclando sus gritos y gemidos con el propio sonido de la penetración ‘‘¡Plafff! ¡Plofff! ¡Plafff!’’.

El obrero se pegó bien contra ella, le empezó a morder el cuello, cuando de repente un alivio momentaneo se hizo presente en el culo de mi Mami, era eso, su verga se había salido. Eso aprovechó para que ella intentara levantar el torso ante su descuido para poder escaparse pero su reacción pudo más y la alcanzó frenándola.

-‘‘¡Quieta Puta!, ...que aún no termino de servirme ’’.

La volvió a posicionar cómo estaba antes pero con la boca tapada y posicionando con su otra mano la punta de su vega en la entrada de su ya irritado ano. Se tiró encima y se la volvió a clavar de golpe, haciendo que la pobre ahullara del dolor.

-‘‘¡MMMPPFFFFF!! ’’. Nuevamente empezaba su calvario.

-‘‘¿Piensas que alguien vendrá a salvarte? ¡Ja ja!.. Ni se imaginan que le estoy rompiendo el culo a la gran Señora ¡Ja ja ja!..’’

Le dijo eso susurrando a su oído y tomándola del cabello, con su cara de costado sobre tierra. Su sentimiento de humillación se acrecentó más, a este hombre no le importaba nada, sólo utilizarla cómo una Puta para su total satisfacción.

-‘‘Confiesame, ¿te encanta esto no?, ..¿esto era lo que querías no? Querías que unos obreros pobres cómo nosotros te abrieramos la cola, ¿eh? Puta ’’. Se empezó a mover más fuerte, descontrolado.

-‘‘¡MMMPPFF!! ¡NOMMGHH!! ’’. Gritaba mi Madre ahogando su sufrimiento en su mano.

-‘‘¡Uffff, ufff!.. ¿Esto querías no Puta?, ..provocadora ..calienta güevos ’’. El tipo cada vez estaba más histerico, arremetia con furia sobre ella, haciendo que la sumisión de mi Madre se apoderaba cada vez más de ella.

-‘‘¡Nogggggrrrrhh! ¡Pogh fagoh! ...’’

-‘‘¿Esto querías no?, ..que te rompieramos toda la cola, ¡pendeja Puta y creída! ’’.

Mientras escuchaba todo esos insultos mi Mami se empezó a sentir culpable, culpable de provocarlo, de insinuar la parte de su cuerpo que siempre deseaban y que concientemente se los hacía notar, a él y a todos los demás. Pero ese juego parecía que había terminado, el limite se había traspasado y ahora su culito estaba pagando las consecuencias, por lo cuál se vio obligada a entregarse totalmente a él. Además tenía que hacerlo, se dio cuenta que cuanto más disimulara placer, más rápido iba a finalizar esa tortura.

-‘‘¿Esto querías vieja Puta? ¡Ufff, ufff!.. Sentir la verga bien dura, ¡confiesalo Puta! ¡Ufff, ufff!.. ¡Para eso sacas el culo cuando caminas! ’’. El malnacido se movía cada vez más fuerte, ella sentía su pene duro cómo entraba y salía aun ritmo endiablado, luego la arqueo mientras se apretaba contra su cuerpo, liberando su mano de su boca.

-‘‘¡OOOOooooooOOOOOhhhhhHHH!!! …¡Me vas a matar hijo Puta! ’’.

Sus manos no paraban de sujetar sus caderas, de darle guantazos en el culo o explorar toda su espalda.

-‘‘¡Ohhhh! ... siii…Maldición, qué culo tienes hija…¡ah!…¡TOMA CABRONA!, sufre…siii…aaaahhhh ’’.

-‘‘¡Aah! ’’.

Ahí fue que mi Madre tomó la decisión y finalmente se resignó y relajó completamente su culo. Que al parecer el Macaco enseguida lo notó, se dio cuenta cuando lo hizo.

-‘‘¡Ja ja ja!.. ¡Ahora ya te gustó Puta!, ..¿te calienta no?, ¿te gusta ser mi Puta? ’’. Le gritó mientras se movía fuerte, cómo un semental en celo, lá tomo de un hombro y de los pelos con la otra mano.

-‘‘¡AYYY!! ¡AYYYY!! ¡Mmhhhhh! ’’

-‘‘¡Esto te encanta, Zorra!, ..¡pues toma!.. ¡toma!.. ¡toma! ’’. Le gritaba enardecido.

Su verga se deslizaba ya sin dificultad en su ya destrozado trasero, la barrera de la resistencia ya no estaba, mi Mami sentía todo el grosor de su verga, todo el contacto, la fricción en las paredes de su recto. Se escuchaban los chasquidos, y el golpeteo de sus caderas en sus nalgas. ‘‘¡Plofff! ¡Plafff! ¡Plofff!’’.

-‘‘¿Lo quieres más fuerte eh?, ..más rápido, pidelo, ¡Ufff, ufff!.. ¡Gritalo! ’’.

Yo ya no quise ver lo que sucedía, veía desde lejos cómo el mugroso macuarro se movía sobre ella, la pobre estaba totalmente partida en dos, era suya, era su Puta, su yegua. De repente empujó de golpe para metérsela hasta apretar sus testículos contra sus nalgas. Mi Madre lo sintío y gritó de dolor, le entro toda.

-‘‘¡ARRRGHHHHH!!!! ¡NOORRGHHHHH!! ’’.

-‘‘¡Ufff!.. ¡Hasta los güevos!, ¡Ja ja ja!.. ¡Te la has tragado toda! ’’.

Mi Madre tenía el rostro desfigurado y la boca abierta, no había sonido que saliera de ella, sólo aguantar los brutales embates.

-‘‘¿Te imaginas que alguien te viera estando así cómo estás?, ..con un obrero dandote por el culo. ¿Que diría tu hijito si supiera que su Mami se esta revolcando con un trabajador? ¡Ja ja ja!.. Ni se imagina lo que te pasa ’’. Le hablaba todo el tiempo, mejor dicho la insultaba, la utilizaba cómo una Puta, su Puta, mientras ella hacía lo mejor que podía para fingir que le gustaba.

La agarró de la cara y la obligo a voltearse, a besarlo, ella se forzaba a besarlo mientras la estaba sodomizando brutalmente. Chocaron las lenguas y mi Madre se dejaba hacer, se dejaba llevar pues tenía que hacerlo. La manoseába todo el tiempo, apretándole la cara le dijo:

-‘‘¿Quieres que te llene el rabo de leche? ’’. Mientras cadereaba y empujaba fuerte.

-‘‘¡Aah!, siiii ’’. Le dijo ella pensando que ya todo iba a terminar.

-‘‘¡Oh!.. ahhh, te voy a llenar las tripas con mi leche Puta de mierda…ah…ahh..si…si…’’

Mi Madre se levantó y se apoyó a cuatro patas, mala idea porque enseguida él la tomó por las tetas apretándoselas a tope.

-‘‘¡Mírame bien Puta!, ..que esto no te lo vas a olvidar nunca ’’.

Ambos se fijaron la mirada y de repente suavemente empujó y…Mi Madre empezó a sentir cómo empezó a saltar la leche, ¡le estaba llenando toda la cola!.

-‘‘¡Si!.. si.. me voy a correr…Oh…¡SIIII!!!!!! ’’. Se quedó quieto por fin mientras de su tranca salían chorros y chorros de semen y le apretaba las tetas tan fuerte que se le fue hasta la vista y todo.

-‘‘¡Hija de Puta que buena estás!, ¡puffffff!..’’

De su verga saltaba mucha leche, mi Madre sentía cada chorro cómo golpeteaba dentro de su culo. Él no le soltaba la cara, le seguía mirando y ella a él con la boca semi abierta, cómo sorprendida y perturbada.

-‘‘¡Ooohhh! ¿Te gusta no?, ..¿la sientes cómo te lleno? ’’.

La pobre no podía ni hablar, un sentimiento de impotencia la hizo lágrimear, sintiéndose una completa Puta, una yegua entera. Sentía su liquido dentro, mientras se movía y revolvía muy despacio cómo no queriendo dejarla. La besó nuevamente, mirándola a la cara.

-‘‘¡Ooohhh! ¡Mmhh! Señora cómo me calienta ’’. Ella sentía cómo la llenaba de leche y con cada empujón, se la metía más adentro.

Todo ese semen le estaba revolviendo el estomago, con su cuerpo sudoroso sobre su espalda, su aliento en su oído y sus últimos empujes involuntarios de su verga en su dolorido trasero. Se tumbó sobre ella para descansar un rato. No entiendo cómo no resbaló porque estában encharcados por el sudor. En verano y con ese esfuerzo, destrozados los dos y empapados. Así estarían cómo unos tres o cuatro minutos. Después se separó de ella pero mi Madre no podía ni moverme, así que el obrero tomó lo que imagino que era las bragas de mi Mami. Se lo metió en el chocho, lo empapó en sus jugos y le dijo:

-‘‘Puta altanera, ..éstas me las llevo de recuerdo y le dejo el celular con el video. Ahi tiene un numero grabado, ..por si desea repetir ¡Ja ja ja!..’’

-‘‘¡Y una mierda, Maldito! ’’. Dijo sin pensar.

¡SPLASSHH!!, Un bofetón la tiró al suelo dejándola bocarriba con sus tetas apuntando al obrero.

-‘‘¡Ami no me hables así Perra altanera!, ..te acabo de abrir la cola cómo querías y lo menos que quiero son tus estupidos reproches ’’.

Estos maldito albañiles la habían tratado muy mal, convirtiéndola en la peor de las Putas. La pobre estaba deshecha, con sus grandes y generosas nalgas embarradas de lefa, en contraste de esas oscuras y curtidas pieles de sus agresores.

-‘‘Vistase Señora, ..creo que ya estara agusto, al fin encontró lo que venía buscado. ¡Ja ja ja!.. Ese culo bien vale la pena ¡Ja ja ja!..’’

Y le arrojo los harapos de lo que quedaba de su sostén y del vestido caro. El obrero le arrojó su cartera, para que buscara sus llaves.

-‘‘Vayase a su casa, Señora, ..no querrá que sus vecinos o su hijito la vean así ¡Ja ja ja!..’’

La pobre cómo pudo se levantó y corrío, desnuda, con su vestido roto, sin saber si llorar o no, buscó temblando su llave, notando cómo el semen resbalaba por sus piernas, también notó que todo su dinero había desaparecido. A parte de la violación la habían robado y todo por aquella calentura. Estaba deshecha. Yo me quedé un rato más ahí escondido, viendo los movimientos que hacía ese tipo, saqué mi celular y lo grabé, si el mal nacido volvía yo también lo chantajearía, le tomé a su rostro y otra contando el dinero que el muy desgraciado le había quitado a mi Madre.

Más tarde entre a la casa y velozmente, me escurrí hacía mi cuarto, sentía remordimientos por haber visto lo que le había ocurrido a mi Mami y no haber hecho nada, ella sabía muy bien que ahora si eso había sido por su culpa, aquel mugroso tenía razón, era una calienta güevos, todo por su maldita calentura. Prendí el monitor para ver que hacía. Estaba deshecha, corrío al baño y se miró al espejo: su cabello desgreñado, su rostro estaba sucio y con semen reseco, sus tetas magreadas con algunos moretones y marcas de pellizcones y mordiscos, incluso tenía restos de semen en su pelo. Sus rodillas y manos raspadas, todo su vestido sucio así cómo todo su cuerpo. De su trasero salía aún semen que regaba cómo caminito hacía el baño, la pobre sentía el culo abierto, punsante por la terrible violación.

Me sentí muy mal. Había estado excitandome con la violación de mi Madre. Pude haberle llamado a la policía, pude haber hecho ruidos para asustarlo, pude... pude.. pude haber hecho tantas cosas pero no quise. Mi mente calenturienta me había sopresado, creo que yo tambien había adoptado algunos de los genes calenturientos de mi Madre, esa sensación que me hacía perder la cabeza, esa sensación que me dejaba inmovilizado cuando ocurría algo así. Me hizo darme cuenta y descubrir lo cabrón que era.. y que soy. Mi Madre estaba envuelta en un mar de lágrimas mal disimuladas por la abundante agua de la ducha. Su bello y hermoso rostro se notaba crispado y tremendamente atormentado. Pero lo que de verdad me llamó la atención fue la frenética actividad en su entrepierna. Mamá se frotaba insistentemente y con salvaje vehemencia, no se enjabonaba, se restregaba. Usaba la esponja como una lija o una lima. Quería arrancarse la verdadera suciedad que le humillaba el alma. Una mancha que no se le iría por más que se raspara, ni aunque se restregara hasta sacarse sangre. Entonces me sentí el ser más abominable de la Tierra, y sentí verdadera vergüenza. No pude soportar verla, no podría mirarla a la cara una vez más. Apagé mi computador y me escondí debajo de la cama, me sentía el peor de los hijos, no tenía derecho a tener este apellido. Asustado por la magnitud de mi degradación, me quedé ahi, en el suelo, me daba verguenza presentarme delante de ella, volverla a ver a los ojos. En un arrebato de decencia, me daban ganas de pedirle disculpas, tratar de arreglarlo todo. Me había covertido en un moustro, lo había disfrutado y… y ahí acabaría todo. Quizás… quizás así… Salí de mi cama y alcancé la puerta de su habitación, aún confuso por este ataque de remordimientos.

Pero me detuve y pensé, ¿realmente mi Madre habría aprendido la lección?. ...


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia.

‘‘El Portero de la Colonia, ..Don Mario.’’

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com