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domingo, mayo 19, 2013

Capitulo (40)



©MI MADRE Mónica.......... Capitulo (40)

‘‘Nuevas sensaciones.’’


Mamá ahora sí que estaba tan caliente cómo una Perra.. mojada, muy mojada, tanto que sus blancos muslos temblorosos no podían parar de moverse. Instintivamente llevó una de sus manos hacia su pecho que estaba a punto de romper el ajustado corset que los atrapaba. Mi Mamy estaba experimentando una de las mejores sensaciones que su cuerpo hubiera despertado jamás, el simple hecho de sentirse observaba por desconocidos, de sentirse un mero objeto de perversión de un viejo que por teléfono la exponía y le demandaba ordenes que para ella no se atrevería ni hubiera soñado jamás realizar. Su rostro estaba hirviendo, su cintura subía y se resbalaba disimuladamente por la silla sintiendo como la tela de sus diminutas bragas se apretaban y se hundían en su húmedo sexo. Mi Mamy notaba sus pantaletas fuertemente incrustadas entre sus labios vaginales al mismo tiempo que la gente no paraba de deambular frente a ella y los tipos que la observaban no paraban de comentar y de preguntarse si era verdad lo que estaban viendo. Era una experiencia que nunca habían vivido, podía ser descubierta en cualquier momento y no sabía lo que podría ocurrir...

-‘‘¿Que fue eso mi, Perrita? ’’. Pregunta el viejo por teléfono.

-‘‘Es, ¡Ah!, .. es solo la chica de la cafetería que me ha traído otra taza ¡Aah! ’’. Respondió entre jadeos mi Mamy.

-‘‘¡Que bien!, ¡Je je!.. ahora mi Perrita cachonda toma la cucharilla de la taza y colócatela en tu chochito mojao disimula'amente, ¡Je je je!.. De manera que la empuñadura quede sobre tu rajita moja'a, ..y sigue contrayendo tu conejito para que la sientas ’’.

-‘‘Don Ma.. Amo ..¡Aah!, no sé que pretende, pero no he estado tan mojada en toda mi vida.. ¡Aah! Pare ya por favor, ..venga y cójame de una vez ’’. Le decía totalmente cegada por la excitación.

-‘‘Aquí mando yo, Perrita, ..tu no decides na'a. Ere solo una Perra sumisa y nada má. Sólo obedece o málchate de ahí ahora y no me busque má, Puta ’’. Le soltó el viejo bastante enojado.

En ese momento creo que dudó, mi Mamy no sabía que hacer, jamás en su vida había estado tan caliente ni tan desesperada, se vio en un dilema, o seguir con ese jueguito que la tenía al filo del orgasmo o retirarse a su casa y permanecer con su vida intachable cómo hasta esta mañana. Pero no había dudas, mi Mamy lo iba a ser, su respiración entre cortada y sus mejillas ruborizadas la delataba, así que volteando para todos lados abrió levemente las piernas, se arremangó un poco la falda y cogiendo la cucharilla, que le había dado la chica para que le colocara la azúcar, se la colocó tal y cómo el viejo a distancia le había ordenado. Mis ojos se abrieron como platos, no sabía qué era lo que pretendía el viejo pero estaba aquí para observarlo.

-‘‘¿Como se siente? ’’. Le preguntó.

-‘‘¡Aah!, .. ¡ah! Muy rico, ..me gusta ¡Aah! ’’. Respondía jadeando.

-‘‘¿Te siguen viendo? ’’.

-‘‘¡Aah!, sii, creo que sí, ..pe-pero no han visto lo de la cuchara ¡Aah! ’’.

-‘‘¡Je je je!.. Bien, ahora quiero que te levante, pero no te saque la cuchara, ..toma ya tus cosas y llévale a la camarera el plato del café. Mientras camina, quiero que pase junto la mesa de eso chicos que tanto te observan, ..quiero que deje caer al suelo la cucharilla de adentro de tu chocho. Te llamaré enseguida ’’. Y colgó dejándome bien intrigado.

Mamá se quedó perpleja por unos segundo, pensativa, lo que le pedía el viejo era demasiado, ¿que iban a pensar esos tipos de ella cuando de por debajo de su falda cayera esa cuchara?, que tipo de mujer era esa, seguro que pensarían. Dudé que lo hiciera, aunque por dentro lo deseaba. Mi Madre se puso más colorada que nunca y se decidió, recogió su bolso, sus llaves y se levantó. Caminaba con dificultad apretando al máximo sus piernas pero consiguió llegar a la mesa de esos chicos. Al ponerse de pie y darme la espalda pude apreciar el rodal de humedad que había en su falda, realmente el viejo había conseguido excitarla como nunca antes en su vida. No lo podía observar pero me lo imaginaba. Sólo contrayendo y notando el frio roce de la cucharilla insertada en su sexo llegó a una distancia permisible. Y al momento de cruzar al lado de ellos, observé con asombro cómo mi flamante y bien portada Madre abría levemente sus piernas para entregar su regalo. Perplejo aprecié cómo de sus blancos y mojados muslos cubiertos de esas sensuales medias de malla dejaba caer ese objeto de metal cromado que tanto placer le había estado dado.

Cuando los chicos escucharon el ruido de la cucharita de metal caer, se quedaron mirando uno a otro, incrédulos por lo que acaban de presenciar. Mamá ya sin ‘‘equipaje’’ se siguió de largo y se dirigió a la caja para pagar su café. En el momento, uno de ellos se agachó y tomó la cucharita impregnada de los flujos de mi Madre y se la quiso devolver, pero ella con una simple sonrisa y cómo si fuera algún tipo de obsequio que nunca olvidaría dejó que se quedara con ella, lo que me pareció un buen regalo para aquellos dos calenturientos que sin poder ocultarlo claramente se observaba bajo sus pantalones lo que mi Madre con su exhibición les había provocado. Mamá se dirigió a la barra muerta de la vergüenza, pero ya caminando normalmente, aún no entendía como había llegado a tanto, una mujer con rectos principios y buenos modales excibiendose como una vulgar Prostituta y casi masturbándose descaradamente frente a dos adolecentes a medio Centro Comercial. Una vez llegó al mostrador, sacó de su carísima cartera un par de billetes y pagó por los servicios, entonces la camarera que había visto todo, una chica joven de pelo lacio y con muy buen cuerpo, los tomó con cara de asco y mirando a Mamá a los ojos con cara de enfadada, le devolvió las monedas de cambio.

Después de haber dejado a esos chicos incrédulos en el café ( y con un dolorón de güevos ), y una vez cumplido con su prueba, se dirigió a la sección de lencería. Como les había descrito en el relato anterior, mi Madre vestía excesivamente sexy, demasiado diría yo, aunque en honor a la verdad, he de decir que este día mi Mamy estaba impresionante. Su gran estatura, 1.75 m. sumada a esos enormes tacones de aguja de 3" que llevaba, era fácil de localizar entre todas las féminas que se encontraban a su alrededor, pero lo más espectacular era su falda de tela nylon que estrenaba este día ( y que esperaba no vérsela jamás ). De color negro y compuesta de una tremenda abertura sobre su muslo derecho, una faldita más bien estrecha que acababa un palmo más abajo de su entrepierna y marcaba sus voluptuosas caderas y su tremendo trasero, que la devoraba sin el menor esfuerzo al ir caminando de esa manera tan sensual; por arriba una especie de corset a juego que se sujetaba a su espalda por dos estrechas cuerdecitas, casi como si fueran hilos, y que en la parte delantera dejaba exponer todos los contornos de sus tremendos pechos, que iban tan apretujados que parecían querer romper la fuerte tela que las aprisionaba, meciéndose de manera tan sensual al andar debido a la ausencia de sujetador que meditaba dicha prenda. El conjunto lo completaba una fina chaquetilla en forma de capa de la misma tela que caía hasta la altura de sus piernas. Su cabello ahora pelirrojo y ligeramente ondulado en las puntas le rozaba en los hombros a cada paso, en perfecto ritmo con el movimiento de sus grandes caderas, que hacían balancear un minúsculo bolso en el que apenas cabía una cartera y su teléfono móvil.

Una vez en el local de lencería, dentro de ella había un chico como de unos 25 años, a pesar de ser de ropa de mujer sólo había un dependiente, ( quizás por el horario ). El tipo era más o menos alto y vestido con una playera rockera, con una apariencia un poco seria y vagante, de esos que parecen que viven escuchando música todo el tiempo, porque parece que duermen con sus audífonos en las orejas. Sin duda debía de pertenecer en alguna banda de rock ya que estaba enfundado en una camiseta negra de manga corta que marcaba una trabajada musculatura y mostraba algunos tatuajes de letras y cruces que no podía definir bien. Sus vaqueros algo rotos y desalichados, eran del estilo nuevo que se está implantando ahora en las calles. En los pies calzaba unos cómodos converse de figuras poco discretas. Con el pelo suelto, medio húmedo y una especie de argollas por pendientes, el tipo no iba precisamente discreto cómo para trabajar en un lugar así, aunque quizás el negocio era de su Madre que lo atendía él por las mañanas.

Enseguida me acerqué a esa zona, no me preocupaba de que el dependiente pudieran decirme algo ya que en cuando Mamá cruzó por la vista del tipo, este hasta se incorporó de su silla para apreciar el tremendo monumento que acababa de entrar a su local. Mamá iba caminando muy sensual y con una simple sonrisa de buenos días seleccionó dos conjuntos de lencería, con sujetador y braguitas de encaje, uno azul marino y otro rojo, además de una tanga minúscula de color negro bastante trasparente. Como el viejo le había demandado, escogió dos tallas menos de la que suele usar. Caminó muy sensual y se dirigió a los probadores. Yo me escabullí entre las prendas colgadas librándome de la mirada del vendedor y por su puesto de la mi Madre, ya que si me descubrían se terminaría todo y tendría que dar una de mis mejores explicaciones de mi presencia en este lugar. Así que calladito te ves más bonito y con el corazón bombeándome a mil por hora, me situé de tal forma que los probadores me quedaran de frente.

Ella entró a los probadores, para su suerte en ese momento casi no había nadie, ( digo suerte ya que si hubiera habido bastante gente, seguro que las Señoras o las distintas personas que se encontraran allí seguramente pensarían que se trataba de un Prostituta o mujer de reputación dudosa por su exagerado atuendo, afortunadamente para mi Mamy solo había un matrimonio de unos cincuenta años comprando alguna prenda para su nieta o su hija ya que por lo que se veía en este tipo de departamentos solo venden lencerías o atuendos solo para gente más o menos joven o quizás la Señora buscaba encender nuevamente el fuego de pasión, que se yo ). La mujer llevaba varios conjuntos colgados de su antebrazo para medirse y el Marido la acompañaba con cara de aburrido que ya no podía con ella. Mamá se colocó en el probador central contiguo a la de la mujer y dejó la cortina entreabierta unos centímetros como le había descrito el viejo. El hombre que esperaba sentado frente al probador de su mujer no pudo evitar echar un ojo en la pequeña abertura que había dejado la flamante pelirroja, que si hubiera observado su mujer seguramente hasta ahí hubiera llegado esa flama que la Señora pensaba encender con las ropas que se estaba midiendo; afortunadamente para él su mujer estaba tan fascinada con el atuendo que se estaba colocando que ni se imaginaba que su bien portado Marido estaba sin querer, a punto de observar uno de los mejores espectáculos que su vida le hubiera regalado.

Ahora que para mi suerte, la situación en la que estaban colocados los espejos me permitía ver la cara de mi Madre y todo lo que hacía ahí dentro en el probador, era claro que ella también podía vernos solo que su vista y su atención estaba centrada en aquel Esposo que esperaba a su mujer sentado en las sillas del frente. Y así, con tres espectadores ( lo digo porque el tipo del mostrador también había sido jalado por las infinitas piernas de mi Mamy hacía el vestidor del centro, Mamá comenzó a desvestirse lentamente. Primero se quitó la falda bueno si a eso se le podía denominar de esa forma, más bien parecía un pedazo de tela anudada a su cintura. Una vez semidesnuda se contempló unos segundos en el espejo, mi Mamy se sentía tan sensual y claramente pude ver la humedad en su entrepierna que llevaba, los muslos interiores brillaban encharcados en sus propios fluidos, además la mini braga de Yojimoto Company se le retacaba exageradamente en el chocho, era claro que el compuesto hormonal ya estaba trabajando en su chochito que sumado a la excitación del momento y las palabras de aquel viejo que la dirigía desde lejos, mi Madre estaba experimentando unas de las mejores sensaciones de su vida. Que sumado al corset que apenas podía contenerle las tetas y con la hilera de pelitos dorados que apenas sobresalían de la pequeña braga por la parte de arriba y bajaba hasta su rajita, muy mojada mi Madre nos estaba brindando uno de los mejores streptease de su repertorio.

Luego se zafó el corset. Las tetas se le bambolearon libres unos instantes, hasta que Mamá se las sujetó con ambas manos, se le veían enormes, con los pezones en punta y tremendamente duros, lo digo porque al pasar sus manos por sobre ellos estos parecieron ni doblarse. Los dos tipos, ( el hombre de la pareja y el vendedor ) estaba que no se lo creían, el Esposo disimuladamente no dejaban de echar miradas fugaces hacía el interior del probador mientras su mujer le comentaba cosas desde el suyo. Era increíble, no lo podía creer, mi Mamy mostrándose con descaro ante dos desconocidos dentro de un probador, jamás lo hubiera imaginado. Con cuidado se agachó de espaldas a la cortina, ofreciéndonos una buena panorámica de su tremendo culo bien enfundado en esas mini bragas bioquímicas enterradas entre su rosada raja. Las tomó por los costados y las fue deslizando por sus torneadas piernas hasta dejarlas caer por sus tobillos, cuando se agachó para recogerlas pudimos apreciar claramente toda la entrepierna de mi Madre y su culito rosado bien rodeado de su esfínter.

Tomó las prendas que había elegido y se enfundo las azules, muy provocativas. La tela de la braguita se le incrustaba perfectamente entre sus pomposas nalgas y apenas le cubrían nada. Se adivinaban sus labios vaginales apretados contra el algodón que los remarcaba. Como además seguía húmeda, una pequeña manchita apareció pronto en la parte de su bombacha. Las tetas que apenas quedaban contenidas en aquel sujetador juvenil prácticamente se le desbordaban por los laterales, mientras la aureola rosada de sus pezones quedaba solo parcialmente oculta por la tela, con lo pezones remarcándose dada la excitación.

Los espectadores a estas alturas debían estar más que contentos y erectos. La hembra más espectacular de la Ciudad les estaba brindando practimente un striptease de lujo, y gratis, una cosa que estaba seguro que nunca olvidaran. El Esposo de la Señora prácticamente ya no podía disimular su tremenda erección. Y el tipo del mostrador ya no hallaba cómo salir de ahí para observar mejor del tremendo espectáculo que le hacía Mamá con sus jueguitos morbosos. Ella estuvo observándose en el espejo con el conjunto puesto y se lo quitó para ponerse el rojo. Pero esta vez, se dio la vuelta, se colocó prácticamente de cara a la cortina para que pudieran vérmelo todo. Inclinó la rodilla para quitarse la braguita ( que por cierto ya estaba empapada ), con lo que les mostró su chochito totalmente depilado si no fuera por esa pequeña tirita de pelos rojizos perfectamente cortados.

Se quitó el sujetador y allí estaba nuevamente mi Madre, desnuda ante nosotros, provocando una de las mejores exhibiciones que hubiera dado. Con tan solo recorrer la cortina mi Madre quedaría expuesta a cualquiera que tuviera el valor de hacerlo, aunque creo que ganas no le faltaban al tipo del mostrador, ya que se movía y se movía para todos lados detrás del mostrador tratando de tener el mejor ángulo posible para seguir observando. Se probó el conjunto rojo, y éste si se le ajustaba perfecto al pecho además de que era tan precioso y tan elegante, con ligeras transparencias que parecían alargar sus piernas y su espalda. Cuando Mamá terminó de colocarse el conjunto rojo pasión, justo en ese momento salió la mujer de su probador. Provocándole tremendo susto a su Esposo, ya que el hombre estaba más concentrado en otras cosas que en ver lo que había escogido su mujer para él. La Esposa que de inmediato se percató de lo que estaba ocurriéndole a su Esposo, miró hacia dónde Mamá estaba y cerró violentamente la cortina de su probador bastante molesta. Y desde afuera expresó muy enojada para que Mamá la escuchara:

-‘‘¡Que barbaridad!, ..cómo hay gente que no tiene la mínima pisca de vergüenza. ¡Vámonos tú!, ..y ahorita vas a ver cuando lleguemos a la casa ’’. Le amenazó al asustado sujeto.

Y bastante furiosa dejó los vestidos que había elegido y salió del local, pero antes detenerse un poco para decirle al chico del mostrador lo molesta que estaba.

-‘‘No deberían dejar pasar a ese tipo de personas en un lugar cómo esté, ..¡puede haber niños rondando! Hasta dónde llegará el mundo, qué barbaridad!!! ’’. Tomó al Marido del brazo y jaloneándolo salió maldiciendo tantas cosas entre dientes.

Era claro que Mamá le había escuchado, la mujer lo había gritado a los 7 vientos, por un momento se sintió avergonzada y no supo cómo reaccionar en ese momento. Se quedó pasmada, le dieron ganas de mandar a la mierda al viejo y volver a ser la hermosa Señora Tapia que siempre había sido, aunque yo le diría que debería mandarla a la mierda a esa vieja y haberle dicho que si tuviera más contento a su Marido en la cama no tuviera la necesidad de andar viendo a otras mujeres, y que se preocupara menos de los demás, pues su Marido llevaba tremenda erección que estaba seguro que la mujer se dio cuenta. En eso se escuchó sonar su móvil, era el viejo, seguramente quería saber cómo seguía su ‘‘Perrita’’ con sus mandatos.

-‘‘¿Donde anda mi Perrita?, ..¿ya cambió de lugá? ’’. Le preguntó enseguida.

-‘‘En-en la sección de lencería, mi Amo, ..ahora estoy colocándome un conjunto ’’. Respondió ella.

-‘‘Bien, bien mi amol, ..dime ¿quién está en la tienda? ’’.

-‘‘Ahora hay un tipo solamente, ..la tienda esta sola ’’. Escuché que le decía.

-‘‘¿Dejaste la pueltita abielta para que te pudieran vé? ..’’

-‘‘Si, si mi Amo, está ligeramente abierta, ..y me sigue observando, ¡Oh por dios estoy tan caliente! ’’.

-‘‘¿Dime que es lo que hace ahora? ..’’

-‘‘Me estoy poniendo una braguita ahora, ..la he elegido dos tallas menos cómo me ordenó, ¡Ahh!, ¡ah! .. Me queda tan chiquita, se me introduce totalmente en mi entrepierna y glúteos. Casi no puedo caminar ’’.

-‘‘¿Como te quedaba? ..’’

-‘‘Pues a decir verdad, es cómo si no llevara nada, Amo, ..es demasiado pequeña y me aprieta demasiado, ¡Ouch!, ¡ah! ..puedo notarla dentro de mí y las fricciones al caminar me provocan un rozamiento muy delicioso. Siento como se me va introduciendo la tira de tela más y más en mi interior ¡Ah!, ¡ah! ... Amo estoy ardiendo ..’’

-‘‘¿Te sigue viendo el tipo? ’’.

-‘‘Si Amo, .. ¡Oh por dios! está inclinado para poder verme más, ..me está viendo las nalgas, Amo. ¡Oh dios mío! se está frotando su entrepierna, ..y yo estoy ardiendo, Amo. Ayúdeme por favor ¡Aah! ’’.

-‘‘¡Bien!, ahora quiero que te ponga tu ropita, ..pero no te quite esas braguitas. Quiero que pase por el detectó, así cuando pases por la salida la alarma sonará. Mucha suelte Perrita, te hablo má talde ’’. Y volvió a colgar dejándola dudosa.

-‘‘¡A-Amo.. pero yo no sé si!!! ....’’ El desgraciado viejo había colgado.

Ella sabía que ahora venía lo más complicado de las instrucciones, tenía que salir con unas braguitas ¡y sin pagarlas! ¿Se atreverá mi Madre hacer tal cosa?.. Yo estaba más intrigado que nunca, mi Madre estaba a punto de hacer el primer acto delictivo de su vida, una mujer de su estatus, de su nivel económico intentaría salir sin pagar de un local de lencería con unas mini bragas de adolecente que le cubría más nada. Esto que estaba viviendo era increíble, la verdad que no sabía hasta dónde llegaría a tocar fondo mi Madre.

Cuando por fin Mamá salió de los vestidores iba más roja que nunca, se le notaban los nervios, aunque intentaba parecer lo más tranquila posible, ( aunque no podía ), era obvio que ella nunca había hecho ese tipo de cosas ni mucho menos robar. Se dirigió al mostrador tratando de caminar lo mejor posible y solo pagó el sostén, era claro que estaba nerviosísima. El dependiente que aun estaba estupefacto por lo que estaba ocurriendo la recibió también muy nervioso, con una sonrisa amplia y casi sudando de la excitación. No me fijé mucho en él, sólo pensaba en las bragas que llevaba puestas mi Madre y estaba a punto de robar.

-‘‘B-buenas tardes, ..e-es todo ’’. Pregunta el tipo y sin dejar de observar las tremendas tetas de mi Madre que amenazan con romper el ajustado corset que las apretujaba.

-‘‘Si, ..si, e-es todo ’’. Respondió también nerviosa.

-‘‘¿Efectivo o tarjeta? ’’.

-‘‘Ta-tarjeta ’’. Le contestó alargando el plástico hacia él pero sin mirarlo a los ojos.

-‘‘¡Sabe!, ..en la bodega tenemos unas preciosas. Si usted quisiera yo podría enseñárselas ..’’ Era claro que el tipo le estaba tirando los canes a ella, pero al parecer mi Madre estaba más nerviosa por lo que llevaba debajo que las insinuaciones del sujeto.

La pasó por el aparato una, dos veces, tres veces.

-‘‘Tal parece que no funciona, ..¿trae otra? ’’.

-‘‘¿Qué?... Imposible, vu-vuelva a intentar ’’. Le replicó Mamá, apurándolo porque no aguantaba los nervios.

-‘‘Pues ya lo he hecho y no la acepta, Señorita ’’. Volvía a insistir el sujeto.

-‘‘¿Estará mal su aparato? ’’. Atinó a decirle, era claro que las tarjetas de Mamá no sufrían la falta de fondos.

Él la miró con una sombra de indignación.

-‘‘Imposible, Señorita, ..llevo toda la mañana cobrando sin problema ¿No tiene otra tarjeta? ’’.

-‘‘Imposible es que me falle esa tarjeta, ..es la que regularmente uso ’’. Le contestó al dependiente con punto de desprecio.

-‘‘Puede que se haya desmagnetizado, ..ocurre en ocasiones si se llevan los aparatos electrónicos cerca de las tarjetas en el bolso ’’.

-‘‘No puede ser, ..nunca me ha pasado ’’.

-‘‘Lo siento Señorita, créame, ..si quiere se los reservo para otro día ’’.

Mi Madre estaba indignada, jamás le había ocurrido algo así, se sentía ridícula y demás nerviosa por llevar una prenda sin quererla pagar debajo de sus ropas. Mi Mamy casi temblando por la extraña situación y el momento, metió la mano en su bolso y alcanzó la tarjeta máster card Black que va contra la cuenta corriente. No le gustaba usarla ya que decía que esa era solo para emergencias, aunque en alguna ocasión se sobrepaso en unas compras de ropa pero ahora, si no había más remedio...

-‘‘Pruebe con ésta ’’. Dijo Mamá un tanto molesta, era su peor coraje y vergüenza, andar batallando con las tarjetas.

-‘‘Correcto ya está, ..la otra debería de cambiarla con su respectivo banco ’’.

-‘‘Muchas gracias ’’. Le respondió un poco cortante, mi Mamy no se dejaba influenciar por nadie, ni mucho menos que le dijeran lo que tenía que hacer.

Pagó la prenda y con una simple mirada de desprecio y altivez se dirigió hacia la salida del local, dónde había un detector electrónico de barras de placas. Mamá caminó más nerviosa, una porque estaba a punto de hacer algo delictivo como robarse unas bragas, algo que jamás había pensado hacer y otra por la mirada inquietante del vendedor y lo ajustadas que traía las bragas, le impedía dar libremente los pasos. Ella seguramente iba rogando porque tuviera suerte y no sonara la alarma, era claro que si lo hacía la avergonzaría que todos la tacharan de ladrona. A partir de ese momento todo fue muy rápido, pasó sin mirar a los lados y se dirigió a la salida con paso firme y rápido. Estaba llegando al umbral cuando comenzó a sonar un estridente pitido ‘‘PIT, PIIT, PIIIIIT’’ El sonido se hizo más agudo, que iba en aumento en base pasaba el tiempo. El tremendo sonido hizo que todo el mundo se girará y voltearan a verla. Mamá se quedó de piedra, muerta de vergüenza, quieta, cómo si no fuera ella y mirando hacia los lados. Enseguida le entraron los nervios, luego poseída por el pánico se lanzó a correr. Sin embargo apenas había dado dos pasos cuando sintió como unas manos fuertes la agarraban y la levantaban casi en volandas.

-‘‘¿Q-que hace? ¡Suélteme! ..’’ Trató de luchar.

-‘‘¿A dónde ibas Mamacita?, ¿eh?, te marchabas sin pagar, ..tan presumida que te veías ’’. El dependiente la tenía tan agarrada por detrás y presionaba tanto su cuerpo que mi Mamy no podía ni respirar.

-‘‘¡Suélteme, que te pasa!!! ’’. Trataba de liberarse mi Mamy.

-‘‘Lo siento Señorita, pero voy a tener que llamar a la Policía ’’.

-‘‘Suéltame, me haces daño ’’.

-‘‘Lo siento, ..pero no la voy a dejar ir hasta que venga el de seguridad ’’.

Desde afuera del local ya se escuchaban algunos de los comentarios que unas mujeres que estaban pasando por ahí se detuvieron al escuchar todo ese alboroto.

-‘‘Ya viste, es una ladrona. No le dará vergüenza ’’.

-‘‘¡Qué le va a dar, ya viste como va vestida!, ..si lueguito se ve que no está acostumbrada a pagar. Seguro que todo se lo gana con su cuerpo ’’.

-‘‘No deberían de dejar pasar ese tipo de gente, ..mírale la pinta. ¡Por dios hay niños! ’’. Dijeron acercándose a la puerta.

-‘‘Si lo necesitas nos quedamos como testigos para cuando llegue la policía ’’. Preguntó la otra dirigiéndose al dependiente.

-‘‘Muchas gracias, Señoras, ..pero no es necesario que pierdan su tiempo, además tenemos cámaras en las esquinas ’’.

De repente mi Mamy se dio cuenta de la situación y dejó de forcejear, sintió una horrible vergüenza que ya se imaginaba saliendo esposada frente a todo el Centro Comercial mientras era custodiada por un guardia de seguridad para llevarla hasta la comisaria. A mi Madre le sobrepasaron los nervios que casi se puso a llorar.

-‘‘P-perdone, no sé lo que me ha pasado yo, yo no sé ..’’

Enseguida noté como el tipo relajaba la presión sobre el cuerpo de mi Mamy pero con firmeza la sostuvo del brazo y la llevó hacia el lado interno de la caja.

-‘‘No te confíes muchacho, ..así son esas mujeres, primero hacen sus crímenes y luego están con sus lagrimitas para convencer, después regresaran y le robaran a otros ’’. Escuché como decía una de esas horribles mujeres metiches.

-‘‘No se fíe usted de ella, jovencito, ..sólo intenta engatusarte. A esta gente hay que darle un escarmiento ’’. Replicó la otra.

El dependiente no contestó, se limitó a sujetarla y a pensar en que iba a hacer, era obvio que al sujeto se le iban los ojos con mi Madre ya que con los nervios y los jalones el pecho de mi Mamy casi se desbordaba del corset.

-‘‘Ya, ya, Señoras, ..yo me encargo, les pido por favor que salgan ’’.

-‘‘Le avisaremos al guardia ’’. Dijo una de ellas antes de dar la vuelta y marcharse.

Una vez solos el tipo se le acercó a centímetros y aun sujeta por unos de sus brazos, la tenía arrinconada sin poderse escapar, a centímetros de su rostro buscó darle una solución:

-‘‘Bueno preciosa, ..¿y ahora qué voy a hacer contigo? ..’’

-‘‘Por favor, no me denuncies, por favor. Lo siento yo... no sé... de verdad. No llames a la policía, te lo ruego, tengo dinero. No soportaría la vergüenza... yo no...’’ Y casi se echó a llorar de nuevo.

-‘‘Lo que has hecho está muy feo, y más en una mujer tan hermosa como tú, ..¿qué ocurre?, ¿que los clientes no te pueden pagar las ropitas que te pones que tienes que recurrir a esto? ’’. El tipo le sujetó el corset sin contemplaciones y contempló más de cerca sus voluptuosos senos.

Mi Mamy tembló cuando observó las intenciones del tipo, pero muy en el fondo ella sabía que todo estaba saliendo conforme el viejo aquel se había imaginado, mi Madre estaba siendo forcejeada por un desconocido por su maldito juego, así que siguió con su papel de arrepentida.

-‘‘No por favor, no llames al guardia, por favor ’’.

-‘‘Pues se va a enterar, no hay más remedio, ..a menos de que tu y yo... nos arreglemos ’’. Dijo haciendo una breve pausa, dándole a entender las ventajosas condiciones del arreglo.

-‘‘No... nooo, por favor, no, ..nadie tiene porque enterarse. Haré lo que usted quiera por favor. Lo que quiera, de verdad, le daré dinero, lo tengo, y mucho, pero por favor, déjeme ir, se lo ruego ’’. Su voz salía entrecortada por los nervios, era claro que mi Mamy se estaba metiendo en un aprieto por querer hacerle caso aquel viejo.

-‘‘Chsst, ¡cállate! ’’.

Él volvió a mirarla pero su sonrisa era ahora dura e irónica. Se dirigió a la puerta y la cerró.

-‘‘Falta media hora para las doce, ..pero hoy casi no hay clientes ¡Ja ja ja!..’’

La tienda se aisló totalmente del sonido de la calle y el dependiente volvió a la caja, la agarró de la mano para sacarla, mi corazón bombeaba a mil por hora, ahora en el local solo estábamos los tres, aunque claro que yo seguía escondido tras un estante donde colgaba la ropa, creo que ahora si me había metido en serios problemas, si el vendedor revisaba era claro que me hallaría, pero permanecí allí en silencio mientras veía como el tipo le decía:

-‘‘Si haces lo que te digo, no solamente no llamaré al policía, ..sino que te podrás llevar lo que llevas escondido ’’.

-‘‘¿Q-qué quiere que haga? ’’. Respondió mi Madre nerviosa por la a proximidad del sujeto y su mirada.

Él por toda respuesta la atrajo hacia sí agarrándola con fuerza del trasero. Mi Mamy le sacaba como 20 cm, el tipo no era tan bajo pero mi Mamy con su altura más los altos tacones sus pechos llegaban a la cara del tipo.

-‘‘¡No, por favor!, ..eso no. Por favor, no ’’.

-‘‘¿Prefieres que venga el guardia?, ..créelo Mamita, no te conviene, con la finta que traes, seguro es que te lleve a su oficina y te haga cosas mucho peores ’’.

Mi Mamy se quedó aterrorizada otra vez, sentía como si se quedara parada esperando a que la devoraran lobos hambrientos o como lanzarse al precipicio, creo que ahora mi Madre se estaba arrepintiendo al haber llegado tan lejos. ¿Que le hacía falta a mi Mamy?, tenía una bonita casa, dinero lo suficiente para envejecer, un bonito hijo, un escultural cuerpo acompañado de un rostro hermoso y bien cuidado, ¿que era lo que tenía que estar haciendo ahora acorralada en un local por un tipo que le demandaba una prenda robada que portaba debajo de su exuberante atuendo? La verdad que no entendía nada de su comportamiento, pero ahora en esa situación y acorralada se lo había buscado solamente ella.

-‘‘No te preocupes Mamacita, ..que no voy a tardar mucho, ¡Ja ja ja!.. Y en un par de horitas estarás en casita enseñándole a tu Maridito o a tu Noviecito lo bien que te quedan estas curvas que tienes dentro de los nuevos trapitos que te has comprado ¡Ja ja ja!..’’

Me dieron ganas de llorar, mi hermosa Madre sería abusada de nuevo por otro desconocido frente a mis propias narices sin poder hacer nada para evitarlo, aunque claro como les decía con anterioridad esta situación había sido buscada solo por ella y por nadie más, por ese estúpido embrujo que tenía implantado aquel viejo asqueroso sobre ella que le impedía pensar con claridad; desde que había aparecido ese viejo en nuestras vidas mi Mamy había sacado su lado sumiso desconocido para mí, la había engatusado para llevar a cabo sus peores perversiones usando como una simple mascota o cosa con que poder jugar, y ahora que la veía frente a mis ojos, agarrada del trasero por aquel tipo que la demandaba con llamar a la Policía si no se dejaba hacer todo lo que su lujuriosa mente dibujaba me daban ganas de llorar; ¿hasta qué punto se iba a dar cuenta mi Mamy de lo mucho que me estaba hiriendo? En eso, lo que vi me alejó de todos mis pensamientos, observé como él la soltó del culo y depositó sus manos sobre los hombros de mi Mamy empujándola al suelo.

De repente mi Madre se vio en cuclillas a la altura de su entrepierna viendo como él de deshacía de su cinturón y se bajaba la cremallera de su pantalón con proyección de querer sacar su miembro. Y sin que mi Madre pudiera hacer o decir algo, al poco había liberado su verga y la ponía a unos centímetros de su blanco rostro. Todavía no estaba dura del todo pero ya era grande, desde luego que no más grande que la del Cubano pero por supuesto que tipo estaba dotado. Mi Mamy se quedó impresionada, como dije antes no era tan grande como la del Portero, pero esta era imposible no mirarla, lo que en este momento mi Mamy estaba viendo no estaba dentro de los parámetros de su imaginación nunca hubiera imaginado que ese chico podría tener semejante instrumento; su rostro denotaba el orgullo de poseer tan increíble falo, largo como pocos y grueso, con una cabezota en forma de hongo y recorrido por venas hinchadas que lo hacían más parecido a un salchichón que a un verga. Mi Mamy se quedó mirándola y percibiendo su ligero olor cuando él comenzó a agitarla y a darle leves golpecitos contra la cara.

-‘‘Vamos, vamos qué esperas, ..apuesto que no es la primera vez que pagas algo con esa boquita ’’.

Mi Mamy cerró los ojos y sintiendo el arrepentimiento del terrible error que estaba cometiendo, y cuando estuvo a punto de abrir sus labios y degustar ese falo que le rosaba los labios, unos fuertes golpes a la puerta hicieron que el tipo rápidamente se subiera el pantalón y guardara su peculiar arma con la que pretendía profanar los sensuales labios rojos con los que me había despedido mi Mamy esta mañana. El tipo asustado como si lo estuviera siguiendo la muerte solo atinó a decir:

-‘‘¡Por dios, es mi Mamá!, ..rápido, levántate y ve a esconderte en el vestidor ’’.

Sentí un alivio inmediato al escuchar eso, no solo porque mi Madre se había salvado de esta, si no porque si fuera la Madre del sujeto mi Madre ya no tendría por hacer todo aquello que el viejo le había demando por el teléfono. Enseguida observé como el vendedor se aproximó a la puerta del local mientras se cerraba su pantalón y se acomodaba el terrible bulto que mi Mamy le había despertado. Frustrado pero con algo de nervios por encontrarse a su Madre en el llano de la puerta, abrió pero su sorpresa fue mayor cuando observó la figura oscura del que debía ser el guardia del Centro Comercial.

-‘‘¡Que hay Betito!, ..me dijeron unas Señoras allá abajo que tienes una ladrona ’’.

-‘‘M-Moi, eres tú, ..pensé que era mi Madre ’’.

-‘‘Hombre pero que susto te he pegado, ..¿que has estado haciendo?, te noto algo colorado ’’.

-‘‘¡No, no como crees!, ..e-estaba esperando a mi Madre y poniéndome de acuerdo con la Señorita ’’.

-‘‘¡Oh vaya!, ..ella es la ladrona ’’.

El tipo se quedó impactado al ver el tremendo mujerón que tenía al frente, estaba seguro que jamás había visto un espécimen tan espectacular como lo era mi Mamy. Los ojos del guardia bajaron por sus largas piernas y volvieron a subir enfocándose en el exuberante par de pechos que amenazaba con desbordarse del ajustado corset, mi Mamy se sintió por demás desnuda ante este nuevo individuo, que claramente se observaba que no tenía ni la más mínima decencia de pudor al observarla, ya que sus ojos cafés se perdían entre el canalito sensual que se le hacía a mi Mamy en medio de los pechos.

-‘‘No-no te preocupes Moi, ..ya no estábamos poniendo de acuerdo, nosotros....’’ Respondió el vendedor al guardia con la ligera esperanza de que se fuera y así terminar de hacer lo que con tantas ansias estaba a punto de hacerlo.

-‘‘¿Ya te entregó lo que se robo? ’’. Le interrumpió.

-‘‘No aún no, pero...’’ Trató de explicarle el vendedor, pero al parecer al guardia no le hacía gracia todo eso.

El guardia de color inmediatamente se acercó hacía mi Madre sujetándola del brazo, hablaron un par de cosas y con señas le decía que volviera hacerlo, que volviera a pasar por la entrada. Mi Mamy muy nerviosa lo hizo y de nuevo volvió a sonar el estridente pitido de la alarma. Yo enseguida y aprovechando que ellos estaban entretenidos, me acerqué un poco a donde estaban, detrás de unos escaparates para poder escuchar lo que decían:

-‘‘Señorita, ya lo sabemos pero se lo preguntaré una vez más, ..¿llevaba algo encima que no es suyo? ’’.

Era claro que Mamá estaba pasando la peor vergüenza de su historia, las personas que pasaban en ese momento la miraba con repudio, era claro que su porte la hacía ver cómo gente de alto estatus, pero ahora con la finta que tenía era claro que parecía una Prostituta. En eso el móvil de mi Madre volvió a sonar, no había que ser un mago para saber que era el viejo que le marcaba para escuchar el reporte de lo que estaba sucediendo. Enseguida agudicé mi receptor y me puse atento a lo que el viejo estaba a punto de decirle, mi Mamy se disculpó y se alejó un momento de ellos para contestar, esperando que el viejo le dijera que olvidara todo y se regresara, pero lo que mi Madre no sabía era que eso estaba muy remoto de suceder.

-‘‘Mi Perrita caliente, ¿donde está? ..’’

-‘‘E-en el local de lencería, ..p-pero no se qué hacer ’’.

-‘‘¿Como que no sabe que hace?, ..lee la cartica mi Perrita moja'a ’’.

-‘‘Ya lo hice, ..me coloqué unas bragas y me descubrieron ’’. Decía Mamá desesperada.

-‘‘¿¡YY!!? ’’.

-‘‘D-Don Mario, esto ya se está poniendo muy delicado, ..acaba de llegar el guardia y yo ya no se qué hacer por favor...’’

-‘‘¡¿Como que Don Mario?!, ..¡SOY TU PUTO AMO, CABRONA!! ¡Ahora escúchame bien!, ..le dirá que no te has robado na'a, que te esculque o haga lo que quiera pero tú no ha robado na'a, ¿entendiste? ’’.

-‘‘P-pero A-Amo, ..yo ya tengo mucho miedo, la gente, la gente..’’

-‘‘¡ME VALE MADRE LO QUE DIGA LA PUTA GENTE!! ¡Niégalo todo!, ..enseguida te marco ’’. Y volvió a colgar.

Mi Madre nuevamente se quedó en shock, el viejo le exigía seguir con su pervertido juego a pesar del serio problema en el que se estaba metiendo. Enseguida y sin que pudieran verme me colé entre la ropa para situarme en un buen sitio, me fue fácil ya que su atención estaba centrada en la preciosa ladrona que regresaba caminando muy sensual con esos altos tacones después de colgar el teléfono.

-‘‘¿Ya, ya terminó la Señorita de hablar?, ..mire Señorita, si usted no admite que ha tomado algo no podrá salir de aquí ’’.

-‘‘No, no ..debe de ser un error. La-la alarma debe de estar estropeada ’’. Respondió mi Mamy dejándome más sorprendido, ¿que pretendía mi Mamy con seguir con ese estúpido juego?, que no se daba cuenta del problema en el que se estaba metiendo.

Para que vayan haciendo una idea de lo que era el guardia se los describiré a continuación. Era un tipo de color, de unos 40 o 45 años, de pansa tan prominente que apenas lograba cerrar su camisa. No era muy alto, pero se le observaba robusto, debía de haber jugado algún tipo de deporte en su juventud. Además se le notaba prepotente y de pocas palabras, cómo casi todos esos vigilantes que creen que tienen el poder de la justicia en sus manos y no son más que simples empleados que contratan por no querer cubrir un policía de verdad.

-‘‘Señorita, por favor, ..acompáñeme un momento. Arreglaremos esto en privado ’’. Le dijo muy educado y tratándola de Señorita.

-‘‘Moi por favor, ..ya lo estábamos arreglando ’’. Trato de calmarlo el vendedor, pero era claro que no iba a deshacerse del guardia tan fácil.

-‘‘Quédate ahí y no te muevas, Beto, ..¿no querrás tener problemas con tu Madre? ’’. Le amenazó el guardia, cosa que dejó sin posibilidades detrás del mostrador al temeroso muchacho.

Mi Madre cada vez más nerviosa sentía que las cosas se estaban poniendo cada vez peor y la gente que pasaba por la entrada del local se detenían por momentos para observar y comentar el tremendo papelón que estaba protagonizando la hermosa pelirroja. Enseguida mi atención se centró en el guardia de seguridad que no paraba de observarle las tetas con total descaro, cosa que mi Madre no podía evitar ya que con el forcejeo de su brazo el corset estaba a punto de desbordarle los senos.

-‘‘Vamos a tener que hacer una pequeña revisión, Señorita ..¡Beto!, anda ponte en la puerta mientras yo la reviso. Que no entre nadie ’’.

-‘‘Anda vamos, Moi ..déjame ver que es lo que pasa ’’. Le decía el tipo queriéndose apuntar a dicha revisión.

-‘‘Para nada, este es mi trabajo, ..anda vigila que nadie entre ’’. Le volvió a repetir.

El tipo del mostrador un tanto molesto por observar como se le alejaba la presa no tuvo más opción que pararse en la puerta del local para impedir que alguien pudiera entrar, lo que no se dieron cuenta era que yo ya me había colado y estaba desde mucho tiempo atrás dentro, y observaba el tipo de revisión que le darían a la pobre ladrona. El tal Moi que no llevaba pistola, simplemente portaba una porra de goma y una especie de detector en la mano. Llevó a mi Mamy nuevamente hasta los vestidores, con su mano ancha y fuerte corrió la cortina y le dijo que entrara. Le volvió a preguntar:

-‘‘Nuevamente, Se-ño-rita, ..¿tomó algo que no era suyo? ’’.

Mamá se hizo la ofendida y le respondió:

-‘‘¡De ninguna manera!, ..qué, por quién me tomaba. ¡Voy a poner un reclamación!, ..esto es inaudito ’’.

¿¡Pero qué demonios le pasaba a mi Madre!?, le estaba haciendo caso aquel hijo de Puta que se regocijaba con el terrible embrollo en la que lo estaba metiendo, ahora ella aquí se estaba poniendo renuente a sabiendas de que era culpable, la estaban acusando de ladrona y a mí Madre lo único que le importaba era seguir con el estúpido juego. Y por esa actitud, que no pareció gustarle demasiado al tipo, porque cambió el tono educado que había utilizado hasta ahora y se puso un poco al borde.

-‘‘Mire, Se-ño-rita, ..si no devuelve lo que ha tomado tendré que dar parte a la Policía ’’. Le sentenció.

-‘‘¡Señora!, ..y no me importa, esto es un abuso. Me quejaré rotundamente ’’. Dijo tajante.

-‘‘Si cómo no ’’.

El desgraciado guardia de pacotilla la zarandeó y la colocó de cara a la pared con las piernas semiabiertas y las manos en forma de aspa, cómo cuando sitúan a un detenido antes de checarlo. Mi Madre se revoloteo pero el tipo era más fuerte. El tipo disque haciendo su trabajo tomó su aparato detector para pasárselo por el cuerpo, y cuando llegó a la zona de la entrepierna de mi Mamy comenzó a pitar de nuevo. ‘‘Pi, pi, pipipi, pipipipi’’ El oscuro guardia la miró y le dijo de malas formas:

-‘‘Con que nada, ¡hee!, ..ande Se-ño-ra. Ande, sáquese lo que lleva en las bragas ’’.

-‘‘¿Está usted loco?, ..cómo cree que yo. ¡No voy a quitarme nada!, ..llame a la Policía si quiere. ¡No voy hacer nada! ’’. Le dijo muy renuente.

-‘‘¡Malditas Prostitutas ladronas, no tienen vergüenza! ’’.

-‘‘¡Oiga, pero como se atreve, ..le voy ¡Arrgh! ’’.

Con la misma agresividad pasada, la volvió a empujar de cara a la pared, se le quedó mirando unos segundos a su voluptuoso trasero apenas cubierto por esa corta falda. Acto seguido se arrodilló detrás de ella, dejando la cara a la altura de la falda y comenzó a tactarla desde los pies, fue subiendo por las rodillas y los muslos hasta que llegó a la curva abundante de su trasero. El desgraciado guardia ya sin ningún pudor le tocó las nalgas por encima de la falda. ‘‘¡Oiga pero como se atreve!’’ Fue lo único que alcanzó a decir Mamá cuando sintió que su faldita iba subiendo con cuidado hasta mostrar su par de cachetes rosados totalmente expuestos frente a él, con la tanga que había hurtado totalmente incrustada entre toda su gruta. El guardia quedó impactado, no pudo evitar que sus ojos se fueran a la entrepierna de mi Madre. La tanga que había tomado era de color negro, pero con suficiente transparencia cómo para poder entrever sus labios vaginales y los pelillos del chocho a través de él. Esa delgada rayita de pelos perfectamente modelada que hacía que mi Madre se viera como esas playmate de la revista del conejito. Mamá se tapó cómo reflejo, pero el tipo de mala gana le vuelve a quitar las manos y se los somete a la espalda.

-‘‘¡Oiga esto es un abuso! ’’.

Pero el tipo ni la escuchaba, el desgraciado estaba alucinado, seguramente pensando en lo precioso que era ese trasero y lo bonito que se le veía la inicua tirita ajustada que se perdía entre medio de sus cachetes rosados. La minúscula cinta negra ni siquiera se intuía una vez que se introducía entre esas dos redondas nalgas. El guardia seguramente pensaba en el tiempo que hacía que no tenía ante sus ojos una semejante belleza, seguramente ya estaba harto de la piel de naranja de su mujer, de las pieles colgando. Esto que tenía a centímetros de sus ojos era firmeza pura, jamón en estado puro.

Increíblemente, Mamá ya había dejado de quejarse y desde mi posición observaba su humedad, ¡Mamá estaba totalmente mojada!, y más al notar las rudas y torpes manos de aquel negro sobre sus redondas nalgas, la situación la habían puesto cómo una moto, mi Mamy estaba sometida, con las mejillas pegadas sobre la fría superficie del espejo. ¡El mal nacido guardia estaba a centímetros de la entrepierna de mi Madre!, que ya debía desprender un fuerte aroma a hembra en celo que él, con la nariz a la altura de su chocho debía de estar notando. Cuando mi Mamy dejó de sentir los jalones y que el canto de su falda seguía pegada a su espalda se empezó a revolotear:

-‘‘¡Oiga pero cómo se atreve!, ..lo voy a demandar, esto es un abuso, usted no debe...’’ Pero se quedó callada, Mamá podía sentir la respiración agitada del guardia de seguridad que estaba contemplando su trasero y su bombacha a unos centímetros de su cara.

-‘‘Tendrá que quitarse estas bragas, Se-ñora, ..si no lo hace lo tendré que hacer yo mismo ’’. Le dijo sin cortarse un pelo.

-‘‘¡Co-como cree!, ¿está usted loco o qué? ..¡cómo se atreve! ’’.

Pero el tipo no tenía tiempo para estar discutiendo. Sin más introdujo el dedo índice por detrás de la tela que cubría el pubis y la fue bajando, tirando de ella muy suavemente para ir descubriendo su desnudes. Cuando llegó a la zona de los labios vaginales, la diminuta prenda estaban tan incrustada entre ellos que al tiempo de desplazarla rozó bruscamente el clítoris, lo que Mamá no pudo evitar un gemido de exhalación. Mi Mamy se estaba poniendo caliente, si continuaba así pronto tendría un orgasmo bestial frente a ese brusco y torpe guardia. Pero la cosa no terminaría ahí, no, no, no. El desgraciado introdujo su gordo dedo en la hendidura de la vagina para sacar la tira de tela, la cual estaba totalmente pegada a la piel de mi Madre además de mojada, y al despegarse de entre los labios arrastraba tras de sí gran cantidad de flujo.

Como les decía, Mamá estaba bastante mojada, en el interior de sus muslos había una mancha brillosa de sus fluidos, además de que emanaba un tremendo aroma a hembra en brama que se encerraba en el pequeño cubículo llegando a las narices del negro. El tipo, luego subió por detrás y al tirar de la tela de entre las nalgas, pasó el dedo pulgar por la entrada del ano, mi Madre casi se derrumba, sus piernas flaquearon, no podía hacer nada, estaba cómo ida, necesitaba correrse ya. Después de lo ocurrido en la cafetería y de lo pasado en ese probador estaba tan caliente que con cualquier simple rose podría correrse. En estos momentos estaba seguro que Mamá le hubiera gustado tomarlo de la cabeza y hundírsela entre sus piernas de tan caliente que estaba, pero seguía fingiendo inocencia a pesar de estar en tremenda situación.

-‘‘¡O-oiga, ya!, ..suélteme por favor, e-esto es demasiado. Yo me las quitaré, ..¡quíteme sus cochinas manos de encima! Que se cree ’’.

-‘‘¡Rapidito pues!, ..quiero ver esas preciosas pantaletitas entre mis manos ’’. Le dijo extendiendole la mano y tronándole los dedos.

Mamá reprimiendo una incipiente excitación concentrada entre sus piernas, prosiguió con la orden. Se reacomodó la falda para cubrir un poco su pudor y terminó de bajarse las pantaletas por sus muslos. Una vez con la tanga en sus pies, levantó primero el pie izquierdo y luego el derecho, dándole aunque no quisiera una perfecta visión al guardia de seguridad de la liga de sus medias bien ceñida en sus exquisitos muslos. Con su antebrazo izquierdo trató de sujetar, cómo pudo, el borde de su falda, tratando de que ese mañoso guardia no viera más de lo debido. El desgraciado se sienta en el ínfimo asiento del probador y le pide que le acerque la braga. Mi Mamy lo hace con el pie, como reullendole, tratando de no acercarse para nada. El guardia recoge la minúscula prenda recién extraída de los más íntimos rincones de mi Mami y con sus dedos las va extendiendo para observar con claridad la humedad que contenía.

-‘‘¡Uhm! ..’’

Ante el pavor de Mamá, el asqueroso negro estampa las bragas contra su nariz de manera grotesca. Una sensación de asco la recorrió cuando el guardia aspira con todas sus fuerzas el aroma desprendido por su entrepierna. El pervertido guardia observa lo empapadas que están y lo aceleran, tenía frente a él una voluptuosa pelirroja tremendamente mojada. Una extraña sonrisa se dibuja en el rostro del sujeto, una sonrisa que me hace estremecer y me previene que no se aproximaba nada bueno.

-‘‘Está en un verdadero aprieto, Se-ñora, ..aquí no hay más que dos opciones: la primera es no acceder a lo que le voy a pedir y entonces eso significará que tendrán que llamar a la Policía. Una policía dónde aún conservo ¡Je je!.. buenos amigos. Y que seguro me creerán todo lo que les diga, ..o la segunda, acceder a lo que yo le pida y todo quedará entre nosotros ’’.

-‘‘¿A-aque se refiere? ..’’ Mi Mamy sabía a qué se refería, ya lo había vivido muchas veces, con la novedad era que ahora ella lo había buscado.

-‘‘¡Je je!.. Ahorita lo entenderá, ..¡ahora la blusa! ’’.

-‘‘¡¿QUÉ?! ...’’

-‘‘Señora no me haga perder más el tiempo, ..necesito revisar que no lleva nada más ’’.

-‘‘¿Re-revisar?, ..¿que me va a revisar? Que no se da cuenta que no llevo nada más ’’.

-‘‘¡Je je!.. Necesito estar seguro ¡Je je!..’’ Dijo el muy hipócrita.

-‘‘¿Pe-pero como quiere que lo haga?, ..esto es un corset, no llevo nada más debajo ’’.

-‘‘Créame que he visto de todo ’’. Le dijo de forma tajante.

Ante la sonrisa triunfante del guardia, Mamá no tuvo más opción que someterse. Sujetó el borde que cubría sus voluptuosos senos y la fue bajando ante la mirada atónica del oscuro sujeto. Al superar los pezones, estos caen hacia abajo y rebotan al sentirse libres de la opresión de la ajustada tela. Los ojos del guardia rebotan con ellos, al tener el corset debajo de ellas dejaban a la vista unas aureolas y unos pezones que coronan unas preciosas tetas de la talla 36C. El tipo se quedó impactado, la piel que las formaba parecía infinitamente suave y lisa. La falta de marca de bronceado indicaba la práctica de top-less de mi Madre ( aunque yo bien sabía que recurría a las salas de bronceado ). El desgraciado empieza a sentirse tremendamente excitado. Pudorosamente, Mamá se tapa los dos pechos con las palmas de sus manos, no llega a taparlos completamente pero, al menos, sus pezones quedan cubiertos. El guardia, casi babeando, le recuerda que ha de quedarse completamente desnuda.

-‘‘¡Oiga, ya basta!, ..esto es un abuso. Todo lo que he robado está en sus manos, ..no tengo nada más ’’. Dijo Mamá subiéndose el corset para ocultar sus desnudos pechos.

-‘‘No me pagan por creer a ladrones, Se-ñora ..suba su faldita ’’.

-‘‘¡¿QUÉ?! ..¡está usted loco!, ..¿y qué me va a pedir después? ¡cogerme! ’’. Le dijo Mamá bastante molesta con un léxico que jamás le había escuchado decirle a otra persona.

-‘‘Eso depende de cómo te comportes ricura ¡Je, je, je!..’’

-‘‘¡Está loco si piensa que le voy a dejar que me toque! ’’. Le sentenció.

Aunque por dentro, estaba seguro que Mamá estaba deseando que lo hiciera, era claro que no se iba a dejar manosear por un desconocido así cómo así. Así que rebuscando su bolso y bastante molesta le sacó su tarjeta de crédito.

-‘‘Aquí tiene ..¡cóbrese y déjeme en paz!. Me quejaré rotundamente ’’. Dijo tajante.

-‘‘Su dinero puede guardárselo, Se-nora, ..porque una mujer tan hermosa como usted puede pagar con otras cosas ¡Je je!..’’ Disparó entonces el burdo guardia, sonriendo y mostrando su descuidada dentadura.

Mamá se quedó muda, sintiendo la sangre hervirle en la cabeza, así como su corazón lleno de espanto. Estaba siendo chantajeada por un patético guardia de seguridad de salario mínimo. Si mi Padre viviera se aseguraría de que ese tipejo no trabajara más de guardia de seguridad, es más yo diría que le iría bien si terminara de limpia coches ( con todo respeto para los que lo hacen ).

-‘‘¿Pe-pero, qué clase de mujer cree que soy? ’’. Replicó mi Madre.

Al verla así, enojada, solamente embraveció aún más los impuros deseos del aprovechado guardia.

-‘‘Esa es mi nueva y última oferta, Se-ñora, ..si se niega tendré que remitirla a las autoridades y cómo le decía anteriormente con un simple ‘‘favor’’ que le pida a mis Amigos estoy seguro que ellos no van a tener la misma contemplación con la revisión que le van hacer allá adentro. Y quizás ellos no solo le hagan quitarse las pantaletas, Se-ñora ’’. Finiquitó el desgraciado guardia, poniéndose de pie.

Mi Madre se quedó en shock, si el tipo este tenía razón, los desgraciados Policías aquellos a quien sería remetida seguramente se la llevarían a no sé dónde, cosa que quién sabe qué harían con ella. Mi Madre sintió sudar frio, la última vez que estuvo en una situación similar a esta fue cuando fue obligada a ser la mula de aquel viejo desgraciado, y estaba seguro que no tenía buenos recuerdos. El guardia se disponía a salir del pequeño probador cuando:

-‘‘Espere, ..solo le pido que nadie lo sepa ’’. Y el aludido sonrió, triunfalmente.

-‘‘Si no eres escandalosa nadie lo sabrán, ..muñeca ¡Je, je, je!..’’ Repuso el desgraciado, riéndose.

Mamá se puso de todos colores, tragándose su inefable indignación, controlándose en la medida de lo posible, teniendo en mente lo que le harían si se resistía. Mi Madre permanecía de pie, con su vista fija en la nada, asimilando el impacto de saber que ese sujeto semi analfabeta la veía cómo a cualquier Puta de la carretera. El asqueroso guardia se acercó mucho a ella. Mi Madre estaba confundida, todavía no entendía cómo ella había caído en una situación como esta. No era la primera vez que sería obligada por un repugnante ser cómo este, pero antes sus experiencias sexuales pasadas habían sido por sacrificio, pues ella lo había hecho para salvar su hogar, su familia… en su mente juguetona de esta mañana nunca imaginó lo que sabía estaba a punto de ocurrirle… no había hombre más repugnante que este sujeto, y ahora se veía en la situación de ser su esclava sexual o ser llevada cómo una delincuente a sabrá dios dónde.

-‘‘Muy bien, Señora, ..hágame caso y los dos tendremos lo que queremos. Quizás hasta le permita llevárselas gratis ¡Je, je, je!..’’ Y le acarició su pelirrojo cabello.

Mamá se estremeció ante tal contacto, jamás un tipejo como este era digno de siquiera mirarle, ahora acorralada en un pequeño cubículo de 2X2 un asqueroso panzón negro amenazaba con tocarle. Respirando aceleradamente tomó valor y lo miró a los ojos:

-‘‘Está bien, ..usted gana, pero aquí no. Si nos tardamos mucho todo el mundo lo sabrá, ..y esa es mi condición ’’. Dijo ella, viéndolo a los ojos.

-‘‘Mmm, tiene razón, pero no, ..que garantía tengo yo de que no escapara. Además que le voy a decir a todos cuando me van salir con una mujer como usted sabrá dios a donde, ..además la paciencia se me está terminando. Mejor quédate calladita y terminaremos rápido ¿no cree? ..’’ Dijo él, al tiempo que se bajaba la cremallera.

Mi Madre casi vomita al ver lo que ese desgraciado iba a forzarla a hacer. Claramente se veía que ese tipo no tenía ni la más mínima idea de higiene personal, además de que ya estaba sudando cómo puerco. Y cuando estuvo a punto de mostrarle la asquerosidad que guardaba bajó su abundante barriga y dentro de sus mugrosos calsoncillos se detuvo, mostrando nuevamente esa sonrisa pervertida con esa asquerosidad de dientes.

-‘‘Vamos, Señora, ..sáquemela usted misma, sorpréndase ’’. Le lanzó un obsceno beso.

Mamá le miró un instante, incrédula y vacilante. Pensaba en el terrible error en el que había caído por estar jugando con aquel viejo dominante, por ese estúpido juego ella iba a ser obligada hacerle la felación aún tipo negro, panzón desagradable. Pensé que mi Madre se arrepentiría, que se levantaría y le escupiría en la cara el asco que le daba, pero mi Madre tenía mil formas de sorprenderme. Despacio, sus temblorosas manos se dirigieron al abultado vientre de ese desgraciado que no aparentaba menos de unos cincuenta años. ¡Dios, por qué tiene que pasarme esto!, clamaba mi Madre en su fuero interno, mientras que sus delicados dedos abrían con asco la abertura de su bragueta. Mi Madre desfigurando el rostro metió su blanca e higiénica mano entre ese oscuro sitio, cuando la sacó, su delicada mano se cerraban en torno a una abultada masa de carne que se iba endureciendo y calentándose ante el contacto de tales dedos. El asqueroso guardia suspiró feliz, ni en sus sueños más remotos se había imaginado algo como esto.

-‘‘¡Dios mío, ..qué grande es! ’’.

-‘‘¿Te gusta? Mi vieja me dice que nunca han visto algo igual ¡Je je je!.. Y por lo que veo tu tampoco blanquita ’’. Le dijo sonriendo.

Pronto, esa blanquita y voluptuosa pelirroja tuvo ante si tremendo ariete grueso y venoso que nunca había visto en su vida, casi negro y con aspecto muy sucio y degradante, duro cómo una piedra y palpitante como si lo estuvieran bombeando con un poderoso motor de riego. Mi Madre se ruborizó mucho, de ira y de vergüenza. Se sentía tan mal por lo que estaba obligándose hacer, ella sabía que ahora todo esto no era más que su culpa, por acceder a ese estúpido juego con aquel viejo Portero. Acercando su cara a la olorosa tranca que se mostraba orgullosa a escasos centímetros de su rostro se le quedó observando. No era para nada un miembro limpio y aseado, parecía que ese desgraciado le gustaba que oliera y estuviera así. El guardia retiró la mano de mi Madre, y la de él la reemplazó, tirando hacia abajó liberó el brillante capullo. Bajo él, lucía el blanco ‘‘requesón’’, y un olor aún más fuerte que el del asqueroso Fernando llegó a sus fosas nasales, embriagándola. Mamá aspiró profundamente, casi la hace devolver el estomago con ese fuerte aroma a macho.

-‘‘¡Oh por dios!, ..¿porqué no vas y te lavas primero? ’’. Le ofreció ella, con voz suave y dulce, más pensando en su higiene bucal que en agasajar a ese, su casi violador.

-‘‘Buena idea, Mamacita ..¡pero con tu boquita! ¡Je, je, je!..’’ Exclamó él, a punto de reventar en crueles carcajadas.

Mi Madre lo miró atónita, y el libidinoso guardia colocó una de sus gordas manos sobre la delicada cabeza de mi Madre para persuadirla de que hablara menos y trabajara más. Pronto, sin terminar de creerlo, la espectacular Mónica viuda de Tapia sintió ese hinchado glande frotándose contra su fina nariz y sus labios de seda. Mi Madre con los ojos casi llorosos y sin tomar para nada aliento, dominó su repugnancia y empezó a lamerle la verga a aquel asqueroso sujeto. Pronto paladeó el cálido y acre sabor de ese amoratado hongo, el asqueroso sujeto suspiró satisfecho, sin poder creer que su rechoncha tranca estaba recibiendo lamidas de la boca de esa diosa.

-‘‘¡Oh, por dios! ’’.

Mamá desfiguró el rostro en las primeras lamidas. Intentaba no tener que metérsela en la boca y por eso repasaba con la lengua lentamente toda la longitud de su miembro, para agradarle y que no la forzara a más, pero al poco rato el hijo de puta empujó su cabeza contra su gordo palo y levantando el pene la obligó a chuparle los güevos. Mi pobre Mamita sintió que iba a tener arcadas. Ya en otras ocasiones lo había hecho aunque he de decir que éste los tenía por demás asquerosos, tenía unas volutas de pelos humedecidas en sudor asqueroso, con lo que el tacto de la fina e higiénica lengua de mi Madre con la superficie rugosa de sus testículos la desfiguró el rostro por completo, además de que el olor que emanaba de ahí dentro era similar a los de los animales en encierro a una temperatura de 45°. Mi pobre Mamita estuvo así durante unos minutos, la saliva resbalaba por la comisura de sus labios. Él no hablaba, sólo se sujetaba su aparato y daba golpecitos con él en su frente, en su rojizo cabello, mi Mamy notaba su peso contra su cara, y luego, de repente la hizo incorporarse pasándole el glande por los labios.

Mi pobre Mamy no tuvo más opción que abrir sus labios e introducírselo en la boca, degustando tal manjar que ni con el morbo se convertía en delicioso. Era algo bastante insípido en cuanto a sabor propiamente dicho, salvo el residual y ligeramente irritante que dejaba en el paladar. Mi Madre contuvo sus arcadas y pronto lamía nuevamente esa trémula verga, recordando cómo se la chupaba a su Amo. Se sonrojó al pensar en él, al imaginar lo que diría si viera lo que su bellísima ‘‘Perrita’’ se vio obligada a hacer para resguardar su libertad. Ella comenzó a lamer ese cipote cuan largo era, y se sorprendió dándole besitos, especialmente en la amoratada punta ahora ya completamente limpia y brillosa por sus mismas babas.

-‘‘¡Oohh!, .. ¡Ya sabía yo que eras tan Puta cómo todas!, ..si nomás hay que ver cómo estás vestida y cómo tenías las bragas empapadas ¡Vamos, trágatela toda, Perra inmunda! ’’. Exclamó el negro, presionándole la cabeza con su mano.

Ante estas terribles palabras, que nada tenían de falso, Mamá estuvo a punto de detenerse, pero pensó en lo que podía ocurrir si era llevada por los amigos de este desgraciado, y con algunas lágrimas deslizándose por sus arreboladas mejillas, abrió su boca cómo nunca antes para permitir el ingreso de esa asquerosa tranca. Mamá atrapó el glande con sus labios, succionándolo cómo el helado que habíamos deleitado el día de ayer, agasajándolo con su lengua. El guardia disfrutaba de lo lindo, más por el morbo de ver humillada a esa preciosa Señora, de rodillas ante él con su verga en la garganta.

El tipo del mostrador no sabía que estaba sucediendo en su propio local, él seguía parado en la entrada del local vigilando de que su Madre no apareciera y le arruinara lo que pretendía hacer con la ladrona, mientras que yo a escasos 4 metros escondido detrás de unos escaparates veía cómo mi Madre perdía la cabeza entre las piernas y la barriga de ese negro. La avergonzada Sra. Tapia nunca había tenido en la boca algo tan repugnante, y se apenó aún más al darse cuenta de su incipiente humedad allá abajo, seguramente imaginando qué se sentiría tener ese monstruo entrando y saliendo de su cosita, y ella se estremeció. El guardia le sujetaba la cabeza y el cabello con ambas manos, apretándola contra su vientre, obligándola a engullir más y más verga…

-‘‘¡Uff!!, Señora, cómo se la traga ’’. La piropeó el maldito, y muy en el fondo de su ser, mi Madre se sintió orgullosa de su proeza.

-‘‘¡Glogh!, ... ¡glahh! ¡Urgrrhh! ’’. Mi Madre ya estaba saboreando tremendo tolete.

-‘‘¡Sácate el pedazo de melones que tienes ahí! ’’.

Y la pobre de Mamá, con su boca bien ocupada devorando la pinga de ese hombre, sintió como el oscuro sujeto, tomaba los bordes de su ajustado corset y en cuestión de segundos se lo bajó nuevamente dejando sus redondos senos de delicados pezones al descubierto. La saliva le chorreaba en hilillos por las comisuras de su boca mezclada con el jugo pre seminal del afortunado y chantajista guardia. Sin darle tiempo a decir nada retiró las copas y sus pechos quedaron completamente libres. El pervertido comenzó a masajearlos con sus manotas, a chuparle los pezones. Le hacía daño con los dientes. Al poco tiempo observaba como su saliva resbalaba a lo largo de las blancas y tersas tetas de mi Mamy y goteaba sobre su vientre, pero él no se detenía, parecía un lobo hambriento, disfrutaba admirando el volumen de esas tetas. Con sus dedos le agarraba de los pezones y empezaba a balancearlos como si estuviera agitando dos bolsas de carne.

-‘‘¡Poh gagor!.. ¡Aah! no me hagas daño, por favor ’’. Trató de decirle.

-‘‘Tranquila Mamacita, ..te voy a tratar como a una Puta reina ¡Je je!..’’

Observé como volvía a sonreír mientras levantaba la corta falda de mi Mamy, y con su mano derecha buscaba su desnuda entrepierna para sobarla.

-‘‘¿Todavía sigues húmeda Mamacita?, ..¡estás chorreando desgraciada! ’’. Se me heló la sangre al oírle, pero el asqueroso guardia tenía razón, en sus dedos estaba la prueba de la excitación de mi Madre.

El tipo se arrodilló frente a ella y al instante estaba subiéndole la falda por enfrente. Lo primero que hizo el muy hijo de puta fue sentir esa humedad con su lengua. Mi Madre seguramente se había depilado esta mañana y salvo por una minúscula rayita de vello por encima de sus labios vaginales que suele dejar para su total higiene, nada le interrumpía allá abajo para disfrutar a sus anchas. Mientras chupaba los hinchados labios de la intimidad de mi Mamita, yo seguía muy alerta a que el dependiente no me viera, afortunadamente para mí el tipo estaba más pendiente en la puerta y en lo que estaba sucediendo dentro de los vestidores.

Cuando dirigí nuevamente la mirada hacía ellos, el obeso negro que mi Madre tenía entre las piernas ya estaba quitándose la chaqueta y abriéndose la camisa, ( el desgraciado sudaba como cerdo ), y cuando se hubo liberado un poco de su agobiante calor intensificó las lamidas sobre el chocho. Su repugnante lengua se desplazaba a lo largo de toda la intimidad de mi Mamy acabando siempre con un lengüetazo en el clítoris que le provocaba a ella un respingo de incomodidad. Luego cambiaba y eran sus oscuros dedos los que entraban y salían de la rosada vagina de mi Madre, de uno en uno y de dos en dos, entonces volvía de nuevo a chuparle. Fueron largos minutos en los que con asco observaba la cabeza del sujeto dentro de los torneados muslos de mi Madre, así como con terror y un escalofrió que me recorrió desde la punta de mis pies hasta el último pelo rojizo de mi cabeza, cuando observé como mi Mamy sentía cada vez menos molestias en su entrepierna, hasta que en una de sus acometidas contra su clítoris mi Mamy sintió una punzada de placer que no tuvo más opción que sujetarse de su cabeza con las manos.

-‘‘¡Uhmm! ..’’ Exclamó Mamá al sentir esos dedos llegar hasta la empuñadura.

El asqueroso cerdo sacó sus negros dedos de esa rosada hendidura y volteando arriba para observarla los chupó mientras sentía que el latir de su obeso corazón se replicaba en sus sienes. Cuando los labios del guardia y la nariz se enterraron nuevamente en la entrepierna mojada y deseosa, mi Mamy emitió un quejidito largo que incitó al tipo a mover su lengua por toda la hendidura. Mi Madre sentía una mezcla de asco y excitación, que poco a poco se fue remitiendo a una sensación de lujuria total a medida que los chasquidos del cerdo aplicándose sobre su intimidad le producían gemidos y pequeños grititos de excitación que salían de su boca.

Mamá sentía que la rudeza y poca experiencia del guardia iban transformándose en movimientos desesperados y repetitivos en busca de darle placer, lo que a su vez le provocada un calor que se expandía desde su pelvis. Trataba de evitar gemir, pero la celeridad del contacto en su entrepierna, aquella divina presión la enloquecía y no podía evitar fingir su excitación. Cuando los dedos del cerdo ese se unieron a la ardua tarea de dar placer a mi Madre, ella no pudo evitar dar un grito corto y fuerte, demasiado como para que el tipo del mostrador escuchara y su nerviosismo para saber o intentar observar lo que estaba pasando en el vestidor le ganara, así que por unos segundos dejó la puerta para tratar de indagar lo que estaba sucediendo en el interior de los vestidores.

-‘‘¡Eres un cabrón Moi!, ..te la estás pasando de lo lindo ’’.

La situación asustó al guardia que se paralizó al igual que mi Madre, expectantes y con el oído atento a lo que hiciera el vendedor. Sin embargo, cuando estaba a punto de acercarse al vestidor el guardia lo paró en seco. No quería ninguna interrupción.

-‘‘¡Quédate ahí y no te muevas, Beto!, ..o tu Madre sabrá todo lo que fumas con tus amigos en la bodega ’’. Le gritó el guardia desde adentro.

Cosa que paralizó de inmediato al intrépido joven, ya que seguramente se quemaba buenos porros con sus amigos a espaldas de su Madre, que se veía que era de buen genio ya que provocaba el temor en el muchacho. El tipo una vez amenazado por el abusivo guardia no le quedó de otra que regresarse a la puerta para seguir vigilando, solo esperaba que no fuera a llegar la Madre del sujeto en estos momentos porque entonces si las cosas se pondrían mucho peores. Por otro lado, volví a dirigir la mirada y el oído hacía los vestidores donde una vez que escucharon los pasos alejarse, el guardia que seguía entre las piernas de mi Madre subió la mirada para decirle:

-‘‘Te estás portando mal, blanquita ’’. Dijo con una sonrisa maliciosa, mientras con dos dedos de su mano renovaba el masaje en los labios vaginales.

-‘‘.. Po-por favor ya ..¡Ah! ..déjeme se lo suplico ’’. Balbució Mamá mientras sentía los dos dedos de la otra mano del negro que entraban y salían de su hendidura, provocándole que tuviera que morderse la mano para no volver a gritar.

Mi Madre estaba sucumbiendo nuevamente a su oscuro ser, entre que se debatía al deseo de que la dejaran marchar y el placer incipiente de la comida que le estaban dando entre medio de las piernas. De repente el cerdo se incorporó, tenia los mofletes y los labios embarrados de la lubricidad de mi Mamy, se relamía el desgraciado, disfrutando de ese néctar que no estaba ni soñando destinado para él. Terminó de bajarse el pantalón ( hasta los tobillos ). Y se plantó ante ella. Su verga estaba dura y era verdaderamente grande, me pregunté si la obligaría a llegar hasta el final. A pesar de todo, en mi Madre seguía habiendo una mezcla de miedo y repugnancia a lo que estaba haciendo, que eran más grandes que la excitación que empezaba a sentir en su cuerpo. Deseaba salir de ahí lo más pronto posible, así que pensó que lo mejor sería terminar la buena mamada que había empezado y hacerlo correrse e impedir que fuera a llegar más lejos.

Mi Madre colocó su falda en el suelo y se arrodilló delante de él. Ahora era ella la que sola volvía a lamerle el asqueroso pene como antes, pero enseguida comprendió que de esa manera no llegaría a nada. Así que sin pensarlo más se lo metió en la boca. Con trabajo logró tragarse un poquito más de la mitad del rabo, el glande estaba forzando su garganta, no tuvo más opción que mientras lo comía con la mano le masajeaba el resto de su enorme tranca. El cerdo emitía gruñiditos y se dejaba hacer sobándole el cabello a mi Madre, ni en sus mejores sueños se había imaginado algo como esto. Así se mantuvieron por unos minutos, minutos en los que con asco observaba a mi blanca e higiénica Madre perdiendo su bello rostro debajo de la oscura barriga del sujeto.

Mamá creyó que con eso valdría para liberarse, pero de nuevo el guardia no tardó en quitarle la iniciativa. La agarró firme de la cabeza por la nuca con una mano mientras que con la otra se apretaba la base de la verga con fuerza para así empezar un ritmo acelerante de meter y sacar su verga de la jugosa boca de mi Madre. La pobre en sus condiciones no podía hacer gran cosa, salvo que forzar su mandíbula y su garganta al máximo e intentar poner sus manos contra su barriga para evitar que le perforara la cabeza, y aún así enseguida noté como la garganta de mi Mamy recibía las brutales embestidas de aquel desgraciado.

-‘‘¡Uff!, ¡Off! Traga Puta, ¡uff!, con esto se que te quitará lo ladrona ’’. Pude escuchar como decía entre jadeos.

-‘‘Gloogghhgg .. ¡ueck! .. argh .. unngghhfff mmpphhfff .. gglooghhh ….. ¡u.. uiick ’’. Soltaba las arcadas mi Mamy, que era lo único que conseguía decir con una verga tan gruesa obstruyéndole su boca.

Y si para mi Madre eso ya era un tormento, el desgraciado intensificó más el ritmo. Yo observaba con terror como ese pedazo de carne entraba cada vez más profundamente abriéndose paso poco más allá de lo que la boca de mi Mamy daba de sí. Sus hermosos ojos azules estaban abiertos como platos, de ellos caían fuertes lágrimas empañándoselos por completo, sus manos aleteaban en el aire buscando un poco de alivio y de oxigeno, además las arcadas convulsionaban su cuerpo. Cuando parecía que ya mi Mamy no podía más, el cerdo la sacó para darle aliento, una gruesa película de baba estaba unida al amoratado glande que rápido desapareció ya que le hijo de puta comenzó a frotarla por sus rosadas mejillas, por su pelo, por su nariz y frente. Pronto el rostro de mi Mamy se manchó con su maquillaje de marcas negras, como si de una pintura de guerra se adornarla.

-‘‘¡Ups!, ..creo que ahora tendrás que robarte un maquillaje blanquita ’’. Se burló el asqueroso guardia.

-‘‘¡Coff! .. ¡Ah! .. Si por unos míseros calzones mira lo que estoy haciendo, ..ni imaginar lo tendría que hacer por mi carísimo rabiar ’’. Fue lo que le contestó dejándome sorprendido.

Entonces por primera vez vi sonreír a mi Mamy, que al tiempo que lo hacía se lo llevó de nuevo a la boca mientras la frotaba intentando limpiársela de su propia pintura. Su otra mano se fue directa a su entrepierna y se llevó una soberana sorpresa. ¡Estaba empapada! Que hasta ahora yo le había achacado la humedad a la saliva del guardia, pero era obvio que esa se había secado hacía tiempo. Regueros de flujo ya le corrían por los muslos. Mi Madre comenzó a masturbarse el clítoris sin pensarlo, que estaba ya muy hinchado por la excitación, pero sin descuidar la oscura tranca del cerdo que reía desde arriba, pelando sus amarillentos dientes disfrutando del momento. Mi Madre la lamía, la mordisqueaba, se la metía de nuevo en la boca, hacía todo lo que podía con toda su energía, y cuando adivinó lo que se proponía el desgraciado, al escuchar sus gemidos y su respiración acelerada… iba a correrse en su boca o en su rostro, algo que le impediría salir limpia de ese sitio… El asqueroso negro se la sacó, toda enrojecida y mojada de saliva, Mamá quedó con la boca abierta y su lengua extendida… el maldito le dio golpecitos con su verga en la cara; mi fina y recatada Madre apretó sus labios cómo si diera un beso para que el desgraciado se los golpeara con la verga.

Entonces, la aferró de la cabeza y con su otra mano se empezó a pajear, apuntando a la hermosa cara de esa delincuente Señora.

-‘‘¡Ohh! Acaríciame los güevos, Blanquita ’’. Exigió él con un gruñido, y pronto saboreó aquellos dedos masajeándole su sucio y velludo escroto.

El desgraciado pervertido tomó las bragas que habían provocado todo esto y sé tapó el glande con el raso de la braguita. Como si fuera una especie de fetiche se empezó a pajear delante de ella, mientras mi Madre seguía de rodillas con una mano masturbándose el chocho. El asqueroso guardia le acercó la verga a la cara mientras se la meneaba como un poseso con las bragas bien amarradas en la punta, que hasta donde yo estaba ya olía a semen y creo que mi Madre estaba deseando que se corriera ya que hasta inclinó la espalda para acercarse más a su miembro que estaba rojo como una braza; le dio un par de lengüetazos en el glande mientras la muy zorra le sonreía. El olor a semen se intensificó y el cerdo emitió unos gruñidos intensos, el preludio de su orgasmo.

-‘‘¡Ya va!, ya va ..no te muevaaaaahhhh!!!! ’’.

Y cuando el pervertido guardia estaba a punto de disparar, se sacó las bragas que tenía envueltas en la verga y empezó a soltar chorretones de lefa. Mamá se estremeció ante el primer chorro de ardiente semen que le cruzó la cara…ante la sorpresa, tuvo el gran error de abrir la boca y mostrar la lengua, el segundo, tan potente como el primero, se alojó en su garganta, y la lefa le espumeó a través de los labios. El desgraciado parecía semental, la siguió rociando, hasta que la pobre ladrona supo que tenía su linda carita tapizada de leche caliente de ese feo sujeto. La leche se observaba que estaba muy caliente, en pocos segundos ya resbalaba por las cejas, cuando unas últimas descargas le llenaron el resto de la cara y la boca de esperma. Pensé que no pararía nunca, que iba a ahogar a mi Mamy en aquél espeso líquido, pero finalmente su corrida perdió intensidad y acabó por restregar su cosa entre sus tetas y limpiarse con ellas.

Mi Madre no podía abrir los ojos, pues no quería que el semen se le metiera dentro. Sintió, avergonzándose pero incapaz de reaccionar, cómo el sucio guardia frotaba su tranca contra sus delicados senos. Y finalmente, con tal pedazo de carne, lo embadurnó del semen sobre el rostro de la atónita delincuente para que siguiera lamiéndoselo. El desgraciado deseaba que ella consumiera la mayor cantidad de semen posible. Y así lo hizo. El negro se hincó ante ella y la besó salvajemente, saboreando su propio fluido y la boca de la hermosísima ladrona. Mamá jamás lo confesaría, pero estaba seguro que ese instante sería de los más rememorables de su vida.

-‘‘¡Ooh! .. Bueno Blanquita, ..te has ganado tus lindos calzoncitos, ¡Ups! ..pero si los he estropeado, espero y no te importe llevártelos manchados ¡Je je je!..’’

Y así, humillada y con su busto desnudo quedó mi Madre de rodillas, el guardia se dejó caer sobre el descanso del probador, resoplando cómo un animal, advirtiéndole que no fuera a tratar de intentar algo, ya que sus amigos no le creerían. Mamá no tuvo más que recomponerse enseguida, estaba enrojecida y su pudor empezaba a envolverla. Además, de que quería salir lo más rápido posible de ese lugar, ya que las palabras de ese cerdo empezaban a humillarla:

-‘‘¡Uff, off!! Que no se diga .. que los guardias de este centro comercial no tenemos palabra, ..aunque por otra parte, las Putitas cómo tú no deberían llevar bragas, ¡Je je je!.. Así siempre están disponibles para joderlas en cualquier momento cuando a uno le apetezca ’’. Sin que mi Madre pudiera evitarlo, le limpió la cara y el pecho con la tanga y le dijo que se la había ganado.

Luego le dijo que se terminara de vestir y que se largara, que no quería verla más rondar por allí y que si la pillaba robando otra vez, ahora no se iría tan fácilmente…Y riéndose al verla tan avergonzada, se levantó acomodando su prominente barriga entre sus pantaloncillos del uniforme y salió orgulloso, resoplando para tomar un poco de aire e ir a platicar con el tipo del mostrador.

Mamá se quedó sola en el probador, sollozaba en la soledad del privado, sumamente avergonzada por lo que había hecho, escupiendo con asco el semen de ese horrible hombre, herida en su honor y en su vanidad, pero no debía equivocarse si deseaba llegar a buen fin en su absurdo jueguito nuevo, debía complacer en todo a ese hediondo Portero. Intentó ignorar el molesto escozor que se había apoderado de su sexo tan pronto vio esa oscura torre de carne y se reincorporó. Notó que las bragas con las que había sido acusada habían quedado con varios goterones de lefa que no pudo degustar. Asqueada por tan grotesco acto no las quiso levantar, si no que sacó sus otras bragas ( Yojimoto Inc. ) que había guardado en su bolso y con las que había iniciado este estúpido juego.

Mamá se enfunda la sexy ropa que llevaba y se arregla un poco el cabello, recoge sus cosas del suelo y se los pone. Siente escalofríos al notar la humedad de sus pantaletas en su entrepierna que, naciendo desde el trasero, llega a metérsele en plena raja vaginal. Sin mirar a los ojos de nadie camina hacia la salida, donde el guardia y el tipo del mostrador se ríen, aún se pueden observar algunos goterones de lefa enredados en su rojiza melena. Mi avergonzada Madre que se dirige hacia la salida los mira por encima de la cabeza, su mirada es de culpabilidad, no podría ser de otra forma. El guardia la espera a la salida y en compañía del vendedor, que le acompañan con la mirada y con unas sonoras carcajadas. Mi Madre se siente mal, se ha dejado llevar por su lado más oscuro.

Ella llega a la puerta, pero antes de salir escucha que el vendedor le dice que deja algo. El muchacho llega corriendo desde los probadores y lleva colgando de la punta sus dedos la prueba del delito, y sin más, le lanza la tanga negra que ha intentado robar. La prenda rebota contra el cuerpo de mi Madre y cae a sus pies. Bastante avergonzada y con la necesidad de salir lo más rápido posible se inclina y la recoge metiéndola en su bolso, ella sabe que en la tela lleva residuos de ese ser tan repugnante y que jamás se atrevería a usar.

-‘‘Señora, no sé lo que haya pasado ahí dentro, ..pero de lo que si estoy seguro es que si regresa un par de días más por aquí, ..le aseguro de que se lleva toda la tienda ¡Ja ja ja!.. ’’ Y soltaron las burlonas carcajadas.

Les miró. Estaba extenuada pero no tenía ni ganas de responderles nada, se trago su orgullo y salió caminando con ese estilo altivo para caminar mientras los tipejos se reían a carcajadas. Mamá, con el rostro tremendamente sonrojado se aleja de ese sitio, su jueguito fue demasiado lejos. Enseguida y sorprendiéndolos a todos salgo corriendo desde el interior del local, el guardia y el tipo del mostrador se quedan sorprendidos, pero en lugar de corretearme solo se carcajean, pensando en el tremendo espectáculo que debió de ver presenciado ese chico de 12 años.

Salgo de ahí y de inmediato trato de localizar a mi Madre, ¡Maldición!, ¿ahora a dónde se ha largado? Con el auricular bien colocado en mi oreja derecha trató de localizar si mi Madre ha usado su móvil, pero no logro escuchar nada, por un momento creo que ya ha tenido suficiente y se ha ido del sitio bastante avergonzada, seguramente jamás volvería a este Centro comercial. Me siento en una banca para tratar de recuperarme, la carrera que he pegado para salir del local me ha dejado muy exhausto. De pronto mi receptor capta algo, era mi Madre pero no sabía de su ubicación.

-‘‘¿Que ha pasa'o, mi Perrita? ..¿dónde está ahora? ..’’ Le pregunta el viejo por teléfono.

-‘‘¡Don Ma!... ¡Mi Amo, creo que esto ya ha ido demasiado lejos!, ..creo yo no estoy lista para esto. Por favor déjeme regresar a mi casa, ..yo le prometo que le....’’

-‘‘Na'a, mi Perrita, ..lo está haciendo muy bien. O dígame, ¿no está caliente?, ¿no te gusta sentilte caliente?, anda chorreando la pantaleta por toda la calle sintiéndote como una Puta ’’.

-‘‘¡Esto es demasiado Amo!, ..yo, yo, ese tipo asqueroso me hizo hacer cosas horribles ’’.

-‘‘Sé que dentro de esa imagen de mujé pelfecta ahí una Puta en potencia, una mujé aldiente. ¡Anda, Perrita! compoltate cómo una Puta y sigue adelante, ..ya verá cómo disfruta de todo esto ’’.

Era claro que ese maldito viejo la estaba manipulando, la estaba convirtiendo en una sumisa para sus más oscuras perversiones. Yo los seguía escuchando pero no lograba localizar a mi Madre, hasta que la vi salir de uno de los servicios para damas. Mamá ya venía más fresca, seguramente ya se había limpiado la cara ( y la boca ), además se había lavado el pelo y se lo había recogido en una coleta. Además, también me percaté de que se había quitado las medias, seguramente se había percatado de alguna que otra gotita que había quedado cómo recuerdo. Con el mismo andar y su sensual movimiento de cadera se dirigió a lo que me parecía ser una sala de cine. Enseguida recordé lo que le había escrito ese desgraciado ‘‘Como último deberás salir e incitar a un tipo, para que te siga, no sé cómo le hagas, lo dejo a tu imaginación. Deberá de seguirte al cine, procura que sea en una sala vacía, busca una película extranjera que no tenga mucha demanda. Te sentaras en la butaca de arriba hacía una de las orillas de la sala, deberás hacer que el tipo te siga en todo momento. Ya estando ahí, deberás sacarte el conjunto que te llevaste y mételo en tu bolso, abusada, todo esto deberás hacerlo incitando al tipo que hayas elegido.’’

La seguí unos metros atrás, cuidándome de que no me reconociera, aunque por lo nerviosa que se encontraba lo dudaba muchísimo, además de que llevaba una gorra y un capuchón, difícil que me descubriera. Ya en el cine. No había mucha gente, pero la suficiente para hacerte esperar un poco para los boletos y quizás unas 10 personas más comprando palomitas y golosinas. De inmediato escuché que unos tipos al verla pasar le hacían comentarios sobre su trasero y sus tetas, mientras se reían estruendosamente. Quise hacer oídos sordos pues estaban hablando de mi Madre, pero creo que en esta ocasión no me correspondía protegerla cómo lo hacía anteriormente.

-‘‘¡Ya viste! ..tremendo culo tiene la pelirroja ..y tremendas tetas ’’.

-‘‘¡Ya lo creo, hermano! ..bien rica está la vieja ’’.

-‘‘Y ese vestidito ..¡Uhmm! .. ¡Marcando a la cadera y enseñando casi todo, ..¡Hija de Puta me la ha puesto dura! ’’. Exclamaba el tipo.

-‘‘¿Que andará haciendo tú?, ..parece que anda sola ’’.

-‘‘Debe de andar buscando a su Padrote o algún cliente ¡ja ja ja!.. O solo que ya hayan cambiado la zona roja para acá ¡ja ja ja!..’’

-‘‘¡Pues esta re buena! ..yo si le ando pagando. Y hasta propina le dejo ¡je je je!..’’

Los desgraciados decían sus leperadas sin imaginarse que el hijo de aquella mujer de la que tanto hablaban cómo si de una Puta se tratara, venía detrás de ellos escuchando todas sus cochinadas. Traté de calmarme y de no hacerles frente a esos tipos, además de que ya iban de salida, por lo que me percaté de que mi Madre estaba parada y creo que buscaba la película adecuada para llevar a cabo su cochino mandato. Mientras se decidía, Mamá no se había percatado del grupo de jóvenes que se situaba justo alrededor de ella, hasta que, mientras se exponía un tráiler de una película de acción, notó un ligero roce en su trasero, y poco después algo que se apoyaba más firmemente en él. Inicialmente no dio importancia al hecho, pensando que se debía a la aglomeración de gente a su alrededor, y adelantó un poco su posición, lo suficiente para evitar el contacto.

No había transcurrido un minuto cuando volvió a notar, ahora con toda claridad, cómo una mano se aferraba a sus posaderas y empezaba a palparlas con suavidad. Sorprendida e incrédula, mi Madre giró la vista en busca del atrevido manoseador descubriendo justo detrás de ella al mismo tipo de la cafetería, al que de manera insinuante y grotesca le había regalado la cucharita chorreada de sus propios jugos, que contemplaba con semblante serio y concentrado en la enorme pantalla.

Desconcertada se movió de nuevo hasta apoyarse sobre el borde de un lazo que recamarcaba la zona, notando cómo la mano intrusa no solo la acompañaba en el desplazamiento sino que incluso aumentaba descaradamente la presión ejercida. Una nueva y airada mirada hacia atrás le permitió descubrir la sonrisa taimada del chico que ahora la observaba ya sin disimulo alguno y, pasándose la lengua lentamente por sus labios, le daba a entender lo que estaba disfrutando tanteándole el culo.

Sin espacio ya para escapar se quitó la mano del chico de encima con un limpio manotazo esperando acabar así con su osadía. La tranquilidad de los siguientes minutos parecían haberle dado la razón y ya había conseguido concentrarse en las extensas explicaciones del monitor para elegir la película. Cuando de nuevo sintió en esta ocasión los dedos del tipo acariciarle directamente la carne de los muslos que su falda cortita dejaba al descubierto. Mi Mami pensó que aquello era ya demasiado, pero no queriendo molestar a la gente allí reunida, decidió que era mejor conseguir el boleto y abandonar esa zona de la sala dejando para el olvido la adopción de las medidas necesarias para gritarle al chico.

Cuando iba a iniciar la retirada para la taquilla, se percató de que todo el grupo de gente estaba demasiado concentrado a su alrededor, impidiendo un natural movimiento de huida, y que el que más se había acercado a ella era ese maldito que la había estado manoseando. Podía sentir su aliento justo sobre su hombro y su repugnante olor a sudor mientras las yemas de los dedos de su mano le recorrían los muslos cómo una araña, aproximándose lentamente y sin reparo alguno hacia sus nalgas.

Indecisa entre la inoportunidad de montar ahí un escándalo o dejar que aquel chico siguiera metiéndole mano, su gesto instintivo y disimulado fue de nuevo apartar de un manotazo la mano agresora pero, ante su sorpresa, él le paró el movimiento agarrándole el brazo con la mano libre. De nada sirvió que ella repitiera el gesto con su otro brazo, éste fue igualmente atenazado con habilidad por el chico. De repente mi Madre se encontró indefensa, igual que si estuviera esposada, con las muñecas sujetas a su espalda, por la fuerza de una de las manos de ese desconocido mientras que la otra seguía abriéndose paso por los muslos y alcanzaba sus bragas.

La inmovilización fue breve, el tiempo necesario para que el tipo le recorriera un par de veces el trasero en toda su extensión y para que ella, en su forcejeo por desasirse de la sujeción, apoyara las palmas de sus manos sobre la entrepierna del sujeto y frotara involuntariamente el bulto provocado por su erección. Luego él la soltó y se retiró hacia atrás. Mamá se quedó inmóvil por un momento, estaba muy roja de la vergüenza, pero aprovechando que el desconocido le dio espacio, lo volteó a ver y forzando una pequeña sonrisa incitadora se dirigió a la taquilla para pagar su boleto. Yo la veía desde muy cerca, ocultándome entre la gente para observar todos los movimientos.

Mi Madre pagó su boleto y se dirigió a la sala correspondiente, enseguida me lancé a comprar el mío, aunque no sabía cuál había sido la elección de mi Madre de inmediato el mismo tipo que hace unos segundos la había estado manoseando sin pudor, se acercó a mi lado y le preguntó a la chica de los boletos por la predilección de la Señora de cabellos rojos. La muchacha de unos 17 años le dijo que era una llamada el gran pez, y que ya tenía 15 minutos de haber iniciado, pero todos sabíamos que ese desgraciado no iba exclusivamente a ver la trama de la película, por lo que sin perder tiempo también pagué mi boleto para la misma sala.

Entré a la sala mencionada, tratando de adaptarse rápido a la oscuridad reinante, casi me carcajeaba de la impresión que había dejado mi Madre con todos los tipos que se topó en su trayecto, casi se les caía la baba, así como las murmuraciones que alcancé a escuchar de unas personas que salían de la sala, por supuesto que con su atuendo y su caminar seguía llamando la atención de todos, volteé para todos lados tratándola de localizar, aunque para serles sinceros tenía un poco de miedo de que ella pudiera encontrarme primero. Cuando logré acostumbrarme a las penumbras pude darme cuenta de la situación. La sala era pequeña. Me imagino que este tipo de películas no atraen a mucho público. Por eso creo que la eligió ella, imagino. Para tratar de localizarla me situé en la parte alta de las filas, casi pegado al final de la sala. Cada vez que entraba alguien, lo miraba con atención. Casi todos eran hombres y algunas parejas, en la sala no habría más de 15 personas. Yo estaba solo en la parte de arriba.

Me mantuve bien alerta sin llegar a levantarme, estaba tratando de distinguir entre todas las cabezas la abundante melena de mi Madre. La película era un verdadero royo, que me perdone el Director, de todas maneras ni la miraba. Miraba a los pocos espectadores, esperando a ver algún movimiento extraño, algo misterioso. Pero nada se movía. ¿Y si me habría equivocado de sala?, me empezaron a llegar las preguntas. Estaba a punto de salir e ir a buscarla entre todas las salas, hasta que sin querer descubrí una mujer muy alta y de curvas muy pronunciadas que se mantenía de pie recargada en una especie de barandal que le llegaba a media altura que separaba la sala en dos partes. No había que se tan observador para conocer desde lejos las exuberantes curvas de mi Mamy, y menos con esa faldita tan cortita.

Sin perder tiempo me levanté y me acerqué un poco para tratar de observarla mejor. Si efectivamente era mi Madre la que permanecía de pie junto aquel barandal, cuando en eso, sintió un aliento cerca de su rostro y un sujeto que me imagino que era el mismo que había estado manoseándola antes de entrar se le pegó a la espalda punteándola o como vulgarmente se dice acá en México arrimándole descaradamente el paquete o el camarón. A Mamá no le agrado que le llegarán así de repente por lo que intentó girarse pero el tipo hábilmente le aplico una llave marcial en su brazo, diciéndolo no sé qué cosas al oído.

Aprovechando la penumbra logré situarme en los asientos arriba de ellos. Mi Madre y su nuevo ‘‘Amigo’’ no podían verme, ya que quedaba a una altura de menos de un metro de sus cabezas, además por la oscuridad ni se imaginaban que alguien los estuviera observando. Para lograr escuchar lo que le decía el tipo, me puse de rodillas debajo de los asientos y me acerqué lo más que podía, afortunadamente la película entraba en un breve silencio, por lo que solo logré escuchar:

-‘‘Anda Mamacita, ..vamos a las butacas de arriba ’’. Trataba de convencerla.

Mamá no decía nada ni trataba de zafarse, tan solo miraba al frente observando la pantalla, sus ojos estaban fijos en la trama que se proyectaba en la pantalla. Esperaron un poco más en silencio, bueno al menos mi Madre ya que el sujeto que la presionaba por la espalda seguía diciéndole de cosas al oído, tratando de llevársela a la zona alta de la sala. El sujeto no la soltó del brazo si no que la encaminó hacia las escaleras para subir hacía dónde yo estaba. Fue ahí dónde empecé a temblar. Donde me encontraba era la zona desierta de la sala, el lugar perfecto del sujeto para llevar a mi Madre. Permanecí agachado, observándolos de entre las butacas, si se les ocurría entrar a mi fila estaba perdido, lo mismo que si se colocaban detrás, por lo que en el suelo dónde me hallaba, me arrastré de tal manera de situarme detrás de ellos. El tipo y mi Madre se colocaron a dos filas de sillas de mi ubicación, por lo que tuve que brincármelas para lograr llegar hasta sus espaldas.

Como si fuera una especie de roedor o una lagartija me fui arrastrando de tal manera de quedar justo detrás de sus asientos. El sujeto estaba tan entretenido en sus palabras que no se percató del pequeño niño que estaba tirado justo detrás de ellos, y Mamá, mi Madre ni siquiera se movía, permanecía muy atenta a las imágenes de la pantalla. Ya situado en tremenda posición ( mi corazón estaba ya desbocado ) podía ver el rostro de mi Madre entre el espacio de los asientos. El tipo, que se encontraba ya muy excitado no podía darse el lujo de perder más tiempo, así que sin más le dijo al oído que clarito logré escuchar:

-‘‘¡Ajaaa, te encanta ser pasiva! ¿Qué quieres Mamacita?, ..¿qué te la meta o me la mamas? ’’.

-‘‘¡Pervertido! ’’. Replicó Mamá, pero sin voltear a verlo, seguía viendo la pantalla como si el sujeto no existiera.

-‘‘Ándale no seas malita, Mamacita, ..eres muy bella realmente, aunque sea un oralito o te hago una mamada a tu cosita que nunca olvidaras ’’. Le decía el sujeto al oído muy excitado.

-‘‘Déjame por favor, te lo suplico ’’. Para que tomándole las manos retirárselas de las piernas, ya que el sujeto ya no paraba de manosearla.

-‘‘Debes saber que te vengo siguiendo desde la cafetería, ..y sabes qué, ..aun conservo tu olor con la cucharita que me diste ’’.

Mamá sopeso que realmente era uno de los tipos que se habían deleitado de sus piernas y de su entrepierna en su estúpido juego en la cafetería, era claro que no quería regresar con el viejo sin haber podido experimentar con esta nueva situación, además…le agradaba el dulce olor de menta que emanaba del aliento de su ahora acompañante, era claro que este si mantenía más higiene, no como el asqueroso negro que la manoseo minutos antes en los probadores. Así que nuevamente dejando que otra vez aquella hembra extraña que fluía desde lo más profundo de su ser, dejó que le empezara a acariciar sus torneadas piernas, ahora sin las medias…Las caricias expertas del sujeto empezaban a hacer dudar a Mamá, quien con las mejillas muy sonrojadas y expulsando aliento por sus labios sentía como el desconocido empezaba a subir la mano para perderse debajo de su cortísima falda.

-‘‘Levántate un poco, ..cuando te vuelvas a sentar recógete la falda, hazlo sobre tus bragas ’’. Le ordenó el tipo, pues pretendía meterle mano sin barrera.

Sin embargo, mi Madre parecía ausente, era cómo si no lo escuchara, como si estuviera en otro espacio. Aunque inmediatamente se reincorporó, ligeramente se puso de pie y levantando para ello con discreción la falda se fue sentando dejando sus pomposos glúteos sobre la superficie de las butacas. El tipo no tardó mucho en poner su mano en su rodilla. Mamá se estremeció era cómo si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo. Ella miraba fijamente la pantalla mientras esa mano subía nuevamente por su muslo, por debajo de la falda.

-‘‘Estás bien rica, Mamacita, ..tú quédate asiii, calladita. Verás que rico se siente, mi amor ’’.

Mi Madre se había puesto muy, muy nerviosa, pero al mismo tiempo estaba cómo bloqueada y no era muy consciente de lo que le estaba permitiendo a este desconocido, a pesar de ello y de sus prejuicios anteriores, con el codo y sin que el sujeto se lo pidiera, había subido más la falda, pues debido al vuelo que tenia pensaba que no descubría lo suficiente, así es que ahora ella sabía que tenía al menos, parte del culo a la vista, solo tapado por la mini-braguitas y claro no tardó en suceder lo que me imaginaba, empezó a notar ligeros roces en su entrepierna.

Los roces se hicieron cada vez más atrevidos, sin que ella hiciera nada para impedirlo llegó hasta el fondo, Mamá dio un pequeño saltito incorporándose del asiento, el tipo le estaba introduciendo toda su manota entre sus carnosos muslos. Ella cerró los ojos, era claro que lo estaba gozando, se estaba dejando manosear por un completo desconocido y mi Mamy lo gozaba. Si me lo hubieran platicado un año antes jamás lo creería, la gran Señora Tapia dejándose manosear por un completo extraño en un cine, esto estaba de locos. A pesar de ello, y cómo mi Madre, yo tampoco hice nada para impedir los avances de ese desgraciado, que cada vez eran más atrevidos, era cómo si yo disfrutara al igual que ella de estarla viendo siendo tocada por ese completo extraño. Mi pene empezó a reaccionar sin darme cuenta, estaba excitándome, podía escuchar el ritmo acelerado de su respiración y sollozos gemidos de deleite de ese desgraciado; me froté de entrepierna y continué observando a escasos centímetros de sus cuerpos.

-‘‘Abre las piernas, Mamacita, ..lo tienes bien calientito ’’.

Mi Madre estaba que ardía, mantenía los ojos cerrados y respiraba muy aceleradamente, lentamente y con toda la intención del mundo abrió ligeramente las piernas permitiéndole al tipo hurgar en su entrepierna sin problemas. El desgraciado estaba en la gloria, tenía el rostro convertido en gozo; enseguida sacó su mano de esos carnosos muslos y mostró sus dedos, estos estaban bañados en jugos, bañados en el néctar que producía mi Madre. Con una imagen grotesca que se me grabó en la mente cómo fotografía, observé cómo el desgraciado se lamia los dedos y los volvía a introducir en los blancos muslos de mi Madre. De inmediato, los roces se convirtieron en caricias, su mano repasaba una y otra vez su chochito desde la pelvis al culo, sus piernas se entreabrían o se desplazaban ligeramente, según la presión que recibían de la mano para facilitar la caricia.

-‘‘¡Oohh! traes las bragas enterradas en el chocho. Deja te las sacó un poco ’’.

Sus dedos empezaron a sacar la tela de la pantaleta que se había enterrado en su raja, lo hizo despacio, disfrutando de ir sacando la húmeda prenda de entre los hinchados labios; la hizo aún lado y empezó a penetrarla bajo sus bragas, y pronto sus caricias ya estaban alcanzando su sexo. Debía de ser incomodo para él, pues no tarde en observar que empezaba a intentar bajarle las bragas. Mamá le ayudó subiendo el trasero ligeramente para facilitarle la labor y al momento que notó cómo sus mini-pantaletas se deslizaban poco a poco por su trasero hasta dejarlo totalmente al descubierto, se alertó, inmediatamente su reacción fue impedirlo, haciendo presión con las piernas, por lo que el tipo desistió de hacerlo, ahora su mano le acariciaba bajando por el canalillo del culo hasta llegar al sexo dónde se entretenía un poco, para volver a subir por él y luego de apretar y acariciarle las nalgas volver a repetir nuevamente la acción, pero ahora arriba, centrándose en sus pechos.

Mamá sólo cerró sus ojos y se dejaba hacer sintiendo ese delicioso escalofrió por toda su piel, su respiración se comenzó agitar, el tipo no dejaba de morderle suavemente el lóbulo de la oreja para que a continuación introducir la lengua en la oreja de mi Mamy lo que le producía cosquilleos agradables. El sujeto con su mano izquierda empezó a darle un masaje despacito sobre la nuca, acariciándosela muy suavemente que hacía que mi Madre se mordiera los labios y se retorcía despacio gozando de todo aquello; con la otra mano, lenta y suavemente salió de por debajo de su falda para que ahora depositarse sobre su escote, sus pechos al exhalar hacían que casi se desbordaran del corset, lo que provocó que el sujeto se deleitara de la piel tersa y de su canalito que se hacía entre ellas. En unos segundos ya estaba el tipo acariciándoles los senos, para a continuación introducir la mano por el escote y sentir el pezón que estaba hinchado ya que Mamá arqueaba la espalda por tanta estimulación; el tipo ya con más confianza amasaba fuertemente uno de los deliciosos pechos de mi Madre, que ella solo cerraba sus ojos y se mordía los labios mientras el tipo le decía al oído:

-‘‘Que grandes tetas tienes Mamacita, ..y que duras están ’’.

El tipo comenzó a deslizar la prenda hacia abajo sacándole por completo las tetas, dejándole el escote sujeto a la cintura. ¡No lo podía creer!, mi Madre estaba con las tetas al aire en plena sala de cine, que por el reflejo de la pantalla era claro que cualquier tipo que volteara hacía atrás y la viera seguro que se llevaría tremendo espectáculo. El desconocido casi se vuelve loco al observar tremendos melones, que por la excitación y para a completar el cuadro mi Madre tenía los pezones bien empitonados, cosa que el desgraciado aprovechó para sentirlos, para a continuación llevarse una de esas formidables tetas a la boca y comenzar a mamarla como si se le fuera la vida; el tipo las lamía como si fuera un enorme helado, y las mordisqueaba alternadamente como si no supiera con cual empezar, mi Madre solo observaba la pantalla sintiendo como ese desconocido se alimentaba de sus pechos con glotonería.

-‘‘¡Oh!, .. ¡Puta Madre, no son operadas!, ..estás re buena Mamacita ¡Mhm! ..’’

El desconocido estaba como loco, se las mamaba con avidez, nunca en su poca vida había si quiera observado unos pechos tan duros y tan deliciosos como los de mi Mamy, estaba tan alucinado que de uno se pasaba al otro como perro lechero; Mamá seguía dejándose llevar y cada vez escuchaba susurros de ella que gemía, estaba empezando a sudar a pesar de que el aire acondicionado del cine estaba a buen nivel. El tipo se entretuvo uno segundos sobre sus tetas para después volver a bajar una de sus manos a la rodilla de mi Madre, para a continuación empezar acariciarle suavemente los carnosos muslos y poco a poco volver a subir la mano por las piernas para acariciarlas por la cara interna. Mi Madre por un momento al sentir que esas manos sudorosas y ansiosas estaban subiendo mucho por sus piernas le dijo con voz entrecortada:

-‘‘No, no, ..¡Ah!, déjame por favor no sigas ’’. Y cerrando sus piernas atrapó la mano del sujeto entre en medio de sus piernas.

El tipo sabía perfectamente que su presa estaba vencida, no dijo nada, solo siguió comiéndole golosamente los sensibles pezones de mi ya excitada Madre haciendo que ella arqueara la espalda aflojando la presión de sus muslos sobre su mano, dejándole el camino libre para seguir ascendiendo. El desgraciado se sorprendió al sentir en su mano el calor que despedían las piernas de mi Madre, tenía una erección como nunca en su vida, y como no, si tenía a una de las hembras más hermosas y apetecibles de la ciudad; apostaba que después de esto se masturbaría por varios meses pensando en todo esto de lo sucedido. La respiración de Mamá se había ido convirtiendo en un jadeo que era delicioso a los oídos del desconocido.

-‘‘¡Aah! ¡Ohh! Noo, no ’’. Jadeaba Mamá.

-‘‘¡Aah! Tú quédate quietecita Mamacita, ¡Aah! ..yo me encargaré de todo ’’. Decía el tipo también excitado.

Sin entender porqué, mi Mamy abrió de forma instintiva sus muslos y empezó a gemir de manera más clara presa ya esas sensaciones que la enloquecían, la mano del desconocido hurgaba ya entre medio de sus piernas sintiendo toda la humedad y el calor que emanaba de su encharcada hendidura. No lo podía ver, pero podía intuir por la exhalación de mi Mamy al abrir su boca cuando el desgraciado le había movido la braga hacía un lado e introdujo un dedo para comenzar acariciarle el sexo desprotegido haciendo pequeños círculos. El muy cabrón le tenía toda la manota dentro, que por los gestos que hacía mi Mamy de incomodidad y el movimiento de esa mano me podía imaginar como el hijo de puta con sus dedos le había abierto los labios vaginales, para enseguida comenzar acariciarle la deliciosa pepita que ya se encontraba erecta y muy sensible para disfrutar de esas caricias.

El empapado y palpitante chocho de mi Madre ya era un mar de jugos. El sujeto ya no anduvo con rodeos, claramente observaba su movimiento hacía dentro y hacia atrás por debajo de su falda haciéndole una maravillosa paja, pasando sus dedos por la raja de su vagina provocándole múltiples jadeos. Llegó incluso a meterlos en su vagina. Iba del clítoris a la vagina una y otra vez. Mamá tenía sus manos apoyadas en los apoyabrazos, los apretaba fuertemente intentando ahogar sus propios jadeos. Cuando se corrió se aferró con fuerza mientras estallaba de placer. Intentó no gemir, pero de su garganta se escapó un suspiro. El tipo acercó su boca a su oreja y le susurró:

-‘‘Sácate las bragas ’’.

Su voz ya era grave y autoritaria. Mi Madre dudó en hacerlo, pero aquellas vividas manos, al notarlas cómo le raspaban la suave piel de la entrepierna y el culo, estando ella tan acostumbrada a la suave piel de sus manos le estaban proporcionando un infinito placer aunado al momento y la situación no se contuvo. Le obedeció. Levantó el trasero de la butaca y se las bajó lentamente. Luego las llevó hasta sus tobillos; en la penumbra de la sala vi cómo la intima prenda de mi Madre se deslizaba por sus tobillos y caía a la alfombra de la sala enrollada y bastante húmeda. El tipo le acerca una mano, pidiéndoselas. Mi Madre no tuvo reparo y se las dio, enseguida él se las guardó en su bolsillo, como si de un trofeo se tratara.

Cuando notó que él quería introducir sus dedos nuevamente, Mamá le ayudó cuanto pudo a introducirlo, abriendo las piernas y separando los labios desde delante con su propia mano. Por fin se atrevió a mirarle. Era el mismo tipo que le había estado mirando en la cafetería. Sus miradas se encontraron en la semi-oscuridad. Tras un buen rato de estarle hurgando y acariciando el sexo y sus alrededores, intentó introducirle un dedo en el agujero del culo, pero no pudo, el culo de mi Madre se resistió a dejarse penetrar, aunque Mamá no hizo nada ni para ayudarle ni para impedirlo, al no conseguirlo la mano fue subiendo por la espalda hasta llegar a sus pechos, torpemente le amasó un seno, enseguida le apretó provocándole un poco de daño, así pudo comprobar la dureza de sus pechos y las de sus pezones; al hijo de Puta lo tenían fascinado.

Y así se encontraba mi Madre, sin calzones, con las tetas al desnudo y un desconocido hurgando en sus agujeros. ¿Hasta dónde llegarían las marranadas de mi Madre?, ¿hasta qué punto sería capaz de alcanzar con sus nuevas sensaciones?. La mano derecha del sujeto fue hasta la rodilla. La tomó y levantó la pierna, poniéndola sobre el apoyabrazos. Mamá se movió hacia adelante dejando todo su trasero casi al borde del asiendo, estaba casi recostaba. La otra pierna la separó, dejándose completamente expuesta ante este desconocido. La falda ya no servía para más, se le había subido hasta la cintura y actuaba cómo cinturón. El tipo terminó de levantarla, la intimidad de mi Madre quedó expuesta y al alcance del sujeto. El tipo no lograba verlo ya que no le daba la luz de la pantalla, pero si lo olía. El aroma de la sala se mezcló con el aroma de la intimidad de mi Madre. Su reciente corrida y los jugos que aún fluían hacían que su sexo oliera tan fuerte. A hembra en celo.

-‘‘¡Ummhh! que bien hueles ’’. Suspiró.

Enseguida metió uno o dos dedos en su vagina. Y luego, a la luz que se reflejaba desde delante, vi cómo se los llevaba a la boca, cómo los lamía y los chupaba.

-‘‘Y sabes mejor ¡Ja ja!..’’

Sus dedos volvieron a la entrepierna que lo entretenía. Mirándola volvió a masturbarla. Fue una paja lenta y muy placentera, iba de su clítoris a la vagina, una y otra vez, mirándola a los ojos y volvía a bajar. Le metió dos dedos dentro y mi Madre volvió a estremecerse, frotó su clítoris con su pulgar mientras subía a chuparle de nuevos las tetas. Mamá no pudo resistir y se corrió cerrando fuertemente los ojos y apretando sus manos a los antebrazos de la butaca. Su cuerpo se tensó sobre el asiento. Pero el tipo no se detuvo, siguió tocándola, acariciándola. Y mi Madre quería más, más orgasmos. Su chochita no dejaba de soltar olorosos jugos, que él esparcía con sus dedos por todo el vientre.

De repente, algo nuevo. El tipo bajó sus dedos hasta su culito nuevamente. Mi Madre seguía despatarrada sobre el asiento como una vulgar prostituta. Con tantos jugos estaba lubricado y no le costó ahora introducir un dedo en su ano. Eso incrementó más su calentura. La penetró suavemente con ese dedo. Le dio un suave placer, aumentado cuando llevó la otra mano a su chocho. Mamá no podía ahogar ya sus gemidos, me preguntaba si alguien más los estaría observando, ya que era claro que con los gemidos alguien más estuviera haciendo lo mismo.

El placer fue aumentando, poco a poco. Mi Madre ya se mecía en esa butaca, sintiendo esos dedos recorrer su vulva y también su penetrando ano. Cuando un segundo dedo acompaño al primero en su culito, no pudo soportar tanto placer y volvió a correrse, ahora más intenso que los anteriores.

-‘‘¡Ahhhh! que ¡Ah! ...diosss, que rico..’’  Le susurró mientras su cuerpo entero era atravesado por el placer.

Los espasmos de su orgasmo hacía que su esfínter apretara más esos dedos, notándolos más y sintiendo como el desconocido se los enterraba hasta la empuñadura. Fue un fuerte orgasmo, que la dejó sin fuerzas. La pierna que se sostenía sobre el reposa brazos se cayó al suelo. Si no la sostiene, mi Madre hubiera caído aquí conmigo al suelo. Con los ojos cansados, lo miró. Era claro que ahora le tocaba a él gozar cómo lo había hecho ella. Seguro que ahora tenía la verga a reventar. No era justo. Le había hecho correr tres veces esta tarde y no le había pedido nada. Mamá alargó su mano y la llevó a su bulto. El tipo la tenía cómo roca. Muy dura. La recorrió sobre el pantalón con delicadeza. El sujeto debió de notar las intenciones de Mamá, y lo que vi enseguida no me gustó para nada.

El tipo se movió un poco a la derecha, quedando con la separación de los asientos en medio de su cuerpo. Dirigió las manos a su entrepierna y desde dónde yo estaba pude ver el movimiento que me dejaba claro que se estaba bajando el cierre de su pantalón y sacándosela ahí, en pleno sala de cine. Pero para incrementar su gozo no lo quiso hacer él, si no que quería que mi Madre lo hiciera.

-‘‘¡Sácamela! ’’. Se escuchó como una orden más que un juego.

El sonido que hizo la bragueta al bajársela mi Madre me erizó el vello. Mi altiva y arrogante Madre metió la mano en el pantalón de ese extraño, la recorrió unos segundos sobre su calzoncillo, apretándola. No era tan gorda, pero sí bastante larga. Más larga que la del cochino guardia aquel, pero un poco más angosta. Mamá se la sacó y empezó a acariciarla con la mano, arriba y abajo. Sintiendo rico el tacto, caliente, suave. Pero no la veía, estaba muy oscuro. Con la verga de fuera el tipo se apoyó en los respaldos, dejando su carne entre sus manos.

-‘‘Mira, ¿qué te parece?, ..¿te gusta?, ..sii, apuesto que era lo que venias buscando cuando llegaste a la cafetería. Vamos, no seas tímida, que con lo caliente que estás, seguro que se te está haciendo agua la boca ’’.

Pero mi Madre no tenía intenciones de mamársela, sería demasiado bajo para ella ( cómo si no hubiera sido bastante humillante con lo del guardia ). Se propuso hacerle una buena paja, para devolverle el placer que él le había dado. Empezó lentamente, apretándolo. Los ojos del tipo reflejaban la película de la pantalla, la miraba. Tenía aquella sonrisa de la cafetería. Mamá aceleró la mano, cuando él empezó a gemir ella se sintió muy bien. Estaba seguro que se estaba mojando otra vez. Aquella tranca en su mano la estaba volviendo loca.

-‘‘¡Oohh! que bien lo haces, ..pero si sigues así me vas a hacer correr ’’.

-‘‘Tu me has hecho correr a mi hoy muchas veces ’’. Por fin escuchaba la voz de mi Madre, al parecer le quería agradecer por tanto placer.

-‘‘Tu mano es muy rica, ..pero no la sacaste para que le diera aire ’’.

Era claro lo que le pedía el desgraciado. Mamá levantó la cabeza y observo a todo a su alrededor, cruzó brazos y se recargó en su butaca, aparentando indecisión, pero el sonrojo de sus mejillas descubría que la verga del tipo le hacía agua la boca. El desgraciado seguía meneando su verga cómo dándosela a desear, cómo diciéndole aquí está esperándote. Mientras que mi Madre se hacía la indecisa pero sin parar de vérsela. Y así estuvieron unos segundos, él intentando convencerla de que se la chupara y ella decidiendo en si debía hacerlo o no. Se empezaba a notar algo de tensión, hasta que el tipo tomo acción.

-‘‘Vamos Putita, no lo puedes ocultar… tras esa cara de niña buena que no rompe un plato, está dormida una Puta, ..se te nota que sigues cachonda, ..una Puta que pide por más verga, por eso has venido aquí. Para buscar la verga que te falta en casa ’’. La voz del tipo ya era otra, tenía cierto toque dominante.

Mamá volteó a verlo a los ojos, todo este tiempo había estado con la mirada fija sobre su rabo. Lo miró fijamente con expresión dudosa. Después volvió a mirar a dónde estaba su verga y lentamente descruzó los brazos y se reincorporó de su asiento. Echándole una miradita de traviesa le dijo:

-‘‘No sé quién seas pero, ..hoy es tu día de suerte ’’. Sin moverse del sitio, se inclinó hacia adelante y el suspiro profundo del tipo me indicó que Mamá se acababa de meter la segunda verga de este día en la boca.

Los suspiros se sucedían y eran cada vez más altos. Yo no podía ver a Mamá comiéndose aquella verga por los asientos, pero no era necesario, el movimiento de su cuello y mi visión de su abundante melena de arriba abajo no había sitio para dudas, además los gemidos y las sollozas palabras del tipo lo decían todo:

-‘‘¡Oohh! ¡Pero qué bien la chupas cabrona! ’’. Decía el tipo resoplando.

De vez en cuando él miraba hacia todos lados cómo para asegurarse de que nadie los estuviera viendo. Sin imaginar al pequeño pelirrojo que estaba detrás de ellos.

-‘‘¡Oohh!, eso es, vamos, ..y te hacías la difícil. Si a leguas se nota que te encanta ’’.

Yo seguía viendo la nuca de Mamá, y la parte superior de su cuerpo inclinada, ocultándose tras los asientos, en lo que debía ser una mamada espectacular por lo que gemía el tipo y las grotescas succiones de mi Madre ‘‘¡glogh!, ¡glucks!, ¡glagc!’’. Así prosiguió la acción durante lo que me pareció una eternidad, hasta que la espalda del tipo pareció tensarse y las manos de éste agarraron las cabeceras de las butacas con fuerza.

-‘‘¡Oohh! ¡Así, así, ..me voy a correr ya ¿Tienes un pañuelo? ’’. Logró decir con mucho esfuerzo.

-‘‘¡Aggh! Ah!, Ah! no.. no tengo ’’.

-‘‘¡Maldición!, yo tampoco ..aunque..... tu boca es preciosa ’’.

Mi Madre se quedó en shock. El desgraciado pretendía correrse en su boca. Eso era algo que le repugnaba. Mamadas sí, pero cómo preliminares antes de coger. Aunque duda un poco, él le había dado mucho placer con sus dedos, pero eso al parecer era demasiado. Aunque llegó a dudar, al fin y al cabo no lo conocía de nada.

-‘‘En la boca no ’’.

-‘‘Aah!, Ah! Pues no puedo más, ..tu boquita me tiene a punto ’’.

-‘‘E-esta bien, ..pero cuando estés a punto la sacas ’’.

-‘‘O-ok ’’.

Mi Madre volvió a engullir ese falo, nuevamente los grotescos sonidos llegaron a mis oídos. El tipo soltó las cabeceras de las butacas y sus manos se dirigieron a dónde estaba la cabeza de mi Madre chupándosela. Echó la cabeza hacia atrás y su cuerpo se puso rígido.

-‘‘¡Oh! ¡oh! ¡ahhhh! ’’.  Y empezó a correrse.

El tipo empezó a resoplar de forma entrecortada mientras se corría en la boca de Mamá. Ella trató de liberarse de las manos que la sujetaban de la nuca pero ya era demasiado tarde.

-‘‘Oooohhh ¡Eso es! ¡traga, traga! ..sigue tragando ¡OOOHH!! ¡Hasta la última gotaaaoooohhhh!!!! ’’.

Mi Madre no tuvo otra opción, si no que tragarse los 5 o 6 espasmos que fueron a dar a su garganta. Tras unos segundos en los que sólo se oían los resoplidos del tipo y los sonidos ahogados de mi Madre mientras tragaba la leche de ese desgraciado, los hombros de éste comenzaron a relajarse y sus manos soltaron la cabellera de mi Madre. Al instante la escuché decir:

-‘‘¡Coff, coff! ¡Arghh¡ ¡Cabron! ¡casi me ahogo! ’’.

-‘‘¡Tshhhhh!! ¡tshhhhh!! ’’. Se escuchó en la sala.

Era claro, los demás en la sala demandaban silencio, sin imaginarse que el verdadero espectáculo había estado acá atrás.

-‘‘¡Ja ja ja!.. Pero si has conseguido tragártelo todo, ..no pensaba que fueras a ser capaz ’’. Le dijo el desconocido en forma de felicitación.

Se reincorporó, y mientras sé subía la cremallera del pantalón le decía:

-‘‘Ya sabía yo, ..que cuando ves a una de esas ( refiriéndose a la clase adinerada ) que agarran la taza de café dejando el meñique recto, a la hora de que se coman tu verga, y el meñique esté cerrado en tu rabo ..sabrás que son más Putas que las gallinas ’’. Y sé levantó entre risas.

El desgraciado era un maldito, la había dejado cómo a una Puta cuando le pagas y las hechas del vehículo, ( con la única excepción que el único pago que le dio, fue su abundante leche ). Se fue sonriendo y con sus pantaletas en su bolsillo, ( bonito recuerdo de un día en el Centro comercial ). Mi Madre se arregló un poco y rebuscó en su bolso. Lo único que llevaba era su celular, su cartera y las bragas manchadas en lefa de aquel asqueroso guardia. Pensó en colocárselas de nuevo, pero con solo pensar que estaban manchadas en el jugo de aquel cerdo negro cerró su bolso y se levantó, se bajó lo más que daba su falda y salió del cine como si nada.

De inmediato y detrás ella yo también salí de ese lugar. Sabía cuál era su siguiente parada, los servicios; seguramente estaba volviéndose a lavar la boca y retocando su cabello. Si las cuentas no me fallaban, mi Madre ya había cumplido con todo lo que le había mandado aquel viejo desgraciado, seguramente ahora regresaría a casa o quizás peor, a la caseta de ese viejo.

Pasaban los minutos y mi Madre no salía. Yo estaba preocupado y temí que no estuviera ahí y que aquel tipo la hubiera abordado de nuevo, o la hubiera convencido para joderla en algún sitio. Pero afortunadamente me equivoqué. Al minuto vi cómo mi Madre volvía del baño, con el pelo perfectamente recogido en una cola. Le noté enseguida que se había lavado las piernas, seguramente porque se había dado cuenta de lo pegajosas que las traía. Al salir, sin siquiera mirarme ( ya que casi me la topo de frente ), tomó su celular y le empezó a marcar al viejo, enseguida me preparé con mi dispositivo para escuchar las siguientes ordenes.

-‘‘Mi-mi Amo, ..he hecho todo lo que me ha pedido. Ahora regresaré a casa ’’.

-‘‘Bien, mi Perrita, ..pero no quiero que regresé a tu casa. Quiero que venga pa acá, ..aquí a mi caseta. Te ha poltado muy bien y quiero que me cuente. Pero ante, ..para que llege má calientita, ..tiene que pasal al melcado y comprá una botella de aceite colporal y un pepino o calabacín del tamaño que tú quierá. Ya imaginará para que es, ¿no? ’’.

-‘‘Oh, Amo ..¿que va hacer conmigo ahora? ’’.

-‘‘Na'a que no te guste, Perrita ¡Je je je!..’’

-‘‘Bueno voy para dentro, hasta luego ’’.

Entrar al Supermercado sería muy complicado para mí, por lo que decidí esperarla en una de las bancas de afuera. Pasaron unos diez minutos que se me hicieron eternos y los volví a escuchar.

-‘‘Ya Don Mario… tranquilo voy para allá… ’’ Dijo muy alegre mi Madre.

-‘‘Cual Don Mario ni que la verga… soy yo… tu verdadero macho ¡Je je je!.. ’’ Mamá se asusto al oír la aguardentosa voz del viejo.

-‘‘¡A-Amo!, ..pe-perdón, di-dígame que desea…’’

-‘‘Je je!.. ¿que deseo?… pues a ti Putita… ¿ya lo hiciste? ’’.

-‘‘Había mucha gente en el Supermercado, Amo ..pero ya tengo el aceite. Dudé entre un pepino de unos 15 cm con sus rugosidades o un calabacín más largo pero más estrecho ’’.

-‘‘Pol cuál te decidiste ’’.

-‘‘Lo hice por el pepino, mi Amo ..al principio de dio un poco de vergüenza delante de la cajera. Una jovencita de unos 16 años, que me miró a los ojos sonriendo ’’.

-‘‘¡Je, je, je!.. Seguramente ya sabía para que la quería. ¿Te excitó?, ..¿se te mojaron las braga? ’’.

-‘‘No lo sé, Amo, ..me dio mucha vergüenza ’’.

-‘‘Ya vente pa acá, ..acá tengo lo que necesita ¡Je je je!.. Y ven rápido que quiero descargar las bolas que están llenas de leche ¡Je je je!..’’

Mi Madre iba caminando y hablando con el viejo, me tenía muy intrigado lo que haría con todas esas cosas. La seguí muy de cerca hasta el estacionamiento. La verdad que ver a mi Madre por detrás era un verdadero agasajo, parecerá que exagero, pero esa mujer es para mí el sentido de la vida. Se dirigía a la camioneta con esos andares orgullosos y sexy de mujer que se siente deseada. Con esa micro-falda negra, que por la parte de atrás dejaba entrever dónde empezaban sus glúteos, aunque por momentos se sentía insegura, ya que sentía que el aire levantaba la ligera tela de su mini y sentía la cálida brisa que corría. Con el pelo aún húmedo, que aumentaban el volumen de sus tenues rizos, hacía que la sensación de exuberancia fuera mayor. Calzada con esas sandalias de unos cinco centímetros de plataforma de esparto y anudadas con una cinta a los tobillos, me parecía ver a una verdadera top model.

-‘‘¡Waoh! ¡Pero qué hermosura de mujer por Dios! ’’. Decían los hombres que tenían la dicha de cruzar en su camino.

Una vez que llegó hasta la camioneta, presionó la alarma y se introdujo en ella. Dentro de su vehículo, sacó su celular y volvió a marcarle al viejo:

-‘‘Amo, voy para allá ’’.

-‘‘Espera, mi Perrita, ..ante vuelve a levantá tu faldita. Pon el pepino en el asiento y conduce hasta acá ’’.

-‘‘¿QUE! ...’’

-‘‘Vamo, vamo ..conduce, quiero que te vaya moviendo encima de él. Quiero que note sus rugocidade sobre tu Puchita moja'a. Si quiere puede introducirlo en un preservativo o montaldo a pelo, ..que supongo que sí, ande mi Perrita, póntelo ’’.

¡Yo no podía ver nada, maldición!, ¿porque no coloqué una cámara en la camioneta de mi Madre?. No la podía ver pero podía ver su torso y la silueta de lo que estaba haciendo. La calenturienta y bien portada Madre estaba bañando la hortaliza en el aceite corporal que había comprado, luego con bastante disimulo lo colocó en el asiento y se sentó en él, directamente en su chochito al no llevar sus bragas. ¿Pero qué marranas estabas haciendo mi Madre?, ¿en que la había convertido ese Cubano desgraciado?

-‘‘¡Ufff!, Amo, ..no sabe lo mojada que estoy. Es usted un Cabrón, pero me está encantando ’’.

-‘‘Ya te lo dije, mi Perrita, ..sabía que te gustaría. Bueno, llámame cuando llegue que ya me duelen las bolas ¡Je je je!..’’ Y terminaba con esa vulgaridad la llamada.

Luego cómo si nada hubiera pasado se colocó sus lentes oscuros y encendió la camioneta. Seguramente le llamaría durante el trayecto, diciéndole que estaba muy cachonda y más cosas, por lo pronto me apresuré a tomar un taxi y regresar a nuestro fraccionamiento, esto no se había acabado, mi Madre iría a la caseta de ese desgraciado y yo no me podía perder de lo que sucedería ahí dentro.

.....

Veintidós minutos después, mi Madre se estacionaba cerca de la caseta, ese pequeño cuartito dónde ese desgraciado se la pasaba todo el día observando quién entra y quién sale del fraccionamiento. Llegué yo casi detrás de ella, la vi bajarse de su camioneta y dirigirse a la puerta de ese cuartucho con una bolsa, seguramente donde llevaba el aceite y la hortaliza. La vi caminar apresuradamente, teniendo cuidado de no ser vista por algún vecino curioso, ya que no sería muy bien visto que la flamante Señora Tapia anduviera por la calle vestida de esa manera, era un monumento a la zorres. Con esa mini-minifalda tan ajustada que resaltaba aún más su tremendo trasero, y más aún con ese ajustado corset con gran escote que dejaba ver sus pechos de tamaño nada despreciable, zapatillas de punta, sin bragas bajo la mini, maquillada de manera llamativa para resaltar cualquiera de sus muchos atributos… una mujer digna de pertenecer a las fantasías eróticas de cualquier miembro masculino de la raza humana… incluso de algunos féminas.

Mamá continuó hasta la puerta, lo más rápido que pudo, ( tenía miedo de que algún vecino llegara a verla ). Notaba cómo sus flujos vaginales recorrían ya sus piernas, había mojado todo el asiento del coche y su diminuto vestido. Me apresure a darle la vuelta a la caseta, cómo anteriormente, ya sabía por dónde observar, el cuartucho ese tenía una pequeña ventana a unos 3 metros del suelo, para mi suerte siempre y aún había un par de bote de basura, por lo que cuidando de no caerme y de no hacer ruido me situé en uno de ellos y de puntitas me puse a observar lo que sucedería ahí dentro.

-‘‘Veo que ya ha llegado ..Perrita ’’. Espetó el viejo, sentándose enfrente a mi Madre en el sucio escritorio que tenía ahí dentro.

-‘‘Síii. ¿qué es lo que quiere, ahora? ..mi Amo ’’. Decía mi Madre casi en susurros.

-‘‘No, no, no Perrita, ..no es lo que yo quiera, ..sino lo que tú quiere ’’. Mientras se sobaba la verga llamando la excitación de mi Madre.

-‘‘¿Lo-lo que yo quiero? ’’.

-‘‘Sí, ..¿a ti te gusta que te cojan, no? ’’.

La inesperada y directa pregunta hacía que mi Madre se confundiera.

-‘‘¿Qué? ...’’

-‘‘Si, ..si me dice que no disfrutaste ahora te dejo malchá, ..pero no me lo creeré ’’. Explicó el viejo.

-‘‘Cla-claro que me gustó, pero no sé, ..me parece una pregunta… rara ahora ’’. Susurró en voz baja la Señora Tapia.

-‘‘¿Te gusta que te cojan o no? ’’. Dijo el viejo, en un tono de voz más alto que el que a mi Madre le hubiera gustado.

-‘‘No-no sé a qué viene esa pregunta ahora ’’. Respondió contrariada.

-‘‘¡Responde! ’’.

-‘‘Cla-claro que sí, ..pe-pero no entiendo a qué viene su pregunta ahora. Creí que usted me quería aquí para... usted sabe ’’. Se apresuró a contestar, en un susurro.

-‘‘Repítelo ’’.

-‘‘Sii… estoy aquí para que me coja ’’. Dijo con cierto recelo.

-‘‘Así me gusta… cómo me pones, Perra…’’ Refunfuñó entre dientes.

Con fuerza levantó la apretada falda despegándola de sus carnosas piernas y haciéndola emitir un gemido de sorpresa al sentir sus hermosas pompas al aire y llevarse como recuerdo el leve sudor que la fogosidad había creado. El viejo pudo recrearse del trasero en todo su esplendor. Las dos nalgas grandes y carnosas era todo lo que observaba hasta donde alcanzaba su vista, separadas por un canal rosado y profundo que se encargaba en un pobre intento por tapar su ano. ‘‘¡SPLASSHH!!!’’ Una palmada tras otra iban cayendo en su blanco trasero, haciendo temblar las carnes de mi Madre haciéndola gemir poco a poco hasta que su nalga derecha obtuvo un color completamente rojo e hipersensible al tacto.

El falo del viejo estaba caliente y duro, esperando para poder salir de su viejo pantalón marrón y penetrarla allí mismo. Su mano se escapó hasta el sexo de mi Madre a fin de comprobar su temperatura.

-‘‘Caliente, como el de una buena Perrita, ..¡ademá no llevas bragas cochina Puta! ’’.

-‘‘¡Aah! Es una larga historia mi Amo ’’.

-‘‘¡Je je je!.. Apuesto que sí. Me pregunto que dirán tus vecinos si se enteran de que la Sra. Tapia anda en la calle sin pantaletas ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Aah! ... Ando así porque soy una Puta, ..su Puta mi Amo ’’.

-‘‘¿Y no cree que podríamo sacal algo de ello? ¡Je je je!..’’ Musitó con una sonrisa el Cubano mientras se encendía un cigarrillo.

-‘‘¿Me-me está proponiendo que me Prostituya? ’’. Siseó mi Madre.

-‘‘No, Perrita, no, ..lo que pasa es que tengo un Amigo que...’’

-‘‘¡¿QUÉ?! ¿Está usted hablando en serio? ..’’ Respondió mi Madre incrédula ante el total descaro del viejo.

-‘‘Es mi helmano de la Cuba, ..es un buen Amigo. Le hablado mucho de ti y quiere conocelte, ..ademá me pagará buena plata y.....’’

-‘‘¿Y usted cree que yo necesito dinero? ..’’

-‘‘Talvé tu no mi Perrita, ..pero yo si. Tu cree que me pagan mucha plata pol cuidal sus casitas, ..no, no Mamita, yo necesito plata pa'a vivil ’’.

-‘‘¡Ha!, ..ahora quiere ser mi Padrote ’’.

-‘‘Tu Papi no, ..¡pero tu Amo si!. Así que dime, ..¿trajo la braguitas que te encargué? ’’.

Mamá rebuscó entre su bolso y sacó una tanga totalmente arrugada y mojada. Lo extendió y pude comprobar que era las que había intentado robar y que aún se le notaban claramente los restos de semen de aquel asqueroso guardia.

-‘‘Veo que al finá, cobraste algo pol tu servicio ¡Je, je, je!..’’

-‘‘Si, al final tengo un recuerdo de esta aventura, ..espero que esté contento. Ahora necesito que me joda hasta reventar. Necesito una cosota cómo la suya dentro de mí para compensar todo lo que he pasado ’’. Respondió Mamá totalmente sacada de sus cávales.

-‘‘¡Je, je, je!.. Muy bien, Perrita, ..así es como debe hablá una Putica como tú, ..no como esas viejas ricachonas que parece que nunca se echan un pedo. Pero primero que na'a, quiero que te suba el vestidito de Putica y que te vuelva a poner las braguita que te ganaste ’’.

-‘‘¡Pe-pero están sucias! ..’’

-‘‘¡Tshhhhh!, ..solo hazlo ’’.

Mi Madre volvió a destender esas bragas arrugadas y manchadas de la leche de aquel cerdo, su rostro lo decía todo, su tersa y delicada piel tendría contacto nuevamente con el semen de aquel negro obeso. Se las colocó de inmediato, tratando de no manchar sus piernas ni su vestido con algún fluido. Cuando se las subió hizo un gesto de incomodidad, era claro que podía sentir todavía el semen de aquel desgraciado en su chochito, pero estaba tan caliente que ya no le importaba más que su propio deseo.

-‘‘Eso hé, ahora quiero que cojas con tus manos la palte delantera de las braguitas y que te la apriete bien fuelte contra toda tu rajita, ..quiero que note cómo se te pega al botoncito y cómo se te meten dentro de tu Panochita. Quiero que te mueva apretándotela má, ..todo lo que pueda’’.

Las cosas que le decía el viejo eran la de una mente muy perturbada, pervertida, de una mente oscura y llena de porquería que solamente un loco o un demente podía imaginar. Mi Madre lo miraba incrédula, desorbitada, sintiendo en su entrepierna el semen de otro extraño mientras se debatía en lo que le decía el viejo. Su vida había cambiado tanto en tan solo 2 años desde la muerte de mi Padre, de una fina y respetada Señora de clase de intachable imagen y costumbres rectas a ser el pervertido juego de un viejo cincuentón con una mente asquerosamente perversa. Mamá se quedó unos segundos seria, meditando, analizando las cosas que le decía el viejo por demás asquerosas, pero enseguida y dejándome perplejo, dando de sopetón a entender de que mi Mamy ya jamás volvería a ser la misma; sujetó firme las finas tiras que se ajustaban a su cadera y por ambos extremos las subió, hasta que su hendidura se apretaba tanto a la tela que en unos segundos sus labios vaginales terminaron por cubrirla. Mi Madre quedó como ese famoso calzón chino que tanto se frecuenta en las primarias con los chicos débiles, ¡pero ella por enfrente!, hacía el famoso camel toe con el semen de aquel Negro impregnado en la tela.

-‘‘¡Eso hé!, muy bien ..me gusta que sea obediente ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Ah!, Ah!, Ah! ’’. Mi Madre estaba cómo brasa, tenía el interior de sus muslos empapados.

-‘‘Es hé, ..es hora de que agarré la botella de aceite y derrame un poco sobre tus mano. Acaríciate todo el cuelpo, ..quiero velte brillante y moja'a ’’.

-‘‘¡Ah!, Ah! Cójame por favor, Amo ’’. Mi Madre mantenía los ojos cerrados, pero poco a poco fue llenándose de brillo por todo el cuerpo.

-‘‘¡Tshhhhh! Ahora quiero que te ponga en cuclillas sobre el suelo, ..quiero vé cómo pasa tus dedos entre tu cosita, desde el botóncito hasta tu culito. ¡Muy bien!, ..repite la operació. Eso hé, ..quiero que cada vé que pase el dedo por tu culito, te lo meta un poquito ’’.

-‘‘¡Ah!, Ah! ¡Oh! por dios ..me siento tan caliente ’’.

-‘‘¿Caliente? ..ufff, Perrita, mira cómo me tiene a mi. Tengo el garrote durísimo, ¿lo vé?, ..me encantaría ponelte a cuatro paticas y cojelte bien cogida. Te la metería por el culito tambié, ..que se que te encanta cuando está bien caliente, y te siente bien Putica ’’.

-‘‘¡Sí, sí! Soy una Perra!, ..me encanta ir calentando a viejos babosos por la calle! Hacer que se les ponga dura y me digan de guarradas ’’. Confesó sin la más mínima vergüenza mi Madre.

-‘‘Ya sabía yo que esto te encantaba, ..sólo te resistías polque te gusta que te dominen, ¿no hé así? ’’. Preguntó.

-‘‘¡Siii!, ..me excitaba que abusen de mí, que me dominen, que me usen, que la calentura que les provoco sea más fuerte que su cordura y no hagan caso de mis suplicas ’’. Mi Madre estaba desbocada, sacaba la lengua muy sensual y se la pasaba por sus labios relamiéndose.

-‘‘¿Y que má te gusta Perrita?, ..vamo, dímelo. No seguilé hasta que me lo diga todo ’’. Le ordenó.

El desgraciado sabía que con sus propias palabras mi Madre se estaban poniendo a mil, además le encantaba ver a una Señora arrogante y altanera cómo Mamá confesándose cómo una Perra sumisa. Así que siguió preguntándole más y mi Madre estalló diciendo las palabras más sucias que jamás le habían salido de la boca, despidiéndose de la poca dignidad que pudiera quedarle, y todo para satisfacer a ese viejo repulsivo.

-‘‘¡Siii! Me gusta que me cojan duro, sin piedad, que me traten cómo a un trozo de carne. Me gusta que me insulten, que me humillen y me degraden, ..y ahora por favor, haga que me corra, ¡no aguanto más! ’’.

-‘‘¡Je, je, je!.. Muy bien mi Perrita, ..ahora quiero que coja el pepino. Sujétalo con una mano en el suelo, quiero que te siente sobre él ..que te joda, quiero que cabalgue sobre él al mismo tiempo que te masturba el chocho ’’.

¡Yo no lo podía creer!, en que se había convertido mi Madre, en que la estaba convirtiendo este monstro. Ahora sí que estaba como Perra en celo, parecía que la habían drogado; estaba en ese sucio cuchitril a horcajadas brincando sobre un pepino como una sacada. Viendo al viejo de frente mientras él se frotaba en repetidas ocasiones el paquete enardecido.

-‘‘Ere una experta, ¡Je, je, je!.. ahora ha llegado el momento de que te corras. Quiero vé cómo salen chorros de tu Panocha, ..quiero vé cómo caes rendida despué de un fantástico orgasmo ’’.

Mi Madre escuchaba toda esa andanada de porquerías mientras subía y bajaba sobre esa verdura, intentaba que las palabras de viejo no le cortaran su concentración, pero no lo hacían, parecía que se encontraba ida, en otro mundo. Estos últimos meses sólo había estado pensando en lo que ese desgraciado podría hacer con ella, y eso la hacía subir más al cielo. Su mano derecha, ligeramente mojada en saliva, recorría sus pechos ya muy sensibles, estaba a punto de estallar, su respiración se acelera y un perlado brillo de sudor se dibuja en su frente.

-‘‘¡Quiero que te frote los dedos sobre tus labio abiertos!, con la palma de la mano mirando hacia tu botoncito, ..y quiero que los muevas al principio lento y que vayas aumentando el ritmo a medida que te llegue el orgasmo. Quiero que cuando te vaya a corré tu chocho saque humo, ..cada vé que te penetres con el pepino, que tu palma toque tu botón ’’.

Mi Madre cerró sus ojos llevaba por deseo, se imaginaba que lo hacía ese hombre, ese viejo asqueroso que la acaricia con una mano, mientras con la otra recorre su cuerpo hasta llevarla al filo del orgasmo.

-‘‘¡Eso e' Perrita!, ..así, má rápido, muy bien, vamo ’’.

Los pliegues entre sus labios, las proximidades de su agujerito, el interior de su sexo, el lugar desde dónde extender su humedad hasta su hinchado clítoris estaba que ardía. Mamá sabía cómo aplicarse la presión y el movimiento correcto para contorsionarse de placer… y lo hace… se estremece. El verdoso color de la hortaliza es brilloso, Mamá riega su néctar en él, aumenta el ritmo de subir y bajar, aumenta el ritmo de frotamiento de sus manos ..sube ..baja ..se acaricia ..se frota ..y se desparrama con los ojos en blanco. Su imagen es un poema, su cuerpo empieza a temblar y fuertes chorros salen disparados de su hendidura, chorros que llegan a manchar todo el suelo de ese cuchitril. Al ver tal cosa, la cara de viejo se transformó en la de un maníaco.

El desgraciado mordiéndose los labios, le sacó la verdura del chocho e introdujo violentamente dos dedos en el encharcado chocho de mi Madre, con los que comenzó a joderla furiosamente al tiempo que le iba susurrando obscenidades al oído. Mamá caliente cómo ya estaba, no tardó ni dos minutos en correrse nuevamente entre un mar de gritos. El viejo retiró sus dedos empapados por los jugos y se lo llevó a la boca, comentándole lo deliciosa que estaba su cosita. Acto seguido, jaló el corset hacia abajo dejándola con las tetas expuestas. Retrocedió unos metros para contemplarla mejor, mientras se relamía y se acariciaba el temible bulto.

-‘‘Mi Perrita, ..definitivamente debe sé la mujé má impresionante de esta Tierra. ¡Que chula ere! Y encima esas pielnas, y esas tetas.. Mamita, son preciosa ’’. Comentó.

Sus palabras la halagaron e hicieron que su calentura, a pesar de que acababa de correrse dos veces seguidas, volviera a crecer. De pronto empezó a desabrocharse la camisa, dejándonos ver su torso desnudo. Realmente este viejo mostraba rastros de fortaleza de su juventud. Aunque mostraba una barriga pasada y peluda, sus pectorales aún se mantenías algo definidos, ya algo flácidos por la edad pero aún algo atractivos para cualquier hembra. No se quitó la camisa solo la desbotonó dejándola abierta, después se descalzó, aventando sus sucios zapatos por una esquina. Se abrió el cinturón y el pantalón, pero no lo bajó, eso le correspondía a ella, a su sumisa, a su esclava, a su Perra como él le decía.

-‘‘¡Lo deseas veldá!, ..estás aldiendo cómo nunca, ¿quiere plobá mi babano Cubano? ¡Je, je, je!..’’

Mi Madre se quedó observándolo por unos segundos, de arriba abajo, realmente no entendía que era lo que tanto la excitaba, ese viejo era horrible. Pansa prominente, canoso, desalineado, con poca higiene, feo y encima moreno, lo que siempre le desagradó a mi Madre, ella siempre menospreciaba a la gente morena y de color. Al menos el Portero tenía una buena tranca. Este hombre era cómo una versión empeorada de Fernando. Más feo, más robusto, más sucio, más sudoroso y con la tranca eso si un poco más delgada. Pero a ella, lejos de darle asco, la encendía aún más. Era el hombre más feo que yo conocía, un hombre que ni en el peor de los sueños creí que pudiera su quiera intercambiar palabras con ella, un hombre que ni aunque le tocara la lotería podría ofrecer lo suficiente para que un monumento cómo mi Madre se acostara con él, pero ahí la tenía, según sus propias palabras la mujer más impresionante del mundo, semidesnuda, en el suelo, y dispuesta a complacerlo en todo.

-‘‘¡Mírate!, ..cuando te conocí jamá pensé que si quiera me voltiara a mirá. Y ahora, rendida a mis pie para que te monte. No es sólo que seas la mujé más bella de la ciudá, si no que ademá ere la más Puta, muchísimo má que cualquiera de las que solía rondá pol las calles. Al menos ellas cobran pero tu está aquí, a mercé de un viejo y no sólo no vas a cobrá, sino que estás relamiéndote y loca por que te monte, ¿no es así, Perrita? ’’. Le dijo mientras se amasaba su terrible falo bien duro debajo de sus pantaloncillos.

-‘‘¡Síii!, tiene razón ¡Aah!, ..soy peor que las Putas. Necesito que me coja, ya por favor ’’. Le suplicó mi Madre humillándose ante ese viejo.

-‘‘Todo a su tiempo, Perrita mía, ..yo ya te he dado placé a ti. Si quiere tené el honó de que te joda, ante tendrá que dalme placé tu a mi ’’. Dijo con sorna.

-‘‘¡Siii!, ..¿que es lo que quiere mi Amo? ’’.

-‘‘Ven, acélcate, ..pero así no. Como te enseñé ’’. Le ordenó.

Mamá se puso a cuatro patas y fue gateando hasta él, de la forma más sensual que podía, un poco limitada por andar de rodillas pero excitada por obedecerlo. Cuando llegó a sus pies, él la agarró con las dos manos del culo levantándole la falda, dejando toda su raja y su arito rosado a mi vista. Sus asquerosas manos marronas tocaban toda su entrepierna y le esparcían los fluidos por toda esa zona. ‘‘¡SPLASSHH!!, ¡SPLASH!!’’ Le soltó dos tremendas nalgadas dejándoselas más coloradas todavía, pintando sus gordos dedos sobre la blanca y tersa piel de sus glúteos. Después la besó metiéndole toda lengua, hasta que le dejó la boca llena de saliva. Luego la incorporó del tórax para chuparle los pechos. Los empezó a mamar y a morder con furia mientras la insultaba y le decía de majaderías.

-‘‘¡Que ubres tiene, mi Cachorrita! ..no me canso de mamal ¡Je je je!.. Me pasalía toda la vida chupándolas ¡Mmmh! Saben riquísima ’’.

Y mi Madre creo que lo dejaría encantada, su excitación volvía a estar por las nubes, sentía ya su chocho arder nuevamente y notaba que el orgasmo se iba aproximando, pero una vez más el desgraciado Portero se detuvo.

-‘‘No por favor, mi Amo ..¡siga, siga tocándome por favor! ’’. Le rogó mi Madre apretándose uno de sus pechos.

-‘‘¡Tshhhh!! Ya te he dicho que ante debes dalme placé tu a mí ’’. Le contestó.

Dicho esto, el viejo posó sus manos en su nuca y empezó a hacer fuerza hacia su entrepierna. Mi Madre entendió lo que quería, así que se acomodó sobre sus rodillas en el suelo. Sus manos temblorosas se aproximan a su cierre de inmediato. Sus bocas continúan enzarzadas mientras ella trataba de bajarle la cremallera para meter una mano dentro. Como he dicho antes ya se la he visto en un millar de ocasiones, pero siempre me dejaba perplejo, y creo que a mi Madre también. No llegó a abarcarla toda. Su muñeca quedó atrapada dentro de la cremallera y las puntas de sus finos dedos no consiguen llegar al final. Aquello continuaba en un buen trozo más atrapado y presionado dentro de sus mismos pantalones de siempre. Sólo de pensar que esa cosa entraría nuevamente en mi Mamy se me puso la piel de gallina.

Mamá vuelve a sacar la mano y decide desabrocharle el botón. Los pantalones marrones del viejo caen solos y no me puedo creer lo que ven mis ojos. El alargado bulto debajo de esos viejos calzoncillos casi llega a un costado de su barriga. A la altura de los ojos de mi Madre sus calzoncillos con la verga perfectamente grabada en ellos; las venas, el glande y una mancha de humedad en la punta. Mi Madre decidida y con los ojos vidriosos de ansiedad los bajo de un tirón, el terrible tripón del viejo emerge poderoso dándole un golpe en la nariz.

Mamá queda sorprendida, no ha podido evitarlo. Enardecido como se encontraba eso superaba cualquier cosa imaginable. Incapaz de decir nada la sujetó con una mano. Su manita se ve insignificante. A continuación coloca la otra. Más de media verga sigue a la vista palpitando con tanta fuerza que llego a preguntarme si no le robaría sangre a su propio corazón. Mamá acercó la cara y sin que él le dijera nada se la pasó por una mejilla. La suave y marrona piel de esa estaca calienta su rosada mejilla y llega hasta su oreja.

-‘‘Vamo, Perrita ..huelelo, no me he bañado desde ayé, ¡Je je je!.. Seguro que todavía tiene tus jugos ’’.

¡QUE ASQUEROSO!, no entendía cómo mi Madre se prestaba para algo tan repugnante. Empezó pasándole la lengua suavemente a lo largo del tronco, le costó llegar hasta la base debido a su sabor salado, seguramente podía paladear su mismo sabor en él pero al final lo consiguió. Enseguida sacó un poco la lengua y le dio una ligera probada en la punta. Con la lengua en el glande le miró a los ojos buscando su aprobación. El viejo le sostiene la mirada y le sonríe mientras recoge un fleco de su cabello para liberar todo su hermoso rostro. Mamá abre la boca, un poco más... y un poco más. Las mandíbulas casi se le dislocan al llegar al límite, sacó la lengua y le dio una corta lamida a la punta. El viejo resopla ante tal contacto y sin perder más tiempo mi Madre ataca con todas sus ganas enloquecida. Y así, estando frente a esa tranca de veintitantos centímetros y ese par de aguacates maduros, se centró en la tarea que tenía al frente o mejor dicho, entre los labios, ya que sus manos se sujetaban fuerte de la base y su boca forzando desde la punta aunque no llegaba a acercarse ni por asomo. Un buen tramo de verga seguía al aire.

Mamá tuvo que esforzarse mucho para recortar distancias. El glande llegó enseguida al final de su boca taponenadole la garganta, así que decidió seguir con el típico vaivén rápido y acompasado, con la piel del prepucio acumulándose entre sus rojos labios y la fina piel del capullo rozando su paladar y la lengua. Poco a poco consiguió tragarse un poco más de ese banano Cubano como él lo había denominado ese desgraciado, mientras su cabello le tapaba la cara incapaz de mantenerse en su sitio ante tanto movimiento. Mi Madre estaba enloquecida, parecía que nunca había tenido en su boca algo semejante y su vagina demostraba su aprobación humedeciéndole todos los muslos.

-‘‘¡Como se nota que te encanta mamal!, ¡PERO QUE GUARRA ERE!! ¿Que diría tu hijito si viera el pedazo de Puta que es su Mamy?. Aquí, en la caseta de la entrada de la Colonia, chupándosela a un viejo, ..y encima disflutando cómo si estuviera chupando una paleta ¡Je, je, je!..’’ Eran algunas de las lindezas que le profesaba ese desgraciado.

-‘‘¡Uickkk!!, ¡coff, cof! ¡Argh! .. Me encanta su cosota, Amo, ¡Aah! .. me enloquece su sabor ’’.

-‘‘Y que espera para disfrutarla toda ¡Je je je!..’’ Le dijo mientras la sujetaba de la nuca y la empujaba hacía su vientre.

La cabeza de mi Madre presionaba con fuerza y la verga iba entrando cada vez más, milímetro a milímetro. Tuvo que levantar la barbilla para reducir el ángulo de su cuello para que así el monstruo avanzara un poco más. La garganta de mi Mamy se obstruye y sus pulmones dejan de recibir oxigeno. Pero el viejo no se encuentra complacido y presiona mucho más. ¡Y más!. La verga del viejo ya está en su garganta. Mamá trata de mirarlo con los ojos en llanto y él solo sonríe. Mamá también lo haría si pudiera pero sin oxigeno en los pulmones amenaza con perder el conocimiento. El desgraciado mira al techo y nombra a todos los dioses entre gruñidos. La verga se endurece más amenazando con llenarle la garganta.

Temiendo por la vida de mi Madre observo como voltea los ojos poniéndolos en blanco. ¡Este hijo de puta la estaba asfixiando!, afortunadamente antes de que mi Madre pierda el conocimiento el viejo afloja la presión y mi Madre la saca rápidamente. Aspira con ganas la primera bocanada de aire que parece devolverle la vida. Junto al aire que inhala entra algo más de propina con una potencia bestial, justo hasta el fondo. El Portero empezó a convulsionarse, mi Madre trata de sácala de la boca pero el muy cabrón con la mano izquierda la sujetó fuerte del pelo y con la derecha empezó a masturbarse a toda velocidad. Este desgraciado quería ver a mi hermosa Madre con la cara salpicada por su semen. Mamá cerró la boca y parte cae en su rostro y en su nariz. El viejo continuó masturbándose unos segundos más hasta que empezó a soltar chorros y chorros de leche que fueron a parar principalmente en su pelo, frente y la parte derecha de su rostro. Dio un par de sacudidas y acto seguido empezó darle vergazos por toda la cara.

Este cabrón tenía mucha leche en sus güevos, producía unas corridas descomunales... El hijo de perra con su verga se la riega por toda la cara. Su placer se une al de ella en una amalgama de fluidos y olores que refriega toda la hermosa cara de mi Mamy, dejándola para el arrastre.

-‘‘¡OOHH!! ¡Ohhh! Pero qué guapa te ve con la cara llena de mi leche, Perrita ¡OOHH!!! ..te sienta muy bien ¡Je, je, je!..’’

-‘‘¡Ouh!, Gracias, mi Amo ’’. Le contestó sumisa.

-‘‘Vamo, vamo, y ahora toca limpia'la ¡Je je!..’’

Dicho esto, se puso a restregar su rabo por las zonas de la cara de mi Madre impregnadas con su semen espeso. Una vez que quedaba bien embadurnada, se lo metía en la boca para que ella lo dejara reluciente. Repitió el proceso en varias ocasiones hasta que el rostro de mi linda Madre quedó completamente limpio, pero oloroso.

-‘‘¡Ohh!, que bien la chupa Mamaita, ..me ha dejado seco. ¡Uff! .. Pasará un rato hasta que vuelva a está a punto ¡Je je!.. ¿Que te parece si mientras tanto te enseño lo que te he compraó? ’’. Decía con la respiración entrecortada.

-‘‘¿Me ha comprado algo? ..’’ Le respondió ella.

-‘‘¡Claro mi Perrita!, ..una autentica Putica cómo tú necesita un regalo cómo el que te he compraó, ..digamo que es para cuando esté sola en casa. ¡Je, je!.. Pasamale lo tengo en ese cajón ’’. Le dijo sonriendo.

Mi Madre se la devolvió. Aunque le costaba trabajo imaginar que era lo que le había comprado ese viejo pervertido. Se dispuso a levantarse pero Don Mario le dio un fuerte empujón que hizo que cayera de nuevo al suelo.

-‘‘¿¡Acaso he dicho que te levante, Puta!? ’’.

Mi Madre lo miró sorprendida por su nueva agresividad, parecía como si Madre hubiera hecho algo grave, como si hubiera incurrido a una gran falta.

-‘‘Yo, pe-pero... usted ’’. Trató de responder.

-‘‘¡PERO NA'A!, ..¡AQUI MANDO YO!!. Y tú no hará nada a no sé que obedece. ¿Entiende? ’’. Le dijo con voz violenta, casi gritando.

-‘‘S-sí, si perdone Don... Amo ’’. Respondió ella, mientras una sonrisa burlesca se formaba en el rostro del viejo.

-‘‘Así me gusta, ..que te compoltes cómo mi Perrita esclava que ere ’’.

La agarró fuertemente del pelo y me dijo:

-‘‘¡Vas a hí hasta el cajón a cuatro pata, cómo una Perra!, ..ya sé que no lo va a alcanzá, pero no te preocupe. Yo te voy a ayudá alcanzalo ’’. Y dicho esto, inició la marcha estirándole fuertemente del pelo.

Mi Madre pegó un leve grito de dolor y le gateó cómo podía. Realmente era incómodo y doloroso, tanto para su cabello cómo para sus rodillas, además de ser tremendamente humillante; medio desnuda, en la caseta de vigilancia de nuestro fraccionamiento, apurada de las greñas y caminando a cuatro patas mientras un viejo feo y asqueroso, semi-desnudo, con sus carnes fofas y peludas, brillantes por el continuo sudor que emanaban, la guiaban estirándole fuertemente del cabello.

-‘‘¡Auchh! ... No, espere ¡HAY! ’’.

Mientras miraba cómo ese asqueroso viejo sujetaba a mi Madre de las greñas y la hacía caminar a cuatro patas por su cochino cuchitril, me preguntaba si volvería a ser mi Madre la misma de antes, aquella dulce y linda mujer con clase, educada y respetuosa que yo había tenido. Ahora se estaba convirtiendo en una Puta que cuanto más feo, gordo y viejo fuera el hombre con el que estaba, más sucia, humillada y degradada se sentía, y por lo tanto, más cachonda se ponía.

-‘‘¡PARATE!! ’’. Le exigió el desgraciado jalándola del cabello hacía arriba provocándole más dolor.

Mi Madre quedó con el torso levantado pero aún de rodillas. Don Mario quiso abrir el armario pero no pudo, este estaba cerrado con llave.

-‘‘Espérame un momento que ahora vuelvo ’’.

Se dirigió a su escritorio y rebuscó en uno de los cajones. Mi Madre seguía de rodillas mientras el viejo rebuscaba. Cuando encontró lo que con tanto ahincó andaba buscando, regresó hacía ella con una llave y una bolsa. Se agachó, la agarró del mentón y le dijo:

-‘‘Voy a colocalte estas esposas, ..quiero que esté quietecita y no te mueva, ¿está claro? ’’. La amenazó.

-‘‘Si, si mi Amo, ..no se preocupe. Pe-pero no es necesario ’’. Le aseguró, mientras él respondía a su lealtad con un beso, esta vez más tierno.

Le sujetó las manos a su espalda con las frías esposas, para Mamá era la primera vez que usaba ese tipo de cosas. Una vez hecho eso abrió el armario que tenía en la esquina con la pequeña llave. Dentro de él pude percatarme que ahí era dónde ese maldito guardaba el video que me había quitado, tenía que apoderarme de esa maldita llave para recuperar lo que era mío y que me había robado.

-‘‘Esto te va a gustá ¡Je, je, je!..’’

El viejo sacó una pequeña cajita de color azul y de plástico, al momento de abrirla descubre un ovalo de color plata que en un extremo tiene un pequeño cable y el cable finaliza en una argolla plateada. Mamá sigue de rodillas en el suelo con las manos a la espalda esposada y observa con horror de que se trata. Con total práctica el desgraciado empieza a bañar y esparcir el aceite que Mamá había comprado un par de horas antes, lo esparce sobre toda la superficie del huevo. Luego girándolo lentamente escucha un clic y siente cómo el aparatito cobra vida vibrando con fuerza suficiente para moverse en las manos del viejo. El desgraciado lo toma con fuerza y mirando a la cara de mi Madre se agacha y empieza a deslizar el huevo dentro del húmedo chocho de su esclava que gime, pero sin moverse ni oponer resistencia. Lentamente el intruso va ganando terreno, lo envuelven los labios vaginales y Mamá lo siente a la mitad del camino. Mi Madre suelta un gemido largo al sentir cómo con un casi inaudible ‘‘Glop’’ el extraño vibrador queda dentro de ella.

-‘‘¡Ooh! Amo, no ..¡Uhmm! ’’.

-‘‘Anda Perrita, ..¿polque no me la vueve a empalmá? ’’. Le pide.

El viejo se sujetó con una mano su todavía flácida macana y con la otra le agarró del cabello al tiempo que se la incrustaba en la boca. Al asegurarse que la tenía bien agarrada y que su falo Cubano no iba a salirse de la cavidad bucal de mi Madre, el desgraciado empezó a caminar marcha atrás poco a poco. Y así con mi Madre estando de rodillas y con la cabeza incrustada en su morena pelvis, ella lo seguía cómo buenamente podía, pese a la terrible humillación que eso representaba, mi Madre no hacía nada por evitarlo, parecía que más se excitaba. Mamá lastimándose las rodillas caminaba sin separarse un solo centímetro de ese asqueroso miembro, así de inmediato notó cómo en su boca nuevamente el pene iba cobrando vida, poniendo duro. Así caminaron hasta que llegaron nuevamente a ese sucio escritorio, lugar dónde el desgraciado se quedaba dormitando la mayoría de su tiempo.

-‘‘Anda Perrita, ..metete dentro de mi escritorio ¡Je, je, je!..’’ Le dice a apuntando al hueco por donde se colocan los pies.

El desgraciado Cubano metió a mi Madre bajo ese sucio escritorio, en el espacio que hay para los pies, después se sentó quedando mi pobre Progenitora chupándosela por debajo mientras que él buscaba algo entre los cajones.

-‘‘¡Para nada dejé de chupá!, ..si siento que deja de chupá, te voy a castigá ’’.

-‘‘¡A-Amo, por favor aquí no hay espacio yo no..!, ¡chup! .. ¡slrprr! ... ¡shurp! ... ¡sfrrspp! ’’.

El infeliz cuando vio que mi Madre abrió su boquita para reclamar, se la clavó hasta el fondo de su garganta, y para luego afianzarse la tomó de la cabellera haciéndole una fuerte coleta y con su otra mano le tomó de la barbilla, comenzando así nuevamente a penetrarla por la boca. Mamá sentía el ahora grueso tronco deslizarse por su vía oral, nuevamente sentía que se ahogaba cuando notaba que este traspasaba sus amígdalas y se encorvaba para abajo penetrando hacia el interior de su cuerpo por el conducto de su garganta. En la pequeña caseta solo se escuchaban los ahogados gemidos de placer del viejo, secundados por los grotescos sonidos de fruición que hacia la boca de mi Mamy al estar recibiendo verga de esa forma:

-‘‘¡Glogh! .. ¡Srrpp! ... ¡glagh! ... ¡Uiiickk! ... ¡Srrppp! ’’. Acompañados de una que otra arcada que hacia mi Madre cuando quedaba sin aire en sus pulmones.

El viejo arremetía con fuerzas, le encantaba ver como mi Madre se la comía toda, y como sus lindos ojos azules le pedían clemencia para poder respirar y se tornaban en color rojizo. En un momento disminuyó la velocidad de sus movimientos para descansar, el cual fue aprovechado por mi Madre, quien ya había asumido su papel de mamadora para comenzar a mamar ella solita y con calma ese moreno chorizo Cubano como antes le había denominado.

Y así, sin quitársela de la boca la rodeó con la lengua, ahora era ella quien arremetía contra el pico del viejo, sentía en su paladar como se juntaban los líquidos pre seminales de ese cerdo para ella ante mi total asco ir tragándoselos todos; en mi mente pensaba que ya a mi Madre le había agarrado sabor al semen de ese hombre. El viejo estaba fascinado con la labor chupadora de mi Mamy, pero al acordarse de que ella tuvo el intento de protestar, decidió que merecía un pequeño castigo por insolente, sin sacarle la verga de su boca, estiró una de sus manos hacia la suavidad de una sus redondas nalgas, para comenzar a sobarla en forma casi paternal, para luego alzar su mano lo más alto posible y dejársela caer con todas sus fuerzas:

‘‘¡SPLASSHH!!! ’’. Retumbó por toda la caseta la fuerte y sonora nalgada que recibió el blanco culo de mi Madre, quedando en este la marca enrojecida de la mano del Portero. ‘‘¡SPLASSHH!!, ¡SPLASHH!!, SPLASSHHH!!!, ¡PLASSHH!!!,’’ fueron la otra serie de fuertes nalgadas que sufrió el pobre culo de la Sra. Tapia por su insolencia, los cuales fueron repetidos en una secuencia de tres veces más. En total fueron más de 15 nalgadas que el asqueroso viejo arremetió a la adolorida pelirroja, que para mi sorpresa y mi decepcionante manera de pensar de que mi Mamy ya no sería la misma, en ningún momento dejó de mamar ese garrote, que desde que la había visto la primera vez la volvía a tener como hipnotizada. Mamá a pesar del dolor que le causaba el hecho de que este viejo la golpeara, a su vez la calentaba, por cada nalgada que recibió en sus coloradas nalgas, su cuerpo le brindaba un rico corrientazo de placer que se iba a depositar a su ya encharcada hendidura, haciendo que la flamante viuda esperara con ansiedad la próxima flagelación a su asustado trasero.

Mamá continuaba chupando verga como poseída, con todo su trasero enrojecido por las feroces nalgadas que tuvo que recibir, el viejo Cubano se sentía conforme con la sumisa actitud de su Perra. Después de eso el desgraciado hizo algo que me dejó helado. Sacó un celular y le dijo a mi Madre:

-‘‘Habel mi Perrita, ..dígame el numero de su hijito ’’.

-‘‘¡Glucks! ..¡Aah!! ¿el qué..? ’’ Se escuchó la voz de mi Madre debajo del mueble.

-‘‘El numero de tu escuincle aquel ’’. Volvió a mencionar.

-‘‘¿Pa-para que lo quiere? ..’’

-‘‘¡Tshhh! Solo hazlo y no dejé de chupá ’’. Y volvió a empujar la cabeza de mi Madre bajo su barriga.

-‘‘¡Nuege! ...¡nueghe! ..¡seighh! ..¡cinghoo! .....’’

¡Oh por dios!, mi Madre le estaba dictando mi numero personal mientras le chupaba su marrona macana; enseguida me bajé de dónde estaba y salí corriendo lejos de ahí, ya que si sonaba seguro que se percatarían de dónde estaba. Así, ya a varios metros de la caseta escuché que sonó mi móvil.

-‘‘¿S-si? ...’’ Traté de contestar con naturalidad.

-‘‘¡Oie muchacho!, ..habla Don Mario, el Gualdia de el fraccionamiento ¡Je je je!..’’ Así se denominaba el desgraciado.

-‘‘¿Q-que quiere? ..’’

-‘‘Tu Mamá ha deja'o unos paquetes aquí, ..me dijo que te dijera que viniera a pasal por ellas ¡Je je!..’’

-‘‘¿Po-porque no me habló ella? ’’. Le respondí siguiéndole el juego.

-‘‘¡No lo sé escuincle!, ..solo me dijo eso. ¿Va a venil o qué? ’’.

¡Desgraciado!, me quedé unos segundos pensando. Este maldito quería que entrara a la caseta mientras mi Madre le chupaba la macana bajo su cochino escritorio, aunque iba a ser otra forma de humillar a mi Madre y a mí, yo no me podía perder de eso, me empezaron a temblar las manos y las piernas me flaqueaban, así que nuevamente le contesté:

-‘‘Voy para allá ’’. Contesté y colgué.

Me empecé a poner muy nervioso. Con solo imaginarme que entraría en el mismo espacio en el que mi hermosa Madre le estaba chupando la tranca a un viejo cincuentón y horrible se me empezó a empalmar, traté de calmarme un poco y disimular mi erección. Así que sin perder más tiempo me dirigí a ese cochino lugar. Toqué la puerta y me contestó el viejo con un grito:

-‘‘¡Pasa escuincle!, ..estoy acá ¡Je je je!..’’

El lugar apestaba horrible, a humedad y a sudor, un hedor que parecía establo o algún lugar que resguardaba animales, pero a pesar de ese terrible apeste, aún podía distinguir el carísimo perfume de mi Madre flotando débilmente en el ambiente. El escritorio estaba de frente así que solo miraba el tórax y la horrible barriga del viejo que según él ya se había abotonado la camisa. El desgraciado estaba con un brazo arriba del mueble y el otro sabrá dios que haciendo debajo, seguramente le estaba agarrando de los cabellos para que mi Madre no lo soltara.

-‘‘¿Do-donde están las cosas? ..’’ Le pregunté tratando de aparentar naturalidad.

El viejo no podía disimular su maldita cara de gozo, su ‘‘Perrita’’ cómo él le decía le estaba chupando el garrote frente a su pequeño hijo a escasos 2 metros, yo si ponía mucha atención podía distinguir las débiles succiones que hacía Mamá allá debajo.

-‘‘Esas son ¡Je, je, je!..’’ Me dijo apuntándome con su mano desocupada a la silla dónde se encontraba una bolsa.

-‘‘¿Do-donde se fue mi Mamá?, ..veo su camioneta al frente ’’.

-‘‘Tuvo un pequeño poblema..... con ella ..queo que fue a buscá un..... ¡Ooh! aún mecanico ’’.

-‘‘¿Que le pasa? ’’. El desgraciado casi se viene frente a mí del terrible morbo.

-‘‘Na-na'a ¡Je, je, je!.. Solo que esta caló esta insopoltable. No hay cómo está ‘‘chupando’’ un buen helado ¿no cré? ’’. Me dijo el desgraciado con su estupida sonrisa burlona.

-‘‘Lo que ocupa es un baño, ..apesta horrible aquí ’’. Le respondí bastante molesto.

-‘‘¿Que rao tú?, ..tu Madre que es má delicada no me dijo na'a ahora que estuvo aquí. Le debe de gustá mucho el aroma a macho ¡Je, je, je!..’’

No le respondí nada porque estaba mi Madre, pero era claro que mi sangre estaba que hervía. De repente vi cómo ese malnacido se limpiaba la frente con una tela conocidísima por mí, que no eran más que las pantaletas negras de mi Madre, es desgraciado las estaba usando cómo pañuelo mientras hablaba conmigo. Además de que alcance a ver uno de los tacones de mi Madre que se encontraba de rodillas chupándole el garrote. ¡La muy cerda no paraba de chupársela ni conmigo adelante!, eso hacía incrementar más el júbilo de ese desgraciado que no me quitaba su estúpida sonrisa del rostro. Abrí la bolsa y en ella se encontraba el maldito pepino bañado en fluidos y el aceite que Mamá había comprado en el Supermercado.

-‘‘¿¡Y esto que es!? ..’’

-‘‘No lo sé, ..me dijo que te entregara solo eso. ¡Ooh! Qui-quizá quiere que hagá una ensalada no sé yo ¡Ohh! ’’.

-‘‘¿Ensalada con un pepino todo manchado?, ..que raro, aquí está su bolso, ..Mamá nunca lo deja ’’.

-‘‘¡Hace muchas preguntas Mocoso! ..mejó ve a casa y espera a Mamita. Estoy seguro que en cuanto termine... de hacé su cosas le podrá preguntá lo que quieras ¡Oohh! Ella sabe muy bien para qué son todas esas cosas ’’.

-‘‘Deje le llamo a su celular para preguntarle ’’. Le dije para ponerlo nervioso.

-‘‘Espera, espera mocoso, ..¿polque no le habla allá afuera? Tengo cosas que hacé y no quiero está perdiendo má el tiempo, ..ahora por favó llevate sus cosas y esperala en casa. Mamá no tardará en llegá, ..quiza solo fue por una malteada o algo para quitarse la calentura de este día tan soleado ¡Oohh! ¡Je, je, je!..’’

Hijo de Puta como lo odiaba. Con la estúpida bolsa y ese pepino chorreado, salí de ese apestoso lugar, estaba furioso por el comportamiento de mi Madre, se transformaba en una sumisa para ese viejo permitiéndole humillarla hasta el máximo, incluso frente a su propio hijo. Tomé el celular y le llamé, ya sabía dónde estaba solo quería darle una pequeña lección por su tonta actitud.

-‘‘¡Mám! ...’’

-‘‘¡Aah! ¿Si mi... amor? ’’.

-‘‘¿Donde estás Mamá?, ..fui a la cochina caseta y el viejo me dio no sé qué cosas ’’.

-‘‘Llévalas a casa mi amogghhh ogh ghegreghageeé ¡Aah! llegaré en un momento, mi amor ¡Ugh! ’’.

-‘‘¿Que estás haciendo, Má?, ..te escucho algo rara ’’.

-‘‘¡Naggh! ¡Aah! ... Nada mi vida estoy con el mecánico, ..la camioneta le pasó algo, enseguida ¡greghh! ¡oghh! ’’. Colgué de inmediato, Mamá era una sin vergüenza.

Inmediatamente me volví a situar detrás de la caseta para ver el desenlace, seguramente el viejo la obligaría a más marranadas. El viejo le estiró del pelo hacía arriba y a continuación la empujó sobre el escritorio, cayendo ella boca arriba con las piernas bien abiertas y la pequeña falda arremangada en la cintura. Don Mario se mofó de su predisposición para hacer lo que hizo, y se agachó para comerle el chocho con bastante maestría, provocándole a Mamá un gran placer. Así estuvo un buen rato hasta que la sujetó de los tobillos y se los subió casi hasta llegárselos a las orejas, con eso mi Madre no solo exponía su chocho si no que también el delicado arito rosado de culito. Sin más, empezó a pasar su lengua por el culo, a la vez que introducía su pulgar izquierdo en el chocho. Tras unos minutos, sustituyó su lengua por su pulgar derecho, con lo que los dos orificios de mi Madre estaban siendo penetrados a la vez por sus gordos pulgares.

De tanto en tanto, Don Mario iba sacándolos y se los daba a probar, cómo para que Mamá degustara sus propios jugos exprimidos de su Perra. Lo que ya Mamá no hacía ni intentos de negarse a nada, solo apagar ese maldito ardor que sentía por dentro.

-‘‘¡Degusta tus propios jugos, Puta! ’’. Y ella los lamía y relamía hasta que volvía a introducirlos.

La verdad es que mi Madre ya estaba muy perdida en los humillantes jueguitos del viejo, que no tardó en correrse de nuevo.

-‘‘Ha disfrutado, Perrita? ’’. Le preguntó.

-‘‘Sí, si mi Amo ..ha hecho que me corra cómo una Perra en celo tantas veces ’’. La zorra que mi Madre tenía en su interior respondió, ya totalmente desatada.

-‘‘¡Je, je!.. ¡Pero qué Perra ere!, ..creo que ya está lista para recibí una buena banana Cubana ¿no? ’’.

Y dicho esto se levantó y se fue hacia el lado de su cabeza. Nuevamente le acercó los dedos a la boca y ella sin pensarlo se dedicó a chuparlos como si fueran deliciosos dulces.

-‘‘¡Eso he Puta, mámalos!, ..cómo se nota que estas en brama ’’. Exclamó el viejo al ver su acción.

Pareció que la mamada que mi Madre le estaba haciendo a sus dedos le calentó de más, porque pronto dejó de ser la que practicaba la felación a ser la que era penetrada salvajemente por la boca. Don Mario mientras volvía a sambutirle todo su banano Cubano en la boca, empezó a meter y sacar los dedos a toda velocidad, intentando que se tragara el máximo de carne posible. Cuando ya estaba lubricado, producto de toda la saliva que había dejado, se los metió de un empujón, cada uno por un agujero. Era una sensación para mi Madre increíble, sentir esos dos gordos dedos dentro de ella, prácticamente tocándose dentro de sí sólo separados por una fina pared.

Mi Madre empezó a gemir más y más fuerte. Era obvio que su nuevo orgasmo estaba próximo y entonces, para su desesperación, retiró a sus gordos dedos inanimados de su interior.

-‘‘No, ¡Aah!, ¡Ah! ... por favor, Don Mario ..Amo por favor siga ’’. Suplicó.

-‘‘¡Je, je, je!.. Así me gusta, que pidas guerra. Pero espera, ..tengo preparada una solpresa especiá ’’.

Don Mario volvió a dirigirse a dónde estaba su casillero. Yo estaba intrigado, preguntándome en que trataría ahora la sorpresa, este viejo desgraciado estaba llevando todo esto al límite. Se acercó a ella y puso una bolsa delante de su cara, y de repente, ¡sacó un enorme consolador que me dejó sin habla!. Era enorme, de unos 35 centímetros, y muy grueso. Parecía muy real con venas, huevos y un color de un hombre de raza negra o trigueña, yo diría que marrona, similar en tamaño al que Mamá guardaba celosamente entre su cajones.

-‘‘Este juguetito es un regalo especiá para Putitas caliente cómo tú ’’. Le dijo mientras le sonreía sádicamente.

Mi Madre no decía nada, solo miraba impresionada por tremendo ejemplar.

-‘‘¿No está mal eh? ’’. Continuo mientras le daba suaves golpes con él en su hermoso rostro.

-‘‘¿De-de dónde saca todas esas cosas? ’’.

-‘‘Son alguno pequeño juguetitos de mi Amigo que te quiero presentá, ..¿pero sabe lo mejó de esto? Aque sólo las má putas se dejan dá por el culo po este monstruo. Y tú, cómo mi Perrita que ere, no va a sé la ecepció , ¿veldá? ’’.

Me quedé helado y creo que Mamá mucho más. Ese desgraciado pretendía querer meter esa enorme tranca de plástico por el culo a mi Madre. No, no, mi Madre no podía permitírselo, la lastimaría. La que tiene en casa que se había metido era casi del mismo tamaño pero jamás había intentado sambutírsela por el culo, ¡la iba a destrozar!, y así se lo hizo saber.

-‘‘¡No, no Don!... Amo. ¡No quiero hacerlo, me va a destrozar! ’’. Le dijo mientras le miraba con ojos de cordero.

Pero el viejo cambió drásticamente, y visiblemente enfadado, le dio una bofetada. ‘‘¡SPLASHH!!’’

-‘‘¡Que ha dicho, Puta!, ..¿cómo te atreve a decí que no? ’’. Y otra más recibió mi Madre en sus sonrojadas mejillas.

Mi Madre, viendo su error le pidió perdón cómo la Perra sumisa que se estaba convirtiendo. Era impresionante ver a mi espectacular Madre siendo entregada a un viejo asqueroso como ese como si fuera un simple objeto.

-‘‘No, no, perdone, Amo ..ha sido un error. Es que me ha impresionado su tamaño, nada más. Ardo en deseos de que me dé a probar este maravilloso pene y me viole con él, ..aunque más desearía el de mi dueño ’’. Le dijo de forma sumisa y suplicante.

-‘‘Así me gusta, ..que sea una Perrita sumisa! Ahora empieza a chupá! ’’. Y tras decir esto le volvió a incrustar esa marrona tranca en la boca. La verdad es que ahora ya había adquirido todo su tamaño y a Mamá le costaba hacerla entrar, tuvo que hacer un gran esfuerzo y abrir toda su boca al máximo.

El viejo estuvo retacándosela en la boca un buen rato y la verdad es que cuando la sacó mi pobre Progenitora respiró aliviada, ya que le estaba provocando un fuerte dolor de mandíbulas.

-‘‘Bueno bonita, ya es hora. Prepárate para sé perforada ’’.

El viejo retiró cuidadosamente su verga de la boca de mi Mamy y tomándola de sus delicadas manos le invitó a pararse, una vez de pie, se fundieron en el más apasionado de los besos, cosa que me repugnaba y me perturbaba demasiado; Mamá lo abrazó y se apegó a él, como si lo amara, ya no sentía la hediondez de su boca, esos fuertes olores que provenían del cuerpo sudoroso del Portero, tal parecía que la tenían seducida y cautivada. El viejo aprovechándose del estado en que se encontraba mi Madre, tomó el descomunal juguete y con mucha meticulosidad lo empezó a restregar en la delicada vagina de su esclava. El Cubano sintió como mi Madre se estremecía a tal contacto, por lo que la empezó a recorrer con esa verga desde sus suaves y escasos pelillos púbicos, pasando por su tierna hendidura, hasta casi llegar al orificio anal de sus deliciosas pomposas. Mamá estaba fuera de sí por la calentura que la envolvía, sintió que Don Mario…su macho, ..su Amo le palpaba la vagina con el terrible dildo; ella no se asustó, al contrario, la suave cabeza de esa verga que ya no tanto le asustaba, al contrario, le produjo el mayor de los placeres; ya no eran unos simples escalofríos, mi Madre ya estaba deseándola.

El pervertido seguía magreándola con en esa verga de plástico en su suave rendija, siempre besándose, con sus lenguas entrelazadas e intercambiando salivas, aun así el viejo pudo notar que de la boca de mi Mamy empezaban a salir los primeros auténticos gemidos de placer. Suavemente el cuerpo de Mamá empezó a menearse con movimientos pélvicos de cintura, por cada pasón que le daba con esa verga mi Madre lo encontraba con su movimiento de cadera, ella la meneaba hacia adelante, como saliendo a darle la bienvenida a esa tranca que la tenia descontrolada. Ambos de pie, se movían con calientes y eróticos movimientos, hasta que alcanzaron una perfecta sincronización que daba la impresión de como si ya estuvieran follando; en ese estado estuvieron un par de minutos, gozándose uno al otro, hasta que el viejo determinó que ya era hora de usar el juguetito.

El desgraciado viejo empujó a Mamá al escritorio y la puso con el culo para arriba. Escupió un par de veces sobre su ano y pronto empecé a ver cómo la cabeza del consolador empezaba a hacer una fuerte presión en él. Mamá hacía muecas de dolor, le dolía muchísimo pero no osaba pedirle que parara. El asqueroso Portero empujó con fuerza y de un sólo golpe metió parte de la punta de esa cosa, provocando un grito desgarrador en mi Madre, que sentía que el ano se le abría.

-‘‘¡ARGGHHH!!! ¡AAHH! ¡UHH!! ’’.

-‘‘¡Cállate Puta!, o ¿quiere que toda la Colonia se entere de cómo te tengo?. Vamo, que no eh para tanto, ..apena va la cabeza ’’. Comentó el desgraciado cómo si eso fuera cualquier cosa.

-‘‘¡Oh diosss! ..¿sólo la cabeza? ¡Ufff, uff! yo la siento a la mitad por lo menos! ’’. Comentó mi Madre con el rostro convertido en dolor.

El viejo desgraciado sin importarle el gran dolor de mi Madre empezó a hacer leves movimientos de mete-saca, sólo que a cada metida aprovechaba para penetrarla más y más hondo. El dolor era inmenso pero por fortuna el viejo pareció apiadarse de ella, y le metió uno de sus gordos dedos en el chocho, lo que le provocó algo placer, que mitigaba un poco el dolor proveniente del ano. Siguió un rato el mete-saca hasta que de nuevo el desgraciado le dejó ir otro buen pedazo, que la dejó prácticamente sin respiración.

-‘‘¡OH DIOSSS!!! ......’’ Gritó Mamá al sentirse empalada.

-‘‘¡Tshhhhh!! ¡No grite!, ..ademá, tu hijo tiene la culpa. Él se llevó el aceite ¡Je, je, je!..’’ Le dijo el desgraciado cómo si yo fuera el culpable de eso.

-‘‘¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah! .. uff ... ¿Ya lo ha metido? ’’. Preguntó mi Madre sin poderse mover si quiera.

-‘‘¡Increíble!, vaya Puta está hecha. No me ha decepcionado, tenía razón, ..¡va a sé una Puta muy buena! Te ha comido por la cola má de la mitad ¡Increíble! Ya podrá coger con un caballo ¡Je, je, je!..’’

Mi Madre no sabía si sentirse humillada o halagada por sus palabras, solo sé que le excitaron, y a medida que su culo se iba acomodando a esa monstruosidad, el dolor fue dejando lado al placer. Mi Madre se sentía completamente llena, hasta parecía que le iba a salir por la boca. Y es que no era menos, tenía casi 18 centímetros de consolador adentro. El desgraciado reanudó el mete-saca, sólo que esta vez iba acompañado con los gemidos de mi Madre.

-‘‘¡Vaya Puta está echa!, ..si tu chiquillo pudiera velte ahora. Mira cómo gimes, ..sabía que te gustaría ’’. Le decía sin parar de mover el terrible falo y girarlo 180°.

-‘‘Sí!, sí mi Amo. ¡Ooh! .. ¡Me encanta! ¡Oh Dios, me siento tan llena!!! ¡ah! ¡ah! ¡ah!.. más, ¡más rápido! ¡más fuerte! ¡Mhm! ¡pártame sin piedad!! ’’. gritaba fuera de si mi Madre, sin importarle ya que alguien pudiera escucharlos.

Para su suerte ninguno de los vecinos andaba rondando a esta hora, ya que la mayoría suele salir los sábados, por lo que la Colonia estaba casi desierta. Las palabras de mi Madre parecían enardecer aún más al viejo, y empezó a clavársela a un ritmo frenético mientras la insultaba e incluso azotaba su violado trasero con fuerza. Mi Madre estaba siendo violada sin piedad por una enorme tranca negra guiada por un asqueroso y obeso viejo, era la situación más degradante de mi vida y ella se sentía en la gloria. No pasaron muchos minutos hasta que volví a ver a mi Mamá correrse de forma brutal, chorros y chorros fueron expulsados del chocho de mi Madre dejando su cuerpo muerto sobre el escritorio, con el enorme instrumento todavía dentro de su recto.

-‘‘¡Je, je, je!.. ¡Hasta te ha miado, Celda! ’’.

Poco a poco el viejo pervertido fue retirando esa manguera, hasta que salió completamente. Mi Madre sintió un gran vacío en su interior y ni era para menos.

-‘‘¡WUAOHH!!!, ... ¡Vaya boquete! Te lo he abielto de pá en pá ¡Je, je, je!..’’ Comentaba asombrado el viejo mientras le daba un nuevo azote.

Acto seguido precedió a quitarle las esposas. Al soltarla, enseguida Mamá se llevó las manos a su agujero notándolo tremendamente dilatado, tenía un boquete de unas 2". Enseguida estiró los brazos, agarrotados por pasar tanto tiempo atados y en la misma postura. El viejo la volteó y la abrió de patas, con alguna desesperación debido a su larga preparación, la penetró por la vagina. La verdad es que su pene se fue cómo agua, Mamá estaba muy mojada y sus agujeros ya no mostraban batalla. De hecho, tras meterle ese consolador apenas lo sentía, pero al estar sometida, prácticamente inmóvil, bajo más cien kilos de asquerosa carne fofa y marrona, con un viejo que ni en el mejor de sus sueños podía imaginar estar con una mujer cómo lo era mi Madre, la tenía loca de excitación.

Mamá se dejo llevar, estaba tan caliente, suavemente se fue recostando en ese sucio escritorio, hasta quedar casi acostada y con el viejo encima de ella. Ella sentía su peso, estaba casi ahogada pero el viejo seguía dándole duro a su vagina con su buen pedazo de verga; las sensaciones que sentía mi Madre eran deliciosas e indescriptibles para ella, aunadas a que se encontraba en una sucia caseta con el peligro de que en cualquier momento pudiera llegar alguien y sorprenderlos, los nervios hacían que su excitación aumentara y mantuviera sus piernas alrededor del cuello del viejo. Él por su parte ya estaba sudando como puerco, su enorme panza ya estaba bañada en sudor, que iba cayendo y tallando sobre el hermoso cuerpo de mi Madre. Sus manos no estaban quietas, era como si quisiera hacer mil cosas a la vez y no pudiera decidirse por una. Primero con la mano derecha empezó a amasarle los frondosos senos mientras que con la izquierda le agarraba fuertemente del cuello. Luego empezó a meterme nuevamente los dos dedos en la boca y Mama se los lamía cómo si fueran deliciosos chupa-chups y, cuando menos se lo esperaba, le soltó un salivazo y acto seguido con la otra mano le dio una fuerte bofetada, secuencia que se repitió en varias ocasiones, dejándola con la mejilla roja y la cara llena de su asquerosa saliva.

Obviamente durante este proceso no faltaron los insultos, cada vez más fuertes y degradantes:

-‘‘¡Uff, ufff! ... ¿Te gu'ta mi palo eh, Puta?, ..ufff!, uff! ... ¡toma Zorra de mierda!. No ere má que un trozo de calne hecha pá que cualquiera se desahogue contigo ..ufff! ufff! ... La Putas cómo tú, muy recatada y estirada son la má Perras, pol eso buscan rabos cómo los mios ..pá que les llene sus agujeros ’’.

Pero mi Madre lejos de enojarse, se excitaba más y le animaba a seguir con sus múltiples insultos y humillaciones:

-‘‘¡Ah!, ¡Ah! ¡Adoro su cosota Don Mario!, métamela sin piedad ¡Argh! .. Sí, si ¡pégueme más fuerte! Soy su Perra que merece ser castigada. ¡Sí mi Amo!, no soy más que una Puta. ¡Sáciese conmigo!, ..desquítese de todas aquellas mujeres que lo desprecian por ser pobre ’’.

Don Mario... que digo Don Mario, ¡ese Puerco asqueroso!, seguía sudando como perro, sus goterones caían sobre mi blanca e higiénica Madre, que ya completamente sacada no le importaban ni sus olores ni los fluidos de ese viejo; ahora que recuerdo, cuantas veces no escuché a mi Madre quejarse de los viejos como este, de su hedor, del color cafesoso de su piel, de su dentadura amarillenta y de las miradas pervertidas que le echaban cuando caminaba por la calle, ahora estaba debajo de uno, bajo su prominente barriga, mezclándose con su asqueroso sudor, dejándose besar sin ningún recato, cuanto había cambiado mi Mamy.

El viejo le dio unos fuertes empellones y sin más la dejó, dejándola nuevamente vacía y con muchas ganas; su vagina estaba colorada, no sé si por la excitación o los terribles empellones recibidos. Mi Madre hizo un gesto de desaprobación, pero enseguida se desdibujó al sentir la boca del viejo sobre su zona prohibida. El Cubano estaba como desquiciado, olía y miraba esos colorados y tiernos labios vaginales, eran un verdadero tesoro que él había encontrado y que serian solo para él… (Por ahora, el desgraciado) No aguantando más, el viejo abrió todo lo que pudo su asquerosa boca y se sumió en esa exquisita hendidura que tenia al frente de su cara, Mamá al sentir los gruesos labios del viejo abarcarle toda la extensión de su vagina y sintiendo como esa mórbida e intrépida lengua hurgaba por adentrarse al interior de su rendija, fue abriendo más sus piernas, hasta quedar totalmente despatarrada y sosteniendo con sus manos la cabeza del viejo, entrelazando sus delgados dedos entre esos semi canosos y ondulados cabellos de ese cerdo.

-‘‘¡Aah! por dios mi Amo, ..me encanta como me come ¡Uhm! ’’.

Los gemidos de mi Madre no tardaron en llegar por lo rico que la estaban comiendo, el Cubano prácticamente le estaba devorando la vagina, adentraba su lengua lo que más podía, bebía y saboreaba todo el exquisito néctar que la intimidad de mi Madre le iba expulsando. La flamante Sra. Tapia nuevamente se había empezado a menear con movimientos pélvicos y casi endiablados, hacía una serie de ondulaciones y arremetidas contra la vivaz lengua del viejo. Ahora era ella quien estaba casi inclinada hacia adelante, con sus dos manos le tenía bien agarrada de la cabeza del viejo haciendo presión hacia su cuerpo, casi arrancándole el cuero cabelludo, tal parecía como que quería enterrárselo en la vagina.

-‘‘¡AAHH!! POR DIOSSS!!!... ARGH!! Se siente delicioso ¡Mhm! ’’.

Mamá seguía con esos desencadenados movimientos y meneadas con sus caderas, la muy sacada arremetía contra la lengua del Cubano, como si no quisiera que esa maravillosa y caliente lengua la abandonara. Por su parte el viejo sabia que Mamá ya estaba encaminada y ya no podía parar, pero el muy hijo de Puta no quería que se corriera.

-‘‘AAAHH!! .. AAHH!! .. NO PARE!!, ¡Cómame toda maldito viejo!! ... ¡Mhmm!!! NO PARE POR DIOSSS!!! ’’.

-‘‘¡Je je je!.. Te pasaré eso de maldito viejo mi Perrita, ..pero si quiere correlte, será con mi tranca bien enterrada en tu panocha. Bien metida hasta el fondo de tu útero, PENDEJA!!! ’’.

El viejo se separó bruscamente de la vagina que se había estado devorando, Mamá lo observó sorprendida, yo digo que algo frustrada, realmente le había encantado lo que el viejo le había estado haciendo en su zona ya no tan sagrada. Mi Madre ya no supo cómo reaccionar y terminó arremetiendo su frustración con el viejo.

-‘‘¡Aah! Don Mario ... por favor sigaaah…sigahhh… ¡SIGA!, ¡SIGA MALDITO VIEJO NO ME DEJE ASI!! ’’. Le gritó Mamá al ver que el viejo se separaba de ella y de su cosita.

-‘‘¡A MI NO HABLES ASI, HIJA PUTA!!!, ... ¡MALDITA ZORRA SI QUICIERA TE SACABA AHORA MISMO ENCUERADA A LA CALLE PARA QUE TODOS VEAN LO PERRA QUE ERES!!! ’’. Explotó el viejo en furia.

-‘‘¡Aah! Pe-perdón ni Amo, ..no-no sé que me pasó yo...’’

-‘‘¡HIJA DE PUTA!!, Pensaba llenalte la chocha de leche, pero como veo como te pone así, ..ha llega'o el momento para que culeé, te voy a dá tanta verga por el rabo que te va a salí lumbre desgraciada. No te va a podé sentá en un mé ’’.

-‘‘¡Aah! ... Perdóneme mi Amo, ..por favor no me vaya a lastimar ’’. Suplicó Mamá algo temerosa por la mirada de furia del viejo.

-‘‘Quiero vé como llegas frente a tu hijito con el culo todo reventa'o y lleno de leche. ¡Anda abrete las nalgas y levanta las patas!! ’’.

Con estas palabras y aprovechando que Mamá mantenía sus piernas bien abiertas, el viejo empezó a masajear con saliva la oscura y tiesa punta de su verga…la acariciaba como si estuviera sacándole fijo, mi Mamy sabía que la había regado con su insolencia, este hijo de Puta era capaz de reventarle culo a vergazos. El viejo ya no se mostraría tan complaciente con ella, vería nuevamente a ese hijo de puta enterrándosela a mi Mamy por la colita. A Mamá lo que más le encantaba del viejo era que la llevara al límite del morbo…además de su portentosa verga claro está…pero ahora estaba temerosa por la mirada fría del Cubano, tenía una mirada extraña que hasta a mí me dio mucho miedo.

Ya pasaban de las 3 de tarde en nuestro bello y privado fraccionamiento, y en la caseta que estaba en el interior de esta, justo a la entrada, se encontraba la viuda más espectacular totalmente desnuda y abierta de patas…a unos cuantos segundos de ser reventada por la cola por un maniaco pervertido que presumía ser el Guardia de nuestra propia Colonia. Mi Mamy ya había empezado a sentir el temor a ser taladra por esa estaca que se afilaba entre sus carnosas piernas…

-‘‘Te gusta… te voy a sacá chispas por el ano ¡Je je je!..’’ Le aseguraba el viejo amenazándola.

-‘‘Siii…me enncanta…pe-pero por favor Amo, ..no-no me vaya a lastimar ’’. Contestó mi Mamy…que en su voz ya predominaba el temor que le producía el viejo con la mirada.

A continuación el viejo se acomodó entre medio de esas exquisitas piernas, Mamá a pesar del nerviosismo que sentía, se las mantenía bien abiertas, dejando totalmente expuesta así como su enrojecida hendidura como tan bien su ya maltratado aro rosado. Ya no había nada que esperar, estaba todo listo y dispuesto. Mi Madre con su respiración fuertemente agitada y sus blancos muslos flexionados hasta su pecho y abiertos, con el viejo encima de ella, quien ya acomodaba su verga en la entrada de su culito…

-‘‘Prepárate bonita, ..te la voy a dejá ir hasta los güevos ¡Je je je!..’’ Reía el vejete.

El viejo afianzó su tranca en el rosado aro de mi Mamy; la intachable Sra. Tapia estaba nerviosa, esa tremenda reata no le pedía nada al enorme juguete con el cual la había estado preparando unos minutos atrás, con solo pensar que ese tronco de carne se deslizaría hasta el fondo de su ser la estremecía. Aunque para que negarse, estaba entregada a la morbosa situación a la que había sido inducida. El viejo, ya queriendo sentir su tranca en el interior de ese precioso cuerpo presionó con la punta de su verga para adentrarse al interior del cuerpo de su esclava…de la ardiente Sra. Tapia. Su esfínter resistió el primer empellón, producto de lo nerviosa que estaba mi Mamy, la verga del Cubano resbaló y salió expulsada de esa zona húmeda; Mamá aguardaba expectante por lo que pasaba allá abajo de su cuerpo. El viejo al estar montado encima de ella no la dejaba ver, pero aún así ella lo secundaba en sus intentos que este hacia para meterle la verga, Mamá aunque temía a ser lastimada quería que se la clavaran por completo.

Enseguida, la respiración de mi Madre se volvió más agitada, sentía que la presión sanguínea aumentaba, a raíz de que su esfínter se distendía, pero Mamá continuaba quieta con sus piernas bien abiertas y ofreciéndole al Portero su más sagrado tesoro. El viejo volvió a la carga, nuevamente posó su cabezón ariete en el pequeño y apretado conducto anal de mi Madre; paso sus fuertes brazos por debajo de los hombros de ella para afianzarse mejor para la brusca arremetida que pensaba darle a su renuente esclava…y de un solo empujón logró meter la punta de su tranca en el interior del pequeño conducto. A pesar que entró solo la cabeza de esa verga la cual quedo atrapada justo en el rosado esfínter, Mamá sintió que el viejo la había rajado por dentro… La reacción de mi Mamy fue automática, en un solo segundo desaparecieron todos los gestos y sensaciones que ella había estado sintiendo, e incluso fue como si la verga del viejo hubiera absorbido todo el placer que hace un rato envolvía y hacía explotar a mi Madre; ella ahora sentía solamente dolor en su maltratado trasero.

-‘‘¡Ahí te voy Perrita!, recuerda bien este día, ¡Je je je!..’’

Y haciendo fuerzas descomunales empujó todo lo que pudo el glande; perforó y se lo metió en su totalidad, ¡Así como había amenazado, hasta las mismísimas bolas!!, toda la extensión de su gruesa verga entró en el apretado conducto anal de mi pobre Mamy. La Sra. Tapia había sido enculada tan violentamente que sintió que la partían en dos, el grueso tolete que estaba haciendo ingreso por la cola la dañaba, a la vez que le iba rasgando todas sus carnes interiores. Mamá quiso zafarse pero su agresor la tenia bien sujetada de los hombros con ambas manos, sentía que esa portentosa vara de carne y venas se adentraba más en el interior de sus entrañas y crecía, como si esta no tuviera un final, produciéndole un innombrable dolor animal que le desfiguró el rostro; Mamá abrió la boca y peló los ojos como platos, tenía más de 25 cm de carne en barra dentro de ella, con una circunferencia de casi 2 pul.

Yo estaba petrificado; ¡un viejo de más de 100 Kg de peso estaba encima de mi blanca Mamita empalándola por la cola a escasos 3 metros de mí!! Era una imagen que jamás olvidaría, es más, cada vez que fuera a la escuela o saliera del fraccionamiento y pasara por este lugar lo recordaría por el resto de mis días. De las sienes del viejo caían en abundancia gruesos goterones de sudor producto del gran esfuerzo al estar totalmente ensartado en ese hermoso blanco y firme cuerpo; el hijo de puta le agradecía a todos los dioses por semejante enculada que le estaba pegando a la más hermosa de las mujeres que había visto en su vida. El viejo no se daba cuenta de que mi Madre estaba sin habla ante la bestial arremetida con cual la había empalado, y pensando que ella se estaba dejando sumisamente comenzó a meter y sacar su verga que por lo erecta y parada que se encontraba le hacía más fácil la tarea de flagelar aquel curvilíneo y suave cuerpo el cual estaba violando. La enculada que le estaban pegando al hermoso cuerpo de mi Mamy era brutal, el Cubano se echaba hacia atrás casi sacándola por completo, para luego incrustársela con todo lo que le permitían sus fuerzas. El enculamiento de mi Madre se desarrollaba en forma exitosa, el grueso instrumento del Portero perforaba y taladraba sin compasión aquel delicado conducto anal que tanto se había resistido.

‘‘¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!, ¡PLOFF!!!, ¡PLOFFF!!!’’ Sonaban el cacheteo de los cuerpos al chocar los güevos del viejo contra las blancas nalgas de la viuda, claro que era el viejo quien estaba haciendo todo el trabajo, que aparte de mantener empalada a mi Madre, también la tenía que mantener bien sujeta ya que notaba la pesadez de su cuerpo, y como no iba a ser así, si la pobre aun se mantenía en trance; hasta que mi sin más Madre recobró el sentido y logró respirar, que lo primero que pudo hacer fue pedir un poco de clemencia por su puerta trasera:

-‘‘¡Noo!! .., por favor Amo.. sá-sáquela.. ¡Argh! no me la meta así.. ¡Ayy por favooor!!.. mi Amito…no lo haga…¡Ay.. Ay.. Ay!!..

-‘‘¿Amito?, ¡Je je!.. Ahora soy tu Amito desgraciada, pues te la voy a meteeer, ..así que quietecita porque todavía falta.. ¡Je je je!..’’

-‘‘¡Noo!!.. por favor.. ¡Arghh!! no quiero que me la metaaa así ¡Argh! des-pacito ¡Ouch! .. ¡Mhm! ’’.

-‘‘¡Uff! .. Pero si recién me lo pedias Perra, ¡Uff!, uff ... ahora tienes que aguantar, ¡Uff!, uff ... por tu insolencia.. ¡Ufff! .. ¿y ahora te quieres ir?, ... ni lo sueñes ... de aquí no sales hasta que tengas el rabo lleno de leche ¡Je je je!.. Y aprendas a comportalte, ¡Ufff!, uff ..y si tiene suelte capaz que hasta te deje preñada ¡Je je je!.. Ya verá que bonito no sale el escuincle ¡Je je je!..’’ El viejo volvió a presionar.

-‘‘¡Noo!!, no lo haga así ¡Ouch!! ... me dueeeleee.. ¡Argh! .. me dueleeee ’’. Gritaba de pavor mi desesperada Madre.

Mamá se empezó a contorsionar con todas sus fuerzas, quería empujarlo, zafarse pero no podía, el viejo con su enorme volumen estaba encima de ella y con parte de su verga incrustada en su intestino. Mi Mamy se movía como desesperada, quería escapar de las garras del asqueroso vejete, ( o más bien de la verga de este ), el viejo al ver que mi Madre se quejaba más de lo debido y previendo que algún vecino pudiera escucharla la sujetó fuertemente del cuello, y con unos ojos como de diablo le dijo a la cara:

-‘‘¡Mira Puta de mierda!!, ..en estos momentos estoy tan caliente que no me impolta si te queja y te retuerce. Ma vale que tu haga lo mismo, ..te dedicará a movelte y culiá. ¡Y si sigues con tus pinches gritos de perra en celo!, lo único que va a hacé esque venga uno de tus pinches vecinos ricos y te encuentre bien ensartá por mi macana, ..así es que si no te calla y me haces caso, te juro que te saco y te culeo a media calle para que vea todo el vecindario lo Puta que he la Sra. Tapia ¡ECUCHASTE!!! ’’. Le gritó el enfurecido viejo.

Mi Madre al ver los ojos de fuego del viejo en su rostro quedo casi paralizada por el miedo, apenas pudo articular las palabras, sentía que se había quedado sin aire, además que desconocía a este viejo.

-‘‘Siii.. si.. A-Amo, ..le-le juro que dejare que me lo haga, pe-pero por favor, hágalo despacito ’’.

-‘‘¿Te portará bien?, ..¡PERRA!! ’’.

-‘‘Siii.. siii.. me-me portare bien, ..pero no me lástime, ..por favor, me duele muchísimo ’’.

-‘‘Dale la gracia a tu escuincle, ..él se llevó el aceite. Ademá no entiendo porque se te apretó tanto, te entró el juguete, que es mucho má grande. Trata de relajalte, ..y deja de movelte tanto chinga'o ’’.

Con esto el viejo nuevamente comenzó a ejercer presión contra el adolorido culito de mi Madre, ahora su verga no podía entrar, mi Madre estaba realmente apretada, a su vez sentía como la cabeza de esa verga rozaba y lastimaba la colorada y delicada membrana anal. El viejo sudaba como un perro, por cada empujón que le propinaba el desgraciado, Mamá sentía como si este quisiera partirla en dos, el dolor que sentía era realmente terrible, pero el Portero no se daba por vencido, se volvió a acomodar sobre los muslos de mi Madre echándose las pantorrillas a los hombros; se afianzó con sus brazos sobre el escritorio y puso su fea cara al lado del rostro de ella. Su intención era que Mamá le viera a los ojos, que nunca más en su vida se le olvidara quien fue el que la floreó, quien era su macho ..su Amo.

Y con estos pensamientos empujó nuevamente con todas sus fuerzas hacia el interior del delicado conducto de mi Madre, ‘‘¡ARRGHH!!.....’’fue el sonido que salió de la garganta de mi Madre que inmediatamente se cortó. La verga del Cubano hizo ingreso con toda majestuosidad hacia el interior de ese cuerpo que tanto orgullo me daba y orgullecía tanto a mi Padre. La expresión de mi Mamy por unos segundos fue de espanto, lentamente sus finas y exquisitas facciones se fueron descomponiendo, hasta que su expresión era solamente de horror y suplicio. Desde el fondo de su ser y de su alma fue subiendo el pavor, hasta que de su garganta y a través de sus cuerdas vocales expulso un ronco y espantoso grito que fue ahogado por las manos del viejo:

-‘‘¡Mmmhhhooo!! ... ¡Mhmmoo!  ’’.

Por su parte el viejo estaba eufórico, se quedó quieto con las bolas a punto de explotar contra las nalgas de mi Madre. El cuerpo de Mamá estaba bañada en sudor; el cuerpo de esa hermosa viuda de 38 años estaba debajo de ese mastodonte color marrón, era la hembra más hermosa de esta tierra, ¡y ahora estaba siendo taladrada hasta los güevos!!, y yo sin poder hacer nada lo presenciaba todo.

El viejo solo se dedicaba a sentir la tibieza de las carnes de la rica pelirroja, ni siquiera le preocupaban los lamentos de ella, solo le importaba su propio placer. El rostro de Mamá estaba petrificado, sin facción alguna, el desgraciado Cubano le había ensartado la verga con solo un empujón, pero aun faltaba lo peor, para que el acto sexual fuera completo, y el viejo terminara de cumplir lo que prometió, llenarle el rabo de leche.

La cara del viejo era la de un depravado sexual, la miraba con un autentico degenerado, que a diferencia de mi Mamy que en este momento era solo de dolor y tristeza, por lo que le estaba sucediendo. El viejo no se movía, se la tenía bien clavada hasta el fondo de sus entrañas, sintiendo como esas tibias carnes interiores le apretaban deliciosamente la verga. Enseguida retiró sus manos de los cantos del escritorio, sabía que ella ya no se movería, estaba ensartada y perdida, estaba destrozada física y mentalmente. A Mamá le dolía todo, no solo su trasero, pensaba que el viejo la había rajado por dentro. Y cuando el hijo de Puta le dio el segundo empujón, mi Madre sintió que nuevamente fue desvirginada, fue como si con fuerza le hubieran metido un palo hirviendo por la cola, así lo sentía mi Mamy, y no estaba muy lejos de ello, ya que el viejo prácticamente la tenia empalada con su verga de casi 30 cm de largo, y además que por toda la calentura que sentía el hijo de puta en estos momentos seguro que por lo menos le debió haber crecido hasta los 30.

-‘‘¡Oohhh! ... que rico está tu culito Güerita ... ¡Oh! pero si ya no está Güerita Putica…¡Je je je!.. ¿No me diga que te cambiaste el coló solo para mí? ’’.

Pero mi Madre no podía hablar, ni mucho menos responderle, Mamá solo le miraba con sus ojos llenos de llanto, el viejo aprovechaba de recorrer con sus manos todo el cuerpo de la pasiva viuda, le sobaba las nalgas y su acariciaba los güevos por debajo sintiendo lo duro que estaban ya que se encontraban a punto de explotar por la presión. El hijo de Puta no aflojaba la presión, es más, metía sus manos por debajo de sus caderas para afianzarla más a su ensartada verga.

-‘‘¡Je je je.. Apuesto que si, ..ahora ere mia Perrita ..solo mia ¡Je je je!..’’ Le gritaba mirándola a sus azules ojos.

Por su parte Mamá solo se dejaba hacer, su cuerpo era como el de una muñeca de trapo, que podían hacer con ella lo que quisiera. El viejo estimó que ya había dado tiempo suficiente para que su culito se acostumbrara a su verga, por lo que empezó a arremeter con movimientos de mete y saca; primero despacio, quería que mi Madre se volviera a calentar como la había hecho hace un rato cuando le comió la vagina como un degenerado. Pero Mamá estaba totalmente en shock, ya ni siquiera se acordaba que solo hace un rato había disfrutado de 3 orgasmos seguidos, y que hasta le había chupado la verga frente a su hijito debajo de ese escritorio en el que ahora la tenia bien ensartada hasta lo más profundo de su ser.

A pesar de que el viejo se movía suavemente, el dolor que sentía mi Madre era tremendo, por cada arremetida que le asestaba el viejo, ella sentía que mas la destrozaba por dentro, le daba la impresión de que esa barra de hierro caliente que en estos momentos la perforaba, por cada avance que esta hacia, le rompía todo en su interior. Mi Mamy cerró sus hermosos ojos azules, no quería ver la cara de degenerado que ponía el Cubano por cada estocada que este le propinaba a su culito. El viejo poco a poco empezaba a acelerar sus movimientos, Mamá entre abrió los labios para dar un quejido más de dolor, el viejo no se detenía a pesar de estarla lastimando, y yo tenía a un lado mío el aceite corporal que en estos momentos le hubieran ayudado tanto.

¡Como odiaba a ese viejo hijo de Puta!, verlo ahí, encima de mi Madre con las blancas pantorrillas en sus orejas me daba un coraje tremendo, el hijo de Perra tenía el ego subido hasta las nubes, se estaba enculando a la hermosa Sra. Tapia cosa que nunca imaginó jamás, ese tipo de mujeres no son para cerdos como este, estaba seguro que incluso cuando quería estar con Putas de prestigio, seguro que lo rechazaban por su fealdad, y es que el viejo estaba horrible, además por su corpulencia seguro que hasta las pirujas le tenían miedo. Pero ahora tenía a la flamante Sra. Tapia solo para él. El viejo buscó la boca de mi Madre para besarla como lo habían hecho con anterioridad, pero esta vez se encontró con un rechazo de resistencia por parte de mi Madre que cerró firmemente su boca, no quería que el viejo la besara…

-‘‘¿QUÉ?, ¡Que te pasa Perra!, ..¿no me quiere besá? ’’. Gritó el viejo furioso, con los ojos llenos de rabia.

-‘‘¡No, no!, Amo, ..yo no quise hacer eso ’’.

-‘‘¡TE DOY ASCO!!, ..¡¿ESO QUIERES DECIR?!! ’’. Le gritaba.

-‘‘No, no yo..’’

‘‘¡PLASH!!, ¡PLASH!!, ¡PLASH!!’’ Fueron las sonoras bofetadas que le dio el viejo al delicado y hermoso rostro de mi Madre pintándole la mejilla. ¡Hijo de la gran Perra como se atrevía!!, me daba una rabia, con ganas de bajar de aquí y enfrentarlo, pero como hacerlo, que le iba a decir a Mamá.. ‘‘Mamá fui a rescatarte de que el viejo no te culé y te golpe’’. Aunque me doliera no podía hacer nada, además ella se había metido en esa situación, ahora yo no tenía nada que ver al respecto. Tenía que aguantarme y seguir observando en que terminaba todo aquello, tragarme la rabia de que un viejo prieto y asqueroso enculara a mi Madre y la golpeara. Aunque también podía llamar a la Policía, decir que escuché gritos y los llamé.. pero que iba a pasar como mi orgullosa Madre cuando la sacaran y todos se dieran cuenta de que se estaba revolcando con ese viejo. Definitivamente no podía hacer nada, solamente seguir observando a mi Madre debajo de ese cerdo aterrada por el furor del viejo.

-‘‘¡Aquí.. la única Perra asquerosa eres tú, Puta de mierda!, ..y ahora te vas a dejá de estupideces, o si no te juro que te saco y te culeo a media calle para que vean lo Putona que eres.. ¡ESCUCHATE BIEN!!! ’’.

Ahora si el viejo estaba realmente enojado, a la vez que le propinó grotescos escupitajos en el fino rostro de mi Madre, e incluso uno de estos le entró con precisión dentro de la boca.

-‘‘¡Pe-perdóneme mi Amo, ..por favor, discúlpeme! Le-le juro que me portare bien, ..so-solo es que me duele muchísimo ’’. Trataba de explicar mi Mamy.

-‘‘¡Me vale una reverenda verga!, ..ahora en castigo, te voy a seguí destrozado el culo, para que cuando te sientes con tus ricachonas amigas a tomá el té, te acuerdes de quien fue el que te reventó el culo Perra insolente. Va a tené que usá pañal para cómo te voy a dejá desgraciada ’’. Terminó diciendo el desgraciado, dándose aires de como un macho alfa reprende a su hembra.

Una vez de haber terminado el sermón, el desgraciado empezó a ensartarla con más fuerzas, le clavaba la verga y se la ensartaba sin piedad, los gemidos del dolor que sentía mi Madre rápidamente se transformaron en ahogados gritos, ya que tuvo que morderse una mano para que sus gritos no salieran a la calle. Mi Madre gritaba como si la estuvieran matando, y la verdad era que si, este hijo de Puta la estaban matando, se la estaban enculando firme, los ruidos que hacia el escritorio ante las furiosas arremetidas que le asestaba el viejo amenazaban que este en cualquier momento se desarmaría.

Mi Madre sentía como esa gruesa barra de carne la recorría por dentro, y como no, si el desgraciado este ya se lo había abierto en su totalidad y ya se deslizaba libremente por su entrada anal y por todo su interior. Afortunadamente para mi Mamy empezaron a aflorar en ella sus extraños instintos femeninos, los cuales al estar siendo atacados por esa considerable tranca, estos rápidamente se fueron transformando en instintos de esa hembra extraña, los mismos que ya todos conocemos y muy bien. Mi Madre poco a poco ya no sentía dolor, no se dio ni cuenta que los dolores fueron despareciendo. Mi Mamy se concentraba en la fricción que hacia esa verga al deslizarse por su estrecho canal, yo me preguntaba como era posible que ese largo y grueso instrumento estuviera moviéndose en su totalidad en el interior de su cuerpo, pensaba en lo cabezón que tenía la verga y no daba crédito a que este estuviera metiéndosele por su estrecho agujero.

Así mi Madre le dio la bienvenida a las primeras oleadas de placer, que no eran cosquilleos ni punzadas, ahora era placer puro, placer animal, que por cada estocada que le arremetía el viejo este se ramificaba hacia cada uno de sus poros, recorriendo todos los rincones de su exquisita y delineada figura.

-‘‘¡Je je je!.. Sabía yo que era tan Puta a la hora de cogé ¡Je je je!.. ¡Pero nunca me imagine que tanto!, ..mírate, te estoy dando con todo para castigalte y te estás revolviendo como una Perra. ¡Realmente me solprendes Pendeja! Je je je!..’’

Pero Mamá no lo escuchaba, lo único que le importaba por ahora era que ese viejo con su verga casi descomunal no dejara de perforarla, que se la metiera por el culo sin compasión ni miramientos de ningún tipo. Realmente ese Cubano hijo de Puta despertaba en ella aquella mujer extraña, la hacían gozar como animal, gemir como una Perra. Con esos brutales movimientos copulatorios, Mamá se entregó por completo a los nuevos y exquisitos placeres que su cuerpo lleno de curvas estaba sintiendo, los sentimientos de odio y rechazo que por un momento percibí en ella para con el viejo fugazmente desaparecieron, ahora no quería que ese viejo se saliera de ella y aumentó más su placer cuando recordó que el viejo le había aclarado que ella no se iría de esa inmunda caseta hasta que le llenara el rabo el leche.

El enculamiento iba para largo y mi odio hacía aquel vejete acrecentaba cada vez más, con odio y decepción por parte de mi Madre observaba a ambos cuerpos como se buscaban para fusionarse uno con el otro, verga y culo eran casi uno solo, ‘‘¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!, ¡PLOFF!!’’ Se separaban solo por pocos centímetros, para luego juntarse y unirse de una manera brutal, hasta que los güevos del viejo casi reventaran al estrellarse contra los cachetes de mi Mamy; el hijo de Puta hacía pequeños intervalos para mantenerse pegado, para retacarle toda la verga, donde el asqueroso aprovechaba para babosearle las tetas, lo que Mamá lo recibía gustosa, feliz y complaciente.

Mi Madre ya se encontraba perdida, se abrazó al fofo cuerpo del Cubano y ahora se dedicó a disfrutar de la caliente enculada que le estaban propinando, con sus piernas flexionadas al máximo en cada lado de la cabeza del vegete mi Mamy dirigió sus blancas manos al culo del viejo, haciendo fuerza ella misma para que el hijo de Puta se adentrara más en ella, ahora si quería que la partiera en dos, y ella misma también arremetía contra esa verga dura y caliente que la perforaba. Y no aguantando mas empezó a alentar al viejo para que este se la culiara sin contemplaciones:

-‘‘¡Ahhh! .. ¡ahhh! .. Amooo, ..Papito .. ¡METEMELAAA!!!..  ¡METEMELA TODA SE SIENTE DELICIOSO!! ¡Arrgghh!!! ’’.

Mi Madre estaba desbocada, se sentía puramente animal, una Perra en brama, una yegua en estado de celo y complaciente para su Macho, y le agradaba que usaran su cuerpo de cualquier forma sexualmente posible, que se la cogiera, que se la enculara y que la tratara de esa manera tan despreciativa. Esos eran los pensamientos de la Sra. Tapia cuando sintió una fuerte corriente eléctrica al interior del culo y que rápidamente aumentó para apoderarse de todo su cuerpo y total integridad que la hizo explotar en el más genial orgasmo, muy distinto a los que ya había sentido en circunstancias anteriores.

-‘‘¡MAS!! .. ¡MAS FUERTEEE!!… ¡AHHH!!… ¡LA QUIERO MAS FUERTEEE!!! ... ¡DESTROZAME SI QUIERES PERO METEMELA MAS PARA DENTROOO!!! ¡MHMMM!!! ¡POR FAVOOORR!!…ARGGHH!!! ... ¡MAS ADENTROOO!!! ’’. Eran los gritos desaforados de mi Madre al sentir el fuerte orgasmo.

El viejo la contemplaba y reía, Mamá estaba con sus ojos semicerrados y por su delicada boca, por donde en estos momentos salían los gritos de placer y desesperación por esa verga que la perforaba, caían abundantes cantidades de saliva. Mi Mamy no se daba ni cuenta de las lamentables condiciones en que se encontraba, y que en cualquier momento algún vecino podía escucharla. El Cubano ahora si seguro de si mismo y el darse cuenta que ella lo tenía firmemente abrazado, fue al encuentro de esa exquisita y fresca boca que hace un rato lo había rechazado. Juntaron sus labios y ahora sí, el beso era nuevamente apasionado, y hasta estaba seguro que mejor, ya que el estar sintiendo la tranca del viejo mientras la estaba traspasando y este a su vez le estuviera devorando la boca con chapoteantes y salivosos besos.

-‘‘¿Te gusta Cabrona?, ..¿te gusta que te trate como una Puta, como un trozo de calne ¡DILOOO!!! ’’. Exclamó el viejo.

-‘‘¡SIII!!!…¡Si mi Amo!, ..¡me gusta mucho! ..¡AHHH!! ..Si mi Señor ¡Ahhhh!!! ... Que trate como la peor de las Putas ¡AHHH!!! Me fascina, me enloquece ¡Mhmm!! ’’.

-‘‘¡Entonces ven!, ..montame y muévete fuelte. Quiero que así me demuestre lo mucho que te gusta mi verga ¡Je je je!..’’ Y le sacó la verga del culo y fue dejándose caer sobre la silla.

Y entendiendo claramente lo que quería el viejo, cuando el viejo le desalojó el trasero, mi Madre sintió un terrible vacio, hasta estaba seguro que sentía el aire colarse por su colorada cavidad. Mamá se untó un poco de saliva en su culo ardiente, dos dedos se le undieron sin problema, ese hijo de Puta había cumplido con lo que le había amenzado, mi Madre tendría que usar pañal toda la semana por cómo le había dejado al ano, dudaba ya en que pudiera cerrársele de nuevo.

Con mucho trabajo logró subírsele al viejo, ese hijo de Puta no ayudaba para nada, la observaba con su cara de chulo de pacotilla al sentirse dueño de tremendo mujerón, de la hembra más hermosa y suculenta de la Colonia, y porque no de la Ciudad misma. Mamá tuvo el descaro de agarrarle el cipote del mango y treparse sobre su prominente barriga, dirigirlo a su maltratado ano y dejarse caer de un terrible sentón que hicieron que las arremetidas pasadas del viejo fueran simples caricias.

Una vez repuesta de tremenda ensartada, se empezó a mover y menear como una enajenada, siempre moviendo las caderas en círculos y de arriba hacia abajo yendo en busca de la verga del Cubano. Él por su parte no se quedó con las ganas de que mi Madre solo lo culiara, la sujetó de las caderas y la secundo con todas sus fuerzas por cada uno de los sentones que Mamá le propinaba. Ya no habían gritos en la cochina caseta, la pareja de animales en celo se estaba dando duro, no se daban tregua, solo se escuchaban ahogados gemidos de placer desesperado por ambas partes y esto sumado al ruido que hacía la pobre silla al estar soportando ambos cuerpos cuando se frotaban uno contra otro, aportaba morbosos y degenerados crujidos de resortes, tornillos y tuercas, a raíz de los salvajes movimientos que mi Madre y ese asqueroso viejo producían al copular. Todo en esa pequeña caseta crujía, el escritorio cimbraba, las ventanas rechinaban y amenazaban con dejar escapar los grotescos jadeos que ahí se producían, ya varios objetos se habían caído de los escasos muebles de la caseta, daba la impresión de que había un temblor en su interior y que su epicentro se encontraba justo en la ubicación del inmundo y caliente viejo bajo esa blanca y sensual pelirroja.

Mi Madre arremetía, saltaba y se dejaba caer con todas sus fuerzas sobre el fofo y sudoroso cuerpo del viejo, quien lo recibía dichoso ya que en este momento hasta baboseaba de tanto placer que le estaba dando esa blanca y exquisita hembra. Mamá giró el cuello para verle, para exhalar sobre el rostro del viejo su caliente aliento, lo que aprovechó el asqueroso para besarla, para hacerle saber que era suya, y Mamá lo recibía gustosa. Se comían sus bocas en acalorados besos; ahora era mi Madre la que lo buscaba, enroscando su tibia e higiénica lengua contra la asquerosa y babosa el viejo, como queriéndole demostrar y que él supiera que lo deseaba, y lo aceptaba tal como era.

Mi Madre ya había perdido los sentidos con tanto placer que le daba esa verga; cuando el viejo se separaba de los chapoteantes besos que ambos se propinaban, Mamá no dudaba para lamerle la cara al vejete, la recorría con su fresca lengua, le chupaba todas sus asquerosas arrugas, le lamia sus gordos dedos. Yo casi vomito al ver tremenda escena, mi blanca y limpia Madre encima de un moreno y sudoroso viejo, una imagen que jamás olvidaría ni se me borraría de mi pelirroja cabecita.

-‘‘¡Ooh!, ohh! Pero que rico culeas, Nalgona, ..y tu que no quiere cobrá para hacerlo ’’. Le decía el viejo entre jadeos.

-‘‘¡Aah! ¡Siii!! .. siii!! que rico ¡Mhmm! Me encanta su cosa ... ¡Mhmm!! ¡Tan grande, tan gruesa, ..se mete delicioso! ’’. Chillaba mi Madre fuera de sí por las exquisitas clavadas que se daba sobre el viejo.

-‘‘¡Ooh!! Siii!! ... y te seguiré culiando. Ahora ere mía, Perrita…mía ... miaaaa ’’. Le decía el vejete por cada arremetida que le pegaba.

-‘‘¡Siii!! ... Mi Amo ... so-soy suya… ¡Aargh! suyaaaa…¡ahhhh!! ahhh!! ’’.

-‘‘¡Escúchame bien, Puta!, ¡Oh! ..te voy a cogé cada vez que yo quiera. No me impolta que tu escuincle nos vea, ..te voy a emputecé, te voy a a se sentí la peor de las Putas y sabe polqué, ..polque te gusta ...¡Te gusta!! .. Lo tienes claro, ..¡LO TIENES CLARO!! ’’.

El rostro de mi Madre a pesar de todo lo que estaba sintiendo, igual le llamaron la atención estas extrañas declaraciones que le hacia el viejo, decirle que iría a follarla pese a que yo estuviera presente la desconcertaron, pero su vez, su mente se fusionaba con toda la calentura del momento e imaginándose enculada frente a mí, gritó desde el fondo de su ser:

-‘‘¡SIIII!!! ¡Si me gusta!, ..úseme como quiera mi Amo ¡Mhmm! .. ¡Argh! Soy suya ¡Arghhhhh!!! ’’.

El viejo que ya estaba por correrse aminoró las embestidas que le daba a mi Madre, ella a su vez también bajo los sentones, ya tenía claro que su macho era el que mandaba, y ella quería ser su hembra obediente y sumisa.

-‘‘¡Uff!, uff! ¡Escúchame bien Culona!, ..como te dije, te voy a llená el culo de leche. Y para vé que me harás caso de ahora en adelante y en todo lo que te pida, ..vas a ilte de aquí con mi lechita dentro. Quiero que te lleve toda mi leche a tu casita, ..quiero que vayas y le hagas comida a tu hijito. No tiene pelmitido sacaltela, ..andará por la cocina y toda la casa con el jugo de mis güevos. Me entiendes ricura ’’.

-‘‘¡Siii!!, ¡Si mi Amo!, ..yo-yo lo hago ¡Aahh! Haré lo que me diga ’’. Contestó una sumisa Sra. Tapia.

Y empezó a penetrarla con más fuerza, sujetándola fuertemente de las caderas empezó a subirla y a bajarla como un autentico loco. Sus gemidos se intensificaron y su sudor caía sobre sus sienes como un cerdo. A los pocos segundos se corrió entre gemidos e insultos.

-‘‘¡Oooh! ¡Si, Perra! ... ¡Me corro!, toma mi leche ¡Ohhhh!! Guarraaaaa!!! ’’. Exclamó mientras inundaba su recto.

Tras correrse y quedarse quietos, con la respiración agitada, él bajo mi bella Madre, rozando su sudorosa y marrona piel contra la tersa y blanca piel de ella, y acabándola de embadurnar de sudor. Mi Madre pudo sentir como los intestinos se llenaban, como una sustancia licuosa y blanquecina era disparada por su recto en más de 5 o 6 ocasiones hasta lo más profundo de sus tripas. ¡Este hijo de Puta le estaba haciendo un enema con su esperma! Con su mano izquierda empezó a restregar sus escupitajos y el sudor de mi Madre por toda la cara, dejándosela toda bien húmeda. Una vez el éxtasis provocado por sus orgasmos, desaparecía y la excitación iba cayendo. Don Mario la miró de forma muy tierna, y le dio un beso muy romántico. Así estuvieron unos minutos, cómo dos enamorados, él sentado en su silla de dormir mientras mi exhausta Madre yacía sobre él aún enchufada en su cipote. Pero lo que me dejó más impactado fue cuando Mamá le acarició suavemente las mejillas mientras le pasaba las manos por su cuello y espalda.

-‘‘¡Uff!, ufff!.. Ere una diosa increíble, ¡uff! ... Aún no me puedo creé que seas mía ’’. Le dijo mientras admiraba su cuerpo y su rostro.

-‘‘¡Aah, ah!.. Gracias, Don Mario ..usted es todo un hombre. Me ha hecho gozar cómo a una Perra en celo ’’. Respondió mi Madre cómo si tuviera que agradecerle las humillaciones y maltratos recibidos.

El viejo hizo una mueca de orgullo, y es que no era para menos, seguro que jamás habría imaginado que sería capaz de satisfacer a una mujer cómo lo era Mónica de Tapia. En eso se escuchó el pitido de un vehículo que llamaba al viejo para que abriera la barra de barricada.

-‘‘Bueno, mi Rojita, ..pol mucho que me gustaría seguí montandote toda la talde, tengo obligacioné que cumplí. Tengo que ganalme la papa, cariño ..entiende que no puedo atendé a los dueño sudado cómo voy. Será mejor que salga y te vaya a tu casita ..ve con tu chiquillo que debe de está pensando que hacé con su pepino ¡Je, je, je!.. Ve y que no se te salga mi regalito ¡Je je je!..’’ Le comentó mientras mi Madre le sonreía.

El viejo lentamente se salió del cuerpo de mi Madre, yo puse atención en el color rojo oscuro que tenia la verga del viejo, la tenia totalmente parada aún, a pesar de haberse vaciado por completo. El viejo abrió la ventana del frente para que ambos pudieran tomar un poco de aire fresco, ( además de dejar salir el terrible olor a sexo que invadía el pequeño cuarto ). Mamá se quedó recostada sobre el escritorio con sus manitas en su trasero sin saber qué hacer, cualquier movimiento que hacía sentía que evacuaba, cosa que el viejo riéndose y subiéndose los pantalones le dijo:

-‘‘¿Que te pasa Nalgona no te quiere ir? ¡Je je je!..’’

-‘‘No puedo moverme ’’.

-‘‘¡Je je je!.. No te preocupe Nalgona, esto es normal, ..te cabo de abrí el culo ¡Je je je!.. Lo que tu necesita es un tapón ’’. Le decía el aborrecible viejo con orgullo por haber sido él quien le rompió el culito.

El desgraciado buscó en el piso las diminutas bragas manchadas con el esperma de aquel negro.

-‘‘Ya verá que no pasa nada ¡Je je je!.. Mira, yo arreglare esta situación…¡Je je je!.. Ábrete de pielnas ’’.

Mi Madre que ya no sentía pudor de mostrar sus encantos al vejete, accedió y se abrió de piernas lo que más pudo. El viejo dándose aires doctorales, le quitó ambas manos que servían como una improvisada barrera ante el escurrimiento inevitable de sus intestinos. Con total asombro observé todo el agujero tremendamente colorado del culo de mi Madre totalmente abierto y dejando ver a quien quisiera sus inflamados interiores. El desgraciado depravado miraba encantado el perfecto círculo colorado que se le veía a mi Madre al tener su esfínter completamente dilatado y con las gruesas medidas diametrales del gran tronco que solo hace algunos segundos había tenido ensartado.

El pervertido Cubano estaba complacido, la había enculado y gozado a la perfección, se extraño que mi Madre no sangrara por el culo, estaba seguro que le hubiera encantado que eso hubiera ocurrido. El hijo de Puta hizo bolita las bragas y se las sambutió en el culo a modo de tapón, lo que ahora mi Madre tendría que regresar a la casa con un trapo ensartado en la cola, ( cosa que jamás me permitiría perder ). Una vez que el vejete la dejo totalmente taponada, le dijo:

-‘‘Ya ves, Nalgona, ..aquí no ha pasado nada ¡Je je je!.. Ve a tu casita y atiende a tu hijito que te está esperando. No te saque el taponcito hasta que yo te hable, ¿entendido? ’’.

Mi Madre lo observó incrédula, ya había pasado el trance enloquecedor que le provocaba la verga del Cubano, se dio cuenta de que lo que le decía el viejo era demasiado absurdo, el de un oscuro pervertido. Volvió a inspeccionar sus pomposas nalgas y comprobó que aparte de lo coloradas que las tenía, entre medio de ellas llevaba ensartadas las negras bragas que había recibido por buscar su libertad en aquel vestidor.

-‘‘Párate mi Perrita ’’. Le ordenó el viejo.

Mamá se puso de pie y el viejo procedió a observar su obra, el hijo de Puta reía para sus adentros, se sentía dichoso, por mi parte yo no entendía como Mamá siendo tan arrogante y altiva se prestaba para sus pervertidos juegos, ¿que no le bastaba con el que le hubieran reventado el culo en plena entrada de nuestro fraccionamiento?, ahora se prestaría para presentarse ante mí con esas bragas sirviendo como tapón para la leche del viejo; la verdad que ya no la entendía, me tenía muy desilusionado. El infeliz posó su cochina mano en su trasero magreandola y le ayudó a buscar sus cosas. Por mi parte bajé de aquellos botes de basura y regresé caminando lento a mi casa. Me sentía dolido, traicionado, una vez más mi Madre se había olvidado de todo por su maldita calentura, hasta había sido capaz de estarle haciendo la felación a ese viejo horrible casi frente a mí, separados únicamente por un viejo y cochino escritorio. Regresé a la casa triste, sentía ganas de llorar, no sabía si volvería a ver aquella mujer casi perfecta que me cuidaba y apapachaba tanto. Ahogado en mis pensamientos, me senté en la sala para esperar su llegada, no sabía cuál sería su reacción al verme después de hacer todo aquello.

Y aunque confieso que en distintos momentos durante mi espera tuve cierto morbo sobre lo que ocurriría o el modo en el que mi Mamy entraría por la puerta, y ya cuando entró, al observarla bien de pies a cabeza, me percaté del desarreglado estado en el que aquel hijo de Puta me la había mandado de vuelta a la casa, su cabello bastante alborotado y sus ropas que además de ser tan excesivas las traía desordenadas, presentaban lo que sin duda alguna serían inequívocos rastros de brusquedad cerca del escote sobre la tela del corset. Y pude notar en mi propia Madre las señales inequívocas del desfallecimiento con que volvía a su casa después de haber sido fornicada hasta el cansancio.

Al verla así, de inmediato dentro de mí me envolvió un sentimiento de enojo, de desilusión por estar con ella, por lo que aún sabiendo el estado en que ella se encontraba, no le escupía en la cara todo lo que sabía y de su estúpida relación con aquel viejo mugroso. Me quedé callado y puse mi más estúpida sonrisa al ver a mi Madre.

-‘‘¡Ho-hola mi amor! ..¿te dejé solito?. Lo que pasa es que se me descompuso la camioneta y-y tuve que llamar al mecánico para que viniera. Pero ya estoy contigo mi amor, ..ahorita te preparo una deliciosa la comida. Estoy bañada en sudor ¡ufff!, estoy toda sudada ’’. Se acercó a mí para darme un beso en la mejilla.

De repente me golpeó un olor nauseabundo. Tal vez ya lo había notado antes, pero fue a los pocos minutos de haber entrado mi Madre por la puerta cuando tuve plena consciencia de ello. ¡Mi Madre olía horrible al viejo! que emanaba por detrás y por todas partes. La miré detalladamente y me di cuenta de su indudable estado. Sí, tal vez se había lavado la cara y las manos, tal vez hasta se había enjuagado la boca. Pero su pelo aún tenía rastros pegajosos de leche y de sudor de aquel asqueroso guardia; el corset que había lucido de manera tan sugerente durante todo su recorrido tenía zonas más oscuras de las que también emanaba aquel insufrible olor. A lo mejor Mamá no lo podía diferenciar porque aún llevaba dentro de ella toda esa sustancia y se había hecho al olor, pero a mí me estaba matando de asco y noté las primeras arcadas.

Me di la vuelta hacia la cocina para tomar un vaso con agua, casi encogido, sujetándome el estomago tratando de contener las náuseas. No podía creer que allí estuviera mi Madre, parada a mi lado, preocupándose por darme alimento mientras su pelo y su ropa apestaban a sudor y leche de aquellos desgraciados. Mamá se dio cuenta de que algo me pasaba y me preguntó si me encontraba bien. Yo traté de aguantar otra arcada y le dije que sí, que sólo buscaba agua.

Mientras ella buscaba en el refrigerador para hallar que hacer, yo acercándome un poco más a su retaguardia, pude percibir en su diminuta falda el bulto que hacía aquella prenda en el interior de sus nalgas, es más, alcancé a divisar una línea brillosa de fluido que había alcanzado a librar el tapón que la contenía y había escurrido precipitándose y embarrándose todavía un poco más sobre la parte interior de sus muslos. Preso absoluto de tal descaro y petrificado ante el decadente espectáculo de ver a mi propia Madre, postrada hacía delante mientras rebuscaba en nuestro refrigerador con la única finalidad de alimentarme mientras una prenda la cual había adquirido con el precio de su cuerpo ahora serbia única y exclusivamente para no ir regando como grifo descompuesto la leche que el mañoso Portero de nuestro fraccionamiento había depositado en ella, ofreciéndose ante mí con tal descaro para satisfacer aquel hijo de Puta con sus pervertidos juegos.

La verdad es que no sabía si con todo lo que me ha estado pasando quedaría turbado para el resto de mi vida, pero lo que jamás olvidaría era la contemplación de su glorioso trasero embarrado con las muestras de esperma de aquel viejo que parecían ya estar secándose sobre su piel, mientras que todavía entre sus piernas algunos hilillos de su semen se escurrían fuera de su cuerpo hacia sus piernas; ya fue demasiado para mí y bastante molesto por su actitud le comenté que no tenía para nada hambre, que solo iría a dormir a mi habitación que estaba cansando, lo que mi Madre argumentó que me prepararía un emparedado para cuando despertara, que mientras tanto ella iría a darse un baño que ya lo necesitaba, cosa que estuve a punto de gritarle que si que pensaba, andar todo el día con la lefa de aquel viejo embarrado entre sus piernas, simplemente me dirigí a mi habitación muy molesto, una por su estúpida actitud y otra para tampoco yo prestarme a los juegos del viejo, estaba seguro que ahora mismo se estaba carcajeando el muy infeliz en su cocina caseta.

Sin más me dirigí a mi habitación pero no para dormir como le había comentado, si no para observar si efectivamente mi Madre estaba cumpliendo con las ordenes del viejo.

Ya cuando mi Madre entró a su habitación, se disponía a levantarse el vestido, se encontraba muy colorada, era claro que mostrase frente a mí con esas prendas y además simulando ser un pastel de tres leches la tenían muy nerviosa, quizás excitada; se acercó a su espejo de cuerpo entero para observarse. Y acomodando el espejo de tal forma que pudiera irse a su cama mientras se contemplaba, se volteó y fue a subirse a ella, siempre volteando hacía el espejo, dónde poniéndose de rodillas y de espaldas al espejo levantó suavemente la tela de su diminuta falda que poco a poco fue subiendo por sus piernas hasta que resbalando ajustadamente sobre las redondeces de sus glúteos, finalmente descubrió ante mi atónita mirada ese pedazo de trapo que apretujado entre sus aún coloradas nalgas, parecía suplir de manera improvisada la falta de sus diminutas pantaletas.

Yo apenas podía creer lo que estaba viendo, y no era para más, contemplar la vista trasera de tu Madre con aquella tela negra colgando entre sus blancos muslos, que cuando se empinó sobre su enorme cama y me ofreció la imagen de sus tremendas nalgas levantadas al aire y separadas sobre el colchón, para dejar caer aquel trapo oscuro que quedó colgando enmarcado entre sus muslos su mancillada intimidad, con el simple objeto de contener esa sustancia de aspecto viscoso y olor penetrante que tuve el desagrado de estar percibiendo hace unos minutos, de inmediato entendí que mi adre de ahora en adelante estaría dispuesta a todo para complacerlo, sin importarle que estuviera yo de por medio. En eso su celular volvió a sonar, el hijo de Puta quería asegurarse de que Mamá lo hubiera obedecido en todo.

-‘‘Si Don Mario, ..ahora estoy en mi habitación ’’. Le respondía mi Madre a cuatro patas.

-‘‘ . ................. ....................’’ El hijo de Puta seguro que le estaba diciendo de vulgaridades.

-‘‘Por favor mi Amo, ..déjeme evacuar, siento el estomago lleno.

-‘‘....... ................ .............................’’

Enseguida mi Madre colgó. Sin más tuve la degradante visión de ver a mi flamante Madre a cuatro patas sobre el colchón, al mismo tiempo en que de un tirón se desprendía de aquel improvisado tapón que había sido introducido en su orificio anal, supongo yo que más que por evitar que se fuera a manchar el vestido o el piso de aquella mugrosa caseta, en realidad había tenido como única finalidad la de humillarnos, hacerse sentir el todo poderoso frente a la clase social a la que pertenecíamos y que él jamás podría ser; el viejo ya no le bastaba con saciarse del cuerpo de mi Madre, ahora la humillaba y la obligaba hacer todo lo que su cochina y oscura mente pervertida se le imaginaba; y mi Madre, que llevaba por el deseo y esa extraña mujer que se apoderaba de su cabeza y la cegaba por completo se dejaba ser, sin importarle ya que yo estuviera presente.

Sin mucho batallar, pronto mi Madre se desprendió de aquellas sucias pantaletas haciendo desbordar el cremoso batidillo de crema que el viejo mañosamente me había enviado a casa atravez de mi Mamy, pues aunque poco quise participar o nada, de todas formas y aunque no quisiera el viejo había ganado de nuevo, ya que estaba presenciando ver cuando toda aquella crema depositada por aquel hijo de Puta dentro de su interior, parecía querer salir desbordada y embarrando con ella toda la colcha de esa enorme cama matrimonial donde mi Padre había pasado sus últimos días en casa, incluso haciendo algunos húmedos sonidos al deslizarme hacia afuera de su recto y mojando muy pronto también las sabanas, que comencé a observar una tremenda mancha con aquella blanca sustancia.

Yo, mientras me debatía entre que era lo que iba a pasar con mi Madre de ahora en lo futuro cuando el viejo le demandara más, contemplaba el rostro de ella que al menos en este día y después de estos últimos años, me parecía resultar del todo nuevo, aunque distinguía que era la misma dama con que la que mi Padre se había casado y decidido que era la persona correcta, dechado de pureza y virtudes para convertirse la flamante Sra. Tapia y Madre de un pequeño hijo, ( ósea yo ), también pude notar en sus hermosos ojos la apariencia de una nueva persona a quien nunca había sospechado conocer, transformada tan sólo en el transcurso de esta sola tarde, en una sumisa y exhibicionista mujer, que había decidido abandonar para siempre el camino de rectitud y de imagen intachable, para que junto con el orgullo de nuestra respetada familia y la memoria de mi Padre, perder para siempre la dignidad y aceptar lo que pudiera venir de aquel hijo de Perra que había aparecido en nuestras vidas.

Y mientras continuaba observando como de su trasero seguía bombeando y saliendo el semen de aquel desgraciado, fijé la vista en el escote de su corset y la desbordante porción de sus enormes senos que quedaban a la vista, pude ya ver bien aquellas marcas de succiones de color rojo carmesí que se habían marcado sobre su blanca piel, mientras por la mayor parte visible de que aquellos tiernos pechos dónde yo me había amamantado y tomado mis primeros alimentos, aparecían algunas marcas de dientes o pellizcos sobre su delicada piel. Y me hacía pensar que sin duda alguna aquel hijo de Puta había probado y marcado hasta saciarse por completo de ellos, sin importarle mucho la imagen que daría mi Madre con tales marcas al salir a la calle o mostrarse ante mí como si fuera una simple res marcada con el sello de su dueño.

Una vez que toda esa sustancia blanquecina y gelatinosa resbaló de sus piernas y terminó en una gran mancha en la cama de mis Padres, enseguida mi Madre fue a su baño para traer unas toallas y tratar de borrar la evidente marca de tan grotesco acto que había terminado por cumplir. Caminó tambaleante, con ligero escozor en el culo, que no era para más, había recibido tremenda manguera por el recto que se lo había dejado abierto un par de pulgadas que tardaría varios días en cerrar; eso sí, gustosa, se sentía plena, satisfecha. Entró a su baño y preparó la regadera. Yo inmediatamente enfoqué la cámara hacía la regadera para no perder detalle de lo que hacía.

Mamá se desnudó, aunque no tenía mucho que quitarse, no traía ropa interior, la falda parecía un cinturón, las medias las había perdido sabe dios dónde. Su corset, que poco servía para tapar las vulgares marcas que le había hecho su Macho, lo desató y lanzó hacía un lado; se desnudó por completo y se metió dentro de la ducha. Mientras se limpiaba le entró la conciencia. Ella nunca habría pensado que sería capaz de hacer algo como lo que hizo este largo día. Justo una par de horas atrás había vivido su primera experiencia exhibicionista, dejándose manosear por un asqueroso guardia de seguridad en los probadores de un Centro Comercial y por un desconocido en una sala de cine.

El hecho de que un viejo cincuentón la obligara a ejercer una falta, en obligarla hacer un robo para así ser abusada por aquel horrible desgraciado, tratándola con firmeza, y que al terminar la dejara abandonada y embarrada en ese probador, le estaba produciendo una honda impresión ‘‘¿cómo había sido capaz de ofrecerse a ello?’’ y lo peor ‘‘¿cómo lo había podido disfrutar tanto?’’. Mi Madre estaba reflexionando sobre lo que le estaba pasado: Ese viejo la estaba dominado. Le había hecho sentirse cómo una auténtica Perra sumisa y ella había gozado cómo nunca. Recordaba cómo en esos momentos, cuando estaba junto con aquel extraño en el cine se moría de ganas por sentirlo dentro, pero había de reconocer que el hecho de ser un completo extraño y no poderle ver jamás la había puesto especialmente cachonda.

Mamá se hizo bolita en una esquina de la regadera y extrañamente lloró. El tipo la encantaba. Maduro, canoso, con una sonrisa de dientes amarillos, inspiraba miedo y a la vez le hacía despertar a esa hembra ardiente que explotaba desde su interior. ¿Quién iba a imaginar que en mi Madre una de sus mayores pasiones era que la dominaran a ella? Pero claro, ¿quién iba a imaginar que ella, una respetable mujer, iba a caer en esta horrible aventura?. Y sólo pensar que ahora se había convertido en su amante, en su esclava para todo lo que él quisiera, la tenía en un estado de excitación permanente y eso a ella la estaba lastimando...


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia.

©MI MADRE Mónica.......... Capitulo (41)
‘‘Fiebre de media noche.’’

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com.