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domingo, mayo 10, 2015

Capitulo (50)


MI MADRE Mónica.......... Capitulo (50)

“Oscura obsesión.’’


No supe que fue de mí el día de ayer, de lo que recordaba Mamá había llegado en un estado deplorable a nuestra habitación, aún estaban recientes aquellas imágenes en donde ella se había expuesto en aquel juego estúpido y ventajoso que lo único que había ganado era mancillar más su grado de estatus de mujer ejemplar y de Madre de un hijo, para caer en el juego sucio de aquel par de desgraciados.. es más, dejarse manosear los senos y mucho más, perder sus pantaletas para regocijarlos como si se tratase de una jovencita que recién experimenta las primeras salidas de fiesta. No sé qué había pasado por la cabeza de mi Madre al comportarse de aquella manera, ¿que no se daba cuenta que lo único que hacía era lastimarme?, o acaso estábamos pagando algún mal de mis antepasados?.. la verdad que ya no sabía ni que pensar con el extraño cambio de mi Madre, ni cómo afrontar dicha situación, cuando yo creía que por fin seríamos felices o como una familia normal, aparecía otro infeliz desgraciado como lo era ese Ralph, o aquel Portero del cual ni me quiero ni acordar.. ¿qué mi vida no sería ya la misma?

Me levanté muy temprano, demasiado diría yo, creo que había dormido solo un par de horas. La cabeza me atormentaba, además de que el aliento de Mamá a mi espalda no era ni la pisca de lo que con tanto empeño trataba de inculcarme toda la vida, que debía de mantener una limpieza diaria, que debía de usar enjuague bucal, ahora le decía yo lo mismo. Mi higiénica Madre olía horrible, además de que hacía pequeños ronquidos que no recordaba habérselos escuchárselos jamás. Mamá emanaba un fuerte olor a rancio, a alcohol; estaba tan cansada que ni se inmutó cuando me levanté y me dirigí al baño para lavarme el rostro e ir a tomar algo de la cocina, que ya la sed por algo frío empezaba hacer estragos.

La cabaña estaba en silencio (era obvio, eran cerca de la seis y media de la mañana) y no había rastros de que alguien más estuviera despierto. Me acerqué a la cocina a buscar algún aperitivo o algo con que saciar y regresar a la habitación, cuando justo en ese momento escuché unos pasos bajando de las escaleras. Me giré mirando hacia la puerta de la cocina. La última de las mujeres que creía que pudiera ser a esta hora no era otra que Ashley. ¡Y como venía!, traía una pijama y una camiseta holgada de football Americano que debía de ser de Randy, de color azul claro que dejaba intuir sus hermosos pechos tersos, (que de inmediato se me vinieron las imágenes del día anterior y me aceleró de inmediato). La pijama era un pequeño short's corto de algodón de color gris que dejaba al descubierto en su totalidad sus blancos muslos, sus piernas y los preciosos pies en los cuales terminaban, además se podía intuir la tersura y firmeza de sus piernas. No pude más que tragar saliva acompañada de un largo sorbo de leche del cual me había servido.

Ashley avanzaba somnolienta, lentamente y ligeramente contorneándose hacia la cocina donde me hallaba sin percatarse de que yo estaba observándola desde que había bajado de las escaleras. No dejé de observarla y recorrerla de arriba abajo en cada segundo que pasó hasta que se entró completamente frente a mí.

- ¡Uups! .. Hi Pedruito, ..venía a por un poco de agua. Habrua agua fruesca en la neverrua?.- Me dice entre sorpresa y con su acento Canadiense típico.

- Ho-hola Ashley, ..s-sí, hay una botella en la nevera. Por favor, sírvete.

Cuando pasó para el refrigerador no pude evitar mirarla de cerca, que bonitas nalgas se apreciaban a través del short's cuando se acercó para abrir la nevera. Mientras lo hacía me senté en el pequeño comedor que había a terminarme la leche con las galletas. Se giró para abrir la puerta de la nevera y medio se agacha para tomar la botella situada en el fondo. ¡Oh por dios!, casi me ahogo, la belleza del cuerpo de la Canadiense se adornada con el aura de la tenue luz que salía del refrigerador. ¡Mhm!, mi imaginación no necesitaba mucho para estimularse sexualmente (que después de lo vivido el día de ayer cualquier cosa me tenía excitado).. pues se me había puesto medio dura. Le di un par de largos tragos más a mi vaso hasta terminarlo pero sin dejar de observarla. ¡En eso Ashley se da la vuelta y me toma mirándole el trasero! Maldición, me quedé de piedra sin saber que decir ni que hacer, me había tomado por sorpresa. Lo último que esperaba era encontrármela de esa manera vestida por la madrugada y que me pichara zorreándole (mirándole descaradamente) las nalgas.

- Mi necesitar para tomar pastillas, ..sufruo de no durmirr.- me trataba de explicar.

- P-perdona si te desperté, ..yo tampoco podía dormir.

- Nou nou, no problema, ..solo tomar una pastilla y dormir de inmediato.- me decía.

- Que bien.- atiné solo a decirle.

- Antojar vaso de leche, ..¿aún tener?- me dice con una dulce sonrisa acercándose a donde yo estaba.

- S-si claro, toma lo que gustes.- le contesto mientras estiro la botella para que pueda tomarla.

Mientras Ashley se acerca con un vaso para situarse justo enfrente de mí para servirse, mi vista empieza un nuevo recorrido por su cuerpo casi inconscientemente, desde su delicada mano que sostenía la botella, continuando por su brazo desnudo hasta terminar en la silueta de sus pequeños pero suculentos pechos que se adivinan redonditos y firmes detrás de su jersey holgada. Las imágenes de sus senos desnudos me continúan llegando a la mente. Una vez que el vaso estuvo lleno, deja la botella encima de la mesa y procede a beberlo acercándolo a sus labios que se ven carnosos mientras levanta su dorada cabeza. Ahora le observo el cuello, parece tan delicado y suave, cómo envidio a ese desgraciado Jr. eso hace que mi odio hacía él crezca mucho más. Me deleito con esa visión y con cada sorbo de leche que pasa por el cuello de la Canadiense hasta que termina de beber el vaso.

Esta escena no es para nada buena si estás también en pijama con una semi erección previa, ya que ahora se está convirtiendo en una erección completa difícil de disimular. Afortunadamente estamos solos en la cocina, creo poder intentar solventar la situación y que Ashley no se percate, así que aprovecho para levantarme y dejar mi vaso e intentar acomodar mi erección hacía un lado para que no se me note. Ashley termina de beber, retira el vaso de sus labios y se incorpora hacia adelante para colocarlo también sobre el fregadero. Aquí es cuando sin querer roza con su desnudo muslo mi erección que se encuentra apretujada dentro de mi pijama. Nos quedamos entonces quietos un breve instante al notar nuestro contacto que nos toma por sorpresa. Un breve instante que para mí parecen horas. 

Permanezco con el rostro casi en blanco, inmóvil, quería morirme, no aguantaba la vergüenza. Ashley se reincorpora sin comentar nada y sin buscar mi mirada. Seguidamente se va alejando hacia la puerta de la cocina para despedirse.

- Thanks Pedruito.- me dice sin mirarme a los ojos.

Las palabras sobran cuando no te dirigen la mirada y más cuando te han notado que se te ha puesto dura.

- N-no es nada.- le contesto mirándola y confirmando con mi mirada, como pidiendo disculpas por el hecho anterior.

- ¿Cuantos años tener Pedruito? ..- me preguntó deteniéndose sobre la entrada y cortando con el silencio la cocina.

- V-voy a cumplir 13.

- Ser un petty boy, ..cuando tú tener 18 ir llover muchas chicas. Aunque no extrañar que ya tener alguna, ..mí no me extrañar que ya estar con una, ..¿o no?.- me comenta con una sonrisa extraña.

- No, no.. bueno si, ..digo de momento no hay nada ni hay ninguna candidata Aunque si me gusta una.- le confesé.

- No preocupar, ya caer alguna, ..segurro que sí. ¡Mi buscar una novia! A ver… ¿Cómo gustar las mujeres?.- me dice mientras se regresa y vuelve a tomar asiento frente a mí en la pequeña mesa. Sin querer había empezado una conversación con ella.

- ¿C-como me gustan?, ..pues supongo que lo que todo el mundo.. una chica divertida, lista, simpática y amable…

- Mm .. ¿algo .. purversa?.- mientras se acercaba cada vez más a mí.

Yo pegué un ligero salto y me removí en la silla cuando noté impactado el pequeño pie de Ashley acariciando la parte interior de mis piernas. Ella se reía muy coqueta y apoyaba su cabeza en sus dos manos sobre la mesa. Yo no supe cómo reaccionar estaba impactado, ella aprovechándose de eso empezó a mover su pie lentamente para lograr tomar posición de mi miembro para después ir acariciándolo de arriba abajo con la planta del pie. Mi rostro debió de decirlo todo, ya que ella seguía con esa sonrisa morbosa moviéndolo de arriba abajo, no sé si mis ojos se pusieron en blanco pero el simple hecho de que una chica tan linda con lo era Ashley me estimulara el pene estaba sintiendo delicioso.

- .. ¿P-porque lo haces?

- ¡Ups! .. Sorry, pensar que tu gustar.- dijo con una carita traviesa después de morderse el labio inferior.

- No es eso so.. es que .. ¡aah!- y ponía mis ojos en blanco tras el delicioso masaje.

El pie de Ashley seguía acariciando mi miembro y para ella parecía muy normal que un hombre reaccionara así a unas insinuaciones de ese tipo, mientras tanto yo nervioso y excitado a la vez volteaba para todos lados vigilando que nadie nos descubriera, cosa que a ella le tenía sin pendiente ya que estaba empecinada en hacerme venir.

- Pero gustar, ¿nou?, ..ya la tener muy dura, ¡Jiji!..

- .. Aahh .. sí, pero .. ¿p-porque lo haces?

- Quien entender, ..una poner cariñosa, pero bueno. ..

Ashley bajó su pie y volvió a ponerse su sandalia para irse a su habitación.

- Ya me ir, ..pero no mirar my ass mientras my alejar. ¡Ji ji!..

- ¿P-pero porque?, .. ¿por qué iba a hacer eso?, ¡No me dejas así!- le dije sin saber ni que decir, con una tremenda erección y confusión que solo provocaron la sonrisa de la Canadiense.

Ashley se da la vuelta y se aleja con su botella de agua hacía su habitación por las escaleras. Por dios, que mezcla de confusión, morbo y deseo. Me quedó muy excitado y frustrado en la silla reflexionando lo sucedido. Recupero mi media erección y aprovecho para servirme otro vaso de fría leche y calmarme. Esto no está bien, ella es casi una mujer y yo solo soy un simple chiquillo morboso y calenturiento que no puede estar imaginando cosas lascivas viendo a una chica. Pero tampoco soy de piedra, voy a necesitar masturbarme puesto que esto me ha puesto muy caliente y así no podré andar durante el día. Mi Madre estaba durmiendo, Beatriz creo que también y Ashley seguro que empezará a quedarse dormida después de pensar en lo sucedido conmigo, supongo yo que a darle unas cuantas vueltas a su cabecita. 

¿Se habría quedado incómoda con el incidente conmigo?, seguro que pensaría que soy un chiquillo calenturiento. No era mi intención pero tampoco pude evitarlo y ahora al irse me la ha puesto tan dura que necesitaré calmarme. Decido por lo tanto desabrochar los botones de mi pijama mientras todos duermen e introducir mi mano para liberarla. Sin presumir, sale disparada hacia fuera. La tenía muy dura, se notaban todas sus venas además de que el fluido pre seminal había terminado por manchar todo mi calzón. No es gruesa, pero tampoco excesivamente delgada, y de largo entorno a unos 12cm ( que quieren para un niño de 13 años ). Comencé agarrándola completamente con mi mano para empezar un suave y constante movimiento arriba y abajo cerrando los ojos. Deteniéndome más tiempo después de haber retirado toda la piel que recubre mi glande, el cual quedaba al aire, mientras lo hago no dejo de pensar en la rubia Canadiense y en lo sucedido.

Estaba disfrutando de esa tan deliciosa paja sin dejar de imaginar a Ashley, no quería ni pensar en aquel momento cuando sin querer y por orden de Beatriz había subido a su habitación para hablarle al Jr. y los había encontrado follando como perros, no quería que la imagen del Jr. penetrándola me quitara este deseo. A cada movimiento mi deseo por ella aumentaba más y más. Entonces pensé, ¿sería capaz de arriesgarme y a continuar masturbándome desde la puerta de su habitación?, además Ashley tomaba pastillas para dormir, quien sabe, quizás me llevaría una total sorpresa mientras la observo durmiendo? Sé que no es algo decente pero estoy demasiado excitado como para terminar de masturbarme solo con mi imaginación, además era demasiado temprano y para que alguien se levantara aún faltaba algo de tiempo. ..


Así que sin más salí de la cocina y me dirigí a la segunda planta a la entrada de la habitación de Ashley, para situarme medio escondido entre su puerta entre abierta. No sin antes haberme cerciorado de que tanto mi Madre como Beatriz y Randy se encontraban durmiendo en sus respectivas habitaciones. Desde la puerta de la habitación de Ashley se veía completamente la cama sobre la cual se hallaba ya durmiendo plácidamente, además de la botella de agua abierta y sus pastillas para dormir al lado. Y como la calefacción estaba encendida solo se encontraba medio tapada con una ligera sábana. Se hallaba tumbada de espaldas a la puerta, medio arqueada y dejando entrever parte de sus piernas y sus pies que estaban desnudos. El resto ligeramente tapado entre la sábana utilizada y las diferentes partes de su corta pijama.

Realmente empezaba a disfrutar de la situación, el morbo que sentía en estos momentos de estar observándola en vivo y en directo y en la intimidad de su habitación me tenían muy excitado, además el incidente hace unos minutos en la cocina hacía que mi pene se pusiera cada vez más duro. Enseguida y sin perder tiempo, deslicé una mano a mi pajarito para apretarlo y suavemente calmar esta tremenda excitación que estaba sintiendo mientras la veía. Estaba sintiendo tanto placer que hasta miedo sentía que se me fuera escapar algún gemido que pudiera despertarla. Solo faltaba que despertara y me encontrara ahora en esta situación.

Me concentro solo en mí placer e imagino rosándola con mi pene totalmente descapullado tocándole la piel. Mi pequeña mente pervertida viaja sobre su cuerpo, me imagino deslizándolo desde su desnuda espalda hasta detenerme en sus maravillosas nalgas, y hundirme entre ellas lentamente, disfrutando del roce de cada milímetro de su intimidad. De repente empieza a moverse y se gira en dirección a donde yo estaba. Rápidamente me escondí detrás del marco de la puerta, afortunadamente aún estaba un poco oscuro y la única luz es la exterior que entra por la ventana de la habitación.

Espero unos segundos oculto tras el marco, después con mucho cuidado comienzo a espiarla por la puerta. Ashley tiene sus ojos cerrados y está respirando profundo, parece tremendamente dormida. La verdad es que dudé por un instante entre seguir arriesgando o abortar con mi perversión, pero la verdad es que estaba demasiado caliente como para abandonar ahora. Así que continué con esta locura. Volví a retomar la masturbación mientras ahora veía su linda cara con su boca dulce entreabierta. Las perversiones me llegaban a la mente de nuevo, ahora la imaginaba así como estaba, tumbada y yo de rodillas encima de ella con su cara entre mis piernas. Con mi duro pene abarcando su dulce carita, posándose sobre ella.

La imagino abriendo su boquita, sacando su húmeda lengua para darme dulces lametones. Al tiempo que yo desplazaría mi pene muy suavemente a lo largo de toda su carita, arriba y abajo para que pruebe toda mi hombría. Dejaría mi descapullado glande en la entrada de su boca, de esta manera podría darme unos pequeños besitos, quizás rozarlo con los dientes y empezar a chuparlo de poquito en poquito cada vez más adentro. Creo que me estoy volviendo loco; aumento mi ajetreo, ahora la imagino con todo el glande dentro, disfrutando de sus succiones en la punta. Golpeando su paladar y dientes en el interior de su boquita.

Mis manos aceleran, a la vez que me imagino acariciando y sobando su pecho para estimularla en sus acciones. Estaba muy caliente, cada vez me masturbaba con más fuerza y velocidad. Quisiera disfrutar del momento mucho más tiempo pero también estaba corriendo muchos riesgos, Randy podría despertar y darme un paliza. Al margen de todo eso el deseo de venirme era cada vez mayor. De repente se vuelve a mover, se medio gira volteando hacía la ventana de nuevo. ¿Se habrá despertado?, parece que no, pero gracias a eso la sábana que le cubría se recorre dejándola descubierta, por dios ahora puedo verla por completo.

Noto su respiración, sigue muy dormida. Sus piernas blancas y tersas, sus caderas exquisitas y sus pompitas paraditas, por dios con el movimiento el corto short's de su pijama se le ha retacado entre sus glúteos, puedo observar sus carnosas pompas al aire, está tan rica casi me hace reventar.. de pronto observo algo que no imaginaba. Dios!, pero que hace. Lejos de quedarse tranquila una de sus manos se desliza entre sus piernas y se posa sobre su sexo, ¡No lo puedo creer!, empieza a acariciarse muy suave con las yemas de los dedos y en círculos que abarcan toda su entrepierna.

- ¡Mmm! ..- suspira muy bajito.

A continuación la palma de su mano empieza a dar círculos que se hacen más intensos abarcando toda su entrepierna. Sigue con ese movimiento suave, sensual, de momento hasta creí ver su pijama mojada. Enseguida observo como empieza a mover las caderas en coordinación con los círculos de su mano, no lo podía creer, ¡Ashley se estaba masturbando dormida!. Sigo espiando y estoy enloquecido. La preciosa Canadiense continúa con ese masaje ahora con la otra mano sobre uno de los pechos. ¿Se habría percatado de que estoy aquí?, no, no puedo ser ¿Se debería a que estaba cachonda por el incidente anterior en la cocina? Estoy volviéndome loco, mejor sigo observando.

Después de un rato así se detiene, apretando muy fuerte su pecho y parando los círculos que se hacía en la vagina, ¡No lo puede creer, se estaba viniendo!, casi puedo observar como tiembla y se tensa su cuerpo. Noto en ese momento unos leves suspiros y gemidos prácticamente inaudibles mientras se arquea ligeramente en la cama. La masturbación parece que ha sido muy intensa. Observo como un pezón se le ha puesto tan duro que se dibuja perfectamente debajo de su camiseta. Si fuera más grande de edad esto me hubiera bastado para explotar o para lanzarme sobre ella y tomarla apasionadamente. Pero lamentablemente soy un chiquillo pervertido y calenturiento que eso solo era parte de mis deseos y perversiones. De nuevo agarro mi duro pene con fuerza y empiezo a agitarlo. Ashley se gira hacía mi lado y se medio incorpora levemente para meter su mano ahora debajo de su pijama. ¡Ufff!, veo parte de su fino vello púbico, su tersa piel y sus preciosos pechos con sus pezones empitonados. ¡Demasiado para mí!

Me coloco recargado contra la pared y con una excitación enorme que no acabo de darle vueltas a todas esas preguntas en mi cabeza que mientras la observo me la sigo machacando rápidamente. Ya sin fuerzas y observándole la manita metida entre sus piernas me vengo, uno, dos, tres chorros abundantes de esperma chocan contra la pared y otros caen al piso, me siento como un canino marcando su territorio, quien marca a su hembra, desafortunadamente no era la mía si no la del Jr., como odiaba a ese desgraciado que para colmo se follaba también a mi Madre.

Ya más tranquilo y satisfecho regresé a nuestra habitación, Mamá aun dormía a pierna suelta así que me dirigí al baño para lavarme el rostro (y las manos). Me senté afuera en la pequeña terraza tratando de tomar señal para mi celular. El sol ya empezaba a parecer y las intrigas en saber cómo se comportaría este día mi Madre me tenían un tanto pensativo, ya no solo tendría que preocuparme del Jr. si no que ahora también de ese prepotente negro; sin darme cuenta me quedé dormido por un segundo, hasta cuando en eso escuché que se estaba levantando mi Mamy.

No sé qué fue lo que pasó, quizás el desvelo del día anterior pero cuando desperté ya eran cerca de las 10 de la mañana, Mamá se venía levantando con un terrible dolor de cabeza y ganas de vomitar. Aún llevaba la bata abierta y por lo que pude observar por la cortina no llevaba las bragas ni las encontraba por la habitación, se notó el chocho bastante irritado y aún conservaba los raspones en algunas partes de su cuerpo (por el pino en que fue follada). Recordaba las escenas de la noche pasada a intervalos como escenas difuminadas; seguramente recordaba haberse pasado con la bebida mientras jugaba, haberse comportado como una chiquilla frente su Ahijado y amigo, y recordaba la sensación de que la había follado. Sus pezones se estimularon ante los recuerdos borrosos. 

Había sido una tremenda borrachera, se habían terminado casi tres botellas. Temerosa de que Beatriz pudiera darse cuenta, se duchó y se vistió con unas mallas blancas ajustadas, con unas braguitas del mismo color y una camiseta holgada a la moda enseñando sus hombros perfectos, con ligeros cortes que le daba una sensualidad sin igual, adornada de motivas figuras en la delantera.

- ¡Mi amor, ¿estabas aquí?!- preguntó sorprendida.

- No hay recepción.- le dije mostrando ingenuidad.

- ¿Sabes si Beatriz ya se levantó? ..

- Si Mamá hace horas, ..si no te has dado cuenta son las 10 de la mañana.

- ¡Es verdad!, .. me desvelé mucho anoche.

- Desperté anoche y no te vi Mamá, ..¿dónde estabas?.- quise saber con qué pretexto me saldría ahora.

- ¿E-en la noche?, ..f-fui a, ..a-tomarme algo a la cocina, me sentía algo mareada por la bebida.

- Jamás te había visto tan animada Mamá ..ni mucho menos tomar tanto.

- Ay, mi amor ya ni me digas, ..tengo un fuerte dolor de cabeza.

- Quieres que busque algo para el dolor? ..

- No te preocupes mi vida, ..solo necesito un café muy cargado. Ya desayunaste? ..

- No aún no Mamá, ..te estaba esperando.

- Mi amor, ya sabes que no me gusta que andes sin desayunar, ..anda vamos para que te sirva algo.


A los 30 minutos estaba desayunando bien rico en el comedor, la Sra. Montes de Oca se encontraba en su habitación hablando con su Esposo, y Ashley creo que aún dormía por las pastillas que había tomado, la verdad es que todos llevaban rostros de resaca, curiosamente era el Jr. el que menos afectado parecía. Como les decía estaba en pleno banquete cuando se presentó el Jr. de imprevisto entrando a la cabaña. Eran las 11 de la mañana y tal parecía que venía de con su fiel amigo; mi Madre se había dirigió a la cocina, seguramente con la intención de ordenar los trastos que por la madrugada nos habíamos encargados de desordenar. La mañana estaba de maravilla, por lo que se me antojaba disfrutar del bosque y olvidarme un poco de todo lo que me atormentaba, así que en cuanto terminara de desayunar me perdería en el bosque un buen rato para distraerme de todo lo sucedido. Pero como siempre parecía un karma el que nos seguía, entró el Jr. y dirigió la mirada a dónde yo estaba.

- ¡Hola!, ¿Qué haces Pedrito?, ¿está buena la merienda?- me dijo un tanto acelerado.

- En eso estaba, ya que termine te doy mi opinión.- le dije sin ganas de contestarle, la verdad que ver a este tipo me quitaba el apetito.

- No veo a tu Mamy, ..¿sigue dormida?

El tono de la pregunta, su ansiedad, me sorprendió y lo miré con descaro, como queriendo adivinar su intención, aunque su rostro era suficientemente expresiva. En su boca arrogante se dibujaba una leve sonrisa que me pareció algo maliciosa. Esta sensación me inquietó de nuevo.

- Creo que está en la coci. ...- aun no terminaba de contarle cuando los ojos se le iluminaron como estrellas.

- ¡Si ya la vi! .. Disfruta de la comida Pedrito.- me dijo al tiempo que comenzó a dirigirse a ese lugar.

Conociendo a ese desgraciado presentí que algo iba a ocurrir, así que no le perdí mucho de vista, lo malo era que entre la cocina y el comedor simplemente nos separaba un débil muro y que no llegaba a la altura del techo, por lo que no podía hacer mucho para no ser descubierto, y cuando se adentró en el corto pasillo que daba acceso a la amplia cocina, me levanté solo de la mesa y sigilosamente traté de buscar alguna forma de observar lo que pasaba allí dentro. Ya me imaginaba lo que iba a ocurrir por lo que me coloqué apagado los audífonos de mi celular simulando escuchar música pero agudizando el oído y busqué algún tipo de reflejo que me diera la visión por encima del muro a la cocina. Por suerte la encontré, allí estaba frente a mí, un gran ventanal que mostraba el panorama de la montaña, busqué el reflejo de la cocina hasta que lo encontré, no era lo que yo estaba acostumbrado, pero al menos vería lo que ese hijo de puta estaba por tramar.

Por suerte la luz de la cocina me daba buen reflejo, así que solo tuve que levantar un poco el cuello cuidadosamente y de espaldas a ellos contemplar la escena. Mi Madre estaba acomodando la cocina cuando abrió la puerta, lució una sonrisa de sorpresa. Ella se encontraba de espaldas a la entrada, frente al fregadero y pude ver como él se le acercaba por detrás y posaba sus manos sobre su cintura. Ella se sorprendió un poco, e intentó girarse para ver de quien se trataba, pero el hombre se lo impidió.

- .. ¡Mhm! ¡Qué bien huele, Madrina!- oí que le dijo con su acento cargado de excitación, mientras metía su cara entre sus rubios cabellos.

- ¡R-Randy, ¿qué haces aquí tan temprano?!- contestó ella en un tono comedido, pero manifiestamente algo nerviosa.

- Tranquila. No haré nada que no te guste, ..o te moleste.- dijo él en tono pasivo, y algo irónico.

- ¿Q-qué haces?- mi Madre se quedó paralizada y continuó dándole la espalda, mientras él físicamente se encontraba pegado a su trasero.

- ¡TShh!, .. como te amaneció el día de hoy ¡Ja ja ja!..

El desgraciado se abalanzó sobre ella para abrazarla y besarla y Mamá simplemente volteó hacía donde yo estaba para verificar que yo no pudiera observarlos ni escucharlos, una vez que observó que estaba de espaldas y con los audífonos se dejó tranquila, permitiéndose el lujo de recibir un cariñoso cachete en una nalga.

- ¡Randy!, Pedrito está ahí por dios, podría entrar en cualquier momento.- le recriminó.

- No te preocupes por él, ..está pegado a su celular, no creo que le importe mucho lo que hagamos.- dijo él, con la clara intención de ir directamente al grano, volviendo a meter su cara entre su pelo junto en su oído.

- ¡R-Randy por favor puede entrar! .. m-mejor dime donde está todo mundo.- le cambió el tema volteándose frente a él, quedando atrapada entre el fregadero y su persona.

- Fui a despedirme de Ralph, ..se acaba de ir. Me dijo que me despidiera de ti, ..le dejaste impresionado.- le dijo pellizcándola en la barbilla.

- ¿Se fue?, ..qué raro no dijo nada ayer. Pensé que se quedaría más días.

- Ya sabes cómo es él, ..primero dice una cosa y luego actúa otra. Estás preciosa.- añadió el hijo de puta bajando una mano hasta su cintura.

- ¡TShh!, Randy por favor!, ..ahí está Pedrito.- dijo en voz baja.

- Ya te dije que no se da cuenta, está comiendo y escuchando música, .. ¡Uhmm! .. hueles tan bien.- le dijo olfateando su largo cuello.

- ¡Randy, es peligroso!- dijo Mamá tratando de separarse de él.

- Vamos anímate, solo será un ratito.

Como si fuera su prisionera, sujetándola por el codo, la condujo hasta la esquina de la cocina. Lo que ellos no se imaginaban era que en ese lugar la luz les daba de lleno, ellos no podían verme, pero por el reflejo yo sí a la perfección, así que mientras me hacía el tonto con el tenedor, observaba casi de frente lo que sucedía a mis espaldas. El desgraciado la arrastrada casi a la fuerza. Mi Madre miró por encima del hombro para lograr verme, comprobando que no los escuchaba, se arrepentía de lo que estaba permitiendo, pero ya no había marcha atrás, se sentía culpable, abordada por el temor de que todo se descubriera, de su relación con su ahijado y de todo lo que había ocurrido entre ellos. Nada más la encajonó en la esquina, Randy comenzó a desabrocharse el pantalón con nerviosidad. Ella le miró amedrentada.

- ¡Bájate las mallas, quiero verte el chocho!- le ordenó bajándose el cierre de sus pantalones para sacar su pene.

- ¡Randy, podíamos dejarlo, ..mi hijo está ahí, puede descubrirnos!

- ¡Que no, chingado!, lo haremos rápido, además está escuchando música, ..anda, bájate las putas bragas.

El hijo de puta quería echarle un palo rápido, se hallaba todo acelerado, ya mostraba su verga erecta fuera de su pantalón cuando Mamá empezaba a bajarse las mallas, lo que no le dio ni tiempo ya que este se las bajó a jalones casi hasta las rodillas, quedándose mi Madre casi desnuda. El Hijo de puta la observó unos segundos acariciándose despacio todo el tronco de la verga, mordiéndose el labio para contenerse.

- ¡Randy no, ..es una locura, puede despertar tu Madre!

- Tócate la puta chocha, chingado.

- ¿Qué? ..

- ¡Que te toques la chocha chingado!, que te calientes.

Mi Madre para no contradecirlo y para no alargar más tiempo de lo que sucedía en la cocina se plantó la mano derecha encima de la pelvis y se la empezó a refregar a modo de caricia, procurando estimularse, mirando su Ahijado a los ojos mientras él también se masturbaba.

- Así .. ¡Ooh! .. Qué buena estás, hija de Puta .. ¡Ohh!

A su vez el pervertido aceleraba también su masturbación, pendiente al cuerpo de su Madrina, ambos de pie, uno frente al otro.

- Así, .. ¡Ooh! .. muévete el chocho.. Muévetelo.. así.. así.. ¡Mírame Cabrona!

Le decía el cabrón como desesperado, como si hubiese estado en cuarentena o encerrado en la cárcel por 40 años. La verdad que no sabía si este desgraciado estaba enfermo, se follaba a su novia y a su Madrina y siempre tenía ganas. Me levanté un poco para verles, mi Madre estaba casi desnuda, recargada y acorralada contra la pared por su perverso Ahijado, además con la mano derecha meneándose la chocha, se lo tapaba con la palma y se lo meneaba en círculos. Miraba sumisamente hacia su Ahijado, que permanecía pegada a ella también semi-desnudo, sacudiéndose nerviosamente la verga, una verga gruesa y larga, de tono dorado, sin nada de vello con unos güevos güeros y duros.

- ¡Ooh! .. Quiero verte el culo, ¡Aah! .. deja que te vea el culo.

- Randy, p-pero ..solo termina, ..hazlo rápido.- dijo resignada.

Mamá se volvió dándole la espalda. Terminó de bajarse las mallas hasta los tobillos y acto seguido se bajó las bragas hasta la mitad de los muslos, mostrando su trasero blanco y grande, de abultadas nalgas, de piel tersa y tono rosado, con un perfecto bombachito de vello distinguiéndose entre las piernas. Se dobló ligeramente hacia delante, con la mejilla pegada a la pared y las nalgas algo abiertas. El hijo de puta estaba embelesado con el culo de mi Madre, se daba tremendos jalones, observando la raja profunda con el ano rosado, impoluto y tierno.

- Randy por dios, apresúrate.- murmuraba ella.

- ¡TShh! .. sigue tocándote.

Mamá volvió a tocarse el chocho y comprobó que se estaba mojando, la situación del momento la sobrexcitaba. Randy la veía desde atrás mientras se la pelaba, se acercó a ella y en ese momento mi Madre echó su brazo derecho hacia atrás, le agarró la verga y comenzó a sacudírsela sobre su trasero, rozándose las nalgas con el glande, en ocasiones deslizándolo a lo largo de la raja. El hijo de puta estiraba el cuello para verme para comprobar que aún seguía comiendo. Mi Madre le miraba por encima del hombro, inclinada, acariciándose el chocho mientras se golpeaba el culo con la verga de su Ahijado. 

La escena era por demás perturbadora, se estaban masturbando a pesar de que me encontraba cerca, ese hijo de puta le valía todo, abusaba de su Madrina sin importarle nada. Instantes más tarde la sujetó del brazo y bruscamente la aplastó contra la pared sometiéndola, obligándola a curvarse ligeramente contra un cuadro, con la mejilla completamente aplastada con la superficie lisa. mi Madre empañó el cristal con la forzada respiración, observando su patética imagen reflejada.

- ¡Randy, espera! ... ¿qué vas a hacer? .. ¡No, aquí, no, por favor!

Pero el muy cabrón estaba tan caliente como para detenerse ahora, se llevó los dedos a la boca para embarrárselos en babas, después los bajó y se los pasó a mi Madre por la raja, lubricándosela. Y así, sujetándose la verga con fuerza le metió el capullo a la mitad de la raja, no supe si se la metió por el culo o por la vagina, pero fue un empujón seco. Mi Madre apretó los dientes resoplando y abrió los ojos con las cejas arqueadas ante la extrema y dolorosa dilatación. El desgraciado la sujetó fuerte por la cintura y comenzó a joderla con severas embestidas que provocaban un agitado vaivén en las tetas dentro de su playera holgada.

Sentí como nuevamente mi pene reaccionaba, tan solo de pensar que se estaban clavando a mi Madre a escasos metros de mí me aceleró demasiado. En la cocina se escuchaban ahogados gemidos y respiración entrecortadas, Randy respiraba con los dientes apretados cuando le hundía la verga. Mi Madre lo observaba atraves del cuadro, sentía su hirviente aliento en la nuca y el fuerte choque de su pelvis contra sus nalgas. No sé cuánto tiempo fue el que la estuvo jodiendo, pero por lo que calculo estuvo sin pausa durante al menos cinco minutos, pronto los jadeos se hicieron más continuos y más profundos. Aceleró las arremetidas hasta que retiró la verga de repente, se dio un par de fuertes sacudidas apuntándola y lanzó varios chorretones de leche que le regó por las nalgas, chorros que formando finas hileras que resbalaron hacia abajo, varias hacia las piernas y otras hacia el fondo de la raja. Randy emitió un par de bufidos cuando mi Madre le soltó la verga provocando que ella se asomara a verme para asegurarse que aún seguía desayunando.

- Puta madre, qué cogida ... ¡Uff!!- dijo suspirando y apartándose hacia atrás un tanto mareado.

Terminó sentándose en una silla, tratando de recuperarse del esfuerzo lujurioso al haberse corrido sobre el culo de su Madrina. Ella también se incorporó. Arrancó un trozo de papel de la cocina y se limpió las nalgas deslizando la mano desde el chocho pasando por su culito hasta el final de la raja, después con otro trozo de papel se secó las hileras de leche que aún le resbalaba por las piernas. Randy se incorporó para subirse los pantalones y Mamá se puso a lavarse las manos.

- ¡Por dios Randy!, ..no vuelvas hacerme esto, es muy peligroso.- le dijo a su Ahijado al subirse las bragas.

- No nos cachan Madrina, tranquila, ..no al menos teniendo cuidado ¡Ja ja ja!..- decía riendo el muy infeliz.

Mamá se subió las mallas y se ajustó la playera y los pechos. Vio que el hijo de puta reía y salía de la cocina como si nada.

- Bueno, Madrina, voy a bañarme, ..el ejercicio ha sido bastante ¡Ja ja ja!..

Abandonó la cocina riéndose el muy cabrón, en dirección a donde yo estaba, el hijo de puta venía con esa sonrisa de prepotente que nunca borraba, yo por mi parte tenía ganas de gritar de rabia, por humillar a mi Madre de aquella manera. Cuánto echaba de menos a mi Padre, si estuviera él nada de esto pasaría.

- ¡Que hay Pedrito!, ..¿cómo está el desayuno? Porque vengo seco ¡Ja ja ja!..

- ¿Qué? ..- respondí con ingenuidad quitándome los audífonos, el muy cabrón venía a reírse de mí después de haber estado follando a mi Madre casi en mis narices.

- Que si como está el desayuno, Pedrito, ..mi Madrina debe de preparar un recalentado delicioso, ¿no?- tuvo el descaro de decirme el muy cabrón.

En eso venía saliendo mi Madre de la cocina, aun me encontraba yo con el tenedor en la mano y observe como ella con pasos un tanto tambaleantes, se aproximó hasta dónde nosotros nos hallábamos. Al observarla detenidamente caminar, pensé que aunque ella quisiera disimularlo, por el simple aspecto de su peinado y el desarreglo de sus ropas, fácilmente hubiera podido adivinar que ella había estado con ese desgraciado tipejo y dejándose manosear hasta que la poseyera. Su playera venía toda desacomodada y su pecho lucía rastros de haber sudado bastante, uno de sus pezones aparecía aún algo marcado, cubierto de saliva o yo diría que hasta la mordido. Más abajo ni que decir, brincando la cintura que parecía que se había trepado las mallas a oscuras, dejando ver su entrepierna a la perfección y yo diría que hasta el mal acomodo de sus diminutas bragas, ya que los labios de su vagina se observaban divididos y un tanto mal acomodados notándose las costuras hechas bolas. Y lo peor y que me parecía lo más grotesco y falta de respeto para con mi persona era que la suave piel de sus caras internas de sus piernas, aparecían como cubiertas o untadas de aquel fluido que daba la impresión de ir resbalando y secando desde su entrepierna hasta llegar a detenerse sobre sus muslos.

- ¡Mamá!, ..¿qué te pasó?- pregunté un tanto sorprendido, no me la imagina ver salir así.

- E-es que estaba limpiando la cocina, ..¡Uff! .. hasta me empapé toda.- respondió nerviosa y echándose aire con el dorso de la mano.

- Déjala Pedrito, ..suficiente tiene con limpiar la cocina ya que mi Madre no sé dónde anda. Seguramente debe de andar por ahí preparando todo para cuando llegue mi Padre.

- ¿Vendrá? ..

- Iremos por él al aeropuerto más tarde. Por cierto, se me olvidaba, ..me dijo Ralph que había dejado algo de usted en su cabaña. Algo que le prestó ayer en la noche.

- ¿M-mío?, ..¿c-como qué?, ¿porque no te lo dio a tú para que me lo dieras?- preguntó muy nerviosa.

- Quizás las prisas, ..salió de prisa esta mañana. Tenía algo que hacer.- y se reía muy extraño.

- ¿Quieres que yo vaya por eso Mamy?, ..enseguida puedo ir.- le dije para darle un escarmiento.

- ¡Noo!, no mi amor, ..quizás sea algo pesado o delicado que puedas quebrar, iré más tarde ya que me dé una buena ducha. Estoy toda sudorosa.

- Cómo crees que lo voy a quebrar Mamá, ..yo iré por el más tarde.

- Pedrito, a ti te tengo otro encargo, ..tengo un rifle de postas especial para que vayas y nos traigas la cena de esta noche.

Me convidó el desgraciado, seguramente para que yo no fuera a ver el regalo que le había dejado aquel aprovechado; yo ya había visto ese rifle, lo había observado desde aquella vez cuando había entrado para ver aquel grotesco espectáculo en el ventanal, la verdad que se me quemaban las habas por usarlo, además de que ya me imaginaba que le había dejado, seguramente eran aquellas pantaletas que ventajosamente le habían despojado ayer en ese estúpido juego.

- ¿Rifle?, ..no, podría ser muy peligroso.

- Bueno, entonces que Pedrito vaya por el encargo de Ralph.- dijo el muy cabrón.

- ¡Nooo!, ..t-ten mucho cuidado mi amor, y no te alejes mucho de la casa.- aceptó sin más remedio.

Pues así quedó todo, a Mamá no le quedó de otra que aceptarlo, aunque tenía algo de morbo por saber qué era lo que le había dejado ese pervertido mulato, más me comían las ansias para ir a disparar ese rifle, para un niño de ciudad como yo el disparar un arma aunque sea de postas nos emociona demasiado. Me perdí en el bosque por un par de horas, horas que dediqué para reflexionar y tranquilizarme, olvidarme un poco de todo y tratar porque no de llegar con algo para la cena. ..

......

Sin darme cuenta me perdí como por dos horas, me adentré tanto en el bosque que cuando quise volver me di cuenta de que le había dado la vuelta a las cabañas y había entrado por otro lado, pero cuando me dirigía a la nuestra observé de lejos la figura de mi Madre que cruzaba todo el patio para dirigirse a las otras cabañas que eran destinadas para los invitados. Seguramente se había decidido a ir por el encargo de Ralph, la verdad que me entró una curiosidad por ver la reacción de mi Madre al haberle dejado sus pantaletas como encargo, por lo que me escabullí entre los árboles y matorrales para acercarme hacía esas cabañas.

Las cabañas estas eran más chicas que en la que estábamos hospedados nosotros, además que eran solo de una planta, pero aun así estaban de lujo, parecían un chalet lujoso, no había tenido el tiempo de echarles un ojo, es más, no había tenido el tiempo ni de divertirme, el maldito Jr. acosando a cada minuto a mi Madre era un tormento, sumado a ese maldito mulato me habían tenido muy tenso, afortunadamente el tipo ya se había ido y al parecer con la llegada del Padre de Randy creo que al fin descansaría y me centraría a divertirme. Pero al parecer este maldito karma que nos asechaba parecía no tener fin, y cuando me acerqué a una de las ventanas para observar la reacción de mi Madre al tomar su encargo me llevé la sorpresa del millón. Todo había sido un ventajoso engaño para acorralar a mi Madre, fue el maldito Ralph en persona quien le abrió la puerta, envuelto tan solo en una toalla que rodeaba su cintura exponiendo su oscuro torso desnudo y con una sonrisa de triunfador.

- ¡H-hola, eres tú! ..- exclamó Mamá extrañada.

- ¿Y a quién esperabas?, ..pero pasa, me agarraste en plena ducha, estaba por cambiarme.- le dijo sin quitar ojo de su cuerpo.

- M-me dijo Randy que ya te habías ido y que me habías ... olvídalo, todo esto es un error, creo que fui engañada por una obvia razón.- dijo Mamá algo molesta, mientras que sin poder evitarlo no podía quitar la vista de las gotas de agua que resbalaban por sus grandes pectorales hasta llegar a sus abdominales perfectos.

- No fuiste engañada, ..ya estaba por marcharme, pero recibí una llamada de mi Padre que salía de viaje por lo que para no llegar a casa donde no hay nadie decidí quedarme un par de días más. Pero pasa, no te quedes ahí. Si no te importa me esperas aquí en la sala y estoy contigo en un segundo. ¿te parece?

- No sé si sea buena idea Ralph, ..además no sé dónde anda Pedrito. Tengo que esperar a Beatriz.

- Beatriz y Randy tardarán en llegar, ..espérame un segundo, enseguida estoy contigo, ..además tengo cosas que contarle. Vuelvo enseguida.

- De acuerdo, pero no tardes que tengo que regresar.

- Ah, sírvete una copa de la nevera.- dijo dirigiéndose a una puerta que debía conducir a su habitación.

Mi Madre reconocía que aquello no estaba bien, que el tipo era un Don Juan y no desaprovecharía el tiempo para seducirla, además sentía una ligera vergüenza por cómo se había comportado el día de ayer, su manera de actuar dejándose llevar y el haber tenido el atrevimiento y el descaro de sacarse las pantaletas frente a tres jovencitos por un simple y estúpido juego, ella era mujer madura, decente de principios intachables y ejemplares, una mujer recta o al menos era lo trataba de aparentar a simple vista.

Mientras me acomodaba para tener un mejor ángulo de visión y me aseguraba que ninguno de los dos pudiera verme, no dejaba de observar a Mamá que fue recorriendo la cabaña y viendo algunas de las cosas que tenía el mulato sobre la chimenea, libros, fotografías, que en todas ellas aparecía elegantemente vestido y rodeado de distintas chicas. También había otras practicando deporte y donde se destacaba su cuerpo fornido. Había distintos artículos deportivos, sin duda que su atlético cuerpo se había moldeado con todas aquellas disciplinas. Mi Madre siguió observando, no podía evitar curiosear cuales eran sus gustos, al fin y al cabo era la Madrina de Randy y como tal, quería conocer a sus amigos. Recorrió la cocina donde tan solo había un par de botellas de vino, llegó hasta un espejo largo que adornaba una de las esquinas de la cabaña y se vio reflejada en él. Se sorprendió, estaba ligeramente sonrojada y sus pezones estaban remarcados sobre su blusa. Decidió esperarlo en el sofá hasta que el tipo apareciera, lo que me sorprendió fue que no hallara la manera de sentarse, era como si quisiera buscar la mejor posición para recibirlo. Piernas cruzadas, ligeramente ladeada, o recta y perfilada como cuando recibía a los amigos de mi Padre. En eso estaba cuando apareció en el salón vestido con un pantalón de manta tremendamente justado y una camisa blanca del mismo material desabotonada a medio pecho mostrando su fuerte torso, contractando el blanco de las telas con su oscura piel.

- Ya estoy aquí, guapa. ¿No te serviste un trago?

- No, no me apetece, gracias, ..como te dije tengo que regresar.

- Vamos hermosa, ..ayer no decías eso, estabas muy alegre.

- Ayer simplemente no era yo, ..soy mala para el alcohol.

- Te voy a servir un licor que te va a encantar, ..es muy dulce y casi no lleva alcohol. Nos servirá para platicar más cómodos, ya verás.

- No sé si deba Ralph, ..yo, necesito regresar.

- Va hombre, ..solo es una rica bebida, además no hay nadie, ..Randy y Beatriz tardarán un poco en llegar. No pierdas nada guapa.

- De acuerdo, pero solo un poquito Ralph, ..no acostumbro a beber como ya te dije.- contestó con timidez.

Mientras el tipo preparaba los tragos, Mamá no le quitaba los ojos de encima, era como si le fuera imposible retirar la vista de aquel chico, quizás porque era joven y atlético, no más de 25 años y tal parecía que estaba encantada por haberlo conocido, (a pesar que el tipo no dejaba de echarles los perros ni las miradas inquietantes por todo su cuerpo a cada minuto). Le sirvió la copa y se sentó a su lado, observando en primer plano su escote y la grieta que hacían sus senos, adornados por ese sensual lunar que atrae la vista de todos para después pasar su vista por los pezones que seguían empitonados y que pugnaban por rasgar la blusa que los aprisionaba.

- La verdad Mónica, te había visto en fotos, pero nada que ver con la realidad, he.- dijo de pronto.

- ¿No me imaginabas, cómo?

- Pues así, ..te vi en fotos, pero al natural eres muchísimo más guapa.- ahí vamos de nuevo con sus halagos estúpidos de chico irresistible y con todas puedo.

- Gracias.- mi Madre sintió que un calor le subía a las mejillas.

- Disculpa que te recibiera así, con la toalla, ..pero es que no sabía cuándo vendrías.

- No, no pasa nada, ..es más, no sé qué estoy haciendo aquí yo..- añadió justificándose, pero era obvio que algo la empezó a gustar, ya que no veía que tuviera la intención de marcharse.

- Espera, ..no te habré asustado? ..

- ¿Asustado?, ¡Ji ji ji!.. No cómo crees, ..solo me quedé sorprendida.- reía nerviosa, el tipo se veía tan seguro.

- Si es verdad, ..una mujer tan linda como tú, ya estará acostumbrada a..

- ¿A ver torsos como el tuyo?, no ¡Ji ji ji!..- le dijo cortando la frase del mulato sin pensar.

Ralph se rio por lo que le acababa de decir y entregándole la copa pero sin soltarla la miró de forma que pondría nerviosa a cualquiera chica o mujer temperamental como lo era mi Madre.

- ¿Te gustó entonces?

- Bueno, yo..

- No te preocupes guapa, ..me gusta que una mujer tan preciosa como tú me piropee. Es un halago que una hembra tan hecha como lo eres lo haga, me hace sentir que puedo conquistar a quien fuera.- y yo que creía que el fanfarrón era Randy este le decía hazte a un lado.

- ¿Así?, ¡Ji ji ji!.. Pues sí, me gustó, fíjate.- me sorprendió Mamá contestándole.

- ¡He he he!.. Bueno pues, entonces me vuelvo a quitar la camiseta y así también me puedes observar mejor.- de repente el fanfarrón se quitó la camisa mostrándole de nuevo su torso desnudo, unos pectorales fuertes y unos abdominales marcados, parecía de ébano, un modelo de color, todo depilado, un portento de macho musculoso, además de alto.

Mi Madre sonrió con mucha picardía, se quedó unos segundos observándolo, sin saber qué hacer ni que decir, estaba frente un chico que pasaba de los veinte años, un tipo que era amigo de su Ahijado y buen mozo. Bajó la cabeza para ocultar la ironía que se dibujaba en su rostro. Al levantar la cabeza, con la cara ya formalmente recompuesta, mi Madre se topó de improviso con su fuerte torso a escasos centímetros de su rostro, sin duda la impresionó, a juzgar por su semblante. Se quedó como paralizada, sin pestañear.

- Toca, toca, Preciosa..- dijo acariciándose a la altura de su ombligo. 

- N-no, yo no..- respondió nerviosa pero sin dejar de verle el abdomen.

- Anda, toca, sin miedo… nadie se va a enterar.- insistió y agarrando su mano la posó sobre su torso.

Mi Madre se quedó sorprendida, se quería morir; al tocarlo, todo su cuerpo se estremeció percibiendo su calor y la dureza de esos músculos entre la yema de sus dedos, creo que sus pezones se endurecieron aún más. La verdad que mi Madre ya era caso perdido, ya había perdido total el descaro y la vergüenza, si fuera la mujer de antes, aquella Madre altiva y respetuosa de su persona, aquella mujer de mi Padre que imponía respeto en donde quiera que se parara, en un caso como este, debería haber puesto en su lugar a ese tipo imberbe, sin respeto y salido huyendo, pues la cosa se estaba poniendo complicada, pero no, simplemente optó por eso y siguió acariciando los oscuros músculos de su nuevo acosador que la observaba sonriendo.

- ¿Bien he?, ..bueno, ahora me toca a mí.- le dijo de pronto.

- ¿C-cómo?- contestó ella asustada retirando su mano de inmediato.

- Pues que yo también quiero ver tu torso.- añadió mientras mi Madre se quedaba perpleja.

- ¡No yo! .. No cómo crees…

- Vamos preciosa, déjame ver.- dijo agarrando su blusa y comenzándola a subirla.

- ¡No, no, Ralph ..estás loco cómo crees!.- contestó ella impidiéndoselo y levantándose dispuesta a irse.

Yo respiré profundo, mi Madre no sucumbiría ante este arrogante sujeto. Ralph se levantó junto a ella y le sonrió de tal forma, que su forma de expresarlo demostraba que volvería a intentarlo.

- Perdona bonita, ..pero es que eres hermosa y no he podido evitarlo. Si te incomode, dímelo. Es que yo pensé, ..ayer lo pasamos tan bien.- dispuso.

- Discúlpame a mí, ..no debí comportarme como lo hice. No debí de tomar tanto.- intentó explicarle, creyendo que con ello el tipo ya no sería tan lanzado.

Siguieron conversando, ya con varios tragos encima la conversación entre ellos comenzó a relajarse bastante. Mamá se veía mucho más cooperativa en conversar con él, y parecía que él la hacía reír poco a poco a bastante. Yo seguía casi sin pestañar tras la ventana, por nada del mundo dejaría a mi Madre sola, sin embargo ya no sentía tantos celos como en un inicio, quizás porque la plática estaba siendo relajada. Todo iba bien como les decía, hasta que el amigo del Jr. se armó de valor y entre las risas de la plática extendió su largo brazo sobre el sillón y lo puso por detrás de la espalda de mi Mamy para que sin querer abrazarla. Mi Madre se notó nerviosa cuando él hizo eso, pero su reacción fue solamente tomar una recta postura y mirar su reloj, después mirar a la puerta de entrada como esperando algún pretexto para despedirse. Pero poco a poco el mulato fue tomando más confianza y bajando el brazo, hasta que por fin se animó a ponerlo sobre el hombro de mi Madre y comenzar a acariciarlo suavemente mientras le platicaba sus aventuras.

Ella se estremeció cuando él lo hizo, y pareció que le había dicho algo, sin embargo el tipo lejos de soltarla, comenzó a jugar con su cabello sin que ella tuviera la más mínima reacción ante eso. Al contrario del mío que fue de un tremendo enojo, pero después hubo un escalofrío extraño que recorrió mi cuerpo, sentía como si estuviera excitándome al ver a mi Madre ser acariciada por ese mulato, joder no lo podía creer, a pesar de que lo odiaba al igual que Randy nuevamente este extraño ser le gustaba seguir observando lo que fuera a pasar. No dudé en cuál sería su siguiente paso, así que ya más confiado en la pasiva reacción de mi Madre, el mulato volvió a ponerse de pie para servirse otra copa, el desgraciado ya mostraba un paquete enorme bajo sus pantaloncillos de lino, que rápidamente fue captado por Mamá que la única reacción que tuvo fue tomarle un fuerte trago a su copa y volver a mirar su reloj ruborizada.



El desgraciado no dejaba de mirarla a través del espejo que estaba justamente delante de él en la barra, además con desfachatez, sin cortarse nada, algo que por cierto siempre me repugnaba en ese par de desgraciados, creen que con el simple hecho de verlos las vaginas de las mujeres reaccionaban palpitantes. Pero lo que a mí era repugnante, para mi Madre parecía lo contrario, se sentía muy bien cuando alguien como él la observaba con tanto deseo y descaro. El tipo mientras se servía le dijo atraves del espejo:

- ¿Sabes Mónica?, eres una mujer muy hermosa, ..bueno toda tú eres hermosa.

- Gracias.- contestó ella ante tal halago, ella sabía que volvería a intentarlo.

- Es cierto, ..pero no solo eso, sino que Randy me mintió.

- ¿Cómo?

- Sí ayer, bueno ahora en la madrugada, cuando te alejaste a dormir a tu hijo, ..me contó que te sentías tan sola sin tu Esposo y que estabas aquí para distraerte y divertirte un poco, ..le dije que yo me encargaría de hacerte pasar buenos ratos, pero él insistía en que no, ..que él tenía ya una relación contigo, que además tú eras algo fácil y que hacías todo lo que él quería.- toma, le soltó de sopetón.

- ¡E-espera, espera!, ¿qué te dijo qué? ..- Mamá casi escupe el trago.

- Sí, bueno, pero no pasa nada... no serás la primera que tenga una relación con su Ahijado, además estás sola. Uno merece que lo apapachen de vez en cuando.

- Por supuesto que sí pasa, ..¿cómo pudo decirte algo así?- las facciones de mi Madre cambiaron.

- Perdona he sido algo atrevido por contarte todo eso, quizás solo se encontraba borracho. No es la primera vez que habla de una mujer, ..tuvo la tontería de contarme que te estaba follando desde el ventanal de su habitación justo la noche de su fiesta. ¿Puedes creer?

- ¡C-claro que no!, p-pero como se atrevió. ¿Y que más te dijo?- dijo alarmada. Este hijo de puta estaba jugando muy bien sus cartas, solo faltaba que mi Madre cayera.

- Pues me dijo que mientras todos celebrábamos, él.... es una tontería.- Y tomó un respiro.

- ¡Dime Ralph, que más te dijo? ..-preguntaba Mamá asustada.

- Quieres que lo diga con sus palabras?, ..mira que son fuertes.

- No importa, qué más da, ..que más dijo?

- Que mientras todos estábamos acá abajo, él te arremetía y nos observaba desde su ventana sonriendo. Pero no lo tomes muy apecho, es claro que se encontraba bastante tomado. ¡Eres todo lo contrario! Una mujer respetable, seria... guapísima.

- Gracias, ¿te dijo que yo hacía lo que él quería? ¡Qué desgraciado! .. ¿Qué más te dijo?

- Que bastaba para que él lo dijera y tú caerías redondita. Que si te acorralaba aquí, seguro que me las darías.

- ¡Que te las darías?!, ..¿eso te dijo?

- Ya sabes cómo es Randy, ..en ocasiones le hace falta un tornillo ¡He he he!..

- ¿Tu no le creíste verdad?

- ¡No que va!, ..ni cuando me dijo que tus tetas eran operadas.

La verdad que no sabía lo que le pasaba a mi Madre por la cabeza, lo que si era bastante claro era que ese desgraciado solo la estaba envolviendo, aunque a ella parecía no molestarle con sus comentarios, al contrario, parecía que la iba calentando cada vez más y estaba más que dispuesta a mostrarle de que todo lo que estaba diciendo era mentira. Ver a ese hijo de la chingada hablando de las tetas de mi Madre me llenaba de rabia, me disgustaba que esos dos desgraciado se aprovecharan de ella, pero más cuando el muy cabrón llevó su mano a una de ellas rosándolas descaradamente, ella solo lo observó, tampoco puso reparo cuando sujetó el tirante de su blusa con su pecho para así tirar de este hacía arriba haciéndolo botar, ante su cara. Miró fijamente a sus ojos y añadió:

- Seguramente tampoco será verdad que te las operaste junto con Beatriz.

- Piensas que no son naturales? ..

- Pues no sé, tú dime, ..parecen muy, muy naturales, ¿puedo?.- de nuevo sin consentimiento, dejando su mano izquierda sobre su cachete derecho (sobre el shorts), alargó su mano derecha hacia la copa derecha de su playera haciendo el ademán de ir a agarrarlo, pero Mamá lo detuvo antes de que lo hiciera.

- No, no.- con su mano derecha Mamá le sostuvo de la muñeca y lo impidió.

Mamá estaba asombrada por lo lanzado que era este chico, (o lo que quiere decir lo mismo, su poca vergüenza.), más que el fanfarrón de su Ahijadito.

- ¿Por qué no, Mamacita?.- dijo para camelarla.

- ¡Porque no!, ..como crees que me voy a dejar.- le dijo poniéndole la primera carita de adolecente que tanto me había emputado el día de ayer. Aunque en el fondo estaba que se moría porque le metiera mano, pero no quería ser tan directa o resultar tan accesible, aunque resultara paradójico después de todo.

- Bueno pues, enséñamelas tú.- seguía pendiente de sus pechos.

Ralph volvió a colocar sus dos manos sobre el trasero de mi Madre echando su cabeza hacia atrás para tener completa visión de su torso, mientras que ella miraba hacia las otras cabañas por la ventana por si aparecía alguna persona (ósea yo) cuya presencia pudiera entrometerse en aquella situación en la que estaba inmersa. 

- Pues ya que, ya me has visto.

No podía creer lo que estaba diciendo Mamá, que llevando su derecha a su playera, agarrando tanto esta como el sujetador. Se inclinó ligeramente con el hombro derecho hacia él y sin demasiada vergüenza tiró de la tela hacia delante, dejando de ese modo que viera su pecho derecho en todo su esplendor. Ralph enseguida hizo el intento de agacharse para darle un besito en ella, pero rápidamente Mamá se lo impidió cerrando y volviendo a su posición, esta vez abrazada a su cuello con ambas manos, pero estiradas guardando según ella las distancias con la espalda echada ligeramente hacia atrás. Créanme que volví a enojarme por la reacción infantil de Mamá, me fastidiaba que se comportase así frente a ese tipo, tanto que empezó a reírse como una tonta por la travesura que acababa de hacer, por no decir otra cosa.

- Oh, vamos, ..ayer me las mostraste mejor.- dijo sonriendo.

- Y si ya te las mostré, porqué aun dudas de ellas jovencito?.- Mamá tampoco pudo evitar reírse ante la tontería que acababa de hacer y que seguramente le había excitado.

- Bueno lo que pasa que ayer estaba algo oscuro y todo eso, no he visto mucho, ..tengo que asegurarme muy bien si esas cosas que tienes ahí dentro van de verdad o es otro milagro de las cirugías.

- Y no crees en mis palabras o qué jovencito?.- y volvía a reírse de nuevo. Creo que a Mamá empezaban a gustarle todas y cada una de sus indirectas. Le encantaba la situación de tenerlo pendiente de ella.- Y si no las viste lo suficiente el día de ayer no es mi culpa, ..te lo has perdido.- y le sacó la lengua como una niña.

- Bueno, entonces no podré constatar, ..ya sabes lo que dice Randy.

Enseguida Mamá volvió a mirar hacía las cabañas por si aparecía alguien. Esa frase que había dicho el mulato le había pega en su orgullo, además que había subido un poco la temperatura tanto que la hizo retractarse de nuevo y darle lo que tanto ansiaba.

- Pues si quieres constatarlo míralas tú.- le dijo ya calentona mirándole los pectorales que se le marcaban bien trabajados.

- No te importa?.- y en realidad aunque a ella le importara, era obvio que para este malnacido no contaba mucho.

- Tú eres el que debe asegurarse de que sean naturales.- le dijo sumida en su juego, a sabiendas de que lo que estaba haciendo era ofrecerle sus pechos a ese machito que apenas acababa de conocer y que la estaba calentando de sobremanera.

- Pues no te muevas.- colocó su antebrazo sobre la parte baja de su espalda obligándola a soltarse de su cuello, así quedó Mamá con sus brazos caídos a cada lado de su cuerpo.

Después levantó su mano derecha conduciéndola hasta su cuello, y con extrema suavidad, deslizó los dos tirantes sobre los hombros dejándolos caer hasta cada lado de sus codos. Yo no perdía detalle de nada de lo que Mamá le estaba permitiendo a ese desgraciado, que como perro en carnicería disfrutaba con cada milímetro de esa piel blanca descubierta, tal y como reflejaban sus ojos. Después, y algo que me hizo sudar y estremecer, fue cuando el aprovechado colocó un dedo sobre su playera y sostén para así cual si fuera un gancho, las fue deslizando hacia abajo, descubriendo ante su atenta mirada en la bajada las dos montaña blancas que formaba el pecho de mi Mamy.

Mamá no decía nada, estaba coloradísima, simplemente le observaba su cara de vicio al ir descubriendo poco a poco su pezón del lado derecho, y no se detuvo hasta dejarle enteramente la teta por fuera, provocando con ello que casi se le saliera la otra, cuyo pezón quedó a la vista.

- ¡Vaya pechos más bonitas tienes Mamacita!, ..pero aun así, todos se ven iguales hasta no tocarlos.

- ¡¿He?!

Mi Madre no supo ni cómo ni cuándo había caído nuevamente en las manos de otro desgraciado, sin darse cuenta ya tenía un pecho de fuera y le pedían autorización para toquetearle un poco, cosa que evidentemente no se opuso tampoco, ya dada la situación y claro cuando una mujer como ella cuidadosa de su belleza y de su cuerpo es picada en el orgullo, tenía que demostrar que todo de ella era de verdad. Y ante un chico buen mozo, pues que podía hacer, le dejó hacer. El desgraciado aprovechado no dudó ni un segundo, y una vez que quedó libre su pezón, acercó su boca atrayéndola sobre él y le besó el pezón, succionándolo con sus labios, haciendo ruido con ellos y provocando que mi Madre se estremeciera levemente.


El muy cabrón se separó y le miró el pezón, este estaba en punta, rebosante en brillantez por la baba que le había dejado. Y repitió la operación, pero esta vez con un poco más de saliva y más ruido. Yo me quedé pasmado, como era posible que nuevamente las cosas sucedieran de ese modo, no era la primera vez que veía esa escena, que un tipo le mamara los pechos, pero sin doblegarla, antes de besarle la boca. A sus veintitantos años contra los treinta y ocho de mi Madre, sin duda que este cabrón era diferente a todos, tenía otra forma de cortejo, de engatusar, quizás la experiencia que había tomado con las jovencitas de su escuela, ..pero con mi Madre, una mujer madura hecha y derecha. Era claro que las cosas no iban tomando buen camino, y ya Mamá no se iba a librar de nada.

- ¡R-Ralph, por dios que haces? ..

- Estoy verificándote, ¿no lo ves?.- en ese momento en el que la miró a la cara, volvió a su ataque, pero ahora sí abrió por completo la boca y comenzó a succionarle el pecho de forma un poco violenta usando más saliva y amplias lengüetadas. 

Mi Madre no hallaba que hacer, es más ya no podía, ella misma había buscado esta situación y ahora no sabía cómo afrontarla, o ya no quería, quizás el morbo que le daban tanto el ver a un chico de su edad disfrutar de sus maduros pechos de esa forma, como la manera salvaje con que lo hacía, succionando y haciendo tantos ruidos como podía al chuparle. Ella subió la mano derecha a su cara y la pasó por su mejilla como acariciándolo, mirando fijamente como le estaba chupando el pezón. Ralph por su parte, con su mano izquierda aun sosteniéndola para que no me fuera hacia atrás, llevó su derecha de nuevo al top, bajándoselo por completo, dejando sus dos pechos a la vista y a mereced de su labios.

No tardó en comenzar a succionarle el izquierdo, dejando ambos empapados en babas. Yo no perdía detalle, es más ya podía comprobar en mi entrepierna como me traicionaba, sin poderlo evitar me estaba calentando a medida que ese lamía y le succionaba, porque parecía un auténtico becerro que se alimentaba de leche. No tardó en sacar su lengua y en comenzar a jugar con los pezones dándole vueltas, estando éstos totalmente erectos y duros, lo que provocó que sin evitarlo, Mamá soltara los primeros gemiditos de la tarde. El desgraciado se alternaba de una a otra como un poseso.

- ¡Mhm!, ..¡Por dios, si son naturales! .. ¡Ahm! esto sí que es un buen torso, bueno dos.- dijo admirando sus pechos balanceantes.- ¡salta a la vista!.- Mamá no pudo aguantar la risa, pero simplemente por los nervios.

El malnacido ya sabía perfectamente lo que buscaba. A Mamá le había encantado que le hiciera eso, sobre todo si murmullaba o balbuceaba que le encantaba lo que le estaba haciendo, señal del disfrute que le otorgaba su cuerpo. Y cuando iba de nuevo a propasarse con su cuerpo.

- ¡Ralph, para ya!..- le dijo muy sonrojada. Era consciente de que ya le había permitido mucho, pero tampoco sabía lo que quería exactamente.

- ¡Es que si son naturales en verdad!- le dijo lamiendo su cuello como un animal, dejándole los pezones como piedras ansiosos de ser pellizcados.

- ¡Oie!, ¿pues qué creías?, ¡Ji ji ji!.. Todo lo que tengo es mío, .. pues este.- sin importarle la situación, una parte ya dentro de ella se sintió agradecida por sus palabras.

Pero Ralph ya no le quería soltar, pues la aseguraba por la cintura con su antebrazo, acercándola más a él. Después sin cortarse en lo más mínimo alcanzó nuevamente su pecho y lo sobó varias veces, para posteriormente hacer lo propio con la otra. Mi Madre solo cerraba sus ojos y no decía nada, tan solo se dejaba acariciar por ese jovencito veinteañero, algo aturdida por lo que estaba aconteciendo pero muy excitada y sin esfuerzo ninguno para que se detuviera. Yo simplemente ya no sabía ni que pensar de ella, pues no hacía nada para evitar que ese desgraciado le fuera a arrancar el pezón de su pecho izquierdo, se le había prendido como lapa a uno de sus redondos senos, succionándole como biberón a su rosado pezón. Afortunadamente algo de su frágil coherencia le hizo recapacitar, e inmediatamente retiró de esa boca su pecho acomodándose el tirante de su blusa.

- M-mejor dime, ..¿qué más te contó Randy?

- ¡He he!.. Me dijo que no era la primera vez que lo hacían, ..y que te gustaba usar lencería muy sensual y chiquita, .. ¿haber?

Sin terminar la frase, el desgraciado tiró del shorts para indagar el tipo le lencería que llevaba Mamá ahora, una finísima tanguita blanca de muselina con adornos florales, que trasparentaba ligeramente su sexo por delante y prácticamente un fino hilo por detrás, que incluso la hizo doblarse hacia delante para observar con detalle como el delgado tirante se perdía entre sus cachetes traseros. Como para acreditar por sí mismo que era cierto lo de su sensual lencería.

- ¡Maldición!, pues sí que era verdad. Esas bragas te quedan de miedo.

- ¡Pues que creías?, soy una mujer que me gusta sentirme cómoda, ..no sé por qué pensaste lo contrario, siempre llevo bragas cómodas, pequeñas y de encajes.

- ¡Mm! .. Y viendo desde aquí, ..imagino que tampoco es verdad que eres rubia de cuerpo entero?

- ¿C-cómo? ..

- Sabes a qué me refiero.

- No, no sé a qué te refieres, ..y ya basta. Y por lo otro fueron puras tonterías de Randy, no tienes por qué creerle.- dijo nerviosa.

- Vamos no tienes por qué enojarte, ..seguramente así fue, pero no me has respondido. Eres rubia por todas partes? ..

- Mejor sírveme otro trago, ..pues creo que ya me dio calor ¡Ji ji ji!..

El amigo del fanfarrón se ponía cada vez más pesado y más cerca de ella. La miraba de una manera cada vez más cachonda. Era obvio, él simplemente estaba perdiendo valiosos minutos para poder conquistar a la mejor presa de su vida y poder llevarla a la cama. Después de darle el trago se fue acercando nuevamente a ella hasta quedar demasiado cerca para mi gusto. Mi Madre simplemente se acomodó en el sillón para verlo de frente y poder quedar así un poco alejado de él y de sus largas manos. Aunque era ya más que obvio que con un poco más de presión por parte del mulato hacía mi Mamy, esta estaría más que dispuesta para algo esta tarde, ya que a pesar de llevar ese shorts tipo safari y ver como de manera descarada su amiguito le volteaba a ver las piernas buscando una rendija para seguir observando su ropa interior, ella no hacía esfuerzo por cambiar de posición. Ya solo me quedaba averiguar a qué tanto más estaba dispuesta con él, aunque con eso me decepcionaría por completo.

Y no me equivoqué, ya que como a los 5 minutos después, el tipo comenzó a acercársele más y a secretearle cosas al oído. Mamá con una expresión ya de notable bochorno, solamente sonreía con lo que aquel tipo le decía al oído y por lo que observaba no era nada malo, al contrario, apenas el tipo se separó de ella, se abalanzó a lamerle el cuello tomándola con una mano de la espalda y con la otra de su nuca enredando sus oscuros dedos entre los dorados cabellos. Una sensación eléctrica me sacudió por completo el cuerpo al ver aquello; mi Madre lejos de resistirse a las caricias de ese atrevido adolecente, lo tomó del sonrosijado cabello también y comenzó a jalárselo y acariciárselo muy cariñosamente. En esta ocasión no sentí decepción como cuando la vi por primera vez, sino que sentí una tremenda rabia que me mantuvo fijo en la ventana viendo aquel espectáculo.

De pronto se separaron, sus miradas estaban llenas excitación y lasciva, el tipo le dijo otras cosas al oído lo que hizo que ella solo se abochornada mordiéndose el labio; enseguida, el mulato bajando una de sus manos sujetó con los dedos el broche de sus shorts y sus pantaletas estirándolas hacia delante para observar por dentro. Lo que comprobó en primera persona, permitiéndole que bajara la vista y viendo que debajo de esas rosas braguitas de algodón se descubría su pelvis completamente rasurada, libre de vello. El mulato alucinaba, estaba viéndole la entrepierna al desnudo de la flamante Madrina de su mejor amigo y eso le enardecía el orgullo, por otro lado, mi Madre simplemente lo observaba, excitada, orgullosa por la manera en la que se estaban dando las cosas, un joven atractivo, con cuerpo atlético, casi modelo siendo traído por su madurez y la perfección de su cuerpo, provocándole que casi olvidara que era un chiquillo, el mejor amigo de su Ahijado.

- No es justo, ..así no sabré si realmente eres rubia.- le dijo el muy cínico viendo hacía dentro.

- Tendrás que quedarte con la duda jovenzuelo, ..además, eso importa?

- Una pelirroja es la única mujer que me hace falta para morir a gusto.

- Pues es una lástima, ..tendrás que morir disgustado ¡Jijiji!.. porque al menos conmigo no lo sabrás.- le contestó en tono divertido.

- .. Mhm .. ¿Qué tal besas?- le interrumpió con esa pregunta.

- He?, ..pues no sé, creo que bien.- le contestó más confundida.

- Dijo Randy que lo haces bastante bien, ..a pesar de ser madura.- pegándole en el orgullo con la simple frase de llamarla madura.

- ¿Tu qué crees, niñito?- le respondió en tono retador.

- A las pruebas me remito. ..

El tipo se inclinó sobre ella, lamiendo delicadamente sus labios, sorpresivamente mi Madre exhala un suave quejido mientras los abre y atrapa su lengua. Esto simplemente se había convertido en un juego de retos, de poder, uno siendo el arrogante conquistador y ella la madura irreverente, en el que el más atrevido simplemente ganaba. Y yo sin poderlo creer, observaba como mi Mamy debajo de ese jovencito arrogante de 1.90 degusta su lengua con pasión, succionándola suave. Se debatía una feroz batalla dentro de ese sofá, mi Madre ya había perdido los estribos, sus dedos arañaban su fornido pecho desnudo, con ansias. Ese desgraciado la estaba llevado al lugar al que él quería sin que ella se diera cuenta.

Sin dejar de besarla, el desgraciado mete una de sus manos por dentro de su playera blanca. Ella se estremece y se cuelga de su cuello, profundizando aún más con su lengua en el interior de la boca del sujeto. Exhala otro gemido y agita sus senos cuando el mulato pellizca sus ya más que tiesos pezones. Como todos sabemos mi Madre posee unos pechos grandes y macizos, bien cuidados y firmes por el ejercicio. Ella es una mujer pletórica, de carnes en donde deberían de estar y abundantes, de esas que no se ven todos los días, que a pesar de tener un hijo y estar rondando los cuarenta, por el momento nada se le caía, era toda una diosa.

El aprovechado sujeto ya había dejado atrás la galanura y amasaba sus senos con total descaro, dejando ya de ser delicado. Mi Madre simplemente jadea sobre su boca por la impresión, pero su cuerpo se pega aún más al tipo, entregándose totalmente. El beso duró una eternidad, las manos del tipo se pasearon por el cuerpo de mi Madre a plenitud, ella simplemente lo dejaba y se estremecía, pasaba la mano por su rostro y después la bajaba a su fornido pecho para sentir la dureza de su torso. Pero lo que terminó por ponerme más nervioso, fue cuando ella bajó su mano del pecho y se perdió de mi vista entre las piernas del sujeto. No había que ser un vidente para saber hacía donde se dirigía su mano, de manera maternal que me recordó cuando ella acariciaba mi cabello hasta dejarme dormido, solo que en esta ocasión no era mi pequeña cabecita la que acariciaban sus dedos, si no que ese tremendo bulto con el que se entretenía apretujándolo por encima del pantalón hasta acomodarlo de una manera tal en el que ella pudiera medio masturbarlo sin sacarlo de su prisión en la que se hallaba. Mi Madre ya era una experta en acariciar ese tipo de zonas, el sujeto hasta se acomodaba y se retorcía ante tales caricias.

En esa ocasión la mano de mi Madre me pareció hasta terapéutica, y por un momento no pude creer que ella tuviera tal talento, simplemente creo que desde ahora ya no me dejaría ser acariciado por esa mano, incluso llegué a repudiar sus besos, me tenía tan decepcionado que cualquiera de sus maternales caricias me trasportaban a todas estas escenas con sus improvisados amantes. Cuando sus bocas se separaron, ella le dijo algo con una expresión de sorpresa al tipo, no necesitaba ningún tipo de electrónico ni aparato receptivo para saber a qué se refería, (pude verlo claramente en sus ojos) El tipo solo se sonrió, halagado, y mientras le contestaba algo bajaba su vista como para ver su entrepierna. Mi Madre miró hacia el mismo lugar y, mientras se sonrojaba y seguía diciéndole algo, se llevó su mano derecha a tapar su boca como en un gesto de que no podía creer lo que estaba viendo. ..


Mi Madre estiró un poco su mano derecha y la llevó directamente a la entrepierna de su nuevo amiguito, a su terrible bulto embravecido, y mientras lo hacía se sonreía como una niña tonta, mientras miraba hacia la puerta y las ventanas como buscando que nadie la estuviera observando. Afortunadamente para mí no logró ganarme cuando me escabullí hacía abajo, ciertamente destrozaría el corazón de mi Mamita si ella se enterara de que sabía todo de sus aventuras con sus improvisados amantes. A mí simplemente no podía más que calificarla como una autentica decepción como Madre ejemplar, hacía tiempo que la había tumbado del pedestal en el que la tenía. 

Pero nuevamente esta maldita sensación de oscura excitación que me hacía no ir a detener lo que estaba sucediendo en ese mismo momento. El tipo se sentía un pavo real, una tremenda Señorona (Milf), le masajeaba el bulto mientras él estirando sus brazos lo suficiente para poder alcanzar a manosearle las nalgas y piernas; y de sus pechos ni hablar, pues ya se los había amasado y estrujado hasta el cansancio, estaban a la vista desde hace rato sin tener ya el mínimo pudor de taparse o al menos de tratar de recomponerse la playera en lo que yo alcanzaba a ver. Simplemente ella se veía bastante interesada en el exagerado paquete del joven de color que la tenía alucinada, pues mientras le miraba a los ojos y se secreteaban, mi Madre se sonreía.

La segunda parte de esto no pudo ser menos en ese momento, el tipo comenzó a mirar hacia las piernas de mi Madre y a decirle algo que no lograba escuchar, ella simplemente se sonreía y con la cabeza se negaba, pero él insistía con lo que fuera que le estaba proponiendo, así que unos segundos después, mi Madre se hizo un poco para atrás en el sillón y se acomodó de tal manera en que pudiera separar las piernas, Ralph la miró a los ojos y le dijo nuevamente algo que la hizo sonreírse de una manera coqueta, e inmediatamente después se acercaron el uno al otro y se besaron apasionadamente. En esta ocasión ya no me interesaba ver el beso, mi atención estaba puesta en las manos de ambos. Las de mi Madre en particular, una de ellas estaba sobre el pecho del tipo y la otra regresó a donde prácticamente no se había movido desde hacía un rato: ¡Su entrepierna! El Negro acariciaba su dorado cabello y su espalda con una mano, mientras la otra la fue subiendo desde su rodilla por toda la pierna hasta perderse de mi vista entre sus desnudos muslos.

Cuando el tipo metió su enorme mano entre las piernas de mi Mamy, ella se estremeció, el beso se hizo notablemente más ardiente, sus cuerpos se juntaron más, y vi como ella se removía en el sillón levantándose un poco del asiento, (seguro para permitir que el desgraciado le metiera la mano hasta por debajo de las nalgas). Estuvieron besándose y manoseándose en esta ocasión por más tiempo, sus manos subían y bajaban por sus cuerpos a cada instante, pero sus bocas no se despegaban una de la otra. La situación estaba llegando hasta donde ya me había imaginado, todo estaba saliendo a su perfección, los desgraciados habían planeado todo esto (Randy y Ralph)y les estaba resultando. Mi Mamy estaba cayendo tras las artimañas de esos fanfarrones desgraciados. Tomé un respiro pero solo para limpiarme los ojos de la impresión, al tomar conciencia me di cuenta de que tenía una tremenda erección, lo que me temía desde un inicio estaba sucediendo, el ver a mi Madre con ese tipejo de color me había puesto demasiado caliente.

Me senté unos segundos en la tierra para lograr calmarme, para meditar, debía de evitar eso, no podía estar calentándome cada vez que veía a mi Madre flaquear con otro desconocido, cada vez que se desbocaba, me daba rabia a mí mismo, pero esta maldita sensación de seguir observando todo lo que ocurría ahí dentro le ganaba a mi atormentada conciencia; lentamente volví asomarme por la ventana para seguir no perdiendo detalle de lo que ocurría; mi Madre prácticamente estaba ya recostada sobre el sillón con las piernas ligeramente abiertas, permitiéndole al tipo que le palpara la entrepierna con descaro sobre el ajustado shorts de su pequeña faldita safari; después ella subió una de sus piernas y la acomodó sobre el sillón quedando prácticamente con una nalga descubierta, el desgraciado no desaprovechó la oportunidad y estirando un poco más su mano, abandono el cálido lugarcito que palpaba para acariciarle la nalga a mi Madre, apretándola con fuerza, y así, con el movimiento de su mano de arriba abajo hizo que el shorts se subiera y quedara casi enterrado entre sus cachetes traseros.

La mano de Ralph ya estaba con toda la nalga de mi Madre en ella, la apretaba y la sobaba con total fuerza hasta marcarle sus oscuros dedos en ella, después volvía adentrarse como dirigiéndose al culo o la vagina, sin embargo algo hizo que mi Madre no se lo permitiera, pues cuando lo volvía a intentar, ella se removía y se sentaba más firmemente, evitando con ello que su mano no pudiera írsele libremente. Sin embargo, eso no era lo que me tenía más nervioso, si no que las manos de mi Madre también se movían atrevidamente, ella ya tenía su mano izquierda sobre una de las nalgas de Ralph, sin moverla, pero con la otra subía y bajaba por la parte posterior de su pierna izquierda, deslizaba su mano sobre el tremendo paquete del tipo, manoseándolo un rato frente a mis ojos.

Y cuando me debatía sobre mis dudas si sentía rabia o excitación por lo que estaba viendo, se separaron, dejaron de besarse. Pero mi Madre tenía mil formas para decepcionarme. Miró hacia la entrepierna del tipo, y con una sonrisa en la boca le dijo algo al oído que no logré comprender. Yo tenía completa visibilidad de los dos y de la mano de mi Madre sobre el paquete del tipo ya que los tenía casi de frente, fue entonces que mientras ella le secretaba al oído y se reía, Ralph se recostó nuevamente en el sillón quedándose prácticamente todo en el respaldo, y fue entonces cuando pude ver el porqué de las miradas de mi Madre y por qué no movía su mano prácticamente de ahí. Cuando Ralph se recostó se vio claramente la forma de su tremendo pene erecto que resaltaba del pantalón, prácticamente le cruzaba todo el cierre del mismo, hasta casi llegarle al cinturón, es más creo que le sobrepasaba, la fama de los tipos de color no era por demás en este tipo, y se veía notablemente grueso.

Mi Madre se rio nuevamente al ver aquello, pero fue más bien una risa de nervios, pues nuevamente se acercó a él y le dijo otras cosas al oído, casi pude estar seguro de lo que le había dicho. Ralph se enderezó del sillón y luego ambos se miraron. Mi Madre volvió a observar todas las ventanas, para verificar si nadie les venía. Ralph la miró a los ojos y se llevó la mano al cierre de su pantalón. Pude ver la cara de expectativa que mi Madre tenía cuando él lo hizo, tanto que ni siquiera pestañeaba mirando expectante lo que afanosamente aguardaba ese enorme bulto. El desgraciado comenzó lentamente a bajarse el cierre, y después hundiendo su cuerpo hacia atrás para poder traerlo hacia afuera, metió la mano.

- ¡No!, no Ralph.- le interrumpió mi Madre sujetándole la mano para evitar que no la extrajera.

- ¿P-pero porque, ..¿que acaso no te gusto? ..

- No es eso, solo que... esto no está bien, soy la Madrina de Randy.

- ¿Y? ..

- ¿Cómo qué y?, ..pues que yo no debería. Eres un muchacho Ralph, ..yo soy una mujer madura, Madre de un hijo.

- Si, una Madre requetebuena, .. y ganosa de esto...

El desgraciado fue sacando lentamente su mano dentro de la ranura de su pantalón. Ya podíamos ver que algo enorme se ocultaba ahí al notar su tremendo bulto en los pantalones; pero cuando hurgo en su ranura y la sacó, los ojos de mi Madre al igual que los míos se salieron de nuestras orbitas. Quizás el día de ayer no lo habíamos apreciado en su totalidad por la oscuridad de la noche, pero ahora... con razón la fama que presumía Randy de su amigo, jamás hubiera creído que este desgraciado tuviera algo semejante. Había visto bastantes amantes de mi Madre pero pocos tenían una herramienta como este sujeto, solo en algunas películas pornográficas había visto algo semejante, desde luego con Ralph el mito de los negros se acrecentaba.

Mi Madre, que sin poder hacer otra cosa más que observarlo con asombro; el desgraciado orgulloso con su mano la empuñaba presumiéndola, apretándola con fuerza para hacer dibujar sus poderosas venas en forma de enredaderas que trepaban sobre el larguísimo tronco. Para después comenzar a deslizarla a todo largo y lo ancho de aquella tremenda estaca, mientras que sin dejar de ver los desorbitados ojos de mi Madre, la colocó en posición horizontal para que apreciara en su totalidad su tremenda longitud. Aquella vara de carne era enorme apuntaba directamente al techo, era tan gruesa como mi muñeca y aunque muchos me critiquen que suelo ser exagerando yo sé lo que estaba viendo, aquella verga debía de tener más de 28 centímetros de longitud, era negra como la brea y tenía una enorme vena que cruzaba todo el diámetro desde la base hasta el glande, una vena tan gorda que casi podía verla palpitar. Se levantó un poco para incitarla a mirarlo en todo su esplendor, mostrándole aquel miembro que ahora le hacía desear y después para hacerla voltear para preguntarle morbosamente:

- ¿Qué te parece?, ..¿aún piensas que soy un muchacho?

Junto con la verga también se sacó los güevos de la ranura, desde luego todo en aquel desgraciado era tan oscuro y muy grande, tenía unos tremendos güevos como aguacates, gordos como mis puños, con un vello púbico poco peculiar que también cubría la parte de su pubis, era un vello púbico extraño, como virutas pegadas a la piel, algo extraño al menos para mí.

- Ayer creo que no lo observaste bien, ..¿habías visto alguna vez una de este tamaño?..- volvió a preguntarle.

- N-no.- contestó ella tímidamente después de sobreponerse de la impresión ante tremenda herramienta.

Mi Madre no podía salir de su asombro al ver como ese muchacho de escasos 20 años pudiera tener tremendo órgano viril de tan sorprendentes medidas que le costaba creer que fuera real y se lo estuviera mostrando; su tremenda envergadura más parecía ser una gruesa barra de chocolate macizo que sin duda alguna, creo que mi Mamy pensó lo mismo, ya que al estarlo contemplando durante esos inciertos segundos hizo que sintiera vergüenza al reconocerlo. Nunca había imaginado que ese atractivo y varonil muchacho tuviera semejante cosa. Mamá pocas veces había tenido una como esa frente a ella, ya que tanto la de Randy como la del Cubano escasamente podría haber rebasado los 20 o 23 centímetros de longitud, y como la del Mono, quizás del mismo largo, aunque sí bastante más delgada, en nada se comparaban con la tremenda longitud y vigor de este gran instrumento que ahora ella tenía a su lado y que su nuevo amigo se lo mostraba con total descaro que como mamila le esperaba dar para succionar.

- .. No?, ..yo la llamo mi anaconda, ¿cómo la ves?

- N-nunca había visto algo igual. ..

- ¿Como la tenía tu Marido?

- No voy a decirte eso. ..

- ¿Porque?, ..ya estamos en confianza, ¿no?.- y sonreía mientras se la pelaba.

- E-esas son cosas íntimas, privadas ..a-además no me gusta hablar de mi Esposo.

- ¿Intimas?, ..¿más íntimo que cuando tenía mis dedos dentro de tus piernas?.- le dijo mofándose.

- Está bien, no lo sé, ..unos 10 o 15 centímetros, ..nunca se lo medí.

- La mía está un poco más grande, ¿no?.- dijo sonriendo, orgulloso de las proporciones de su órgano viril.

- ¡Es.. es muy larga!, es gorda y muy enorme, ..parece otra cosa, si una serpiente.

- ¡He he!.. ahora comprendes su apodo ¡He he he!..- reía orgulloso.

- Ahora comprendo lo que insinuaba Randy.

- Puedes tocarla que no muerde.

- ¡No, como crees!

- No te gusta? ..

Mi Madre sabía que eso no estaba bien y que no debía hacerlo pero sus ojos desorbitados no hacían otra cosa que mirar aquella tremenda tranca de dimensiones colosales, que aunque no dijera nada y dejara esos segundos en suspenso era por demás claro que quería tocarla. Volvió a observar por las ventanas y le echó una miradita a la puerta, pero ahora su cabeza y su cosquilleo estaban centrados hacia ese tolete que apuntaba al techo como un periscopio. Mi corazón se aceleró al verle acercar su delicada mano a su miembro, pero un momento de lucidez que afortunadamente tuvo se detuvo, dejando simplemente su mano posada en el muslo de Ralph.

- ¿Qué, que pasa?, ..¿no te decides? No te hará nada.

- No, es que… no puedo.

- ¿No tienes curiosidad por tocar algo así?

- No, esto no está bien, ..guárdate esa cosota y mejor olvidemos esto.- dijo mientras sacaba una nerviosa sonrisa al referirse de su pene de esa manera.

- Dime la verdad, ..¿no sientes curiosidad?.- volvía a preguntarle, mientras se la sujetaba de la base y se daba ligeros golpecitos sobre el vientre.

- ¡Ralph! ...

- Anda, acaba con esa curiosidad que te carcome por dentro, ..quizás no vuelvas a tocar otra igual.- le decía el muy cínico.

- C-claro que tengo curiosidad pero es que ..- TOMALA!! Lo que dijo Mamá.


El desgraciado le sujetó de la mano y comenzó a subirla lentamente por su muslo, fue avanzando como esperando la reacción de mi Madre hacia su entrepierna recorriendo su muslo con su mano. Cuando llegó a sus enormes güevos y pasó lentamente la yema de los dedos sobre ellos, ella se estremeció. Poco a poco fue acercándola a su dura estaca hasta rozarla con sus dedos. Una vez que la mano de mi Madre terminó descansando sobre ese ariete la soltó, pensé que mi Madre tendría otro momento de lucidez y que rápidamente quitaría su mano pero fue todo lo contrario, comenzó acariciarla y esta vez no solo con las yemas sí que no que su delicada mano izquierda se cerró alrededor de esa cosa poniéndolo en vertical. Ralph cerró los ojos y exhaló aliento al cielo mientras la manita de mi Madre comenzaba a realizar un movimiento ascendente y descendente sobre el pellejo; la delicada mano de mi Madre apenas lograba abarcarla en su circunferencia, podía notar la vena de su verga palpitando entre su mano. Estaba tan dura y tan erecta que hasta sorprendía que pudiera estarlo tanto.

- .. ¡Ooh! .. ¿te gusta?.- le preguntó.

- ¡Esta durísima! ...

- ¿Pues qué creías encanto? Esta así de dura por ti.- le afirmó al tiempo en que sonreía divertido observando cómo sin presión alguna mi Madre continuaba masajeándole el miembro.

- Vaya, no creo que eso sea un halago, ¡Ji ji ji!..

La verga de Ralph estaba tan erecta que parecía que fuese a estallar, mi Madre estaba alucinada, no quitaba su atención del miembro de ese muchacho, parecía como si nunca hubiera sentido algo así entre sus manos; podía sentir el calor que emanaba de esa verga entre sus dedos. Soltó la tranca y con su blanca mano a modo de caricia comenzó a rosarle el capullo, para sentir esa arponada punta entre las yemas, instintivamente su otra mano se dirigió a sus bolas, también quería sentirlas, tocarlas, acariciarlas, sentir aquellos dos enormes güevos oscuros y ásperos entre sus dedos.

- ¡E-es mucho más grande que mis dos manos! ..

- Pues usa las dos ¡He he!..- le respondió orgulloso.

Pensé que solo había sido una broma, pero cuando la mano de mi Madre que en ese momento acariciaba sus ásperos güevos también agarró su miembro, era increíble, aun con las dos manos de ella agarrando su enorme tranca todavía necesitaría una tercera para abarcar por completo aquel trozo de carne palpitante.

- ¡Por dios!, .. ¡ni con las dos puedo!, ..es increíble.

- Tú sí que eres increíble, preciosa, ..y es toda tuya, vas a probar lo que se siente tener dentro de ti todo esto.

- N-no, no puedo, ..no puedo estar haciendo esto, no.- titubeó ella al decir para luego soltar por fin el inhiesto pene para explicarle volteando a mirar su preciada sortija que brillaba en su mano.

- Descuida, yo no soy como Randy, ..nadie tiene por que enterarse a menos que tú se los digas.- le contestó vilmente, mientras volvía a regresar la mano de mi Madre nuevamente sobre su oscuro tolete.

Decepcionantemente (para mí) esta vez no la quitó, volvía acariciarle el pene mientras le veía sin decir nada a los ojos. Mientras tanto el mulato se regocijaba al ver como esa frágil mano continuaba acariciando su durísimo miembro, notando que al hacerlo, en la blanca mano de la confundida Madrina de su mejor amigo se encontraba el resplandeciente brillante que adornaba en sus finísimos dedos, que hasta parecía resplandecer más dentro de aquella oscura zona en la que se hallaba, grotescamente decorando la portentosa rigidez de su enorme falo al tenerlo fuertemente empuñando, símbolo que inicialmente lo colocara mi Padre en aquel sitio como promesa de devoción y rectitud que ella jurara ante el altar y asegurar que a partir de ese momento ella jamás le sería infiel; y que sin embargo ahora, simplemente sufría la peor de las humillaciones y deshonras al engalanar esa mano al momento de tomar la enhiesta erección de ese fanfarrón desgraciado que se encontraba pronto a convertirse en su amante.

- Eres una Reyna, ..y yo tu esclavo privado.

Mi Madre no dijo nada, simplemente el corazón se le puso a mil por hora. Solo la vi ladear la cabeza hacia un costado al tiempo que la giraba como queriendo mirarle. De esta forma su blanco y largo cuello quedaba a merced de aquel desgraciado, que sin poder contenerse comenzó a besarle suave y delicadamente.

- Por favor Ralph, ..s-sabes que no puedo, no puedo hacer eso, no.- dijo ella en un vano intento de resistencia.

Pero el tipo no le escuchaba, seguía besando su cuello, y cuando escuchó las débiles suplicas le lamió con la lengua de abajo arriba.

- Claro que puedes, ..si puedes hacerlo con tu Ahijado, con un desconocido no creo que tengas problemas, ..lo vi todo, los vi ayer detrás del árbol. No sé qué haría Beatriz si por una indiscreción de alguien se enterara de que estás liada con su hijo.- dijo, al tiempo que continuó lamiendo, esta vez el lóbulo de su oreja.

Vi como al oír eso mi Madre se paralizó, pero de pronto y creo que por su experiencia ya en todo ese tipo de chantajes simplemente cerraba los ojos y entre abría los labios.

- ¿No serías capaz, verdad?, ..además no hace falta que utilices ninguna amenaza. Eres un muchacho muy apuesto, y muy guapo. Estoy segura que no te cuesta ningún esfuerzo conseguir lo que quieres.- le susurró ella.

En ese momento noté que mi Madre entre-abría más las piernas, echando hacia delante ligeramente su redondo y bien torneado trasero, exponiendo su entrepierna tremendamente ajustada por aquel diminuto shorts debajo de la mini falda. Cosa que el desgraciado aprovechó metiendo su manota por dentro, apretándose ligeramente contra ella. Seguro que mi Madre pudo notar sus oscuros dedos largos aprisionados por los shorts, justo en la raja de su entrepierna. Yo solo podía observar la mano de Ralph perdida dentro de los ajustados shorts de Mamá. Empezó a desplazar su mano hacia arriba y hacia abajo acariciándole la entrepierna, que conociendo a mi Madre, seguro que debía estar ya humedad por la brusquedad de las caricias. El desgraciado, con la mano dentro de su shorts, empezó a penetrarla con los dedos, lo digo porque en cuanto hizo un movimiento con su mano, mi Madre se tensó pero rápidamente se empezó a menear, con movimientos sensuales de cadera, cosa que era más que evidente.

Mi Madre se contorneaba suavemente entre las caricias de ese desgraciado engreído, casi hasta podía escuchar los suspiros de excitación. Él seguía dedeándola por dentro del shorts y lamiendo su cuello y su oreja, propinándole de cuando en cuando ligeros mordiscos en el lóbulo. En esa actitud permanecieron algún tiempo, hasta que mi Madre ya no soportó más cerrando con fuerza sus piernas, atrapando la mano del negro. En ese momento ella buscó desesperadamente la boca del tipejo y, abriendo los labios dejó que él metiera su lengua lo más que pudo.

Permanecí allí cómo un simple y pervertido chiquillo observando, tragándome el orgullo y el coraje observando como mi Madre seguía mancillando el apellido de mi Padre, apellido que poco a poco iba acabando y ensuciándolo por convertirse en esa simple y vulgar adúltera. Él, terminando por fin de palpar y penetrarla con sus largos dedos, se sonrió divertido al sacar su mano y observar entre sus dedos el brillante y viscoso fluido que era secretado por la intimidad de mi Madre, para después, llevárselos a pasear con sus dedos por debajo de la nariz y hacerlos frotar con el suave tacto de sus yemas, disfrutando del afrodisiaco perfume íntimo de mi Madre hasta que llenando sus amplias fosas nasales sonrió complacido, para seguir besándola en esta ocasión manoseándole las tetas.

Ralph la tenía fuertemente abrazada apretándola contra sí, mientras mi Madre, con uno de sus brazos sobre su hombro derecho parecía querer defenderse de ser aplastada por aquel inmenso muchacho, pero con su mano derecha dulcemente apoyada en la nuca de él, ayudaba a que aquel beso fuera mucho más intenso. Solo de observar la lucha gladiadora que mantenían ambas lenguas dentro sus bocas hizo que una fuerte estremecimiento me recorriera el cuerpo, sin saber por qué más que mi lado oscuro y mi verga estuviera ya a punto de reventar, simplemente me encontraba paralizado viendo aquello. No quise ni tocarme pues sentía que en cualquier momento me derramaría al menor roce, simplemente quería seguir observando de aquella situación.

- Randy tenía razón cuando me dijo que eres muy puta.- le dijo el desgraciado cuando se separaron un momento para tomar aire.

- Ya, ahora comprendo. Así que Randy y tú organizaron todo este encuentro, no? .. Dime, ¿creen que soy una mujer con la que pueden jugar e intercambiar cuando quieran, como lo hacen con Ashley o sus otras conquistas?. ..- preguntó ella cuando aún permanecían abrazados.

Permanecieron unos segundos callados. Ella sorprendida. Él sonriendo enigmáticamente. De pronto me sobresalté cuando vi que mi Madre se apartaba, ejerciendo algo de fuerza con sus manos sobre el pecho de él.

- ¡Son unos cerdos! ..

- ¡Espera, espera!, a dónde vas? ..

- .. A donde tú crees?, ¡lejos de ustedes dos, ..par de sinvergüenzas, pero cuando vea a ese Randy va a saber de mí. ..

- Espera, antes quiero que veas esto.- dijo separándose un poco y estirando su mano a una mesita de madera que se encontraba junto.

- ¿Tu celular? ..

- No Mamacita, lo que ahí adentro. ..

Mi Madre supo en ese instante que el juego lo empezaba a perder, él estaba a un solo clic de perjudicarla y aunque no era evidencia contundente, esto acabo por derrumbarse, cuando el mulato encontró y reprodujo el video donde seguramente se haya a mi Madre y su ahijado juntos. El tipejo señalándole de quien se trataba le dijo:

- No pude evitar grabarlos mientras se encontraban detrás de aquel árbol, ..sería una pena que tu amistad con Beatriz se terminara con un solo clic ahora mismo, ..así que decide.- Mi Madre razonó por un instante ante su nueva situación, este desgraciado no solo sabía de su amorío con Randy si no que tenía una prueba contundente, era tanto su nerviosismo que no podía ni detener la reproducción del video.

- ¡M-maldito infeliz!.- vocifero ella al darse cuenta de la vil trampa en la que había caído de la manera más infantil y tonta. 

- Si, yo soy un desgraciado, ..pero tú eres una adultera que no le importa revolcarse con el hijo de su mejor amiga, ..ni importarle que se trate de su Ahijado.- le increpó.

- No te atreverías, Randy no te lo permitiría, .. lo perjudicarías a él también, es tu mejor amigo. Además yo me negaría, ..las imágenes no son tan claras, puede ser cualquiera de sus conquistas.

- Pues yo diría que están bastante claras, ..y él sabe que por un acostón somos capaces de todo por tal de conseguirlo. Él lo sabe porque ya lo ha hecho, ..y lo sabe porque ya se lo he enseñado, ..es más, de él fue la idea si te resistías. Si quieres negarte hazlo, recuerda que Beatriz me estima mucho y también sabrá escucharme, ..la calidad del video no es problema Mamita, es cuestión de subirlo a la red y reproducirlo en una de esas Tablet. .. Beatriz dirá si las escenas del video están truqueadas, no importara con tal de hacerte quedar mal si te resistes.

Si hubiera sabido que este desgraciado la chantajearía al igual que aquellos otros desgraciados me les hubiera adelantado y hubiera tratado de impedirlo, ya que lo único que me imaginaba era que solo trataría de seducirla y hasta ahí, pero ahora con aquella clara evidencia de su desliz con su adolecente ahijado, ahora el mulato sonreía para sí, le había atinado, estaba empezando a ganar la partida. Acercándose a él con los ojos casi al borde del llanto.

- P-por f-favor Ralph, por lo que más quieras ...que no se sepa de esto. Y-yo no quería, pero Randy es muy persistente, me acosa, ..se mete a mi recamara y no lo puedo detener.

Mi Madre se sintió auténticamente acorralada, ya no chisto cuando el desgraciado le sujetó la mano y volvió a colocarla sobre su palo.

- Por favor Ralph, así no.- exhaló suavemente al tener entre sus manos la enorme tranca del adolecente abusivo que ahora la chantajeaba.

- Tú me orillaste a esto Mamacita, ..que no te das cuenta que desde que te vi te deseo tanto.

De repente ella la soltó, no sé si le dio miedo ceder o volver a tener que entregar su cuerpo de esa manera tan sucia, pero el desgraciado muy tranquilo le volvió a tomar la mano y colocándoselas de nuevo sobre su venosa virilidad e insistió a que se lo frotara.

- ¡Anda preciosa, es mejor por las buenas!, ..sería una pena que tu relación con Beatriz terminara por un desliz con su hijo. Saldrás perdiendo de todo a todo y no quiero hacerlo, ..pude haberte seducido y por poco caías, no me obligues hacer algo que no quiero. Además, Randy dice que te encanta, ..simplemente ahora es de chocolate ¡He he he!..- reía el cínico mientras manipulaba la mano de mi Madre para masturbarlo.

Todavía con cierta cautela ella, tratando de no hacer contacto total con la palpitante barra de chocolate, lo hacía con tibies, sintiendo que lo hacía estaba mal, que no debía hacerlo, pero el desgraciado seguía manipulando su manita blanca siguiendo así con el suave masaje por lo largo de su palo, como si la estuviera puliendo, mientras seguía gimoteando: 

- No .. por favor, no Ralph, no me obligues, ..m-mira que tú no eres así, tú.. tú.- pero el desgraciado no le soltaba la mano, por lo que ella no soltaba la verga.

- .. Uhff .. Tu solita, ..quiero que tu solita me amases el palo.- le respondió soltando su mano, por lo que creí que mi Madre rápidamente la soltaría, pero simplemente no sucedió, mi Madre siguió empuñándola.

Por segundos observaba como mi Madre le apretaba el oscuro miembro a ese adolecente fanfarrón que deliraba de placer ante tal contacto; y tal como había pasado tantas veces ella se empezó a excitar al apretarla, sin entender por qué no podía soltarlo, no dejó de frotar de arriba hacia abajo el tremendo tolete. Del otro lado él también no desaprovechó la oportunidad y con la mano que antes la tenía sujetada hacia su palo, ahora ya había alcanzado la delgada tela de sus pantaletas para lo cual sus pequeños shorts tipo falda ya se encontraban abiertos y toda la ansiosa mano del mulato ya se encontraba adentro, tanto que fácilmente había alcanzado ya su prominente trasero por debajo, haciéndola repararse un poco del asiento ante el total contacto.

- .. ¡Aah!, ¡Ralph, no .. no me hagas hacer esto, noo! ..

- ¿Y por qué no Mamita?, .. ¡Ooh! ..si ya estás bien mojadita. ¡Mhm! .. se te meten todo.

El maldito mulato fanfarrón seguro ya estaba moviendo los dedos tratando de entrar por completo dentro de su cálida vulva, que por su posición no le era tan difícil lograrlo, de cualquier manera mi Madre ya se estaba excitando más de la cuenta y en el último intento, en un afán por tratar de evitarlo cerraba con fuerza sus torneados muslos a la vez que frotaba vigorosamente la tremenda estaca. La escena volvió a ser de lo más caliente dentro de la cabaña, por fuera solo se oía a lo lejos los ruidos silvestres del bosque, por dentro, los gemidos ahogados de ella, la respiración agitada de él, la chaqueta (paja) que mi chantajeada Madre le estaba haciendo a ese cabrón abusivo hijo de la chingada cada vez era más intensa. Su respiración agitada, sus mejillas como brazas y unas pequeñas gotas de sudor en su frente que perlaban la delataban del todo, estaba ya pérdida. ..

- ¡Uhff! .. Ves que si quieres?, .. ¡Ooh! ..ves cómo te gusta? .. Siéntela Mamacita, tócalo todo, ..todo eso te voy a enterrar en tu cosita rica.- susurró muy cerca de su oído, haciéndola estremecer.

- ¡No, no Ralph!, ..¡Aah! ..y-yo no debo de hacer esto. ¡Ah! .. No me obligues por favor, ..estoy tratando de cambiar. ¡Aah!, De no volver a cometer los mismos errores, ..e-esto es no está bien ¡Ah!.- replicaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por sobreponerse.

Y cuando se suponía que ella había tenido el control y que tendría el poder para detenerlo, este asqueroso había tenido un As bajo la manga todo este tiempo. Ahora que recuerdo, recuerdo haber escuchado ruidos ayer en el bosque. ¡Había sido este maldito!, jamás se había ido a su cabaña. Seguro que los dos se habían puesto de acuerdo en la fogata, chantajearla para así hacer de ella lo que quisieran. Y ahora Mamá al verse atrapada.. ellos solos en este lugar, el vino que habían ingerido minutos atrás, esos largos dedos jugando en su cosita, pero sobre todo el tremendo ariete que parecía crecer aún más entre su mano le estaban haciendo perder la compostura, sus exhalaciones profundas y sollozos gemidos entre cortados la delataban del todo:

- .. ¡Uhmm! .. ¡Aah! .. N-no me hagas h-hacer esto Ralph, .. m-me vas a hacer cometer otra locura.

- Hazlo, .. comete esa locura conmigo, .. ¡Ooh! Si bien qué quieres, ..te juro que será nuestro secreto, de verdad que te lo juro. Desde que te vi en la fiesta no perdía las esperanzas de estar así contigo, .. por eso no me importa perder la amistad de Randy con tal de tenerte. Dios, no sabes cuánto te deseo, .. te deseo tanto, me tienes loco, creo que me he enamorado de ti.

Mamá de momento le asusto, pero le sorprendió, le impacto tal confesión, un jovencito buen mozo, bien parecido, estaba diciéndole abiertamente que se estaba enamorado de ella, un golpe certero a su enorme ego. Para una mujer que está a punto de pisar los 40 que le diga un jovencito veinteañero que estaba enamorada de ella era como si le hicieran un monumento. No sé si eso era verdad y que ese tipejo estuviera diciendo eso solo para convencerla, pero prácticamente le funcionó, bastaba ese empujoncito para animarla, creo que hasta había olvidado que minutos antes la estaba chantajeado, seguro que ese pensamiento le pasó por la cabeza pero lo descartó justificándolo como desesperación. El momento de la verdad estaba aquí y ahora, era un auténtico cabrón ese desgraciado, ahora recuerdo las palabras de Randy cuando decía que a este no se le iba ninguna viva.

- E-está bien, ¡Aah!, pero espera, ..he escuchado ruidos afuera y no vaya hacer mi hijo.

Lo cual si era cierto, por estar observando no me di cuenta al pisar unas ramas secas y hacerlas crujir, recordemos que estaba yo afuera observándolos por una de las ventanas laterales de la cabaña. Rápidamente me escabullí debajo y esperé a que mi Madre se asomara; mi corazón empezó a latir rápidamente cuando al observar hacía arriba la figura de mi Madre observando al horizonte, afortunadamente no me vio ya que estaba agazapado en el rellano, y ella no observó hacia abajo. La muy descarada simplemente cerró las cortinas para hacer más privada su estancia con aquel desgraciado.

Esperé unos segundos para que se alejara, después me asomé entre el resquicio que había dejado la cortina, afortunadamente aún podía verlos, lograba observar como el mulato fanfarrón esperaba expectante a que ella regresara. Se recostó en el sillón como todo un Rey, la vio entreabrir la puerta, asomarse al corredor, con una sonrisa de satisfacción la miró cerrar la puerta y poner seguro. Vi que caminaba como con cierto nerviosismo hacia él y toda acalorada del rostro, mi Madre ya había vuelto a perder la cabeza y estaba a punto de hacer otra tontería. Y aunque la notaba con algo de desconcierto, también estaba acercándose felinamente a él mirándolo retadora y provocativamente, seguramente aún albergaba en su cabeza alguna forma de salir ganadora y bien librada de ahora su inminente cogida que propinarían.

Provocativamente se sentó a su lado, en la orilla del sillón esperando su reacción, viendo como ese chiquillo proyectaba una mirada cargada de deseo, como si estuviera anticipado en su pervertida cabeza, saboreándose ya el delicioso platillo que tenía ahí enfrente y con el que se daría el festín de su vida.

- ¿Te puedo hacer una pregunta, galán?- dijo ella mirándolo dubitativamente.

- ¿Las que usted quiera, Sra. linda?.- replicó intrigado el mulato.

- ¿Siempre comparten todas sus conquistas tú y Randy?

- Solo las que valen la pena, ..solo las interesantes.

- Así, ..y que tengo yo de interesante? ..solo por ser la Madrina de tu amigo? ..

- Randy no tiene la culpa de tener a un mujerón como tú de Madrina, ..además él también me ha bajado varias, ..eso sí, nunca una tan buenota y caliente como tú.- explicó sonriendo el desgraciado.

- ¡Uyy!, y eso te da morbo, cabroncito? ..poseerme, sabiendo que soy la Madrina de tu mejor Amigo?. Eres tan cabroncito.

- Él lo empezó desde que llegué, ..contándome todo lo que hacía contigo, haciéndome desearte, diciéndome lo caliente que eres.

- Y te parece que yo lo deseo?.- extrañamente mi Madre estaba empleando ahora un poco de psicología para ver cómo podía manipular a ese chiquillo, creo que con tantas experiencias similares por fin se estaba siendo sabedora del poder que tenía para poder manejar a su antojo a los hombres.

- Me parece que desde que me viste me deseas, ..estoy seguro que ayer en la noche no las hubieras dado a los dos si no es porqué me fui a dormir dejándolos solos. Te entiendo, sé que no estás bien atendida por ser viuda, ..y ahora lo que necesitas es un hombre que te surta bien y bonito, ..y ese soy yo, yo seré tu verdadero tu hombre, tu macho, me tendrás a tus pies de ahora en adelante.- el desgraciado no dejaba de fanfarronear como lo hacía Randy, pues al fin y al cabo eran muy similares.

- No puedo creer que me estés diciendo esto, ..tan educado que te veías y resultaste ser más cabrón.- agregó mi Madre con una expresión de asombro, no sorprendida porque ya anteriormente la habían tratado así, sino porque este estaba prácticamente asegurando un futuro de sometimiento con ella.

- Y tú tan elegante y educada, ..y resultaste ser una mujer muy ardiente. Una hembra muy sensual, .. provocadora. Ayer en el juego te luciste, créeme que ganas me daban de arrancarte la ropa y poseerte ahí mismo. Y creo que en el fondo lo deseas, ..te encanta lucirte, que te vean. En sí, eres toda hembra fogosa.

- ¡Ji ji ji!.. ¡Ay Ralph, pero que ocurrente eres!, ..me estás hablando como si fuera una devoradora de hombres! Y para nada que lo soy, y jamás lo seré, ..si llego a aceptar es porque quiero que no me perjudiques, entiende que todos saldríamos perdiendo, ..ten piedad de mí, no me hagas cometer esta locura.

- Tú deberías tener piedad de mí, mira como me tienes, ..tal vez no quieres reconocer que cuando me viste por primera vez en la piscina me deseaste, si te vi cómo me mirabas, ..apuesto que ya querías esto entre tus piernas.- exclamó él sarcásticamente a la vez que ponía otra vez la mano de mi Madre sobre su verga totalmente erecta y fuerte.

- ¡Uyy!, pero bien que eres un cabrón, ..bien que te me mostrabas.- musitó ella con cierta cachondez a la vez que lentamente subía y bajaba la mano para empezar a masturbarlo.

- ¡Ooh! .. Me calienta como no tienes idea cabrona, ..siente como me tienes, déjame tenerte por las buenas, ayer me calentaste demasiado, con tus piches bragas en el cuello.- respondió ansioso.

- .. ¡Aah! Eres como todos los jóvenes calenturientos, .. ¡Ah! ..te excita la idea de poseer a una madura. ¡Ah!.. A la Madrina de tu mejor amigo ¡Uuhm! .. a la que tienes aquí, ..pelándote tu cosota.- replicó ella sintiendo que ya estaba adueñándose de la situación nuevamente, al ver que su joven chantajista volvía a tomar una actitud más conciliadora.

- ¡Ooh! . . Por dios, vas a hacer que me venga en tu mano.- jadeaba el negro volteando al techo.

- Te agrada esto cabroncito? ..lo sientes?.- agregó ella bajando más su mano, rozando ligeramente sus testículos, los acaricio, los palpó y jugueteó con ellos.

Mi Madre no pudo evitar volver a estremecerse, la verga del muchacho estaba imponente, era claro que la deseaba, más sin embargo supo controlarse, ahora era ella quien empezaba a jugar con él, quizás esa era la idea, enloquecerlo, verlo suplicar para que ella aceptara hacerle lo que él quisiera y luego obtener ese video, quizás aún albergaba cierta esperanza para salir librada de esto. Tomando de la base la tremenda tranca, la rodeó completamente haciendo que se cimbrara al sentir la delicada caricia de sus delicados dedos, además le estaba gustando el jueguito ese de incitarlo con el uso de palabras soases y vulgares, con las que ella misma había caído tantas veces.

- .. Ooh!, basta ya, ..anda cabrona, trépate, no aguanto más .. vamos a hacerlo, bien que quieres putona.- agregó Ralph a la vez que colocaba una de sus oscuras manos en las torneadas piernas de mi Madre y poco a poco las fue acariciando mientras la subía, tratando de llegar a su entrepierna nuevamente para manosearla. Los cuales ella por instinto cerró al sentir la mano intrusa que quería llegar de nueva cuenta hasta allá donde sus diminutos shorts falda podían permitirle.

- Tienes una cosita bien rica, Mamita, ..y unas pinches nalgas de antología.- susurró totalmente extasiado sin dejar de manosear los tersos muslos de mi Madre, esa blanca y tersa piel que lo enajenaba, que lo trastornaba.

- ¿Te gustan mis pompis, cabroncito?, ..te encantaría magreármelas y abrírmelas.- decía mientras las meneaba enloqueciéndolo.

- ¡Puta madre están de lujo!, ..me encantan las nalgas blancas. ¡Big white Butts Mamy!

- ¿Así?, ..pues esto no está nada mal. ¡Big Black cock! cabroncito ¡Uuhm!.- exclamó mi Madre como un suave gemido provocativo, mientras seguía acariciando con fuerza ese venoso miembro, sintiendo su dureza, para seguir frotándolo lentamente de arriba abajo, como si quisiera exprimirlo en cada movimiento de subida y bajada.

- .. ¡Orgh! ¡cabrona me lo vas a arrancar!, ..trépate ya anda, abre las piernas. Anda vamos a coger duro.

- .. E-espera, cabroncito, ..yo ya acepté, ahora acepta tú mis condiciones.- replicó ella como queriendo ser muy enfática.

- S-solo un poco, Mamita ¡Ooh! ... mámamela un poquito, lo deseas ..ya no aguanto más putita rica.- insistió el mulato tratando nuevamente de introducir su mano, pero mi Madre tomaba resistencia.

- B-bajo mis términos Papito, ..primero vamos a jugar un ratito.

- No, no, nada de juegos, me tienes ya bien caliente ... quiero sentir las maravillas que haces con esa boquita de mamona que tienes.- le interrumpió tratando de convencerla.

- ¡Aah!.. ¿Cuál es la prisa cabroncito?, ¡Ah! ..ya me tienes como querías, un ratito más puedes esperar.

Las respiraciones entrecortadas de ambos eran ya evidentes, ( ¡Shock!, ¡Shuack! ) El sonido que hacía la mano de mi Madre frotando vigorosamente ese tolete oscuro evidenciaba la máxima excitación del tipo y su interminable goteo de líquido pre-seminal. Era un momento por demás morboso para el que lo pudiera observar. Una voluptuosa y madura rubia masturbando a un muchacho de color en la sala de una alejada cabaña en medio del bosque, era como una película erótica. Una sensual película donde al igual el tipo de color intentaba profundizar con la mano en lo más recóndito de aquél par de mórbidos muslos blancos, mientras la dueña a cada momento se los frotaba en un afán por no delatar su ya inminente excitación, además de impedir que el muchacho tuviera acceso.

Increíblemente observaba como mi Madre llevaba las riendas ahora, era como si de presa ahora fuera una voraz depredadora, la pura imagen de la rectitud y glamur de mi flamante Madre ahora era olvidado por esa devora hombres, que con tanta experiencia que había ganado en estos últimos años sin duda que sabía cómo explotarla. Perplejo quedé por momentos observándola, viéndola cómo con total maestría cambiaba de mano mirándolo mientras lo masturbaba, lo notaba bastante excitado pero sabía que tenía que aplicarse a fondo si quería verlo retorcerse de placer.. martirizarlo.

Claro que como menciono, ella no quedaba exenta de sus excitantes caricias y de los expertos movimientos de sus dedos, su naturaleza fogosa le estaba reclamando también su derecho. La ansiosa mano de Ralph subía y bajaba por sus bien torneadas piernas, provocando con ello que las ganas en mi Madre fueran más incontrolables de volver a sentir aquélla mano hurgando en su intimidad. Era una batalla de estire y afloje, ella enganchada en su oscuro palo de arriba abajo y este queriendo volver abrir sus piernas para colarse, por lo que aunque mi Madre tratara de evitarlo, su ardiente deseo de placer sexual la hacía flaquear, dejándolo avanzar un poco más para así disfrutar de aquéllas caricias.

Entreabrió ligeramente las piernas de tal manera que cuando la astuta mano iba de subida nuevamente, y al no encontrar ningún obstáculo en su camino se siguió de largo hasta encontrándose nuevamente con la tibia humedad que poco a poco iba emanando, empapando sus finas pantaletas, mojando las paredes internas de sus carnosos muslos. A tal efecto y por la ansiedad, el tipo hizo bruscamente a un lado sus bragas, que por lo delgado que eran, estas ya no servirían para volver a usar.

- Estás mojadita Mamacita.- murmuró el mulato sonriendo triunfante.

Con desesperación iba viendo como ese hijo de puta poco a poco le iba ganando terreno, sabía que por el temperamento de Mamá poco a poco iría cediendo, que su ardiente naturaleza le haría perder el control como había sucedido tantas veces, sobre todo cuando Randy la acorralaba y ella terminaba cediendo. Ahora el momento de la verdad, ahora era cuando mi Madre debería tener un poco de cordura y de tratar de dominar sus ardientes deseos que la envolvían y la propiciaban hacer locuras. Pero simplemente y sin respuesta coherente a lo que significaba ella como mujer respetada y Madre ejemplar, sin dejar de frotar el venoso y palpitante miembro oscuro del muchacho, mi Mamá solo lo miró con el rostro envuelto en angustia, evidenciando claramente su estado de sofoco y excitación, por más que trataba de controlarse su oscuro ser dentro de ella le hacía casi imposible de lograr.

- ¡Aahh, cabrón, ..qué bien lo haces!! ..

Gimió al sentir los intrusos dedos del tipo dentro de ella, que ya para esos momentos había perdido toda la mano dentro de su ajustado shorts, habiendo hecho de lado la empapada tela de sus pequeñísimas pantaletas ya se daba el lujo de penetrarla, moviendo sus largos y oscuros dedos en el interior de su cálida entrepierna, jugueteando con los pliegues de sus sensibles labios vaginales, encontrando el delicado botón de su clítoris, el cual al primer contacto inmediatamente reaccionó como si hubiera recibido una descarga eléctrica, estremeciéndola, haciendo que cerrara instintivamente las piernas, tratando de impedir que siguiera dedeándola de aquélla manera.

- ¡Aah! Ralph, espera ya, .. ¡Ooh! No me hagas cometer otra locura ¡Ooh por dios, que haces, no!.

- ¡Ooh! .. ¿Y por qué no Mamacita? ¡Oh!, .. si ya estás apunto, .. me tienes toda chorreada la mano ¡He he he!..- dijo sonriendo socarronamente, sacando su mano de su shorts para mostrarle lo ardiente que se encontraba.- ¿Ves lo que te digo? .. ¡Mhm! Delicioso, eres un manjar. Anda, ven... ahora tú, ..chúpamela un poco.- volvió a insistir de nuevo incorporándose un poco a la vez que la tomaba de la nuca instándola a que accediera.

- ¡N-no... no Ralph!, ..espera, espera, no seas ansioso.- susurró como suplicando que no le pidiera aquello, claro estaba que no lo decía muy convincente.

- ¡Ooh! Anda ya, solo la puntita .. verás que bien te gusta. Imagina que es una gran barra de chocolate, anda.- mientras se recostaba prácticamente sobre el sofá se la trajo consigo, rosando con la punta de su largo tolete por los labios.

El repentino rose de ese amoratado glande por sus rosados labios, que había dejado en su camino un rastro de líquido pre-seminal, le hizo paladear por primera vez el sabor saldo de su miembro y por más que ella tratara de hacerle caso a la razón, los estímulos que su empapada vagina estaba recibiendo eran mayores. En un movimiento reflejo como si lo hiciera antes de arrepentirse, abrió los labios lo suficiente solo para abarcar la reluciente cabeza en su interior, dándole ligeras lengüeteadas, como si simplemente quisiera sacarle más brillo.

- .. ¡Shurp! .. ¡Mhm!, .. e-esto no sabe a chocolate ¡Jijiji!..- fue el grotesco y vulgar comentario que mi Mamy hizo después de sopesar el sabor de su pene.

Y haciéndose de lado el cabello del cual ella se encargó hasta con ternura para recogérselo, para que no le estorbara nada y pudiera deleitarse mejor del acre sabor de su enorme barra de chocolate falso; pude observar con sumo asombro y desesperación como esa oscura y venosa virilidad poco a poco iba desapareciendo dentro de la cavidad bucal de mi Mamy, hasta que después de varios intentos y hasta tener el descaro de apoyarse en su pierna para impulsar, pudo albergar más de la mitad de toda esa barra de carne. ..


- .. ¡Ahhh .. grh!.- exhaló un suspiro y un breve atragantar de saliva al extraer el durísimo miembro y poder así tomar algo de aire. 

- .. ¡Ooh!, ¡Que boquita tan chupona tienes Mamacita!, ..pero apuesto a que puedes llegar más adentro.

Para luego haciendo más presión sobre su nuca ejercida por su mano la hizo volver a introducirse el embadurnado miembro, ahora si de un solo trago, hasta que su boca se abrió al máximo y su hermosa carita se deformó en sofoco, tosiendo por dentro imposibilitada de poder recuperar aliento. El desgraciado sin dejar de sostenerla del cabello la comenzó a guiar en fuertes acometidas las cuales tuvo que soportar mi aún indecisa Madre, que apoyándose con las dos manos sobre las rodillas del tipo una a cada lado para no salir lastimada ya que dado el tamaño de su miembro en cada embestida de esa oscura verga sentía como esta le llegaba al principio de la garganta, obstaculizándole momentáneamente la entrada de aire.

- ¡Un poco más Mamacita, tú puedes .. traga un poco más!.- y presionaba su nuca el desgraciado imposibilitándole a ella el poder recular.

El esfuerzo que mi Mamy hacía a cada instante se hacía más incesante, más agobiante. Se encontraba ya sudorosa, los fluidos pre-seminales del tipo salían cada vez más abundantes, la saliva de ella ya corría como ríos a bajo por los oscuros güevos, todo parecía mezclarse más cuando por fin lograba extraer el enorme miembro de su boca, separándose unos centímetros para lograr tomar aire, unidos aun por unas delgadas películas de babas al glande y sosteniéndolo con una mano como para medir y observar hasta donde el nivel de sus embadurnadas babas hubieran llegado; para después y ya completamente sacada de sus rectos cabales, darse a la tarea de lengüetear, succionando todo lo largo de esa majestuosa virilidad, teniendo ya el frio descaro de restregársela en la cara cuando intentaba introducirse por completo el par de testículos completamente embadurnados y llenos de sus mismas babas y leche que en cualquier momento estaba seguro saldría expulsados.

- .. ¡Ooh! .. ¡Eres increíble Mamacita, jamás me habían succionado así!, .. ¡Eres una autentica golosa, un portento de chupona!- la halagaba.

- .. ¡Argh! ¡Ah! .. ¡aquí lo único increíble es tu verga cabroncito! ¡Mhmm! .. ¡Egh-mugh-ganghe! ¡Mmh!

Mamá ya estaba como energúmena, fuera de sí, completamente sacada de sus cabales, dispuesta a hacerlo gozar y a disfrutar, gozar de su enorme herramienta y su poderosa virilidad; ya frotaba vigorosamente la barra de chocolate que le hervía las manos, se afanaba sobre el glande, con la punta de la lengua recorría desde la cabeza hasta la base del largo pene y viceversa, prodigándole el placer infinito, demostrándole su capacidad de chupona, haciendo al muchacho retorcerse de placer. Quizás quería hacerlo venir para librarse de este problema, pero nuevamente mi Madre me volvía a defraudar.

- Quítate los pantalones.- le ordenó sin dejar de pajearle.

Esta vez ni protestó, ni tampoco le pareció tan mal idea, rápidamente se puso de pie y frente a ella que lo observaba con deseo hizo bajar sus pantaloncillos blancos. El ajustado boxes bajó de un solo tirón casi hasta los tobillos, al tiempo que su falo terriblemente erecto salía de su escondite apuntando hacia el bello rostro de mi Mamy, en un vaivén de arriba hacia abajo que parecía un trampolín, moviéndose varias veces y obligando a mi Madre a seguirlo con la mirada, quizá inconsciente o tal vez con todo el deseo que contenía ya su excitado cuerpo.

- ¡Anda!, anda Mamacita, no dejes de lamerlo.- dijo desesperado.

Y mi Madre, como si de un gran chocolate en barra se tratara, hizo pasar la lengua por sus labios, volteando hacia arriba para mirarlo, como pidiendo permiso, como cuando una niña que pide permiso para comer un helado que ha deseado por algún tiempo; mientras él quien dé pie observaba ansioso todo desde ahí, sonreía.

- Es toda tuya Mamacita, ..mi anaconda negra es toda tuya.

- ¡Uyy! .. desde aquí se ve enorme.

Y no se había equivocado, ahora de pie y desnudo desde las rodillas hacía arriba, aquel falo lucía más grueso y largo, mediría poco más de los 28 centímetros, tal vez alcanzaría los 30 con todo y glande; Mamá lo palpó con sus dedos, aquella verga negra y gruesa no perdía ni ápice de dureza, ni se doblaba. Mamá siguió mirando fijamente a los ojos de Ralph mientras lo palpaba, estaba subyugada ante aquel ejemplar; por un lado Ralph era un joven veinteañero, fuerte y atlético, aun siendo ella tan hermosa nunca en su juventud seguro había tenido un novio como tal, y mucho menos un amante, aunque ahora, sus acosadores la mayoría habían sido por lo general hombres adultos y con cuerpos poco agraciados que simplemente le proporcionaban placer; y por otro lado estaba Randy, pero nada que ver con este tipo, aquel pene obscuro, casi negro, tan largo que no podía cubrirlo ni con las dos manos completamente.

Definitivamente era una anaconda, no se había equivocado. Aquella figura que había observado a través del bañador ajustado en la piscina, hoy se presentaba ante su mirada perpleja y lasciva. Tenía el tamaño y casi la forma que ella se había imaginado. Aquel falo oscuro y palpitante apuntaba directamente hacia ella con su único ojo babeante que parecía que la observaba, en señal de lo que él la deseaba. El cabrón la tomó con ambas manos alrededor de la nuca y la atrajo hacia sí cortándole sus pensamientos, ahí mismo delante de mí, frente a mi mirada perpleja; mi Madre no opuso resistencia, esta vez fue dócil, simplemente abrió la boca lo más que pudo y fue introduciéndose lentamente le amoratado glande. Poco a poco se fue sumiendo en su húmeda y rosada cavidad bucal centímetro a centímetro, hasta albergar completamente aquel glande palpitante. Las manos del tipo la tomaban firmemente de los cabellos y la empujaban con cierta rudeza hacia su pene.

El tamaño y el grosor de aquel falo juvenil palpitante llenaba por completo su boca, que por más que Mamá trataba de abrirla no lograba abarcarlo del todo, las paredes laterales de su boca se abrían al máximo y rozaban literalmente con la piel suave y dura de aquel tremendo ariete. Ella abría lo más que podía la boca, formando casi una perfecta letra "O" mayúscula, casi dislocándose la mandíbula, tratando de albergarla por completo con el calor de su húmeda boquita. Una vez que su orificio bucal ya no podía recibir ni un centímetro más de carne, la sacó un poco de ella para chupar y así tomar otro poco de aire, la punta amoratada y palpitante de aquella verga se presentaba ante ella reluciente.

- .. ¡Ooh! Eso es Mamita, .. cómetela toda, hasta que olvides el sabor de tu ahijado.- alucinaba el maldito, provocando en ella algo de bochorno.

Pero a pesar de las soases palabras del sujeto, Mamá parecía ajena a todo lo que ocurría, parecía solo vivir para esa tranca; lo ensalivaba por completo, la sacaba y se la volvía a comer como una completa sacada; con su manita derecha retraía la piel más oscura completamente hacia la base del pene, dejando solo lo amoratado, alejaba un poco su rostro para verlo, la veía con demasiada lujuria que parecía no caber en sus ojos, para nuevamente en un movimiento rápido y decidido volver a meterse lo más que le cupiera dentro de la boca, pensé que en una de esas se pincharía el cerebro y le saldría por la nuca, figurándome a una de esas películas Americanas  “Alíen el octavo pasajero”.

La succionaba duramente, sin piedad, aun cuando sentía que la punta le llegaba hasta campanilla. Cuando bajaba ambas manos, una jugaba con sus oscuras bolas, mientras que la otra retraía la piel de la verga para descubrirla completamente y así introducirse el mayor número de centímetros posibles de esa anaconda que le sabía a gloria. No sé cuantos minutos estuvo ahí complaciéndolo, pero cuando sintió el sabor salado del líquido pre-seminal, chupó con mayor fuerza hasta sentir las manos de Ralph que en un movimiento suave pero firme la levantaban de las sienes para indicarle que no siguiera, que él deseaba que ella se pusiera de pie.

Se aproximó a ella y agarrándola del culo hasta meterle todo el shorts por la cola, la atrajo hacia él, quedándose pegados:

- ¡Mamacita, que buena estas!, ..¡Jamás he tenido una como tú, ..eres increíble!.

- Ralph, por favor, ..hay que parar ya, no podemos continuar con esto, yo no ..- pero sus palabras fueron calladas con un beso.

Su boca se apoderó de la de mi Madre, algo que tampoco ella pudo rechazar, pues estaba ya demasiado excitada y demasiado atraída por ese muchacho y su monstruosa virilidad que ahora se le hacía casi imposible parar. Ambas lenguas se juntaron, sus bocas se besaron y sus manos se acariciaron, palpando sus cuerpos que se atraían mutuamente. Ralph le invitó a desnudarse y agarrando un par de cojines, los lanzó al suelo para acostarse, así sin ningún obstáculo la observaría desvestirse. Mamá lo miró fijamente a los ojos, comprobando como ese joven se moría en deseo por verla desnuda. Lo pensó por unos segundos, pero siendo sincera con ella misma le agradaba la idea de exhibirse desnuda ante aquel muchacho, total en parte ya todo estaba descubierto. 

Ella misma se desabrochó el shorts falda y lo bajó por sus amplias caderas, primero poniéndose en pie frente a él y dando un par de tirones que arrastran la estrecha falda a lo largo de sus rotundos muslos hasta superar las caderas; lentamente mirando cara a cara a los ojos del muchacho que ardía en ganas porque acelerara los movimientos. Unas delicadas bragas en crema con adornos florales, casi transparentes y con pequeños cordones que se ceñían a sus amplias caderas aparecen ante sus ojos.

- ¡WAOOOH! .. ¡Me encanta la lencería fina y coqueta!.- exclamó el sujeto al ver las diminutas y trasparencias de sus delicadas pantaletas.

Como ya les había comentado en anteriores relatos mi Mamy solía usar lencería muy fina, ropa interior de catálogo, de marcas reconocidas a nivel mundial, su elegancia y porte la llevaba por fuera, más la sensualidad por dentro. Se sonrojo un poco pero ya estaba decidida a hacerlo; sujetó su blusita de algodón desde su cintura y la fue subiendo lentamente hasta hacer aparecer sus pechos, grandes y turgentes, que sin problema desafiaban la ley de gravedad y de la física. Se mostraban orgullosos y perfectos ante el desesperado muchacho, disfrutando ahora de sentirse deseada. Por fin muy despacito, la dejó caer al suelo mostrándose semi-desnuda ante él, simplemente en bragas.


- Ya está, ya me has visto desnuda, ..¿satisfecho?.- le dijo al muchacho, en tono retador, sacando de ella esa mujer atractiva y fatal que derretiría a cualquier hombre.

Se notaba que Ralph nunca había observado a una mujer como mi Mamy, el desgraciado no dejaba de admirar sus pechos y su pubis, estaba asombrado, por primera vez observaba que se quedaba callado.

- E-es realmente precioso.- dijo admirando fijamente su depilado monte de venus.

Se acercó a ella sin quitar su mirada de asombro, recorriendo lentamente con los ojos cada centímetro de su cuerpo. Mamá trataba de taparse ridículamente como podía con las manos. Ahora Ralph comenzó a dar vueltas alrededor de ella contemplando su cuerpo desnudo. Se detuvo en su espalda, observándola desde arriba, extasiado al ver esas prominentes nalgas, como la diminuta franja de sus pantaletas se perdía por completo entre ellas. El tipo estaba sorprendido por la belleza de mi Mamy; se colocó frente a ella. Ahora se encontraban de frente los dos, mirándose mutuamente a los ojos. Volvieron a besarse, ella alzándose sobre la punta de sus pies, buscando los labios del muchacho para fundirse en un beso ardiente; sus lenguas se entrelazaban como si tuvieran vida propia. El enorme Ralph se inclinó un poco para besarla con mayor comodidad. Mamá no era pequeña, alcanzaba más del 1.75, en tanto que él, alto y atlético, llegaba un poco más allá del 1.90.

Para Ralph era un sueño, la tenía solo para él, entre sus fuertes brazos, delgada pero bien formada. Su cintura podía ser abarcada con uno de sus brazos, en tanto que sus nalgas redondas y firmes podían ser acariciadas de la forma como él quisiera. Mamá ya estaba muy excitada, todo su cuerpo estaba sonrojado y brillaba en sudor, tenía un poco húmedo el cabello y sus mejillas no dejaban de sonrojarse. La erecta y larga verga de Ralph le punzaba casi a nivel del abdomen, increíblemente Mamá la acarició con una mano en tanto seguía sintiendo los labios ardientes del muchacho succionar fuertemente los suyos. Ralph la separó un momento, la miró con todo el deseo ardiente que sentía.

- Te ha gustado?.- preguntó Ralph.

- ¿E-el qué?.- le devolvió la pregunta.

Sus oscuras manos recorrieron palmo a palmo la piel blanca de mi Mamy lo que sus ojos a la distancia no podían hacer. Su mirada se fue posando en cada milímetro de aquella hermosa y tersa piel. Observó sus pechos y acarició sus rosadas aureolas que se erguían como muestra de su excitación.

- Desnudarte para mí, exhibirte ante un joven como yo. Mostrar tu cuerpo ante mí.- dijo él.

Mi Madre dudó por unos momentos antes de responderle. Y cuando lo hizo sus palabras fueron cortadas nuevamente por Ralph que se había arrodillado frente a ella y con la mejilla acariciaba su entrepierna deleitándose de la suavidad y la exquisitez de su aroma. Mamá exhaló el aliento y llevó su rostro al cielo, cerró los ojos llevada por el deseo, el fanfarrón ese la atraía, cegaba por momentos su cordura y sus pensamientos. En un movimiento, atrapó con los dientes sus pantaletas y las fue bajando a lo largo de sus piernas. Mi Madre se estremeció suavemente, alzando primero un pie y luego el otro. Sus braguitas fueron apartadas lentamente dejando su sexo al descubierto. Mamá ya no era dueña de sus actos, ni tampoco podía frenar todo aquello, la sobrepasaba.

Apoyó sus oscuros dedos en su redondo y blanco trasero, apretándolos, encajándolos con firmeza sobre la carnosa piel de su trasero, atrayendo las caderas contra su rostro. Comenzó a besarla sobre su sexo, que ardía de ganas de recibir una lengua como la suya. Mamá se abre de piernas en cuanto siente aquellos labios deslizarse por su pubis. Ralph enseguida, quitó una mano de su trasero y deslizó sus dedos por la entrepierna. Los delicados labios rosados están inflamados de deseo, mostrando la vulva abierta y dispuesta, bastante húmeda. Apenas lograba observar unos diminutos vellos púbicos dorados, brillantes del mismo color que su cabello.

Ralph sin perder más tiempo atrapó su clítoris con sus labios, retorciéndole y ensalivándole con movimientos bien precisos de su lengua y de sus dientes. Mamá se sentía en la gloria, allí de pie en medio de la sala y presa de sus caricias. Aquellas oscuras manos sobaban sus glúteos y sus piernas, esa boca hacía delicias en toda su intimidad, recorriendo los pliegues de su abultada vagina que palpitaba respondiendo a las caricias. Vi como ella baja su mano y la apoya sobre la enrocijada cabeza del muchacho, sus dedos se apoyan en los laterales de su cabeza, buscando sujetarse en cuanto empiezan a fallarle las rodillas. A medida que devora su entrepierna, la escuché murmurar una letanía en la que solo pude distinguir:

-.. ¡Ooh! Dios, .. ¡Ah qué bien! .. es una locura, .. sigue así ¡Aaahh! ..- humedeciéndose en repetidas ocasiones los labios.

El dedo corazón de la mano derecha de Ralph se había enterrado totalmente en su vagina, haciéndola palpitar frenéticamente, como fuertes escalofríos sacuden su cuerpo, y más cuando siente como el dedo índice de su otra mano está atareado entre sus nalgas, aplicado delicadamente en dilatar su preciado esfínter. En ese instante, mi Mamy se agita como perdiendo todas sus fuerzas y sus dedos se aferran en sus enrocijados cabellos, como preludio a su primer orgasmo. No pudo evitar correrse cuando se adueñó de su clítoris, lo mordió, lo besó, lo absorbió con sus labios, y cuando su lengua le acarició por todas partes hasta hacerla ver la gloria. 

El orgasmo llegó acompañado de unos gemidos prolongados, desplomándose casi por encima de él, mordiéndose el dorso de la mano para no gritar. Ralph se puso en pie a continuación, observándola, admirando su completa desnudez, la humedad de su cabello prácticamente pegado a la piel de su rostro, sus pantaletas aun atrapadas entre sus pantorrillas, sus piernas abiertas y temblorosas debían excitarle más que estarla observando desnuda del todo.

- ¡Túmbate sobre el sillón y ábrete de piernas, ..voy a cometerte enterita Mamacita!

- .. ¡Aah!, ahh! .. fue maravilloso.- al fin respondió Mamá al recuperarse.

- Y lo que nos falta Mamacita ¡He!..- dijo sonriendo al momento de abrazarla para depositarla sobre el sofá y darle un beso.

Mamá ya simplemente se dejaba llevar, su rostro estaba ardiendo en deseo, los labios de Ralph fueron recorriendo cada palmo de su vientre blanco y definido, besándola primero muy suave y después con mayor deseo; fue arrancando nuevamente gemidos a mi Mamy, gemidos que se incrementaron cuando llegó hasta sus labios íntimos. Los besó con cariño, con dulzura, casi con amor; Mamá ahora ya no se negaba a nada, es más, levantó ambas rodillas y las dejó caer a ambos lados para abrirse un poco más y con ello facilitarle el trabajó al enardecido muchacho. En tanto su boca simplemente dejaba escapar sollozas palabras como “¡Sigue así!.. ¡No pares! ¡Mhm! .. ¡Qué bien lo haces pequeño cabrón!” La galanura y la fanfarronería del primer momento dieron paso al deseo carnal, lujurioso y lascivo de Ralph. 

La boca de ese desgraciado hacía maravillas en la entrepierna de mi Madre. Empezó a besarle con mayor fuerza, en tanto su lengua empezaba a profanar aquel rosado y caliente hueco, que se suponía debía ser sólo para mi Padre. Su lengua cobraba vida propia para introducirse milímetro a milímetro más dentro de ella, sintiendo el calor y percibiendo el sabor que emanaba de su sexo. Cada vez entraba un poco más hacía gemir a Mamá, quien apretando ahora las rodillas contra las orejas de Ralph le atrapaba la cabeza esperando con ello no dejarlo escapar. Entre bocanadas de aire que Mamá halaba para poder respirar, sólo lograba emitir sonidos ininteligibles que se mezclaban con sus propios gemidos, creando un ambiente propio de una escena erótica que me mantenía atraído, tanto que en ocasiones olvidaba que era mi Madre la que con sus piernas abiertas impedía que ese chiquillo se le saliera de las piernas.

La nariz de Ralph en ocasiones aspiraba fuertemente para llenarse de todos aquellos afrodisiacos olores de aquella ardiente vagina, y por otros momentos se enterraba hurgando y provocando más los placeres de mi Madre que solo respondía con monosílabos y palabras entrecortadas “.. ¡0oh más!, ¡Aah!, que bien lo haces así .. así Papacito rico .. ¡Mhm!” prolongados y ahogados en el tormentoso pero incipiente mar de emociones.

Mamá revoloteaba su cabeza sobre el sofá y sus ojos en ocasiones se volvían en blanco, el tiempo parecía detenerse para sí y el latir fuerte de su corazón era el ritmo que marcaba el tiempo en el espacio del placer que ella sentía. La cabaña parecía subir su temperatura como prueba de las oleadas calientes que emanaban del interior de las entrañas de sus cuerpos. La lengua viva de Ralph buscaba los puntos más sensibles de su intimidad, este desgraciado era un experto en hacer vibrar a sus presas, no era como Randy que simplemente las usaba para su mérito deleite no, Ralph las hacía explotar, rendirse a sus expertas caricias. Mamá perdió por completo el sentido, no supo cuánto tiempo transcurrió, sólo lamentó por breves instantes que el joven de color se separara de ella para quedar erguido frente su hermoso cuerpo desnudo, perlado en sudor y en deseo de ser poseída por aquella tremenda virilidad que ya minutos antes yacía duro y parado esperando su oportunidad para enterrarse centímetro a centímetro dentro de ella.

El rostro enrojecido de Mamá indicaba cuánto estaba disfrutando el momento, sus dientes blancos y perfectos mordían desesperadamente sus rosados labios de la ansiedad que mostraba cuanto deseaba que aquello jamás terminara. Quizá pasaron unos breves segundos, pero ya a como estaba Mamá le fue una eternidad, necesitaba ser poseída ya, no aguantaba más, su mente ya no razonaba sólo deseaba seguir sintiendo. Un “¡Aahh!” prolongado y sensual escapó de sus labios cuando los 28 centímetros duros de carne oscura tocaron con ligeros golpecitos los pliegues húmedos y rosados de su vagina; ella sólo alcanzó a doblar las rodillas al aire para recibir así aquel muchacho, posición que no desaprovechó el fanfarrón para encimarse sobre ella sosteniéndose en sus torneadas piernas.

Mamá se abrió de piernas todo lo que pudo ayudándole a situarse encima de él. El muy cabrón empezó a pasarle la cabeza amoratada de su portentoso instrumento por toda la raja, mientras ella gemía y se revoloteaba ansiosa.

- C-con cuidado Ralph.- le pidió muy sensualmente.

- Si Mamacita, ..lo voy hacer con mucho cuidado, voy a disfrutar cada pliegue de tu cosita.

- .. ¡Aah!, vamos ya .. ¡Aah!, métemela ya por favor Ralph, penétrame.- dijo ella desesperada.

Mamá estaba abierta, con cada uno de sus piececitos colocados a cada uno de los lados del sofá, y con sus muslos lo más separados que podía para dar cabido a la anchura del mulato sobre ella. El cabrón se agarró la verga por la mitad y comenzó a dirigirla hacía su preciosa hendidura. Jugó unos breves instantes sintiendo se humedad, en los que ella permaneció con los ojos cerrados esperando el momento, con los labios semi abiertos suspirando, mientras que este le pasaba las manos por los pechos excitándola más.

- V-vamos ¡Aah! - le pidió.

- Despacio Mamacita, despacio, ..disfrútala, siéntela como se te entierra toda.

Colocó el glande en plena ranura después de haberlo bajado desde la zona del clítoris a través de sus rosados labios inferiores y comenzó a empujar poco a poco. A pesar de que era consciente de que tiene un tremendo aparato, incluyendo en definición "ancho" esa monstruosidad iba entrando con suma suavidad dentro la muy mojada vagina, a la cual habría poco a poco. En el rostro del mulato se dibujaba una sensación de lo más indescriptible. Un calor le invadió cuando ya había colado el glande dentro, y aumentaba a medida que iba introduciendo más verga. Apoyado como estaba por sus brazos, ligeramente levantado, me daba una perfecta visión de cómo la penetraba.


- .. ¡Arghhh!... ¡Oh por dios! .. ¡Mhm! Siii... espera, espera,  .. ¡Mhm! Es muy grande.- decía Mamá en cuanto a cada centímetro se le iba dentro.

Llegó hasta algo más de la mitad, y volvió a sacarla lentamente, mojada con los flujos que salían de ella. Volvía a introducirla y sacarla una vez más, produciendo unos gemidos que salían de la boca de mi Madre, los cuales le invitaban a seguir. Les juro que no podía para de mirar como aquella estaca negra entraba en el blanco y pequeño cuerpo de mi Mamy, que al sacarla esta brillaba por los jugos emanados de ella.

- ..¡Oh! está muy caliente y mojado ..te gusta cómo va entrando?, ¿te gusta cómo te comes cada centímetro?.- le dijo concentrado en no hacerle daño.

- .. Sii, .. ¡Ouch!, me estás matando de gusto cabroncito, pero no pares, ..sigue como lo haces por favor, ¡Ough!, sigueee ¡Mmh! .. ¡Me partes CABRON!!, ME ESTÁS PARTIENDOO!!! ¡MHMM!! EN DOSSS ¡OUGHH!!!

Estuvo metiéndosela poco a poco, lentamente, haciendo que la sintiera como le había prometido, milímetro a milímetro, hasta tenerla casi por completo en su interior, era imposible que cupiera toda, pero más de la mitad habían entrado ya en absoluto en toda su rosada intimidad. Ya la tenía adaptada a su tamaño. Tanto que emitía un leve ¡Aah! en cada penetración, lo cual le excitaba al negro, pero no más que la visión de esos pechos moviéndose de arriba abajo con cada embestida. Comenzaba a entrar como cuchillo en mantequilla, sin problemas, con la sensación de que era la vagina de mi Madre el que le succionaba.

Entonces empezó a moverse con más cuidado, yo me encontraba incrédulo, trastornado, no quería ni moverme, pensaba que si lo hacía, ella se podría lastimar. Una vez que llegó a fondo y vio que no habría problema alguno, se la sacó de golpe casi entera, Mamá abrió los ojos como platos, y su boca quedó abierta formando una perfecta “O”, y antes de que ella pudiera retomar su facciones o pedirle explicación, de un solo golpe seco se la volvió a hundir hasta el estómago, provocando que emitiera un grito ahogado, sujetándose de los cojines o de donde fuera con más fuerza, si es que eso era posible. Para unos instantes después detenerse para que se acostumbrara a su tamaño por completo. Cuando Mamá misma se repuso, con los ojos le pidió que siguiera, que no parara y de nuevo empezó a moverse muy despacio.

- Ralph dame más, ¡Aah! más rápido.- le pidió.

Y como no podía ser de otra forma, en esos momentos le hubiera dado todo lo que ella le hubiera pedido. Y eso no iba a ser menos. Comenzó a acelerar el ritmo de sus penetraciones, llegando incluso a provocar que aquellos güevos comenzaran a chocar con su trasero. Increíblemente ya acostumbrándose empezaron agarrar más ritmo, Ralph entraba y salía como poseso, como un loco que deseaba terminar y a la vez no sacarla nunca, sabedor de que ella estaba completamente entregada y que quizás ya nunca volvería a tocar. La solitaria cabaña se llenaba de quejidos y gemidos ardientes que salían de las gruesas paredes de madera para llegar a mis pequeños oídos, donde día a día sólo eran testigos sordos de múltiples situaciones y descaradas aventuras de mi Madre, donde sus berridos de hembra en celo y sus obscenas palabras de excitación, que muchas veces ella impedía que yo escuchara y me pedía que me alejara, ella las gritaba a los 4 vientos completamente sacada, cegada por el deseo ardiente en el interior de esa sala donde el desgraciado de su ahijadito con su amante en turno esta misma mañana se habían puesto de acuerdo para turnarla, cosa que seguramente ya había olvidado y que simplemente ahora ella se quemaba por sentirse poseída, cosa que Ralph estaba ahí para dárselo. Un macho joven, fuerte y vigoroso. Sus palabras, tanto de él como de ella, rayaban en la soez y en la vulgaridad, propios de una entrega desenfrenada y ardiente. 

- .. ¡Así, así, Cabroncito!.. ¡Ouch!, dios mío que grande eres, .. la siento hasta el estómago, .. Ouch!, ¡No pares cabroncito!, .. AAHH!!

- ¿Así?.- preguntó empezando a sudar de manera abundante.

- ¡SIÍ, ASI CABRÓN NO PARES!!.- decía Mamá un tanto frustrada por cómo se distraía.

El ritmo iba en aumento, y a medida que aumentaba, Mamá se abrazaba más fuerte a él. Tanto que llego un momento en el que sus rostros quedaron tan cerca que volvieron a fundirse en un largo y apasionado beso. Estuvieron al menos dos minutos besándose cuando ella misma le atrapó con sus piernas limitando sus movimientos de cintura. Aunque eso era algo que al negro le importara, Mamá  tenía prácticamente toda la verga dentro de ella, y lo que salía y entraba no dejaban de ser 7 u 8 centímetros. Eso sí, a una velocidad razonable. Casi tanta como sus gemidos y contracciones.

Sus palabras y sonidos llenaban mi cabeza y me perturbaban más y más, no sé ni cómo ni cuándo mi vida había dado un giro tan drástico, cuando imaginé que sería el perfecto sucesor de mi Padre y que llevaría a Industrias Tapia a lo más alto del mundo, cuando soñaba en tener una gran familia y encontrar a una mujer tan perfecta como mi Madre, todo eso se había derrumbado. Mi Padre ya no estaba, la familia que él se había forjado estaba sola y la mujer que creyó ser la indicada, ahora se entregaba a una pasión llena de locura y deseo, la hermosa y respetada Sra. Tapia se revolcaba con un muchacho de color amigo de su ahijado con el que ella tenía una aventura mientras yo los miraba sin saber que hacer desde una ventana. Era totalmente opuesto a lo que yo me hubiese imaginado que sería mi vida, mi Madre gemía como una puta mientras era penetrada por otro ser aprovechado. Que lejos de cansarse siguió castigando el cuerpo de mi Mamy con rotundos vergazos que resonaban por todo la cabaña al golpear sus oscuros güevos con el carnoso trasero de ella. Los 28 centímetros del negro se enterraban ya por completo en la cavidad de mi Mamy que volvía a excitarse. 

Así estuvieron aproximadamente unos cinco minutos… y lo tengo que aceptar, ese cabrón era un portento de la naturaleza, que por más que sudaba, era la excitación y la inercia de darle todo el placer que se merecía que lo motivaba. Por suerte, la posición encima de ella pareció cansarle. Poco a poco fue frenando el ritmo de sus penetraciones y separándose de ella, hasta que en un momento dado, y sin sacarle la verga, se incorporó del sillón, abriéndola más de piernas y colocando sus pies en la duela del piso, uno a cada lado. Desde esa posición Mamá no tuvo más remedio que abrirse, quedando sus muslos por encima de los de este, abierta como un compás. Estaba impresionante. Se me afiguró ver a un auténtico actor porno en su mejor película, aunque no dejara de ser mi Mamá la protagonista.

- ¡Ahhh!, ahhh, me voy a venir.- con trabajo logró decir.

- Esta es el primero de muchos, Mamacita. ¡He he he!..

Mamá ya en estos momentos se dejaba hacer y estaba tumbada ahora boca arriba en el sofá para acto seguido notar todo el peso del mulato abrirse paso entre sus piernas que abiertas al máximo volvían a alojar a la serpiente negra que tanto la estaba haciendo explotar. El dolor había desaparecido casi por completo, su vagina se ajustaba bien a aquel rabo y además Ralph hundía su cara ahora entre sus pechos excitándola aún más si es que eso era posible. Mamaba alternamente de sus dos portentosas mamas como si el mundo se fuera a terminar, dejándole enrojecidas las aureolas y duros como piedras los pezones. Créanme que si no la conociera como lo es ahora imaginaría que Mamá sentía que este era el macho que ella estaba buscando, quien estaba decidida a entregarse sin complejos, este desgraciado veinteañero la estaba montado como ella necesitaba y parecía pues no tenía intención de parar.

- ¡Aah! Ralph, ..aahh, ¡Me vas a partir en dos!.

- Solo acabamos de empezar, Mamacita.

- ¡Maldición!, ..¡Quiero que me jodas bien jodida!. ¡Uhm! ..

- ¡He he he!.. Cuando acabe contigo no te vas a poder mover ni en una semana, Mamacita.

- ¡Ahhh!, ¡ahhh!, .. ¡Adoro tu cosa, maldición!. La quiero para mi sola.

- Más que la Randy?. ..

- ¡Aaah! ..No tienes comparación ¡Uhm! .. ¡Joder!, me choca hasta el fondo ¡Uhm! ..

Los movimientos frenéticos de Ralph cesaron por un momento. La miró a los ojos y casi podía hasta yo ver lo incrédulo y fascinado que estaba, jamás pensó ese infeliz que terminaría entre las piernas de esta tremenda mujer. Se levantó un poco, echó una ojeada y se sentó en el sofá esperando que fuese ahora Mamá quien se moviera. Ella se levantó a su vez y se percató de nueva cuenta de que algo estaba en la ventana, creo que por primera vez intuía que yo la estaba mirando (ya saben, el sexto sentido que tienes las mujeres) que la cortina había quedado entreabierta, que su pequeño hijo podría haberles visto, pero eso ahora mismo la daba igual. Se giró y observó la increíble escena, un mulato adolecente desnudo recostado en el sofá con su inmensa espada desenfundada apuntando al cielo. Créanme que esa cosa no parecía real, y mucho menos que Mamá fuese capaz de albergarla en su interior. Pero el miedo a que pudiese lastimarla se difuminó, dio un paso adelante y con cautela se montó sobre Ralph acomodando esa gran estaca con su delicada mano que ni con mucho era capaz de abarcarlo.

Antes de decirle algo, Ralph la tomó de sus piernas y en un movimiento rápido le fue indicando cómo quería que ella se pusiera para que la siguiera taladrando, porque era lo que hacía este infeliz, no se las cogía, las taladraba. Mamá casi le entendió perfectamente, levantó su cuerpo para sentarse por unos momentos en la orilla del sofá, pero después giró el cuerpo para así apuntar directamente con sus redondas y firmes nalgas, al cuerpo atlético y juvenil del negro, mientras sus brazos la sostenían perpendicularmente al sillón. Ralph casi se vuelve loco al observar el gran trasero de Mamá en todo su esplendor, su vista se posicionó en su raja y en el pequeño orificio rosado que apuntaba al cielo. Mamá giró su cabeza en un movimiento sexy hacia arriba, para mover su cabello y parte de su rostro para verlo.

Miraba a Ralph a los ojos mientras aquel tripón iba entrando en su vagina lentamente. El mulato la agarró de la cintura con ambas manos y la atrajo hacia si para que la penetración fuese total y Mamá gimió un poco dolorida. Pero era claro que en esa posición era absolutamente imposible tragarse todo aquel rabo, pero casi. Una vez abajo Ralph la comenzó a elevar con sus potentes brazos para luego de manera descendente como si estuviera en un elevador dejarla caer de nuevo. Y así empezó ella sola ahora a empalarse, sintiendo la excitación de nuevo, queriendo que aquello no acabara nunca. Los perfectos pechos de mi Mamy subiendo y bajando al ritmo de la montada eran un espectáculo impagable para aquel que los pudiera ver, Mamá mordía sus labios a medida que subía y ponía los ojos en blanco a medida que bajaba, todo ese morbo contribuían a excitar aún más a la preciosa Madrina de Randy, que volvía a estar fuera de control.


El mulato quien en ningún momento perdió la rigidez y dureza se acercó hasta ella para posesionarse de lo que en estos momentos le pertenecía, de un solo golpe le enterró pocos más de 20 centímetros de su oscura carne en barra. El grito de mi Madre resonó en toda la cabaña y hasta la nuestra, si no fuera porque todos habían salido ahora ya conocerían el verdadero temperamento de la Sra. Tapia. Eran gemidos de dolor pero envueltos en un exquisito placer y locura infinita al que la llevaba cada embate de ese miserable, cuando en movimientos fuertes y rudos le tocaba el fondo de sus entrañas.

- .. ¡OOH, OH POR DIOS!!, .. AAAHH!!!, AAHH!! ES MUY GRANDE!! .. ¡ASI, ASI CABRONCITO!!, JODETE A LA MADRITA DE TU AMIGO!! UMMMHH!!!

Con una de sus grandes manos Ralph se aferró de su dorada cabellera, mientras con la otra se aferraba a las redondas y protuberantes caderas para quedar prácticamente unido a ella, moviendo su cuerpo hacia delante para luego salirse unos cuantos centímetros y volver al ataque de aquella más que mojada vagina que le abrigaba su enorme tolete de gruesas venas. Que cada vez que salía de la intimidad de mi Madre me daba la sensación de ser más gruesa de lo normal. A cada nuevo embate la gloria bañaba en sudores el cuerpo de mi Madre. El joven y atlético mulato empezó a sentir que el final se acercaba. Alargó su otro brazo hasta tomar con las dos la cabellera sedosa de mi Mamy. La haló con firmeza pero al mismo tiempo con cierta suavidad. Mamá tuvo que echar la cabeza hacia atrás mientras sentía que aquel pequeño dolor incrementaba las oleadas de placer que inundaban su vagina cuando la verga de ese muchacho entraba y salía a gran velocidad de su intimidad.

Mientras sostenía con fuerzas su cabello y la halaba como si fuera un jinete que doma a una potra salvaje, sus labios se abrieron para dejar escapar las palabras que redondearían aquel ardiente encuentro:

- .. ¡Ooh! Uff .. ¿te gusta putita?.- le dijo sin reparos y sin rubores.

- .. ¡Aah! Sii!!.. ¡Si Cabroncito coges riquísimo! .. Ay sigue así.. sigue.. no pares nunca.- dijo mi Madre quien con ese tipo de vocablo la excitaban mucho más.

- ¡Uuf, uff!! .. ¿Te gusta coger mucho verdad ramera?, ..¿Te encantan las vergas jóvenes y grandes como las nuestras, no es así?

- ¡Siiii.. siii!!, ..ME GUSTAN GRANDES COMO LA TUYA QUE ME COJAN DURO!! CABRON!! SIIII!!.. SIGUEEE!!... SIII OOOhh!!.. Ooh! que ricoo .. sigue, cabroncito, no dejes de meterlooohh ¡AAAAHHH!!!!

- ¿Quieres venirte puta?, ..quieres que te haga reventar? ..

- ¡AYY, SIIII!!, SI CABRON, HAZME QUE ME VENGA OUUHH!!! .. REVIENTAME CON TU COSOTA NEGRA!!!

Fue entonces cuando el mulato empezó a trabajar en lo que era la segunda parte de su plan. Metiendo un dedo en la boca de mi Madre mientras gemía para lubricarlo, lo dirigió hacia el estrecho ano. Mamá fuera de sí y concentrada en cabalgar a su macho, apenas se enteró de que un dedo invadía su acceso posterior. La penetración anal solo contribuyó a excitarla más. Mi Mamy cabalgaba a toda velocidad sobre aquel mástil buscando su orgasmo, mientras el negro trabajaba en dilatar su estrecho orificio lo máximo posible, tenía que hacerlo si quería meter su verga allí. Su dedo pulgar entraba y salía con facilidad ya en el culo de mi Madre que seguía gimiendo de placer y no se quejaba en nada. A ratos sacaba su dedo y se los metía en la boca a pesar de su regusto amargo, seguía yendo un poco más allá y no fue hasta que intentó penetrar el ano de Mamá con 2 dedos cuando esta se detuvo.

- ¡Ahhh!, Ralph, me duele. ..

- Más te va a doler cuando te rompa el culo con mi tranca.

- ¡Ahhhh! ahhhh.. ¡Nooo, me vas a matar con tu eso ...

- Ya veremos ... 

Mamá quería resistirse pero no tenía fuerzas, solo quería que ese joven la siguiese cogiendo y si tenía que jugar con su estrecho orificio se lo permitiría. El mulato no encontrando mayor oposición la metió el segundo dedo sacándole un quejido, pero eso no le importó y comenzó a joderla duramente con su rabo. Empezó a follarla con una velocidad inaudita. Y cuando Mamá estaba al filo del orgasmo. ..


- Pues tendrás que hacer algo por mí.- dijo el tipo deteniéndose y sacándosela de pronto.

- .. Aah! ah, ¿C-cómo? ..

- Que si quieres que te siga cogiendo más tendrás que rogarme.- dijo el muy maldito.

Sus palabras sonaron esta vez como las Randy, no había duda que eran iguales y resultaron una imposición, algo en lo que mi Madre no estaba dispuesta a soportar con este. Todo lo que hasta entonces le había parecido parte de un juego, ahora era una orden directa de un muchacho fanfarrón que pretendía manipularla, cosa que mi Madre pareció no soportar.

- .. Ah! .. No.- contestó algo dudosa.

- ¿Cómo qué no?, ..¿acaso no quieres terminar?- dijo en una frase que resonó en su cabeza, pues el muy cabrón estaba aprovechándose de su pro-excitación para quererla manipular.

- No soy un juguete.. ¡Aah!.. de ni alguna de sus conquistas con la puedan manipular ..¡Aah!.- contestó firme y decidida.

- Bueno, yo diría que hasta ahora sí que lo has sido, .. estás aquí disfrutando como nunca conmigo. ¡Oh! Si hubieras querido ya te hubieras ido, pero no es así, .. Randy me ha contado que te gusta obedecer, . .que te den órdenes.

- P-pero ¿c-cómo que te ha dicho?

- Si, pareces haber disfrutado de mí ¿O no? ..

- Si, p-pero no quiero que. ..

- Si quieres seguir disfrutándome, serás mi putita también.- volvió a decir contundente.

La verdad que yo no sé qué hacía mi Madre escuchándolo todavía, debería de haber salido corriendo, darle un bofetón a ese tipejo y olvidarse de esos dos fanfarrones desgraciados que se sentían los irresistibles del mundo. Sin embargo había dos cosas que empujaban a mi Madre a no hacerlo: el chantaje a no descubrir la aventura que llevaba con su Ahijado y ese atlético además buen mozo muchacho. Sabía que le estaban proponiendo sexo por sumisión, y aunque estuviera disfrutando como nunca, era claro que para esos dos ella era un simple juego, otro trofeo más para sus ego-excéntricas vitrinas. Sin embargo, como ya todos sabemos algo dentro de ella le impedía huir, ese algo que la paralizaba cuando se encontraba en situación similar, cuando era acorralada y manipulada por seres despreciables para obtener su cuerpo. Increíblemente y a pesar de que Mamá sabía perfectamente lo que le estaba proponiendo, lo que deseaba realmente era agarrar aquel enorme pene que se balanceaba ante ella y que deseaba seguir teniendo entre las piernas.

- Por favor Ralph, ..sígueme poseyendo hasta que te canses.- le dijo mirándole a los ojos.

- Poseer?, ..esa palabra es para un Esposa, una prometida, .. tú eres una puta, pídemelo bien.

La palabra puta para una mujer es fatal, pero cuando mi Madre la escuchaba decir por alguno de esos desgraciados que pretendían humillarla y acorralarla con sus bajezas, aquello la hacía sentir que realmente lo era, como la atracción que sentía ahora mismo por él, tan fuerte y tan evidente que no pudo más que rendirse y arrodillarse bajo su mirada irónica y burlona.

- Por favor Ralph, ..síguete cogiendo a esta.. cualquiera, que te necesita.

- ¡PUTA!- le insinuó.

- ¡MALDICIÓN SIII!!!. .. ¡COGETE A ESTA PUTA QUE TIENES A TU MERECED!!

- ¡He he he!.. Vamos puta. ¡Chúpamela otra vez!- le ordenó él sin dejar de observarla sonriente y con su enorme verga entre sus dedos.

Y Mamá se limitó a obedecer, toda aquella estampa de mujer elegante y de clase nuevamente se perdía. Agarró aquel hirviente tronco y comenzó a mamarlo, pero ahora con más pasión, como antes no lo había hecho. Le dedicó una mamada de lo más profesional, esmerando en complacerlo, como si fuera una prostituta ante el más especial de sus clientes. Quería agradarlo y así debía serlo, pues el desgraciado gemía de gusto cuando la lengua jugaba por toda la longitud de su falo y más cuando baja para chupetearle sus güevos con consistencia. No sé qué diantres le pasaba a Mamá por la cabeza pero ahora parecía otra, era como si sintiera en la obligación de hacerlo (y por otra le encantaba), parecía que nunca antes había probado el placer de sentir una verga y que además la tratara como lo que estaba siendo… su Puta.

- Eres o no eres mi Puta?- le preguntó en tono dominador y despectivo.

- Si.- dijo Mamá casi gimiendo, esperando que la penetrara de una vez.

- No te oigo, ramera .. ¿eres o no eres mi puta? ¡Quiero escucharlo!- dijo casi gritando.

La verdad que yo no sabía que era lo que le pasaba a mi Madre por la cabeza, no imaginó que le pudo haber ocurrido en su infancia, después de la muerte de mi Padre, con algún sujeto antes de conocer a mi Padre, no sé, ..¿porque se comportaba así?. Pero parecía que lo único que deseaba era que la montara, que la penetrara de una vez, sentir su gloriosa verga en su interior y no parara de llamarla “Puta”.

- Sí, soy tu Puta.- contestó volviendo su cabeza hacia él y poniendo una cara más lasciva.

- ¡He he he!.. Eres increíble, .. así me gusta.- sentenció, insertando su verga de golpe en su boca.

Le jodio con fuerza, agarrando su melena con rudeza, si antes la había tratado con galanura y cortesía, ahora la trataba como a una vulgar furcia, y lo malo era que mi Madre había descubierto que lo era y lo peor de todo es que le gustaba serlo. Así que se concentró en darle todo el placer que una buena profesional podía darle, cerrando los ojos y abriendo la boca al máximo para recibirle, para proporcionarle todo el placer y sacarle hasta la última gota a su preciada verga. Disfrutando de un momento único, de la forma que nunca había imaginado, sintiéndose sucia y al mismo tiempo satisfecha.

- ¡Hazme una puta rusa! ..- exclamó Ralph jalándola suavemente del cabello con la intención de que parara.

Mamá incorporándose y mirándolo con cierta lasciva, con las mejillas húmedas salpicadas por sus mismas babas de la que formaban delgados hilillos que lentamente escurrían por la comisura de sus labios y que algunos más se encontraban adheridos en parte de la cara y de su cuello. Ansiosa por volver a descubrir que le encantaba que le dieran órdenes, obedeció sumisa para comenzar a juntar sus exquisitos pechos para cobijarlo. En eso sonó su celular.. ¿Quién podría ser? Entre alarmada y nerviosa se levantó para tomar su celular del mueble que estaba cerca de sofá mirando el nombre que aparecía en la pantalla.

- ¡E-es Beatriz!- susurró dirigiéndose a Ralph y disponiéndose a contestar quedándose de pie a un lado del sofá, escuchaba lo que su amiga le estaba diciendo. Con sus senos majestuosos al aire y completamente desnuda se veía realmente impresionante.

Y mientras ella escuchaba, el mañoso mulato sonriendo se detuvo delante de ella para sujetarla de la cabeza y empujarla hacia abajo para quedar a la altura de su miembro.

- Ma-stúr-ba-me  con  tus  pe-chos  pu-ti-ta.- volvió a ordenarle.

- .. N-no, deja ya..- decía nerviosa ella pero sonriente y como asustada, mientras trataba de entablar la llamada con Beatriz.- ¿d-de verdad?, ..¿y qué piensan hacer?

El mañoso sujeto, vio ese momento como morboso y divertido, sonriendo de manera burlona le indico con señas que se lo tomara. Ella le dijo que no, que se encontraba hablando, pero un fuerte pellizco le hizo recapacitar, por lo que para evitar otra fuerte represalia y dar explicaciones a su amiga por teléfono, prefirió no decir nada y sujetar el inhiesto pene, además que podía pedir si le encantaba.

- .. ¡Oh!, Quiero regártelos por todo el rostro de putita que tienes.- volvió a insistir sin dejar de acariciarle los pechos.

- .. Ya te dije que no..- recalcó nuevamente ella mostrándole el teléfono ..- ¿Y que van hacer, esperarlo?.- concluyó sin dejar de frotar el henchido miembro que como fuera sentía que le quemaba la mano.

En un momento dado, Ralph que no desaprovechaba el momento para seguir jugando, empezó a meter su mano entre sus piernas y se las abrió para acariciarle la parte interna de los muslos. Y Mamá si poder decir nada, de repente aprovechaba que Beatriz le decía algo para gemir entre exhalaciones, el cabrón aprovechaba para meter su mano en su entrepierna pero sin llegar a su vagina, la verdad que esa situación la estaba calentando demasiado, tanto que luchaba para no abrir las piernas y dejar que le acariciaran el clítoris, pero se contuvo y mientras el metía más su mano por entre ellas, mi Madre más las apretaba para evitar que llegase a esa zona, aparte que se iba a dar cuenta que ya estaba totalmente encharcada.

Sin soltar la dura herramienta pero deteniéndose unos segundos, enderezó su escultural cuerpo como una reacción a las descargas eléctricas que le producían los manoseos a su empapada intimidad.

- .. ¡Ralph, n-no!.. ¡Aah!.- musitó levemente con una carita de angustia poniendo una de sus manos entre sus piernas, como tratando de detenerlo, que a decir verdad estaba causando estragos en todo su cuerpo y ser.

El desgraciado sonriendo volvió a meter la mano entre esos carnosos muslos que en ningún momento se opusieron ya, simplemente dejó que aquéllos intrusos dedos comenzaran hacer de las suyas mientras ella le miraba incomoda y comprometida, pero lo único que hacía era enervaba al máximo al muchacho. El hijo de la chingada lo estaba haciendo nuevamente, con sus agiles dedos empezaba hacer estragos la chochita de mi Madre, valiéndole que Beatriz estuviera al teléfono.

- .. ¡Aah! .. ¡Ya, tentón!.- susurró dominada, estremeciéndose al sentir como eran estimulados nuevamente sus delicados labios vaginales así como el pequeño botón de su clítoris que al contacto de los oscuros dedos reaccionó de inmediato, comenzando a endurecerse.

Y mientras mi Mamy daba tontas excusas a su amiga del porqué de sus cortas palabras y prolongadas exhalaciones que salían de su boca, de nueva cuenta y sin darse cuenta estaba perdiendo el control sobre el provocativo juego y sobre ella misma, adoptando poco a poco la misma actitud de sentirse “puta y dominada” por ese hombre. Y es que la excitación estaba haciendo presa de ella y lo demostraba con cada frotada que le daba a la venosa verga del negro, ya que al hacerlo la apretaba como si quisiera arrancarla de su cuerpo. Agarraba con fuerza el envarado estacón oscuro subiendo y bajando la piel a un ritmo acompasado, por momentos lo frotaba vigorosamente y de repente muy despacio, como retardándole a venirse, era como un juego nuevo, él estimulando su vagina para impedir que hablara con su amiga y mi Madre masturbándolo para vaciarlo y la dejara en paz.

Mamá estaba al borde del orgasmo, de repente se separaba del teléfono para gemir y tratar de morderle, esa sensación de escalofríos que le recorría la espalda sabiendo que en cualquier momento lograría su objetivo haciéndolo eyacular copiosamente la tenía expectante, y aunque quería disimularlo su respiración agitada así como el subibaja de sus prominentes senos la delataban.. se encontraba perdiendo.

- Salúdame a Beatriz putita ¡He he!..

- .. R-Ralph .. y-ya basta... estate q-quieto..- replicó volviendo a poner la mano entre sus piernas, instándolo a que no siguiera con ese manoseo que le estaba haciendo perder el control de sus emociones.

- Dile que te pase a Randy.- susurró él moviendo más la mano, como si quisiera introducirla toda dentro de su cálida cavidad.

- ¡No estás loco!

-  A, no? ..

- Q-que haces...?- susurró ella al sentir lo que por debajo estaba planeando el mañoso moreno.

Ralph sonriendo burlonamente le acarició el trasero con ambas manos, abriendo sus nalgas con cuidado mientras le observaba nerviosa y expectante. Intentó meter un dedo por su esfínter provocando las quejas de mi Madre. Sin pensarlo cerró rápidamente las piernas sin dejar de mirarlo con ese brillo en los ojos de una mujer que proyecta cuando se siente acorralada. Evidentemente el tipo no esperó más y no iba a perder la oportunidad de probar esa zona, por lo que haciendo uso de todas sus artimañas comenzó a mover los dedos en su vagina de tal manera que mi Mamy tuvo que controlarse para no gritar. Mirándolo totalmente indefensa con una carita que parecía suplicar, que denotaba angustia, soportaba los hábiles escarceos que la mano del desgraciado le estaba prodigando. Mi Madre ya no hallaba que hacer, removía las piernas queriéndose alejar de esos intrusos dedos que se movían haciendo magia en su cavidad vaginal.

Por un lado tenía a Beatriz en la línea, esperando a sus respuestas sin imaginar lo que su amiga en esos momentos estaba pasando para evitar que el mañoso y perspicaz muchacho no fuera apoderarse su orificio trasero. El desgraciado negro cansado de la eficaz resistencia de mi Madre no le quedó de otra que sujetarla de la cintura para doblarla hacía el frente dejándola totalmente imposibilitada con las nalgas al aire. Mamá ahora si estaba perdida, sus blancas pompas estaban indefensas para las arteras manos del tipejo. Nerviosa y con los ojos entrecerrados se mordía el labio inferior en un afán de apagar su nerviosismo y tratar de responder la seguidilla de comentarios que le hacía Beatriz al teléfono.

- ¡No, por piedad Ralph!, .. ¿qué vas hacer? ..

El desgraciado se lamio el dedo gordo y se lo pasó por toda la raja, Mamá no pudo evitar estremecerse, y más cuando poco a poco empezó a moverlo por toda la circunferencia de su rosado esfínter, disfrutando de las contracciones de este. Ella trataba de evitar a toda costa que lo quitara, pero el desgraciado era más fuerte, por lo que no le quedó de otra que seguir escuchando la conversación de Beatriz mientras le cataba el culito. Aunque Mamá lo negara estaba cediendo y lo sabía, quería detener todo aquello pero una fuerza interior no la dejaba, le gustaba, le hacía sentir viva todas esas emociones, ya lo deseaba, ya lo quería, pero no quería dar su brazo a torcer, siendo ella evidente en pedir que la encularan a la de ya.

- .. R-Ralph... n-no sigas... p-por favor... t-te lo suplico..- gemía suplicante pero sin dejar de frotar ni así doblada a como se encontraba la envarada virilidad que increíblemente seguía igual de dura que al principio.

Afortunadamente la llamada concluyó por lo que pudo librarse de sus introvertidos dedos y ponerse erguida, pero enseguida él no la dejó escapar, llevó la mano a la cabeza de mi Madre y comenzó a bajarla nuevamente a la altura de su pene, con la diferencia ahora de que ella no protestaba, es más para estar a gusto tomó uno de los cojines del sofá para ponerlo en el suelo. Se arrodilló delante de él y antes de llevárselo a la boca estrujó sus pechos y los acercó a la verga de Ralph.

- Haber Cabroncin, .. que es lo que haremos ahora.- dijo ella mencionando la supuesta rivalidad que había entre ambos por excitar al contrario.

- ¡He he he!.. eres increíble princesa.

- ¡Aquí lo único increíble es tu verga!- dijo Mamá completamente sacada, golpeándose los pechos con ese oscuro garrote.

Se sentó sobre sus rodillas y sin apenas dejar de terminar la frase sacó su lengua para darle un repasó al glande para demostrarle que no solo estaba a su disposición, sino que iba a poner todo el empeño en hacerlo de forma especial, expresándole con eso que sería mucho mejor de lo que esperaba. Se esmeraba en que su lengua rodeara todo el glande y que sus labios le apretaran el capullo para hacerlo con más presión. Una mamada de campeonato que le estaba pegando con todas sus ganas. Se separó de él preguntándole: 

- ¿Que te ha parecido? ¿Lo hago bien? ..

- ¡Maldición, mamas como una diosa! ..

-  Eso te lo ha contado Randy? ¡Ji ji!..

- No, .. sin embargo le hubieras dicho a Beatriz que te lo pasara, .. así mientras le hablaras me lo chupabas.

- Eso les encanta verdad?, .. restregarse uno a otro las conquistas.

- Tú no eres una conquista, .. tú eres el premio mayor putita. ¡Házmelo con las tetas!

- Eso quieres?, . . poner tu verga en las tetas de la Madrina de tu Amigo. ¡Si serás Cabrón! ..

- Ooh! Sí, eso quiero, .. hazlo. ..

Mamá trató de abarcar la verga con sus pechos pero fue difícil, movió sus pechos sobre su rabo unas cuantas veces hasta que lo dio por imposible, sus enormes pechos no podían hacer nada ante aquel monstruo. Entonces echó otro ultimo vistazo a la puerta asegurándose de que aun siguieran solos, jamás creería que su pequeño y único hijo la estuviera viendo desde hace mucho rato, de rodillas, con las tetas al aire, completamente desnuda y la verga de Ralph a 5 centímetros de su rostro. Acercó la cara a la verga del mulato y apoyó ligeramente su barbilla en sus pelotas haciendo que su verga se frotara y apoyara sobre su rostro.

- ¡He he!.., ¿Qué haces?- le dijo.

- ¡Jijiji!.. Tomo medidas.

- Es muy grande, he .. ¿habías tenido una mejor?

- ¿Hasta dónde me llega?

- Más allá de tu frente, tu cabeza no es bastante grande.

- Bueno, creo que al final Randy tenía razón cuando decía que rompías a las mujeres, .. ¡Tienes una gran cosa!

- Y tú unas grandes tetas.

- Es tu fascinación los pechos? ..

- ¿Pechos?, eso déjaselos a las putitas de la escuela, .. ¡las tuyas son tetas, menudas ubres!

- Y no son operadas eh, son naturales ¡Ji ji ji!..

- Ni que lo digas no me caben en la mano.

- Como lo tuyo en mis tetas ¡Ji ji ji!..

- Cosa que no me has complacido Señora, .. masturbarme con tus melones.

- Ahora son melones, he? ..grosero ¡Ji ji ji!..

Mamá se acomodó más entre medio sus robustas piernas. Él echó los brazos hacia atrás de la nuca para adoptar una postura más cómoda, más triunfadora. Ella se colocó en posición, agarró sus “melones” como ese maldito se las había llamado y atrapó su enorme tranca. Era increíble el contraste de ese duro y oscuro tolete entre los blancos y blandos pechos de mi Mamy. Enseguida comenzó a menear el tórax para masturbarle. Ralph notaba el roce de su verga presionada entre aquellas carnes blandas. Jadeaba emocionado ante aquella postura tan provocativa. Se miraban a los ojos. Mamá se esforzaba en presionar la verga y deslizar las tetas a lo largo de todo el largo tronco. Las babas del glande impregnaban la blanca piel de sus pechos. Ralph con el placer desorbitado, se dejó caer hacia atrás y quedó sentado en el sillón mientras la Madrina de su amigo le hacía una puñeta con los pechos.

Mamá por iniciativa propia, liberó la verga y acercó la cabeza para lamerle los güevos mediante delicados lengüetazos, como una gatita bebiendo de un gran tazón de leche. Ahora los pechos le colgaban hacia abajo libres al estar en tal postura. Ralph se sujetó la verga para sacudírsela él mismo. Mamá se hallaba fuera de sí, tras ensalivarle los oscuros güevos, le obligó a elevar ambas piernas. Entonces bajó la lengua por debajo de los güevos, casi hasta llegar al ano, para lamerlo nerviosamente, intentando producirle el mayor de los placeres. Ralph nunca había estado por demás excitado y más cuando ella le abría la raja y hundía la boca escupiendo y esparciendo la saliva alrededor del ano. El cosquilleó al chuparle el culo acrecentó el placer del tipo, que ahora se la sacudía velozmente.

- .. ¡Aah! .. ¿te dijo Randy que se la chupaba así? ..

No contestaba, se limitaba acelerar sus sacudidas con todas sus ganas, Mamá le estaba produciendo un placer inimaginado, con la intención de demostrarle que ella también podía llevar las riendas, iba a darle el mayor placer que hubiera recibido nunca. Solo seguía lamiéndole y preguntándole con voz de zorrita: 

- ¿Qué tal lo hago? eh cabroncito? ..

- ¡Ooh por dios!, .. muy bien puta.. Uff! ¡Muy bien! ..

Ahí volvió al ataque devorando aquel trozo de carne que se introducía en su boca hasta lo más profundo, rozando su lengua y sus dientes al albergarlo, acelerando el ritmo de su cabeza para demostrar que sus dotes de mamadora iban más allá de las de cualquier de sus conquistas mencionadas, incluso de las de una novia o amante fiel, sino como las de una auténtica puta. Ralph se lo estaba pasando en grande, cerrando los ojos una y otra vez, solo para abrirlos y mirar fijamente cuando ella le devolvía esa mirada de forma lasciva. Se levantó sin dejar de menearle esa verga para interesarse por otra nueva pregunta:

-  Qué más te dijo Randy? ..

Ralph tardó en responder, sin duda porque aquello le estaba superando las expectativas. Mamá inquirió en la pregunta, interesada en demostrar muchas más cosas:

- Vamos, dime que más te contó ese pequeño Cabrón. ..

- Pues que te dejas por el culo ..Oh, ooh. ..

- Será cabrón.

Mamá dejó de masturbarlo y se untó un poco de saliva en los dedos para embadurnarse el ano. Ralph estaba fascinado, estaba pasmado ante aquella impresión, tanto que cuando ella se puso de pie y se abrió las nalgas dándole la espalda no lo podía creer. Mamá completamente irreconocible le insistía:

- ¿Qué te parecen mis nalgas? ..

- ¡Puta Madre, nunca he visto unas mejor! ..

- Que estarías dispuesto hacer para obtener lo que se esconde entre ellas? ..

- C-cómo? ..- preguntó alucinado.

- Saber a qué me refiero.

- ¡Puta madre lo que sea!

- ¡Escúchame bien cabroncito!, ..quiero que me lo hagas, que me revientes con esa cosota que tienes, ..¡Quiero que me lastimes!, ..que Randy vea que todo lo que me ha hecho no es nada a comparación de lo que tú me vas a ser ahora. ¡Se va arrepentir ese pequeño Cabrón!

- Espera.. ¡He he he!.. Ve detrás de la barra, hay algo que quiero que veas.- le dijo Ralph mirándole a los ojos.

Mamá le devolvió la mirada con ojos lujuriosos. Su sonrisa se amplió. Dio media vuelta y completamente desnuda se dispuso a ir por esa pequeña sorpresa. Casi no tuve tiempo de reaccionar, por poco Mamá me sorprende viendo por la ventana. Me agaché lo más rápido que pude hasta el suelo y me fui asomando podo a poco. Mamá se hallaba observando dentro una bolsa con rostro de sombro.

- Abriste la bolsa?.. Viste lo que es?..- le gritó desde el sillón.

- B-bueno en realidad si, …es .. son unas bolitas amarradas y un lubricante anal.

- No me digas que no las recuerdas? ..

- Te lo ha dicho él? ..

- No le había creído nada, pero al ver tu cara de asombro se me han despejado las dudas, ..me parece increíble que las hayas usado toda la noche durante la fiesta.

- Y se te ha hecho tan increíble que tenías que comprobarlo con tus propios ojos? ..

Instintivamente ella alzó los ojos a mirar a Ralph, quien aprovechando su distraimiento, entretenía su vista en su cuerpo totalmente desnudo, Mamá parecía una exquisita diosa griega, que aprovechando este espacio lo haré para describirla ya que para los nuevos lectores de este post aprovecharé para hacerlo. Para empezar es importante mencionar que mi Madre es Pelirroja, lo que siempre trata de ocultar con su melena rubia, es hermosa, tiene unos ojos celestes bellísimos, un cabello radiante y es de rasgos muy finos, su piel es como un terciopelo y blanco como la nieve, y entrando en detalles eróticos tengo que decir que tiene el trasero más hermoso que yo haya visto en mi corta vida ( y por red ) tienes unas nalgas hermosas, rotundas y paradas en toda la extensión de la palabra. Sus piernas son gruesas y torneadas, ya que suele ser su genética y que además compensa todo eso con hacer ejercicio continuamente. Sus pechos son de un tamaño más de lo normal, de esos que se ven exquisitos bajo un buen escote, no son extremadamente grandes ni tampoco operados, son del tamaño adecuado para excitar y verse arrolladora. Sus pezones son medianos nada exagerados, el tamaño perfecto para la boca de cualquiera que quisiera succionarlos, de un tono rosado en general y con un sensual lunar sobre su pecho izquierdo la hacían lucir como una de las mujeres más sensuales y bellas de esta Ciudad.

- Ralph se perfectamente todo lo que se puede hacer con esto. ..

- ¡He he he!.. no te enojes preciosa, solo quería comprobarlo.- respondió guiñándole un ojo.

Algo nerviosa desvió la vista hacia el regalo y sin atinar que decir indagó:

- Que más planearon para mi ustedes dos eh?. .. 

- Puedo responder a cualquier pregunta menos a esa.

- Necesito tener algo para sacarme a Randy de encima, y de una vez por todas.

- Uy, eso es fácil.

- Cómo? ..

- Eso te lo digo después de que me hayas dado tu regalito ¡He he he!..

- Uhmm así? .. Desde cuando ya tenían planeado todo esto?. ..

- Ok, ok, responderé a lo que quieras, si incluye esas bolitas y una copa de vino.

- ¡Trato hecho!- sonrió satisfecha y se dirigió al bar a servir dos copas de licor.

Al dar la vuelta, de nuevo sus ojos descansaban sobre su cuerpo, esta vez jugueteando en sus amplias caderas, subiendo a su cintura y descendiendo a sus prominentes cachetes traseros. Mamá sintió que perdía seguridad ante la insistencia de su mirada y apresurando el paso se sentó en el sofá junto a él. Mentalmente trató de formular una pregunta, aunque lo que yo creo que debería de hacer era irse de ese lugar y mandar al diablo a esos dos hijos de puta, pero necesitaba saber que más habían planeado y observándola ahora como se comportaba creo que Mamá planeaba algo. ..

- Que tiene de bueno el sexo anal que les gusta tanto?

Levantó un poco las cejas como si nuevamente le sorprendiera su atrevimiento, bebió un sorbo de vino e interrogó:

- No te gusta? ..muchas mujeres lo aman, dicen que no hay una sensación más placentera, ¿Que, Randy no sabe hacerlo?

- La que hace las preguntas soy yo jovencito, que no se te olvide eh, Cabroncito ¡Jijiji!..

- ¡He he he!.. Ok ok, pero esto te costara más que solo esta copa de vino.

Mamá solo sonrió como respuesta. Ralph se reclinó en el sillón, cruzó la pierna dejando su largo cipote descansando en su vientre y empezó a tratar el asunto de manera algo formal, como si fuera un experto terapeuta sexual queriéndola instruirla.

- El sexo anal te proporciona el placer más inmenso si lo sabes proporcionar, conlleva hasta una parte sicológica si cabría decirlo. A mí particularmente me encanta porque es como un reto el que me lo den, ..la mayoría de las mujeres no se lo dan a cualquiera, sino a alguien que ha sabido llevarlas a niveles altos de excitación. También tiene cierta implicación de dominio, te hace sentirte dueño de la mujer, ..fantasear con que es tuya para hacer con ella lo que quieras, además.. lograrlo te hace sentir bien como hombre.

Mientras él seguía con su disque clase educativa sexual, casi sin darme cuenta bajé la vista hacia sus manos, se encontraban acariciando las caderas de mi Mamy, ya que ella se encontraba sentada de lado con la pierna derecha flexionada, se alcanzaba a ver algo aun de lo colorado que tenía la vagina, la follada hace unos instantes había sido muy intensa y frenética. Claramente podía ver lo irritada que le había dejado la vagina, con el típico color rosado que agarra la piel dedicada de mi Madre cuando sufre un gran esfuerzo.

- Se ve que tienes muchas curiosidades sobre el sexo anal? .. Ven, deja y te lo explico todo.- dijo mientras le hacía señas de que recostara su cabeza sobre su hombro.

Mamá sin objetar a sus indicaciones se recostó cerca de él, dejando su cabeza sobre su hombro, él posó su mano en su trasero y continuó:

- Mira Mamacita, yo no sé cómo te lo hayan hecho, .. pero debes hacerlo cuando realmente estés convencida de querer intentarlo. Digamos que cuando tu cuerpo busque un paso más allá de tus límites de excitación, así en lugar de dolor sentirás placer, o al menos una mezcla de ambos.

Ralph sentía las suaves y delicadas manos de mi Madre acariciar sus fornidos pectorales; y no perdiendo el tiempo llevó sus manos hacia las nalgas de ella acariciándolas con fuerza y estimulándole con un dedo por el ano, acariciando con la yema de su dedo largo la circunferencia del esfínter. Mamá dio un pequeño gemido al sentir ese grueso dedo hurgar en su cavidad rectal y a su vez mientras escuchaba la improvisada educación anal que le daba ese muchacho empezó a perder el control.

- La excitación es el punto clave de esto, mira por ejemplo.. las caricias en tu esfínter cumplen con la función de preparar el camino, hay que tomar tiempo en masajear la circunferencia, en humedecer un poco y presionar para ir aflojando. ¡Uhm! Así, siéntelo... luego despacio vas introduciéndolo, particularmente me pasaría largos minutos besándolo, lamiéndolo hasta hacerte gemir de gusto. Lo succionaría con fuerza y luego perdona la frase, pero te lo mamaria bien rico.- tan solo de escucharlo Mamá sintió como su cuerpo empezó arder, sus pezones se tensaron como si tuvieran hambre de esas caricias, pero él se limitaba a relatar y acariciar la circunferencia del mismo. 

Mamá ya no podía luchar más contra lo que su cuerpo le pedía y mucho menos con los hábiles manoseos del experto muchacho, sentía la verga dura de Ralph chocar en su bajo vientre y sus delicadas manos apretaban con fuerza los recios pectorales del mulato, quien al sentirlas tomó una de sus manos llevándola hasta su portentosa verga haciendo que se la sujetara con fuerza. Mamá no oponía resistencia y dócilmente rodeo con su blanca mano ese grueso mástil de carne en barra. El desgraciado guiaba su mano en un lento sube y baja mientras seguía hurgándole el ano y succionando los deliciosos pezones de mi Mamy quien ya soltaba gemidos de placer más fuertes.

- Pero no solo estimularía esa área. ..

- .. ¿N-noh?.- dijo en corto jadeo.

- No, .. mientras te preparo no perdería oportunidad de acariciar tus muslos, besar tus tobillos, tus rodillas, .. hasta que tú sola empieces a separarlos para permitirme el acceso a tus ingles.

Mamá se estremeció sin poder evitarlo, supongo que ya estaba en un estado elevado de éxtasis, sin embargo Ralph le preguntó:

- Estas bien? .. sucede algo? ..

- .. No, no nada.- respondió ella en medio de un suspiro.

Ralph se encontraba extasiado escuchando a mi Madre gemir y sintiendo como ella voluntariamente le pajeaba la verga ya sin su ayuda. Mamá se mordía los labios con sus ojos entrecerrados mirando al cielo sintiendo como el muchacho le estimulaba delicadamente el ano siguiendo la circunferencia de su esfínter. El desgraciado ya tenía a la mi Madre nuevamente como quería, palpaba ese jugoso arito rosado que se estremecía al rose y con un dedo empezó a penetrarlo delicadamente con cuidado de no lastimarle. Ese privilegio tendría que ser sin duda para su verga.

- Me pasas las bolitas, cariño? ..

Mamá instintivamente se las dio sin rechizar, quería experimentar todo lo que ese chico estaba dispuesto a ofrecerle. El desgraciado abusivo empezó a pasar el cordón con las bolitas deslizándolas por sus piernas y cadera, en esa postura su vagina quedaba totalmente expuesta y lo justo para comenzar a introducir una a una las 5 bolitas de aluminio unidas a un cordón de seda.

- .. ¡Ah, hay Ralph, no!, .. Ahh ahhh..

- Deja de gimotear, .. ya sabes cuál era el trato Mamacita. .. Te voy a meter estas bolas chinas pero no en tu culito, en tu chochita ..y vas a experimentar el mejor orgasmo de tu vida.

El tamaño de las bolas no era bastante grande, pero lo frio del metal y lo irritada que ya llevaba la vagina la introducción no fue tan fácil, pero poco a poco fueron entrando y situándose en su vagina a pesar de la cara de incomodidad que expresaba mi Madre. Yo observaba claramente cómo iban entrando de una a una las bolas a pesar de que me encontraba a cierta distancia, el desgraciado lo hacía lentamente y se recreaba de cada una de sus facciones. Fueron necesarios más de 10 minutos de juego para hacer desaparecer las 5 bolas en el interior de mi Mamy que seguía gimiendo y gimoteando. En esos minutos la verga del tipo no perdió ni un ápice de su dureza, se mantenía erguida gracias a las caricias estimulantes que mi Madre de daba al tanto que también le dilataban el esfínter.

- Como ya sabrás estas bolitas tienen una pequeña cuerdita para poder sacarlas con facilidad, ..verás lo rico que vas a sentir cuando las váyanos retirando mi amor. Pero si crees que con el simple hecho de meterlas bastaría, te equivocas, ..ahora me entretendré en acariciar tu pubis, a subir a tu vientre y a rodear tu cintura, ..bueno también pasear mis dedos por tus labios vaginales, así.

- .. ¡Aah!, Cabrón, que bien lo haces.

- Ya verás lo bien que no la vamos a pasar, ..a estas alturas tu clítoris ya se encuentra muy sensible, y bordeándolo con mis dedos te arrancaría los primeros gemidos.

- .. ¡Ah!

Para Mamá era difícil resistir, apretaba sus piernas queriendo guardar su compostura, pero las expertas caricias que sentía le hizo abrirlas dejando sus muslos totalmente expuestos.

- Ves, ahora tus piernas se abrieron para recibirme, ..y en este momento te introduciría el dedo, ¡Mhm!.. Lo movería suave al principio pero luego aceleraría como si te estuviera jodiendo.- le dijo metiéndole el dedo que presionaba su trasero hasta la primera falange.

- .. ¡Uuhhh Ahhhh!.. Cabrón..

- Ves, como si te gusta, .. mantienes bien abiertas las piernas, no todas son así, otras las cierran y se niegan. Te dije que te gustaría, ..y ya verás cuando pruebes otra cosa, vas a llorar de gusto ¡He he he!..

Era un perfecto desgraciado, estaba jugando con la mente de mi Madre, doblegándola, excitándola a tal punto que ya se podían observar los estragos de la lujuria en su cuerpo: sus pezones parados, los sus rosados labios de su vagina entreabiertos, sus exuberantes pechos exhalando hacia afuera; Mamá estaba tan excitada que desde mi punto veía sus ingles completamente mojadas, quizás si la ventana hubiera estado abierta percibiría en mi nariz su olor de mujer.

- Verás, después de varios minutos de tratarte con mis dedos, bajaría hasta tus piernas y me metería entre tus muslos, ..así con mi lengua probaría el sabor de tus pliegues, ..tu entrada vaginal, todo ese rico chochito terminaría lleno de mi saliva. ¡Mhmm!!

- ¡Ahhh! ¡uhh! ahhhh..

Mamá solo gemía escuchando a ese ser tan odiado por mí que la convertiría en su presa, lo odiaba enormemente pero tenía que reconocer que el muy cabrón era muy capaz y no comprendía como mi Madre se dejaba seducir sabiéndole como era, simplemente sujetando su poderoso ariete. Sus blancas manos subían y bajaban una y otra vez. El tipo quien solo la miraba observó como ella bajaba la mirada hacia su verga que tenía entre sus manos dándole una deliciosa sensación al sentir esas suaves y delicadas manos frotando su largo miembro.

- Sigue.. ¡Oh! putita rica sigue, ..esta verga es sola para ti.- exclama suspirando.

Mamá solo lo miraba con los ojos entre cerrados y mordiéndose los labios presa del placer que le daba el mulato quien con sus habidos dedos le penetraba sus intimidades. Ella ya no pensaba con nada de coherencia, tampoco meditaba, que para demostrárselo abría más sus muslos dejándolo entrar, para enredar sus delgados dedos dentro del enmarañado pelo del chico de color. Mi Madre ya estaba completamente fuera de sus cabales, que respondía con simples monosílabos entrecortados.

-  ¡Ah!… este…. assi …

De cuando en cuando, Ralph subía y bajaba su mano para apretujarle ligeramente la parte exterior de sus senos, ese simple apretujón la ponían más cachonda si se pudiera decir, pero el muy cabrón fingía mantenerse ajeno a su excitación y continuaba con sus palabras que no tenían otra intención que calentarla hasta enloquecerla.

- ..Donde nos quedamos Preciosa?.. Ahh si, ..en que metería mi lengua en cosita y jugaría con las bolitas dentro ¡Mhm!! Absorbería todos tus jugos, ..percibiría tu olor y ahora si bajaría a lamer completamente tu culito delicioso, .. ¡Mhm! Le daría de lengüeta.. ¡¡Mhm! ..tazos por todo el alrededor, ..me comería toda la línea de tu sexo, y de cuando en cuando te introduciría la lengua para follándotelo.

A estas alturas la excitación de Mamá era incontrolable, se estremecía por completo de placer, sus pechos y sus pezones estaban a reventar, y sabiendo que ya no habría resistencia de su parte sujetó la tira de las bolitas para sacarlas, Mamá ansiaba que lo hiciera que halara de ellos con fuerza y se las arrancara procurándole más placer, pero él apenas tensaba el cordón volviéndolo a soltar; apretó sus pezones con fuerza, que se levantaron como el borrador de un lápiz, luego con la tranquilidad de quien sabe que tiene la batuta, metió la lengua entre su culito y agarró de lleno sus senos, hurgoneaba entre ellos, los amasaba, le manoseaba sin prisas como si tuviera toda la vida para volverla loca de excitación. Como siempre mi Madre tan solo respondía entre susurros y gemidos:

- .. ¡Ahhh! .. ¡Ah, Cabrón como lo haces!, aah!!

- Así, así responde una putita, ..ábrete, ábrete más, que quiero revisar si ya estás lista.

Mi Madre obediente y totalmente fuera ya de sus cabales levantó más el trasero y separó sus muslos, abriéndose totalmente para él. Ralph introdujo sus dedos dentro de su ano y la descubrió ya más dilatada.

- ..¡Ohh! que rico ábrete, ..ábrete más que quiero explorarte profundo.

Sus palabras la volvían loca, ansiaba que la poseyera, que la llenara por completo, que le reventara hasta el alma, y queriendo demostrárselo se abría completa, para que hiciera en su culito todo lo que se le antojara. Al final se levantó sobre sus pechos lamiendo sus aureolas; el muy Cabrón la enloquecía con sus dientes rasgando sus pezones, sus labios succionando hasta dolerle. Y cuando le quiso dar la vuelta para empinarla:

- .. Aah! Espera, espera,, ..realmente me convences. Eres un cabroncito muy bueno ¡Ji ji ji!..

Mamá también ya no quería esperar más, se arrodilló y su rostro quedó nuevamente a escasos centímetros de su enorme pene, estaba tan caliente que ella misma se inclinó para chupársela, se la comía con desesperación mientras él empujaba su pelvis queriéndole atravesar la nuca. Mamá no se cansaba de comerla, ni de apretar los testículos en busca de leche, mientras Ralph eufórico la sujetaba fuerte del cabello para arremeter con furia su garganta. Le ordenó colocarse en cuatro sobre el sillón, y él se ubicó tras de ella masajeándole las nalgas; y haciendo de lado el cordoncito que sujetaba las bolitas chinas introdujo su pene junto a las bolas. Se lo hundió de golpe arrancándole un largo gemido, preludio del glorioso mete y saca repetitivo.

- Esto te gusta no?, ..Oh!, golfilla, que delicioso lo tienes Ohh!! ..

El desgraciado lo empujaba con fuerza, con furia, sin importarle que le fuera hacer algún daño, afortunadamente la vagina de Mamá estaba tan encharcada por lo que su enorme ariete y las bolas de aluminio hacían un batidillo especial en su interior. Al mismo ritmo que ella impulsaba sus caderas echándose hacia atrás para lograr más profundidad; no necesitó mucho y acompañada de incesantes gemidos se corrió, la sensación era demasiada. Cayó de bruces sobre el sillón, y él con el mayor de los cuidados separó sus cachetes para lanzarse a darle una comida de culo.

- ¡Más.. sigueee asiiii!! ..  ¡SIGUE ASIII CABRONNN!!!

- .. ¡Mhm! Espera, ahora viene lo mejor Putita. Se ha llegado la hora de inaugurarte, ..¿lo entendiste zorra?

Un estremecimiento me recorrió el cuerpo, el simple hecho de imaginar a mi Mamy siendo atravesada por ese enorme tolete me daban escalofríos, que en cambio a Mamá que no sé si eran sus palabras o por la suavidad de su lengua invadiendo su culito, sin duda que ya estaba desesperada por sentir aquello profanando su lugar tan deseado. Estando ella recostada boca-abajo sobre el sillón separó sus glúteos, e intercalaba la humedad de su lengua con un suave masaje en la entrada de su orificio. El desgraciado la había debilitado tanto mentalmente, que ya no necesitaba de preludios, quería que se la introdujeran toda.

El muy cabrón se tomaba su tiempo en prepararla, tomó un poco del lubricante y con suavidad fue introduciéndole sus oscuros dedos, al principio el culito de mi Madre le rechazaba la sensación de ser asediado, pero sus manos magreando sus nalgas y estimulando su vagina era el estímulo perfecto para relajarla. Una vez acostumbrada al ir y venir de sus dedos, colocó la punta de su miembro en la pomposa cola de mi Madre haciendo pequeños movimientos circulatorios sobre ella, y dando suaves movimientos de cadera que permitieran el ingreso del amoratado glande.

- .. ¡Oh, oh, espera! ..¿qué vas hacer?

- ¿No es obvio ya?, ..te voy a coronar como mi putita. ¡He he!..

- ¡No, no Ralph!, espera, .. ¡sácame las bolas por favor! ..

- No, eso es lo mejor, ..experimentaras el mejor orgasmo de tu vida. Ya lo verás.

Aquel amoratado glande presionó la entrada, la primera impresión fue al sentir como su esfínter se abría que la hizo aquietarse, pero un nuevo intento le provocó un estremecimiento que le permitió que entrase; la verdad que ni me imaginaba y ni quisiera hacerlo, pero me imagino que ardió un poco, como si la piel se le rasgara ligeramente. Afortunadamente el tipo sabía hacerlo que con suavidad continuó empujando hasta que Mamá emitió un gemido al abrirse su esfínter, que por acto reflejo llevó su mano atrás y la colocó en la pelvis deteniéndole de hacer más presión.

- .. ¡Ah, ouh, espera! ...

Ralph se detuvo unos segundos mientras Mamá cerrando los ojos trató de concentrarse en el calor y la tibieza de las sensaciones al tener prácticamente abierta la cola, pero aun así llenada por el morbo de saber cuánto había entrado en ella, fue bajando su mano que impedía la presión de esa pelvis, la pasó por su pene notando que al menos ya estaban 5 o 6 cms en el interior de su recto. Mamá se encontraba algo tensa, pero Ralph y sus expertos dedos estimulando su clítoris que le hacía olvidar quizás un poco el ligero dolor que sentía; con movimientos lentos y acompasados empezaron abrirse más sin mayores contratiempos, tanto que Mamá comenzó sola a mover sus caderas buscando por su propia cuenta acelerar la penetración.

Centímetro a centímetro fui testigo de cómo ese desgraciado le estaba rompiendo el culo a mi Madre, y a medida que su pene entraba en ella, poco a poco iba disfrutando de la deliciosa sensación del placer mezclado con dolor. Mamá hacia muecas de dolor y su cuerpo estaba prácticamente bañado en sudor, pero esa hambre de sentir más, de querer ser llenada a plenitud manifestado por el suave contoneo de su exquisito trasero, que por algún extraño motivo le dio más seguridad de saber cuánto su cuerpo podía más soportar esa presión. Ella sola empujó fuerte hacía atrás arrancándose el grito más fuerte de la tarde.

- ... AAARRRGGGGGGHHHHHHHHH!!! ¡DIOSSSS!!!

Mamá se lo había ingresado profundamente, tanto que sintió rozar sus dedos por el pubis del tipo y descubrió que solo quedaban unos cuantos centímetros por meter, casi todo se había perdido en su interior. Se quedaron quietos unos segundos, jadeando como animales, los dos estaban traspirando demasiado, el sudor en la frente de Ralph caía sobre la espalda de mi Madre y sus manos como tenazas se enterraban a sus anchas caderas. Estuvieron así por esos segundos hasta que la retiró un poco, despacio pero ni así pudo evitar que Mamá quedara casi inmóvil por el desgarre, sin embargo sus expertas manos no dejaban de darle placer de forma delicada estimulando su clítoris que la hacían desear seguir siendo ensartada. Sus gemidos de gusto lo animaban y empezó a mover las caderas con más fuerza.

- .. Oh, ¡Que gusto, te la enterraste casi toda! .. ¡Ohh! ¡Jamás había tenido a una mujer que se la metiera más de la mitad!, ..¡Cariño eres increíble!!

- .. ¡Ahhh! ¡Oh mierda!, ... Si, toda, sigue, sigue no pares ¡Mhm! .. asiii.. toda …toda .. ¡Oh Maldición!- simplemente respondía Mamá con los ojos cerrados disfrutando al máximo la profundidad a la que llegaba.

- Uff!.. ¡Claro que la tienes toda mi vida!, ..deberías ver, no queda nada fuera ¡He he he!.. Como adoro los culos blancos y glotones ¡He he he!.. ¡Uhmff!...

Tomándola con fuerza de la cadera la hizo hacia atrás con total brusquedad y estirándose un poco buscó algo por debajo, quise ver de qué se trataba pero no logré hacerlo porque se encontraban muy abrazados, mientras él continuaba dándole profundo. Los gemidos de Mamá cada vez eran más incesantes, estaba disfrutando como nunca y lo estaba haciendo como una guarra, deleitándose de esa extraña sensación de espasmos en su recto, tanto que de vez en cuando volvía a empujar con fuerza hacia atrás, buscando la mayor penetración. Estaba llegando a límites desconocidos de placer y unas fuertes contracciones en su sexo acompañaron su más intensa corrida.

- .. ¡OH POR DIOSS!!, ¡OH POR DIOSS!! .. MHMM!!! …Así, así mi niño, así… así, si, si, siiii, Ahhhh, Ahhhhh...

Sus muslos empezaron a temblar y sus brazos perdían fuerza, sus gemidos se mezclaban con los jadeos de Ralph y sus ojos se pusieron en blanco mientras los espasmos sacudían su cuerpo. El tipo empujó sus caderas en movimientos rápidos y cortos que permitían una fricción más continua en medio de un gemido que llegó hasta lo profundo. Se quedó allí quieto por unos segundos, totalmente adherido a la espalda de mi Madre, mientras la ola de orgasmos sacudía su débil cuerpo y líquidos abundantes empezaron a salir disparados de su vagina inundando el cojín del sofá, haciéndole disfrutar de nuevos espasmos.

- .. ¡Ahhhh!, ¡Ahhhhh!!- resoplaba Mamá satisfactoriamente cansada.

- ¿Lo gozaste Reinita?, .. porque tendrás que explicarle a tu ahijado lo que has hecho con el sofá. Es la primera vez que lo haces?, ..es la primera vez que chorreas como una guarra .. ¡Eso es a lo que llamo yo un verdadero orgasmo!, .. Ahora espero obtener lo mismo.

La retiro despacio, parte de la corrida de mi Madre se le había impregnado en sus glúteos y una terrible mancha de humedad quedó sobre el sofá como prueba de aquel perfecto momento. Aprovechando el pequeño lapsus de momento de ella el desgraciado empezó a halar del pequeño cordón que sujetaba las bolas chinas. Las esferas estaban muy calientes y totalmente cubiertas de flujos vaginales. Comenzó a moverlas en su interior, su tacto y su campanilleo hacía que mi Madre sufriera más espasmos, al mismo tiempo que los dedos de Ralph se llenaban de fluidos. Cuando Mamá pudo recomponerse de su orgasmo, hizo que abriera más las piernas para sacarle las bolas, en el momento que salieron comenzó a salir de su vagina más cantidad de flujo que daba la sensación de que se estaba orinando. Jamás había visto tal cantidad de néctar saliendo de la vagina de una mujer... ¡Ni en el internet, increíble!

- Anda putita, ..ohh!, Ponte en cuatro patas. Te voy a joder como las perritas.

Yo podía ver atraves de la ventana como en la cara de Mamá se mezclaban expresiones de dolor y placer, pero ella en ningún momento le impidió que siguiera… cuando Ralph le dijo:

- ¿Que pasa nalgona, ..no era que no te gustaba que te metan cosas en el culo?

Mamá volvió la cabeza hacía atrás notando una sonrisa lujuriosa en el rostro, se apoyó con firmeza de rodillas sobre el sofá y paró lo más que pudo las nalgas, como les dije se encontraba bañada en sudor y totalmente satisfecha, nunca se la habían cogido tanto y tan bien, este desgraciado era un Gurú del sexo. Ralph solo pensaba en romperle el culo a mi Madre, estaba empecinado en dejar su huella, en demostrarle a Mamá que follaba mejor que Randy:

- .. Ooh, Ahora viene lo bueno, vas a ver que te va a gustar esto. ..

Cada vez que decía eso ese malnacido más me intrigaba. Unta su enorme ariete con mucho lubricante y le dice a ella que se coloque bien a 4 patas y que levante más la cola. El desgraciado le abre los glúteos al máximo y le pega tres nalgadas que impactan en las paredes de la sala y hacen fruncir el rostro de mi Madre. Enseguida mete toda su negra cara entre las rosadas y blandas nalgas de mi Mamy, le da una buena chupada en el culo cosa que provoca escalofríos en ella. Le mete toda la lengua dentro del agujero un tanto dilatado y con la otra mano le retaca 3 dedos en la vagina. Así estuvo unos minutos entre que con la mano pajeaba a mi Madre y que con su lengua la estaba culeando. Mamá volvió a gemir mientras esa lengua le producía escalofríos.

- .. Ooh Cabroncito, jamás había sentido tanto placer .. ¡Mhm!. .

Ralph toma el lubricante y con sus dedos no escatima en la cantidad que le mete dentro del agujero de mi Madre y alrededores; se reincorpora detrás de ella y se sujeta el garrote:

- Relájate putita, ..que hoy de aquí vas salir con el culo bien roto.- y comenzó a introducirle un dedo poco a poco y muy despacio.

- Aah, ah .. despacito .. así .. así .. ¡Ayy! .. si, sigue así.

Ralph sacaba y metía su largo dedo que con asombro y totalmente pasmado observaba como se iba dilatando más el culo de mi Madre, jamás había visto que se lo trabajaran con tanto esmero, ese desgraciado estaba cumpliendo su amenaza, “se lo estaba rompiendo”. Estuvo un par de minutos así hasta que le sambutió otro, lo untó bien y comenzó a practicarle el mismo trabajo. Mi Madre se mordía y agarraba con sus manos fuertemente el cojín mientras seguía manteniendo parado el trasero que los dedos del tipo se encargaban de dilatar cada vez más. Y cuando creyó que ya estaba lista le abre las nalgas y exclama:

- ¡Waoh!.. esto ya está empezando a tomar forma, .. se podría decir que ya tienes el culito abierto, pero aún le falta… ¿cómo lo sientes putita?

- .. ¡Auch!, .. siento que me arde y lo siento muy abierto.

- Deseas que pare, .. lo dejemos para otro momento?- le dice con tono seguro.

Pensé que mi Madre por fin se detendría, que ese era el momento que estaba esperando para liberarse, pensé que con el intenso orgasmo que había tenido estaría satisfecha pero Mamá no le dijo nada, era como si ahora ella quisiera premiarle por el infinito placer servido, y como el silencio otorga, el 3º dedo de la mano se lo incrustó también. Estuvo unos segundos haciendo lo mismo que con los otros 2, dilatando, metía y sacaba, sacaba y metía, ... abría sus nalgas y contemplaba como quedaba abierto el rojizo ya culito de mi Madre. Pero el desgraciado era igual de pervertido que su amigo:

- Espera ahora vengo. ..

- Q-que, a dónde? ..

El desgraciado se reincorporó completamente desnudo y se dirigió a su recamara, así como Mamá y yo no sabíamos que era lo que ahora iba a intentar ese hijo de la chingada, pero conociendo al igual que Randy seguramente no sería nada bueno, alguna otra humillante perversión la que traía en su cabeza, otra perversa fantasía que quería desafortunadamente probar con mi pobre Madre. Para enseguida regresar al igual completamente desnudo y con su enorme garrote botándole para todos lados, la verdad que me tenía sorprendido el tremendo aguante del tipo, ya llevaban cerca de las dos horas y el tipo seguía igual de duro desde que observó a mi Madre.

- ¡Ya estoy aquí!, ..espero no haberte hecho esperar demasiado ¡He he he!..

Regresó cargando lo que se me figuraba era una fusca de cuero de mango corto color negro. Mamá lo mira sorprendida y le dice:

- ¿Q-que vas hacer? ..¿p-para que quieres eso? ..

- ¿Alguna vez te han azotado ese tremendo culo que te cargas? ..

- ¡No, jamás!, ..Ralph, eso no me agrada yo. ..

- Entonces si no lo has probado como sabes que no te agrada? ..

La puso delante de su vista como para que mi Madre se hiciera una idea de lo que vendría a continuación, pero para hacer más humillante la situación el desgraciado decidió que no sería el momento para hacerlo y estando ella en 4 patas fue lubricando el mango de la fusca frente a la mirada temerosa de mi Madre. No necesitaba ser un vidente para conocer las pervertidas intenciones de ese maldito, le fue introduciendo lentamente el mango por el culo. Mi Madre poco pudo reaccionar, que cuando intentó decir algo en acto seguido le metió su dura estaca parada en la vagina y comienzo a cogerla violentamente. Mamá gritaba y gemía con la verga metida en la matriz y la fusca en el culo. Ralph la cogía con verdadera ansia mientras su rostro iba transformándose lentamente en un rictus de crueldad, satisfacción y lujuria.

- ¡Mírate como te tengo puta!, ..mira cómo te cojo y mira como tienes una fusca en el culo. ¡Si hasta pareces una yegua fina, yo jamás me cogí una yegua!- le gritaba sujetándole del cabello y haciendo que volteara la cabeza hacía atrás.

Mamá volteando a ver su trasero simplemente para lograr ver su imagen patética y humillante de como una fusca con las tiras de cuero colgaba de su trasero, pero que además la llenaba de excitación a pesar de haber acabado tantas veces.

- .. ¡Oh, oh! .. ¡Mientras te cojo imítame una yegua!, .. ¡Relincha puta! ..

Los empellones eran tan fuertes que Mamá simplemente se quejaba, la tomaba de las caderas con fuerza y seguía cogiéndosela. Luego de unos infinitos minutos de esa violentísimo mete saca y la fusca  del culo, este salió expulsado del recto de mi Madre como una catapulta; Ralph observándola sin quitar su rostro de crueldad y satisfacción le dice:

- Tu Ahijado dice que te encantan los objetos por el culo, .. a ver yegua fina, menéame la cola.

Mamá entre risas nerviosas le dice que no lo puede hacer ya que ya no la tiene y Ralph le responde:

- Bueno, entonces volvamos a ponerla, ..ahora vamos a ver qué tal responde la yegua tras los azotes.

Y le volvió a meter el mango de la fusca primero en la vagina y luego en el culo. El pervertido amigo de Randy le vuelve a decir que le mené la cola para que le simule a una yegua. Mamá estaba que no entendía, el tipo estaba irreconocible, y mientras ella se decidía a seguir con esa estúpida fantasía su agujerito trasero fue desocupado y el primer golpe seco que fue a dar a su trasero expuesto no se hizo esperar. Que fue la causa de que diera un incontenible grito provocado no tanto por el dolor si no por la sorpresa al recibirlo. Ralph entonces le dijo reprobando su actitud, que podía gritar cuanto quisiera que en esos momentos solo estaban ellos dos a la redonda, pero que por cada grito, gemido, o súplica que saliera de sus labios solamente yo podría escucharles y  quizás venir a indagar lo que le estaba haciendo él a ella, un justo castigo que se habría merecido.

Naturalmente sus palabras tuvieron el efecto deseado, pues a partir de entonces Mamá trató a toda costa que ni un solo gemido o sonido de dolor saliera de sus labios. Así que apretó los labios y tensó las mandíbulas todo lo que pudo mientras los golpes seguían sucediéndose lentamente. “¡Splash!, .. ¡Splash! .. ¡Splash!” Con una cadencia perfectamente estudiada para causar el menor dolor y solo el aumento escorzo entre las pausas, en unos segundos había perdido ya la cuenta de los azotes que llevaba mi Madre recibidos en su blanco y ahora rojizo pomposo trasero, aunque en un cálculo aproximado me aventuraba a decir que debían andar por encima de la docena.

Cuando el desgraciado se compadeció o eso pensé, pues poniéndose delante de ella comenzó acariciar sus pechos poniendo especial énfasis en sus sensibles pezones a causa de la excitación. Quizás eso era lo que el desgraciado deseaba que asociara, el placer del dolor. No obstante al término de los azotes, en cuya realización Mamá recordaría toda la vida, acabó completamente recubierta de sudor y su trasero totalmente enrojecido y con numerosos y leves surcos que surcaban toda su superficie e iban del violeta más sutil al púrpura más intenso. (Recordemos que la piel de Mamá es demasiado blanca y delicada, que con cualquier rose, golpe o exposición de sofocamiento toma un color rojizo).

- ¡Pero si estás toda chorreada puta! .. ¿ves cómo has disfrutado?, .. te culearon ya mis dedos y una fusca, creo que es la hora de que pruebe más este culazo.- se le notaba en el rostro que estaba disfrutando con su nueva actitud.

Ralph le soba las nalgas y le reparte parte del fluido emanado hacía su culito, se pone delante de ella agarrándose la tranca para metérsela en la boca.

- Tienes ganas de que te rompa el culo ahora? ..

Mamá se saca la verga de la boca:

- .. ¡Aah! .. ¡Si Cabrón, hazme lo que quieras!

- ¿No importa que grites y berres como una cerda cuando te la esté metiendo? ..

- ¡Rómpeme el culo, podré soportarlo!

- Estás segura guarrilla?, .. no podrás sentarte en una semana. Randy se podrá enojar ¡He he he!..

Mamá con el simple hecho de escuchar el nombre de Randy se enoja y le recrimina:

- .. ¡Aah! .. Si eso es lo que quiero .. que me dejes lisiada para ese cabroncito vea las consecuencias de sus estúpidos juegos.

Ralph alarga una fuerte carcajada y le dice:

- Sabías que Randy jamás se graduó?. .. toda esta fiesta fue embalde ya que fue expulsado por no presentarse durante más un mes a la escuela.

- Queee? ..

- Randy hizo creer a su Beatriz y a su Padre que se graduaba cuando el muy pendejo esta expulsado del escuela. Todo esto fue de embalde.

- P-pero que hizo, a-adonde fue? ..

- Se la pasaba parrandeándose mientras su Papi y su Mamy pagaban todas sus fiestas. ¡He he he!.. Ahora el pendejo cree que va a ser Coreback, ..lo que no sabe es que la escuela está muy ligada al equipo. No hay escuela no hay equipo, ..es muy fácil.

- P-pero que piensa hacer. ..

- Ganar tiempo mientras encuentra que le vendan un título para la Universidad. ..

- Que cabrón, ..mira que hacerle eso a sus Padres.

- Bueno si es así .. Ok, te lo voy a descoser, putita rica, .. pero quiero que me mires, que me veas pidiéndome que te rompa el orto.

Mamá se volteó a verle sorprendida por las confesiones que le había hecho el mulato, pero como sabemos Randy es un hijo de puta que solo busca las fiestas y como alzar más su ego. Mamá se quedó dudando, pero enseguida reaccionó, y ella nunca hubiera imaginado que pediría tal cosa así, pero así fue cuando dijo mirándolo a los ojos aún en la pose como una perra tuvo el cinismo para decirlo:

- ¡Anda cabroncito, ..quiero que me la metas por el culo, taladrarme sin compasión!!

El desgraciado al escuchar esas palabras se llenó de orgullo y jubilo, se lubricó la verga con saliva que seguía dura como una piedra, agarró con una mano su rubia cabellera y con la otra la sujetó fuerte de la cadera; no había otro camino, tendría el privilegio de observar cómo le tronaban el culo a mi Madre. El pervertido negro se situó detrás de ella, le colocó la punta de su amoratado glande en el centro de las nalgas y dijo:

- Como voy a disfrutar esto, ..este culo perfecto es mío y lo voy a usar.

Se agarró la tranca con la mano, colocó la cabeza en las puertas del agujero de mi Madre y empezó a empujar para introducirle su enorme miembro de a poco, Mamá hacía hasta lo imposible para no gritar, fruncía el entrecejo y sudaba a cantaros, ese ariete parecía no tener fin. Llevaba trece o catorce centímetros dentro y apenabas iba la mitad. Cada vez que empujaba mi Madre lo notaba ardiendo. Cada centímetro que entraba hacía que su culito se estirara al máximo rodeándolo y que se le desfiguraba el esfínter. Y eso que no había entrado la parte más gruesa de la mitad. Pero aun así mi Madre soportaba, parecía empecinada en demostrarle que podía hacerlo, en agradecerle porque por fin podría librarse de su Ahijado, como que se llama Mónica Villanueva que ahora era capaz de conseguir tragársela toda.

Mamá llevó su mano a la cabeza y juntando ambas tras su nuca, entrelazando los dedos y agarrando con fuerza. Con ayuda de su peso se dejó caer sobre ella, .. un largo y agudo grito de dolor y placer sale de la garganta de mi Madre, que va aumentando a medida que cada centímetro entra en su recto. Cuando por fin, las pompas de mi Madre contactan con los muslos del Negro, “¡AAAARRGGHHHHH!!!!” el grito ya era inhumano. Si le estuvieran clavando un cuchillo en pleno vientre estaba seguro que gritaría menos. Lentamente su garganta se fue apagando mientras en su pelvis notó el contacto de esos oscuros güevos que chocaron al momento de tenerla completamente ensartada. Si algún día Mamá escuchó la historia de “ Vlad II Drácula” creo que ahora lo estaba sintiendo en carne propia. Ya nada será nunca igual en temas de sexo para ella. Seguro que jamás lo olvidaría, dejando su culito deformado de por vida. Nunca volvería una verga normal a hacerle sentir nada.

Entre sus lamentos internos, sus brazos llegan al límite dejándose caer de rostro sobre el sofá y con Ralph arriba. Una vez él posicionado encima de ella la empezó a bombear de nueva cuenta, agarrándola de las caderas comenzó con un ritmo lento que rápidamente se empezó a hacer más violento; mi Madre estaba siendo sodomizada por un atlético mulato y ella a pesar del dolor, lo estaba soportando y poco a poco disfrutando, porque paraba aún más el trasero para que le fuera más cómodo al tipo, para que pudiera rompérselo con más facilidad. Ralph seguía propinándole unos buenos estocazos y ya en cada ocasión le retacaba más de las ¾ partes de su tranca dentro del culo. Mi pobre Mamita gemía, se retorcía, apretaba los dientes y fruncía el entrecejo con cada empujón, su bellísimo rostro se deformaba, pero todos esos síntomas no coincidían con las frases de la puta que llevaba dentro:

- ... ¡ARGHHH!, .. ¡Así Cabrón, rómpeme el culo!, .. ¡AYYYY!, dale, así dale, .. ¡Así, así, Cabroncito!, dame más, más, más, ¡AYY! .. ¡HASTA DENTRO!! ¡Mhm!, .. ¡No tan adentro Cabrón! .. ¡ARGHH!, por favor... AYY… ARGHHH!!!

- ¿ASI ES COMO TE GUSTA PUTA, POR LA COLA? .. ¡PUES TOMA, TOMA, TOMA RAMERA TOMA!, .. ¡Ooh! .. Mira, mira cómo te reviento el piche culo, ..¿viste que me ibas a terminar pidiendo por favor que te lo rompa? .. ¡Ooh!, ¿te gusta mi verga negra en el culo eh?... quién lo diría.


El desgraciado seguía sodomizando a Mamá cada vez más violento y cada vez más profundo, ella solo atinaba seguir soportando y a gemir, gritar e implorar a que se lo rompiera aún más. Ralph al cabo de unos minutos saca su tranca y le abre las nalgas, .. me quedé impresionado, el esfínter de mi Madre estaba al rojo vivo, muy irritado y por sobre todas las cosas, con una dilatación monstruosa.

- ..¡Ooh! .. ¡A esto llamo yo, un verdadero culo roto!, .. si lo pudieras ver .. ¡uff!, cuando te la vuelva a meter Ray tendrá que agarrarse de algo para no irse dentro, te he dejado un hueco tan grande que te entraría un caballo. ¡He he he!..

El muy cabrón logra alcanzar su celular y encendiendo la videograbación le dice que se coloque mirando para donde estaba la cámara, el pervertido quería enfocar la cara de mi Madre mientras le seguía desflorando el culo. Se coloca detrás de ella en cuclillas y agarrándole del pelo con las dos manos para levantarle la cara se la vuelve a meter hasta el fondo dejando el rostro deformado de ella en primer plano, un verdadero “face off” mientras la enculaba.

- .. ¡Ooh!, Aah! .. ¡PUTA, MÁNDALE UN MENSAJE A TU AHIJADO!, .. DILE LO QUE ESTÁS SINTIENDO, COMÉNTALE COMO TE ESTOY FLOREANDO LA COLA, HAZ DE CUENTA QUE ESTÁS EN UNA PORNO .. HAZ DE CUENTA QUE ÉL NOS MIRA, ..PON UNA CARA DE PUTA SATISFECHA OOOOHHH!!!

La muy sacada levanta el rostro y le manda el grotesco y más vergonzoso mensaje que nunca se hubiera imaginado enviarlo jamás.

- .. ¡Aargh!, .. SIII, MIRA CABRÓN, ¡AAAHH! MIRA COMO TU AMIGO ME ESTA ROMPIENDO EL CULO, ¡ARRGHH!, YA DA IGUAL, EL CULO YA NI LO SIENTO, .. ¡ARGGHH! TU VERGA YA NO SIGNIFICA NADA PARA MÍ, .. AHORA ESTOY LLENA, ME SIENTO LLENA CABRÓN, ¡AAYY! Y GRACIAS A TÍ, TÚ FUISTE EL CULPABLE ¡AAYYY!!!

Orgulloso el Negro toma el celular y se mofa de su Amigo.

- ¡He he he!.. ¡Ya ves Ray!, .. ¡Tú Madrina tiene razón, la tengo llena y gracias a ti esta así!. Solo espero no regresártela muy usada mi hermano, .. ¡Uuf!, por lo pronto yo seguiré dándole duro, .. me despido de mi parte Ray ya que tu Madrina no sabe si gemir o arrancarse los labios ¡Chao!, ¡He he he!..- apaga el cel y lo lanza por ahí para seguir empujando.

El desgraciado le ordena a mi Madre que se mire en el reflejo de la ventana para que vea como se la estaba culeando el mejor amigo de su ahijado. Ella obedece y se excita con la imagen que se refleja, y como no, si la imagen era por demás perturbadora, una despampanante mujer rubia estaba siendo sodomizada por un joven y atlético Negro. Ralph con una mano comienza a masajearle el clítoris provocando un orgasmo al cabo de unos minutos. Las bolas del tipo golpeaban en la rosada pelvis de mi Madre. “¡PLOFF!!, PLAFF!!, PLOFF!!” Increíblemente ahora la tenía toda adentro. Otro terrible orgasmo nuevamente estaba entrando por el cuerpo de mi Mamy cuando tras unos instantes de encularla a lo perrita no pudo soportarlo más. En la  misma posición en la que la enculaba, se llevó la mano derecha a su chochete y con su dedo corazón comenzó a masturbarse el  clítoris esperando el momento.

- ¡VAMOS, NO PARES, MÁS PEQUEÑO CABRÓN MÁSSS!!..- le pedía ella sin cesar.

Así estuvieron un rato más hasta que Ralph se acerca a la oreja de mi Madre y le anticipa entre jadeos:

- En.. dónde los quieres Preciosa.. en tu culo roto o en la boquita. ¡Oh! En un par de segundos viene el postre.- era un desgraciado, hasta en ese momento estaba preocupado por como terminar y estaba dispuesto a correrse donde ella le pidiera.

Mamá se llevó su puño izquierdo a la boca y comenzó a morderlo suavemente, mientras con su mano derecha se restregaba el chocho masturbándose. En breves instantes, una explosión interna le recorrió el cuerpo entero, desde su clítoris, hasta su vagina que comenzó su última gran lubricación, pasando por su médula espinal, llegando a su cerebro, algo que la dejó como muñeca de trapo mientras le temblaban las piernas, al tiempo que los últimos vergazos del mulato se adentraban en su ser. Apenas podía  hablar, y mucho menos moverse, pero el entendió enseguida que ella ya no podía seguir.

- ¡PUTA, YOY A CORRERME YAAHH!!- dijo mientras no cesaba de taladrarle el trasero a velocidad de vértigo.

A Mamá ya le daba igual eso. No es que fuera descortés, simplemente es que no podía moverse, y deseaba que saliera de ella para poder tirarse rendida en el sofá, sin importarle las consecuencias de lo que nuevamente había hecho.

- ¡Córrete, vamos cabroncito!!- le imploró ya sin fuerzas.

- ¡DONDE?!! ..- gritó haciendo esfuerzo sobrehumano para soportar la venida.

Y por primera vez fue el quien se quedó sin palabras cuando vio como mi Madre se sacaba la verga del culo y se arrodillaba para chuparle los güevos, comenzó a mover la lengua más y más rápido por sus testículos al tiempo que agarraba su tremenda estaca con ambas manos y comenzaba a sacudirlo lo más rápido que podía. Ralph cerró los ojos extasiado, llevó la cabeza hacia atrás y abrió los labios exhalando un gemido de satisfacción cuando las cosas te has salido perfecto.

- ¿Los.. quieres?, .. ¿quieres que te de tu merienda? ...

- ¡Quiero mi lechita cabroncito!, .. ¡DAME TU PUTA LACHE!!

El desgraciado no pudo soportar el sensual rostro de mi Madre implorándole por su lechada, y de pronto los güevos de Ralph comenzaron a sacudirse, esa fue la señal de lo que vendría. Mamá llevó el tronco de carne a su boca, introduciéndolo en ella manteniéndolo ahí mientras seguía masturbando con ambas manos. Y apenas le iba a decir algo cuando sus güevos comenzaron a bombear semen a través de su longitudinal estaca y su pelvis comenzó a sacudirse. Mamá notó cómo brotaba el primer chorro de esperma caliente a través del capullo y golpeaba su garganta. Muy pocas veces había observado que un tipo pudiera correrse de esa forma, pero este tipo era distinto, era puro fuego, pura pasión, pura fortaleza por sexo. El desgraciado le estaba descargando 2 horas o más de intenso fogueo y estarse aguantando. El semen no dejaba de fluir y Mamá parecía estar preparada, era como si supiera que una verga como aquella con esos duros güevos negros tenían que fabricar grandes cantidades de leche.

Podía sentir casi en sus manos pajeando como bombeada esa lechada. Mamá se sentía usada, cansada, dolorida, pero sobre todo satisfecha, contenta por los chorros hirvientes de leche que salían sin parar. Su boca se fue llenando poco a poco, estaba convencida de que el semen le comenzaría a salir por la coyuntura de los labios cuando sus güevos dejaron de bombear. Ralph relajó el cuerpo, soltando un último suspiro de placer. Se la dejó puesta un poco más ya sin sus incondicionadas sacudidas, hasta que la sacó en un estado semi rígido de los labios de mi Madre; junto con su verga cayeron algunos goterones de leche que venían de adentro de la boca de mi Madre que rápidamente selló para no verter más la merienda dada. Él le miró y cuando lo hizo abrió la boca para enseñarle todo el semen en su interior acumulado.

- Ahora te doy una toalla preciosa.- volvía a ser caballeroso.

Pero no hizo falta, antes de que el tipo se moviera hacia delante para tomar unas toallas higiénicas, Mamá sin apartar la mirada de él desfiguró el rostro y se tragó todo el contenido que sus güevos habían depositado en su boca. Con un terrible asco observé como toda esa abundante lechada se iba deslizando por toda la garganta de mi Madre hasta el estómago.

- ¡Increíble, .. eres increíble Mamita!.- dijo él.

- .. ¡Aah!, como te dije, lo increíble es tu verga .. ¡Waoh!, que forma de eyacular.

- Bueno creo que yo si la necesito ¡He he he!..- dijo viendo su terrible ariete aun embadurnado con su mismo semen.

- ¿Para qué?, ¡Ji ji ji!..

Varios chorros de semen iban deslizándose lentamente por el tronco de su verga que aun daba sus últimas sacudidas incondicionadas, pero Mamá completamente sacada fue recogiendo uno a uno cada grumo con su lengua, subiendo luego hacia arriba para llenar su lengua con todo el viscoso líquido y volver a tragar. Le había dicho que no se preocupara por limpiarse y no faltó a su palabra. Su verga iba perdiendo por fin dureza pero ella seguía estrujándola logrando que las últimas gotas aparecieran las cuales succionaba. No soltó esa verga hasta que no salía ni una gota de semen. También tenía algo de semen en los dedos de cuando había resbalado a través del tronco, los lamió por completo dejándolos limpios ante el asombro del chico. Luego descaradamente le dio un beso en la punta como agradeciéndola que la haya desfundado.

- Listo, ya no hay problema. ¡Jijiji!..- le sonrió.

- Eres increíble Mamacita, increíble, .. recordare este día para siempre.

Una vez lo soltó todo, y sin importarle ya donde cayera, se echó para un lado, y cayo rendida sobre el sofá mirando al techo. Él, aunque tardó unos instantes, también hizo lo mismo, colocándose a su lado…

- Madre mía Mamacita… - dijo totalmente empapado de sudor tirado en el sillón junto a ella…- Como se nota que te gusta gozar ¿Eh?.- ella se le quedó mirando un ratito, fijamente al joven que le había entregado todo esta tarde.

- Como habrás gozado tú… ¡Ji ji ji!.. Me has dejado toda hecha pedazos.- y dicho eso se acurrucó a su lado, y Ralph le pasó su brazo por el cuello pegándola a su pecho. Ella levantó su pierna izquierda y la echó sobre su abdomen.

Estuvieron un pequeño rato ahí, retozando, escuchando el sonido del bosque y reposando del ejercicio, cuando tras los efectos de la enculada y todo lo demás volvía a la realidad. Mamá estaba toda sudada y tenía los golpes de la fusca dibujadas por sus piernas y nalgas. Él estaba igual, y a medida que fue saliendo de su corto letargo se fue dando cuenta también de lo que habían formado en medio de la sala.

El degenerado de Ralph le preguntó cómo sentía el culo y ella le contestó:

- Lo siento muy abierto, me hierve, ..siento el aire fresco como me entra y me sigue latiendo.

Y por lo que yo observé, el resultado de esa empalada había sido terrible, le dejó el culo más que abierto. Ralph le dijo a mi Madre que se cambiara rápido que pronto llegarían todos. Ella caminando con notoria dificultad y las piernas medias abiertas sostuvo sus cosas. Sintió un dolor de cabeza que le estaba empezando. Se sentó en uno de los bancos de la barra y con una jarra de agua que ahí había comenzó a limpiarse el chochete y el ano para que no quedara rastro de ningún fluido, sentía los muslos internos pegajosos y con las consabidas molestias se colocó las bragas. Tras eso se acomodó los tirantes de la blusa tapándose los pechos, pero antes de ponerse su shorts falda tipo safari tomó sus braguitas con los dedos y nuevamente las bajó, luego levantó su pierna, luego otra, sus bragas se engancharon en sus tobillos y casi se caí contra el asiento, por suerte consiguió mantener el equilibrio.

Se vistió entera, sin llegar a ponerse el sujetador y las bragas, que usó para secarse las piernas y los muslos. Tenía pánico de que yo pudiera verle en ese estado ¡Madre mía cómo estaba! Una vez lo recogieron todo, y tras echar una ojeada a su móvil en el que tenía otra llamada de Beatriz que nunca escucharon, fueron reponiéndose del todo. Él se acercó a ella y le dio un beso en los labios como agradecimiento. Mamá le dio las bragas empapadas de recuerdo al tiempo que le daba un piquito en los labios también de despedida.

- Toma, para que tengas otro recuerdo ¡Ji ji ji!..

- Las guardare muy bien, .. serán mi más valioso tesoro ¡He he he!..

- ¿Cómo estás? - le preguntó.

Ella se giró y ella le sonrió.

- Genial ¡Ji ji ji!..- se calló unos instantes.- pero hubieras sido menos rudo ¡Ji ji ji!..

- Dímelo a mí, me has dejado todo cansado.- le respondió gesticulando.

Se colocó las sandalias y se encaminaron a la puerta, el shorts al no llevar bragas se le metían por raja y el culo, parecía que el simple rose de la tela en su trasero le escocia demasiado. Mamá trataba de sacarse la tela pero le era imposible. Fueron hasta la puerta y ella le comenta jugando:

- No creo poder llegar hasta allá me tiemblan las piernas, .. ¿me ayudas un poco guapo?

Ralph se apoyó en ella empujándola hacía la puerta, se detuvo mirándola situándose enfrente de ella. Mamá abrió ligeramente las piernas lo que provocó que su paquete chocara contra su entrepierna. Le abrazó por el cuello dulcemente y bajó uno de los tirantes de su blusa por el brazo mientras ella permanecía expectante. Acto seguido introdujo un dedo en él y bajo liberando práctica su pecho que quedaba algo caído al no llevar sujetador. Se agachó y comenzó a mamarlo con mucha suavidad. Se centró en el pezón, que como si fuese un niño pequeño no paró hasta que se lo puso totalmente duro. Mamá echó sus brazos atrás y se apoyó en la puerta sacando pecho a esperar  que terminara. El mulato corrió de nuevo el otro tirante de su blusa e hizo lo mismo, mientras ella le miraba con gestó de cariño. Se agachó levemente colocando cada una de sus manos bajo cada uno de sus pechos y comenzó a succionar sin hacer fuerza y volviéndolos a ensalivar.

- ¡Me encantan tus tetas, son fabulas!.- le decía mientras con los ojos cerrados abarcaba todo lo que podía de una de ellas y se la dejaba totalmente ensalivada.

- ¿No has tenido suficiente o qué?.- le dijo sonriendo dejándose hacer.

- No.- dijo maliciosamente dándole un besito a cada una y volviéndole a poner la blusa bien, haciéndole ahora de tipo bueno. Se pegó a ella y mirándola fijamente.- Mónica, nos volveremos a encontrar?.. Me gustaría muchísimo que volvieras a venir.- Aunque Mamá sabía que solamente le estaba diciendo… "para volverte a encular."

- No lo sé Ralph… pronto nos iremos, además tú sabes que no tarda en llegar Randy y Beatriz, ..además está mi hijo.- respondió muy sincera.

- Bueno, pero lo pensarás, ¿no?

- Claro, lo pensaré. Te lo prometo.- le contestó.- Por cierto… ¡Tengo que buscar a mi niño! ..

- Por supuesto.- le permitió.

Una vez se terminó la función, me despegue de ahí y me medio perdí entre pinos y matorrales, llegué a la puerta de nuestra cabaña y justo observé que ya estaban llegando. Sin saber que hacer me quedé allí, esperándolos. De pronto de reojo vi a mi Madre corriendo en sus terribles fachas camino a las escaleras, dirigiéndose apresuradamente al piso superior. No quise decirle nada ya que supuse que se iría a darse un baño pues no creo que sería recomendable que Beatriz y Randy la encontraran a como se hallaba. Ellos aparcaron el coche y salieron los cuatro, ahora los acompañaba el "Sr, Montes de Oca."

- Hola Pedrito, ¿y tú Mamy, dónde está?.- me preguntó Beatriz.

- M-me parece que se la ha pasado tomando el sol, ..creo que ha subido a darse un baño.- le dije.

- Bien, porque hemos comprado algo para cenar temprano, .. esta noche tenemos que celebrar la llegada de mi Esposo.

- Uhmm, que bien, ..bueno voy arriba a dejar mi mochila.

- Esta bien, ..dile a tu Madre que no tarde.

- Si, lo haré. ..

Cuando me disponía a subir al piso superior Randy me llamó.

- Oie Pedrín, ..y Ralph, no lo has visto? ..

- Mhm.. Imagino que estará en su cabaña, no le he visto.- contesté.

- Bueno, ya está bien... seguro que está ahí. Iré a llamarlo.- dijo con cierta duda de lo que habían planeado.

Beatriz y su Esposo habían ido a la cocina a dejar las bolsas, así que pude ver como Randy se dirigía a las cabañas sin perder tiempo. Imaginé de lo hablarían. Subí al piso superior y me dirigí hasta los baños. Llamé ligeramente a la puerta pero como esta estaba entre abierta la empujé y entré. Mi Madre ya había salido de la ducha y tenía una toalla grande liada al cuerpo. Se estaba secando el pelo. Sin tan siquiera dedicarme una mirada dijo:

- Hola, cariño. Ya han llegado ¿verdad?- me preguntó seria.

- Si Mamá, ya están ahí, .. vinieron con el Sr Montes de Oca.- contesté.

- Y que han dicho.- se interesó ella.

- Han traído algo para cenar, ..quieren celebrar que el Sr Montes de Oca ha llegado.

- Ha preguntado por mí? ..

- Sí. Pero le he dicho que habías estado tomando el sol y habías subido a darte una ducha. Me ha dicho que te diga que te des prisa.

- Bien cariño. Ahora bajaré.- y continuó secándose el pelo.

- Oie Mamá, ..acaso has visto a Ralph?, .. Randy me ha preguntado por él. Yo pensé que ya se había ido.

- S-si está.. Que taruga, si acaso está estaría en su cabaña cariño, .. y-yo no le visto para nada.

- Seguro que se encuentra trasnochado, .. ayer se durmieron muy tarde.

Ella no dijo nada, solo sonrió y siguió secándose el pelo. Ahora ya limpia estaba de nuevo muy hermosa, pero su cara aún mostraba un intenso color rojo en sus mejillas que delataban la excitación y el sofoco padecido por la experiencia vivida. Cuando bajé ya estaban todos en el salón, junto a la chimenea. Entre Beatriz y Ashley acomodaban las provisiones mientras platicaban, el Sr Montes de Oca observaba el hermoso panorama. Cuando me acerqué Beatriz me preguntó:

- Y tu Madre? Baja ya o ¿qué? ..

No me dio tiempo a contestar.

- Aquí estoy. Disculpen mi tardanza, .. ¿qué tal les fue?.- mi Madre apareció radiante, como una diosa.

- Bien. Solo que el avión se retrasó un poco, ..es por eso nuestra tardanza. Además a que los Señores se han empeñado en entrar en un bar a tomar algo, y claro, allí se nos ha ido casi toda la tarde.- contestó Beatriz fingiendo estar molesta.

Enseguida el Sr. Montes de Oca se abrió paso para saludar a mi Madre, le tomó la mano derecha por los dedos y sin dejar de mirarla a los ojos se inclinó ligeramente, levantó su mano y le besó el dorso.

- ¡Hermosa mujer... como está usted!.- dijo.

- Sí. Muy hermosa.- contestó Beatriz, pensando que su Esposo, sería solo un comentario de cortesía, por lo que no pareció molestarle. Beatriz era una mujer muy celosa.

Mi Madre estaba como paralizada. Yo sabía de antemano que ella no llevaba buena relación con este señor y más desde la muerte de mi Padre. Le dio un vuelco al corazón con solo verlo. Ella solía alejarse de Beatriz cuando su Esposo estaba con ella, solo que esta ocasión no tenía otra salida. Todos sabíamos de sus andanzas y corrupciones. Político como muchos, mujeriego empedernido, apostador, amoral, inescrupuloso, mentiroso y con cuanto vicio pueda cargar una persona. Era un viejo cincuentón. Para él, Beatriz era una simple Esposa con quien mostrarse en Sociedad a la que ponía los cuernos con cuanta hembra se le pusiera en el camino. Ahora comprendía que Beatriz aceptaba eso. ¿Cómo no iba a aceptarlo?. A cambio de su pasividad vivía como una reina en una mansión que era casi un palacio, manejaba una flamante camioneta y gastaba a manos llenas. Eso sin quitar de que solía irse mucho de putas, para darles a entender con claridad era igualito a su hijo, más que con poder y dinero. Desde que Mamá conoció al Sr Montes de Oca no le cayó muy bien, quizás por sus andanzas con mujeres fáciles, estando en el poder las fiestas entre los Políticos y las corrupciones todo se movía dentro de ese mundo.

No había que conocer mucho a mi Madre para darse uno cuenta que no tragaba al Marido de Beatriz, no le odiaba pero si le repugnaba su manera física y fanfarronesca de ser, que a pesar de ser el Esposo de su mejor amiga y siendo este su "Compadre", nunca lo había podido soportar. Era zafio, ruin, malintencionado y, sobre todo, un cerdo putero que aprovechaba ser del poder para abusar de cuanta chica inocente se le ponía por delante. Físicamente no era mejor: Alto, regordete y siempre sudoroso, desprendía de su boca un hedor constante causado por su afición a los puros. El Sr Montes de Oca siempre se propasaba con sus miradas e insinuaciones, tanto antes como después de enviudar. Nunca le dijo nada a Beatriz para evitar problemas, pero tenía claro que era la persona de la que quería estar más alejada en este mundo.

Solo acertó a mover ligeramente la cabeza de forma afirmativa como respuesta al saludo. Luego se dirigió hacia mí, y cambiando la severidad de semblante, esbozando una sonrisa materna me acarició el cabello y se puso a mi lado. En ese momento se rompió ese ambiente extraño que se creó durante las presentaciones cuando Beatriz le notó algo extraño:

- Por ciento Moni, estás muy colorada. ¿Te has de ver quedado dormida buen rato en el sol, amiga?

- Sí, creo que así fue, .. ayer estuvo larga la velada y creo que aún sigo cansada.- dijo mi Madre.

- Pues para eso viniste amiga, para descansar y divertirte ..solo que debiste ponerte algo, hubieras tomado mis cremas. Si hasta pareces un camarón, pareciera que estuviste en un maratón ¡Jijiji!..

- .. ¡Ay Bea como serás. Ya lo creo! Créeme que no me di cuenta, .. me siento como si me hubiera aplastado un equipo de football.- dijo mi Madre sonriendo y mirándome de reojo.

Al mismo tiempo que decía esto, mi Madre me acarició el pelo con mucha ternura. Sentí un escalofrío que recorrió mi espalda, y un sofoco de calor invadió mis mejillas hasta el punto que tuve que bajar la cabeza ruborizado. Todos rieron, supongo que cada cual tuvo sus motivos para hacerlo. Desde luego, los del Sr. Montes de Oca eran por algo más concreto.

En eso salí un poco para tomar aire, me encontré a Randy que iba entrando algo nervioso.

- ¿Le has encontrado?- le pregunté refiriéndome a prepotente Amigo.

- Si, solo que se estaba bañando, .. dime una cosa Pedrito, ¿lo viste salir de la cabaña durante todo este tiempo? ..

- La verdad que no sabría decirte, .. tome el rifle como me dijiste y me la he pasado todo el día cazando.- le comenté.

- Bien, .. ¿has casado algo? ..

- Hasta ahora nada, .. pero no descansaré hasta atrapar un par de roedores sinvergüenzas que me han estado molestando.- le dije pensando en lo mío.

- Ah sí, seguro que sí, .. tómalo cuando quieras, seguro atraparas algo. ..

Las cosas se pusieron más tranquilas a continuación, prepararon la cena al ir a la mesa el Sr Montes de Oca se sentó justo en frente de mi Madre. Como les decía era un hombre mayor, cercano a los 55 años, un viejo verde que no dejaba de mirar a mi preciosa progenitora a pesar de que ella siempre le demostró menosprecio. El Gobernador no era precisamente discreto y Beatriz lo sabía, claramente se notaba que odiaba aquellas lascivas miradas que eran continuas desde el primer momento que la vio bajando. Mamá, cuando sentía su mirada le provocaban nervios, lo digo porque hasta hubo un punto de haberse ahogado con el agua al llevar un sorbo. Lógicamente jamás le diría nada, lo que hacía que el viejo se sintiera libre de seguir, a cada segundo desnudándola con la mirada. Mamá consideraba que era un pervertido, pero procuraba evitar pensar lo que podía llegar a hacer más allá de eso.

Cenamos rápido, y se hicieron algunos comentarios intrascendentes. El Sr. Montes de Oca puso especial énfasis en la repentina muerte de mi Padre y las finanzas que ahora nos había dejado, ofreciéndose a cualquier ayuda de asesoramiento o para facilitar muchos trámites. Mi Madre intentó justificarse alegando que eso lo llevaban los abogados de la Empresa pero que haría lo que pudiera. El muy ingenuo no podía ni imaginar que mi Madre lo que menos quería era ir a la Empresa ni mucho menos ver a esos Abogados. Tras ayudar a recoger la mesa, cada uno se dirigió a sus aposentos he iniciamos el ritual de la despedida. Nos despedimos como la costumbre manda en estos casos, y, aprovechando el ajetreo pude ver como el Sr. Motes de Oca aprovechaba para besarla casi en la comisura de los labios al tiempo que él le daba un suave y discreto masaje en la mano. Mi Madre le correspondió con una sonrisa cortes acompañada con un agradecimiento por su ayuda.

Al caer la noche comenzó a refrescar y Mamá se puso simplemente una camiseta blanca de manga corta bastante holgada a modo de vestido, tapándole su rotundo trasero, aunque se le notaba cómo se le movía bajo la tela al no llevar nada más que las bragas, pero al menos ahora descansaría calmada. Beatriz y su Marido fueron los últimos en subir, y yo antes de acostarme me apeteció un vaso de leche, recordé que había unas galletas riquísimas y quise antes de dormir probar alguna que otra.

Pero justo en ese momento en el que salía para dirigirme abajo, irrumpió de repente el Sr Montes de Oca dejándome a mí estupefacto. Alto y regordete, con una melena cuadrada ya con algunas canas, así como su barbilla partida, con ojos saltones y labios gruesos. Se quedó estupefacto al ver a mi Mamy vestida únicamente con el camisón. A través de la tela se le transparentaban las dos copas de su brasiere apretujadas contra la tela, meneándose levemente ante su repentina presencia. Se le transparentaban también las bragas blancas donde se entreveía la sombra de figurillas de corales en la zona triangular del chocho.

- ¡Raymundo, qué sorpresa!.- exclamó ruborizada, sin saber cómo reaccionar ante su inesperada presencia.

- Vine para darte mi más sentido pésame y para decirte que puedes contar conmigo para lo que quieras ahora que Rodolfo no está.- se abrazaron, aplastando las tetas contra sus bofos pectorales.- Créeme que por más que desee ir al funeral me fue imposible. Pero quiero que sientas que tienes mi total apoyo.- le dijo manoseándole la espalda.

- G-gracias, Raymundo, ..pero estamos muy bien.

- Eso me alegra mucho.- se dirigió hacia mí sonriendo.- Cómo has crecido, muchachote.

Sin saber porque lo hacía le estreché la mano, manteniéndome parado junto a la puerta sin saber qué hacer. Enseguida se volvió hacia ella, acechándola con la mirada.

- Gracias Raymundo, por acogernos en estás cabañas que están preciosas. Y la fiesta fue de lo más genial.

- Que bien, ..yo me alegro de que estén todos aquí.- hubo un corto silencio incomodo.- Que bien te conservas.- le soltó pellizcándole en la mejilla como si fuera una niña buena, mirándole las tetas con descaro.

- G-gracias.

- Bueno, mañana nos vemos.

Volvió a besarla en las mejillas y le acarició los hombros con las yemas de los dedos, luego salió de la habitación y yo me ocupé de cerrar la puerta, si era posible hasta con todos los cerrojos. Después voltee a ver a Mamá y la vi respirar aliviada. Había sufrido un momento embarazoso. Sabía que ese viejo era un mujeriego que estaba harto de cogerse a cual más puta se le cruzara en el camino. Cuando intentaba que decirle a Mamá, o decidirme si ir por las galletas, comenzaron a oírse voces procedentes de la habitación de Beatriz, como si ella y su Esposo tuvieran una discusión fuerte.

- ¡Jodida puta, ya me tienes harto con tus estúpidos celos!

Yo y mi Madre nos miramos. Ella me llamó a su lado y adopté la misma posición que mi Madre, sentado a su lado, con la espalda apoyada en el cabecero. Ambos atentos a las voces.

- ¡Por eso no se me daba la puta gana de venir, para escuchar no escuchar tus estupideces! - vociferó.

De nuevo volvimos a mirarnos.

- Qué bestia es.- susurró Mamá en voz baja.- No sé cómo Beatriz es capaz de aguantarle.

- Ese hombre me da mucho miedo Mamá, pienso que sería mejor que nos fuéramos.- añadí yo, suplicando alejarnos de todo esto.

Beatriz replicaba el vocerío de su Marido de manera suplicante.

- ¡Que te calles, maldición! .. Ahora vas a saber lo que es bueno, hija Puta.

Mamá arqueó las cejas tapándose la boca con la palma de la mano.

- Sería mejor ir a decirle a Randy, ..a ver si hace algo…- le dije.

- Tranquilo mi amor, ..tienen una simple discusión.- trataba de calmarme.

Tras unos instantes de silencio, comenzó a oírse una sucesión de gemidos secos, gemidos de Beatriz, como si acezara, a veces acompañados de rugidos de su Marido. Mamá quedó perpleja, ladeó de nuevo la cabeza hacia mí.

- M-mi amor, ..se-será mejor que te pongas tus audífonos.- me dijo mirándome preocupada.

- Pensaba ir por unas galletas, ..es que se me antojaron.

- Si, si mi amor, pero póntelos, ..no quiero que escuches las leperadas de ese hombre.- ¡Si tú supieras Mamá!, me quedé con ganas de decirle.

Nos mantuvimos en silencio pendientes de la sucesión de gemidos de Beatriz. Resollaba como una perra. El Sr Montes de Oca emitía jadeos secos y a veces profería algún insulto.

- ¿Te gusta, guarra? ..

Beatriz continuaba gimiendo. Mamá recorría con la mirada la pared que daba al cuarto de su amiga, sus pechos apretujados contra una de sus almohadas blancas.

- Y ese hombre siempre ha sido así Mamá?.- me atreví a preguntarle, mirándola a los ojos.

- No, nunca se había comportado de ese modo, seguro que es por su trabajo, las preocupaciones. Los hombres así en ocasiones se comportan de ese modo.

- No sé Mamá sería mejor que nos fuéramos. ¿Quieres algo, regreso enseguida?

- Adónde vas mi cielo? ..

- Abajo, quiero un vaso de leche con galletas, .. ¿quieres algo?- dije abriendo la puerta.

- Uy no cariño, .. leche ya no más, estoy reventada. No, mi amor estoy bien, necesito descansar, ..me siento muy molida.- contestó algo ruborizada.- Cuando regreses intenta no hacer ruido ni encender la luz, hasta mañana cariño.- me dijo la muy descarada, levantándose al baño llevando lo que se me a figuró ver era la su crema para desinflamar.

- Hasta mañana, Mamá descansa.- porque lo necesitas pensé para mis adentros.

Y mientras me dirigía a la puerta para salir, los gemidos escandalosos de Beatriz continuaban retumbando, cada vez de manera más seguida, mezclados con los rugidos de Político. Daba la impresión de que le estaba dando mucha caña. Una lástima no haber podido ver lo que pasaba, hubiera alcanzado para otro capítulo. Me dirigí a la cocina para buscar la leche cuando en eso escuché la voz de Ralph que por fin aparecía después de todo el día. Estaba platicando afuera secretamente con Randy y se le notaba muy altivo.

- ¡Realmente una delicia de mujer!..- súbitamente sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, sentí que en mi cabeza y oídos se me subía la sangre, quería saber todo lo que decían pero por mi distancia no lograba escucharles con claridad. Apagué la luz de la cocina y me acerqué poco a poco, estaban en la terraza trasera fumándose unos porros. Randy seguía preguntando qué había ocurrido en su ausencia, por lo que el otro fanfarrón no aguantándose las ganas se lo repetía:

- ¡Créeme que nunca tuve nada igual!

- Si eso lo sé. ..

Randy ahora lo notaba como raro, como si deseara que el muy canalla de su amigo no se percatará de su ansiedad, cosa que parecía que no lo estaba logrando ya que Ralph jugaba a atormentarle con la duda. Él se movió del barandal y llevando su mano hacia su bolsillo extrajo algo que me pareció un pañuelo o pedazo de tela.

- En verdad Ray, ..en serio, me llevaré un bonito recuerdo de aquí ¡He he he!..

Yo no sabía a qué venían sus palabras pero cuando logré asomarme y verle con la luz del pórtico, pude observar con estupor e incredulidad como se llevaba a su nariz lo que en realidad eran las pantaletas de mi Madre, las mismas que le había dejado con total descaro de agradecimiento por tremenda porriza. El desgraciado miraba a Randy de reojo mientras se sonreía de modo burlón.

- Ahora mismo debe de estar incomoda con el escozor que le dejé en culo, .. ¡Lo hubieras visto Ray, se lo dejé tan abierto que sentía como se le metía el aire a las tripas! ¡He he he!.. ¡Ella me lo dijo!

¡El tipo era verdaderamente odioso!, pero ahora era distinto, se estaba mofando del Jr., yo podía verle en la cara, estaba colorado y no sabía que decir, al fin alguien lo estaba poniendo en su lugar, al fin alguien le ganaba una. No terminaba de acabar la frase cuando seguía:

- ¡Uhm!, verdaderamente huele rico la putita que tienes de Madrina, ..huele a hembra pidiendo que la monten. Pero no te apures mi hermano que al menos por esta vez yo ya te la dejé bien atendida ¡He he he!..

En ese momento me percate de un aspecto que no había yo contemplado anteriormente, y era que en esta situación podría yo haberlo tomado como molesto y humillante, pero si venia de gente como esta, además había notado un extraño rencor de mi Madre hacía el Jr., por fin se había dado cuenta del tipo de fichita que tenía de ahijado, quizás su pervertido plan no fue tan malo después del todo, Ralph estaba sacando ligero castigo a la arrogancia de Randy, así que no me quedó más que aceptar los comentarios sarcásticos y obscenos de este tipo. Y cuando pensé que ya había escuchado todo, el pesado mulato tras enredar y colgar las panties de mi Madre sobre un clavo del porche le volteo a ver y dijo:

- Te contaré como fue ...

Randy ya se notaba no tan seguro de querer escucharle, quizás nunca pensó que las cosas le fueran a salir de esa manera, como ya les había comentado entre estos dos siempre hubo una rivalidad de egos, una cosa era compartir a sus presas para después mofarse de sus prendas más íntimas que ahora observaba allí colgadas de un clavo del porche en calidad de prueba indiscutible de otro descaro de mi Madre y otra muy distinta era competir por la presa demostrando con ello conocer quién era el más capaz. Y aunque era claro que Randy ya no se encontraba a gusto escuchando todo aquello, de cualquier manera Ralph no tenía la intención de hacer lo que él le pidiera por lo que mientras empezaba su relato, yo seguía observándolos, alcanzándome a dar cuenta del rencor que comenzaba a creer entre ellos.

- Tal como dijiste Ray, ..primero ella se resistió y hasta forcejeo un poco para hacerse la interesante, ..pero en cuanto le mostré el video no le quedó de otra que abrir sus piernas para dejarme dedearla un poco. Aunque de pronto me trataba de detener y nuevamente volvía con sus tonterías esas sobre que ella era una mujer Madura, Bla, bla, bla.. que era tu Madrina y que no deberíamos estar haciendo eso, pero cuando ya después de manosearle y jugar con sus cositas, estaba más empapada que una porrista en los vestidos de hombres en una final de campeonato ¡He he he!..- el desgraciado tenía una manera tan vulgar de dirigirse a sus presas.

Luego siguió:

- La verdad es que al principio esperaba un poco más de resistencia de su parte, ..pero justo como dijiste, seguí tocándola hasta que cedió, haciéndola que se mojara más y más, hasta que sus pantaletas estaban tan pegajosas de tanto dedazo, .. tócalas y siente, si hasta parece que se las acabado de quitar .. ¡La verdad que tu Madrina es fabulosa!, ..con solo recordarlo se me vuelve a poner de fierro. ¡La hubieras visto Ray!, ..como gritaba, decía que nunca le habían metido nada igual.

Randy solo escuchaba, prestándole absoluta atención, le daba dobles caladas al porro y observaba las pantaletas.

- Y no solo eso mi hermano, ..cuando agarré sus pechos, que digo pechos, esos melones... Oh Dios !!... Llevaba una blusita de tirantes, bajo la tela se veían increíbles, pero cuando se las saqué, realmente eran la gloria!!, ..solo de recordar cómo se veían apretujando mi palo cuando se la metí entre ellas, Uff!! Me dan ganas de ir a meterme a su recamara y ponerle mi verga entre sus melones y hacer que ella me lo exprima hasta llenarle su hermosa carita de leche. ¡Por qué lo hice, he? ..

Y mientras el Negro seguía con su redacción exacta de los sucesos vividos en esta horrible tarde, el Jr. concentrado trataba de manejar su ira y frustración para no dejarse llevar por la rabia producida por las palabras soases de su amigo que simplemente se estaba mofando por la manera tonta y estúpida de como él mismo llevado por su ego se la había entregado en charola de plata. Por mi parte yo también luchaba llevándome a la cabeza nuevamente aquellas imágenes de mi bella y hasta hace mucho muy mal portada Madre, metida en aquella cabaña, arrodilla sobre la madera del suelo con sus dos tetas atravesadas por aquella estaca oscura de carne y venas, dejándose ultrajar los pechos sin misericordia, mientras que él con total cinismo se llevaba los brazos a la cabeza en pos de su victoria, manteniéndola en esa inadecuada y vulgar postura a sus pies para regocijarlo. Seguía yo absorto recreando la escena en mi cabeza cuando volví a la realidad al escucharlo:

- ¡En verdad Ray, que par de tetas se carga tu Madrina!!, .. ¡Pero eso no es nada... ya después cuando le enseñé las bolitas chinas! .. ¡Uhmm!! Hubieras visto la cara que puso, .. aunque la muy hipócrita seguía intentando contenerse y de no hacer su papel de Señora caliente y urgida pero que finalmente no me lo podía negar. Y en verdad tenías razón, sí que le gustan los objetos sexuales ... ¡Vieras visto el mojadero que dejó en el sofá!, .. créeme hermano si no lo hubiera visto con mis propios ojos no lo creería, hubiera podido lavarme la cara si así hubiera querido, .. ¿contigo se vacea así de guarra?

Le preguntó con clara intención de molestarle. Pero enseguida continuó:

- Ya para ese momento no tenía objeción, ..y para cuando le dije que se la metería por el culo entonces nuevamente volvió a tratar de negarse y forcejeo un poco diciendo que ustedes podría llegar y bla, bla, bla ... que por favor no, que no lo podría soportar pues la tenía muy grande, ¿cosa que se me hace extraño ya que me has platicado que siempre se lo haces. .. Yo un poco ya harto del juego me puse de pie y agarrándola de los cabellos la hice que me la mamara, .. ¡Uff!, hubieras visto su cara cuando se la presente por primera vez. Debiste de haber estado ahí Ray y poder ver lo linda y obediente que se veía tu Madrina arrodillada en el piso con mi verga a tan solo unos centímetros de su boca, ..se veía tan sensual que no desaproveché y le di varias pasones con la cabeza por los labios ... ya luego le hice abrir esa boquita y se lo metí hasta adentro... ¡!Mhm! ¡Casi le traspaso la nuca!

Randy ya se había acabo el porro y el mulato no paraba de hablar, lo tenía inmerso en un mar de frustración y rabia sin detenerse:

- ¡Ooh! .. Que boquita tiene mi hermano, ..tan jugosa y pequeña, que cada vez que se la retacaba sentía como le empujaba las amígdalas, por dios me hacía sentir tan bien, .. ¿recuerdas como aquella vez con la putita esa de la escuela?, .. así mi hermano, créeme que tuve que ponerme bastante cocaína en el pico para no llenarle el estómago.

Ese desgraciado cada vez le ponía más puntos a su favor a la historia, era más de lo que yo había podido observar en esta horrible tarde, aunque admito que le estaba dando una cuchara de su propio chocolate al Jr., el desgraciado estaba tan callado que no sabía ni que decir, ahora se esforzaba por no brincársele encima y matarlo a golpes. No sabía qué hacer, sentía sus palabras y la manera tan punzante en que le hablaba sobre como había hecho gozar a mi Madre por encima de como él se lo hacía, un golpe bajo tras el ególatra heredero Montes de Oca, que en estos momentos sentía como cientos de aguijones estuvieran clavándosele en la piel.

- Y cuando ya no aguantaba, la hice que se levantara del suelo para lanzarla sobre el sofá y abrirla de patas, .. ¡Por Dios que caliente estaba!! ..pero otra vez intentó salir con sus pendejadas y trató de detenerme, así que ya de plano enfadado la aventé boca abajo sobre el sillón toda despatarrada, .. me acomodé de tras de ella y le hice que parara las nalgas, ..¡Uuff! ¡Qué trasero hermano, Señor culo!, están para meterlas a un concurso, de verdad te digo que son las mejores nalgas que he visto en mi vida, .. ¿tú sabes que a mí me vuelven locos los fundillos grandes?, pero créeme que jamás había visto algo igual.

- ¿Q-que fue lo que hiciste?.- dijo un perturbado Randy.

Y nuevamente ahí estaban sus comentarios viciosos..

- Créeme que me podría haber quedado allí viendo esos cachetes rosados por horas, ..pero estaba tan caliente que mi verga ya me dolía, .. aun así lo soporté, quería llevar acabo eso que me dijiste de los juguetes eróticos, .. Tome las bolas y que se las meto en el chocho, créeme que estaba tan mojada que se fueron solas, .. primero le empuje una ligeramente con dos dedos, ..ojalá hubieras visto y oído como gimió la muy puta, ..para cuando le metí los cinco su chocha ya se las tragaba sola.

- Yo se las hubiera metido por el culo.- dijo fanfarroneando.

- Si tal vez, pero es la diferencia entre tú y yo mi hermano. Le puse mi verga allí mismo con todo y bolas, ..quiso recular pero como te digo estaba más caliente que una braza, ..le di dos o tres empujones, ella respingaba suavecito, pero ya fue el colmo cuando la muy puta me volteo a ver y pidió que la ensartara toda, .. Entonces sí, le agarré las nalgas y empinándola más para que me presentara el culo, le clavé de una sola estocada toda la reata hasta el tope, .. ¡Mhm!, Que delicia!, ..parecía tan ajustado ahí dentro que no te creería que ya te la hubieras chingado ni mucho menos que tuviera un hijo.

Y ya para colmo y acabar con el poco cinismo del Jr., en modo más sarcástico concluyo:

- !Créeme Randy que si mañana se la metes no te va ni sentir, .. le dejé el chocho y el culo más jodido que el elástico de un calzón viejo ¡He he he!.. No me chinges Ray con tu pobre Madrinita, ..se ve que la pobre ya pedía una grande a gritos! ..

- Hasta mañana Ralph, .. veré si no se le ofrece nada a mi Padre.

- ¿Qué, no quieres escuchar el desenlace de la historia?, .. si el chocho lo tiene escocido no quiero ni imaginar lo que está sintiendo en el culo ¡He he he!..

- Me encantaría seguir escuchando el desenlace de tu historia pero te conozco Ralph, .. solo la mitad de lo que dices es cierto, .. mi Madrina estará tan fresca el día de mañana que en cuanto me levantaré iré a su recamara y le echaré el mañanero a tu favor, .. así que si pretendías humillarme aún más con tus palabras ahórratelas, .. como te digo mi Madrina hace lo que quiero y cuando quiero, me alegra que hayas disfrutado tanto pero ella es solo mía.

- Quien sabe Ray, .. quizás mañana cuando te levantes y vayas a la recamara de mi Madrinita te des cuenta de que ya no esté ahí, .. que te enteres que me ha llevado el desayuno a mi cabaña ¡He he he!..

- Mi Madrina no es para ti Ralph, si permití que estuviera contigo fue porque yo lo quise, .. y te darás cuenta que en cuanto le ordene que ya no se te acerque lo hará, ..no te emociones tanto.

Y cuando comenzó a despedirse y se acercó a la madera para tomar la prenda que hasta hace un rato cubriera la parte más íntima de mi Madre, al hacerlo Ralph se le adelantó y las sujetó firmemente y con tono de sorpresa y burla dijo:

- ¡He he he!.. No mi hermano estas son mías, ..digamos que es el recuerdo de la ficticia fiesta de mi amigo, ..además para que las quieres, no dices tú que a ti te espera con las piernas bien abiertas ¡He he he!..

- Vamos Ralph no seas pervertido, ..¿no me digas que ahora tienes fascinación con las prendas íntimas? ... Eso no va con tu categoría.- preguntó. 

A lo que él con más prepotencia contestó:

- No cuando se trata del regalo de la Madrina de un amigo, .. ella solita me las dio cuando se dio cuenta que había tenido la mejor follada de su vida. Hubieras visto como me pedía que le ayudara para venir acá, ..la pobre no podía ni caminar ¡He he he!.. Estas pantaletas son un recuerdo invaluable para mí, ..así que si las quieres dime que tienes que ofrecerme que me valga más?

Ahora el Jr. se estaba topando con la horna de su zapato, penas podía creer la sangre tan pesada del tipo que suponía ser su mejor amigo, entre los dos había una gran rivalidad que rosaba la línea más angosta, los dos eran unos ególatras, los dos competían por todo, por deporte, por mujeres, los dos eran tan pesados y arrogantes, ahora era donde Randy se arrepentía de haber entregado a su preciosa Madrina a sus brazos, era una carga que llevaría por el resto de su vida. Ralph seguro se lo haría recordar por siempre, en su particularidad de burla.

Ya si más me fui a dormir por ahora tranquilo, al menos esta noche dormiría con una breve sonrisa en el rostro, el tipo se estaba encargando de poner en su lugar al Jr., ¿pero ahora como encargarme de él? ..


Nota, por si al caso:

Si en algún momento de referirme a Ralph o a Don Mario o algún otro personaje que pretenda descubrir en mi relato, alguien siente que he sido ofensivo con la gente de tez oscura, quiero aclarar que muy lejos está mi intención de ofender, aclaro que únicamente estos relatos son para inducir al morbo no para denigrar o hacer un acto racista, para nada estoy de acuerdo con la diferencia entre razas, religiones o Países.. esto es con el fin de entretener y hacer el morbo, no para hacer actos racistas.

Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia

MI MADRE Mónica.......... Capitulo (51)
“Las inquietudes de Pedrito.”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com.