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martes, octubre 30, 2012

Capitulo (35)



© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (35)

‘‘La Promesa de Don Mario, ..Mi Madre es su mascota.’’


El camino fue tan largo y la espera también, más de 800 km para regresar a casa. Mi Tío Carlos en el volante y mi Tía Cesy de copiloto, Mamá dormitaba a mi lado y yo, ahogado entre mis pensamientos y dudas, el recuerdo viviente de mi Madre siendo penetrada por aquel par de malditos había evidenciado el rotundo cambio en nuestra vida. Mi Mami no sólo había perdido la cordura con aquel sucio camionero y con aquel desgraciado vaquero, si no que también su intachable imagen de la decencia y la pulcritud, lo que antes creía que lo hacía por los chantajes ahora no me quedaba duda de que en verdad así ya era ella, aunque no queriendo aceptar, esta mujer que yacía a mi lado con su cara angelical y su cuerpo de diosa, pero que por dentro era un volcán en espera para erupcionar en cualquier momento, tan sólo bastaba con acorralarla para sacar su verdadera naturaleza, su verdadero ser. Aunque me doliera y me negara en aceptarlo, mi Mami, la que creí siempre perfecta y la mejor imagen de pureza y de amor, no era más que una Zorra en la bella envoltura de mi Madre.

Llegamos a nuestra ciudad ¡Ufff!!.. por fin. Día y medio en la carretera no era cualquier cosa. Antes de dirigirnos a la casa llevamos a mis Tíos a la suya, recordaran que ellos se vinieron con nosotros en la camioneta. Todos estábamos cansados y agotados, Mamá se la había pasado dormida el mayor tiempo en el camino, quizás recuperando su cuerpo de la doble porrisa que había recibido estos ultimos días. Por mi parte, al fin pensaba en descansar, quizás liberarme un poco de aquellas turbias imagenes que me topaban la mente hasta hacerme perder la realidad y la persuasión de las cosas. En ocasiones creía que todo era un sueño, que no era real, que en cualquier momento podía despertar y nuevamente me encontraría con la linda, correcta e intachable Mónica de Tapia que yo tanto admiraba y quería, pero enseguida todo aquello volvía a comenzar, al ver la vieja y marrona corpulencia de Don Mario afuera de su cochina caseta, que con unos ojos deslumbrantes y una gran sonrisa en el rostro veía con gran anhelo cómo nuestra camioneta se acercaba.

El desgraciado mastodonte se paró a media calle para detener la camioneta. Mi Mami se puso muy nerviosa, ella sabía que ese desgraciado disfrutaba poniendola en aprietos junto a mi, y él a su vez le encantaba humillarme restregandome en la cara que se estaba comiendo el cuerpo de mi Mami y yo no podía hacer nada por evitarlo. Mamá bajó su ventanilla nerviosa y espero para escuchar lo que pudiera comentarle el viejo:

-‘‘¡Que alegría volve'la a ve' Güerita!, ..¿sabe? esta Colonia no e' igual sin uste' ¡Je, je, je!..’’

-‘‘Mu, muchas gracias, Don Mario, ..¿me cuido mi casita? ..’’

-‘‘Claro que si Mamaita, ..su casita esta sana y salva, tal y cómo uste' la dejó ’’.

-‘‘Muchas gracias, Don Mario ..bueno, vamos a llegar. Venimos muy cansados de tanto viaje ’’.

-‘‘Pase uste' Mamaita, de'canse, ..mañana iré a da'le un retoque a su jardín. Y a visita' a mi mascotica ’’. Y se rió misteriosamente.

-‘‘¿Eh?, si ..este, luego nos vemos Don Mario, estamos muy agotados ’’.

¡Maldito viejo desgraciado!!, todavía ni llegabamos a la casa y este infeliz ya estaba pensando en montarla. Mamá aceleró la camioneta bastante nerviosa y entramos al fraccionamiento privado. La verdad que pensaba que todo esto nunca iba a terminar, si no era Fernando era Antonio, si no era Antonio era otro desgraciado que buscaba las nalgas de mi Mami a cómo fuera lugar, y lo pero aún, si no era ninguno de ellos era mi Madre la que cómo loca buscaba una verga que meterse entre las piernas.¿Cuando se iba a terminar esta horrible pesadilla?. Talvez hubiera preferido que Fernando me hubiera enviado lejos, así jamás hubiera visto la transformación de mi Madre, de ser ella la Esposa perfecta para terminar siendo una Puta sin remedio.

Entramos a la casa derechito a nuestras respectivas recamaras, veníamos muertos, Mamá cómo automata se fue directo a la ducha y yo a tirarme de pansa sobre mi cama. Tenía la espalda deshecha de tan largo viaje, además de que aún sentía humedecidos mis calsoncillos despues de haberme venido en ellos al estar disfrutando del aroma intimo de la entrepierna de mi Mami. Estaba a punto de abrir mis cajones para sacar unos calsoncillos limpios cuando al acercame a mi comoda noté un pedazo de papel con unas letras horribles y con unas muy clara faltas de ortografía que evidenciaba que quién fuera que lo halla escrito no tenía la finta de haber terminado si quiera la primaria. La nota no era ni más ni menos que del desgraciado Cubano, que aprovechando que habíamos salido se había metido a nuestra casa para sabrá los dioses para qué hacer. La nota decía esto, con faltas de ortografía y todo:

‘‘Pedrito, e Bisto tu Bideo y me guto Mucho. creo que me beo mui bien cómo actor porno, ..se que Estubiste en el close Cuando me coji a tu mami, lla Espero la llegada de Ella para poder Cogermela de nuebo. cuando leas esto quiero que Bengas a mi casteta para decirte algo.

Te espero don MARio FlOres’’.

Me quedé pasmado al leer las horribles faltas de ortografia en tan corto texto, ¡Este desgraciado jamás en su vida había pisado una escuela!, esto me hacía sentir más humillado, ¿cómo era posible que un analfabeta cómo ese sujeto pretendiera venir a montarse a mi arrogante Madre cuando se le diera la gana?, pero al analizar sus horribles palabras caí en cuenta que tal vez podría convencerlo de que la dejara tranquila y que se largara de nuestra vida por completo, yo ya no hallaba cómo deshacerme de ese viejo. Asi que armandome de valor y despues de una ducha rápida me dirigí hacía su cochina caseta para saber que era lo que pretendía esta vez ese cochino Cubano.

Al acercarme me dí cuenta que estaba dormido, el desgraciado estaba en su silla con sus patotas sobre una mesa, estaba roncando y con una revista de autos sobre su rostro. Pensé en largarme y después volver, pero recordé que el viejo tenía el video que había grabado con mi camara, sin pensarlo mucho, busqué con sigilo entre sus cajones para buscar mi casette, si lo conseguía ahora si que lo tendría en mis manos, pero al abrir un par de cajones un maldito gato me asustó saliendo de no sé dónde, poniendome en evidencia con ese viejo.

-‘‘¡Que, que! ..¿quién anda ahí? ..Ere' tú escuincle ¡Je, je, je!.. le'ite mi reca'o ’’.

-‘‘¿Pa, para qué me quiere?, ..¿qué es lo que quiere de mi? ..’’

-‘‘No te asuste' chico, sólo quería felicita' por tu magnifico videos ¡Je, je, je!.. Tal ve' podriamo' hacel negocio tú y yo chico, ..tú grabando y yo dandole melocón a todas las viejas ricachonas de aqui ¡Je, je, je!.. ¡Haríamo' una fortuna, chico! ’’.

-‘‘¿Sólo para eso me quería? ’’. Le respondi bastante molesto por la estupidez que me estaba proponiendo.

-‘‘Claro que no chico, habe' dime, ..¿te ha gusta'o lo que vi'te en la recamara de tu Madre? ’’.

-‘‘¡No!, ..no sé de que me habla, ..yo, yo no estuve ahí ’’.

-‘‘¡Je, je, je!.. No me crea tan estúpido, chico ..a poco tú cree' que no te vi ahí, bien escondido en el close' de tu Mami, mientras yo le llenaba la cola con mi banano Cubano ¡Je, je, je!..’’

-‘‘¡Deje ya en paz a mi Mami!, porqué....’’

-‘‘¿Polque qué?, ..qué me va a hace' un chiquillo puñeta que se calienta al ve' cómo le llenan el fundillo a su Madre ¡Je, je, je!..’’

El desgraciado me tenía amaniatado, no sabía que hacer, cómo chantajearlo, me tenía en sus manos. Hasta no tener una forma de doblegarlo me tenía que someter. Con el rostro derrotado me doblegé buscando el suelo, el desgraciado tenía razón, era un pervertido, me excitaba muchísimo ver cómo un tipo asqueroso cómo él, le daba duro a mi Madre por la cola.

-‘‘¿Que, que es lo que quiere? ..’’

-‘‘¡Je, je, je!.. Asi me gu'ta escuincle, ..poltate bien cómo hasta ahora y la vamo' a pasa' muy bien ¡Je, je!.. Te he mandado llamal polque necesito otro video, ..uno completico, uno pelfecto. No todos los día puedo dale caña a una Señorona cómo lo es tu Madre, ..¿sabe'? así cuando este más viejo les enseñaré a mis nietos cómo era su abuelo de Cabrón. ¡Je, je, je!..’’

-‘‘¿¡Quiere que lo grabé mientras se jode a mi Mami!? ..’’ Le pregunté incredulo.

-‘‘¡Je, je, je!.. No vas a batallal mucho, chiquillo, ..si alegüas se nota que te encanta ve'le el fundillo a tu Madre. Y má si le meto todo mi gran embutido Cubano ¡Je, je!..’’ Volvia a mofarse de mí, agarrandose su tremendo paquete.

-‘‘No puedo, voy a la escuela ..’’

-‘‘Eso no te impidio para metelte en la recamara de tu Madre el otro día ¡Je, je, je!.. Pero haremo' un trató, ..lo haremo' e'te sábado. Así tendrás un poco má' de tiempo para busca' un pretexto de deci'le a tu Mamita que te irás de tu casa, ..ya que deseo da'le caña toooodo el día. ¡Je, je, je!.. Ya velás que bien no la vamo' a pasa'..’’

-‘‘¿Y si no quiero? ..’’ Le pregunté enfrentendolo. ( Aunque por dentro casi me miaba de miedo ).

-‘‘No me impolta si lo quiere' o no, ..hazlo. Si no, ..tu Mami se dará cuenta de los pasatiempo' de su querido querubi ¡Je, je, je!..’’

El desgraciado me tenía de los güevos, él sabía que con eso me callaba la boca enseguida. Lo pensé en unos instantes y le respondí que lo haría, pero que quería mis videos de regreso.

-‘‘No, no, no mocoso, ..eso' videos son para mi colecciong. Tú sólo busca un pretexto con tu Madre ¡Je, je!.. Y tu pasatiempo estará a salvo comigo ¡Je, je, je!..’’

¡Maldito viejo asqueroso!, no había logrado nada, al contrario, ahora le serviría a ese viejo infeliz de camarografo mientras se montaba a mi Madre. Ya no sabía que hacer, estaba desesperado, ocupaba algo para borrar a ese Cubano de nuestras vidas. Regresé a la casa más confundido todavía, no podía darme el lujo de grabar a mi Madre y darle la grabación a ese viejo que sabrá los dioses para que lo querría. Confundido me fuí a la cama, estaba muy cansado y además tenía ya varios días sin ir a la escuela, mi cabeza era un caos y apenas era miercoles, la semana se me haría muy corta y tenía que ponerme al corriente de todo. Cerré los ojos y me dispuse a dormir, pidiendole a los dioses que el día de mañana todo fuera distinto.

.....

Al otro dia con mi cabecita hecha un caos por lo que me había dicho el viejo, rememorando todo aquello de los videos, recordé el preciado videito que había grabado de aquel desgraciado vaquero en complicidad con aquel anti-etico veterinario con aquella sustancia que le habían suministrado involuntariamente a mi Madre y a mi Tía, y claro tambien aquella desconocida tal Rosa que había sido al igual que mis mujeres victima de ese par de desgraciados. Recordando todo eso me llené de rabía y de coraje, no sólo por lo que les habían hecho a ellas, si no por las ventajosas y maliciosas intenciones con las que pretendían chantajear a mi Madre y al Abuelo si no hacía algo. Por lo que bastante molesto busqué por internet la comandancia de policía del pueblo de mis Abuelos. Una vez encontrado el nombre del jefe de policias y su correo, me decidí por enviarle aquella evidencía que tenía en mi poder, como recordarán, en el video que había grabado sobre aquel deposito de basura estaba la confesion de ese par de miserables, en el estaba con sus propias descripciones como le habían suministrado a la pobre tal Rosita para violarla. Ahora solo faltaba saber si el Comandante de la Policia del pueblo actuaba con ese par de aprovechados.

Asi que con un correo anónimo y redactandole sobre el asunto al Comandante, le dí enviar al correo adjunto con el video de la confesión, ahora esperaba que ese maldito vaquero y su complice tuvieran su merecido. Por otro lado las palabras del viejo de que me fuera de la casa porque le quería dar caña todo el dia me tenian muy perturbado. ¿Ahora que intenciones malvadas tenía ese desgraciado contra mi Mami, no lo sabía, ahora solo tenía que esperar.

Pasó el Jueves y llegó el viernes, la desesperación y el nerviosísmo me estaban matando, estaba muy estresado, tenía mucha tarea que hacer para ponerme al corriente y además pensar en un pretexto para decirle a mi Madre que no estaría el día del sábado. Este viernes Mamá se había puesto radiante, tenía una salida con sus amigas, estaba hermosísima, traía un oscuro y corto vestido de cocktail, confeccionado en terciopelo negro que se le ceñía ajustadamente a todo su hermoso cuerpo y se mantenía en su sitio por unas delgadas tiras que arrancaban desde la parte baja de su espalda, subían hasta sus hombros para luego descender por el frente hasta terminar muy pegadas a sus axilas a casi un costado de su busto, dejando así, a la vista, la mayor parte de su espalda y una considerable porción de sus pechos, apenas modestamente cubiertos dentro de las copas del mismo, aunque lo que si es de destacar es que dadas las proporciones de sus senos y la disposición de los tirantes de la prenda, estos tentadoramente se mecían con cada movimiento que ella hacía y a cada paso que daba, parecían estar próximos a escapar de sus acogedoras copas.

Además de aquella parte de su atuendo, ella llevaba bajo el vestido unas medias oscuras, ( Que conociendola cómo yo la conosco seguramente eran medias y portaligas en lugar de pantymedias, que la hacía lucir especialmente sexy ) Calzaba unos zapatos de tacón no muy alto pues en esta ocasión no quería lucir más alta que sus amigas, según ella dijo. Y para rematar su imagen llevaba aquellos aretes de perlas que acentuaban su ostentosa pero elegante presentación y la hacía lucir radiante y sensual aquella noche.

-‘‘¿Mamá, a dónde vas? ’’. Le increpé cuando la ví bajar por las escaleras.

-‘‘¡Ay!, ¿porqué me ves a así?, ..solo voy a una cena con Bety, quiere tomarse unas copas y pláticar un ratito ’’.

-‘‘Te quería decir que mañana no voy a estar todo el día aqui, ..ya que tengo mucha tarea pendiente y tal vez llegé hasta muy tarde ’’.

-‘‘Muy bien mi amor, ..me encanta que seas tan responsable, ¿quieres que te lleve a un lugar? ’’.

-‘‘No, Má ..sólo quería avisarte por si no te veía mañana ’’.

-‘‘Muy bien cariño, ..ahora me voy, voy tarde y Bety ya debe de estar desesperada ’’.

-‘‘Bien, Má ..cuidate mucho ’’. Le dije sabiendo lo que pasaría el día de mañana.

-‘‘Grasias mi amor, ..otra cosa cariño, tiras las basura antes de que te vayas a dormir y cierras todo cariño. Yo regresaré más tarde ’’.

-‘‘Si, Má ..no te preocupes ’’.

Despedí a mi Madre y me fuí a la cocina a comer algo, el día de mañana tenía pensado salir temprano, después regresaría y entraría por la ventana para grabarlo todo, más o menos lo que hice aquella vez con el Tito y el Borre, prepararía la ventana por donde entrar y después pensaría en cómo impedir que el desgraciado me quitara el video. Antes de ir a revisar las camaras para tenerlas listas, recordé lo que me había mandado hacer Mamá, así que salí de la casa con las bolsa de basura en mano. No sé que me dio por voltear a la entrada del fraccionamiento, y lo que ví me dejó petrificado por un momento. Una extraña sensación me recorrió todo el cuerpo al ver la camioneta de mi Madre estacionada en la caseta del viejo desgraciado. Como automata salí corriendo hacía aquella mugrosa caseta para ver lo que sucedía ahí dentro, el corazón me latía a mil por hora, en mi mente ya me imaginaba las cochinas escenas de mi Madre y el Cubano revolcandose cómo locos.

Corrí más rapido que un velocista de 100 metros y cuando me di cuenta ya estaba en la caseta, mi nerviosísmo era más que evidente, me temblaban las manos, estaba ansioso por ver lo que sucedía ahí dentro. Con gran cigilo le di la vuelta y me situe arriba de una caja de basura para lograr ver a travez de una ventanilla que se encontraba en la parte alta de la caseta, y así de puntitas logré distinguir las dos figuras que se encontraban ahí dentro. Mi Madre estaba repegada hacía la pared mientras el viejo la tenía sujeta de las manos por encima de su cabeza, ella volteaba hacía un lado mientras el viejo la olfateaba por todos lados. El desgraciado al parecer le había quitado las llaves de la camioneta y se aprovechaba de ello para tenerla ahí sometida a sus caprichos.

-‘‘Que rico huele mi Perrita, ..sabe', estoy empalma'o desde que te imagino con el rabito que te compré. Dime una cosa, ..¿lo trae' puesto Mamaita? ’’.

-‘‘No cómo cree, ..ya le dije, voy con una amiga a una cena, por favor dejeme ir ’’.

-‘‘¿A una cena?, ..no me ha' pedido pelmiso Perrita. Sabe', una cachorrita cómo tú, debe de pedil pelmiso a su Amo, ..¿o me equivoco preciosa? ’’.

Mamá cerró los ojos, respiró profundamente y con la cara completamente ruborisada respondio:

-‘‘Amo, me dejaría usted ir a una cena especial con una de mis amigas ’’. Me quedé sorprendido.

-‘‘Ay, mi pobre mascotica, ..si fuera otro Amo, te castigaría por no anda' con tu rabo ahorita mismo, pero por se' primeriza en esta ocasiong te lo voy a deja' pasa'. Anda, vé con tu amiguita a tu cena de riquillas que tanto te gu'ta, ..pero una cosita si te digo Perrita, mañana no seré tan complaciente ’’.

Pero justo cuando el viejo la notó un tanto inquieta y lista para salir de la caseta con todas sus cosas en cuanto le diera las laves de la camioneta, pudiendo así regresar a la seguridad que le daba volver a subir a su vehiculo, decidió que aún tenía tiempo para intentar algo que siempre había querido probar en ese cochino lugar pero que ninguna de sus ‘‘amantes casadas’’ le había permitido hacer, aunque a él le parecía que podría ser divertido. Se alejó lentamente de ella pero sin darle las llaves todavía, y suavemente le comentó que aún tenían tiempo para que ella pudiera presentar sus respetos y despedirse apropiadamente de su nuevo Amo, mientras que le hablaba y se regocijaba con la cara de gran confusión que se formó en el rostro de mi Mami. El viejo soltaba de entre las manos de mi Madre, su bolso de diseñador que ella sujetaba y se apresuró a colocarlo en el suelo, junto a la silla dónde rápidamente se vino a dejar caer.

-‘‘Creo que todavia no va' a necesita' esto, Perrita ¡Je, je, je!..’’

Luego de mirarla por un instante y regozijarse por la cara de confusión de mi Madre, en ese momento el viejo dibujaba una malvada pero divertida sonrisa, la hizo acercarse hasta dónde él estaba sentado hasta hacerla quedar parada delante de él, mientras que expectante y un tanto nerviosa, Mamá esperaba por su siguiente indicación. Finalmente cuando decidió que ya el nerviosísmo de su ‘‘Perrita’’ cómo él le decía ya era más que evidente por salir de ese lugar, el viejo se acomodó nuevamente sobre la silla al mismo tiempo en que sin darle tiempo para reaccionar, aplicando firmemente sus enormes y morenas manos sobre los hombros de mi Madre, la hizo descender hasta quedar arrodillada justo frente a él.

Entonces, por si quedaba alguna duda o que la ingenua cabezita de mi Mamá aún no pudiera imaginar sobre las sucias intenciones de aquel sujeto, ahora no podía intentar aparentar no saber cuál era su siguiente indicación y lo que se esperaba de ella atendiendo claramente las necesidades y urgencias de su ‘‘Amo’’. Y más claro no podían resultar sus mañosas intenciones al momento en que tomando una de las delicadas manos de su ‘‘mascota’’, la guió hacia el cierre de su pantalón y soltándola esperó por su reacción.

-‘‘Pe, pero Don Mario, ..no pretenderá ahora que yo..’’

-‘‘¡TShhh! ...’’

Mamá simplemente entendió lo que su ‘‘dueño’’ quería y aceptándolo cómo una orden, tomó entre la punta de sus bien cuidadas uñas el broche de su cierre para abrirle los pantalones y comenzar a juguetear sobre la cochina trusa del viejo con delicados manoseos y caricias que conseguían poco a poco endurecer el descomunal miembro viril que permanecía atrapado dentro de la cochina prenda.

Instantes más tarde y suponiendo que lo que Don Mario buscaba era un simple manoseó y que le masturbara su embravecido palo masculino, decidió hurgar dentro sus calzoncillos para extraerlo y poniéndolo al aire libre prodigarle algunas gratas caricias. Pero nunca supuso ni tuvo tiempo para reaccionar cuando no dejándole escape alguno, Don Mario agarró con sus dedos alguno de sus mechones rubios entre los dedos y sin mayor miramiento la atrajo hacía la punta de su miembro, mientras le decía:

-‘‘Ante' de que vaya' a cená con tus amigas ricachonas, tomate tu aperitivo, ..Perrita ’’.

Mamá se quedó aturdida ante la inesperada rudeza y el mañoso comentario proveniente del viejo con quién no obstante apenas haber conocido unas cuantas semanas atrás, en una ocasión al invitarlo a la casa había pasado de ser un total desconocido hasta permitirle que la jodiera en la sala de su propia casa, dónde había aceptado prodigarle sus caricias más intimas de intachable Señora casada para mostrarle todos los encantos que desde el día de su matrimonio y hasta la desafortunda enfermedad de su Esposo habían sido únicamente reservados para él.

Sin embargo todo esto había ocurrido después de la absurda submisión de mi Madre de dejarse usar como mascota, desde aquella extraña noche, dónde que después de verlo jodiendose a mi tan hermosa amada y dueña de mis dulces sueños, ‘‘Yuli’’ además, el viejo pervertido había tenido la osadia de invitarme a servirle de voyeur para incrementar su pervertido gozo, para que sumándose así a su irresistible afrodisíaco de la soberbia y vigor que brotaban de aquel viejo, que lenta pero inexorablemente mi Mami resultara intoxicada por completo con su poder y dominio, de pronto y sin ella habérselo propuesto, de manera definitiva había logrado su devastador objetivo de dominar a mi Madre a su antojo y tenerla ahí incada frente a él dispuesta a todo.

-‘‘Asi mi Perrita ¡Ooohhhh!!, ..tomate tu lechita y llevale' entre tus labio' a todas tus amiguitas ¡Je, je!..’’

Ocasionando en ella una forzada sonrisa, mientras que buscando con su mirada, encontraba los ojos de su ‘‘Amo’’ un poco más arriba de dónde ella se situaba hincada, mientras que él aferrado a su mechón de cabello empezaba el ritmo de la felación obligandola a permanecer en el suelo ensuciando su impecable vestido de diseñador y alborotando su lindo peinado que con mucho trabajo y varios minutos de esfuerzo había mantenido perfecto.

-‘‘¡Esfuerzate má Perra!, ..no crea que polqué anda muy fifirufa, yo voy a permití que no me la chupe' cómo se debe ’’.

De pronto cómo si hubiera sido una fuerte bofetada a su mejilla venía aquel obsceno comentario y el casi doloroso jalón de cabellos con que la pretendía forzar a llevar a cabo aquel vergonzoso acto sin la menor consideración por su dignidad. Por lo que Mamá en su inmediata reacción fue la de cerrar sus labios e intentar apartarse del tremendo falo que se erguía orgulloso y candente apenas unos centímetros de su rostro.

-‘‘¡Abre lo maldito labios Perra!, ..si no, te dejaré amarrada aqui para que aprenda' tu nuevas obligacione' ’’. Tronó el infame reclamo.

El desgraciado sin darle oportunidad a mi Madre de decir algo, alargó su mano hacía uno de los cajones de su escritorio para sacar una especie de collar de piel color negro, algo parecido a un collar de perro, ¡es más, estoy seguro que era para un perro!. No se que intentaba ese desgraciado pero sin duda que no era algo bueno. Sacó el collar y una especie de diadema muy extraña para el pelo. Mi Mamá se quedó muy pensativa pero no se atrevia a separarse de ese garrote para no ser nuevamente reprendida, así que permaneció ahí sin moverse lamiendo la cabeza de ese portentoso falo.

-‘‘¡Pon tu boca en mi palo y mámalo hasta que me seque' lo güevos!, ..¡que si no te lo traga todo, te voy a llenar toda la carita y voy a chorrear sobre tu lindo vestido! ’’. Continuó su inmoral ataque verbal ahora más exaltado.

-‘‘¡Noghh!! ..¡Pegg.. don, Agho! ’’.

-‘‘¡Bien!, ponte esto, ..una buena Perra debe de estal linda para su dueño ¡Je, je, je!..’’ Mamá sólo pudo fijarse en la mano del que ahora fingia cómo su Amo, dónde reposaba el collar, su collar de Perra.

Mamá se despegó de ese falo para ver los artilugios que cargaba el maldito, cómo les había mencionado uno de ellos en definitiva era una collar para una mascota. Mi Mami al ver que se lo daba dudo un momento en cambiar su carísimo collar de perlas por esa herramienta de sujección, pero al ver la fria mirada del viejo no lo pensó, con resignación se llevó sus manos a la nuca para desabrochar su fino adorno de su cuello para intercambiarlo por uno para perros. La cara de Mamá era un poema, la finisíma Señora Tapia se colocaría un collar para perros en su largo y delicado cuello. Mamá estaba tan ruborizada, pero no hacía nada por impedirlo, es más, me pareció ver que lo estaba disfrutando. Una hermosa Dama cómo lo era mi Madre se estaba dejando humillar por un sucio Portero y ¡parecía cómo si le estuviera agradando! Esto era una pesadilla nuevamente para mí, no entendía ese lado sumiso de mi Madre, ella una mujer arrogante y altanera no podía permitir esa vejación.

Él la llevó hasta la mesa y con voz firme ordenó.

-‘‘De rodillas ’’.

Mi Mami obedeció notando cómo cada músculo de su cuerpo se tensaba y temblaba a la vez. El viejo se colocó detrás de ella y recogiendo su cabello se lo colocó, enganchándolo por la parte de atrás. Mamá notó cómo pasaba algo por su cuello y entonces supo que por fin le colocaría su nuevo collar.

-‘‘¿Acepta se' mi Perrita sumisa? ’’.

Mamá lo miró desde abajo con los ojos brillosos y respirando agitadamente.

-‘‘Sí ...’’ Respondió.

-‘‘¿Sí… qué? ’’. Preguntó con autoridad.

-‘‘Sí Amo ’’.

-‘‘¿Aceptas obedece'me en todo? ’’.

-‘‘Sí Amo ’’.

-‘‘Bien, ..es un gran collá de Perrita, ¡Je je je!.. Pero ¿las Perras van vestidas o desnudas? ’’. Dijo abrochando el collar.

Mamá lo pensó por unos segundos. No lo podía creer, el desgraciado pretendía desnudarla apesar de que mi Mami había tardado horas en arreglarse.

-‘‘... Desnudas Amo ’’.

-‘‘Pues ya sabe lo que tiene que hace' ’’.

Mamá comenzó a quitarse la ropa aún un poco nerviosa. Le temblaban las manos y aunque él ya la había visto desnuda en esta ocasión no estaba en casa, ¡estaba en la sucia caseta del viejo!

-‘‘No, no te desnudé, ..pero ya sabe como debe de está para tu Amo ’’.

-‘‘Si, si Amo ’’.

-‘‘Te queda muy bien el collá, ..¿quieres verlo? ’’.

-‘‘Sí Amo ’’.

Entonces el viejo, la sujetó con fuerza por el pelo sin importarle despeinarla, la arrastró a cuatro patas por la caseta sin importarle arruinarle su carisimo vestido de diseñador, hasta pararla delante de un pequeño espejo donde seguro se peinaba y se rasuraba. Le levantó la cabeza hacia su cara y al momento la giró hacia el espejo. Mamá se vio el collar y le pareció muy humillante viéndolo en su cuello, ni grande ni pequeño, en su justa medida. Era increible ver a mi flamante Madre así, y verse ella misma en esa situación era increible, yo por la red había visto eso antes en fotos, pero no era lo mismo ver a tu Madre vestida con él y con la mano de su ‘‘Dueño’’ sujetando su pelo con fuerza manejando su cabeza a su antojo.

-‘‘¡Je, je, je!.. Ya vé, que linda mi Perrita, ..ahora ponte esto ’’.

Esto estaba de humillación tras humillación para mi Madre, el desgraciado no sé de dónde había sacado esas cosas. Le entregó a mi Madre una diadema con una especie de orejas que simulaban las de un animal, las debió de comprar en una tienda de disfrases porque esas cosas no son muy comunes. ¡El desgraciado quería disfrazar a mi Mami en una verdadera mascota! Ya le había regalado una cola, después el collar y ahora las orejas, ¿que pensaba hacerle después?, ¡vacunarla contra la rabia! Claro que la iba a vacunar, pero no precisamente contra la rabia, ni le inyectaría un antirrabico, le inyectaría una suspención de leche agria, y por la cola.

Volvió a llevarla a cuatro patas hasta la posición de la silla y la colocó de nuevo de rodillas. Se sentó frente a ella. Acarició su cabeza con cariño y volvió a ordenar.

-‘‘Ahora si mi Perrita, ..tomate tu mamila, o si no, mancharé to'a tu linda carita y esas enorme' tetas con mi leche, para luego limpialme la verga con tu lindo vestidito y velte salí en busca de tu amiguitas ricas, que seguramente ya te estarán esperando; para que así puedan dalse cuenta la clase de cochina que tiene cómo amiga, ..que no sabe ni siquiera tomá un solbo de leche sin embarrá toda la cara y sus lindaas ropitas ’’.

Imposibilitada de apartarse o hacer nada más que recibirlo entre de sus labios; Mamá sintió el jalón del viejo sobre su nuevo collar que en ese instante entendió su verdadero fin. Justo al momento en que abriendo cuanto pudo la boca, lo recibía dentro de su cabidad y en medio de sus aterciopelados labios, que de inmediato se cerraron alrededor de la circunferencia de la cabeza del falo. Aún cuando le resultaba un tanto incomodo acomodar toda aquella magnitud de órgano y un poco difícil de mantener dentro de su húmeda y cálida oquedad, Mamá lo engulló por completo sin rechazar un pequeño pedazo.

Pero para ella, aquella dificultad de satisfacer oralmente y adaptarse a la envergadura de semejante trozo de carne dentro de su boca; resultaba mejor que permanecer amarrada cómo su ‘‘Amo’’ ya le había mencionado con previo aviso; quizás reconocerle a su ‘‘dueño’’ las extrañas sensaciones que estaba experimentando por sentirse una mascota o ser terriblemente humillada con esos artilujios, o peor aún, salir de la caseta al rencuentro de sus amigas con toda la cara, senos y escote del vestido manchados, cubiertos con la blanca, pesada y pegajosa sustancia que su ‘‘Amo’’ pretendía dispararle aquemarropa.

Cuando finalmente Mamá pudo arreglárselas para engullir casi la mitad de aquella grotesca estaca que profanaba sus carnosos labios, de pronto el sonar de un claxón fuera de la caseta les avisaba que la camioneta estaba mal estacionada y que uno de los vecinos intentaba entrar al fraccionamiento, que al mismo instante dentro de esta, el desgraciado Portero se agitaba furiosamente y explotaba dentro de la boquita de mi Mamita. Por lo que ella, en cuanto alcanzó a sentir la primera descarga de semen que inundaba su boca, apretó más fuertemente sus labios, sellando perfectamente cualquier resquicio que pudiera escapar y corrersele por su fino vestido y dejar un resquicio de alguna prueba que la pudiera delatar. Sintiendo así cómo una oleada tras otra de aquel torrente colmaba hasta el tope su boca, haciéndola casi atragantarse al intentar contener aquel liquido sin derramarse fuera de sus labios. Hasta que finalmente los espasmos del viejo cesaron y solamente algunas gotas más salieron al encuentro de su lengua.

-‘‘¡OOOOOHHHH!!!! Bebetelo to'o mi Perraaaa ¡OOOOHHHH!!!, ..y llevale a tus amiguitas ricachonas un poco de leche, para que prueben el sabol de tu Amo ’’.

-‘‘¡Mupppsss!! ...¡gloggsss!! ¡Gluggss!! ’’.

De inmediato el estomago de mi Mami comenzó a darle síntomas de nauseas debido a la inusual descarga recibida, que se convertía en la primera muestra de semen que recibía para degustar, pues aunque para ella esta no era su primera felación; nunca antes había aceptado que eyacularan dentro de su boca y menos tenido que tragarse toda la sustancia. Por lo que sintiendo el comienzo de un asco formarse en su interior, se esforzaba por contenerlo, mientras se preguntaba si sería capaz de aguantarlo y soportar el resto del grueso y resbaloso liquido ingerido y no arrojarlo sobre su escote o sobre los pantalones de su ‘‘dueño’’.

-‘‘Limpialo buen Perrita, ..dejamelo reluciente ¡Je, je, je!..’’

Sin importarles aún que el embravecido vecino sonara y sonara su claxón, Mamá todavía con el falo en la boca, por fin dejó de succionar para desacoplar el glande de su ‘‘dueño’’, liberándo por completo el reluciente miembro que se encontraba bañado en su saliva al salir de la prisión de sus tiernos y húmedos labios.

Un minuto más tarde, Mamá se reincorporaba del suelo apurada por el repetitivo sonido de aquella bocina que los apresuraban a terminar lo que fuera que estuvieran haciendo ahí dentro, sin imaginarse el enfurecido vecino que el desgraciado Portero había usado a la bellísima Señora Tapia cómo preservativo para lanzar su espeso liquido y depositarlo dentro de sus carnosos labios. Ya cuando el cochino Portero se disponían a salir y enfrentar al embravecido vecino, él se les adelantó, bajandose del vehiculo para ir a tocarles la puerta. Mamá se exaltó demasiado, ya que enseguida razonó lo que pudiera pensar su vecino si la viera ahí, sola y en ese cochino lugar, encerrada con ese viejo y solitario cubano a esas horas de la noche. Y antes de que mi Mamá pudiera reaccionar y tratar de esconder su silueta para no llegar a ser vista dentro de esa caseta, el desgraciado viejo se adelantó y abriendo la puerta de par en par enfrentó a la persona que había estado molestando en su asunto con mi Madre.

-‘‘¡Don Mario!, ..llevo más de 15 minutos sonandole para que salga. Tengo mucha prisa de llegar a casa y usted que no me abre la compuerta. ¿Pues que tanto hace? ’’.

El embravecido vecino no era ni más ni menos que la peor pesadilla de mi Madre, Mati, su archienemiga de la cuadra, la mujer que siempre la envidiaba y trataba de arremedarla en todo, ya sea comprandose la misma ropa o copiandole los peinados y tintes. Entre ellas dos siempre hubo disputa en todo, de quién tenía la mejor casa, la mejor camioneta, hasta el mejor hijo, cosa que a mi no me agradaba en lo más mínimo ya que siempre nos andaban comparando.  

Mamá sintió que la sangre se le iba hasta los tobillos al ver en el marco de la puerta la figura de quién se trataba. Y apuesto que su vecina también, ya que su ‘‘querida’’ vecina se quedó igual de paralizada al verla ahí dentro, jamás Mati se hubiera imaginado encontrar a mi Madre encerrada con ese viejo.

-‘‘Pe, perdón Don Mario, ..no sabía que estuviera tan ocupado ’’. Dijo Mati amarrando lazos en su cabeza.

-‘‘Para na'a Seño' Mati, ..ya nos desocupamo', estabamo'... eh.. la Seño' Tapia, venía a propone' un trabajo con su jardín ¡Je, je, je!.. Lo que pasa esque ya lo tiene muy desalinia'o ¡Je, je!..’’

Mamá no conseguía a decir palabra alguna y únicamente deseaba que ya se acabara aquella incomodísima situación producida por aquel desgraciado viejo que al parecer gozaba al decir todos aquellos comentarios de doble sentido que seguramente causarían segundos pensamientos más tarde en la cabeza de su ‘‘querida’’ vecina.

-‘‘Bien, pues no les quito más su tiempo, ..estoy segura que todavia tiene cosas que comentar, y que beber por lo que veo. Mónica bonito collar. Don Mario, ..¿pueden levantar la barricada? ’’. Les dijo Mati, refiriendose principalmente al brumo de lefa que se había vuelto caprichoso a ser digerido por la lengua de mi Madre.

En eso se encontraba Mamá, tratando de soportar la terrible humillación al haber sido descubierta por su peor enemiga en ese estado tan deprorable y lo peor aún, que Mati, su archienemiga de toda la vida hubiera tenido la desdicha para ella, de haber observado la evidencia de tan impudico acto que, aunque no era de tan todo claro, serviria cómo un motivo para hablar de ella por toda la Colonia. La cabeza de Mamá repasaba todos los acontesimientos que pudieran ocurrir desde ese momento, si su ‘‘queridísima’’ vecina abria la boca, que desde luego que lo iba a hacer, llegando y aceptando la conclusión de que su reputación iba a estar en duda en toda la Colonia de aqui en adelante.

Hasta ese momento mi Madre se había quedando inmovil, quizás cavilando por sus acontesidos actos, cuando aquella morbosa exposición y escarnio que su ‘‘Amo’’ había pretendido hacer de ella delante de su vecina, apenas 5 o 10 minutos atrás, cuando las palabras de él trajeron de vuelta a la realidad:

-‘‘Creo que te descubrio tu nueva pintura labial, ..Perrita ¡Je, je, je!..’’ Le dijo el desgraciado refiriendose al grumo de lefa que aún tenía embarrada en los labios Mamá.

Escuchando las burdas palabras del viejo y relacionándola con lo ocurrido, Mamá casi pierde el control de su cuerpo y nuevamente las nauseas le causan un deseo casi incontenible por expulsar ahí mismo los restos del ‘‘aperitivo’’  que su Amo le había obligado a tomarse apenas unos minutos antes de que llegara su vecina. Pero alcanzando a suprimir el vértigo y nuevos deseos de vomitar, ella alcanza a contenerse y asentir con la cabeza mientras que intentando evadir su pesada carga y remordimientos, pasa saliva y voltea por a verlo extendiendole la mano, buscando en él la aprovación y las llaves de su camioneta para marcharse.

-‘‘Mi pequeña Perrita, ..por hoy ha sido to'o. Haz lo que quieras el resto de la noche, ..salvo irte de Putita por ahí. Mañana e' Sábado. Sé que estara' sola, ..iré a tu casa a cualquier hora en la mañana… me esperará en la puerta, con tu colita puesta y tu collá, ..llevará sólo ropa interio para que no sientas frio; me recibirá a cuatro patas, bañadita y sin desayunal... ¿Qué se dice, mi cosita bonita? ’’. Preguntó por ultimo.

-‘‘S, si mi Amo ’’.

Mamá trató de salir de la caseta, pero antes se detuvo con la idea de tomar un sorbo de agua en un portagarrafón que había ahí dentro, intentando enjuagar su boca y borrar cualquier evidencia del pecaminoso y obsceno acto que había realizado apenas cinco minutos atrás y poder salir al encuentro de su amiga que cómo desesperada ya la estaba buscando. Pero en el instante en que ella se inclinaba a abrir el grifo, un súbito empujón del desgraciado le impidió hacerlo.

-‘‘¡No, no noouuhhh!! mi pequeña animalita ’’. Dijo él sin contener aquella maliciosa sonrisa.

-‘‘Pe, pero yo sólo...’’

-‘‘¡No Perrita!, ..esta ve' quiero que vaya con tus amiguitas y la salude dándoles un buen besito con mi leche aún en tu boquita y labio ’’. Cayó la perversa solicitud del viejo que regocijado ante la cara de sorpresa de Mamá, la tomó del brazo para que apurara el paso y se dirigiera a su camioneta.

Mamá intentando recuperar el equilibrio por el brusco jalón de su brazo, cuando salieron del cuartucho, ella miraba para todos lados en tanto que trata de buscar algún otro vecino imprudente que pudiera aparecer y presenciar el extraño acto de la fina Señora Tapia siendo jalada torpemente por el cochino Portero. Aunque en su cabeza fuera un mar de dudas, cualquier posible excusa que disminuyera el peso del impudico acto cometido y la libere del remordimiento producido hace unos minutos en la que aceptando ser poseída por ese hombre, se entrego a él y aceptó que la humillara y marcara permanentemente cómo esa mujer dispuesta aceptar y cometer el adulterio cuando él se lo propusiera.

-‘‘Vamo, vamo, ..quiero que vaya y le muestres a tus amiguitas las ricachona', el sabó de un veldadero macho en la boca de una fina mujel cómo tú ¡Je, je!..’’

Mamá se mostraba casi al borde del colapso, sin salida alguna, pero cuando volteó a ver que uno de los vecinos salía a fumarse un cigarrillo que al ver las extrañas siluetas de Don Mario y esa mujer que por más que intentaba enfocar la mirada no lograba distinguir, se esforzó por hacer que aquel pánico pareciera un simple titubeo y tomó de las manos de aquel viejo las llaves de su camioneta para salir de ese lugar y así sentirse aliviada al no desencadenar ninguna reacción inesperada por parte de aquel vecino que no dio muestras de percatarse de la extraña mujer que había salido de la caseta con aquel viejo.

Enseguida me alejé del lugar, tenía mucho que pensar y muchas cosas que preparar para el día de mañana. Mamá tenía una tarea, servir cómo la mascota ese viejo pervertido, el desgraciado quería convertir a mi Madre en su Perra con un disfraz muy morboso, no podia imaginarme a mi fina y arrogante Madre a gatas con un plug cola de caballo en el trasero y un collar de perro en el cuello, y además cómo si no fuera bastante humillante ya, el infeliz le había conseguido unas orejas para terminar el lindo cuadro. Ya contaba las horas para el morboso espectaculo, me fuí a mi recamara y me inicie una placentera paja, por otra parte pensaba en ese extraño cajón de dónde el viejo había sacado esas cosas, estaba seguro que ahí mismo encontraría el video que días antes me había quitado. Aceleré mi mano y me vine en tremendos chorros, por poco hacen que caiga de rodillas, apenas unos días habíamos regresado de con los abuelos y Mamá ya iba a tener otro rencuentro con otro desgraciado, ¿hasta dónde iba a dejar mi Madre que la usaran de esa manera?, no lo sé pero el día de mañana lo iba a constatar muchísimo.

.....

No supe la hora en que llegó mi Madre, cuando abrí los ojos mi despertador ya marcaba las 9:30, el sol ya estaba pegando en mi ventana durísimo, me levanté algo somnoliento, mi Madre no se levantaba aún lo que aproveché para meterme a la ducha, cuando salí, me di cuenta que mi Madre ya había abierto la puerta de su recamara, seguramente ya preparaba el desayuno. Bajé muy tranquilo, el olor a waffles con tocino me llegó inmediatamente, mi Madre traía su bata color celeste, mostraba un rostro de desvelo, me vio y sonrió.

-‘‘Ya te levantaste mi amor, ..ya está el desayuno. Enseguida te sirvo ’’.

-‘‘Gracias, Má ..¿llegaste muy noche? ’’. Le pregunté.

-‘‘Un poquito mi amor, ..cuando volví estabas bien dormidito. Te dí un beso y ni reaccionaste, ..te mirabas muy cansado ’’.

-‘‘Tuve mucha tarea Má, ..de hecho hoy tengo que salir con Pablito para terminarla. No creo regresar temprano, ahora...’’

-‘‘¡Que bien mi amor!, ..me encanta que seas tan responsable. Si lo deseas me hablas y enseguida iré por ti ’’.

-‘‘Ok, Má ..¿tú que vas hacer hoy? ’’. La interrogé para ponerla a prueba.

-‘‘¿Yo?, no, no lo sé mi amor, ..talvez le hable a Beatriz. Tengo mucho que no la veo, ..ayer estuvimos hablando mucho de ella ’’.

-‘‘Muy bien Má, que te diviertas, ..yo ya me voy, se me hace tarde ’’.

-‘‘Pero mi amor, ..primero prueba el desayuno ’’.

-‘‘¡No Má!, ..enserio que tengo mucho trabajo. Te veo luego ’’.

-‘‘Ay mi amor, ..eres igualito a tu Padre, igual de responsable ’’.

Si mi Madre supiera de mis intenciones. Tomé una mochila simulando cargar con mis útiles escolares, después salí hacía la calle para engañar a mi Madre, pero a los tantos metros me regresé de inmediato. Nuevamente, cómo ya lo había hecho tantas veces, me regresé hacía la casa para entrar por la ventana de mi cuarto, de hecho ya tenía una escalera preparada para subir a mi recamara. Con cierto cigilo evité hacer ruido, y cómo lo había hecho con el Tito el conserje, me metí a mi closet para manipular las camaras desde ahí dentro.

Estaba muy nervioso, las manos me temblaban, nuevamente sería testigo de otro abuso que le iban a someter a mi Mami, con desesperación encendí mi computador y corrí el programa. Mi Mami seguía en la cocina, estaba muy pensativa, miró el reloj, marcaba ya las 10 de la mañana. Se miraba algo cansada, seguramente se había develado, se abrió la vata y se miró a si misma. vestía una pantaletita en blanco ‘‘cacheteras’’, muy sexy que hacía juego con el sostén. La delicada ropa interior era blanca con unos ribetes de tela rosa. Ese conjunto la hacia verse muy sexy y cómoda a la vez.

Permaneció sentada semidesnuda en una de las sillas de la cocina, tenía la vista baga, talvez pensando en lo que iba a suceder. De pronto se levantó, tomó su bolso y sacó el collar, ese pedazo de cuero color negro iba ser la herramienta de su humillación ese día. No entendía cómo siendo ella una mujer de tanta clase y de tanto glamour que derrochaba, estuviera comportandose de esa manera. Lo vio por unos instantes, sintiendo su textura y su dureza, esa herramienta seguramente estaría por mucho tiempo amarrada a su cuello. Tenía la vista en la soga para perros, seguramente pensaba enque de no ser por el gancho en un extremo, y la agarradera en el otro, podría usarla cómo un extravagante accesorio para su cuello.

Miró nuevamente el reloj. ¿Se pondrá el collar? Bueno, su Amo se lo había ordenado, para qué esperar seguramente estaba pensando. Además, el desgraciado viejo podría llegar en cualquier momento. Abrió el ganchito de sujeción y lo arregló para que le quedara en el cuello. Mamá seguía muy extraña, la miraba en el limbo, seguramente recordando las instrucciones del viejo ‘‘Que esperara en ropa interior, con el collar puesto, sin desayunar y a cuatro patas con su colita lista’’ Seguramente se repetia en la cabeza esas últimas palabras con su ‘‘colita lista’’. Ese maldito embonador con cola de caballo que nuevamente sería introducido por su ano.

-‘‘¿A qué hora llegará?, ..¡por dios Mónica que estas haciendo! ’’. Se decía así misma recordando lo que había sucedido el día anterior, y temiendo por las nuevas humillaciones que el desgraciado viejo le iba a tener preparadas.

De inmediato se dirige a su recamara dónde tiene su espejo de cuerpo entero. Se mira con el collar de cuero y se sonrroja, las imagenes con él se le vienen a la mente. Recuerda que con ese collar había estado chupandosela el día anterior y el desgraciado se había apoyado en él para arremeter más fuerte sus envestidas jodiendole prácticamente la garganta. Un escalofrío recorre su cuerpo, apenas puedo creer que mi Mami se excita siendo humillada de esa manera.

Enseguida se detiene, se dirige a su cajón y saca el improvisado jueguete, inmediatamente siento un pinchazo en mi entrepierna, no puedo esperar para verselo pueso. Ella lo vé, peina delicadamente la coleta de caballo color azabache, aún no puede creer que lo tenga que guardar en su trasero. Inmediatamente saca un lubricante, lo baña hasta dejarlo prácticamente envuelto, brilloso y listo para incrustarse en su humeda cavidad trasera.

¡Aún no puedo creer que Mamá vaya hacer eso!. Enseguida prueba caminar a cuatro patas, sexy, definitivamente. De manera coqueta desliza sus pantaletas hasta sus muslos, viendose de frente al espejo toma el juguete y de manera cuidadosa lo empieza a pasar timidamente por su rosado agujero. Mamá se encuentra muy confundida, aún no entiende él porque ella se comporta de esa manera, siendo ella una mujer de buena familia y de principios intachables, una mujer Madre de un hijo, la envidia de sus vecinas y la fantasías de todos. Una mujer tan espectacular que pudiera encontrar otro buen partido si se lo propusiera, una flamante hembra que pudiera tener a cualquier hombre que se le viniera en gana con sólo el tronar de sus dedos. En cambio, ahora estaba a cuatro patas frente a su espejo, tratando de meterse un plug en la cola para satisfacer la perverciones de un viejo, de un desgraciado que le había ordenado que lo esperara en la puerta de su casa y que al momento en que entrara, le moviera la cola simulando ser su mascota.

-‘‘¡Ouhhh!! ¡Ah!! ..quieta, quieta ’’. Se decía a si misma mi Mami al introcucirse la punta de ese improvisado rabo.

Mi Madre empezó a fruncir el entrecejo, el blug empezaba a dilatarle el trasero, ella lo empujaba de la base con sus cuatro dedos, pero la falta de dilatación hacía que su trasero lo expulsara de nuevo. El plug para nada que era pequeño, al contrario, el desgraciado había escogido un tapón cómo para profecionales, la parte más ancha del hongo era de por lo menos de una pulgada y media, terminando en punta y la base de sujeción por lo menos de una pulgada. Con eso el ano de mi Madre quedaría abierto por lo menos una pulgada mientras tuviera ensartado el juguete, teniendo que aguantar por supuesto las 2 pulgadas de largo y ancho dentro de su intestino.

-‘‘¡Ah!, ¡Ah!, ¡ah! ¡Uff, ufff!.. ya casi, ya casi ¡OUHHMMMM!!! ’’. Y su rostro se desfiguró.

Con un último empujón, Mamá logró insertarselo por completo, su rostro quedo paralizado, no quería ni moverse unos milimetros, se sentía llena, su culo estaba taponeado completamente, sólo la base plana y el mechon de pelos largos quedaban a la vista. Ahora si que mi Madre era una Perra, se quedó inmovil para acostumbrarse a su nuevo invasor, respiraba rapidamente y su rostro estaba muy colorado, hasta un par de brillosas gotas se empezaban a dibujar en su frente. Cuando logró un poco acostumbrarse, movió ligeramente las caderas para que su improvisado rabo se meciera por sus muslos, ahí estaba la arrogante Señora Tapia, a cuatro patas con un consolador cola de caballo ensartado en su trasero.

Lentamente se fue poniendo de pie, le costaba trabajo ya que el juguete no era cualquier cosa. Con gran trabajo logró reponer su postura, se volvió a situar frente al espejo y de manera coqueta y sexy empezó a mover su colita para su propio delite, su cola negra azabache contrasta fuertemente con todo su cuerpo, siendo ella tan blanca con todo el bello de su cuerpo rubio, así cómo su cabellera dorada le daba a su cola una extraña apariencia.

Se peina nuevamente. Luce hermosa. Vuelve a ver su reloj que ya marcaba las 11:30. Se sube sus pantaletas nuevamente, haciendo que la cola de caballo salga por la liga elástica de su cintura.

-‘‘¿Y si como algo?, ..¿se daría cuenta? ’’. Se pregunta así misma.

Vuelve a bajar a la cocina, pero ahora lo hace lentamente. Su caminado ya es diferente, su postura es recta y saca su trasero excesivamente, sus pasitos son pequeños y cortitos, quizás simulando a una pingüinita. Mientas camina, su cola de caballo se menea de lado a lado por sus amplias caderas. Llega al limite del segundo piso, la separan más de 30 escalones para llegar abajo, decide bajar cerca del barandal para ayudarse a bajar con cautela, sintiendo cada vez que baja un pie, un pequeño pinchazo que la hace fruncir el entrecejo. Yo me encuentro terriblemente empalmado en el closet, mi pene ya empieza a humedecerse en la punta, lo froto delicadamente haciendome exhalar aire por la boca. Cuando vuelvo a ver el monitor, Mamá ya ha logrado llegar abajo, se dirige a la cocina, con ese mismo estilo para caminar.

Abre el refrigerador, por un momento olvida el juguete en su trasero, pero un pinchazo que recorre toda su columna vertebral se lo recuerda. Busca algo de comer, quizás algo que no la delante ante el viejo. Piensa en algo ligero, quizás un platano, pero recapacita de inmediato, si se come ese plátano podría el viejo ver en la basura la cáscara, una naranja, lo mismo.

-‘‘¿Algo de leche?, ..no, mejor no ’’. Se dice.

¿Que le pasaba a mi Madre?, ¿de verdad pensaba seguir todas las órdenes del viejo al pie de la letra?. De pronto, regresa a la sala, su rostro se muestra muy ansioso y nervioso, quizás por no saber cuando aparecería su ‘‘dueño’’. Enciende el televisor, se recuesta de ladito en el sofá para no lastimarse y así relajarse un poco, cambia de canal un par de veces, se acurruca, mira sus piernas y cierra poco a poco los ojos. No entiendo a Mamá, cualquier hombre quedaría deslumbrado al verla en esos momentos. Una espectacular hembra de 37 años durmiendo plácidamente en una soleada mañana; casi desnuda, mostrando sus hermosas piernas, con unas panties que dejan al descubierto sus bien formadas caderas y nalgas, con los senos firmes queriéndo salir de las copas del sostén ¡Uff!.. El sueño viviente de cualquiera.

Verla ahí, tan sola, tan fragil, tan linda, en esa situación y con ese artilugio ensartado en la cola me ponía a reflexionar, cuanto había cambiado mi Mami desde aquel fatidico dia en aquella oficina, cuando sin saber lo que firmaba había aceptado su calvario y el cambio que daría su vida hasta el día de ahora. Pero meditandolo por unos segundos me daba cuenta de que en está ocasión mi Mami no estaba siendo ni chantajeada ni forzada. Era ella ahora la que sin ningun tipo de sometimiento se estaba entregando a ese viejo, atravez de mi monitor observaba como mi flamante Madre deseaban que llegara el momento para que ese viejo hijo de la chingada viniera a someterla y humillarla.

Por alguna extraña razón o en el lado más recondito de la cabeza de Mamá estaba ese lado oscuro que todos y principalmente yo desconocida, ese lado totalmente inverso a su personalidad que me desconcertaba, por esa extraña razón, Mamá sentía un extraño placer de ser una mascota para un viejo asqueroso y mugroso, y cada vez sentía más una extraña devoción por su Amo y no dudaba a la hora de complacerlo, porque el placer de él le reconfortaba y le hacía estar feliz. Esas sesiones le hacían descubrir y aprender cosas nuevas y sobretodo conocer aspectos de ella que jamás se había atrevido a creer. Aunque me doliera con todo el alma, el Cubano le estaba brindando sensaciones que ella nunca antes había experimentado, y para serles sinceros me estaba dando miedo. El desgraciado Portero la obligaba a comportarse cómo una Perra caminando a cuatro patas y usando esos articulos para caninos; empezaba a vestirla a su antojo; la desnudaba y usaba cuando él quería y eso me estaba haciendo temer.

Mamá sin pensarlo se queda dormida, ‘‘de lado’’, en posición fetal, su juguetito sigue guardado en sus intestinos y su rabo sale por la banda elástica de su cintura. Viendola así, dormidita, tan dulce, una linda Señora de labios carnosos y facciones delicadas, con largas y rizadas pestañas enmarcando sus párpados cerrados. Representa algo más que una visión sensual, Mamá; eres tan linda, una imagen insólita de una linda Madre que lleva en su cuello un collar de perro y una larga cola que cuelga de su trasero.

-‘‘¡Oh por dios!, ..¿qué hora es? ’’. Despierta de pronto por el ding dan del timbre de la puerta.

Asustada mira el reloj, ya casi las 12:00pm. Su corazón late a toda prisa. Compone su rubia cabellera, se acomoda el collar que sumisamente lo porta en su cuello. Escucha nuevamente el ding dan del timbre de la puerta. Corre a responder, pero al hacerlo el terrible piquete en su trasero le recuerda que no puede hacer movimientos bruscos. Se reincorpora, casi llega a la puerta e inmediatamente recuerda que se le ha olvidado algo. Se regresa y caminando cómo pingüinita se dirige hacía su bolso, claro, lo que le faltaba, su último accesorio para ser una Perrita, sus orejitas. De manera sumisa y con sus mejillas cómo tomates se la coloca sobre su linda melena dorada. Antes de abrir, se dá el último repaso en el espejo de la entrada y de manera nerviosa aprieta el botón del audicular para asegurarse de que sea él.

-‘‘Mi Perrita, ..ya he llegado ’’. Se escucha la voz ronca desde el aparato.

Mi Mami se quedó helada al escuchar la voz de aquel hombre que la humillaría y la haría sentir una mascota. Pulsó el botón que abría el portal y se quedó esperando delante de la puerta cerrada mientras él se acercaba a la puerta por el otro lado. Haciendo caso al pie de la letra a las instrucciones del viejo, se pone a cuatro patas y espera a que él abra la puerta, mientras seguramente piensa que debió de haber tomado al menos algo de agua para no encontrarse con el estomago vacio. No sabía si estaba cumpliendo con todas instrucciones, solo que estaba nerviosa y empezaban a sudarle las manos. En su cabeza pasaban un millón de cosas, ¿estaba bien en esa posición?, ¿qué tal cara tenía?, la humedad de su entrepierna empezaba a llegar a sus bragas, ¿debía ir corriendo a secarse y a cambiárselas antes de que él entrara? No le dió tiempo a hacer nada de todo aquello. Antes de que pudiera reaccionar, el viejo ya estaba frente a la puerta llamando con los nudillos sobre la madera.

La puerta se abre y aparece la corpulenta figura de Don Mario cargando una mochila café sobre su hombro. El desgraciado entró como si nada, dió un visto rápido por toda la casa y no dijo nada, simplemente entró y se encaminó directamente a la sala, sin ni siquiera saludarla, mientras mi sumisa Madre aguardaba a cuatro patas con la cabeza baja. Sus piernas ya temblaban ligeramente mientras escuchaba los pasos dirigiendose a su gran salón.

Por su cabeza pasaron un montón de pensamientos desordenados en esos breves segundos. Cuando se dió cuenta, ya se encontraba sola en el pasillo, su Amo ni siquiera la había mirado, decidió seguirlo a la sala, tenía miedo de cualquier acción que pudiera ella tomar, era como si mi Mami esperara cada instrucción de todas las cosas que quiciera ella hacer. Cuando entró en la estancia, el viejo desgraciado ya estaba sentado sobre uno de los sillones. Se dió cuenta entonces de que traía una mochila que también descansaba sobre otro sillón. Él la miraba fijamente, cómo si quisiera saber las cosas que pasaban por la cabeza de mi Madre en esos momentos, pero no decía nada. Aquel silencio la incomodaba. Mi Madre lo mira desde el suelo con la mirada sumisa pero con sus mejillas más enrrojecidas que de costumbre. Mamá abrió la boca para hablar aunque aún no sabía que decir ni que insinuar.

-‘‘Bu, buenos dias, Amo ’’. Fue lo unico que se le ocurrió decir.

-‘‘Aquí huele a sexo ..’’ Dijo al ver ya la humeda entrepierna de su mascota.

Mamá cerró la boca. No sabía que decir.

-‘‘¿Te estabas mastulbando? ’’.

Mi Madre no respondió, sus labios parecían haberse quedado pegados, aunque por alguna razón, notaba cómo su entrepierna si que había reaccionado ante aquellas dos frases.

-‘‘Si, claro que si, ..supongo que mientra lo hacías, pensaba en lo bien que nos la vamo a pasá todo el día, ¿veldá mi mascotica? ’’.

Mamá seguía sin poder hablar. Los ojos ahora de su Amo, estaban detenidos en los suyos. Su mirada no revelaba emoción alguna. No sabía si aquello le molestaba, le excitaba o le daba igual. Estaba seguro de que ella deseaba gritar, romper el silencio, pero no era capaz. Aquella forma de mirarla, desconocida para ella hasta entonces, le helaba la sangre, pero sin poder evitarlo calentaba otras partes de su cuerpo. De pronto, el viejo se levantó bruscamente y dio un paso hacia ella. Mamá sorprendida y tal vez un poco asustada retrocedió a cuatro patas hacía atrás, pero antes de que pudiera hacer algo por evitarlo, la mano de su Amo ya la había alcanzado y se había colado dentro de sus bragas y exploraban rudamente su mojada intimidad.

-‘‘¡Estás hecha caldo!, ..lo cuál responde a mis dos preguntas. ¿O acaso soy yo el que te produce to'o ese jugo? ’’.

Sacó la mano y la puso ante sus ojos, cerca de la nariz para que mi Madre percibiera ese edor de esos dedos húmedos por sus propios fluidos.

-‘‘¿No va a deci na'a? ’’.

Sus labios seguían pegados cómo si los hubieran cosido, pero noté que la sangre le subía a la cara. Se sentía avergonzada y sus mejillas la estaban delatándo. Bajó la cabeza en un intento de disimularlo, pero enseguida notó esos dedos húmedos en su barbilla, presionándola para que la levantara.

-‘‘¿Ahora te ruborizas?, ..tal vé debiste ruborizarte el día de ayé cuando me estabas chupando el garrote en mi oficina. Pero ya es talde para hacelte la mojigata, ..ya he llega'o y he venido amaistlalte ’’.

Mientras decía eso, sus dedos recorrían el bello rostro de mi Madre dejando a su paso los jugos que había sacado de su chocho, haciendo que entre eso y sus palabras, ese sentimiento de humillación comenzara a nacer nuevamente dentro de ella. De repente se separó de ella y fue hacia la mochila que aún estaba sobre el sillón. La abrió y comenzó a sacar cosas de ella, mientras seguía hablando.

-‘‘¿Te gusta la humillación Perrita?, ..habé, dame la agarradera de tu colla' y ponte de rodilla' ’’.

Pone en la mesilla de centro su cochina mochila que carga para todos lados y que parece que pesa mucho, y por lo mismo me intriga saber cuál es su contenido. De la mochila saca una pequeña cadena cromada de un metro más o menos, tiene una argolla en un extremo y del otro una agarradera de piel. Sujeta la argolla de la cadena al eslabón que colgaba del collar de piel que mi Mami mostraba en su cuello, lo sujeta y ahora si mi Mami parece una mascota cuando su dueño la llevaba a pasear por el parque.

-‘‘¿Te gusta que te aten? ’’.

Una larga cuerda de alpinismo tambien sale de esa maleta.

-‘‘¿Te gusta el sado? ’’.

Una varita de madera muy delgada, una pala de ping pong, dos velas, unas pinzas plateadas unidas con una cadenita.

-‘‘Vaya con la Seño'a de esta casa ’’.

Mi Madre sigue esperando en la misma posición, sus piernas no parecían aguantar más el peso de su cuerpo, unas lágrimas amenizaban con salir de sus ojos, y su entrepierna parecía que iba a estallar de la excitación.

-‘‘¿Te gusta sé tratada cómo a una esclava sexual? ’’.

El viejo seguía sacando muchas cosas extrañas. Un extraño juego de dos esposas unidas por una cadena muy fina y larga.

-‘‘¿Quieres sé una Perra? ..¿una mascota? ’’.

Un hueso de plástico similar a la de las mascotas para entretenerlas. Parecía que la mochila aun tenía bastantes cosas. Él se volvió hacia ella, tomó la cabecita de mi Madre entre sus manos y la acercó a sus labios.

-‘‘O solo lo que querías es que te diera caña ’’.

La besó suavemente. Después abrió sus boca y observé cómo con sus dientes mordían su labio, con fuerza, provocándole un poco de dolor.

-‘‘Pues no te preocupes, mi mascotica ..vas a tené to'o lo que querías ¡Je, je, je!.. Que linda te ve', ¡Je, je, je!.. veo que me ha' obedecido. ¿Ha' desayunado algo? ’’.

-‘‘A, Amo, evité comer, ..có, como me lo ordenó ..pero ahora siento un poco de hambre ’’. Respondió con una voz apenas audible.

-‘‘Ya habrá tiempo para que comas, Perrita, ..lo primero que va' a aprende' ahora e' una de las posiciones de mascota. Primelo, ..pon tus lindas manita' cómo si fueras una Perrita que estuviera pidiendo algo, ..eso, ahora separa un poco las rodilla'. Bien, bien Perrita, ..ahora saca tu lengüita, ..eso e'. Cuando no te este viendo quiero que te ponga' en esa posiciong. ¿Ha' entendido?, ..bien, te pondrá de rodillas, pondrá así tus manitas y tu lengüita, cómo si me estuviera pidiendo que te saque a pasea'. ¿Entendiste? ’’.

-‘‘S, sí, Amo ..’’

-‘‘Muy bien, mi Perrita, muy bien. Dime algo, ..¿te ha gustao tu rabito? ’’.

-‘‘E, es algo incomodo, Amo ..casi no puedo moverme ’’.

-‘‘Eso e' polque no te ha' acostumbrado a ella, ..necesita' calga'la to'os los días, así tu culito se acostumbrara' y con el paso del tiempo hasta llegara' a extrañala ¡Je, je, je!..’’ Le decía el viejo desgraciado.

-‘‘Eso sería imposible, Amo ..mi hijo lo notaría ’’.

-‘‘¡Oh!, yo no me preocuparía por eso Perrita, ..con el culóng que te calga' no te costara trabajo gualda'lo ahí dentro ¡Je, je, je!..’’

No podía creer ni entender lo que estaba sucediendo en mi casa, esto parecía estar saliendose de una película de submissión, el desgraciado viejo había logrado dominar a mi Madre de tal grado que la había convertido en su esclava sexual para sus pervertidas fantasías. Aunque eso me estaba excitando de sobre manera, no podía dejar de pensar que eso era más que humillante para mi arrogante Madre, pero al parecer eso no era lo que le preocupaba a ella, estaba seguro que muy en el fondo del subconciente de mi Mami había una vocecita que le recriminaba que lo estaba permitiendole al viejo lo estaba disfrutando tanto y que deseaba más. ¿Cuál será el límite de mi Madre? ¿Le permitiriá todo?.

-‘‘A ve', Perrita, ..demo' un paseo por tu casa ’’. Y dando un suave tirón de la correa, la instó a empezar a gatear en dirección al pasillo.

-‘‘S, sí, Amo ..’’

Sin poder creer lo que estaban viendo mis ojos, mi arrogante Mamá empieza a gatear por toda la casa mientras el viejo Portero la lleva sujeta de la cadena que va amarrada a su cuello. Comienzan a caminar así, ella en la posición de Perra, sintiendo en ocasiones uno que otro tirón de la cadena cuyo extremo él sostiene. Primero del pasillo al recibidor, el desgraciado camina delante de ella mientras la arrasta ligeramente de su cuello. Mamá apresura sus rodillas para lograr llevar su paso, mientras lo hace su rabito se oscila sobre sus caderas cómo si ya ese rabo fuera parte de ella. Se dirigen a la cocina, el desgraciado abre el refigerador y saca una cervesa, luego se dirige al comedor y se deja caer en una de las sillas.

-‘‘Te diré lo que vamo a hacé a continuacióng, ..verá, a un buen vigilante siempre le gusta tené a mano a un buen perro guardiáng que lo apoye en su trabajo. ¿Tu comprende?, ..así que a partil de ahora, tu vas a sé mi Perra, es mi intencióng adiestralte en este sentido, y vamo a empezá ahora mismo con tu doma y primeras enseñanzas ’’.

-‘‘S, sí, Amo ..’’ Volvia a repetir ella sieniendo como sus mejillas ardían como las brazas.

-‘‘Mejó te vas acostumbrando, Perrita, ..polque a parti de hoy me vas a acompañá a hacé siempre la ronda en las noches ¡Je, je!.. Ya sabes, cuatro ojos vigilan mejol que dos, ¿no te parece? ’’ Dijo el viejo con aire entre divertido y cínico.

Dios santo, pensé para mi mismo, la va a hacer recorrer de esa humillante manera todo el vecindario. No obstante, empezó avanzar sin hacer la mínima señal de protesta o repulsa. Don Mario era su Amo, y la había puesto en su sitio, el de una Perra faldera a disposición de su dueño, y aunque me negaba a reconocerlo, mi Madre estaba encantada de la situación y disfrutando como si en efecto fuera una de ellas.

-‘‘Quedate aquí a mi la'o ’’.

Mamá se arrodilla a su lado sacando la lengua y doblando sus manitas a la altura de tu pecho. No puedo creer de lo que esta haciendo mi Madre sin siquiera protestar. Desde abajo mira cómo su Amo levanta la cervesa para acabarsela de un trago cómo si estuviera deshidratado.

-‘‘¡Aaah! Que rica está. Bueno, ahora sé una niña buena, ..traime otra cervesita y algo pa' come' ’’.

-‘‘Sí Amo ..’’

Mamá se pone de pie para ir a la cocina, pero inmediatamente siente un fuerte tirón de la cadena.

-‘‘¿Quién te dijo que podías pararte de patas, Perra?, ..te ha' ganado un castigo, tontita. Regresa a tu posición, ..mano' atrás. Vamo' a la sala ’’.

-‘‘Pe, pero Amo, ..si Amo ..’’ Mi Madre agacha la cabeza y vuele a su posición de Perra.

El viejo se devuelve a la sala dejando a mi Madre confundida, pero de pronto reacciona y gatea lo más rapido que puede ya que por su posición se le dificulta demasiado. Don Mario toma asiento nuevamente en el sofá dónde ella dormía plácidamente hacía unos minutos. El desgraciado se pasea en mi casa como si fuera el dueño, ¡como lo odiaba al maldito!. Le ordena que le traiga su mochila ya que se le quedado muy lejos. Mamá va gateando hacía el otro sillón en esa posición y regresa con el pesado bulto a rastras.

-‘‘Quedate en tu posicióng y no te muevas, ..te colocaré este lindo regalito que he traido para ti. ¿Me dijiste que tenías hambre?, ..bueno pue' ..abré la boca Perrita, acélcate. Las mano' atrá ’’.

Mi Madre se puso de rodillas frente a él y cómo él le había ordenado abrio la boca sin saber que era lo que pretendia ese desgraciado; de la bolsa, Don Mario sacó una prenda de color violeta, y haciéndola bola con su manota se la metio en la boca a mi Madre. Ella no entendía cuál era el fin de ese castigo, tal vez pensaba que sólo era para mantenerla callada, y sin hacer nada para impedirlo permanecio con ella tapandole la boca.

-‘‘Asi te va' a queda' para que aprendas a obedecé, ..y para que no te saques tu regalito de la boca, te colocaré esto ’’.

Del bolso sacó nuevamente una especie de bosal, con un tipo de amarre cómo cinturón de la parte de atrás para sujetarse detras de la nuca. Se lo colocó a mi Madre dejandola con esa prenda extraña en la boca e imposibilitada de sacarla. Mamá quedó completamente muda con ese artilugio amarrado a su cabeza, aún no sabía cuál era la finalidad de ese castigo pero permanecio sumisa y sin oponerse a nada.

-‘‘¿Te gusta el sabo' Perrita?, ..son de Mati, ¡Je, je!.. A la cochina la obligué a cargarlo una semana entera, espero y te guste su sabó ¡Je, je, je!..’’

El desgraciado le había traío unas bragas de nuestra vecina, de su peor enemiga, y sucias, el hijo de la chingada tambien la sometía y la obligaba a participar en sus perverciones. Cuando Mamá escuchó de quien provenían esa prenda peló los ojos y trató de sacarsela, pero el hijo de la chingada le había puesto el bosal para con ese fin, mi pobre Mamita estaba saboreando en su fino y delicado paladar el sabro de la entrepierna de la persona que más repudiaba en el mundo ( bueno quizas más a Fernando ).

-‘‘¡Ummhhh!! ¡NOHMMMM!! ’’. Se revoloteaba mi Madre al sentir en su paladar esas pantaletas con ese extraño sabor salado.

-‘‘¡Callate Perra!, ..deberías agradece'me por traerte de come'. ¡Anda acá!, ..quiero acariciarte un poco ’’.

El desgraciado comienza acariciar su cuerpo, empieza por ponerle sus rudas manos sobre su carnoso trasero. Las acaricia, pasa su mano por todo el pubis de mi Madre ya bien húmedo, le acaricia la rendodez de su trasero, la nalguea ¡SPLASHHHH!! Luego la otra ¡SPLASHHHH!! Toma el rabo que tiene incrustado en el trasero y lo jala hacía afuera provocandole algo de dolor. Sube, acaricia su torso, sus costillas se dibujan y le hace algo de cosquillas, con lo que mi Madre se dobla un poco, luego baja los tirantes de su sostén y comienza acariciarle los senos, se detiene en sus pezones que estira y retuerce provocandole pequeños gemiditos que se ahogan sobre las pantaletas de su vecina. Cuando estos están bien erectos siente un terrible dolor en su pezón izquierdo, el desgraciado le pega pequeños golpes con sus uñas, luego en el derecho, mi Madre no puede evitar hacerse a un lado.

-‘‘¡Perra tonta!, ..te ha' ganado otro castigo por quejarte ’’.

El desgraciado toma la cadenita plateada con las pinzas unidas en los extremos. Es una pequeña cadena de unos 30 cm de largo pero que en sus extremos tiene unos pequeños broches de sujeción, ¿de dónde sacaba todos esos artilugios este desgraciado? parecía que los hubiera comprado en una tienda de sadomasoquismo el desgraciado. Mi Madre no sabía de esas cosas, todo eso era un mundo nuevo para ella, con horror vio cómo el viejo le colocaba un broche en el pezón izquierdo provocandole un terrible dolor. Mamá sintió cómo ese broche se aferraba fuertemente a su pezón cómo si se lo quisiera arrancar, después vio cómo el desgraciado le ponia el otro extremo en su otro pesón. Mamá quedó con sus pesones unidos a una cadenita, el lazo de metal quedaba colgando cómo columpio provocandole un terrible dolor en cada ondulación. Mamá aguantándose el dolor logra pronunciar sonidos con su boca diciendo un ‘‘Sígh, Aggo’’ ahogado entre las pantaletas. Se queda quieta y entonces él le da un pequeño jaloncito a la cadena provocandole más dolor.

-‘‘Esto e' por hacé algo que no te ordené, Perrita, ..¿entiende'? Si quiero que te arrodille', te arrodilla', ..si quiero te ponga' en cuatro patas, espera' a que te lo ordene. Ahora siéntate aquí a mi la'o ’’.

Mamá no llora, pero sus ojos se han puesto rojos. El desgraciado la excita pero la atemoriza, una buena dosis de sensaciones nuevas que ella jamás pensó experimentar.

-‘‘Te doy a dá a escogé, Perrita, ..die' minutos con las pinzas en tu chupones o quiere que te ponga el canda'o Cubano ’’.

Por el terrible dolor que siente mi Madre sobre sus pesones no lo piensa mucho. La verdad es que ni yo me imagino qué es eso del candado Cubano; pero ella rápidamente acepta el cambio.

-‘‘¡Mumhh!! ¡Oghh! ’’.

-‘‘No te entiendo, Perrita, ..a ve', pídemelo bien ’’.

-‘‘¡Mumhh!! ¡Agrhhh!! ’’.

-‘‘Te quitaré los calsoncitos de tu amiguita, ¿entendi'o?, ..pero si vuelve' a comete' otra falta, te los pondré de nuevo y así te voy a deja' todo el día, ..habé que dice tu niñito de velte con esas bragas en la boca ’’.

El desgraciado viejo libera la hebilla que sujeta el bosal de su nuca y entonces mi Madre logra sacar esas prendas percudidas de su boca.

-‘‘¡Ah!, ¡Ah! P, por favor, Amo, ..¿podría quitarme las pinzas de mis senos y darme a cambio la cosa que dice? ’’.

-‘‘¡Je, je, je!.. Está bien, Perrita, ..pero dejaremo' lo del canda'o para despué de que me prepares algo de come'. Tengo mucha hambre ’’.

Tras retirarle las pinzas, Mamá siente un gran alivio, pero sólo por unos segundos, después un tremendo dolor le llena los dos senos. Se veía claramente que el desgraciado viejo no era la primera vez que instruia a una sumisa, el infeliz sabía cómo excitar y provocar dolor al mismo tiempo, tenía a mi Madre anciosa y temerosa al mismo tiempo, durante todos los castigos la vagina de Mamá estaba brillosa e inchada de lo caliente que estaba.

-‘‘A ve' Perrita, ..antes vamo' a empezá a trabaja' en tu sometimiento. Quiero que no olvides una cosa, ..no ere' mi novia, no ere' mi amiga, para mí ere' un objeto, una cosa que me brindará placé de diversas forma, ya sea usando cualquiera de tus hoyitos para meté mi banano, o humillálte, o causándote algún tipo de dolo', o poniéndote aditamentos especiales cómo cadena', disfraces, lo que sea que me divierta. Todo eso me dará mucho place', Perrita, ..y aunque al final no impolta si tú tiene' place' o no, para mi solo ere' mi mascota ’’.

Definitivamente el desgraciado estaba usando a mi Madre cómo su simple escava, siendo un objeto de placer, Mamá debiá vivir por y para el placer. Todo eso le dijo el desgraciado viendola a los ojos, pero lo más extraño era que Mamá lo aceptaba, era como una pesadilla para mí, no podía creer lo que estaba viendo.

-‘‘Perrita, ¿está gozando realmente todo esto, veldad?, ..cuéntame que está sintiendo ’’.

-‘‘¿Qui, quiere que sea sincera, Amo? ’’.

-‘‘Claro ’’.

-‘‘Últimamente he tenido muchas fantasías, Amo ..fantasías de tipo erótico en las que diferentes desconocidos me poseen, me hacen suya, y desde que usted me empezó a usar, hacer y que hicieras cosas… raras, me siento muy excitada. Y mi Amo, sí quiero ser suya y aprender a ser una Perra para usted, si eso es lo que quiere. Aunque Amo, la verdad me parece que serán muy difícil por mi hijo ’’.

¡No podía creer lo que estaba escuchando!, mi Madre se estaba abriendo para el viejo, se estaba declarando cómo su fiel esclava, estaba admitiendole que se excitaba por cómo la trataba, la verdad que no sabía cómo, pero me tenía que deshacer de ese maldito viejo.

-‘‘Sí, mi Perrita, lo complendo, ..entiendo que no quiera' que se entere tu nene. Pero yo exijo la entrega total, ..y la entrega total implica también todo tu tiempo. Perrita, ésta será la última ve' que te lo pregunte, ..¿lo acepta? Acepta se' mía sin cuestionamiento de na'a, ..sometiéndote a to'o lo que te haga y to'o lo que diga a la hora que yo quiera ’’.

Mi Madre lo piensa un momento. Observa la cadena que cuelga de su cuello, siente sus pechos desnudos, y todo su cuerpo, esbelto y hermoso que clama porque él lo tome..

-‘‘Sí, Amo, ..lo acepto todo ’’. Responde mi Madre viendolo a los ojos.

-‘‘¡Je, je, je!.. Bien, Perrita, ..bien, pasemo' al asunto' má impoltante. Colocate en tu posicióng, ..ve a tu cualto y ponte los zapatos má altos que tenga. Cuando regrese', hazlo en dos patas ’’.

-‘‘Sí Amo ’’.

El viejo ya mostraba amplio dominio sobre mi Madre. Ella se dirigió a su recamara, quería seguir al pie de la letra todos los mandatos de su Amo, caminando cómo pingüinita volvió a tomar las escaleras. esta vez ya más rápido, su trasero ya se había amoldado ligeramente a su rabito. Llegó al segundo nivel y se fue a su cuarto a la derecha, cómo recordarán en la segunda planta de nuestra enorme casa cuenta de izquierda a derecha con la recamara de mis Padres, seguida por mi cuarto y el cuarto de visita al costado, para terminar con una baño para mi y para los invitados, ( mi Madre tiene el suyo en su recamara ). Entró y se dirigió a su closet, buscaba unos zapatos negros, de tacón muy fino y alto que sólo usa en situaciones especiales.

Se los coloca teniendo cuidado en sentarse al borde de su cama. Trata de ponerse de pie para ir con él y se da cuenta que se le hará más dificil. Mi Madre no había calculado que con esas zapatillas su cuerpo toma una postura más recta, haciendo sacar más su trasero, haciendo que con ello, el embonador ensartado en su trasero le fuera más incomodo. Se pone correctamente de pie y se para frente a su enorme espejo. Se observa su postura tan recta, su colita se expone más a la vista y piensa ‘‘Claro que lo hizo a propósito’’, pues aparte de la incomodidad al caminar, la colita la obligará a adoptar una posición extraña. Una muy sensual, con las piernas estiradas pero con el torso vuelto hacia el frente, es decir, sacando las nalgas y ofreciendo el pecho. Se pone ruborizada, se las arregla para caminar así y con los tacones, además ahora va a ser más dificil bajar los escalones.

Resignada empieza su marcha, si antes batallaba para caminar descalsa ahora con esas zapatillas altísimas mucho más, si antes parecía una pingüinita ahora parecía una venadita recien nacida, sus piernas la hacen tastabillar por un instante, logra tomar su postura y sigue avanzando, el camino será largo pero ella se lo había buscado, el desgraciado tenía mil modos para hacerla sufrir y hacerla gozar al mismo tiempo. Mientras camina no puedo evitar ver la brillantes de sus muslos interiores, mi Madre estaba chorrenado de la entrepierna, sentirse sometida la excita de sobre manera, un tipo que la oblige y la humille de esa manera la mantiene deseosa. Se dirige a las escaleras, se detiene por un momento, cree no poder lograrlo, siente que no puede sostener su cuerpo mientras da su primer paso. Se toma de los barandales para hacer fuerza, se anima, da el primer paso, su rabito oscila en sus caderas y choca entre sus muslos haciéndole cosquillas.

15 minutos dura su decenso, se apresura, su dueño ya debe de estar inquieto. El sonar de las puntas de sus tacones corta el silencio de la casa, junto con el ruido que hace la cadena de su cuello. Mamá logra llegar hasta él, esta acalorada, ha sido un gran esfuezo. Don Mario la toma de la cadena que pende libremente por la inclinación de su cintura, hace que se acerque a él y acaricia sus senos.

-‘‘Pobre Perrita, ..tene' que camina' así, a dos patas, cuando todos sabemo' que los perros caminan a cuatro patas. ¿Te gusta má esta' a cuatro patas, mi Perrita? ’’.

-‘‘S, sí Amo, ..me siento más comoda ’’.

Le acerca la mano y la acaricia toda, cómo a un perro. Le da unas palmaditas en el trasero y le vuelve a jalar su rabito haciéndola fruncir el entrecejo y exhalar un pequeño quejidito.

-‘‘Anda Perrita, ..vé y silveme otra celvecita, anda y dame un bocadillo ’’.

Mamá lo empieza a hacer y por supuesto rápidamente, ya que no quiere desagradar a su Amo, pero algo que no había contemplado es que ella comienza a tener más y más hambre, no se queja, para no ser castigada nuevamente con las pantaletas de su archienemiga vecina. Ya son casi es la 1:00 de la tarde y ella siempre acostumbra a desayunar a las 8:00. El viejo la observa todo el tiempo. Mi Madre resulta realmente un espectáculo morboso. Moviéndose con pasitos chiquitos del refrigerador a la estufa, de ahí a la alacena, con esos tacones altos, con un collar y la cadena, además cómo si eso no fuera bastante, con un rabo y un plug ensartado en el trasero, sin poder caminar con normalidad ni erguirse naturalmente.

Luego prepara la mesa. Obviamente no para ella, pues supone que sólo lo verá comer, una mascota no come con su Amo seguro que pensaba. El desgraciado se siente un Rey, lo puedo ver en su cochino rostro, aún no pude creer cómo a manipulado a mi espectacular Madre. Cuando se sienta a la mesa le ordena adoptar su posición. Mi Madre se coloca al lado de su silla, con la lengua imitando a la de los perros sedientos.

-‘‘Muy bien cachorrita, tu Amo se va alimenta' ..y cómo veo que tiene se', puedes chupa' mi mamila. Anda Perrita, ..metete bajo la mesa y toma tu lechita ’’.

Y jalándola de la cadena la conduce frente a él, por debajo de la mesa, para mi suerte la mesa de la cocina es de cristal mostrándome claramente lo que mi Madre hacía por debajo de esta. Ella se coloca entre sus piernas, ansiosa, realmente mi Madre esta desesperada por que le su verga.

-‘‘Anda Perrita, ..saca tu mamilita y alimentate, ..tu Amo te va a da' de bebel ¡Je, je, je!..’’

Mi Madre ansiosa empieza a bajarle el cierre de su siempre pantalón marrón que nunca se quitaba, no sé si tenía varios o siempre usaba el mismo, lo que si estoy seguro era que no había día que no lo trajera. Pero dejando al viejo por otro lado volteo a ver a mi Mami que es la que nos interesa. La noto nerviosa, es tanta excitación que no sabe cómo empezar, es más, estoy seguro que no sabe si esta más grande que las otras veces, pero esta vez lo ve enorme, a sólo unos centímetros de su rostro. No sabe qué hacer. Aunque ya lo había tenido en su boca varias veces, nunca había estado tan ansiosa cómo este día.

-‘‘A ve', Perra, ..no me diga que no sabe' qué hace. Métetelo a la boca y alimentate, ..que será lo único que comas en este día ’’.

-‘‘S, sí, Amo ’’. Se escucha la voz apagada de mi Madre bajo la mesa.

Luego subió la vista lo miró a los ojos detras del cristal de la mesa, con esos ojitos azules buscando una respuesta a ese acto…el viejo le guiñó un ojo y le coloca una mano detrás de la cabeza para comenzar a atraer la cabecita de mi Madre hacia su tremendo ariete que ya muestra dimenciones extraordinarias, lo que mi Madre se sorprendió de sobremanera y coloco las manos en su vientre para evitar el avance de su cabeza hacia ese pene para admirarlo. Mi Madre quedó haciendo frente a la presión del viejo mientras miraba fijamente el glande amoratado que tenia a unos 3 cm de su boca, se notaba que mi Madre estaba tan ansiosa que no sabía por donde empezar.

Pasados unos segundos en los que mi Madre calibró y olfateo el edor que producia esa verga, volvió a subir su dulce mirada y la clavó en los ojos del viejo, pero inmediatamente despues echó la cabeza hacia adelante abriendo al máximo su boca y metiéndose en ella ese enorme glande por completo…Mi Madre con la boca casi hecha agua se avalanza contra esa tranca, la verdad que eso es lo que venía deseando desde toda la mañana, y ahora que por fin tenía la oportunidad de meterselo a la boca, no lo desaprovechó. Ya estaba, lo tenía de nuevo. ¡Mi Madre se la estaba chupando a ese viejo desgraciado en nuestra cocina!, ¡y donde yo día con día ingería mis alimentos!

Comienza a saborearlo, a chuparlo, a lamerlo de tal manera que parece que esa manguera fuera ser su último soplo de vida. Por un momento hasta hizo que el viejo dejara de comer por el tremendo chupón que le dio en la punta. La expresión de mi Madre era un poema, le costaba tragarse ese glande y tenia la boca abierta al máximo con los ojos como platos. La cara de mi Madre se deformaba teniendo ese glande en su boca. Tenia las mejillas hinchadas, toda belleza que siempre mostraba desaparecía con esa cara.

-‘‘¡Oohhhh!! Muy bien Perrita ’’. Le dice el viejo mientras arranca un pedazo de pan para sopear y continúar plácidamente con su desayuno.

Mi pene estaba embravecido al ver a mi Madre debajo de la mesa de cristal dónde yo a diario ingeria mis alimentos, estaba tan caliente que sentía que con el simple hecho de rosarme el pantalón me chorrearía sin evitarlo. El desgraciado viejo que tanto odiaba, estaba comiendo tan plácidamente mientras mi Madre le chupaba el garrote bajo la mesa. Ella en medio de las piernas del viejo engullia el tremendo falo con glotonería, su cabeza empezaba un vaiven de adelante hacía atrás haciendome temblar de excitación. Mi arrogante Madre chupaba esa reata cómo aposenta, pareciera cómo si estuviera deshidratada y esa manguera la estuviera hidratando, con una actitud en demasia morbosa, lo volteó a ver tras el vidrio dedicandole una esforzante sonrisa, el desgraciado riendose por encima de la mesa levantó su vaso de jugo de naranja brindando por el tremendo placer que ella le estaba brindando.

-‘‘Sin usá las manos mi Perrita, ..pon las manos a tu espalda, ..ahora sólo lámelo. ¡Oooohhh!! Eso e' ..a todo lo lalgo. ¡Oooh! Chupame las bolas tambien. ¡Ooohhh!! Eso e', ..ere' toda una cachorrita sedienta. Ahora métetelo en la boca, ..debes tragáltela to'a ’’.

Mi Madre sumisa lo intenta, pero desafortunadamente para ella aquella verga por sus dimenciones no le entraba. Lo vuelve a intentar una vez más y vuelve a experimentar dificultades.

-‘‘¡Gloghh!! ¡glah!! ¡Aarghh!!, ..Amo, no es posible,  no me entra ¡Ah!, ¡Ah!, se me dificulta mucho ’’.

-‘‘¡No me vengas con tonterías!, ya te lo has comido antes, ..anda, abre bien la galganta y deja que pase, luego muévete pa' adelante y pa' trás ’’.

Mi Madre lo vuelve a intentar y nuevamente vuelve a fracasar. Esa verga es imposible de engullir por si sola. Trata de que olvide el asunto con una nueva arremetida de lengüetazos a la punta del pene y en sus bolas, pero el desgraciado viejo bajo una mano por debajo del cristal, la toma de la cabellera con rudeza y hace que se lo trague repegandola fuerte entre sus piernas. Mi Madre siente el jalón y la verga entrando por su garganta. Se tensa al momento de que el terrible falo le rosa la campanilla, enseguida se le vienen las arcadas, tratata de relajar sus convulsiones pero se le hace imposible. Mi Madre empieza a toser con el falo taponeandole la garganta, haciéndole que sus mucosidades salgan disparadas por su respingada nariz.

Ella sólo chapotea sus manos inutilmente, se aferra de las rodillas del viejo y soporta los terribles embates. Pero aún así apenas puede mantener el ritmo y la respiración, se le hace un terrible calvario pero lo logra, y él sigue, usándola mientras comienza a jadear. El desgraciado viejo ha olvidado el desayuno y cómo loco arremete con la pobre cabecita de mi Madre. Desde mi monitor veo cómo la cabeza de mi Madre es fuertemente sarandeada hacía delante y hacía atrás sin el menor de los remordimientos. Cuando ella alcanza a pensar que él literalmente le está jodiendo por la boca, siente cómo se viene adentro de su garganta.

-‘‘¡OOOHHHH!!! ¡AAHHHHH!! ¡Tragalo to'o! ¡Ooohhh!!, ..no dejes na'a, ¡Ooh! ..bebe to'o lo que te dan mis güevos ¡Ooooaaassiiiiihhhh!!! ’’. Exclama el viejo con los ojos en blanco.

Mi Madre que hasta esos momentos se encontraba ante la situación de no saber cuando sobreviniera su eyaculación, optó por tragarlo todo, aunque era algo que no procuraba hacer, quizás lo más prudente para ella y para no hacer enojar a su Amo, sería dejarlo culminar dentro de sus labios, para después poder arrojar los restos en alguna parte, así que acomodó sobre el glande sus aterciopelados labios y se dispuso a dejar toda esa leche pasar.

El resultado de tan inesperado acto que quizás debido a su inexperiencia en el arte de la felación, y a diferencia de lo que había anticipado, todo le fue bastante más complicado de lo que ella suponía, pues al estallar la primera descarga fue a dar completamente contra el fondo de su garganta, que ante lo inesperado de la sensación de inmediato intentó cerrarla para impedir el paso de toda esa descarga hacia su esófago y poder así expulsarla, pero cuando la segunda oleada le inundó con aún más líquido que la anterior, de pronto Mamá sintió que se ahogaba, ya que la gelatinosa sustancia parecía querer subir hacia su nariz en el mismo instante en que la cabeza del pene se abría paso más allá de lo que pudiera ella manejarlo dentro de si.

El terrible falo de Don Mario estaba tan enterrado en la boca de mi Mami que tocaba con él la pared del fondo de su garganta, por lo que sin poder evitarlo más, Mamá comenzó a lamentar su estúpida idea de haber pretendido hacerlo terminar de aquella manera y teniendo que respirar pudo sentir cómo su viscosa sustancia resbalaba por su garganta con rumbo a su estomago.

-‘‘Eso, así Perrita ¡Ooohhhh!!, ..tómatela to'a y no me desperdicie na'a, que esto son puras proteínas para ti y vale más que la bebas to'a, polque será lo único que pruebes este día ’’. Le dijo al momento en que expulsaba una tercera y cuarta descarga para que fuera a parar dónde las otras lo habían hecho.

Pero cuando Mamá esperaba recibir los últimos chorros de su esperma caliente, de pronto el viejo de manera malisiosa y vil, extrajo todo su miembro de su boca y sin siquiera preguntarle, lo disparó contra su bello rostro con tan maldita buena puntería que cuando intentaba ella volverlo a introducir a su boca para succionar lo que pudiera quedar en sus güevos, de manera inesperada el último chisgete de aquella pegajosa sustancia caliente, fue a caerle directamente dentro de uno de sus ojos, que de inmediato cerró para intentar calmar el ligero ardor que le produjo.

-‘‘¡Ooohh!! ¡ohh!! ¡yaahhhh!! ’’. Fue lo único que exhaló el desgraciado en tanto que todavía percibí que lanzó al menos dos descargas más que aterrizaban contra el rostro de mi Madre.

Mi Madre había quedado ciega momentaneamente, el infeliz viejo le encantaba de sobre manera lanzarselos a la cara humillandola cómo le era costumbre. Después, aún ella sin atreverse abrir los ojos, sintió cómo su Amo no satisfecho por su inesperado acto tan repulsivo, colocando contra su rostro el glande, comenzó a batirle toda la sustancia sobre la superficie de sus mejillas, incluso apartando con él mismo parte de la sustancia que aún cerraba su ojo, para untársela sobre el rostro y acercársela hacia sus labios.

-‘‘Eso e' Perrita, ..ahí está. ¿Te gusta que tu dueño te llene de cremita la cara?, ..con esa crema jamá te saldran arrugas, ¡Je, je, je!.. Devería de patentarla, ..ganaría una fortuna ¡Je, je!.. ¿Se la recomedarías a tu amigas ricachonas, Perrita? ’’.

Sabiendo que finalmente ya debía de haber terminado, Mamá abrió al menos parcialmente un ojo, para alcanzar a distinguir que sería lo que él pudiera estar haciendo, para descubrir que ahora su Amo ya estaba comiendo sin importarle cómo hubiera quedado mi Madre bajo la mesa. Hasta que en un momento se digno a voltear hacía ella, fue sólo para lanzarle una servilleta a la cara y regresar a lo que estaba comiendo. Mi Madre entendio de inmediato que para él era sólo una mascota, la cuál sólo la usaría para divertirse y sacias sus bajos instintos, a lo que resignada e hincada bajo la mesa empezó a limpiarse el rostro para despojarse de toda aquella sustancia pegajosa.

-‘‘¡No e' para ti PERRA!, ..e' para que me limpies la verga y me la dejes cómo estaba. Tú podra' quedalte así, no me impolta, ..así te ahorras en tu cremas ’’.

Lo que de inmediato Mamá procedió a colocar su miembro entre sus manos y frotarlo para limpiar los rastros de semen y saliva que lo cubrían. Mientras que yo desde mi ubicación sin saber exactamente que hacer a continuación al menos agradecía que hasta ahí fueran a quedar las cosas y que no la fuera a obligar a tener relaciones con él.

-‘‘Bien Perrita, ..ya comprobamo que eres una mamadora excelente. Usaré mucho esa boquita, ..o tendré que decí tu hociquito ¡Je, je!..’’

-‘‘Sí, Amo, ..por favor cuando quiera use mi boca para venirse ’’. Le Dice mi Madre ante mi atonica mirada y con toda sinceridad.

-‘‘¡Je, je, je!.. Que buena Perra vas a sé, ..¿te bastó con lo que has ingerido o aún tienes hambre? ’’

-‘‘Sí, ..aún tengo hambre, Amo ’’.

-‘‘¡Mmmhh!! ... No sé Perrita. Hoy comerás pocas cosa sólidas, ...¡Mmmh!! ..pero primero voy a ponelte el castigo que tú misma pediste, y luego veremo' qué hacemo' con tus alimentos ’’.

-‘‘Gracias, Amo ’’.

-‘‘Está bien, ..sígueme, ..vamo' a la sala ’’.

Mamá le siguió detrás de él, agatas y jalada por esa cadena, en su rostro los grumos de la leche empezaba a precipitarse hacía el piso y el resto a secarse sobre su piel. Su Amo no le había permitido limpiarse y ella cómo si fuera un adorno más para agradarlo en su morbosa perversión mostraba con orgullo el jugo de su macho. Llegarón a la sala, el viejo se dejó caer sobre el sillón dónde yo frecuentaba mirar el televisor. Mi Madre en su posición ( de rodillas con sus manos en su pecho y sacando su lengua ) permanecia a su lado en espera de más instrucciones.

-‘‘Métete debajo de la mesa ’’. Lo dijo señalando la mesa de centro dónde solía comer las botanas y bocadillos mientras disfrutaba del televisor.

Mamá le obedeció inmediatamente. Se introdujo bajo la pequeña mesa y se tomó la licencia de ponerse a cuatro patas. Así se sentía más su Perra. Don Mario al verla así fue por su maleta, dónde guardaba no sé que tantas cosas. De ahí sacó ahora un consolador azul algo transparente, debía de medir unos 30 cms, era muy flexible ya que se movia para todos lados. Le dijo a Mamá que se volteara para el otro extremo y que no se moviera, Mamá estaba espectante, no sabía con que ese viejo pervertido le saldría ahora. Con sus rudas y asperas manos le sobó un poco el trasero, las blancas y carnosas nalgas de mi Madre eran amasadas por esas manos marronas y torpes ¡SPLASSHH!! Un fuerte manotazo la hizo respingar, el desgraciado desde el otro lado de la mesa le abre las nalgas como si quiciera separalas para siempre, con eso el plug parece como si quiciera salir por si solo, ahora logro verlo completamente, el esfinter de mi Madre se encontraba muy colorado e incapaz de cerrarcele por completo. El viejo lo toma por el mecho y empieza halarlo.

Lentamente le fue retirando el plug de su trasero, lo jalaba de la coleta de caballo hasta vencer la resistencia del agujero de mi Mami. Ella se afirmó bastante para impedir que la jalara hacía atrás, yo podía ver desde mis camaras cómo su ano se estiraba para tratar de impedirlo, pero él pudo más y haciendo presión logró sacarlo. El culito de mi Madre quedó abierto por lo menos una pulgada, ¡podía ver su interior!

-‘‘¡Je, je, je!.. ¡Pero mira nada má!, ..cómo te a queda'o el agujero Perrita, ..dime una cosa. ¿Lo siente?, ¿siente cómo te ha quedado de abierto el culo? ’’.

-‘‘¡Ohhh!! si, lo siento mi Amo, ..siento cómo me entra el aire ’’.

Mamá quería ser una Perra y él la trataría cómo una Perra. Le hizo a la cadena un nudo corredero ajustándo a una pata de la mesa, dejándole apenas un metro de cuerda. Este gesto era simbólico, pues Mamá tenía las manos libres y podía librarse cuando quisiera de sus ataduras, pero no parecía disgustada con su nueva condición de Perra.

-‘‘¡Je, je, je!.. Está bien, ..cómo veo que no te impolta portalte cómo una Perra, hoy va a se' mi Perra y te portará cómo tal. Va a esta así a cuatro pata y va a esta' atada ¿de acueldo? ’’.

-‘‘Si Amo, ..seré su Perrita siempre que quiera ’’.

-‘‘Muy bien Perra, ..pues ahora va' a cumpli tu castigo. El castigo que tú mima escogiste ’’.

Mamá permanecía a cuatro patas ofreciéndole su trasero. Don Mario le deslizó las bragas hacía una de sus nalgas y contempló su ano todavía enrojecido de la penetración de esa cosa. No había duda que ya se veía algo más abierto que la vez que la había sodomizado. Cogió el consolador largo por un extremo y lo restregó un par de veces por su chorreante vagina, para que se humedeciera y después empezó a introducírsela por el ano. Mamá gruñía lastimeramente cómo una Perra a causa del dolor que le estaba causando la introducción de ese nuevo objeto que no alcanzaba a ver pero que sospechaba no sería algo placentero. El consolador no era tan grueso que el plug pero si más largo, si mi vista no me fallaba el desgraciado le introdujo más de la mitad de ese consolador, a eso la cara fruncida de mi Madre al sentir esa manguera de plástico amoldarse a sus intestinos.

-‘‘Tranquila mi Perrita, ..un poco má y ya podrá sabe' lo que es el canda'o Cubano ¡Je, je, je!..’’

Poco a poco su esfínter fue dejando pasar a ese objeto hasta que su ano se lo tragó hasta la mitad. Entonces Don Mario cesó la presión y contempló a mi Madre: su perra se veía estupenda a cuatro patas atada a la mesa y con una manguera de unos 15 cm sobresaliendo de su ano que hacía las veces de otra cola. La profundidad con la que se lo había enterrado impedía que éste se saliera del culo de mi Madre dejando a su Perra sin cola. Sonrió por esa cruda imagen que esa glamurosa mujer le daba, pero no satisfecho. Mamá para agradarlo y creyendo que eso sería todo, movió el trasero ( y por consiguiente la cola ) cómo gesto de conformidad. Ahora ya no le dolia tanto el culo, por ser más delgado, aún que en cierto modo se sentía extraña por llevar dentro de si 15 cms enterrados en su interior.

Pero con lo que jamás imaginó Mamá ni tenía contemplado, fue que el pervertido viejo tomó el otro extremo del consolador y sin tener ni la gentileza de avisarle, le incrustó la otra punta en la vagina. Mi Madre al sentir el otro extremo reparó en hacerse hacía el frente, pero la cadena que tenía sujeta a su cuello y hacía la mesa se lo impidieron. Quedó paralizada, jamás imaginó tener el mismo consolador entre sus dos cavidades.

-‘‘¡Oh por dios!, ..¿q, que hizo? ’’.

-‘‘Tu castigo mi animalito, ..el canda'o Cubano ¡Je, je, je!.. ¿No se siente rico?, ..quedate ahi y no te muevas ’’.

Don Mario entonces se sentó en el sillón, se desabrochó los pantalones y se sacó el miembro que volvía a estar erecto debido al alto contenido erótico de la escena. Estirando su brazo, cogió la cadena que asía a Mamá tirando de esta hasta acercar su cabeza nuevamente a su verga.

-‘‘Ven aquí Perrita, ..abre la boca ’’.

-‘‘¡Oh por dios!, no me puedo mover, ..esto es demasiado ¡Ouhhhgg!! ’’.

-‘‘Ven acá ¡PERRA!!, ..ahorita te acostumbrara' ’’.

Mamá se acercó timidamente hacía sus piernas, el mendigo consolador sólo se mostraba 5 centimetros entre las dos cavidades. Ahora entendía su nombre del ‘‘candado’’. Este desgraciado tenía un arsenal de cómo castigar a una esclava. Mamá se dirigió a él y abrió la boca para que enseguida el viejo le metiera dentro su verga semierecta cómo el que le dá el biberón a un niño.

-‘‘Aquí tiene de nuevo tu biberón Perra, ..pero no quiero que me la mame, sino que la tenga' sólo en la boca ’’.

Mamá entendió de inmediato que la iba a tener un buen rato allí atada con la verga en la boca. Era su Perra. Se la metió lo más adentro que pudo hasta casi llegar a la mitad. De esa manera sumisa y humillante, Mamá tenía que mantener la boca bastante abierta para poder albergar en su cavidad bucal todo el tremendo aparato de su Amo. Todavía no llegaba a comprender cómo ese desgraciado viejo había logrado doblegar tanto así a mi Madre, la tenía a sus pies. Ella sentía la cadena fria abrazada a su cuello, pero no se quejaba, es más, estoy seguro que no tenía ni deseo de hacerlo. El desgraciado viejo encendió el televisor en un intento de ocupar su tiempo para poder completar sus planes: tener a Mamá toda la tarde con su verga en la boca, pensó ¿no quería verga? Pues este desgraciado la iba a hartar de ella.

En principio pensó en ver placidamente el televisor, pero con ese panorama le era imposible. Tenía a una mujer espectacular atada a la mesa, a cuatro patas, con un doble consolador incrstado en sus dos cavidades y con su verga en la boca ¿Quién se podría concentrar en ese plan? Y no era sólo eso, estaba empezando a darse cuenta de que con esa mujer podría hacer casi cualquier cosa ¿Dónde estaban los límites de mi Madre? ¿Hasta cuando duraría esta situación? ¿Cómo podría yo deshacerme de este viejo? Lo que sí estaba claro es que él disfrutaba humillándola. Y ella por lo visto también disfrutaba con la humillación. Lo que a cada rato me preguntaba era si esta experiencia era totalmente nueva para Don Mario. ¿O también lo hacía con Mati nuestra vecina? Recuerdo que también traía sus bragas en su maleta, ¿Mati también será su Perra? Ahora me entraban muchas dudas, era claro que también se cogia a Mati, pero ¿También la trataba a si? No lo sé, pero yo tenía que buscar una forma para borrar ese viejo de nuestras vidas.

El desgraciado permaneció ahí, sentado frente al televisor con su verga salida de su pantalón, quería poner a prueba a su Perra, quería ver hasta dónde mi Madre era capaz de llegar. No decía nada, es más, ni siquiera volteaba a verla. En la casa se tornó un silenció, desde que Don Mario le había introducido a Mamá su verga, ya hacía más de media hora, ésta no se había movido ni un ápice. El viejo estaba tan complacido con su Perra que no se atrevía a decirle nada, sólo de vez en cuando sentía una leve succión en su falo que correspondía cuando a ella se le acumulaba la saliva en la boca y tenía que tragarla. El Cubano la acariciaba de vez en cuando, cómo se acaricia a una mascota, pasando la mano por su cabello, por su espalda, y toqueteando de vez en cuando sus tetas que le colgaban sin detenerse mucho en ellas. También de vez en cuando le soltaba un par comentarios apremiantes del tipo ‘‘Asi mi Perrita’’, ‘‘Eres una Perrita muy buena y obediente’’, ‘‘Me gustan las Perritas bien adiestradas que obedecen a su Amo’’. Todo eso hacía ruborizar más a Mamá y humedecerse, tanto que respondía moviendo las caderas. Mi Madre se sentía cómo una auténtica Perra y disfrutaba comportándose cómo tal, a pesar de que ya empezaban a dolerle las rodillas de la postura y la mandíbula de alojar dentro la verga de su Amo.

-‘‘¡Ooh! Espera, ahora vengo Perrita, ..voy por otra celveza. No te vaya a il ¡Je, je, je!..’’ Le dijo el viejo mofandose de su situación al estar amarrada.

El desgraciado viejo se levantó del sillón con su verga de fuera y se dirigió a la cocina, me parecía increíble que un horrible viejo y mugroso como lo era ese Portero anduviera con su pene de fuera en el interior de mi casa, esto era de locos, si me lo hubieran contado un año antes jamás lo creería. Pero lo que si estaba más increible era ver a mi altiva y arrogante Madre en su posición, permaneció ahí, a cuatro patas amarrada a la mesa de la sala con un collar para perros y un consolador entre sus dos agujeros. Estaba callada, inmovil, su mente estaba ausente de su cuerpo, en estos momentos sólo pensaba en apagar la excitación de su cuerpo. Mi Madre permaneció así por lo menos 5 minutos, lo extraño era que el viejo no regresaba, cambie de camara para ver que era lo que hacía el Portero en nuestra cocina y el hijo de la chingada estaba buscando una botella, se tomaba su tiempo en disfrutar de la situación, parecía querer alargar el tiempo de espera para desesperar a mi Madre, pero esta seguia en su misma posición.

Los minutos se le hicieron horas a mi Madre mientras esperaba la llegada del degenerado del Portero. Mejor dicho, mientras esperaba la llegada de su Amo. Tenía que ir acostumbrándose. El desgraciado viejo la tenía bien doblegada, en todas las acepciones de la palabra. Y muy pronto, la doblegaría aún más de nuevo. La espera la estaba poniendo cada vez más ansiosa. Mi Madre empezaba a sentir como su entrepierna palpitaba cada vez más, y no se le ocurrió mejor modo de aliviar su nerviosísmo y tranquilizarse que jugar con su chochita. ¡Vaya manera de relajarse! Mamá bajó una mano y la metió en medio de sus piernas para frotarse su ya erecto botoncito, tenía el clítoris demasido sensible. De algún modo, se sintió aliviada cuando sus deditos comenzaron a jugar con su clítoris. Nada más empezar a tocarse, notó cómo su entrepierna chorreaba más jugos. Es que ¡apenas fueron unos segundos y estaba ya totalmente encharcada! Mi Madre estaba experimentando una de las mas grandes calenturas de su vida, estaba más ruborizaba que las otras ocasiones, sus pechos se erizaron, que digo erizados esoy seguro que hasta le dolian de lo duro que los tenía. Sus pezoncitos se endurecian al tiempo que una fuerte calorada la envolvía por oleadas.

Debía de admitirlo yo tambien, aquella situación me estaba gustando. Estaba encontrando placer malsano en todo lo que el viejo le estaba obligando a hacer a mi Madre. Me maldije por eso pero no era ese el mejor momento para pensar en ello. Y menos cuando observo como mi Madre empieza a extremecerse cuando un orgasmo repentino le llega de golpe. Fue realmente una sorpresa, jamás creí posible que una mujer pudiera correrse tan rápido. Pero el caso es que apenas llevaba unos segundos jugando con su chochita cuando un súbito calor le subió al rostro. Nada más al percibirlo, las blancas manos de mi Madre se tensaron y crisparon alrededor de su botoncito sin dejar de masajearlo frenéticamente. Al tiempo que observé como una súbita descarga de flujo fue amortiguada y quedó atrapada entre los dedos de mi Madre. No sé cómo, pero logró reprimir un sonoro gemido; que afortunadamente para ella quedó convertido en una especie de quejido chillón. Las piernas le temblaban mientras la repentina calorada se iba disipando poco a poco.

Aquel orgasmo furtivo acabó de rematarla. Podía decir lo que quisiera pero nada podía negar la evidencia, y la evidencia era que todo lo que estaba padeciendo con ese viejo, le estaba causando más placer que humillación. Mi Madre lo estaba reconociendo, por mucho que quisiera negarlo, lo cierto es que encontraba un deleite morboso en el hecho de ser la esclava sexual de ese desgraciado Portero. Ese viejo pervertido se estaba adueñando de su voluntad, aunque yo sufriera con todo el alma y me empeñara en negarlo. En realidad, ya se había adueñado de su voluntad. Y precisamente, eso era lo que más me asustaba. De todo lo que nos estaba pasando lo más difícil de asumir era mi propia parte de culpa. Quisiera o no quisiera, tenía que reconocer que yo era tan culpable cómo ellos. Yo podía parar todo aquello, bastaba con una llamada a mi Madre para decirle que regresaba y parar todo aquello, pero esta maldita perverción que me tenía empalmado y escondido en mi propio closet me impedía hacerlo, y pensar en todo ello, no hacía sino excitarme aún más.

Mi Madre estaba entrando en un territorio nuevo y muy desconocido para ella, mucho más allá de los seguros límites que le habían impuesto desde pequeña. Sus Padres, ( mis Abuelos ) siempre habían velado por su bienestar y habían tratado de que tuviera los mejores principios, pero ahora.. Ahora estaba adentrándose en una zona oscura y perversa, repleta de cosas nuevas y excitantes, llena de incertidumbre, emociones encontradas y… para qué negarlo, llena de placer.  Todo esto no hacía sino avivar y espolear su imaginación. Y en aquellos momentos la cabeza de mi Mami solo podía pensar en una cosa… sexo .. ¡de repente se había convertido en una ninfomaníaca!

Tengo que reconocerlo, y mientras pensaba distraídamente en todas estas cosas, los dedos de mi Mami comenzaron a hurgar nuevamente en su ya empapada entrepierna. De hecho lo estaba haciendo sin ser consciente de ello. Conforme en su mente se iba calentando, sus manos fueron suministrando el combustible que demandaba su irracional deseo. Sin haberlo planeado se descubrió haciéndose un fenomenal paja. Sus dedos se movían solos mientras se restregaban frenéticamente contra su sexo. Estaba a punto de gemir a pleno pulmón. ¡Qué digo! ya estaba gimiendo y tuvo que taparse la boca cómo pudo con la otra mano para que su Amo no la castigara de nuevo con otro pervertido abuso. Pero ya el cuerpo de mi Mami temblaba y perdía el equilibrio. Dejó caer el torso en la fria duela del salón buscando con sus tetas aplastada un punto de apoyo. Apenas había llegado a tumbarse cuando el mundo se desvaneció.

-‘‘¡Ooh! dios, que me esta pasando ¡Aah! ’’. Sollosaba mi Madre ya con las mejillas en el suelo.

Ya fuera por el morbo de la situación, el temor a ser descubierta por aquel viejo o por lo que fuera, el caso es que se volvió a correr cómo nunca antes lo había hecho con una paja. Fue desde luego la mejor paja de su vida, la dejó crispada y titiriteando por bastante tiempo. No sé cuánto tiempo permaneció allí, tumbada en el suelo del salón mientras se recuperaba de su intensísimo orgasmo, esa iba a ser una postal que jamás olvidaría cada vez que me sentara en la sala para observar un buen partido de futbol. ¡Arriba mis gunners! perdón por el anuncio pero adoro el futbol. ¡La championsss! ¡Ja ja ja!..

Pero regresando a lo que nos interesa, el caso es que mi Madre se levantó sobresaltada, cuando fue consciente de nuevo de su situación. Afortunadamente para ella, el viejo parecía perdido entre las botellas de la cocina y no parecía haberse dado cuenta de nada de lo que había pasado. Recuperó la compostura mientras trataba de secarse las manos con lo que fuera para no delatarse. Estaba acelerada pero estaba resuelta a dominar sus nervios y disimular ante su Amo.

Reacomodó su compostura para esperar a su Amo, que por cierto ya había tardado demasiado, y su vagina no paraba de darle pulsaciones, la ansiedad, la espera, ese maldito candado Cubano, el sometimiento, la humillación, el collar, todo eso tenía a mi Madre en un mar de emociones y una interminable excitación, su vagina parecía un mananteal interminable de agua. Pensó en bajar nuevamente su mano pero se detuvo, decidió que no era buena opción, se había hecho dos pajas intensísimas y lo unico que había logrado era incrementr su calentura, ella lo que necesitaba era otra cosa. Levantó la mirada y pudo reflejarse en la pantalla del televisor apagado. Se sorprendió por lo que observó. La flamante Sr. Tapia amarrada a una mesa a cuatro patas en el suelo. Se quedó pensando, tenía que replantearse su vida, quién era ahora ella realmente. Desde luego que ya no era la ejemplar hija de Ramón ni la flamante Sr. Tapia que siempre se había creído, y había hecho creer a los demás. Ya no. Aquella niña incauta y Madre ejemplar había desaparecido, había muerto por su propia mano mientras se corría cómo una Perra encelada a cuatro patas en nuestro salón. Pero no era aquel instante el más idóneo para estar filosofando sobre su existencia y las raíces de su personalidad. El viejo acababa de llegar dispuesto a seguir con su juego.

El desgraciado volvió de la cocina con una de las botellas carísimas de mi Padre en la mano y su verga aún seguía de fuera de su pantalón de manera grosteca, ( se imaginan un viejo así en sus casas, con la verga de fuera y sus Madres amarradas a cuatro patas, era peor que una pesadilla, pues eso era exactamente lo que me estaba pasando y no hallaba que hacer ), el desgraciado tenía el pene aún brilloso y húmedo de tanto tenerlo dentro de la boca de mi Mamita.

La cabeza de mi Madre no paraba de dar vueltas y ahora estaba ahí él, parado sobre el marco de la entrada de la cocina con su sarcástica sonrisa. El rostro de ella era como de pánico, como el de una chiquilla regañada, su corazón latía a mil por hora y su unico pensamiento que estaba seguro que era el de ‘‘¿Se habría dado cuenta de lo que acababa de hacer?’’ El orgullo y la vergüenza se hicieron un nudo en su garganta y casi empieza a llorar. Parecía que no la había descubierto mientras jugaba con mi chochita pero no por ello había mejorado mucho su situación. El desgraciado estaba ahí parado pensando en el mejor modo de humillarla y afligirla.

-‘‘Veo que te estuviste divirtiendo, Perrita, ..sólo que yo no te he da'o permiso para eso ’’.

Se dejó caer nuevamente al sillón, pero esta vez no al alcanse de mi Madre, cómo para decirle ‘‘¡Ven aquí Perrita! ¡ven por tu verga!’’. Fue entonces que Mamá intentó acercarsele nuevamente, pero esta vez inútilmente, ya que el desgraciado viejo se había colocado a una distancia en la que mi Madre se le hacía imposible acercarsele, dado a lo largo que le había dejado la cadena, lo que hacía que mi Madre estira la cadena al máximo con la misma desesperación que la de un perro, haciendo fuerza hasta lástimarse el cuello, ya que la cadena tiraba de ella. Eso divertía y excitaba profundamente al viejo, que al instante volvía acercarse y le volvía a meter la verga en la boca que ella enseguida acomodaba en su paladar.

Cuando ya habían pasado más de la media hora, al viejo empezaron a dolerle los güevos, creo que de estar tanto tiempo empalmado sin correrse, así que sujetó la cabeza de su Perra ( Mi Madre ) por el pelo y empezó a moverla de arriba abajo, hasta que la cara de Mamá volvía a presentar arcadas. La verdad que Mamá era una esclava ejemplar, ya que no se quejaba, incluso había empezado a succionar con fuerza al darse cuenta de que su Amo ya quería correrse. Su rostro aún con el semén seco de la pasada corrida, buscaba con desesperación la segunda corrida de su Amo.

Don Mario la sujetó fuertemente por la nuca y la forzó a curvarse sobre él, imponiéndole que se metiera nuevamente la verga entera en la boca. Le agarró la cabeza con ambas manos y él se encargó de movérsela rudamente subiéndola y bajándola para que se la chupara. Los labios de Mamá resbalaban por aquel tronco duro y ancho hasta notar el vello, con la mejilla rozando su barriga, hasta que la obligaba a subir hasta la punta. Cuando la cabeza del pene le taponaba la garganta, una arcada la obligaba a verter babas por las comisuras de los labios, babas que goteaban en el vello y en los güevos del viejo. Le subía y le bajaba la cabeza con fuerza y velocidad, dejándola unos segundos cuando bajaba con la verga entera en la boca, hasta que le notaba una arcada y le volvía a subir la cabeza hacia la punta. ¡El infeliz Cubano no le daba tregua para tomar aire!

Mamá permanecía a cuatro patas, en bragas, con un consolador en el interior de sus dos agujeros, con ambas tetas colgando por su postura y que en ocasiones se extrellaban contra los muslos peludos del viejo. La dejó que ella sola mamara. Mamá continuó de la misma manera, aunque cuando llegaba al glande abría la boca para respirar, escupía las babas sobre la verga y de nuevo bajaba la cabeza para metérsela entera. Le dolían las mandíbulas de tener la boca tan abierta, pero estaba poseida, tenía ganas de sentir esa verga nuevamente en su interior, una verga inmensa comparada con la de sus otros chantajistas, del grosor de mi brazo. La estaba dejando bien mojada de tanta saliva. Quería agradarlo al máximo, quería gradecerle por esta nueva experiencia, tanto que se lanzó a chuparle los güevos, sabía que le gustaba, unos güevos duros y ásperos, peludos, muy redondos. Comenzó a pasarle la lengüa para empaparlos de saliva.

Desde mi habitación, ( en el closet ), la veía a cuatro patas con la cabeza entre sus muslos y los continuos movimientos del tórax, mamando sin cesar. Entre succión y succión, ví que él extendía el brazo derecho para acariciarle el culo. Le pasó la mano abierta por ambas nalgas, pellizcándoselas por arriba de las bragas, hasta que sujetó el pedazo de consolador visible para penetrarla, la sacó unos cuántos centimetros de sus dos agujeros para volverselos a enterrar, provocandole un delicioso dolor que desfiguraba su rostro, comenzando a cogerla con él, incrustándolo en el ano y en el chocho con potencia. Mi Madre encogía el culo en cada clavada.

-‘‘¡Qué bien la mamas, Perrita!… ¡Ohhh! ... ¡Ahhh! ...’’

Aún le chupaba los güevos, los tenía empapados de babas. Le sacó el consolador del culo y del chocho y la agarró de los pelos obligándola a incorporarse. Mamá tenía la barbilla reluciente por la saliva y algún goterón colgándole del labio. Le dio el consolador para que lo lamiera, para que saboreara las sustancias extraídas de su ano. Ella lo chupó con ansia, mientras el viejo se sacudia la verga mojada al mismo tiempo. Después se lo volvió a introducir, pero esta vez sólo en el ano, dejandole más de 20 centimetros que colgaban de su trasero simulando una nueva cola. Don Mario le apachurraba las tetas con la otra mano, cogiéndolas por el pezón y zarandeándola hacia los lados.

Cuando ya no pudo aguantar más, le ordenó abrir la boca, y masturbandose frente a ella se los empezó a hechar en la boca con gran puntería. Mamá por su parte, tampoco dejó escapar una sola gota de la generosa corrida que el viejo llevaba acumulando poco más de una hora en sus bolas, que descargó en su garganta. Lo tragó todo con gula y lamió después el miembro ya debilitado con dedicación. Cuando Don Mario se apartó de su alcance, Mamá apenas podía cerrar la boca. Más de una hora conteniendo la verga de su Amo habían hecho que la mandíbula se le quedara casi dormida.

Entonces el viejo desató a su Perra de la pata de la mesa y la hizo subirse a ella:

-‘‘¡Arriba Perrita!, ..súbete a la mesa ’’. Le ordenó dandole palmadas sobre esta.

Dudosa a lo que le fuera hacer ahora, Mamá se colocó encima a igual, a cuatro patas sobre nuestra mesilla de centro. Le resultó tremendamente difícil sentarse cómo una Perra, ya que su cola le estoraba para esa posición y cada vez que se iba a sentar se le introducía un poco más en el recto. Con algunos movimientos de la cadera y con 10 centimetros más que se le habían enterrado, al final encontró una postura en la cuál pudo echarla hacia atrás, aunque produciéndole un considerable dolor en su ano. Estaba sentada sobre sus talones, con sus rodillas todo lo separadas que pudo, mientras que las manos se apoyaban adelante. Imitaba la posición de espera que adoptaban los perros cuando se sentaban. Don Mario empezó entonces a hacerle preguntas con una doble intención: humillar más a Mamá ( bueno si es que eso era posible ) y saber hasta qué punto estaba disfrutando con dicha humillación.

-‘‘Veo que estás más moja'a, ..parece que mi Perrita está en celo ¡Je, je, je!.. ¿Te gusta que te trate cómo a una Perra? ’’ Le dijo mientras que le acariciaba suavemente el chocho con la mano abierta.

-‘‘¡Aah! S, si Amo, ..me gusta mucho ser su Perra ¡Oh! ’’.

-‘‘¿Y también te gusta que te tenga atada? ’’.

-‘‘Si Amo, ..¡Oh! me merezco que me ate, ¡Ah! estoy siempre tan mojada que cualquiera podría montarme si me escapo. Así me controla mejor’’.

Casi me caigo del closet al escuchar eso, no podía creer que mi correcta y flamante Madre estuviera respondiendole de esa manera tan sumisa a ese viejo, la verdad que la transformación de mi Madre me tenía cada vez más intrigado. Don Mario estaba tremendamente satisfecho con las respuestas de su Perrita, jamás imaginó que esa Señora tan arrogante y tan fina cayera de esa manera en sus tan bajas y sucias perverciones.

-‘‘¡Je, je, je!.. Muy bien mi Perrita, así me gusta, ..que sea una Perrita fiel a su Amo. ¿Qué te parece tu nueva colita?, ..¿te gusta? ’’.

-‘‘¡Ouhh!! Me duele un poco, ..pero me gusta llevarla para complacerlo. Además, quiero tener el culo totalmente abierto para cuando usted se le antoje. Me excita cuando usa mi trasero, ..aunque me haga daño, Amo ’’. Decía mi Madre dejandome totalmene helado.

Entonces el viejo pervertido le movió las bragas atorandolas sobre uno de sus cachetes para descubrir su chocho, tomó una cuchara que sacó de su bolsillo para llenarla de los fluidos vaginales de su Perra y se la acercó a la boca de Mamá para que lamiera. Ella totalmente sorprendida por la cantidad de jugo que expulsaba su vagina sólo se le quedo viendo. La cuchara se encontraba a rebosar de ese brillante liquido que había salido dentro de mi Mamita. Viendo que Mamá no se movia, el desgraciado haciendo un avioncito, ( cómo cuando a un niño se le engaña para que coma ), se la incrustó en la boca y esperó a que ella lo ingiriera, el rostro de mi Madre se descompuso al probar en su delicado paladar, su propio nectar.

-‘‘Asi mi Perrita, ..va a lamé ahora todos los flujos que segrega ¡Je, je, je!.. Como cuando una Perrita que se lamen su mismo chocho ¡Je, je, je!..’’

Mamá tenía en rostro desfigurado, jamás imaginó estar degustando sus propios fluidos. El viejo llevó de nuevo la cuchara a su chocho para seguir recogiendo fluidos ( que eran muy abundantes ) y volvérselos a poner enfrente.

-‘‘Ademá, esto y la leche que has comido antes, ..va a se' tu comida de hoy, mi Perrita. Habé, ..abra su boquita, perdón el osciquito ¡Je, je, je!..’’

Mamá no le recriminaba nada, pero con el rostro aún convertido en asco y repulsión, sólo se volteó para el otro lado negandose, pero el desgraciado viejo tomandola fuertemente de las greñas por la nuca le hizo voltear.

-‘‘¡No te volte' desgraciada!, ..esto merece otro castigo. ¡Anda!, abre el oscico para que siga comiendo tu alimento ’’.

Mamá apretando los ojos lo más que podía abrió la boca para recibir otro cucharazo. Y no sólo fueron esos, si no que llegaron más, uno tras otro. Don Mario iba alternativamente del chocho a la boca, de forma que Mamá se acostumbró a su sabor. Pero al contrario de su repulsión su cuerpo estaba ardiendo, su vagina no paraba de secretar más fluidos, con el simple sólo hecho de sentir el rosar de la cuchara sobre sus inflamados labios vaginales, Mamá se excitaba más y más, así que ya no aguantando más la calentura le expresó al viejo:

-‘‘Amo, no puedo más, ..¿me da su permiso para correrme? ’’.

-‘‘¡Por supuesto que no puede corre'te, Perra!, ..no lo puedo cree', aún con la humillacióng de tenelte amarra'a, no deja de compolta'te cómo un Puta ’’.

El desgraciado viejo no se le hubiera ocurrido negarle el orgasmo hasta que Mamá se lo preguntó. Pero aún así no cesaba de darle a comer sus propios flujos. Mamá aguantó un poco más intentando concentrarse para no desencadenar en otro orgasmo. Quería obedecerlo en todo lo que él dijera, quería servirle a su Amo al pie de la letra.

-‘‘¡Amo por diosss!, ..no puedo más ’’.

Fue entonces que Don Mario para castigarla, paró en seco dejando a mi Madre al borde de un tremendo orgasmo.

-‘‘En esta ocasióng no te correrá Perrita, ..pero si sigue así de obediente, a lo mejo' te dejo correlte al final del día. ¿De acueldo? ’’.

-‘‘¡Aah! S, si Amo, ..tu tienes derecho a controlar mi cuerpo ’’. Le respondió con la voz entrecortada y la respiración agitada presa de la gran excitación que la invadía.

Con eso, Mamá sabía perfectamente que se iba a pasar el resto del día en una intensa agonía de excitación sin desahogo, pero no le importaba, se merecía que su Amo la dejara sin correrse. El desgraciado Cubano la dominaba con la maestría de quién lo había estado haciendo toda su vida y eso a mi Madre le llenaba de gozo. Ella no era más que su juguete, el viejo podía disponer de su cuerpo para lo que quisiera, ni siquiera tenía la obligación de satisfacerla sexualmente. Y, por supuesto, sus orgasmos le pertenecían. Mamá no tenía ningún derecho a reclamarlos, lo único que podía hacer es mostrarse tremendamente agradecida cuando su Amo decidiera regalarle uno.

Don Mario la hizo bajar nuevamente de la mesa al suelo, y tirando de la cadena la obligó a seguirlo a cuatro patas por toda la casa. Mamá tenía ciertas dificultades al andar por culpa el consolador incrustado en su trasero, que iba moviéndose y estirando su esfínter todavía dolorido. Cuando pasaron por el gran espejo de salón, Don Mario detuvo la marcha y la obligó a mirarse en distintas posturas, moviendo la cola, sentándose cómo él le había enseñado, cómo una Perra e incluso lamiéndole otra vez la verga que se mostraba semierecta fuera de su pantalón. Para Mamá esta humillación no hacía más que excitarla, le gustaba especialmente ver cómo ese consolador salía de sus pantaletas, incrustado de su ano quedando colgando más de 15 centimetros de su recto cómo una cola.

-‘‘¿Aún tiene hamble mi cachorrita? ..’’

-‘‘Si mi Amo, ..pero me gustaría más que me hiciera el amor ’’. Casi le imporó.

-‘‘¿Hacé el amó?, ..eso es pa' los humanos, no pa' las Perras en celo como tú. Quedate aqui y no te muevas ’’.

El viejo nuevamente la ató a la parte baja de la columna del barandal de la escalera, dejandola en posición de Perra en medio de la casa. Dejándole poco más de un metro de cuerda ( lo suficiente cómo para tener un poco de movilidad pero no tanto cómo para poder ponerse de pié ). Y desapareció nuevamente hacía la cocina. Nuevamente mi Madre quedó en un incomodo silencio. Era claro que ya no había marcha tras, y era claro que tampoco se arrepentía. Pero tenía miedo… miles de preguntas se le amotonaban en la cabeza, ¿Y si ese viejo era un sádico? ¿y si la golpeaba despues?, ¿que seguiría mas adelante?, ¿podría regresar a su vida normal? ¡Tenía que haber pensado en todo esto antes! Afortunadamente para ella, la cosa no iba a ser tan terrible cómo se lo estaba imaginando. Solo las ordenes que le había dado el viejo retumbaban en su cabeza, esas estúpidas normas que regirían en su relación. Sí eran estúpidas pero ella debía observarlas a rajatabla y en aquellos momentos no estaba dispuesta, ni podía, rebatirlas de ningún modo. Al contrario, las escuchó con atención intentando adivinar en qué consistiría el castigo que según él le había merecido.

Lo primero que sacaba en claro, es que quería humillarla. Las normas no eran muchas, pero tenían todas el mismo objetivo. Demostrar quién era el que mandaba y quién obedecía. Para empezar, debía permanecer desnuda o semidesnuda y en silencio siempre que estuviera él en la casa. Tampoco debía mirarle a los ojos salvo cuando la montara. Debía avisarle cada vez que fuera a tener un orgasmo. Y finalmente como le había indicado, una serie de posturas que debía mantener en determinadas ocasiones. Las posturas eran todas obscenas y la obligaban a mostrarse a él descaradamente como mascota. Pero mi estúpida Madre cómo quería ganarse su aceptación y tal vez su perdón, las iba repitiendo en su cabeza una y otra vez.

-‘‘¡Muy bien, mi Perrita obediente!, ..así me gustan mis Perras. Que me esperen moviendo la colita mientas su Amo regresa ¡Je, je!..’’ Dijo el viejo acariciándole la cabeza y la espalda mientras su rabo que salía de su culo se balanceaba de derecha a izquierda.

Don Mario se acercó a ella con un recipiente de leche, era un cereal muy nutritivo que yo desayunaba todas las mañanas y que Mamá tanto compraba para hacerme desarrollar, según decía. Mamá estaba realmente hambrienta por no haber ingerido en todo el día ( A excepción de los fluidos sexuales de su Amo y los suyos propios ). Así que cuando le depositó el plato en el suelo, Mamá se abalanzó a meter la boca cómo si fuera un animal. La leche estaba fría, pero eso no era inconveniente.

Mientras ella comía, Don Mario se acercó por detrás y empezó a tirar del consolador que empezó a salir dilatando mucho más su esfínter. Se lo sacó con cuidado, no quería lástimarla para después usarla. Cuando Mamá estuvo libre de su colita, se sintió relajada, por fin pudo descansar su recto,  pero enseguida el viejo, le introdujo su dedo en el lugar que antes había ocupado el otro rabo. Mamá paró entonces de comer y frunció el entrecejo.

-‘‘¡Ohhh! Amo, por dios ..’’

-‘‘Será mejó que sigas comiendo Perrita, ..polque cuando acabe de montalte te voy a retira' el plato ’’.

Mamá entonces volvió a bajar la cabeza en el plato intentando comer todo lo rápido que podía, a pesar de la dificultad que le suponía comer en el suelo, sin cuchara y con su Amo empujando su gordo dedo por detrás. Don Mario empujaba con fuerza, su culito ya no presentaba resistencia alguna.

-‘‘¡Glup!! ¡glahh!! ...¡Aaahhh!! Amo por dios, ¡Ah!, ¡Ah! Me voy a correr. ¡Oh por diosss! ’’.

-‘‘¿Sabe que Perrita?, ..me dielon gana de enculate. Quedate ahí, no te mueva, ..te voy a cumpli tu deseo ’’.

-‘‘No mi Amo, ..ahora no, tengo mucha hambre ’’. Resoplaba mi Madre frente a su recipiente de leche.

-‘‘¡TShhhh! ... Come, polque enseguida te lo voy a quita' ’’.

Sujetó a Mamá por la cintura con ambas manos y la condujo muy despacio hasta colocarla frente a él. Mamá se mantenía espectante a cada movimiento, tenía la cara metida en el recipiente de leche pero ya no lamia, esperaba impaciente a lo que fuera hacer su Amo. Sabía que la iba a encular, tenía las pantaletas humedecidas por el líquido vaginal. No hizo falta que su Amo se lo indicara, ella misma se curvó hacia delante plantando las manos alrrededor del recipiente para esperarlo, con la cabeza hacia abajo y las tetas columpiándose, exponiendo el trasero hacia él, Don Mario con tranquilidad, se abrio más el cierre de su pantalón para no llegar a rosarse y a continuación se bajó sólo la parte delantera del slip, mostrando sin recato su jugosa verga larga y tiesa de grueso glande. Le bajó las bragas de un sólo tirón, dejándolas arremangadas a la altura de las rodillas. Yo estaba petrificado, asistía impasible a la humillación de mi Mami. Les veía de perfil, el viejo sacudiéndose la verga muy cerca del culo de mi Madre, de hecho a veces el glande golpeaba las nalgas.

-‘‘Tiene el culo ma' delicioso, que he visto, ..me encanta abritelo, no te mueva ’’.

Le asestó un par de palmadas fuertes en las nalgas ‘‘¡SPLASSSHHHH!!, ¡SPLASSHHH!!’’ Haciendo que Mamá se quejara; le ajustó el culo a su posición sujetándola por las caderas. Acercó la punta de su macana a la raja y con los pulgares se la abrió dejando a la vista su ano, un ano humedo y rosado que se contraía, con los esfínteres hinchados de la dilatación. El viejo acercó el glande taponando el agujero. Mamá notó el erótico roce, la iba a encularla, era la primera vez en el día y estaba deseosa.

El viejo fue empujando poco a poco, deslizando la verga con mucha lentitud, quería que Mamá la sintiera, que la gozara, era lo que estaba esperando desde esta mañana. Ella permanecía inerte con las manos alrededor del recipiente y con fuerza apretando los dientes, sintiendo el sudor brotando en todo su cuerpo, tratando de soportar nuevamente el dolor que suponía la dilatación de su trasero. Yo no lo podía creer, nuevamente vería a ese cochino viejo enculando a mi Mamita, podía diferenciar desde mi monitor claramente el avance de la verga, cómo poco a poco iba penetrando en el ano de mi Madre. Don Mario llegó a metérsela entera, hasta que la pelvis se pegó a las nalgas de su Perra y los gúevos chocaron contra el chocho. Ambos sudaban a borbotones, la cabellera de mi Mami incluso se había humedecido en el recipiente de leche, estaba tan cerca que con la respiración hacía que se hicieran pequeñas ondas en el blanquesino liquido. El viejo mantuvo su verga dentro del culo unos instantes, sintiendo la humedad y las debiles contraciones de mi Madre, hasta que comenzó a encularla sacando buena parte para volver a clavarla secamente.

-‘‘¡Uhmmm!! ..¡Ooohhh!! ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah! ’’. Gemía poco a poco mi Mami.

-‘‘Vale ma' que coma Perrita ... ¡Uff, uff!.. polque sera lo único que coma este día ’’.

Para no perder el equilibrio, el viejo la mantenía sujeta por las caderas. Poco a poco fue acelerando las embestidas para darle por culo más fuerte. En mis audiculares resonaban los chasquidos al chocar la pelvis del viejo contra el duro y rosado trasero de mi Madre. ‘‘¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!, ¡SHUCKS!!, ¡CHOCKS!! ¡PLAFF!!’’ El ano se fue ensanchando y la verga penetraba con más facilidad. Las tetas de Mamá se columpiaban alocadas. Ella comenzó a gemir sin remedio, a emitir jadeos secos con el ceño fruncido y la boca muy abierta. Su Amo la estocaba con potencia. Le hundía la verga en el culo con extrema facilidad. Pronto el dolor dio paso al placer, el sudor le corría por las tetas y hervía en su frente. Con los fuertes embates Mamá se fue empujando hacía delante, dejando el recipiente entre sus pechos. Los pezones rosaban por la leche poniendose más duros por lo frio de la mezcla, con los movimientos gotas de sus pesones caían al suelo. Gimiendo cómo una Puta, giró la cabeza hacia el espejo, se vio irreconocible, estaba a cuatro patas amarrada a un pilar con un viejo metiendosela por el culo. Tenía la cara colorada, sus tetas se mecían a cada embate llenas de leche por el rosar con su desayuno.

Estaba sintiendo hasta el choque de los güevos contra su chocho. Tan vigoroso y salvaje resultaba el placer que no logró controlarse y mientras el viejo la enculaba terriblemente, se le escapó un chorrito grueso de orín que salió despedido de su chocho formando un pequeño charco sobre sus rodillas. El viejo sintió las salpicaduras en sus güevos y los tobillos, pero no paró de encularla, a pesar de que el charco ya le alcanzaba la planta de los pies. Yo estaba impresionado por lo que sucedía ante mis camaras, observaba cómo mi Progenitora se meaba al son de las clavadas, sin saber que la meada formaba parte de su lujuria. El Cubano se la hundía en el ano de manera desbocada, asestándole fuertes clavadas muy deprisa, ya rugiendo de placer.

Con la mano derecha Mamá empezó a frotar con furia su clítoris mientras que con la izquierda apoyada en el suelo amortiguaba los empujones de su Amo, que le rasgaban el culo y la precipitaban a hundir más las tetas en el plato dónde estaba comiendo. Don Mario la montaba con ímpetu, lo que obligaba a Mamá a acelerar su masturbación, hasta que una oleada de placer le sobrevino y se contrajo su vientre. Poco después el viejo vació sus güevos dentro de ella, yo observé cómo rezumaba leche del culo de mi Madre, una leche muy blanca y viscosa, pero el desgraciado no paraba, seguía enculandola. Pequeñas salpicaduras blancas salían dispersas hacia los lados. El muy Cabrón se había corrido dentro del culo y seguía clavandola con severidad, ambos gimiendo cómo locos.

-‘‘¡Cabrona cochina! ¡Hasta te has miado! Yo te enseñaré a mialte de placé ¡Je, je, je!..’’

Los continuos golpes contra el culo estimularon la verga del viejo que no dejó que se le bajara, el viejo tenía mucho vigor, le estaba haciendo un licuadillo en el culo de mi Madre. Le dio tres brutales arremetidas y se detuvo en seco con la verga dentro del ano. El viejo gruñó profundamente al dejar sus güevos totalmente secos. Mamá cerró los ojos al percibir otro chorro dentro de su cuerpo. Yo estaba petrificado al comprobar cómo del ano de mi Mami manaba un caldo blanquecino que se mezclaba con las salpicaduras de semen y los fluidos constantes de mi Madre.

-‘‘¡OOhhhh!! ... ¡No cabe du'a!, ..¡el mejo' culo que e' trona'o ¡Je, je, je!..’’

Don Mario retiró la verga, la punta aún tenía fluido de lefa. El ano permanecía abierto, excesivamente dilatado. Mamá respiraba sofocada, la enculada había sido terrible, ( creo que esta ves no bastaría con su pomada desinflamante y su carterita de hielos ) Este viejo desgraciado le había abierto el culo. Mi altamente higienica y arrogante Madre estaba toda miada en el centro de la casa con el culo abierto y con gran cantidad de lefa en sus intestinos queriendolos expulsar. La vi morderse el labio inferior, cómo haciendo fuerza. Enseguida del culo salió despedido un chorrito disperso de lefa que se derramó hacia el chocho y sus muslos.

-‘‘¡Espetate ahí!, ..aprieta el culo ’’.

El viejo se reincorporó y se dirigió de nuevo a la mesita de la sala, tomó el consolador con cola de caballo y sustituyó de nuevo su flácida verga por la colita, dejando dentro todo su esperma a modo de tapón. Enseguida separó el plato y lo colocó a dos metros de ella. Mamá intentó llegar a él pero un tirón de su cuello le indicó que estaba fuera de su alcance. Entre la excitación y las embestidas de su Amo no había podido ingerir alimento, ¡Este desgraciado quería tenerla a dieta de pura leche! El Cubano se puso entonces frente a ella con su verga ya flácida salida de su pantalón.

-‘‘¡Ven aquí Perrita!, ..aquí tienes tu postle ¡Je, je, je!..’’ Le dijo meneandoselo n la cara.

Y ella no se negó. Mamá se acercó a él gateando y empezó a lamerle la verga, limpiándosela gustosa de los restos de esperma y miados que ella misma imprimió. Mientras, el viejo le quitaba con su pañuelo los restos de comida de la cara.

-‘‘¡Uff! ¡Je, je, je!.. Buena Perrita ’’. Se volvió a meter la verga en el calzoncillo y se abrochó el pantalón.

Yo estaba asqueado por todo lo que aquel cerdo pretendía de ella. Y sentía crecer de nuevo la rabia pero entonces vio como le asestó un mazazo que la puso alerta.

-‘‘¡Vamo para tu habitacion, ..quiero jodelte donde te lo hacía tu Mari'o. Junta tus bragas y pontelas, ..no quiero que vayas chorreando todo el camino ’’.

Otra vez volvía halar por la cadena pero esta vez en dirección a la recamara. La pobre de Mamá caminaba con dificultad por los tacones y los jalones que le daba a la cadena el estupido viejo, tratando de alcanzar su paso. La pobre iba con todos sus muslos chorreados de lefa y miados, una estampa más que jamás olvidaría. Veo el reloj; son casi las 3:00 de la tarde, no podía creer lo que acaba de vivir, ¡mi Madre había sido sodomizada mientras comia en el suelo!, eso tampoco olvidaría. Jamás en mi vida había visto a Mamá ser tan humillada, aunque debo reconocer que una gran excitación recorría todo mi cuerpo. Y no solamente a mi, ya que mi Madre tras ser usada de esa manera por este hombre, que la tenía encadenada, con un plug en la cola, que la jala de una cadena, Mamá estaba ardiendo de deseo.

El viejo la jala por la escalera, Mamá batallando por ir agatas y por la incomodidad de traer el plug en su trasero no puede moverse libremente, su cola de caballo se mesea por sus muslos, su manera de gatear con la fricción que siente en su culito la vuelven a excitar nuevamente. Sus mejillas la delatan, unas pequeñas perlitas de sudor en su frente y nariz lo aclaran perfectamente. Esa nueva situación en la que un viejo desconocido la apura jalando de la cadena que la sujeta del cuello la enciende, no puede evitar que su cuerpo reaccione de esa manera, suben hacía el segundo piso y se detienen, el viejo suelta la cadena y le ordena:

-‘‘Voy pal baño Perrita, ..tú vé a tu recamala y espelame ahí adentro ’’.

Mi Madre se dirige gateando a su recamara mientras el viejo no sé que trama, en eso con terror escucho cómo la puerta de mi habitación se abre, el viejo esta mi cuarto y yo aqui encerrado en mi closet temblando de miedo. Otra vez de las rendijas de mi closet logro ver sus pasos, sus zapatos de trabajo y sus pantalones marrones es lo único que veo, observa por todos los sitios y no se que busca, con terror veo cómo toma el cable de mi laptop y lo sigue hasta toparse con la puerta de mi closet, yo estoy temblando, tengo mucho miedo y cierro mis ojos, me ha descubierto y no se que va hacer conmigo.

-‘‘¡Je, je, je!.. Yo sé que está ahí dentro chiquillo, pero no impolta, ..no te preocupes hijo. Es má, me gustaría que veas lo que voy a hacele a tu Mamita, que escuche, ..tiene' que acostumblate a esto, tal vez sea tu nuevo Papi ¡Je, je, je!..’’

¡Maldito viejo desgraciado!, venía aburlarse de mí despues de haber usado a mi Madre de aquella manera tan vil, de haberle abierto el culo como nunca, de haberla humillado como una Perra, y ahora estaba en mi cuarto mofandose de mí y de nuestra desgracia diciendome miles de estupideces y amenazas que pretendía hacer y forzar a mi Mami.

-‘‘¡Je, je, je!.. A Mamá la voy a rompe' esta talde cómo rompí a tantas, ..le voy mete' la lengua al ojete lo ma' hondo que pueda y luego a tirámela cómo si se fuera a acaba' el mundo. ¡Je, je!.. Quiero agarra' y mordisquea' su culazo para guardásela toda adentro, hasta que los güevos me duelan de chocalos contra sus nalgas, ..imagínatela moviendo el culo mientras se la meto! ¡Je, je, je!.. Yo sé que es viuda y necesita semen de macho, ..va a tene' que usa' pañales, Mamá ¡Je, je, je!.. Se va a caga' encima después que le deje el agujero cómo una cacerola ¡Je, je, je!.. Pobrecita, y tú no va' a decí naah de naah!, polque te reviento a ti tambien ¡Je, je, je!.. Así es chiquito, cómo la ve', ..te reviento ’’. Me amenzó.

El desgraciado estaba parado frente mi closet diciendome todo ese tipo de cosas humillantes para mi Madre y para mi persona, para mi suerte lo decía en voz baja, ya que si lo escuchaba mi Madre estaba todo perdido. El viejo siguió ahí parado frente a mi closet diciendome más cosas.

-‘‘Anda pá la puelta, chiquillo ..te la voy a deja' abielta. Pero eso si, tu naah de naah, ..así la escuches grita' cómo loca o cagalse encima de la cama, tu calladito. Si quiere' llora pero tu calladito, ..yo te dejo la puelta un poco abieta pa' que veas y escuche, no te olvide lo que te dije ¡Je, je, je!..’’

El hijo de mil Putas se carcajeo en mi cara, me hizo enojar, abrí los ojos y lo vi desnudo con la verga parada, tenía su falo afuera de su pantalón y se reía mientras me mostraba su tremenda macana con las venas hinchadas que parecían que le explotaban y la cabeza amoratada que parecía una ciruela ahí en la punta. Comenzó a hablarme del número de encuentros que iban a tener. ¡El desgraciado quería programar sus citas para todos los días! Aquel cerdo acababa de recordarme que me había vendido por el video. Y que aquello solo era el principio. ¿Cómo podía ocultarme de ellos todos los días? Esa fue la idea que me atenazó y me hizo recordar mis penurias y mi derrota. Tenía que pensar deprisa y bien. Sobre todo cuando me dí cuenta de todo lo que pretendía aquel cerdo hacerle. ¡Quería encularla tres veces por semana! Si accedía a todo aquello podía darme por perdido. ¡Este desgraciado acabaría siendo mi Padre!

Se alejó de ahí y pude respirar nuevamente. Cerró la puerta y se fue a la recamara de mi Madre. Me puse a llorar, sabía ahora que el desgraciado viejo era un degenerado y que se burló de Mamá para poseerla cómo iba a hacerlo, que le iba a hacer muchas cosas y yo le tenía mucho miedo, si hablaba era capaz de hacernos algo a Mamá y a mi, por eso me tenía que quedar callado y aguantar la asquerosidad que se vendría.

Con muchísimo miedo volví a ver mi monitor, mi mente era un caoz, no sabía cómo deshacerme de ese viejo. Me concentré en lo que iba a pasar en la recamara, el desgraciado le iba a florear el culo nuevamente. Tan sólo al entrar la toma de la cadena y la pone de pie, su pene estaba duro nuevamente, al parecer lo había excitado de gran manera el estar diciendome tantas cosas. Tomó a mi Madre de la cadena y la colocó frente al espejo. El Cubano la vio por detrás, Mamá igualmente pero atravez del espejo, le vio fijarse en su trasero con el plug cola de caballo saliendosele de las pompas. Le acarició los brazos deslizando las yemas de los dedos. Le olió el cabello y le estampó un beso en la nuca. Mamá, mirándose a sí misma, respiró hondo y resopló ante lo que se avecinaba. Permanecía inmóvil frente al espejo mientras le acariciaba los brazos y la besuqueaba por el cuello. Se pegó a ella, notó el bulto a la altura de sus nalgas, y la abrazó magreándole los pechos y haciendoselos nudo con la cadena al rededor de las tetas, apachurrándolas con suavidad, sin dejar de besarla por el cuello. Le tiró de ambos pezones y le zarandeó ambas tetas. Ella emitió un débil quejido.

-‘‘Ere' tan bonita ..’’ Le susurró al oído a modo de jadeo.

El viejo procuraba apretar sus genitales contra las nalgas de mi Mami. Con la mano izquierda prosiguió sobándole las tetas, pero la derecha la fue deslizando lentamente por su abdomen hasta llegar a su entrepierna. La metió por debajo, subió por el muslo y llegó a la delantera de su pubis, acariciando por debajo de las pantaletas el triangulito de sus finísimos pelos. Mamá contemplaba por el espejo el recorrido de la mano derecha y las rudas caricias de la izquierda sobre sus voluminosos pechos. De manera inesperada, agarró la parte delantera de sus pantaletas con fuerza y dio un fuerte tirón hacia arriba insertándole la tela entre los labios vaginales. Ella se contrajo al notar la presión sobre el clítoris y exhaló un nuevo quejido. Don Mario comenzó a dar tirones muy seguidos y con bastante fuerza, tanto que se escucharon las costuras de las bragas ante la presión sobre el chocho. Mamá comenzó a gemir y a menear la cadera viendo su chochita dividida por el trozo de tela hundida entre los labios.

La sensación le resultaba tan abrumadora. Un desconocido estaba en su resinto matrimonial y le estaba masturbando con sus propias bragas. Ambos se miraban a los ojos a través del espejo. La soltó de repente, dejándole las bragas insertadas en la chocha. La obligó a girarse hacia él. Inesperadamente, se abalanzó sobre sus tetas para mordisquearlas por todos lados. Le tiró del pelo hacia atrás y la miró con rabia.

-‘‘Vamo' a la cama ’’. Le ordenó.

La soltó y ella caminó sola hasta el borde sin sacarse las bragas del coño, con el plugg en la cola y sus tetas todas babeadas. Tras un instante de reflexión, vio la foto de su boda en la mesilla y sintió pena por su Marido, pero el placer superaba con creces su dignidad.

-‘‘Súbete ’’. Le ordena secamente su Amo.

Hace que se siente encima de la cama, le retira la cadena y con su navaja rasga la tela de tus pantaletas. Recorre pausadamente su monte, Mamá siente un escalofrío recorrer su espalda cuando sólo recorre superficialmente los vellos de su pubis, luego, constatando la humedad de su chocho, mete un dedo, luego dos. Mi Madre jadea levemente al sentir esos dedos asperos en su delicada intimidada. Se sienta a su lado. Toca tus pechos con la otra mano, ella empieza a gemir de placer y está a punto de venirse, cuando de repente se detiene… se acerca a su oído y le susurra:

-‘‘Ere' un objeto de place', Perrita ..te encanta se' dominada. ¿Quieres tene' mi palo siempre adentro de ti? ’’

Mamá no responde, se encuentra cómo en transe, levemente comienza a mover su pelvis contra los dedos del viejo. Siente delicioso sus labios en su oreja y trata de pegar un poco más su cabeza a su rostro. El viejo continúa moviendo sus dedos en su chocho, y vuelve a hablarle quedito en su oído, a través de su cabello:

-‘‘Ere' una Perrita chiquita que necesita se' castigada, ..ere' una cachorrita que necesita se' adiestrada ’’.

Mamá por fin siente un espasmo que inicia en una serie de sacudidas que el viejo prolonga con el movimiento de sus dedos. Ya no lo escucha, ya no sabe lo que dice, toda su atención está centrada en las oleadas de placer que inundan su cuerpo. El desgraciado le dá unos segundos de placer y luego sin decir nada saca los dedos de su intimidad, estos estan completamente mojados, babeados en fluidos vaginales, el viejo los vé y sonrie, su Perra esta en celo, los acerca a su cara y se limpia en su rostro. Mamá lo mira con la misma expresión que podría compararse a la de un perro agradecido.

Sin darle tiempo a reaccionar, la empuja encima de la cama cayendo boca abajo con un pequeño grito de sorpresa y su consolador ensartado en la cola. Se levanta para poder apreciar aquellas voluptosas nalgas taponeadas con ese plug, sus cachetes estan sonrrosados de tanto manotazo, la coleta de caballo del plug se le mete entre la raja. Enseguida siente cómo el viejo se le monta encima y le dice al oído:

-‘‘Quédate quietecita Perrita, ..ahorita va a goza' ’’. Le dice mientras apretaba su inmenso bulto en las nalgas de ella y por reflejo Mamá responde a sus movimientos.

Las manos de Don Mario no se contienen y comienzan a acariciarle las piernas desnudas. Sus dedos se entretienen con el rabo que cuelga del trasero de mi Mami, cómo buscando cómo meterselos ahí dentro. Su aliento lo siente en la nuca cómo un violador ante su presa y su respiración se acelera. Sorpresivamente él se levanta y se hace un silencio que sólo explica a un viejo perbertido deleitándose con la imagen de su victima en la cama con las piernas entreabiertas y el plug metido entre las nalgas. Mamá siente la mirada y le gusta esa sensación, sólo eleva una rodilla para que pueda ver mejor entre sus nalgas y su rabito saliendo de su cola. Le gustaba esa sensación de sometimiento a ese viejo maduro y rudo que se apodero de ella y que le hace explotar mil fantasías en su cabeza.

Pero el viejo se vuelve a parar y se dirige a sus cajones. Mamá tiene el rostro encajado en la cama y su trasero en popa menenadolo cómo a él le gustaba. De repente oye una expresión de sorpresa y triunfo. Don Mario revisaba sus cajones dónde tiene su ropa interior y las pijamas de dormir. Además de un secreto bien envuelto en una bolsa de tela. Sigue revisando la habitación y finalmente se arrodilla a su lado y le dice al oído con aire de complicidad:

-‘‘Tengo en mi manos tu secreto, y estoy seguro que lo va' a goza' ¡Je, je, je!.. Ere' una zorrita que te gusta hacélo solita,.. pero ahora vera' lo útil que es en mano de un hombre ’’. La toma por los tobillos y la hala hacia la esquina de la cama haciendo que se arrodille con el culo en alto.

De repente le suelta un par de nalgadas bien dadas con sus enormes manos produciendole un terrible dolor ‘‘¡SPLASHHH!!, ¡SPLASSHHH!!’’ Que luego se convirtió en una picazón en la piel delicada de mi Mamita poniendoseles coloradas de inmediato. Mamá desconoce el motivo de la rudeza pero inmediatamente siente su lengua paseándose descaradamente entre sus nalgas. Siente cómo sus nalgas son fuertemente separadas y su chocha depilada así cómo su huequito del culo quedan totalmente expuestos y abiertos ante el intruso, su corazón late fuerte motivado por la mezcla de miedo y placer. La sangre sube a su rostro quién se sonroja fuertemente más por el sentimiento de culpa por el placer sentido, que por recato.

Su vibrador que tan celosamente guardaba con su ropa interior, se convierte en instrumento de placer y tortura en manos de Don Mario. Aprovechando su humedad, siente cómo se lo introduce en su vagina mojada e hinchada, poco a poco mientras se deleita sólo con la imagen de ese hermoso culo expuesto para él. Los jugos de mi Madre le chorrean por las piernas demostrando que lo está gozando. El viejo toma el plug de la cola de caballo y la jala hacía arriba cómo si estuviera jalando una zanahoria de la tierra, Mamá vuelve a fruncir el entrecejo, el culo se resiste levemente pero termina por sucumbir ante los constantes jalones. ¡Plofff! Se escucho al salir la punta del plug de ese rosado agujero. El ano de Mamá estaba terriblemente dilatado, parecía un volcán en erupción pero de leche, la lefa que el desgraciado había inseminado minutos antes, ahora salía de su trasero y rodaba hacía sus plateadas sabanas de seda.

El viejo se unta el dedo medio con la lefa que emana y comienza a taladrarle el culito con suavidad pero con firmeza. El esfínter ya no muestra algún tipo de rechazo, y su dedo medio es reemplazado por dos dedos practicando la misma travesura. Los gemidos de ella comienzan a llenar el espacio y siente cómo un nuevo orgasmo le explota a pesar de su negativa de querer sentirlo. Sus labios se abren y cierran con cada contracción dejando escapar sus líquidos vaginales mojando las sabanas. La intensidad del orgasmo sólo contribuye a magnificar la mezcla de culpa y placer que invade a mi Madre. Ella piensa que el viejo es un pervertido con unos dedos maravillosos. Se queda arrodillada en la esquina de la cama exhausta y en una posición incomoda sintiendo cómo las últimas vibraciones vaginales despiden las sensaciones del orgasmo. Poco a poco recupera la atención a los ruidos en la habitación.

El viejo toma una de sus medias y le sujeta las manos a su espalda, dejandola inmovilitada de la cintura hacía la cabeza. La posición de las manos atadas y arrodillada comienzan afectar a Mamá, que le pide por favor que la suelte. Pero el viejo no la complace sólo se pone de pie para desnudarse y toma el cuchillo para comenzar lentamente a recorrerle todo el cuerpo. El temor por la presencia del arma toma cuerpo en ella y comienza a temblar. El viejo termina de desnudarse completamente con una lentitud que sólo aumentaba la ansiedad de mi Progenitora.

De repente siente su aproximidad en su espalda, el olor muy masculino y viril lo siente muy cerca y comprende que es lo que desea. Su boca se le hace agua y sus manos amarradas por reflejo desde atrás suben y toman posesión de esa verga de inmenso glande. Pero antes, el viejo la toma por detras y le da un ardiente beso mientras le vuelve a sarandear las tetas, ella trata de no besarlo hasta que la pasión borra cualquier vestigio de razón, su lengua toma vida propia y comienza a jugar con la de su Amo. Mamá percibe ese fuerte olor a Macho y su saliva pareciera conservar el sabor dulzón de la miel que sensualmente se la había lamido de sus muslos. El beso se hizo fuerte y agresivo, y mi Madre se separa sólo para tomar entre sus dedos la cabeza de esa verga que aunque no podía verla la sentía dura e hinchada.

-‘‘¡Veo que quiere mas palo Perra!, ..ahorita te lo voy a da' ’’.

El desgraciado viejo le da vuelta y la coloca frente a su nabo, Mamá lo busca con su boca ya que sus manos seguian amarradas a su espalda. El viejo la toma de la cabeza y la dirige sobre su rigido palo, Mamá lo recibe gustosa, cómo si fuera la primera vez que lo hubiera besado. Sus labios comenzaron a succionar con suavidad la enorme cabeza mientras la lengüa dibujaba círculos alrededor del mismo. Poco a poco se fue introduciendo todo dentro de la boca casi hasta llegar a su garganta. Contuvo la arcada que por reflejo le vino y sintió cómo se comía casi enteramente el largo de toda la verga.

-‘‘¡Oh! Puta!, ..te la ha' pasa'o mamandomela to'o el día y todavia lo haces gustosa. No cabe duda que ere' Puta entre las Perras ¡Ooh! ’’.

-‘‘¡Glogh!! ¡glahh! ...¡glashiashh!! Agoo ’’.

Mi Madre comenzó a mover su cabeza que sólo se escuchaba en la habitación el sonido de la respiración acelerada del viejo. Mamá a pesar de tener las manos atadas, bajaba y le chupaba los güevos dandole una mamada espectacular. El glande del Cubano parecía seguir creciendo y sus bolas comenzaron a temblar, Mamá sólo quería exprimírselas y beberse el poco néctar que le pudiera ya quedar. Don Mario comenzó a gemir y a moverse violentamente, la agarra de los cabellos y le empujaba la verga cómo queriendo metérsela toda hasta la garganta. Ella aguantaba los embates hasta sentir el sabor salado de las primeras gotas de semen y luego la eyaculación caliente y salada llena su paladar.

-‘‘¡Oh Puta!, no lo puedo cre'e, ..me has sacado la leche nuevamente. ¡OOOOOAAAAAAHHHHHH!! ¡AARRGGHHH!! ’’.

Mamá se la bebía con ansías, a la muy Zorra le gustaba el acto y su chochita estaba toda mojada pidiendo más. El viejo le da un beso profundo demostrándole que puede compartir con ella sus jugos y le dice al oído:

-‘‘¡Oh!, ¡oh! ¡Ahora viene el gran final, Perrita! ’’. Le suelta las manos y la lanza boca arriba en la cama.

Comienza a besarla a todo lo largo del cuerpo. Toda la acción de la mamada ha dejado a Mamá muy excitada y sólo busca su placer que por tanto tiempo se le ha negado. Abrazaba con fuerza a ese cuerpo que tanta pasión y placer le habían dado. Le dio sus tetas para que se las chupara y mordiera, que el viejo prieto y sudoroso no perdió la oportunidad, metía sus manos en su chochita y sus dedos la exploraban descaradamente. Hasta que finalmente decide montarse y metérselo con cierta rudeza. Se notaba que a él también la ansiedad del momento lo estaba afectando. Mamá levanta sus piernas y se las amarra por la espalda buscando que ese largo falo le llegue hasta rincones que no habían sido excitados con anterioridad. El viejo la levanta por las nalgas y sus dedos comienzan a jugar con su culito. Mamá le dice con deseo:

-‘‘¡Cógeme Amo!, ..métamelo todo y déjame sentirlo muy adentro ’’.

En la euforia mi Madre se siente poseída por todos sus agujeros y es que el desgraciado viejo sin avisarle le ha metido el vibrador por el culo, mientras que por enfrente la mantiene ensartada con su potente nabo. Su orgasmo es gigantesco, las vibraciones multiplican la sensación de la penetración y las olas de placer suben y le recorren todo el cuerpo. Mamá siente desvanecerse con un gran gemido.

-‘‘¡Ooohhhh!! ¡Amo por diossss!! ..que bien me coge, me siento llena. Nunca me dejes, me siento plena. ¡Amo su verga, Amo!! ¡OOOHH!! ¡DIOSSS!! ...¡AAAHHHHHHH!!! ’’.

Mi Madre estaba descargado toda su frustración en ese orgasmo, el degraciado viejo la había hecho subir al cielo y bajar en mil ocaciones, le había dado verga todo el día y ella con esas convulsiones se lo agradecia, en esos momentos podía decirle que lo amaba, que lo quería, sus ojos eran de amor infinito. Con los ojos en blanco calló a su costado temblando tibiamente, el viejo calló sobre ella y se quedaron dormidos. Yo me había quedado sin respirar, jamás había visto que alguien tuviera ese aguante e hiciera vibrar así a una mujer, el desgraciado a pesar de ser un maldito tenía que reconocer que cogia cómo los dioses. Se habían quedado fatigados, uno encima de otro, los suspiros de mi Madre me decían que se sentia plenamente satisfecha, con esas terrible cogidas que le habían pegado la mantendría satisfecha por varios meses, seguramente se levantaría con el culo y el chocho escozidos.

Me quedé traspuesto sentado en mi closet recapacitando todo lo vivido, era increible lo que me pasaba, me parecía insolito lo que estaba viviendo. Les veía dormidos y no lo podía creer, cada uno resollando por su lado, Mamá aplastada debajo de ese enorme cuerpo sudoroso y el viejo ensima de ella mirando hacia el otro lado. Tenía una pierna flexionada hacia delante. Se le veían los enormes güevos entre los muslos y me fijé en la vagina de mi Madre. ¡El desgraciado se había dormido con su tolete dentro de ella! Dormidan juntos como amantes. Ese desgraciado me estaba arruinando la vida y cada vez se apoderaba más de mi Mamita, la colocaba en aquellas posiciones que él quería; la castigaba cuando tenía que hacerlo con algún castigo pervertido que le cruzaba por su cochina mente, castigos que también eran dados por placer de ambos; y, por supuesto, la recompensaba con dejarla correrse después de haberla puesto muy cachonda con insultos y humillaciones. Al principio no entendía cómo el que la llamara ‘‘Puta, Perra, cerda, y “Zorra’’, entre otras muchas cosas, lograba hacer que su vagina se auto-lubricara de aquella manera, pero le gustaba y aunque a mi me doliera con todo el alma, mi Mami disfrutaba con ello.

Los fuertes ronquidos del viejo me decían que había fátigado todas sus fuerzas, el viejo parecía de acero pero Mamá logró sucumbirlo, seguro que el viejo se levantaría con una severa hinchazón sobre su pene, lo había tenido erecto durante todo el día, aunque fuera un toro no era Superman, había agotado todas sus fuerzas que ni la verga le había sacado. Mi Madre dormía debajo de él aún ensartada, seguro que rebosando de leche. Verla ahi debajo me daba mucho coraje. Contrastaba verla a ella, blanca y tersa, debajo de ese viejo prieto y asqueroso. Empecé a llorar mientras los veía, con mucho coraje lo veía queriendolo asesinar, si a Fernando lo odiaba a este lo quería matar, le tenía mucho miedo y asco, además de que este maldito me tenia en sus manos y no sabía como poderme safar. Me había vuelto un cobarde, el muy canalla había conseguido transformarnos, a mi Madre en una buena Perra y a mí en un llorón cobarde, no era capaz de salvar a mi Madre en esta ocasión.

Cerré mi laptop y me recargué un rato, tenía que meditar las ultimas palabras del viejo, si seguía enculandola así a mi Madre ese maldito llegaría a ser mi Padrastro. Temí por ello, temi que mi Madre se enamorara de él, bueno más bien de su forma de montarla. Tenía que encontrar una solución para todo esto, tenía que hallar un modo de borrar al Cubano de la vida de mi Madre. Cerré los ojos y me perdí con mi computadora sobre mi pecho, sólo esperaba que cuando los abriera, el viejo ya hubiera desaparecido, ..¿o no?


Como siempre quiero mandarles un saludo y agradecer tanto sus comentarios que me hacen llegar a mi correo y/o colocan aqui mismo en el blog ( además de una disculpa por el retraso ya que desafortunadamente estoy pasando por una etapa de arduo trabajo por lo que se me hace casi imposible llevarles cada Capitulo en los 15 dias acordados ) ¡Uff! ya vamos en el 35 y yo que pensaba hacer solamente tres. La verdad que todo esto es por ustedes y por la gran variedad de personajes que ustedes me hacen llegar con sus recomendaciones y futuros episodios. La historia por supuesto que continua, aunque en el proximo haré descansar a Don Mario para llevarles un relato que uno de mis fans ‘‘Saga’’ hace mucho tiempo me lo había pedido ( Espero no decepcionarlo y que sea de su agrado ) Pedrito se dará cuenta de que en casa ya no será lo mismo hacer su tarea, por lo que un personaje nuevo aparecera para darle mas dolores de cabeza y de güevos al pequeño pelirojo Pedrito, el cual verá con sus propios ojos como sus compañeritos de su escuela se aprovechan de la vulnerabilidad de Monica para ponerla en aprietos. PD. Relato muy largo por lo que creo que no lograré revisarlo en 15 dias. Espero su comprensión y apoyo...

Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia.

© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (36)
‘‘Proyecto de Ciencias, ..Haciendo la Tarea en casa.’’

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com