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domingo, junio 21, 2015

Capitulo (51)


MI MADRE Mónica.......... Capitulo (51)

“Las inquietudes de Pedrito.”


Me desperté en la cama junto a mi Madre un tanto contento, la verdad que por un lado me había alegrado de que ese tipo de color pusiera en su lugar al prepotente del Jr, el tipo se creía esculpido por dios, su arrogancia había terminado por cobrarle caro, ahora estaba seguro que Mamá no se dejaría manipular tan fácil por su ahijado desgraciado.

Era temprano y me sentía aun un poco cansado por las desveladas de estos últimos días; aun recordaba perfectamente el terrible revolcón que se había echado mi Madre con Ralph y que significó el punto de quiebra en su relación con el Jr. Ella se encontraba profundamente dormida, vi su hermoso rostro en estado de relajación, decorado por dos delicados mechones dorados, la verdad que no pude aguantar los deseos de recostarme a su lado y acariciarla con ternura tal como lo hacía ella siempre que me veía dormido. La verdad que a pesar de que Mamá perdía la razón y los cabales de aquellas maneras tan extrañas, era un verdadero ángel, si la pudieran apreciar, jamás he visto una mujer tan hermosa como lo es mi Mamy. Lo que no lograba entender era que esa carita de ángel solo hace algunas horas había estado chupando como mal nacida aquella enorme y oscuro ariete, grueso y venoso, y para rematar se había dejado encular por esa misma tranca que le debió de haber llegado cerca del estómago. Ahora entendía el porqué de su pomada desinflamante que había dejado muy cerca en el buró donde estaba dormida.

Guardando silencio y vestido solo con una camiseta larga que tapaba justo debajo de mi entrepierna y que no sabía si quitármela o dejármela para ir al baño; me levanté tratando de no despertar a Mamá que dormía a pierna suelta en aquella cama de matrimonio que Beatriz había guardado para nosotros. Me dirigí al baño del pasillo para no despertarle, (traía unos fuertes reflujos que ya se imaginaran); todos aun dormían y no se escuchaba ni un alma de nadie por la cabaña. Pasé por la recamara de Ashley, esto me hizo recordar el día anterior cuando me sorprendió en la cocina, aun sentía los delicados dedos de sus pies acariciando mi pequeño pene. La verdad que esto último me excitó; pensar que quizás podría tener una oportunidad con ella hacía que se me parara la pinga, aunque para que soñar Pedrito, ella era una mujer hermosa de 18 años, que solo se fijaba de tipos guapos y atléticos, que esperanza tenía yo un chiquillo pelirrojo enclenque de 12 años.

Mientras caminaba al baño pensaba en cuando la había observado masturbarse mientras dormía, mi mente volaba y se apoderaba de su cuerpo, entrando en su recamara y arrancándole las sabanas; me daba un coraje que fuera novia del Jr, ese hijo de puta no la merecía, la trataba como un simple objeto al cual desechar en cualquier momento, la trataba como a una basura, fruto de su fanfarronería y arrogancia que llevaba en sí mismo. La verdad que no sabía cómo le aguantaba, como le soportaba su manera de ser (bueno le regalaba un par de orgasmos sublimes y la hacía sentirse como una puta lo que, para mi sorpresa le provocaba al igual que a mi Madre). Estaba yo ensimismado en mis pensamientos, cuando abrí la puerta del cuarto de baño; la mampara de cristal biselado me impedía ver quien era, pero alcancé a ver la silueta de alguien que se bañaba. Me disponía a salir sin hacer ruido y evitar la vergüenza por no tocar cuando me sorprendí al escuchar:

- My darling, I told you that you already returned, ..that you continue to be a sleep.  (Mi vida, te dije que ya regresaba, ..que siguieras dormido).- dijo Ashley a escasos metros de mí sin saber que quien estaba en la puerta no era su Novio.

Por dios, me quedé paralizado, la dueña de mis pensamientos y de mis lujurias en estas vacaciones estaba a solo un par de metros de mí totalmente desnuda tras un cristal biselado que la separaba de mi pervertida visión; miles de pensamientos morbosos cruzaron por mi cabecita en un segundo, no sabía qué hacer, estaba completamente paralizado, en silencio, sin moverme ni un milímetro. Lo más seguro era que Ashley pensará que se había levantado su novio y no se habría enterado de que seguía dormido.

- Honey, ¿Do you hear me?.- volvió a insistir desde la regadera.

Traté de moverme pero no podía, les juro que me quedé anclado en el suelo, la silueta perfecta de Ashley ocupaba todos mis pensamientos. Ella al no escuchar respuesta abrió un poco la mampara y sacando la cabeza, tras haber cortado el agua dijo:

- Honey, come with me inside, ..the water is very delicious, .. come on, te harrue cositas ruicas ... ¡Oh!, Pedruito.- exclamó sorprendida.

Mi cara debió de ser era un poema cuando la vio; blanco como una porcelana y con los ojos como platos, que a pesar de haber sido sorprendido por ella mi visión no se movía de la estilizada silueta difuminada tras el blanco cristal de la mampara.

- L-lo siento; no sabía que ..- le dije avergonzado cuando reaccioné, que no sabía dónde poderme esconder; créanme que si hubiera sido un avestruz tendría la cabeza bajo tierra.

- ¡Oh!, No, no, don't worry, Pedruito.- me tranquilizó, dándome la confianza de que no la había ofendido.

Yo, aun visiblemente nervioso, me giré para dirigirme hacía la puerta del baño, sin volver a abrir la boca. Cuando Ashley volvió a hablarme:

- ¡Hey, hey Pedruito, please!.- me dijo con voz melosa.

Me detuve de inmediato y me di la vuelta muy lentamente sin saber muy bien a qué atenerme.

- I need the towel ¡Ji ji ji..- me pidió señalándome la toalla que estaba justo a mi lado.

- ¡He, he, sí.. si claro!.- respondí intentando controlar el temblor de mi cuerpo al tomar la toalla.

Se la acerqué estirando uno de mis brazos para estar lo más lejos posible de ella, lo que le hizo gracia, pero créanme que me puse muy, muy nervioso. Ashley me atraía muchísimo. Hasta le di la espalda para evitar mirarla, a pesar de que me estaba muriendo por verla, créanme que como extrañé mis cámaras, si Ashley estuviera en mi casa todo el día me la pasaría viéndola. Mi ansía por verla me estaba matando, me puso a temblar, empezó a sudar a chorros, afortunadamente se disfrazaba con el vapor de la ducha, y cuando escuché que se iba abriendo la mampara, pelé lo ojos para todos lados buscando algún tipo de reflejo que me dejara observar tan siquiera un poco de mi musa. Salió completamente desnuda, con su hermoso cuerpo empapado para recoger la toalla de mi mano, hasta lograba contar las cálidas gotas que escurrían y caían de su hermoso cuerpo. Y cuando se colocó las bragas, el exquisito sonido del elástico estrellándose con sus bien formadas caderas y su estilizado trasero. Y yo, aunque mantenía mi postura de perfil, no pude evitar mirarla de reojo lo que me puso cardiaco.

- Thanks, petty boy.- me dijo con una ligera sonrisa y dándome la espalda comenzó a secarse el cabello, levantando sus brazos.

- D-de nada.- tartamudeé, dirigiéndome por segunda vez hacía la puerta.

- ¡Pedruito!.- me volvió a detener.

- He, he, ¿sí?

- ¿Nunca has mirrado a una mujer a naked, desnuda?

- ¿He, d-desnuda?.- tartamudee.

- Yea, i life, .. de fruente.- me respondió poniendo una sonrisa pícara que hasta le brillaron los ojitos.

- N-no.- le mentí.

- My traer pantys very chiquituas, ..I just put the (me las acabo de poner). You want to see? (Quiere vérmelas?).- créanme que sentí como perdía pie y mis manos me temblaban horrores.

- ¿Có-cómo dices? ..

Ella sonrió y se mordió el labio inferior. Se fue abriendo lentamente la toalla solo la parte de abajo. Unas braguitas negras de encajes se amoldaban con exquisita perfección a su blanca piel, recorriendo la orografía de su entrepierna con precisa y sensual exactitud, acentuando el pubis desnudo de vello, su vulva pachoncita, el aterciopelado inicio de los muslos. Créanme que después de mi Madre jamás había visto cosa más bonita en el mundo (bueno a parte de mi Yuli).

- You like them? (Te gustan?).- así lo dijo.

- J-jamás he visto cosa más.. más linda.- me animé a decirle.

Ashley, complacida con el asombro pintando en mi rostro, se mordió la punta de la lengua y se rio tontamente. En cierto modo le excitaba excitar y si era a un chiquillo puberto como yo mucho mejor, créanme que estaba embobado mirando sin parpadear sus braguitas. Ashley se mordió el labio inferior con saña mientras daba un paso más hacia mí. La muy cabrona estaba jugando conmigo, seguro que aseguraba que Pedrito era muy ingenuo o inocente, pero conmigo nadie juega, así que aprovechando “su amabilidad” de quererme mostrar estiré mi mano y rosé su pubis. Ella ahogó un gemido cuando sintió mis pequeños dedos sobre ella, posándose sobre el delicado encaje de su prenda y sobre la suave zona de su ingle.

Me encantó sentir la suavidez y la calidez de la zona, créanme que sentía como el corazón se me salía del pecho. Mis dedos posados sobre sus braguitas, lo que me hizo mantener la respiración durante esos instantes. No me atrevía a moverlos. Cuando levanté la vista y la miré entre la total incredulidad y la más absoluta fascinación, me plantó sus pechos sobre la cara tomándome por sorpresa.

- ¡Stop! ¡Ji ji ji!..- yo me quedé perplejo, paralizado entre sus pechos.

Ashley rio a carcajadas, pero enseguida se le cortaron cuando sintió como me lanzaba y hundía mi cara entre ellos a la vez que mis agiles manos rodearon sus tersas nalgas. El gesto de su risa se fue desvaneciendo a media que fue sintiendo en uno de sus muslos, lo que yo tenía entre las piernas, una erección casi completa. Ahora era ella la que se quedó pasmada, yo aprovechaba la exquisita ofrenda de carne que se me ofrecía. Agarré bajo la toalla las nalgas aterciopeladas de la hermosa Canadiense. Ashley se dejó hacer. No comprendía muy bien el motivo por el que dejaba que el puberto escuincle babeante la metiera mano. Una cosa era que jugueteara conmigo, que se divirtiera provocándome, pero.. pero aquello.. pervertir a un inocente niño de aquella forma? ..

También se sorprendía de sí misma: no entendía cómo podía disfrutar de aquellas pequeñas manos sobre su trasero. Tampoco podía explicar porque el aliento encendido del pequeño Pedrito sobre sus pechos jóvenes le producía esa inexplicable sensación de excitación. Y cuando sintió mi lengua muy caliente y llena de lasciva sobre sobre un pezón; me las había ingeniado para, por medio de mi nariz, sacar las dos tetas de la toalla dejándosela abierta. Mis labios casi inexpertos atraparon el pequeño garbanzo erecto de su pecho y lo chupé, lamí y mordí.

- Oh!, nou, nou, ..stop, stop, Pedruito, ¡Stop!- me retiró con las dos manos.

- P-perdón Ashley, no sé qué me pasó, yo..- bajé la mirada avergonzado y colorado.

Y cuando me observó arrepentido, creo que le llegué al corazón.

- No, no poner así Pedruito, ..sé que tu mirar cuando paso, y-you want me (que me deseas). No sentir mal, .. ser normal que lo hagas, all do (todos lo hacen). Solo que no ser tan evidente ¡Ji ji ji!.. you understand me? (Me entiendes?)

Al no escuchar mi respuesta, Ashley me levantó la cara con su mano, yo estaba bastante apenado, giré mi cabeza hacía otro lado para no verla:

- So sorry Pedruito, my disculpar, ..my no debio comportarme así contigou. .. My entender, de verruas, ..se cómo tu piensás y... que sentir .. but, debes entender que ser muy chico para ya andar pensando in these things (en estas cosas), .. además, mi ser Nouvia de Randy, y a pesar de que "both" we played together (los dos hemos jugado juntos), eso no significar que you and me.., ¿you understand?, but, tu ser muy good boy y tendrás muchas Nouvias, .. To tell you a secret? (quieres que te diga un secreto?). ¡Yes!, Ilike the way you look at me (me gusta como miras), sorry.. nothing happened.. sure (seguro).

- ¿D-de verdad?..

- I swear (¡Te lo juro!)

- ¿Ósea que no te importa que te mire?

- Just anyone knowing ¡Ji ji ji!.. (Solo que no lo sepa nadie). Ni menos Randy, ser muy jealous (celoso), ..se enojar conmigou.

- No sé qué le ves a él, .. es un odioso.

- No te agradar moucho, ¿verdad?, .. he visto como tú mirar a Randy.

- Siempre quiere ganar en todo, .. me gustaría que alguien lo pusiera en su lugar.

- Randy ser así, .. pero cuando él querer ser very sweet. Bueno sweet heart, .. I hope you enjoyed (espero y lo hayas disfrutado). Ahí mi dejar your present ¡Jijiji!.. (tu regalo), .. y procurra no mancharlas never ¡Muack!.- Me dio un cálido y húmedo beso cerca de mis labios.

Cuando sonó el ruido de la puerta al cerrarse, me giré exhalando el aire de mis pulmones, con mi pequeño pene adolorido por la excitación. Mientras terminaba de recuperar el bochorno, no podía creer lo que había hecho, sentía la cabeza punzante de excitación, me había dejado llevar por mis impulsos, la había manoseado, ¡Me atreví a tocarla!, no sé qué me había pasado, prácticamente me había lanzado sobre ella como un degenerado, pero no lo podía evitar, me excitaba muchísimo; así que como desesperado busque con ansia el regalo tan añorado que me había dejado.

Abrí el cesto de la ropa sucia, no vi nada por encima ni por los lados. Una lucecita se me encendió en la cabeza. Mamá siempre cubría su ropa íntima entre sus vestidos y faldas. (Las veces que por casualidad las veía al estar buscando algo). Ponía la ropa sucia entre medio y la lavaba. Quizás ella también hacía lo mismo. Busqué entre la ropa que se había quitado y allí las encontré. Entre medio de su pequeña pijama de algodón. La abrí y encontré mi tesoro.

- ¡Maldición Ashley, .. pero que preciosa eres!!

Mi pequeño pene daba brinquitos casi asomando por la bragueta. Las tomé entre mis manos y las olí.

- ¡Uhmm!, Por dios, ..que rico huele tu cosita mi amor. Lo que daría por comértelo bien comido.- decía dentro de mí como si ella estuviera allí conmigo.

Me saqué el pene dispuesto a hacerse una maravillosa paja oliendo sus bragas, aspirando los íntimos aromas de mi deseada Ashley. Tan cachondo estaba que me corrí en pocos segundos. Una impresionante corrida que salió disparada de mi pene hasta más de un metro, cayendo al suelo y al lavabo. Varios potentes chorros, varias placenteras contracciones que me pusieron los ojos en blanco.

- ¡Aggh!, Ashley.. que rico, ..toda mi leche para ti.- decía imaginando a ella frente de mí, cachándolos.

Me quedé unos segundos más, jadeando, recuperándome después de tan maravillosa paja, sintiendo como la sangre acumulada en mi cabeza se irrigaba, regresaba a su lugar dentro de mi cuerpo. Después, las hice nudo y las guardé en mi bolsillo, eran mi tesoro, las cuidaría más que mis videos, ella me las había obsequiado. Limpié bien el suelo y me lavé las manos.

.....

Aún era temprano, 7:30 h. de la mañana. Regresé a nuestra habitación y Mamá aun dormía plenamente, supongo que el día de ayer había sido muy fatigoso para ella, ese mulato maldito la había hecho a como él quiso, no me cabía en la cabeza como ella permitía todo aquello, como podía cambiar de eso modo. Empecé a volverme loco, me parecía mentira que ella fuera tan puta (perdónenme por dirigirme así a mi Madre pero era verdad), me carcomían los celos y la bronca de haber sido humillado presenciando todo aquello, pero también debo admitir que llegué a un grado de excitación que no pude evitar dejar una manchita en mi pantalón mojando mis calzones; me daba cuenta que era algo que ya no podía arreglar, sobre mi cabeza girarían esas perturbadoras escenas que llevaría de por vida; tenía que descubrir que le pasaba, porque su personalidad cambiaba tanto, porque se comportaba de ese modo, porque se convertía en aquella mujer tan diferente, llena de pasión y sin tapujos.

Al estar pensando en todo eso mi erección volvió a revivir. No sé si fue una sensación, no sé si eran las braguitas de Ashley que empuñaba dentro de mi bolsillo, o los recuerdo frescos de ella siendo poseída por aquel tipo tan grande, pero me pareció que mi verga aumentó aún más de tamaño. Mi Madre dormía plácidamente, pues su respiración pausada y tranquila así lo indicaba, tenía que controlarme, me metí en la regadera con agua fría, tenía rápidamente que alejar mis pensamientos de lujuria, creo que yo también albergaba a un ser oscuro. Sin querer me estaba haciendo a la idea de seguir observando a mi Madre en todas sus oscuras locuras, estaba dispuesto a seguir de observador secreto ya que el solo hecho de imaginar lo que vendría me ponía caliente en demasía, de manera que empecé a programar como sería el resto del día.

Una vez “relajado” y fresco salí del baño, pero en cuanto lo hizo la primera imagen me dejó perplejo. Encontré a Mamá de espaldas descorriendo las cortinas para que entrara la luz de la mañana. Una visión que nadie olvidaría, que supondría volver a la ducha pero con agua doblemente fría. Mi Madre estaba en pijama y de qué manera. Era una pijama de algodón de dos piezas, en color blanco muy cortita por debajo y de finos tirantes por arriba, a medio ombligo; pude contemplar con nitidez su estilizada espalda y su enorme trasero de pompas blancas y abombadas, con el shorts de la pijama metida entre la raja como si lo quisiera devorar, con un cachete ligeramente asomando por debajo del borde. Para acentuar su sensualidad, llevaba unas calcetas hasta las rodillas muy juveniles. Enseguida Mamá giró hacia mí y entonces pude apreciar la parte delantera de su pijama, bajo la cual se advertían sus enormes pechos blancos con sus pezones erguidos. Las exquisitas mamas chocaron una contra la otra en un leve movimiento tras el giro al no llevar sostén. Vi el ombligo en medio de su vientre plano y la forma triangular de su conejito se adivinaba perfectamente dibujado al llevar la pijama prácticamente enterrada entre sus piernas. Me quedé perplejo.

- ¡Hola cariño, buenos días, .. que tal dormiste?

Observé a mi Madre venir andando hacía mí, se dirigía al parecer al baño también para ducharse. Venia caminando directamente hacía donde yo me encontraba sacándose la pijama de entre las piernas. Entonces me fije que en su andar había algo raro.. venía con las piernas ligeramente más abiertas de lo normal y pisando con cuidado, también me fije entonces en la parte interna de sus muslos. ¡Sus muslos mostraban marcas rojas con ligeros moretones. Su rostro se observaba cansado y desguanzado a pesar de haber despertado unos minutos antes. Nunca la había visto despertar así de ese modo tan cansada. Entonces recordé la terrible porriza que le había dado ese desgraciado y me excito de sobremanera, tanto que tuve otra erección inmediata que tuve que tapar rápidamente, por suerte ella no se percató de mi entrepierna así que tuve esos segundos para seguir observándola más.

Me fijé en su andar que claramente se notaba que llevaba la vagina irritada, que si estuviera desnuda seguramente se la vería completamente enrojecida. Entonces levantó la vista y me vio allí de pie, se sonrojó y trató de caminar normal pero un escozor en sus partes más íntimas la hizo regresar por su pomada desinflamante que había dejado en el buró. Vino hacia mí andando de esa manera tan rara mirando al suelo, claro gesto de vergüenza supongo que por lo que había estado haciendo el día anterior.

- ¡Hola Mamá, buenos días, ..¿te pasa algo, Má?, .. te ves un poco extraña.

- N-nada cariño nada, es que debió de ser el sol ayer, .. creo que me dio demasiado ¡Ji ji ji!.. Bueno voy al baño a arreglarme un poco.- claramente mintiéndome de que simplemente había sido el sol el que le había.. ¿dado?, joder mi Madre me estaba hablando en doble sentido. Eso me molestó muchísimo, que me hizo encabronar.

- Oye Mamá, .. cuando venias hacia mi vi que tenías las piernas muy rojas y golpeadas, ¿estás bien? ..

- Oh, cariño no te preocupes, ..d-deben .. son estas cobijas y almohadas. Uff!! Me irrita bastante y no hago más que rascarme, ..ya sabes la piel tan delicada que tengo. Debí traer las mías.- después de ese pedazo de mentira de mentira se fue hacia el baño, claramente estaba irritada por haber estado follando toda el día con aquel cabrón.

Me senté un rato tratando de calmar mis emociones, tratando de meditar todo lo que nos pasaba mientras el sonido de la ducha de mi Madre me tranquilizaba; tomé mi Tablet para navegar un rato mientras ella salía y se curaba, de pronto escuché que alguien tocaba nuestra puerta, pensé que sería Beatriz para informarnos del desayuno o quizás platicar algo para con mi Madre, aunque claro eso del desayuno era ilógico ya que aún era temprano. Por lo que me levanté enseguida para abrir pensando que si sería el Jr con sus cosas le cerraría la puerta en la cara. Cuando la abrí no me podía mover, ¿Que era lo que quería este tipo?..

- Hola pequeñín, ..¿ya está despierta tu Madre?.- ¡Joder era el Sr Montes de Oca.

- E-está en la ducha, .. e-en cuanto salga yo le diré que la anda buscando.- lo que buscaba era sacarlo de la habitación hasta que mi Madre pudiera recibirle. Pero el Sr Montes de Oca, acostumbrado a hacerse todo lo que él demandase decía:

- La esperaré, necesito hablarle, ..tengo algo importante que decirle. ¿Me dejas pasar?

Por supuesto que no lo quería hacer, pero la imponente figura del Sr Montes de Oca me dejaba paralizado, y antes de que pudiera decirle algo, el tipo entró a nuestra habitación cerrando la puerta tras de sí. Se notaba un tanto extraño con un brillo especial en sus ojos, un brillo que me dejaba dudoso y temeroso, sabía de las andadas, era un cerdo, un tipo sin escrúpulos, capaz de aplastar a cualquiera sin remordimientos, un Político corrupto influellista que había brincado peldaños hasta lo más alto sin importarle aplastar a quien fuera que se le cruzara en el camino, para nadie era sorpresa escuchar que estaba involucrado en homicidios y en tratos sobre lavado de dinero y vínculos con el narcotráfico, era un fichita en el mundo de la Polaca, un mundo oscuro lleno de ambición, donde lo que predomina es el poder de las influencias.

Estuve de pie frente al Sr Montes de Oca en los segundos más incomodos de mi vida, el tipo me veía de manera misteriosa, como maquiavelizando algo en su cabeza, como calculando algo perverso y que sabía que podía lograr. Me aparté de él y me volví a sentar sobre el sofá tomando mi Tablet para tratar de sobrepasar este incomodo momento.

- ¿Cómo estás pequeñín?, .. ¿aun extrañas a tu Padre?- volvió a romper el silencio con su ronca voz.

- Claro, siempre lo voy a recordar.

- ¡HE HE HE!.. Si verdad, ..pero me refiero a que no debes de sentirte triste, ..un pequeñín como tú, que en cuanto crezca será la cabeza de industrias Tapia, .. créeme que si yo hubiera tenido tú mismo futuro yo mismo hubiera matado a mi Padre ¡HE HE HE!!..- su estúpido humor negro para nada me hacía gracia.

Y cuando estuve a punto de contestarle lo que verdaderamente sentía, Mamá abría la puerta y se encontraba con la imponente figura del Sr Montes de Oca hablando con su pequeño hijo. No supo que decir, simplemente se quedó parada al igual que yo, tratando de suponer que era lo que hacía este Señor aquí, en nuestra propia habitación donde todos aún dormían.

- ¡Sr Montes de Oca!, .. q-que hace usted tan temprano, aquí.

- Discúlpame Mónica, lo entiendo ..quizás no sea horario para venir hablar contigo, pero tengo algo muy importante que..

Sus ojos rápidamente quedaron perdidos en la suculenta y estilizada figura que tenía al frente. Mamá apreció con su cuerpo tapado mínimamente por una toalla, tanto que se podía pensar que la naturaleza había sido más que generosa con ella. Se veía blanca y radiante, de una tez rosada que mostraba siempre que salía de la caliente ducha, con gotitas de agua que aun brillaban sobre la parte alta de su pecho. El Sr Montes de Oca fue bajando su mirada de los ojos turquesa de ella a sus bonitos hombros y brazos semi tapados por su hermoso cabello dorado; sus pechos aún tapados en su mitad siempre generosos y rotundamente bellos, la toalla le tapaba todo el vientre pero aun así se divisaba sus caderas rotundas que acentuaban la estrechez de su cintura, sus muslos largos como los de una tenista rusa, unas rodillas más que correctas, gemelos fuertes pero muy femeninos y tobillos finos. El tipo no supo que decir.

- ¿Tan importante que no pudo esperar hasta que todos estuvieran despiertos?

- Si no lo fuera así, jamás me hubiera atrevido a despertarte.- le respondió fingiendo una sonrisa.

- ¿Me permite siquiera vestirme?

- No me llevará más que unos simples minutos. Y no quisiera que Beatriz se enterara de lo que vengo a decirte.

- Pues no entiendo qué tipo de cosa viene usted a decirme que no quiere que su Esposa lo sepa.- le respondió algo molesta.

- Algo que quizás nos puede beneficiar a los dos, esos sí, .. si estás de acuerdo conmigo.

- No entiendo pero en fin, ..soy todo oídos.

- A solas.

- Mire Sr Montes de Oca.

- Mire Sra. Tapia, .. lo que vengo a decirle se trata de su Compañía y de los nuevos inversionistas.

En cuanto ese viejo dijo inversionista, Mamá no pudo evitar sentir un fuerte escalofrío recorrer por todo su estilizado cuerpo, no sabía que era lo venía a tramar este desgraciado, pero al ver el pánico reflejado en sus hermosos ojos lo decía todo, era claro que el hablar de los inversionista de la Empresa era un tema que ella trataba de olvidar. Entonces Mamá volteo a verme y me dijo:

- M-mi amor, .. nos dejas solos al Sr, y a mí. Solo tardaremos unos minutos.

Ambos se me quedaron viendo esperando mi reacción, el simple hecho de dejar sola a mi Madre con el Padre de Randy no me gustaba para nada, además el modito ese de mirarla con morbo no me gustaba en lo más mínimo. Afortunadamente ya estaba preparado para todo y no me iba a dejar. Sujeté mi Tablet y mis audífonos con el receptor y me dirigí a la puerta, dejando a mi Madre bastante nerviosa y atemorizada por lo que venía a decirle. ..


- Estaré aquí afuera.- dije sin poder hacer más.

Pero en cuanto crucé el umbral, el tipo cerró la puerta tras de mí que casi y me golpea, y claro que no me iba marchar, enseguida corrí el programa de la cámara que tenía incrustada en la habitación, este tipo no sabía ni donde se había metido, aunque para serles sinceros estaba un poco temeroso, tener una grabación del Sr Montes de Oca que vino a decirle no sé qué cosas a Mamá con tanto misterio no era cualquier cosa, este tipo era de cuidado. Me senté en el suelo del pasillo y desde ahí tuve las primeras imágenes de lo que estaba sucediendo en nuestra habitación.

El tipo se miraba muy seguro de lo que venía a decir, Mamá se encontraba un tanto nerviosa, una porque la compañía a solas del Político imponía y otra porque se encontraba solamente cubierta por una mísera toalla, a solas con ese hombre. Cuando acercándose mucho más allá de lo que significaba el espacio personal, aprovechando que todos dormían y la sola-privacidad de la habitación.

- Antes que nada Mónica déjeme decirle que qué cambiazo te has dado, ..no creo que la ausencia de su Esposo sea el causante de esto. Te conozco perfectamente desde hace mucho y no eres la misma de antes, ¿o me equivoco, preciosa?- dijo adoptando ahora un tono totalmente diferente, personal, como de intimidación.

Eso era algo que caracteriza al Sr Montes de Oca, su modo golpeado al hablar y su consabida franqueza, cayendo en ocasiones en una mala interpretación por parte de quien le escuchara, claro que no supiera de su respectiva característica. Como les había dicho el Sr Raymundo Montes de Oca, era un tipo muy involucrado en la Política y en otras cosas turbias, sabio con las mujeres, de hecho ya había tenido sus quereres con algunas amigas de Beatriz y con otras mujeres de la alta sociedad, lo digo porque en una ocasión le escuché Beatriz llorar en casa en el hombro de mi Madre, el tipo era un fichita, en fin, respetado por unos y odiados por otros, por eso es que siempre Mamá le guardó distancia. 

Ella incomoda ante el acercamiento que le dio el Sr Montes de Oca con esas palabras le encaró:

- Mire Sr Montes de Oca, decidí cambiar mi forma de vestir porque así lo he decidido, ..no entiendo ahora a que viene eso al caso. Me dijo que tenía algo importante que decirme y me sale con esto.- Mamá se apartó de él y se dirigió a la puerta, cuando iba a abrirla volvió a llamarla.

- Espera.. está bien iré al grano.- la voz del Sr Montes de Oca denotaba mucho misterio.

Mamá se detuvo y soltó la perilla de la puerta nuevamente.

- Haber dígame..- el tono de mi Madre denotaba enfado.

- ¿Sabes acerca de los rumores que han salido desde la muerte de Rodolfo?

Esto tomó por sorpresa a Mamá, hasta ahora nunca había sido necesario tratar ese tema, tratando de aparentar la mayor calma que pudo respondió.

- No.. no los he escuchado.

El Sr Montes de Oca se volvió acercar y lentamente se colocó por detrás de ella, rodeándola.

- No sé cómo decir esto ..- claramente se notaba que el tipo sabía algo, sudaba en demasía e incluso se notaba ansioso.

Así como yo, Mamá también intuía que nada bueno podía salir de esta conversación, sus instintos femeninos se lo advertían.

- .. Como sabes no pude ir al sepelio de Rodolfo, .. sentí mucho que un tipo tan respetable y sobresaliente como él falleciera, lo apreciaba yo mucho y ..

- Mire Sr, realmente no creo que sus condolencias hayan sido el motivo para venir tan temprano a mi habitación y sacar a mi hijo. Eso pudo haberlo hecho en cualquier momento y a cualquier hora del día. No entiendo la verdad su presencia ahora aquí.- le interrumpió mi Madre, sacando ese carácter fuerte que le caracterizaba ya antes.

- Ya lo enteras preciosa, ..tú sabes que conozco a varias personas que están ahora invirtiendo en la Empresa de Rodolfo. Uno de ellos Gustavo de la Peña que ya lo has de conocer, muy bien ¡HE HE HE!!..

.. Gustavo de la Peña, ese nombre se me hacía conocido. ¡Pues claro, era aquel calvo hijo de puta que junto con Fernando y Antonio habían llevado a Mamá con engaños a aquella susodicha reunión de Negocios (Cap. XIV) además en aquella ocasión en el chalet de Montoya, ese tipo había sido uno de sus clientes cuando ella estuvo obligada de fungir como prostituta. Mamá en cuanto escuchó su nombre empezó a temblar, pero no fue por el nombre la que la puso tan nerviosa, si no la siniestra sonrisa del Sr Montes de Oca que denotaba que traía algo entre manos.

- N-no se a que se refiera.

- Claro que lo sabes, ..un día tomándonos unas copas, me dio a entender algunas cosas que me parecieron un tanto interesantes sobre ti. Quizás solo fue para quedar bien conmigo, aunque no creo que un renombrado Empresario como él se jacte de estar divulgando así como así de haber tenido el privilegio de poner sus manos sobre la prestigiosa viuda de Industrias Tapia, ..y varias veces.

Mamá se había quedado en shock, sus ojos turquesa estaban perdidos en la nada y su cuerpo temblaba sin poder reaccionar, ella sabía que todo lo que decía el Esposo de Beatriz era verdad y que si estos tipos habían estado hablando entre medio de las copas de ello estaba totalmente perdida, aunque claro lo podía negar, decir que simplemente era un bocón y que lo demandaría por tal blasfemia. Pero el Político bastante seguro de lo venía a decir, se le acercó aún más y con su fanfarronesca sonrisa de triunfador se le pegó al oído para decirle:

- Ya sabes Moniquita, puedes buscarme cuando quieras, ..a mí no me engañas, tú ya eres distinta. Soy un tipo muy generoso y agradecido con las mujeres, ..con mucho poder y puedo darte lo que quieras.- dándole una sonora nalgada por encima de la toalla.

Pero Mamá agarrando valor de no sé dónde se volteo dándole una cachetada que se escuchó por toda la habitación y parte del pasillo:

- ¡Oiga, no le he dado motivos para que me falte al respeto!, no le digo más por el cariño que le tengo a su mujer, ..pero si vuelve a tocarme o acercárseme nuevamente, le juro que lo haré e iré hasta con los medios para acusarle si es necesario. Yo también tengo poder Sr Montes de Oca.- dijo casi a punto del llanto y roja del coraje.

- Si claro, sabía que dirías algo como eso, ..pero lo de la cachetada no me lo esperaba.- y sus ojos denotaron más seriedad.

¡Eso y más merecía ese viejo aprovechado hijo de la gran puta!, era obvio que había venido a chantajearla como los demás, afortunadamente creo que Mamá ya estaba cansada de todo eso y al fin había respondido como lo que era, una mujer a la cual se le debe respetar, la flamante Esposa del reconocido Empresario Rodolfo Tapia. Mi Mamy siempre había sido de carácter y el Sr Monte de Oca lo había comprobado con tremendo tortazo, temí que el viejo la fuera agredir e inmediatamente me acerqué para abrir la puerta, pero el viejo en lugar de buscar agredirle solo sonrió, para después sacar su móvil y buscar algo en él, yo no podía ver que era lo que pretendía pero cuando se lo mostró a Mamá me quedé sorprendido al igual que ella; era una foto de ella y de aquel Empresario hijo de puta mirando a la cámara con las caras juntas mientras él le tocaba los pechos. Para ser más exactos apretándoselos con fuerza como exprimiéndolos, me extrañó ya que no recuerdo que se la hubieran tomado, pero seguramente había sido en el chalet, cuando Mamá por su propia cuenta había decidido entregársele como cualquier prostituta se le entrega al cliente. Ella se acercó al móvil como si no asimilara aún bien qué era aquello para, una vez sabido, comenzar a perder el color de su rostro.

- ¿P-pero... como ...no entiendo, qué es esto?

- Moniquita pues está muy claro, ..tú revolcándote con uno de los socios de la Empresa de tu difunto Esposo.

- ¿P-pero y cómo la tienes, qué quiere? .. ¿A-a dónde quiere llegar?

- Como la tengo es lo de menos y lo que quiero es... bueno si hicieras algunas cosas que te pido y ..

Ella con cara de indignación preguntó:

- ¿Q-que cosas?

- Mm .. Algunas cosas simples, no te voy a pedir mucho.

- No será lo que me estoy imaginando.- le contestó, ya con la vista nublada en llanto.

- Digamos que solo le des algunos gustos a este viejo.- Mamá se quedó absorta al principio para más tarde entrar en cólera.

- ¡Hijo de perra si se cree que por tener esa foto me va a chantajear es que no me conoces infeliz, ..ahora mismo voy hablar con su Esposa ¡FUERA DE AQUÍ, LARGO YA!!

“SPLASSHH!!..” Otro bofetón sonó en toda la recamara e hizo que Mamá se llevara la mano a la cara y casi perdiera la verticalidad.

- C-como te atreviste maldito!!

- Mira “Puta”, ..porque así es como te llamó Gustavo al decirme cuanto fue que pago por tu cuerpo en aquel chalet. Y si todo lo que tuviera sobre ti fuera solo esto ni me hubiera atrevido a estar aquí, pero da la casualidad de que existen no solo fotos, y ese video en la oficina de tu Esposo ufff, ..créeme cariño puedo hacer que tu vida y la de tu hijo pase a ser un carajo infierno. Una simple llamada mía a Antonio y unos documentos liberados por parte mía como pago, ..créeme cariño me dará eso y más. Tu prestigio como la flamante Sra. Tapia se irá al carajo, .. sin agregar que serás sacada del consejo y tu votos como dueña se irá al carajo si todo esto sale a luz. Puedes pasar de la riqueza a la pobreza absoluta y con tu prestigio por los suelos. .. ¿Me vas a hacer más caso ahora? .. Ah, y perdona el guantazo, siento habértelo dado pero debes empezar a aprender que toda tu vida depende de mí.

Ella quedó atónita, no sabía cómo reaccionar, no terminaba de asimilar nada.

- Sabía que eras un viejo verde pero nunca imaginé que cayera tan bajo. No sé cómo Beatriz sigue al lado de un ser tan asqueroso y sin escrúpulos como tú.- le dijo ahora llorando.

- Si quizás lo sea, ..pero me gustan las mujeres como a todos, y créeme cariño desde que te conozco siempre te he deseado. No sabes cuánto excitación me ha causado el simple hecho de saber que te hayas vendido como una puta, ..siempre quise comerme a una Comadre ¡HE HE HE!!..- reía burlonamente

Mamá comenzó a lagrimear, no podía creer lo que le estaban diciendo, miraba hacia abajo como pensando, sabía que no tenía salida, levantó la mirada y con un tono de resignación dijo:

- Que quieres que haga.- en ese momento el Político supo que había ganado la batalla.

- No mucho, ..simplemente ver que es lo que llevas debajo de la toalla.- y sonreía con un tono de lujuria.

- ¿No querrás violarme sabiendo que mi hijo está afuera y tu mujer sigue durmiendo en la habitación de al lado?

- Ya lo sé, .. y descuida, no pienso hacerte nada de momento. Simplemente quiero ver la mercancía por la cual Gustavo con tanto gusto fue que pagó. ¡HE HE!..

El hijo de puta sabía que debía comenzar sometiéndola lentamente, sin que nadie se enterara, de otro modo corría el riesgo de que su Familia se enterara y que en un ataque de histeria Mamá le dijera a su Esposa sin medir las consecuencias.

- Vamos, que el tiempo apremia, .. déjame ver que hay allí debajo.

- Solo llevo unas bragas.

- Bueno, entonces quiero saber de qué color es tu bombachita que te has puesto ahora. Una mujer tan.. tan espectacular como tú, seguro que usa algunas muy bonitas.

Ella dijo con un tono de enojo:

- Es blanca, ya? ..

- Simplemente muéstramelas y saldré por esa puerta como si nada hubiera pasado.- Mamá como la vez anterior volvió a quedarse como paralizada.- Vamos Mónica, no es para tanto, después de todo solo te pido que me muestres un poco de tus encantos, ..no es un precio demasiado alto por guardar en secreto tu otro modo de vida, ¿no es así?- le dijo el maldito en tono un poco burlón.

Mi Madre se secó algunas lágrimas que aún le corrían por las mejillas y con la cabeza gacha obedeció. Escuché que se había acercado a la puerta, mientras yo esperaba del otro lado nervioso por lo que estaba a punto de pasar; permanecía en silencio con mi tableta en las manos mientras ella se quedó parada frente a la puerta del otro lado. Con la cabeza gacha en un absoluto silencio sin mirarlo, esperando algún tipo de milagro con tal de no mostrarse desnuda ante este inmundo. Yo estaba muy nervioso por la circunstancia, mi Mamy estaba como un cordero indefenso tras las manos de este viejo.

- Anda putita, enséñame que traes debajo de esa toalla.- Mamá al escuchar la palabra “puta” se derrumbó, no podía creer que nuevamente sus demonios regresaran para atormentarla, cuando pensó haber cerrado ese capítulo amargo donde aquel desgraciado viejo de Montoya la había obligado para servir como una más de sus putas, este viejo maldito con un video obtenido de la grabación de aquel cerdo Gustavo de la Peña, maldito besabotas de mierda.

Pero Mamá no hacía nada, solo permanecía quieta de pie frente a la puerta con su brazos al costado inundada en lágrimas y en eterno silencio. El Gobernador en un tono insistente volvió a preguntarle:

- No escuchaste?, ..quiero que lentamente vayas subiendo la toalla, hasta donde yo te lo ordene.

Los ojos de mi Mamy estaban llenos de lágrimas pero comenzó a obedecer, tomó el canto de la toalla que le llegaba justo por encima de las rodillas y lentamente la comenzó a elevar.

- P-porque me hace esto?- preguntó con un nudo en la garganta y la voz quebrada.

- Y lo preguntas?, ..me gustas Mónica, siempre me has parecido una mujer fascinante. Créeme que envidiaba en un cierto modo a Rodolfo por tenerte, ..siempre te he deseado desde que te vi por  primera vez. Ahora sigue, ..he esperado mucho tiempo para ver esto.- en sus ojos se denotaba su lujuria.

Mi Madre siguió con la toalla en ascenso, lo hacía en forma excesivamente lenta, por vergüenza e indignación, como negándose, pero sabía que no tenía otra salida de momento, este desgraciado la tenía en sus manos. Comenzaban aparecer sus carnosos muslos blancos, sobre los cuales se percibían pequeños y delicados vellos dorados. Cuando estaba a punto de aparecer su ropa interior le ordenó que se detuviera y que lentamente comenzara a girar sobre sí misma. Con sus piernas casi todas descubiertas podía apreciar sus muslos bien formados con un tono muscular muy femenino. Como ya les he comentado en diferentes partes de otros relatos Mamá siempre fue amante del ejercicio y la salud, enemiga fiel de las grasas, el azúcar y la sal, a eso esas piernas tan perfectas como las de una tenista Rusa.

Cuando estuvo justo de espaldas hacia él le dijo:

- Detente, ..ahora quiero que lentamente me muestres tu trasero. Siempre he creído que es precioso, quizás sea el más espectacular que vaya a ver, ..por lo que dice Gustavo y lo que se ve por encima de tus ropas y vestidos caros debe de ser magnifico. Hazlo pero lentamente.- volvió agredirle.

¡Hijo de la chingada!, se estaba deleitando a cada segundo, a cada centímetro de piel que mi Mamy dejaba a la vista de sus perversos ojos. Ella obedecía cada orden, pero le costaba elevar la última barrera que impedía su dignidad, su precioso y redondo trasero le impedía deslizar la toalla con facilidad, asomaron tímidamente el principio de sus glúteos, para después aparecer entre medio de ellas, metida en la zanja de sus cachetes su preciosa bombacha de color blanca, sus bragas eran de corte francés, de esas que llevar un tipo de costura en medio, que divide las dos pompas y que se ven riquísimas. Estaba toda metida entre esas preciosas carnes ya que al tener un trasero tan redondo y pronunciado era imposible que su ropa interior no se deslizara hacia adentro.

Terminó de elevar la toalla hasta que la tenía toda abultada en la cintura. Para el Político era un maravilloso espectáculo, ese trasero carnoso, redondo y blanco, con la pantaleta y esa costura toda metidita dejó al viejo deslumbrado.

- Cajum.. Ahora quiero que separes un poquito las piernas.

- No cree que ya fue suficiente?, snif.. ya me vio, ya me humilló, ¿que no le es suficiente? Snif!.- le dijo llorando.

- No, creo que no. ¡HE HE!..

Mamá lo hizo muy suavemente, el hijo de puta experimentaba una erección espectacular, tanto que no podía disimularla en su pijama. Ella permanecía ahí como una especie de estatua solo para él. Pero si creía Mamá que el viejo estaría complacido con solo mostrarle el trasero estaba muy equivocada.

- Quiero que te inclines hacía delante lentamente y que apoyes las manos en la puerta para detenerte, ..así puedo verlas mejor. ¡HE HE!..- Mamá no podía entender porque su vida tenía que ser así. Le miró sobre los hombros con una mirada de indignación mientras él con un gesto confirmaba la orden.

Ella obedeció una vez más, se inclinaba lentamente mientras el Sr Montes de Oca podía apreciar como sus nalgas se iban abriendo por la postura que le había ordenado, al mismo tiempo que comenzaba a vislumbrarse el pachoncito de su vagina. Entre sus piernas se formaba un perfecto bollito con una ranura dentro. El hijo de puta la dejó en esa posición mientras saboreaba su excitante éxito. Caminó acercándose hacia ella y se colocó justo detrás, con una mano se amasaba su excitado bulto y con la otra acarició uno de los cachetes de ese precioso trasero. Lo hizo con mucho cuidado para disfrutar su suavidad y verificar el grado de firmeza que tenían; después se deslió al otro cachete pasando por la franja disfrutando cada textura. Lo amasó con un poco más de firmeza y le dio un par de palmadas para disfrutar como se sacudían aquellas nalgas. 

- ¡Soberbio!, nunca he visto algo igual!, ..y créeme que he visto muchos, ..¡Mm!, pero esas bragas no son para una putita de tu clase. Este trasero merece algo más sensual, ..quiero que acomodes toda tu bombacha entre tus nalgas, métetela toda, así puedo verte mejor el culo.- Mamá sintió una gran impotencia y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

- ¡Es un cerdo!- ella le miró fijamente como resistiéndose, cuando de repente tomó la determinación con un gesto de rebeldía.

- ¡Shhhhttt!.. baja la voz.- el miedo al escándalo invadió al Político.

- Si, es un cerdo, ..¿que no se da cuenta que en la otra habitación esta su Esposa?

- Beatriz es una estúpida, solo es una compañía para mí, la Madre de mis hijos ..ya no me excita, si supieras con cuantas mujeres la he engañado, y ella se ha dado cuenta más simplemente calla. Beatriz no dice nada porque siempre le he dado todo, ..como pienso darte a ti si haces lo que digo.

- ¡Eres un desgraciado, no la mereces!

- Si, pero un desgraciado que te tiene en sus manos, .. hazlo, lo quiero ver en todo su esplendor.

Como resignada se volteó y con ambas manos tomó los pliegues de la bombacha para acomodarlas entre sus cachetes redondos y carnosos; sobre sus glúteos se podía ver con claridad las marcas que había dejado su prenda íntima. Las jaló tanto que quedaron incrustadas tipo tanga. Realmente era hermosa, si no fuera mi Mamy la que estaba siendo chantajeada y humillada ya estaría matándome nuevamente a pajas, su ropa interior blanca así de enterrada excitaba a cualquiera, sus muslos torneados dejaban marcar en forma muy definida su musculatura, sus cachetes estaban en popa y abiertos a solo unos centímetros de la cara de ese viejo, el hijo de puta se estaba deleitando de su olor, había metido su cochina narizota entre su gruta, disfrutando de ese exquisito olor que mi Madre producía en su entrepierna.

Cuando terminó de deleitarse Mamá se irguió frente a él con la toalla elevada como preguntando si le era suficiente. El hijo de perra no dejaba de mirar fijamente sus cachetes, solo se concentraba en aquellas dos masas de carne que eran separadas por aquella tela blanca.

- Estaré un par de días más aquí, .. no quiero que te vayas, ni que te me andes negando a nada, quiero que sepas que todos los días vas a mostrarme tu ropa interior, ¿me escuchaste?. Cada vez que se me antoje y estemos solos quiero que me las muestres, ..a cambio no diré nada de lo que te has convertido.

Ella lo miro y dijo:

- ¡Pero Raymundo, no me puedes hacer esto! ..

- Ese es el trato o no.

- ¡No, yo no soy una puta..!

- ¡Las fotos y Gustavo dicen lo contrario.

- ¡Es que tú no entiendes, me mintieron, me chantajearon, ..si no lo hacía alejarían a Pedrito de mí! ¡Snif, No es justo.

- ¿Y lo más fácil para ti fue dar las nalgas?, .. además, en la foto que llevo no te observas tan obligada. Para mi todas las mujeres son putas, ..la única diferencia es el dinero para mantenerlas contentas.

Afortunadamente no pasó más y pesar de que tenía el pene ya muy duro, le dijo:

- Bueno es suficiente, seguiremos en otro momento, ..ponte linda para comer, como cuando salías con tu Esposo ¡HE HE HE!..

La verdad es que el hijo de puta ya tenía todo esto planeado, tenía todo el tiempo del mundo, así que no iba a comerse todo aquel caramelo de una sola vez. El Político retirándose, guiñándole y enviándole un beso con los labios abrió la puerta. Cuando estuvo en el pasillo se acomodó el bulto y me miró, yo me encontraba en el suelo muy “inocente” con mi tableta sobre las piernas, su expresión en el rostro lo decía todo, el muy hijo de puta salió sudando y acomodándose la pijama debajo de su horrible barriga. Cuando me vio sonrió de manera perversa, para sin decir nada dirigirse hacia la recamara donde dormía su Esposa.

Como les decía el Sr Montes de Oca era un tipo cincuentón casi llegados a los 60 años, alto, robusto, ligeramente pasado de peso, es el típico Político prepotente, mal hablado y un desgraciado en el manejo de sus cosas. Ha hecho su dinero a base de trabajo, sí, pero también por actos de corrupción y de una grande, compleja e intrincada red de relaciones con el narcotráfico. Claro que su posición en el Gobierno hacia que la memoria colectiva de la masa más centrada en el medio y la evasión, de manera hasta inmoral hacia que las personas cayeran en el olvido de esos pequeños detalles de su familia. Es válido reconocer que Beatriz es lo contrario, es una mujer dulce y amable que de alguna u otra manera mitiga un poco y ayuda a disfrazar un tanto la excesiva mal imagen de su Esposo.

Beatriz siempre procuro darles lo mejor a sus hijos, la mejor educación, las mejores ropas y llevarlos a un ambiente sociality, que como vemos, si ha llegado aplicar en Randy, de eso su manera tan peculiar de ser. Si no fuera por Beatriz y sus conocidas campañas humanitarias, los secretitos a voces del Político ya hubieran salido a la luz. Ya en la actualidad, Beatriz se debe reconocer que ha limpiado un poco el dinero de su Esposo de manera humanitaria, verdaderas ayudas a los niños de la calle con actos de caridad y Presidenta en la junta de unidas por el cáncer, una sociedad de mujeres unidas para ayudar a tratar mujeres con ese mal, en fin, hacía su papel como la Esposa del Gobernador. Por otro lado el viejo seguía tratando de llevar a nuestra ciudad a la par con la Capital del país sin importar que eso conllevara tratos corruptos y permisos por debajo de la mesa, pero eso sí, en su obra social le seguía dando vuelo a la hilacha como le había dicho a mi Madre, no era un secreto para nadie verlo involucrado en líos de faldas y acosos sexuales a sus secretarias y alguna que otra amiga de Beatriz de sus campañas, siendo ahora su juego preferido utilizar su poder para manipular en la vida de las personas que se dejen dentro de dicho círculo de convivencia.

Mi Padre siempre decía cuándo por casualidad le escuchaba hablar con uno de sus socios, que se tenía que manejar con pinzas el trato con el Gobernador. Y como había dicho ahora siempre había tenido deseos insanos en contra de mi Madre, no se había atrevido a decirle nada porque mi Padre era un Empresario muy importante para la ciudad y eso le ponía freno, además podía tener otras mujeres, las que se le antojarán. Sin embargo ahora había aflorado su verdadera forma, cambio que había querido hacer desde que la conocía y era claro que no podía desaprovechar esta oportunidad que se le brindaba. Él sabía que Mamá estaba sola, ya no tenía el mismo poder que tenía cuando estaba con mi Padre, ya la tenía él como dado.

Pero olvidándonos un poco de ese miserable reaccioné, en cómo se había quedado mi Madre después de ese vil chantaje, volví a la tableta para percatarme de que ella se había metido ya al baño y lo primero que hizo tras pasar la puerta fue sentarse sobre el inodoro a llorar. Lloraba de rabia pero sobre todo porque su buena vida vista desde fuera parecía ser muy distinta a la vida que ella veía cada día, comenzaba a asimilar cosas y eso le producía un gran desconcierto. Por lo visto otro miserable, ahora el Sr Montes de Oca la tenía en sus manos, ella sabía que el viejo era capaz de todo, que podía hacerle eso y más si se lo propusiera, que podía destruirnos si así lo quería, estaba involucrado con personas de mucho poder, con gente mala, además a saber cuántas cosas más y eso la hacía sentir completamente desprotegida; había más personas que sabían todo lo que ella había estado haciendo por tratar de acabar con aquel chantaje y eso era muy peligroso. Ahora se daba cuenta de que debió ser mucho más prudente con las cosas que había permitido, que nunca debió de confiar en Antonio, que debería de recuperar aquella evidencia que aquel Empresario desgraciado (Gustavo) ahora mostraba a sus amigos como trofeo en sus jergas. Desde luego que alguien como el Sr Montes de Oca supiera tantas cosas sobre ella le producía más miedo que los propios chantajes de Antonio.

Se miró a los ojos frente al espejo y aunque algo rojizos iban volviendo a su color normal, estaba desesperada no sabía cómo salir de esta telaraña, ella sabía que el viejo no descansaría hasta poseerla, pero lo que realmente me asustó y me desconcertó, fue que a pesar de que era un viejo al igual o peor de miserable que los otros, era un tipo que podría llegar a gustarle. Maduro, alto, de malos tratos, chantajista y abusador.. y su forma de humillarla.. parece absurdo pero cuando lo estaba pensando me di cuenta que su mano estaba en su vulva y al parecer eso también la asustó, la retiró nada más al verla. Decidió no hacer nada de momento contra él, esperar y ver las cosas pasar. Se dio un tiempo para recuperar su postura y permaneció sentada en inodoro meditando, ahora le daba miedo salir, volver a verlo y qué pasaría.

- ¡Mamá, Mamá!- Entré a la habitación haciendo ruido.

- Voy.- el corazón de mi Mamy volvió a latir deprisa mientras se levantaba, se arreglaba la cara y suspiraba hondo antes de salir del baño.

- Mamá, ..me gustaría hablar algunas cosas contigo.

Salió del baño y se dirigió para arreglar la cama sin mirar hacia mí.

- Ya estoy aburrido aquí Mamá, ..creo que debemos regresar.- le dije en un intento por convencerla, de que no cayera en las manos de otro desgraciado.

- Mi amor, ..el Esposo de Beatriz vino a decirme amablemente que quería que le acompañáramos unos días más. Cuando él se vaya enseguida nos marcharemos, ¿está claro?- me trataba de explicar con un brillo de angustia en los ojos.

Era claro que le lastimaba mucho lo que me estaba diciendo, pero entendiendo su problema acepté sin tratar de convencerla más, sabía que el desgraciado viejo la tenía acorralada y hasta que no se le ocurriera otra cosa no podía contradecirle, tenía que hallar una forma para liberarse de esos tipos, una forma la cual ayudara para que la dejaran en paz. Dejé a mi Mamy recogiendo la habitación mientras que yo salí un rato para despejarme un poco, todo esto era una pesadilla para mí y más para ella, ahora la pobre no solo tendría que cuidarse del lujurioso de su Ahijado si no del chantaje del mulato ese y ahora del Sr Montes de Oca, aunque pensándolo ahora, el chantaje de Ralph no era problema para un chico tan inteligente como yo, tan solo tenía que apoderarme del chip de su celular y resetearlo del todo, hacker sus cuentas de almacenamiento en línea y todo eso terminaría cerrado, ahora solo tendría que mantenerlo vigilado para cuando se alejara de su teléfono móvil; pobre Ralph no sabe lo que le tenía planeado.

El resto de la mañana Mamá se lo paso ordenando nuestra habitación, y preparando nuestras ropas para acomodarlas, los preocupaciones y amenazas que la atormentaban poco a poco se iban disipando, pero el solo pensar que ya no tan solo tendría que soportar las lascivas miradas y tocamientos de Randy sino que también ahora se sumarian las de su Padre, la hacían poner de mal humor, se puso como regla no tener que ir por nada del mundo a la recamara de Beatriz. ¿Cómo se había atrevido a venir a chantajearla a nuestra propia habitación mientras todos aun dormían?, pensaba que si el Sr Montes de Oca tomara cartas en el asunto lo más seguro era que terminaría despachándosela, esto incresentaban más los rubores en persona de lo vil que era nuestro Sr Gobernador, esto la hacía ponerse de mal humor, pero luego recordaba que este mismo sujeto también estaba involucrado en genocidios y relaciones con altas esferas de la mafia de este país, eso sin menospreciar las múltiples demandas por violación por parte de algunas de sus empleadas, las cuales al tiempo terminaban olvidándose por el sistema, y que más encima también ahora este había puesto ojo en ella, una piedrita más para su atormentado calvario. ..


Después de un par de horas de estar meditando las cosas decidí regresar, aun no estaba muy convencido de lo que iba a hacer pero no tenía otra salida, no iba a dejar que esos tres hijos de puta estuvieran abusando de mi Madre como se les viniera en gana. Los Montes de Oca estaban dando el gran desayuno junto a la alberca como una familia feliz y armoniosa; cuando me acerqué a ellos me di cuenta de que Mamá se encontraba en la cocina preparando nuestro plato y alguna bebida nutritiva para ofrecerles a todos. Beatriz estaba muy contenta por la llegada de su Esposo, trataba de contarle todos los detalles de la fiesta que no paraba de hablar, el odioso Político como si no la escuchara estaba leyendo su periódico mientras dejaba humear su puro sobre la mesa; Randy y Ashley alejados del todo discutían sobre una tontada, como siempre el Jr se notaba molesto con ella, como si algo le molestara. Cuando sin darme cuenta yo de ello, el Sr Montes de Oca se dirigió al interior de la cabaña argumentando el recibir una llamada importante. Enseguida se me crispó la piel y me dio un mal presentimiento de ello. Por lo que yo también opté por dejar a los Montes de Oca en la mesa, pero no fui tras el Gobernador, sino que le da vuelta a la cabaña y como la primera vez cuando el rencuentro con su Ahijado, le da vuelta a la casa para alcanzar a ver por los grandes ventanales.

Y mientras trataba de encontrar el mejor ángulo posible para observarlos, me da cuenta de que el viejo en lugar de hacer esa disque importante llamada, pretendía ofrecerle a Mamá su ayuda para servir los vasos. Y aprovechando el momento en el que mi Mamy se encontraba parada cerca del lavaplatos con ambas manos ocupadas, el muy hijo de puta fue para acercarse por detrás para apoyarse contra su trasero, restregar sobre sus nalgas lo que sin duda era su tremenda y dura erección.

- ..¡Oh!, ¿p-pero que hace?

- ¡Sthiii !!, Así es como debe ser.- volvió a increparle.

Y Mamá asustada y queriendo evitar hacer demasiado ruido, lo tuvo que dejar que la rozara de tan descarada manera, hasta que le fue posible encontrar un sitio dónde acomodar los platos y voltearse para encararlo y reclamar por permitirse tales libertades con ella. 

- ¡Vete de aquí, Raymundo, ..olvidaré todo lo que me has hecho. Pero una cosa si te digo esto no se va a quedar así.

El Gobernador le apretujó las mejillas y le levantó la cabeza.

- ¿Qué dirá tu hijo cuando vean las fotos? ¿Eh?

- Por favor Raymundo, borra esas fotos, ..por nuestra amistad y el cariño que le tengo a tu familia, a tu Esposa.

- Eres muy guapa, me gusta tocarte.

- Raymundo, .. olvidemos esto, ¿ok? Yo no diré nada…- gimoteó.

- Vas a ser mía.- le dijo estampándole un beso en los labios.

- No, Raymundo, por favor…

- Vamos Mónica, sé un poco complaciente conmigo, ..no te pido mucho. Solo un poquito de lo que les has dado a muchos.

Nuevamente volvía a denominarla como una cualquiera, lo que hizo que Mamá volviera arder en cólera.

- ¡Óyeme no te permito que me hable así, ..ten un poco de respeto!- Mamá levantó la mano para bofetearlo.

Pero en cambio, resultó que al momento en que se preparaba para darle una bofetada, él se le adelantó y tomándola por las muñecas, la contuvo fácilmente con una de sus manos al mismo tiempo en que le plantaba un beso que por haberla tomado por sorpresa, Mamá no pudo evitarlo para terminar dentro de su boca. Fue entonces, mientras que trataba de forcejar con él, cuando en el reflejo de una de las ventanas se encontró lo que suponía ser la alegre familia del tipo que la estaba forzando. Ella nuevamente sorprendida por tal situación, no objetó mayormente cuando sintió las manos del Esposo de su mejor amiga, haciendo saltar uno de sus senos por sobre el borde de su blusa para comenzar a pellizcárselo, disponiéndose a excitar su rosado pezón para como un becerro metérselo a la boca, mordisquearlo y mamarlo.

- P-por favor Raymundo, ..t-tu familia .. tu familia está afuera.

- ¡Sthiii !!, ¿en qué quedamos esta mañana Mónica?, ..en que me dejarías ver y tocar todo lo que llevaras dentro ¡HE HE HE!!.. ¿Qué te parece si me las muestras ahora?.- le dijo el muy cabrón a la vez que bajando sus manos alcanzaba el final de su falda.

- ¿A… a que se refiere?- preguntó Mamá quien haciéndose la ingenua aun no le quedaba muy claro de lo que hablaba.

- Mira.. te lo pondré así de fácil… tú eres una mujer muy hermosa y yo soy un hombre.. digamos generoso.- las manos del Sr Montes de Oca comenzaron a meterse debajo de su falda y a masajear sus glúteos.

Esta actitud asustó Madre, quien como un rayo le apartó con sus brazos y tomó su distancia.

- V-voy a gritar Raymundo, ..n-no me obligues hacerlo.

- Tranquila.. tranquila.. no te voy a obligar, .. quiero que tu solita me vayas dando todo lo que quiero. A cambio conmigo estará a salvo tu secreto, ¿qué dices vas a mostrarme?

Mamá no tuvo ni que pensarlo, la respuesta brotó sola de sus labios:

- ¡No !- Su respuesta fue tajante y contundente, al parecer al Sr Montes de Oca no esperaba eso, su rostro que hasta el momento consistía en una sonrisa maliciosa cambio drásticamente, sus facciones se tensaron, su cuerpo se irguió, estaba indignado.

- Creo que no sabes lo que estás diciendo preciosa, ..míralo por este lado. Soy un hombre con mucho poder dentro de la Sociedad, ..tengo muchas influencias con gente importante. Si aceptas ser mía te prometo que nadie te lastimara, nadie te tocaría, ..es más, puedo liberarte de quien tú quieras con solo darme el nombre.. pero si te resistes ..- el Sr Montes de Oca no terminó la oración.

- ¡No !, como le dije antes, ¡No .. yo no soy ninguna puta !

Mamá se notaba bastante segura, no volvería a repetir lo que paso con todos aquellos, y en ese momento por alguna razón se imaginó todas aquellas veces que había estado en esta misma situación, chantajeada por viejos viles como este. Humillada y forzada hacer algo que ella no quería. De momento vi aquella hembra de carácter fuerte que yo antes conocí, aquella mujer que ponía en su sitio a quien fuera con tan solo la mirada.

- Si esa es tu respuesta final, pues ante a las consecuencias, ..recuerda que conozco a toda la Sociedad de la ciudad, es una pena que la viuda de los Tapia se haya convertido en una vulgar prostituta.- decía el Sr Montes de Oca muy molesto pero guardando la compostura para evitar que alguien lo escuchara, además creyendo que al temer por su prestigio terminaría aceptando.

- Bien, si es todo lo que vino a decirme con su permiso.- Mamá se paró de su lado y se dirigió a la puerta, cuando iba a abrirla el viejo volvió a llamarla.

- Espera.. tengo algo más que decirte.- la voz del Sr Montes de Oca sonaba indecisa.

Mamá volteó a verlo y soltó la puerta.

- Dígame…

- ¿Sabes que lo voy hacer?, no me importa, ..le mostraré ahora mismo este video a Beatriz y a tu hijo. Para que sepan de una jodida vez la clase de puta que eres. ¿Te imaginas?, todos los rumores que se levantarían sobre ti, ..apuesto a que tu queridísima amiga Beatriz tendrá mucho que contarles a sus otras amigas en esas estúpidas reuniones de los jueves, que tú misma perteneces. Eso sin contar lo que pensaría tu hijito si supiera como su Madre ahora no solo es en parte dueña, si no que atiende a los empleados de su Padre. Seguro que no querrá estar cerca de ti, ..creo que con alguna llamada al lugar indicado el estado tomara en cuenta este asunto y ayudará a tu niño a estar alejado del ejemplo que tristemente has dado. Es una pena alejar a ese niño con un futuro prometedor de los brazos de su Madre.

Esto tomó por sorpresa a Mamá, hasta ahora nunca había sido necesario tratar este tema. Y tratando de aparentar la mayor calma que pudo respondió:

- T-tú sabes que me engañaron, ..t-todo fue una vil trampa.

- Como sea, ..tengo demasiadas pruebas, además de una grabación donde gemías como una perra. No creo que hayas sido muy forzado por la cara de puta que tenías.

El Sr Montes de Oca se acercó de nuevo a ella y lentamente se colocó por detrás de ella, rodeándola.

- Escucha no seas estúpida, llevas las de perder, ..además qué más da si eres puta o no. Eres una mujer muy hermosa, ..como te dije, siempre me has gustado. Dame lo que quiero y nada te pasará, tu prestigio y el cariño de tu hijo seguirá intacto, además las reuniones con tus amigas seguirán siendo sobre las ropas y las joyas que se cargan.- claramente se notaba que el muy cabrón estaba acostumbrado a eso, a chantajear y obtener lo que quería.

Mamá intuía que nada bueno podía salir de esta conversación, sus instintos femeninos se lo advertían. Por su parte estaba molesta, muy molesta, estos últimos días la habían tratado igual, a base de chantajes y engaños, primero ese viejo Cubano, engañándola con su peor enemiga, después su prepotente Ahijado entregándosela a su sinvergüenza amigo que resultó igual de cabrón que él, tratándola como a una de sus putas de Universidad, para terminar con ese viejo manipulador con pruebas de los engaños de aquellos desgraciados. Eso había sido uno de los peores errores de su vida, quería desquitarse con alguien pero de nuevo estaba acorralada.

- Es un cerdo… aléjese de mi.- decía Mamá en voz baja cerrando los ojos y apretando los nudillos.

- Shhhhttt… no es para tanto, ..míralo del lado bueno, puedo darte lo mismo que a Beatriz, quizás hasta más por lo rica que estás.

- ¿Y apoco cree que soy de esas mujeres que se acuestan con quien sea por dinero?- su voz iba en aumento.

- Quizás no, pero puedo darte otras cosas que una mujer tan solita como tú necesita.

- ¡No necesito nada y menos de usted, suélteme ! ..

- Puedo encargarme del estúpido de Gustavo, ..recuperar toda esa evidencia y que nunca vuelva a mencionar tu nombre.- refiriéndose a las habladurías que traía el desgraciado Gustavo de la Peña.

- .. ¿enserio?

- ¡HE HE HE!!.. Déjame verte de nuevo las bragas.

La frase hizo que mi Madre se quedará pensativa, ella quería salir corriendo pero tenía duda si el tipo este decía la verdad, sabía que el Sr Montes de Oca tenía los fundamentos para sostener sus palabras, es más, podía hacer cosas peores. Una lágrima recorrió frágilmente su rostro. Se volteó y tomó nuevamente su vestido, y con una eterna duda se inclinó para complacer la orden del Político. Su trasero como todos sabemos es digno de admiración, aunque nuevamente la ropa interior que ella usaba no era precisamente de las que le conocía habitualmente, tal vez porque aquel desgraciado mulato le había lastimado el culo con su temible estaca; sus braguitas no eran precisamente provocativas, tan solo eran cómodas y suaves, pero aun así delineaban sus perfectas líneas, como los muslos que acompañaban su forma y en su entrepierna se podía ver como sus glúteos se unían con un pequeño bulto que formaba su pachoncita vagina. Sin previo aviso el viejo se puso de pie toscamente, el sonido alertó a Mamá que volteo enseguida.

- ¡No voltees, sigue como estabas antes!.- el grito por poco sale de la cocina si no es porque el viejo aminoró la voz.

Mamá lloraba, no emitía ningún sonido pero una lágrima caía por su rostro, entre sus manos transpiradas su vestido seguía en su cintura. El Sr Montes de Oca desabrochó el botón de su pantalón y bajó su bragueta. El sonido de la bragueta duró una eternidad en la cabeza de mi Madre y en la mía también, la pobre estaba nuevamente a despensas de los oscuros deseos de otro hombre. El pervertido se empezó a masturbar lentamente, su pene estaba bañado en sudor y fluidos, un hilo viscoso se soltó de la punta y se prolongó hasta el suelo.

En ese momento, cuando él se acercó más a mi Madre para colocarse casi rosando su trasero, ella observaba con tristeza y desesperación hacia la ventana que Beatriz o Randy no se levantaran de aquella mesa, pensé que seguramente mi Madre lo frenaría antes de que este la poseyera a plena luz del día, pero pienso yo que decidida a de una vez por todas recuperar algo de aquel terrible error que como una losa cargaba a su espalda, aquella evidencia y porque no, usar a este viejo puerco para deshacerse de desgraciados como aquellos. Decidió soportar la humillación que significaba estarle enseñando su trasero al pervertido Esposo de su mejor amiga mientras este se la puñeteaba en plena cocina, y cuando el viejo aplicando apenas leves rosones de su pene contra su trasero, le indicó que separara las piernas para él. Mamá sin más aceptó y le dio acceso a su área más íntima. 

- ¡Uff !, uff,! .. Bueno, ahora quiero ver como tus bragas se pierden entre tus nalgas.

Un gemido se escapó de entre los labios de Mamá, sus lágrimas no cesaban y el terror se iba apoderando de sus pensamientos. Sus piernas temblaban, sus exquisitas nalgas aparecían tímidamente descubriéndose al ritmo en que sus dedos empujaban su ropa interior negra de modo que esta se introdujera entre sus glúteos a tipo tanga. El Sr Montes de Oca se había acercado bastante, bufando como un toro, solo se encontraba a centímetros de ella que seguía enseñándole su cuerpo semidesnudo al Esposo de su amiga.

- ¡Oh, oh! .. Quiero que prestes atención. Si dejas que yo te haga algunas cositas y tú te comportas muy buena conmigo recuperaré toda aquella evidencia tuya que anda por ahí de mano en mano, .. y de paso le daré un escarmiento a todos esos pendejos que están hablando de ti. ¡Oh, oh !.. Solo tienes que ser complaciente conmigo, te prometo que no te haré ningún daño, eso sí, no me des motivos para lastimarte. Por lo pronto solo quiero verte, manosearte de vez en cuando, .. antes de que te des cuenta todo habrá terminado.. ¿Qué me dices?

Mamá trago saliva, estaba aterrada, la oferta que le ofrecía el Gobernador giraba en su mente, la oportunidad de acabar con el vil chantaje le traería una tranquilidad a nuestra familia, pero a que costo. Mi Madre abrió sus ojos, solo podía ver al Sr Montes de Oca vagamente reflejado en el cristal de la ventana donde se encontraba almorzando su mejor amiga y su Ahijado. Veía como el viejo se la pelaba maravillado por su espectacular culo y no le quitaba un ojo de encima. Ella tomó aire y con seguridad en sus palabras dijo:

- E-está bien Raymundo.

Sin previo aviso el desgraciado obligó a Mamá a que se inclinara hacia delante, sus prominentes nalgas desnudas estaban completamente expuestas y su ropa interior se hundía más profundamente entre ellas. Mi Madre se sujetó del fregadero para no irse de bruces hacia delante. El Gobernador viendo que ella no le ofrecía resistencia alguna fue todavía un poco más lejos, y mientras le susurraba toda clase de obscenidades que le gustaría hacer con ella, jaló hacia abajo el elástico de la cintura de sus braguitas y de inmediato comenzó acariciar su pubis luchando por alcanzar de entre sus dorados y delineados vellitos púbicos, la hendidura que lo conduciría hacia el centro del ser de mi Madre.

- ¡Uuyy !, que calientito está acá dentro, ..¿te gusta? ¡oh!, déjame acariciarte un poco.

Pero de pronto, Mamá se sacudió cuando sintió como la cabeza del pene del Sr Montes de Oca se apoyaba suavemente entre sus nalgas, las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos. El Gobernador frotaba su pene rítmicamente contra sus nalgas. La cabeza del miembro pasaba de una nalga a la otra, dejando un rastro húmedo de líquido preseminal sobre ellas. Las manos del Político se acomodaron en la cintura de Mamá, su miembro se posaba entre sus dulces nalgas, el movimiento se aceleraba. Una de las manos regordetas del viejo comenzó a frotar el vientre de mi Madre, mientras que la otra mano se deslizaba de la cintura a su muslo siguiendo las curvas que le ofrecía ese magnífico cuerpo.

- Que rica estás Mónica, ..¡Mhm!, me muero por montarte.

Mi Madre no quería moverse, sentía como el tronco se posaba entre sus nalgas y se deslizaba. Sentía como los callos de las manos del Gobernador raspaban su delicada piel, como el aliento del viejo se perdía entre los dorados cabellos de su nuca. La mano que acariciaba su vientre se abrió paso entre su blusa y se posó sobre su pecho derecho. Mamá apretó sus dientes soportando esas caricias, era muy claro que estaba sufriendo para recomponer sus errores. El Político amasaba con dureza el pecho de mi Madre, su pezón desaparecía entre sus dedos. La otra mano con mucha habilidad y rapidez se introdujo en su interior pero no llegó muy lejos, ella la sostuvo con todas sus fuerzas, el viejo supo detenerse, sus dedos rasgaron su vello púbico. Jugueteo con ellos por unos segundos.

- No por favor Raymundo, ..basta, Beatriz puede sospechar.

- ¡Oh!, Solo un poquito Mónica, .. déjame sentirte dentro, solo mis dedos. Déjame probar tu néctar.

Y yo sin apenas creer lo que nuevamente veían mis ojos, me quedé sorprendido cuando me di cuenta de lo que hacía mi Madre; separó un poco más las piernas para dejarlo hacer lo que quisiera hacerle con los dedos, pero justo en el momento en que por fin había encontrado la entrada hacia su interior, no sé si fue Beatriz o Randy quien le pidió a Ashley que se dirigiera a la cocina para conseguir más hielos. Rápidamente le da la vuelta a la casa para topármela en la entrada ofreciéndome a venir por ellos, me ofrecí a llevárselos, tenía el morbo de ver la cara de mi Madre y la del Gobernador cuando los encontrara en aquella circunstancia tan poco favorable. No es que quisiera encontrarme a mi Madre con el Esposo de Beatriz encima de ella y con los pechos al aire siendo penetrada por sus dedos, simplemente quería ver su reacción y con qué respuestas saldrían.

Allí me entretuve unos segundos, lo necesario, hasta que me acerqué a la puerta de la cocina para tratar de escuchar más sin ningún resultado, por lo que la abrí apenas imperceptiblemente y husmee hasta dónde alcanzaba mi ángulo de vista y la lejanía de la sala con la cocina, pero ahí seguían ellos, sin percatarse que por poco son cachados por Ashley. El Sr Montes de Oca tenia a mi Madre de espaldas arrinconada, clavada contra el fregadero empinada; ella ofrecía nula resistencia, mientras este la besaba en el cuello y sus manos recorrían todo su cuerpo debajo de su ropa, hasta que una de ellas levantó sus dedos mostrándole el fluido viscoso que portaba en uno de sus dedos (cosa que me decía que el desgraciado había logrado su cometido, sacarle el néctar a mi Madre) Entonces decidí que ya era suficiente, además de que me moría por ver la reacción del viejo y la de mi Madre al tratar de ocultarlo. Haciendo sonar la puerta pero sin precipitarme, dejé que notaran que entraba, en ese último momento mi Madre logró apartarse de él, pero en vez de armar escándalo, como yo esperaba que hiciera en caso de haberse sentido ofendida, solo me miró desconcertada, con las mejillas sonrojadas, esto me hizo pensar de manera apresurada que mi Mare ya empezaba a disfrutar de las caricias del Político.

- ¡Oye Mamá, Beatriz quiere unos hielos!- entré acelerado.

Ella aun colorada me daba la espalda mientras trataba de ganar segundos para abrocharse la blusa. El Político se hizo tonto abriendo el refrigerador mientras abrochaba su bragueta, créanme que aun si no los hubiera visto me habría dado cuenta de que algo pasaba con ellos, el Sr Montes de Oca sudaba como perro y mi Madre aun llevaba la falda algo subida por sus piernas.

- Pues bien Mónica, .. como digo, yo puedo cuidarlos a ambos, nada ni nadie los podría tocar. Seré tan bueno contigo como tú me permitas ..hacerlo. Te esperamos allá fuera, bonita ¡Mhm!, que rico jugo preparas.- dijo el desgraciado chupándose los dedos.

- Mamá, vine por hielos.- volví a repetirle, para cortar con el momento incomodo en el que había quedado mi Madre.

- ¡Ya te escuché mi amor!, ..tómalos ahí están.- me gritó de pronto, como si quisiera sacar su frustración que la embragaba y mal rumbo que llevaba su vida en este momento.

Pero de pronto recapacitó, como si la dulce mirada de su pequeño hijo la tranquilizara y como si le diera esas fuerzas que necesitaba ella para seguir adelante con su vida, para soportar sobretodo la forma en que era acosada parecía que por todos, tanto en donde quiera que nos encontráramos o en nuestra propia casa, hasta por su Ahijado y amistades que no perdían la oportunidad de insinuarle cosas en cuanto ella estuviera sola o donde se les presentara la ocasión y que por no ser del tipo de mujeres que le gustara montar escándalos se hacía fuerte, tratando de no llevar las cosas a mayores; Mamá siempre fue de carácter fuerte aunque de alguna manera para evitar la incomodidad del momento evitaba no estallarles en la cara lo cerdos que eran. Todo esto para ella no era nada nuevo, ahora recuerdo como en muchas de esas ocasiones cuando por ejemplo en algún restaurant donde estábamos cenando nosotros dos solos alguien le brindaba con su copa discretamente desde su mesa o también al ir en la calle, volteaban a verla lujuriosamente sin ningún tipo recato directamente a sus apetecibles pompas, muslos y alguno que otro más que aventado que sin quitarle la vista de sus prominentes pechos, se relamía los labios con lascivia a la vez que le gritaba desde la ventanilla de su coche un “Mamacita” o alguna otra palabra vulgar y libidinosa guarrada produciendo en ella más que frustración y enojo, que por temor de no poder defenderse y hacer un tipo de escándalo a media calle, optaba por hacerse la desentendida y apresurar el paso teniéndose que tragar su coraje. Todo esto tenía que soportar mi Madre por su exuberable cuerpo, que para otra mujer que no hubiera pasado todo lo que ella ha vivido sería toda una bendición.

- P-perdóname mi amor, ..no debí de gritarte. Lo que pasa es que hoy, ..ve a la mesa cariño. Te serviré enseguida.

- Si, Má.- respondí no contradiciéndola, sabía por lo que nuevamente estaba pasando.

- Gracias mi vida.- me dijo al momento que regresaba.

- Porque? ..

- Por estar conmigo.- me respondió con la más dulces de sus sonrisas, mientras sus ojos se cristalizaban en llanto.

Al sentarnos a la mesa Randy y Ashley quedaron de frente a nosotros, como Beatriz y su Esposo a nuestros costados, lo que hacía que Gobernador hubiera quedado a la derecha de mi Madre. La mesa era relativamente pequeña y durante la comida pude notar como las piernas del Político rozaban con las de ella. Al principio pensé que era algo fortuito, consecuencia de cierto despiste por parte del tipo, pero luego me di cuenta de que el rose era provocado. Beatriz ya había bebido alguna que otra copa del vino francés que descorchó su Esposo, por lo que al encontrarse algo mareada no se daba cuenta del jueguito que llevaba su Marido. Mamá simplemente escuchaba las tonterías de su amiga provocadas por el alcohol, además de aguantar los incesantes roses del Político sobre sus piernas. Ella trataba de no decir nada ni mostrar al resto de comensales la incómoda situación que estaba pasando, pero su nerviosismo aumentó cuando al final de la comida la mano izquierda del Político se posó descaradamente sobre su muslo de la pierna derecha. No llegó tan siquiera acariciarla, pero sutilmente colocó la mano en su pierna. Yo no salía de mi asombro por la cara tan dura que tenía ese viejo desgraciado, que sin importarle nada que su hijo y su mujer estuvieran ahí mismo frente a él, este simplemente fumaba sus valiosos habanos mientras descaradamente tocaba la pierna de mi Madre.

Afortunadamente terminamos de comer y de recoger la mesa, por lo que al viejo no le quedó de otra que retirar su mano y tratar de acomodar su bulto entre su pantalón de lino. Randy y su Novia dijeron que harían la siesta un rato en su habitación, que por cierto los notaba algo enojados. Mamá informó que se tumbaría un rato en el sillón orejero del salón para leer un poco. Me advirtió que no me alejara mucho que era peligroso, además que me avisaría en caso de que necesitara algo. Me imaginé que el tal Ralph estaría en la cabaña de invitados y que no tardaría mucho en aparecer con su figura chulesca por la alberca, precisamente por eso tenía que estar al pendiente de sus movimientos, tenía que apoderarme de su celular para borrar cualquier evidencia de las andadas de mi Madre, si quería ayudarle tan siquiera un poco lo tenía que lograr, por lo que me dediqué a vigilarlo el resto de la tarde pero el desgraciado nomás no salía de la cabaña de invitados.

......

Pasé cerca de una hora esperando que el Negro apareciera pero parecía que mi Madre se lo había acabado, no había sabido nada de él desde la plática que sostuvieron él y Randy cerca de la media noche, plática que no había terminado en buen plan para ambos, y que había dejado cierto recelo en el Jr. Los dos eran igual de ególatras, dos chulitos que se disputaban todo, el más atlético, el más galán, el más rico, yo diría que en lugar de amistad estos simplemente llevaban una relación de ver quien era más dominante, el denominado “Macho Alfa”.

Sin darme cuenta me quedé dormido por un buen tiempo en uno de los camastros, no sé cuánto fue, pienso que un par de horas, cosa que me sacó de balance en lo que estaba planeando hacer, voltee para todos lados y no observaba a nadie, pareciera que todos habían decidido tomar la misma hora para hacer la siesta. Como todo estaba en silencio decidí ir a ver dónde estaba ese maldito Ralph, quizás hasta ya se hubiese marchado, cosa que no podía permitirle y que me asustó mucho, que se llevase la evidencia de mi Madre. Pensé que por ser cabañas de invitados era lógico que no cerraran las puertas con llave, tal y como hacíamos en casa con la habitación de los invitados, y dado que este desgraciado era capaz de marcharse sin avisar, simplemente decidí ir a la búsqueda del videíto de mi Madre.

Me asomé por una de las ventanas de las cuales ayer mismo había sido testigo de otro más de los encuentros de Mamá que nunca sacaría de mi cabeza y jamás olvidaría; ver nuevamente ese sofá me daba escalofríos, donde ella había estado despatarrada y gimiendo como una loca mientras que ese ególatra adolecente de color le daba uno de los revolcones que ella jamás olvidaría. Revisé por todo el lugar y no lo vi en la sala, imaginé que estaría en la recamara descansando del fatigoso día anterior, pero rápidamente saqué esa idea de mi mente, ya que el tipo era tan fuerte y atlético que estaba seguro que eso no le había hecho nada. Caminé alrededor de la cabaña hacía el patio trasero y me asomé por otro ventanal, que daba justo a la pequeña cocinita de la cabaña. Me topé con algo que nuevamente no me esperaba y que además no podía creer !!! ...


¡Ashley estaba desnuda y arrodillada entre las piernas de Ralph, él estaba sentado en una de las sillas del pequeño comedor desnudo también. Ella tenía su verga en la boca, tratando de tragársela toda !!

- .. ¡Eso es!, así. ¡Oh! .. ¡Abre bien grande la boca para que te quepa toda!- el muy cabrón la tenía amaneatada de la cabeza mientras se la mamaba, comenzando a moverla más hacia delante para metérsela toda.

Salí del shock segundos después, aunque me pareció una eternidad. Retrocedí poco a poco y me oculté detrás de un árbol que me brindaba refugio seguro. No sabía qué pensar, no lograba hacerlo con lucidez. ¿Interrumpirlos, salir de mi escondite haciendo ruido para que se desapartaran? La idea no me desagradaba nada ya que me sentía atraído por Ashley, pero no era viable. Primero: no era asunto mío, no tenía derecho, era obvio que Ashley se encontraba allí porque quería. Segundo: solo la pondría en vergüenza, no podría volver a verme a los ojos nunca más. Tercero: bueno… pues porque era la novia del Jr y todo lo que lo lastimara a mí me agradaba, ..además no pude, no pude moverme por más que quise.

- .. ¡¡OOHHH!!, ASIIIHHH!!!- un largo y grave gemido masculino me sacó de esos pensamientos, el muy cabrón estaba gozando con la mamada de la novia de su amigo.- ¡Dale duro Ashley, tragártela hasta el fondo como todo una puta! ¡OOHH!!, Así, qué rico, .. qué labios los tuyos putilla, que lengua! ¡Oh my good!

Desde mi refugio, a menos de tres metros de ellos, podía verlo todo. Ashley en efecto, le daba duro a la mamada y en verdad parecía una profesional (una puta como él le llamaba), mamando esa verga larga y oscura que me traía los recientes recuerdos de mi Madre en ese momento; aun estando viendo a la mujer que más me atraía en estos momentos pensaba en mi Madre, el tipo era un cara dura, un completo canalla. Ashley le lamía y succionaba el amoratado glande para luego, con un inesperado despliegue de habilidad, tragársela golosamente casi hasta la mitad, alternando la mamada con un enérgico sube y baja de su mano sobre el cuerpo de aquel monstruo erecto. Imaginé que ya tendrían un buen rato en ello, pues los se encontraban completamente desnudos.

Nunca pensé que Ashley fuera capaz de engañarle pues se notaba realmente enamorada; quizás por despecho, pues el Jr la trataba poco más que una mierda, pero muy a pesar de eso este desgraciado no se quedaba lejos, ya que la trataba con la misma rudeza o desconsideración hacia su boca, como lo sería penetrarla violentamente. Y sin embargo allí estaba ella con aquella tremenda y oscura virilidad clavada entre sus tiernos labios. Sin duda alguna por la expresión que se dibujaba en el rostro del Ralph con su tremendo tolete y que ahora llenándole por completo la boquita, aparte de la sublime sensación que de seguro experimentaba allí sumido en ella, parecía disfrutar también o incluso aún más contemplando los esfuerzos que ella tenía que hacer para tratar de albergarle y acomodarlo en su garganta, que eran tales que ocasionaban que incluso su rostro tuviera que deformarse para recibirlo.

- ..¡Un poco más, un poco máss! .. ¡Así, así, Ooh, Maldición, asiii!!! .. ¡Ooh, ya la tienes casi adentro !!

Sin misericordia empujándosela todavía más dentro la retacó hasta el fondo y con todo para clavársela hasta la campanilla, (y quizás un poco más), a él pareció resultarle más placentero verla humillada batallando antes de comenzar a escurrirle una pequeña lágrima de uno de sus ojos, que parecieron querer salírsele fuera de los parpados ante la terrible invasión a la que irremediablemente su boca estaba siendo sujeta.

-.. ¡No!, no sweetheart. Tú puedes. ¡Toda, toda, cómetela entera !- sin soltarla firmemente de la cabeza por la parte de atrás, le impidió que se apartara de su monstruosa tranca impidiéndole que la expulsara de su boca, cuando aferrándose a un puñado de sus cabellos la empujó aún más hacia dentro.

- ¡Glgh! .. ¡cofh ! .. gagh, Nogh ..

- .. ¡Abre la puta boca y cómetela entera que ya sabes que si te cabe dentro !!..

Por más que le intentara la pobre Canadiense quedaba fuera más allá de los límites que podría soportar su pequeña boca y garganta, por lo que la osadía le resultaría casi imposible de lograr si con los primeros centímetros a los que ya había conseguido clavar dentro de ella parecía estar comenzando a asfixiarla y ponerse colorada con lágrimas escurriéndole por las mejillas. Pero ni aun así el muy cabrón mostró compasión alguna por ella, y en lugar de soltarle permaneció con su pene clavado en su garganta regodeándose de su logro al verla humillada.

- .. ¡Ooghh Así !! .. ¡Rico Mamy! .. Nadie en la Highschool lo chupa más rico, ..rica boquita .. ¡Chúpalo más honey!...  ¡MASSS !!

- .. ¡Glogh. !.. ¡Mpfh! ¡Agh !!

El gutural sonido proveniente de la asfixia de Ashley se alcanzaba a escuchar hasta donde yo estaba, mientras que ella intentando respirar con aquella estaca clavada en su garganta y sus congestionadas mejillas inflándose y ahuecándose alrededor del oscuro miembro intentando abrirse todavía un poco más alrededor para permitirle lograr llevar algo de aire hacia su interior que le sirviera para evitar desmallarse delante de él. La visión que inundaba mis ojos era por demás sobrecogedora para mí. El rostro convulsionado de Ashley mostraba ya señales de sofocamiento, y sus húmedos labios parecían ya amoratados tomando el mismo color al glande que impedía su respiración, lo que para el desgraciado mulato era todo un logro.

- .. Yes, yes, ¡Oh yea ! .. ¡Así se hace baby!



Cuando por fin y finalmente complacido de su logro, moviéndose para atrás por fin decidió permitirle que respirara, dejándome ver como toda aquella porción de su grueso miembro había estado sumergida entre los labios de Ashley iba reapareciendo totalmente cubierta de una capa brillosa de espesa saliva. Y cuando finalmente vi reaparecer el amoratado glande que también había sido perpetuador en mi Madre, un espumoso borbotón de saliva, que junto con un espeso hilo de baba permaneció uniéndolo a sus labios. Enseguida se me ocurrió algo descabellado, grabarlos, al igual que esos desgraciados lo habían hecho con mi Madre, ahora yo tendría la evidencia de la infidelidad de la novia de Randy con el infeliz disque amigo de este, no quería hacerle daño a Ashley pues se había portado muy bien conmigo, pero si quería darles un escarmientos a ese par de fanfarrones y que más que pegarles en su orgullo.

Probablemente no era consciente de lo que pudiera obtener por ello, pero al enfocar su angelical rostro y aquel oscuro tolete, que al verse liberada de la tremenda tarea, aun con las facciones desencajadas debido al abuso del que había sido objeto su boca, al tratar de regularizar la respiración de repente volvió a atragantarse con su propia saliva y mientras sus ojos aun cubiertos de lágrimas y enrojecidos todavía escurrían hacia sus mejillas, se le vinieron una seguidilla de ahogados toses que no le quedó de otra que escupir un poco de aquella espesa baba entre sus manos, dándome a mí la oportunidad de video grabar su obscena compostura, que alzando la vista hacia Ralph se le quedó viendo sin poder ocultar algo de pena y vergüenza ante lo sucedido. Situación que lejos de amedrentarlo por la difícil humillación hacia su persona, pareció entusiasmarlos aún más, tal y como lo hacía Randy con ella a la hora de intimar, pareciera que estos desgraciados se excitaran más dominándolas y degradándolas para engrandecer su ocio.

- !Waoh, sweetheart!. ¿Viste?. ¡Pasaste más de la mitad!, .. carai, vaya, parece que has estado practicando mucho con el pija corta de tu noviecito.- celebró lleno de morbo y de manera grotesca el muy cretino.

Y para agravar aún más su dignidad, en cuanto ella logró tranquilizar la respiración que le había propiciado en la garganta la saliva que había equivocado de vía, sin darle más tiempo para recomponerse, apretó con fuerza su falo para restregárselo en las mejillas de un lado hacia el otro, antes de empezar a abofetearla ligeramente con esa vara oscura de potentes venas. Créanme que si me tocaba el bulto enseguida me vendría, estaba tan excitado viendo como ese infeliz mulato la humillaba de tal forma, y de cómo con su largo tolete la bofeteaba; primero dos veces de lado derecho, y luego cruzando su rostro hacia el lado izquierdo, pasando por su boquita chiquita y bastante húmeda para volver a hacerlo de forma incluso mayormente sonora sobre la otra mejilla, antes de que comenzara a pasearlo completamente empapado en babas sobre su cara y cubrirle todo su bonito rostro con la reluciente sustancia.

La verdad que no entendía como ella se prestaba a soportar tales humillaciones, hasta me pasó por la cabeza que Randy mismo la hubiera mandado, pero enseguida recapacité en mis ideas, ya que el día de ayer entre esos dos las cosas no habían quedado en buen plan por lo que me dije que sin duda Ashley estaba ahí por causas de los descuidos y maltratos que recibía por parte de su novio.

No sé si realmente era una jovencita sumisa o parte de su destino era encontrado, pues este tipejo le llevaba por delante a Randy en ser más obsesivo y dominante, y si no me creen pues el muy cabrón decidió hacer la ofensa aun todavía más grande, la cual también grabé completamente aturdido; cuando sin haberle parecido ya suficiente la humillación contra el angelical rostro de la Canadiense, separó su embabada tranca de las mejillas para levantarlo delante de ella y mostrarle sus más oscuros sacos de esperma que colgaban de entre sus piernas y decirle:

- Vamos, sweetheart, .. enséñame lo que me hiciste con esos labios en la fiesta de celebración de Randy mientras el muy capullo se cogía aquella puta y lo escuchabas por teléfono.- finalmente aquella toma encajó dentro de mí cuando escondido dentro de aquel armario veía y escuchaba mientras el desgraciado de Randy se aprovechaba de mi Madre.

¡Era increíble, Ashley no se había ido !!, se había mantenido ajena escuchando por teléfono mientras su noviete se aprovechaba de la embriaguez y la calentura de su Madrina. ¡Ella lo sabía, lo había presenciado en silencio mientras Randy se enfiestaba a mi Madre !! Simplemente me hallaba confundido. Era por eso que ahora ella estaba con este tipo, trastornada por la hiel con sabor a la traición de la que había sabía objeto en ese momento. La hermosa novia del presumido Randy Montes de Oca ahora, con los ojos arrasados por las lágrimas de la asfixia y el enrojecido rostro cubierto de sus mismas babas que ahora hincada sobre el suelo y completamente desnuda volteaba a mirarlo desde abajo llena de nervios y atenta a la degradante situación a la que le demandaba. Ahora que lo recuerdo, ella había mencionado antes que había sido novia de este mosanbeque antes del Jr, por lo que ya había estado con el Mulato anteriormente, y si era correcto lo que ahora yo suponía... desde cuando le habían estado viendo la cara de imbécil al pendejo de Randy, por una parte se lo merecía por estúpido, pero por otra, una sonrisa extraña apareció de pronto sobre mi inocente rostro cubierto pecas. 

Tratar de intentar explicarles lo que se me vino a la cabeza en esos momentos, creo que simplemente por ahora dejaría que las cosas se llevasen a cabo, pero con esta tremenda revelación ahora de repente muchas cosas parecían acomodarse a mi favor y si lo trabajaba como me lo estaba imaginando podría sacarle muchos beneficios a esta revelación.

Como quiera que haya sido, conseguí contenerme y permanecer callado enfocando el momento en que tras voltear a mirarlo con cierto aire de venganza y arrepentimiento ante la humillante situación en la que se encontraba, la vi titubear antes de acercarse a besar ese par de oscuros testículos que el Mulato le ofrecía para que se los llenara a besos. Y fue así que con el corazón agitándose por completo dentro mi pecho por la terrible excitación que eso conllevaba, logré contenerme al verla besar con sus tiernos labios aquellas renegridas bolas, tal y como él decía que lo había hecho la vez anterior durante la fiesta.

- .. ¡Ooh !!, .. eso honey., ¡Que bien me chupas los güevos!- exclamó el muy cabrón, antes de volver a apartarla y sonriente abofetearla de nuevo con el pesado tolete.

Una y otra vez más fue golpeteando mientras las mejillas de Ashley se iban llenando de rastros de líquido pre seminal por doquiera que él la cacheteaba con éste, hasta que comenzó a dirigir los suaves golpes contra los aterciopelados labios de ella. Fue allí en ese momento que de repente me di cuenta que ya no intentaba apartarse de los golpecillos que él daba, era como si le gustara que la humillasen de esa manera.

- ¡Te gusta más mi enorme verga que la del estúpido de Randy!, ¿verdad Guarilla?..- le preguntó el muy canalla para continuar golpeteándola de manera denigrante, burlándose del que se suponía ser su mejor amigo.

- ..N-nou.- respondió en contradicción a lo que decía con la boca intentó ella negar lo innegable, abriendo los labios para decirle pero sin oponerse a que los golpeteara con su tolete cuantas veces se le viniera en gana.

Que par de descarados pensaba yo, y no era que estuviese a favor de aquel fanfarrón desgraciado, pero de lo que si tenía claro era que estos dos merecían un escarmiento, por lo que llevando el plan que se me había ocurrido segundos antes, salí de mi guarida para dirigirme a la puerta de la cabaña, no quería encontrarlos de aquella incomoda manera, pero si quería que se enteraran que había llegado. Así que fui directamente al grano. La puerta estaba cerrada, así que llamé antes de entrar. Escuché cierto revuelo en el interior de la cocina, lo que me confirmó que los muy sinvergüenzas se habían asustado, así que volví a llamar.

- ¿Quién es?.- respondió el mulato con un tono un tanto raro.

- Soy yo, Pedrito.

Sin dar más tiempo, abrí la puerta y penetré en la cocina. El Mulato estaba sentado frente a la mesa y noté por su expresión que estaba un tanto azorado.

- ¡Ah! Hola, Pequeñín. ¿Qué deseas?

- Hola. Verás.. Oye, ¿te pasa algo?.- dije viendo su rostro un tanto alterado.

- No.. Nada, nada. ¿Qué se te ofrece pequeño?

- Verás.. como no te han visto en todo el día pasaron a decirme que si no se te ofrecía algo.

- .. ¡Uf! ¡Es verdad! .. No he salido en todo día. ¿Que están preparando?

- Todos están descansando, .. pero se preocuparon de no verte.

- Bueno, ve y diles que estoy con ellos en un pequeño rato. Como verás estaba haciendo ejercicio. ¡He he he!..

Era claro que el tipo lo único que quería era que me alejara y dejarlos terminar, pero entonces usando la curiosidad de un niño intenté sacarle más platica y hacer ese momento más estresante para ellos y regocijante para mí.

- ¿Y por qué no vienes ya?.- pregunté.

- E-es que.. estaba a punto de meterme a bañar, ..ya ves cómo me has encontrado. Vete, vete, que enseguida voy.

Entonces noté algo. La puerta en la que me hallaba parado y que sin duda empujé hasta topar, en realidad había sido la primera opción de salida de Ashley para esconderse, a eso que el Mulato se hallaba tan nervioso de que me fuera. Ella había logrado cubrirse con la puerta que yo había abierto al entrar y que sin duda se encontraba detrás totalmente nerviosa y desesperada porque me fuera. Ustedes dirás cómo fue que me da cuenta de ello, pues al voltear sin querer al suelo me percaté de una de sus sandalias que reconocí al instante. Era solo la punta de ello. Justo cuando la vi, la sandalia volvió a introducirse detrás de la puerta, sin dejar rastro. Comprendí lo que sucedía, detrás de donde me hallaba parado estaba ella, muy quieta y callada para que yo no notara su presencia. Por eso estaba tan inquieto el Mulato. Decidí sacar provecho de la situación. Mientras decía esto, miré hacia la puerta, lo que hizo que Ralph retomara su expresión seria.

- Bueno, ya, como quieras, pero vete de una vez, .. diles que estaré en un momento.- dijo bastante seco.

- Está bien, me voy entonces.- asentí triunfante.

Salí de la cabaña y cerré la puerta tras de mí. En cuanto lo hube hecho, salí corriendo de nueva cuenta hasta mi guarida anterior, ansioso de comprobar cuál había sido sus reacciones ante lo sucedido. Por suerte aún no se percataban de que el pequeño Pedrito los estuviera observando de frente atraves de la ventana desde el primer momento. Ashley se apresuró a atrancar la cerradura, se notaba muy nerviosa y con tremendas ganas de salir de ahí inmediatamente.

- ¡As happen you leave the door open! (Cómo pudiste dejar la puerta abierta!) ¡Know well that Randy be the one entered. (Sabes bien que podría ser Randy el que entrara.)

- Y qué?, ..que sepa el muy capullo que ya no te llena más su verga.

- ¡You are crazy! (Estás loco), ..how can you say that. (como puedes decir eso)

- ¡Bueno ya, no pasó nada, ..¡termina de una puta vez, que me están esperando!

Aquel tratamiento a Ashley me indignó, pero nuevamente, me excitó a la vez. Entonces comencé a observar y a escuchar esos sonidos de chupetones y jadeos que tanto dañaban mi cabeza, pero que más me calentaba todavía. ¡Menuda zorra era Ashley!

- Así, putilla, así.. ¡Oh sii.. Hasta el fondo mamita.- escuchaba gemir al moreno.

Por mi mente pasaron como un rayo un montón de recuerdos. Ashley en su cama, masturbándose dormida tras haber estado platicando conmigo, sus hartas insinuaciones por mañanas.. En ese instante decidí que la novia del fanfarrón también sería mía, pero aún tenía que pensar cómo. Con mi cabeza dándole vueltas al asunto, los observaba, donde el mulato estaba llegando al límite de su excitación. 

- ¡ASH, ASHL… OOOOHHH, ... AASHHHHLIAAAGGGHH!!!- Ralph se derramó en abundantes descargas de semen sobre la hermosa carita de la Canadiense, que logró atrapar y tragar una buena cantidad de esa leche. El resto le resbalaba por la cara.

Ella quiso ir a limpiarse pero él no la dejó, la jaló bruscamente hacía abajo impidiéndole que se levantara. Suavemente y hasta con ternura le empezó a limpiar la cara con sus dedos, pero luego se los daba en la boca para que se los lamiera el muy cabrón. Le susurraban cosas que no alcanzaba a escuchar por la distancia a la que estaba, solo observaba los mimos y la delicadeza con la que la trataba, (ahora regresaba a ser aquel tipo caballeroso y delicado, como lo había hecho con mi Madre). El muy desgraciado la tenía comiendo de la palma de su mano como había hecho con mi Madre. Ashley se notaba bastante dócil en las manos de ese enorme tipejo; tras acariciarla un rato, este comenzó a manosearla descaradamente mientras ella lo veía absorta dejándose hacer. Vi que le rozaba y apretaba con sus oscuros dedos los pequeños pezones rosados con malicia, hasta provocarle algo de ardor. Ella era una muchacha que compensaba su poca lucidez con una belleza arrebatadora, era como esas rubias cantantes adolecentes que pasan por la tele que solo piensan en las fiestas y de cómo atraer al chico más guapo. Como ya les había mencionado en relatos pasados Ashley es de tez clara y sedosa, ojos avellanados y rasgos finos de labios jugosos que invitaban a ser besados. Medía entre 1.60 y era delgada, con senos pequeños, de pezones abultados de aureolas muy pequeñas, que se bamboleaban apenas con gracia a cada paso que ella daba. Cintura estrecha y caderas medianamente angostas, con un buen par de nalgas y torneadas piernas.

Ralph alternaba besos profundos y largos con exploraciones de sus dedos entre la vulva de la Canadiense. Metía uno, dos y hasta tres dedos con saña en su sexo que palpitaba ante cada nueva caricia que le daba. Desde donde estaba podía ver, y hasta casi sentir, el olor, los jugos y por supuesto los gemidos de la novia del fanfarrón que predecían a su orgasmo, que no tardó en llegar y enloquecer a la rubia infiel.

- ¡Aahh!! Ralphhh!! Aaahhhhhh!! You kill me, ¡Ah! you are fucking kiling me!!!- Ashley se revolvía sobre los brazos del mulato luchando por mantener sus piernas firmes y no caerse al mismo tiempo. Los ojos se le cerraban y se aferraba a él con fuerza.

Por mi parte yo estaba muy excitado, no podía seguir negado las sensaciones morbosas y lujuriosas que abrigaba dentro de mi ante lo que estaba viendo, además de lo que podía lograr con la grabación que estaba obteniendo, era claro que este par se pasaban de sinvergüenzas, me sentí un tanto cómplice, lo lógico y correcto era haberme ido desde el principio y contarle a Randy los terribles cuernotes que le estaban poniendo. Pero era claro que no lo haría, una parte de mí disfrutaba observando cómo se burlaban del Jr, simplemente me quedé viendo a su novia coger como una perra con el que se suponía ser su mejor amigo. Ya sabía yo que Ashley era una jovencita bastante ligera, que no desaprovechaba la oportunidad para insinuarse a alguien, pero no imaginaba que fuera tan sinvergüenza.

- ..¡Aah!, ¡More Ralph!.. fuck me hard ¡Aah! ¡Hard black of shit !!- la voz suave y el tono suplicante de ella me devolvieron a la realidad, Ashley estaba completamente sacada de sus cabales y lista para ser cogida.

Desde mi escondite vi como una fuente manaba jugos de su vagina y se escurrían por sus piernas. Ralph sacó un condón de alguna parte de su pantalón que juntó del suelo y se lo colocó él mismo, deslizándolo suavemente a lo largo de su enorme miembro. Ashley totalmente desconocida y sudorosa se colocó a horcajadas sobre él dándole las espaldas y quedando de frente hacia mí, hacía la ventana por donde yo les veía. Incrédulo fui observando como poco a poco, fue bajando y deslizándoselo adentro. Pude verle la cara contraída por el dolor y el placer, por un momento creí que el grosor de ese palo impediría poder consumar la penetración pero ..


- .. ¡AAAAHHH, Ralphh!!… ¡Are splitting me in 2 my love!! ¡Aaahh!!, ¡I do not can !! I do not manage to do it .. Arghh!! .. ¡You are fucking too big!!- ella se quejaba y gemía, diciendo que no podía ensartarse esa verga, pero igual no para de bajar a ella.

- No little whore, ..lo que pasa es que coger tanto con el picha corta de Randy te la cerrado.. pero yo voy a cambiar eso.- le respondió él.

Parecía que sería imposible albergarse todo eso, pero gracias a la lubricidad anterior y la buena estimulación previa al final consiguió tener a Ashley bien empalada. Me era casi imposible comprender como la vagina de alguien pudiera ser tan elástica, prácticamente era como meterse el puño completo de mi mano dentro, así lo calificaría yo por lo que estaba viendo. El inmundo mulato empezó a cogérsela a un ritmo firme y suave, con un acompasado mete saca de subidas y bajadas que alternaba con sumo lentitud junto a un crudo pero salvaje frenesí. Me sorprendió más comprobar que era la misma Ashley la que empezaba a imponer y marcar el ritmo de su propio placer y que el mañoso moreno solo se acoplaba a este. La escuchaba gritar entre dientes y gemir moviendo la cabeza a ambos lados, celebrando el gozo que ese gran tolete oscuro le daba desde adentro.

- .. ¡AAAAHHHH, Ooh my good Ralphh!! ¡¡Give me more, give me more, MORREEEGGGGHHHH!!!

- ¡TAKE HER ALL BITCH !!, .. I AM GOING TO OPEN YOU IN HALF!!.- le amenazaba abrirla por la mitad.

- ..¡YESSS!!!, AAAHHHH!!!! ¡RALPH, RALPGGHHHH!!!- Ashley tuvo un segundo orgasmo que la hizo berrear como una loca y casi tirarse al suelo.

Pero el muy cabrón no se detenía, se puso de pie con ella entre sus brazos, se colocó las piernas a cada lado de su cintura y volvió a penetrarla, convirtiendo a la infiel Canadiense en una muñeca de trapo. Ahora era él quien llevaba el control de la cogida y le dio con todo lo que tenía, con penetraciones brutales y profundas que le arrancaban gritos de dolor más que de placer a Ashley. ¡Les juro que pensé que la mataría con esos brutales estocazos. Dios mío, era tan intenso que hasta miedo me daba observar! Ashley parecía estar a punto de desfallecer, sus ojos se le cerraban y cuando los abría los veía convertidos en blanco. El desgraciado mulato cada vez estaba más furioso y empapado en sudor, resoplando como un caballo ante cada nueva arremetida que le daba al pobre cuerpo de la indefensa rubia. Yo por más que intentaba no mirar era imposible hacerlo, estaba anonadado por lo que estaba sucediendo, mi pene casi me dolían de lo duro que la tenía y el húmedo calor que nacía de mi entrepierna se propagaba en forma de ondas por todo mi cuerpo, estaba seguro que si me tocaba me vendría dentro de mis calzoncillos, no me atreví a tocármela… no sé cómo me aguanté.

El encuentro llegó finalmente a su término, Ralph estaba llegando a su límite que comenzó a penetrarla más duro y más profundo. Terminó con un largo alarido de placer.

-  ¡OOOH, AAAHHH, POR DIOS!!!!… ¡¡¡¡AARRGGGHHHH, AAAAGGGHHH!!!!- vi como su oscuro cuerpo brillante en sudor se contrajo y se tensó como si sufriera una especie de espasmo o ataque de epilepsia mientras se la clavaba hasta el fondo.

Ese potente bramido que exhaló Ralph me asustó, ya los dos habían perdido todo el decoro y todo tipo de precaución, quizás hasta nuestras cabañas se había escuchado. Eso me devolvió a mis cabales y por fin pude retirarme de allí. Lenta y silenciosamente volví sobre mis pasos y antes de darme cuenta ya estaba perdiéndome entre los pinos de regreso a la cabaña nuestra. Llevaba las manos empuñando mi celular sobre mi pecho como si fuera mi mayor tesoro. No podía sacarme de la cabeza eso, ni por un segundo. Ashley cogiendo como una perra con el mejor amigo de su novio y era eso lo que me tenía tan caliente. No lograba sacarme de la cabeza esa enorme verga entrando y saliendo de sus labios y ella tragándosela con ansias y sin inhibición alguna. También tenía muy presente la forma en la que la tomó, los potentísimos golpes de cadera que le daba y la forma en que el sexo de ella se amoldaba a ese monstruo…

Llegué a la cabaña y subí para descargar el video a mi portátil cuando encontré a mi Madre acomodando mi ropa en uno de los cajones.

- Mi amor, estás todo rojo.. ¿qué pasó?

- Nada, nada… solo que corrí un poco.

En eso estábamos cuando escuchábamos los gritos de Beatriz y su Esposo del otro lado del cuarto:

- ¡YA ME TIENES HARTO CON TUS PENDEJADAS!!, .. ¡Y ENCIMA TE PONES HISTERICA COMO SI NO LO SUPIERAS!!- se escuchaba que gritaba el Sr Montes de Oca.

Mamá no daba crédito a lo que estaba oyendo, como le faltaba al respeto su amiga, algo que ella resentía.

- ¡IGUAL TE CREES QUE SOY ESTUPIDA Y QUE PUEDO SOPORTARTE TODO!!- respondía Beatriz con los mismos gritos.

- ¡ESO ME VALE MADRES !!, POR ESO TE DOY TODO PARA QUE NO ME ESTES CHINGANDO !!

- ¡Baja la voz o quieres que se enteren todos !!

- ¡TE HABLO COMO SE ME PONEN LOS GUEVOS, POR ESO PAGO TODO !!

La dulce Beatriz dejó entonces su dulzura habitual y sacó las garras que llevaba dentro. Al parecer el Sr Montes de Oca tenía otra mujer (que novedad) y Beatriz había logrado leer alguno de los mensajes que le habían enviado, ya sabíamos todos de las andadas de ese desgraciado pero creo que ahora se había pasado del límite, algo que ella no iba a permitir. La discusión se alargó, se empezaron a echar en cara cosas que ambos llevaban dentro, pequeños resentimientos que se habían ido enquistando después de años de relación y al final la cosa se descontroló.

- ¡Vete a la jodida Raymundo!, ..si no trabajo es porque tú no quisiste que volviera después de criar a tus hijos, y lo sabes. Además sabes que tengo la Asociación y la caridad.

- ¡Eso era al principio, no quería que los niños estuvieran solos tan pequeños, pero además siempre tuviste niñera y cocinera y para la mierda que podías ganar mejor era que te quedaras en casa. Y eso de la caridad mis güevos, ..sabes muy bien que es una simple farsa para aparentar importancia con tus estúpidas amigas que frecuentas.

- ¡Qué estás diciendo? ..

- ¡Sabes bien que yo mismo te puse ahí para aparentar, simplemente para ganar votantes!, ¿o piensas que soy idiota? .. Aparentas que te importa la Sociedad, le das credibilidad a mi carrera y te ganas un respeto con las putas amigas frígidas que tienes, aunque te importe un pepino los inmundos niñatos de la calle y los inútiles viejos desauseados a los que tanto ayudas.

- ¡Lo hago porque en verdad me preocupan, siempre me ha gustado ayudar y lo sabes!

- ¡Si cómo no !!, ..si tanto los quieres ayudar ¿porque no vendes todas las porquería que encargas desde Europa para darles de tragar?, anda ya, ve y vende tus estúpidos jarrones orientales, las carísimos ungüentos que te pones para las arrugas y para cerrarte el culo, porque resulta que la Señorona ya se le aflojó. Seguramente que en algún spa vas allí a que te sobe algún mocoso, como si no tuvieras una buena verga en casa.

Beatriz, confundida pero a la vez furiosa, explotó:

- ¿A esa mierda le llamas una buena verga? ¡Ja ja ja!.., déjame que me ría un rato, para presumirla lo primero necesitas es que se te pare, lo que tú ..

- ¡Puta de mierda, ¿qué me estás llamando?

- ¿Necesitas que sea más específica?

El Sr Montes de Oca, enfurecido y ofendido en su amor propio ante lo que escuchaba, cogió un vaso y lo estampó contra la pared mientras gritaba:

- ¡Jodida callejera, te he dado todo en la vida, te tenía que haber dejado muriéndote de hambre con los miserables de tus Padres que no tienen ni donde caerse muertos. Haberte dejado para que terminaras en algún callejón de puta junto a tu Madre que se ve que le encanta tanto.

- ¡Con mi familia no te metas desgraciado !!

- A, no?, porque no le preguntas al inútil de Padre cuanto le pagué para llevarte, ..el miserable ambicioso en cuanto le enseñé un par de miles de dólares se quedó absortó, seguro que ni los conocía el muerto de hambre.

- ¡Eres un imbécil Raymundo, ..eso no es cierto !!

Beatriz seguro que lo miró con cara de odio, fuera de sí. Podía soportar todos los insultos pero no que se metieran con sus Padres. La familia del Sr Montes de Oca era adinerada, de clase alta, mientras que la suya era humilde y eso era algo que a su Marido siempre le gustaba recalcar, le encantaba sentirse su salvador, como si la hubiera rescatado, pero jamás se había propasado así. Beatriz, totalmente alterada, no dijo una palabra más, tomó su bolso, las llaves y salió de la recamara dando un fuerte portazo, Mamá al igual que yo estábamos sorprendidos por lo que pasaba. Me asomé por la ventana y vi que se dirigía hacia los vehículos. Ya afuera, trató de calmarse, no podía creer lo que su Esposo le había dicho. Llorando se subió a uno de los vehículos y se marchó de prisa, dejándonos a todos absortos.

Enseguida apareció el Jr abriéndonos la puerta de la recamara, todo alterado por la salida inesperada de su Madre.

- ¡Madrina, acompáñeme a alcanzar a mi Madre, ..puede cometer una locura !!

- Si, vamos, ..(y volteando a verme).- ¡Pedrito, no sabemos cuánto puédanos tardarnos, no salgas de la cabaña ni te alejes, ¿entendido mi amor? ..

- Si, Má.

Mamá y el Jr salieron de inmediato, este bosque es tan grande y Beatriz además de lo alterada y el momento en el que se encontraba era seguro que no conocía la zona, solo esperaba que regresaran temprano ya que mi Madre sola en el mismo vehículo que ese desgraciado no me dejaba muy tranquilo.

Bajé a la cocina un por un vaso de agua, así que me serví uno, sentándome en una silla y pensando todas aquellas cosas que el Sr Montes de Oca le había gritado, ¿en verdad compraría a Beatriz por unos cuantos miles de dólares?, desde que la conozco Beatriz siempre fue una mujer muy elegante y acostumbrada a todo lo bueno, no podía creer que su familia sería capaz de venderla por un puñado de dólares, eran de las cosas que Beatriz siempre trató de ocultar.

Estaba terminando mi vaso de agua cuando se abrió la puerta y apareció Ashley preguntando por la salida repentina de su novio. Por fin apareció la muy zorra, con una gran sonrisa en los labios. ¡Qué puta! Venia de coger con el mejor amigo de su novio preguntándome preocupada por él, dirigiéndome una mirada nerviosa.

- Fueron a traer a la Sra. Beatriz, ..tuvo una fuerte discusión con su Esposo y salió muy enojada.- fue la explicación que le da mientras observa sus lindas piernas, una recogida tras la otra rascándose la parte trasera de la pantorrilla.

- ¡Mhm!, .. Oh, ósea que nos dejar solitous, ..mi querer nadar in the pool, .. but, water this very cold. (pero el agua está muy fría)

- Puedo encender la temperatura del agua si lo quieres.

- ¿Really?

- Si quieres.

- Oh, ser my heroe.

Se agachó para darme un beso en la mejilla, después se dirigió a su recamara me imagino que para ponerse algo más cómodo. La verdad que ver como de manera tan descarada habían engañado al Jr me había puesto tan caliente, andaba como perro en celo, caliente todo el tiempo, empalmado permanentemente, y lo mejor estaba por venir, Ashley pretendía meterse a la piscina estando los dos solos, ¿cuál era la razón por lo que lo hacía?, quizás pretendía pagarme con su cuerpo por mi silencio.. noo, ya estaba volviéndome loco, ella jamás se fijaría en un mocoso como yo, ya estaba imaginándome tonterías en la cabeza. Lo malo es que aquellas imágenes de Ashley bramando desesperada, con el enorme tolete de aquel negro enterrado hasta el fondo de su ser, me seguía erotizando y dando mucho morbo. Mientras pensaba todo esto y trataba de ocultar mi terrible erección fue a encender la temperatura del agua, se me hacía eterno el tiempo para verla bajar. ..


- ¿Cómo verme?

Cuando voltee no lo podía creer, se encontraba frente a mí vestida con un bikini de dos piezas muy pequeño que apenas lograba cubrir sus partes, dejando a la vista toda la estructura curveada que cualquier adolecente desearía tener, por si fuera poco sus pechos por el frio que bajo un sostén de copa triangular parecían ofrecerse pintados sobre la tela por el frio de la tarde. No suelo ser de los chiquillos que se tragan con la vista a las féminas, salvo cuando no me observaban o lo hacía atraves de mis cámaras, pero esta vez, sí que valía la pena hacerlo y hasta decir:

- ¡E-estas preciosa!!.- si hubiera sido más lanzado le hubiera dicho ¡Te ves re buena rebuena!! Pero que bahh, me temblaban las patitas con solo tenerla cerca.

- Oh, thanks sweet, ¡Jijiji!..

Sin decir más palabras se dirigió a la piscina rápidamente, por lo que yo me quedé ahí parado únicamente observándola como estatua viviente mientras se alejaba. Créanme que corría casi desnuda a meterse al agua, si por delante se miraba tan exquisita por detrás estaba mucho mejor, una fina tira vertical unida a otra horizontal por una pequeña argolla era lo que separaba su lindo culito de infarto. El agua aún estaba fresquecita por lo que no evitó titiritear al meter sus piernas al agua. Me resultaba tan morboso observarla nadar con ese mísero atuendo tan provocador, era como si estuviera prácticamente desnuda de la cintura para abajo, notando el agua acariciar todas sus intimidades. Estuve observándola nadar por un buen rato, eso sí, tratando de evitar con una toalla exhibir mi entrepierna con mi erección a la sensual Canadiense.

Llegó la hora de salir, ella miró hacia donde me encontraba, yo seguía parado en la orilla de la piscina sin perder detalle de sus movimientos. No sé si lo notó, de lo que si estaba consiente era que si me pedía la toalla ya no podría evitar exhibir mi miembro todavía en erección. ¡Madre mía! Que excitado estaba, no podía dejar de pensar otra cosa que no fuera su cuerpo. Al llegar a la orilla me percaté de que le gustaba que la mirara, exhibirse ante mí y ahora la observaría salir del agua prácticamente desnuda, con la tela empapada pegada a sus lindas intimidades. Creo que esta vez no sé si podría contenerme en deleitarme con su cuerpo.

Enseguida volví a acordarme de mi erección tras la toalla, solo pedía que no fuera esta la que escogiera ella para secar su curvilíneo cuerpo, me ruborizaría mucho que me pichara en este estado. “¿Lo habría notado mientras estaba nadando?” me pregunté. Afortunadamente se dirigió al camastro por la de ella. El frio empezaba a mermar, por lo que corrió por la toalla mientras su lindo culito saltaba de un lado a otro, si por detrás era un espectáculo ahora en viceversa por delante era espectacular. Se secó el cuerpo delante de mí. No perdía detalle de sus movimientos, sobre todo cuando se agachaba para secarse las piernas y me ofrecía el espectáculo de sus lindos pechos o su culito según se giraba de frente o espaldas. Yo por el contrario no podía seguir ocultando mi pene todavía erección, esta vez creo que si lo notó, no era normal que yo permaneciera parado con una toalla sujetándola a la altura de la entrepierna por un buen rato; nuestras miradas se cruzaban y la mía con nerviosismo inusitado. Ahora sabía abiertamente que le estaba gustando exhibirse para mí.

No se la verdad si quería que la mirase sin pudor. Quizás esperaba un comentario más de mi parte acerca de su cuerpo, pero estaba más nervioso que un chiquillo en su primer día de secundaria. Una vez que se hubo secado se tumbó en la toalla, cogió el bote de crema de su bolsa y tumbándose boca abajo en el camastro me preguntó:

- Pedruito, please, ¿Can you give in cream? El agua dejar mi piel muy seca.- Me dijo como si nada.

- ¿Q-quieres que te ponga c-crema?- repetí y trague saliva.

- ¡Yes!, mi piel ser very delicate, ..si no aplicar a mi salir manchas.

- ¡Como digas, ahora te ayudo!- respondí sin pensarlo dos veces.

No lo podía creer, al fin la vida me premiaba por ser tan bueno. Así que sin perder más tiempo tomé el bote de crema hidratante en mis manos para comenzar a acariciarla. Me acomodé junto a ella para extenderla, pude notar como la piel de sus caderas desnudas rozaba con mis piernas. No quería que este momento se acabara, mis manos créanme que me temblaban por empezar, me moría por disfrutar la sensación de mis manos recorriendo su exquisito cuerpo.

Empecé por dejar caer unas gotitas de crema sobre sus hombros y cuando estuve por acercarse para llegar a estos me di cuenta que algo definitivamente tomó mi primer contacto, mi bulto se rozaba ahora inevitablemente por sus caderas. No sé si lo notaría, de lo que si estaba seguro era que yo lo disfrutaría como nunca. Pero ...

- ¡Déjame a mí pequeñín, ..¿Ashley, have they ever given a relaxing massage? (te han dado alguna vez un masaje relajante?)

No me había dado cuenta pero cuando estuve a punto de posar mis manos sobre ese precioso cuerpecito la voz del mulato Ralph me dejó helado. El desgraciado había salido de su madriguera. Olía a perfume masculino mezclado con tabaco o mariguana no se bien, un olor acre, muy masculino, muy suave, pero que permanecía en la memoria. Iba vestido con camisa pero sin corbata, pantalones casuales (tres pinzas), zapatos de piel. Como siempre se le veía seguro, masculino y altamente dominante.

- .. Ehh?.. no not really (no la verdad es que no.).- respondió ella.

- Ya verás cómo te gusta, ..es una sensación única. Tu solo relájate, piensa en los sonidos que te rodean y trata de no hacer fuerza con ningún músculo. La noche está muy serena además la luna brilla mucho, será un completo relajante.- dijo haciéndome a un lado para tomar manos al asunto.

- Ok .. la verdad solo yo querer poner crema.. but.. we are going to see. (vamos a ver)

- Bueno mira, ..empiezo por la parte más relajante que son los hombros. Te voy a soltar las cintas de la parte de arriba del bikini para no mancharlas con crema.

Ashley me miró un tanto nerviosa cuando Ralph le dijo que le soltaría el sujetador.. pero no dijo absolutamente cuando primero uno y luego el otro cordón quedó suelto dejando libre toda su pequeña espalda. Era claro que se sentía nerviosa por mi presencia, quizás pensando en que yo iría a decírselo a su estúpido novio. Mientras el mulato se untaba las manos y los antebrazos de aceite ella no dejaba de observarme nerviosa, con la espalda completamente desnuda, su culito cubierto solo por esa mísera tirita y sus preciosas piernas juntas perfectamente extendidas. Sus pechos se veían irresistibles aplastados contra la toalla de la camilla. De hecho parecían más grandes que bajo el bikini. El primer contacto en su espalda pareció agradarle y a mí consiguió que me ardiera la envidia inmediatamente. No me quedó de otra que hacerme a un lado y sentarme en otro camastro como un escuincle tapado y tarado mientras ese galán de pacotilla me robaba el mandado.

El desgraciado se colocó a la altura de su cabeza mientras sus oscuras manos acariciaban la preciosa piel comenzando a extender la crema desde los hombros hasta media espalda, masajeando muy suavemente su piel blanca, ejerciendo una pequeña presión para tratar de relajarla.

- Uhmm, than pleasant.- Gimió ella un poquito, y tras sus palabras pude comprobar como mi pequeña verga seguía igual de sensible.

Poco a poco fue bajando un poco más desde los hombros hacia su cintura hasta llegar a esta. Ahí me tenía a mí, cómo un tonto observando como ese tipejo seguro de sí mismo se detenía masajeando con fuerza la deliciosa cinturita de mi musa, para volver a subir hacia sus hombros en un masaje exquisito. En el fondo me sentía como el más estúpido del mundo, ¿si hubiera sido un chico más aventado?, ¿si me hubiera negado a quitarme?, quizás fuera yo el que ahora estuviese sobando poco a poco para tratar de excitarla y regocijarme con su cuerpo. Su espalda se cubrió de crema humectante dándole aún un aspecto más sexy por el brillo que daba a su piel la luna.

- So, relaxes the whole back.. (Así.. relaja toda la espalda..) just about hear the sound of the forest (trata solo de escuchar el sonido del bosque.)

- Mmhhh its good ..

Este desgraciado tenía manos de artesano, el masaje sin duda que le estaba gustando.. y entonces sentándose en una banqueta a los laterales de la camilla comenzó a masajear uno de sus brazos, empezando por la mano, donde ejercía bastante presión con los pulgares, subiendo por el antebrazo que acariciaba delicadamente para seguir hasta el hombro muy suavemente. Una vez terminado un brazo, lo dejaba colgando del camastro para empezar por el otro. Mientras masajeaba sus hombros, no podía dejar de pensar en todo lo que me estaba perdiendo, si no fuera tan cohibido, tan estúpido, .. su culito respingón, sus preciosas tetas aplastadas contra la camilla, créanme que no podía para de pensar en que si yo fuera así como él, mi tentación en ese momento hubiera sido sujetárselas bien fuerte para masajear esos lindos pezoncitos que se medio veían en esta postura.

Esta vez con el bote de crema apuntando hacía su piel puso unos gotones de crema de forma intencionada sobre la altura del coxis. Mi mente ya estaba trabajando mal, parecía otra cosa, las imágenes de esta tarde en la cabaña volvían a mi cabeza como una película de 8mm.. Ralph seguro que pensaba lo mismo, se detuvo por unos momentos contemplando la crema en la parte superior de sus pompitas; seguro que se imaginaba su leche que esta misma tarde le había bañado la carita.

- Because they follow? (Por qué no sigues?).- le dijo con tono melosa.

- Es realmente hermoso.- le dijo él.

- ¿Sorry?.- le preguntó algo inocente.

- Your body Ashley, youre really beautiful (Tu cuerpo Ashley, es realmente hermoso).- y dicho esto continúo extendiendo la crema por su espalda.

Al principio lo hacía por la espalda y parte superior de sus nalgas, pero viendo que ya Ashley no decía nada comenzaba a bajar poco a poco hasta acariciar su trasero con total descaro, además después de lo que observé esta tarde, era por demás claro que no le dirá nada.

- Theyre delicious, Ashley. Lucky has Randy to have you at any time. (Que rica estás, Ashley. Que suerte tiene Randy de tenerte cuando quiera).

- ..Uffh, It is an asshole, .. Randy does not love nor himself (Randy no se ama ni él mismo).- le dijo confesándole.

Yo estaba con un coraje y una tremenda envidia observando la escena sin participar en nada, estaba furioso ya que esas caricias que le estaba proporcionando con sus enormes manos debieron ser las mías y no las de él; me fijé en como el muy cabrón ya tenía su verga bien marcada en su pantalón y empezaba a rosarle las caderas cada vez que se proponía a masajearle los hombros, pero lo que más me dejó sorprendido fue cuando Ashley decidió cambiar los brazos de posición que se entrecruzaban bajo su frente, los colocó a sus costados, lo que ahora se estirarían junto a su cuerpo. Lo que no me imaginaba era que las subiera justo a la altura de sus muslos. Lo que fue inevitable que su mano chocara con su enorme ariete cada vez que rosaban. A estas alturas ya estaban las cosas claras entre ellos, Ralph ya extendía la crema por sus nalgas y muslos. Yo, notando la dureza de mi pene dentro de mis pantaloncillos sentí la necesidad de agarrarlo y acariciarlo, suave, sutilmente, despacito, metí una mano dentro de mis bolsillos para hacerlo; como un pervertido me estaba masturbando mientras le veía.

Las oscuras manos recorrían ahora el interior de los muslos, .. Estoy seguro que en una de esas caricias y a pesar de que yo me encontraba a escasos metros, sus largos dedos rozaron los labios vaginales atraves de la tela, y la muy sorra ya se estaba calentando. Un teléfono sonó en el interior de la bolsa de Ashley. “¡Mierda!, ¿quién podría llamar tan inoportunamente en ese preciso momento?” pensé para mí. Tuve que desprenderme de agarrar mi miembro para disimular.

- ¡Hi!.- dijo ella al teléfono. -Ah!!!. Hi honey, how 's your Mom? (como está tu Mamá).- respondió al que me supongo que sería Randy al otro lado del teléfono.

Ralph continuaba ajeno a la conversación acariciando el interior de sus muslos y aplicando otra capa a sus nalgas.

- ¡Yeah, yeah baby, I'm in the pool with Ralph and Pedruito (Si, si cariño, estoy en la piscina con Ralph y Pedrito), ..We are waiting for them (estamos esperandolos). I wish you could be here with me (Ojalá pudieras estar aquí conmigo).- y mientras conversaba estas palabras con su novio las caricias del mulato en sus muslos se acercaban descaradamente hasta rozar su ingle y labios vaginales.

- They may not return until tomorrow! (¡Que no podrán regresar hasta mañana!).- dijo en voz alta sorprendida porque ahora las manos de Ralph alcanzaban sin dificultad sus intimidades, incluso pudo notar la temperatura de su pubis.

Pero dejando de lado todo eso, ..¿c-como que Mamá no podía regresar sino hasta mañana? Mi cerebro se agitó de nuevo con mis pensamientos. Mamá, Randy, ..ellos dos, ..solos, en un vehículo, ..la noche, hasta mañana .. ¡Esto no podía ser !!, ¡Y ahora yo no estaría ahí para verlo! Ashley debía de pensar lo mismo porque inmediatamente se dio vuelta en la camilla para seguir escuchando con atención, cosa que yo también hacía.

- B-but because there is no way to be back today?. (P-pero porque, no hay manera de que se regresen hoy?).

Mientras escuchaba el teléfono, él ya nada perdido del mulato se apresuraba para darle otro tratamiento por el frente. El muy capullo empezó a frotarle a la altura de los pechos, simulando acariciar sus hombros por el frente. Extendía los dedos para acariciar levemente la base de las mismas.. eso notaba que la incomodaba levemente pero el muy cabrón se excitaba terriblemente. Y como Ashley estaba entretenida intentando comprender todo lo que le decía su novio… pues el muy cabrón seguía insistiendo masajeando la zona de la cintura y costillas estirando los dedos, notando esas tetitas maravillosas que tanto me llamaban la atención.

- Will not be an excuse to be alone with .. ? (No será un pretexto para estar a solas con ..?).- decía ella algo molesta.

Era claro que hablaban de mi Madre, además de que Ashley volteó a verme, los celos le carcomían, .. Pero como podía ser tan sinvergüenza en querer un poco de fidelidad y respeto?, si ella misma esta tarde se había revolcado sin ningún pudor con el que supuestamente era su mejor amigo, sin mencionar claro que en este preciso momento en el que hablaba por teléfono estaba siendo rodeaba con las manos de este cabrón todas llenas de crema sobre sus tetas.

Ralph parecía que las iba a sujetar con fuerza buscando los pezoncitos pero no … las rodeaba una y otra vez, rozándolas con sus dedos, haciendo la situación tremendamente excitante para ambos (incluyéndome a mí por supuesto). Luego fue el turno de sus piernas por el frente y empezando por las pantorrillas fue subiendo hasta llegar a sus muslos. Ahí se entretuvo a placer masajeando esas piernitas deliciosas hasta el borde del bikini, sobándolas sin parar, sobre todo la parte interior de los muslos. Ashley mantenías las piernas completamente unidas, pero aun así el capullo metía una mano entre los muslos para masajeárselos por dentro.

- Open legs a little better every massage (abre un poco las piernas para poder masajeártelas mejor) ..And please say hello Randy ¡He he he!.. (Y por favor, salúdame a Randy).- le dijo al oído mientras le separaba la parte inferior de la rodilla abriéndole un poquito las piernas.

Ashley se dejó hacer sin más, permitiendo que Ralph se pudiera colocar entre sus dos piernas… en esa postura podía ver su entrepierna perfectamente expuesta solo cubierta por el minúsculo bikini húmedo, mientras las oscuras manos del Mulato comenzaban a masajear sus muslos. Una por la parte superior, rozando de vez en cuando su delicioso culito, mientras con la otra masajeaba el interior de sus piernas recorriendo el borde del bikini rozando casi su entrepierna. El contacto de sus pieles seguía excitándome más y más .. esas enormes manos oscuras rodeando los muslos blancos y tersos, subiendo hasta el límite de las piernas. Hasta que uno de sus dedos seguían la goma de la braguita en su entrepierna. ¡El hijo de puta la estaba masturbando frente a mí !, arriba y abajo … muy delicadamente, como sin darse cuenta. Luego para disimular conmigo volvía a bajar hasta la rodilla, pero cuando sentía que no le veía volvía a subir hasta el final del muslo.. y así nuevamente hasta que un dedo recorriendo la goma en su entrepierna y con la otra mano por detrás siguiendo la tirita que dividía su precioso culito.

Yo me encontraba impávido, sin saber que hacer o cómo reaccionar, ya no podía disimular mi erección y creo que ya hasta había mojado mis calzoncillos. Mi pequeña verga parecía que iba a romper el pantalón de la excitación que llevaba encima y en ese momento ya no podía dejar de observar esas ágiles manos recorriendo la parte alta de sus muslos, algo que parecía empezar a incomodarla por los movimientos de su cadera. Pero parecía ya no importarle ahora, ya que Ralph se encargaba de sobarle descaradamente la parte alta de sus dos muslos, uno con cada mano, hasta el límite de su braguita… y mi verga parecía ya reventar. Con tanto movimiento en esa zona del cuerpo, la braguita se le iba recogiendo poco a poco hacia el interior de sus deliciosos labios vaginales, y milímetro a milímetro su precioso conejito se iba quedando a la vista. Su incomodidad era evidente y aunque no se atrevía a protestar nada por estar hablando al teléfono, movía el cuerpo como tratando de corregir esa incomodidad, pero parecía justo lo contrario, la braguita se le había metido tanto entre sus labios vaginales que parecía una mísera tira al igual que su parte trasera, dejando ahora ya a mi vista la deliciosa forma de la pata de camello … irresistiblemente sexy, irresistiblemente morboso, e irresistiblemente no tocarse.

- Ok honey, .. the hope tomorrow (los esperamos mañana), ..Say hello to your Mom (salúdame a Beatriz). I miss you so much (Te extraño mucho).- le dijo al Jr la muy descarada mientras disfrutaba de las caricias de su íntimo amigo.- ¡Bye darling, ..I love you (Hasta luego cariño, te quiero mucho).- Se despedía de su novio a duras penas con un hilo de voz en la garganta.

- Do not forget to say hello  ¡He he he!.. (No te olvides de saludármelo).- se reía el muy capullo jugando ahora con la franja de tela metida en la vagina.

- I love you, Bye.- dijo finalizando la conexión con su novio y colgando el teléfono móvil.

Ashley permanecía recostada abandonada completamente a las caricias del mulato, creo que hasta se habían olvidado de mí y de cómo sin perder detalle observaba como la manoseaba con descaro. De momento era incapaz de moverme para no llamar su atención. (¿Cómo había permitido que este le metiera mano mientras hablaba con su Novio por teléfono?,) No dejaba de pensar cosas por el estilo. Pero ese maldito mulato, que se mofaba de ser su amigo, había llevado a su novia hasta el límite del morbo y la excitación, metiéndole mano mientras hablaba con él a la vista de mi presencia. No sé si sentirían vergüenza, de lo que sí está claro era el tanto morbo que les provocaba. Aunque para mí en lo particular cuanto más consciente era de lo que estaba sucediendo más aumentaba mi excitación. Mi respiración comenzó agitarse, mi estado era evidente. Me concentraba en el contacto de la verga de Ralph con las caderas de Ashley. Sentí un deseo irrefrenable de tocarme. Quise ser yo quien estuviera acariciándola y llenándola de morbo. Pero cuando más estaba concentrado en lo que hacían la sonrisa del mulato y de Ashley me dejaron helado.

- Creo que alguien se lo está pasando de maravilla ¡He he he!..

- ¡It has erect! (Lo tiene parado). ¡Jijiji!..

¡La toalla se me había caído!!, por lo consiguiente mi manita dentro de mi bolsillo y mi claro bulto de excitación dibujado no dejaba dudas del papelón que estaba exhibiendo, provocando la risotada de ambos y la terrible vergüenza que eso me producía. Joder no supe que hacer, créanme que me dieron ganas de llorar, deseaba altamente que me tragara la tierra. Me daba una pena y un coraje que esos dos descarados se estuvieran burlando de mí de esa manera. Corrí hacía adentro de la cabaña maldiciéndolos y jurando que me vengaría, mi odio estaba más hacía Ashley, sin entender porque deseaba pronto castigarla.

Cerré la puerta de un terrible golpe y me quedé en ella recargado, pasando la terrible vergüenza que había pasado. Me había quedado como un chiquillo estúpido y calenturiento frente a ambos, las risotadas de Ralph no me molestaban tanto era consiente que era igual de pedante que el Jr, pero las de Ashley si me daban mucho coraje, créanme que estaba tan rabioso que era capaz de contarle al Jr de cómo estos dos se habían pasado la tarde follando. 

- You think you know something?. (Crees que comente algo?).- escuche que le decía Ashley a su acompañante.

- No lo creo, además se fue casi llorando ..pero ese chiquillo ha estado bastante cerca. Casi nos atrapa esta tarde cuando..

- ¡Tshhhh!!! .- enseguida le calló la canadiense.- ¡Shut Ralph, you can go there listening. (Calla Ralph, puede seguir ahí escuchando.)

- No que va, ..no lo viste como se fue casi llorando. Seguro que mañana ni nos buscara la cara de tan avergonzado. Pero bueno cariño, en que nos quedamos. ¡He he he!..

De pronto ya no escuche más por unos minutos, el silencio entre ambos sólo se veía alterado por gemiditos. En un momento dado, como si algo desapartara la vergüenza que me embargaba, me asomé por la ventana que daba hacía la alberca ya la recordaran, aquella donde sin duda había encontrado a mi Madre masturbándose mientras los observaba, aquella donde el hijo de puta de su Ahijado sin el más mínimo descaro le había sacado la cabeza para follarla frente a su Madre. Ahí estaba yo, escondido entre la cortina observando, viendo como esos dos descarados se manoseaban. Las oscuras manos ya estaban dentro de sus braguitas rozando sus labios vaginales. El cuerpo de Ashley se sobresaltó sin poder evitarlo. Volvió a gemir, esta vez con tono más sensual.

- ¡Uuuhhmm.- Se escapó de su boca.

Esta vez fue ella quien presionó con su mano sobre su entrepierna notando con la planta el tamaño de su miembro. Sabía que no rechazaría sus incursiones así que repitió su maniobra una vez más. Ella se dejaba acariciar, permanecía recostada con la cabeza hacia atrás sobre los hombros del mulato. Tenía los ojos entrecerrados y miraba al cielo. Aquel hombre que no era su novio la estaba haciendo disfrutar, estaba completamente abandonada y excitada a sus caricias, no quería parar, hasta parecía que ya se habían olvidado del terrible bochorno que yo había producido.

Ellos siguieron en lo suyo, yo por la ventana ahora les veía, hasta alcancé a escuchar que ella se levantaba diciendo:

- Why do not we get to swim?.. (¿Por qué no nos damos un baño?.)

- But, I did not bring any suit, ..and mine is wet. (Pero no he traído ningún bañador, ..y el mío está mojado.)

- Who said you needed bring your swimsuit? ¡Ji ji!.. (¿Quién ha dicho que sea necesario llevar ropa de baño?.).- dijo la descarada medio riéndose.

Yo la miraba sorprendido sin creer lo que le estaba proponiendo.

- You've never been to a nude beach?.  (Nunca has estado en una playa nudista?).- le preguntó.

- And if our friend low?. (Y si baja nuestro amigo.).- le preguntó el mulato apuntando hacía la cabaña, refiriéndose a mí.

- The self as control. ¡Jijiji!!.  (Se cómo controlarlo.)- dijo dando alusión que pronto tendría una recompensa o algún tipo de soborno por mi silencio.

Incorporando su cuerpo y apoyando una pierna en el suelo a la vez que con una mano colocaba correctamente su braguita, volviendo a cubrir su pubis. La excitación de Ashley era tan evidente que al momento en que se incorporaba no recordó que su pequeño sujetador estaba suelto, por lo tanto, cuando se puso en pie sus pechos quedaron completamente desnudos, eso le dio al mulato una visión que lo excitó mucho más. Ralph se deleitaba de los pechos de Ashley, que por el frio se veían más picudos, y también el leve balanceo cuando caminaba llenando más de vicio los ojos de su amigo. Sus pequeñas tetas desnudas eran una delicia, y lo que más coraje me daba es que yo pude ser aquel que se deleitaba de tremendo panorama. Sus pechos me encantaban, perfectamente redonditos y erguidos, con unos pequeños pezones duros como rocas… absolutamente irresistibles. Cuando se dio cuenta de la desnudez de su pecho se apresuró a cubrir con un brazo a la vez que caminaba de forma atropellada hacia la alberca. En una de esas trastabilló por nerviosismo, tuvo que inclinarse para no caer, exhibiendo su culito abierto, con la fina tira de la tanga retacada en el fondo. Pude ver cómo el desgraciado mulato se rascaba el bulto con descaro mientras la miraba con ocio.

- Coming?. (Vienes?).- le preguntó una vez más en borde de la piscina.

Ralph aún seguía embobado viendo su culo blanquito desnudo encaminarse hacia el agua.

- Let's cheer up is great! (¡Vamos anímate está estupenda!).- este permanecía inmóvil sin saber qué hacer. Aquello era una locura.- Let Ralph, it's no big deal. (Vamos Ralph, no es para tanto).- le insistía la rubia mientras se iba sumergiendo en el agua.- Do not know what you're missing. (No sabes lo que te pierdes).- le dijo.

Al hijo de puta le bastaba eso y poco menos para seguir traicionando a su mejor amigo. No sé cómo se atrevían a ser tan desgraciados, aunque por dentro me daba cierto gusto que se burlaran de aquel fanfarrón. El mulato se dirigió hasta la orilla de la piscina y una vez allí comenzó a desabrocharse los botones de su camisa uno a uno. Una vez lanzada hasta el camastro prosiguió con sus pantaloncillos. Dejó caer los pantalones a sus pies quedando solo en calzoncillos ante la atenta mirada de la Canadiense que sonreía embobada. El casi negro de 2 metros y amigo de su novio, que semidesnudo dejaba ver su cuerpo atlético que la impresionaba, aunque aún más al ver que ya se dibujaba perfecto su enorme bulto erguido hacía un lado ocultando el más grande vergón que hubiera visto en su vida, era largo y grueso en extremos.

Ralph con su enorme sonrisa blanca le hizo ver que se dio perfecta cuenta de la impresión que le había causado, así que con esos ojos de fuego lumbre casi le mando a la rubia un mensaje de que no dejara de mirar su verga parada, para lo cual hasta se viro un poco para que la imagen quedará nítida en la Canadiense.

Ralph se encontraba parado solo en calzoncillos a la orilla de alberca, presumiendo su fenomenal instrumento a la novia de su querido amigo, proyectando esa sonrisa de orgullo con sus ojos encendidos de excitación a la hora de irse bajando los calzoncillos. Yo no lo podía ver ya que precisamente me daba la espalda, pero la rubia claro que veía con claridad ese tremendo instrumento. La Canadiense se excito aún al doble, la vista de ese fenomenal vergón totalmente erecto en su honor despertaron aún más a la mujer juguetona y ardiente que estaba naciendo…


Rápidamente y como si se tratara de un atleta de la natación, se impulsó de cabeza al agua. En segundos nadó hasta el otro extremo de la piscina. Ashley se encontraba en la zona más profunda, por lo que se encontraba agarrada con ambas manos al bordillo de la piscina. Su cuerpo permanecía contra la pared de la piscina dando la espalda a Ralph que lanzaba agua para todos lados tratando de encontrarla, cosa que no le costó mucho pues enseguida se acercó por detrás. Al parecer él si lograba hacer píe por ser algo más alto, mientras que ella debía permanecer sujeta con ambas manos al bordillo de la piscina. El negro posó sus manos en sus caderas y enseguida dejó notar su tremendo miembro erecto rozándose con las nalgas de la Canadiense.

- You had Rason, ..no knew what I was missing. (Tenías razón, ..no sabía de lo que me perdía ).- le susurró en la espalda mientras recogía su pelo en una coleta y comenzaba a darle de besitos en el cuello.

Ashley sólo pudo pronunciar tímidamente:

- Oh, my good.- mientras su respiración se agitaba y el mulato la acariciaba.

- Do you like it?.- le susurró de nuevo en la espalda volviendo a posar sus manos en sus caderas.

- Ye-yeah.- pronunció como pudo.

Ralph, ahora con sus enormes manos acariciaba su cuerpo. El muy cabrón la hizo respingar cuando sus manos estrujaron los cachetes de su trasero. Se notaba su deseo por el cuerpo de la novia de su amigo.

- Ralph no, no, we should ..no ... (Ralph yo no, no, ..no deberíamos...).- balbuceó intentando detener algo de lo que ahora no estaba segura.

- ¡Sssshh!!- le susurró en la nuca.- Relax and enjoy (relájate y disfruta).- le dijo al tiempo que sus manos acariciaban ahora su pubis en busca de los labios vaginales.

Ashley se giró ahora para mirar a los ojos al hombre que la estaba llevando a cometer la misma locura. Cosa que al girar tuvo que sostenerse a él y rodear su cuello con sus brazos puesto que no alcanzaba a tocar el fondo de la piscina. Observé como sus blancos y puntiagudos pechos se aplastaron sobre ese oscuro torso, sus bocas se besaron enredando sus lenguas, el desgraciado la sostenía por el culo como si cargara una caja de víveres, mientras las piernas de esta rodeaban su cadera. Pude observar su enorme miembro apretujado entre el pubis y el vientre de ella. Sin duda que la verga de ese canalla era mucho más grande que la de aquel capullo fanfarrón que se estaba llevando unos cuernotes de los mil demonios.

Con su fuerza atlética, la alzó hasta sacarla del agua, un poco más arriba hasta situar los pechos a la altura de su boca. No le fue nada difícil ya que siendo Ashley tan delgada y este un tremendo mastodonte no le supuso total esfuerzo. Le chupaba los pezones y las tetas como si le fuera la vida en ello. Ashley se encontraba tan excitada, en mis vigilancias con el Jr nunca la había visto tan excitada y deseada. Era pura pasión. Ella sostenida en el aire se curvaba para mordisquearle el lóbulo de la oreja para con voz sensual decirle al oído:

- Fuck me again ..- gimió como pudo. Ralph la miró a los ojos sonriendo con total arrogancia, sorprendido por que fuera ella quien se lo pidiera.- I want you to fuck me. (Quiero que me folles).- Le repitió para su deleite.

Una vez reconocido su dominio sobre ella, Ralph se movió de tal forma que la punta de su largo tolete se acomodara entre sus labios vaginales, (no lo podía ver, pero lo intuía con el movimiento de su cadera). Pero al momento de la verdad de nueva cuenta se detuvo, quería que se lo repitiera pero ahora de favor.

- ¡Please, Ralph, ..I need to feel you inside me. (necesito sentirte dentro de mi).- le susurraba agarrada a su cuello.

- Do it by yourself. (Hazlo tú sola).- y llevaba por el deseo que la abrazaba fue ella quien cogió su verga y la guio hasta su sexo.

Se fue dejando caer de modo que en su descenso se fue introduciendo esa verga poco a poco en su interior.

- ¡Uuhhh, I love how you squeeze. (Me encanta como aprieta).- gimió el mulato mientras se abría paso por segunda vez en el día en la pequeña Canadiense.

- ¡Slowly please! ..¡Uhm!.- le dijo.- Carefully you have very big dick. (Con cuidado tienes la verga muy grande.).- le suplicó, cosa que le encantaba escuchar a su amigo.

Y conociendo que sus palabras excitaban más al tipo, comenzó a provocarlo.

- ¡Uhmm, Continues please do not stop. (Sigue por favor no pares).- la muy sorra aprovechó para abrazarlo con una mano y acariciarse el clítoris con otra.

- ¡Come on bitch, move it. (Vamos puta muévete).- la animaba a brincar sobre su pene.

- ¡Ooohh, yeah, yes .. to the bottom (hasta el fondo).- Ashley comenzaba a estar próxima al orgasmo.

- You've always been such a bitch, ..por that enchant me. (Siempre has sido tan puta, ..por eso me encantas).- pronunció mirándola a los ojos.

Yo entendí perfectamente. Aquellas palabras resonaron en mi mente. En verdad, la dulce Ashley que me parecía tan hermosa era una puta que se dejaba follar por cualquiera, y a pesar de sentirme humillado por lo que había pasado apenas hace unos minutos me encontraba ya excitado. En el fondo hace apenas días que la conocía, y durante ese periodo ya me había tenido que masturbar varias veces pensando en ella, envidiando al miserable Jr por la suerte que tenía. Pero ahora todo estaba claro, si Ashley traicionaba a su novio de esa manera tan vil y se había reído humillándome de tal manera merecía su castigo, y en eso yo, era yo quien tenía la sartén por el mango. Y mientras la observaba moviendo las caderas como una loca notando como entraba y salía brincando por encima del agua, me iba fabricando un plan para ponerla en el sitio justo de su putería, vería frente a si quien era el pequeño Pedrito Tapia, el pequeño pelirrojo de 12 años que veía tan estúpido.

Aun dentro de la piscina, el ritmo del coito estaba más frenético: de arriba hacia abajo o de atrás para adelante, dependiendo de la intensidad de placer que ambos experimentaban con cada opción. Probaron ambos estilos una y otra vez, estuvieron así largo rato, sus ojos se compenetraban con todo, no había sonido alguno de por medio, solo el sonido de algunas ranas, del viento asolar los enormes encinos y los gemidos cachondos de ella…

- ¡Please my life, I need you forever!. (Por favor, mi vida, ..te necesito siempre..).- Ashley tuvo que morderle en el hombro y clavar las uñas en su espalda del mulato para ahogar el brutal orgasmo que le sobrevino.- Ah, ah, ah, aaah, aaaaaaah!!- no podía evitar gemir.

Se corrió en uno de los mejores orgasmos de su vida. Ralph continuaba sin correrse todavía con su verga dura en su interior, ya sabíamos de su tremendo aguante. Ashley tardó poco en recomponerse. Pero de nuevo quiso que le chuparan los pechos. La muy sorra seguía abrazada a él de frente en la piscina, rodeando con las piernas sus caderas, mientras este la sujetaba de las nalgas y estrujaba su culito con las manos.

Y mientras me recreaba de como el mulato con su lengua jugaba alrededor de sus pezones, algo debajo del agua hizo alertar a la Canadiense rápidamente que lo detuvo para mirarlo a los ojos.

- What do you do? (Qué haces?).- le preguntó asustada.

Por lo que lograba intuir el muy cabrón como la yema de uno de sus dedos jugueteaba alrededor del anillo muscular de su ano.

- You who believe?.- le preguntó él adivinando sus temores.

Ashley asintió con la mirada.

- Do not worry, the serve water, .. you will see how enjoy. (No te preocupes, el agua servirá, ..ya verás cómo disfrutas).- le dijo seguro de sí mismo.

- ¡No Ralph please ..no I can conceal in front of Randy! (No Ralph por favor, ..no podré disimularlo frente a Randy).- le insistió para que no lo hiciera.

Ralph le dio un beso por respuesta y saliéndose de su interior la giró contra la pared de la piscina. De nuevo la pobre tuvo que agarrarse con las dos manos al bordillo de la piscina para no ahogarse. Pudo notar como el negro guiaba con una de sus manos la punta de su miembro hacia su culito. Enseguida le llegó una leve presión. Y ayudado por el agua y a que ella no era virgen por ahí, su esfínter cedió paso poco a poco al poderoso ariete de su amigo.

- See is not so, ..well we already know this way. (Ves no es para tanto, .. además nosotros ya conocemos este camino..)- le susurró en la oreja mientras la agarraba fuerte de las caderas.

- ¡Oh my good!. - gemía temerosa.

Ashley notó el torso contra su espalda, ambos cuerpos estaban en contacto piel a piel. Ralph comenzó a moverse. Al principio poco a poco pero en cuestión de unos segundos observaba como ella subía y bajaba del agua. Pude notar como ella se relajaba, como si ese miembro le estimulara zonas que nunca antes había conocido. El mulato sabedor del arte de sodomización, una de sus manos las dirigió hacia el sexo de ella. No lo podía observar, pero seguramente le introdujo alguno de sus dedos en la vagina, notando como sus dedos por dentro contactaban con su verga en el culo. Aquello estaba haciendo algo indescriptible al gozo que le producía a la Canadiense.

- You like it? (te gusta.).- pude ver que le susurraba en la nuca.

- Y-yeah.- respondió dejándose llevar por las sensaciones.

- Like as I fuck your ass? (te gusta cómo te jodo el culito).- volvió a preguntarle.

- Y-yes.- esta vez apenas logro susurrar.

- I can not hear you, ..like as I fuck your ass little whore?. (No te oigo, ..te gusta que te rompan el culo putita?).- lo dijo ahora de forma más fuerte.

- ¡Yes, Yess, Go ahead! do not stop (sigue, sigue no pares).- le suplicaba ahora.

Ralph continuaba moviéndose lentamente. Pero ahora era ella que quería sentirse sucia y necesitaba que el ritmo fuera algo más intenso, casi violento. De esa forma la haría sentir como una auténtica puta. En el fondo creo que Ashley le gustaba sentirse utilizada por los hombres, y el que fuera este más dominador todavía aumentaba ese deseo.

- ¡Come on daddy, fuck my ass!.- le animaba.

Ralph enseguida y animada por la Canadiense comenzó a moverse más deprisa. Ahora una de sus manos se movía por el interior de su vagina mientras con la otra no paraba de estrujarle los pechos.

- ¡Aah, yes, Yess!.- su orgasmo estaba próximo.

Pronto un escalofrío recorrió su pequeño cuerpo y un brutal orgasmo la sobrevino. Ralph lo advirtió y agarrándose fuerte en sus caderas comenzó arremeter con furia en busca de su orgasmo. Ella estaba intentando recuperarse del suyo cuando sintió que el mulato se contraía en su culo. Noté aquellos espasmos de ese infeliz desde mi punto de vigilancia y sus bufidos sobre la espalda de ella.

- ¡It was wonderful (Ha sido maravilloso).- le dijo al concluir.

Bastante molesto por el total descaro de esos desgraciados se me ocurrió encender la luz de la cocina para alertarlos, estaba molesto por como los dos se había reído de mí y por como yo, siendo tan tonto y retraído no pude aprovechar la oportunidad que me había dado esa "puta" para toquetearla. Enseguida se me vino el mismo rencor de hace un rato, ya estaba harto de que todos tuvieran sexo a mi alrededor y yo simplemente observaba. Me volví asomar por la ventana teniendo cuidado de no ser visto, ya que ahora había encendido la cocina. Los dos se les veía preocupados, seguramente pensaban que había sido el Sr Montes de Oca que había decidido bajar, el viejo desgraciado dormía como un oso en su recamara, sin preocuparse en lo más mínimo por lo que le ocurriera a su Esposa.

Les vi salir del agua completamente desnudos, el muy cabrón mulato quería seguir besándola y acariciándola como si fueran novios de toda la vida. Pero Ashley era la más asustada, no podía ni siquiera pensar que los hubiera visto su Suegro. Se amarró la toalla y se despidió de Ralph con un rápido beso, el muy cabrón salió corriendo desnudo con sus ropas hasta su cabaña. Enseguida la escuché entrar.

- ¡P-pedruito!, was it you (Pedrito, eras tú).- me dijo al encontrarme solo en la cocina.

- No hay nadie lo recuerdas, ..el Papá de Randy duerme y solo estamos nosotros dos, ..bueno Ralph que aparece de imprevisto.- dije esto recordando cómo me hizo un lado dejándome como un tonto.

- Listen, Pedruito! (Escucha), ..l-lo que pasa allá afuerra, ..no nos quicimos reír así de tú. Es nuormal, entiendes, ya lo habíamos habladou.

- ¿Se bañaron desnudos?.- le solté de sopetón.

- Nou, nou, ..mi quitar para secar mejor, ..nou nou, tu no pensar eso, Ralph ser nuestro amigo y ser muy broumista.- nerviosa ocultaba su bikini hecho bola en una de sus manos por detrás.

- ¿Te gustó el masaje que te dio?.- le volví a insistir.

- Whats?..- nerviosa se dirigió a la nevera para buscar un trago.- Nou, yes, nou ..your Mom and Randy volverrán mañana.- queriéndome cambiar la conversación.

Ahora era yo quien llevaba la iniciativa y esta puta Canadiense ya no se me iba a escapar. Aprovechando que me dio la espalda para servirse el trago metí mi mano dentro de la toalla para encontrar sus glúteos, fue la sensación más satisfactoria de mi vida, desde que había llegado a estas estúpidas vacaciones siempre soñé con hacer esto. La sensación de su piel mojada y la suavidad de sus glúteos hicieron que me empalmara de inmediato. Ella no pudo evitar una exclamación de sorpresa, dando su cuerpo un saltito involuntario. Miré a Ashley y vi que se había quedado petrificada, con mi mano acariciado sus nalgas. Como un rayo sujeté con mis manos la toalla y tiré de ella queriéndola desnudar.

- Vaya, vaya, conque si estaban desnudos.- dije jocoso.

Ella no respondió nada, simplemente, con el rostro tan colorado que parecía arder, daba tirones desesperados a la toalla, tratando de zafarse y no quedar completamente desnuda frente a Pedrito.

- Hay que ver, con lo enamorada que parecías de Randy.- ella seguía sin decir nada, sólo tiraba y tiraba, cada vez más histérica, tratando de soltarse para no quedar desnuda; pero yo era un poquito más fuerte.

- ¡Let me! (Suéltame).- casi lloró.

Y yo obedecí, estaba tremendamente enojada y sorprendida por mi nuevo comportamiento, ella que no se esperaba que el pequeño Pedrito actuara de esa forma. Me miró furiosa sin saber que decirme e iba a salir disparada hacia su recamara cuando le dije:

- Bueno, tendré que preguntarle a Randy por qué fuiste sola a la cabaña de su amigo.- se quedó petrificada, con una expresión tal que resultaba hasta cómica.

- ¡¿W-whats?..- balbuceó.

La miré con expresión de suficiencia y dije:

- ¡Que voy a contárselo a Randy.

- You will not .. ¡Do not you dare (No lo harás .. ¡No te atreverás! ).- exclamó enojada.

- ¿Y por qué no?, ..él debe de saber dónde se mete su novia mientras duerme la siesta.

- ¡Yo no hizo nada!

- ¿Cómo qué no? Entonces, ¿qué estaban haciendo los dos cuando entre y que estaba haciendo ahorita bajo el agua?.- le pregunté esperando su reacción.

Ashley respiraba agitadamente, confusa. Era claro que no tenía respuesta.

- No creerá, le diré que no ser cierto. Además ..but, si dices algo, yo le contaré las cosas que tú hacerme.

- ¿Qué cosas?.- dije simulando ignorancia.- ¿Qué te he hecho?

Se quedó callada, era obvio que tampoco podía responder a eso, pues para ello tendría que admitir que ella también había estado jugando conmigo todas las veces que nos habíamos encontrado a solas, esta mañana en el baño cuando por decisión de ella misma se había mostrado frente a mi semidesnuda, ni en la cocina, ni... Demasiado para ella.

- ¡Please, no decir a Randy.- dijo cambiando de táctica.

- Y qué harás tú por mí?.- dije concluyendo mi plan que había y estaba saliendo a la perfección.

Ella comprendió el doble sentido de mis palabras y decidió resistir un poco más.

- Nou sé que yo dar, ..t-te hago un regalo. Tu pedir lo que querer.

Yo la miré, divertido.

- Lo que yo quiera?..- Volví a repetir emocionado.

- My dar dinerro, ..my iphone, ..a ti gustar mucho esas cosas, ..my Tablet

- ¡Ah, ok! De acuerdo.- bromeé, con lo que Ashley se relajó enormemente, aunque en sus ojos aún no estaba segura que yo cumpliría con el trato.

Tras esperar unos segundos, decidí hacer como que tomaba mi móvil y hacía como que hablaba a mi Madre.

- ¡Mamá! ..hola Mamá se encuentra por ahí Randy, ..me lo puedes pasar?.- comencé a decir.

Ni siquiera pude hacerlo, pues Ashley, abalanzándose sobre mí, me tapó la boca con ambas manos.

- Okey, okey. Harré lo que quierruas.- en ese momento yo había ganado, lo que siempre quise desde que habíamos llegado a este lugar lo había logrado.

Lentamente se separó de mí, quitando sus manos de mi boca. Cuando lo hizo y giré para verla, descubrió en mi rostro una sonrisa de oreja a oreja, un lado extraño que ni ella y yo conocíamos de mí. Lo que la turbó más todavía.

- Veamos.. ¿Qué podrías tú hacer por mí?.- dije.

Ashley me miraba incrédula, resignada, vencida, jamás imaginó que un niñato de 13 años como yo la tuviera en sus manos. Yo mientras, jalé una silla de las de la cocina para apoyar la espalda y sentarme así un tanto tranquilo.

- Bueno, bueno. Vamos a ver, .. tú me has estado calentando todas mañanas con tus calzoncitos y jugando conmigo, ¿verdad?.- ella asintió con la cabeza, sin alzar los ojos.- Pues entonces creo que lo justo es que yo así como Ralph lo hizo te abras la toalla y me muestras lo que llevas debajo. Así estaríamos igual.

Ella levantó entonces la vista, mirándome con ojos llameantes. Sin duda se esperaba algo así, pero una vez confirmadas sus sospechas, su orgullo volvía aparecer.

- ¡You little pervert! (Eres un chiquillo pervertido!).- dijo con los dientes apretados.

- Tu tienes la culpa por andarme calentando. Pero tú no te quedas atrás ¿verdad putita?.- Ashley me miró con ojos de quererme matar, jamás me había atrevido a llamar a una mujer así, pero asi lo hice, esta vez ella sin decir nada.- Bueno ¿estás de acuerdo o no?

- Only that you want (Seguro que sólo quieres verme?).- preguntó.

- Durante un rato, claro.- respondí.

- ¿Y mí no tener que hacerte nada?

- ¿Hacerme qué?.- indagué simulando confusión.

Ashley se puso aún más roja, antes de responder.

- Bueno, si sólo quierer ver.. okey.

- ¡Estupendo!- respondí relamiéndome los labios.

Se quedó de pie, esperando. Yo la miré de pies a cabeza, haciendo que se sintiera incómoda.

- Okey, finish this (acabemos con esto). - respondió enojada.

- ¡Shisssst! Despacio, tenemos toda la noche.

- Nou nou, eso no ser, ..tu solo mirar un poco.

- Un poco como esta tarde en la cabaña de Ralph ¿verdad? ..

Ashley abrió los ojos como platos, sorprendida de que yo supiera todo aquello. Estoy seguro de que entonces comprendió que el haberlos interrumpido repentinamente esta tarde no había sido simple casualidad como ellos habían pensado; pensé que iba a decirme que todo lo había planeado, pero no dijo nada; se quedó esperando mis órdenes.

- Quítate la toalla.- le dije.

Eso no era fácil para una chica introvertida como ella exponerse y sentirse derrotada por un chiquillo serio y bobo como yo, pero no le quedaba de otra así que obedeció sin problemas. Desató la tira que cerraba su toalla de baño, entonces se percató de que la puerta de la cocina seguía abierta, y sin decirle yo nada, fue hasta ella y la cerró, volviendo a su sitio enseguida.

- Acercate.- volví a repetirle.

- Nou, nou, tu solo decir en que sólo mirrar, ..no hablar de tocar.- dijo triunfante.

- De acuerdo, ..pero te recuerdo que si no haces lo que yo te digo, Randy se va a enterar de muchas cosas que grabe por mi celular.- por si tenía dudas de que la tenía en mis manos con esto terminó por aceptarlo.

Ashley se quedó sorprendida. Seguro que pensaba que con una simple mirada estaría contento y más que servido para olvidarme de todo esto, hasta seguro que había pensado en tenerme como cómplice, creía que así me fastidiaría un poco, que ganaría una pequeña batalla, pero al descubrir que yo tenía las pruebas concluyentes de su infidelidad en mi teléfono, se quedó perpleja.

- D-did you record? (N-nos grabaste?).- preguntó ahora aterrada.

- Ábrete la bata y muéstrame to-do.- ordené.

- Que pensar hacer con el video?.

- Si haces caso y te quitas la bata, yo no voy a hacer nada, ..digamos que irá a mi colección personal.

- Collection in person?.- dijo, aunque de pronto enrojeció violentamente, al comprender que no tenía intenciones de destruir la evidencia.- ¡Nou nou! ¡No dejar que me toques!.- exclamó enfadada.

- ¿Y qué esperabas, qué creías que simplemente viera?

- ¡Yes.

- No hay trato se lo contaré a Randy.

- Ok ok, ..dar tu mano.- quería dirigir mi mano hacia donde ella quería que la tocase.

- No de eso nada yo tocaré donde yo quiera.

- ¡Nou little pervert!

- ¡Ah, entonces donde querías que tocara? ..

- ¡Nou nou mí no saber! Un pouquitou por aquí, o por aquí.- dijo señalándose las tetas y las piernas.

- Claro, claro muy lógico.- dije.- como Ralph ya te manoseo y cogió por todos lados yo me tengo que conformar con rozarte las piernas y el culo. ¡De eso nada!

- ¡Non voy a hacerlo!.- exclamó.

- Esta bien, no lo hagas.- respiré hondo, preparándome para enviar el video por la red.- Sabes que es muy fácil agregarme a los grupos de redes sociales de Randy, verdad?

Ashley ya estaba aterrada, y en ese instante cada palabra que decía la asustaba mucho más, todo aquello que intentaba pensar con su cabeza yo iba un paso adelante, por lo que de inmediato y sintiéndose acorralada decidió seguir adelante.

- Okey, okey, no hacer nada.- dijo alarmada.

- ¿Entonces?..- inquirí.

Ella resignada, llevó las manos a la abertura de su bata, tratando de retardar lo más que pudiera la desnudes conmigo. Pero desafortunadamente para ella esta vez no había nadie que pudiera salvarle ahora, la tenía en mis manos y ahora no se me iba a escapar. 

- Do not touch me until I say so.. (No me toques hasta que yo lo diga).- dijo enfadada.

Yo levanté las manos siguiéndole su juego por supuesto, vi como ella descubría primero los hombros pero sin dejarme aun ver nada, lo que más me daba risa era lo patética que se miraba dándosela de modosita ahora queriéndose esconder de mí, si desde que habíamos llegado siempre se había comportado como una calienta güevos conmigo, jamás pensó que este chiquillo tímido y callado la tuviera así, acorralada y sin saber cómo salir. En realidad ya no le dije nada porque quería seguir su juego, pero lo cierto es que aquello me excitaba mucho y el verla derrotada frente a mí me empezaba a hacer nacer un sentimiento nuevo.


Ashley comenzó lentamente abrir su toalla que me tenía a mil por verla desnuda de inmediato, dejando ver su estrecha cintura y su estómago, que eran de color más blanco que su rostro. Por fin estaría completamente para mí el cuerpo tan precioso de esta chica, pensaba mientras observaba su incomodidad dibujada en su rostro. Cinturita estrecha sin un gramo de grasa y barriga plana, con abdominales muy ligeramente marcados, posiblemente debido a que hacía gimnasia en su escuela para mantenerse en forma. Cuando llegó el momento de descubrir sus pechos, se demoró un poco, lo cual me hizo poner muy cachondo y mi erección pedía salir de mi pantalón. Finalmente dejó caer la bata hasta su cintura dejando al descubierto sus exquisitos y blancos pechos frente a mi cara que por el frio de la noche se notaban más firmes y empitonados. Yo no perdía detalle de cada uno es más estaba como alucinado, alternaba la mirada de un pecho a otro sin importarme lo incomoda que ella se estaba sintiendo. Y mientras Ashley sujetaba la bata con sus manos tratando de retardar más momento, sin querer y sin pensar levante mi mano y rose uno de sus pequeños pezones. Joder sí que estaban tiesos, durísimos.

- ¡Nou, You're grabbing (Me estás tocando!).- dijo enfadada.

- Como Ralph en el video.- respondí sin pensar, el tacto de sus pechos me tenía alucinado.

Ashley se quedó callada, con el rostro encendido, sin saber qué contestar.

- Bueno, ya está ¿no?.- pregunté.

Ashley asintió con la cabeza. Miraba hacia la ventana, como si no quisiera verme.

- ¿Estás segura de que no quieres hacer esto?.- pregunté.

- ¡Of course (Pues claro).- respondió con seguridad.

- Explícame entonces por qué siempre me estabas calentando y por qué está esto así.

Mientras decía esto, pellizqué suavemente uno de sus pezones, que aparecía duros hasta dolerle. La muy sorra a pesar de las porrizas del mulato este día se estaba calentando.

- ¡Little bastard!.- exclamó apartando mi mano.

- Sí, sí, lo que tú quieras.- concedí.- Pero quítate la bata ya.

- ¡Nou!.- y volvió a cerrarse la bata.

- Hazlo.- lo dije molesto.- Te has comportado como una zorrita por todo el lugar y yo tengo la evidencia así que voy a tocarte donde quiera. Quítate la bata para que pronto acabemos.

La pensó por unos segundos pero sabía que no tenía otra salida, este chiquillo pervertido la tenía en sus manos. Obedeció con lentitud, sus últimos rescoldos de rebeldía aún permanecían encendidos. Yo me encargaría de apagarlos poco a poco. Cerró por completo los ojos y volteando hacía otro lado bastante colorada dejó caer la bata por la espalda cayendo por completo sobre sus pies. Yo no necesitaba más, estaba completamente desnuda para mí, a mi completa disposición, pues ya podía meter la mano por donde quisiera.

Primero la observe un instante, joder que rica estaba, su pelvis blanca completamente depilaba si no fuera por una pequeña franjita de rubios bellos que me anunciaban el caminito a su tesoro. Aún mantenía un color rosado por la tremenda zarandeada que le había dado aquel maldito, pero me excitaba de igual manera. Coloqué mi mano derecha en su cadera, lo que le hizo dar un respingo. Describí movimientos circulares sobre ella, acariciándola, antes de que mi dedo pulgar comenzara acariciar la textura de su pubis. Yo miraba al rostro de Ashley, que reflejaba una mezcla de sentimientos encontrados. Por un lado, no quería que esto pasara, sentía vergüenza, miedo, enfado, pero, inconfundiblemente, allí estaban también el deseo, el placer, la lujuria. Y poco a poco los segundos iban venciendo a los primeros. Mi mano siguió un poco más adentro, y empezó a sobar sus muslos, que aún permanecían fuertemente apretados entre sí, mi mano no paraba de tocar aquellas deliciosas carnes firmes, segura de que era la primera vez que un chiquillo mucho menor que ella la manoseaba.

- ¿Te gusta?.- le pregunté sonriente, aunque ella no se dignó en contestar.- Tranquila, te gustará, ..yo no soy como ellos.- y continué.

Mi mano apretaba su muslo y se deslizaba arriba y abajo, magreándolo por entero. Cada vez que subía, me detenía un poco más cerca de mí ansiado objetivo. En mi excitación, me parecía sentir el calor que emanaba ya su entrepierna. ¡Maldición no lo podía creer, estaba manoseando a la novia del Jr!!

En esa posición, gracias a que mantenía sus piernas juntas, podía sentir perfectamente la forma de su trasero. Sin duda era precioso. Tenía razón cuando me dijo que todos los chicos se volvían locos por este culo. En lugar de responder, Ashley lo que hacía era apretar los nudillos de sus manos y cerrar más las piernas.

- Separa las piernas.- le dije.

Y aunque Ashley lo pensó por unos instantes, al final obedeció sin rechistar, lo que me convenció de que sus últimas barreras morales estaban cedidas. Sus muslos estaban ahora bien abiertos, dejándome franco el acceso a su intimidad. Suavemente, acaricié sus muslos por dentro, subiendo la mano muy despacio pero sin pausa. Llevé la mano hasta arriba del todo, hasta el punto en que el muslo conecta con la ingle. La dejé quieta ahí, sintiendo ya el calor que emanaba en mi mano. La miré a la cara y pude comprobar que aunque intentaba disimularlo, algo dentro de ella estaba deseosa de que yo siguiera. Y no la decepcioné. Por fin, posé mi mano sobre su ardiente chochito, joder nunca olvidaré este momento, lo apreté levemente, lo que hizo que todo su cuerpo se estremeciera. Un sensual gemido escapó de sus labios, aunque ella luchó por intentar evitarlo.

- Te gusta, ¿eh?.- le pregunté aumentando más su enojo.

Ella no respondió, apuesto a que ni siquiera le hubiera salido la voz de intentarlo, pero le alcanzó para negar con la cabeza. La muy zorra ahora se hacía la muy digna como ven. Sonriendo, decidí continuar, así que metiendo un poco los dedos en su rajita, abrí bien sus labios vaginales, separándolos. Manteniéndolos abiertos con dos dedos, observando cómo sus rosadas carnes interiores se encontraban con un color rojo intenso, aun por las pasadas dilataciones con aquel infeliz mulato. Sin perder tiempo de sentir, metí otro justo en medio, acariciando y explorando su intimidad. Increíblemente y pesé a que el día de hoy había tenido un maratón de sexo, la muy sorra se estaba lubricando.

- Así que no te gusta ¿eh? ..pues que me dices de esto que está mojando mis dedos. No es agua de piscina. ¿O es que siempre vas así, siempre lo tienes así de empapado?

La rubia no contestó, ya que no había manera de negarlo, simplemente me miró con ojos de rabia e inmediatamente giró el rostro hacia un lado avergonzada. Aquello era demasiado, seguía sin querer reconocerlo pero era obvio que le estaba gustando. Hábilmente, y gracias a todos los espectáculos que había vivido estos últimos años, comencé acariciar su entrepierna con mis dedos, sobando y jugando, excitándola, pero sin empezar a masturbarla, cosa que me había enseñado mi maestro Memo (¿Dónde andará?). Estiré mi mano izquierda y agarré a Ashley por la barbilla, haciendo que volteara el rostro hacia mí. Ella con cierto orgullo y los clavó en los míos.

- Ashley.- le dije sosteniendo su mirada.- Mira, si no quieres está bien, lo dejamos y en paz.- Tras decir esto, dejé de acariciarla, dejando mi mano derecha inerte sobre su cadera.

- Tu no ir a contarle a Randy?.- me preguntó insegura.

- No cumpliste con tu parte del trato.- comencé a retirar la mano, deslizándola por su muslo y manchándolo con sus propias humedades, decidido de verdad a dejar las cosas como estaban.

Pero inmediatamente Ashley no me dejó. Bruscamente, sujetó mi mano con las suyas, impidiéndome que me retirara. Lentamente fue tirando de mi mano hacia abajo, llevándola hacia su entrepierna de nuevo. Sonriendo miré sus ojos y vi que brillaban en llanto, la tenía en mis manos y no se me iba a escapar. Cuando colocó mi mano sobre su intimidad, apretó con las suyas sobre ella, estrechándola contra sí, impidiendo que la pudiera retirar. Ella no dijo nada, pero no hacía falta, aceptada el trato.  Nuevamente, comencé acariciar su cosita con mi mano, describiendo pequeños círculos sobre él, sintiendo los pequeños pelitos en sus poros que empezaban a salir. Entonces deslicé un dedo en su interior, uno sólo, pero el gemido que soltó Ashley bastó para excitarme.

- Uhmm..- gimió.

Ahora más despacio y a sabiendas que le estaba gustado, comencé a deslizar mi dedo en su interior, moviéndolo simultáneamente de forma circular para que lo sintiera. Ashley retiró sus manos de la mía y las apoyó sobre mis hombros para detenerse, echando la cabeza ligeramente hacia atrás. Yo seguí en lo mío, masturbándola, deslizando con mi dedo cada vez más hondo, hasta que decidí meter un segundo. Con dos dedos comencé a masturbarla más deprisa, más profundamente, se deslizaban perfectamente, pues ella ya estaba muy lubricada. Su respiración era agitada, sus jadeos eran cada vez más fuertes y sensuales, la verdad que me preocupaba un poco que alguien los escuchara y viniera a investigar, pero.. ¡qué demonios, tenía que aprovecharlo!

Como sabía que pronto se vendría, hice lo que todos aquellos desgraciado alguna vez les observé hacerle a mi Madre, cuando estaba más caliente dejé de meter y sacar los dedos, bajando el ritmo de la masturbación. Lo que hizo que ella renegara y se apretara a mis hombros. Ahora los mantenía casi quietos, pero empecé de nuevo, moviéndolos sólo hacia los lados, recorriendo toda su cueva. La indigna ahora no quería que parara, movía ligeramente sus caderas buscando mis dedos. Aprovechando eso, estiré el dedo pulgar hacia arriba y comencé a acariciarle ahora el clítoris. Comencé entonces a cambiar de ritmo, la masturbaba más fuerte, casi furiosamente durante unos segundos para a continuación detenerme y acariciarla suavemente, primero fuerte y rápido, luego lento y suave, rápido, lento.. así hasta que se corrió sobre mi mano.

-... ¡UHMMM! ¡FUCKKK!!!.- jadeaba la Canadiense mientras me apretaba con sus uñas a mis hombros.

Mientras se corría, un líquido cálido y cristalino corrió por mis dedos, lo que aproveché para clavarle un tercero dentro de ella, separándolos un poco para abrir bien su entrada. Mi mano estaba completamente empapada, estaba seguro que si empujaba un poco más esta se deslizaría en su interior sin problema, produciendo un excitante chapoteo al entrar. Por fin, ella terminó, y dejándose caer sobre mi hombro mientras jadeaba, quedó tumbada sobre mi hombro, de pie, con mis dedos aun jugueteando en su entrepierna. Nos quedamos así un par de segundos, yo sin hablar y ella jadeando en mi oído. Poco a poco fui sacando la mano de entre sus piernas e hice algo que jamás me había atrevido, me la llevé a la nariz, oliéndola, olfateándola como un pervertido. Maldición que aroma, era tan fuerte pero por mi calentura me supo exquisito, lo que provocó que me volviera loco. Llevé su mano a mi pene, que estaba tieso como el metal. Estaba loco porque ella me devolviera el favor, pero Ashley no estaba lista para hacerlo conmigo. Se incorporó de mi lado, sudorosa y jadeante. Me miró mientras yo me sobaba la verga, esperando que ella hiciera lo mismo, pero para mi decepción, se alejó de mí y recogió su bata y su bikini.

- ¿A-adónde vas?.- le dije alarmado.

- My room.- respondió.

- No, no puedes..- dije.- ¿Y yo? ..

- I sorry boy, ..mi he cumplido my part del trato.

- P-pero, yo creía que tú ya..

- Nou nou little boy, ..nou tener tanta suerte.- dijo.- Esperrou que tu cumplir el tratou.

- P-pero...

- I sorry sweet heart.- Concluyó ella.

Resignado, no me quedó más que tratar de ser amable.

- De acuerdo.- dije.- El trato era solo tocar, ..pero si cambias de opinión, aquí me tienes.- Dije embonando una sonrisa.

Ella me miró y me dirigió una auténtica sonrisa. Sin decir nada más se dirigió por las escaleras a su habitación. Y allí me quedé yo en la cocina, como se dice, desvestido y alborotado, o más bien empalmado. Pero aún me quedaba la mano ¿verdad? Así que concluí la velada cascándome una paja en el baño rememorando todo lo que había sucedido, con mi mano pegada a la nariz, oliendo los aromas de lo que pudo haber sido una noche inolvidable. ..

.....

A la mañana siguiente desperté como hace tiempo no lo hacía. Abrí los ojos y me sentí completamente despejado, sin sueño y con una sonrisa que no podía borrar de mi rostro. Me sentía feliz, liberado, como hacía años que no me encontraba. Y la razón era simple: por fin había tenido a Ashley en mis manos. ¡La muy zorrilla por fin había sido mía! Le había hecho pagar lo mal que me lo había hecho pasar. Pero todo eso no se había acabado, ahora se iba a enterar de quién era yo. Me quedé un rato tumbado en la cama, imaginando mil y una cosas para hacerle a la zorrita de Randy. Iba a follármela, a encularla, hacerla gozar como la hacían Ralph y Randy... Pensé tanto en ello que me calenté terriblemente, así que comencé a masturbarme bajo las sábanas mientras pensaba en cómo iba volver a convencerla para que me dejara tocarla de nuevo. Pero de momento me entró otra angustia, ..mi Mamy, ¿dónde carajos estaba mi Madre? Me había metido en mis pensamientos y en como follarme a la putita de Ashley que se me había olvidado por completo que Mamá se había ido sola con aquel desgraciado. ¡Por dios que tantas cochinadas le estaría haciendo!

Créanme que no sé qué fue lo que me pasó pero me entró una rabia por ello, y con la única que me podía desquitar ahora era con Ashley. Así que tendría que chantajearla para obligarla a no solo coger conmigo. Necesitaba más. Quería vengarme de aquel estúpido, pero para eso tendría que tenerla de verdad bajo mi control. Quería que fuera ella quien suplicara para hacerlo conmigo. ¡Eso era! ¡Excelente idea! Iba a conseguir que ella se enojara con Randy a la vez que me diera las nalgas. Iba a conseguir que Ashley se vengara de Randy, para que el muy fanfarrón sintiera lo que yo siento por mi Madre cuando este se la lleva.

Cuando acabara con ese estúpido fanfarrón tendría que cambiar de casa y de apellidos de lo humillado que iba a quedar. ¡Sí! Con esta idea tan seductora en mente me corrí. Fue la mejor paja de las últimas semanas. Con lo que me levanté de la cama aliviado y optimista. Pronto tendría mi venganza y mi Madre sería libre de su estúpido Ahijado. Pero eso sí; necesitaba el tiempo oportuno para perfilar mi plan, así que decidí que lo mejor de esta mañana era atacarla ahora que no había nadie.

Y así lo hice. Me levanté antes que todos (Ashley y su Suegro) y me puse a esperar a Mamá, para recibir las nuevas de la dolida Sra. Montes de Oca. Ni que decir de la terrible pelea que había tenido con su Esposo. Ahora que lo comento no recuerdo haber escuchado nada del Sr Montes de Oca durante todo el día anterior, seguro que se le había pasado dormido, el cerdo roncaba como un oso. En fin ese desgraciado también estaba en la mira; pero primero lo primero, tenía que empezar a trazar mis planes.

Y los puse en marcha enseguida, pero tenía que hacerlo de ya, ahora que Randy no estaba y Ashley se encontraba derrotada. Así que me puse a desayunar en silencio mientras observaba por la ventana, sabía que ella se levantaría primero, y ahí aprovecharía para ir por ella. Como a la hora escuché ruidos arriba lo que me suponía que ya se había levantado. Como les dije yo estaba solo en la cocina cuando ella bajó y yo alcé la vista y la miré descuidadamente, sólo un segundo, notando para mi regocijo que ella se encogía levemente nerviosa. Lo que hice entonces fue desviar la mirada, fingiendo una profunda falta de interés. No necesitaba mirar a Ashley para notar que aquello la había sorprendido. Sin duda esperaba un acoso brutal por mi parte. Seguro que se había pasado la noche dándole vueltas al asunto, decidiendo cómo podía librarse de mí, y ahora de repente, resultaba que yo la ignoraba por completo. Ashley debió de ponerse aún más nerviosa, pues al servirse su jugo derramó un poco sobre el suelo, cosa que a una chiquilla muy segura como ella jamás le había pasado.

- Ups, so... sorry.- balbuceó ella.

- ¿Te encuentras bien?.- le pregunté solo como protocolo.

- Y-yeah, yes… - respondió ella.- Your Mother, ..no tardar en llegar.- me decía.

Y mientras tanto, yo seguía sin prestarle atención. Me sentía muy satisfecho por dentro. ¡Había logrado poner nerviosa a la doncella de Randy! La verdad es que no tenía aun plan que digan ustedes puta madre que plan, pero por lo pronto consistía en lograr primero que se fuera poniendo cada vez más nerviosa. Cada vez que me cruzaba su mirada o cada vez que me hablase yo la trataría con normalidad, en cuanto más vaya sintiendo la pronta llegada de su noviete más nerviosa se pondría. Ella sabía que yo conocía su secreto y sabía también que me aprovecharía de ello, pero sin embargo, nada sucedía, lo que la descolocaba por completo. Les juro que no fue nada fácil. Yo sabía que bastaría con una palabra para tirarme a esa zorrilla, pero seguí resistiendo, pues no me bastaba con aquello. Sin embargo las cosas no salieron como yo había previsto. Conforme me hablaba, fui notando que su nerviosismo no aumentaba, sino que iba desapareciendo. Cuando me estaba diciendo que ya había hablado con Randy y que le había dicho que llegarían en un par de horas, ella ya no se aturrullaba ni se notaba tan nerviosa, sino que poco a poco iba resurgiendo su orgullo, ¡Mierda!

Había durado poco la diversión. Debí de haberlo previsto, pues ha de haber creído que con una simple paja quedaría más que contento. Así que sin duda ya se sentía librada de mí y de mis intenciones. Bueno, me daba igual, ella seguía estando en mi poder, así que me decidí a iniciar la segunda fase del plan: Confrontarla por otro método. Espere a que se fuera a su cuarto creyendo que ya estaba todo cerrado, que se habría librado y que ya lo había olvidado. Tras acabar con mi desayuno y pensar como confrontarla, salí en busca de esa zorrilla, encontrándola poco después buscando en sus cajones una bonita ropa para recibir al cornudo de su novio. La observé de espaldas durante unos segundos, desde la puerta, mientras ella se limitaba a buscar un lindo vestido. Llevaba el pelo recogido y liso despejándole la frente, afilando así los rasgos de su rostro. Como les comentaba anteriormente ella no era alta, más bien de 1,65, con unas piernas delgadas pero definidas, que podía vislumbrar perfectamente por la ropa que llevaba, asomando bajo el borde de sus shorts rosas de algodón a modo de pijama. Ashley vestía una playerita blanca de tirantes bastante holgada, lo que disimulaba sus formas, pero en cambio, sus shorts eran más ajustados, de forma que su culito se miraba muy mono atraves de este, y con unas pequeñas letras en sus nalgas que decía: Kiss this

- Ehm, ehm.- tosí penetrando en la habitación.

Ashley dio un respingo, sorprendida por mi intromisión y se dio la vuelta para mirarme. Noté cómo su expresión se endurecía al percatarse de que era yo, pero no percibí que estuviera nerviosa ni asustada, lo que me molestó un poco.

- Hola Ashley, ..estaba pensando ...- la saludé.

Ella ni siquiera contestó, sino que siguió mirándome fijamente.

- Creo que ha llegado el momento de que nuevamente charlemos un poco.- dije acercándome hacia ella mientras miraba sus ojos.

- I was expecting (Ya me lo esperaba).- respondió ella simplemente.

Su directa respuesta me descolocó un poco, pero me rehíce bastante bien.

- Bien, me alegro de que comprendas la situación - continué.

Mientras hablaba, miré a su cama observando unas braguitas rosas muy sexys que seguramente usaría como para tratar de compensarle al Jr su anterior falta.

- Te las vas a poner para Randy, ..o son para otra persona.- dije jactanciosamente.

- ¡Leave me alone! (Déjame en paz).- respondió ella.

- ¿Qué te pasa? ¿Es que te he hecho algo malo?.

Ella no contestó.

- Mira, si estás enfadada porque el ayer te pillé con el amigo de Randy, no te preocupes, ..no pienso contárselo a nadie.- susurré, directo a la yugular.

Ashley se sentó en su cama. Con esto conseguí que me mirara, aunque sus ojos, absolutamente desorbitados, no reflejaban alegría precisamente.

- How dare you? (Cómo te atreves?).- siseó indignada.

Yo me quedé parado frente ella, mirándola con expresión satisfecha.

- Vamos, vamos, no te enfades.- le dije sonriente.- Pero no pretenderás que con lo que hicimos ayer bastaría para mantener mi silencio. Recuerda que te vi gimiendo y gritando de placer.

Al intenso rubor de sus mejillas se unió un brillo extraño y peligroso en su mirada. Se estaba enojando mucho y a mí me divertía enfadarla. Me fijé entonces en su mano que sostenía el vestido que había elegido. Los nudillos se veían blancos, por lo fuerte que lo sujetaba. Comprendí que me había pasado.

- Bueno está bien, perdona.- continué.- Es que te he visto, y no he podido resistirme a burlarme un poco de ti. 

- How? (Cómo?).- preguntó algo confusa.

- Quiero decir que no lo decía en serio, ..que sólo quería avergonzarte un poco.

- ¡Ok!.- dijo un poco más tranquila- Mi no ver la gracia.

- Pues yo sí se la veo, ..deberías haber visto tu cara.

- Very funny (Muy gracioso).- dijo enfadada, cubriendo las bragas de la cama con su vestido.

La miré unos segundos, tratando de decidir qué estrategia seguir con ella, pero me di cuenta de que no se me ocurría más qué decir. Por primera vez, me bloqueaba, mis ideas me abandonaban. Tantas ideas, tantos planes y ahora no sabía cómo enfrentarme con ella. ¿Por qué no le aprendí más al chulo de mi Madre? Pero aun así decidí avanzar un poco.

- Estuve pensando mientras desayunaba. Desde que nos conocimos siempre te me has estado insinuando porque? ..

- I was just playing. (solo estaba jugando)

- Tú juegas conmigo y yo no puedo jugar contigo ..

- Ser diferruente.

- Así claro se me olvidaba que yo te estoy forzando por la infidelidad que cometiste.

- Que querer aquí Pedruito?, ..not you tired of masturbating last night? (no te cansaste de masturbarte anoche).- respondió ella, muy segura de sí misma.- Estár muy callado.- dijo ella sonriendo.

Su aire de suficiencia me enojó. Pero ¿qué me pasaba? Si era lo más fácil del mundo. Ella estaba en mi poder, sólo tenía que tomar lo que quisiera. No importaba cómo dijera las cosas, ella sólo podía obedecer. Con estos pensamientos, logré serenarme un poco. Decidí dejarme de rodeos y tonterías e ir directo al grano.

- La verdad es que aquel episodio de ayer me puso bastante caliente.- le espeté.

A la Canadiense casi se le salen los ojos.

- W-whats?.- dijo medio ahogada.

- Que estás muy buena y que me encantaría hacerte lo mismo que te hizo Ralph.- se quedó absolutamente alucinada, no acertaba a articular palabra.

- Te lo digo en serio, opino que eres preciosa y me encantaría acostarme contigo.

Ella seguía estupefacta, pero por fin, acertó a reaccionar balbuceando débilmente.

- Ha.. have you gone mad? (Te... te has vuelto loco)... You're just a kid (Eres solo un niño)... I'll tell your Mother (Voy a contárselo a tu Madre) ...

Tras decir esto, hizo ademán de levantarse, pero mis palabras la detuvieron.

- De acuerdo, cuéntaselo. Yo les contaré a todos lo divertida que estabas en la cabaña y en la piscina con Ralph.

Se quedó paralizada, sin moverse de la cama. Me miró entonces muy seria y dijo:

- Do not you dare. .. (No te atreverás.)

- ¿Qué apuestas?.- pregunté socarrón.

- Si tu contar, yo diré lo que tu hacerme in the kitchen.. (en la cocina)

- No me importa.- repliqué.- Además, diré que desde que hemos llegado te me has estado insinuando.

- Mi decir verdad.

- ¿En serio?, ..yo pensé que te limitarías a negarlo todo, no esperaba que lo reconocieras tan fácilmente.

- How?.- preguntó confusa.

- Que lo lógico sería que dijeras que yo mentía.

- Yes, yes. Eso hacer, ..pero tú poder contar todo.

- ¿Yo? ¡No, qué va! ¿Para qué? Con mi insinuación bastaría. Randy te correría a patadas y se te acabarían todas tus aventurillas. Que a Ralph ni le diría nada, porque tú a ellos ni les importas.

Ella no contestó, pero su silencio era lo suficientemente elocuente.

- Como ves, te tengo en mis manos. Si hablo, aunque no me crean, te complicaré bastante la vida, pero si hablas tú, y se enteran de lo que has hecho, te la arruinarás completamente. Seguro que ya ni les vuelves a ver. Eso sin agregar la famita que lograrías en tu escuela ¡Buena señorita, follándose a su novio y a su ex casi al mismo tiempo!

Ashley miraba al suelo, aturdida, completamente sobrepasada por la situación. Tan sólo atinó a insultarme.

- ¡You're an asshole! (Eres un cabrón.)

- Sí ¿verdad? Pero al menos yo no finjo ser lo que no soy. Tú vas por la vida dándotelas de señorita y en realidad eres una puta que coge con el que se le ponga enfrente.

Mientras decía esto miré con disimulo a la puerta y viendo que nadie nos miraba posé con delicadeza una mano sobre su muslo, sintiendo su firmeza. Aquello hizo que ella pegara un respingo. De pronto se escuchó el sonido de su celular que seguramente Randy volvía a llamarle. Se levantó como un resorte, aprovechando esa excusa para escapar de aquella situación. Con presteza, se levantó atendiendo la llamada, preguntando por su ubicación. Mientras hablaba, Ashley me dirigió una última mirada cargada de odio. Yo me quedé allí, riéndome satisfecho, dándole vueltas a lo que acababa de suceder. ¿Por qué me había comportado así? Yo no solía ser tan malo con las chicas y además, Ashley siempre me había caído bien, no éramos amigos ni nada, pero tampoco la despreciaba, no como a su novio y ese mulato cabrón! ..

Esos pensamientos vieron a desencadenar en mí que perdiera la razón y despertara algo o alguien que yo no sabía que tenía.

- ¡Vaya! Qué forma de cortar la conversación. Aun asi, si gritas ya sabes lo que te espera, el escándalo, el Papá de Randy está aquí y puede escucharte. ..

- ¡Do not you dare..! (No te atreverás...!)- dijo tapando la bocina receptiva del móvil.

- Veamos.. Por un lado está la posibilidad de tomarte.. Y por otro lado, podría no atreverme y no poder tocarte.. Pero la verdad es que creo que sí me atreveré.

Ella me miraba alucinada mientras sujetaba el teléfono.

- Además, creo que ya has estado en la misma situación no es así?, ..con Ralph mientras hablabas con Randy.- le hice recordar.

Su expresión se endureció, poniéndose seria, lo que me produjo una íntima satisfacción.

- Veo que no me dices nada, ..así que me lo tomaré como un sí.- dije.

Ella siguió muda. Pero al parecer a Randy tampoco le parecía que lo dejara hablando.

- ¡Nou nou, sweetheart!, ..I hear you, I've just distracted. ..(te escuchó, solo que me he distraído)

- ¿Te acuerdas o no?.- dije un poco más seguro de mí mismo.

Sí respondió solo moviendo la cabeza.

- Bien.- continué.- entonces supongo que sabrás lo que viene ahora ¿no?

- Yes. You touch me like you've done all the times you've seen me in the house. (Querrás tocarme cómo has hecho con todas las demás veces en la casa.)- Respondió volviendo a cortar la comunicación con Randy. Eso sí que no me lo esperaba. Su respuesta, directa a la yugular, me dejó pasmado un segundo, así que fue ella la que continuó.- But.. how? ... If you're just a kid!.. (Pero... ¿Cómo...? ¡Si eres sólo un niño!)

- Sí, es cierto, ..pero te equivocas, no quiero solo tocarte. Entonces, además, ..¿qué te preocupa? Vamos Ashley, ..te estás acostando con Ralph y dios sabe con quién más, pues podrías hacerlo también conmigo ¿no? ..

- ¡Yes, yes honney!.- volvía a retomar la conversación con Randy.- ¡Noou!.- y volvía a insistir conmigo.

Decidí cambiar un poco de táctica. 

- Mira Ashley, seamos razonables. Yo no quiero fastidiarte la vida, y que pierdas esa imagen de buena pareja para Randy delante de todos y con sus Padres, ..pero piensa en mí, ..después de verte revolcándote con ese tipo y de palpar tu deliciosa cosita.. ¡la verdad es que ando muy caliente! Anda vamos.. tú podrías, por ejemplo, tocármelo un poco. ..

- W-whats?.- dijo ella, perpleja.- Nou nou sweetheart, ..I'm not angry (no estoy enojada)- le respondía a Randy.

- Ya sabes.- dije yo agitando el puño en gesto inequívoco.- Con la mano, ..mira que te lo he visto hacerlo más de una vez.

Ella no respondió siquiera, me dirigió una mirada de odio, pero yo seguí con los ojos clavados en ella. Notaba que se sentía incómoda, con lo que comprendí que sabía de lo que estaba hablando. Por mi mente pasó la posibilidad de disculparme con ella, de hecho, lo sopesé seriamente, pero el diablillo de mi interior no me dejó, alegando que ésta podía ser una nueva forma de abordar cuestiones de mujeres.

- I'm not angry, ..I'm just desperate to get you back (No estoy enojada, ..solo estoy desesperada porque regreses.)- le explicaba a su noviete.

- También sé que Randy y Ralph le pusieron una trampa a Mamá.

- ... How?- le solté de repente.

- Si, Randy la obligo a ir a la cabaña de Ralph, para que así este la chantajeara con un video comprometedor. Solo para que Ralph ayude a Randy a entrar a su estúpido equipo de futbol. Ya sabes de lo que hablo.- le solté toda la sopa, dejando que se quedara impávida ante mi declaración.

- ¡As you know this child? (¡Como sabes eso niño?)

- De la misma forma que supe lo tuyo.

Ashley terminó la llamada ahora si intrigada por todo lo que mi cabecita pelirroja sabía, ahora se daba cuenta de que yo no era un simple niño estúpido que solo me llamaba la atención las computadoras y jugar con mi celular, que estaba al tanto de todos. No sé a dónde me acarrearía esta declaración, lo que si estaba seguro era que me sentía liberado, por primera vez hablaba con alguien de todo aquello que me sucedía.

- You know more? (Que más sabes?).- me preguntó intrigada.

- Mucho más. Escuché que le dijo que le ayudara a llevar a mi Mamá a su cabaña y él le diría a su Coach que lo incluyesen en el equipo.

- Randy said that? (Eso le dijo Randy?)- ahora tenía toda su atención.

- Randy te usa a ti y a Mamá solo para lucirse con Ralph. No le importa nada, es un miserable. He escuchado como se refiere a ti frente a él y como no le importas en lo más mínimo.

- Así ser Randy, ..you just have to understand. (solo hay que entenderlo.)

- A Randy no le importa nadie, ..solo quiere lucirse ante todo el mundo. Es igual a su Papá.- y baje la voz para no delatarme ante el Sr Montes de Oca que estaba en su habitación.

- ¡You know what happens between Ralph and your mom? (Sabes lo que pasa entre Ralph y tu Mamá?)

- A Mamá no sé qué le pasa, ..desde la muerte de Papá ya no es la misma.

- I understand. (Entiendo)

- Pero eso no importa ahora, ..quieren seguir chantajeándola con ese video. Y seguro que una vez que se diviertan con ella también lo harán contigo. Escuché que le decía que en cuanto entraran al equipo las mujeres les lloverían, ..que se olvidarían de las chiquillas mierdas con las que se relacionan ahora, eso te incluye.

- Eso no ser.

- Estas segura?... Apuesto que si le dijera lo de tú con Ralph seguro ni le importaría, ..tomaría represalias contigo, más a Ralph no le diría nada. Mira, te dejo para que te lo pienses un rato. Estaré en mi recamara hasta que llegue Mamá, ..si no vienes con la respuesta, entenderé que te niegas y obraré en tomar otras consecuencias. Piénsalo, hoy ando muy cachondo, unas cuantas sacudidas con la mano.. y problema fuera.

Y me marché, dejándola completamente confusa, allí, envuelta en sus pensamientos. Salí sonriente del cuarto. Todo había marchado según lo previsto. Algo en mi interior me decía que Ashley iba a aceptar, así que sólo necesitaba presionarla un poco más y me buscaría. Porque claro, eso de que iba a conformarme con una simple paja no se lo cree nadie, pero como excusa, no estaba mal. Me fui a mi recamara y esperé que todos regresara, me tenía con pendiente Mamá sola con aquel desgraciado.

Me la pasé con tranquilidad, esperando, dándole vueltas al plan. Hasta que sucedió algo que yo no esperaba. La rubia salió de la cabaña y se dirigió a la de Ralph. Maldición pensé, y si Ashley pone al tanto a Ralph de todo lo que sabía?, y si todo se descubría?, y si Mamá se enteraba de yo sabía qué? ¡Joder, que hice!. Me levante como rayo y también me dirigí a la cabaña para ver que sucedía. Créanme que iba temblando, como cuando haces una travesura grande y estas a punto de presentarte ante tu Padre que llevaba un cinturón en la mano. Me escabullí entre los arboles hasta acercarme a una de las ventanas, por suerte una de ellas estaba abierta. Me quedé escuchando más no viendo, ya que Ashley seguro que estaría al pendiente de poder verme.

- ¡They are a pair of wretched two, as were able!.. (¡Son un par de desgraciados los dos, no sé cómo fueron capaces!)

- Are you talking about Ashley, what you mean?...(De que hablas Ashley, a que te refieres?)

- That video having, I never thought I'd fall so low...(Al video que tiene los dos, nunca creí que cayeran tan bajo)

- The video, which video?...(E-el video, cual video?)

- ¡Do not be funny Ralph, You know what I mean, that video where your Godmother! (¡No te hagas el chistosito Ralph, sabes a que me refiero, el video donde está su Madrina!)

- Ashley believe me, I lost, that was not what happened..(C-créeme Ashley que lo perdí no sé qué fue lo que sucedió)

- So do not deny.. (Así que no lo niegas.)

- ¡Fue idea de Randy!

- ¡Speak in English fuck!..(¡Habla en ingles maldición!.)

- Randy wants to join the team, ..so I'm going to help, but instead had to borrow her godmother for a while ¡He he he!..(Randy quiere entrar al equipo, ..por lo que yo le ayudaré pero a cambio tuvo que prestarme a su Madrina por un rato ¡He he he!..)

- And after that?, ..think all whores fucking cheerleaders because the stupid we are already a shit..(Y después que?, ..piensan follarse a todas las putas de las porristas porque nosotras las estúpidas ya somos unas mierdas)

- I said nothing about it.. (Yo no dije nada de eso)

- So you agree that Randy told?..(Entonces aceptas que Randy lo dijo?)

- You know Randy and his greatness stupid, ..This so stupid she thinks will be able to join the team so without further (Ya conoces a Randy y sus aires estúpidos, ..esta tan pendejo que piensa que va a poder entrar al equipo así sin más)

- ¡For you it'll help!...(¡Pues tú lo vas a ayudar!)

- This fucking, ..first because they are about to expel him from the faculty. You know it. It is an asshole..(Esta jodido, ..primero que nada porque están a punto de expulsarlo de la facultad. Tú lo sabes. Es un pendejo)

- Because you cheat that way.. (Y porque lo engañas así?)

- One because it makes me laugh the crap you think, ..and two because this rebuena his Godmother ¡He he he!.. (Uno porque me dan risa las estupideces que piensa, ..y dos porque esta rebuena su Madrina ¡He he he!..)

- ¡You're a Ralph garbage, like Randy!, ..but hear me trash, you and Randy's going to pay me. I'll tell him all the things you've said about him, and as you laugh at their stupidity, ..good couple of friends are, fucking the bride and Godmother, are rubbish... (¡Eres una basura Ralph, al igual que Randy!, ..pero escúchame basura, tú y Randy me las van a pagar. Le contaré a él toda las cosas que has dicho de él y como te mofas de lo estúpido que es, ..buen par de amigos son, follándose a la novia y Madrina, son una basura).

- ¡Wait wait, do not say anything!, ..It was the brainchild of Randy...(¡Espera espera, no le digas nada!, ..fue idea de Randy)

- That bastard is going to pay me, ..I'll give where it hurts, and you are going to tell... (Ese desgraciado me las va a pagar, ..le voy a dar donde más le duele y tú se lo vas a contar)

- What you gonna do?... (Que vas hacer?)

- The same thing that makes you two, ..I'm going to fucking the first to see and I'm going to record... (Lo mismo que hacen ustedes dos, ..me voy a follar al primero que vea y se lo voy a grabar)

Y mientras escuchaba lo que alegaban, observé en la mesa el celular de ese estúpido, era mi oportunidad para borrar el video comprometedor de mi Madre, con la cual ese hijo de puta la había chantajeado. Así que mientras Ralph intentaba hacerle entender a Ashley sobre lo que iba hacer, me brinqué por la ventana para apoderarme del móvil. Con sumo silencio lo sujeté e intenté abrirlo, pero como saben este tenía bloqueo de pantalla y mi tiempo era limitado como para jackearlo, por lo que opté por robarle su tarjeta SD, solo esperaba que ahí la hubiera guardado.

Dejé el celular en su sitio y me perdí entre el bosque, afortunadamente cuando metí la tarjeta de memoria en mi celular para checarlo ¡Sorpresa! ahí estaba. La formatee y después se la lancé por la ventana a Ralph, después de todo no era un ladrón. Ya más contentó y relajado, ..relajado porque Ashley no había mencionado nada de mí, regresa a la cabaña para saber que nuevas había traído mi Mamy de la Sra. Montes de Oca. ..

Una vez todos juntos tratábamos de confortar a Beatriz una vez entró a la cabaña, pues aún se sentía devastada pues no quería ni siquiera mirar a su Esposo. Mamá la instaló en la recamara de nosotros e intentaba calmarla, cosa que yo fui a parar a la sala como segunda mano por el momento. Una vez calmada fuimos todos a asearnos y poco después nos sentábamos a comer. Mamá entonces demostró especial atención a su amiga, dejando de a lado a su querido Ahijado y todo aquello, logrando sentarse bastante alejada de él, lo que me tranquilizó un poco, pues conociéndolo seguramente ya proyectaba alguna de sus barrabasadas que le caracterizaba durante las comidas. Quedé situado entre Randy y Ashley al otro extremo de la mesa, a la que por su parte seguía ignorándome, aunque ya no tanto por el enfado sino que simplemente se encontraba seria como pensando en cómo vénganse de su novio desgraciado. Quizás tenía otros planes y no estaba dispuesta a seguir de aquella manera, o a lo mejor no pasaba nada y lo hacía perdonar.

Recuerdo que de primer plato Mamá nos sirvió sopa de algún tipo de pescado. A mí la verdad no me gustaba mucho, pero las cosas estaban muy tensas como para negarme, así que no le hice demasiados ascos y traté de comer. Me disponía a hundir mi cuchara en el plato cuando, repentinamente sentí una mano posándose en mi muslo. La verdad es que no me esperaba aquello, me llevé un susto bastante grande que derramé la sopa de la cuchara, aunque por fortuna toda cayó en el plato, pero aun así no me salvé de una reprimenda por parte de mi Madre.

Pero a eso no le da importancia ya que estaba asombrado. Miré a mi derecha y me encontré con Ashley que respondía algo que le había preguntado Randy que estaba justo a mi derecha al otro extremo de la mesa, mientras su mano derecha se perdía bajo la mesa. Joder era la primera vez que estaba en tal situación, aunque a ella no parecía importarle. Lentamente, su mano subió un poco y se posó directamente sobre mi pene que rápidamente reaccionó formando mi pequeño paquete, el cual había comenzado acariciar con total dulzura. Pude notar cómo una sonrisa de Ashley escapó cuando su mano alcanzó su objetivo y percibió que al menos ciertas partes de mí ya habían crecido.

Por mi parte, estaba muy nervioso y no sabía qué hacer, ahora entendía cuando mi Madre estaba en tal situación. Creo que mi plan estaba dando todos sus frutos, había hecho reaccionar a Ashley y quizás estaba pensando en vengarse de su novio conmigo. Pero claro, yo no soy idiota, y tenía que estar muy alerta de lo que pretendía ella conmigo. En fin en vista de que no podía hacer nada para remediarlo decidí disfrutar un poco. La mano de Ashley me acariciaba disimuladamente la entrepierna, mientras su dueña conversaba con pasmosa serenidad con su suegra y con mi Madre. Yo, en cambio, parecía un poco más tenso, cosa lógica por otro lado, e intentaba tomarme la sopa como si nada pasara.

En ese preciso momento, cuando sentí como su mano se abría paso por mi bragueta para sujetarme la verga y empezar a meneármela me hizo toser y casi derramó la sopa, cosa que hizo que se riera de mí dándome un pequeño coraje. De inmediato me lance sobre ella también, metiendo mi mano por debajo de su faldita, levantándosela para llegar a su entrepierna y acariciársela. Empecé acariciarla la rajita con suavidad haciendo que parase de reír, mientras yo le martirizaba el coñito con mis dedos. Ella hacía lo mismo con mi verga, meneándomela suavemente y dándola a la vez algunos apretones. Lo cierto es que la tenía como un bate de béisbol de dura, deseaba con toda mi alma poder salir de allí lo más pronto posible para follármela a gusto, me estaba muriendo por poder hacerlo, incluso me estaban dando ganas de cubrirla con la manta a la cabeza y clavársela allí mismo, pero para que sueñas Pedrito, eso no sucedía en mi mundo. Afortunadamente logré resistir la tentación como buenamente pude hasta que mi Madre me sacó de mis pensamientos:

- Mi amor te quedarás en el sillón porque Bea se va a quedar conmigo..- me dijo.

- No Mónica, no te molestes, ..mira que puedo buscar otra cabaña.- respondía Beatriz apenada.

- ¡No Bea, como crees, ..no te voy a dejar sola.

- Sí... sí... claro... no se preocupen.- balbuceé.

Mientras le respondía, la miré con expresión de ¿por qué haces esto?, y al mirarla pude notar en su sonrisa que sabía perfectamente lo que estaba pasando, lo que me puso más nervioso aún. Y fue ese preciso momento cuando Ashley aprovechó para darme un buen apretón en la verga. Yo, que no me lo esperaba, no pude evitar dar un pequeño brinco en mi silla, cayéndoseme la cuchara dentro del plato. La sopa salpicó el mantel y me manchó la camisa, organizándose un pequeño revuelo en la mesa.

- ¡Pedrito, se puede saber qué es lo que estás haciendo?.- me amonestó mi Madre.- Ya te he dicho que no estés con el celular en la mesa. ¡Mira cómo te has puesto! ¡Pareces un niño pequeño!

Mientras me regañaba, Mamá tomó una servilleta de la mesa, y mojándola en una copa de agua, procedió a limpiarme las manchas de la camisa. Naturalmente, tras organizar el desastre, la mano de Ashley se había retirado con anterioridad de mi entrepierna, pero mi erección seguía allí. Y precisamente eso fue lo que se encontró mi Madre mientras limpiaba las manchas de mi ropa.

- ¡Oh!.- exclamó quedamente.

Se quedó momentáneamente paralizada, pero reaccionó enseguida, volviendo a la tarea de limpiarme pero ahora sin regañarme por lo torpe que era y quedándose callada. No sé si lo habría notado o simplemente eran mis suposiciones, o quizás había notado las disimuladas miradas entre Ashley y yo, la cual ahora sí se mostraba avergonzada, consciente de que casi nos cachan. La que se lo pasaba en grande era el Jr, que nos miraba con expresión divertida, sin saber el pendejo que era lo que ocurría. Afortunadamente ya no pasó a mayores y yo terminé por limpiarme solo, y poco después reanudábamos el almuerzo sin que se produjera ya más ningún nuevo incidente, sobre todo porque mi Madre no nos quitaban ojo de encima. Ni que decir que aquella comida se me hizo eterna, con una dolorosa erección en los pantalones que me costó mucho calmar. ...


Continuara brevemente........... ATTE: Pedrito Tapia.

MI MADRE Mónica.......... Capitulo (52)
“Dulce regreso.”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com.