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jueves, febrero 10, 2011

Capitulo (7)


© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (7)

“Mi Madre me salvó de la expulsión.”


Mama después de esos días no dejaba de pensar. Fernando la había usado y tratado como una puta para cerrar los negocios, se encontraba muy pálida y se había preocupado por ella y su vida más adelante. Había llamado en reiteradas veces al médico para que la checasen, asegurarse de que no había agarrado una enfermedad. Pero lo cierto es que las imágenes de aquellos hombres follándola en su propia cama, con aquel atuendo embarazoso, con aquellos artilugios, no paraban de reproducirse en su mente una y otra vez, sumergiéndola en una aureola de confusión letal que le acrecentaba los nervios.

No sabía cómo actuar si ese desgraciado volvía aparecer, como evitar que siguiera usándola como una cualquiera, preferiría que todo siguiera su curso. Su hijo, doce años siquiera, se horrorizaba con la idea de que yo pudiera enterarme de ella. Su Mamá envuelta en una relación sentimental con el socio y amigo de su Padre, prestándose a las fantasías pervertidas de ese ser. Jamás se perdonaría que su hijo se enterase, se decía. Y las guarrerías que estaba permitiéndole hacer. Ella jamás había hecho esas cosas con su Marido, jamás le había hecho una mamada, jamás lo habían hecho como los perros y mucho menos usar ese tipo de artilugios para el placer. Guardó todo en una cajita bajo su cama, incluyendo esa aberracidad de consolador con cola de caballo. ¿Quién en su sano juicio se le habría ocurrido inventar algo como esto? se preguntaba mientras lo observaba y alisaba el cabello del plug.

Mamá en su matrimonio fue más tradicional, con las posturas habituales, sin mucha fogosidad, salvo el amor indiscutible que le tenía a mi Padre. Fue una mujer que siempre se dio a respetar, que deslumbraba por su belleza, por su porte. Pensaba que esas cosas que le estaban sucediendo ahora sólo se daban en las películas pornográficas más perversas, pero entendió que era una ingenua. Cerró los ojos rememorando la figura de aquellos hombres alrededor de ella, manoseándola por todas partes, y resopló ante un inesperado agobio que enardecía su sangre. Ella siempre hizo el amor con su Marido de forma pasional, y de buenas a primeras se encontraba con esas situaciones extremadamente perversas. Y por desgracia para ella el morbo es traicionero, puede llegar a escandalizar o puede atraparte con sus poderosas sensaciones. Todo depende de la situación psicológica en la que te encuentres.

De pronto se reconoció a sí misma encontrarse excitada, simplemente con recordar y tocar esos artilugios que le causaban miedo. En esos momentos deseó que su Marido estuviera vivo para desfogarla, para expulsar esa sensación violenta que la avasallaba. Se pasó la mano por el cuello. Se encontraba ya sudando. Necesitaba sofocar esa emoción lujuriosa y repentina. Estaba yo seguro que quizás en su adolescencia se había masturbado alguna que otra vez, pero desde que se casó con Papá jamás había vuelto, o eso creía. Quizás ahora era una buena forma de apartar los malos pensamientos y además nadie lo sabría, sería un gesto íntimo, aunque sabía que lo haría inspirándose en la escena de aquella ves. Caminó hacia su baño y al entrar se paró frente al espejo, se sorprendió ella misma al verse sonrosada, figurándose de nuevo rodeada de aquellos desconocidos hombres, en aquellas posturas tan extrañas. Necesitaba masturbarse cuanto ya, pero entonces escuchó pasos por el corredor y, nerviosa, se puso a colocar el joyero de la cómoda. Enseguida yo irrumpí al instante en su habitación como me era habitual.

- Hola, Mamy, ¿qué haces?..

- E-estaba recogiendo, y guardando algunas cosas.- contestó con la voz temblorosa y las mejillas sonrosadas.

Sin querer aún estaba sobre su cama aquel atuendo de cebra de tela elástica. Lo observé de cerca. El tejido era elástico de cuerpo entero, un tejido que perfilaba su silueta a la perfección, con cordones solo en los hombros y rayado, con la abertura en la entrepierna bastante morboso. Con solo recordar a ella portándolo me empalmé enseguida. Se miraba tan exquisitamente sensual. Mamá también me miró mientras yo lo observaba. Reparó enseguida en que iba a preguntarle por ello.

Mamá me miró, envuelta en una sonrisa espasmódica propia de los nervios. Me acarició el cabello por detrás con una mano y me pellizcó cariñosamente la barbilla con la otra, mirándome tiernamente.

- ¿Estás bien?..

- Extraño a mi Padre.

- Yo también lo extraño cariño, pero tenemos que seguir, ..ahora ve a jugar que yo tengo que arreglar todo esto.

- Si, Mamy.


Los días pasaron y Fernando afortunadamente se perdía por semanas sin saber nada de él. Otra vez nuestra vida volvía a ser la misma. Mi Madre se había recuperado por completo aquella horrible noche con los guaruras de Yojimoto. Volvía a usar sus mallitas y jeans ajustados cómo siempre. Un Sábado por la mañana mientras yo jugaba con mi patineta salió a correr cómo todas las mañanas. Cuando la vi me quedé perplejo, se había puesto unos shorts jeans viejos pero muy cortitos y bastante apretados. Se le miraba todo gastado y desalichado, le llegaba justo apenitas debajo de sus glúteos, que por su enorme trasero se tragaba parte de él. ¡Nunca le había visto algo así!, me imagino que había tomado uno de sus jeans viejos y les había cortado las piernas haciéndolos shorts, pero a este se le había pasado la mano, ¡Estaba muy cortito!, estoy seguro que si se agachaba mostraría partes de sus cachetes y por enfrente se le dividía la entrepierna de lo tan ajustado que le quedaba. No podía creer que Mamá saliera así a correr por la calle, ¿pero que le pasaba a la Sra. Tapia?..

Deprisa quise ver cómo pondría a todos los hombres de la cuadra cuando la vieran pasar por la calle con esa tremenda prenda. Primero esperé a que Mamá se alejara unos pocos metros para seguirla en mi patineta. Se miraba tan preciosa con su pelo recogido en una coleta y su playerita a medio abdomen. Ella iba brincando alegremente con su trasero moviéndose para todos lados. Lo que sea de cada quién mi Madre se miraba espectacular, ese par de piernas largas y torneadas hacían voltear a cualquier persona del sexo opuesto, casi hace que hubiera un accidente entre dos vehículos, pero ella cómo siempre llevaba su reproductor portátil y no se enteraba de nada de lo que ocurría a su alrededor.

En eso, vuelvo a ver cómo el desgraciado Joaquín que ya la esperaba escondido desde unas cuadras adelante, sale de entre los árboles y la toma de cintura metiéndola detrás de una casa, me imaginé que nuevamente el caliente jardinero intentaría abusar de ella. Así que rápidamente le di vuelta a la casa y me situé aún costado viéndoles de frente tratas de otra cerca.

- ¡Que bárbara Sra Tapia, ..cada vez que la veo se ve usted más espectacular!!- le dijo el jardinero recorriéndola con la mirada.

- ¡Suéltame Joaquín, ..quítame tus cochinas manos de encima!!- le dijo en cuanto logró soltarse de este.

- ¿Pero qué le pasa ahora Señora?, ..qué, ¿apoco ya se olvidó de esta verga que tanto la vuelve loca?..- le dice, y nuevamente sujetándose el paquete.

- ¡Déjame en paz, Joaquín, ..suéltame o empiezo a gritar ..- le dijo Mamá bastante furiosa.

- No te pongas así Mónica, ..mira cómo me has puesto nomás al verte con ese jeans tan ajustados.- el pervertido jardinero se bajó el cierre de su sucio overol y sacó su tremenda tranca bien erecta, llena de enormes venas punzantes.


- ¡Suéltame asqueroso, ..no volverás a ponerme las manos encima, eso que te quede muy claro.- le gritó dándole un manotazo.

- ¡Ja ja ja!.. No te hagas la decente conmigo Mónica, ..si por dentro te estás muriendo por sentirla otra vez.- le dijo el desgraciado riéndose del enojo de Mamá.- la última vez la pasamos muy bien en aquel callejón.- agregó con su sonrisa burlona.

Joaquín en un movimiento rápido tomó la mano de Mamá y la bajó a su entrepierna e hizo que se la agarrara. En eso, Mamá que tanto renegaba ni se quejó, es más no la soltó. Se quedó inmóvil sintiendo las palpitaciones de esa poderosa tranca. Un escalofrió me recorrió el cuerpo de nuevo por lo pasado.

- Ya ve Señora, ..para que se hace la difícil, si de lejos la pide a gritos ¡Ja ja..

Mi Madre parecía ida sintiendo ese trozo de carne dura y ardiente punzando entre sus delicados dedos. Yo, por un momento temí que mi Madre volviera a perder la cabeza y de nuevo se convirtiera en aquella hembra ganosa, que se dejaba dominar por su cuerpo y por aquellos hombres que le hacían expulsar esa desconocida mujer que llevaba dentro. En eso veo que ella, esperando el momento adecuando, cuando Joaquín estaba gozando, le dio un fuerte pellizcó dejándolo bien adolorido y de rodillas, el pobre pendejete se retorcía en el suelo mientras mi Madre ya valentonada y le decía:

- ¡Vuelve a tocarme infeliz y te aseguro que te ira peor, ..he estado grabando tu maldita voz desgraciado. Si vuelves a tocarme te acusaré de acoso sexual, ..a ver quién gana ahora maldito..

¡Mi Madre había aprendido de los chantajes. Con su reproductor portátil había grabado la voz del jardinero, ..si lo tenía todo planeado, sabía que con esa ropa tan provocadora rápidamente llamaría su atención. ¡Qué orgulloso estaba de mi Mamy ahora!, de ahora en adelante no se dejaría tocar tan fácil. Con una sonrisota salió corriendo moviendo con alegría su trasero, sintiéndose aliviada de haberse quitado uno de sus captores.

Miré entonces cómo se quedaba Joaquín retorciéndose del dolor mientras su diosa se alejaba moviendo su prominente trasero con mucha alegría. Yo estaba contento, al fin Mamá había aprendido de sus errores y ahora podría cuidarse sola. Que feliz estaba por ella y por mí al sentirme aliviado. Regresé a la casa alegremente esperando nunca ver más a ese desgraciado.. cuando de pronto, miré estacionado frente a la casa el vehículo de mis tíos, ellos venían llegando cuando Mamá estaba por entrar a la casa. Ella volteó a saludarlos con algo de pena en su rostro por las prendas que llevaba puestas. De pronto se bajó mi tío Carlos, tragándosela con la mirada como solía hacer siempre que la veía. Pero ahora más y con tal razón al observar a su despampánate Cuñada vestida con esos insignificantes trapos. Mi tía Cesy se quedó admirada por la vestimenta de su hermana.

- ¡Mónica, ..¿p-pues de dónde vienes?, ¿y con esa ropa?.. Te va a entrar un aire hermanita ¡Ji ji ji!..

- ¡Eh, esté, ..¿porque no pasan a la casa?, luego te cuento. ¡Ji ji ji..- dijo bastante apenada.

Ambas se dirigieron hacia el interior de la casa. Mi tío Carlos las seguía con la mirada a distancia, especialmente al caminando de aquellos ajustados shorts que parecía estar tensionados al máximo por aquellas macizas carnes. Fijándose en cómo contoneaba la cadera y cómo se movía ese trasero que tanto a lloraba. Qué buena está mi cuñada, casi le leí el pensamiento, qué polvo tenían. Como ya recordaran mi tío siempre estuvo enamorado de mi Madre, era un tipo grosero y simplón, con un sentido muy malo para decir sus chistes. Las dos hermanas entraron a la casa mientras que mi tío sacaba la carrucha del bebé, en eso llegué yo para ayudarlo porque lo que traía se veía pesado.

- ¡Que pasó, Pedrito, ..¿jugando con la patineta?..- me saludó mi tío.

- Si Tío, ..andaba dando una vuelta por ahí.

- ¡Qué bien, ..oie, tengo una motocicleta preciosa en el garaje de la casa. ¡Si quieres sólo tienes que decirle a tu Mami que te lleve a nuestra casa y te la prestare para que la manejes, ..ahora que tu tía Cesy se va de vacaciones con tu abuelita, seguro que tendré tiempo de enseñarte a usarla.

- ¡Eh, esté, ..gracias tío, lo pensare después.

Si cómo no Tío, pensé entre mi dientes. Entramos en la casa cargando esa pesada carreta cuando ya las dos hermanas están platicando en la sala. Mi tío se acomodó detrás de mi tía Cesy para poder observar con mucha comodidad las largas piernas de mi Mamita. Ella, inmediatamente notó su mirada y lo único que podía hacer era cerrar lo más que podía sus piernas, en eso quise dejarlos solos ya que tenía una tarea pendiente que hacer. Me levanté y les dije que estaría en mi cuarto por si me necesitaran para cualquier cosa, que muy amablemente mi tía me dio un beso para despedirme.

Subí a mi cuarto y encendí mi PC para hacer mis obligaciones, cuando en eso me llegó un extraño presentimiento. Sabía dentro de mí que algo iba a pasar, que seguramente mi tío buscaría algún pretexto para quedar a solas con mi Madre. Prendí los monitores de la sala y la cocina para no perder detalle mientras empezaba mi tarea, de vez en cuando volteaba a observarlos pero todo parecía muy tranquilo y normal.

En eso, que empieza a llorar mi nueva primita, mi Madre dijo que la durmieran en su recamara, que ahí estaría más tranquila. Ella quiso ayudar a mi tía Cesy pero esta le dijo que no se preocupara que lo haría sola. Cuando en eso, escucho los pasos de mi tía Cesy subir por las escaleras en dirección a la recamara de mi Madre, enseguida volteé para el monitor de la sala dónde mi tío y mi Madre se habían quedado solos. Rápidamente mi Tío tomó la iniciativa.

- ¿Mónica porque no has ido a visitarnos? ..¡Qué bárbara cuñadita, tú cada vez más buena.- mi Tío se puso de pie de dónde estaba y se sentó cerca de mi Madre, que de inmediato ella se quiso quitar de ahí, pero mi tío la volvió a sentar de un jalón en el brazo.

- ¡Suéltame, Carlos, ..Cesy nos puede ver!!

- Sé que me has extrañado, después de todo aquello que hicimos.- le dijo cambiando ampliamente el rostro.

Mamá empalideció de repente. Le acariciaba los cabellos y la barbilla.

- Yo.. Fue un error… yo, no andaba bien aquel día.

- No pasa nada, Mónica, ..ya sabes, cuando quieras desahogarte, háblame. Sólo es un juego.

- Pero si eres el Esposo de mi hermana, ..Carlos, no está bien… te pido que lo olvidemos, si? ..

Pero a mi tío ya no le importaba nada de lo que le dijera Mamá, parecía que estaba muy excitado, seguramente lo había puesto muy caliente con ese tremendo shortcitos que llevaba puesto. Rápidamente y sin importarle nada metió una de sus manos entre los blancos muslos de mi Madre sintiendo sus delicadas carnes, haciendo que ella diera un brinquito y volteara hacía las escaleras observando que no regresara su hermana.

- Mónica, tienes unas piernas hermosísimas, ..y no celulíticas cómo las de tu hermana.- bajó una mano y la recorrió por sus piernas.

- ¡Por favor Carlos, suéltame, ..a-aquella vez fue un error. ¡Nunca debió de ocurrir..

- Siempre me has gustado Mónica.- le soltó ante su asombro-, siempre he estado enamorado de ti. Sé que me deseas, es algo que no se puede remediar. Sólo es un juego. No hay de qué preocuparse. Es algo natural. Tú eres una mujer muy guapa.- le dijo ahora acariciándola por las mejillas-, y sé que te sientes muy sola. Seguro que te has excitado recordando cómo lo hacíamos-, Mamá le miraba seria, notando cómo los dedos de su cuñado le enredaban el cabello y como la otra mano se deslizaba por su cuello-. Seguro que te han entrado ganas de repetirlo.

Metió los dedos entre sus piernas, rozó su sexo y luego se los pasó por la nariz.

- ¡Aah. .

- Mhm.. calientito y con ese aroma… que me muero…

- C-Carlos, acabas de tener una niña, ..tu mujer está allá arriba por dios.- dijo con temor.

Pero mi tío ya no razonaba en nada. Se chupó los dedos, le mordió la boca y levantó una ceja con sorna.

- Dime..- le susurró en la oreja.- ¿A caso no te ha gustado lo que hicimos? O.. todavía usas esos juguetitos tan ricos que te metes en tus sitios…- lamió su oreja.

- Carlos..

Mamá intentó zafarse de él pero apenas la dejaba moverse. La pasó la mano por debajo de la camisa y acarició su pecho con suavidad.

- Sé que desde aquella vez no has follado. (si supiera).- murmuró.- No quieres quitarte esas ganas.. Se me pone dura solo de pensarlo…

- ¡Carlos!..

- Voy a romperte en dos como en aquella ocasión.- canturreó.- y vendrás a buscarme porque te gusta cómo te enculo.. mi preciosa muñequita.. te quiero con toda mi alma.

Volvió a deslizar la mano por entre sus muslos y acarició su entrepierna con suavidad.

- Te lo aseguro..- continuó.- Cesy se irá de vacaciones con tus Papás.. vendré a follarte..

- Carlos, deja de..- clavó sus dedos entre la rajita que hacía el ajustado short y su vagina. Mamá abrió los ojos con gesto de sorpresa.

- Te lo pasarás tan bien, ..te haré ver las estrellas de nuevo. Cuando vuelvas a sentir mi garrote hasta dentro.- dijo mordiéndose los labios.

- Carlos…- jadeó.- déjame… Carlo déjame.- repitió con tono aflautado.

- ¡Mhm.. Que rico se siente ahí abajo, ..bien calientito, como me gusta. A ver, ..déjame ver si no traes otro juguetito ahí dentro.

Cuando mi tío metió toda su mano por debajo de sus shorts, por medio de las piernas, mi Madre se levantó cómo resorte y le dijo que se alejara, pero mi tío la agarró de sus dos cachetes y la acercó a su pecho. Con sus manos tomándola de las costuras deshilachadas trataba de enterrarle más el ajustado jeans haciendo que los cachetes de Mamá salieran hacía afuera y la tela se le incrustara más en la cola.


- ¡Por favor, Carlos, ..puede venir tu Esposa! ¡Mi Hermana!! ..

- ¡Maldición, ..está bien, te dejaré tranquila. Pero me vas a tener que compensar más tarde.- le amenazó.

Soltó a mi Madre dejando que se reacomodara la ropa y se la sacara los jeans de entre las nalgas. Y mientras ella trataba de sacarse el shorts que traía retacado en la cola a modo de calzón chino, él se acomodaba el terrible bulto que llevaba incomodo en su pantalón. En eso estaban, arreglándose cuando bajó mi tía de la recamara.

- ¡Ya dormí a la bebé, ..es muy inquieta. Igualita que su Padre ¡Ji ji ji!..- bromeó mi tía sin imaginar en lo que pensaría mi Madre.

- Si, me lo imagino.- dijo con una sínica sonrisa.

Mamá se sentía muy incómoda con esa prenda, sentía los ojos de mi tío devorarla a cada momento, así que decidió subir a su cuarto a ponerse algo más cómodo. Mi tío se sirvió unos tragos del servibar mientras veía cómo las nalgas su exquisita cuñada se alejaba botando por las escaleras, mientras que la ingenua de mi tía miraba los retratos y reconocimientos de la pared.

- Que importante era mi Cuñado, ..¿verdad Carlos? ..

- ¡Naah! ..- dijo a modo de burla y envidia.

Mi tío siempre le tuvo recelo a Papá, tal vez sería por su dinero y porqué era el hombre de mi Madre, además que no se llevaban bien por lo mismo. Cuando mi Madre bajó de su recamara traía una especie de traje muy elegante, la falda rosa era por debajo de la rodilla con vuelo mientras que el saco llevaba algo de escote, pero aun así se miraba muy sexy.

Estuvieron hablando de mil cosas toda la tarde, mi Tío estuvo muy calmado toda la mañana mientras ellas charlaban, él seguía tomándose más y más copas de licor de mi Padre, (eso era una de las cosas del porqué no le agradaba a mi Padre, su desfachatez y confianza) Cuando de repente se escuchó llorar de nuevo a la bebé en la habitación de Mamá, deprisa se levantó mi tía dejándolos solos en la sala nuevamente. ..

- Mónica, me pones al mil nomás al verte.- volvió a insistir.

- Por favor, Carlos, ..no empieces de nuevo.- le respondió Mamá volteándose para otro lado.

Pero mi tío ya se encontraba ya desinhibido por el alcohol que había ingerido, se paró de repente y se acercó a mi Madre con su aliento a alcohólico. Ella trató de quitarlo con sus manos pero él ya le estaba metiendo la mano por debajo de la falda. Mi Madre sólo trataba de bajar su falda ya que él se la subía del todo. Se puso a besuquearla por el cuello y sus manos bajaron al culo, sobándolo por debajo de su falda.

- ¡Me pones a cien con sólo verte.- le decía.

- ¡No Carlos, ..déjame, Cesy no tardara en bajar. ¡No, por dios, no. ..

Bruscamente, mi tío la giró sujetándola por los hombros y la puso contra la pared. Se pegó a ella. Mamá pudo sentir el bulto de sus genitales aplastado contra su trasero. Le metió las manos bajo la blusa, abordando sus tetas para exprimirlas rabiosamente. Con la mejilla pegada en la pared, notó que le levantaba el cabello y sentía sus labios en la nuca.

- Quiero estar todo el día follándote, Mónica..

- C-Carlos, por favor, tu esposa, no es el momen..

Le dio un violento tirón a su vestido subiéndoselo de golpe hasta la cintura. Sus braguitas quedaron al aire. Agarró con fuerza las bragas negras que llevaba y se las bajó con la misma rudeza, dejando expuesto su culo grande y blando. Mi tío se acomodó el bulto al frente dentro del tejano y flexionó un poco las rodillas para dirigir la paquete a los bajos del culo. Le dio un repegón tan fuerte que la aplastó contra la pared, pegándola entera, pegando la pelvis y aplastando las nalgas del culo. Mamá gimió ante el manjar sexual. Notó de nuevo las manos en sus tetas mientras le fregaba el bulto en las nalgas. Yo no lo podía creer, todo eso sucedía abajo en nuestra sala mientras mi tía Cesy cuando a su niña sin imaginar.

Me levanté temeroso y abrí la puerta de cuarto con sigilo para asomarse. Les vi al fondo de la sala, junto a la pared de la escalera, de perfil. Mi Madre de cara a la pared, con su vestido arriba y las bragas bajadas hasta las rodillas, tras ella mi tío Carlos restregando su enfurecido miembro con dureza, asestándole fuertemente con la pelvis en el culo. Pudo ver las manos de mi tío bajo la blusa acariciándole los pechos mientras le decía no sé qué tantas cosas en el oído. Pude distinguir su bulto embravecido clavado entre las nalgas de mi Madre, la enorme silueta de su verga se introducía en la raja del culo. Ella se quejaba, con los ojos abiertos y la boca muy abierta. Mi tío se dedicaba a olisquearle el cabello y babosearla por el cuello.

- ¡Ya no aguanto más Mónica. ¡Mira cómo me tienes..

Se separó un poco de ella enseñándole el tremendo bulto que ya se notaba un manchón de humedad en la punta, su tremenda tranca parecía querer romper la ajustada tela, se miraba a punto de explotar, como si quisiera saltar de la prisión dónde se encontraba. Mi Madre se volteó hacía otro lado rehusándole, pero mi tío se sacó la verga sin impórtale nada y se lo restregó en las nalgas.

- ¡Siéntelo, ..mira cómo lo pones. ¡Míralo!- le decía mi tío apretándose el pene para que resaltaran las venas.

- ¡Por favor Carlos, no ..¡Quítame eso, no.. no tarda en bajar Cesy.

- No me importa, ..ven a la cocina. Sólo quiero que me lo acaricies un rato.

- ¡Estás loco, ..yo no voy a ningún lado, ¡déjame en paz Carlos!- y le empujaba

Pero mi tío no tenía límites, y no se iba a quedar con las ganas. La agarró de la mano y la condujo hasta la cocina. Mamá se dejaba llevar para no levantar un escándalo y alarmar a su hermana. Ya ahí, le volvió a subir la falda dejando a la vista ese bello conjunto negro de encaje muy coqueto. Mamá por más que quería quitárselo de encima no podía, mi Tío era más fuerte. Tomó un cuchillo de la mesa y le trozó los costados de la pantaleta... y de un fuerte jalón se quedó con la prenda íntima en las manos.

- ¡Noo Carlos, NOO!! ..tu mujer, Cesy nos puede ver.- volvió a insistirle.

- ¡No me importa ya más nada Mónica, ..me encantas y me muero por tenerte.- le dijo con cara de depravado.

- Carlos, esto no está bien.

Mamá tardó unos segundos en reaccionar, aún sorprendida por su ataque, y para cuando intentó defenderse ya era demasiado tarde. Mi tío era más fuerte, y además había colocado su cuerpo entre sus piernas, dejándolas inservibles para cualquier acción defensiva; y por mucho que intentara apartarlo con los brazos, no podía. Enseguida él empezó a besarla cómo loco, forzando su lengua en su boca, a lamerle cara y el cuello, a magrearla frenéticamente por las piernas, cintura, pechos y todo lo que se encontraba, cómo si intentara palpar todo su cuerpo a la vez. Ella por su parte, sus intentos por zafarse de las garras de su cuñado eran cada vez más débiles. Lo excitante de la situación, lo caliente que estaba su cuerpo tras semanas de desatención y, por qué no decirlo, el morbo de estar con su cuñado en la cocina, estaban derrumbando sus defensas; unas defensas que sucumbieron definitivamente cuando en un hábil movimiento, mi tío le volvió a levantar la falda y en un rápido movimiento le incrustó dos dedos en su húmeda y palpitante vagina.

- ¡Noo Carlos, ..Cesy, ¡Ahhhhh!!- Mamá ante la repentina penetración soltó un leve gemido.


Mi tío la empezó a dedear a un ritmo infernal, casi con violencia, al tiempo que le iba diciendo guarradas al oído. Mi Madre estaba completamente ida, inmersa ya en las oleadas de placer que estaba sintiendo que ni al día de hoy estoy seguro que podría decir que le dijo exactamente. Su cerebro estaba en otra parte, más pendiente de las sensaciones que recibía allá abajo. 

- Relájate, quiero relajarte. Inclínate.

La curvó hacia la mesa y plantó las manos en la madera, mirando al frente. Su Cuñado se arrodilló tras ella y comenzó a observar el panorama. Pasó las manos por las caderas sintiendo su suavidad, en lo alto de los muslos. Le dejó la falda arrugada y ajustada en la cintura y a continuación con la misma lentitud, fue descubriendo su culo grande, de nalgas blancas y abombadas, con una raja grande y con una almeja jugosa entre las piernas, un chochito muy bien depilado, con una vulva pulposa muy rica. Mi tío quedó electrizado, dedicó unos segundos a admirar aquel panorama, un chocho tan jugoso y unas nalgas blancas y carnosas. Después le pasó las palmas por las nalgas a modo de caricias y acercó la cara para olfatearle el culo, rozando la punta de la nariz por toda la raja.

- D-déjame Carlos.

Mamá percibía su aliento y cerraba los ojos atrapada por el placer, aunque con el temor sin dejar de hostigarla. Tenía un ano pequeño de un tono rojizo, con esfínteres muy suaves. Le olió el culo varias veces rozando la nariz por toda la raja y después alzó la mano derecha para acariciarle el chocho, siguiendo la línea de la raja con suavidad, con todas las yemas, presionándolo levemente. Mamá se mantenía inmóvil ante las caricias. Comenzó a lamerle el ano al mismo tiempo que le manoseaba el chocho. Le pasaba la lengua despacio por encima del orificio, llegando casi hasta la rabadilla. Enseguida se aceleró la respiración de Mamá. Notaba el paso húmedo de la lengua de su Cuñado y cómo se incrementaba el ardor de su sangre.

Le separó los labios vaginales con ambos dedos y le agitó la lengua en el fondo, como si fuera la lengua de una víbora, provocando un escalofrió en ella, porque meneó todo el culo sobre la cara de su Cuñado.

- Aah… Carlos… Déjalo… Por favor… Esto no está bien…

- ¡TChsss… Relájate Mónica, ..no estamos haciendo nada malo… Qué chochito tienes, desgraciada…

Le lanzó un escupitajo y Mamá contrajo el culo ante tal sensación. Mi tío le esparció la saliva por toda la rajita con la yema del dedo y después continuó lamiéndoselo. Le abría la raja constantemente y le manoseaba las nalgas con las palmas, alucinado ante el manjar que tenía para sí. No debió pasar ni un minuto cuando explotó en el orgasmo desenfrenado, sintiendo casi que se iba a desmayar de placer. Afortunadamente mi tío Carlos estuvo hábil y justo en el momento que se corrió juntó su boca en la vagina de ella, tragando todo lo que hubiese salido de su rajita. Mamá tuvo que taparse la boca si no hubiera sido un grito atronador que hubiese expuesto lo que hacía en la cocina.

Mi Madre estuvo unos segundos con los ojos cerrados, la cabeza recostada en sobre la mesa, intentando calmar su ritmo cardíaco, cuando en eso mi tío habló de nuevo. 

- ¡Eres mía, Mónica!- Mamá abrió los ojos y allí estaba su cuñado Carlos, a unos centímetros de su rostro, exhibiendo una sonrisa triunfal con los labios brillosos de su corrida y mirándola con exaltación y gozo.

- ¡Chúpamela un poquito, por favor…

Mamá ya no tenía fuerzas para responderle, ni para negar sus palabras. Se había propuesto transformarla y mediante las caricias, el morbo y los comentarios, lo estaba consiguiendo. Su forma de ver el sexo ya había cambiado, su cuerpo se estimulaba con situaciones y seres que meses antes le hubiese parecido una locura y, tras lo que acababa de suceder, parecía que no iba a haber vuelta atrás, para horror de la hermosa y perfecta Sra Tapia que era y para alegría de la zorra que estaba despertando.

Mi tío se apartó un momento para verle el rostro, mi Madre respiraba aceleradamente, y al no sentir su agarre ella se fue de bruces contra el suelo. El orgasmo había sido tan fuerte que sus piernas aún flaqueaban. Mi tío se rio por lo ocurrido y, tras sostenerla fuertemente, la puso de pie agarrándola fuerte del pelo la fue bajando hacía el piso con cuidado, estrellándola en el filo de la mesa. Sin soltarla de la melena, haciendo que mi Madre terminara de rodillas. 

- A partir de hoy eres una puta, ..¿eres mi puta has entendido?, y me servirás cómo tal. Vas a satisfacer todos mis deseos, ..a cumplir todas mis fantasías. He soñado con cogerte nuevamente, pero ahora en tu cocina ¡Ja, ja, ja..


- Vas a chupármela, cariño.

Sin importarle nada sostuvo la cabeza de mi Madre mientras se soltaba el cinturón y se bajaba el cierre de su pantalón. Mi Madre vio de cerca cómo su pervertido cuñado metía los dedos dentro de sus calzoncillos y hurgaba hasta sacar su portentoso instrumento, que por el trascurso de lo pasado ya la tenía bien erecta. Ella trató de rehusarse, de impedir a que su cuñado se la metiera en la boca, pero cuando quiso decir algo, mi tío se lo impidió incrustándosela de golpe.

- ¡NO!! ..¡eso no, Carlggoohhh…!!

Mi Madre se quedó a media palabra cuando mi tío le sambutió la tranca en la boca. Ella por más que quería zafarse este la tenía sostenida fuertemente con las dos manos de su cabeza.

- ¡Oohhh!! Mónica, ..ya extrañaba tus labios.- dijo extasiado.

- ¡Noghh!! ¡pogh!! ¡fagohh!! ...¡Cegggyyyy!!

- No sabía que eras tan puta, chúpamela, vamos, vamos.- se reclinó echándole el cabello a un lado para verla mamar.- ¡Y cállate, ..que no te han enseñado a no hablar con la boca llena.- dijo mofándose.

Ella tuvo que aguantarse y tratar de satisfacer con sus labios al desesperado de su cuñado, mientras que mi tía Cesy, su esposa, atendía a su retoño en la recamara. Mamá había agarrado la verga por la base y la saboreaba con paciencia a modo de helado, deslizando la lengua por el tronco impregnado de líquidos pre seminales. Notaba cierto sabor rancio, mezclado con la amargura del semen, pero ensalivaba aquella tranca con esmero. Yo observaba la escena tras la cámara de la cocina desde mi cuarto. La veía inclinada entre las piernas de mi tío haciéndole una mamada, veía sus piernas abiertas por la forzada postura, fluidos cristalinos embadurnaban los muslos de mi Mamy. Vi que mi tío la obliga a bajar más la cabeza para que le ensalivara los güevos a base de lametones. Mi tío respiraba por la boca, electrizado, abrigado por un desbordante placer. Su flamante cuñada le comía sus güevos ansiosamente. 

Mi tío desbordado por el placer que le regalaba mi Madre, se volvió loco. Con sus dos manos arremetía salvajemente de la cabeza de Mamá que parecía que le quería perforar la nuca. Ella sólo mantenía la boca bien abierta sintiendo cómo esa barra de carne y nervio se deslizaba hasta taponearle la garganta. De la boca de mi Madre salía muchísima baba que iba a parar a sus pechos y la loseta de la cocina.

- ¡Noghh!! ¡Carggos!! ¡Norghh!!- le imploraba como podía.

- ¡Tu solita pues, ..y date prisa que puede bajar tu hermanita y verte ahí, comiendo la comida que a ella le toca.- le dijo soltándola de la cabeza.

Inmediatamente y para evitar que se violentara, Mamá empezó a lamerle la verga, a su ritmo, de arriba a abajo. Mi tío de repente intentaba metérsela hasta la garganta, pero no le entraba. Mamá la abría al máximo y no le entraba. Se la sacó y le dio varios golpes con la verga en la cara, para ver si le ponía más ganas, pero él mismo dudaba que pudiera entrar más de la mitad. Seguía intentándolo, pero lo único que podía era llegar poco más de la mitad. Finalmente, cómo mi Madre no podía moverse hacia atrás ya que estaba repegada a la mesa, la volvió a tomar de la cabeza con las dos manos y le ordenó abrir al máximo su boca. Así empezó a empujar de nuevo.

- ¡Mmmmhhhhhhhhhh!!, ¡gggggghhhhh!!..

Sus gemidos eran cada vez más altos, porque no podía decir otra cosa, pero la verga parecía que se iba abriendo camino en esa garganta tan estrecha. Finalmente entró el capullo y luego fue más fácil. Con el capullo incrustado en la garganta y su lengua rosando la parte baja de la tranca, mi tío empezó a joderle la boca con fuerza, mientras sus gemidos iban aumentando. Él se movía adelante y atrás con las caderas, se dio cuenta que no le daban arcadas, posiblemente la sensación de tener los labios de la boca tan dilatados era mucho más fuerte que las posibles arcadas. Así que empezó a empujar mientras mi Madre seguía intentando chillar con los ojos desorbitados y respirando sólo por la nariz. 

- ¡Mmmhhhhh!!, ¡gggghhh!!..

Increíble pero cierto, se la estaba metiendo entera, porque yo veía desde mi cámara cómo su tranca iba avanzando rápidamente, perdiéndose en su garganta. Finalmente toda esa verga desapareció en la boca de mi Madre. Y así, mientras ellos dos cogían en la cocina, yo podían escuchar cómo mi tía Cesy le cantaba a su retoño tiernamente haciéndolo dormir. Volteé nuevamente a ver el monitor y mi Madre se encontraba sostenida del pantalón de mi Tío siguiendo las terribles estocadas.

- ¡Gloggh!! ¡glugh!! ¡Agggrrrhhh!!..

- ¡Ooohh!! ..¡Qué rico la chupas, Cuñadita.

Mi tío estaba excitadísimo. No creía que fuera capaz su Cuñada de aguantar todo eso. Pero sin que nadie pudiera impedirlo, la cogió la boquita con fuerza, mientras ella trababa de liberarse inútilmente y esos güevos le golpeaban la barbilla. Estuvieron así por unos minutos, cogiéndole la deliciosa boquita a mi Madre, hasta que mi tío sostuvo la cabeza de ella por unos segundos y se la encasquetó hasta los güevos. Mi Madre duró casi medio minuto con la tranca metida en su garganta. Cuando ella notó el capullo hasta el fondo y la falta de oxígeno empezó a intentar toser, pero con su boca totalmente tapada, sólo tosía por su nariz, por la cual empezó a rebosar mocos. 

El desgraciado de mi tío no la soltaba, la estaba asfixiando, le estaban saliendo todos los mocos por la nariz. Mi Madre ya no estaba disfrutando, estaba tratando de respirar, de sus ojos empezó a correr el llanto, sus hermosos ojos azules se ponía rojizos, su cara se llenó de sus mismos mocos, que le salía por la nariz a borbotones. La imagen era increíble. Al cabo de un par de minutos, Mamá dejó de toser y dejó de intentar liberarse las manos de sus ataduras mientras la verga seguía incrustada hasta el fondo en su boca. Y cuando mi tío la notó más relajada, le sacó la verga de la boca. Como le había salido toda su mucosa por la nariz, su cara y la verga estaban llenas de mocos.

- ¡Muy bien, Mónica, ..ahora podrás presumir que te le has comido toda. Lo que nunca pudo hacer tu Hermana ¡Je, je, je!..

Con los ojos llorosos mi Madre escuchaba el grotesco halago, pero sin decir nada, se limpió completamente de sus mismos mocos con los que tenía embadurnada toda la cara. Con el dorso de la mano se frotaba para tratar de limpiar toda esa suciedad de su rostro. Mi tío la observaba de arriba, totalmente agotada, se quedó de rodillas recuperando su aliento, fue entonces que mi tío la levantó y la puso contra la mesa, le subió la falda y metió su cabeza entre sus piernas. Mamá al sentir de nuevo la lengua hurgar en su entrepierna trató de sacarse, pero este la sostuvo de sus dos piernas inmovilizándola. Mi Tío cómo un loco, empezó a degustar el sabor de su Cuñada en la cocina cómo antes se la había vuelto a hacer en su propia casa.- ¡Chomps, ¡Chomps, ¡Chompsss!!

- Parece que a los dos nos encanta en la cocina, Cuñadita ¡Je, je, je!..

- ¡NO!! ..¡ya basta Carlos!. Cesy nos va a.. ¡Aaaahhhhhh!!

Pero desgraciadamente para mi Madre, aquellas caricias la fueron doblegando nuevamente, sintió cómo ese calor le recorría el cuerpo y la empezaba a estremecer, poco a poco se fue olvidando de todo, las terribles lengüeteadas sobre su clítoris estaban haciendo que su cuerpo se relajara. Con sus manos empezó a sobar la cabeza de mi tío aceptando el infinito placer que le daba, ante mis ojos volvía a presenciar a la puta que mi Madre que llevaba a dentro. Esta mañana me orgulleció la manera cómo se defendió contra el Jardinero, pero ahora, se volvía a dejar seducir por mi tío en la cocina, sin importarle que su hermana amamantara al mismo tiempo.

- ¡Aah Carlos, ..e-esto está mal!, ¡Esta mal! ¡Aahhh!! ¡P-para por diosh!!!

La empujó más para que se tumbara en la mesa, bocabajo, con los brazos bajo el cuerpo y la cabeza ladeada, mirando hacia la puerta de la cocina. Mi tío Carlos le mamaba la chocha saboreando cada uno de sus pliegues, haciendo que Mamá bajara todas sus barreras de defensa. Mi tío aprovechando que ya estaba doblegada, la agarró de los tobillos y en un giro le subió inesperadamente las piernas. Mamá cayó tumbada boca arriba con las piernas en alto y la falda en la cintura. Sus tetas se vaivenearon cómo flanes sobresaliendo por los costados y el escote. Mi tío elevó aún más sus muslos hasta que las rodillas casi rozaban los hombros. Tuvo ante sí aquel chocho rosado y abierto con aquel ano tan jugoso.

Le lanzó un escupitajo y bajó la cabeza deslizando la lengua por todo el chocho. Mi Madre gimió como una puta. Ahora su cuñado le escupió en el ano. Con los pulgares le abrió la raja e insertó la lengua para esparcir la saliva. Le humedeció bien todo el culo antes de incorporarse. Luego se escupió en la mano y se embadurnó toda la verga de saliva.

- ¡Aah! ¡C-Carlos, ..¡Ah, sigue, sigue!! ¡Mhmm!! ¡No pares, ya me pusiste cachonda, ¡Mmhh!- exclamó mordiéndose el labio.

No podía dar crédito a lo que estaba viendo. ¡Mamá se estaba ofreciendo como una puta! ¡Peor que eso, le estaba suplicando, que le siguiera lamiendo! ¡Suplicando, como… como si le fuera la vida en ello! Parecía una fulana desesperada pidiendo más. ¡Qué digo, era una fulana desesperada pidiendo placer! Y el cabrón de mi tío, se engrandecía. ¡Como si fuese ya su macho! Claro que en el fondo, eso era lo que él quería. Si no, ¿por qué arriesgar su matrimonio por la aventura? ¡Pedazo de cabrón! ¡Y con mi tía durmiendo a su primogénito! No me lo podía creer… ¿cómo podía ser tan insensible? ¿Cómo podían ser tan insensibles? Las lágrimas debieron acudir a mis ojos, pero no lo hicieron. En vez de eso, en vez de enfadarme con ellos y protestar; me quejé pasmarote viendo como mi Madre de descaraba. En vez de oponerme y salir a evitarlo, me empezó a sobar mi pene, no debía de haberlo hecho, en que me estaba convirtiendo, aún me maldigo por dejarme llevar por mi libido. Pero el mal ya estaba hecho. ..


- Te lo dije Cuñadita, ..si nomás había que buscarte tu lado para sacarte esa puta que llevas dentro.- le aseguraba.

Mi tío se separó un poquito para bajarse el pantalón a las rodillas. Mi Madre aguardaba con el culo al aire y las bragas bajadas por las rodillas. Se bajó el pantalón y también el slip. Luego terminó de quitarle las bragas, lanzadoras para cualquier lado de la cocina. Le separó las piernas y hurgó con la punta de su verga en los bajos del culo hasta que le rozó la rajita, en ese momento Mamá se contrajo ante tal sensación. Mamá emitió un jadeo ante tal sensación.

El glande de mi tío comenzó a recorrer la suave y tierna rajita de su flamante cuñada, de arriba abajo, despacio, saboreándola, tomándose todo el tiempo para disfrutarla. Pronto comenzó a introducirle sólo la punta, con maestría, haciendo que Mamá lo deseara. No se la ensartaba toda, quería que ella se retorciera de placer, que le pidiera que la se la metiera más, que la poseyera, que le llenara el chocho ahí, en la mesa de nuestra cocina. Mamá chillaba como una puta, abriéndose de piernas y apretándose un pecho con fuerza, movía las caderas de forma arrebata de un lado a otro que le hacían difícil a mi tío seguirla con la punta. Ella estaba cada vez más y más caliente, gimiendo cada vez en voz más alta, hasta que la detuvo mi tío.

- Estás bien caliente cuñadita, se te nota.

Y diciendo esto se la clavó entera, hasta que chocaron pelvis a pelvis y se mantuvo inmóvil unos segundos con la verga dentro, como para disfrutar de la presión, pero enseguida comenzó a joderla apresuradamente lleno hacía atrás y adelante con potencia. La mesa chirriaba ante las duras acometidas. Mi tío resoplaba y ella cerraba los ojos. Pero al abrirlos, descubría al marido de su hermana dándole duro. Se miraron a los ojos al tiempo que él la cogía. No pudo remediar los estruendosos jadeos ante el aluvión de placer. Tenía todo el cuerpo perlado en sudor y cabeceaba por la mesa. Cada vez la pinchaba más deprisa, hasta que unos instantes más tarde se detuvo en seco.

- ¡Ooh ¡Cálmate Mónica, ¡Oh ..vas hacer que nos descubran.- ahora era él el que la calmaba.

Cada vez veía que Mamá se movía más frenéticamente, la diestra punta de mi tío estaba llevándola hasta el mismísimo cielo. Su piel blanca se enrojecía, su rostro se contraía en profundas muecas de placer y jadeos llenos de excitación, simultáneamente se apretaba los pechos con fuerza, se las restregaba y se pellizcaba los pezones, ya estaba a punto de reventar.

- ¡OH POR DIOSS!!, ¡Carlooossssss!! ¡Aaaaahhhhhh!!! ..¡Sigueee!, ¡Sigueee!, ¡Sigueee!!

Mamá lanzó su cadera hacía él para tratar de meterse todo de nuevo, lo deseaba completito, estaba ya muy caliente y ya no podía esperar más. Pero mi tío sabedor no quería eso, la quería tener rogando, así, retorciendose de gozo y de placer. 

- ¡Oohh! ... ¡Ohh! ..¡ohhh! ..

- ¡Ahh por dios!! ..¡jódeme Carlos! ¡Hazme tuya, ya cabrón!!- le soltó con rabia.

- ¡No, no, no, Cuñadita, ..antes tendrás que hacer algo por mí..- le dijo y se quedó sin moverse.

- ¡Queé, ..¿d-de que hablas?.. ¿Que no lo vas hacer ahorita?..

- Sabes, la otra vez me dejaste bastante intrigado, ..tanto que no pude dejar de pensar en ello, ¡Ja, ja.. ¡Quiero verte nuevamente con tu juguetito dentro..

- ¿Jugue.. ¡Estás loco, ..aquella vez f-fue un error y-yo.. ¡Yo no quería, me..- intentó explicarle.

- Me encantó verte con ese embonador metido entre tus nalgas, ..me la he pasado pensando todos los días sobre eso.. ¿Que si lo usabas muy a menudo, todos los días?, ¿que si lo llevabas contigo a todas partes? ¡Me estabas volviendo loco..

- ¡Noo Carlos, ..mejor terminemos esto y ya. ¡Así, rápido, ..¿no ves cómo estoy?

- No, Cuñadita, ..si quieres que te coja, haz lo que te digo. ¡Quiero que te untes algo en tu culito.. ¡Quiero que vayas a tu recamara y tomes tu juguetito.. ¡Quiero que te lo coloques con tu hermana cerca.. Luego vendrás aquí para que yo te coja.

- ¡E-estás loco, ..no voy hacer eso.

- Bueno, ..tú te lo pierdes.

Mi tío se guardó la verga en el pantalón y se dirigió a la puerta para irse a la sala cómo si nada hubiera pasado. Yo me sentí tranquilo, finalmente mi Madre no iba a caer bajo las redes de su Cuñado, pero antes de que mi tío saliera por la puerta mi Madre respondió:

- ... Bueno pues.. ¡Lo haré..

Me quedé de piedra ante tal afirmación, ¡Mi Madre iba a ser todo eso.. ¡Se iba a dejar manipular por su Cuñado! ¡Mamá estaba siendo controlada para recibir aquella verga!, ahí fue que me di cuenta que realmente no conocía a mi Madre, por más que quería engañarme, que ella era decente y que todo lo hacía porque la obligaban, me daba cuenta que en realidad a ella le gustaba, que en verdad le encanta la verga. Tristemente llegué a esa conclusión. La muy descarada se dirigió hacía el refrigerador, sin saber que buscaba sacó una barra de mantequilla, y tomando un cuchillo le cortó un trozo. Yo no sabía que pretendía Mamá pero al ver lo que hacía me dejaba más sorprendido. Se subió la falda hasta mostrarle su par de cachetes a su Cuñado, se dobló hacía delante y viéndolo a los ojos se empezó a frotar el ojete con la mantequilla. ¡Todo su ano quedó tapizado del color amarillo de la mantequilla!, ella mostrándole su dedo más largo lo lamio y se lo empezó a introducir haciendo que le entrara bastante mantequilla en su interior, luego con una sonrisa picarona se bajó la falda y se arregló un poco el cabello.

- Ahorita vengo ..¡Cu-ña-dito!

Yo estaba sin habla, sin poder entender, sin poder creer que Mamá se decidiera hacer algo tan descabellado. Observé cómo ella caminaba mientras se arreglaba el pelo y su apariencia sintiendo como la mantequilla lubricaba todo su culito y las nalgas. Subió a su recamara dónde su hermana le cantaba tiernamente a su sobrina, la vio desde la puerta, sudorosa y con sus mejillas rojas cómo tomates.

- ¿Que pasa Cesy?, ..aún no se duerme la bebé.

- ¿No sé qué le pasa?, ..está muy inquieta. Deben ser los cólicos.

Sin que mi tía Cesy sospechara, disimuladamente se dirigió hacía su buró dónde guardaba sus braguitas, lentamente abrió uno de sus cajones y sacó su tapón anal que Fernando le había regalado la primera vez. Lo mantuvo empuñado con la mano izquierda y cuando notó que su hermana no la estaba viendo, lo guardó sobre su mano en la espalda ocultándolo de la vista.

- ¿Porque no le das de comer?, ..creo que tiene hambre.

- Ya lo intenté, pero no quiere.

- Eso ha de querer, ..¿porque no lo intentas nuevamente?, pero no la recuestes mucho.

Y aprovechando que mi tía se daba la vuelta para sacarse el pecho y darle de comer a su hijo, mi Madre rápidamente y a una velocidad que me sorprendió, se subió la falda y se colocó el juguete en su trasero. Cuando mi tía volteó a hablarle, ella ya se había bajado la falda cómo si nada hubiera ocurrido.

- ¡Mira, ya ves, ..no quiere comer.

Mamá estaba llevando la conversación con su hermana mientras que con una mano terminaba de reacomodárselo y movía la cadera disimuladamente introduciéndoselo directamente en el orto.

- ¿Y si lo cargas un poquito?, ..¿a lo mejor tiene gases?- le volvió a decir Mamá para que mi tía se entretuviera.

- ¡Mejor hazlo tú, ..tú tienes más práctica.

- ¡E-espera, no, ¡No! ..

Mi tía le dio el bebé a Mamá mientras que ella luchaba por terminar de ensartar el juguete en su trasero. Cuando recibió al bebé en sus manos se dejó caer de un sentón en la cama enterrándose el juguete en lo más profundo de su intestino. Produciéndole una pequeña mueca de dolor.

- ¡PUUFF!!

- ¿Qué te pasa, Mónica? ..

- ¡E-esta, esta pesadita, ..la niña ¡Ufff!..- exclamó con el plug ya bien enterrado en la cola.

- Si, ..se está poniendo gordita.

Mi Madre se encontró en una posición que nunca se hubiera imaginado, estaba frente a su hermana con su sobrina en brazos, mientras llevaba las nalgas cubiertas de mantequilla y un juguete sexual ensartado en su trasero, eso sin agregar a que su Cuñado la esperaba en la cocina para darle más caña.

- ¡Ve, ..ya se está durmiendo.

- ¡Ya ves, ..ocupaba que su tía la abrazara para que se calmara.- dijo inocente mi tía.

Mi Madre estaba muy incómoda sentada, sentía cómo el consolador hacía presión por las paredes de su intestino mientras soportaba su peso y el peso de su sobrina.

- ¡Toma, ..creo que ya se quiere dormir. Mantente un rato más con el bebé, ..enseguida vendré a platicar contigo. Si se te ofrece algo no bajes para que no la dejes sola ..grita y enseguida te lo traeré.

- ¡Qué bien tratas a tus visitas hermanita, ..vendremos más seguido.

- Está es tu casa, ..les brindaré lo mejor de mi ¡Ji ji ji..- respondió la muy hipócrita.

A mi Madre se le había acabado la vergüenza, mira que hablarle en doble sentido a su propia hermana, dejarla cuidando a su sobrina para que ella se echara un polvo con su Cuñado en la cocina. Mi Madre estaba perdiendo toda su clase. Enseguida salió de su recamara a toda prisa, bajó casi corriendo las escaleras sintiendo cómo su chochito chorreaba un mar de fluidos con mantequilla que su vagina no paraba de producir, cómo una adolecente cachonda se presentó frente a su amante sin importarle que este se tratara de su cuñado. Cuando llegó a la cocina se quedó viéndolo a los ojos y con una pícara sonrisa le dio a entender que había hecho lo que le había ordenado.

- ¡Quiero que me lo enseñes, ..- le dijo mi tío sobándose el paquete.


La moral de mi Madre cada vez estaba más por los suelos. Como una puta cualquiera fue ella sola la que se subió la falda hasta la cintura para mostrarle a su macho que había cumplido sus órdenes. La muy cerda sin que él se lo ordenara se abrió los cachetes para mostrarle a su cuñado que había cumplido con su mandato. El rostro de mi tío fue de sorpresa y gozo, con gran excitación veía cómo su queridísima cuñada, la que siempre vio como perfecta, la que tanto soñó y que tantas veces envidio a mi Padre ahora estaba parada frente a él abriéndose las nalgas para mostrarle que tenía un dilatador anal atorado en la cola. Y Mamá, con la cara más puta que yo le hubiera visto, meneaba su cadera sin soltar sus nalgas para que su Cuñado pudiera apreciarlo.

- ¡Ya ves, Cuñadita, ..que si puedes hacerlo. ¡Si llevas una putita por dentro, ..pero bueno, la cogida de ahora te la has ganado. Recuéstate sobre la mesa.

Ahora fue ella sola la que se tumbó boca arriba, con las piernas bien abiertas. Se la veía nerviosa; no, más bien parecía ansiosa. Deseaba sentir aquel portentoso pene hasta la raíz y estaba a punto de conseguirlo. Mientras tanto, la cara a mi tío era de completo gozo, se regocijaba observando a su flamante cuñada haciendo lo que él quería. Sin embargo, no se colocó de inmediato en posición para penetrarla. Antes, prefirió tomarle un par de instantáneas. Mamá comenzó a protestar, pero mi tío la acalló rápido. Él era el que tenía el mando ahora y haría las cosas a su manera. Cuando lo vio conveniente, se entretuvo un buen rato examinándole a conciencia. No sé si la pilló desprevenida, el caso es que cuando empezó a explorarla, Mamá tensó de golpe arqueando todo su cuerpo al tiempo que se desgañitaba chillando como una loca. Si no se había corrido, le había faltado bien poquito.

- No, voltéate.. ponte de culo.

Mi Madre sin objetar ya más nada lo hizo, aplastando sus enormes tetas contra la fría y lisa superficie de la mesa. Fue ella sola la que se abrió de nalgas mostrándole a su amante el pequeño consolador que brillaba dentro de esas dos rosadas carnes. Mi tío se acercó y volvió a plantar sus manos en las nalgas de mi Madre, enseguida le abrió la raja al máximo, desde dónde mi cámara podía distinguir el ano palpitante de mi Madre y parte del chocho. Ella se ladeó hacia un costado de él, alargó su mano derecha para actuar dentro del slip de mi Tío. Enseguida le empezó a sobar los huevos, la verga, completamente tiesa, escapaba por fuera del pantalón. Mientras él le manoseaba el culo con la derecha, con 2 dedos le tomó el borde del plug dándole vueltas para dilatarle más el estrecho conducto.

La izquierda la metió bajo la blusa y la miraba actuar estrujándole las tetas. No paraban de jadear. Mamá le había agarrado la verga y comenzaba a masturbando. Los huevos de mi tío botaban en cada sacudida. Yo por momentos me apartaba de la cámara para ver lo que hacía mi tía en la recamara de mi Madre. Aquello era muy morboso. Mi tía le cantaba dulcemente canciones de cuna a su recién nacida mientras su hermana y su marido estaba cogiendo en la cocina. Regresaba la vista con ellos y veía cómo mi Madre estaba tumbada sobre la mesa, de espaldas a él mientras mi tío la obligaba a curvarse sobre la superficie.

- ¡Ábrete el culo, piruja.

Ella obedeció, pegó la cara a la superficie de la mesa y echó los brazos hacia atrás para abrirse la raja del culo. La carne de los pechos le sobresalía por los costados. Mi tío se arrodilló ante el culo de mi Madre, le lanzó un escupitajo al chocho y pasó varias veces la lengua entre los labios vaginales. Ella lo meneó ante la invasión de placer. 

- ¡Aahhhhhh!! ¡C-Carlosss! ..- exclamó llena de gozo.

- ¡Me encanta tu culo, Mónica, ..lo tienes enorme.

Mi tío sacaba y metía el embonador provocándole pequeños quejitos a mi Madre.

- Bueno, ahí te va ..

Sin dar tiempo a nada apuntó su terrible estaca al chocho de mi Madre y sin saliva, sólo con el fluido de la vagina y lo escurría de la mantequilla se lo dejó ir por la chocha.

- ¡AAAAAHHH!! ¡despa!… ¡cito!…

- ¡Así es cómo la querías, ¿verdad Cuñadita?.. ¡Toda y hasta el fondo..

Mi tío, sin parar y con unas violentas estocadas le clavaba toda su verga en el interior de su Cuñada. “¡PLAFF!!, ¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!” Enseguida el sonido estridente de ambas carnes chocar inundaron la cocina.

- ¡AAH!! ¡Siii! ..¡Sigue, sigue cabrón!! ¡No te detengas por nada del mundo! ¡AAAHH!!

- ¡Toma, toma puta, ¡Oh ..no cabe duda que a todas las de tu familia les gusta mi verga.

- ¡SIII!! ..¡Nos encanta.. ¡Cógenos a todas las hermanas, Carlos..- le soltó la descarada.

Mi tío estaba desatado montándola, rápidamente soltaba las estocadas enterrándosela hasta lo más hondo. Con sus dos manos abría los cachetes para seguir observando el consolador que por las profundas penetradas este casi se le salía del culo. Mi Madre se encontraba con las tetas aplastabas contra la mesa mientras que él arremetía contra sus nalgas, cuando de pronto por el ajetreo y el fuerte mete-saca, el consolador quiso votar del aro que lo aprisionaba. Pero mi tío con grandes reflejos y sin perder tiempo colocó su dedo gordo deteniéndolo y así estuvo dándole estocadas sin remover el dedo gordo del culo.

A ninguno de los dos parecía importarle que mi tía estuviera arriba y pudiera escucharlos, ellos sólo quería disfrutar de ese gran placer que los estaba matando. Sus cuerpos se encontraban sudorosos por tanto ajetreo, sus rostros estaban enrojecidos por la temperatura de sus cuerpos. En una de esas, mi tío agarró el consolador anal que Mamá traía enterrado, le dio un par de vueltas y lo sacó por completo, ella volteó al sentir vacío en su orificio y se tocó el trasero con sus manos, sintió cómo su ano le quedó abierto en forma de “O” más o menos una pulgada. Su Cuñado le dio el consolador lleno de fluidos y mantequilla, se veía asqueroso pero mi Madre cegada por el gozo lo vio apetitoso y quitándoselo de la mano se lo metió en la boca.

- ¡Mmhh!!..

- ¡Eres una cerda, Mónica.. ¡Quiero encularte, quiero romperte el culo…

La colocó encima de una silla, obligándola a inclinarse hacia el refrigerador. Mamá se agarró a los cantos de la silla, con el aliento empañando el metal del frigorífico. Le metió severas nalgadas en los cachetes hasta enrojecerle, obligándola a quejarse con débiles gemidos.

- ¿Por dónde quieres que te la meta, cabrona? ..

Mi tío se escupió en la mano y le ensalivó todo el ano revolviéndolo con la mantequilla, como si quisiera lubricarlo. Después se levantó, se escupió en la verga y se la sacudió antes de acercarla al agujerito y hundir su glande.

- ¡Espera, Carlos! ..

- ¡Zorra…

Le abrió el culo rudamente y le pinchó el ano con crudeza. Los dos jadearon a la vez. Mi tío pegó la cara a la sudorosa espalda de mi Madre y condujo sus manos a las tetas para achucharlas con severidad. Mamá chilló al notar el volumen penetrar en su interior. Mi tío fue empujando despacio y con rabia, consiguiendo de inmediato dilatar el ano hasta hundir su media tranca. Mi Madre jadeaba adolorida, se miró atraves del reflejo de la nevera y se aferró a los cantos de la silla para soportar las embestidas. Su cuñado comenzó a moverse y a empujar, la sacaba hasta el glande y la volvía a hundir hasta la mitad, eran movimientos secos y trabajosos. La tenía sujeta por la cintura para encularla con más soltura. La frente de mi tío era un hervidero de sudor. Mamá gemía de forma estridente cuando la verga avanzaba más dentro de su ano. Si no fuese por las paredes gruesas y que mi tía se encontraba en el segundo piso, seguramente hubiera escuchado los terribles alaridos que hacía su hermana a causa de su Esposo.

Mi tío más cómodo, aunque empujando con lentitud, le acarició la espalda subiéndole la falda y le abrió la raja con los pulgares. La enculaba hasta media tranca. Él sólo jadeaba. Meterla en aquel culo tan delicado para él era toda una delicia. La agarró de los pelos y tiró fuerte levantándole la cabeza. Mi Madre gimió con la boca muy abierta y los ojos desorbitados. Y se puso a encularla enérgicamente con duras punzadas en el ano. Júrenlo que desde mi habitación lograba escuchar si ponía mucha atención los gemidos como locos que sacaban.

- ¿Te gusta, zorra? ..- mi Madre no decía nada, sólo se apretó fuerte a los cantos de la silla para no caer. 

- ¡Contesta..

- ¡Siií ..- jadeó con el entrecejo fruncido.

- ¡Eres mía, puta.

- ¡Siiií! ..¡Soy tuya Carlos!!.. Quiero mi lechita.

Mi Madre ya estaba fuera de sus cabales, mi tío había logrado sacar nuevamente lo puta a mi Madre. El rostro que reflejaba mi hermosa Madre era la de una mujer ninfómana, adicta al sexo, cómo una perra en celo.

- ¿Quieres mi leche, Cuñadita? ¡Ufff, uff!..

- ¡Siiií!!.. La quiero en mi boca, en mi cara, en mis tetas ..¡lléname el cuerpo de leche, Carlos!

- Tus deseos son órdenes ..¡Cerda!!

Le punzó el culo dejándoselo bien dilatado. Tras encularla durante cerca de dos minutos, le anegó todo el interior de leche. Mi tío se curvó sobre su espalda, dio un par de empujones y se detuvo para correrse dentro del culo. Emitió varios quejidos de placer mientras le vertía toda su lechada en los intestinos. Se mantuvo con la verga dentro varios segundos, después la extrajo despacio y se apartó de ella unos centímetros. Nada más el extraer la verga, aparecieron en el ano unas burbujas blanquinosas y a continuación una espesa porción de leche amarillenta. De la punta y el ano de Madre permanecían unidos por un hilo de babas blanquinoso. Aún lo tenía dilatado por la magnitud del pene y enseguida brotó semen en abundancia. Un chorretón resbaló hacia los labios vaginales. Mi Madre aún resoplaba para recuperar el aliento. Elevó el tórax y le miró por encima del hombro, ambos sudaban escandalosamente, parecían recién llegados de una carrera de maratón. 

- ¡Aah!, ¡Aah!, ¡Ah!, ..me los has dejado dentro.- le dijo sintiendo la leche escurrirse por sus muslos.

- Y quién ha dicho que he terminado ..

Mi tío vio una cucharilla en la mesa. La cogió y la pasó por encima del culo recogiendo una dosis. Luego la condujo a la boca de Mamá y ella se lo tragó relamiendo. Era un sabor calentoso y pastoso, con cierto gustillo a mantequilla y a otras cosas que no quisiera redactar. Volvió a pasarle la cuchara por el culo recogiendo más restos.

- ¿Te gusta mi leche? ..

- ¡Aah.. Está buena.

Le tendió la cuchara y ella volvió a limpiarla. Le sirvió dos cucharadas más del semen que manaba del culo, después ella se dio la vuelta. Pero mi tío estaba decidido a no dejar que su cuñada bajara de su transe. La cargó sobre la mesa de nuevo y se dedicó a comerle el chocho despacito, como a él le gusta hacerlo. Los gemidos de Mamá se transformaron en un agudísimo chillido repleto de palabras ininteligibles. La danza de sus caderas buscando desesperadas el dulce contacto de la lengua de su cuñado, se desbocó por completo.

De repente le vi como las veces pasadas con sus otros amantes, recibiendo el mismo trato. Mi tío estaba empleando los mismos trucos que habían empleado ya con ella. La estaba matando de placer, obnubilándole el juicio para que se olvidara de todo, robándole la voluntad a base de orgasmos. Me quedé embobado mientras le miraba dando placer a mansalva a mi Madre sin importarles nada. Mi Madre que antes me parecía la mujer más perfecta de este mundo, ahora necesitaba con urgencia satisfacer el ansia que nacía de su encharcada vagina. Mamá debería de estar preocupada en su hermana si de pronto baja y les veía, de su propio hijo pero estaba tan concentrada en su propio placer que se había desatendido por completo. Claro que yo no era el más indicado para quejarme. El morbo de ver cómo iban a seguir enculando a mi Madre me tenía absorta. Estaba reviviendo las imágenes de aquella misma ocasión, solo que ahora era en nuestra propia cocina donde mi tío se enculaba a mi Mamy.

No podía hacer otra cosa más que mirar para no perderme detalle. Sin ser consciente de ello, comencé a restregarme mi pijita. La situación se estaba desbordando. De pronto me vi una vez más al borde del abismo, a punto de alcanzar un orgasmo cada vez más deseado por culpa de los descaros de mi Madre. Aquello debió motivar inconscientemente a mi tío pues se levantó y sujetó a Mamá por las caderas, restregándole toda su verga en la tierna rajita. Ella había enmudecido, sabía que había llegado el momento de ser nuevamente penetrada; en cambio sus caderas se movían con insistencia como si tuvieran vida propia. Mi tío la sostuvo un momento mientras la sujetaba, entonces empujó con decisión al tiempo que la atraía hacia él.

La punta le desapareció entre los sonrosados pliegues y poco después le siguió todo el tronco. ¡AAAHH!!!... Mamá volvió a estar penetrada hasta los güevos. Así como si se hubieran petrificado, se quedaron inmóviles. Mi tío disfrutando del húmedo, cálido y estrecho abrazo de ese chochito y Mamá en cambio, parecía no poder respirar, mi tío la tenía bien sujeta de la cintura. No tenía ninguna duda al respecto, la herramienta de su cuñado estaba bien enterrada en su chochito. Y sin embargo, seguía pareciéndome imposible que semejante aparato no le hubiera causado ningún daño. Enseguida le dio un nuevo empujón antes de salir de ella despacio. La verga de mi tío seguía dura como al principio. Algo sorprendente si tenemos en cuenta el tiempo que llevaban ya follando.

Mi tío la trataba como una puta, entraba y salía de ella con velocidad animal. La hacía disfrutar como una perra. Mamá gemía y jadeaba cada vez con más fuerza, y sus caderas no paraban de moverse al ritmo que le marcaba su cuñado. No tardaron en acoplarse los dos y moverse al mismo compás dándose mutuo placer. Le abrió las nalgas con los pulgares y le clavó la verga en el chocho, hasta el fondo. Mamá se contrajo mediante un débil gemido. Meneó la cadera con el pene dentro. Mi tío comenzó a montarla velozmente, asestándole fuertes sacudidas en las nalgas, estaba muy caliente. Miraba de frente a Mamá con la falda levantada por encima de las caderas, las tetas se balanceaban alocadas cada vez que su cuñado le clavaba la verga a fondo. La estaba jodiendo a una velocidad de espanto. Mi Madre tenía la cabeza vuelta hacía él. Pero inesperadamente, miró al frente y se descubrió a sí misma en el reflejo del frigorífico. Se miró a los ojos, aunque no paró de gemir todo su cuerpo temblaba en cada embestida. Tenía el pelo sudoroso y la piel brillante. En su reflejo aparecieron las manos de su cuñado por el vientre y se aferraron a sus tetas para manosearlas y estrujarlas.
- ¡Mírame a los ojos, zorra..- le ordenó su cuñado.

Con suma obediencia, Mamá volvió la cabeza hacia él. Mi tío se detuvo en seco con el culo contraído, mi Madre sintió cómo su cuñado estaba a punto de venirse. Él le dio unas últimas arremetidas profundas para después sacársela y empezársela a sacudir con la mano. Mientras él se la meneaba, ella se hincaba y le chupaba los huevos. Cuando él estaba a punto de venirse mi Madre abría la boca para cachar ese néctar que mi tío estaba a punto de ofrecerle.

- ¡Ahí te va Cuñaditaaaa! ... ¡Ooohhhhh!!!

Chorros y chorros de espesa leche fueron a parar en su boquita, otros se estrellaron en su frente y ojos para después escurrírseles hasta sus tetas. Mi Madre quedó empanizada de semen, no podía ni abrir los ojos, con sus dedos se descubrió los ojos para poder abrirlos, su boca estaba completamente llena y se le escurría la leche por la coyuntura de sus labios. Mi tío con la cuchara le fue juntando toda la lefa de la cara para llevársela a su boca.

- ¡Oh.. Ahí tienes cuñadita, ..su lechita y adormir. ¡Ja, ja, ja!..

- ¡Mmhh!… eshh.. ¡delishioshaaa!!... ¡Mmmmgggg!!

Mi Madre se tragó toda la lefa de un trago y todavía para demostrárselo le sacó la lengua para que él pudiera comprobar que no había dejado nada.

- Uff, cabrona..

Mamá se levantó del suelo con una sonrisa de posesa.

- Vaya cóctel ¿eh? ..


- Me gusta que seas tan zorra y tan guarra. ¡Ja, ja, ja!.. ¡De verdad que eres una marrana, cuñadita, ..no entiendo cómo no te enculé cuando vivías con tu Marido. Le hubieran crecido unos cuernotes ¡Ja, ja, ja!..

- Si verdad, ¡Ah.. A lo mejor hasta Pedrito hubiera sido tuyo.- le soltó ese grotesco comentario.

Mi Madre se burlaba de mí con una sonrisota mientras se chupaba los dedos. Eso me dio un coraje, repudie a mi Madre por lo que acaba de decir, no le importaba que se burlaran de su Esposo ni de su hijo, no cabe duda que mi Madre había cambiado muchísimo.

Al momento, mi tío ya con la verga empapada de algunos resquicios. Tomó las braguitas negras que se encontraban deshechas en el suelo y se la pasó por el glande hasta secarlo, impregnando toda la prenda con su marca. Luego se subió el slip. Se fijó en las tetas de su cuñada, inundadas de una leche amarillenta y viscosa. Aún le emanaban algunas gotas del ano. Le asestó una palmada en las nalgas y se acercó al frigorífico a sacar una cerveza. Mamá agotada, cogió una servilleta y se la pasó por el culo y por la vagina, luego acomodó su falda y a continuación se acomodó los pechos dentro del escote.

- Cojes cómo una condenada.- se acercó a ella y le estampó un beso en la mejilla.

- ¡Ah!,ah.. Tengo que irme, ..es hora de atender a mi hermana. Debería darme una ducha.- le dijo ella.- Y tú deberías lavarte la cara, no quiero que Cesy..

- No te preocupes, es tan boba.

- ¡Mónica, ven por favor!,- se escuchó el grito de mi tía Cesy desde la recamara.

Ella quiso limpiarse el semen que le había escurrido en las tetas pero mi tío la detuvo.

- ¡No, ..Quiero que tengas mi leche en tu cuerpo.. ¡Quiero que vayas con tu hermana con la leche de su Marido en tus tetas.

Mi Madre con esa misma sonrisa traviesa que ya no se le borraba de su rostro, le dio un beso con los dedos y se embarro todo el semen cómo si fuera crema por sobre los pechos. Se reacomodó el escote y se colocó su saco muy formal. Y ahí iba mi Madre, con sus tetas llenas de la leche del esposo de su hermana.

Mamá abandonó la cocina y mi tío se apoyó en la mesa y cerró los ojos tratando de reflexionar sobre lo sucedido. Observó el plug que había quedado sobre la mesa y rio. Había vivido una experiencia sexual frenética, aquella mujer que durante mucho tiempo la había tenido cómo un sueño casi imposible, ahora la había inducido a ser una ninfomanía inaudita. Mi Madre había gozado cómo una ramera, hasta se había olvidado de que su hermana y su hijo se encontraban arriba, en su misma casa mientras ella se revolcaba con su cuñado. Mi Madre seguía queriendo a mi Padre, jamás lo olvidaría, pero la lujuria había sido incontrolable. Escocida de tanto coger, con el culo y el chocho doloridos, subió a reencontrarse con su hermana cómo si nada hubiese pasado.

- ¿Qué pasó hermanita?, ¿qué te sucede?.. ¿Todavía no lo puedes dormir?..

- Si mira, ya está dormidita, ..lo que ocupo es que me pases esa cobijita para cubrirla.

Cuando mi Madre se acercó a mi tía a pasarle la cobija para cubrir a su sobrina, ella se percató de ese aroma extraño que acompañaba a su hermana. Ese olor inconfundible de dos sudorosos cuerpos bañados en la pasión y la lujuria. Mi tía se quedó de momento tratando de distinguir ese aroma reconocido por ella pero que se le hacía algo extraño poder percibirlo en el cuerpo de su hermana. 

- ¿Que es ese olor, Mónica?..

- ¡Eh, ¿o-olor? …¡Ah, es una nueva crema que me estoy poniendo, ..que dicen que es para mantener la juventud, ¿tú crees? ..

- ¡Ji ji ji!.. Ay hermanita, tú lo que necesitas es otra cosa, ...ya llevas mucho tiempo sola ¡Ji ji ji!..

- ¡Jijiji!.. ¡Ay Cesy, que picara eres..

Con todo lo ocurrido ni mi tarea pude terminar, dejé mis libros y me hice una paja monumental con las escenas grabadas de mi tío y mi Madre en la cocina. Si vendiera todos los videos que tengo sobre mi Madre seguro que ya ella sería una de las mejores Pornstars del planeta. Ya más tarde salí de mi habitación completamente recuperado, todo estaba en calma volvíamos a hacer una familia normal, mi tío volvía a ser el esposo de mi tía Cesy, mi Madre volvía a ser la flamante cuñada y Mamá de un hijo, todo siguió normal.

Ya atardeciendo ellos se despidieron de nosotros, mi tía casi me acaba mis mejillas a besos. Mi tío me apretó la mano y me volvió a sugerir su mañosa invitación.

- ¡Ya sabes Pedrito, ..si quieres ir a montar en moto sólo convence a tu Madre que te lleve a la casa. ¡Te vas a divertir!- me dijo sacudiéndome el pelo.

Si cómo no pensé, quieres que monte en moto para que tú te montes muy tranquilamente a mi Madre infeliz. Todavía el desgraciado le dio un abrazo a mi Madre muy apretado y aprovechando que mi tía subía al bebé al automóvil, sin ningún pudor tomó entre sus manos ese par de jamones con descarado.

- ¡Fue un tremendo, tremendo, ..gusto volverte a ver cuñadita..

- ¡Igual Carlos, igual ..estoy para servirrrrles ¡Jijiji!..

De verdad que los dos eran un par de descarados sinvergüenzas, de mi tío lo creía todo pero de la actitud de mi Madre sí que me había decepcionado. No entendía cómo ella siendo toda una Señora. Esposa de un muy exitoso y reconocido empresario, Madre de un hijo ejemplar, mujer de hogar, referente de todas nuestras amistades, proveniente de un hogar ejemplar en todos los sentidos, intachable por dónde se le busque, siempre mencionada por sus virtudes en cuanta misa y evento escolar o laboral nos presentamos, no entendía cómo mi Madre había cambiado de esa manera tan drástica, no entendía cómo sucumbía a los caprichos de esos desgraciados, de esos malditos infelices que sólo querían su cuerpo, usándola cómo un simple objeto de carne para sus más bajas perversiones. ...


La verdad que de esos días mi vida había cambiado muchísimo, ya no era aquel niño alegre que jugaba con sus compañeros en la escuela, ahora todo lo miraba con morbo, a las maestras y mis compañeras las miraba cómo hembras que andaban calientes, que se revolcaban con hombres a cualquier hora y en cualquier lugar. Cuando un maestro platicaba con mi profesora mi mente perversa volaba y se retorcía, enseguida pensaba que se estaban poniendo de acuerdo para ir a follar, toda mi mente estaba confundida, me estaba convirtiendo en un pervertido. Una vez me puse debajo de las escaleras para observar los calzones de mis compañeritas, también me metía al baño de las mujeres para observarlas mientras ellas se cambiaban, todo iba bien, tenía muchas precauciones pero en eso cuando logré esconderme en el vestidor de los maestros para poder ver a mi profesora, una mano me tomó del hombro.

- ¡Hey mocoso, ..¿qué haces ahí viendo?

Ese fue el susto de mi vida, me habían cachado en mi oscura perversión. Estaba aterrado, mi vida estaba al descubierto, sería tachado por todos cómo un chiquillo pervertido, mi Madre seguro que se decepcionaría de mí, ahora si me mandarían a España dónde me habían amenazado. Con todo el terror en los ojos volteé a ver quién era el que me sujetaba con fuerza. Tras mi espalda estaba un hombre, era Tito el conserje, un tipo de raza negra, delgaducho, algo viejo y desgastado de tantos años de trabajo de su vida, algunos dicen que estuvo mucho tiempo en la cárcel, otros que era un matón. Parecía, ya que mostraba varios tatuajes en sus brazos y algunas cicatrices en su rostro. Era un hombre muy serio con una mirada penetrante, yo diría que intimidante.

- ¡Chamaco pervertido, ..¿qué haces aquí?..

- ¡Noo, por favor, suélteme..- trataba de soltarme de sus manos pero todo era en vano.

- Soltarte, nooo ¡Ja ja ja.. ¡Vamos a la oficina el Director..

Para mi cruel desgracia el director era un tipo gruñón, todos en la escuela le temíamos, unos decían que detestaba a los niños, otros que se aprovechaba de su cargo para cogerse a las maestras, el caso era que a mí me llevarían para enfrentarlo. Yo la verdad le tenía mucho miedo, un pánico terrible, cuando lo miraba caminar por mí misma cera me temblaba las piernas de pavor, aunque nunca fui un chico conflictivo ni mucho menos siempre me había causado temor a verlo ni mucho menos a saludarlo. Ahora me pondrían cara a cara con ese ogro.

¡TOC!.. ¡TOC!.. ¡TOC!..

- ¡Quién es? ..- se escuchó una voz muy ronca del interior de la oficina.

- Señor Director, ..aquí le traigo a este chiquillo con un problemita.- le dijo el conserje desde afuera de la puerta.

- Esté, ..¡espérame un momentito!- gritó.

Casi me orino al estar esperando que se desocupara, largos se me hicieron los minutos al estar esperando. Tito no me soltaba del cuello, me tenía todo molido. Cuando por fin se abrió la puerta de la oficina salió una de las nuevas secretarias que la escuela había contratado. Era muy jovencita, lo que me sorprendió era que se veía algo asustada, pude observar cómo se acomodó algunos botones de su blusa y se bajó la falda para alisarla. Mi mente pervertida rápidamente trabajó, se me vinieron muchas imágenes, seguro que este tipo la estaba magreando antes de que nosotros llegáramos, y si no hubiéramos llegado seguro que ya se la estuviera reventando.

- ¿Que pasa Tito?, ..espero y sea algo serio cómo para interrumpirme en mi trabajo.- le preguntó de forma déspota.

- Nada, que a este niño lo sorprendí metido en el vestidor de la maestra Laura, ..observando cuando ella se vestía.

- ¡Vaya, vaya ..eso es muy serio. Gracias Tito, déjanos solos, ..yo me encargo.

Cuando el conserje se fue yo me aterré aún más, este tipo me daba mucho miedo, se me quedó viendo muy serio y me dijo:

- ¡Estás en un verdadero problema mocoso..

- ¡Yo, yo no fui, ..¡yo no quería! ¡Por favor perdóneme..

- Es tarde para eso chamaco, ..en esta escuela no se permite ese tipo de cosas..- me dijo reacomodando las cosas sobre su escritorio.- Esas actitudes van en contra de las conductas aplicadas en esta escuela.

Se levantó y pude observarlo detalladamente, era un tipo enorme, casi llegaba a los 2 metros. Era muy corpulento con unos brazos poderosos, imponía terror con su cuerpo. Abrió un lockers y sacó un metro de madera, yo casi me orino del miedo.

- ¿Qué voy hacer contigo mocoso? ..

Le dio un tremendo golpe a su escritorio con el metro “¡SPLAASSHH!!”. A mí se me salieron las lágrimas, creía que este tipo me iba a matar a palos.

- ¡No llore, ..sea hombrecito y acepte la culpa.

Me sequé las lágrimas y esperé sin remedio mi sentencia.

- Quiero que venga tu Padre mañana, sino ..tendré que expulsarte de la escuela. ¿Has entendido? ..

- ¿Mi, Papá?..  No tengo.

- ¡Bueno, entonces que venga tu Madre, ..tu Abuela o con quién quieras que vivas, no me importa.

- ..mi Mami.

- ¡Bueno, que venga tu Madre pues, ..se va a enterar de las cochinadas que anda haciendo su escuincle ¡Ahora lárgate, ..y si no traes a tu Madre mañana, olvídate de que vuelvas a pisar la escuela mocoso.

Salí cómo perro regañado con la cola entre las patas, ¿Que iba a ser? seguro que ahora si mi Mamá me castigaría, no me dejaría ni salir de la casa por varios meses. En eso escucho que le grita al Conserje.

- ¡Tito, ..¿dónde fregados te metes, chingado? Mañana si este escuincle no trae a su Madre, no me lo dejes pisar la puerta, ..¿has entendido?

- Si, correcto.

- Ahora déjenme trabajar, ..¡PATY!! Dónde fregados sea metido está mujer ¡Maldición! ..

La pobre muchachita al escuchar los terribles gritos del Director se volvió a meter a la oficina con un miedo, sabía lo que le iba a ocurrir ahí dentro, seguramente el desgraciado gigante la estaría manoseando. Pero eso no me importaba a mí, yo tenía mis propios problemas, ¿Cómo le iba a decir a Mamá que sería expulsado?.. Caminé decaído hacía la casa, pensando que actitud iba tomar Mamá cuando se enterara de lo que había hecho, yo siempre había sido un niño bueno y respetuoso, con muy altas calificaciones y tímido, ahora le iban a decir que su niño era un pervertido. Llegué a mi casa muy triste y decaído, mi Madre estaba limpiando los cuadros y las decoraciones con un trapo.

- ¡Hola mi amor, ..¿cómo te fue en la escuela?

- Bien, Má ..pero, mañana tienes que presentarte.

- ¡Ha, claro que sí, ..hay junta con tus Maestros.

- Esté.. si, si Mamá, ..junta.

- Bueno, quítate el uniforme y vente para comer, ..enseguida te sirvo.

Mientras comía mi conciencia me estaba matando, veía a Mamá cómo lavaba los platos, traía un jeans ajustadísimo, sus tremendas nalgas se movían al compás de sus talladas ..¿p-pero qué demonios estaba pensando? tenía un problemón más serio que el de estar pensando en las nalgas de mi Progenitora.

- ¡Mamá, perdóname, ..me porte mal. El Director me quiere expulsar, me dijo que fueras.

- ¡Queee, ..¿pero cómo?. ¿Qué fue lo que hiciste Pedro?

- ¡Nada, Mamá, ..mañana que te lo diga el Director.

Salí corriendo hacía mi cuarto y me encerré con cerrojo, mi Madre me gritaba que abriera pero no le hice caso.

- ¡Pedrito, ¿pero qué fue lo que hiciste? ..¿porque te comportas así?

No quise salir en todo el día, no sabía cómo lo iba a tomar Mamá cuando se enterara. Ese día se me hizo eterno, no salí de mi cuarto en todo el día, no quería que llegara el día de mañana. Pero cómo no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no llegue. Cuando desperté al día siguiente tenía un terror, mi Madre se levantó temprano para acompañarme, tocó mi puerta la cual seguía todavía con cerrojo.

- ¡Pedro, ..abre, te lo estoy ordenando.

- ¡No Mamá, ..no quiero ir.- le grité desde adentro.

- ¡Pedro Tapia, ..¡Abre inmediatamente! ..

Cuando Mamá me hablaba con mi nombre completo sabía que estaba en problemas, tenía que enfrentar mis errores. Así que tomé valor cuanto pude y abrí la puerta.

- ¡Si hiciste algo malo, prepárate, ..porque no vas a salir en un buen tiempo.

En todo el recorrido no hubo ni una sola palabra, el camino a la escuela se me hizo cortísimo, me bajé del vehículo con la cabeza baja, mi Madre me llevaba del cuello. Solo al entrar a la puerta el conserje nos estaba esperando, pero su reacción no fue la que esperaba, cuando este vio a mi Madre se quedó boquiabierto, pasmado. Nunca en su desdichada vida había visto a una mujer tan espectacular, y es que mi Madre se había vestido muy provocativa este día, traía una minifalda muy ajustada color beige que resaltaba sus carnosas piernas torneadas, su enorme trasero movía de un lado a otro esa corta prenda. Si mi Madre se agachaba poquito o se sentaba mal seguro que enseñaría algo más que su bombacha. Traía una camisa blanca con unas costuras de diseñador que le formaba su maravillosa cintura, y el escote, lo traía con unos botones desabrochados que hacían que se le vieran sus tetas enormes, con su lunar en su teta izquierda muy sexy por supuesto.

Su pelo recogido hacía arriba le daba una personalidad de mujer moderna, sus lentes negros de sol y sus tacones de aguja para terminar el cuadro. Se veía tan espectacular y glamurosa que el morboso conserje no sabía ni que mirar. Mamá se dio cuenta de que ese cochino negro se la estaba tragando con la mirada, pero para ella eso era casi normal, ya estaba acostumbrada a ese tipo de miradas, así que ignorándole por completo y con la mirada altiva que le caracterizaba le pidió que nos llevara a la oficina del Director.

Él nos dio el pase y nos dijo que siguiéramos derecho hasta la última puerta, para esto, el Conserje nos seguía por atrás, y cómo siempre yo sabía lo que venía mirando el infeliz. El muy desgraciado, volteé para sorprenderlo y ver cómo se ponía de nervioso, pero ni se inmutó, le valió un pepino que el hijo de esa Señora tan espectacular a la que estaba observando de manera perversa y morbosa lo cachara mirando. Como hipnotizado venía el Conserje con sus ojos clavados en las nalgas y piernas de mi Madre que a cada paso que daba parecía que el trasero le estaba hablando. Y es que mi Madre imponía su belleza en todos lados, toda la escuela quedó paralizada al ver cruzar tremendo mujerón, sólo sus zapatillas se escuchaban por el pasillo “¡TAC!. ¡TAC!. ¡TAC!” Todos los chicos de los grados más altos se quedaron cómo estúpidos, se quedaron grabando en sus mentes esa espectacular hembra para cuando llegaran a sus casas matarse a pajas.

Y es que Mamá iba muy explosiva y no sé para qué, quizás terminando este asunto se iría a visitar a una de sus amigas. Los alumnos más grandes no paraban de bombardearla con miradas lujuriosas y los de más confianza no se reparaban en lanzarle algún chiflido. Llevaba esa minifalda de satén elástico, pegada al cuerpo, con cremallera por detrás, su camisa con profundo escote en V muy ajustada que realzaba más su busto. Llevaba los respectivos complementos, como grandes pendientes de aro, pulseras y todo acentuado con unas sandalias blancas de tacón aguja y un maquillaje muy favorecedor a su blanca piel. Cuando daba un paso, su culo se meneaba con glamour, sus pechos danzaban lo suficiente como para dejar extasiado a media escuela. No había que voltear para todos lados y saber que estaba dejando a todos con la boca abierta. Yo les veía mientras caminábamos por el pasillo grupos de jóvenes cuchicheando entre ellos acerca de lo buena que estaba.



Afortunadamente llegamos a la última puerta del pasillo y se calmaron los cuchicheos, (desafortunada para mí) yo empecé a temblar de inmediato, no sabía qué era lo que me iba a deparar el destino. Temblando y atemorizado nos detuvimos en la puerta del Director. La cuál tenía grabadas con unas letras algo viejas que decían “LIC. SERGIO VAEZ DIRECTOR” Mi Madre tocó la puerta de la cual volvió a escucharse la misma voz ronca y fuerte.

- ¿Quién? ..

- Soy la Sra. Tapia, Sr. Director, ..me citó ahora para hablar algo relacionado con la conducta de mi hijo.

- Enseguida abro.

Tardó varios minutos en abrir la puerta, cuando lo hizo salió primero su asistente.

- Pueden pasar.- dijo ella en tono bajo y con la vista clavada al suelo.

Esa muchacha se veía algo colorada y desalineada, seguro que este desgraciado estaría manoseándola a su gusto nuevamente. Cuando entramos el Director estaba reacomodando unos papeles que se le habían caído del escritorio, seguro que al estar cachondeándose con su asistente los habían tirado.

- Adelante Señora, ..la he mandado llamar para decirle que su hijo...

Mientras él levantaba los papeles nos seguía hablando, pero al voltear a ver a mi Madre se le cortaron las palabras.

- ¡S-Señora, ..es un placer conocerla. Sergio Vaez para servirle.- su actitud cambió de inmediato.

- Mónica de Tapia, mucho gusto.- le respondió Mamá educadamente.

Y como lo había hecho el Conserje hace unos segundos, esté tipo se la estaba tragando con la mirada. Mamá se sintió incomoda en el primer momento, a la hora de sentarse el tipo no pedio detalle de nada, con sus ojos seguía las piernas de Mamá cómo se cruzaban para permitirle ver algo más que sus muslos. La pequeña falda de mi Mamy se subió un poco más mostrándole a mi Director una bellísima visión de sus esculturales piernas.

- Me dijo mi hijo que cometió una indisciplina, ..y que usted me mandó llamar. Por eso estoy aquí.

- Esté, ..si, así es Señora. Su niño tuvo una conducta inapropiada para esta escuela y por eso la he mandado llamar.- mientras dice eso, el Sr. Vaez no separaba la vista de las piernas de Mamá. Ella se percata y se mueve un poco hacía el frente intentando que el mueble la cubriera en poco de aquellos ojos.

- ¿A qué se refiere con eso de conducta inapropiada?..

Recogió las láminas, y las sacudió sobre la mesa con un golpe seco.

- ¿Seguro que no le has comentado nada a tu Mamy?- me preguntó mirándome con seriedad.

Tras apartar las láminas, el escritorio quedó al descubierto con las blancas piernas de mi Mamy en primer plano. Y cuando digo de frente, lo digo tal como suena. El director acerco más la silla hacía su escritorio, no sé si por formalidad o por tener el cuerpo entero de la Madre de familia a la vista y ver sus partes más secretas. Sabía que tenía una mujer hermosa, pero pocas mujeres tenían un talle cómo el de Mamá. A sus 37 años, tenía uno de los cuerpos más atractivos de la ciudad. Mamá al ver sus intenciones malosas cruzó las piernas lentamente, y entonces supe que el Director había hecho todo eso para observarla, y tuve el presentimiento de que quizás los encantos de mi Madre podrían ampliar mis posibilidades de no ser expulsado.

- Si Señora, ..su hijo fue sorprendido observando a sus Maestras en los vestidores.- le soltó de tajo. Lo que hizo a mí encogerme en la silla.

Mi Madre volteó a verme con los ojos sorprendidos, no me dijo nada en ese momento, siguió escuchando atentamente a las explicaciones del Director. Sin querer volvió a descruzar las piernas en sentido inverso, lo que hizo que los ojos de mi libidinoso Director se fijaran justo al centro. Ahí confirmé mis argumentos de que aquello acabaría en buenos términos.

- Y.. ¿cómo piensan reprenderlo por su conducta?..- preguntó Mamá haciendo que desviara su mirada y se centrara a la suya.

- Lo siento Señora, pero lo tenemos que expulsar.- dijo el tipo sonando un manojo de hojas en el escritorio.

- ¿P-pero porque?, ..¿tanto así?, ¿No hay forma de que no lo expulsaran? Yo me aseguraría de que no vuelva a comer un acto como ese.

- La verdad Señora, ..la indisciplina de su hijo es muy grave. No podemos permitir esa conducta a nuestros alumnos ¿Usted comprende?..

- ¡Yo sé que hizo mal, pero ..¿y si a lo mejor lo obligaron? O se metió en el vestidor por error.- inconscientemente Mamá se rasca la pierna con el pie, haciendo que su minifalda juguetee sobre sus rodillas y que los ojos del Sr. Vaez devoren los centímetros de más que se divisan.

Traga saliva el infeliz. Ella cómo buena Madre y preocupada por su hijo trató lo más que pudo de que yo no fuera expulsado, entonces cómo última alternativa trató de sobornarlo.

- ¿Y si lo arregláramos de otra forma?, ..digo con un cheque. Usted dígame cuanto desea y yo…

- ¡Cajum..- hizo una pausa y de pronto cambió su actitud.- Ustedes los ricos quieren arreglar todo con dinero. No Señora así no son las cosas, ..mejor guárdeselo y lleve a su hijo a otra escuela.- le respondió tajante.

- P-perdóneme si lo ofendí, ..pero es que, entiéndame, estoy preocupada. Mi hijo es muy buen alumno, ..compruébelo usted mismo en su ordenador, él lleva el mejor promedio de su grupo.

- Si en eso estoy totalmente de acuerdo, ..su hijo es muy inteligente, pero esa indisciplina es muy grave. No podemos permitirlo.

- Por favor Señor Vaez, ..no lo expulse. Mire que si lo hace, mi hijo será mandado a España lejos de mí.

Y eso era cierto, si Fernando se enterara seguro que ahora si cumpliría sus planes de mandarme a Europa. Yo estaba aterradísimo, pero cuando el Director escuchó que mi Madre estaba desesperada algo en él cambio.

- ¿Que está dispuesta hacer para cambiar mi opinión?- le expresó el tipo mirándola a los ojos.

Mi Madre se quedó sería, en su rostro se reflejó algo de duda, sabía que el Director se refería a algo más serio.

- ¿A-a que se refiere?..

- Porque no dejamos al niño salir, ..digo, para platicar usted y yo más a gusto.

Yo me quedé de piedra por un instante, mi pequeña cabecita divagó y mis pensamientos morbosos empezaron actuar en mi subconsciente. El Director me pidió que saliera de la oficina. Volteé a ver a Mamá y ella muy sería nomás movió la cabeza aceptando que yo saliera. Mi mente me volvió a traicionar, me decía que no me podía perder lo que sucedería en ese lugar. Salí de la oficina y busqué la manera de poder observar lo que iba a suceder ahí dentro, para mi suerte a un lado de la oficina había un cuarto de servicio dónde guardan los bancos y los archivos viejos de todos los alumnos. Así que, tratando de no hacer ruido coloqué un banco cerca de la ventana que daba a la oficina ya que está estaba muy alta. Limpie la ventana haciendo una ruedita quitándole el polvo para nomás poder observar con un ojo y no ser descubierto. Para mi fortuna el cuarto dónde me encontraba estaba completamente en silencio permitiéndome así lograr escuchar a la perfección lo que sucedía del otro lado.

- Como le decía Señora, ..¿qué está usted dispuesta hacer para evitar que su hijo sea expulsado?- el rostro inexpresivo del Sr.Vaez se clava en mi Madre.

- C-cómo le digo, ..usted nomás deme la cantidad y yo..

- No me refiero a dinero, Señora.

- No, no le entiendo entonces..

- Yo creo que sí. Le voy hacer muy sincero Señora, ..usted es una mujer muy bella y..

- ¡Espere, espere ..¿a dónde quiere llegar?- Mamá ya se temía lo peor.

- Nada Señora, ..sólo que desde que usted llegó le he estado viendo el chocho y me he dado cuenta que usted es una mujer calienta güevos que sale a la calle sin calzones.- le expresó el tipo sin ningún pudor. 
        
- ¡P-pero cómo se atreve, ..¿qué le pasa pervertido? ¡No permitiré que me insulte de esa manera, ..lo voy a demandar por acoso sexual. ¡No volverá a estar en ninguna escuela por el resto de sus días..

Mi Madre se dio el levantón muy enojada insultándolo, ya iba sobre la puerta para abandonar ese lugar cuando se detuvo al escuchar lo que dijo el Director.

- ¡Hágalo, ..además no tiene pruebas. Y por si fuera poco me encargaré de que su hijo no vuelva a tocar otra escuela en esta Ciudad ni ningún otra. Conozco perfectamente a todos los Directores, ..sólo basta con hacer un par de llamadas y su hijito ya no podrá estudiar. Será una lástima que lo manden tan lejos.- y se dibujó en su rostro una ligera sonrisa de triunfador.

El Director tenía razón, ..y que además sólo le bastaba una llamada de su parte para impedir que yo pudiera seguir estudiando, (bueno al menos en la misma ciudad). Y haciendo el intento cómo de llamar, levantó el teléfono.

- Solo espero que su hijito se adapte a una escuela en Europa. Quizás allá le permitan sus perversiones.- le dijo el tipo marcando un numero en el teléfono.

Mamá se quedó pensativa, se dio cuenta que él tenía la razón, de alguna manera ese desgraciado tenía las facultades para lograr que en ninguna escuela de la Ciudad me aceptasen. Además recordó que Fernando seguro ahora si me mandaría lejos.

- E-espere ..

Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de mi Director.

- ¿Si yo hago lo que quiere dejara a mi niño en esta escuela y no lo reportara con nadie? ..

- Es una promesa, ..deséese por graduado a su niño ¡He, he, he..

- ¿Que quiere que haga? ..- le preguntó Mamá dejando su bolso en una de las sillas.

- ¡Sorpréndame ..

Mamá se dirigió a la puerta para cerrar el cerrojo, sabía que tendría que hacer alguna cosa de nuevo para evitar que eso llegara a mayores. El Sr Vaez quien estaba más ansioso por ver qué era lo que haría esa bella mujer, se acomodó en su silla y se aflojó el nudo de su corbata, la aguardaba sonriendo, sentado en la esa misma silla donde seguro acosaba a sus asistentes. Mi Madre sabía que estaba mal lo que iba hacer pero no podría arriesgarse a que su hijo perdiera sus estudios, se sacrificaría otra vez para retenerlo a su lado. Su mente era un mar de confusiones, se tendría que exponer ante otro maldito por salir de otro apuro y a la vez tendría que hacerlo rápido para evitar levantar sospechas ya que ella imaginaba que su hijo seguía afuera esperándola. Se consolaba pensando en que quizás mostrándole algo tendría más que suficiente, para luego retomar su apacible vida de mujer seria y glamurosa como lo había sido hasta hace poco tiempo.

Giró el escritorio y se desabotonó algunos de los botones de su camisa, mostrándole ante los ojos desorbitados del Sr.Vaez su hermoso lunar tan sexy de su pecho izquierdo. Con la mirada triste y avergonzada veía cómo mi preciosa Madre se desabotonada la camisa ante la mirada lasciva de otro desgraciado sin escrúpulos, mientras que este se sobaba su inminente bulto ya dibujado dentro de sus pantalones.

Mamá quien en primera instancia puso unos de sus delicados dedos en la rodilla del Director que enseguida se había girado sobre la silla para quedar frente a ella se dio a sentirla y palparla, estaba segura ya de lo que iba hacer que apoyó con ambas manos en cada una de sus rodillas y sin pensársela más acercó y dándole la espalda posó su trasero cubierto por esa minifalda elástica y comenzó a refregarla muy despaciosamente a la misma vez que iba cerrando sus ojos para soportar la vergüenza y la frustración de lo que se estaba obligando hacer. El Sr Vaez desde su posición miraba el rostro de Mamá totalmente humillado y veía como ella en vez de frenar la situación se daba a intentar sobornarle con el simple rose de su cuerpo.

En tanto Mamá primero se daba solo a rosar con su trasero apenas la rodilla de aquel hombre cosa que jamás ni en sus sueños más jocosos se había imaginado hacerle a un desconocido, la única salida a dicha situación que tenía era intentar que con simples roces el malnacido que tenía como dirigente de mi escuela tuviera suficiente. Con todo su cuerpo temblando por la vergüenza a tal humillación ya que estaba dispuesta a denigrarse con tal de que ese maldito no llegara a expulsarme empezó hacer movimientos sugerentemente copulatorios contra el inicio de aquel muslo.

El Sr.Vaez, quien se había mostrado inmóvil en todo momento no se la pensó para en un momento dado en que Mamá echaba sus caderas hacia atrás restregándose a su muslo, él rápidamente tomándole con sus dedos de la elástica tela, le subió un poco la minifalda por los costados para que ella se siguiera refregando sobre su muslo solamente protegida por sus bragas. La cosa era que por más que él se mostrara tranquilo, ya estaba más que caliente y sintiendo ganas de sacarse su poderosa verga para cogérsela ahí mismo, tras la desquiciante función que le estaba regalando mi Madre por su chantaje. Mientras que yo, quien veía desde aun costado y detrás de aquella sucia ventanilla también estaba que me moría de los nervios y la desesperación a causa de miles sensaciones que me atacaban, como el pudor, la aberración, dolor filial, ganas de no querer seguir viendo más y terminar de ver en que acababa todo eso, y lo más preocupante de todo es que aquella excitante perversión que se había instalado en mi cabeza desde aquellos días poco a poco se negaba a abandonarme y empezaba a incrementar.

Ahora era el Sr.Vaez quien estaba con los ojos desorbitados, ya que veía solo a centímetros como esa despampanante rubia contraía su cadera hundiéndose con calzón y todo para tallarse sobre su muslo. Las placenteras sensaciones no tardaron en atacar el ardiente temperamento del enorme sujeto, la dureza de aquellas nalgas y los portentosos muslos solo abiertos para que su pierna fuera abrazada con la que se estaba refregando lo estaba poniendo a tope. Mamá se daba solo a menear marcadamente sus caderas como si verdaderamente estuviera copulando en forma normal con algún hombre, cosa que jamás imaginé que pudiera moverse así. Claro que mi Madre se daba cuenta que con esos simples tallones quizás este no quedaría tan complacido, desgraciadamente para ella dichas sensaciones que aquel muslo le estaba otorgando a su intimidad eran también placenteras y ella notaba que estas iban en aumento, tenía que acabar con eso antes de volver a perder todo control de su cuerpo, por lo que se dio a seguir meneando rápidamente su cuerpo no importándole la imagen que dejaría.

Por mi parte y aun en mi puesto de observación veía horrorizado como mi madre abría sus bien torneados muslos para arremeterse contra la pierna de mi Director, sacudiéndose y contorsionándose en rápidos movimientos coitales, era asombroso ver como Mamá se meneaba con la planta de sus pies empinándolas y volviéndolas a bajar según regulaba sus movimientos, para ella lo único importante en esos denigrantes momentos era ver que su chantajista en turno quedase satisfecho, o en otras palabras intentar complacerle para que todo esto no llegase a más. Pero que equivocada estaba.

- Ya tengo el muslo mojado Señora, ..mejor acérquese.

El Sr.Vaez se puso de pie delante de mi Madre, ella se giró una vez que se acomodó su falda y volteó hacía arriba para poder verle. ¡Este tipo era enorme, Mamá le llegaba al pecho, no obstante que traía sus tacones altos. Con toda la brusquedad posible metió sus enormes manos dentro de la blusa de Mamá, con desesperación empezó a masajear sus grandes pechos.

- ¡Oiga noo.. p-pero que le pasa.- intentó reusarse.- ¡Déjame cabrón, déjame en paz, te denunciare.

- De eso nada Señora, ..¿creía que me iba a conformar con unos simples tallones? A ver si te enteras, ..ahora serás mía, te usaré y saldrás de esa oficina bien surtida y con el historial de tu hijo en limpio. Vas a gozar como no lo has hecho en tu vida.

Le dijo mientras bajaba sus grandes manos y la agarraba con fuerza de las nalgas para atraerla a su cuerpo.

- Veo que se ha puesto unas bragas muy chiquitas, ..¿ya pensaba calentarme verdad, Señora?

Metió varios dedos en la entrepierna de mi Madre y pudo notar como se tensaba, al sacarlos mojados se rio y se los enseñó.

- Mire Señora, ..para hacerse la estrecha está bastante mojadita.

Comenzó a pasar la lengua por toda la cara de mi Mamy, intentaba besarla pero ella mantenía la boca cerrada hasta que volvió a meter sus largos dedos y consiguió hacerla gemir, momento que aprovechó para meterle su cochina lengüota hasta la campanilla. Como había ocurrido anteriormente Mamá cada vez mostraba menos resistencia. El Sr.Vaez dejó de besarla y sacó los dedos de aquella caliente intimidad nuevamente para esta vez chuparlos. Mi Madre muy sería sólo se volteaba hacía el otro lado para no verle, se sentía sucia por lo que estaba haciendo y se sentía ultrajada por permitirle a ese enorme hombre disfrutar de su cuerpo. El Director bajó sus enormes manos sintiendo toda la silueta de esa hermosa Señora, lentamente empezó a sobar sus muslos levantándole la falda, sintiendo su dureza, su tibiez de las carnes. Con las manos tomó las costuras de la minifalda y las levantó subiéndosela hasta la cintura, dejando a la vista las braguitas sugestivas que Mamá portaba este día.

- ¡Waoh, wah waoooohh.. Señora, ..pero quién la viera tan decentita que se miraba. ¡Mire que cochina es, ..cómo se le ocurre usar éstos calzoncitos, ¡Cochina! De ahora en adelante le diré Señora Puta ¿qué le parece? ..

¡La muy descarada de mi Madre traía puestos sus hilos, aquellos cordones en forma de bragas, ¡No lo podía creer, ¿c-cómo era posible que Mamá saliera a la calle con ese tipo de prendas?, ahora entiendo, era por eso que el Director vio claramente su entrepierna cuando ella estaba sentada. Con sus grandes manotas le apretujó las nalgas con fuerza haciendo que ella se quejara. Mi Madre se miraba diminuta aún lado de ese gigante. Con sus manazas sobaba cada centímetro de su cuerpo, de las tetas hasta las pantorrillas, besuqueándole el cuello y los hombros, parecía como si se la quisiera tragar, cómo si este infeliz no hubiese tenido mujer en años. Agarrándola con sus dos manos por cada cachete del culo la levantó en peso para colocarla sobre el escritorio, ahí le sacó los pechos del brassier para poder disfrutarlas por completo. Cómo un loco chupaba ese par de melones rosados que disfrutaba de uno en otro.

- Abra las piernas Sra Puta..- y Mamá las abrió.

El Sr.Vaez totalmente enajenado se maravillaba ante el majestuoso cuerpo de la Madre de familia, la veía los muslos, la cadera y la estrecha cintura, perfecta, era como un ángel, en ese momento solamente le pertenecía a él. Mamá muy a su pesar no pudo evitar fijar su mirada en el tremendo miembro que aguardaba debajo de aquellos pantalones. En lo más profundo de su corazón le entraba la curiosidad, a su enorme tamaño debía de tener una gran verga, según la proporción exacta, su cuerpo y ahora también su mente la hacía flaquear y que sus pensamientos se desviaran de lo que estaba siendo obligada por un vil chantaje. Se sintió miserable por estar expuesta ante otro maldito hombre, el Director de la escuela de su hijo, pero con las generosas medidas de aquel bulto frente a ella no lo podía evitar.

No tenía intenciones de seguir sus órdenes. Pero para su mala suerte el tiempo corría, pronto se empezarían a preguntar qué hacía una hermosa mujer encerrada tanto tiempo en la oficina del Director, lo malo fue que por sus indecorosas bragas al abrir sus portentosos muslos prácticamente quedaba a expensas de ese malnacido. En cuanto hubo el espacio suficiente entre sus muslos, sintió aquella mano colándose por entre ellos. Mamá inmediatamente los cerró atrapándola entre sus blancos muslos, un dedo seguía la figura de su intimidad dentro, hacía su recorrido por su rajita hasta el inicio de los glúteos. El Sr.Vaez movió sus dedos justo donde sentía la cálida entrada, presionaba centímetros más abajo, casi en la entrada trasera, siguió magullando aquellas nalgas con la mano que le quedaba libre, tocaba la cintura y esa misma mano llegó hasta el abdomen.

- Abra bien sus piernas y no las cierres, Señora puta.- escuchó Mamá muy cerca de su oído.

- P-pero... por favor, ya ha sido suficiente..- replicó, con un poco de más control.

- ¿Quiere que su hijo siga en esta escuela?.. créame, todo será olvidado una vez que salga de esta oficina.- respondió en susurros.

- Por favor..- respondió Mamá, pedía piedad.

- Sólo quiero saber si está mojada, ande..- le respondió.

¿Mojada?.. pero si ya lo había comprobado, desgraciadamente para Mamá su cuerpo la traicionaba en situaciones como estas. Sin responder fue abriendo los muslos avergonzada, permitiéndole así poder extraer la mano. Sus dedos mostraban un brillante fluido que los embadurnaba. El Sr.Vaez si decir nada le abrió las piernas como en compás exponiendo delante de él todo la intimidad de esa bella Madre.

- ¡Pero ve nada más, nada más hay que ver, ..si usas unas bragas que ni las cabareteras. Ya decía yo que estas garritas y estas joyas no las había ganado con tu intelecto.. veo que no es una Señora tan de clase después de todo..- se burló el maldito.

Esas peculiares bragas (si se le pueden denominar así como ropa interior) habían sido adquiridas por mi Madre sabrá donde, desde su rotundo cambio en nuestras vidas. La verdad es que no comprendía porque este día precisamente había optado para ponérselas, quizás para que su ropa interior no se marcara en su delgada falda, ya que esos eran en especial puros cordones. Ella no le respondía nada simplemente le seguía observando. Mi Director llegó hasta su vagina y abrió sus labios de una forma sorprendente.

- ¿Lista?.- le preguntó suavemente.

- No, por favor..- suplicó, pero aquello ya se había convertido en algo muy perverso. Ya no había retorno.

- ¿Lista?..- repitió soltando su respiración en el oído de Mamá.

Entonces recordé que esa misma posición era una que ya en dos ocasiones la había tenido mi tío en la cocina, de frente a ella con su mano en su vagina y de pie. La única diferencia aquí es que ahora no se encontraba en casa y que cualquiera que llegase y tocara la puerta podía hacerse preguntas de lo que hacían.


- Está bien mojada Sra Puta, ..esto le está gustando ¿verdad?..- habló mirándola a los ojos.


Y claro que Mamá estaba mojada, quizá por el recuerdo de sus pasadas situaciones quienes también se habían aprovechado de su vulnabilidad para obtener lo que siempre quisieron o quizá porque de verdad aquello le estaba gustando. No dijo más y la penetró con sus dedos. Instintivamente Mamá lanzó la cadera hacia atrás estrellando sus pompas en el escritorio. El Sr.Vaez decidido a intentarlo volvió acercar su mano y logró penetrarla casi con en la totalidad de la longitud de sus dedos. Ella lanzó un gemido que no pudo contener, que estaba seguro que si aún estuviese sentado en las bancas del pasillo sería por demás obvio que alcanzaría escucharlo, por más inocente que fuera.

- Pero qué lindo sonido, Sra Puta..- le susurró.- Siento cómo contrae su vagina, es delicioso..- y volvió a susurrar.- Voy a hacerte sentir un orgasmo aunque no quieras.

Con los dedos adentro empezó a moverlos hacia adelante y hacia atrás como en una penetración infernal, los movía de adelante hacia atrás en lo más profundo que sus dedos alcanzaban. Pronto Mamá empezó a sentir que las piernas le flaqueaban, mejor que cuando ni ella se metía los dedos.

- Aaah.. P-para por favor..- le dijo, no quería sentir un orgasmo brutal en ese lugar y menos obligada por un desgraciado que la estaba chantajeando.

- ¡SThhh.. disfrute Sra Puta.- le respondió.

Los movimientos duraron unos segundos más hasta que llegó el inminente orgasmo que provocó que Mamá se recargara en el hombro de ese desgraciado. En esos segundos este había llevado su mano a los pechos, pero ella estaba en una situación tan lejana de la realidad que apenas se había percatado. Estaba apretando uno de sus pezones cuando las piernas perdieron fuerza y se doblaron. El Sr. Vaez logró abrazarla y sentarla en el escritorio de nuevo. Todo eso sin sacarle dos dedos. 

- ¿Está bien?.. ¡He he he..

De pronto Mamá recobró el sentido de la realidad y notó lo que estaba sucediendo con un renovado gusto, hasta estaba seguro que quería un segundo orgasmo. Pero debía disimular.

- ¡Aah.. Bien, ya ha tenido lo que quiere.. ¡Ah- le dijo, apretando sus muslos contra la mano, como pidiéndole que dejara de penetrarla con sus dedos.

- ¿Qué?.. pero sólo te he dado placer ti.- le respondió con tono molesto y eso me dio un escalofrío morboso.- Ahora me toca disfrutar a mí.

- P-pero..- tartamudeó ante la sorpresa.

Mamá se encontraba con las tetas de fuera sentada en el escritorio del Director ..esto era cómo un sueño, ¡Una pesadilla infernal! Todo me había salido mal, estaba pagando por mis perversiones, por mi culpa mi Madre estaba postrada en la mesa de mi Director con las piernas abiertas y él chupándoles los pechos como a una ramera. ¡Todo era mi culpa, mi maldita culpa, y ahora lo estaba pagando con lo que estaba viendo.

Cuando este se cansó de chupárselas se separó de ella para disfrutar ahora de su tesoro encharcado, el desgraciado tenía todo el tiempo del mundo para disfrutar de ella y nadie se lo iba a impedir. Con horror vi cómo se agachaba y se acercaba a la entrepierna desnuda de mi Mamy. El infeliz de mi Director, rodeó con sus brazos el vuelo de la falda y lo enrolló alrededor de la cintura de Mamá, y suavemente la sentó …abrió sus piernas con la más calma del mundo, ¡El muy Cabrón tomó la pierna derecha colocándola en su hombro izquierdo, después se puso en cuclillas y se fue acercando lentamente a la ardiente intimidad de mi Madre.

- ¡Ahh..- exclamó Mamá al menor roce.

El desgraciado colocó sus labios en uno de los muslos internos y empezó a recorrer suavemente, besando cada milímetro de piel, mordisqueando cada palmo de su pierna, y acercándose, peligrosamente al rincón de gloria de mi Madre. Sin prisa y con calma pasaba de una pierna a otra, la estaba haciendo gozar más, era evidente la acelerada respiración de mi Madre a cada segundo. Ella ya no decía nada sólo respiraba, o bien se sujetada de la orilla del escritorio para mantener la postura. Vaez, estaba disfrutando palmo a palmo de sus muslos blancos, no se la devoraba cómo al principio, pero si la torturaba acercándose peligrosamente pero no la tocaba, seguía en su tarea de besar y mordisquear, muy suavemente, alrededor de la intimidad de esa atinada Señora.

¡Ahora lo entendía, quería doblegar a Mamá, el desgraciado le gustaba humillar a sus víctimas, le llenaba de gozo doblegar a las mujeres. Con horror veía cómo poco a poco fue llegando, no ocupó hacer a un lado la braga, los hilos le permitían todo, que ya de por sí cubría prácticamente nada. Fue la lengua del infeliz que tocó los ardientes labios inferiores de mi Madre, él aspiró fuertemente para que ella escuchara y para que él se llenara de ese aroma suave, aroma mezcla de algún perfume suave y del deseo ardiente que ella empezaba a sentir en su interior. El Sr. Vaez se embriagó del perfume de Mamá, siguió recorriendo con su lengua. Ella no quería doblegarse, trataba de mantener la postura, de que terminara ya para así poder salir de ese lugar, pero el desgraciado sabía cómo hacerlo… la lengua empezó a penetrarla, Vaez abrió suavemente las piernas de Mamá lo más que pudo, cuidando no hacerle más daño, tal parecía que él mismo quisiera meterse en ella, mientras ella trataba de no sentirlo.

- ¡Chomps!, ¡Chupss!, ¡Aah.. Nunca había probado algo tan bueno ¡Mmhh!!..

Mamá no decía nada, se mantenía sólo con sus ojos cerrados sintiendo cómo ese enorme hombre la devoraba sin misericordia. Vaez se estaba comiendo a mi Mamy sin que nadie lo evitara. Entonces este, para aumentar más la humillación todavía el infeliz empujándola para que quedara totalmente recostada en el escritorio le colocó los tobillos en las orejas, dejando ahora si totalmente expuesta con su raja y su ano.

- ¡Oohh!, ¡Pero si mira lo que me he encontrado. Qué bonito culito tiene ahí Sra Puta, ..apuesto que también le gusta que se lo hagan por ahí. ¡Pues si ya lo tiene todo petado.. ¡He, he, he..

El miserable la había recostado sobre el escritorio, se había colocado entre sus piernas y la mantenía con las piernas pegadas sobre sus orejas mientras le observaba con deseo y ocio toda la raja.

- ¡Vaya, esta concha está súper empapada, ..nunca le había lamido la concha a una puta tan cachonda.- le decía burlándose de su estatus de mujer y Madre.

- ¡Oh dios, basta ya por favor, ..e-en cualquier momento puede entrar alguien. ¡Aah.. No me haga esto, se lo ruego.- sollozaba débilmente Mamá sintiendo como ese desgraciado le devoraba su chochita.

- ¡Shurps.. Tranquila Sra puta, ..no se preocupe por eso. En estos momentos el personal está muy ocupado, ..es más, ahora le voy a meter la lengua en el culo. Póngase en cuatro patas sobre el escritorio para estar más cómodos.

- ¿Queé?..

Y quizás para no entretenerse más y para que todo terminara lo más rápido posible así lo hizo, se levantó del escritorio para voltearse, el sucio hombre que tenía para Director de mi escuela se estaba aprovechando de su cargo, estaba chantajeando a la Madre de uno de sus alumnos para violarla. Mamá tuvo la vil vejación de ponerse sobre sus codos para quedar empinada sobre el amplio escritorio de mi Director. En esa posición ella no podía estar más expuesta, sólo sintió cómo esa lengua rasposa se posaba en su aro rosado para ampliar su humillación. Pasa un dedo entre los esfínteres carnosos del culito de Mamá y a ésta se le escapa un gemido. El Sr.Vaez se desabrocha la camisa y toma posición entre la parte trasera de sus piernas que se exponen ente él para facilitarlo. Besa con devoción el culo cada vez más hinchado de Mamá, y ella responde con una sacudida de escalofrió.

- Di-osss hh..- susurra ella.


- Esto no es nada, ..acabamos de empezar, Señora.. ¡Mmh! Que rico agujerito.- Sonríe el Sr.Vaez detrás de sus piernas, y se pone a lamer aquél sabroso manjar que frente a él se concentraba. Aspira el aroma de mujer del chochito por segunda vez, y comienza a repartir lengüetazos al aro rosado.



La lengua de mi Director lenta pero segura, penetra el ano para después bajar a la raja, acabando la caricia con movimientos circulares sobre ella. Mi propia Mamy bucea sobre el papelaje del escritorio tratando de hallar un lugar más cómodo mientras le comen el culo y la vagina a la vez. Un dedo, el más largo, penetra en la húmeda cueva de mi Madre, que se retuerce de lo inesperado mientras sigue sollozando. En la otra mano, un dedo se vuelve travieso y empieza a jugar sobre la entrada de su trasero.

- ¿Alguna vez se lo han hecho por el culo, Señora? ..- pregunta el Sr.Vaez mientras la sigue punteando con el dedo.

- ¡Aah.. ¡Sí..- responde ella sonrojada, mientras comienza a respirar más acelerado.

Ella pensó que iba a jodérsela desde atrás, pero para su placer y sorpresa el Sr.Vaez apartó de nuevo la braga un lado, que ya era un simple codón enredado a los demás hilos empercochados de líquidos vaginales, y mientras con su mano izquierda jugueteaba con el clítoris de ella, le preguntó:

- ¿Cuándo fue la última vez? ..- el dedo del Sr.Vaez sale del chocho y se hunde sin contemplaciones en el ano de mi Madre.

- ¡AAAh! Noo, ¿q-que hace?..- pero al ver que no escuchaba respuesta decide contestar.- ¡Ya, ya hace ..mucho ¡Ouch!- Mamá se arquea por la inesperada, aunque placentera intrusión.

- Bien ..- otro dedo se cuela esta vez en la rajita de mi Madre. 

Sus dos agujeros son traspasados suave y lentamente, y su clítoris recibiendo lametazos tras lametazos de mi Director. Mamá se retuerce de placer o de la incomodidad no estoy seguro. No obstante, lejos queda el orgasmo, el Sr.Vaez no parece querer llevarla allí, sino hacerla gozar más en el camino. Un segundo dedo se interna en su sexo, los tres que la penetran son de la misma mano. La otra no deja de acariciarle los muslos, calmando la tensión de los músculos.

- Ábrase el culo, ..que se lo voy a comer igual que antes te comí la chocha. Vas a retorcerte hasta no poder más.

Mamá obedeció y sintió cómo la lengua de mi Director comenzaba a juguetear más sobre su rosado ojete en la caricia prometida, era más placentera de lo que nunca hubiera podido imaginar y maldijo a todos esos desgraciados por despertar su lujuria. Cada pasada de la lengua sobre su arrugado anillo era como una pequeña descarga eléctrica que le recorría todo el espinazo y la hacía retorcerse de gusto tal y como predijo ese desgraciado. Ahora le estaba introduciendo el pulgar de la mano en la rajita mientras con el corazón de esa mano le frotaba cada vez más violentamente el clítoris, al tiempo que alternaba pasadas de la lengua con pequeñas introducciones de esta en el culo.

- ¡Mmhh!.. Un culo digno de una Señora con clase, ..¡Es delichiocho! ¡Umhh!!- la humilla con sus lacerantes comentarios.

La estaba matando de placer, jamás habría imaginado Mamá verse en situación como tal, siendo penetrada por la lengua de un desconocido en la propia escuela de su hijo, que permitiera a alguien meter su lengua en lo más reservado de su cuerpo y que eso le proporcionase tanto placer. Poco a poco veía a mi Madre estarse abandonando a los deseos de su chantajista y cada vez más cachonda y relajado su esfínter. Los dedos de sus pies se giraban en su propio eje en el piso como si pretendiesen mitigar el máximo placer que estaba sintiendo, todo ello motivado por las deliciosas incursiones de la lengua en su cada vez más dilatado culo.

- ¡Aah.. Cabrón, aahhhh.. sigue, me estás matando de gusto, infeliz. ¡Mete más hondo tu lengua, ¡Aah.. Sí, así aaaahhhh.. yaa yaaa No pares, sigue cabrón, Arghh!!

Cada vez más Mamá se iba perdiendo en la lujuria, casi hasta ya había olvidado la angustiada de estar pensando que en cualquier momento alguien pudiera llegar a la oficina, y por otro lado le aterraba pensar que su hijo estuviera afuera esperando para saber en lo que hubieran decidido ellos sobre su futuro. Mi Madre sentía los lengüetazos y los piquetes cómo si fueran hechos por un ángel le chupaba el esfínter, el desgraciado estaba cómo aposento chupándole la cola y auscultándosela. Con sus enormes manos la abría de sus cachetes traseros para poderle llegar más adentro. Lengüetazo tras lengüetazo se la estaba tragando ese malnacido, cuando volteé a ver el rostro mi Madre, ella se encontraba coloradísima, con horror me pareció ver a esa extraña mujer que Mamá llevaba dentro.

- ¡Aahh, ¡Ya cabrón..- se escuchó al exhalar de sus labios.

- ¡He, he, he.. ¿Le gusta que le coman el culo, verdad? ..Sra Puta.

El desgraciado abrió aún más sus nalgas y poner aún más a su disposición ese exquisito culo que se abría y cerraba tras a cada lengüetazo.

- ¡Chompsss! ¡Chumpss.. ¡Mire cómo se le abre y se le cierra el culo, Señora Puta ..es como si me estuviese dando la bienvenida ¡He, he, he..

Cuando se separó de ella, Mamá tenía todos sus agujeros bien lubricados, su vagina brillante de tanta baba que le había dejado y su culo lo tenía muy colorado, a causas de las dilataciones y la cantidad de pasadas con la su lengua. La jaló de las caderas para bajarla del escritorio, cuando lo hizo, le tomó de los hombros y la fue bajando hasta ponerla frente a su bulto, que ya se dibujaba enorme dentro de sus pantalones.

- Bueno Sra Puta, ..es tiempo de que yo también disfrute, ¿no?..

Mamá sabía lo que enseguida se venía, volteó a verlo desde abajo mientras este se bajaba el cierre lentamente de su pantalón frente a su nariz. Con la mirada suplicante estaba a la espera de que el sujeto gigante que estaba de pie frente ella terminara de hurgar dentro de sus pantaloncillos para sacar frente a ella lo que sería una buena herramienta ya que se le dibujada buen bulto dentro de la tela. Pero esas no eran las intenciones del desgraciado, este quería seguir humillándola, quería sentirse superior a mi Madre, aquella mujer que lo había ofendido con la intención de sobornarlo, con la intención de pagarle con un cheque para guardarse su autoridad.

- Ande Sra Puta, busque mi verga dentro de mis pantalones y empiécemelo a mamar para salvar la carrera de su hijito.

Con esas palabras lacerantes para su mancillado orgullo, Mamá ya en cuclillas fue metiendo su mano dentro del cierre de ese pantalón para rebuscar lo que había dentro. Tras haber metido sólo la mano hasta la muñeca, en su rostro se dibujó una expresión de asombro absoluto, era cómo si mi Madre hubiese metido la mano en una madriguera dónde una gran serpiente la estuviera esperando dentro. Con horror fue sacando una enorme manguera de color marrón oscuro, era cómo un enorme chocolate snickers que Mamá sujetaba en su blanca y delicada mano ¡Este tipo tenía la verga muy larga, hacía honor a su tamaño. Mi Madre con los gestos de su rostro dio a entender que este tipo la lastimaría si le metía tan enorme estaca. Trató de separarse un poco pero el desgraciado la sujetó de un hombro para que no lo hiciera, estaba empecinado en humillarla.


- ¿Había visto tremenda preciosidad?.. ¡He he he.. Creo que no por la cara que ha puesto, ..tóquela, no muerde. No la saqué a tomar aire ¡He he he..



Resignada empezó a menear esa tranca para ponerlo a tope (cómo si esa cosota lo necesitara) Ella ni con ambas manos alcanzaba abarcar en su totalidad esa temible estaca, al parecer Mamá tenía la facilidad de encontrar personas con horribles órganos en su camino, ya que con todos los sujetos con los que últimamente había estado las tenían monstruosas.

- Ya deje de menearla tanto, Sra Puta, ..ya estoy bastante grande para las puñetas. Mejor empiece a usar sus labios.

- ¡E-es muy grande, ..no creo poder meterla en mi boca.- le respondió sin dejar de ver en ningún momento ese órgano.

- ¡Hágame caso y lámame bien el rabo. ¡Vamos jodida zorra, chúpala, ..mánchate bien esa boquita para que vallas y beses al cornudo de tu Esposo.

Aquellas humillantes frases ante su digno porte de mujer de casa la lastimaban aún más, el desgraciado se estaba burlando de la difunta imagen de mi Padre sin recordar que yo le había dicho que era huérfano, el desgraciado creía mi Madre estaba en esa situación por gusto, por ganas, creía que lo hacía por no hacer enojar a mi Padre, seguramente pensaba que mi Padre se enojaría muchísimo cómo para mandarme a España a estudiar, sin imaginarse que lo hacía porque la tenían sometida, chantajeada por un tipo sin escrúpulos al igual que este. Tenía la idea de que esa mujer tan espectacular que tenía arrodillada frente a su miembro estaba acostumbrada a entregar su cuerpo para resolver sus problemas. Con una voluptuosa mirada cargada de lujuria fue acercando la cabeza de mi Madre hacía su palo. 

- Vamos a comprobar si es cierto lo que ha dicho.- le dijo, refiriéndose al posible temor de Mamá de no poder albergarlo.

Agarró su verga dándole tres golpes con ella en la cara a mi Madre, en una mejilla, en la frente y en la otra mejilla, como animándola a que se lo mamara. Ella ya resignada a que ya no se podía salvar, levantó su cabeza y con la lengua acarició la punta de su enorme verga, recorría su capullo con su lengua lentamente, esparciendo la saliva por toda su superficie.

- ¡Oohh..- Exhaló el Sr.Vaez al sentir esos dulces labios abrazar su miembro.

La cabeza de mi Madre se movía hacia los lados mientras movía la boca para cubrir bien toda la punta. Sujetó fuertemente con una mano de la mitad por el tronco y con un movimiento hacia atrás peló ese tremendo chile, sacando el hinchado hongo amoratado de su escroto protector. Con una mano estaba agarrando con fuerza la verga y la otra mano la llevó hasta sus pesados güevos. Los agarró con fuerza y los apretó pero sin llegar a lastimarlo. 

- ¡Uuyuyuuy.. ¿quién le enseñó hacer eso Sr. Puta?..

Sin mediar palabra, jadeando aún, con los ojos ahora un tanto extraños, volvió a meterse aquella verga en la boca y comenzó a darle una mamada como si fuera la última y más importante de su vida, rebaneando con su lengua todo el capuchón de su verga, llenando de tibia saliva todo el tronco hasta los güevos, acariciando estos con sus afiladas uñas de esa forma tan placentera y delicada que llaman por ahí patas de araña. “¡Shocks!, ¡shucks!, ¡shacks!”- fue el sonido que empezó a inundar la oficina mientras Mamá se mantenía ágatas degustando esa tranca, y mi Director se colocaba sus manos en su cuello dándose por un vencedor.

Mamá seguía chupando aquel gordo capullo, ahora alternando las lamidas con ligeras succiones, a veces ponía la punta de la lengua sobre el agujerito del capullo y la movía rápidamente, mientras con su mano libre continuaba estrujando aquellos pesados güevos con la palma. Rodeó con sus labios el tronco de la verga mientras su lengua jugaba con las palpitantes venas. De una forma que no me lo esperaba Mamá atrapó la cabeza de ese rabo entre sus dientes con suavidad, por su cara sabía que lo que le estaba haciendo le estaba gustando, trataba de esmerarse pues quizás así lograría que todo eso terminase rápido, o quizás agradeciéndole por lo pasado hecho con ella.

Abrió la boca por completo y se metió la cabezota dentro por completo mientras seguía moviendo la lengua, mordió la cabeza lo suficiente pero sin hacer demasiada fuerza hasta que el Sr.Vaez dijo:

- ¡Oohh.. ¡Pero qué bien la chupas condenada puta, ..se nota que lo tiene bien practicado ¡He, he, he..

Y cada vez que este tipejo le decía Sra Puta, mi Madre hacía una mueca con el rostro sintiéndose más humillada. El Sr.Vaez al voltear y ver el rostro de Mamá bajo su entrepierna no pudo dejar de admirar el lindo collar de perlas que ella mostraba para la ocasión, con él su largo cuello mostraba una elegancia y sofisticación que sólo una mujer cómo mi Madre podría lucir. El infeliz baja sus manos y sueltan el broche de su collar, mientras ella se lo chupa el tipo le pregunta: 

- Que bonito collar, ..¿apuesto que cuesta carísimo?..

- ¡Megh ..¡gogh ..gregagó mi maggigoo.- sin sacársela de la boca, Mamá logra responderle que se lo regaló su Marido.

El desgraciado rodea con el collar su verga y los güevos para incrementar la humillación. Mamá lo observa y cierra sus ojos, no puede creer lo que estaba viviendo, le está chupando la verga al Director de la escuela de su hijo para que no lo expulsen, y además el desgraciado se estaba sujetando la verga y los güevos con el collar de perlas que su difunto Esposo le había regalado en su aniversario, a juego con los aretes y una pulsera que había dejado ese día en su alhajero.

Mamá abre los ojos y redobla los esfuerzos para hacerle una mamada increíble y terminar. Con lentitud retira la piel del pene y descubre su capullo. Sólo los labios juegan con él ahora, sólo la lengua le recorre. Forma con sus sensuales labios ese peculiar anillo que envuelve la tranca. El desgraciado viejo la observa desde arriba satisfecho, esa hermosa Señora y flamante Madre le está brindando un placer infinito. Esa mirada extasiada, ese brillo de lujuria en sus ojos. Sin dejar ni un sólo instante de lamerle la verga, mi Madre rodea con su mano el tronco, sin proponérselo le enseña su anillo de casada. No hay duda, es el anillo de diamante que mi Padre le había colocado frente al altar cuando se casaron, ese anillo que portaba con orgullo y la hacía sentir la flamante Señora Tapia. Pero el desgraciado tiene otros planes.

Se lo saca de dedo y lo observa, quizás era el anillo que él había soñado para entregarle a su mujer. Cuidadosamente coloca el anillo sobre su capullo, obvio no entra, el glande es mucho más grueso, pero esas no son las intenciones de este desgraciado, con la mirada y una sonrisa malosa la invita. Mi Madre rápidamente para evitar que se desplace introduce su lengua por el orificio. Le raspa un poco, pero el morbo es infinito. Jamás le habían hecho algo semejante, es increíble. Una flamante Esposa haciéndole una mamada mancillando su anillo de casada con la tranca de un desconocido en su boca. 

En eso estaban cuando se escuchó el teléfono de la oficina. Mamá paró de chupar logrando sacar ese anillo tan significativo de su boca para ponérselo en su lugar, intentó levantarse pero a este le valió y volvió a dirigir la cabeza hacía su verga.

“¡ring!!, ¡ring!!, ¡ring!!”


- ¡Me lleva la chin, ..pero que carajos. No dejan trabajar a uno, ..venga acá Sra puta. En un segundo me desocupo. ¡He he he..


El desgraciado no dejó que ni se levantara, la llevó gateando hasta dónde se acomodó para responder el teléfono. Tomó el teléfono y respondió de mala gana con su peculiar ronca voz.

- ¡Diga..- contestó con la mano sobre la nuca de mi Madre.

- ........... .......... ........

- ¡Ah.. hola cariño, ..¿qué haces?..- cambió rápidamente su tono de voz.

- ....................... ................... .........- mientras escucha a su mujer el desgraciado prepotente aprovechaba para sobarle las mejillas a Mamy.

- ¿Que pasó amorcito?, ..no te he dicho que no me hables cuando estoy trabajando.- y le sujetaba la barbilla a Mamá como si fuera niña chiquita.- Si, estoy muy ocupado.

- ........... ...... .................- mientras ella hablaba el desgraciado oprimió el botón del alta voz.

- Perdona cariño, pero sólo quería saber cómo quieres que me vista para esta noche.- se escuchaba una voz dulce tras el teléfono.

Este infeliz hablaba con su Esposa de lo más normal mientras tenía en sus rodillas a la flamante Madre de uno de sus alumnos chupándole su cosa. Mientras hablaba con su mano desocupada sobaba las mejillas de ella acariciándole el rostro.

- Lo que tú quieras amorcito, ..es nuestro aniversario. Ya sabes lo que me gusta ¡He, he, he..

La pobre de Mamá no sabía qué hacer, se encontraba desconcertada, se volteaba hacía otro lado y se concentraba en su tarea, quería acabar con esto lo antes posible, antes de que alguien entrara y por el tiempo ahí dentro que comenzaran a sospechar. Experta ya en el arte de la felación, fue succionando, primero suave, luego fuerte para terminar intensamente en el glande. Sus finos dientes mordían suavemente la cabeza del miembro viril del Director, en tanto que sus delicados dedos acariciaban, apenas rozando con sus uñas los güevos de quién en ese momento se sentía el hombre más feliz del mundo. Con arte más que ensayada, poco a poco la verga del Sr.Vaez fue agarrando la dureza que mostraba en un principio. Mamá fue sintiendo palmo a palmo el palpitar de aquellas venas de tan grueso miembro que crecía centímetro a centímetro dentro de sus labios. Fue sintiendo esa suavidad y dureza al mismo tiempo, cosa que la mujer que hablaba tras el teléfono ni se imaginaba que pudiera estar haciendo su complaciente Esposo.

Ese poder de morbo que le daba al tener a una flamante Señora postrada ante él, era para él cómo tener el mundo a sus pies. Sabía perfectamente que ese momento de poder que el desgraciado experimentaba lo hacía sentirse poderoso, la mujer más hermosa de la ciudad, deseable y ardiente que se puedan imaginar se la estaba mamando arrodillada en su oficina.

- Si amor, te digo que estoy algo ocupado, ..estoy, ¡Ooh, estoy platicando con una Señora sobre el comportamiento, ..de su hijo.- se cortaba el maldito con los chupeteos de mi Mamy sobre el glande.

- ¿Espero que no estés de volado con ella?..- preguntó su Esposa a sabiendas de cómo era su Marido.

- ¡Noo cómo crees, cariño, ..además, la Señora se ve muy respetable, muy fina y además muy elegante.

- ¡Si cómo no, ..esas son las peores. ¡Muy modositas por fuera pero putísimas por dentro..- expresa su mujer, sin imaginar que aquella Señora de la que hablaba con desprecio podía escuchar perfectamente sus lacerantes palabras.

- ¡Nooo, además se ve que de su boca no salen ni malas palabras ¡He, he, he..- mientras decía eso sacaba su reata de los labios de mi Madre y empezaba a golpearla con su verga en los labios.

Mamá buscó acabar de una vez, abrió la boca y se tragó la verga hasta la mitad. Tenía toda esa tranca en la boca y lo miraba desde abajo. Se sentó sobre sus pantorrillas, tenía que levantar la cara para que ese snickers pudiera entrar y salir de su boca. Apoyó ambas manos en los grandes muslos del tipo. El único contacto que había entre ellos era la verga del Sr.Vaez y la dulce boca de mi Mamy. Y sus ojos, sus hermosos azules ojos clavados a él.

- A lo mejor si merece un castigo ¡He, he, he..

- ¡Dáselo cariño, ..para que se le quite a esa gente adinerada.

El desgraciado empezó a moverse, adelante y atrás, cogiéndole por la boca. La lengua de mi Madre jugueteaba con el tronco de su verga dentro de su boca, y con la punta cuando se la sacaba. Mi Madre estaba decidida a terminar con eso. El placer que el Sr.Vaez sentía era inmenso. A veces se la sacaba de la boca y se la pasaba por la cara, sus mejillas quedaron empañadas. Se le volví a meter, esta vez empujaba más, y poco a poco le fue metiendo más y más la tranca dentro de su boca. 

- Bueno, por lo pronto la voy a mantener ocupada un ratito más, ..luego veré que hago con ella.- decía en doble sentido.

Su pobre Esposa ni se imaginaba lo que estaba haciendo su Marido en su aniversario de bodas, con cierto resentimiento quería su mujer que castigaran a las personas de un estatus social mayor que el de ellos, se veía que odiaban a las personas con un nivel económico superior. Mientras tanto su Marido del otro lado del teléfono empujaba su verga cada vez más adentro de los aterciopelados labios de la atormentada Madre incrementando más su gozo. Consiguió metérsela dentro de la garganta, hasta que los labios de Mamá se abrieron para poder tomar aire. No podía creer que mi Madre no pudiera ahogarse con toda esa verga. Tenía que tener parte de ella alojada en su garganta.

- Ya, ya cariño, ..te voy a dejar, porque tengo que seguir atormentando a una Señora adinerada ¡Ha, ha, ha..

- ¡Castígala, ..aprovéchate que la tienes en tus manos y repruébale al chamaco.- decía con rabia la muy ingenua.

- ¡Ha, ha, ha.. No te preocupes cariño, ..voy hacer hasta que me chupe los güevos. ¡Ha, ha, ha..- le dijo sarcásticamente a su Esposa.

- ¡Jijiji.. ¡Ay cómo serás, ..te va a escuchar. Los güevos que te los deje, ..porque esos van a ser míos hoy ¡Jijiji..

- ¡He, he, he.. Bueno cariño, te dejo, ..y ponte la panty rosa que tanto me gusta.

El tipo colgó y volteó a ver a mi Madre que se encontraba en su ardua tarea.

- ¡Ya escuchaste a mi Señora, ..sólo chúpame la verga, porque los güevos son de ella ¡He, he, he..

A Mamá no le quedó de otra que sacar una cínica sonrisa al escuchar cómo el Director se burlaba del momento tan humillante para ella. El tipo estaba soñado con esa hermosa Señora chupándole el pivote. El desgraciado volvió a cogerle la boca. Lo que me daba pavor era ver que sus pezones de mi Madre se notaban durísimos. Quizás se había excitado por la situación de momento. Se confirmó cuando vi cómo se sentó en el suelo para poder abrir sus piernas. Metió una mano debajo de su falda y empezó a tocarse. La verga de ese maldito seguía entrando y saliendo de su boca, llena de saliva. Al estar ahora sentada, su cabeza quedaba aún más abajo, y tenía que levantar la cabeza más, quedando su boca casi recta con su esófago. Ahora permitía que esa enorme manguera se deslizara con más facilidad. Se la metía hasta que hacía tope y la mantenía, para volver a sacarla y meterla otra vez. Cuando el tipo empezó a bufar cómo si fuera a correrse de nueva cuenta fueron interrumpidos.

“TOC.. TOC.. TOC..”

- ¡Me lleva la chingada, ..¿y ahora quién es?

- Señor Vaez, ..necesito hablar con usted.- se escuchó una voz tras la puerta.

- ¡Maldición, ..¿que acaso no me van a dejar encularla cómo se merece?.. ¡Métase bajo mi escritorio mientras me deshago de este estorbo.

- ¡Está usted loco, ..nos van a descubrir.

- No se preocupe Sra Puta, ..ahorita tendrá lo que vino a buscar. Ahora haga lo que digo.

Agarrando a Mamá de la cabeza la metió batallando hasta que quedó metida debajo del escritorio. Ella estaba muy nerviosa, sabía que todos la habían visto entrando a la oficina, sabía que en cuanto se abriera esa puerta se haría obvia su falta de presencia, con terror se colocó entre las piernas del Sr.Vaez y esperó con nerviosismo a la extraña figura que los interrumpía. 

- Adelante puede pasar ..- respondió el Sr.Vaez ya completamente acomodado en su respectivo sitio.

Al abrirse la puerta entró mi Maestra algo molesta.

- ¡Buenos días Sr.Vaez, ..me enteré de lo sucedido con uno de mis alumnos y vengo a saber que sucedió con ese tema.

- E-esté, ..bueno, Srita Díaz. Sobre ese tema, ..he, ya está solucionado.- le increpó.

Mientras ellos dos hablaban, mi Madre estaba pendiente de lo que comentaban acerca de mí, pero el infeliz, al notar que ella no se movía, ni seguía acariciando su garrote, entonces metió su mano bajó el escritorio y tomándola de la nuca la obligó nuevamente a chuparle el pene. Mamá se resistió por unos instantes, no creía que ese sujeto fuera tan descarado, pero este insistió tanto que mi Madre tuvo que doblegarse y volver a poner sus labios sobre esa cosa.

Esto sí que era una pesadilla para mí y para ella principalmente. Mi Maestra entraba a la oficina del Director mientras mi Madre le chupaba la verga para sobornarlo de que no me expulsaran, esto era de película. Yo estaba sudando del otro lado del cristal, podía ver cómo la cabeza de mi Madre se agitaba debajo de ese escritorio y cómo el Sr.Vaez habría más sus piernas para facilitarle el trabajo. Creo que mi Maestra sospecho algo, ya que se quedó viendo abajo del escritorio extrañada, lo bueno para mi Madre era que el escritorio cubría completamente todas las piernas, así que podía chupar sin el temor de que alguien pudiera darse cuenta de lo que sucedía bajo ese mueble.

- Sé que lo que hizo mi alumno Tapia está mal, pero.. es uno de mis mejores alumnos.- continuaba hablando sin quitarse la duda de que hubiera alguien debajo de ese escritorio.

- He hablado con su Madre, Srita Díaz ..la cuál ¡Cajum!.. la cual me ha convenció “abiertamente” que su hijo merece una segunda oportunidad por su falta. Sé que es una indisciplina muyyyy grave ¡Ooh ..p-pero también me he dado cuenta que el chico es uno de los mejores de su clase. Así que.. ¡Oohh! Así que he decidido no tomar ninguna reprenda y no expulsarlo.

- Me parece lo correcto Sr.Vaez, ..creo que el chico tuvo una pequeña curiosidad y pues es típico de un niño de su edad. En esa edad tienen mucha curiosidad por el sexo opuesto, ..además acaba de perder a su Padre, ¿eso también lo ha de tener algo confundido?..

- Bueno Srita Díaz, ..entonces estamos de acuerdo. Si no tiene otra cosa que agregar.. Tengo mucho trabajo.

- Sí me imagino ..- lo dijo en tonó irónico.

Creo que mi Maestra si se dio cuenta que algo sucedía bajo ese escritorio y empezó a ponerse nerviosa, así que decidió mejor salir de ese lugar lo más rápido posible y así alejarse de ese incomodo momento.

- ¡Ooohh!! Sra Puta, ..casi hace que me venga frente a mi personal. Es usted una verdadera becerra para chupar garrotes ¡Ha, ha, ha..

Cuando ya hubo pasado el pecaminoso y arriesgado momento, Mamá salió debajo de ese escritorio limpiándose la boca y acomodándose los pechos en su sostén, aún no se creía lo que había estado haciendo y mucho menos de lo que estaba a punto de venir.

- Bueno, Sra Puta, ..creo que ya va siendo hora de.. ya me cansé de las chupaditas.

El desgraciado la abrazó y la arrimó hacia su enorme cuerpo, sintió los suculentos y duros pechos de mi Madre aplastarse con los suyos, ella solo se dejó hacer, tenía que cumplirle, si no todo sería en vano, por lo que se besaron. La flamante Madre recordaba el animal beso que se había mandado con Fernando, se encontraba en la misma situación que meses atrás, esa situación como la que empezó a descontrolar su vida, ella misma no sabía por qué razón llegaba a situaciones como estas, se debatía en cuanto había cambiado su vida pero aquel musculo húmedo intentaba adentrarse lo más posible a su boca. La idea que rondaba en su mente era que si aún quedaban restos de aquella mujer Esposa de Empresario Tapia, esta imagen ya no volvería ni su vida volvería a ser igual, por lo que pensó en dejarse hacer el amor de una buena vez por su Pedrín, sin levantar sospechas de que ahora arreglaba sus problemas con su cuerpo.

Por su parte el acosador en turno la besaba en forma apasionada, estaba decidido en poseerla cuanto antes, ambos se fueron acomodando para consumar el acto sexual, Mamá quedó recargada al escritorio abajo del cuerpo del Director y muy tímidamente fue abriendo sus torneados muslos para que ese maldito hiciera con ella lo que tenía que hacer, pero que lo hiciera rápido pensaba, mitad excitada y mitad frustrada.

Sintió como el desgraciado restregaba su duro tolete sobre su suave y plano vientre, en cómo se esforzaba por buscar la entrada a su intimidad, pero la ansiedad por adentrarse en su cuerpo le dificultaban la tarea. Fue ella misma quien tomó con dos de sus dedos el grueso miembro y lo apuntó hacia su entrada vaginal. La mirada de Mamá era hacia otro lado, no quería verle el rostro, pensaba en lo desgraciado que eran estos hombres, de cómo aprovechándose de su posición y las circunstancias obtenían de manera vil lo que querían. Sintió aquella caliente y miserable masa a punto de abrirle su interior, por lo que hiso un rápido movimiento de caderas hacía atrás para que el enorme miembro no le lastimara la vagina.

Estando Mamá despatarrada y con su cara tan colorada por el placer vivido, volvió a posar sus dos manos en la superficie del escritorio como dándose fuerzas para la forma en que iba a comenzar a pagar por los estudios de su hijo, en ese momento en que su chantajista tomaba las tiras de sus indecorosas bragas, las bajó hasta la parte baja de sus caderas, en el acto hizo lo mismo con el otro extremo, los labios vaginales de Mamá segregaban muchos líquidos y se mostraban de un color rosado intenso. Y así continuo bajándoselos hasta que fue ella misma quien entendiendo lo que deseaba terminó por retirarse los cordones que fingían de bragas ayudada por unos rápidos movimientos de piernas.

- Haber Sra Puta, ..venga para acá, siéntase en su trono.

El tipo se fue a sentar en su silla y agarró su enorme estaca por el tronco apuntando al techo, de esta manera se le miraba larguísima. Temí por la vagina de Mamá, con su mano se untó un poco de saliva en la rajita y se dirigió hacia dónde estaba sentado el Director. Quiso subirse sobre él pero este se lo impidió.

- Así no, ..voltéate. Quiero ver ese tremendo culo que te cargas.

Ella así lo hizo, le dio la espalda y empezó a acomodarse sobre él para sentarse sobre esa manguera. El Director no perdió tiempo, cuando vio este tremendo culo dispuesto a sentarse, le dio un tremendo nalgadón que hizo que mi Madre se quejara y se sobara la nalga izquierda. “¡SPLASSHH!!..”

- ¡Aooouuuuu!!, ¡Ouchhhh!..

- Ya, ya, que no es para tanto, ..se me antojo ¡He, he, he..

Mi Madre se quedó una nalga coloradísima, y agarrando la tremenda verga por la mitad se la fue acomodando en la vagina. Como el tipo era grandísimo mi Mamy estuvo de puntitas acomodándose sobre esa tranca. Ella aun sintiendo un leve escozor sobre su glúteo izquierdo sintió cómo la punta de esa lanza rosaba sus labios mayores, cuando sintió que se le introdujo unos centímetros pegó el primer gritito.

- ¡Oh por dios, ..es tan grande.

- Apuesto que jamás en tu vida has sentido la un verdadero hombre ¡He, he, he..

El Sr.Vaez la sujetó de las caderas y se la empujó otros centímetros más adentro. Mamá con la puntita de los dedos de los pies se sostenía, no quería que ese pedazo se le fuera ir de más y pudiera lastimarla. Esté tipo estaba cómo loco sobando todo el cuerpo mi Madre con sus enormes manos, cuando de repente empezó a bajar su mano para estimular aún más su clítoris. 

- ¡Aay, ..no, no haga eso.

- Que le pasa Sra Puta, ..¿nunca le han estimulado el botoncito mientras le retacan una buena tranca?..

- No lo haga por favor, ..siento muy extraño.

Pero el muy desgraciado quería que se volviera loca, quería sacar todo lo puta de su cuerpo. Siguió sujetándola por las caderas metiendo su tranca lentamente mientras que con su mano acariciaba su zona erógena. Tras sus espaldas se veían por la ventana figuras negras, siluetas contra la luz, pequeñas figuras, que no eran más que alumnos que estaban en el patio jugando a la pelota y a otras cosas, la escuela seguía trabajando igual, sin imaginarse lo que ocurría dentro de esa oficina. No sé cómo ese desgraciado no le importaba que los descubrieran, estaba tan empecinado en el cuerpo de mi Madre que en ese momento nada de eso le importaba, sólo sentir el sexo tan deseado en su interior. 

Llevó las grandes manos hacía aquellos pechos, a su pelo, mientras ella lo cabalgueaba sólo con las piernas. Mamá serpenteaba sobre él, se alzaba y se iba dejando caer poco a poco, se sacudía y vibraba mientras ese largo tolete la iba abriendo mientras bajaba. El Sr.Vaez aún no creía lo que estaba viviendo, mi Madre le tomaba la tranca con sus labios vaginales y lo exprimía mientras se alzaba, para bajar y engullirlo de nuevo en la caída. Se movía sobre él, la poseía y la tomaba cómo y cuándo quería, dejándole pocas opciones para tomar el control. Sus manos seguían pellizcando aquellos pechos, ella tímidamente le rehuía, pero no se detenía, desabotonó la camisa de mi Madre y se la bajó de los hombros, la dejó resbalar por la espalda y la arrojó al suelo para que no le estorbara.

Mamá se encontraba casi desnuda, mostrando su silueta perfecta a la escuela contra las luces; le siguió cabalgando de nuevo mientras Vaez trataba de aferrarse y ella le rehuía una y otra vez mientras le cabalgaba y le exprimía. Sólo sus vientres estaban en contacto, sólo su sexo dentro de ella. En unos instantes el cuerpo de mi Madre se empezó a retorcer, parecía que unas tremendas cargas eléctricas atravesaban su voluptuoso cuerpo, se empezó a mover al ritmo de las caricias que recibía en su vagina.

- ¡Ooh.. Ya ve Sra Puta, ..sabía que le iba a terminar gustando.

- ¡Aahh.. ¡Por favor, ..no haga eso.. ¡Aah..

Mamá empezó a mover la cadera metiéndose más carne de Vaez, sin que ella se diera cuenta su cuerpo empezaba a doblegarla, el tipo con sus manos ahora acariciaba sus senos, los apretujaba con furia casi hasta lastimarlos, le apretaba el pezón cómo queriéndoselo exprimir sacándole leche, ella sacaba pequeños grititos ahogados ya que cualquier ruidito que saliera de la oficina los podía delatar hasta pensando en mí que según ellos seguía afuera esperando mi sentencia. Pero entonces este se reveló con violencia, sus rudas manos tomaron las caderas y salió la bestia que llevaba dentro. Le inmovilizó las caderas y desde debajo, empezó a cabalgarla él. Con fuerza, con la fuerza del deseo contenida tanto tiempo, con la fuerza de un deseo animal, con la fuerza del deseo de un psicópata, con esa fuerza y la necesidad triunfal de poseerla. La folló desde abajo una y otra vez haciendo que no pudiera controlar mi Madre sus espasmos. Sus pechos subían y bajaban al ritmo que él le marcaba, su cabeza se sacudía con aquellas violentas penetraciones, su sexo se abría más y más engullendo su gran tranca que salía hasta casi el glande y se empalaba de nuevo una y otra vez con un ritmo frenético que mostraba su desesperación, su locura. 

Mamá empezó a soltar el cuerpo, las carisias de esas enormes manos por todo su cuerpo la estaba invadiendo, enseguida comenzó a aumentar el ritmo de las estocadas, ahora era ella la que se dejaba caer sobre esa larguísima estaca metiéndose en su vagina más carne. Vaez la empujó hacia delante haciendo que mi Madre casi se caiga de bruces si no fuera que ella reaccionó rápidamente colocando ambas dos manos sobre el culo, y así, en esa posición cómo de carreta le empezó a dar violentamente.

El suculento trasero de mi Madre se movía exageradamente al chocar contra la pelvis de mi Director, este tipo tenía a su disposición ese par de jamones que se movían para todos lados, con sus enormes manos empezó a darle azotes a cada uno de sus cachetes para estimularla en sus rudas embestidas. Mamá nomás hacía pequeñas muecas con su rostro al sentir los azotes.

- ¡Mueva más ese enorme culo que tiene Sra Puta, ..que para eso lo tiene, ¿qué no?..

“¡SPLASH!!, ¡SPLASHHH!!, ¡SPLASHH!!..

- ¡Aay.. ¡No por favor, ..no sea tan rudo ¡Ouchhh!!.. ¡No tan fuerte ¡AYYY!! ¡OUCHH!!

El Sr.Vaez ya encarrerado por las embestidas, se levantó haciendo que mi Madre quedara más empinada todavía. Ella en esa posición tan incómoda con sus dos manos sosteniendo todo su cuerpo estaba tan expuesta a ese animal, mientras que este la tenía agarrada de las caderas y le sambutía toda su hombría sin piedad. Mamá se encontraba coloradísima del esfuerzo, estaba soportando todo su peso con sus dos manos, pero este tipo no la soltaba, la quería tener así de carretilla, nomás falto al desgraciado que la hiciera caminar por la oficina en esa posición tan incómoda.

El lunático así, parado cómo se encontraba se miraba más enorme y Madre pequeñísima, le estuvo dando por unos segundos en esa posición hasta que los brazos de mi Madre no dieron más, así que no tuvo más remedio que dejarse caer sobre el frio piso de la oficina quedando con sus mejillas en el suelo y sus tetas bien aplastadas.

Sin más remedio tuvo ella que soportar otros segundos las terribles embestida en esa posición, Mamá parecía una muñequita de trapo manipulada por un gigante. Pero no decayó su ritmo, si no que con el orgasmo que tuvo mi Madre junto con sus espasmos y la presión de su vagina, la secreción de sus flujos parecía excitarlo más y bombeó con más fuerza si cabe. Ella imposibilitada de poder hacer algo, siguió sometida a su empalamiento y a esa postura incomoda, a lo que en segundos una cadena de orgasmos que la obligaron a retorciese en el suelo como si fuera una culebra.

En eso el tipo llevado por el placer que le producía el estrecho hueco de mi Madre se dejó caer de rodillas exaltado.

- ¡Ooohh!!, Sra Puta, ..siempre quise joderme a una Señorona de su estatus. Ustedes siempre tan recatadas y finas pero que por dentro son unas putas insatisfechas. ¡Pero para eso estamos nosotros, para montar a viejas ricachonas insatisfechas como tú. ¡Uff, ¡uff!!..

En una de sus estocadas una de sus manos resbaló y cayó sobre ella con todo su peso en lo que coincidió con una profunda penetración que la sambutió hasta los güevos.

- ¡AAARRGGHHHHH!! ¡Desgraciado me partiste!!!…- logró apagar el grito Mamá.

- ¡OOhhh!!, ¡No lo puedo creer, ..se fue hasta el fondo. ¡Ni a mi vieja nunca pude hacerle esto.. ¡Ooohhh!! Pero a usted se le fue completita, ..se ve que tiene un agujero muy profundo, Sra Puta.

- ¡Argh nooo.. ¡Sáquela por favor me duele.. ¡AARRGGHH!! Me duele.. ¡Sácala cabrón.. me va a dejar invalida ¡Arghh..

Ella gimió, casi aulló, mientras el desgraciado la abría un poco más a su penetración. El tipo sin importarle las suplicas de Mamá mantenía su reata hasta el fondo sin moverla, mi Madre con sus manos rasguñaba la loseta queriendo escapar de esa terrible reata que la estaba partiendo.

- ¡NORRRGGGHH!! ¡Por favor, por lo que más quiera.. ¡Sáquela.. ¡Me hace mucho dolor ¡Arggghhh!! ..¡Así no por favor, ¡Así no..

Mi Director sacó la verga hasta la punta.. ¡No lo podía creer, más de 25 cm de reata salían del interior de mi Mamy. Esa horrible cosa venía llena de los fluidos que secretaba la intimidad de Mamá y nuevamente sin misericordia volvía a perder todos esos centímetros hasta el fondo de su útero.

- ¡AAAAHHHH!!.. ¡Desgraciado ya me chingaste..

- ¡Ooohhhhh!! Señora, ..su chocha nació para mi paño. ¡Le cabe enterita.. ¡Ooohhhhhh!!

Mamá se encontraba casi llorando, sintiendo cómo esa larga estaca la tenía empalada completamente, el desgraciado no sólo la mantenía dentro si no que movía circularmente sus caderas para taladra más el chocho de mi Madre. En eso el Director por fin se percató del dolor que estaba produciendo y tuvo algo de piedad con ella.

- ¡Bien zorra… esto está realmente bueno. Es solo que ahora quiero que me la vuelvas a besar, ..luego me la podrás cabalgar todo lo que tú quieras.- le dijo el muy cabrón antes de ponerse de pie, ya que ahora quería sentir esos rosados labios succionarle la verga.

Mamá con tal de salirse de esa posición se incorporó del suelo palpándose la vagina, jamás en su vida se había sentido tan ensartada, si fuera porque se encontraban en la Dirección de mi escuela, Mamá hubiese dado los gritos más desgarradores que hayan salido de su garganta jamás. Ella con medio cuerpo desnudo y brillando por la traspiración en forma apasionada y como si realmente quisiera comérselo se dio a complacerlo de nuevo, bajó hasta su ombligo lamiendo todo lo que encontraba a su paso, hasta quedar maravillada con la brillosa herramienta con la que la habían estado lastimando. La verga de su amante en turno se mantenía bien parada e inflamada por un tremendo deseo aun no saciado, así que ya no haciéndole esperar más y en forma auténticamente refleja con una de sus manos se la garró con fuerzas sintiéndola tan dura como poderosa, y con la otra tomó posesión de sus testículos. Sentía y estaba segura de tener entre sus manos un arma que podía hasta matarla.

Mi asustada Madre veía como los líquidos pre seminales chorreaban verga abajo hasta el suelo, vio también que la caliente verga tenia las venas muy hinchadas, y mientras ella más la apretaba más fluidos salían de esta, y justo en el momento en que un grueso goterón de esta brillante esencia amenazaba con chorrear hasta el piso, Vaez sujetándola con la mano se la enterró en la boca, por lo que se dio a tragarlos y degustarlos llegando a la conclusión de que ese salado sabor masculino volvía a estar en su boca. Así que ya sin pensársela más abrió los labios y se puso a chuparle el pico como una verdadera sacada. Sin que nadie se lo pidiera con su lengua hacia rápidos movimientos circulares alrededor del glande y del tronco. En los momentos en que sentía su boca llena de líquidos que salían del tolete ella se la retiraba y se daba a nuevamente probarlos degustándolos hasta saciarse de sus sabores, para luego tragárselos como si en verdad le gustaran.

Vaez quien al notar con excitación las ganas que le ponía la Madre de su alumno para mamarle la verga, no sé aguanto más al verla de rodillas ante él por lo que la tomo férreamente desde sus dorados cabellos y empezó a hacer un acelerado movimiento de mete y saca, prácticamente se la estaba cogiendo por la boca. En algún momento la cabeza de mi progenitora era simplemente una cosa utilizable para él darse placer, y ella por su parte simplemente se dejaba a la misma vez que con sus dos manos se masturbaba la vagina como una enajenada.

Hasta que en el momento en que el desencajado Director sintió que el orgasmo se le avecinaba, simplemente le sacó la verga despiadadamente haciendo que Mamá terminara tosiendo y botando por sus narices copiosas cantidades de babas mezcladas con fluidos. El enajenado Vaez se apretaba la verga a la misma vez que sacaba fuerzas de continencia para no correrse. Una vez logrado el objetivo se dio a seguir diciéndole sus lacerantes comentarios:

- ¡Es una exquisita puta Señora, ..ninguna de las otras viejas jamás me habían mamado la verga tan rico ¡Aah.. Quien iba a pensar que una mujer de su clase chupaba la verga así de rico.

Diciéndole esto último tomó fuertemente a mi Madre del brazo y en forma brutal la arrastró hasta llevarla a la silla.


- ¡Bien Sra Puta.. ahora me vas cabalgar como si fueras una autentica yegua, ..y lo harás de la misma forma en que te lo he enseñado, ok?..


Mamá aun recuperándose de los malos tratos causados por la felación con cara hecha un asco por fluidos y sus mismas babas ya ni le importaba la bestial forma en que ese hijo de puta la estaba tratando, solo se dio a montase rápidamente sobre su cuerpo agarrarle la verga y encajársela ella misma de un puro sentón hasta nuevamente hacer que sus suaves muslos aprensaran la cintura de este.

- ¡Ya zorra.. comienza a menearte. Y hazlo bien rico que esta cogidota que nos vamos a pegar será para que no se te olvide jamás que no andes incitando a los verdaderos machos con esos calzoncitos de piruja con los que llegaste. ¡He he he..

Mamá ya convertida en una sola cosa para usar comenzó a menearse deliciosamente, mientras Vaez la acariciaba desde el nacimiento de sus nalgas, pasando por sus caderas, cintura y espalda. Mi Madre con su cuerpo lo tenía embrujado, y al parecer esto iba para mucho rato más, mi Director no pensaba correrse hasta disfrutarla en todos los rincones y cada uno de sus sentidos. Todo en la oficina eran exhalaciones y pungidos, al ritmo de la cogida que se estaban pegando por mi maldita culpa.

Mamá subía y bajaba sus caderas por el enorme mástil erecto de ese desgraciado que se aprovechaba de su cargo, mientras este mismo le chupaba los turgentes pechos tal cual como si quisiera sacarle leche, se cambiaba una y otra vez los pechos de su boca, incluso hasta le costaba trabajo agárraselas por lo resbalosas que estaban al estar mojadas por la sudoración corporal de ambos. Y cuando Vaez notó que ya estaba próximo a un enajenante orgasmo, con fuerzas la volvió a tomar de las nalgas para ahora nuevamente manipularla desde abajo comenzando a arremeter con fuerzas desmedidas a la vez que le notificaba:

- ¡Falta poco puta, te llenaré el estómago de leche..

- ¡Noo, por favor.. adentró no, que no me estoy cuidando.

- ¡Está bien, está bien, ..no voy hacer eso, sí..

- ¡Aah, ¡Ah.. ¿Sí que?..- preguntó en su intermitentes respiros.

- Si me deja darte por el culito..

- ¡A caso estás loooco?, ..¿quieres florearme? ¡No, olvídalo, ..jamás haré eso contigo.

- No se preocupe Señora, ..lo haré con cuidado. ¡Mire..

El Sr.Vaez se levantó sacándole la verga de su vagina, llevaba la tranca bañada de las secreciones de mi Madre. Tenía el tallo de la verga completamente embadurnado por los fluidos de mi Mamá. Yo no podía creer que ese enorme hombre estuviera copulando con mi Madre, observaba la dureza de su verga mientras buscaba no sé qué cosa en su escritorio. Detrás de él, Mamá se acariciaba la vagina del escozor que sentía al ser atravesada por esa enorme herramienta. Examinó su cuerpo, su piel morena y gruesa, sus muslos y brazos robustos, su culo encogiéndose, su enorme espalda salpicada por algunos pelos negros, las hileras de sudor resbalándole por ella. Fue y abrió un cajón de su escritorio para sacar un bote de vaselina.

- Lo tengo desde hace mucho, ..pero nadie se ha dejado que se lo haga.

- ¡Pues ni yo lo haré, ..estás loco. ¡La tienes enorme.

Mamá se palpaba la vagina, la tenía coloradísima, el desgraciado se la había ensanchado con su tremenda herramienta. Deambuló por la oficina buscando las partes de su atuendo y empezó acomodarse la ropa para salir de ese lugar. Toda su figura impecable de cómo había llegado, ahora estaba marchitada, sus cabellos estaban revueltos, sus ojos los tenía rojos, su camisa estaba arrugada al igual que su falda, la verdad que no sabía cómo iba a salir mi Madre de ese lugar ya que si alguien la viera en ese estado seguramente pensaría lo obvio. Buscó su blusa para lograr colocársela, cuando estaba botonándosela el Sr.Vaez le increpó:

- ¡Qué.. ¿a dónde crees que vas?.. No hemos terminado.

- ¡Está loco si cree que voy a dejar que me haga eso.. ¡Yo me largo..- dijo ella desarrugando su falda y buscando su bolso para marcharse.

- Bueno, ..salga y llévese su escuincle a otra escuela. ¡Haber dónde chingados se lo admiten.

- ¡Es un desgraciado, ..me dijo que si me dejaba lo pasaría.

- Si, así es, ..pero yo no he terminado. Así que el trato se deshace, ..hablaré con mis colegas sobre este caso. A ver qué dicen de aceptar a un niño pervertido en sus escuelas.

- N-no puede hacerme eso.. ¡Te demandaré desgraciado..- respondió Mamá muy enojada.

- ¡Haga lo que quiera,- dijo sin algún tipo de remordimientos.- Sin embargo, tenga en cuenta algo, Señora, ..mientras se hace la demanda y todas esas cosas, su hijo se queda sin escuela.

- P-pero si usted me dijo.. ¿que no ha tenido suficiente ya?- respondió Mamá con el temor de que este tipo cumpliera sus amenazas si ella no hacía lo que deseaba.

- No, mi querida Señora,- dijo con un repentino aire autoritario-. Verá, mi firma es una de las más importantes en la junta directiva de educación de esta ciudad.. su dinero, o sus amenazas realmente.. no me importan, es más estarán más a mi favor cuando se las presente en el consejo. Seguro pensarán que por su dinero o su situación social usted pretendía sobornarme o presionarme para yo no ejercer mi disciplina aquí en la escuela.. le recomiendo que no intente nada. Verá..

El nerviosismo de Mamá había aumentado y el desgraciado no había sido insensible ni a todo lo que le había hecho ya, ni a las amenazas, es más ahora la miraba de otra forma. Desde luego, aquél brillo que podía suponerse como deseo, el deseo normal de cualquier tipo por cualquier mujer hermosa, se mostraba ahora con claridad como auténtica lujuria, como la avidez de un depredador frente a su presa. El Sr.Vaez, no obstante, aún luchaba por mantener su autodominio. Carraspeó.

- Verá, Señora, ..lo que quiero decir es que, su dinero ni las influencias que tenga servirán para ganar este asunto, ..pero, es usted misma la que puede evitar todo eso. Me imagino que una mujer de su nivel social y de su alcurnia no le gustaría estar inmescullida en demandas de acoso y todo eso, ..evítese la pena de dar explicaciones a su familia y allegados, las demandas son muy desgastantes, y más cuando su dignidad y su imagen frente a su hijo se encuentra de por medio.

- Es usted un ser repugnante.. ¿qué quiere de mí?..

- Oh.. ya se lo pedí.

- ¡Asqueroso, eso jamás.- le respondió Mamá con rabia.

- Señora, por favor, ..no está en condiciones de ponerse a así. Me la acabo de coger bien duro por toda la habitación.. please, ya que más da.- el Sr.Vaez se crecía viendo la turbación en que caía el carácter recio de mi Madre-, piense que de ello depende el futuro de su hijo. Piénselo.

Hubo un silencio. Mamá no podía pensar. No se atrevía a pensar y mucho menos a hablar porque no quería suscitar ella nada que fuera una aceptación. Vaez comprendió bien esto, no era un hombre estúpido aunque su galantería pudiera confundir a la gente con la que trataba en su régimen imaginario de superioridad social, así que dio los pasos.

- Todo habrá terminado en cuanto salga de esta oficia, Señora.- le recalcaba siempre el termino de Señora.- Un baño llegando a casa.. y todo quedará olvidado, al menos que su hijo precinta en sus inquietudes voyeur ¡He he he.. Piénselo, pero dese prisa, ..su hijo la está esperando.- terminó diciendo para presionarla.

- No.. no puedo hacer eso. Usted no puede hacerme esto.

- Oh, ya lo creo que sí. De hecho puedo hacer más. Podría.. pero usted es una Señora muy hermosa a la que empiezo apreciar.. verdaderamente, y su hijo tiene un gran intelecto para llegar a ser un gran hombre. Por eso no quisiera que.. por esta inquietud de niño se truncara su futuro.- mientras decía esto, el desgraciado se levantó y rodeó la mesa para ponerse tras ella y apoyar sus manos, con cierta delicadeza como de amistad, en sus hombros.- Verá como puede ver.- le dijo confidente. Se alejó unos pasos y observó su rotundo trasero ya enfundado en esa tela elástica.- Usted como su Madre tendrá el sacrificio para sacarlo a delante.

Mi Madre nuevamente se quedó pensativa, se dio cuenta que no había logrado nada, que si se iba en estos momentos todo habría sido en vano. Con todo el dolor de su corazón y con la voluntad anulada, consciente de estar en una trampa, obedeció. Se giró y pudo ver la satisfacción en el rostro de mi Director.

- ¿D-dónde quieres que me ponga? ..- respondió con los ojos vidriosos en llanto.

- Bien, bien.- dijo Vaez. - Aquí, recárguese sobre mi escritorio.

Mamá decidida a terminar con esto cuanto antes se acercó al mueble, dejó caer el bolso sobre la silla y comenzó a deslizar el cierre de la cremallera de su falda. Vaez la observaba de momento, aquel rotundo trasero pronto sería suyo. Lentamente mi Madre descubrió el cuerpo blanco de sus glúteos, zonas rojas y rosadas de las nalgadas y los golpeteos contrastaban con su piel clara. Vaez no podía evitar colocar su mano sobre su verga endurecida. Cuando Mamá estuvo de nuevo desnuda, se acercó la cogió entonces del brazo y la puso sobre el escritorio, donde la obligó a inclinarse empujándole la cabeza. Ella quedó flexionada hacía delante con las nalgas expuestas. Sintió a este agacharse detrás y notó cómo le separaba ambas nalgas con sus gruesas manos y acercaba su nariz a su trasero.

- Mhm.. huele a sexo.- dijo lacónicamente.- Ooh, Señora.. No debe turbarse por esta situación. Es normal, después de tanto coger, y con el calor que hace.. Hasta el culo más delicado termina por oler mal. Y detesto que un trasero no me sepa a gusto, ..pero no se preocupe, yo me ocuparé de ello.- dijo tras sacar un aceite cristalino de color rosa.

Mamá notó el chorro viscoso y frío deslizarse entre sus nalgas, pasar por su anillo rosado y bajar aún hacia su sexo. Luego las manos húmedas y fuertes de mi Director empezaron amasarle las nalgas, embadurnándolas, y los gruesos dedos deslizarse entre su carne, hurgando, hundiéndose, explorando. La humillación de sentir placer era la sensación más intensa que sentía Mamá en aquel momento. Vaez obligó a Mamá a levantar más las rodillas y mantener su trasero más alto, con la frente pegada al escritorio.


- Ya está preparada, ..nada como un culo como el suyo brillante y con olor a cerezas.



En cuclillas repitió el masaje sobre las nalgas, con sus dedos largos y gruesos, separó aquellas rosadas carnes para dejar al descubierto el anillo que Mamá entregaría para librarme de no ser expulsado. Para luego comenzar a comerse el culito de esa mujer que para él era como un sueño. Separándole ambas nalgas y abriéndole el esfínter tensándolo casi al máximo hasta causar dolor. Rugía, lamía y mordía, desde aquél agujero rosado, hasta la parte de la vulva, con tanta rudeza que mi Madre tuvo que taparle la boca para soportar, mientras que ese desgraciado con las manos sujetaba sus nalgas para que no se cerraran y recorría desde el coxis pasando por toda la raja y terminar en la vagina donde buscaba torpemente el clítoris.

Una vez embadurnada en babas se puso de pie. Mamá totalmente resignada vio cómo ese enorme hombre tomaba vaselina y se lo embarraba en su enorme cipote, como ensebándolo. Un terror se le dibujaba en el rostro, Mamá fue y colocó sus manos sobre el escritorio, nuevamente vería a mi Madre comiendo carne por la cola. Ella sabía que sufriría muchísimo, el desgraciado la tenía enorme y se la iba a incrustar en el recto. Con todo el dolor de su corazón colocó la cara hacía delante, llevó sus manos a los cantos del escritorio y apretarlas fuerte.

- Abra bien las piernas y relaje el culito, como si fuera a cagar.- le ordenó palmeándole las caderas, a lo que ella respondió obedeciéndolo.

Al estar en la posición deseada le puso las manos en las ingles, acariciándolas un poco antes de jalarlas para que abriera más las piernas. Una vez bien abiertas la visión era perfecta, podía apreciar perfectamente el chocho rebosando de jugos y saliva, a la vez que le abría las nalgas para encontrar un sitio nunca antes explorado, por él.

- Prepárese Señora puta, ..ese tremendo culo que se carga va a saber lo que es una verdadera daga ¡Ha, ha, ha..

- ¡P-por favor, ..h-hágalo con cuidado. No me vaya a lastimar.

- ¡Tshh..

Vaez rozó con la punta de su miembro el rosado anito, no se sorprendió cuando se contrajo cómo protegiéndose, más no se dio por vencido, siguió pasándola y punteándola una y otra vez ese delicioso agujerito para dilatarlo. Mamá no podía creer que le estuvieran punteando el culo en la escuela de su hijo, jamás lo hubiera imaginado cuando despertó esta mañana, y se arrepentía de no haber tenido más carácter para impedir esto. Pero lo que ella no podía negarse era el calorcito que empezaba a sentir en su cuerpo, era intenso, cada sensación en su orto hacía que un cosquilleo recorriera su cuerpo. Sintió que en la vagina se clavaban unos dedos, entrando y saliendo rápidamente sin que dejara de rosarle el culo.

Los tibios gemidos de ambos comenzaban a sonar más fuerte dentro de la oficina, y pronto el circulito trasero de mi Madre ya estaba relajado. Vaez chupó un dedo y escupiendo en el agujero, lo hundió lentamente, sintiendo los músculos contraerse a su alrededor. Se quedó quieto por un instante y sacó el dedo con la misma lentitud con la que lo había metido, dejando la punta adentro para evitar que se cerrase de nuevo. Enseguida se vino un mete-saca mientras le besaba las nalgas, y sin importarle el dolor de la ella añadió otro dedo más al agujero.

Con lágrimas en los ojos más que de humillación que por el dolor, Mamá apretaba los dientes para no gritar. En verdad era terrible todo ese sufrimiento, aún más que cuando accedió a todo esto. El hombre sacó por fin los dedos del interior anal de Mamá, se irguió detrás de ella y le rozó el chocho con la verga para luego subir hasta el ano, que aún no se había cerrado por completo después de la intrusión de los dedos.

- ¡Ahora sí Señora, ..a tragársela todita.

Mamá no podía evitar mirar hacia atrás por arriba del hombro, cómo el Director de la escuela de su hijo se acercaba con su larga reata dispuesta a alojársela en su intestino. Yo estaba sin respirar, me estaban sudando las manos de la impotencia, de saber que todo eso era por mi culpa, pero mi lado oscuro que jamás entenderé sentía otra cosa, mi pene se encontraba a reventar viendo las escenas. Cuando de pronto y sin que yo lo hubiera escuchado, nuevamente vuelvo a sentir una mano sujetar mi hombro.

- ¡Pero si mira a quién volví a agarrar, ..¡Eres tú.. el pequeño pervertido que agarré espiando a sus maestras. ¿Y ahora que miras?.. ¡HAAA!!- exclamó el sujeto viendo lo que sucedía dentro de la oficina de adjunto.

Este sujeto no era más que Tito el Conserje, que al ver por la pequeña rueda que había limpiado no pudo articular alguna palabra. Con sus ojos abiertos y cómo desorbitados observaba cómo el Director Vaez enculaba a esa radiante hembra. Aquella flamante mujer que hace algunos minutos había paralizado a media escuela.

- ¡Que bruto, no lo puedo creer, ..¿¡a-a poco se van a encular a tu Madre chamaco!?..

Yo estaba totalmente paralizado, no sabía qué hacer, este tipo me había cachado nuevamente mirando, me había observado mientras yo miraba a mi Madre siendo atravesada por el Director de mi escuela y además excitado. No sabía ni que decirle, empecé a temblar de miedo.

- ¡Valla, sí que eres pervertido, ..¿te gusta ver cómo le florean el culo a tu Madre? ¡Sí que eres un desgraciado pervertido..

- ¡N-no, ¡Y-yo no, ..mejor me voy.

- ¡Tú no vas a ningún lado chiquillo, ..ahora te quedas a ver toda la función. ¡Además, mírate cómo estás!!

El tipo apuntó hacía mi pene y era cierto estaba a reventar, rápidamente tomó un banco y se subió para observar tranquilamente la escena que se daba en la oficina de adjunto. El conserje, con los ojos de un pervertido observaba la escena que se vendría a continuación, por unos segundos me vi a mí mismo, excitándome al ver tal cosa. El desgraciado estaba haciendo lo mismo que hacía yo en mi casa y realmente me asusté mucho, tenía razón este hombre, ¡Me estaba convirtiendo en un pervertido!..

- ¡Ven chamaco, ..vamos a observar cómo truenan ese tremendo culo ¡Je je.. Aunque sea el de tu Madre ¡Je je..

- ¡Está usted loco, ..yo ya me voy. Yo sólo quería ver cómo iba a terminar mi castigo pero..

- No te preocupes por tu castigo, ..¡tu Madre ya lo está solucionando por ti! ¡Je je je.. Sí que es buena para arreglar tratos ¡Je je.. Si tu Madre sigue así, ..seguro lograras terminar una buena carrera en la Universidad ¡Je je je..- lo que me faltaba, otro tipejo que se viniera a burlar y a humillarnos.

En eso estábamos cuando escuchamos un grito de mi Madre desde el otro cuarto, eso no era más que el Director que había enterrado ya su miembro en el orto de mi Progenitora.

- ¡Valla, sí que es un suertudote el puto Vaez.. ¡Mira que tronar ese culote, ..¡Qué bárbaro..

La curiosidad de seguir mirando era cada vez más grande que mi vergüenza, así que resignado y con toda la humillación que con eso conlleva, me acerqué cerca de él y me dispuse a observar de la perturbadora escena que mi Madre y mi Director estaban a punto de realizar. Con cuidado limpié otra pequeña rueda de la ventana para poder observar, ya que el desgraciado Conserje ya me había quitado la otra, observé de reojo al tipo que tenía la cara desencajada y se empezaba acariciar la entrepierna con sus manos, pero yo qué demonios quería ver al conserje me dispuse a ver lo que sucedía en el otro cuarto.

Al volver mi vista hacía la oficina me percaté de que el tipo aún no se la había incrustado en el ano, parecía querer torturar a mi Madre aún más. Sin ningún tipo de preámbulo se la clavó de un sólo golpe en la vagina, siendo bien recibido por la cálida estrechez y la humedad de los jugos. Bombeó sin piedad dentro de mi Madre por última vez, jalándola por las caderas para sentirla más, parecía cómo que el desgraciado la estaba preparando poco a poco.

Vaez estaba en la gloria, había poseído a todas las asistentes que había tenido, quizás más apretadas que mi Madre, pero no podía negar que esta cogida que estaba dando era mucho mejor, el cuerpo de mi Madre era espectacular, y tenía un culo perfecto que compensaba la falta de estrechez. A su vez, Mamá empezaba a suspiraba de placer, gemir al sentir esa portentosa vara entrando una y otra vez a gran velocidad por su rosada hendidura, no había tenido antes una tan grande atravesándola, sobre todo en la manera que ese desgraciado se lo hacía. Sentía que era destrozada en cada embestida, la fuerza de aquel enorme hombre era mucho mayor que la de cualquiera de sus chantajistas y amantes.

- ¡Uff.. uff!! ..¿te gusta putita?, ¿te gusta cómo te la meto?..

- ¡Arghh!, ¡AAAHH!! Cabrón me estás partiendo, pero siii..- dijo entre gemidos y dientes.

Mamá giró la cabeza para observar a su macho, y lo encontró totalmente perdido en el bombeo, nada parecía distraerlo en su lasciva labor. La estocaba con violencia inaudita, casi animal. 

- ¡Puta madre, ..¿escuchaste a tu Madre?- me decía el Conserje a su vez viendo la escena.- ¡Perece que le está gustando a la muy zorra.

Impulsado por el placer que mi Madre le daba, empujó más fuerte su miembro dentro de ella, buscando hacerla delirar. Sacó su miembro por última vez del chocho, y para sorpresa de Mamá le retacó el glande dentro del ano, aunque trabajosamente, pues el agujerito ya estaba casi completamente cerrado.

- ¡Vaya, que apretado tiene el culo Señora Puta, ..me cuesta un trabajal encajárselo.

- ¡AAAhhh.. ¡despa.. ¡cio! Por favor.. ¡Ouchhh!..

Ella aulló de dolor al sentir cómo sus músculos eran separados abruptamente, tensándose cuando el grueso invasor entró sin aviso ni cuidado alguno. Vaez se veía que le causaba trabajo entrar en el culo de mi Madre, ya que varias veces la sacaba y volvía a embarrase más vaselina en el falo, mientras que mi Madre trataba de agarrar aire y frotarse el ojete con un poco de saliva para facilitar el trabajo.

- ¡Este tremendo culo no me va a ganar.. ¡Toma, colócate vaselina en la entrada, ..que ahora si lo tengo que lograr.

- ¡Ya por favor, ..no me lastime más. ¡No va a entrar..- pero para Vaez era totalmente todo lo contrario, las involuntarias contracciones de mi Madre le resultaban por demás placenteras.

- ¡Cállese y empínese, ..que ahora si va con todo. ¡A mí no me va a ganar un fundillo fino como el suyo, ¡Tan apretado..

Mamá se miraba aterrada, y con rapidez colocó una buena porción de vaselina en su mano para frotárselo. Vaez aprovechando que el culo de mi Madre estaba lubricado sambutió un dedo hasta la coyuntura provocándole un tremendo ardor en el orto a mi Progenitora.

- ¡Auuhh!! ¡AAARGGHH!! ¡No, sácalo me duele mucho..

- ¡Cállate zorra, ..como si fuera la primera vez que te han enculado. ¡Si mira, ..se ve que ya te lo han partido.

Era cierto, el culo de Mamá rápidamente se amoldó al dedo agresor, que rápidamente entraba y salía sin ningún problema dejando entrar ese enorme dedo hasta la coyuntura. Esto aprovechó Vaez para meter el segundo, luego el tercero y el cuarto dedo en el trasero.

- ¡Ya ves, si sólo ocupaba un poco de estimulación.. ¡Valla que si eres puta, ..te han entrado tres dedos fácilmente. Seguramente ahora no voy a batallar en rompérselo, Señora.

Mamá se encontraba con la mejilla pegada al escritorio sin decir palabra alguna, al parecer el estímulo de esos tres dedos en su interior terminaron por relajarla, el dolor cambio a placer ya que de su boca ahora salían sólo pequeños pujeros, mientras que ese tipo sacaba sus dedos para enfilar su tranca hacía su interior.

- ¡Bueno Señora Puta, ..ha llegado el momento. ¡Disfrútelo, ..pero que barbará mira cómo se le ha puesto el culo.

Vaez al sacar sus 3 dedos no pudo evitar mirar cómo el culo de mi Madre quedaba literalmente abierto tras la estimulación. Pero que inmediatamente se iba cerrando al sacarlos.

- ¡Ha, ha, ha.. Su culo me está llamando, ..quieres una buen palo, ¿verdad Señora?

Mamá no decía nada, sólo mantenía sus ojos cerrados a la espera de ser empalada. Al parecer mi Madre ya estaba mentalizada en aguantar el dolor, a soportar el terrible embate de ese enorme snickers alojársele en el intestino.

- ¡Te estoy hablando desgraciada, ..¿quieres que te lo meta?- le volvió a preguntar el sujeto. Quería seguir marchitando su inevitable culpa de ser de otro status.

- ¡Hazlo ..- respondió en forma seca y autoritaria.

- ¡Tu Madre sí que es toda una perra calenturienta chiquillo, ..si se ve que está a punto de explotar ¡Je je je.. ¡Cómo me gustaría encularla a la desgraciada..- dijo Tito ya excitado.

Volteé a ver al Tito que al parecer estaba más caliente que yo, se frotaba violentamente la verga sobre el pantalón, rápidamente y sin pensarlo sacó de su bolsa un celular y sin decir nada empezó a tomarle video a mi Madre con el Director.

- ¿Q-que hace?.. ¡Está loco..- le dije algo asustado.

- ¡Es para matarme a pajas después, chiquillo ..¿o quieres que me pajé delante de ti?

Rápidamente volteé a la ventana sin decirle nada, este infeliz si era capaz de hacerlo. Cuando lo hice, Vaez volvía a sacar completa su verga del agujero de mi Madre, no lograba acomodarla del todo, lo sacaba y volvía a colocar bastante vaselina en el tronco, se miraba decidido en hacerlo, como si fuera un reto con el que estuviera empecinado en lograr.

- ¡Ábrete todas las putas nalgas, ..que esta vez, se te va a ir a fondo.

Mamá completamente fuera de sí y ya con el afán de acabar por fin con todo esto le ofrecía su rosado aro al gigante que se encontraba detrás. Vaez soltó un escupitajo en el dilatado ano y lo mezcló con la vaselina que mantenía en la punta. Mi Madre volteó a verlo desde atrás y dándole una invitación se mordió ligeramente el labio, aceptando que estaba completamente a su disposición y dispuesta aceptarlo. Si perder más tiempo colocó la punta sobre el esfínter y ya sin ningún problema se lo fue metiendo.

Poco a poco Mamá se fue comiendo la verga de 21 centímetros de mi Director, primero y con algo de dificultad entró el glande, luego y con esfuerzo también por parte de ambos lograron que se deslizara hacia el interior una buena parte del tronco, para finalmente mientras ella se esforzaba por abrirse de muslos lo que más le permitiera su posición, Vaez con un brutal movimiento de estacamiento terminó por perforarla hasta la mitad de su tranca para terminar quedándose estancados y ondulando despaciosamente sintiendo como los músculos del recto presionaban y abrazaban la parte que los mantenía unidos a cada uno.

- ¡Ohhhh.. Como cuchillo en mantequilla Señora.. ¿no se lo dije? ¡Ha, ha, ha.. Ya entró.. ¡Ahora viene lo bueno..- le sentenció provocándome un escalofrió.

Mamá al sentir la carne anchar sus paredes rectales no dijo ni una sola palabra, sólo volteó hacía delante para prepararse de lo que le venía.. ¡Y lo que le venía era más carne en barra todavía. Que en cuando quiso arrepentirse ya le habían enterrado más de la mitad.

- ¡Yaaa, ya.. ¡Hasta ahí, ..no me cabe más.

- Pero si apenas va la mitad Señora.. ¡Ahora aguante y quédese quieta, ..que no se va a poder ni sentar en una semana de la porriza que le voy a dar. ¡Ha, ha, ha..


Vaez al sentirse al fin literalmente clavado en el soberbio cuerpazo de aquella espectacular Madre se quedó estáticamente enterrado en ese recto, sus ojos vidriosos, con su boca abierta y babeándose sin darse cuenta de ello, sentía como su tranca era abrazada exquisitamente por ese culito que de vez en cuando pero en forma continua para el momento le mandaba una serie de deliciosos apretones rectales regalándoles sensaciones gratificantemente indescriptibles. Por su parte Mamá trataba inútilmente de con su mano empujar al enorme hombre para que no le enterrara más, pero este al parecer quería guardarlo todo dentro, porque no paraba de seguir empujándolo hasta el fondo.



Después de unos arduos segundos de empujar y empujar, más de la tercera parte de esa estaca se había alojado entre las dos rosadas carnes de mi Mamá, que ya sólo se disponía a contener aire en sus pulmones ya que la verga le seguía entrando sin ninguna resistencia. En pocos minutos los pesados dos güevos de ese hombre chocaron en las tersas nalgas de mi Mamy. No lo podía creer.. ¡Había logrado metérsela hasta los güevos.

- ¡Uff.. ¡Hasta es fondo Sra Puta..- resopló Vaez con gran esfuerzo.

Vaez la dejó enterrada unos segundos, sintiendo todo la estrechez del intestino de mi Madre, mientras que ella peleaba por agarrar aire y trataba de decir algo pero de su garganta no salía ningún sonido. El desgraciado había logrado taponar el máximo el desprotegido culo de mi Mamy, quién al instante profirió un grito agudo por no esperarse la tan profunda intrusión de un rodillo de carne que a groso modo, le echaba unos 20 o 25 cm de longitud, por unos casi 5 de diámetro. Era tanta carne que le había entrado por el culo, que automáticamente los labios vaginales se abrieron cómo pétalos ante la intrusión vecina. 

- ¡Que barbará tu Madre mocoso.. ¡Se la tragó enterita. ¡No me creería si me contaran lo que estoy viendo, pero es verdad.. ¡Ese tremendo culo de tu Madre es muy goloso y profundo.. ¡Mira que comerse toda esa carne, que bruta..- exclamaba el conserje a mi lado.

Yo no ponía atención en lo que decía Tito, sólo miraba cómo se encontraba mi Madre sobre el escritorio tratando de zafarse de esa larga estaca que tenía incrustada en su trasero. Ella sólo movía su cabeza indefensa, sabía que nadie podía ayudarla, además ella sola lo había buscado, y si algo le tranquilizaba la conciencia era que lo hacía para estar con su hijo, para no separarse de él ya que era lo único que tenía.

Cuando el Sr.Vaez sintió que su tranca había amoldado el orto de esa bella Madre, empezó a sacarla lentamente sintiendo cómo las paredes rectales le daban un tremendo placer en su interminable falo, cuando hubo sacado los tantos centímetros de su reata, el aro de su captora quedó tremendamente abierto en forma de “O” Estoy seguro que Mamá podía sentir el aire colar por su agujero.

- ¡Ha, ha, ha.. ¡Mírese Señora Puta.. ¡Lo tiene totalmente abierto.. ¡Ya no batallará para cagar por un buen tiempo.. ¡Ha, ha, ha..

Mamá no estaba escuchando nada, estaba completamente concentrada en soportar toda esa tranca, cuando sintió salir toda esa longitud de carne de su parte trasera se sintió alivia y pudo recuperar su respiración, su primera reacción fue tocarse el ano con su mano izquierda y verificar que este infeliz no se lo haya roto, pero lo único que encontró fue mucha vaselina mezclada con algo de excremento sobre sus manos.

- ¡Maldita cerda.. ¡Si hasta la mierda te saqué.. ¡Ha, ha, ha.. ¡Yo creía que las mujeres cómo tu tenían su recto siempre limpio, ..pero no es así. ¡Hasta las putas se cuidan de no embarrar a sus clientes, desgraciada! ¡Eres una maldita cerda..- se reía mientras se burlaba.

Estirando la mano sobre un cajón sacó unas toallitas, se limpió la reata de los residuos que mi Madre le había dejado, luego le dio otra a ella para limpiarse el trasero, y aprovechó eso para decirle que se lo chupara y se lo dejara limpio. A lo que mi Madre inmediatamente se rehusó por completo, al ver cómo esa cosa contenía algo de excremento.

- ¡Qué, ..¿no me la va a chupar?..

- ¡Está loco, está sucia, ..por favor, no me obligue hacerlo.

- ¡Pero si tú fuiste la que lo ensuciaste, cerda.. ¡Anda, límpialo y déjalo reluciente que no he terminado todavía..

Se acercó con su verga al tope y lo colocó a tan sólo unos centímetros de los labios de mi Mamita, moviéndolo cómo péndulo, cómo animándola a chupárselo. Ella volteó a verlo a los ojos con una mirada de misericordia, le suplicaba a ese enorme hombre que no la obligara, que no la forzara hacer eso tan asqueroso.

- Ahora quiero que me la chupe, Señora, ..y póngale empeño, porque quiero gozar de ese lindo agujero.

Mamá se fijó que el tipo aún mantenía el tolete en sus manos, esperándola, por lo que aún con gestos de repulsión en sus ojitos azules, procedió a con una mano despejarse el rostro de sus cabellos enarbolados y con la otra se asió a esa cosa que no hace mucho había permanecido alojada hasta el interior de su recto. A pesar del profundo asco que esa asquerosa herramienta de carne le provocaba, al verla toda aceitosa con restos de secreciones de sus propios interiores, que extrañamente pulsaba de arriba hacia abajo, de inflamadas venas verdosas hinchadas, y que en su base estaba frondosamente cubierta por una gran cantidad de antihigiénicos pelos negros, fue abriendo su delicada boquita, tal como en una ocasión ya lo había hecho con la verga de Fernando y se la zampló de un puro bocado casi hasta la mitad, con el único afán de dejar contento a ese desgraciado que por ahora era su dueño según el mismo le había dicho hasta que no saliera por la puerta.

Cuando Vaez volvió a sentir como su verga era abrazada por la dulce y fresca boca de la flamante rubia y Madre, se sintió en el mismísimo cielo. Mamá envolvía con su lengua parte del tronco y del glande, haciendo que su dueño casi perdiera los sentidos de la razón y olvidase un poco de lo que estaba haciendo, sin pensarlo dos veces y como ya lo había hecho anteriormente, se agarró firmemente de los rubios cabellos y comenzó el mismo a dirigir la mamada de verga, moviendo aceleradamente la cabeza de mi Mamy tal cual como si se la estuviera follando por la boca. Mamá ahogada al máximo por tanta intromisión de carne en su boca y garganta, ya estaba babeando grandes cantidades de saliva que escurrían por las comisuras de sus labios, de vez en cuando se atragantaba, era mucha la cantidad de saliva que caían también desde sus mismas fosas nasales, que por la presión ejercida por aquella tranca, la gran cantidad de flujos salivales mezclados con líquidos pre-seminales y otras sustancias impregnadas buscaron el camino por la nariz de mi Madre para salir expulsados con violencia desde esta por cada atragantamiento que sufría la pobre chiquilla.

- ¡Cooff.. coff.. ¡Argh, no por fagogh..

El desgraciado ajeno a todo esto solo gozaba follándose la boca de esa fina dama, con sus ojos entrecerrados y con su bocota bien abierta daba a demostrar el inmenso placer que estaba experimentando.

- ¡Qué bien lo mama Sra Puta!!,- exclamaba el despiadado Director, inconsciente de que al él no se lo estaban limpiando, simplemente era él quien se estaba jodiendo la cabeza de esa Señora.- ¡Ande Sra Cerda, límpiemela bien y no deje ni un rastro ¡Ha, ha, ha.. Le queda mejor lo de Sra Cerda, ..así la llamaré de ahora en adelante Sra Cerda ¡He, he..

Por su parte Mamá resistía con mansa y dócil entereza a lo que le estaban haciendo ese maldito, ya estaba claro de lo que le sucedería si se ponía a reclamar o hacer problemas, ahí era ese desgraciado el que mandaba asumía ya mi pobre y entregada Madre. Vaez de una se la sacó de la boca y producto del acelerado impulso en que la habían estado utilizando oralmente, Mamá cayó de espaldas, su hermoso rostro estaba embadurnado con líquidos extraños y saliva mesclada con semen. Vaez en el acto se encargó de desparramárselos aún más por toda su cara, hasta que todos los fluidos quedaron bañando el rostro de mi Mamy. Siguió con sus fenomenales pechos, que también estaban bañados con estos líquidos, el desgraciado se encargó de desparramarlos por todo su cuerpo, quien daba la impresión de estar totalmente mojada.

Mamá una vez recuperada de tan salvaje tratamiento, se dio cuenta que el desgraciado, a pesar de su apariencia decrepita, la tomó de un brazo y sin ningún tipo de complicación, para de una forma no tan violenta como la había tratado anteriormente, arrojarla sobre el piso, ya que prácticamente ya no tenía ni fuerzas ni ganas para contrariarle. Cómo muñeca de trapo fue colocada ágatas en el piso y se quedó inmóvil sintiendo el frio de esa loseta en sus rodillas. Cerró sus hermosos ojos azules y esperó lo peor, lo cual no se equivocaba, este infeliz le abrió el par de nalgas y tiró un buen escupitajo que fue a dar en el puro ano ya dilatado de mi Mamy. Con su cadera dirigió el palo a la pura entrada, cuando su cipote se atoró en la zona anal empujó fuerte sambutiendo hasta más la mitad de su largo miembro. El rostro de mi Madre se desfiguró por completo, su bello rostro se convirtió en una mueca de incomodidad y de dolor, su frente se perló en sudor y se dibujaron pequeñas venas en su cienes y cuello.

- ¡ARRRGGHHH!! ¡NOOGHhh...

- ¡Así lo quería Sra Cerda?, ..le voy a dejar los intestinos limpiecitos de mierda ¡Ha, ha, ha..

El desgraciado la cabalgaba cómo si fuera un animal montando a su hembra, y qué hembra tan deliciosa y formidable. Se aferró con las manos a los muslos para darle más fuerza a sus embestidas, y con un ímpetu que nunca antes había experimentado al estar con una mujer cómo ella, la penetró sin piedad una y otra vez, hasta que los alaridos se convirtieron en placenteros jadeos. El infeliz empezó bombear bruscamente sujetado bien a mi Madre, que tomaba impulso para atraerla sin piedad, sin misericordia. Mi Madre podía sentir los güevos chocando contra sus nalgas cada vez que el inhumano Vaez le metía la verga. Sentía que le desgarraba los músculos anales, pero a la vez disfrutaba la violenta fricción de ese pedazo de carne abriéndose paso en sus entrañas. Después de varios empujones nuevamente la verga de se alojó por completo en el interior de mi Mamy, cuando los güevos chocaron en las amplias caderas lo único que dijo ella fue:

- ¡PFFF!! ¡Hasta, dentro.. AAAAAY!!!

- ¡Ha, ha, ha.. ¿Lo sintió?.. ¡Tiene un culo muy amplio, Señora.. ¡Se lo traga toda..

Los embates fueron duros y duraron sin parar, este infeliz realmente quería sacarle toda la comida de los intestinos porque lo hacía de forma brutal, se lo retacaba hasta el fondo y todavía le daba vuelta a sus caderas para poderlo sumergir un poco más.

- ¡AAAAHH!! ¡AAAAY!! ¡PARAA!, ¡PARA YA CABRÓN!! ..¡ME ESTAS ABRIENDO TODA!!

- ¡Calla puta cerda.. ¡Si así es cómo les gusta a ustedes.. ¡Les encanta que los hombres cómo yo les saquen las tripas.. ¡Ha, ha, ha..

Y era cierto, este infeliz le estaba remoliendo toda la comida a Mamá, el sonido que hacía su culo relleno de verga era algo cómo ¡CLUASHH!!, ¡CLUASHH!!, ¡CLUASHH!! .. Ese sonido que hacía la verga al chocar con las paredes del orto de mi Madre se me grababan en la mente cómo un cincel taladrando mi cerebro. No pude ver más me dio nostalgia, mi Madre se estaba sacrificando por mi culpa, estaba siendo sodomizada para salvar de la expulsión de su pequeño hijo pervertido. ¡Le estaba sacando la cagada para no separase de su retoño! Con lágrimas en los ojos me bajé del banco y me dispuse a salir, pero Tito me detuvo.

- ¿A dónde vas escuincle?, ..¿no vas a terminar de ver cómo le sacan toda la comida a tu Mamita? Anda mocoso, ven acá, ..si todo esto es por tu culpa. ¡Mira cómo tienen a tu hermosa Mamita ese cabrón.. ¡Mira cómo tu Director la tiene a cuatro patas en su oficina.. Todo esto es por tu culpa ¡Je, je, je..

Del cuello me hizo volver a ver cómo el Director daba sus tremendas embestidas a mi Madre en el suelo, con terror miraba cómo ese enorme sujeto empujaba sus caderas hasta el tope y miraba cómo imprimía fuerza apretando los glúteos para dar mayor fuerza a su estocada. Cerré mis ojos y sólo escuchaba los terribles embates de sus sudorosos güevos contra las nalgas de mi Madre. El rostro de ella estaba congestionado, mantenía los ojos cerrados con fuerza y sus manos apuñadas. En eso, pasó algo que no me imaginé poder ver, mi hermosa Madre ya no se quejaba, empezaba a gemir, empezaba a gozar de la sodomizada. Al recorrer todo su cuerpo perlado en sudor, tomé conciencia de lo mojadísima que se encontraba mi Madre ya en ese momento, la excitación que mostraba ya era máxima.

El placer que sentía tampoco era normal. Cada vez que aquella arma se hundía en su ardiente agujero lo sentía oprimirle, caliente y mojado, hasta hacer que perdiera la razón por momentos. Observaba a mi Madre gemir y retorcerse en el suelo. Aquello se estaba convirtiendo en una locura. En un intento desesperado por no correrse, Vaez trató de distraerse mirando hacía la puerta, quizás sintiéndose observado. Pero su mirada acabó posándose sobre el perfecto trasero que martillaba con esmero y en su vara entrando sin remedio en aquel culo abierto. Unos densos flujos resbalaban a lo largo de sus muslos, llegando hasta el suelo. Y, al levantar la vista, se encontró con la mirada suplicante de la hermosa Madre. El maquillaje se le había corrido a causa de los fluidos y babas, sin embargo ya no se quejaba. Y sus labios se contraían una y otra vez formando una mueca de infinito placer.

Mamá estaba disfrutando ahora el máximo placer que ese enorme ariete le proporcionaba, además de estar conscientemente sintiendo la gratificante fricción de carnes en el momento en que se la dejaban a fondo, hasta que ya sintiéndose profundamente ensartada por la verga de mi Director, y luego de que instintivamente le empezara a frotar el coño como si de verdad quisiera manipular el inminente orgasmo que se le asomaba, ya no se pudo aguantar más y le soltó un abundante chorro de líquidos vaginales con los cuales le baño las piernas enteras.

- ¡Ohhhh…!! Diossssss…!!! Me acabo de correrrrrrrr…!!! Mmmmmm… Q… que… r… ri… ri… cooooo!!!

En eso el desgraciado se detuvo en seco cortándole el ritmo que empezaba a llevar mi Madre, sin querer ella empezaba a menear su cadera buscándolo, estaba empujándose hacía atrás ella sola. Avanzó un par de pasos hasta atrás para buscarlo, miró hacia atrás por encima del hombro y con la mirada más lasciva que puede, con la más provocativa, con una cara de gozo extrema que ni siquiera sabía que tenía, le jadeó:

- ¡ENCÚLAME CABRÓN!!!- casi le gritó apretando los dientes, frustrada por el deseo.

En ese momento no sabía lo que estaba diciendo, su sentido común, su vergüenza, su humanidad hacían tiempo que la habían abandonado.. ahora era una perra sedienta de venganza que se ofrecía a la persona que la chantajeaba de la manera más ruin del mundo, mi Madre se estaba entregando al 100% a su ahogada excitación, sin portarle el miserable y vil sujeto que la estaba usando. Lo que me temía estaba sucediendo nuevamente, mi hermosa Madre empezaba a sacar a puta que llevaba dentro.

- ¡Rómpeme el cul!! ... ¡Arrgghhhhh!!!- la verga entró duramente de un sólo golpe allí donde nadie había jamás llegado.

No le dio tiempo ni de acabar la frase, Mamá casi lloró de entre gusto y dolor que sintió en medio de toda la excitación. La mezcla de placer y dolor fue indescriptible. Sentía cómo la punta de ese pene había entrado hasta el fondo de su culo.

- ¡Sácal! ...- le gritó por el dolor que sentía, le parecía que le estaba llegando hasta el estómago, pero no le dio tiempo, la tomó fuerte por las caderas y esta vez ¡Empujó hasta el fondo!.

“AGGRRHHH!!!” Sólo podía gritar eso, sólo sentía dolor y más dolor, creí que ella iba a desmayarse por momentos. El Sr.Vaez cada vez agarraba con más fuerza sus caderas, empujaba y empujaba con gran fuerza, metía su verga hasta el fondo que se podía escuchar perfectamente sus pesados testículos golpear a cada embate. De repente, apretó contra su culo todo lo que pudo y paró, la tomó por los hombros y apretó con toda su fuerza para meterle su verga hasta el sentido. En esos momentos, ella con los ojos cerrados podía visualizar su trasero, su culo completamente abierto con esa tremenda reata allí instalada, presionando con fuerza, inmóvil, sin darse cuenta, apenas si sentía ya dolor, de alguna manera ya no le dolía nada, ahora sólo sentía la presión de ese gran talle, allí, hinchado en su dilatado agujero.

En esos segundos de quietud pude notar cómo del orto de mi Madre bajaba un fluido, ¡Era sangre!, verdaderamente le había roto el culo ese desgraciado, se lo había floreado, había cumplido su amenaza. A ella le costaría días el poderse sentar. Sin tiempo a reaccionar, Vaez sin en ningún momento bajar la presión y la fuerza sobre su roto agujerito, recorrió su espalda su mano derecha, mientras que con la izquierda la sujetaba fuertemente por el hombro. Agarrándola ahora por el hombro y la cintura comenzó lentamente a sacar su verga de ese culo hasta llegar al prepucio, sin sacarla del todo todavía más suavemente la introdujo de nuevo, cuando de nuevo llegaba al final y se la tenía toda metida, apretaba con fuerza pero lentamente.

- ¡AAAAAAAHHH!!, ¡AAAHH!!- comenzó a gemir de placer ella, ahora en cada recorrido la estremecía toda, sentía su miembro cómo la penetraba y abría camino forzado, su sensación era totalmente placentera, cada vez que llegaba al final y apretaba la colmaba de gusto. Mi Madre empezó a disfrutar cómo una perra y él se daba cuenta, en la medida que ella gozaba más y más, su verdugo comenzó de nuevo a aumentar el ritmo y la fuerza de sus embates.

Lo que se vino después ya se lo imaginaran, el desgraciado la enculó más rápido, más fuerte, una mano soltó su cadera para acariciarle el clítoris, el placer la inundaba y la llevaba al orgasmo por doble recorrido. El muy cabrón coordinaba de manera maravillosa su verga y su mano, sus dedos empezaron a sumergirse en el chocho de mi Madre. Ella gemía, él gemía. En mi mente se grabaría para siempre la triste imagen de cuando mi Director estaba sodomizando a mi Mamy por mi culpa, avanzando y retrocediendo, empujando y contrayendo.

De pronto llenado por el gozo se la saca de golpe, dejándole el culo abierto, ¡Completamente abierto, formando una perfecta “O”, casi como los ojos del hombre que permanecía a mi lado desorbitado. Vaez se pone de pie y se la empieza a cascar encima de ella cómo para bañarla de leche. Mamá se voltea y lo observa desde el suelo, cansada y mancillada, se frota el culo con los dedos, se da cuenta que se lo han roto, sin que ella se lo espere la sujeta de la melena y la acerca a su palo, a centímetros del orificio que está a punto de expulsar. Ante mi sorpresa abre la boca para él, mi Madre se los pide dentro. El desgraciado aprovecha para quitarle el su anillo de casada y se lo mete en la boca. Enseguida comenzó a jadear y temblando apuntó con la verga hacia la cara y ella abrió la boca. Un chorro espeso de color blanco salió disparado hacia la garganta anegando toda la boca hasta perder entre la sustancia la sortija. Fue brutal el derramamiento de leche, una leche amarga y caliente que mi Madre fue tragándose a medida que eyaculaba. Sólo un par de finas hileras resbalaron por su barbilla y le gotearon en los pechos. Vaez soltó un resoplido soltándose la verga y vio que ella se rozaba con ambas manos la zona vaginal.

- ¡Sigues con ganas, ¿verdad, cerda?..

Como la vez anterior, Mamá terminó con el rostro todo embadurnado de esperma. Ella había dejado la boca abierta y varios chorros habían caído sobre su lengua, colmándola de lefa y mancillando su imagen de belleza. Cuando esa tranca dejó de manar, en el medio de su lengua descansaba el anillo aún manchado de semen y saliva. Así, sucio y ante mi mirada de incredibilidad vuelve a colocárselo en el anular. Sólo entonces cerró la boca y se lo tragó todo. Vi cómo cerró los ojos y su cuerpo se tensó. Mi Madre se estaba corriendo con eso. Me quedé mirando cómo gemía y cómo se estremecía. Cuando quedó relajada le miró, el desgraciado empezó a recoger el semen de la cara con sus dedos y a llevárselos a la boca. 

- ¡Ooh.. oh ¡Me ha dejado seco Sra Cerda, ..mi mujer se va a enojar cuando me vea los güevos exprimidos ¡Ha, ha, ha.. ¡Uff!.. ¡Qué bárbara, valió la pena todo.


Mamá nuevamente lo había hecho, había sacado esa mujer extraña que la invadía por momentos, vuelve a colocarse entre las piernas de Vaez, sentada en el suelo. Y empieza con sus dedos a acariciar suavemente sus testículos y su pene flácido, como agradeciéndole. Después cayó exhausta sobre el suelo, su vagina aun palpitaba, creo que aún podía sentir aquel tremendo tronco entrando y saliendo de ella. Sus labios aún babeaban jugos vaginales, y su ano aún estaba dilatado, ambos le dolían por tanto castigo, pero a la vez disfrutaba aquel dolor que se hacía presente.



Después hubo silencio, sólo el sonar de sus pulmones al inhalar. Mamá no dijo nada, se levantó temblorosamente frotándose el ano, sentía cómo si se lo hubiera deshecho por completo, sus piernas no podían sostenerla, tuvo que agarrarse de una silla para poder ponerse de pie. Cuando por fin lo logró, un chorro de su propio néctar salió de su chocho y resbaló por su pierna hasta el suelo.

- ¡Maldita cerda, ..límpiate antes de que me chorrees con tus fluidos toda la oficina. ¡Límpiate y lárgate.. ¡Apesta, no puedo creer que una mujer cómo usted.. tan refinada, tan glamurosa ande chorreando por dónde quiera cómo si fuera perra en brama.- volvía a dirigirse a ella de manera prepotente.

Mamá empezó a limpiarse con unas toallitas de su bolso todo su cuerpo, tenía las mejillas muy coloradas. Se arregló el pelo y se reacomodó la minifalda, cuando quiso agarrar sus braguitas, (bueno si a eso se le pueden llamar braguitas) el tipo se las arrebató.

- Realmente no paran de sorprenderme ustedes las adineradas.. ¡Mira que comprarse estás cosas, ..es una puta muy cerda. ¡Esto no le cubre nada, ..creo que en realidad esto es lo que realmente venias a encontrar desde el principio.. venias a que te rompieran ese tremendo culo que te cargas, Señora. ¡Ni las más putas que conozco usarían esto..

- ¡Démelas por favor ..

- ¡Para nada, ..estás se quedan aquí en mi oficina como recuerdo. ¡Además, no creo que las extrañes mucho ya que no te tapan nada. ¡Sal de aquí inmediatamente, sal a que todos los chiquillos imberbes te vean sin bragas, ..que se maten a pajas, y no te preocupes por tu chiquillo. Se graduara e irá a la Universidad gracias al culo de su Madre ¡Ha, ha, ha..

Esas palabras me dolieron hasta el alma, salí del almacén bastante deprimido, mientras que Tito se burlaba también de mí, había hecho que por mi culpa hicieran todo eso con mi Madre. Me sentía muy mal, me fui al pasillo y me senté en una de las sillas casi a llorar, esperar afuera de esa oficina dónde había pasado todo eso. Con lágrimas en los ojos esperé a que mi Madre saliera por la puerta, volteaba a ver las letras viejas que decía “SERGIO VAEZ DIRECTOR” Me sentía fatal, no sabía cómo iba a reaccionar al ver a los ojos a mi Madre cuando saliera. Con la cabeza baja esperé a que se abriera esa puerta. Cuando salió Mamá, trató de arreglase el cabello y aparentar que no había pasado nada. De su bolso sacó un poco de maquillaje y lo aplicó en sus mejillas, detrás de ella se escuchó la ronca voz del Director que dijo:

- ¡Paty, ..trae algo para limpiar todo esto!! ¡Mi oficina apesta!!

Mamá cerró los ojos al escuchar eso, se sentía fatal por lo que había hecho, se preguntó si valía que alguien cómo ella, acostumbrada al glamour, a los lujos y comodidades propios de la gente bien cómo ella, tuviera que entregarse a un tipo tan despiadado y maldito en una oficina para no separarse de su pequeño hijo; pero al salir y ver a su adorable hijito sacó fuerzas para seguir adelante, volteó a verme con esos hermosos ojos azules y dijo: 

- ¡Espero que algún día valores lo que hago por ti, ..ahora ve a tu salón, ya arreglé tu problema. Cuando llegues a la casa hablamos.

No aguanté el llanto y me abrase sobre sus caderas, quería llorarle que me perdonara, decirle que lo sentía con todo el corazón, que nunca más lo volvería hacer, que estaba totalmente arrepentido por aquello, que me castigara que no me importaba, que estaba arrepentido por mis actos, que de ahora en adelante seguiría siendo aquel pequeño niño que la orgullecía.

- ¡Perdóname Mamita, ..nunca más lo voy a volver a hacer.

Mi Madre me soltó y se fue caminando hacía la salida, cuando ya estaba como a mitad del camino, se dio cuenta de que había dejado como evidencia sus peculiares braguitas y que su preciosa falda además de muy cara y elegante, por la hechura de la tela algunas manchas de humedad empezaban a parecer por todos lados. Aquello la hizo incomodarse un poco, pero lo único que deseaba era salir cuanto antes, alejarse de las decenas de muchachitos que la observaban con bastante morbo. Si se daba prisa, llegaría a su camioneta y todo habría acabado.

Mientras apretaba el paso sintió como un reguero de fluidos escapaba de sus partes resbalando a lo largo de sus nalgas y, después por sus muslos. Ni siquiera fue capaz de recordar cual de aquellos momentos la había hecho convertirse de aquella manera y la sola idea hizo que se estremeciera y acelerara todavía más el paso, impaciente por llegar a su camioneta y cerrar otro capítulo amargo de su nueva vida. No puede dejar de notar su caminadito extraño, daba pasitos temblorosos cómo si de un potro recién nacido se tratara, la enculada le estaba pasando factura, con pasitos chiquitos y curiosos se fue retirando de mi vista, volteé a ver sus piernas y se notaba una pequeña línea brillosa que escurría de su pierna derecha, realmente estaba arrepentido por lo que había hecho.

Al salir de la escuela, el aire fresco golpeaba suavemente sobre sus muslos poniéndole la carne de gallina en un escalofrío debido a la humedad de la zona. Y, por mucho que se esforzara en ocultárselo a sí misma, Mamá seguía excitada como una perra en celo. Tal y como le había dicho aquel desgraciado de manera despectiva. El estacionamiento estaba desierto y aprovechó para jalarse la falda dispuesta a cruzar la ciudad sin mayores incidentes. No contaba con la horda de chicos del equipo de football que venían llegando de alguna de sus prácticas. Un nutrido grupo de ellos, al ver a aquel bombón queriendo abrir su camioneta, le dedicaron todo tipo de piropos e incluso hubo algunos que se animaron para sacar su móvil y grabarla en unas fotos.

Todo el día no puede concentrarme por lo que había sucedido, caminé hacía la casa cabizbajo pateando una piedra, no sabía cómo volver a ver la cara de mi Madre. Con todo el dolor de mi corazón regresé a la casa. Pero eso es sólo el inicio de mi tormento, ya que ciertos personajes aparecieron más, torturando más aún mi pobre mente y más aún el trasero de mi pobre.. de mi cerda Madre cómo la había denominado mi Director. ..


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia

© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (8)
“La Llegada de su Ahijado.”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo.... 

pedritapia08@hotmail.com