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lunes, noviembre 24, 2014

Capitulo (48)


© MADRE Mónica.......... Capitulo (48)

“Festejándole a su Ahijado.”


Cayó la noche y las pláticas de Beatriz y Randy con la famosa fiesta ya me habían hartado, desde que llegamos Beatriz no dejaba de hablar de ello y yo la verdad que ya estaba demasiado aburrido para seguir escuchándolos. Me levanté y les dije a todos que ya estaba cansado y que me iba a dormir, hoy había caminado mucho por el bosque y me sentía exhausto. Mamá me lanzó un beso y me dirigí por las escaleras a nuestra habitación, el sueño empezaba a cerrarme los ojos. Me metí entre las sabanas ya sin fuerzas para seguir vigilando a mi Madre, no sé cuántos minutos dormí, a mí me parecieron horas, cuando escuché que mi Madre abría la puerta y le murmuraba a alguien:

- Ésta noche no, mi cielo, ...realmente me siento muy cansada, de verdad.

La recámara estaba oscura por lo que no me podían ver. Levanté la cabeza de la almohada y me di cuenta de que el desgraciado la había seguido hasta nuestra habitación y al parecer quería más guerra después de todo ( ¿¡que éste desgraciado jamás se llenaba!? ) su maldito Ahijado le tenía metida una mano dentro de sus pantaloncillos cortos y le agarraba la vagina. Mamá estaba ligeramente curvada, incómoda por los dedos que se movían dentro de su entrepierna. Al ver que no conseguiría nada esa noche, Randy se quedó unos segundos callado, después de haber pensado en lo que iba a decir, respondió:

- Está bien.

- Mi amor, ..de verdad que estoy agotada.- Lo dijo sinceramente.

- Dije que está bien, ..me voy a dormir.

Ella trató de darle un beso para consolarlo pero éste de manera seca y molesto rehusó, se fue a su habitación más caliente y enojado que nunca, bueno al menos ésta noche podía dormir bien. Mamá cerró la puerta y comenzó a desnudarse. Su ropa iba cayendo sobre una silla de la cama. Ésta vez se puso bragas de algodón para dormir y un pequeño camisón que tapaba parte de la curva de sus caderas. Después se acostó a mi lado para ahora sí descansar, por mi parte yo estaba tan cansado que ya no supe cuándo me quedé dormido, al fin podríamos dormir tranquilos.

.....

Lentamente fui despertando, aún era temprano, tanto que me dio la impresión de haber amanecido en otro lugar. Los sonidos del bosque y la luz parecían diferentes. Al levantarme pude oír cómo mi Madre respiraba tranquila, descansaba como una recién nacida, yacía debajo de las colchas con la cabeza metida bajo la almohada para evitar la luz de la mañana. Estaba más hermosa que nunca, su cabello rubio y sedoso me invitaba a acariciarlo y así lo hice, acaricié sus mechones con suavidad, sin poder evitar las imágenes de cómo aquellos desgraciados lo usaban con furiosa calentura para tirar de ella cuando la estaban poseyendo, me parecía imposible que una mujer tan bella como mi Mamy se convirtiera en aquella persona tan diferente. No quise despertarla, hoy pensaba que sería un día diferente, ésta noche sería la tan esperada fiesta y al menos el fanfarrón estaría ocupado en otras cosas que en estar acosando a mi Madre.

Sentí sed y me levanté a tomar agua de la jarra que Mamá siempre preparaba a un lado de la cama para estos momentos, aún sentía mi boca amarga, por Dios qué había sucedido el ida de ayer, aún no podía creer que Mamá fuera tan descarada y sin vergüenza, no me cabía en la cabeza cómo se había atrevido a follar con el hijo de su mejor Amiga frente a sus narices, ¿por Dios, que era lo que le pasaba?, ¿en qué se estaba convirtiendo?, la mezcla de confusión y dudas atormentaban mi cabeza. Me miré en el espejo y me percaté que mi rostro había cambiado, ya no era aquel niño ingenuo e inocente, dentro de mí había crecido otra persona, un lado extraño y oscuro que me impulsaba a seguir en lo que estaba haciendo. Sin darme cuenta ya había cambiado mi vida personal y mis actividades, ya no me entretenía lo que hacía antes, ya no me importaban los juegos de video ni las relaciones con mis amigos, me había vuelto más callado y frío, un niño serio y calculador que sólo pensaba en seguir y espiar a las personas; por Dios, no sé qué repercusiones podía acarrearme todo esto en un futuro, pero es que el simple hecho de imaginar dejar sola a mi Madre rodeada de esos seres tan perversos y repugnantes sin que yo lo pudiera presenciar me ponía histérico, como un drogadicto sin su dosis. Dirán que estoy loco, que me estaba volviendo un nefasto pervertido, pero ya no lo podía evitar, ayudado claro por las continuas sinvergüenzadas de mi Madre.

No sé cómo podría explicarlo, pero algo dentro de mí había cambiado ya , poco a poco me iba familiarizando con todo esto, a qué me refiero, ver a Mamá desnuda y/o haciendo la felación a alguien, gritando y gimiendo como una loca mientras era taladrada por uno o varios tipos que aparecían de la nada en nuestras vidas, y lo que era peor, ella también cambió muchísimo, en ocasiones creía que se sentía feliz con ello, que ella misma buscaba esas situaciones para aflorar su también oscuro ser, quizás esto era hereditario, que Mamá me lo había dado; volví a dirigir mi vista hacia la cama y ella se había dado vuelta, ahora estaba boca arriba, mostrando sus hermosos pechos perfectamente dibujados en su camisón de algodón, su vientre blanco y plano al descubierto, la bombacha de su entrepierna que sin querer quedaba expuesta al haber doblado una de sus rodillas. Me metí en la ducha deprisa, quería por un instante apagar esas imágenes que empezaron a pasar por mi mente como una película de 8mm. Mamá ronroneaba como una gatita. La cabaña estaba muy tranquila, al parecer era el único que estaba despierto.

Cuando estaba en la regadera, las vivas imágenes de mi Madre en la ventana volvieron a entrar en mi cabeza, la erección fue instantánea, cerré los ojos y recordé a Randy sosteniendo los cabellos de mi amada Madre, obligándola a permanecer con la cabeza salida por la ventana, no pude evitar aferrar mi tronco; sin realmente prestar atención, empecé a manipular mi palito con la maestría que se adquiere de ser un solitario, caliente, adolescente frustrado. Enseguida se me vinieron también las imágenes de Ashley, viendo esas sensuales curvas en ese bikini tan pequeño que apenas podía limitar sus pequeñas pero magníficas tetas, las cuales no tenían nada que envidiar a las operadas de su Suegra ni a las voluminosas de mi Madre. Cerré los ojos y empecé masturbarme, a la segunda sacudida estaba eyaculando en grandes cantidades, esparciendo mi leche por toda la ducha; me perdí en mis sueños de lujuria pensando hacer eso en la vida real, para qué negarlo me gustaba Ashley, lástima que no se fijara en un chiquillo como yo. Cuando salí de la ducha me di cuenta de que Mamá ya se había despertado y se puso a hacer la cama justo cuando yo salía de la ducha, ya vestido. Ella estaba en su camisón luciendo sus largas piernas. Se echó por encima una bata de satén cortita, en tonos rojos y blancos, bien abrochada.

- ¡Buenos días mi amor, ...te levantaste temprano!- Me saludó.

- Sí, Má ...hoy dormí muy a gusto.

- Me alegra mucho mi amor, ...¿sales?.- Se interesó ella.

- Saldré a tomar unas fotos y estaré aquí antes del desayuno.

- Ten cuidado mi amor, hay muchas cosas allá afuera, ..no te alejes mucho.- Me advirtió.

Nos dimos un besito en la mejilla y la dejé haciendo la cama. Había tomado mi mochila con mi cámara y mis múltiples aparatos electrónicos, esperaba hacer unas buenas tomas de la magnífica mañana en el bosque. Estaba recorriendo el pasillo, cuando el fanfarrón salió de la habitación. Su presencia me puso nervioso, pero tragué saliva y traté de mantener la entereza. El desgraciado venía ya con su cínica sonrisota que tan mal me caía, sentía como si me estuviera restregando en la cara que se revolcaba con mi Madre sin que yo tuviera la más mínima idea. Llevaba una pequeña cajita en la mano con yo no sé qué chingados, parecía una cajita de alhajas, iba vestido sólo con una camisa desabrochada y estaba en boxers, un boxers negro elástico donde se le distinguía un abultado paquete.

- Buenos días Pedrito, ..¿a dónde vas?.- Se prestó interesado.

- Buenas, ..saldré a tomar unas imágenes por ahí.

- Cerca de aquí hay una cascada preciosa, ..quizás luego te lleve a dar una vuelta.

- ¿De verdad?, ..bueno, trataré de encontrarla, no te preocupes.

- Muy bien, ..¿está mi Madrina en la habitación? ¿Está ya despierta?

- Sí, ¿por qué?

- Nada, una cosilla.

- ¡No, no espera!

Pero ni casi me hizo el desgraciado, tomó el rumbo hacia el dormitorio de mi Madre. Yo sólo me le quedé mirando, anonadado, sin capacidad de reacción. Como ya todos sabemos Randy era el típico hijo de su millonario Papi socarrón y prepotente, el clásico chulito confiado y pagado de sí mismo que al parecer no dejaba una viva (ni a su Madrina). Sea de cada quien el tipo no era feo: rubio de ojos de color, de tez blanca y de complexión atlética, con una sonrisa blanca de dientes perfectos. A pesar de todo eso, es un triunfador, un “castiga mujeres”, como él mismo se llama en broma. Cuando le vi encerrarse con mi Madre, di unos pasos hacia la puerta. Mi Madre alisaba la colcha cuando lo vio entrar. Se irguió enseguida cerrándose el escote de su bata.

- ¡Randy!, ¿¡qué haces aquí!?- Preguntó Mamá preocupada.

- He venido a verte, ..no sabes lo cachondo que me has tenido toda la noche.

Escandalizada por su presencia, Mamá rodeó la cama hacia él. Cerró la puerta para que no les pudieran oír. Aunque nunca se imaginaron que Pedrito permanecía con la oreja pegada a la madera, escuchando la conversación.

- Vete Randy, ..tu Mamá se puede levantar, tu novia..

- Me dejaste muy caliente anoche Putilla.

Con unas ansias que me llevaba el demonio y sin poder observar qué era lo que ocurría en el interior de la estancia, salí despavorido de la cabaña y busqué un lugar donde observar dentro, por suerte traía conmigo mi mochila con mis dispositivos de espionaje, (uno nunca sabe). Me coloqué en un lugar elevado para ver bien lo que ocurría con mi Madre. Tomé mis gogles de distancia y como si fuera un cazador o algún francotirador, desde casi 60 mts. estaba observando lo que ocurría con mi Madre y su Ahijado en nuestra habitación, claro que también encendí el dige que le había regalado, por lo que podía verlos a distancia y escucharlos mucho mejor.

- Randy, te lo ruego, ..déjame, no es el momento.- Su Ahijado trató de capturarla con los brazos, pero ella se deshizo mediante manotazos.

- ¡Maldita Ramera!- Vociferó indignado.

- Randy, ¡TShsssss!!

- ¡Eres una zorra calienta pollas!

- Por favor Randy, no me hables así, tranquilízate…

- Me calientas la Puta verga y ahora me tocas los huevos, jodida Perra…

- Randy por Dios, ...¿por qué te comportas así?.

- ¿Por qué?, ...me estuviste calentando durante toda la pinche cena y cuando quiero desahogarme me corres.

- Randy fue un error, perdóname…- Le suplicaba ella con un gesto en señal de ruego.

- ¡Ven acá, Cabrona!

La sujetó del codo y la empujó hacia él. Le bajó bruscamente el batín hacia los hombros dejándola con los pechos al aire, luego la agarró de la melena y le cruzó la cara con la lengua, desde una mejilla hasta la sien.

- Agáchate y chúpamela, ..estoy que reviento con ese puto culo que te cargas ¡Ohh!

- Randy, por Dios, ¿aquí?…

- Vamos, Putilla, ..me la debes desde anoche. Dame una chupadita.- La agarró de un pezón y le tiró de una teta hacia abajo, tensándole la carne.

Mi Madre frunció el entrecejo, dolorida por el tirón, e irremediablemente y temerosa de que la voz de Randy alertara a su Madre, se acuclilló ante él, se fue arrodillando ante él para evitar un mayor estiramiento de su pecho. Por mi parte yo, a distancia asistía tras unos enormes pinos a los insultos y quejidos de mi Madre.

- ¿Me la vas a chupar o qué?

- Sí, sí ...no te pongas así, ¿ok? ...cálmate…- Trató de sonreír.

- Jodida Puta…

Mamá se encargó con diligencia de bajarle el boxers hasta las rodillas y liberar su larga verga. Le agarró el pene por la base para colocarla en posición horizontal, bajándosela hacia la cara; le dio una serie de sacudidas antes de lamerle el capullo. ¡No lo podía creer, mi Mamy se encontraba sumisa ante ese individuo!, completamente dócil ante ése desgraciado cabrón, nuevamente iba a ver a mi Mamy mamarle la verga al arrogante de su Ahijado. ¿Es que ése desgraciado jamás la iba a dejar en paz?. Mi Madre ya a gatas sujetada de la cabellera por el aprovechado éste, comenzó a saborearle el capullo con ansia, mojándolo mediante mordiscones y rodeos con la lengua, mirándole sumisamente desde abajo, como queriéndole demostrar que quería comportarse como una buena chica ( o más bien como su Puta sumisa ). A veces se la sacudía sobre la cara y después le atizaba lamidas por el tronco. El Jr. le apartaba el cabello a un lado para ver cómo se la chupaba, regocijándose de las mamadas y lamidas que le daba su dócil Madrina.

- ¡Ooh, ¡Así. muy bien, Puta! ¡Ummhh! .. ¡Así!.. trágatelo, así.. Sigue, demuéstrame lo mucho que te gusta ¡Ooh! Mi Puta.- Vociferaba llevado por el deseo.

Mi pobre Mamy agitaba la cabeza mordiendo el capullo, luego se empezó a comer la verga, asintiendo con la cabeza a un ritmo apresurado, deslizando los labios desde el glande hasta intentar llegar a la base. Utilizaba su manita izquierda para acariciarle con cariño el muslo atlético de la pierna. La verdad que Mamá se esmeraba en hacerle una buena mamada, con las tetas por fuera, sin importarle ya que su mejor Amiga y la Novia de éste se levantara y pudieran sospechar de lo que hacían los dos ahí dentro.

- ¡Oh, sí!, .. así me gusta Putilla, ..que seas una buena guarra ¡Ooh!, ohh.. Si te gusta, ..yo no sé por qué siempre te haces la remilgona.

Se la empezó a mamar moviendo la cabeza de atrás hacia delante, hasta que el capullo le rozaba la garganta y los huevos le rozaban la barbilla. Randy le plantó una mano en la cabeza para empujársela cuando se comía la verga, provocándole babas en la comisura de los labios, babas que le colgaban de la barbilla.

- .. ¡Oohh!, Así, trágatela, ..y no te olvides de mis huevos.

El desgraciado bajo una mano para sujetarse los testículos y apretárselos, de tal manera que estos parecían explotar, Mamá se sacó el capullo de la boca y bajó hacia ellos. Le estaba lamiendo las pelotas, se las comía con la misma ansia, metiéndose las bolas dentro de la boca y degustándola como si fueran caramelos. Randy mientras, se la comenzó a machacar él mismo mientras su Madrina, con la cabeza ladeada, envuelta en esa mirada sumisa, le deformaba los cojones con los labios y la nariz, impregnándolos de gruesos salivazos.

- ¿Te gustan mis huevos, zorra?

Mamá apartó la boca de las bolas. En ese momento, un hilo de baba unía su barbilla con esos huevos güeros.

- .... ¡Aaah! Sí, son de macho, ..de mi Macho ¡Mhm!

Por dios que decía ella. Randy se giró y volteó hacia la puerta, parecía que había escuchado ruidos, seguramente su Novia o su Madre ya habían bajado a desayunar. Se sujetó la verga con toda la palma y se la empezó a sacudir. Mamá escuchó que soltaba jadeos secos y se esmeró en arrastrar presionada la lengua por casi toda la raja, hasta que se irguió y se giró hacia ella. La sujetó por la barbilla y le levantó la cabeza, dándose veloces tirones a la verga con la mano derecha.

- .. ¡Uff, uff!, ¿Ya desayunaste?

- No, yo ..me acabo de levantar.- Respondió la muy ingenua para no decir muy estúpida.

- ¡Uf!, Abre la boca, ..esto te va a caer mejor.

- Randy por dios, no.

- ¡Abre la puta boca!, ..o te los hecho en la cara y te saco del cuarto para que le presumas a mi Madre tu nueva crema.

Mamá humillada y sumisa por su comentario, abrió la boca y su Ahijado le colocó el capullo entre los labios, cesando las sacudidas. Transcurrieron unos segundos, después un salpicón de leche viscosa se estrelló en el paladar de mi Madre goteando en la lengua. Notó que le llenaba la boca mediante salpicones intermitentes, hasta dejarle sumergida la lengua por la nata. Se agitó la verga y dio un paso atrás.

- Bébelo.

- ¡Noghh!

El infeliz le tapó la nariz y le cerró la boca, por lo que sumisa no le quedó de otra que cerrar sus lindos ojos y tragárselo todo de golpe. Necesitó dos tragos más. Randy se guardó la verga y ella pudo levantarse volviéndose a colocar el batín.

- No me vuelvas a calentar los güevos y a ponerte santurrona, ..¿entendido?

- Nogh, p-pero Randy, ..entiéndelo, esto es peligroso.- Dijo haciendo muecas por el mal sabor.

- ¡Que no pasa nada, chingado!, ..eres mi Puta. Es más toma, ..te las estuve guardando para un día especial como hoy. Espero que las recuerdes ¡Ja ja ja!..

El desgraciado estiró su mano a la cama y sujetó la cajita que llevaba anteriormente, la abrió y me dejó ver lo que me parecieron ser unas bolitas, ¡Eran unas bolas chinas!, el desgraciado le estaba dando tres bolas para que se las metiera ya sabrán donde. Las pelotas debían de ser cómo una pelota de golf, eran de color negro con ciertos dibujitos chinos.

- R-Randy, ..que son esas cosas.

- ¿Tu qué crees Putita?, ..no te hagas que ya las has usado anteriormente.

- Si, pero..

- ¡Pero nada!, ..quiero que las uses durante toda la noche. Te quiero bien calientita para cuando me dé la gana montarte.

- Pero Randy, ..como crees que voy andar yo con eso.

- Apuesto que ya estás acostumbrada, ..aquella vez no te estorbaron. Además te haces un enema, ..toma, tómate estas pastillas, son laxantes, no quiero resquicios de la cena en mi verga ¡Ja, ja, ja!.. Voy a desayunar, ¿vienes?

- No, voy a darme antes una ducha. Enseguida bajo.- Quedándose pensante al sentir las tres bolas que se deslizaban en su mano.

Tras ver tan grotesca escena tan tempranas horas del día mis dudas de esta mañana se despejaban, yo no era el culpable, era ella, era mi Madre convertida en esa cerda la que me cambiaba, por ella yo me estaba convirtiendo en esto, por ella yo me estaba transformando en otro niño. Decidí alejarme lejos pero eso no evitaba que yo siguiera preguntándome las mismas cosas, ¿cómo era posible que esto me sucediera?, ese desgraciado ya se había descarado con mi Madre, a la hora que se le antojaba la presionaba para que hiciera lo que él quería, esto era una pesadilla de la cual no me podía despertar, si no era aquel viejo desgraciado del Portero, este fanfarrón la trataba por igual, la verdad que cómo extrañaba a mi Padre, el jamás hubiera permitido que pasara todo esto. ¡PORQUE TE FUISTE PAPÁ!! Grité con todas mis ganas en mi soledad del bosque, ya hasta las ganas de fotografiar la flora silvestre se me habían quitado, ¿hasta cuándo mi Madre y yo volveríamos a ser felices?, ¿hasta cuándo?..

.....

Cuando regresé a la cabaña (3 horas después) todo ya era una revolución, camareros, decoristas, banquetes, un ir y venir de personas decorando los jardines de la cabaña y preparando el banquete para la gran celebración de ese hijo de puta. Beatriz servía como coordinadora de todo, andaba de arriba para abajo preparándolo todo, y todo para ese chiquillo fanfarrón y arrogante que a mí me caía tan gordo. Cuando entré por la puerta, Ashley ayudaba a su Suegra a decorar unas mesas, me estremecí, si Beatriz estaba coordinando y su Nuera ayudándola, ¿dónde estaba el Jr. y mi Madre?, el corazón me empezó a bombear rápido, ya me imaginaba al desgraciado arriba de mi Madre montándola. Nervioso y con el corazón en un puño, subí a nuestra recamara sin hacer ruido, me acerqué a la puerta y esperé a que se escuchara algo, pero no lograba escuchar nada, nervioso tomé la perilla de la puerta y le di la vuelta. En la recamara estaba sentada mi Madre en un pequeño sillón pintándose las uñas, parecía haber acabado con las de las manos hacía un momento y empezaba en ese momento con las de los pies. Llevaba una falda muy corta y una camiseta de tirantes. Estaba inclinada sobre su rodilla, terriblemente concentrada pero se dio cuenta de mi presencia enseguida.

- ¡Mi amor, ..¿dónde estabas?!, te estuvimos esperando para desayunar.

- Anduve observando los alrededores Mamy, ..no sabes todo lo que se puede observar con los miralejos.- Le dije bastante molesto.

- ¿Así?, ..¿y que observaste?

- A un par de animales revolcándose.

- Muy bien mi amor, ..ahora quiero que te midas ese traje.

- ¡Mamá!, no me gusta usar traje.

- Mi amor, ..hoy es la fiesta de Randy y debemos estar elegantes.

- ¿Pero porque tengo que estar de traje?, ..¡Mamá, estamos en el bosque!

- ¿Y qué te quieres poner?, ..un short's y una playera. Anda, has lo que te digo.

- Pero Mamá, ¿por qué el traje?, ..el pantalón de vestir y la camisa.

- Esta bien, ..pero mídete la camisa.

- Ya voy.- Respondí resignado.

.....

La tarde se nos vino enseguida, la cabaña era toda una entradera y salidera de personas, yo siempre pensaba que era demasiado, que no era para tanto, pero como era para el Jr. se lo merecía todo según decía Beatriz. Por otra parte, a mi Mamy la notaba ansiosa, nerviosa por la fiesta, como se ponía cuando mi Padre hacía reuniones en la casa. Le estuve observando mientras deambulaba por la habitación para cambiarse, colocó varios vestidos sobre la cama para escoger, no se decidía, entraba y salía del baño para medírselos. Se probó todo tipo de vestidos, cortos, largos, con volado, ajustados, el que mejor se acomodara a su figura, mientras yo, su pobre angelito totalmente aburrido checaba mis mails con mi laptop.

- Mamá.. ponte ya el que sea, ya me mareaste.- Le decía, sentado sobre la cama.

- No me pongas más nerviosa amor, ..ya casi, creo que me voy a poner este. Necesito tu opinión.- Me dijo mi indecisa Madre incitando a que su niño dejara su laptop y le prestara atención, cosa que hice.

- Haber Madre.

- ¿Qué te parece amor, ..¿se ve bonita tu Mamá?

Era un vestido de un azul oscuro, de mangas largas, unos 10 centímetros por encima de las rodillas, muy ceñido al cuerpo, sin escote por enfrente, pero tan pegado que se notaban a la perfección sus redondos pechos, el escote lo llevaba por la espalda.

- Si Má, ..te ves muy bonita ..pero.- No terminé de decir la frase.

- ¿P-pero qué?.- Me animó.

- Te ves muy.. no sé cómo decirlo, muy pomposa.- Le dije a lo que ambos reímos estrepitosamente.

- ¿De veras?.- Preguntó Mamá observando su descomunal trasero en el espejo y tocándolo con sus suaves y delicadas manos.

- Si, ..bueno siempre te ves así. Pero con ese te ves un poquito más.- Le dije.

Mamá se sintió contenta por como su pequeño hijo se refería a su cuerpo que con esa elegante prenda la hacía verse más sensual, más deseable si cabía decir, de la persona que más quería en el mundo, con la mirada de ternura que solo un hijo puede dar a una Madre, sin malicia, sin libido, sin deseo, (bueno eso era lo que mi Madre creía jeje..)

- Mmm.. No sé si ponérmelo a no? ..además mi niño ya me dijo que me veía “pomposa”. .. ¡Jijiji!..- Rio Mamá y yo también lo hice, pero más por quedar bien que por verdadera gracia, era claro que la principal desgracia que había caído sobre nosotros era por el trasero de mi Madre, el cual ya estaba harto que adonde quiera que fuera o se parara notaba que le decían cosas, no solo de su trasero sino también de todo su cuerpo.

- Ponte el que quieras Mamá, ..de todas formas siempre estás hermosa.- Terminé diciéndole.

- ¡Uyy!, mi niño amaneció muy encantador, ..dime mi amor, ¿quién te enseñó a decir cosas tan bellas.- Y se lanzó a llenarme de besos.

- ¡Mamá!

- Ya, ya pues, ..ya sé que mi niño está creciendo y no quiere los besos de su Madre. Ahora mi niñote, ..salga un rato para que me permita arreglarme.

- ¿Ya te vas a arreglar?, ..pero si todavía es temprano.- Me extrañó que lo hiciera faltando más de 3 horas.

- Mi amor, ..ya sabes que tu Mamá necesita tiempo para ponerse bella. ¿No quieres que tu Mamy luzca hermosa? - Eso me lo dijo en tono meloso, derritiéndome con su hermosa mirada de sus ojos celeste.

- Antes si Mamá, ..pero ahora que no está Papá, no me gusta que lo hagas. - Le dije cambiando mi tono en algo más serio.

- Mi amor, ..tu Papá nos está viendo desde el cielo. Y a él siempre le gustó que luciera hermosa.

¡Pobre de Papá!, si lo que decía mi Madre era cierto, el pobre estaría pasando un infierno donde quiera que estuviera, al ver como su bella y bien portada Esposa se revolcaba con cualquiera que la sedujera o la presionara un poco. Pero ya para no alegar, y además a sabiendas de que ya había colocado una cámara en la recamara desde que llegamos, decidí salir de la cabaña y situarme en la pequeña terraza de la cabaña, desde ahí y con mi sistema wi-fi veía como mi bella y bien lucida Madre se arreglaba para la dichosa fiestecita que su Amiga le hacía al aprovechado de su Ahijado.

Al quedarse sola, lo primero que se le vino a la cabeza fue lo de tomarse los laxantes y depilarse. Desde luego, sí que tenía claro, se iba afeitar su sexo y a tomarse las pastillas, su Ahijado se lo había pedido esta mañana, y ella no se había negado en complacerlo; mucho menos ahora, lo iba a realizar porque pensaba complacerlo en su fiesta, no porque pensara que iba a estar con él ni mucho menos, sino porque sí que tenía muy claro que no iba a estar con él esta noche, ( bueno eso creía pensar ), solo iba a bailar y a pasarlo bien viendo cómo se divertía la otra gente.

.....

Después de meditarlo por unos instantes, minutos en los que estuvo como ida, como si no supiera exactamente que debía hacer primero, tal parecía como si mi Madre se fuera a preparar para una cita. Seguramente recordaba que la última vez que lo había hecho fue en sus últimos tiempos de Matrimonio, cuando era llevaba por mi Padre, salían un martes de cada mes a bailar, y la verdad es que era un día muy especial para ellos. Durante todo el martes, aún con la abundante carga de trabajo de mi Padre y todo el jaleo, ese día Mamá se preparaba más que si fuera la graduación de su bachillerato, desde que la tarde empezaba a caer, Mamá empezaba a sentir un gusanillo por el estómago, que duraba el resto del día, y que a decir verdad, estaba también hoy empezando a sentir eso tantos meses después.

Lo que empezaba a preocuparla, es que iba a ponerse?, a Mamá siempre le preocupó vestirse muy bien, de la ropa más cara y del último grito de la moda, además que conociendo a Beatriz, seguramente que ya había encargado un flamante vestido para opacarla. De repente el lado más femenino y coqueto de ella salió a la superficie, ese lado que había permanecido hibernando por un tiempo, durante más de un año, desde antes del fallecimiento de mi Padre, salía ahora de su letargo. Se preocupó, porque no sabía que vestido ponerse, por una parte estaba su coquetería con su Ahijado, y por otra parte la elegancia para competir con su Amiga Beatriz y las otras invitadas, que para hacerlo de emoción Beatriz no había querido mostrarle lo que había comprado.

Respecto a lo primero, hizo algo que recordaba cuando se sentía coqueta, decidió no llevar sujetador, recordaba cuando en sus primeras veces casi infarta a mi Padre cuando la vio, y no sólo a él si no que a mí y a todo el lugar a donde iba, esos escotes tan estrechos que hacían ver sus pechos más sugerentes, dibujando sus pezones a la perfección, dejaban a todos al filo del infarto. Respecto a lo segundo, quizás ese vestido rojo muy largo sin escote de cuello alto, que por atrás el escote llegaba hasta la cintura y de adornos su carísimo juego de pedrería que le había comprado mi Padre antes de su fallecimiento, para sentirse un poco más segura de sí misma.

Cuando estaba escogiendo su atuendo, observó ese sujetador que había desechado, reflexionó por un momento, en la locura que estaba haciendo, pero en vez de preocuparse, se sonrió, se dijo a si misma que no pasaba nada con ser coqueta, que por esta noche volvería a ser aquella mujer sensual que empezaba a dejar de serlo, para salir a bailar, si bailar, algo que le gustaba tanto y que hacia tanto tiempo que no hacía, y que volvería a ser la flamante Esposa que junto al importante Empresario, los martes por la noche, quemaba las veladas, aguantando hasta el amanecer…

Además, había una cosa que la obsesionaba, esta noche quería ser mejor que Beatriz, quería estar más guapa, quería parecer más joven, quería ser mal alta, tenía que buscar sus supertaconazos, no debía olvidarlo, pretendía parecer más delgada, habría de parecer más simpática y dicharachera, tendría que lucir estupenda para su Ahijadito, no olvidarlo chingado, y así podría tomarse una copita, uff, hacia tanto tiempo que no se divertía, quizás más de un año, en la boda de su prima, que ganas se le veían.

Desde luego quería aparentar a toda costa que ella era aún una mujer joven comparada con Beatriz, y que a pesar de la soledad, y todo lo que ello conllevaba, podía demostrar que los años no pasan en balde, y quería evidenciar a todo el mundo que las viera que Beatriz era 5 o 6 años mayor que ella, o mejor dicho, que ella era 6 años más joven. Todo esto también volvió a recordarle su adolescencia y su juventud, cuando con sus Amigas competían por parecer más guapas, más atractivas, gustar más a los hombres, llevarse la mejor pieza, aunque solo fuera a nivel de una sonrisa, de una mirada, o quizás de un beso a escondidillas.

Sin más preparó la ducha abriendo la regadera. Mientras el agua tomaba la temperatura perfecta, lo aprovechó para tomarse los laxantes y pasárselos con un vaso de agua... Una vez bajo el agua, pudo notar el roce del incipiente vello púbico que no decidía si rasurarlo, quizás dejando una pequeña línea desde el nacimiento de sus labios mayores hasta unos centímetros más arriba, o quizás un pequeño triangulito por encima de su pelvis. Una vez seca, se aplicó por todo el cuerpo una jugosa crema con el mismo aroma que el perfume elegido para esta ocasión.



Al salir y tras secarse con la toalla que aún le cubría el cuerpo, se situó delante del espejo. Comenzó a arreglarse el pelo, el cual pensaba llevarlo amolatado encima en forma de caracol, quizás dejando unos pequeños flecos en las zonas de sus mejillas, dejando que le cubriera levemente la cara por ambos lados, aunque se lo engominaría un poco con efecto mojado para ir más fashion.

Cuando las pastillas laxantes empezaron hacer su efecto, ella, sentada en el wc, aprovechó para relajarse, para rememorar lo que le estaba pasando, comenzó a sentir, a recrear todas las sensaciones que había experimentado el día de ayer sin querer en la piscina. El cuerpo fornido y vigoroso de su Ahijado, la actitud entregada y placentera de Ashley, los brazos corpulentos de él, sosteniendo el cuerpo entregado de ella. Sin poder evitarlo su respiración se aceleró, su cuerpo empezó a emitir las mismas señales que cuando en la cocina la habían desconcertado, y aunque ella intentó mantenerse fría, el último recuerdo la desconcertó aún más. Al sentirse pillada por él, ella se escondió, aunque no había logrado su cometido de permanecer en anonimato, él le sonrió, le mandaba la mejor de sus risas, en un gesto que ella entendió como una invitación, como una sugerencia, a quien sabe que, como a una sugerencia a que se sumara a la fiesta.

Mamá sintió ganas de tocarse, pero igual que el día de ayer, pensó que eso era algo inapropiado para una adulta como ella. Aun así, sintió la necesidad de distenderse, de calmar esa extraña sensación y pensaba, que quizás no tenía nada de malo en sentir aquellas sensaciones. Se dispuso a rasurar su entrepierna, afeitarlo por completo, pensó que eso la relajaría, y que no implicaba nada. Buscó todos los materiales que necesitaba, la crema de afeitar, las cuchillas, y la crema hidratante. Cuando estaba abriendo el mueble espejo del cuarto de baño, se sorprendió al ver su cara, estaba colorada y sus ojos estaban brillantes, con un extraño destello que apenas reconocía. Lleno el bidé, y muy cuidadosamente, se esparció la crema por toda la superficie de su pelvis. Parecía una sensación muy placentera para ella, pero no se estaba masturbando, simplemente se estaba depilando, tranquila y pausadamente. La crema ejerció un efecto relajante sobre su ya hipersensibilidad piel, y cuando empezó con las pasadas de la cuchilla, esta le resultaban extrañamente placenteras, pero simplemente se estaba depilando, no había más… aunque notaba que sus pezones también aumentaban de tamaño. Las pasadas de las cuchillas se sucedían, y sus impresiones eran cada vez más gratas. ¡Por dios mi Mamy estaba que ardía!!

Finalmente, y tratando de calmarse, cuando terminó. Se aplicó la crema hidratante. Su piel estaba un poco irritada y la crema la relajaba infinitamente. Las imágenes de la piscina venían de nueva cuenta a su cabeza, y sus manos buscaban su botoncito, pero ella, se decía a sí misma, que no era una vulgar pajillera, que solo se estaba acicalando su sexo, aunque la imagen de la sonrisa de su Ahijado venía a su cabeza, entonces, sintió llegar una fuerza desbordante, una ola de placer la inundo, una marea de gusto recorrió su cuerpo de arriba abajo, su piel se erizo. Tuvo que apoyar una de sus manos en la pared del frente de bidé, sentía que perdía el equilibrio, que su centro de gravedad se alteraba, su respiración se entrecortaba, y aunque no quería, si acercó y rozo apenas unos segundos con su dedito su punto de armonía, escasamente, pero fue suficiente y disfrutó de ese momento, fueron unos segundos exiguos y se abandonó, se regocijó en el instante.

Permaneció unos segundos agachada, apoyada en la pared, recuperando la respiración y el pulso, negándose a sí misma la evidencia, y repitiéndose que solo se había afeitado. Se bromeó así misma, ahora entendía porque muchos hombres hacen del afeitado una ceremonia, había sido realmente placentero para ella. Cuando se recuperó, comenzó a vestirse para esta noche, esta noche tan especial para su Ahijado, según todos los planes que había realizado. En primer lugar la ropa interior era de escándalo. Unas medias negras hasta medio muslo, con el liguero a juego y unas braguitas de catálogo del mismo color en negro trasparentes que abarcaban la mitad de los glúteos. El sujetador no estaba decidido, se lo colocaba y se lo quitaba, parecía no estar conforme en llevarlo. Después se decidió por un vestido largo chanel en color vino sujeto al cuello, con la espalda al aire y formando una U en caída en su pecho, dejando ver un buen escote, (demasiado para mi gusto). No era tan ajustado y tampoco demasiado fino, por lo que no se le marcarían sus pezones, pero si se notaría que no llevaría sujetador.

Se puso las braguitas negras semi-transparente notando el exquisito rose de su sexo completamente depilado con la suavidad de las prestigiosas telas. Tras ponerse el vestido me di cuenta de que le quedaba más ajustado de lo que yo pensaba y de lo que acostumbraba a ponerse cuando salía con mi Padre, pero a esas alturas no le iba a dar mucha importancia. Además le hacía un buen trasero al ser tan ceñido. Eso sí, no podía ni agacharse de lo ceñido que era. Para el escote tuvo problemas, ya que tenía una U muy pronunciada que al no llevar sujetador sus enormes senos se mecían con cualquier movimiento. Le quedaba cómo a la mitad de sus senos mostrando su exquisito canal adornado por su sensual lunar sobre uno de ellos y es que realmente era muy escotado… tanto que iba a tener que estar atenta por los posibles percances que pudiera originar en el transcurso de la noche. En realidad podría haberse puesto aquel vestido oscuro u otro menos problemático, pero seguramente no iba a ir tan mona como se veía en este preciso momento.

Tras vestirse, dio paso a la sesión de chapa y pintura. Comenzó a maquillarse, haciendo hincapié en sus humectados labios, tiñéndolos de un rojo intenso. Sus ojos brillaban más azulados de lo habitual, contrastando con el brillante dorado de su cabello; que optó por recogerlo en un desenfadado moño, soltando algunas rebeldes ondas que enmarcaran su perfecto rostro y se aplicó un poco de color en las mejillas. Sombras oscuras resaltando aún más el azul de su iris, rímel negro para sus largas pestañas, el rabillo del ojo en negro para convertir su dulce mirada en la mirada felina por excelencia, sombras también oscuras… maquillaje suave y labios con ese volumen en rojo. Para terminar se puso el colgante de corazoncito que le había regalado yo, un par de perlitas como pendientes en oro y una pulsera que le había traído mi Padre de Italia y que colgaba de su muñeca derecha. Cuando finalmente se miró al espejo, se gustó, se gustó muchísimo, se encontró a una Mónica que hacía mucho tiempo que no veía.

Para finalizar su bolso pequeñito y a juego. Los zapatos, unos elegantes tacones de color tinto bordados. Yo pienso que en total, más de 5.000 dlls portaba mi Madre entre el vestido, los zapatos y adornos. Sólo los aretes de perlas con oro en rosa eran cerca de los 1,500 dlls. Realmente mi Madre competiría con su Amiga por ser la mejor vestida. Además, la joya que llevaba a menudo merecía mención aparte. En su mano derecha como siempre, ese anillo de compromiso, solitario clásico de 6 garras con diamante de 3.6 k. talla brillante de unos 12 000 dlls.

Una vez satisfecha con su atuendo, abrió la puerta y empezó a gritarme, como si por mi culpa fuera que el tiempo se me haya ido encima y aún no me hubiera bañado, ahora si a toda prisa quería Mamá que me duchara, como si yo hubiera sido el culpable de haberme pasado toda la tarde arreglando. Pero cuando la vi ya completamente arreglada y maquillada quedé anonadado. El resultado era espectacular. Realmente el vestido le quedaba esplendido, dejaba la espalda descubierta hasta más abajo de la cintura y la abertura lateral, mostraba una de sus piernas en toda su extensión, pero deteniéndose en el punto justo para no enseñar de más.

- ¡Mamá te ves fabulosa!!

Siempre he admirado la belleza de mi Madre. Muy seguido me daba cuenta de la envidia que generaba en las mujeres, cuando la veían enfundada en sus vestidos de alta costura. Como todos sabemos es alta, esbelta; tiene una piel blanca muy suave. Su cuerpo es maravilloso, sus bien formadas piernas hacen un conjunto increíble con su trasero respingón y pomposo, y por si fuera poco; el cómo se amolda su cintura; sus pechos y elegantes hombros, sin duda que si no fuera por la edad le permitirían ser modelo sin problemas. Además, sus pechos después del embarazo, conservaron el par de tallas que ganaron; por lo que créanme cuando les digo que tiene unos pechos espectaculares; firmes, redondos como unos melones y con unos delicados pezones que reinan sobre su tersa piel.... uf, solo les digo en forma objetiva, que es sencillamente espectacular.

- Enserio eso crees? - Respondió girando y viéndose en el espejo.

- ¡Whao Mamá, serás el punto de todas las miradas!

- ¡Si, pero eso no quita de que llevaras zapatos de vestir y camisa! .. Así que adelante jovencito, que se hace tarde.

Bastante molesto me metía a la regadera no sin antes voltear a la cómoda para observar esa cajita con bolitas chinas con las que Mamá tendría que cargar toda la noche, si se decidía.

- ¿Qué es eso, Mamá?.- Pregunté para ver que reacción tenía.

- ¡D-deja ahí mi amor!, ..pero qué curioso eres. No te he dicho que no agarres mis cosas.

- ¡Uyy!, perdón Mamá, ..solo quería saber. No sabía que te ibas a poner así.

- Es que entiéndeme cariño, ..la gente ya está llegando y tú no te has alistado.

- No te preocupes Má, ..baja, yo me arreglaré solito.

- ¡No como crees!, ..eres capaz de quedarte en tu computadora toda la noche y no bajar. O quizás de ponerte otra ropa y bajar todo inapropiado.

- No Mamá como crees, ..tú baja, enseguida bajo yo.

- ¡Que no Pedro!, ..anda, metete a bañar.

Cuando mi Madre me decía Pedro era mejor no alegar. Enseguida me metía a la ducha y me dispuse a salir lo más rápido que pudiera, mi Madre parecía guardia de una penitenciaría esperando que yo saliera. Cuando en eso escuché que abrieron la puerta de la habitación y entraba alguien, no tendría que ser un vidente o algún mago para saber de quien se trataba. El desgraciado Jr. llegaba a darle sus vueltas a su Madrina para asegurarse que todo siguiera según su plan.

- ¡Randy por dios!, ..sal de aquí.- Alcancé a escuchar antes de que ella bajara la voz para que yo no alcanzara a escuchar.

Yo aunque con la regadera abierta salí de ahí para poner mi oreja en la puerta y alcanzar a escuchar.

- ¿Ya te colocaste las bolitas?

- ¡Estás loco Randy!, ..no pienso hacerlo.- Decía mi Madre sin alzar la voz.

- ¿A no?, ..¡a mí no me vas a decir que no, Puta! Póntelas o soy capaz de metértelas ahora mismo aunque salga tu hijito y te vea forcejeando conmigo.

- Randy, ..¿pero porque me pides eso?. Cómo crees que voy andar con esas cosas dentro toda la noche.

- La última vez no te estorbaban en lo más mínimo, ..¡anda!, levante el vestido y métetelas.

- Randy, por favor ..no me obligues a eso.

- ¡Hazlo!, ..o te obligo a que te las metas por otro lado. Tú eliges.

Después de ahí ya no escuché nada, seguramente el desgraciado la había obligado a metérselas. Ya sin ningún ruido, volví a meterme a la ducha y terminé de asearme, cuando salí mi Madre estaba sentada sobre la cama viendo por la ventana.

- ¿Quién era Mami?

- E-era Beatriz que venía a decirnos que ya estaba todo listo y que no nos tardemos.

Como siempre, Mamá tenía salidas para todo. Viéndola detalladamente me di cuenta de que si, efectivamente mi Madre ya no estaba vacía, el desgraciado de su Ahijado la había obligado a meterse las bolitas dentro, estaba ligeramente sonrojada y claramente se veía su incomodidad al estar sentada, tenía las piernas muy juntas y trataba de no moverse demasiado. Sin más terminé de arreglarme y de ponerme lo que eligió para mí mi Madre y bajamos rápidamente hacía el salón.

Cuando bajamos a la fiesta, está ya estaba amena y muy concurrida, meseros por aquí y por allá, tal parecía que Beatriz se había tomado muy enserio lo de festejarle a su hijito; en total unas treinta o cincuenta personas de invitados. Se celebraba en el chalet de la sierra, quien podría perdérsela. Había buen ambiente, mucha música y bebidas. La fiesta se hallaba tan saturada que hasta un servicio de valet parking habían contratado. Mamá intentaba bajar por las escaleras esperando ya no demorarse más, de pronto alcancé a observar como aun pese a que ella intentaba mantener firmemente sujeta la abertura de su pierna, eso estaba resultado inútil del todo para evitar que si alguien estuviera parado por ahí cerca observándola batallar al bajarse, se hubiera dado todo un festín a los ojos al ver como se le corría éste por encima de los muslos.

- Pedrito por favor, no vayas tan rápido mi amor, ..estos zapatos son nuevos y los tacones son muy altos. - Me conminó ella agobiada de tener que moverse al paso que yo daba.

No obstante su queja respecto a su elección de zapatos y el tratar de avanzar sobre los tacones que aumentaban lo llamativo de su figura, muchas cabezas de los que se encontraban en el salón voltearon a mirarla al bajar el último escalón. En verdad que era todo un espectáculo verla llegar o ir pasando de largo.

Todo el mundo se lo estaba pasando en grande, incluida Beatriz, hablando y charlando animadamente con los invitados siendo una gran anfitriona. Iba de blanco, despampanante. Para la ocasión vestía un vestido blanco muy corto que realzaba las curvas de su culito, con cintas cubriendo sus enormes tetas, por atrás el escote llegaba hasta debajo de la cintura y de falda amplia. Al igual que Mamá y debido a ese tipo de escote no llevaba sostén, con tacones que acentuaban el contoneo. Recibió muchos piropos de los invitados y las Amigas. Medias oscuras con figuras y tacones altos. Pero al bajar mi Madre, fue la sensación debido a su escote y a las forma que le hacía el vestido en su angosta cintura y lo ancha que se le veían las caderas, ya que realmente se veía espectacular.

Ya adentro del salón Mamá comenzó a mezclarse y socializar con algunas de las invitadas que para la hora que bajamos ellas ya tenían buen rato de estar celebrando. Todo el mundo le decía lo guapa que estaba, que estaba radiante, que sin duda era una mujer muy bella y que los años no pasaban por ella. Mamá contoneaba su exquisito trasero con encanto. Una orquesta amenizaba el animado ambiente del bufete. Los invitados se iban entonando. Ella junto a Beatriz fueron saludando a todo los invitados, donde muchos de ellos le entregaron los regalos a Beatriz. Cuando se detuvieron un poco no faltó el halago mutuo.

- ¡Mónica!, ..¡te vez espectacular!- Le dijo Beatriz un tanto envidiosa porque era Mamá la que más miradas despertaba ante los invitados.

- ¡Nos vemos Amiga!, ¡Jijiji! ..¡pero que precioso vestido, Bea!. ¿Dónde lo tenías?

- Lo traje de Milán, ..luego te cuento cuanto me salió. Te vas de espaldas.

La verdad que estar escuchando a las dos hablando de ropa era muy aburrido por lo que mejor me distraje observando la fiesta. Había algunas personas ya bailando en la pista, pero la mayoría estaban en una barra improvisada que se había hecho y/o sentadas en las flamantes mesas que se habían colocado fuera de la casa y alrededor de la piscina. Mi Madre estaba muy contenta, creo que por momentos había olvidado lo que llevaba por dentro, aunque en ocasiones al voltear con ella pude darme cuenta que estando de pie ella entre-cruzaba las piernas. Beatriz le preguntó que si que deseaba beber, y ella tras dudarlo un poco pidió un Martini, era su bebida favorita, y hacía más de un año que no la bebía, así que hoy se iba a dar ese pequeño lujo. La acompañó hasta la barra.

Al dejarme solo no me quedó de otra que deambular por la fiesta. Y tras la cena bufete, más tragos y bocadillos que aparte de rolar en las charolas de algunos meseros fueron servidos sobre una gran mesa decorada con figuras de hielo. Inconscientemente comencé a analizar las vestimentas de algunas de las Amigas de Beatriz y de mi Madre, encontrando que aun cuando todas iban elegantemente vestidas con telas de moda, vestidos largos y de corte para la fiesta como el de Mamá, aunque de ninguna forma veía uno que resultara tan encantadoramente provocativo como el que ella usaba ahora. Así estuvieron todos, conversando, riendo y bailando con algunos de sus conocidos hasta que luego de algún tiempo me di cuenta de que faltaba el festejado, faltaba el invitado principal, el Jr. no hacía su aparición, no sé si el fanfarrón se estaba haciendo el importante, dándosela como si fuera alguna famosa estrella de rock el muy pendejo. Pero ajeno a eso, la fiesta empezaba a ponerse cada vez mejor, lo mejor de todo sin duda, era la música, música que conocía, aunque nunca he sido un seguidor de música y de cantantes recordaba que ya había escuchado algunas de ellas. En eso, Beatriz dejando a mi Madre en la barra por unos segundos, se dirigió a mí para decirme:

- Pedrito, ..hazme un favor amorcito. Ve arriba y busca a Randy, ..la gente está llegando y están preguntando por él. Dile que se apure que lo están esperando todos.- Me dijo.

- Voy Sra. Beatriz.

Aunque no tenías ni ganas de ir, por respeto a nuestra anfitriona y por no ser un niño grosero, me levanté de mi silla y me dirigí a la parte de arriba a buscar al Jr. Con la música a todo volumen abajo y al no haber ninguna de las luces encendidas en el segundo piso, caminé a tientas por el pasillo y me dirigí a la recamara del Jr. La puerta estaba ligeramente abierta y salía la tenue luz del interior. Le hablé un par de veces pero por el fuerte ruido que hacía allá abajo era casi imposible que me escuchara. Cuando empujé un poco la puerta para avisarle me quedé pasmado.

La visión que tenía ahora era la del blanco trasero del Jr., que a golpes de cadera cada vez un poco más rápidos y secos, se habría paso entre las piernas de su Novia, que a cada embestida correspondía con un significativo y entrecortado alarido al tiempo que sus tobillos y talones se ceñían a los costados de su novio. ¡No lo podía creer!, todos allá afuera esperándolo, festejando su graduación y este desgraciado echándole un palo a su noviecita.

Me quedé paralizado, di un par de pasos hacia atrás y cerré un poco la puerta. Con la chapa en la mano no hallaba si interrumpirlos tocando la puerta o cerrar la puerta por completo y contarle alguna mentira a su Mamá que lo espera allá abajo. Pero mis indecisiones fueron cortadas cuando los empujones del Jr. pronto empezaron a ser cada vez más violentos, haciendo incluso que con cada uno de sus quites la cómoda donde se sostenía la bella canadiense se moviera unos milímetros hacia el otro lado de la habitación, y por entre sus abiertas piernas, yo podía ver como los güevos del festejado chocaban y casi se aplastaban contra la entrepierna de ella, que cada vez gemía y jadeaba con más fuerza pero en intervalos de tiempo más cortos.

- ¡Uff, off!.. Eres una verdadera Puta, ..¿esto era lo que querías?, querías que te encuerara y te violara.- Le decía con cierto desprecio.

- ¡Ooh!, Randy please, Aaah!, ahh, .. y-your mother, ..we must lower ¡Ouch! - (tenemos que bajar)

- ¡Cállate sorra!, ..¡me estuviste calentando los pinches güevos! ¡Uff, uff!.. ahora vas a aguantar hasta que yo termine.- Le decía el muy cabrón.

Tras unos minutos de intensos caderazos, la cómoda se había movido ya unos diez centímetros desde su posición original, lo que obligaba al Jr. a cambiar de posición sus piernas dando unos ligeros pasitos hacía el frente, así que llegado un punto, decidió mejor llevarla hacía la cama ensartada para subirse él también y continuar el frenético mete saca desde allí.

- ¡Voltéate, Puta!, ..quiero que me veas mientras te clavo.

El desgraciado se colocó de rodillas entre las piernas de su novia, con su endurecido miembro apuntando directamente a su vagina, y tras sujetarla por los tobillos para mantenerla completamente espatarrada, esta vez le metió toda la verga hasta el fondo de un solo golpe, provocando que Ashley diera tal grito que no era posible saber si era de placer o de dolor. Afortunadamente la música estaba muy alta si no todos se hubieran enterado lo que el graduado estaba haciendo en esos momentos. Aunque para serles sinceros yo volvía a tener el pene tieso como una barra de acero, que no podría describir los esfuerzos de autocontrol que tuve que realizar para no meterme la mano bajo el pantalón y empezarme a pajear, la verdad que Ashley me encantaba, cuantas veces no desee ser yo el que la estuviera cogiendo en esos momentos en lugar de ese desgraciado que no la apreciaba, me conformaba aunque solo para hacerme una paja sobre la cara de Ashley mientras ellos terminaban con el polvo, pero la seguridad de que el Jr. ya debía de estar a punto de correrse, me mantenían con las manos aferradas a la puerta.

En este punto he de reconocer que la fuerza atlética y los brazos poderosos del Jr. eran una ventaja para él. Los setenta y cinco kilos que debía de pesar Randy cayendo a plomo sobre el cuerpo de su novia sumados al golpe de cadera final, hacían que la penetración se tornara casi violenta, aunque la rubia los soportaba estoicamente sujetándose ahora las piernas con las manos por la parte trasera de los muslos.

“¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!, ¡PLAFF!, PLOFF!! ” Los güevos del Jr. chocaban violentamente contra las nalgas de su noviecita, que respirando ya con dificultad y sin apenas intervalos de tiempo entre sus gemidos. Las pequeñas tetas de Ashley se movían arriba y abajo al ritmo de las embestidas que le daba su noviete, cuyas caderas parecían ahora un taladro percutor que golpeaba brutalmente la parte externa de su vagina llegando con su tranca seguramente hasta el final de la matriz.

Enseguida me percaté de que Ashley volvía a estar al borde del orgasmo.

- ¡Aahh! Come on.. go.. hard, more hard..  yes.. fuck me.. ¡Aahh!.. hard baby hard.. ¡I 'll come! - Le decía Ashley medio ahogándose entre gritos y gemidos aprovechando el breve espacio de tiempo en que el Jr. echaba hacia atrás sus caderas para coger impulso y volver a ensartársela con fuerza.

Como no podía ser de otro modo, a los pocos segundos la canadiense tuvo su segundo orgasmo en apenas diez minutos, arqueando su espalda convulsivamente cuando nuevos flujos vaginales le inundaban el chocho e impregnaban con nuevo lubricante la verga del Jr., que para aumentar el goce de su novia, mantuvo su herramienta totalmente hundida en el interior hasta que la respiración de esta empezó a tornarse menos agitada.

Sin duda el desgraciado tenía un buen aguante, y era innegable que le había echado a su novia un polvo salvaje, pero él aún seguía con sus güevos a rebosar de semen y no tardó en indicarle a su novia como pensaba descargarlos.

- No, así no, ..¡Oh, ah!.. Turn around. (date la vuelta)

Siguiendo ella sus instrucciones y con la entrepierna impregnada de sus propio fluidos, Ashley se colocó a cuatro patas sobre la cama, abiertas sus piernas tanto como sus músculos se lo permitían, la espalda un poco arqueada hacia abajo y apoyada en los codos, ofreciéndole a su novio su respingado trasero para su desahogo. Por un momento pensé que el Jr. se disponía a encular a su novia, y de haber sido así seguro que me hubiera sacado el pene para empezármela a cascar, ya que con tanto ver como enculaban a mi Madre se me había disparado ese libido de practicar el sexo anal, aparte de que una doble penetración hubiera sido una excelente forma de terminar ese improvisado polvo, ( aunque todos sabemos que el pobre Pedrito sólo estaba soñando ).

Pero posiblemente el Jr. estaba tan cercano a soltar su ya por bastante tiempo retenida carga de leche, que optó por la manera más rápida y fácil, y tras volver a situar la punta de su falo en la entrada del sexo de su novia, con un nuevo golpe de cadera la penetró hasta los güevos. En esta ocasión, poco a poco se fue colocando arrodillado de manera que su herramienta quedara prácticamente bajo la pelvis de Ashley, siendo ahora los impulsos de su cuerpo dirigidos hacia arriba, al tiempo que sujetando a su novia por una de sus caderas, tiraba de ella hacia si incrementando la fuerza de cada penetración.

Aun así consiguió estar unos segundos más dándole duro a u noviecita, que ayudaba balanceando su cuerpo hacia atrás coincidiendo con los empellones que Randy fuertemente le daba y animándolo a que se corriera con obscenas palabras.

- ¡Oh!.. yes.. ¡Oh my good! ¡Do not stop!, do not stop (no te detengas).. come on.. ¡go baby, go!!.- Le gritaba Ashley casi con rabia y apretando los dientes, aunque creo que más por aumentar la calentura de su novio que por su propio placer, puesto que me daba la impresión de que ella ya estaba bien servida sexualmente esta noche.

Como no podía ser de otro modo, unos instantes después, nuestro considerado festejado le sacó la tranca de su interior justo en el momento en que un largo y espeso chorro de semen salía disparado hacia el trasero de su novia, acompañado por este de una mezcla entre grito y gruñido que expresaba con claridad el placer obtenido con la tardía descarga. Aun tuvo el desgraciado idea de mantener unos segundos más su placer restregando su liberado pene a lo largo de la rabadilla de su novia, echando mano a sus posaderas y paseando su miembro una y otra vez por entre las encharcadas nalgas de la bellísima novia, esparciendo así una buena cantidad de semen entre ellas y dejándole el culo totalmente chorreado.

- ¡Oohh!, ooh, ha sido maravilloso, ..que no se diga que te dejo con ganas ¡Ja!..

- Nou Randy, ..Now I 'll have to bathe again. - (voy a tener que bañarme de nuevo)

- ¡Ni madres!, ..para que se te quite lo Puta así vas a bajar, ..con las pinches nalgas bien chorreadas de tu macho.

- B-but.

- ¡Pero nada!, ..anda, que ya nos deben de estar esperando todos.

Enseguida solté la puerta y di unos pasos hacia atrás perdiéndome en la penumbra. Regresé a la fiesta un tanto anonadado, veía a la gente divertirse sin imaginarse el porqué del retraso del celebrado. Traté de disimular mi erección. Cuando iba bajando afortunadamente Randy también lo hacía, por lo que así no tendría que inventarle una mentira a Beatriz. En cuanto pasó a mi lado me sacudió el cabello despeinándome, pero enseguida se perdió entre todos los invitados que felicitándolo y abrazándolo por sus escolares logros le hacían sentir más superior de lo que se pavoneaba normalmente.

La noche se empezaba a poner cada vez mejor, Mamá estuvo muy contenta y platicadora toda la noche, se había encontrado con otras viejas Amigas que no pararon de hablar y de reír mientras lo hacían, realmente se veía muy alegre y que lo estaba pasando de maravilla, quizás debido al efecto embriagante de los martinis que ella había estado bebiendo al mismo ritmo que se carcajeaba, perdiendo un poco las barreras de las inhibiciones. Randy se acercó hacia ella diciéndole cosas a la oreja, cosas que me suponían era investigar lo que estaba sintiendo al llevar su obsequio por dentro. Mamá se ponía más roja y sonreía como una tonta. Enseguida me lancé a tratar de escuchar lo había ido a decirle, afortunadamente para mí, había demasiado gente moviéndose para todos lados y siendo yo tan pequeño no me costó mucho situarme cerca de ellos y de que no se percatar, resguardado tras un adorno escuchar  lo había ido a decirle:

- … No sé si ya viste como se te quedan mirando todos. Luces preciosa Madrina y se te nota que te está comenzando a gustar lo que llevas dentro. - Le susurró suavemente al oído al ver cómo Mamá, pese a su reticencia inicial de atreverse a salir a la fiesta cargando con esas bolas en su interior, de a poco había ido transformando el apenado nerviosismo de sentir que cada vez que se movía aquellos artilugios de placer parecían tener vida, hasta convertirse en un agrado ligeramente culposo de saberse dominada y tentada hacer cosas que relativamente no eran acordes a su modo de vida.

No obstante el obsequio discreto que le había "forzado a llevar" el festejado si podría decirse, en realidad había comenzado a gustarle, parecía sentirse más atractiva. Ese exquisito cosquilleo que sentía muy adentro de su ser la estaban llevando de nueva cuenta al camino del no retorno, al sendero de la confusión si debía o no hacer lo que le permitía a su Ahijado. Sin embargo la emblemática actitud reservada de bien portada Dama de Sociedad y Madre prevalecía de momento mientras trataba de aparentar, aunque por la placentera sensación que iba en creciendo entre ambos, bien podía notarse que los dos intuían que si las cosas seguían por donde iban, esta sería otra noche rotunda de memorable de sexo hasta el amanecer. Y en eso estaban absortos con sus deseos y las palabras que se decían cuando de repente sin esperarlo siquiera, una vieja rival amiga de Mamá se acercó hacia donde estaban para saludarles:

- ¡Hola Guapos!… ustedes sí que no se midieron en nada están guapísimos. ¡Y tu Mónica que bárbara!, ¿qué te haces Amigas?.- Oír aquellas palabras los alteró pero principalmente a Mamá que claramente se le notaba que había algo extraño en su persona y que el rubor en sus mejillas no era precisamente por el alcohol de su copa.

Y al ver que Mamá se había quedado un tanto confundida sin saber que hacer o que decir..

- ¡Señora Hank!, que linda se ve usted está noche, ¿Le está gustando la fiesta?. - Preguntó enseguida el Jr., a la mujer sin darle tiempo a que reaccionaran de otra manera como para preguntarle qué era lo que le pasaba.

- Sí, muy divertida… - Admitió la mujer antes de preguntarle al muchachote: - ¿Pero y tu Padre, pensé que estaría aquí?... después de todo es la celebración de su adorado hijo, que está por seguirle los pasos.. ¿Tuvo mucho trabajo?... - Sorprendida de su hallazgo volteó a ver a Mamá que la miro haciéndose el desentendida.

- Desafortunadamente no pudo venir, ..usted sabe cómo es la Política, el congreso y esas cosas. Pero vendrá pronto a pasarse unos buenos días. Yo se lo pedí, .. que se olvidara de todos por unos días y nos acompañara.- Y empezó alardear acerca de su Padre y de la feliz relación que llevaba con él.

Afortunadamente una de las Amigas de Mamá la jaló hacía el fondo de la pista, dándose cuenta que no lo estaba pasando del todo bien. Se empezaron a encadenar canciones que a ellas les gustaban, eso terminó por desinhibirla un poco y pasar el mal momento. Mamá no pudo resistir a la tentación, ya había algo más de gente en la pista y eso la animó, dejó a su cuerpo seguir el ritmo de la música, comenzó a divertirse, a pasarlo bien y cada vez estaba más emocionada, hacía años que no bailaba. Había olvidado las sensaciones de dejarse llevar por la música, de sentir el ritmo, de moverse con cadencia y armonía, de dejarse llevar por las melodías, ( que bien le hacía ) Hace tiempo que no le veía tan alegre, estaba muy feliz por ella. Cuando pasaron un par de canciones, una de ellas le preguntó si quería beber algo más, casi sin darse cuenta Mamá ya se había bebido su copa. Aceptó pero condicionándolas a que todas lo hicieran. Una de ellas pidió un vino blanco, ella se sorprendió por la afición de sus amigas a los vinos, y siguió con su bebida.

Mamá se sintió mejor, bailar le había dado un subidón de adrenalina, y también se encontraba un poco achispada por su copa, hacía ya tiempo que no bebía, y además que no se divertía como adolescente, se veía estupenda con su vestido ceñido, sí que notó que el alcohol empezaba a subírsele a la cabeza, pero eso no le preocupó, al contrario, se sintió muy desinhibida y cómoda, muy dicharachera y habladora.

- ¡Moni!, ..ya tenía tiempo que no te veía así.- Decía Beatriz sentándose en la mesa donde estaban ellas.

- Si, la verdad que sí, ..que bien me lo estoy pasando. Hacía años que no bailaba.- Decía ella bastante sofocada de tanto bailar.

- Me alegro, ..se nota que estás pasándola bien, amiga.- Le decía.

En eso llegó Randy acompañado de uno de sus tantos Amigos. En ese momento le hizo un gesto a su amigo, algo más alto y corpulento que él. Ambos tenían pinta de fanfarrones. Típicos veinteañeros que se pasan horas en el gimnasio para verse atléticos.

- ¡Mira, Mamá!, ..ya llegó por el que tanto preguntabas.

- No se acuerda, Randy ..creo que ya ni me conoce.- Respondió el sujeto antes de que Beatriz pudiera decir algo.

- ¡Claro que me acuerdo, tontito ..bienvenido a la casa de campo!! Te estábamos esperando desde el viernes.- Le respondió Beatriz, mirándole y levantándose para darle un abrazo.

- Tuve unos ciertos contratiempos, ..pero ya he llegado para consentirlas ¡He he he!..

En un primer momento pensé que ese tipo podrían ser de algún cuerpo de seguridad, vigilancia, este individuo que se estaba ganado la sonrisa de todas era el tal Ralph, que abrió ampliamente los brazos y Beatriz fue a cobijarse en ellos. Se abrazaron como dos Amigos que tras haber pasado por lo mejor y lo peor juntos hubieran estado veinte años sin verse. Era un joven de dieciocho o veinte años muy atractivo. Alto, ancho y musculoso, de piel morena y depilada, con melena risada, muy risada pegada al cráneo. Iba vestido todo de blanco, con unos pantalones de lino y una camisa por fuera. Tenía una voz seductora y era amable, Beatriz y sus Amigas ( incluyendo a mi Madre ) no apartaban su mirada hacia a él, hasta parecía que las había impactado y quisieran ligar con él.

- Ralph, te presento a las amigas de Mamá, ..verás que divertidas son.- Dijo el Jr. extendiendo la mano hacia donde estaban todas ellas.

- Encantado de conocerlas, bellas damas… - Dijo el otro mirándolas fijamente. Esta vez de cerca. Su voz era algo ronca, tenía los ojos grises, enseguida me llegó el aroma de su perfume. Tenía unas manos grandes. Detalles en los que no pasaban desapercibidos por parte de ellas.

- ¡Hola!. - Dijeron ellas antes de darle las mejores de sus sonrisas. - Igualmente.

- Hey, oye Ralph, ..¿has visto qué Madrina más guapa tengo?.- Le dijo Randy llevándole toda la atención a mi Madre.

- ¿Qué?.- Dijo sorprendido el mulato.

El desgraciado Jr. hizo que mi Madre se pusiera de pie para que así girara sobre su propio eje ante la mirada del mulato, que de inmediato dirigió los ojos a la terrible curvatura que hacía el vestido de Mamá con ese atuendo tan ajustado.

- Que si ya has visto que Madrina tan guapa tengo.- Volvió a repetir el fanfarrón.

- Guapa no, es, ..¡es guapísima!.- Subrayó el mulato de manera encantadora.

- Gracias, me van a poner colorada.- Respondió ella mordiéndose el labio inferior y sonriendo mientras juntaba sus manos detrás de la espalda en un gesto pícaro e infantil.

Por lo que pude indagar después, Randy y ese tal Ralph eran los mejores Amigos de la escuela. El mulato al parecer jugaba football, y no lo hacía tan mal ya que algunas universidades de Canadá ya se peleaban por él para que formara parte de sus filas. El tipo era enorme pero muy carismático, con una sonrisa encantadora blanca de dientes perfectos, que era capaz de sacar la sonrisa a cualquier mujer, y al parecer ya lo había logrado con las Amigas de Beatriz y claro con la de mi Madre que ya no le quitaba los ojos.

- Él es mi mejor amigo, ..vivimos juntos en el departamento. - Comentó Randy, mientras le abrazaba a modo de halago.- Bueno, vivimos juntos, pero no revueltos, que conste. Ja ja ja.. Estamos intentando acomodarnos en una buena Universidad para que nos lleve al liga grande, ..entre Ralph y yo, nuestro equipo es imparable.- comentaba entre otra serie de cosas fanfarronescas que es mejor que no contar.

- Ah vaya vaya, ..ante nosotras están las futuras estrellas del deporte eh? No es nada raro que todas las chicas se les queden mirando y cosas así jijiji..- Dijo una de las mujeres realzándoles más los egos.

- No, de verdad. Algunas Universidades se me han acercado, pero hasta ahora no me he decido por ninguna, ..mi Padre me dice que me espere, pero mi Coach me resalta que ya estoy listo.. pero bueno.. vinimos a celebrar al gran Randy no?.- Comentaba mientras la miraba fijamente y levantaba su copa para brindar.

- ¿Celebrar que piensas alejarte de él? ¡Que malo eres!! - Le dijo la mujer a Ralph.

- ¡He he he!.. ¡Qué mala eres tú!! celebrar que hemos logrado superar los estudios y que pronto estaremos en lo más alto.. nada de nada, que nos lo merecemos. Las  celebraciones siempre las hacemos juntos! - Le replicó.

- ¿Se lo merecen? .. Será por las interminables fiestas que hacen en su apartamento de solteros ¡Jijiji!..- Seguía pinchando ella.

- ¡No te pases guapa!, ..qué no te imaginas como nos hemos quemado las pestañas para sacar estos estudios. Todo sería mejor si nos calificaran por el talento. - Bromeó  Ralph.

- Me imagino que no tanto como habrán quemado sabanas, ..apuesto a que muchas jovencitas terminaron ellas Jijiji.. - Dijo ella. Cada vez más centrada en su charla que en otra cosa en aquel momento. Me extrañaba su actitud tan receptiva con el nuevo invitado.

- Oye por curiosidad, ¿qué edad tienes?.- preguntó el mismo, mientras todas ellas volteaban a mirarse.

- Uff - se miraron. - Por qué, ¿pretendes invitarme a su departamento de soltería? ¡Jijiji!..- bromeó entre risas.

- Bueno no estaría mal, ..para que te des cuenta de que ahí hay solo libros y nada más.

- Uy sí que exagerado, ..pero para tu información y para que veas que a mí no me da miedo decir la edad, tengo ya 45 años. - Dijo sin escrúpulos Lorena que así se llamaba ella.

- ¡Wuao!! - exclamó el moreno. - Pues sinceramente cualquier jovencita firmaría llegar tan bien conservada como ustedes a su edad, ..yo calculaba pasadita de los treinta.- Respondió halagándola.

- Anda, eso se lo dirás a cualquiera que se te cruce en el camino o a la que le pidáis fuego. - Dijo Lorena pícaramente esperando alguna contestación.

- Que va, ni mucho menos, ..si hasta le había preguntado a Ray si de que Universidad venían ¡He he he!..

- ¡Jijiji!.. Exagerado. ¿Les gusta bailar o qué? - Preguntó ella mirándolo a los ojos antes de darle un sorbito a su copa.

- Bueno.. sí, es algo que nos gusta. - Respondía Ralph gesticulando un poco con los brazos y las manos. - Pero tenemos que mimetizar la fiesta con algunos tragos, entrar en calor, ver el ambiente.. además, en la noche no todo es bailar. Por ejemplo, esta noche creo que visto lo visto, disfrutaría mucho más viendo bailar, que siendo yo el que baila. - Creo que yo sabía porque decía eso.

Mientras Randy tan sólo sonreía y les miraba. Estaba claro que Ralph era mucho más lanzado que este, y que al otro lo que de verdad le estaba gustando, era conquistar a una de ellas. Enseguida y sin darme cuenta el tipo se apoderó de la mesa, ( Ahora entiendo porque se llevaba tan bien con el fanfarrón, si los dos eran igualitos, creían que eran esculpidos por dios y que cualquier fémina caía redondita a sus pies ) Enseguida los recuerdos sí que brotaban, ayudados por la verborrea de Ralph, que parecía recordar todas las travesuras de ellos en la High School. Randy le matizaba algunas cosas y le corregía otras, todos reían, tal parecía que iba a tener que aguantar a este par de fanfarrones toda la noche.

Poco a poco, Beatriz fue entrando en la conversación, mientras Ralph hacía reír sin parar a las chicas y por supuesto a mi Madre. Por él supe que ambos habían participado en varios juegos de football colegial. Ambos eran grandes atletas, ahora entendía sus cuerpos estéticos y definidos, aunque Ralph más parecía un luchador de la WWF, casi muy parecido al personaje “the Rock” el luchador. Ellos se llevaban tan bien que iban para todos lados juntos, en parte porque vivían juntos y su círculo de amistades era la misma, por lo que en realidad, eran como hermanos.

- ¡No me lo puedo creer, Randy! ..estas dos preciosuras son ya Madres. Pero si parecen dos colegialas en su primera fiesta. Ya sabes que yo siempre he estado enamorado de tu Mamá ..¿te acuerdas, no? Nunca me dejabas que la sacara a bailar, ..pero ahora no lo podrás evitar ¡Je je je!..- Dijo de manera juguetona Ralph.

- ¡Hay! qué cosas dices Ralph, ¡Jijiji!.. Siempre tan bromista.- Reía de manera tonta Beatriz.

Ralph agarró a Beatriz de la mano y se la llevó, casi arrastrando a la pista. Ella se negaba entre risas, pero acabó abrazada aquel enorme tipo mientras la música les hacía moverse suavemente arriba y abajo. Por otra parte, Randy aprovechó para sacar a su vez a bailar a mi Madre debido a que su Novia todavía no aparecía, las miradas de los presentes se posaban discretamente en los atributos que mostraba ella con su sensual vestimenta. Que por el alcohol y desinhibida la situación no estaba llegando a buen rumbo.

Así que intrigado más que cualquier cosa por lo que pudiera decirle tuve que subir corriendo a mi habitación por mi receptor corto de audio, afortunadamente para mí, Mamá había decidido ponérselo a pesar de no ser acorde a sus otras joyas. Ahora si no me perdería de nada del jueguito en secreto que tratarían de hacer aquellos dos.

Me situé cerca de ellos y pedí un refresco en la barra, empezaba a sentirme algo molesto. Me quedé observando a las dos parejas bailar y lo diferente que eran. Randy se pegaba a mi Madre como una lapa, apretaba sus manos para atraer las caderas de ella, casi la llevaba en volandas. La cabeza de mi Madre se ladeaba apoyada en su pecho y sus labios se abrían de vez en cuando para decir algo. Randy la miraba y lanzaba una risotada, y luego intensificaba su abrazo hasta hacer desaparecer el rostro de Mamá entre su camisa medio abierta.

Con mi auricular en el oído simulando el manos libres de mi móvil no estaba perdiendo detalle de lo que estaban diciendo. Animado por la alegría y la bebida, Randy poco a poco atraía más a mi Madre a su cuerpo, sintiendo su bulto en su entrepierna. Las manos del Jr. en el escote de atrás acariciaban la suave piel de Mamá, le decía que era la mujer más linda de la fiesta, ella le sonreía complacida pues en realidad le gustaba que se lo dijeran. En una de esas y aprovechando que la luz en una parte de la pista era poca y ayudado a que eran tapados por las demás parejas de baile, este se animó a meter sus manos dentro del escote trasero para posarla en su cadera, rosando sutilmente con sus dedos las finas pantaletas negras que llevaba esta noche, Mamá que tenía sus manos en sus hombros, trato de alejarlo un poco, pues ya sentía más claro su erección, pero no lo consiguió, y al sentir que le estaba gustando aquello se dejó hacer, Randy al tener vía libre bajo más sus manos y masajeó las ricas nalgas a la vez que le decía muy cerca del oído:

- ¡Que bonitas nalgas tiene Madrina, ..júrelo que si nos las tocara jamás las creería.- Atrayéndola más a su cuerpo

Mamá al ver que no desistía de sus avances y a pesar que le gustaba ese tipo de manoseos, aprovechó que terminó la melodía y le pidió que parara de hacer sus cosas o los cacharían, a lo que él le pidió que bailaran una pieza más que ya iniciaba, sin despegar sus manos de sus caderas le frotó su bulto a ella y sobaba más evidente las nalgas de su Madrina. Mamá se estaba excitando más las bolitas que llevaba y entonada como estaba, se resistía débilmente.

Por otra parte Ralph y Beatriz se movían como dos adolescentes. A Beatriz le caía muy bien el tipo, se llevaban muy bien, tenía una relación de Amigos como pocas veces se puede ver entre una Madre y el Amigo de su hijo. Aunque en ocasiones, los ojos del mulato se iban continuamente al baile de su Amigo y su flamante Madrina e ignoraban la conversación de Beatriz. Daba la sensación de que este se estuviera arrepintiendo de haber sacado a Beatriz, en lugar de esa despampanante rubia. Ellos, mientras tanto, seguían a lo suyo. A mí no me miraba nadie.

.....

La noche siguió adelante, entre conversaciones y risas, de cuando en cuando Ralph se llevaba de nuevo a Beatriz a bailar. Ella le seguía complacida. Cuando volvían no paraban de charlar, parecían dos viejos Amigos. Mi Madre de vez en cuando me miraba durante un breve instante, parecía buscar que yo no dijera nada, parecía querer ocultar con su mirada todas las sensaciones que estaba sintiendo. La manos de su Ahijado ya se habían perdido dentro de su escote en su cintura, las de ella desaparecía tras la espalda de él. Ashley, que me había olvidado de ella, los contemplaba a los dos. Les veía los cruces de miradas, el contacto de los cuerpos. No prestaba atención a las voces de Ralph y Beatriz que ya no hablaban de las aventurillas de su hijo sino de la situación de cada uno de ellos. El ruido de la música y de los invitados ganaba terreno en mi cabeza, y los manoseos entre el fanfarrón con mi Madre me preocupaba cada vez más.

- Pues ya que estoy aquí, ..sería un sacrilegio que me fuera sin disfrutar de la tranquilidad del bosque, sería absurdo. ¿Tú que crees, guapa?.- Se dirigió a Beatriz.

- Tu sabes Ralph que la otra cabaña está sola, ..si te vas, es porque tú quieres. Yo estaría encantada de que te quedaras.

- Me encantaría Beatriz, ..pero no se te hace que estaría la cabaña muy grande para mí solo. ¿Porque no le dices a una de tus amiguitas que me acompañe? ¡Je je je!..

- ¡Ralph! ..siempre has sido un descarado.

- Beatriz, por favor ..sabes que, respetando aquí a mi amigo y al Sr. Montes de Oca, siempre he estado enamorado de ti.

- Ya, y de cualquier mujer también, ..¡Jijiji! Si te escuchara mi Esposo ¡Jijiji!..

- Ok, lo acepto, ..tengo debilidad por el sexo opuesto. Pero no me culpen por amarlas.- Las dos se rieron, especialmente Ashley, hacía tiempo que no la oía decir nada.

- Si vamos, que te gusta todo lo que lleva faldas.- Le increpó Beatriz.

- ¿Y por qué no?, ..las mujeres son lo más hermoso de la creación. ¿Qué mal hay en ello?

- Ninguno, ninguno, ..solo qué si la Mujer en cuestión espera darse la vuelta en la cama a la mañana siguiente y encontrarte todavía allí ¡Jijiji!..

- Ah, Beatriz, ..el amor es como una brizna de viento en tu cara, ..un instante breve de placer, que agotaría si se prolongara.

- Por eso lo cortas de raíz.

- Claro, ..así la mente lo recuerda y lo idealiza.

- O sea, que les haces un favor.

- Pues claro Preciosa, ..les dejo enmarcados instantes eternos. Eso es lo que les gusta a las mujeres, ..tener recuerdos correctamente clasificados.

- ¡Eres un golfo!

Ralph aprovechó para brindar por el buen futuro de los prospectos atletas, se sirvieron un par de bebidas a base de whisky, el cual le encantan al parecer a Beatriz por lo que su primera copa la terminó pronto, lo que aprovechó el moreno para volver a servirle otra, le comentó en secreto que tomara con calma o luego estaría entonada, ella asintió con una sonrisita divertida. En eso regreso Mamá y el Jr., ella regresó bien sudorosa y con ese tono rosado en sus mejillas que le denotaba que había estado pasándosela muy bien. Enseguida Ralph se levantó y les llenó los vaso apenas iban llegando, sobre todo el de mi Madre, quizá con el fin de emborracharla pronto y ver que provecho sacaban de la situación. El muy cabrón no quitaba los ojos de su escote que por el baile este parecía habérsele bajado mucho más. Cuando tocaron música romántica le dijo a Randy:

- Ray, ¿me permites bailar con tu Madrina?...

El Jr. simplemente respondió que como ella quisiera. Fue en ese preciso instante cuando el mulato cruzó una mirada con mi Madre. Una mirada penetrante, pensé en aquel momento. Que a pesar de que le había estado mirando con descaro el escote mientras platicaba, aun sabiendo que ella le miraba, que por el alcohol ingerido y tantas emociones no le parecieron de mal gusto ni grosero. Al contrario, noté una sensación extraña, como cuando notas que existe feeling con un tipo al que acabas de conocer y se palpa algo en el ambiente. La diferencia es que aquí no había habido ningún tipo de contacto previo.

Ya algo entonada Mamá no para de reír. Mientras iban a la pista, Randy y demás invitados alrededor veían el sensual bamboleo de las nalgas de mi Madre al caminar, seguro envidiando la suerte del enorme moreno al ir a bailar con tan buena hembra. Al parecer Mamá se sentía, literalmente hablando, contenta por saberse atraía físicamente a ese joven desconocido de ojos claros. Simplemente sonrió levemente a su fija mirada y se abrazó a él siguiendo el ritmo calmado de la melodía. En aquellos momentos no me di cuenta, pero Mamá había estado mezclando bebidas de todo tipo, no es lo mejor precisamente para mantenerse sobria, y para como esos buitres estaban, ansiosos por sobrepasarse con ella.

Poco a poco la zona donde estaban se empezó a llenar de gente, por lo que perdí un poco la visión que tenía de los dos, mientras caí al tanto de que el muy cabrón debía de estar buscando un lugarcito entre la oscuridad y la muchedumbre para toquetearla como su amigo. Mi preocupación iba en aumento a medida que el ritmo de las canciones se iban haciendo cada vez más lento. Mamá se miraba diminuta al lado de ese mastodonte, el moreno era muy alto, ella con sus tacones apenas lograba alcanzar sus hombros. Ralph la rodeaba por la cintura con los brazos y la apretujaba contra él, percibiendo su perfume y la blandura de sus pechos. Las canciones iban lentas por las que bailaron muy pegaditos. Las demás mujeres se morían de envidia al verla con él. El tipo bailaba con encanto.

Por otro lado Mamá, tan solo se dejó llevar por la situación. Más bien a dejarse bailar, ..perdía la vista en las otras parejitas. No era una sensación rara para ella el estar bailando con un desconocido, o quizás el hecho de su edad, y el físico que conservaba, que casi no lo conociera aunque acabara de estar más de un rato hablando con él en la mesa mientras eran presentados. El calor del alcohol empezaba afectar y agudizar sus sentidos, Mamá parecía una jovencita siendo cortejada, la miraba algo cortada o apenada, a pesar de que ella no suele ser vergonzosa. Quizás no era lo mismo bailar con uno de su edad, que hacerlo con uno de esa edad, que saben bien lo que pretendía. Pero por ahora ese no un problema y ella estaba dispuesta a pasárselo muy bien.

De momento no se decían nada y en ningún momento se excedía él con ella, aunque sus ojos al ser tan alto más de una vez se posaron en su escote, cosa que la avergonzaba un poco, aunque no era impedimento para seguir frente a él moviéndose. Tal vez lo contrario. Las melodías cambiaron, ahora eran más movidas y atrevidas, en un momento dado Ralph se le acercó más a ella y casi se pegó a su cuerpo, colocando su pierna derecha poco a poco mientras bailaba entre las piernas de mi Mamy, que por la ranura de su vestido no le costó mucho trabajo introducirse en ellas, por lo que se tuvo que ir agachando más y más. La sujetó por la cintura y comenzó a moverla lentamente hacia abajo en un movimiento muy lento y sensual. La oscuridad del sitio donde se hallaban, tan solo iluminado en ese momento por infinitos rayos blancos que se reflejaban de una improvisada bola de espejos, más la gente, era lo que los escudaba cuando seguro pensaba que tal vez ella siendo mayor estaba haciendo algo mal, pero hubo un momento en el que por todas aquellas emociones mescladas en su cabeza se olvidó del ambiente y tan solo se dejó llevar por aquellas manos, y sus movimientos. Ralph lentamente fue bajando sus dedos por su espalda, hasta llegar al final del escote de su vestido como había hecho el Jr., eso de pronto me estremeció, quizás el maldito Jr. ya se había puesto de acuerdo con este cabrón para aprovecharse de ella.

Ralph siguió bajando hasta pararse en la pura zona donde a Mamá se le forman esos pequeños agujeritos de las caderas. Fue en ese momento cuando comenzó a bajarla a su ritmo. Mamá no tuvo más remedio que seguirlo y pegarse a su pierna, si no quería que la abertura de su vestido se corriera y fuese a dejar su entrepierna al aire. La sostuvo un poco más fuerte y empezó a moverse al ritmo que ahora marcaba la música. Pero era casi inevitable que por la postura su tanguita rozara con su muslo derecho, aun sin verse, pero fácil de intuir. El mulato la miró fijamente a los ojos, sin cesar en sus movimientos y le sonrió levemente con algo de malicia a la que en aquel momento me tenían de un hilo. Enseguida tras mi receptor escuché que le decía:

- Ahí en la mesa ya me parecías lo más sensual de toda la velada, ..pero ahora que te tengo aquí, creo que eres lo más sensual con lo que he bailado. - Le dijo al oído sin dejar de moverse, esta vez subiendo lentamente mientras se iba separando de ella.

Era obvio que este tipo era un Don Juan, un pica flor, un conquistador que sin importarle la edad entre ambos lanzaba sus mejores frases y piropos para conquistar, y claro, sus palabras habían acabado por poner más que nerviosa a mi algo desinhibida progenitora. Podría decirse que comenzaba a estar excitada de estar en esa situación, y no sabía cómo iban a continuar a partir de ese momento, viendo como el tipo al igual de arrogante que su amigo empezaba a lanzar sus garras y ella no le apartaba. De hecho no sabía ni que decir. Si ya se encontraba en un punto justo, entre liberada, a su aire, disfrutando de la noche, de la música, ahora la compañía era más que idónea para pasárselo bien. Ese tipo casi sin hablarle había conseguido llevarla a su terreno sin ni siquiera darse cuenta, y al parecer le estaba gustado. Fue cuando pensé si en el fondo no habría sido mejor si yo hubiera impedido que bailaran.

Pero Mamá no hacía ningún gesto a sus palabras, tan solo comenzaba a subir siguiendo la música y a distanciarse levemente de él, sin dejar de bailar ni seguirle el ritmo. Él la miraba y ella lo sabía, pero parecía que Mamá no supiera cómo actuar por vergüenza o por falta de iniciativa. Además, tampoco sabía el efecto que había tenido sobre él el roce que acababan de tener.

Ralph de nuevo se le acercó bailando lentamente. Le sonrió y ahora ella le sonreía tímidamente. Era como si Mamá estuviera totalmente presa de la situación que ni ella misma provocó, así que disimuladamente miró para los lados, también lo hizo hacía donde yo estaba, pero obvio cambie mi mirada e hice como que observaba la figura de hielo de la mesa. A escasos metros de mí se encontraban las Amigas de Beatriz, discutiendo e intercambiando comentarios sobre los mejores vestidos; vi a Beatriz que no paraba de mesa en mesa sirviendo como buena anfitriona. Cuando dirigí de nuevo la mirada a la pista, observé que Mamá hacía un gesto girándose hacía el lado, tal vez con el fin de enfriar un poco el momento, señalando hacía donde estaban Randy y su novia. Ashley bailaba de espaldas a él, y este la agarraba por la cintura, bajando hasta las caderas y pegándola hacía su paquete. Ella con los ojos cerrados seguía el ritmo de la música poniéndole el culito a la altura de su cremallera, comenzaba a moverse sensualmente para luego separarse de él mientras se bajaba un poco la minifalda que traía. El muy cabrón descaradamente le miraba el culo desde su posición y la volvía atraer hacia él. Sinceramente la imagen me dio morbo, Ashley me gustaba muchísimo y estaba bailando un suculento baile que se estaba pegando con el infeliz ese que la trataba como puta. Seguramente ya había bebido demasiado o ya tenía en mente alguno que otro propósito.

Cuando volví mi vista hacía Mamá, que hacía un gesto de sorpresa al verlos bailar, se estremeció de pronto al momento de sentir unas manos grandes en su cintura suavemente, que la invitaban a moverse. Increíblemente Mamá no se giró, comprendió de qué se trataba y que era lo que quería. Comenzó a moverse lentamente para ir aumentando el ritmo paulatinamente, pero sin hacer lo que estaba haciendo Ashley, eso era demasiado.

- Te mueves muy bien guapa. - Le susurró al oído, a lo que ella simplemente contestó con una sonrisa.

- Bueno, este estilo de música tampoco es que sea mi favorito para bailar... - Le respondió elevando el tono de voz por el ruido de la música.

- ¿Qué música te gusta más para bailar guapa?. - Volvió a preguntarle muy cerca y sin perder detalle.

- No sé otra, ..una más calmada, por ejemplo. - Le dijo pícaramente.

- Pues cuando tú quieras bailamos, que a mí también me encanta eso. - Dijo sin quitarle las manos de la cintura. - Además, me encantaría aún más verte bailar.

- Gracias. - le dijo sonriendo y dejándose llevar sin saber de verdad si el "gracias" era lo más correcto a responder tras su afirmación.- Creo me mejor descansamos un poco, esto me está dando mucho calor, ufff!!!. Necesito otra bebida.- Le comentó, tal vez también con la intención de enfriarle un poco, o enfriarse ella.

- Por mi perfecto, ..guapa.- Terminó la frase pero no muy conforme, eso con una fuerte hinchazón dentro de su pantalón.

Tras ver acompañado a mi Madre a la mesa, el gigante enseguida fue en persecución de otra caza, Beatriz al ver que mi Madre regresaba enseguida se acercó a ella y juntas se dirigieron de nueva cuenta a la barra del bar. Allí es donde empezó claramente la segunda parte de la noche. Tanto Mamá como Beatriz estaban alegres, ligeramente bebidas, estaban disfrutado cada momento, sobre todo mi Madre, que llevaba muchos años sin apenas salir de casa por las noches. Para ella era reencontrarse con sensaciones que le remitían a instantes de felicidad, de diversión. De vez en cuando me miraba y en sus ojos se veía la alegría y esa chispa que solo una adolecente en sus primeras salidas nocturnas puede reflejar. No deseaba interrumpirla, pocas eran las veces en la que la miraba tan feliz, además el Jr. ya se había pegado a su Novia para bailar y el mulato hacía lo mismo con otra coscolina. Yo ya me sentía más tranquilo.

En eso, Beatriz mandó a mi Madre por una de las botellas especiales que su Marido guardaba celoso en el sótano de la cabaña y pude ver como el desgraciado Randy, a pesar de estar bailando con su novia no perdía detalle de lo que Mamá hacía, y menos cuando la observó entrando a la casa, especialmente de su trasero y su caminar, ya que seguramente por lo que traía dentro y el ritmo de las pasadas melodías y los tallones con el mulato seguramente que Mamá ya traía la entrepierna hecha caldo. Era increíble el descaro con el que lo hacía y más increíble me parecía que nadie, en especial su novia y su Madre, se hubieran dado cuenta. Lo cierto es que todos iban ya un poco bebidos por las bebidas y fascinados por el rumbo que estaba tomando la fiesta, pero aun así, en el transcurso de la velada las miradas furtivas a mi Madre y a sus piernas habían sido cada vez más frecuentes. En ese momento miré al fanfarrón con todo el odio que pude, me parecía increíble que el desgraciado teniendo una novia tan bella no dejara en paz a mi Madre, pero el Jr. me sacó de mis pensamientos cuando este ya se estaba separando de su novia y si me vio me ignoró por completo. Se excusó diciendo que iba a ayudar a mi Madre pero ni Beatriz ni su novia puso un pero, si no que Beatriz le pidió a Ashley que la acompañara a grabar con una videocámara las felicitaciones de los invitados para su niñito adorado, quería grabar las alentadoras palabras de cada uno de los invitados para engrandecer aún más la arrogancia de ese desgraciado.

Me quedé unos segundos pensando, Beatriz y Ashley ingenuamente le estaban dejando el camino libre al fanfarrón para que se encontrara con mi Madre allá abajo. La mayoría se encontraban bailando ya algo bebidos y enfrascados entre risas y aplausos en viejas melodías que retumbaban por todo el patio. Al cabo de un par de minutos no aguanté más y me levanté de nuestra mesa para seguirlos, encendí el auricular, la recepción no era muy clara por la posición del sótano, pero lo suficiente para escuchar los sonidos de mi Madre a su alrededor. Cuando salí de la zona de la fiesta me dirigí directo a la parte posterior de la cabaña a través del jardín. Cuando llegué a la zona oscura y posterior, recordé que había una ventanilla a unos 20 cms del suelo, lo que permitía un poco la entrada de luz al interior, lo que ahora era inútil ya que estaba muy oscuro. Bastó con agacharme de rodillas para alcanzar la ventana. Dentro, Mamá había encendido la bombilla lo que me ayudaba un poco a ver hacía dentro, digo un poco ya que la pequeña ventana se encontraba muy sucia y poco dejaba ver a su interior. Bastó que con la mano hacer un pequeño círculo por donde observar.

Apenas a tres metros de la ventana, veía como Mamá acalorada se tomaba unos segundos para meditar lo que le estaba pasando, no veía al fanfarrón por ningún lado, tal parecía que me había equivocado esta vez. Acalorada, se pegó a la pared cerrando los ojos, sus ojos se veían cansados, no sé si por las varias copas que había ingerido tiempo atrás o por estar bailando como mucho antes no lo hacía. Volteó para los estantes donde estaban colocadas las botellas añejadas del Sr. Montes de Oca. Las veía como si estas estuvieran lejos, parecía quererse tomar unos segundos antes de tomar una y regresar a la fiesta.

Pero antes de hacerlo, Mamá exhaló y bajó sus manos para subirse la falda, lo hizo lentamente dejándome ver de poco a poco la sensual ropa interior que traía. Primero el elástico de sus medias hasta medio muslo, después el liguero a juego que adornaban sus blancos muslos, sus piernas se veían de infarto, cualquiera que la viera a como lo estaba siendo yo seguro que ya estaría cascándose a todo furor. Sus braguitas de color negro casi trasparentes se le pagaban a su piel como si estás tuvieran una sustancia adhesiva. Mamá se separó la tela de sus bragas para comprobar lo húmeda que estaba. Se maldijo por estar tan caliente y por haber permitido que su Ahijado la manejara de ese modo. Ante mis ojos incrédulos, se introdujo la mano que no sujetaba la tela dentro de sus bragas y se palpó la entrepierna. Al sacar la mano pudo observar el líquido brillante que impregnaba sus dedos y pensó en lo que le estaba permitiendo y en lo que se había convertido al cargar esas cosas dentro de ella frente a todos.

Yo me encontraba pasmado ante lo que estaba viendo ahí dentro, no entendía como Mamá permitía que le pasara todo eso, ¿porque no se las sacaba y las lanzaba lejos de ella e impedía que ese desgraciado la manejara de esa manera?. En eso me di cuenta que el Jr. se encontraba observándola también, se había estado fijando desde las pequeñas escaleras donde se entraba. El desgraciado se quedó observando el precioso cuerpo semi-desnudo de su Madrina. El fanfarrón se había estado burlando de la situación de mi Mamy, y más aún cuando observó a Mamá tocándose la chocha. Ella no se lo esperaba. En cuanto se quiso dar cuenta, Randy estaba a su espalda y se empezaba a frotar su paquete, el desgraciado se había puesto como burro viendo a mi Madre casi masturbándose por lo que le había metido. Sin tiempo a reaccionar, Mamá se dio la vuelta y trató de arreglarse el vestido.

- ¿Por qué te tocabas la chocha, eh, cochina?.- Le increpó mientras introducía la mano derecha en la entrepierna de mi Mamy.

- ¡R-Randy!, ..¿qué haces aquí?.

- Vine a darle una mano, ..¿o acaso no la necesita? ¡Ja ja ja!..

Mamá había dejado de quejarse y únicamente pensaba en lo mal que eso iba a acabar. Era claro que Mamá ya estaba más caliente que una braza y, aunque deseaba que ya no fuera su Ahijado el que la magreara, empezaba a no importarle nuevamente a quién pertenecieran las manos que estaban a punto de entrar en contacto con su necesitada entrepierna.

- ¡Mírate joder!, ..si estás más cachonda que una Perra, reconócelo.- Le reprendió al comprobar lo mojada que estaba mi Madre.

- ¡Randy por favor!, ..ahora no. Mira que tu Mamá ahora si podría extrañarnos y venir a buscarnos.

- No te preocupes por ella, ..esta tan ocupada atendiendo a los invitados que no lo notará.- Y empezaba a pasar sus dedos por sus pechos pellizcándole los pezones.

En cuanto menos pensé ya estaba el hijo de puta palpándola por todos lados. Mamá se contenía en pedirle que se detuviera, pero bastante nerviosa por la situación se resistía en primera instancia, no quería ella contradecirlo ni ocasionar un escándalo allí abajo y que alguien pudiera escucharles. Cualquier persona que entrara a ver que sucedía podría ser desastroso, tanto para Mamá, como para Randy, su Ahijado. Allí en esa ocasión nuevamente era ella la mujer madura y el festejado, que no se entendería muy bien que estuviera ella sola con su Ahijado dentro de ese oscuro sitio. Así que no podía hacer mucho ruido, hablar en voz alta o salirse intempestivamente de allí sin llevar el encargo; por lo que se limitó a quedarse allí y dejarse hacer un poco por él. El muy cabrón continuó acariciándole las nalgas mientras que se restregaba contra su vestido.

- R-Randy por dios, ..ahora no, .. e-es tu fiesta y todos, ..y todos te están esperando allá afuera ¡Aah!.- Suspiraba Mamá sintiendo los dedos de su Ahijado por todos lados y el bulto en su trasero.

- Yo solo viene a ayudarle, Madrina, ..que tiene de malo eso.

El fanfarrón estiró el brazo y tomó un par de botellas de champán, pero lo hacía repegaba a ella, presionándola entre la pared y su cuerpo, una situación que la incomodaba porque se apartó ligeramente y le dijo que fuera eligiendo él la botella mientras ella tomaba unas copas. A pesar de la obvia incomodidad de mi Madre, Randy no dejaba de sonreír y su sonrisa se hizo más burlona aun cuando ella se agachó para abrir una caja de copas que se encontraba en el suelo. Mamá, nerviosa como debía estar ni siquiera se hincó para abrir la caja sino que se inclinó a tomar las copas, ofreciéndole al cabrón de su Ahijado una vista magnífica de su trasero. Mientras mi Madre iba sacando las copas de dos en dos, el fanfarrón se puso a abrir una botella y llenar una copa para beber como si nada. Una vez que mi Madre hubo sacado todas las copas y terminaba de cerrar la caja en esa posición tan comprometedora, el desgraciado se acercó por detrás apoyando todo su paquete en el trasero de mi Madre. Ella, asustada se irguió de un brinco quedando situada a escasos centímetros de su Ahijado. Aprovechando la confusión de movimientos el desgraciado “como no queriendo” tiró la copa encima a mi Madre, empapándola por entera.

- ¡Randy!, ..¿p-pero, que has hecho?.- Exclamó mi Madre confundida y enfadada al mismo tiempo.

- Perdóneme Madrina, ..ha sido sin querer. No sé qué me pasó.

- ¡Por dios Randy, ..me has empapado! Ahora tendré que ir a cambiármelo.- Dijo ella mientras veía como el champán que había manchado su vestido empezaba a escurrir por su falda.

- Sé cómo solucionarlo ¡Ja!..- Le contestó el Jr. acercándose un paso más.

- ¿P-pero qué estás diciendo?, ..mira como me has puesto de champán.- Dijo mi Madre separándose la tela de su pecho ya que el champán empezaba a correr por dentro de sus pechos.

- Le digo que eso tiene solución, Madrina ¡Ja ja ja!..- Y diciendo esto la agarró por los hombros y la atrajo hacia sí repentinamente.

Y antes de que mi Madre pudiera decir algo, el desgraciado aprovechado empezó a limpiar los restos de champán que todavía quedaban en el escote de mi Madre con largos lengüetazos como si fuera un perro.

- ¡R-Randy!, ..¿pero qué haces?.- Trató de liberarse mi Madre.

Pero antes de que Mamá pudiera decir algo más, el desgraciado le estampó un enorme beso en sus labios de varios segundos que debieron dejarla sin aliento porque no volvió a levantar la voz. La verdad que ya estaba hasta la madre de ver como ese desgraciado se aprovechaba de mi Mamy cada vez que podía, me dieron ganas de sonar la ventanilla y salir corriendo para intervenir y salvar a mi Madre de semejante atolladero.

El desgraciado la besaba como si quisiera devorarla por completo y sus manos continuaban manoseándola por todas partes, haciéndola temer por la apariencia de su arreglo o que fuera estropear más su encantador vestido y no saber que pretexto dar una vez que saliera de ahí. Las manos de su Ahijado pronto dejaron de pasearse sobre la tela de su atuendo y fueron a encontrarse bajo el dobladillo de la falda, de dónde descubrieron el final de sus medias y la suave piel de sus muslos justo al final de las mismas. Como les había comentado, esta noche Mamá llevaba puestas unas medias oscuras ajustadas por un portaligas en color negro que hacía juego con las pantaletas que había encargado de catálogo para esta celebración, provocando en ella una cierta sensualidad al llevarlas puestas; de lo que no estaba segura es que si había elegido bien ese tipo de atuendo, lo que no tomó en cuenta al salir de la habitación esta noche, era lo expuesta y vulnerable que vestida de esa manera al momento de encontrarse ante los avances que su Ahijadito pudiera tener, pero en ese momento ya era tarde y ni momento había para arrepentimientos, pues ya se encontraba en aquel oscuro lugar, con el vestido levantado y la mano de aquél chiquillo atrevido acopando toda su feminidad, desde el punto dónde con sus dedos situados entre sus muslos sobre el puente de algodón de sus pantaletas se lo permitían, hasta cubrir con la palma de su mano la mayor parte del triángulo de tela bajo del cual se oculta su blanco pubis. Acariciando de manera tan impropia su ya empapada intimidad con sus dedos que no dejaban de juguetear con sus cada vez más sensibles labios vaginales, y haciéndola mojar la dedicada tela que la separaba del contacto directo con los mismos.

Cuando Mamá volvió abrir la boca para pedirle que se detuviera, pero esta vez sin gritar, a modo casi de súplica:

- R-Randy, ..por favor. ¡Aah! .. A-Alguien puede entrar, por favor para, ..será mejor que regresemos.

- Tranquila Madrina, ..solo intento deshacerme del champán. ¡Ja ja!.. Cuando termine de limpiarla me detendré, ..se lo juro ¡Mm!.- Le dijo el desgraciado a la vez que metía toda su carota entre los pechos ayudando así a “limpiarla”.

- R-Randy, de ver.. dad, ..p-por favor detente ¡Aah!..- Le suplicaba a la vez que se debatía por liberarse.

Aunque ya su condición de mujer recta y ejemplar que quería seguir teniendo frente a la mayoría de la gente la hacía querer detenerlo y pedirle que no siguiera con aquellos dedos que hurgaban bajo su vestido, su otra parte oscura y ardiente quería que siguiera haciéndolo hasta colmarla de placer; por lo que finalmente se abandonó a sus caricias y dejó de combatirlo aún antes de que sintiera como alguno de los dedos apartaran de lado la tela que poco cubrían su más ansiado tesoro y pudiera después de haberlo hecho introducir sus dedos dentro de su mojada cueva, que de inmediato los cobijo y cubrió con su tibia esencia de mujer. Mamá al sentirlo, de manera casi involuntaria sus caderas se agitaron violentamente para recibirlo, a la vez que intentaban hacerlos penetrar un poco más adentro de su ser. Traicionando con ello cualquier resquicio de buen juicio y voluntad que ella pudiera quedarle en ese momento, por lo que sin más, intentó acercarse cuanto más pudo a su contacto, empujando hacia abajo y adelante su pelvis contra aquella mano, para poder restregársele al mismo tiempo en que suspirando de placer intentaba no gritar de excitación.

- ¡Maldición Madrina!, ..de verdad que es una mujer ardiente. Siento como me quema los dedos.- Le comentó el cínico mientras que empujaba hasta el fondo dos de sus dedos.- ¡Joder, las bolas han hecho un caldo acá dentro!! - Exclamó al tacto de aquellas tres bolas que a base de presión y dominio había forzado a llevarlas.

- ¡Aaah! - Exclamó Mamá con los ojos en blanco y apretándose de los hombros de este.

-... Me encanta verla cómo se pone como hembra en celo, ..sabía que le gustaría mi regalito y veo que no me ha decepcionado ¡Ja ja ja!..- Terminó de decir mientras que ella no alcanzaba a contestar otra cosa que no fuera con suspiros que morían apagados dentro de su boca.

Después de apenas unos 10 o 15 segundos más en los que ese fanfarrón desgraciado estuvo arremetiendo y jugando con sus dedo dentro del interior de mi Mamita, término por extraerlos por completo y llevarlos hacía su nariz para olerlos.

-... ¡Mhm! .. Me fascina como huelen las hembras en brama, ..¡Mhm!, fuerte y penetrante olor así es como debe ser, además de bien mojadas.- Le dijo en tono divertido mientras que tras acabar de inhalar de sus dedos el aroma con que mi Mamá se los había impregnados, se los acercó para que los pudiera ella también oler.

Mamá no podría decir que aquel aroma resultaba del todo desconocido para ella, pues en varias ocasiones encontrándose en situaciones similares había ya descubierto el propio aroma de su feminidad en estado de exaltación, pero esta vez no le pareció tan desagradable por sí mismo.  El Jr. viendo a la ojos se llevó a sus labios el tibio néctar de mi Madre y el penetrante olor de su ser..

- .. ¡Mmh! Madrina, ..usted le da mejor sabor al champán. ¡Ja ja ja!.

- Randy, t-tu Mamá, ..t-tu novia, .. d-detente por favor. No, no quiero que me limpies nada.. para, para ya..

Pero el desgraciado hizo caso omiso de las súplicas de mi Madre y siguió con su tarea de “limpiarla”, tratando de liberar los hombros de los tirantes que sujetaban su vestido. A lo que Mamá intentaba casi inútilmente apartar con las manos la cabeza de su Ahijado pero éste la tenía agarrada de la cintura tan fuerte que sus esfuerzos eran en vano.

- ¡Randy para por dios!, ..ahora no. P-para, para, ..te juro que después. Para, no Randy, ..se lo diré a tu Madre.- Dijo de manera involuntaria.

- ¡Je je je!.. No creo que eso nos convenga a ambos. ¿Y además qué le dirás?, ..¿que intenté limpiarte después de mancharte?- Replicó el desgraciado con tono burlón.

Dicho esto dejó de babosear el canal de los senos de mi Madre para empezar a bajar por ahí hasta llegar a la falda.

- Para ya, Randy por dios, ..te juro que se lo diré a tu Mamá y te va a... ¡Ahhh!- El Jr. plantó su cara en la entrepierna de Mamá a través de la falda húmeda por el champán.

- ¡Mmhh!, .. Tranquila, solo quiero ver mi regalo, .. ¡Pero que veo!, más humedad acá abajo, ..creo que seguiré limpiando ¡Ja ja ja!..- Le decía el muy cínico.

- ¡Unghhh!.. c-cuando se entere tu Mamá ..te va a.. ¡Aah!- Mi Madre seguía intentando liberarse pero sus palabras cada vez tenían un tono menos seguro.

- No se preocupe Madrina, ..en cuanto termine de secarla me detendré. Se lo juro ¡Mmmh!- Dijo el Jr. levantando su falda hasta la cintura.

Y nuevamente, frente a nuestros ojos aparecían esas braguitas negras de la prestigiosa marca de lencería que habíamos visto antes. Las pantaletas de Mamá se encontraban enrolladas al lado, exponiendo descaradamente su intimidad, además ahora no solo estaban húmedas por sus fluidos, si no que el champán ya las había alcanzado y amenazaba con llegar hasta sus medias. El Jr. empezó a lamer la parte interior de los muslos con sumo cuidado haciendo que mi Madre se mordiera los labios, era claro que Mamá ya estaba como braza, solo faltaba saber cuánto tiempo más se terminaría doblegando.

Tras los segundos en los que su Ahijado continuaba lamiendo las piernas de mi Madre, el desgraciado posó sus manos sobre el culo de ella y acercó la nariz a su entrepierna para seguir olfateándola, y cuando la lengua de este tomó contacto con la pelvis descubierta de mi Mamy ésta lanzó un gemido ahogado que al cabo de unos segundos fue seguido por un suspiro cuyo significado era la doblegación de sus barreras.

- .. ¡Oh dios!, ¡Unnnghh! ..d-detente Randy, por favor. T-tu Mamá se dará cuenta.

Pero las protestas de Mamá carecían de cualquier convicción en su tono. Mi Madre poco a poco se estaba rindiendo nuevamente a las estrategias de manoseo de ese mamón que sin importarle ya la fiesta o que su novia y su Madre se percataran de la ausencia de ambos estaba ahí limpiando con su lengua las gotas de champán que mañosamente había derramado en el cuerpo de su Madrina. Afortunadamente para ella, todo aquello acabaría en cuanto su Ahijadito terminara de limpiar la última gota de líquido derramada. Pero el desgraciado se tomaba su tiempo en “limpiar” la entrepierna de mi Madre. Mientras tanto ella no paraba de pedir que parara, pero sus súplicas habían pasado a ser más una serie de gemidos que una petición para terminar con aquella situación.

Mamá ya estaba muy colorada y sus palabras ya no tenían sentido, es más, empezaba a acariciar la cabeza de su Ahijado despeinándolo dando seña de la poca resistencia que ya tenía y del buen trabajo que ese piche mamón estaba haciendo allá abajo. Aunque para ser sinceros Mamá llevaba ya mucho tiempo desde que había sido obligarla a meterse esas bolas chinas. Evidentemente todo esto sin poder correrse tampoco todavía... Por su cara vi que lo debía de estar pasando mal la pobrecilla para no correrse. El desgraciado tomó con sus dos manos las finas tiritas de sus pantaletas que se sujetaban a las grandes caderas, así poco a poco dejó correr hacía bajo las delicadas pantaletas de mi Mamy hasta dejárselas enrolladas en las rodillas. Mamá titiritó de escalofríos al quedarse con su entrepierna expuesta a la temperatura fresca del ambiente, rápidamente su Ahijado disfrutó del aroma que emanó de su entrepierna. Mamá tenía el chocho completamente depilado, además que se veía colorado en base a la tremenda excitación en la que se encontraba, sus labios vaginales se veían inflamados y toda la zona se encontraba empapada.

- ¡Maldición, esto es realmente excitante!, .. ¡Joder sí que estás cachonda!, .. Pero igual, aun no veo mi regalo ¡Ja ja ja!..

El desgraciado teniendo cuidado de no lastimarla le metió de nueva cuenta dos dedos en su interior haciendo que ella casi se doblara de placer. Como si estuviera buscando algo en el interior de una cañería, el Jr. giraba sus dedos en busca de lo que mi Mamy llevaba puesto. Mamá se retorcía como una culebra sin poderlo tocar, era como si su Ahijado con el simple taco casi hiciera que se viniera. Mi Madre vio desde arriba como su Ahijado sacada de adentro de si una de las bolitas que había estado cargando durante toda la velada. La canica, del tamaño a la de una goma de mascar, se mostraba brillante y llena de una película de fluidos. El Jr. sonrió para su adentros, tenía a su Madrina hirviendo y dispuesta ya a lo él quisiera.

Le dio permiso para quitarse las otras dos bolas chinas que aún se encontraban adentro, cosa que hizo a toda prisa empujando con su abdomen en semejanza a una gallina soltando huevos, una y luego la otra fueron a caer al suelo totalmente empapadas. Mamá respiraba agitadamente y parecía como si fuera a morder. Le dijo que abriera más las piernas. Se situó entre ellas, abriéndole el chochito con sus dedos mientras su lengua se introducía en su interior, procurando no rozar su clítoris en lo más mínimo, sabía que si se lo rozaba le sería imposible del todo aguantar… debía de tenerlo casi al triple de su tamaño, incluso juraría que latía.

Así estuvo alrededor de cuatro o cinco minutos lamiendo y jugueteando con el chochito con su lengua sin parar, metiendo incluso de vez en cuando la puntita de su lengua dentro, provocándole contracciones cada vez más pronunciadas. El desgraciado veía con malicia como mi Madre se aferraba a la repisa de los vinos con desesperación para evitar correrse. Sus pezones eran como dos vigas de acero de duros... todo su cuerpo estaba perlado de sudor por lo que estaba pasando... Entonces preparándose para lo que se avecinaba, el Jr. separó su cara de la rajita empapada de mi Madre y levantó la vista sonriente. Le dijo:

- Quisiera cogerte por completo aquí mismo y ahora, pero no podemos estar aquí por mucho tiempo tú misma lo dijiste, ..seguramente ya alguien me puede estar buscando o a ti mi Mamá. Nos vemos más tarde durante la fiesta.- Terminó de decir y sin más se arregló el cabello para pronto marcharse.

El rostro de mi Madre estaba desencajado y tenía las mejillas completamente ruborizadas. Agachaba la mirada y sus labios temblaban ligeramente. Randy tomó la botella y se la entregó. Después tomó un par de copas y dijo:

- Vámonos ya para la fiesta, ..los demás ya debe de andar buscándonos.

Por uno segundo respiré aliviado, todo no había sido mayor, ya me empezaba a imaginar a mi Madre gimiendo mientras los demás bailaban en la fiesta. Randy se dio la vuelta y se disponía a salir por las escaleras de no haber sido porque mi Madre musitó algo. El mamón del Jr. se dio la vuelta para preguntarle que había dicho cuando tanto él como yo nos quedamos sorprendidos.

- .. ¡Quéeee? Después de todo lo que me hiciste me vas a dejar así. ¡Eres un Cabrón y un..

Describir la lista de insultos, obscenidades, improperios y demás lágrimas de frustración que salieron por esos ojos tan hermosos sería labor harto difícil, si no imposible. Mi Madre roja de ira, llena de frustración, se debatía furiosamente tratando de calmar sus emociones al tiempo que intentaba en vano golpearlo con cualquier parte de su cuerpo. Incluso trató de morderlo pero dada su situación solo consiguió hacer evidente su total indefensión e impotencia. Estaba totalmente en manos de su aprovechado Ahijado, y comenzó a darse cuenta de ello. Después de liberar su frustración con un grito tan estruendoso como inútil ya que se apagaba con el sonido fuerte de la fiesta se dejó caer llorando en el suelo. El desgraciado Jr. había logrado su propósito, quería hundirla por completo, vencer cualquier resto de orgullo que tuviera.

- Ahora te das cuenta de lo que en realidad eres, ..¿eh perrita? Te das cuenta de que en realidad eres una puta envuelta en una envoltura de Señora elegante. Dime, ..¿dónde quedó aquella flamante Esposa de mi Padrino Rodolfo? .. Aquella que imponía con su elegancia y su porte donde quiera que se paraba delante de todos. No eres más que otra puta que le gusta la verga, ..¿verdad que ahora preferirías más que te metiera toda la verga en lugar de andarte luciendo con todos los invitados?, ..¿verdad que ahora te gustaría tener una buena tranca como la mía en lugar de unos zapatos caros? Pues no te preocupes que te la voy a dar, Puta. Te voy a enseñar buenos modales, para que no me andes jodiendo.

El desgraciado la jaló violentamente del pelo y la obligó a incorporarse tirando despiadadamente de ella. No escuchó ni sus gritos ni sus súplicas, estaba resuelto a darle un escarmiento. La apoyó contra una vieja mesa que había ahí con suma rudeza al tiempo que se aseguraba de que no pudiera escaparse echando sobre ella todo el peso de su cuerpo. Con la mano que tenía libre comenzó a propinarle fuertes azotes en su pomposo y expuesto trasero. Las blancas nalgas de mi Mamy no tardaron en tomar un color intenso. El desgraciado no paró hasta que comenzó a dolerme la mano. Para entonces, Mamá no pataleaba ni luchaba, sólo lloraba y suplicaba. Estaba realmente aterrorizada, a merced de su desconocido Ahijado que podría hacerle cualquier cosa.

- ¿Ves lo que te pasa por no ser obediente?, ..¿por ser una puta orgullosa y malcriada? ¿Ves lo que pasa cuando te dejas llevar por tu condenado orgullo?

- ¡Sí.. sí.. basta, ..por favor Randy no me pegues más!! .. No me pegues ya.

Era evidente de que Mamá diría cualquier cosa con tal de que la dejara salir de allí. Pero el desgraciado quería humillarla, doblegarla, hundirla, tenerla a su disposición cuando se le antojara sin reclamos. Y no sólo eso, sino que lo hiciera voluntariamente, es más, encantada de hacerlo. En vez de azotarla, ahora volvía a acariciarla suavemente y a tratarla con ternura. Sus manos apenas si rozaban la sensibilizada y adolorida superficie de sus colorados glúteos. Sus traviesos dedos volvieron a explorar su húmeda cuevita buscando al clítoris traidor que volvería a llenarla de incontenible placer.

- ¡No te niegues a lo que eres puta!!, ..mira nada más que encharcada estás.

Y era cierto, toda la zona de la entrepierna de mi Madre se notaba bastante mojada. El desgraciado la incorporó y con una mano sujetándola fuerte sobre sus mejillas, la acercó a su cara para decirle:

- No quiero volver a escuchar reclamos y quejas.- Le dijo dándole un terrible beso en la boca.

Esta vez mi Madre si colaboró abriendo su cavidad bucal para permitir a su Ahijado saborear la boca y lengua de su ya doblega Madrina, mientras era sujetada por el rostro por su agresor. Randy rápidamente agarró con una mano las muñecas de mi Madre y levantó sus brazos pegándolos a la pared liberando su cara, dejando claro quién era el que mandaba. Mi Madre aceptó su nueva posición sin ninguna objeción y continuó besando a su embravecido Ahijado con la misma pasión que antes. El Jr. terminó aquel beso con un buen lametón pasando su lengua por los labios entreabiertos de mi Madre que parecían suplicar por más.

Pero el mamón del Jr. no le dio ese placer y empezó a bajar por el cuello de mi Madre a besos mientras seguía sujetándola por las muñecas sobre su cabeza. Con la mano libre comenzó a desnudar el torso de mi Madre ( pues el vestido no era para llevar con sujetador ) Randy continuó bajando con sus besos hasta llegar al canalillo de sus turgentes tetas para sumergirse rápidamente en ellas. Cuando comenzó a besar y a lamer las tetas de mi Madre los jadeos de ésta fueron haciéndose más rápidos y suplicantes, pero su Ahijado era un experto en mujeres y la hacía esperar. Continuó pasando su boca alrededor de sus pechos sin llegar a tocar los erectos pezones que pedía ser comidos a gritos. Al ver que sus pezones no eran atendidos como su calentón lo exigía en esos momentos, los jadeos de mi Madre pasaron a ser gemidos llenos de súplica. Hasta yo estaba expectante, casi deseando en el fondo que le comiera las tetas para observar la reacción de mi Madre. Era sobre todo la curiosidad de ver cómo era el estado de excitación de Mamá, a quien yo siempre asociaba con dulces sonrisas y suaves palabras y no con esa calentura y excitación que notaba en estos momentos. En seguida me arrepentí de estos pensamientos ya que contento con los resultados, el Jr. decidió abordar por fin los pezones de la hembra que tenía ya a su merced, arrancando profundos suspiros de placer en mi Madre.

- ¡Oh dios mío! ¡Mmhh! ¡Ah!.- Mi Madre empezaba a perder el control de sí misma.

- No te dije, ¿eh?, ..basta con solo tocarte para sacar de ti la verdadera hembra que llevas dentro.- Dijo complacido el Jr. al mismo tiempo que liberaba las muñecas de mi Madre para posar ambas manos sobre sus tetas y amasárselas.

- Jamás me cansaré de comerte las tetas, ..son tan grandes y naturales ¡Mmh!

- ¡Ah! Dios, c-comételas todas, ..¡así! ..sí ..son tuyas.- Decía mi Madre totalmente perdiendo el control.

El desgraciado se estaba degustando a mi Madre en plena velada, en plena celebración de sus estúpidos estudios. ¡Entre la oscuridad del bosque observaba por la pequeña ventanilla a ras de suelo como ese hijo de la chingada le devoraba las tetas a mi Madre!! El corazón me latía a mil. ¿Qué ese desgraciado no tenía llenadera?, se acababa de joder a su novia en su habitación y ahora estaba allá abajo comiéndose a mi Madre. Tenía que pensar en algo, ya estaba harto de ese hijo de la chingada que se aprovechaba de ella. Desafortunadamente algo hacía que no me decidiera, si hubiera querido hacer algo tenía que haberlo hecho antes. Irrumpir ahora nos dejaría a los tres, en especial a mí y a mi Madre en una situación tremendamente incómoda que ni yo ni ella sabría manejar. Así que reprimido por el temor y ese algo que tampoco entendía que era me quedé allí, escondido tras la oscuridad de la ventana, escuchando los chupetones que ese cabrón le daba a las tetas de mi Madre y los cada vez menos discretos jadeos de mi Madre.

De repente un grito tremendo me sacó de mi ensimismados pensamientos y la curiosidad venció mis pensamientos de rescate para con mi Madre, dándome esa cosquillita para volver a asomarme por la ventana y observar desde dónde yo estaba, para ver como su abusivo Ahijado había bajado de nueva cuenta hasta la entrepierna de mi Madre para besarle y lamerle la chocha a la vez que ella se tapaba la boca con ambas manos para evitar otro grito que pudiera llamar la atención de los presentes en la casa.

- ¡Ja ja ja!.. Creo que esto ya no es champán?.- Dijo mientras le pegaba un largo lametón de arriba abajo provocando un rápido movimiento de pelvis acto reflejo del placer que estaba recibiendo mi Madre.- ¿Será todo champán o será otra cosa? ¡Ja ja!..- Decía el desgraciado dándose un tiempo para subir su mirada y observar como su Madrina nuevamente la tenía entre sus manos.

- .. ¡Aah! Tú limpia mi amor ..¡uuhh! ..¡Ah!, límpialo todo, todo lo que encuentres ¡Aaah!- Se remoloneaba Mamá que desde hacía un buen rato se había dejado a las caricias bucales de su atrevido Ahijado.

- Tranquila putita, ..te voy a hacer una limpieza a fondo. ¡Slurp! ¡Mmhh!- Decía mientras lamía de nuevo.

Y diciendo eso las manos que por debajo de las bragas sobaban con ganas el carnoso trasero de mi querida Madre, agarraron los laterales de la tela y las comenzaron apartar de nuevo al lado. Bajo las bragas negras de mi Madre nuevamente aparecía su hinchada y ya jugosa vagina ansiosa de caricias. En cuanto los labios del mamón ese contactaron con los labios inferiores de Mamá, está lanzó un tremendo grito que murió ahogado entre sus manos que se apretaban contra su rostro. El trabajo que le estaba realizando su Ahijado allá abajo parecía volver loca a mi Madre, que se retorcía frotando su espalda contra la pared, arqueándose, con una mano tapándose la boca y otra acariciando el cabello de su Ahijado con fuerza.

- ¡Ahh!... ¡Aah! ... ¡Oh dios mío! ... ¡siii! ¡ahh!.. Randy …¡Oh! Randyyy!

- ... ¡Mmh! No cabe duda, Madrina .. es toda una mujer, ..una mujer caliente y muy jugosa ¡Mmmh!- Dijo mientras sorbía los jugos que se deslizaban por el chocho de ella.

- ¡Ooh! Sii, jugosa ¡Aah!

- Vamos quítate las bragas, ..esta noche ya no las necesitaras más.

Randy sacó la cabeza de entre las piernas de mi Madre y ella presa del placer se las quitó lo más rápido que pudo, sacándolas primero por un pie y luego por el otro, lanzándolas hacía un lado presa de la pasión y excitación.

- Así me gusta. ¡Mmmhhh! ... que bien te sabe, putita.- Le dijo llamándola de esa manera. Acto seguido le introdujo un dedo mientras su lengua seguía explorando los placeres de la vagina de su elegante Madrina.

- ¡Ah dios! ...¡Mmmh! ¡Que rico, no pares!- Casi le gritó a su abusivo Ahijado.

Mi Madre cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás dominada por el placer oral que le estaba dando aquel cabrón sin escrúpulos, mientras apenas conseguía reprimir entre su mano los gemidos de placer que éste le iba arrancando.

- ¡Aah!, No puedo más, ..déjame correrme ..Amo.

- ¡Así es, soy tu Amo!!, ..tienes mi permiso para correrte cuando quieras putita.

Nada más decirle eso le pegó un lengüetazo al clítoris mientras le metía dos dedos de golpe en el culo hasta el fondo del todo. Fue una auténtica explosión. Mi Madre tensó todo su cuerpo, de su boca salió una alarido de placer, dejando escapar todas sus sensaciones de golpe. En cuanto escuchó que podía correrse, fue sentir el lengüetazo en el clítoris y la invasión de su culito para explosionar por completo todo el cumulo de sensaciones reprimidas que llevaba guardadas durante toda la velada. Desde luego para ella fue devastador del todo ya que pareció quedar desmadejada por completo, le costó mucho tiempo recuperar la respiración y sosegarse tras el brutal orgasmo.

El desgraciado pareció dar por terminado su trabajo de doblegación para con su Madrina y se puso de pie mientras volvía amasar los pechos de mi Madre. Acercó su rostro al de mi Madre pero ella casi ni se enteraba de lo que acababa de ocurrir. Cuando su Ahijado aprisionó sus labios entre los suyos ella sólo reaccionó cerrando los ojos y entreabriendo los labios para que su besador tuviera libre acceso a esa boquita carnosa y dulce.

Cuando el beso terminó, el Jr. puso sus manos sobre los hombros de mi Madre y la hizo bajar hasta quedarse de rodillas ante él.

- Creo que ahora yo también necesito que me hagan limpieza allá abajo, ..anda.- Dijo acercando su paquete al rostro de mi Madre.

- P-pero.. c-creo que deberíamos volver, Ran…- Dijo insegura mi Madre.

A pesar de que era obvio que mi Madre seguía caliente, el momento de descontrol había pasado y sabía que en cualquier momento podrían echarlos en falta y parecía no estar dispuesta a arriesgarse a que su Amiga a quien de verdad apreciaba la sorprendiera con el pene de su adorado hijito dentro de la boca. Pero el Jr. se agachó un poco y le acarició la barbilla al mismo tiempo que le plantaba otro beso baboso en la boca.

- ¿En qué quedamos putita?, ..nada de remilgatos tontos. Tienes trabajo que hacer allá abajo.- Dijo bajándose la bragueta.

- S-si… pero, ¿y si nos descub..? ¡Oh dios!- Empezó a decir pero sus palabras murieron cuando el desgraciado terminó de bajarse la bragueta y se bajó al mismo tiempo los pantalones y los calzoncillos.

El desgraciado nuevamente tenía su verga frente al rostro de su Madrina, que comparando frente a frente, esa verga era más larga que la cara de Mamá, que la miraba con ojos como platos aquella cosa que aún seguía creciendo ante sus narices. ¿Que ese desgraciado no tenía llenadera?, no tenía ni dos horas cuando por ser amable con Beatriz había subido para avisarle encontrándomelo sin querer con los pantalones abajo dándole caña a su novia, ¿que nunca dejaría a mi Madre?. Y la otra muy tonta estaba embobada en su tremendo grosor y en todo el tronco recorrido por unas venas enormes. Mi Madre se quedó sin habla admirando ese monstruo que tenía ante sí. Que divertido por el estado de shock en que se encontraba mi Madre, acercó su tranca aún más cerca, a una distancia en que juraría que mi Madre podía percibir el olor de aquel trozo de carne en barra.

- ¿Qué decía, Madrina?- Preguntó sonriente.

- Oh dios mío…yo… n-nada, no decía nada.- Se apresuró a contestar.

Mi Madre con la mano temblorosa agarró el miembro de su Ahijado, que ya había llegado a su punto de máximo esplendor, y tras mirarle a los ojos desde abajo se saboreó la lengua cuando con ella se frotó los labios, e inmediatamente se introdujo aquella verga en la boca. Al principio le costó un poco ya que su grosor la obligaba abrir al máximo la boca. Pero la abundante saliva que se había producido en la boca de mi Madre se convirtió en un magnifico lubricante facilitando la felación. Mi Madre había perdido de nuevo, había sucumbido nuevamente ante la verga de su Ahijado. Al principio eran movimientos tímidos pero pronto se convirtieron en rápidos movimientos de cabeza acompañados de gemidos procedentes de la ocupada boca de mi Madre. Aun así, no conseguía meterse en la boca más de la mitad de esa verga por lo que el resto del nabo lo tuvo que cubrir a base de lametones y chupadas.

- ¡Mmh! ... glumph.. ¡mmhhh!

- ¡Oaahhh! ¡Maldición como te gusta!, ¿eh? Es toda tuya.

- ¡Glogh! ... ¡Mmffz! - Fue lo que consiguió articular con la boca llena de verga.

- Oh si putita, ..tú concéntrate en tu aperitivo.- Y soltó una carcajada.

Mi Madre le miró a la cara desde su posición y correspondió a su carcajada con un pequeño gesto de sonrisa, todo lo que pudo ofrecerle ya que esa enorme verga la tenía por completo reservada. Con los ojos aún fijos en los del dueño de esa verga que tan bien le estaba sabiendo continuó su mamada. Mi Madre sabía ya cómo hacer gozar a su Ahijado, era como si con las tantas mamadas que le había dado hubiera tomado experiencia. Así que una vez más Pedrito Tapia, desde fuera, fue testigo de cómo su Madre se la empezaba a mamar al prepotente de su Ahijado ..


Mamá mordió el glande con sus labios a modo de puro, para pegarle con la lengua por toda la piel lisa mientras se la agitaba. Subió su mano derecha para acariciarle los muslos de las piernas y a veces los güevos. La verdad que cuánto estaba gozando ella mamándole la verga a su Ahijado, tan grande, tan dura, tan suculenta para ella. Su lengua no paraba de saborear el glande, pero quería probarla toda y dejó de sacudirla para chupar por todo el largo, deslizando la lengua por todo el tronco, sintiendo cada protuberancia de ese tolete, metiéndosela entera hasta casi pegar los labios contra el vello güero y rizado del tipejo. El Jr. se inclinó y le metió una mano en el escote liberando sus dos tetas blandas. Se inició el vaivén de ambas ante los movimientos del torso. A veces chocaban contras las piernas de su Ahijado. Mi Madre no paraba de chupetearle la verga por todos lados, hasta que se lanzó a mamarle los güevos con toda la boca abierta, aplastándolos con la lengua e impregnándolos de saliva. Randy le plantó las manos en la cabeza para ayudarla, mi Madre le mamaba como una descosida, se comía los güevos con hambre, y deslizaba la mano izquierda por debajo de la camisa para acariciarle el abdomen, como si nunca hubiera tocado un hombre de verdad.

- .. ¡Uff! ¿Te gusta mi verga, verdad puta? - La llamaba con menosprecio.

Mamá apartó la boca de los güevos y levantó la mirada hacia él sin dejar de machacársela. Algunas babas le colgaban de los labios. Randy la sujetó por las mejillas y se inclinó para besarla. Apartó los labios tras el intenso beso, ella mantuvo la boca abierta y le lanzó un escupitajo en la lengua, escupitajo que ella tragó. Se miraron con intensidad. Le mantenía apretujada las mejillas.

- .. ¡Ahh! Sí, me encanta ¡Ah! - Decía completamente sacada.

Después de varios minutos tragando verga a mi Madre le faltaba el aliento, y sus pechos se movían de forma exagerada al ritmo de su agitada respiración. El desgraciado apartó su verga de mi Madre y la puso fuera de su alcance. Y sujetando su cabeza para que no se moviera le dijo:

- Me voy a correr, dime dónde ..

- ¡Ahhh! ... siiiiii, Randy cariño… no me hagas esperar más ... ¡ahhh! - Y empezó a pellizcarse los pezones para mostrar su excitación.

- Cálmate putita, que esta noche te voy a dejar bien servida, ..vas a ser toda mía hasta tu último suspiro.- Y acercó su verga al rostro de mi Madre, frotándola por todo su delicado cutis.

No me esperaba que ella dijera ya nada, supuse que sencillamente lo haría, me daba vergüenza reconocerlo, mi Madre ya no era la misma desde aquel maldito día en aquella oficina y esta Puta que estaba arrodilla frente a ese chiquillo mamón me avergonzaba y me lastimaba profundamente.

- Tú vas a ser mi puta desde ahora, ..y yo te tendré bien servidita siempre, ¿entendido?. Ahora dime mi Putita, ..¿dónde quieres mi lechita?, ¿en tu carita?, ¿en tus tetonas? ¿o en tu boquita?

- Donde quieras. - Le respondió sin más.

El rostro del Jr. delató que no le gustó la respuesta, así que le dijo:

- Mira Puta, ..sé lo que quieres, pídemelo, o te quedarás sin probarlo.

Mi Madre estaba en un dilema, si se los echaba en la cara arruinaría su fino maquillaje, cerca de una hora para colocárselo. Si se los echaba en el pecho, su vestido con amplio escote quedaría arruinado, además de que en aquel lugar no había rastro de alguna servilleta o pañuelo con el cual limpiarse. Quedaba una última opción, su boca, pero a Mamá siempre le había dado repulsión tragárselo. Lo pensó unos segundos, estaba demasiado excitada, y sabía que él tenía razón, así que le susurró:

- En la boca, ..dámelos en la boca, los quiero degustar todos.- Dijo pensando en que después regresaría a la fiesta sin ningún tipo de mancha o de humedad que pudieran delatarla.

Con el final de la frase, Randy comenzó a temblar de modo convulsivo de los pies a la cabeza, y pasando una mano por el pelo de su Madrina, le indicó que el fin estaba cerca. El desgraciado se vino en una lluvia de semen, mi Madre cerró los ojos al sentir los primeros chorros calientes sobre su paladar provocándole una sensación indescriptible. Cuando a las primeras sacudidas le siguieron unas descargas que se estrellaron contra su paladar y la inundaron, hizo lo primero que se le ocurrió, que fue beberse todo el líquido que había anegado su boca. Por tercera vez en el día, estaba observando a ese hijo de Puta venirse sobre una mujer, para mi maldita mala suerte esta era la segunda vez que lo hacía sobre mi Madre.

- Eso es, ¡Ooh!, ..un buena Puta siempre debe de cargar el sabor de la leche de su Amo en su boca. ¡Ooh! ¿Te gusto Putita?, ¿te gusta el sabor de la leche de tu Macho?- Diciendo esto se incorporó sacando su arpón de los rojos labios de mi Madre, que iba perdiendo tamaño por momentos, hasta quedarse en un todavía buen pedazo de carne pero sin vida ni dureza alguna.

Mi Madre aún no se reponía del asco y del mal sabor que había dejado esa sustancia agridulce y espesa en su delicado paladar, se levantó limpiándose los labios con el dorso de su mano para después mirarlo a los ojos con los ojos vidriosos conteniendo el asco.

- Sí ..- Respondió retocándose el cabello que por los jalones y toqueteos se le había alborotado.

- Es estupenda, Madrina ..ahora regresemos ¡Ja, ja!.. porque ya deben de estar esperándonos. Que mal anfitrión soy, ¡Ja! ..la gente esperándome allá y yo acá comiéndome este pastelote ¡Ja, ja!..- Agregó con un buen agarrón de nalgas.

Ayudó a mi Madre a incorporarse, a la cual todavía le temblaban las piernas. Para terminar, se fundieron en un último morreo apasionado, dándose todo el tiempo del mundo a toquetearse mutuamente, mientras uno tocaba los pezones aún duros y le baboseaba su largo cuello, la otra irreconocible le pellizcaba ese culo duro y firme que tanto le gustaba. Este último morreo se me hizo eterno. Como buenos amantes, demostraban su gratitud hacia el otro a través de toqueteos por todos lados y ansiosos movimientos de sus vientres. En otras circunstancias tal vez hasta me hubiera parecido erótico, pero resultaba que la amante no era otra que mi Madre, a la que yo siempre había creído decente y fiel.

Cuando por fin acabaron con su eterno agasajo, el Jr. le dio un cachetazo en el culo a su Madrina para que sé que apurara y comenzó arreglarse para salir, no sin antes tomar las bolitas que habían estado guardadas en el interior de mi Madre todo este tiempo, que dejó sobre la mesa pensando seguramente en otro de sus perversos planes. Mi Madre todavía admiraba ese magnífico cuerpo que cada vez resultaba menos desnudo, y cuando la visión del pene de su Ahijado desapareció bajo sus pantalones le llegó un tipo de remordimiento, estaba jugando un juego muy peligroso con su Ahijado de 18 años y eso podría acarrearles problemas graves. Por suerte no sospechaba que les pudiera haber visto nadie y ni se daban cuenta de que el pequeño Pedrito los observaba desde la oscuridad, atónito, con una mezcla de sentimientos de furia, vergüenza e impotencia, mientras se arreglaban sus ropas y Mamá estiraba su vestido para borrarle las arrugas. Cuando se dio la vuelta, el vestido se encontraba enrollada en su cintura por lo que pude observar que tenía las nalgas algo enrojecidas por los brutales cachetazos de su maldito Ahijado.

Cuando hizo ademán de bajarse la falda aún enrollada en su cintura el Jr. la detuvo. Ella sonrió sorprendida, y él aún más divertido le enseñó las bolitas chinas que habían permanecido en su cuerpo. Cuando el desgraciado tomó una copa para llenarla de champán se me vino su idea perversa de aquella ocasión en la casa.

- ¿Te hiciste el enema?- Preguntó.

- Si, si, ..¿p, pero porque me lo preguntas? ¿No estarás pensando en hacerlo ahora?

- ¡Metete las bolas!, ..más tarde quiero hacerlo.

- ¡P-pero Randy!, ..no pondré andar así.

- ¡Mételas!, y ya no quiero más remilgos, ..además, ya estarás más que acostumbrada. No será la primera vez que lo haces, ..¿no lo recuerdas?

El desgraciado metió las bolas en una copa de champán y las vatio como lavándolas, el pervertido estaba lavándolas para metérselas en el cola a mi Madre, como lo había hecho aquella vez en casa.

- ¿Que vas a hacer? ...

- ¡Voltéate y no te muevas!, ..quiero oír que cuentes las bolitas que te voy retacando.

Para mí eso era como una película Irreversible, el hijo de puta lo estaba haciendo de nuevo, tomó a mi Madre de los hombros girándola bruscamente hasta colocarla encima de la mesa, sus pomposas nalgas quedaron en popa hacía él. El infeliz volvió a subirle el vestido y a bajarle las bragas hasta los tobillos para que no estorbaran. Mamá sabía que la obligaría a hacerlo por lo que solo sintió cuando su pervertido ahijado le abrió los cachetes para que así su rosado y húmedo ano recibiera un escupitajo en forma de lubricante. Una vez en esa posición, sacó una de las bolas chinas de la copa aun cubiertas de champán y se la frotó por el ano. Mamá al verse en esa postura y sintiendo como el champán refrescaba su tibio esfínter y escurría por sus piernas, imaginó cual iba a ser la incomodidad al recibirlas, por lo que empezó a suplicarle:

- R-Randy por favor, ..t-ten mucho cuidado.- Gemía mi indefensa Madre, pero a su Ahijado le daba igual.

Puso una bolita a la entrada de ese delicioso trasero y apretando con el dedo gordo se la metió en el ano. Mi Madre se estiró de dolor al sentir aquello en su recto, luego el desgraciado se la fue introduciendo más y más con el dedo índice.

- ¡A-auuchh! Unnaaaaa...- Repetía.

Luego tomó otra segunda bolita y la colocó en la entrada de su ano como la primera. Mientras que la bola invadía su ano los ojos de mi Madre no dejaban de mirar los suyos ...pudiendo así notar en su Ahijado el efecto que causaba cada nueva intrusa en ella ..en su sexo ..en su respiración ..en su mirada. Su ano no estaba tan bien dilatado por lo que cada bolita entraba con dificultad.

- ¡A-AYY!! Dooos...- Contaba.

Repitió la operación con la tercera de las bolas, hasta que el ano de mi Madre hacía desaparecer la última bola. Cada bola dentro de su culo le producía más y más dolor, y ella gemía con desesperación.

- ¡Nooo! ¡T-treeeeessggghh!!

Nuevamente mi Madre quedó con las tres bolas incrustadas en el intestino. No sabía qué hacer, además de la incomodidad de traer esas cosas dentro con cualquier movimiento brusco estas podrían salir de ella botando de entre sus piernas como si ella fuera una especie de maquina tira bolitas. Y para terminar el cuadro, el desgraciado pervertido no bastándole con poner a mi Madre como gallina ponedora todavía le dijo:

- Espera, toma un trago para el camino.- Mostrándole los restos de la botella de champán.

La empujó de la cabeza hasta que quedó de nuevo empinada sobre la mesa. Le metió un par de dedos en el chocho, removiéndolos y empapándolos bien en flujos. Luego los uso para lubricarle el ano, y meterle el cuello de la botella por el mismo. La inclino hasta que el poco líquido que quedaba se deslizo por su recto. La burbujeante bebida entró por el conducto digestivo de mi Madre produciéndole más incomodidad, ya que ahora la pobre no solo tenía que preocuparse de las bolas sino que además de la precipitación de la bebida por sus muslos.

- Apuesto que nunca habías bebido de esa forma ¡Ja ja ja!.. Ahora sí, acomódate el vestido y límpiame antes irnos.- Metiéndole tres de sus dedos en la boca.

Tras acomodarse de nuevo el vestido recogió las braguitas del suelo, haciendo un gesto de incomodidad al notar como las bolas se le acomodaban por dentro junto con la bebida. Mi Madre no sabía qué hacer ante su nueva situación y su Ahijado le indicó que ya era hora de volver al jardín con otro cachetazo en el glúteo, que por la cara que puso mi Madre, debió hacerle notar como esas pequeñas bolas se movía dentro y comenzaban a darle sensaciones un tanto raras, amenazando con salir a la vista de todos con cada paso que daba. Mi Madre comenzó andar hacia la puerta con pasos muy pequeños, primero por la incomodidad que le daba y segundo porque al mínimo movimiento brusco las pequeñas bolas en el interior de su recto y/o el líquido se precipitarían hacia fuera e irían a caer como canicas. Seguro que en esos momentos no le hacían tanta gracia los zapatos de tacón alto que llevaba y las mini bragas que no le taparían en nada. Mientras mi Madre hacía malabarismos para caminar, el Jr. tomaba otra botella de champán más. Debido a que una de ellas había sido utilizada para seducir y lubricar a mi Madre, estaba bastante vacía.

Tomó las dos botellas y dándole un beso en la mejilla a mi Madre le dijo:

- Vamos Madrina, los invitados nos esperan, ..¿y no queremos hacerlos esperar, verdad? ..mi Putita ¡Ja ja ja!..- Como si fuera algún tipo de animal obediente. -Ahora vamos a unirnos a la fiesta.

Cuando Mamá intentó colocarse las bragas como última barrera de precipitación para ella escuchó a Randy negárselo.

- ¡Tsk, tsk!.. Deja eso allí, nada de bragas.

- ¡P-pero Randy!.- Pero una simple mirada de esté terminó por darle su respuesta.

Mamá notó como el champán le resbalaba por los muslos. El vestido era largo así que no se vería, pero eso no significa que ella no lo fuera a notar.

- Vamos… tienes que hacer de buena anfitriona.

Primero salió el Jr., ella temiendo ser descubierta decidió quedarse un poco más para recuperar el control de sus palpitaciones y acomodarse bien sus ropas, para que nadie notara lo que acababa de ocurrir. Y fue algo así como cinco minutos más tarde que por fin salió del sótano y tras seccionarse de que nadie la hubiera visto, se escurrió hasta los tocadores para damas que habían improvisado para los invitados, dónde quizás pudo acabar de recomponerse y volver a aplicarse un poco de maquillaje.

Yo salí despavorido hasta nuestra mesa. Cuando llegué a donde estaba la gente y me senté, todos iban ya bastante alegres y algunos borrachos, que casi ni se dieron cuenta de que el invitado principal había desaparecido y hasta ahora regresaba. La verdad es que me preguntaba si con toda la algarabía de la fiesta Beatriz y Ashley se habían dado cuenta de que el Jr. y mi Madre se habían ido en algún momento, pero al parecer aún seguían grabando palabras y elogios que engrandecerían más a ese estúpido fanfarrón. Al cabo de un segundo apareció el Jr. con las botellas y mi Mamá aun no salía de los tocadores.

Pero cuando regresó a la mesa, de inmediato se excusó con algunas de las amigas con las que conversaba, diciéndole que había ido por unas botellas y había aprovechado a subir a su habitación, por lo que se disculpó por haberlas dejado solas y les aclaró que había ido al tocador a arreglar algunas cositas que andaban mal.

-  Te sientes bien?..- Le preguntó una...- Si quieres te consigo alguna aspirina o algo para que no te sientas mal?- Se ofreció.

Era claro que no se sentía bien y menos sus intestinos. Se sentía algo fuera de lugar. Y notar la 3 bolitas que le taponaba el ano y el champán escurriendo por sus muslos no le ayudaba. La bebida ya había traspasado las bandas de sus medias y había empezado a escurrirse por la zona interior de sus muslos. Afortunadamente para ella, todo el mundo estaba tan alegre y la oscuridad de la noche nadie se fijaría en sus piernas.

Me hice el despistado entreteniéndome con mi celular, no conocía a nadie y no había una persona de mi edad con quien conversar, por lo que la fascinación por espiar a mi Madre era lo único que me distraía y me quitaba el fuerte aburrimiento que me costaba estar de invitado en el festejo de ese pinche mamón, además claro de la terrible erección que empezaba a disminuir debajo de mis calzoncillos por todo lo vivido.

Busqué la mirada de Mamá de lejos, que solo me lanzó una sonrisa tibia, era claro, Mamá no quería acercarse a mí por la situación en la que se encontraba, bastaba con ponerle atención por un momento para saber que no estaba nada cómoda por lo que portaba ya en los intestinos. Se quedaron parados por unos segundos observando a los invitados. De vez en cuando veía a Randy mirarla y sonreía por su ocurrencia. Sabía perfectamente que tenía dominada a su Madrina y eso le engrandecía más el ego.

El tal Ralph y su reciente conquista ( Amiga de Beatriz ) ya no bailaban. Me costó localizarlos. Estaban en un rincón junto a un enorme árbol, abrazados. Se estaban besando, morreándose para ser más exactos. El Amigo del fanfarrón estaba comiéndole la boca a la Amiga de su Madre de una manera salvaje. Le mordía los labios, la besaba bruscamente y se retiraba incorporándose en toda su estatura, entonces ella con la boca abierta buscaba de nuevo ansiosa los labios de él poniéndose de puntillas intentando alcanzarlo. Ralph la agarraba por el culo alzándola levemente y se agachaba de nuevo encontrando otra vez la boca de ella, y así se enredaban en un nuevo beso salvaje. Tal parecía que los dos desgraciados arrogantes se estaban divirtiendo mucho esta noche, solo que el desgraciado del Jr. lo hacía con mi Madre.

Aprovechando que los había localizado, olvidé unos segundos a mi Madre y al Jr. para ver a ese tal Ralph, no me había caído para nada bien, era amigo del fanfarrón por lo que su manera de ser y la manera de comportarse eran las mismas. Las manotas del mulato apretaban el trasero de aquella mujer, arrastrando consigo el pequeño pantalón hacia arriba, hasta que las nalgas de ella se hacían claramente visibles. El desgraciado era igual de sinvergüenza que el Jr., no le importaba que los invitados pudieran verlo, tan solo se habían retirado unos metros para hacer lo que estaban haciendo.

El muy cabrón le daba pequeños cachetes, variando el ángulo y la posición, ella respondía estremeciéndose, separándose un momento de él para tomar aire, para suspirar y sonreírle, y acto seguido volver a llenarse la boca con su lengua. Pronto las bragas de la mujer se hicieron visibles. Eran blancas al igual que el pantalón que portaba aunque en la distancia no podía distinguir el género. Miré alrededor, los invitados bailaban y bebían, nadie se percataba de lo que sucedía en aquellos árboles. Pero cuando volteé hacía Mamá, ella increíblemente si lo había notado, estaba absorta contemplando la escena, el Jr. se puso a un lado de ella para comentarle:

- Se la va a chingar, esta misma noche.

- No creo. No... no lo creo. Lorena tiene su esposo y es muy feliz.

- ¿No?, no conoces a mi Amigo, ..es un cazador y ya tiene presa.

De repente Ralph le dio la vuelta a Lorena y la puso de frente, observó que su amigo y mi Madre lo observaban de lejos, pero lejos de inmutarse ni cortarse en lo más mínimo empezó a acariciarle los pechos por encima de la blusa, con suavidad, discreta pero rotundamente. La tal Lorena que mi Madre aseguraba incapaz, se dejaba hacer con una sonrisa. El tipo le agarraba las manos por las muñecas y seguía los movimientos circulares de él alrededor de sus tetas. De esta manera le acompañó en el viaje por su cuerpo cuando bajó hasta su cintura, cuando enrolló su blusa para destapar su ombligo y acariciarlo. Cuando bajó hasta sus muslos evitando la protuberancia evidente de su monte de venus, claramente perfilado por ese pantalón levantado y estirado hasta lo imposible. Le acompañó también cuando finalmente, con un golpe seco atrajo las caderas de ella hacia su entrepierna. Ella emitió un suspiro y sonrió. ¡Sus ojos se posaron en mí, un instante! Me miró fijamente mientras el enorme Ralph la abrazaba y la mordía el cuello. Me miraba mientras la lengua de él acariciaba sus orejas. Me miraba.. luego impaciente se dio la vuelta y empezaron a morrearse de nuevo.

En eso llegó Beatriz y Ashley que habían acabado con su recorrido grabando elogios de los presentes, sin imaginar que el festejado y su Madrina habían tenido un encuentro ya muy frecuente y que la Amiga de Beatriz la tal Lorena en estos momentos ya se había perdido de entre los árboles para coger quien sabe dónde.

- ¡La fiesta está siendo todo un éxito, Ashley! ..solo que este chamaco se pierde y no sé dónde está.- Decía Beatriz.

- ¡Oh!, no, Randy is where.- Le contestó su nuera apuntando al Jr. que platicaba a carcajada abierta con otros de los invitados.

Dejaron la cámara en la mesa y me pidieron que la cuidara. En eso llegó mi Madre ya sola cargando las botellas, venía bastante nerviosa y de inmediato se sentó para evitar que no observaran su estado. Aún estaba ligeramente sudorosa y mostraba sus mejillas sonrojadas, no le dije nada para no incomodarla frente a sus amigas pero era claro que estaba bastante molesto con ella.

- ¡Mónica trajiste las botellas!, ..brindemos Amigas por la gran velada. Y por el mejor hijo que una Madre puede tener.- Decía Beatriz mientras acomodaba las copas para servir.

- My también querer brindar.- Decía la Canadiense.

- ¡Oie!, creo que tú ya brindaste Amiga, ..la botella está casi vacía ¡Ji ji ji!..- Dijo Beatriz al notar una de las botellas casi vacía.

- No, no para nada, ..Randy me, ..Randy se sirvió unos tragos.- Dijo Mamá apretándose las piernas.

- Bueno chicas, ..por mi hijo Randy y por la mejor velada de nuestras vidas ¡Ji ji!..- Dijo Beatriz levantando su copa.

- ¡By Randy!

- Por mi Ahijado.

Y fundieron las copas en todo lo alto, como si ese desgraciado mamón se lo mereciera tanto, si el hijo de la chingada ya se había perdido de la fiesta a echarse un cigarrillo de mota junto con otros de sus Amigos. Pero en fin, no cabe duda que siempre las Madres están cegadas por sus hijos. Yo solo las escuché y reí para mis adentros mientras observaba yo si a mi Madre sentada incomoda por lo que llevaba dentro.

La fiesta no terminaría hasta altas horas de la noche, por lo que el estar escuchando las pláticas aburridas de mi Madre, de Beatriz y de todas las demás me estaba dando sueño. La cena había pasado ya por lo que solo la algarabía y el baile era el momento de la fiesta. Muchos de los invitados se estaban retirando. La música se tornaba más juvenil y Mamá que en ocasiones volteaba a mirarla debía de aguantar aquellas sensaciones mientras hablaba con sus amigas. A su desnudez bajo el vestido, la viscosidad que sentía en sus muslos y la incomodes de las bolas se le unía a la vibración. Se sentía sucia allí, aparentando normalidad sabiendo que bajo ese vestido se estaba comportando como una puta. Mientras su Ahijado celebraba fumándose un porro y alzando más su ego con los invitados. El muy hijo de puta siempre encontraba un momento donde abusar de mi Madre durante el festejo y ella tenía que pasar el resto de la fiesta con el champán y sus propios fluidos secándoseles en sus muslos y sin las bragas entre todos los invitados.

Me levanté de la mesa y me dirigí a la cabaña, no estaba bebiendo nada por lo que un delicioso jugo de uva me caería de perlas. Abandoné el jardín y me dirigí a la cabaña derechito a la cocina, abrí el refrigerador para tomar el jugo, cuando me lo estaba sirviendo entró el fanfarrón para servirse un plato de cena.

- ¡Que hay Pedrito!, ..¿te estas divirtiendo?.- Me dijo mientras se servía un plato de la cena.

- ¿Te parece que me divierto?, ..ya me cansé de escuchar a tu Mamá y Mamá hablar de los vestidos y los invitados de la fiesta.

- Tienes razón, ..yo también estaría igual, pero ya sabes cómo son las mujeres. Solo piensan en ropa.- Sus ojos denotaban el estado estimulado por la droga.

- ¿Vas a cenar?

- Tengo un hambre que me comería un oso, no alcancé la cena, ..¿te lo puedes creer?, Todos comieron menos el celebrado. ¿Qué cosa, no?

- Te buscaron pero no te encontraron.

- Estaba echándome un cigarrito allá afuera, ..no le vayas a decir a mi Mamá. Por cierto, ¿no le notaste algo raro a tu Mamy? - Me preguntó el muy cabrón.

- ¿A mi Mamy? - Respondí fingiendo ingenuidad.

- Sí ..- Me sonreía con cierta malicia.

El desgraciado se refería a las tres bolas que le había obligado a meterse, o más bien él se las había incrustado en la cola. Estuve a punto de contestarle de mala manera cuando en eso entró el tal Ralph. Evidentemente Randy se debió sorprender al ver a su amigo entrando a la cocina solo, y más aún sin llevar tan siquiera la camisa acomodada, que no se había llegado a acomodar sabrá los dioses porqué.

- Y tú, Ralph ..¿qué haces aquí?- Le preguntó el Jr. con toda la curiosidad del mundo.

Por unos instantes el norme mulato no supo qué contestar, resignado y molesto porque los planes se le habían torcido, pero los recursos de ese individuo parecían ser inagotables y en vez de buscar excusas estúpidas le dijo en voz baja:

- ¡No te lo vas a creer!, ..estaba a punto de.... enrollarme a esa puta vieja ¡cuando llegó tú Madre!!

El tipo cortó su vulgar dialecto a la hora de hablar por mi pequeña presencia, por lo que al quedarse ligeramente callados y viéndome como si les estorbara, apuré en llenarme de nuevo el vaso y salí de la cocina para dejarlos hablar, pero solo emparejé la puerta y pegué la oreja para escuchar lo que decía:

- Te decía, estuve a punto de joderme aquella putita cuando nos vio Beatriz.

Por supuesto Randy pensó que su amigo iba de farol, y con una sonrisa guasona le contestó:

- ¡Anda ya, Dandy boy! Siempre con tus aires de conquistador de mujeres ¡Ja ja!..

- ¡Que sí Papá! Iba a metérsela cuando ha llegado tu Mamy y la cagó toda.

- ¡Qué me dices!, ..¿de verdad? .. Vamos, no digas tonterías. Pero si esa mujer está casada.

- Tan verdad como que ya me ha hecho una mamada de campeonato. Ahora está allá afuera, vistiéndose y limpiándose la boca del semen que le he echado ¡He he he!..

- ¿Me vas a decir que también te has corrido en su boca?

- Pues sí aunque no me creas, al principio no quería, pero al final la he convencido y se lo ha tragado todo. Ni te imaginas como la chupa esa mujer.

- ¡Anda ya! Te estás luciendo conmigo. Como te la va a chupar esa vieja si siempre ha presumido de ser casada, y encima aquí, en la fiesta frente a su amiga, mi Madre.

- Sé que parece imposible, pero es verdad. Es una mujer muy caliente, sólo hay que saber calentarla bien con tacto ¡He he he!..

- ¡Ja ja!.. Solo bromeaba, ..si te vi como la tenías en aquel árbol. La muy Puta hasta torcía los ojitos ¡Ja ja!..

- Cabrón, ..si casi me la cojo, solo que nos vio tu Madre. ¡Casi me encuentra con la verga dentro!

- Pendejo, me hubiera pedido la llave de la cabaña.

- Tenía que hacerlo rápido, ..casi no quería.

- Bueno no te quejes, ..de perdida te ha deslechado.

- Vieras como succiona la muy puta, ..parecía becerra. No le cabía toda en la boca pero se lucía la cabrona.

- La que se luce es mi Madrina, ..que buena está.

- Ni me digas, había olvidado decírtelo.. ¡Qué buena está la hija Puta!, ..tienes a la Madrina más rica del mundo.- Le escuché que decía.

- ¿Te gusta?

- ¿Que si me gusta?, ..¡me encanta tío! Tiene un pinche culote que apenas puede moverlo ¡He he he!.. Cuando bailé con ella no pude contenerme en arrimarle el palo, nomás se hacía para atrás la muy putita.- Estoy seguro que le gustó.

- ¿Y adivina quién se lo está chingando?

- ... ¡No mames!, ..¿TE ESTAS CHINGANDO A TU MADRI....?

- ¡TShhhhh!! Baja la voz, ..quieres que te escuche toda fiesta.

- Vaya polvazo que tiene la cabrona. ¿Coge bien?

- ¡Fenomenal cabrón! Y vieras como le gusta, ..no se cansa.- Le incitó.

- Y eso que tu verga es como un puto dedo ¡He he he!.. Cogía yo ese culo lo reventaba.

- Voy, voy, voy, ..si ya me dijeron que eres un negro de mentiras wey.

- ¿Quién te lo dijo?, ..tu hermana ¡He he he!..

- Hey, hey, con mi hermanita no te metas.

- Ya enserio, ..como te enrollaste con ese bombón.

- Oh bueno uno tiene sus secretos, ..y no ando presumiendo mi verga con las viejas.

En eso escuché que se acercaban a la puerta, me retiré de ella y esperé a que esos dos salieran, se fueron hablando y se detuvieron en el porche como observando la fiesta, pero su vista estaba centrada solo en mi Madre.

- ¿Qué te parece?.- Le preguntó el Jr. a su singular Amigo.

- Siii, ..tiene cara de coger como una bestia. Aunque ya ha de estar un poco floja, ..pero me pone saber que ella es tu Madrina.

- Cabrón pervertido, ..pero te equivocas, mi Madrina está más apretada que todas las putitas de nuestra escuela. Hace mucho ejercicio y esta viuda, ..te imaginas, ese culón no tiene a nadie que lo llene.

- ¡No me chingues!, ¿no tiene Marido?

- Nada, solo a su Ahijado para que la rellene ¡Ja ja!..

- ¿Has visto cómo te mira?

- A la cabrona la tengo como pavo relleno, ..¿te acuerdas de Escarlett?

- ¿No mames?, ..¿le metiste unas bolas?

- No le ves la carita, ..esta que chorrea porque se la meta. Y ahora con el pinche churro que me aventé, me puse la verga a tope.

- ¿Y cómo le vas hacer?, ..tu Madre y tu novia están que no se le despegan.

- Ahí es donde entras tú, ..las vas a distraerlas mientras yo me la enculo.

- ¡No chingues!, ..¿le das por el culo?

- Y no sabes cuánto le gusta, ..¿pues donde crees que trae las bolas.

- ¡Se las metiste por la!...

- ¡Ja ja!.. No te dije, ..yo también tengo mis encantos.

- ¡Venga esa mano Amigo!, ..por eso me junto contigo. Vaya culo que se le ve a la hija Puta con ese vestido. No se me quita de la cabeza que trae unas bolas dentro. ¡Mira!, me puso la verga hinchada con solo pensarlo.

- Qué cabrón, sigues como siempre. Entonces qué, ..¿me vas a ser el favor de entretenerlas?

- ¡Agüevo que sí!, ..pero con una condición. Que me hables por teléfono cuando la estés chingando, ..quiero escuchar como gime la muy puta cuando la están culenado ¡He he he!..

- Pinche pervertido, ..pero, está bien. Para que te des cuenta que como la tengo y que no ando de bocón.

- Oie, ..¿y no habrá forma de que me prestes a tu Madrina?

- No sé, macho, ..con lo vicioso que tú eres, me la destrozas. Y ella es delicada.

- Vamos, que no le voy a dejar el boquete más grande del que se lo vas a dejar ahora. Pregúntale si quiere.

- ¿Ay sí, y que le voy a decir?, ..Madrina, ¿quieres coger con mi Amigo?

- Eso déjamelo a mí, ..solo échamela, yo me encargo. Apuesto que nunca ha visto un black cock como el mío ¡He he he!..

- Ya veremos, ..solo has lo que te digo.

- ¿Y dónde te la vas a encular?, ..no querrás meterla en la cabaña que me vas a prestar. Mira que no quiero dormir entre fluidos y sustancias raras ¡He he he!..

- No hombre, ..me la voy a chingar en mi habitación, frente a la ventana. Así mientras todos están celebrando y bailando acá abajo, yo estaré viéndolos desde arriba abriendo el regalo que mi Madrina trajo para mí ¡Ja ja ja!..

- Si serás cabrón, ..uno acá platicando y tú allá arriba disfrutando de ese manjar. ¡Mira nomás que tetas tiene!, las piernotas, esa carita, ..ya me la imagino devorándome el garrote ¡He he he!..

- Por lo pronto distrae a Ashley, ..mi Madre anda muy ocupada. Ni se enterara cuando mi Madrina desaparezca.

- La sacaré a bailar, ..ni se va a enterar para donde agarró su noviecito ¡He he he!..

Los hijos de Puta estaban hablando de mi Madre como si fuera una de las estúpidas mocosas con las que se revolcaban. La verdad que esos dos eran un par de cabrones, solo pensaban en cogerse viejas y tronar culitos. Yo la verdad que estaba muy enojado, no solo por lo que había escuchado de esos dos, sino por la displicencia que hacía mi Madre con todo lo que le estaba ocurriendo, apenas había logrado escapar de aquel viejo desgraciado que con solo acordarme me dolía hasta el estómago y ahora ya estaba en un fuerte embrollo con su Ahijado y ese aprovechado mulato que solo pensaba en donde meter su “black cock” como él lo denominaba. Por lo que ya sabiendo sus cochinos planes regresé a la mesa donde Mamá y Ashley platicaban mientras Beatriz andaba de allá para acá atendiendo a los invitados.

- Mi amor, te noto cansado ..deberías irte a dormir.- Me dijo en cuanto me observó.

- ¿Dormir?, ..lo que necesito es que nos larguemos de aquí.- Respondí bastante molesto.

- ¿Que dijiste?

- Nada Mamá, que estoy aburrido.

- Y como no te vas a aburrir si estás todo el día con el celular, ..la verdad mi amor, yo no sé qué tanto haces en el internet. Te comportas de una manera muy extraña, ..ya no sales a jugar, no tienes Amigos. Todo el día estas metido en tu computadora o en el celular.

- ¡Ya Mamá no me digas nada!, ..no estoy de humor en este momento.

- ¡Pedro Tapia, no me gusta que me hables así!, ..anda levántate de la mesa y vete a dormir jovencito .. Si tu Padre te viera.

- Si mi Padre nos viera, Mamá.- Me levanté de la mesa y me encaminé a mi habitación más enojado.

- Mañana hablaremos jovencito.- Me dijo.

Llegué a la habitación echando lumbre, tenía tantas ganas de escupirle a mi Madre que si no tenía Amigos era por estarla cuidando, por estarla vigilando cada vez que se le calentaba la cola y se iba a revolcar con esos desgraciados. ¿Que no se daba cuenta mi Madre que todo lo que estábamos viviendo era por su maldita forma de cambiar a la hora de encontrarse con esos desgraciados. Lloré en mi cama por unos minutos, pensaba en mi Padre y en como nuestra vida se nos estaba derrumbando cada vez que mi Madre se doblegaba, a veces pensaba que hubiera sido mejor que Fernando me hubiera enviado lejos, así no vería en lo que se había convertido mi Madre.

Pero en fin, las cosas estaban así y tenía que enfrentarlas, por lo que acomodé un par de almohadas simulando mi silueta bajo las cobijas, así si mi Madre se asomaba por la puerta me vería acostado. Por mi parte salí de la habitación y me dirigí a la del fanfarrón, en la cual el desgraciado planeaba encularla..

La habitación era simple pero bien arreglada. Una cama de madera, con sus correspondientes barrotes en la cabecera y a los pies, acomodada en el fondo del cuarto y cubierta de una colcha gruesa. A un costado, sobre un escritorio personal, papeles, cuadernos, lapiceras, libros, un equipo de música y varios CD. Más allá un espejo de cuerpo entero y junto a él un armario al costado. Dentro del armario se dejaban entrever algunas prendas de ropa que el Jr. solía usar. A la orilla, una enorme ventanal para observar el hermoso panorama que el bosque y la luna brindaba, una buena habitación que quizás serviría de inspiración para algún dibujante o escritor, lo típico de una hermosa cabaña como esta.

Me asomé por la ventana y observé toda la fiesta, el jardín estaba de frente y se podía ver la mayoría de los invitados en sus respectivas mesas los que estaban y la tipo duela donde los demás estaban bailando. En el fondo Mamá aún seguía sentada junto a Ashley mientras estaban riéndose a carcajadas tras un chiste que seguramente le había contado ese tal Ralph, los desgraciados ya estaban llevando su plan, el mulato ya se había apoderado de la atención de Ashley mientras que Beatriz andaba de mesa en mesa atendiendo a todos los invitados. En minutos Mamá se encontró aislada. En eso veo como el tal Ralph que se levanta y seguido de él Ashley, el desgraciado la había sacado a bailar tal y como lo habían planeado. Mi Madre aprovechó para sacar su espejo del bolso y retocarse un poco, quizás sacar su pañuelo y limpiar su sudor, las terribles bolas la tenían al filo del orgasmo. Cuando en eso, alguien la agarró del brazo y tiró de ella. Volvió la cabeza y vio a Ahijado.

El desgraciado se fue hacía un lado y mi Madre rumbo a la cabaña. No había que ser un mago para saber hacía que parte de la cabaña se dirigía mi Madre. Rápidamente corrí hacía la cama pero esta era demasiado baja, el corazón me latía a mil por hora y la ansiedad me limitaba a no saber qué hacer, volteé rápidamente para todos lados buscando un escondite, en eso observé el armario y corrí hacía él, tenía algo de miedo, si el Jr. buscaba algo en él yo no tendría pretexto que decir, por lo que arriesgándolo todo me metí en él…



El corazón me latía tanto que hasta podía escucharlo a pesar de la algarabía de abajo. La habitación estaba oscura pero por la luna y las luces de abajo se apreciaba todo perfectamente. Cuando en eso, escucho que se abre la puerta la habitación y la sensual silueta en forma de violín de mi Madre aparece en el rayo de luz que entra por la puerta. Mamá se adentra en la oscura habitación y cierra la puerta tras ella, camina hasta el ventanal y observa la fiesta justo como yo lo había hecho hace unos segundos. Me parecía tan increíble que fuera tan descarada para venir a dejarse joder por su Ahijado mientras un tumulto de personas y de amigos bailan y celebran el logro académico del joven con el que está a punto de revolcarse.

En eso estaba Mamá cuando la puerta vuelve a abrirse y la silueta del fanfarrón ahora es la que se dibuja en el suelo atraves de la luz.

- Desde aquí se ve todo el bosque, ..hay una vista muy bonita.- Comentó sin voltear hacia atrás para ver a su Ahijado.

- Y desde aquí también hay una vista maravillosa.- Contestó el desgraciado al poder apreciar su cuerpo desde atrás.

Se acercó a ella. Mi Madre estaba muy cerca casi pegada al vidrio de la ventana, su trasero se miraba impresionante por lo ajustado que era la tela. El desgraciado se acercó por detrás y le apoyó con descaro su terrible bulto que amenazaba bajo su pantalón. Pasó un brazo por cada lado de su cintura apoyando sus manos en lo ancho de sus caderas. Las manos de mi Madre buscaron las de su Ahijado y las sujetaron con fuerza.

- En verdad, la vista es bonita ..¿pero por qué me sujetas las manos?

- Tus manos sueltas, son un peligro.

- Pensé que había dejado claro lo de remilgos y quejas.

- Randy esto es bastante peligroso, ..piensa en tu Madre, tu novia.

- ¿Creí que te excitaba el peligro?- El pubis del Jr. rozaba sus glúteos, solamente separados por las ropas, y sus pechos estaban al alcance de los dedos del aprovechado, aunque en esos instantes, no eran operativos.

- Sí, y me encanta, pero... no con mi Ahijado y el hijo de mi mejor Amiga.

- Yo tampoco creí hacerlo con mi Madrina, ..¿pero a gusto la pasamos, o no? ¡Mmhh!- Y le repegaba más la pelvis haciendo que mi Madre lo sintiera.

- R-Randy, esto es muy peligroso, ..si seguimos dejándonos llevar vamos a cometer una locura.

- ¿Sientes mi locura?- Su erección era más que notoria y la tenía apoyada totalmente entre sus nalgas.

- ¡Aah! ... Sí, la siento, pero no debemos continuar.

- ¿Cómo se sienten mi regalo.

- ¿Cómo crees?, ..estuve a punto de tener un orgasmo cerca de tu Madre y de tu novia.

- ¿Y porque no lo hiciste?, ..de eso se trata. De que mi putita este mojada para cuando a mí se me antoje.

- Estas loco Randy, ..tú y yo sabemos que esto es una locura. Por el bien de tu Madre, de tu novia, ..de mi hijo no debemos de continuar. Tenemos que parar ahora.

- ¿Parar y dejarte así?, ..toda mojada y con tres bolas dentro de tu culito.- El desgraciado empezó a sobarle las nalgas con total descaro.

- ¡Aaah! ... No, no debemos continuar ¡Ah!

- No continuamos si tú aceptas y niegas que no sientes igual que yo.

- Y tú, ¿qué sientes?

- Deseo, Madrina ..desde que era un crio tengo deseo por ti. Siempre envidie a mi Padrino por tenerla, ..soñaba con ser él, con poder tocarla, tenerla así como ahora. Que fuera mía y de nadie más.

- Randy son muy grande para ti, ..¡podría ser tu Madre!

- Madrina, no le pido que se case conmigo, ..solo que me desee como ya la deseo y se entregue a mí sin tapujos ni recodeos. Que sea mi Putita mojada para cuando a mí se me antoje.

- Randy te deseo tanto, pero esto debemos pararlo ya.

- Dime que no quieres ser mi putita y nos marchamos.- Ese era el momento para que Mamá lo evitara.

- No puedo decirlo Randy, ..yo también ... te deseo ¡Aaahh!

Las manos de su Ahijado descendieron por la curvatura de sus caderas siguiendo a lo largo de sus muslos en busca del final de su vestido. Con unos movimientos de sus dedos logró su objetivo, comenzando el ascenso acariciando la parte interior de los suaves muslos en busca de la cueva de placer que le ofrecía mi Madre, al mismo tiempo que arrastraba hacia arriba la tela de su falda. Pronto alcanzó su meta, pero esta aun le resultó inalcanzable ya que Mamá sintiéndose completamente indefensa y vulnerable había optado a la hora de ir al baño por volverse a colocar las bragas. Randy volvió apreciar de forma notoria la calidez que desprendía tan íntimo rincón de su cuerpo, que acarició a través de la delgada tela de su ropa interior, que comenzaba a manifestar su excitación al notarse demasiada humedad en esa zona.

- Perdona pero tuve un accidente, ..no las podía detener, se me movían para todos lados.- Le dijo disculpándose.

Randy solo sonrió y ambos labios se unieron levemente de forma entrecortada. Pronto la lengua de mi Madre hizo un amago de contacto con los labios de su Ahijado como pidiendo perdón. Randy respondió de igual forma y en unos instantes las dos lenguas tomaron vida propia y comenzaron una frenética lucha, con pasión y desenfreno, desenfreno tal que ya ni les importaba la fiesta que se celebraba a sus espaldas. Se fueron retirando de la ventana dando unos pasos hacia atrás. El Jr. la giró hasta quedar ambos de frente. Ambas miradas llenas de pasión se encontraron. Las manos de mi Madre alcanzaron los botones altos de su camisa y comenzó a desabrocharlos uno a uno mientras sus labios fueron besando su pecho allí donde antes había un botón. Cuando acabó con la camisa, continuó con el pantalón pero él la detuvo.

Enseguida realizó los mismos movimientos que ella para despojarla de su escote, bastó con despojarla de las míseras tiras que se sostenían de sus hombros para que quedara del torso desnuda. Quedaron a la vista sus desafiantes y turgentes pechos, protegidos únicamente por la oscuridad de la noche. Por tercera vez en el día mi Madre estaba desnuda frente a su Ahijado, que sin perder más el tiempo se perdió en su canalillo de las tetas babeándoselo todo. Seguidamente le tocó el turno a su falda, que a tirones y jalones mientras le babeada los senos, el hijo de la chingada la estaba desnudando, y en pocos segundos mi Madre quedaba vestida únicamente con sus míseras bragas y medias que no le cubrían absolutamente nada, pero lo más sorprendente era que los muslos interiores de mi Madre estaban empapadísimos, esas malditas bolas en su culo la tenían ardiendo y destilando jugos. Le bastó al desgraciado con una leve insinuación para que ella quedara sentada en su cama. Sus labios, quedaron a la altura de la entrepierna. Las manos de mi Madre acariciaron las caderas al tiempo que alzaba su mirada buscando la de él, como si fuera a pedirle permiso por algo. Sus dedos, se deslizaron con suavidad a lo largo de los muslos de su Ahijado arrastrando en su movimiento descendente su pantaloncillo junto con los calzoncillos, dejando a la vista su pene totalmente erecto y que apuntaba directamente a sus labios.

Sin dejar de mirarse a los ojos, mi Madre se limitó a separar sus carnosos y dulces labios y engullirse totalmente el falo que tenía a su entera disposición. De la boca del Jr. salió un suspiro de placer entrecortado. La humedad de la boca de mi Madre, la suavidad de sus labios y los movimientos de su lengua, comenzaron a hacer estragos en su Ahijado.

Para que decía que no lo podía creer si ya lo había vivido tantas veces, nuevamente tenía frente a mí a mi Madre lamiéndole la verga a ese desgraciado, el desgraciado volteaba al techo con los ojos en blanco, pronto las piernas del Jr. empezaron a temblar que no le quedó más remedio que sacar el pene de tan placentera gruta por temor a terminar lo que mucho antes deseaba. Se puso en cuclillas, y con suavidad empujó sus hombros dejándola caer sobre la cama. Acarició todo su cuerpo. Al pasar sobre sus pechos, aprovechó para dejar ante sus ojos sus erectos y rosados pezones, que sobresalían erguidos y desafiantes de unas aureolas perfectas y de color también rosado que endulzaba más la blancura de sus pechos.

Su Ahijado se entretuvo jugando con esos maravillosos pezones, hasta lograr arrancarle unos gemidos de placer. Al llegar a su cintura arrastró con sus dedos sus discretas bragas de encaje negro a lo largo de las piernas hasta sacárselas por los pies, al tiempo que dejaba un reguero de brillante saliva con la lengua.

- ¡Ya por favor, ..quítame las bolas y penétrame por dios!!- Suplicaba mi Mamy extremadamente caliente.

Pero su Ahijado no pareció escucharla, se limitó a colocarse entre sus piernas para poder apreciar su pubis, perfectamente depilado exponiendo sus abultados labios vaginales exteriores, abiertos de par en par y mostrando un pequeño clítoris brillante de flujos vaginales producidos por la excitación de mi Madre, y que estaba pidiendo a gritos ser devorado por sus libidinosos labios. Pronto sus plácidos gemidos fueron aumentando de volumen, y sus caderas se movían buscando el máximo contacto con la boca. La lengua del fanfarrón escudriñaba todos los rincones de su gruta de placer prestando especial atención a su pequeño botoncito, que a esas alturas del acto había duplicado su tamaño. Sus movimientos se transformaron en convulsiones, cuando una descarga de placer puso en tensión los músculos de su cuerpo y un ahogado grito salió de su garganta. La boca del Jr. saboreó los dulces néctares que le habían regalado.

Mi Madre no tuvo ni tiempo de reponerse de tremendo orgasmo cuando sintió que la tomaban de la mano y la levantaba a jalones hacia la ventana de la habitación desde donde se veía la fiesta y todos los demás invitados, pero sin embargo no se podía ver de igual modo al contrario por la polarización especial de los cristales. La guio cogida del cabello hasta el ventanal. La hizo colocarse de frente hacía el cristal. Sujetó sus manos colocándolas al vidrio como si quisiera revisarla. Mamá estaba sumisa con ambos brazos arriba y las manos sin separarlas del cristal de las ventanas. Ahora su Ahijado recorría de nuevo su cuerpo totalmente desnudo, explorando cada rincón. Sentía su verga rozándose con la piel de sus caderas. Acariciando todos y cada uno de los poros de su piel.

- ¡Randy no por favor, ..alguien puede vernos!!

- ¡Tshh!! Disfruta, ..el vidrio es especial, no se observa nada. No al menos de que le prestes mucha atención.

- ¿A qué te refieres?

El cabrón se entretuvo un buen rato en estrujar sus pechos mientras observaba la gente de abajo. Mamá sabía que tarde o temprano la penetraría frente a todos y trataba de asumirlo. Randy sabía que ya estaba dominada y que se dejaría hacer cualquier cosa llegados a ese punto. Luego acarició su pubis depilado, hasta que desde detrás el muy cabrón le introdujo un dedo en la vagina, luego fueron dos y al final tres. Los movía adelante y atrás a un ritmo frenético, que le hacía más daño que placer.

- ¡Aaaah! - Medio gemía y gritaba.

- ¿Te gusta?- Le preguntó.

Ella continuaba aun reponiéndose del pasado orgasmo sin responder mientras él continuaba moviendo sus dedos en su interior. Pero enseguida cesó en su maniobra.

- Veamos como llevas ese culo.- Dijo al tiempo que se arrodillaba detrás de ella separando las nalgas de su culo para comenzar a lamerle el ano. Esa maniobra volvió a encender a mi Madre.

- R-Randy, hazlo ya ..p-pero por favor, retirémonos de la ventana.- Le suplicó entrecortada.

- Tengo que cerciorarme de que no te las hayas sacado alguna.- Dijo él.

- No, como crees, ..¿acaso no ves cómo camino?.- Le increpó.

- Será mejor que te relajes.- Dijo al tiempo que introducía un dedo en su ano.

- ¡AAAh!!.- gritó sorprendida por la intrusión. El muy cabrón movía suavemente su dedo en el ano.

- ¿De verdad llevas las tres?.- Le preguntó el canalla.

- Noooh- gemío ella pues tras la sorpresa inicial se convertía en placer.

- ¿No?, ..a que te refieres.- Dijo introduciendo un segundo dedo.

- No, aaah, no, no uhhmm, tuve un accidente.- Respondió entre gemidos.

- ¿Accidente?- Preguntó girando los dedos.

- ¡Aah!, si, ..al salir se me cayó una, ..p-pero la junté y cuando estuve a punto de metérmela alguien entró y ya no pude hacerlo. Por eso tuve que colocarme las bragas.

- ¿Sé que en el fondo te gusta sentirte sucia y humillada.- Dijo en su espalda.

- Noooh- Suspiraba entre gemidos.

- Sabes... ya nunca será igual, cuando te hagan el amor ya no sentirás lo mismo. Desearás que sea yo quien te someta.- Dijo el muy cabrón mordisqueando su espalda e introduciendo un tercer dedo en su ano.

- ¡NOO!!.- Gritaba ella cerrando los ojos abandonada a sus palabras que retumbaban en su mente.

- Me gusta tu olor, ese olor que desprendes cuando estas sometida ..no tienes ese olor a las niñas que me he cogido. Tu eres una hembra, una puta en brama.- Dijo al tiempo que lamía su cuello detrás de la oreja.

- Aaahh.- Aunque trataba de reprimirlo ella se retorcía de placer.

Su ano estaba ya lo suficientemente dilatado. Pude ver como el hijo de puta guiaba la punta de su verga a la entrada del ano de mi Mamy.

- Dime que no lo deseas y todo terminará.- Pero ella permanecía en silencio sintiendo el glande entre sus nalgas.

- No te oigo.- Me preguntó de nuevo.

- Siiiii,- dije esta vez muy bajito.

- No te oigo.- Le susurraba en la nuca.

- Siii, hazlo, ..pero sácame las bolas por favor.- Dijo en tono más alto.

- ¿Qué quieres que te haga el qué?- Dijo él una vez más.

- Métemela de una vez por el culo.- Le dijo algo temerosa.

Cuando en eso sonó el teléfono del Jr. que milagrosamente estaba en uno de sus bolsillos ya que a como traía el pantalón en las rodillas era un milagro que el celular estuviera aún dentro.

- Una vez más.- Le pidió él.

- ¡Rómpeme el culo de una vez, vamos lo estoy deseando!, ..pero antes sácame esas cosas por favor.- Pronunciaba al tiempo que se agitaba.

El sujetándola fuerte por las caderas le susurró:

- Es justo lo que quería oír.- Dijo agachándose para tomar su móvil.

- ¡Ah!, ¡ah! ¿q-que vas hacer?

- Tu qué crees, ..contestar. Puede ser importante ¡Ja ja!..

El desgraciado se había puesto de acuerdo con aquel mulato para hacer la llamada, no sabía que estaban planeando ese par de descarados pero estaría a punto de averiguarlo..


- E-espera Randy no contest... ¡Ah!

La mano del Jr. empezó a juguetear con su entrepierna mientras ella echaba su culito hacia atrás yéndose a encontrar con ese totalmente erecto pene, pero lejos de parecer importarle empezó a restregarse contra él. En esos momentos no sabría decir quién de los dos estaba más caliente, si él o mi Madre.

- .... donde estás.- Se escuchaba la voz del mulato por el auricular.

- ¿Tu donde crees?, ..festejando mi graduación ¡Ja ja ja!..- Se mofaba el Jr. mientras que con su dedo empezaba a penetrar a mi Madre.

- .... ¡He he he!.. ¡Eres un pinche golfo de primera!, ..tu Mamá y tu novia andan buscándote acá y tú por allá no sé dónde cogiéndote a cualquier puta de la fiesta.

- Sii, ..es una puta de la fiesta, ..pero si vieras que puta.- Decía viéndola a los ojos.

- .... ¿así?, ..espera, no cuelgues ... quiero escuchar mientras la coges.

- ¿Oíste puta?, ..mi amigo quiere escuchar mientras te cojo. ¿No te molesta verdad?- Dijo escupiendo en la entrada de su esfínter.

Mamá aunque se negara deseaba el momento, sus piernas temblaban y el corazón se le aceleraba. Ella no podía hablar, una porque estaba sintiendo los dedos de su Ahijado dentro de ella y otra porque cualquier palabra que dijera se delataría con su Amigo, por lo que solo se limitó a cerrar los ojos y disfrutar del morbo que le sería imaginar que el mulato los estaría observando. El desgraciado colocó el celular sobre un mueble cerca de ellos para que Ralph lograra escuchar todo lo que en esta habitación estaba ocurriendo, afortunadamente para él las ventanas era lo suficiente gruesas para evitar el total murmullo de la fiesta por lo que el desgraciado escucharía perfectamente lo que aquí adentro estaba sucediendo.

- No dice nada Ralph, ..lo que quiere decir que esta puta está de acuerdo.

- .... ¡pues métele la verga amigo, ..festeja nuestra graduación cogiendo! ¡He he he!..

Los desgraciados estaba aprovechando la situación para humillarla, para reírse de ella sin que mi Madre imaginara que ellos ya estaban de acuerdo. Estuvieron como unos tres minutos en ese plan, riéndose de ella mientras el Jr. la besaba del cuello, diciéndole al oído que escuchara como su amigo la nombraba, que era su puta y que mirara por la ventana como todos estaban esperándolo a que volviera para poder felicitarlo, y mientras ella estaba allí adentro, con él, dejándose acariciar, restregando su culo contra su verga, apunto de correrse como una cualquiera. Mi Madre alcanzó otro orgasmo en ese momento con dos de los dedos en el interior de su vagina. Para mi sorpresa ya que pensé que con eso estaría satisfecha, aunque el Jr. desde luego no, vi como mi Madre se separaba de él, se repegaba desnuda a la ventana, apoyando las tetas sobre el frio cristal y sacando el culo hacía su Ahijado, moviéndolo mientras lo miraba con ojos de golfa... solo le dijo susurrante:

- ¡Ah! Por favor mi chulo... por favor... ¡Ah! .. cógete a tu puta.

El desgraciado rio para sus adentros, tenía a su Madrina chorreando y dispuesta a lo que quisiera que hiciera. Se acercó a ella sacándose la verga completamente de su calzón, se situó detrás suyo colocándole de forma que se la pudiera meter y hablar con ella al oído; se había colocado justo como él pensaba ponerla por sí mismo, el desgraciado la tenía excitadísima, y con el morbo de que su amigo lo estuviera escuchando todo se le puso más duro, estaba seguro que hasta le dolía del empalme que llevaba. Entonces le dijo:

- ¿Así que mi puta quiere que me la coja mientras mira a todos mis invitados que me están esperando para intentar felicitarme sin saber que estoy aquí regalando rabo?

- Si mi chulo, ..poséame delante de todos por favor, ..solo soy suya ..por favor poséame Señor.- Le imploraba Mamá en voz baja para que el tal Ralph no pudiera escuchar.

- ¿Poseer?

- Poseer es para las novias y las fieles esposas, ..no para las putas, ..tu eres mi puta.- Le decía susurrándole la oreja.

- .... ¡eso es Randy, así se habla, ..enséñale a esa puta!! - Se escuchaba el mulato que intervenía en la plática.

- ¡Si mi chulo, ..cógeme por favor, ..solo soy suya ..por favor úseme Señor!!

- Te voy a hacer correr como la puta que eres, ..pero que nadie te oiga cuando te haga correrte como una putita... ¿entendido?.- Le dijo mientras le daba un mordisquito en la oreja que le arrancó un pequeño jadeo.

- ¡Aah! .. No se preocupe mi Señor, ..n-nadie me oirá fuera de aquí ..- Vi cómo se metía una mano en la boca para morderla.

- Mira bien como mi Madre y mi novia no tienen ni idea de que te voy a coger acá arriba, ..cuando te deje bien cogida, voy a salir y me voy a llevar a mi novia a coger también. Me la voy a coger aquí también y le voy a meter la verga llena de tus jugos.- Le dijo y le dio un mordisquito en la oreja tras decirle eso, le arrancó otro gemido de puro vicio.

Tras decirle eso se agachó un poco pegándole un lengüetazo en la vagina, lo que hizo que se le escapara una ahogada exclamación de placer pese a su mano, acompañada de un suave jadeo. Mi Madre estaba ardiendo de nuevo, le daba muchísimo morbo el poder coger allí con él, frente al ventanal mientras observaba a todos, pero me di cuenta de que más que por la presencia de los invitados era por la de Ashley, ya que vi que sus ojos estaban fijos en ella, no la perdía de vista para nada. Y creo que llamó la atención del Jr. también porque le preguntó:

- ¿Te pone estar cogiendo con tu Ahijado frente a su novia?.- Le decía mientras le pasaba la punta de la verga por su rajita pero sin metérsela.

- ¡Aah! Por favor mi chulo, por favor... quíteme lo que llevo dentro.

- ¿Que llevas dentro putita?, ..platícale a mi amigo que es lo que guardas.

- ¡Aah! Por favor mi amor, por favor...

- Nada de mi amor, .. en cuanto lo digas.. te las saco..- Esta vez junto a su verga por su rajita usó la lengua en su nuca, acariciándosela con su húmeda puntita, provocándole un escalofrió y un gemido que fue ahogado por la mano que tenía en la boca.

- ... ¡métesela así para que sienta lo que es un pavo relleno! ¡He he he!..- Se escuchaba desde el auricular como el desgraciado Mulato alentaba a su compañero para que hiciera lo que él quería.

- ¿Ya escuchaste a mi amigo, Puta?, ..quiere que te le meta sin sacarte las bolas.

- ¡Aah! ¡No eso no, ..me vas a reventar!

- Yo creo que no ¡Ja ja!..

Entonces se la metió con fuerza por el chocho... menos mal que tenía su mano en la boca, porque si no el gemido se hubiera escuchado afuera seguro. El desgraciado se la dejó ir toda sin importarle poder lastimarla y comenzó a cogerla. Se repegaba fuerte a su espalda para sentir la piel de mi Madre contra su pecho, le apretaba las tetas y las sentía palpitar y recuperarse de la presión que habían sufrido. Mi Madre gemía como una perra, el sentir las bolitas en su culo y aquel enorme ariete reventándole el chocho, era una horrible experiencia. Se la sacó tras unas pocas embestidas, ya que tenía otra idea en mente mucho más morbosa, por lo menos para mí.

Usando dos dedos fue metiéndoselos en el chocho y en el culo alternativamente con mucha suavidad, moviéndolos con cuidado de no hacerle más daño con el fin de ir dilatándola su ano lo suficiente como para poder extraerle las bolas sin que lo pasara más mal. Cuando consideró que estaba lista para la “extracción”, con relativa suavidad, le clavó un dedo en el chocho para lubricarse de ese modo con sus propios flujos, le dio dos o tres embestidas mientras mi Madre no dejaba de emitir pequeños gemiditos ahogados de placer. Después se lo sacó, y aprovechando que tenía la boca ocupada con su mano en esos momentos, se lo metió en el culo solo hasta la mitad, quedándose quieto mientras con la otra mano acudía a machacarle el clítoris para intentar intensificarla la sensación de placer con el fin de ahogar lo más rápido posible la de dolor. Observé como mi Madre se quedaba rígida un segundo y mordía su mano para evitar el gemido de dolor que le escuché emitir muy apagado al no poder darlo libremente por tener su mano tapándose la boca.

¡El desgraciado estaba oscultándole el culo a mi Madre en busca de las bolas! Que fueron saliendo una detrás de otra, cada una con un gemido por parte de ella. Su culito estaba más dilatado y la verga tremendamente dura. Era el momento de terminar de romperlo, así que sin más dilación ni contemplaciones se levantó, abrió cuanto pudo sus nalgas y sus piernas, se puso encima de ella y cuando estuvo a punto de clavársela entera, dijo:

- Bueno puta, es hora de meterte la verga hasta el fondo, ven por acá.

- .... ¡muy bien Randy!, métasela todita, ..enséñele a esa puta de que está hecha la pinga de mi Amigo ¡Ha ha ha!..

El desgraciado la repegó al ventanal y la hizo apoyar las manos en él, inclinándola hacia delante. Mi Madre estaba parada con las piernas bien abiertas y la hizo levantar mucho más el trasero, le metió el miembro de un solo envión y su mejilla se tuvo que apoyar en la ventana. Mi Madre podía observar a las personas que bailaban y conversaban con sus tragos en la mano. Su Ahijado le daba muy duro y muy rápido que ella por más esfuerzos que hacía, no podía evitar los gruesos gemidos que se escapaban de su boca. De pronto se inclinó hacia delante y escupió en la ventana.

- ¡STUPS! ¡Límpialo puta!, ..¡saca la lengua mamona que tienes y lame bien esa ventana mientras yo te clavo la concha!

- ¡No, por favor!, ..eso no, es asqueroso, no me pidas eso.- Le rogó.

- ¡Lame, puta!, ..si no quieres que te saque la cabeza por la ventana, para que todos vean ( y bajó la voz para que según el Mulato no pudiera escuchar ) ... y más tu hijo lo puta que es la esposa de mi padrino Rodolfo.

- .... ¡si, lame bien la ventana, puta!!, ..saca la lengüita mientras recibes tu buena ración de verga ¡He he he!.. ¡Pinche Randy, ..eres un Cabrón!!

Mi Madre lo pensó por unos segundos, ese desgraciado estaba como loco, podía cumplir sus palabras, no podía permitirse correr ningún riesgo. Con dificultad, mientras recibía los embates de su Ahijado y sus senos se balanceaban para adelante y para atrás, sacó su lengua y lamió todo el escupitajo de la ventana a la vez que veía al hijo de la chingada del Mulato que miraba hacia adentro, aunque parecía que los podía observar, eso era casi imposible por la oscuridad de la habitación y el polarizado de la ventana, pero Mamá se sentía así, como si la estuvieran viendo.

- ¡Eso es puta!, lo has hecho muy bien, ..ahora de nuevo ¡STUPS!.- Y volvió a escupir.

- .... ¡sigue lamiendo esa ventana puta!, ..quiero ver tu lengüita atraves del cristal. ¿Ya me viste?, ..te estoy viendo desde acá abajo ¡He he he!.. Sabes, si mi Amigo no te llena yo te espero acá abajo.- Decía el otro desgraciado desde el teléfono.

No lo podía verlo pero me lo imaginaba, seguramente el desgraciado Mulato estaba frente a la ventana sonriendo. Beatriz, al fondo del jardín conversando animadamente con Ashley sin imaginar lo que en la ventana de su hijito estaba sucediendo.

- Por favor date prisa, te lo ruego, ¡Aah! ..tu Amigo esta allá abajo viéndonos y pronto llamara la atención de otros. Ahora sí que vendrá tu novia y tu Madre, ..mi Señor, ten compasión. Oh Dios, ya basta, ya no puedo más, no me aguanto más ¡Aaahh!

Efectivamente, toda la resistencia de mi Madre se había quebrado, a duras penas conseguía mantenerse de pie. Ella misma apoyó su mejilla en la ventana y aunque no había más saliva ya, sacó la lengua y lamía todo mientras el desgraciado de su Ahijado la penetraba una y otra vez con rudeza. “¡PLOFF!!, ¡PLAFF!!, PLAFF!!, ¡PLOFF!!” Retumbaban en mis oídos y hacía eco dentro del closet donde me encontraba.

- .... ¡vaya, Ray!, ..desde acá puedo escuchar como la clavas. Le estás dando buena verga a la puta esa, ..escucho como no para de ladrar esos gemidos riquísimos. Vamos puta, no seas tímida, ..aquí me estoy haciendo una paja escuchando tus berridos ¡He he he!..

- ¡T-tu Amigo nos está viendo!- Logró articular mi Madre dentro de tanto vergazo.

- No te preocupes por él, ..además de la oscuridad, la ventana es de un material especial. ¡Tú preocúpate por lo que te toca ahora puta, ..es hora de romperte el culo!!

- .... ¡eso es amigo!, ..destrózale el culo a esa ramera. ¡Vamos Ray!, ..hazlo por nosotros, por nuestra generación ¡He he he!..

- Vamos, ramera. - La apresuró-. Ven aquí. Súbete arriba de mí… que te quiero romperte el ano.

El desgraciado jaló una silla de escritorio que tenía para hacer sus trabajos y se sentó, a mi Madre la colocó de espaldas a él para que pudiera seguir viendo lo que ocurría en el jardín con las piernas abiertas y los pies apoyados en los brazos de la silla. La levantó con sus fuertes manos sosteniéndola desde debajo de las nalgas y la sentó sobre la punta de su pene. Mi Madre podía sentir cómo la punta hirviendo del glande se acomodaba, buscaba el centro de su ano hasta ubicarse perfectamente como si tuviera voluntad propia. Ella estaba un poco inclinada hacia atrás, con la espalda apoyada en el pecho de Jr. y las manos sin poderse sostener de nada. El ventanal además de permitirle ver claramente a las personas en el jardín, también ofrecía su imagen reflejada, lo que me permitía a mí también verla de frente. Me parecía increíble que esa persona fuera mi Madre, su rostro no correspondía a sus facciones y por más que intentaba adoptar un aire sereno tenía el ceño ligeramente fruncido, los ojos entornados, la mirada a la ventana, la boca medio abierta, y la lengua recorría sus labios una y otra vez en un inútil intento por refrescarlos.

- Ahora si puta, ensártate tu sola, ..pero mantén las pantorrillas arriba y lleva tus piernas hacia atrás, ..quiero que los tobillos los tengas de aretes, pero que mantengas las piernas bien abiertas como una buena puta para ver bien tus gestos de guarra reflejarse en la ventana.

Este mamón era un hijo de la gran puta, no solo le bastaba con dominarla de aquella manera, sino que además le gustaba degradarla hasta el punto de una fulana, de forzarla a reconocer que lo estaba permitiéndole era cosa de una puta. Mamá encima de él no solo tuvo reparo en flexionar sus piernas como le había dicho si no que ahora era ella misma la quien lentamente empieza a sentarse sobre la rigidez de ese juvenil palo, es ella quien con su mano dirigió la maniobra. Randy no solo se encontraba con el ego hasta las nubes por su espléndida fiesta, si no que recibía el más preciado de los regalos a esa escultural mujer, quien fácilmente podría ser su Madre, él casi cumplía 21, ella casi 39, así que la diferencia de edad era de 18 años, para este fanfarrón estarse mostrando como un dominador en presencia de su amigo le eleva el ego hasta el mismísimo universo. Además sabía que en estos momentos su Madrina haría cualquier cosa que le pidiera, que moviéndose sensualmente trataba de encajarse a su cuerpo sentándose fuerte sobre su erección.

Mamá completamente desconocida y sacada de sus cabales, abierta de piernas de esa manera tan obscena delante del ventanal empezó a darse tomando el pene con la mano y posándolo sobre su entrada posterior haciendo movimientos suaves sobre ella, pero sin introducirlo aún del todo. Randy trata de imponer su voluntad presionando a su Madrina hacia su miembro lentamente, mirándola a los ojos a través del reflejo de le daba la ventana … ambos podían verse reflejados. Sus ojos se decían todo. Era el momento del empalamiento, de la inminente penetración, de que ese tipo que se creía esculpido por dios enculara a su Madrina ..

La pasión del abrazo, los toqueteos de las manos de su Ahijado sobre sus pechos y pezones, los juegos de lengua de Randy sobre su espalda blanca y fina le causaban escalofríos, estremecimientos que le dieron la decisión en ese momento de que sea ella misma la que de un sentón fuerte, súbito y seguro recibir en su recto aquel pene duro y juvenil, de ese niñato presumido y arrogante, pero que también ya sabio en las artes del dominio y del sexo fuerte.

- ¡Ahhh!!, .. e..ess muy granndeeee y grueso ¡Argh! .. no entra, hum, humm.

Ella misma empezó a darse cuenta que por su posición le sería difícil albergar esa verga, no era porque fuera una cosa descomunal, pero el maldito glande parecía no querer entrar, aun por los terribles sentones que Mamá se daba; su pequeño culito maltrecho por las bolas aun parecía renuente a dejarlo pasar, parecía no adaptarse a un nuevo tamaño. Mamá intentaba una y otra vez conectarlo pero este por los mismos fluidos y sudores de ambos le hacían resbalar.

- N-no mi amor, .. Humm, no puedo ...Ouch!!! .- La pobre silla crujía a más no poder, los terribles sentones que hacía con su enorme y duro trasero sobre las ingles y verga de su Ahijado era fuertes, intensos, constantes.

En ese momento se escuchó otra voz que se incorporaba al teléfono.

- .... ¡Ralph! What do you do here? (Qué es lo que haces aquí?) ..Randy you seen? (has visto a Randy), ..his Mom is looking (su Mamá lo está buscando).- Preguntó aquella voz la cual no era otra que la novia de este.

- .... ¡A-Ashley!, ..me vine a echar un cigarrito y para hablar por teléfono. ..A-A Ray lo miré despidiéndose en el estacionamiento de algunos invitados, ¡He he he!.. Debe de andar por ahí, seguro.

- .... Ok, I'll search (lo voy a buscar).

- .... no, no, no, ..mira, seguramente se está echando un porro por ahí, ..mejor déjalo un ratito, que celebre. Mientras escucha, ..otro amigo se está revolcando con una fulana, escucha.

- .... ¡pervert! ¡Jijiji!..- Se rio la Canadiense sin imaginar lo que pasaba.

- .... is true preciosa (Es verdad preciosa), ..lo estoy escuchando todo desde aquí. La mujer es toda una puta y no ha parado de gozar desde que comenzaron. Ya le he contado cuatro orgasmos ¡He he he!..

- .... can not be (No puede ser), ..seriously? (enserio?).

- .... de verdad, ..quieres escuchar?

En eso el desgraciado escuchando la voz de su novia por el celular en lugar de asustarse se calentó más y empezó a empujar a mi Madre hacía abajo, por lo que su esfínter se dilataba y provocaba que la cabezota gruesa del glande se le fuera introduciendo por el ano.

- ¡No, no espera!, ..me duele, me duele, por favor hazlo, hazlo despacio. Siento que me arde, me quema, es muy grueso mi amor, ..me vas a destrozar, ten cuidado por favor.

Mamá asustada por no poder decirle fuerte que se detuviera no lo quedó de otra que acomodarse de la mejor forma para albergarlo. Randy con su mano guio su pene hacia esa cuevita mojada. Cuando mi Madre sintió la punta del glande atravesar la entrada del recto, ella esperaba sentir una gran presión sobre las paredes de su intestino, pero la tensión cedió rápidamente mientras sentía al pene entrar lentamente en su interior. Poco a poco el mismo peso de mi Madre fue haciendo que resbalara hacia abajo y el grueso pene de su Ahijado se le introdujera cada vez más y más en el ano. Mamá seguía agarrada a sus pantorrillas, como si estuviera aferrada a dos columnas, ella misma no podía reconocer su imagen en la ventana, era inconcebible que esa persona con las piernas abiertas y levantadas de esa manera tan radical, con ese grueso miembro ensanchando su ano pudiera ser ella.

- AAAGGGHHHH!!, NOORGGHH!!- Vaya grito que pegó mi Madre a la hora de que todo ese miembro se abrió camino, eso era romper un culo, y el sufrimiento de ella era cada vez mayor con cada segundo que lo albergaba dentro, a pesar de ser dilatado con anterioridad.

- .... ¡oh my good!, ..seriously?, Poor woman (pobre mujer) .. your friend and your are perverts (Tu Amigo y tu son unos pervertidos)

- .... ya lo creo linda, ..escucha como grita. Seguro que mi amigo ya le está abriendo la cola.

- .... ¡oh my good, no!, ..seriously. ¡By the ass!! (por atrás)

- .... ¡así es, ese es mi amigo, todo un cabrón con las viejas!!

- .... are crazy, I better go ( mejor me voy), ..If you see Randy tell him I 'm looking for, ok? (si ves a Randy dile que lo estamos buscando).- Se escuchaba que decía Ashley atraves del celular del mulato, sin imaginar que quien se estaba cogiendo a la dueña de esos fuertes berridos no era otro que su divino Randy.

- ... ok Mamacita, ..yo le aviso. Apuesto que se está divirtiendo al igual que yo ¡He he he!..

- .... ¡Your crazy!

- .... ¿ya oíste Ray?, ..eres un pervertido ¡Ha ha ha!.. Ahora termina de encular esa puta antes de que te empiecen a buscar ¡He he!..

- ¡Que la chingada, cabrona. - vociferaba el Jr.,- Que apretadita estás… - Las manos de Randy agarraban con fuerza el culo de su Madrina, tratando de dar más celeridad a la enculada -. Tu culo es de ensueño… que gusto es cogerte putita.

- .... ¡si… dale Ray, fuerte Ajua!… - Empezaba a decir allá afuera el mulato-. ¡Sigue así…joder que burro me estoy poniendo!

Mamá empezó a acompañar el movimiento, abrazada por su Ahijado que buscaba comerle las tetas con la boca y cogerla de su trasero con las manos, ayudando a mantener el ritmo. Mi Mamy sentía que a pesar de que había batallado tanto al dejarla entrar, al parecer su culito ya se había amoldado la curvatura del pene, que hacía que rozara de una forma diferente en su culito convirtiendo el dolor en un infinito placer.

- ¡Eso es Puta, ya lo tienes todo adentro!, ..ahora empieza a jinetear ¡Ja ja ja!..

- ¡Oh por dios!, ..estoy llena, no me puedo ni mover.

- .... ¡bravo Ray!, ..bien hecho, ahora dale duro, enséñele quien manda ahí ¡He je je!..- Le impulsaba el desgraciado mulato desde el phone.

Yo no podía creer todo lo que nos pasaba, mi Madre estaba siendo enculada frente a mí delante de un ventanal, y con un mulato engreído y desgraciado viéndolos desde abajo, riéndose de lo que le hacía su queridísimo amigo a su Madrina, mientras yo, para terminar el cuadro, con mi pene erecto sin podérmelo ni siquiera tocar, estaba seguro que si lo hacía mi cuerpo respondería tanto que terminaría bañándome los pantaloncillos. Todo estaba de locos, no sabía quién era más pervertido, ellos por todo lo que hacían o yo por observar todo aquello y excitarme al ver a mi Madre estado usada de aquella manera. Que por cierto estaba irreconocida, su cuerpo ya no le pertenecía, era como una especie de trapo que el Jr. manipulaba a su regalada gana. La levantaba con sus musculosos brazos y cuando creía que la liberaría de ese garrote que tenía dentro, la soltaba y la dejaba caer con todo su propio peso, clavándose ella misma el miembro hasta el fondo de sus entrañas y de su alma. Era imposible que Mamá dejara de gritar cada vez que él hacía eso.

Sus senos se movían acompasadamente mientras Randy se los trataba de chupar, aun marchando el paso con sus manos bien sujetas a las amplias caderas de mi Madre. Sin embargo, algo se le volvió a ocurrir a ese desgraciado que de pronto se detuvo.

- ¡Levántate. Ven conmigo! .- Le indicó a Mamá, mientras se la quitaba de encima. La besó apasionadamente mientras dejaba a su Madrina sólo con sus medias con liguero y sus altos tacos, quedando él completamente desnudo.

Randy volvió a empujar a mi Madre hacía el ventanal que le miró nerviosa.

- Esto debería verlo todo el mundo.- Dijo encendiendo una pequeña lamparita de su buró para iluminar la habitación, exponiéndose a la vista de todo el mundo lo que sucedía dentro.

- ¡No, no cierra Randy, estás loco, pueden vernos!!- gritaba ella mientras veía a la gente bailar y platicar por debajo de la ventana.

Ella se giraba para que no le reconocieran la cara desde abajo, e inevitablemente contemplando el momento en el que su Ahijado se volvía abrir paso a través de su esfínter, sodomizándola frente al mulato y a los invitados.

- Aaaghh!!- chilló mientras contemplaba como le reventaban el culo.

- No te preocupes.- El Jr. trató de tranquilizarla-. Los ventanales son polarizados y muy firmes, ..quizás si prestan atención tan solo verán un par de sombras. Aunque no lo garantizo con mi amigo.

Con las manos Randy hizo que mi Madre le diera la espalda, obligándola a que mirara hacia la pista, apoyando su cuerpo sobre el ventanal, especialmente sus senos, su rostro y brazos que se apretaban contra el frio vidrio.

- Abre tus piernas y saca el trasero hacia acá. - Continuó dando órdenes que Mamá seguía sin cuestionar, ya muy caliente.

Mamá escuchaba el sonido apagado de la fiesta, decenas de personas se movían allá abajo. Su aliento caliente se condesaba en el gélido vidrio mientras sentía la lengua de su Ahijado recorrer su intimidad haciéndola gemir. Pensó en lo puta que estaba siendo al dejarse hacer por su Ahijado y al traicionar a su mejor amiga. Sin embargo, cuando el glande volvió a penetrarla por su culito, no pudo evitar las palabras salir de su boca.

- Reviéntame, mi chulo... ah! Mmmmmh!. - Decía fuera de sí mientras trataba de acompañar el movimiento que imprimía su Ahijado.- ¡Métemela cabrón! Ah! No me dejes así… fóllame con tu rica verga.

- Te gusta?- Le dijo desde su espalda.

- Oh Dios, me duele pero sí. ..se siente deliciosa ¡Mhm!

El cuerpo del Jr. hizo fuerza contra el de ella de tal forma que sus pechos quedaron aplastados contra el cristal de la ventana. Mamá permanecía con los brazos arriba pegada a la ventana. Miró hacía abajo, no estoy seguro si buscaba a Beatriz o estaba viendo al mulato, de lo que si estaba seguro era que deseaba que todo acabara cuanto antes. Cerró los ojos intentando relajarse. Tan sólo podía escuchar el ruido del coldije golpear contra el cristal al ritmo de los envites. El dolor ya había desaparecido transformándose en puritito placer. Un placer indescriptible, sumado al morbo de sentirse observaba. Nunca antes había sentido nada igual.

- .... ¡bravo Ray!, ..se nota que la puta está gozando de lo lindo. ¡Ábrale el culo!, ..que tenga que usar pañal. ¡Grita perra!, ..chilla, goza, córrete, ..que si te atrapo yo también te voy a encular ¡He he he!..- Festejaban desde el teléfono el desgraciado Mulato.

Empezaron a moverse sus cuerpos intensamente, Mamá no podía evitar dejar el vidrio de saliva, de su boca salían gemidos y cortos gritos mientras sentía en su cuello la fuerte respiración de su Ahijado, que con las manos apoyadas en las caderas comenzaba a apresurar la marcha.

- Sii, siiih, sigue, muévete.- Le gritaba.- ¿Te gusta eh?, ¿te gusta que te revienten el culo como a una vulgar ramera?

- Siih.- Gemía Mamá próxima otro orgasmo.

- ¿Qué pensaría mi Madre si te viera gozando con una verga de su hijo en el culo?- Le decía al tiempo que arremetía detrás de ella con furia.

- Ouh! .. Que soy una puta cualquiera.- Dijo cerrando de nuevo los ojos tratando de concentrarse en alcanzar el orgasmo.

- ¡Puta!!- dijo al tiempo que le daba un terrible envión tan fuerte que la aplastaba al cristal. Pero a mi Madre todas aquellas palabras la excitaban aún más. Se sentía sucia y vejada como en tantas y tantas veces había sido sometida.

- ¡Puta!.- Volvió a repetir.

- ¡Siii, soy tu puta!!- Le respondía.

Cuando Mamá entre-abría los ojos, estos se dirigían hacía el mulato que seguro ya distinguía la silueta de su anatomía, seguía viéndolos desde abajo y no paraba de soltar arteros comentarios. No dejaba de mirar hacia arriba por lo que varios de otros adolescentes comenzaron a imitarle y señalar a su posición. Su excitación se esfumó de golpe. Un montón de temores asaltaron la mente de Mamá.

- ¡No por favor, apaga la lámpara los han visto!- Dijo tras señalarle el nuevo público.

- ¿Qué dices?.- dijo el Jr. golpeando con más fuerza aun haciendo resonar el coldige contra el cristal.

- ¡Por favor Randy, ..esto es muy peligroso!.- Dije como pudo.

- ¡Guauuuh!!, esto sí que me calienta más.- Dijo al tiempo que se movía más y más deprisa.

- ¡No por favor, apágala, nos verás, nos reconocerán!.- Suplicaba Mamá. Pero el desgraciado Jr. hacía caso omiso, es más, le excitaba verla suplicando.- ¡Por favor te lo ruego, cierra, haré todo cuanto quieras, pero por favor apaga la luz!!.- Suplicaba.

- Repítelo.- Dijo próximo a correrse.

- ¡Por favor, apágala, haré todo cuanto desees!!.- Suplicó una vez más.

- Quiero oírlo una vez más.- Le exigió.

- ¡Haré cuanto desees!.

En ese momento el Jr. comenzó a temblar, y mi Madre sintió cómo el miembro de su Ahijado estallaba dentro de ella con un derroche de líquido hirviendo que la inundó toda, el desgraciado era como si tuviese un volcán de lava en erupción de verga, pero en esta ocasión era de leche la que desbordaba. Pero alejado de eso, él seguía pistoneándole el ano a mi Madre con más fuerza si cabe, mientras su torrente de semen caliente la colmaba y empezaba a salírsele del ano hasta mojar los güevos de su Ahijado.

- ¡Oooh! por dios dtente nooohhh ¡IIIAAAARRGGHH!!!

Tras media docena de furiosas envestidas, cuando el culo de mi Madre se colmó de tanta leche hirviendo, las lastimeras suplicas iniciales se quedaron en silencio, ya no era necesario nada, sino que empezó a sentir como una hilera de tibia leche empezaba a recorrer una de sus piernas. Pudo notar varios espasmos en su cuerpo y como la verga de su Ahijado perdía tamaño poco a poco en el interior de su recto. Al fin estiró la mano y apago la lámpara.

- ¿Cumplirás tu promesa?- Le preguntó una vez se hubo recuperado.

El desgraciado la levantó de las caderas para recargarla sobre la ventana y con las dos manos le abrió las nalgas todo lo que pudo para ver cómo su lechada se desbordaba por el ano, me parecía increíble todo lo que se le había dilatado. Mi Madre soltó un sollozo gemido que era más bien por la sensación de liberarse. Mientras que allá abajo se escuchaba cuando Beatriz se hacía cargo del micrófono para darles a su hijito y a los invitados unas palabras de elogio.

- ¡Les quiero agradecer en nombre de mi querido hijo por habernos acompañado en esta velada. Quiero decirle que estoy muy orgullosa de él y de todos sus logros, ..  Que consiga siempre todo lo que se proponga, ..absolutamente todo lo que se proponga sin excepción, ¡salud!! .. ¡A su salud de mi hijo Randy!, ..que la vida le depare sólo alegrías y satisfacciones!!

- ¡Sí, a su salud!! - Lo secundaron todos los invitados para terminar en un fuerte aplauso.

Mientras tanto aquí en la habitación del festejado, mi Madre sollozaba el polvo más frenético y morboso que había tenido en su vida. Estaba tan exhausta que se derrumbó hacia el suelo, su cabeza calló sobre la alfombra exhalando aliento para tranquilizarse. Randy completamente feliz porque hoy todas las cosas le habían salido a la perfección. Él le giró la cabeza sin que ella hiciera nada por impedirlo y le dio un largo beso en la boca, su lengua se metió dentro de la de ella hurgando y llenándosela de saliva.

- ¡Oh!, oh ¡Eso es Puta! ¡STUPS! ... pásate la saliva.- Lo que mi Madre tuvo que hacer cegada por el gozo.

Desde afuera el alboroto era indescriptible.

- ¡Bravos, hurras y bien hecho!!!- Se escuchaban los gritos.

Randy la obligó a pararse, aunque mi Madre apenas podía cerrar las piernas.

- ¡Ahora vístete y sal!, que mi Madre y Ashley deben de estar pensando qué es lo que me demora tanto. .. Debes ser más considerada con ellas, ..no porque hayas estado buscando que te rompa el culo puedes ser tan desconsiderada llevándote al festejado. Tantos sacrificios que hicieron para organizar la fiesta y yo aquí perdiéndomela por venir a romperte el culo.

-  ...

- Ya tienes lo que tanto querías así que ahora puedes salir y reunirte con ellas.

Yo me quedé estupefacto de que le hablara así, pero recapacite que se estaba haciendo el chulo con el mulato. Mi Madre no supo qué decirle, de inmediato se dio cuenta de que a partir de ese momento él podría hablarle y hacerle lo que quisiera sin que ella pudiera decir o hacer nada por evitarlo. Sólo acertó a pedirle su ropa interior. Y cuando mi Madre andaba ágatas buscándola, el hijo de la chingada abría el ventanal para gritar y agradecerle a los invitados por haber acudido.

- MUCHAS GRACIAS A TODOS POR VENIR!! .. LA VERDAD QUE ESTA VELADA HA SALIDO FENOMENAL PARA MI Y QUIERO AGRADECERSELOS EN PERSONA!! ..ENSEGUIDA ESTOY CON USTEDES!!

- ..Felicidades Randy, felicidades!! - Le gritaban desde abajo.

Una vez hubo agradecido a los invitados con su singular arrogancia terminó de arreglarse la camisa y el pelo, pero no sin antes voltear a ver a mi Madre:

- Bien, vete a bañar o espérame aquí para que te vuelva a culear, ..no, mejor me olvido de una puta barata como tú y de ese polvo tan insípido como éste. Creo que ya estás perdiendo la clase Madrina, ..mejor le hecho un polvo a la otra puta que tengo de novia.

Mi Madre casi se desplomó cuando lo escuchó, pero él sin más se dirigió a la puerta y la abrió, bajó rápidamente al jardín sin importarle dejar a su Madrina totalmente desnuda y chorreando lefa por entre sus piernas como una fulana. Mientras tanto allá abajo lo recibió un coro de felicitaciones, todos los invitados lo rodearon y le palmeaban los hombros y querían brindar con él. Mi Madre fue rápidamente a cerrar la puerta, pues el desgraciado no había tenido ni el cuidado de cerrarla. Mi Madre estaba confundida y aterrada, no sabía qué relación tendría con su Ahijado de ahora en adelante, ella trataba de pararlo pero siempre terminaba doblegada, usada y humillada. Se vistió como pudo, no sabía qué hacer, quería morirse, desaparecer de la fiesta, cualquier cosa con tal de no salir, pensó que si salía podrían notar todas las marcas y rastros de la terrible enculada. Tomó aire profundamente y juntando todo su maltrecho vestido del suelo y con sus pantaletas en un puño, salió de allí y se dirigió a nuestra habitación a lavase.

Yo también salí en un par de minutos, aún estaba algo trastornado por aquellas imágenes, ..cuando abría la puerta de la habitación el rayo de luz del pasillo me enmarcó el caminito de semen que había regado desde la habitación del Jr. hasta la de nosotros. Abrí lentamente la puerta y escuché en el baño la regadera abierta, en el piso estaba el vestido que Mamá había lucido con glamur toda la noche, mi Madre estaba dentro tratando de limpiarse. Quité el par de almohadas que dibujaban mi silueta y me adentré en las cobijas como si nada hubiera pasado, la noche había sido tan larga y tan perturbadora que me bastaba con cerrar los ojos para ver a mi Madre desnuda botándole las tetas, creo que me estaba volviendo loco, mi perversión se acrecentaba cada vez más y eso me daba más miedo.

Escuché la regadera cerrar y la puerta del baño iluminar la habitación, el cálido sonido de los pies desnudos de mi Madre y el agradable olor de sus jabones me tranquilizaron. Con un beso en la frente y un claro susurro de “te quiero” mi dulce Madre regresaba a ser la de siempre y me daba las buenas noches para dormirse a mi lado. ...


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia.

“Velada inesperada”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....pedritapia08@hotmail.com.