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miércoles, diciembre 25, 2013

Capitulo (43)



©MI MADRE Mónica.......... Capitulo (43)

“Mamá jamás volverá a ser Mamá.”


-“¡Tu turno, Mono! ..esta preciosura me ha dejado seco ”.

Escuché con horror la rasposa voz cuando dijo ese peligroso delincuente a su fiel gatillero “el Mono”, un ser asqueroso y raquítico de piel negra que se encontraba tremendamente ansioso después de haber presenciado tremenda enculada que su Jefe el tal “Clavo” ( Jefe de una organización criminal en la zona sur de la ciudad ), le había dado aquella hermosa Señora de tez blanca y de rubia cabellera, que claramente se veía que no pertenecía para nada a ese mundo, que por un desliz o simplemente calentura de verano había caído sin siquiera darse cuenta a perder uno de los objetos más preciados y representativos de su feliz matrimonio.

Mónica Villanueva viuda de Tapia, una Mujer de treinta y ocho años de edad pero que sigue tan atractiva que aparenta apenas pasar de los 30. Alta, rubia, delgada, con unas piernas largas adornadas con unos muslos casi perfectos muy bien proporcionados y una piel que, pese a su edad, se mantiene tan firme y tersa. Sus pechos, generosos sin exceso, rompen por delante la rectitud de su talle, y su retaguardia, ¡Ufff!. Qué decir de su trasero, es tan tentador, que invita a ser castigado dándole unos buenos cachetes. Una mujer tan espectacular que es capaz de paralizar a media ciudad sólo con el contoneo de sus caderas, que cuando la ven andar por la calle, pone encendido a todo mundo con su singular forma de caminar meneando sus caderas de manera rítmica y pausada. Además es una Mujer con mucha clase, que sabe lucirse a la perfección con una ropa sexy y provocativamente elegante, que causa profunda admiración en los hombres que se cruzan con ella...

Así es mi Mami, pero que ahora dejaba aún lado lo anterior escrito, que contrarrestaba con la fría realidad que estaba viviendo yo en estos momentos, al verla ahí, con el culo muy dilatado y el chocho humedecido por la afluencia de flujo vaginal, un flujo viscoso y transparente que manaba del fondo de la rajita. El Clavo le había sacado la verga despacio dejándola con el ano abierto, muy dilatado. Ella cerró los ojos e hizo fuerza, hasta que del culo empezó a salir todo aquel líquido depositado con la botella, escupió whisky hacia el exterior, aunque alguno que otro grumo de leche derramándose hacia su rabadilla.

-“¡Mire Jefe, caray!, ..es la primera vez que veo cagar whisky ¡Joy, joy, joy!..” Reía el retrasado Mono sorprendido.

-“¡Je, je, je!.. Pero si mira nada más, otra vez tirando el whisky, ..pero eso no se tira Señora mía, ..¿dónde ha dejó los modales? ¡Je, je, je!..”

El Clavo se fijó en que del chocho no cesaban de manar flujos y del ano asomaba licor mezclado con su desparramado semen. Se curvó y le lamió la chocha con tres pasadas, pasándole toda la lengua por encima, era un cerdo, un tipo frío y sin escrúpulos. Mamá, cómo insatisfecha, meneaba la cola agradándolo. El tipo bajó un poco más la cabeza y de manera grotesca, asquerosa, vi cómo con su dedo recogió un poco de su semen, el que aún le brotaba del ano, atrapándolo con la punta de sus dedos y después se irguió para dárselo a mi Mamy como si fuera una salsa:

-“Toma, Mamacita, ..aquí no se desperdicia nada ¡Ja, ja, ja!..” Mi Madre recibió en los labios la mezcla de fluidos emanados de sus dos orificios, pensé que se resistiría pero al contrario, terminó relamiéndose los labios. A su vez se acariciaba las tetas tratando de normalizar la respiración.

El Clavo una vez se corrió, se dejó caer sobre el sillón bastante cansado, el maldito le había dado la enculada de su vida, había disfrutado de cada centímetro del cuerpo de mi Madre a cómo había querido. Se desparramó sobre el sillón con su tranca ya flácida y llena de fluidos sobre la barriga, tomó la botella de licor y le dio un fuerte trago, después vio cómo su compinche, el tal Mono se le lanzaba a ella cómo desesperado, el maldito negro raquítico se le dejó ir cómo si fuera un animal contra su presa, cómo si sólo hubiese estado esperando el momento para toquetear, besar, morder, apretujar, rasguñar y querer penetrarla por todos lados.

-“..uff! .. ¿No te lo dije Monito?, ..que estas viejas adineradas eran una monada ... uff! .. me dejado seco ¡Je je!..” Remató antes de inclinarse y refinarse otra línea de coca.

-“¡No, por favor!, ..espera, ¡Ah! .. espera, espérame un poquito, ¡Ah! .. déjame reponerme un poco, por favor ¡Ah! .. Por favor, Sr. Clavo, ..dígale que se espere, dígale que me deje un poquito reponerme, por favor, ¡Ah! .. se los suplico, Sr ”. Rogaba Mamá tomando aliento en el suelo al Jefe sintiendo al Mono toquetearla por todos lados.

-“Está bien relájate un poco Nena, ..que enseguida viene la segunda parte … ¡Je je je!.. Tranquilo, Mono ..dale un minuto a la Señora ”.

-“¡P-pero, Clavo!, ..ve cómo me tiene la muy Puta. Ya he esperado bastante, ¡Ahora vas a ver lo que bueno pinche Culona! ”.

-“¡MONO! ..” Le volvió a gritar el Clavo con voz autoritaria y fuerte.

-“P-pero Clavo, ..claro, cómo ya te la cogiste ”.

-“¿Vas a contradecirme? ..” Lo encaró el Clavo.

-“¡Cinco minutos Puta!, ..después te daré caña por todos lados ”.

Bastante enojado el Negro se dejó caer sobre la silla para seguirse drogando, el tipo era asqueroso, su huesa menta se le notaba por todos lados, mi Madre se le quedó viendo fijamente, el tipo era de unos 30 años, sin afeitar, sin arreglar y sucio, que con sólo verlo hasta asco daba, seguramente despedía un olor fuerte, se notaba que no se duchaba muy a menudo, además de que siempre andaba con la misma ropa. Mamá se quedó reflexionando por unos segundos, seguramente se planteó su problema, cómo una mujer cómo ella, joven, de buen cuerpo y hermosa, podía caer en tan denigrante situación, desnuda entre dos asquerosos drogadictos.

Y yo también me lo planteaba, no sé si sería por la masculinidad de aquellos hombres o por ese olor tan fuerte que desprendían cuando estaban desnudos y que se le quedaba grabado en el subconsciente, aunque admito que para mí era un gran morbo, para ella no sabría describirlo, para una mujer cómo era ella, tan limpia, tan altiva, glamurosa era extraño, y no dejaba de dar asco. No sé si alguno de ustedes les esté pasando algo similar, no sé si esto es una maldición para mi familia, pero día a día cada vez que veo a mi Madre comportándose de esa manera creo que la he perdido.

-“¡Qué cinco minutos ni que nada!, ..ya he pagado. Me han hecho ya todo lo que han querido, yo me largo ”.

-“Je je je.. de eso nada ricura. Recuerda que el Monito también era parte del trato, ..además te aseguro que no te quejaras, las Putas siempre salen rosadas por el Monito. Es un chico fuerte y con mucho vigor, ..y como no, si yo lo he criado ¡Je je je!.. Además ya para que te haces que ya ni queda, ..lo estás deseando en el fondo, ..y lo sabes ”. Le afirmó mientras ella se incorporaba para buscar algo para limpiarse.

-“¡Joy joy joy!.. ya oíste el Jefe Culona, ..déjate conmigo y vas a ver cómo vas a gozar ¡Joy joy!..”

-“Asqueroso ”. Lo observó Mamá con repudio.

-“Ya, ya, ..mejor límpiate un poco y quita ya esa carita de sufrida que ni te queda. Tienes un cuerpo divino Mamacita, pero así te ves ridícula. Quédate completamente desnuda lindura, que así estás mucho más guapa ”.

-“Por favor basta ya Sr. No puedo más. Por favor se los suplico ”. Dijo Mamá mirándole fijamente al Jefe que permanecía desnudo con la verga completamente flácida después de su corrida anterior.

-“Mire Señora, si cree que por muy buena que esta me voy a conformar con un solo polvo a cambio de lo que vale su sortija que equivocada está. Mire, usted sola puede decidir, quedarse completamente desnuda para que volvamos a jugar o cambiarse y se larga por la puerta cuando quiera, ..no creo que haya ninguna cuerda atándola aquí dentro. En el fondo lo que pasa es que es una Puta calienta vergas y que le apetece otro buen revolcón, ..¿tengo o no tengo razón Mamacita? ”. Le respondió mirándola fijamente a los ojos esperando su reacción.

Pensé que ya todo cambiaría y que mi Madre recapacitaría por fin después de lo ocurrido pero no fue así, simplemente no dijo nada, permanecía como atemorizada por ese sujeto, que tras esos segundos de incertidumbre volvía a recorrer su cuerpo desnudo con la mirada de arriba abajo, volviendo a admirar sus preciosos pechos grandes y firmes, sus caderas bien marcadas y su coñito depilado que lo había vuelto loco, su verga empezó a crecer nuevamente poco a poco, ..y terminó de ponerse más dura al ver cómo sin agacharse se sacaba las medias de los tobillos ayudándose simplemente de los pies, quedando ahora sí completamente desnuda.

-“Pero que zorra está hecha Señora, ..en el fondo lo sabía. Venga aquí, ..siéntese aquí conmigo, esto se merece otro trago. Además quiero volver a probar esos deliciosos labios suyos que tan buenas mamadas dan ¡Je je je!..” Celebró el malnacido haciéndole espacio en el sucio sofá para que ella se sentara a su lado.

-“¡Dame tus bragas Puta!, ..me entretendré con ellas mientras descansas. ¡Tráemelas!, ..seguro que huelen a hembra en brama … y además no te creas que se me ha olvidado el tortazo que me diste … te voy a dar unos buenos azotes ”. Dijo el Mono cada vez más drogado e impaciente por continuar aquella ya consentida violación.

El sonido autoritario de su voz le causo tal escalofrío que ni siquiera dudó en obedecer, Mamá se puso de pie y las rebuscó en el sillón donde las vio por última vez. Después cruzó la sala mostrando su total desnudez tratando de evitar que el Negro drogadicto embraveciera. Al estar junto a él, el tipo tomó sus bragas y le sujetó las manos para que no se le fuera, con su mano áspera y sucia acaricio sus labios mayores de su entrepierna produciendo una sensación muy desconcertante en mi Madre que rápidamente reculó, luego olió las pantaletas y le dijo a su mentor:

-“Esta mojada, ..la muy Puta está en brama, ¡Joy, joy, joy!..” Y se sentó a seguirlas olfateando.

-“Venga acá, Señora ..vamos a platicar un poquito ”. Dijo el Clavo dándole unos golpecitos al sillón donde la quería a su lado.

El tipo se veía asqueroso, todo sudoroso y completamente desnudo, simplemente sus collares y anillos de oro eran lo que lo cubrían de su completa desnudes. Mamá se dirigió a él con su singular estilo para caminar, ( hasta parecía que lo estaba incitando ) y se sentó muy cerca, se mantenía con las piernas cruzadas y por momentos se limpiaba restos de fluidos que notaba en el rostro. El Clavo se fijaba en el leve vaivén de sus senos y en sus piernas desnudas tratando de ocultar su entrepierna. Ella miraba de reojo hacia la tranca flácida que se posaba sobre la barriga, hacía la verga que minutos antes había estado dentro de ella, hacia sus robustas piernas. El tipo era asqueroso, pero el hecho de ser un macho y bien dotado provocaba que su entrepierna hirviera de placer.

-“En serio Sra, si quisiera, ..yo puedo darle más de lo que le da el maldito Mayito. Tiene un cuerpo muy bello, yo podría ponerla de modelo, saldría en las portadas de todas las revistas ”. Le dijo el Clavo, paseándose con la mirada por todo su cuerpo, haciéndola sentir acechada.

-“Solo he venido por mi sortija Señor, ..solo eso ”.

-“Lo olvidaba, ..una mujer cómo tú no necesita nada ¿verdad?. Estas acostumbrada a tenerlo todo, a que le hagan todos los caprichos, ..pero escuche, sé que estas aburrida y que necesitas estas experiencias para sentirte plena. Escucha, sé por qué cuando te tocan te humedeces tanto, sé por qué buscas a tipos mayores y rudos. Yo te pudo ayudar, además de que puedes ganar mucho, mucho dinero ”.

-“No sé de qué me habla Señor ”.

-“¿En serio, preciosa?, ..tengo muchos amigos. Te juro que yo no te desperdiciaría ni te apostaría en las cartas ¡Je, je, je!..” Le dijo el Clavo, visiblemente emocionado.

-“Fue un error, ..no debí de haber venido ”.

-“Depende, Señora, ..depende qué vocación realmente sea la suya. Piénselo bien, tome en cuenta que ni al Portero de su Colonia dejó escapar ¡Je, je, je!..”

Mamá se cubrió el rostro con las manos. El Clavo se rió.

-“No hay nada de qué avergonzarse, Señora ..una verga es una verga, el placer no tiene clase ni diferencias sociales ”. Y le acarició la barbilla con los dedos.

El contacto de sus dedos la hizo sentirse abochornada, se vieron cara a cara, con sus miradas chocando, esos ojos negros contra los azul turquesa de mi Madre, que resplandecían de deseo y sus labios entreabiertos los humedecía con la lengua.

-“Me cae muy buen, Señora, ..es puro deseo, solo tiene que admitirlo. Dime una cosa, ¿tiene ganas de mí nuevamente? Porque con todas las maravillas que el desgraciado Mayito me ha contado de ti, me dieron ganas de repetir ”. Le dijo el tipo bajando su mano para meterla entre las piernas de mi Madre.

Ella lejos de evitarlo dejó que el tipo siguiera tactandole el chocho mientras este la miraba, y con tal descaro y esa sonrisa que solo miraba cuando estaba bastante sacada dijo:

-“¿Y qué hacemos con el Monito?, ¡Ji, ji, ji!..”

-“¡Je, je, je!.. Eres maravillosa ”.

Después de eso charlaron animadamente y se rieron a carcajadas. El Mono, drogándose en la mesilla, mareado, escuchaba las risas procedentes de la sala. No lo podía creer, ¡Mamá se estaban divirtiendo! A veces el negro se acercaba para tomar algo o servirse otro vaso y Mamá se fijaba en su culo plano y negro, en el bote que daba su tremendo palo con cada paso. Como el Clavo se fijaba en el vaivén de sus tetas cuando mi Mamá le tocaba levantarse o moverse mientras platicaba, en su entrepierna totalmente depilada y en la manera de contonear el trasero desnudo por efecto de los tacones cuando recogía su ropa del suelo. Ya bien entrada la tarde, tras unos chupitos y unas copas más de whisky, el Clavo esparció una raya de coca sobre la superficie de la mesa. Continuaban sentados en el sofá, de cara a la mesa, uno junto al otro, rozándose con las piernas. El tipo esnifó la mitad.

-“¿Quieres volver a probar? ”. Le preguntó

-“No sé, jamás lo había hecho ”.

-“Vamos, pruébala, ..te sentará bien, te vas a animar ”.

Increíblemente Mamá se curvó y esnifó el resto de raya, aunque algunos minúsculos granos quedaron esparcidos por la superficie del mueble. Pasó su dedito atrapándolos con la yema y se lo chupó ante los ojos del Clavo.

-“¡Je, je, je!.. Veo que va a prendiendo Preciosura ”.

El Clavo metió el dedo en la bolsita con los gramos de coca y se impregnó la yema del dedo índice. Luego tendió el brazo hacia su cara, ofreciéndole el dedo.

-“Chúpalo ...” Le dijo mirándola a los ojos.

Mamá acercó los labios, sacó la lengua y se puso a lamerle el dedo saboreando los minúsculos granos de la droga. El Clavo apretaba los dientes observándola, las miradas resultaban penetrantes, deslizaba la lengua alrededor del dedo sin pavor ninguno.

-“Parece que estás chupando la verga de alguien, ¿eh? ”.

Mamá sonrió apartando la cabeza.

-“No sé qué me pasa, ..en veces creo que no soy yo ”.

-“Yo sé que es lo que te pasa, ..tienes a un Puta en potencia dentro. Solo tienes que dejarla salir y divertirte, mañana seguirás siendo la Señora arrogante y estirada de siempre. Ahora dime, ¿no preferirías tener una cómo ésta todos los días? ”. Le preguntó separando las piernas para exponer su falo ya totalmente recuperado.

Mamá tragó saliva, seria, con la vista clavada en la hinchazón palpitante del glande apuntando al techo. La verdad que nuevamente ya estaba muy caliente y el placer le cocía en la vagina. Movió su brazo derecho y le plantó la manita encima, su manita delicada de dedos huesudos y blancos, con las uñas pintadas de un tono rosado. Comenzó a sobarle a modo de caricia, a sobarle toda la superficie rugosa de esa manguera desde la base hasta la punta, percibiendo la dureza de la verga y la blandura de los güevos.

-“Estás muy bien dotado ”. Le susurró sin parar de manosearle.

-“Tu lo provocas ”. Le dijo acariciándole la cara.

-“¡Hey, hey!, ..donde quedé yo. Es mi turno ”. Dijo el Mono bastante molesto al ver que lo hacían aún lado.

-“¡Je, je, je!.. Si tienes razón. Atiende al Monito Reyna, ..mira al pobre cómo está ”. Le dijo el Clavo a mi Madre cómo si ya fuera su dueño o su Padrote.

Ella volteó hacía donde el negro estaba, viéndolo especialmente al tronco que tenía entre las piernas, ya un poco flácido por la inactividad pero aún se veía enorme. Era evidente que mi Madre le tenía un asco atroz, pero la extraña situación, la asquerosa casucha, el saber que una mujer rubia, blanca, limpia y glamurosa iba a ser tocada por un ser cómo el Mono, un tipo negro, raquítico y apestoso la calentaba de tal manera que la transformaba, la convertía en aquella hembra ansiosa de verga y la principal protagonista de esta historia.

-“Mira Reyna, el Mono es buen tipo, ..solo que cuando toma se pone un poquito loco como hace rato, pierde un poco la cabeza, por eso no lo dejo tomar seguido. Peor es fuerte como un toro, ..ande, vaya con él ”. Le dijo en tono consentido.

Mi Madre se quedó unos segundos analizando, por más calentura que tuviera el tipo le repugnaba era claro; le miró de arriba abajo pensante, pero antes de que dijera algo y ante el consentimiento de su Jefe, completamente drogado el Negro se dejó ir sobre ella y haciendo gala de lo que dijo su mentor sobre la fuerza, la levantó del sillón en vilo, cargándola de las nalgas para darle un giro completo de 360° en el aire y atraparla con agilidad pasmosa. A Mamá le sorprendió la tremenda fuerza con que ese rudo y retrasado Negro le había demostrado al levantarla como si de una pequeña niña se tratara, pero el tipo fue un poco más en su delirante abuso de alcohol y de la cocaína, realmente no sabía cómo tratar a la especie femenina, y creo que no había mujeres en su haber, aunque en realidad lo que le temía y atormentaba a mi Madre era las palabras recientes del Clavo sobre su potencia sexual y fama entre las callejeras, se trataba de un hombre rudo y sin modal alguno.

-“Tu no debes preocuparte, Nalgona, ..Monito sabe cómo tratar a una Putita como tú. Sé que Mayito nunca te ha atendido como lo voy hacer yo. ¡Estoy loco por ti!, ..eres una diosa blanca, nunca he tenido una mujer como tu… puras pinches pirujas callejeras, viejas cochinas que no saben aguantar ”. Le dijo sobando ya fuerte su trasero con sus sucias manos.

Mi Madre no podía ni sabía cómo reaccionar, era cargada como una muñequita de trapo girando para todos lados, se sentía indefensa, atemorizada, desafortunadamente para mi Madre, la droga que se había inhalado anteriormente la hacía entrar en un estado pasivo, un estado de semi inconciencia que la hacía flotar entre la realidad y fantasía, una fantasía en la que ella estaba involucrada y saldría perdiendo. Ese musculoso hombre, su olor a macho encendido, la fuerza con que la cargaba le empezó a resultar extrañamente placentero y halagador; sus manos negras y mugrosas, las manoseadas, más que caricias, amasamientos que sus cochinas manotas le hacían a su trasero irremediablemente le empezaban a dar calor, esa combinación de rudeza y la aspereza de esas manos la sobrecogían; yo sabía lo que iba a ocurrir, estaba completamente seguro, conocía ya a mi Madre en estos últimos años, y sabía que su instinto de hembra la estaba flaqueando.

Los observaba a los dos, casi podía sentir las palpitaciones de ellos dos a todo galope. Sin querer, mi Madre también empezaba a acariciar con sus delicadas manos los brazos y hombros furtivos y curiosos. Casi no podía creer que un hombre tan flaco y raquítico fuera tan fuerte, a diferencia del Cubano, que a pesar de ser muy fuerte, si se le notaba y sentía la edad que tenía. El Mono tenía un cuerpo muy delgado, de casi un africano.

-“Cuidado pinche Monito, ..recuerda que es una Dama, ..de la alta Sociedad ¡Je je je!..” Se mofaba a carcajadas el Clavo mientras recuperaba el aliento echándose unos tragos.

-“¡Suéltame por favor, me vas a tumbar! ”. Le gritaba, pero seguía repegada al Negro y sus manos acariciaban su pecho y brazos.

Completamente confundido observaba como mi Madre ya no era coherente con sus actos, quería dar el paso, estaba algo adormecida por la droga y sus instintos de hembra la devoraban por dentro, sabía lo repúgnate que sería hacer el coito con ese tipo, pero su instinto más la droga era una combinación poderosa, su adrenalina ya estaba al cien, observaba como su rostro estaba rojo de la vergüenza, inconscientemente se debatía en reconocer que necesitaba ese macho y que otra vez el destino la colocaba en charola de plata para estos asquerosos seres.

-“Vamos Monito no seas brusco, ..trata bien a la Seño, ya verás que bien te trata .. Ande Señora, dele un besito al Monito, ..sea cariñosa con él ”. Les dijo en tono conciliador.

Mi Madre se le quedó observando por unos segundos, era una mirada expectante, entre dudosa y de riesgo, después bajó la vista a sus labios, grandes y carnosos, respectivos a su raza, con una boca poco aseable de dientes amarillentos, apestosa a licor y a cigarro, con un olor nauseabundo. Volvió a subir la mirada a sus ojos, amarillentos y cargados de lujuria.

-“Que esperas ”. Le dijo mi Madre, sin poder creerlo.

De inmediato el Negro se abrazó con todo a mi Madre y fue ella misma la que buscó con su boca fundirse en un beso aberrante, infernal, caliente, deseosa de experimentar un sexo salvaje. El Mono abrió toda su maloliente boca a la de mi Madre y se besaron, ella le besó, era increíble ver el rotundo cambio que sufría mi Madre cuando se encontraba caliente. Ella, la mujer más hermosa de la ciudad y el Mono, el ser más asqueroso que yo hubiera visto, ( y vieran que ya he visto bastantes ), una combinación que supe iba a durar en mi mente por años, realmente mi Madre estaba siendo la Puta de toda esa gente, y por sus ojos, denotaban como si eso fuera lo mejor que le estuviera pasando en vida.

Mi Madre no necesitaba más hablar, el mensaje fue muy claro, ahora si sentía plena, entendía que ya había defendido mucho sus propias mentiras y caretas, sabía que ya no se engañaría a si misma o sufriría por nimiedades, estos seres despertaban en ella a su otra mitad, aquella hembra ardiente e impura que no podía manejar, como toda una hembra sabía que no debía culparse por ello, en todo caso, ya se encontraba sola sin ningún hombre lo suficientemente hombre para evitar y ayudarla a ello. Lo único que estaba haciendo era apagar ese fuego interior que la transformaba por dentro, ya había hecho su elección, la elección de gozar como hembra en brama, como la Puta que es en el fondo, al fin aquellos hombres que la chantajearon le habían dado a elegir y ella había elegido lo contrario, lo que la hacía sentir bien, lo que la hacía sentirse plena. Solo alcanzó a decir con los ojos entrecerrados por la lujuria:

-“¡Hazme tuya Cabrón!, ..tal y como lo has hecho con las Putas ”. No fue una pregunta, fue un imperativo, una orden.

Mi Madre se encontraba desbocada, pero tampoco dejaría que sus propios errores se repitieran, sabía que al decidir darle las nalgas a ese retrasado evitarían terminar siendo violada con brusquedad, lo fue con el Jefe y seguramente lo sería con este también. Con ello adquiría fuerzas para salir de este sitio y no volver a verlos jamás, solo esperaba que una vez librada de esta pesadilla se olvidara por completo del viejo Cubano, me decepcionaría tanto verle caer nuevamente en sus manos, este cabrón hijo de puta la había envuelto en sus malditas deudas y la había convencido, ahora tendría que pagar con su cuerpo ante este retrasado cerdo y no habría marcha atrás en revolcarse con él por largo rato. Respirando un poco agitada por esa comida de bocas que se dieron, separándose un poquito de él, y sin dejar de mirar a los ojos:

-“Solo una cosa Negro, ..nada de mordidas ni golpes, entiendes, soy una mujer delicada y no quiero que me lastimes… y cuando diga que paras te detienes. Otra cosa, será la única vez, de alguna forma estoy pagando por lo de una deuda que yo no tenía nada que ver. Es mi elección ”.

El Negro al ver el cambio y conocedor de la esencia de la hembra, asintiendo con su cara:

-“Solo te digo una cosa, Nalgona ..te voy hacer bramar como una perra en celo. Tanto que tus alaridos se escucharán por toda la cuadra, así que es mejor que muerdas tus calzones de Putita, ..si no quieres asustar a la gente de afuera ¡Joy joy joy!..”

Una vez aclarado las cosas, el Mono empezó a bajarse él mismo sus asquerosas trusas, dejando salir disparada como un resorte su enorme ariete de carne sin hueso, mientras que Mamá lo observaba con desprecio, pero con el pulso acelerado a mil por hora, hasta el alcohol se le había bajado; su repugnante huesa menta negra, su horrible olor a sudor y a rancio, todo aquello hacía que mi Madre tuviera sensaciones entremezcladas, de momento dudaba, ahora solo quería sentir y gozar, después vivir y salir de este lugar cuanto antes. Ambos desnudos se vieron frente a frente, era como una película surrealista, dos cuerpos tan distintos y tan contrastantes, ella, blanca como la nieve, él negro como el chocolate más oscuro, haciendo simetría, desnudos por completos y estando cara a cara.

Observé la reacción de mi Madre, estaba ida, ya no presta atención a su alrededor ni al sitio en el que se encontraba, ahora estaba concentrada solo en ese tipo que estaba frente a ella, y con una erección de primer grado. No iba a ser la primera vez que se revolcaba con un ser como ese, de hecho, ya llevaba varios tipos igual de asquerosos en su haber… los otros de los que hablo quizás se acuerden: el Flaco y el albañil del Macaco, tipos seres horripilantes, uno más viejo que otro… Carajo, cuántos de esos se han aprovechado del hermoso cuerpo Madre, sus comparaciones y similitudes eran bastantes. La verdad que ya ni sabía cuál era su record, aunque muchos de ellos fueron No consentidos, solo la violaron, aunque ninguno como el Cubano la habían hecho vibrar ni sentir mujer. El desgraciado Negro con la misma brusquedad que le caracterizaba la atrapa ágilmente, mi Madre también por los hombros y abraza su cuerpo con sus piernas torneadas. El Mono la toma de sus turgentes nalgas y la atrae a su cuerpo para penetrarla de un solo golpe.

-“¡UMMMHHH!!! ... ¡Ahhhh!, ¿¡Cabrón, que te dije!?, ..despacio, bruto, ¡Auch! ”.

El abrazo y la penetración del retrasado había sido con mucha fuerza y torpe, donde el contacto corporal había sido completo. La fuerza extrema del Mono hacía que mi pobre Mamita pareciera una muñeca de trapo; enseguida comenzó a moverse, con una agilidad pasmosa, como un taladro que de inmediato empieza a machacar la vagina de mi Madre. Esa poderosa tranca entra y sale de su humedecida vagina que ya se escucha como chasquidos. En sus sueños más remotos de mujer orgullosa había pronosticado que un tipo como ese hombre la podría poseer y hacer como quisiera… el Negro la penetraba a una velocidad de vértigo, tanto que de forma rápida provocó en ella esos enormes placeres como lava hirviente, ríos ardientes que le recorrían toda su estilizada anatomía. El de la penetración era violento, yo diría que descomunal, frenético. El Mono se encontraba en la gloria, se estaba echando la cogida más fenomenal con una verdadera diosa, mi Madre se sujetaba de sus hombros y se apretaba más con las piernas, el mendigo Negro se movía como culebra, de arriba hacia abajo y de atrás para adelante, haciendo que la intensidad de sus penetraciones llegaran hasta el fondo de esa pobre blanca.

-“ARGHH!!! DIOSS!!! AARGHH!!! ”. Alcanzaba a gritar mi Madre… dando gracias mentalmente por haber conocido espécimen humano de tal poderío sexual.

El Negro, cargando en vilo a mi Madre se caminó y llegó hacia una de las paredes de la inmunda casa para ayudarse apoyándose en ella, por lo cual mi pobre Mamita quedó aplastada entre el muro y el Negro, así sus terribles embestidas adquirieron mayor velocidad, como intensidad, una penetración firme y violenta que hacían levantar a mi Madre en cada estocada. Afortunadamente la funda femenina de mi Madre se amoldo al 100% a su grosor y tamaño, antes de haber sido despedazada por dentro.

-“ARGHH!! CA.. BRON!! ... NO TAN ..DUROOO!!! OUCH!!! QUE FU ..ERTE .. HUMM!!! ”.

Los gemidos de mi Madre parecían ya más de una actriz porno que los de una mujer forzada, cuanto más fuerza usaba el Negro más placer provocaba en ella, aunque más por la intensidad mental y emocional que le provocaba estar revolcándose con un ser tan repugnante como ese que a su accionar. Al contrario lo del Negro, que los gemidos eróticos y frases que mi Madre apareada lanzaba lo ponían más caliente:

-“ARGHH!!, .. AYY!! ...MAS!! MÁS CABRÓN!! MÁS NEGRO!! ... ASI NEGRITO!! .. HUMM!! .. MONITO QUE RICO!! .. OH DIOSS NO PUEDO MAS!!! ”.

No podía creer lo que escuchaban ya mis pequeños oídos, mi Madre a las primera de cambio ya las estaba dando por completo, ya estaba pidiendo que se la metiera más y abusara de ella para siempre, que le dieran más duro y que fuera su macho.. y es que el placer que le daba ese retrasado malviviente y la destreza con que le estaba machacando la vulva era increíble, fácilmente este desgraciado podía trabajar como actor porno, los gritos desesperados de mi Madre, los grotescos sonidos del “PLAFF!!, PLOFF!!, PLAF!!” eran escalofriantes para mí, mi Madre ya gritaba a los 4 vientos el sofocante placer que estaba sintiendo, sudaba y definitivamente ya no se sentía manipulada con dificultades.

-“Ahhh, siii, que rico ¡Mhm!, si, rico .. ¡NO PARES CABRÓN!!! .. ¡AYY! No pares, siii .. Aahhh!!! ”.

El Mono seguía firmes, su cuerpo brillaba en sudor, sus oscuros músculos estaban bien dibujados sobre su asquerosa huesa menta, sus ojos amarillentos estaban endiablados, parecía como si la estuviera castigando a base de pollazos. En eso, sin dejar de bombearla la llevó en peso sobre una mesa donde la dejó caer sobre vasos y basura de comidas rápidas que seguro ahí se ingerían. Recostándola encima de todo, ahora la bella y rubia Sra. Tapia se encontraba con las piernas elevadas y abiertas, aguardando a que el Negro se acercara para penetrarla, cosa que me dio tanta rabia ya que apenas el Mono se acercó, fue ella misma la que coquetamente fue a colocar sus piernas en los hombros de él, regalándose por completo al Negro, olvidándose por completo de lo repugnante que era; cosa que el Mono agradeció sonriendo, apoyando sus huesudas manos en los suaves muslos para controlar a su antojo la copula.

-“¡Uff! uf ..¿qué te pareció Culona?, ..¿te gusta cómo te coge el Monito? ”.

-“¡Ah, ah!, ..termina con esto cabrón, .. ¡Ah, ah! .. termina cuanto antes ”.

-“¡Ujujuy!, ..aun no se te quita lo orgullosa, Putita ..mira blanquita, te voy a dar tanta caña que te va a salir fuego por la vagina ”.

Sin dificultad alguna el Negro se sujeta la verga y la vuelve a hundir dentro de mi Madre; gracias a que ella ya se encuentra muy lubricada empiezan un mete-saca frenético, nuevamente violento, la feroz copula vuelve a iniciar, acompañados del rechinido de la pobre mesa y el ruido de sus propios cuerpos y fluidos. Bastaron 5 minutos de ese vendaval para que mi Madre olvidara su orgullo y estallara en gemidos y gritos. Mi Madre estaba sintiendo un placer tremendo, ya había tenido un par de orgasmos con el Clavo y este desgraciado le iba a sacar mucho más.

-“... ¡ARGHH!!! .. AAH! ¡CABRÓN QUE BIEN JODES!! ¡MHMM! ”. Fue lo que exhaló en un grito animal al culminar el orgasmo.

El Negro de tanta heroína inhalada tenía para largo, se separó un poco de ella solo para mostrarme que su inhiesta tranca no había perdido ni un ápice de su extrema dureza. Mi Madre permanecía desfallecida acostada boca arriba con las piernas abiertas tratando de reponerse del brutal orgasmo, pero rápidamente el Mono y con la rudeza que le caracterizaba, sujeta una de sus torneadas piernas y a modo de compás, colocándola de lado y sin dale tiempo a reponerse, que aún jadeaba recuperándose, eleva sus maravillosas caderas y la coloca de tal manera que su cipote y la vagina de mi Madre quede justo a la altura para un perfecto acople. En esa postura la penetración es total, el placer que mi Madre empieza a recibir se centra en la penetración profunda, sus piernas completamente abiertas, ( una sobre el hombro de él ), hace que mi Madre quede indefensa a la rudeza del sujeto. “¡PLOFF!! ¡PLAFF!!, ¡PLOFF!!”, nuevamente el grotesco sonido de los güevos del Mono contra las rosadas nalgas de mi Mamy me taladran el cerebro, ..así como los eróticos gemidos de la angelical voz de mi Madre empiezan a llenar la habitación; ver ese perturbador espectáculo me lastimaba el alma, su inequívoca decisión estaba siendo ejecutada por ese rudo e ignorante Negro que ahora se saciaba con su bellísimo cuerpo.

Mi Madre rica económicamente, rubia, de tez muy blanca y bien educada; él, drogadicto, Negro y sin una pisca de educación ni de ternura, seres completamente diferentes, como el agua y el aceite, solo que en este caso si se estaban combinando a la perfección; el contraste del cuerpo sudoroso del Mono con el de mi Madre era al extremo, brillante y oscuro como el petróleo, la de ella, blanca y pura como la nieve, una mezcla de raza prohibida ante la alta sociedad, el estereotipo de mi fallecido Padre.

Ante mis ahogados pensamientos no me percaté de que ahora el Negro trataba de meter sus largos dedos en el estrecho culito de mi Madre… el cual ya se encontraba maltrecho una vez usado por el Clavo, increíblemente el aro rosado de mi Madre lo succionaba cual si fuera aspiradora.

-“.. Argh!, No negrito, ¡Ouch! .. espera, espera, por ahí no, ..¡Aah!, .. dale, dale más, más querido… ¡Mhm!, ..se mete delicioso .. ¡Ooh! calma, calma.. deja ahí, espera por favor… despacitoohh, ¡Ooh! despacito ¡Norgh! ”.

Los berridos de mi Madre eran tales que parecía que estaba copulando con un animal, se retorcía encima de mesa lanzando toda la basura que se encontraba arriba regándola por todos lados. Ahora ella se encontraba retorcida sobre la mesa recibiendo sin piedad las brutales embestidas, en esa pose tan incómoda, su sensible clítoris atrapado entre los labios vaginales eran su peor enemigo, ya que incrementaba su excitación para llegar rápidamente al agobiante orgasmo.

Así, retorcida como se hallaba, mi Madre sin querer ofrecía su prominente trasero con su maltrecho orificio que palpita con el huesudo dedo introducido hasta el fondo, de esta forma la calentura que mi Madre sentía le hacía contraer y relajar toda su zona vaginal, mientras el Negro sin musitar palabra alguna, solo le daba y le daba, sin tener señal de que estuviera acabando. Ningún hombre de los que yo hubiera visto había aguantado este tremendo trote, el desgraciado parecía de acero, un tremendo semental que no se vendría nunca, mi Madre estaba a punto de su tercer orgasmo, totalmente fatigada pedía clemencia o tiempo fuera:

-“¡Aah! .. Por favor, .. Norg.. ya, yah .. mi amor, espera, .. espera .. uff…

-“¿Ya escuchaste Clavo?, ..la Culona ya me llama su amorcito ¡Joy joy joy!..”

-“Dale un respiro a la Señora, Mono, ..caray, coges como un auténtico animal. Deja que ella te atienda, que te dé gusto ..verás que rico jode la Señito ”.

-“Si, ahora tú, .. ¡Eres una reverenda Puta, Culona!, ..simplemente la mejor chocha que me he echado, ven acá ..matate tú a tu gusto ”. Para salirse de ella e irse a sentar en el cochino suelo al pie del sofá con las piernas flexionadas.

Estando así sentado su miembro parecía una estaca, estaba cubierto de ese brillante fluido que no eran otra cosa que los jugos íntimos de mi Madre, que fatigada como se hallaba lo único que pedía era un poco de tregua para tomar un respiro, fue gateando tras su verga para empezar a lamerla, para hacerle una felación y rezar para que con eso el Negro terminara. Pero solo fue un instante breve, ya que el desgraciado parecía un reo de 20 años de abstinencia, pensaba en solo coger como animal, como burro en primavera, como animal en brama si se sabe en peligro de la extinción.

-“Anda Culona, ..trépate, déjate de mamadas y siéntate en mi estaca. Te voy a reventar, te voy a dar tanta caña hasta que se te duerma la chocha ”.

-“¡Cabrón coges como una bestia!, ¡ah! .. no te cansas nunca .. ¡ah! ah! Dame un respiro ”. Le respondió Mamá muy fatigada, con el cuerpo perlado en sudor y muy colorada.

Estando así sentado, el animal la trepa de la cintura y se la hecha encima como nada. Mi Madre, limpiándose la boca con el brazo, se sujetó de sus hombros, la colocó a horcajadas sobre su verga y poco a poco la fue empujando contra su tremendo ariete.

-“Argh… uf. ah.. E-es muy grande… Ouch, .. ¡Es monstruosa! ”. Resoplaba mi Madre mientras bajaba, introduciéndose la verga de ese animal en su chocho.

-“¡Joy joy!.. Me alegro de que te guste, Culona. Veamos si sabes moverte como las pirujas. Demuéstranos que las adineradas saben coger como las Putas ¡Joy joy!..” Le retó dándole una nalgada fuerte en un glúteo.

-“¡Ay! ( Gritó mi Madre tras el golpe ) ¡Uhmg… ¡uff! ¡Pero qué cosota, Cabrón, Ouch! ¡Siento que me llenas… Argh! ”. Se esforzaba mi Madre al ir bajando, se apretó los labios y se dispuso a bajar aún más.

-“¡Joy joy!.. ¡Mira como traga tu puchita!, ..casi te la comes toda. ¡Ahora empieza a subir y vuélvetela a tragar, Putita ”. Y como si fuera una orden, Mamá empezó a subir y a bajar lentamente sobre el pistón de carne del Negro.

-“¡Ahhh! ¡Qué grande es! ¡Ohhh… Diosss… ¡Me entra demasiado! ”. Gemía mi Madre, a lo que el Negro decidió ayudarle y agarrándola de la cintura empezó a moverla de arriba abajo a su gusto, mientras la cara de mi Madre expresaba un gran sufrimiento.

-“NO ESPE!!!! ... RAAAARGHH!!! ¡Agh!... ¡Uff….! ¡Ohh! NO DIOS, QUIETO ARGHH!!! ¡AAHH! ”. Con el animal ese marcando el ritmo de la subida y bajada, lo único que conseguía articular Mamá eran gritos y gemidos de dolor, con la cara roja y resoplando como si estuviera realizando el más duro de los trabajos.

Afortunadamente para mi Madre sus abundantes fluidos poco a poco fueron apagando sus lamentos, y sufrimiento no duró mucho, fue pronto sustituido por un enorme placer y ganas de más.

-“¡Ahh! ¡Aah! ¡Diossss, es muy grande! ... se me mete demasiado… ¡Ahhhhh!… ¡Cabrón, jodes que me encanta! .. ¡No pares, nunca! ”. Gritaba mi Madre ya completamente alocada.

-“¡Joy joy! .. ¿Te gusta, eh? ¡Si ya lo sabía yo, Culona! ¡En cuanto te vi, sabía que ibas a enloquecer con mi negro palo! ¡Deberías agradecerle al Mayito de mierda que te haya traído hasta aquí para recibir este buen pedazo, ¡Joy joy joy! ”.

-“¡Aah! .. ¡Ni me menciones a ese viejo de mierda!, ¡ah! ..le di las nalgas por error y mira ¡Ouch!, ..mira como me pagó el muy canalla. Sentada sobre esta cosota ¡Ay!, .. pagando sus cochinas deudas ¡ah! ”. Dijo mi Madre con tono furioso, mientras el ritmo de sus caderas des-aceleraba poco a poco.

Pero entonces el Clavo, que observaba mientras se tomaba unos tragos, le empujó de los hombros hacía abajo para imprimir ritmo, volviendo a arrancar gemidos de placer de Mamá.

-“¡Tú olvídate de ese hijo de Perra!, ..en este momento eres nuestra, y si tú lo deseas solo dilo, ese hijo de Perra no volverá a acercarse a ti, me tiene tanto miedo que hago que se haga en sus pantalones. Se mi Puta y nadie te va a lastimar, yo si sabré tratarte cómo te mereces, como una Reyna. ¡Serás una diosa en este barrio! ¡Cogerás conmigo y con el que me plazca, ..a cambio nadie se meterá contigo ¿Qué me dices, Señora? ”. Le espetó el Clavo mientras empujaba más sus hombros hacía abajo para imprimir aún más ritmo, volviendo loca de placer a mi Madre.

-“¡AAAAAHHH!!! ¡Diosss… ¡Es tan grande! ¡Ahhh…. siiii… tu Puta, seré tu Puta y de nadie más… ¡Ayyyyy dios qué placer! ”. Dijo mi Madre fuera de sí. La verdad es que me estremeció su confesión, el solo pensar que mi Madre le permanecería permanentemente a un cerdo como ese me revolvía el estómago, aunque probablemente solo era llevada por la excitación y el placer del momento.

Mamá siguió saltando sobre la verga del Mono, y el Clavo aprovechaba de vez en cuando para morderle las tetas y arrancarle caras de más placer, mientras le daban nalgadas en el culo para que brincara más rápido. Los gemidos de mi Madre fueron aumentando de ritmo, al igual que las nalgas, hasta que en un grito lujurioso mi Madre llegó a otro orgasmo.

-“¡Yahg! ¡Me corro! ... ¡Aah!, me estoy corriendo otra vez ¡Uhmm!, ... me estoy viniendo sobre tu verga! ¡Aaahhhhnnngggg! ”. Mi Madre, con la cabeza completamente echada para atrás, se sujetaba al cuello del Negro arqueando su espalda que parecía que se iba a partir, y tras unos segundos se desplomó sobre el pecho del Mono resoplando tremendamente fatigada.

Al dejarse caer y resoplar sobre el hombro de ese Negro, mi Madre acaricio tiernamente la cabeza de ese cerdo que la estaba haciendo sentir muy bien; fatigada y extremadamente cansada reposaba un poco sobre ese gran semental que le había puesto a prueba al máximo su estado atlético, Mamá era una mujer que se ejercitaba diariamente, pero de eso a recibir a ese animal encima era demasiado. La verdad que yo no estaba consciente de aquel Mono estuviera a punto de venirse, es más, estaba extremadamente asustado, su tremendo ariete seguía erecto y clavado aún en su mayor totalidad dentro de mi Madre que se encontraba encima casi desfallecida otorgándole sus delicadas caricias, es más, empezó a declararse abiertamente sobre sus deseos prohibidos con los hombres de color:

-“¡Ah! ah .. Ay Negrito, si hubiera sabido que cogías así, uff, .. creo que volvería apostar en contra tuya ¡Jiji!.. ¡Ni te bajas, qué bárbaro! ¡Uhm!, tu cosota es de hierro, me has dejado muerta y tú sigues en guerra. ¿Te digo la verdad?, ..no es la primera vez que lo hago con un Negro, ¿y te digo una cosa? ¡Me encantan! ¡Jijiji!.. ¿Quieres saber la verdad?, en el fondo si quería que me jodieras, pero bueno, ahora es una realidad para ti y para mí, así que vamos, dale Negrito, ahora si soy toda tuya, dale, termina de una vez, entiérrame esa cosota que tienes ¡Jijiji!..”

Las vulgares palabras que decía mi Madre me dejaron paralizado, se había descarado, se estaba declarando abiertamente que le había gustado todo lo que le había hecho ese Negro. Para que siendo ella misma la que tomando ese viborón oscuro, con su manita blanca se lo fuera sacando poco a poco de entre en sus nalgas e ir hincándose frente a él y sonreírle completamente fuera ya de sus completos cabales.

-“¿Quieres una mamadita, Papi? ”. Le preguntó ella completamente sacada.

-“¡Joy joy!.. Sí, sí, me apetece, ..hazlo Puta, chúpamelo bien, cómo a mi Jefe ¡Joy joy!..” Sonreía entusiasmado el retardado.

-“¡Ji ji!.. Te lo voy a dejar reluciente ”. Respondió la muy sacada.

Con la verga terriblemente dura todavía, el Mono se echó en el suelo con las piernas separadas, mi Madre se arrodilló entre sus piernas y le cogió la verga para endurecerla primero. Parecía de acero por la dureza y mantenía su gran tamaño. Se la sacudió con ambas manos, mirándolo desde abajo y con una cara de Puta que yo jamás había visto en ella. Mamá realmente quería hacerlo, estuvo acariciándole los güevos, apretándola fuerte, hasta que poco a poco logró hacerlo jadear. Se la machacó unos segundos y después, sentada sobre sus talones, se curvó para mamársela.

-“... ¡Ooohh!, Así Putita rica, ..comete la verga del Mono, ... ¡Ooh!, Así, toda, toda, que se vea que te gusta tanto ”.

El retrasado Mono estaba en la gloria, ¿y quién no?, una hembra cómo mi Madre postrada entre sus piernas comiéndole la verga, ¿quién no?. Primero le lamía el glande, un enorme capullo de color purpura, para luego comérselo hasta donde topaba, manteniéndola dentro un par de segundos para luego subir la cabeza, babeándole el glande y volver a tragar. El Negro sólo respiraba por la boca mirando hacia el techo, concentrado en las chupadas y lamidas que le daba esa espectacular hembra. Mamá se esforzaba en mojarla bien y en darle algunas sacudidas sobre la lengua. Bajó un poco la cabeza y le lamió los güevos, unos enormes aguacates cenizos y bañados en sudor y orín que yo no sé cómo mi Madre aguantaba las arcadas; le dio varios mordiscos con los labios y varias pasadas con la lengua.

-“... ¡Ooh!, Jefe, ..esto es la gloria, ..jamás habíamos tenido una Puta más rica. ¡Mírela cómo se come los güevos!, ¡sabe hacerlo! ”.

-“¡No te dije que era un buen trato!, ..las hembras fogosas cómo ella no se encuentran todos los días. Hay que aprovecharlas ¡Je, je, je!..”

El Mono resoplaba de placer, Mamá metió las manos bajo sus muslos y le obligó a levantar las piernas, elevándole el culo del suelo, con ambas manos le abrió la raja hasta descubrir su ano, un ano áspero rodeado de un vello denso. No sé qué pretendía Mamá pero pronto lo averigüe, ante mi total asombro vi cómo acercó la boca para lamerle el ano, con los güevos aplastándole la frente, con la lengua actuando cómo una víbora sobre el orificio anal de ese asqueroso Negro. Fue el delirio para el Mono notar que esa hembra le chupaba el culo y jadeó mediante alaridos de placer, dándose él solo tirones en la verga mientras mi Madre le lamía. Yo al ver semejante asquerosidad casi devuelvo, pero alcancé a contener la arcada, lo que estaba haciendo mi Madre con ese tipo estaba fuera de todo lo grotesco que yo pudiera haber visto.

La muy cerda le pasaba la lengua entera por encima del ano, una y otra vez, sin descanso, baboseándoselo, propinándole unas dosis de placer verdaderamente hechizantes. Qué gusto tan grande estaba sintiendo el Mono, esa flamante hembra le estaba pasando la lengua apretándola bien contra su orificio. A veces le cosquilleaba con la punta, pero enseguida se ponía a lamer cómo una Perra a su dueño.

-“... ¡Ooh! Puta, ..¡jamás me habían hecho esto!. Las Putas que frecuento jamás se atreverían, ¡Eres la más grande ramera! ”. Aullaba el Negro.

-“¡Ah, .. ¡Sí que soy Puta! ¡Jijiji!..” Confesó, separando sus labios de aquel oscuro orificio.

El Mono se estimulaba con maestría la verga, estaba en el cielo. Mamá cómo toda una cerda se llevó sus dedos a la boca, chupándoselos de puro gozo.

-“Sí, eso es lo que eres, ahora dime preciosa, ..¿filmarías una porno para mí? ”. Le preguntó el Clavo con la mirada ferviente en negocio.

-“¡Si, Jefe!, ..imagínese a esta Puta en un gangbang, ¿sabes lo que es eso, Culona? Con unos ocho tipos a tu alrededor ”. Se agregó el Mono aportando su perversión.

-“... ¡Aahh!.. qué rico sería!, ..ocho cosotas para mi solita ”. Les dijo y el Mono se rió, metiéndole los dedos de su mano derecha para que se los chupara.

-“Si, ocho vergotas negras cómo la mía y la de mi Jefe ¡Joy, joy, joy!..” Remató el Negro, emocionado, con sus ojos amarillos brillantes de deseo y euforia.

-“... ¡Mhmm! .. Ocho Negrotes, que me agarren sin compasión ”. Añadió mi Madre, con los sucios dedos del Negro en su boca.

-“¡¿Oyó Jefe?!, ..a esta Perra le gustan las macanas Negras. ¡Qué Puta eres! ”.

-“Es grandiosa, ..pero ya hablaremos de esa película más tarde. Por ahora disfrútala Mono, ..diviértete con esa elegante hembra. Enséñale cómo se joden a las Putas ¡Je, je, je!.. Voy hablar por teléfono ”. Dijo el Clavo enfilándose otra línea de coca y yendo hacía el otro cuarto abrochándose el pantalón para hablar por su celular.

Sin perder más tiempo, el Mono se dio un levantón y la aferró del trasero desnudo, cargándola en vilo nuevamente, la recostó bocabajo con brusquedad sobre la mesa, puso su mano izquierda sobre su cabeza, no quería que la levantara. Con la otra mano sujetó su grueso y firme palo para rebuscar entre los bajos de sus nalgas, el muy Cabrón se la quería joder cómo si fuera cualquier Puta que se hallará en un callejón. Pero al contrario de lo que hacía, Mamá estaba ansiosa, su respiración entrecortada, su corazón golpeteando su pecho desde el interior.

-“.. ¡Oh!, Monito, ..métemela ya, hazme tu Puta también, hazme tu Perra ”. Le imploró, chupando esos dedos sucios y bajando la mano para sujetar aquel temible tronco se abría paso entre sus piernas.

-“Siéntela bonita, ..todo esto te lo vas a comer ”.

-“¡Oh dios mío, es tan grande! ”. Exclamó.

El Mono se rió y se la metió casi de golpe.

-“... ¡Ooooohh, DIOSSS! ”. Gritó, y el Mono liberó su rostro de la mesa para aferrarse a sus caderas.

Mi Madre levantó todo el tórax por el terrible embate, soportando dentro de su vulva tremendo taco de carne y venas. Casi sin habla se apoyó sobre sus codos y volteó hacía una de las ventanas para ver su reflejo, ante ella estaba una de las imágenes que jamás olvidaría, una dama elegante y bellísima, con un busto redondo y grande, con una cara esculpida, sus ojitos entreabiertos, ceño fruncido, siendo taladrada por detrás por un raquítico Negro con una verga enorme sobre una cochina mesa de un cuchitril.

-“... ¡Ufff!, off!.. ¿Así que no es la primera vez con un Negro, Puta? ¡Uff!..” Le preguntó jadeante el Negro, mientras le daba sin piedad por detrás.

Mamá asintió con la cabeza, gimiendo, antes de ser volteada por el Negro sobre la mesa para seguir haciendo con ella lo que se le antojara. Ahora ella quedó de frente ante ese repúgnate Negro, aspirando su pútrido aliento que expulsaba entre los jadeos, el desgraciado se dedicó a deleitarse de sus tetas, a mamarlas, morderlas y succionarle los rosados pezones. Mamá estaba muy colorada y bañada en sudor, quejándose, siendo una esclava de esa manguea que alcanzaba profundidades inusitadas en sí.

-“... ¡Aaaaayyy!, Negrit… aaaaahh… ¡Rico, Papi, rico! ”. Le decía.

El Mono se inclinó sobre ella, se abrazaron y le dio una cogida bestial con su verga no menos bestial. La muy Zorra gritó cómo nunca ( perdón que me exprese así de ella pero era lo que parecía en esos momentos ). El Mono también subió sobre la pobre mesa y la montó cómo la Perra que era, sacando su lengua para que ella se la chupara, la tenía enajenada de vicio, sus grandes y negras manos acariciaban su blanco y terso busto.

-“... ¡Ufff, uff!.. ¿Así te gusta que te claven, Puta de mierda?, ¡uff, uff! ..¿te gusta mi verga negra? ”.

-“... ¡Oh!, sí, .. ¡Ah!, sí, .. soy tu Puta, mi amor, ..tu verga negra me tiene loca ”. Respondía a sus ociosas preguntas.

-“¡Abre el oscico, Puta!, ..que me quiero correrme en tu boca ”. Y le escupió en la cara cómo lo había hecho su Jefe.

Creo que para ese entonces, Mamá ya había tenido cómo cinco orgasmos durante todo este rato, cuando el Negro salió de ella y le acercó esa manguera a sus labios, sobándosela, pajeándose con cara de pervertido, por otra parte Mamá abrió la boca y sacó la lengua, esperándolo a que se la derramara. El Mono, sin dejar de masturbarse con una de sus manos, agarró con la otra uno de los hombros de mi Madre, manteniéndola elevada, hasta que su rostro estuvo a escasos centímetros de su amoratado glande y su vista justo a la salida de su uretra. Ella observó brevemente el orificio babeante del Negro y luego dirigió su mirada a la ventana, con el mismo aire de culpa que había mostrado cuando sentía que estaba haciendo mal.

El Mono aceleró los movimientos de su mano sobre la verga y por unos instantes pareció que iba a terminar de hacerse la paja sobre su rostro, pero la mirada indecisa y culposa de mi Madre debió hacerle recapacitar y se detuvo. Acercó la punta de su capullo a sus labios y lo restregó suavemente por ellos, impregnándolos de líquido pre seminal. Extraño, Mamá se limpió con la mano los labios y levantó de nuevo su fría mirada al Negro, quién meditaba qué hacer a continuación. De inmediato y como si fuera un correctivo por cómo se negaba ahora, se corrió sobre su rostro y le chorreó los labios, el pelo y parte de su pecho, aun así, se quedó ahí recibiendo por completo la descarga, que increíblemente y a pesar de los gruesos chorretones de lefa que expulsaba, su miembro extraordinariamente seguía enhiesto. Después la llevó al sofá en brazos, era increíble cómo Mamá estaba siendo cargada cómo una muñequita por ese Negro, parecía una escena irreal, recién sacada de una película Porno, una interracial.

-“.. ¡Uff, uf!.. ¿Suficiente, Culona?, ..has quedado bien satisfecha ”. Le preguntó el Mono, acariciando su cabello e inclinándose para besarla y saborear de manera asquerosa su propio semen en los labios y lengua de ella.

En eso apareció de nuevo el Clavo, con su asquerosa barriga prominente al desnudo, simplemente con su pantalón. Con el celular en una mano y la botella de licor en la otra. Riéndose tras la erótica imagen de ver a la voluptuosa rubia rodeada de ese raquítico Negro aun exhaustos.

-“¡Se ve que nunca se aburren acá dentro! ¡Je, je, je!..” Dijo el Clavo que regresaba de donde andaba.

-“¡WAOHH!! Clavo, tiene una garganta increíble, ..creo que con un poco de práctica podría tragarse cualquier cipote ¡Joy, joy!..” Dijo el Mono, acariciándole con ternura las mejillas.

-“Creo que después de todo nuestro viejo Amigo Mayito sirvió para algo, ..la tiene bien entrenada ¡Je, je, je!..” Dijo el Clavo haciendo que ella se sonrojara.

A todo esto, yo seguía detrás de esa sucia ventana muriéndome de frio y miedo, sorprendido y asustado por todo lo que estaba viendo de mi Madre, que seguía ahí sentada entre las piernas del Mono, pero veía con total descaro al asqueroso panzón del Clavo.

-“Acabo de hablar con Mayito, ..el Pendejo estaba tan desesperado por saber qué había sucedido con su deuda ¡Je, je, je!.. El pobre infeliz no sabe qué fue lo que perdió, ..tu Mamacita vales un afortuna ”. Les contó el Clavo, sentándose en el sillón junto a ellos.

Entonces se dirigió a mi Madre:

-“¿Te gustó, Mamacita? ”.

-“¡Oh por dios!, me han dejado muerta, ..¿ya puedo vestirme?, ¿ya me pueden dar mi sortija? ”. Preguntó con una tibia sonrisa.

-“Claro que sí, Lindura, ..te has ganado cada quilate, ¡Je, je, je!.. Solo una cosita más Mamita, ..sabes, me dio curiosidad lo que le hiciste al Monito. Jamás pensé que una mujer de tu clase y categoría se atreviera hacerlo ”.

-“¿Q-que cosa? ...”

El tipo se acercó a ella y se sentó a su lado. Comenzó a sobarle el vientre cómo mucho cariño, acercó la nariz y le olió el chocho, después alzó la cabeza y le pasó la lengua por los pezones y los pechos, después se puso a lamerle el vientre con la lengua fuera, por encima y alrededor del ombligo, mirándola de reojo.

-“.. ¡Uhmm!, qué rica está Señora Tapia ”.

Mamá se dejaba babosear el vientre con los brazos pegados a los costados, observando como ese cerdo le pasaba la lengua por todos lados, hasta que plantó las manos en sus muslos y fue ascendiendo por debajo hasta sobarle el culo.

-“Qué buena estás, hija de Perra, ..jamás me cansaría de tocarte ”. Retiró las manos y se levantó para empezar a desabrocharse el pantalón.

Mi Madre lo vio sorprendida, cómo diciendo “¡¿Otra vez no?, ya no más, no más!”. Y yo pensaba lo mismo, y es que estos seres no tenían llenadera, mientras siguieran metiéndose droga esto no iba a terminar.

-“Quiero que me chupes el culo, también. Me encantó verlo y quiero lo mismo, ..¿quieres, bonita? ”.

-“¡Eh!, no, ... ha, .. la verdad es que nunca, yo, eso fue ”. Le dijo ella con cierta simpatía en la voz.

El tipo se bajó los pantalones hasta quitárselos y volvió a erguirse, cara a cara con mi Madre, metiéndole la mano por los hombros para ayudarla a levantarse. Él ya lucía en su cochino calzón los contornos de su tranca gorda, esa tranca que ya había eyaculado en su cara.

-“¿No te gustaría probar mi culo? ”. Le dijo el asqueroso gordo mostrando una sonrisa pervertida.

-“¿Ah?, N-no sé, ..me da un poco de, no sé ”.

-“A mí me encanta que las Putas me chupen el culo, ..dime que quieres chupármelo ”.

-“¿Chupárselo?, ..yo, lo que pasa es que...”

-“Anda bonita, ..dilo, sólo eso y te regreso la sortija ”.

Mamá se quedó pensante por unos segundos, a ella no le agradaba creo yo hacer ese tipo de cosas, quizás con el Mono fue porque se dejó llevar por el deseo y la droga, pero ahora pasado el éxtasis las cosas ya eran diferentes, aunque por otro lado quizás era la única salida para llevarse la sortija y salir de ahí lo más rápido posible, antes de que el terrible Mono se repusiera nuevamente.

-“Qui-quiero chuparle el culo ”. Dijo mi Madre con firmeza.

-“¡Muy bien, bonita!, ..así me gustan a mí las Putas. ¿Te ocupas tú de bajarme el calzoncillo? ”.

-“S-sí ...”

-“Despacito, bonita, ..me gusta disfrutarlo ¡Je, je!..”

-“Vaya Jefe, ..no me imaginaba que las Putas ricachonas fueran tan Perras ¡Joy, joy, joy!..” Se reía el Mono yendo a la mesa, para volver a tomar y enfilarse más coca.

El Clavo se giró hacia el sofá y mi Madre se arrodilló costosamente ante el culo rechoncho de aquel asqueroso gordo. Se ocupó de bajarle los calzoncillos hasta las rodillas. Apareció ante ella ese culo peludo de nalgas planas, de raja profunda, con sus güevos en reposo entre los robustos muslos de las piernas. Ella alzó sus manitas y primeramente se las acarició con las palmas, cómo si lo hiciera por amor, con la nariz muy cerca de la raja, cómo oliéndoselo. La verdad que esto no se si escribirlo, me da asco con sólo pensarlo, mi Madre estaba a punto de volver hacer aquella asquerosidad, la pobre fruncía el entre cejo al observar atravez de la raja.

Por otra parte, el Mono mientras disfrutaba de la dosis de la droga, se pellizcaba el paquete embelesado con la entrega de esa hermosa hembra. Yo observaba cómo pasmado detrás de la ventana, olvidándome por completo de mi entorno, entre un basurero ya sin la luz del sol y en un sitio tan peligroso. Pero el peligro no era lo que me ocupaba en estos momentos, era la cruda imagen de mi altiva y arrogante Madre arrodillada tras aquel sucio delincuente, sobándole y olisqueándole el culo.

-“¿S-se echa hacia delante? ”. Le preguntó ella totalmente sumisa y arrepentida por ello.

-“Claro, bonita ¡Je, je!..”

El Clavo se curvó hacia delante hasta apoyar una mano en el respaldo del viejo sofá, utilizando la otra para cascarse suavemente el vergón grueso. Aún seguía caliente, le excitara el hecho de que una mujer de estatus alto le mamara el culo. Mamá no le abrió la raja, si no que metió toda la cara en el culo, labios y nariz, y empezó a asentir para mamárselo, aunque no se le veía la lengua.

-“.. ¡Uhhmm!, qué lengüita tan placentera tiene, Señora ¡Ooh! .. ” Gimió meneándosela.

Mi Madre cómo si le encantara hacer aquella cosa aberrante, aquella cosa bizarra, se aferraba a los muslos de sus piernas para mantener la cara hundida en la raja. No paraba de asentir, dando lametones cómo si fuera una gatita aseándose, no le veía ni la nariz ni los labios, sólo veía que asistía una y otra vez. Esa imagen se me quedaría grabada para siempre. Hizo una pausa y apartó la cara para tomar aire, la tenía roja por el esfuerzo, pero de nuevo volvió a mamar metiendo la cara en la raja.

-“.. Ooh! Sii, .. sigue mamando Mamacita, Uuf, uff, ..sigue así Ooh! ”.

Yo no podía ver eso, se me revolvía el estómago con solo pensarlo, desfiguraba el rostro al ver como mi linda y siempre ejemplar Madre hundía su bello rostro entre las nalgas de ese cerdo. Afortunadamente el tipo no se pudo aguantar, se dio la vuelta y enseñándole su grueso pito le invitó a mamar.

-“.. Ooh!, se me ha puesto muy duro.. Ándale, Mamacita, ..ven, tráguese mi verga, creo que tengo para una de sus mamadas ”.

-“¿Q-quiere más? ”. Respondió sorprendida.

-“Vamos bonita, que no es para tanto, ..dos pinches palos y una mamada de culo no es nada. Además no te hagas la santita si hasta allá escuché como bramabas por el Monito, ..créeme que si tú quisieras tendrías este tipo de fiestas cada día, así dejarías de revolcarte con conserjes y viejos que ya no sirven para nada. Yo te conseguiría buenos clientes y mucha plata, ..estoy seguro que te llevarías buen billete ”.

-“Usted lo único que quiere es convertirme en una de sus Putas, ..no Señores recuerden que solo viene por lo mío ¡Ji ji ji!..”

-“Tu viniste por lo tuyo y yo quiero que me mames lo mío, ..anda Cabrona ven acá que tanto te gusta ”.

E increíblemente Mamá cómo si no tuviera llenadera fue gateando y sonriendo hacia ese tipo, le besó las piernas y las rodillas, luego buscó su miembro entre sus robustas piernas; él acercó sus caderas al borde del sillón, abriendo sus piernas. Pronto volvió a emerger ese pene grueso, con ese olor a madurez que tiene la de él y la del Cubano, para empezar a lamer.

-“... ¡Ooh!, qué buena Puta nos consiguió el Mayito, ..si supiera que la estamos disfrutando al máximo ¡Je, je, je!..” Dijo el Clavo cuando sintió esa lengua saboreando su estilete.

Pero para desgracia mía y no sé si para fortuna de mi Madre, ya que el Mono por tanta cocaína que había inhalado ya estaba listo para entrar en acción, y esta vez, el pastel que quería comerse era su agujero más estrecho.

-“Umhh, Ayy ” gime ella. Entendido las intenciones del Negro, queriendo profanar esas grandes montañas de carne blanca, es él quien  le abre con una de sus manos un poco más las nalgas para penetrarla por completo.

-“Túmbate al suelo y ponte cómo una perra ”. Le ordenó, al ver que sería muy difícil en la posición en la que se hallaba.

-“¡Espera, espera!, ..¿qué vas hacer Monito? ”.

-“Disfrutar de tus hoyitos, ..anda voltéate y no me estés jorobando ”.

-“¡No, no, no, Monito!, la tienes muy grande me vas a reventar ”.

-“¡Cállate, Puta!, ..que yo no he cobrado la apuesta ”. Y el Mono tenía razón, la apuesta era que fuera enculada por los dos, pero el largo tolete del Mono y su vitalidad seguro que la lastimaría.

-“No me cojas por ahí Monito, por favor te lo pido ”.

-“Te voy a culiar zorra porque te tengo ganas desde que te lo vi ayer ”. Le dice a la vez que coloca la verga a la entrada de su culito.

-“¡Por piedad, no ves que la tienes enorme! ”.

-“Vamos saca el culito para que entre mejor Pendeja ”. Le dice el Mono mientras intenta colocarla a cuatro patas para penetrarla, y a la vez que el otro volvía a colocar su verga en su boca aprovechando cuando la abrió para rechizar.

-“... ¡Aahhhh!!, vamos Chulita, que yo no te había dicho antes que pararas de mamar, tu negocio está aquí, sigue con tu trabajo ”. Le decía el Clavo dándole una pequeña cachetada en la cara para que entendiera.

Sin compasión alguna el Clavo se la clavó hasta el fondo de un solo golpe y para que no se moviera y se quejara, el desgraciado empezó a sujetarle con fuerza por los pezones.

-“Vamos zorra, no te quejes y trágatela hasta el fondo ”.

-“¡Maldición! ... qué buena esta la Pendeja. Menudas nalgotas y menudo culito delicioso que tiene ”.

La situación francamente había cambiado de nuevo, los tipos estaban muy drogados, su brusquedad y la manera con la que la tocaban cada vez era más ruda. Nuevamente mi Madre se dio cuenta de que esos desgraciados jamás cambiarían, ni sus grotescos modales ni su desesperación para follarla. Se sintió completamente entregada y humillada mientras notaba como una verga le taponeaba la garganta y otra quería abrirse paso por su recto. La pobre inútilmente intentaba con las manos evitar que aquel torpe Negro la ensartara, pero le era casi imposible y la verga en su trasero poco a poco empezó a entrar. La pobre se encontraba arrodilla en el suelo con el Negro por detrás, apenas pudiéndose mover, sin olvidar al desgraciado que la abusaba por la boca, haciéndola sentir casi como una muñeca inflable a merced de esos dos desgraciados.

-“¡Maldición Clavo! ... ¡hacía años que no estaba tan caliente! .. ¡Qué buena está la Cabrona y qué culito más estrecho que tiene! ¿Tú Culona, te sacaste la mierda antes de venir?. No te quiero que me dejes embarrado ... anda dime … que si no te lleno de cerveza las tripas en un minuto ”. Le preguntó el Mono mientras intentaba perforarla por completo.

-“¡Mmhhhh! Ngoo, ... mmmhhh!! ”.

-“¡Joy joy!.. Jefe, la Señora no sabe hablar con la boca llena. Dele un momento para hablar, ..ya sabemos que le encanta la verga y que responda si quiere una lavativa ”.

-“¡No por favor, eso no por favor! ... sí, sí que no viste hace rato, está limpio ”. Dijo cada vez más y más asustada y humillada por la situación.

-“Pues entonces ya puedes dejar de removerte y abrir el culito, ..porque de que te la clavo hasta los güevos, te la clavo. Vas a usar pañal después de esto … estoy seguro ”.

-“¡Nooooo pogh.. favoggh…!! ”. No pudo terminar de hablar ya que la verga del Clavo volvió a taponearle la garganta.

-“Vamos Culona, ¿no te gusta por el culito?. Si mi Jefe ya terminó de abrírtelo, yo simplemente te lo voy a limar … te la voy a ir metiendo poco a poco para que la sientas cada milímetro ”.

Pese a las suplicas de mi Madre el desgraciado retrasado se la fue clavando como dijo, milímetro a milímetro por atrás, casi sin dejar de empujar en un solo instante, disfrutando de cada centímetro de sodomización de esa elegante Señora.

-“¡Uhhmm!!, Nhgooo pog.. favogghh!! ”. Trataba de quejarse ella con la boca llena.

-“¡Maldición que culazo tiene la muy puerca, casi se la clavo toda! ”. Dice asombrado el Negro mientras le da un par de fuertes palmadas en las nalgas dejándole marcados los dedos, mientras se recrea viendo como su enorme tranca iba desapareciendo milímetro a milímetro entre esas preciosas nalgas.

-“... ¡Arghh!! ... ¡Para hijo de putaaa!! Por el culo no por favor … ¡¡Auuummhhhhhh!! ”. Logró quejarse en un momento que consiguió librarse de la verga que llenaba su boca.

-“¡Mmhh! apretadito ... ¿Qué diría el pendejo Mayito si me viera enculando así a su Putita, eh? Desde que lo conozco el hijo de perra no hace que reírse de mí, de tratarme como un tonto, pero mírame ahora, abriéndole el culo a su Putita. Dios ... qué buena estas ”. Le decía el desgraciado mientras le empujaba, bajando una de sus manos para sobarla, estimularle el clítoris en círculos mientras la sodomizaba. Lo que mi Madre no paraba de gemir por el dolor de esa verga perforando su agujerito trasero.

-“¡Le gusta Mono!, ... le gusta, métesela hasta los mismísimos güevos … escucha ramera, me voy a venir en tu boquita chupona que tienes y como se caiga una gota de mi leche ya verás. Te lo vas a tragar todo, ¿correcto? ”. Le sacó la verga de la boca esperando una respuesta mientras seguía recibiendo la verga del Negro en el culo.

-“... ¡Argh!! .. Sácamela por favor. Me arde, me duele muchísimo. Sácala, por favor, por favor Monito ”.

-“¡Me encanta que te arda desgraciada!, ..me encanta encular viejas Putas como tú, ..además, eso es porque lo tienes bien estrecho y tenemos que abrírtelo bien para que si vas a trabajar con el Jefe tus clientes puedan darte por detrás, Pendeja ”. Le gritaba.

-“... Nogh Arghh!!, ... ¡Por favor te lo pido! ... No me hagas esto, ..Sr Clavo por favor ”. Se dirigió al Jefe con lágrimas en los ojos por el incipiente dolor.

-“¡Sufre un poco Culona, a mí me rencanta, ..además, mira ya se te abrió por completo. ¿Ves que bien te entra ya? ”. El desgraciado sin previo aviso le sacó la verga y la volvió a meter de un golpe casi hasta los güevos.

-“... ¡AAAHHH!!, Cabrón, desgraciado me duele, Ay!, Nohh! ”.

Yo estaba de piedra, veía a mi Madre chillando como una perra malherida, arrugando la frente con fuerza y sacudiendo la cabeza ante el dolor desgarrador. Pude comprobar la verga encajada en el ano, impresionantemente dilatado por el grosor. La agarró por las caderas y empezó a sacudirle duras penetraciones anales, con los güevos botando contra el colorado chocho. Sus tetas y su trasero se meneaban con cada empujón. La penetró analmente durante al menos dos minutos, minutos en los que mi pobre Madre no paró de gritar, minutos en los que el todo su cuerpo no dejó de mecerse. Le retiró la verga sin llegar a frenar y le dejó el ano abierto, de donde se podía ver todo su interior, parecía como si el culo no se le pudiera cerrar más, lo tenía completamente adormecido.

-“¡Joy joy joy!.. ¿duele? ...” En tono sarcástico le preguntó riendo.

-“... ¡Argh! Cabrón me has reventado. Me duele ”. Dijo ella palpándose el ano con las yemas de los dedos, sintiendo la circunferencia de su culo abierto, con una mueca de dolor dibujada en el rostro.

-“¡Joy joy!.. Te voy a dejar el culo tan abierto que te va a caber un pelota de beisbol ”.

-“¡Argh!, No ”.

-“¡Pues va de nuevo!, ..¿y sabes qué?, no te vas a poder sentar en un mes ¡Joy, joy, joy!..”

-“¡Y yo que Mamacita!, ..¿te has olvidado de mí?. Quiero que te la tragues todita ”. Le habló el Clavo apretándole las mejillas con fuerza, mirándola a los ojos, disfrutando de su humillación.

Totalmente asustada mi Madre se negó con la cabeza, suplicando mirándolo a los ojos, con carita de temor y humillación.

-“No me importa Mamacita, ..más vale que agarres aire que allá te voy ”. Dijo sujetándole de la nuca y empujando fuerte hacía su pelvis.

La pobre de mi Madre no podía hacer nada, estaba atrapada en el suelo debajo de aquel Negro y con la boca abierta era empujada hacía los bajos de una incipiente barriga cervecera para tragar, tragarse una sucia y asquerosa verga que empezaba a punzarle la garganta. La pobre no tuvo de otra que cerrar sus celestes ojitos vidriosos y abrir la boca todo lo que podía, obedeciendo nuevamente de forma sumisa, a la vez que esa verga volvió a ocupar su boquita.

-“¡Mmmppffg! ”. Gimió con la verga en la boca y el rostro deformado.

El Mono siguió entrando en ella, causándome un dolor tremendo, incluso cuando se detenía en seco con toda la verga dentro, aplastando sus negros güevos contra la tersa y pomposa piel de sus nalgas. Mi Madre quiso liberar su boca para pedirle que se detuviera, pero, cómo por instinto, el Clavo puso su mano sobre su cabeza y no la dejó sacar su verga de la garganta.

-“.. ¡Uff, off! .. ¿Parece que si le duele, Mono? ”. Dijo el Clavo, un poco sofocado.

-“¡Como si me importara!, .. ¡A eso he venido esta Puta!, a recibir tanta verga para que se le quite lo sorrona ”. Repuso el Mono, acelerando sus embates, metiéndosela toda a gran velocidad, dejándosela adentro.

El Clavo a su vez, presionó su cabeza y la respingada nariz de mi Madre se hundió en su vello púbico, debajo de su amplia barriga, sus labios tocaron su piel, su labio inferior topó con su escroto.

-“.. ¡Oh!, Si, seguro que el pinche Mayito se pajea para correrse en tu boca, ¿eh? ¿Te los echa todos en la boca, verdad que sí? Oohhh .. que linda te ves así enculadita y preparada para tragar mi lechita .. ¡Oohhhh, ahhhhhh, Uhhh!! ... ¡Puta Madre! .. que delicias eres Mamacita .. anda trágatelos todos y chúpamela bien hasta que la dejes limpia ”. Le decía el desgraciado mientras se recreaba del grotesco espectáculo de verla batallar para respirar, observando como su carita angelical se desfiguraba al ser penetrada al mismo tiempo.

El Clavo al ver la brutalidad con la que su pupilo la estaba enculando casi se viene, le sacó la verga de la boca y se masturbó suavemente para terminar, y cuando iba a empezar a correrse se la volvió a meter en la boca para echárselos todos dentro. Y aunque ella intentó tragar, era claro que no podía, no pudo evitar que gran parte de la corrida se derramara por su cuello hasta sus preciosos y turgentes pechos mientras el exaltado Mono se movía frenéticamente dentro de su indefenso culo, golpeándole con las caderas en sus rosadas nalgas.

-“¡Cabrona! .... si serás pendeja, se le ha caído mi leche ”. Le dije tomándola fuertemente por la cabeza para volver a metérsela en la boca hasta el fondo muy rápido. Aún la tenía dura después de la corrida y aprovechó para metérsela lo más profundo que pudo para arrancarte la última arcada.

-“¡Aurghh!! .. orgh ”.

-“¡Cabrona estúpida!, así escomo debes de mamar y a tragar ”. Le dijo dándole el último empujón y sacarla rápidamente.

Sólo entonces soltó su cabeza y ella pudo zafarse de esa verga, atragantada por el pegajoso semen entre sus cuerdas vocales, lo que la hacía emitir unos bramidos extraños y quejumbroso. Pero el Mono, sin inmutarse, apenas aflojó un poco y siguió sodomizándola, pudiendo notar un auténtico gozo en escuchar los lamentos de mi Madre.

-“¡Aaaaauuuuuahhh!! Norgh!! ”. Solo acertaba a quejarse, sin poder hablar, mientras el desgraciado Mono parecía nunca tener fin.

-“¡Uff .. off.. puff! .. ¡Haber culo guango!, ¡Joy joy!.. quiero que muevas bien el rabo, ..quiero que me hagas acabar adentro, te juro que te abriré toda si no lo haces y si te duele, créeme que no me importa ”.

-“¡M-Mono, por favor ..me haces daño! ”. Suplicó ella llorando.

Gracias a todos los dioses el Negro se detuvo, con media verga en el culo vibrante.

-“Espera, espera, ..dilátamelo un poco ”. Sufridamente sugirió.

-“¡Joy joy joy!.. ¡Si ya lo tienes todo guango!, ..cuando vayas a cagar ni vas a sentir ¡Joy joy!.. Deja te ayudo con algunos dedos ”.

Dijo saliéndose de ella, escupiéndole un gran escupitajo dentro de su ano abierto, increíblemente el culo de mi Madre había quedado abierto como un pozo, adormecido sin podérsele cerrar, el desgraciado le metió dos dedos y empezó a hacerlos girar 180º y luego para el otro lado. Estuvo unos segundos recreándose de la extraordinaria elasticidad de su recto y cuando entró el tercer dedo haciéndola gemir, estuvo moviéndolo un poco dentro de su culito junto con los otros dos dedos, y cuando consideró que ya estaba suficientemente dilatado para recibir nuevamente su extraordinario tolete. Yo aun así, note como el esfínter de mi Madre se oponía a la invasión, teniendo que hacer algo de presión en serio para forzarlo, haciendo que de los labios de ella escaparan gemiditos ahogado de dolor, también algún que otro comentario obsceno cuando sintió como le volvían abrir el culo de ese modo:

-“¡Uhmm!, Cabrón, ..tres dedos enteros hasta dentro y aun así todavía casi me lo rompes. ¡Qué verga tienes!, me estas matando, ¡AUHH!!! ¡QUE COSOTA CABRON, QUE PEDAZO!!! ”.

-“Si quieres te meto la mano ¡Joy joy!..” Dijo en tono irónico.

-“¡Norgh! ¡Argh! .. termina ya cuanto antes, .. ¡Ahhhh!, Maldición, me estás destrozando ”.

La situación se puso fea para ella pero excitante para aquellos que podían verlo. Afortunadamente, el Cubano y todos sus chantajistas la tenían bien entrenada, tal y cómo dijo el Clavo cuyo semen recién había tragado. Increíblemente y pese al sufrimiento que estaba padeciendo y las facciones fruncidas de dolor en su rostro, mi Madre comenzó a retroceder a pesar de ser empalada, empezó a mover las caderas hacía atrás y hacía delante para darle gusto a ese infeliz ignorante, tal y cómo le gustaba a su Portero favorito.

-“¡Ooh!, .. ¡Está fogueada la ricachona!, .. me gusta ”. Dijo el Mono, inclinándose hasta pegar su torso contra su espalda, apoyando una mano en el piso y con su otro brazo abrazándola.

Los movimientos empezaron a ser suaves y coordinados, la penetración lenta y profunda. Ambos cuerpos parecían que se amoldaban como dos piezas. Por momentos era el Mono quien imprimía movimientos de suaves a fuertes, y por momentos era ella quien accionando su cintura y su prominente nalgatorio cual si fuera bailarina de salsa, lograba meterse en totalidad esa tremenda virilidad, además de sentir como le raspaba a placer, causándole algo de fricción a su ardido clítoris. Las piernas ahora juntas lograban ese efecto tan placentero, los quejidos y muecas de dolor se trasformaron en resoplidos y en un color rojo intenso en el rostro de mi Madre, hasta que por fin y después de tanto empujar y empujar, el desgraciado Mono dio señales de acabar, frunciendo el rostro y bramando como un cerdo:

-“¡Pffh! .. ¡No aguanto más! ... ufff … ¡te voy a llenar las tripas de leche Cabrona! … con las ganas que tenía de hacerlo ”.

-“Vamos Mono llénale el culo de leche … que se lleve algo de recuerdo ¡Je je je!..” Hablaba el Clavo resoplando el esfuerzo.

-“¡Ahhhh! …. Ohhhhhhhh …Uhhhhhh!! ”. Bramaba el Negro por cada chorro de leche que mandaba al interior de su cuerpo.

El desgraciado sufría un gran esfuerzo al momento de correrse, cada lechazo que lanzaba parecía que se le fuera el alma, conté hasta 8 fuertes lechazos que lanzó con brutales estocadas, enterrándoselos hasta lo más profundo. Una vez terminó de correrse, se quedaron así un poco como fieras calmadas, unos segundos, para después el Negro desplomarse en el suelo, ella aun a cuatro patas con las piernas juntas, con la cara, el pecho y las nalgas goteando semen de ambos hombres. Los dos desgraciados chocaron las manos, carcajeándose y evidenciando que todo había salido perfectamente planeado para dejarla ahí … desnuda, entregada y culiada con el ano bien abierto.

La pobre ya no lo podía sentir, ni podía moverse, prefirió reposar así, a cuatro patas esperando que se le calmara el terrible escozor que sentía, seguramente pensaba en su pomada desinflamante y su carterita de hielos tan frecuente, su culo prácticamente se veía que le dolía mucho, además de no cerrársele por completo, prácticamente se le colaba el aire ahí dentro. Seguro que desde este momento Mamá aprendería a no apostar nada en las cartas ni en ningún otro juego.

-“¿Un trago, Mono?, ..por el gusto de hacer negocios con tan flamante compañía ”.

-“¡Joy joy!.. Es una pena que no se pueda ni mover para brindar con uno ¡Joy joy!..”

-“¿Y quién dice que no?, ..ella puede brindar por otros lados ¡Je je je!..”

El desgraciado una vez echado un último trago, dirigió el cuello de la botella a las nalgas de mi Madre, quien por el cansancio y el terrible escozor que sentía ni se percató de las pervertidas intenciones de ese par, fue cuando el Clavo enterró el cuello de la botella en su ano y vertió el líquido a unos 45º cuando mi Madre levantó la cabeza y trató de protestar. No debía de resultarle incomodo o trabajoso llegar al fondo del cuello de la botella, porque en un momento dado, y con una expresión en la cara de mi Madre fuera de sí, sintió como ese ardiente liquido empezaba a llenar sus tripas. La pobre trató de protestar, de zafarse, pero el desgraciado Mono con una agilidad que me sorprendió a pesar del terrible esfuerzo que había hecho, le sujetó de las manos haciendo presión al suelo, impidiendo que con ello, mi Madre pudiera tratar de quitarse o levantarse de esa posición en la que se hallaba. Mi Madre no le quedó de otra que sentir como la botella se vaciaba prácticamente en sus intestinos, provocando aún más las carcajadas de esos cerdos.

El maltrecho ano de mi Madre se embulló en su totalidad todo el alcohol, provocándole algo de mareos nuevamente. La dejaron descansar en el sofá un rato, mientras estos se enfilaban más rayas de coca.

-“¿Te divertiste primor?, ..apuesto que nunca habías tenido alguna fiesta parecida ”. Le apremiaba el Clavo.

-“¿Puedo vestirme ya? ”. Dijo una vez ya más relajada.

-“¡Ooh!, ¡Oh!, espera, espera, Primor ..me dieron ganas de mear. ¿Quieres sujetármela para mear?, ..seguro que nunca has puesto un hombre a mear ”. Le preguntó el maldito.

-“¿C-cómo? ”. Preguntó con el rostro lleno de incredulidad.

-“Si, que me detengas el pivote, ..sabes, estos pinches riñones ya no me sirven ”.

-“¿Q-quiere que yo le ayude a orinar? ”.

-“Si mi amor, ..esta pinche tembladera seguro que no le atino a la pinche taza. Anda vamos, ..después ya podrás marcharte ”.

Mi Madre apartó de nuevo la cara para recuperar el aliento y para responder a lo que ahora le exigía el tipo.

-“P-pues, la verdad es que nunca yo, ..no es algo que, no sé…”

-“Oh, solo me detendrás el piche palo, ..no es nada que no hayas hecho ¡Je, je, je.. Solo será un ratito ”. Le volvió a insistir.

-“Y-ya es tarde Señor, ..y mi niño está solito en casa ”.

-“Ven conmigo, Primor ”.

A mí me dio mucho coraje ver cómo ella lo acompañaba hacia el cochino baño, en el camino el desgraciado no desaprovecho para sobarle las nalgas y agarrarla de la cintura, Mamá simplemente apresuró el paso, como si fuera su mujer, con los dos culos contoneándose juntos. Todo esto me parecía una pesadilla, mi arrogante y altiva Madre acompañando a un asqueroso viejo para ir a orinar, era una horrible pesadilla. Se dirigieron hacia retrete, el Clavo se colocó a la altura del recipiente de porcelana y mi Madre se volvió hacia su costado, rozándole con los pezones el cuerpo.

-“Ándale, Mamacita, ..agárramela, quiero mear ”. Apremiaba de manera jadeante, apretujándola contra él.

-“¿S-se la sujeto? ...” Dijo ella incrédula por lo que le estaba pidiendo.

-“Si mi amor, ..agárramela y apunta al retrete ”. Le decía en tono paternal.

Vi cómo mi Madre, al ser más alta, pegaba su chochito a la cintura del Clavo, sintiendo los pelos del tipo rosar su pelvis. Ella extendió el brazo derecho y le sujetó la verga con las yemas de los dedos, colocándosela en horizontal y apuntando hacia el interior del W. C. Enseguida empezó a salir un chorro de miados amarillentos, ella cómo primeriza trató de bajársela para apuntar hacia el desagüe, aunque podía ver cómo diminutas salpicaduras saltaban hacia todos lados.

-“... ¡Ohhhhhh! Qué bien ”.

El chorro fue perdiendo potencia hasta convertirse en pequeños goteos. Entonces, Mamá se la sacudió agitándosela, el Clavo volvió la cara hacia ella y le dijo:

-“Bésame, cabrona, ..nos la hemos pasado genial ”.

Increíblemente mi Madre le comió la boca al tipo y la vi agitar el brazo derecho para masturbarlo, con su mano delicada y blanca abarcando todo el tronco de la salchicha, meneándosela ágilmente, sin importarle que su mano se salpicara de resquicios de miados. Se comían la boca con energía, cómo si en realidad a ella le gustara, la verdad que hasta creí que mi Madre estuviera enamorada, cerraba los ojos mientras lo besaba y no paraba de menear el brazo para machacársela. Rozaba las tetas por su costado sin cesar la aligerada masturbación.

Yo seguía inmovilizado viendo todo aquello, incrédulo viendo cómo mi pulcra Madre le hacía una puñeta al peor delincuente de esta peligrosa zona. A veces, Mamá deslizaba la mano desde la verga hasta los güevos, y se los sobaba zarandeándoselos, para volver a sujetarle la verga para machacársela. Vi cómo deslizaba su manita desde la cintura hacia el culo del tipo, sobándole suavemente las nalgas con la palma. Sabía que al Clavo le gustaba que le tocaran el culo. El desgraciado, con su lengua gorda, se comía la boca de mi Madre. A veces lanzaba gemidos alocados mirando hacia arriba. Vi que Mamá bajaba la cabeza y empezaba a lamerle la tetilla del pecho, una tetilla rodeada de pelillos negros, pero su manita no paraba de manosearle culo y masturbarlo.

Todo aquello me tenía sumido en una situación que no podía creer, hasta que vi cómo la delicada mano de mi Madre se llenaba de espesa leche entre los dedos, la muy cerda seguía besándose sin dejar de exprimirle todo el miembro, como si quisiera no soltárselo jamás. Después le bajó al retrete y se lavó la mano, mientras que el Clavo le daba una fuerte nalgada para que saliera del baño ¡SPLASSHH!!

-“¡Auchh! ”. Se quejó ella por el tremendo manotazo.

-“¡Como te voy a extrañar, Cabrona!, ..tal vez un día te llegué a visitar. Vamos por tu ropita, ..ya has pagado toda tu deuda ¡Je je je!..”

Salieron juntos del baño en dirección a la sala y hasta donde estaba su ropa. Nada más al entrar, vieron al Mono pajeándose con las bragas de mi Madre, el Negro ya mostraba una tremenda erección y la miró bastante excitado.

-“¡Ven acá, Puta! ..yo también quiero darte la despedida ¡Joy, joy, joy!..” El Mono abrió las piernas, sin parar de oler las bragas de mi Madre.

-“Ya, Mono ..ya fue suficiente. La Señora tiene que irse, ya se ha portado muy bien con nosotros ”. Le dijo el Clavo viendo que el Mono ya estaba muy drogado y mostraba un rostro perverso.

-“¡QUE!! ”.

-“Que la Señora ya tiene que irse, ..ya ha pagado su deuda ”.

-“¡Ni Madres, Clavo! ..tú la tuviste más tiempo. Todavía sigo caliente ”.

El Mono ya estaba muy drogado, y ante la negativa de su Jefe este explotó sacando un arma.

-“¡Mono, guarda el arma, la Señora ya se va! ”.

Mi Madre analizó las cosas, ese tipo era capaz de matar a su Jefe y a ella si no hacía lo que quería. Por lo que con todo el dolor de su corazón y de sus partes nobles dijo:

-“Tranquilo, quiero hacerlo, ..¿dónde quieres que me ponga? ”.

-“¡Aquí te quiero Puta!, ..ven acá, mueve la pinche cola ”.

Mamá se acercó con miedo y se arrodilló entre las piernas del Negro, sentada sobre sus talones y curvada hacia los genitales. Le agarró los güevos con la mano derecha y con la izquierda le rodeó la verga con sus propias braguitas ya manchadas en múltiples fluidos, comenzando a sacudírsela velozmente. Miraba hacia arriba cómo una sumisa, los güevos se los estrujaba despacio y la verga se la agitaba oculta por sus propias bragas.

-“... ¡Ohhh! Qué gusto, Zorra ¡Ohhh! ”.

Mamá apartó las bragas para dejar libre el tolete y se lo agarró con la derecha para mamarla cómo una descosida, sacudiéndosela sobre la lengua. El Mono cabeceaba mordiendo las pantaletas de mi Madre, y ella se la machacaba velozmente con el capullo dentro de la boca. A veces dejaba de sacudírsela para sólo chupársela y babosear sobre ella, aunque enseguida reiniciaba la masturbación, ahora pasándole la lengua por los güevos.

-“... ¡Ummhh! Sí, eres una becerra, sigue, guarra.. ¡Woohh! ”.

Volvió a metérsela en la boca lamiéndola por todos lados, con ansia, sin descanso, aplastándole los güevos con la terrible paja. Yo, simplemente les veía, anonadado, escuchaba todo desde la ventana posterior, paralizado por un aluvión de escalofríos que eso significaba. La verdad que no me lo podía creer. La flamante Esposa del Empresario Rodolfo Tapia haciéndole una mamada a un Negro raquítico asqueroso, con sus bragas siendo mordidas por este, en una horrible y deprimente casucha, para salvar su vida y tratar de regresar con su pequeño hijo al que había dejado sólo para recuperar la sortija de su matrimonio, la verdad que todo esto estaba de locos. No salía de mi asombro, no parpadeaba. Vi cómo el tipo levantaba las piernas y ella se lanzaba a chuparle el culo, con toda la lengua fuera, deslizándola por encima del ano cómo si fuera una Perra.

-“... ¡Oohh!, Eres la mejor lame culos de todas las Putas a las que me he echado. ¡Sigue así Perra!, Ooh! ..hasta que me saques la cremita, y puedas irte con tu hijo toda llena de leche .. ¡Ooohh! ”.

Mi Madre agitaba la cabeza para cosquillearle, le estampaba besos en el ano o trataba de penetrarlo con la punta de la lengua. Actuaba cómo una Puta viciosa para hacerlo terminar, nunca se llegó a imaginar semejante grado de perversión a la que se tenía que degradar para recuperar el símbolo que la representaba cómo la Sra. Tapia. ¿Cómo parar aquella situación?, ¿cómo enfrentarme yo solo a esos desgraciados y salvar a mi Madre de caer tan bajo?. Estaba asombrado de la intensidad con la que ella le lamía el culo, de cómo le pasaba su rosada lengua por esos oscuros güevos o de cómo le sacudía la verga larga y pulida a la vez que mordisqueaba y olía sus pantaletas el Negro. Le tenía todo el ano baboseado y había pasado a comerse los güevos con la misma intensidad, pero el Mono bajó las piernas incorporándose.

-“¡Ven acá Puta!, ..colócate, aquí, deja que te monte ”.

Le escuché decir al Negro. Mi Madre se tumbó sobre la mesa mirando hacia el Clavo y el Mono se colocó tras ella, dejándola con su culo en popa y en posición. Parecían un perro jarioso, le dio unas palmaditas en el chocho antes de acercarle la verga y clavársela secamente. La pobre aulló de dolor y los jadeos se intensificaron cuando comenzó a joderla con fuerza. El Mono le abría las nalgas con los pulgares para verle el ano, cómo palpitaba dilatado y cómo débilmente se contraía, luego deslizaba las manos por su espalda, acariciándola, hasta agarrarle en pelo en una coleta con ambas manos, como si fueran las riendas de un caballo, para tirar de su cabeza hacia atrás.

-“¡Ooh!... ¡Chilla, Perra!, aúlla ..para que nunca te olvides y hagas menos a mis hermanos Negros ”.

-“¡AYY!, ¡Ouchh!, ¡AHHH!, ..ya no, por favor, ¡ARGGHH! ”.

“¡PLOFF, PLAFFF, PLOFFF” Los sonidos de su trasero estrellándose con la pelvis del Negro inundaban nuevamente la cochina vivienda, la imagen era tremendamente morbosa, una hermosa rubia siendo montada por un asqueroso Negro drogadicto sobre la mesa mientras otro tipo estaba de pie mirando la escena, viendo cómo su psicópata colega la penetraba fuertemente. Mi Madre emitía gemidos estridentes. El Mono aceleraba las embestidas tirándole de la coleta, los jadeos se sucedían sin descanso, le metió sus propias bragas dentro de la boca, haciendo que ahogar sus pujidos dentro de la prenda.

-“¡Mmmppffg! ¡mmpff! ”.

El Negro hizo una pausa, le sacó la verga y se inclinó hacia ella, le lamió el culo con tres pasadas y volvió a erguirse para continuar jodiéndola, esta vez más deprisa. Yo me fijaba en el culo del Negro, que no paraba de contraerlo para hundir ese terrible tolete en el chocho de mi Madre. Qué fuerte, si alguien se enteraba de aquello, si llegaban los gemidos a oídos de los tantos vagos y prostitutas de los alrededores. Ya la penetraba muy apresuradamente, aferrado a sus caderas, chocando violentamente la pelvis contra el culo. En eso se escucharon golpes a la puerta. Mamá se acojonó ante el temor de ser descubierta y trató de zafarse dando un paso. El Mono miró y vio un reflejo en la puerta y una sombra que retrocedía, pero estaba a punto de eyacular y se esforzó en metérsela fuerte.

La extrajo de repente, se dio unos fuertes tirones y al instante empezó a lanzar gruesos chorros de leche espesa que se estrellaron contra el chocho inundándolo todo. Mamá, aún con el culo en popa, se sacó sus pantaletas de la boca, meneando el culo, percibiendo el semen caliente humedeciéndole la vagina. El Mono se fijó cómo el semen que goteaba lentamente hacia la mesa. Tomó las bragas y le limpió el chocho hasta secárselo, luego se dejó caer sobre la silla bastante agotado. Mamá tomó su ropa y se fue corriendo hasta el baño, desnuda bamboleando su trasero.

El Clavo con total pasividad fue a abrir la puerta, iba con el torso desnudo y apenas había logrado colocarse los pantaloncillos; cuando abrió la puerta no me lo podía creer, era el desgraciado Cubano, el viejo que sin escrúpulos había llevado a mi Madre a cometer toda esta aborrecidad. Venía muy alterado, cómo desesperado.

-“¡Clavo!, ..¿d-dónde está? ”. Dijo el Cubano volteando para todos lados.

El Cubano se topó con una imagen nada agradable, la casa era un cuchitril, eso ya lo sabía, pero después se topó con la imagen del Mono completamente desnudo y drogado sentado a la mesa.

-“Si busca a la Señora no está, ..y creo que ya no quiere verte más, Mayito ”.

-“¡La camioneta esta allá afuera, sé que está aquí adentro!, ( Y entrando a la casa empezó a gritar) ..¡Güerita, perdóname, ..he venido pol ti, no dejaré que cometas una locura ”. Decía.

-“¡¿Quieto Cabrón a dónde vas?! ”. Lo detuvo el Mono apuntándole con la pistola.

-“¡La Sra. no está!, ..y si no traes el dinero que me debes será mejor que te largues ”. Le enfrentó el Clavo.

-“Escucha, Clavo yo ...”

-“¡No, escucha tu!, ..mira Mayito, yo te recomendaría pues que ya deberías de estar juntando mi dinero. La Señora ya la has perdido, ya no quiere nada de ti, será mejor que juntas mi plata y ya no te vuelvas a parar por aquí ”. Le espetó el Clavo con la misma prepotencia y autoridad que le correspondía.

-“Eh, este, ..mira Clavo, m-me la rayo que nomás hago un pal de cosas y te devuelvo tu plata ”.

-“Pues más te vale, ..ahora lárgate, que aquí ya no tienes a nadie con quién hablar ”.

-“C-cálmate, Clavo, yo este, ..yo solo quería hablá con ella ”.

-“¡Pues ya está!, ..ella ya no quiere hablar contigo y yo quiero mi plata, pero no se puede ¿verdad?. Anda vamos y cierra la puerta que el pobre Mono se resfría. Y otra cosa, Mayito, ..gracias por la preciosura, la hemos pasado de lo lindo ¡Je je je je!..” Le dijo el Clavo burlándose.

Por ese momento le agradecí con toda el alma a ese tipo, había humillado y atemorizado al desgraciado Cubano, al maldito viejo que me había estado atormentando estos últimos meses, con la cola entre las patas el viejo salió de la casa más cagado que un palo de gallinero, cómo disfruté ese momento, momento en el cuál mi Madre yacía desnuda dentro de aquel mugroso baño esperando que se fuera. En eso estaba cuando vi salir a mi Madre, ya se había colocado la ropa y se había limpiado el rostro y las piernas, la pobre caminaba con mucho trabajo, ese maldito Mono le había dado con todo, le había volteado el culo y había cumplido su promesa de no poderse sentar, trató de ser breve y salir de ese pútrido lugar antes de que el Negro salvaje ese se despertara y volviera a la carga.

-“Bueno ya tienes Mamacita, ..te has ganado quilate por quilate ¡Je je je!.. Es una pena que ya no volvamos a jugar, esta fiestecita fue fantástica, esperamos no haberte lastimado ”.

-“No, estoy bien, ..y espero y ya no nos volvamos a encontrar ”. Dijo ella muy altiva, juntó su bolso y el manojo de billetes con los que pretendía sobornarlos, pero a la hora de meterlos a su bolso el Clavo la detuvo.

-“Un momento Mamacita, ..ese dinerito se queda aquí conmigo ”.

-“¿P-pero por qué?, ..yo ya he pagado la deuda, esto es mío ”.

-“La deuda Mamacita era estrenar tu culito, ..y el tuyo no lo era ”.

-“P-pero si usted, .usted me metió aquello, yo..”

-“Mamacita, no me quieras engañar, ..he tronado muchos culos y el tuyo no fue uno de ellos ”.

Mamá se enrojeció por estar dialogando sobre la virginidad de su trasero, se quedó callada y abandonó el lugar, se sentía devastada, no tenía ni fuerza para caminar. A pesar de que mi Madre me defraudaba con su manera de comportarse se me partía el corazón verla sufrir, sentía ganas de abrazarla, de correr a besarla y consolarla, no entendía porque la vida nos había dado este giro tan repentino, hace poco la odiaba y me lastimaba con todo el alma verla berrear como una Puta en celo en medio de esos dos cerdos, ahora no, verla caminar llorando desconsolada hizo que naciera en mí es fuerte amor y cariño de hijo consentido que siempre sentí por ella.

La vi abandonar la casucha y dirigirse a la camioneta, la pobre lo pensaría muchísimo para sentarse en el asiento, como maldijo al asqueroso Mono, ¡le había dado una enculada bestial!, además del terrible escozor que sentía en su entrepierna, con eso mi Madre tendría para no pensar en sexo por lo menos en 2 años, pero conociéndola ahora y en lo que se había convertido estos últimos años, en dos semanas ya estaría gimiendo con otro tipo que apareciera en su vida, o con el maldito Cubano si se lo permitía, aunque creo que con lo que pasó la relación entre el Portero y mi Madre ya había terminado, ¿o no?...

Antes de subir, se detuvo en la puerta de su flamante camioneta land rober modelo 2012,. la observé contrariada, sin poder contener sus lágrimas, se sentía sucia y usada; aún a pesar de su estado, dos sujetos que pasaban casualmente por ahí y al ver a tan espectacular rubia en un lugar que para nada era su mundo y que por ninguna circunstancia o motivo coherente se observaba mujeres de su elegancia y estirpe en tan cochino lugar como lo era este barrio, no pudieron contenerse y dirigirse a ella con vulgares comentarios:

-“¡Nalgame dios! ... ¡Pero si mira Compadre! ”. Dijo uno expresando su asombro.

-“No llores Mamacita, ..mira, mi compadre y yo estamos para consolarte Preciosa ”. Ella al ver sus cochinas fachas y los asqueroso cuerpos que poseían, no pudo evitar compararlos con los asquerosos seres que la habían poseído, enseguida empezó a descargar su coraje y rabia diciéndoles:

-“¡Malditos viejos mugrosos!, ..púdranse en el cochino infierno de donde provienen. ¡Jamás tendrán mi cuerpo cerdos! ”. Apresurándose a buscar sus llaves para marcharse.

Desafortunadamente para ella no las lograba encontrar, lo que provocó que con el nerviosismo que llevaba y su rabia, su bolso se cayera de sus manos haciendo que sus carísimos cosméticos y todo lo que llevaba en su bolso fuera a parar por toda la banqueta, lo que provocó que tuviera que agacharse para tomarlos y que sin acordarse que su vestido como su escote no estaban perfectamente acomodados para tan forzada pose, los tipos rápidamente clavaron sus ojos en sus piernas y pechos, es más, se detuvieron para observarla con descaro y decirle más leperadas:

-“No te descargues con nosotros Mamacita, ..nosotros no tenemos la culpa de que no te hayan pagado la tarifa. Pero si nos haces un descuentito, ..mi Compadre y yo estamos dispuestos a salvarte la noche. Solo que tendrás que dobletear ¡Ja ja ja ja!..” Reía uno de ellos, seguramente confundiéndola con alguna Prostituta a la cual no se le paga y es echada del vehículo, lo que seguramente era muy frecuente en este tipo de lugar.

-“Seguro cobra rete caro, Compadre ..mírela, claramente se nota que es de clase ”. Decía el otro incrédulo.

-“Pues sí, ..pero no deja de ser una gila .. Lástima de tetas que tienes, Mamacita ..chamacos tan grandotes que has de criar. ¡Ja ja ja!.. ¡Mira nomás como se te mueven esos melones!, ..como para terminarme de criar ¡Ja ja ja!..”

Al oír esto, mi Madre no respondió, se tragó su coraje para limpiar sus lágrimas y empezó a juntar sus cosas más deprisa, para evitar que esos cerdos tuvieran más tiempo para decirle cochinadas, así mismo se dio cuenta de que el escote de su vestido lo lleva todo desajustado y que por algún motivo no se había vuelto a poner su brassier, por lo que se imaginó el espectáculo que sus turgentes pechos le ofrecieron a esos tipos, ya que estos daban pequeños saltos con el rápido movimientos de sus manos, que por su dureza solo temblaban haciendo que sus pezones erectos rozaran con su vestido. Rápidamente se apresuró a juntar sus cosas para salir de tan asqueroso lugar. Ella, llena de pánico de que alguien más pudiera llegar a decirle de majaderías se puso de pie para marcharse, una fuerte punzada en el orto la hizo recapacitar, “¡Desgraciado Mono!”, casi pude escucharle decir, en eso el Clavo abrió la puerta estrepitosamente y aun con el torso desnudo enseñando su prominente barriga le enseñaba que en una de sus manos colgaban las llaves de su flamante camioneta.

-“¿Busca esto Sra Tapia?, ..no debería salir así tan deprisa. Mira que dejarme sus calzoncitos y chicheros tirados por toda la casa no es una buena imagen para una Señora de su clase, ¿no es verdad? ”.

Mi Madre se quería morir, no solo porque el desgraciado que le hablaba la estaba exhibiendo como una vulgar ramera después de haber hecho su trabajo desde la puerta de su cuchitril, sino que lo gritaba a los cuatro vientos, haciendo que toda la calle volteara a verla y empezaran a comentar. Por lo que no le quedó de otra que volver a tragarse su orgullo e ir a cruzar la calle para ir por ellas y  salir de ese mugroso lugar con aquel cerdo que prácticamente desnudo todavía, con descaro se rascaba su aunque ya flácido aparato sexual, reluciéndose como un semental en la penumbra a la vista de todos a aquellas horas de la noche. Por lo que apresurándose a llegar y tomarlas, el asqueroso para terminar jugó con ella brincando las llaves entre sus manos para que ella no lograra atraparlas, pero la fría mirada de mi Madre extendiéndole la mano le hizo recapacitar para terminar con su estúpido juego, no le quedó de otra que dejárselas caer en su mano para terminar con otra de sus frases laceras y humillantes:

-“Sus calzoncitos se los debo Señora, ..mire que el Mono se ha encariñado tanto con ellos, los dejó tan perfumaditos y calientitos que aún sigue ahí, olfateándolos y lamiéndolos. Aun no puede creer que le haya hecho el favorcito, ..el pobre tenía tanto tiempo sin mojar con una que no le pidiera que se bañara y usara condón, el pobrecito ¡Je je je!..”

Mi Madre envilecida, sintiéndose completamente vacía y vencida en lo más íntimo de su orgullo, aun aturdida y sin poder terminar de caer en la pena de su propia dignidad por el drástico giro de los eventos que aunque ella pudo haber detenido, hacía poco menos de 20 minutos atrás, la habían conducido a convertirse en una vulgar ramera, de esas a las que ella tanto criticara y fueran comentadas en aquellas tardes de reuniones entre sus refinadas Amigas, penosamente ahora se encaminaba de vuelta a su camioneta y a la seguridad de su hogar mientras disimuladamente terminaba de acomodarse el corte de su falda y el escote de su carísimo vestido que ahora cubría su mancillado cuerpo; en tanto que yo, encontrándome aun escondido entre aquel sucio y maloliente callejón intentaba hallar dentro de mi cabeza una explicación para lo sucedido o al menos alguna manera de disculpar su conducta.

Y cuando ella creyó que al fin había logrado librarse de aquella humillante situación, sus pensamientos se vieron interrumpidos apenas luego de unos cuantos pasos de llegar a su camioneta, al notar como para colmo de males, de repente al caminar su entrepierna comenzaba a escurrir una viscosa y pesada sustancia depositada dentro de ella por aquellos cerdos, amenazando con desbordarse por entre sus piernas hasta sus zapatillas, que al no llevar sus pantaletas para descontento de su dueña ahora servían como pañuelo de aquel pervertido en lugar de mantenerla a salvo todo el intachable pudor que se suponía deberían de estar protegiendo...

Después de ver la camioneta de mi Madre alejarse, regresé yo también a la casa destrozado, me sentía muy mal con todo lo vivido, sin querer volvía a recordar lo pasado y me volvía a enojar ante tal descubrimiento, de que mi linda Madre ya tenía otra perversión, la de mamar culos, y además se comportaba cómo una auténtica viciosa, ofreciéndose cómo toda una cerda, un comportamiento insospechado hasta este momento. Esas fuertes imágenes iban a amargarme la existencia. No sabía qué pasaría con mi vida y la de mi Madre en un futuro, cada día se perdía más y más, tendría que idear algo para salvarla, aunque claro que esa escena, la de ella metida entre las nalgas del Clavo se rememoraría en mi cabeza para siempre, haciéndome sentir un ser inferior ya que no había podido evitar manchas mis calzoncillos.

En el camino pensaba, quizás todo se debía a su dejadez, a su falta de cariño, ciertamente debía reconocer que mi Madre necesitaba un buen hombre, alguien que la cuidara y la amara cómo lo hizo mi Padre, ¿pero dónde encontrarlo?, si todos los tipos que se le acercaban solo querían saciarse con ella. La había visto muchas veces comportarse cómo Puta pero nunca la había visto cómo ahora, se había revolcado con dos seres asquerosos y lo había gozado, es más, estaba seguro que por dentro hasta se le había antojado repetir en un futuro. Desconcentrado, regresé a mi casa, bajé del taxi y me di cuenta que mi sacrosanta Madre aún no llegaba. Me tiré en la sala sumido en la desesperación, sin valor para enfrentarse a mi Madre, ni para mirarla a los ojos.

Pasadas de las 11:00 pm. escuché la camioneta entrar al garage, seguramente se había quedado deambulando por la ciudad desconcertada, ahogada en sus pensamientos sin percatarse de la hora ni mucho menos de haber dejado a su pequeño hijo de 12 años sólo en la casa. Entró muy nerviosa y tartamudeando, no se me quiso acercar por su aspecto, seguramente olía a semen y a tantos fluidos que aún traía impregnados.

-“¡Mi amor!, ..aún estás despierto ”.

-“Si, Má ..te estaba esperando ”.

-“Ay, me entretuve con Bety platicando, ..¿ya cenaste cariño? ”.

-“Comí un cereal, Má ..¿y tú ya cenaste? ”. Mentiras, con lo vivido ni hambre tenía.

-“No tengo hambre, ..vengo muy cansada ”.

-“P-pero Mamá, ..¿qué te pasó? ”. Le pregunté al verle los ojos.

-“N-nada cariño, ..mañana hablamos. Voy a ducharme y a cerrar los ojos, ..me duele mucho la cabeza ”.

Se dirigió hacía su recamara y yo a mi habitación para espiarla, quería ver si se encontraba arrepentida, quería saber qué era lo que sentía después de ver aquello tan aberrante. Ya encerrada en su habitación, se desnudó y se observó en el espejo, cerró los ojos, cómo si sintiera vergüenza de mirarse la cara. Lo había hecho, se había dejado guiar por los impulsos lujuriosos y se había comportado cómo una auténtica Cerda. Se miró el chocho, lo tenía impregnado y no paraba de manarle leche todavía. Corría el riesgo de quedarse embarazada, rápidamente tomó sus pastillas y se dirigió al lavabo.

¡Maldición!, se lamentó escupiendo en el lavabo, cómo queriendo expulsar el mal sabor a culo que tenía en el paladar, se preguntaba cómo se había dejado llevar por aquellas sensaciones tan lascivas, tan impúdicas, cómo una Mujer cómo ella podía arruinar su vida de aquella manera. ¿Violada? ¿Realmente podía ella o alguien más llamar verdaderamente violación a lo sucedido? Trataba de culpar al Cubano por obligarla hacer aquella locura, se lavó la cara, se lavó los dientes y se enjuagó la boca con un líquido especial, después se lavó bien el chocho y el culo en el bidé, bastante arrepentida de lo que había hecho.

Se frotó bien la entrepierna para borrar todo rastro de semen, enchufándose el chorro de agua para enjuagárselo bien por dentro. Estuvo cerca de media hora lavándose cada resquicio de impureza, y finalmente una ducha, una ducha larga, enjabonándose una y otra vez, cómo si con la ducha se esfumaran los temores. ¿Violada? volvía a cruzarse esa palabra en su mente, una pregunta que se repetiría incesantemente durante toda la noche después de bañarse, volviendo poco más tarde a atormentarle el recuerdo de lo sucedido entre ella y aquellos hombres para complicarse todavía más cuando al ir a verme antes de terminar con este horrible día, en donde me encontraba dormido en mi camita que para ella ignorante del profundo pesar por el que atravesaba su Madre después de haberle permitido aquellos dos hombres distintos a mi Padre haberla gozado de la manera más vil y lacerar en que una mujer jamás debía ser tratada. Me dio un dulce y triste beso en la frente para alejarse en su pesar y después dirigirse a su vacía cama junto a la foto de su boda acurrucándola contra su pecho, aunque sin poder conciliar el sueño en toda la noche.

Por mi parte, en mi habitación me despojé de mi ropa, poniéndome una pijama. No podía dejar de analizar lo ocurrido, mientras me lavaba los dientes, “el Clavo tenía razón, una mujer cómo mi Madre que no necesita nada, que estaba acostumbrada a tenerlo todo, a que le hicieran todos los caprichos, necesitaba de esas experiencias para sentirte plena, algo había ocurrido en su infancia, algo en su pasado que la convertía de esa manera”. No me había dado cuenta lo cansado que estaba, hasta que me metí en la cama. No llevaba más de un minuto con la cabeza en la almohada, cuando me quedé dormido. Fue un sueño agitado, me venían una sucesión de imágenes de violencia y sexo. En todas ellas mi hermosa Madre cómo protagonista, y curiosamente la secuencia que se repetía era mi vida de grande viendo a mi Madre cogiendo, con su mezcla de locura y desfachatez, me desperté varias veces sobresaltado.

.....

Era Sábado, y a eso de las 7:30 de la mañana me desperté con el ruido de la licuadora en la cocina. Esa mañana madrugó más que de costumbre para ir a hacer sus ejercicios. Tenía ganas de orinar y me di cuenta que tenía una erección de los mil demonios, me levanté para dirigirme al baño que tenía al lado de mi cuarto. Fui este y evacué largamente. Al terminar la erección continuaba, no había perdido ni una pizca de dureza, entonces me acordé de que tenía una cuzca en casa. Me asomé a su habitación y en la hermosa luz de la mañana vislumbré toda su ropa regada. No sé si fue una sensación, pero con solo ver ese elegante vestido deslizándose por sus muslos me pareció que mi pene aumentó aún más de tamaño. Mi Madre estaba abajo en la cocina, pues los ruidos y que no estaba aquí así lo indicaban.

Bajé muy tranquilo y aún somnoliento, la verdad que no tenía muchas ganas de toparme a mi Madre después de lo que había vivido el día anterior, entre en la cocina. Quedé impactado, ¡qué culo!, si, que trasero el de mi Madre, además nunca la había visto así vestida. Ella estaba de espaldas en el fregadero preparando algo. Estaba vestida en la parte de arriba con una playerita ajustada, de esas de tela elástica, y ni que hablar de la parte de abajo, si dije que la playera era ajustada las mallas azules que traía puesta eran ¡ajustadísimas!, estaban tan apretadas que las tenía todas incrustadas en el medio del trasero, ajustándole hasta el alma. Pues así fue que apenas entre y vi eso, ¡Ufff!!, casi me atraganto

-“¡Cajum!, coff, cof ..por dioss ”. Y si, la impresión había sido tan fuerte, tanto que tuve que suspirar mientras ponía un gesto de sorpresa.

Ella giró su cabeza y me vio, dándome los buenos días. Me acerqué al refrigerador a sacar el jugo sin dejar de observar de reojo esa hermoso trasero mientras ella tomaba su licuado rutinario y preparaba el desayuno. La salude con un beso en la mejilla y me dispuse a colocar la sentarme a la mesa mientras que le dije:

-“¡Mamá!, ..¡nunca te había visto así vestida!, te ves, te ves.... bien ”. Me animé a decirle, aunque en realidad por dentro pensaba si, bien cómo una cusca.

Ella ante mi inesperado elogio me agradeció con una sonrisa mientras me decía que todas las mañanas andaba vestida igual, pero que este modelito se lo había comprado un par de días atrás y que recién lo estrenaba.

-“¿Te gusta cómo me queda? ”. Me preguntó mientras se ponía de frente y colocaba sus manos en la cintura.

-“Mmm, no se Mamá, ..te queda muy apretado, ¿no crees?. A ver, date una vuelta ”.

Dejé mi vaso con jugo sobre la mesa y esperé a que lo hiciera. Y lo hizo, giró sobre si misma mostrándome semejante cuerpo y semejante trasero.

-“¿Y bien? ”.

-“¡P-pero Mamá ..parece como si estuvieras desnuda! ”.

Le dije sorprendido mientras veía cómo se le marcaba el pachoncito en su entrepierna y se le dividía su chochito el dos, formando ante mí, ese fetiche de pata de camello, además de que sobresalía sus mini bragas por encima de la tela, de seguro usaba unas tipo tanga, ya que de atrás no las tenía, ¡realmente estaba desnuda!.

-“Ay mi amor, cómo eres, ..si ahora así se usan, además las uso sólo para hacer ejercicio ”.

Ella se empezó a reír y yo sarcásticamente también mientras pensaba que no le importaba una mierda mostrarse así ante su hijo, no le importaba que su hijo consentido le mirara fijamente la entrepierna o el trasero. Bueno, en realidad no era nada extraño toda esta confianza mutua ya que mi Madre y yo éramos muy unidos, aunque jamás me atrevería a decirle algo que la incomodara o la hiciera sentir triste. Pero ajeno a todo aquello, a mi Madre la miraba diferente, como si hubiera cambiado el chip, creo que a partir de esta mañana mi Mamá se había propuesto que todo volviera a la normalidad, como si nada hubiera ocurrido, yo la verdad que estaba feliz ya que no tenía que andarla cuidando del Cubano y sus perversiones.

Algo tenía claro Mamá, esta semana había sido la peor de su vida, los remordimientos la atormentaban, no quiso salir prácticamente de la casa para nada, lo peor venia cuando veía pasar al Cubano por la cera, a lo cual ella se ponía muy nerviosa, aunque era claro que no podía negar su malestar, ese maldito la había llevado a revolcarse con dos miserables drogadictos y no había hecho nada por evitarlo, dejándola sola en tan arriesgada situación, la pobre pudo haber sido secuestrada o asesinada, violada no porque ella se doblegó, pero si no hubiera sido así las cosas hubieran sido peores.

A medio día estaba muy entretenido con juego de futbol cuando escuché palabras fuertes frente a la casa, me asomé por la ventana y divisé a mi Madre discutiendo fuertemente con nuestro Portero, el maldito había tenido el descaro de llegar a la casa para tratar de hablar con ella, por suerte Mamá ya pensaba dejar todo aquello atrás y se lo dejó saber, la verdad que jamás había visto a Mamá tan furiosa, ella lo dejó parado en la será mientras se dirigía hacia dentro de la casa y le contoneaba el trasero en las narices.

-“¿Paso algo, Mamá? ”. Le pregunte, simulando interés.

-“Estaba regando los árboles del jardín, cuando ese viejo gordo se me acercó a decirme no sé qué tantas cosas ”. Respondió ella con un leve tono de repugnancia.

-“¿Qué pasa?, ..parece que también empezaste a odiar al Portero ”. Insinué mientras entraba al baño.

-“Si, ese viejo me tiene harta, tenías razón mi amor, ..no debemos inmiscuirnos con esa gente ”. Replicó alejándose a la cocina.

-“Te lo dije, Ma, ..además no solo te molesta a ti, molesta a todas las mujeres de la cuadra. También a la Sra. Mati ”. Le dije para aumentar su repudio contra ese desgraciado.

-“¿Cómo? ”.

Y para acabarla de amolar, el viejo no dejaba de llamarla a su celular o de mandarle mensajes. Ella no le respondía las llamadas, no creía ser capaz de hablar con ese sujeto, lo que si respondía eran los mensajes, en los cuales escribía que la dejara en paz que no quería nada con él. Yo la verdad que tenía bien vigiladita a Mamá, no quería que fuera a caer nuevamente en las sucias manos del Portero, no ahora que la sentía feliz y liberada, al menos por estos momentos.

Esa misma noche y no bastándole con estarle jodiendo todo el día al celular, el maldito descarado tuvo el atrevimiento de llamarla a la casa, sin importarle que yo pudiera descolgar, el muy maldito tuvo el atrevimiento de ofenderme.

-“Bueno, ...” Contesté sin tener la menor idea de quién se trataba.

-“¡Pásame a tu Madre, chiquillo cagón! ”.

-“¿Quién habla? ...” Contesté mostrando desinterés.

-“¡Ya sabes quién soy mocoso pervertido!, ..pásame a tu Madre y date prisa ”.

-“¡Ella no quiere hablar con usted!, ..así que deje de estar fregando ”. Le hablé con el mismo tono.

-“¡Escúchame bien chamaco pendejo!, ..pásamela o le diré a tu Mamita las lindas perversiones de su querido querubín ”.

-“No le tengo miedo, ..si con eso mi Madre deja de revolcarse con usted lo acepto. Hágalo, ..me vale ”.

-“¡Pásamela!, ..o ahorita mismo voy y le llevo el video que te quité para que tu Mamita vea al pequeño pervertido que tiene en casa ”.

-“¡Hágalo!, ..enséñeselo, y ella se dará cuenta de quién fue el que violó aquella muchachita ”. Me dolía en el alma con sólo recordar aquel día en el que se había aprovechado de mi querida Yuli.

-“Está bien, está bien, ..mira te propongo un trato. Te prometo que si me la pasas te devolveré ese video, es tuyo, sin más ..tengo cosas más impoltantes de que pensá ahora que está peleando con un chiquillo cagón ”.

-“Órale, va ..quiero mi video mañana, si no olvídese de que le haga otro favor ”.

La verdad que no tenía de que temer, mi Madre era una persona de pocas palabras, cuando le picaban el orgullo no había nada ni nadie que la sacara de ahí, así que sin ningún temor y aprovechando que recuperaría mi video fui y le di el teléfono a Mamá, que se encontraba en la cocina horneando un pato.

-“¿Qué pasa mi amor? ”.

-“Ten Mamy, ..creo que es para ti ”. Extendí el brazo y se lo di.

-“Gracia mi amor ..¿quién es? ”.

-“El Portero, quiere hablar contigo, ..que es muy importante dice ”.

El cuerpo de Mamá se tensó, sintió un escalofrió recorrer su voluptuoso cuerpo, al comprobar que el maldito Cubano no se detendría con nada para tratar de hablar con ella. Se quedó por unos segundos sin saber qué contestar, se quedó observando cómo el tiempo de la llamada iba en aumento, abruptamente se separó de mí y prácticamente me arrebató el teléfono. La pobre estaba cómo en dilema, casi, casi era cómo si pudiera leer su mente, sus facciones y movimiento me decía lo que pensaba. Yo la dejé en la cocina y rápidamente me fui a descolgar la otra línea.

Al hacerlo me di cuenta de que mi Mamá seguía sin contestar, su mente se nubló, la respuesta no estaba muy clara, el tiempo pasaba, le pareció eterno aunque solo fueran unos segundos.

-“¿No vas a contestal, mi amol? ”. Preguntó el viejo sacándola de sus pensamientos.

-“Si, si, ..claro ”. Mamá cómo si fuera lo más normal del mundo comenzó a caminar con dirección a la sala para verificar que yo no andaba por ahí cerca, estaba decidida a contestar, a terminar con esa locura a decirle que la dejara en paz, se sentía apoyada por el cariño de su familia, sentía que podía con él.

-“¿Q-que quiere? .. ” Respondió tomando asiento a la mesa y sujetando un fleco de su cabello para tratar de calmar su nerviosismo.

-“Al fin te escucho, Mamacita, ..esta mañana apenas te hable y te metiste histérica a tu casa ”. La aguardentosa voz del viejo retumbo en mis oídos y en los de mi Madre que hacía que se pusiera más nerviosa.

-“¿Qué quiere, Don Mario? ..entre yo y usted ya no queda nada más que hablar ”. Decía Mamá con sus sentidos completamente agudizados, cuidando que yo no fuera a escuchar su conversación.

-“No he dejado de pensa en ti, ..no debí metelte en ese juego, la regué lo acepto. Quiero velte ”.

Rápidamente la memoria de mi Madre se vio invadida por los recuerdos de esa noche, por la forma en que intento recuperar su sortija y por cómo nada le salió cómo esperaba.

-“No, ..fui yo la que no debí de ir. Debí de haberlo dejado sólo con sus malditas deudas, ..fui una estúpida, pero ya pagué mi equivocación. Por favor ya deje de buscarme ”. Mi Madre hacia uso de toda su fuerza para no demostrar lo asustada que estaba.

-“¿Equivocació? ..no Mamaita, bien me dijo el Clavo cómo chillabas cuando te la estaba metiendo, tu panochita no miente, bien sé cómo chorrea en cuanto hueles las vergas ”. El viejo ya había perdido toda la decencia que alguna vez llego a mostrar frente a ella, se creía con derechos sobre ella.

-“¡Cállese, ..no es cierto! .. Déjeme en paz, Don Mario ..se lo pido por favor ”. Decía Mamá tratando de negar la verdad.

-“Claro que es cierto, Güerita .. ¿o a poco ya tan rápido olvidaste lo mucho que te gustaba ser mi Perrita? ”.

-“Es usted un canalla ¡No quiero volver a verlo o saber de usted ni media palabra!. No sé qué me hizo o que me dio pero deliberadamente se aprovechó de mí y no voy a permitírselo ya ”. De la nada tomó fuerzas la voz de mi Madre para mostrarse firme al contestar. Incluso mostrando molestia ante el atrevimiento del viejo para molestarla en su casa después de lo sucedido.

Mamá sabía que estaba mal con ella, esas palabras soeces del Cubano sumadas a sus recuerdos en el fondo le gustaban, debía ser honesta con ella misma, aquella noche con el Mono y el Clavo fue el sexo más intenso que tuvo en su vida. Pero eso no bastaba, en la vida había más que solo placer carnal, existía el amor y la dignidad, lo sabía a tal punto que esto le ayudo a tranquilizarse un poco.

-“Don Mario, ..le pido de la manera más atenta que ya no me vuelva a llamar, no importa lo que usted diga. Amo a mi hijo y quiero olvidar ya todo lo ocurrido. Haga de cuenta que no pasó nada y déjeme en paz ”.

Esas palabras seguro que perforaron al viejo, era la primera vez que a mi Madre la notaba tan segura de sí misma y temiendo el Cubano que cumpliera su palabra y nunca más se la pudiera coger comenzó a gritar:

-“¡Escúchame bien Perra!, ..cómo te dije, ninguna Puta abandona a Mario Flore, y tu no va a sé la excepción. Esas pinches nalgonas son mías recuérdalo. ¡Mi-as! ”.

-“¡Esta usted demente!, ..yo no le pertenezco a nadie y menos a usted, es más. Aborrezco el día que me metí con usted, aborrezco el día que le di mi amistad. Es usted un viejo pervertido y no quiero saber más de usted así que no me vuelva hablar aquí porque entonces tomaré represarías ”.

-“No, no creo eso en realidad preciosa. Todavía recueldo las tantas veces que te tenía bien clavada hasta los güevos y gemías como Perra en celo, cualquiera que te hubiera escuchado diría de que te gustaba tanto como a mí y no parecía que hubieras querido que dejara de cogelte nunca con mi chorizo Cubano que sé que te gusta tanto ”. Siguió con sus arteros comentarios.

-“¡No!, ..eso no es cierto! Es usted un cerdo que me engatuso en un momento de incertidumbre para mí. Pero eso no volverá a repetirse, escuche bien, no volverá a suceder ”. Intentó ella hacerlo callar.

-“¿Inserti-qué? .. yo solo recueldo como te veías a cuatro paticas y mi cosota bien clavada entre tus pinches nalgotas pidiéndome que no te la sacara porque te volvía loca .. Es ma, ..ahorita mismo ya debes de tené tus calzoncitos bien mojaditos con solo escuchá mi voz ”. Soltó el aún más humillante comentario antes de que ella supiera que otra cosa decirle.

-“... ¡No, por favor cállese ya y no me moleste más o llamaré a la policía! ”. Insistió en negarse mi aturdida Madre, reconociendo para sus adentros que en el fondo todo aquello que le decía no era otra cosa sino la innegable verdad.

-“Sabes que no lo harás mi Perrita, .. necesitas esto que a mí me cuelga entre las piernas. Ere una mujé muy caliente que está solita y necesita mucha verga. ¡Vas a sé siempre mía Güerita!, ¿me oíste? .. ¡Siempre! ”.

-“Voy a colgar, Señor ..no estoy para escuchar sus vulgaridades. Es la última vez que le contesto ”. Fue lo último que dijo mi Madre, sin más colgó el teléfono.

Luego de colgar noté como se le había acelerado el pulso, su pecho subía y bajaba a gran velocidad, esa irritante llamada la había sobresaltado por lo que suspiró e intento volver a calmarse sin lograr conseguirlo; por lo que invadida por el temor y la angustia analizó las posibles implicaciones que todo aquello podría acarrearle. Ese desgraciado viejo sin duda alguna pretendía volver a tener un rencuentro con ella. Seguramente se lo cruzaría todos los días al salir de la privada y en alguno de ellos tendría que enfrentarlo, ella sabía que no se quedaría tan tranquilo con lo que ella le dijo, si había tenido la osadía de llamarle a su casa sin importarle que su pequeño hijo hubiera contestado el teléfono que otras cosas estaba atrevido a intentar. Por lo que resultaba casi seguro que aquella no fuera la última vez que lo intentara o incluso buscara otras maneras de hacerla volver a caer en sus garras.

Pero por primera vez la veía decidida, me dio mucha alegría que volviera a ser ella, aquella mujer altiva y de carácter fuerte que no se dejaba de nadie, que no tenía el mínimo empacho de enfrentarse a quien fuera. Después de unos segundos, su corazón comenzó a tranquilizarse, al igual que su respiración y su nerviosismo, sonrió para sí misma, sentía que había triunfado momentáneamente, que su vida podría volver a la normalidad, que todo podría terminar, de muy buen humor se levantó y se dirigió al comedor para seguir con su cena.

Por su mente paso la idea de cambiar su número de teléfono celular, pero de alguna manera creía que si el hombre no tenía manera de localizarla podrá pararse de nuevo allí, en su casa y eso era muchísimo peor, prefería que el hombre la siguiera molestando por teléfono hasta que se cansara y dejara de buscarla. En fin en algún momento su vida debía continuar y estaba dispuesta que ese día fuera hoy. Además, temía recordar lo estúpida que fue, lo fácilmente que cayó en el juego del viejo, pero sobre todo temía recordar que lo había disfrutado muchísimo....

Se fue a su habitación después de cenar, la verdad que me daban ganas hasta de abrazarla, de felicitarla por volver a ser ella, aquella mujer que no se dejaba de nadie, aquella mujer que era capaz de defender a su familia con uñas y dientes. Se encerró en su habitación y se puso a meditar, se sentó en su cama y se llevó las manos al rostro, su cabeza era un caos, luchaba contra ella, contra su dignidad y sobre todo contra su naturaleza.

-“Debo sacarme a Don Mario de la cabeza, ..Mónica, no puede seguir esto así. Es demasiado. Sí, soy una Mujer adulta, si reconozco que la he regado pero ya basta, hay muchos hombres mejores que a él. ¿Qué le vez Mónica?, ya olvídalo ”. Se decía Mamá para sí misma, pero sintiéndose aliviada por fin de haberle puesto un hasta aquí a ese Cubano desgraciado, por mi parte estaba muy feliz, podría dormir tranquilo, mis preocupaciones se habían acabado y mis temores a que ese asqueroso la embarazara habían terminado. Este día dormí cómo un león, completamente tranquilo de que mi Mamy estaba a salvo y lejos de esos seres tan desagradables, pero esto estaba lejos de todo lo que yo pensaba pues al siguiente día sabría que todo era lo contrario y que Mamá, pues que Mamá ya no cambiaría.

.....

Domingo a las 10 am.

Me desperté en mi cama totalmente empapado en sudor, realmente estaba bañado en traspiración, estaba haciendo un tremendo calor que no podía seguir ni un segundo en la cama. Me levanté y fui a la cocina por agua, en el transcurso me di cuenta que no se encontraba Mamá, ¿a dónde habría ido?.

Al regresar de la cocina tomando el vaso de agua, me senté en el sillón y puse los pies sobre una mesa de centro, estaba semidesnudo, solo tenía un short's y una camiseta de tirantes, puesto que hacía muchísimo calor. Al dirigir la mirada a la televisión me di cuenta de que había un especial de hooters ¡Qué bien!, nada cómo estar sólo en casa y deleitarse los ojos con esas barbies, al principio no lo parecía, pues aparecía solo una chica conversando en un centro comercial, pero al darme cuenta que era un especial de chicas en bikini, tomé el control remoto y me acomodé en el sillón, era un programa en inglés y sin subtítulos, me quedé un rato viéndolo, no eran escenas muy sexuales, pero en la pantalla salía una chica bailando con un bikini rojo y con una blusa traslucida sin sostén, la chica bailaba suavemente y se tocaba los pechos sobre la blusa. Ante el calor que hacía y el hecho de que me acababa de despertar, no pude evitar una ligera erección sobre el bóxer, también colaboró que mientras estaba viendo el programa, acariciaba mi pene encima de mis calzoncillos, me gustaba sentir cómo iba creciendo mientras mi corazón se aceleraba, tenía un bóxer de poliéster, liso, muy delgado, lo que me permitía mover mis dedos y sentir la suavidad de la tela.

A los pocos minutos metí mi mano al bóxer y toque mi pene ya erecto, lo acaricie por encima, desde los testículos hasta la glande y sentía cómo dejaba rastros de líquido pre seminal en mis dedos. Cerré los ojos y me imaginé que una mano femenina más suave hacía el trabajo, pero en ese momento escuché que un coche se estacionaba, así que abrí los ojos y cambié de programación. Apenas había quitado el programa cuando llamaron a la puerta, me puse tras de ella para que no me vieran la erección desde la calle y abrí, era mi Madre.

La deje pasar y giro el cuerpo para meter unas bolsas que traía del súper, entonces caminé rápido hacia la sala, me tiré sobre el sillón y me puse una almohadilla sobre las piernas, mientras escuchaba cómo me saludaba. Después seguí mirando al techo y suspiré, entonces escuche cómo bajaba más bolsas de cartón y cerraba la puerta. Entonces me dijo mientras caminaba:

-“Mi amor, ..¿no ha venido el Técnico? ...”

-“¿El Técnico ...”

-“Se volvió a descomponer la calefacción, ..les llamé esta mañana, me dijeron que no tardaría ”.

-“No, Má, ..¿que traes en la bolsa? ”.

-“Helado, ..¿quieres? ”.

-“Bueno ”.

-“¿Quieres comer? ...”

-“Luego, Má, ..ahora no tengo apetito ”.

Entonces escuche cómo metía cosas a la nevera y cómo caminaba con esos tacones de madera, era lo único que se escuchaba por la casa; me preguntó si quería el ventilador pero cómo la respuesta era obvia, caminó a la sala golpeando el suelo con los zapatos y arrastrando el ventilador que tenía en los sillones mientras veía el televisor. Mientras llegaba el Técnico ella se fue a su recamara para darse un baño y yo seguí viendo la tele.

Por lo que pude calcular, mi Madre permaneció un buen rato bajo el agua dejando que el frío chorro resbalara por su tersa piel hasta perderse en el remolino del sumidero. Luego se puso una vieja falda jeans que utiliza mucho para estar en casa y una camiseta blanca de tirantes que dejaba sus lindos hombros al descubierto. Completó su atuendo con unas sandalias de playa y bajó para ordenar un poco la cocina para que cuando llegara el Técnico decirle el problema.

Estaba acabando de hacer la cocina cuando sonó el timbre, quise levantarme a abrir pero Mamá salió de la cocina y me dijo que ella atendía, se dirigió hacia la entrada caminando con esa sensualidad y clase que la caracterizaba, la verdad que esa vaquera dejaba todas sus piernas a la vista, además por la calor, estas estaban en un color dorado brillante que haría que cualquiera que tuviera la suerte de verlas perdiera los ojos por ellas. Al abrir la puerta se encontró con un joven, el mismo tipo que había venido en aquella ocasión, si lo recuerdan un chico joven, de unos 30 o 31 años, vestido con un mono de trabajo y una caja de herramientas a sus pies, el sujeto cómo siempre mostraba una sonrisa agradable, pues este tipejo había querido sobornar a Fernando aquel día que por casualidad y suerte para él, cuando aquel asqueroso panzón tenía a mi Madre mamándole la verga con un plug en la cola afuera en la piscina. La primera cosa que me pasó por la cabeza fuera que este tipejo fuera a intentar algo, por lo que en cuanto entró no le quité los ojos de encima.

Antes de que mi Madre le dijera nada se sacó un papel del bolsillo y echándole un rápido vistazo por toda su anatomía la miró directamente a los ojos.

-“Buenos días, ..¿usted es la Señora Tapia, verdad?. Yo soy Juan Rodríguez, ..me dijeron en la oficina que estaba teniendo nuevamente problemas con su sistema de calefacción ”.

-“Ya lo recuerdo, ..fue usted mismo el que vino a revisarla la última vez ”.

-“Así es Señora yo este...”

-“¡Pues muy mal!, ..se supone que uno paga y muy bien para que le hagan el trabajo, ..no para que al mes este ya se haya descompuesto ”.

-“Si, la entiendo Señora, ..pero en veces se puede...”

-“¡No me interesa!, ..solo quiero que arregle esa cosa y haga ahora si bien su trabajo ”.

-“S-si Señora Tapia, ..enseguida lo reviso ”.

La verdad es que con la tremenda regañada que le había pegado mi Madre ya ni me dieron ganas de seguirlo, mi Madre era de un carácter fuerte, y siempre ponía en su lugar a todos aquellos que se lo merecen.

-“Sígame ...”

-“Ah, sí, si Sr. Tapia ”. Le contestó el tipo bien regañado.

Lo condujo por el pasillo y comenzó a explicarle que no encendía, mientras ella hablaba el tipo cómo todos los demás miserables se recreaba con sus infinitas piernas y la exquisita curvatura que hacía su trasero en tan ajustada falda, ella ya sabía que la iban observando, pero le encantaba mostrarse para después ponerlos en su lugar o dejarlos con la baba en la boca, cómo diciéndoles estoy tan cerca pero soy inalcanzable.

-“Aquí está, ..ahora por favor, hágalo bien ”.

-“Si, si Sr. Tapia, ..d-déjeme que le eche un vistazo ”.

Y estoy seguro de que mientras decía esto estaba mirando directamente a su escote, que por traer esa playerita de tirantes sus senos se veían más grandes. El pobre tipo abrió su caja de herramientas muy nervioso y sacó una llave con la que empezó a desarmar el termostato. Yo desde lejos me limitaba a observarlo trabajar mientras Mamá seguía parada frente a él sin darle la más mínima conversación. Ello lo miraba de forma intimidante, tal parecía que estaba descargando su frustración pasada con el pobre muchacho.

La verdad que creía que había vuelto a recuperar a mi Madre, volvía a ver en ella aquella mujer altiva y arrogante que solía ser con aquellos tipos que la veía de manera sugerente. Tal parecía que en esta ocasión no le había gustado la forma tan descarada que había tenido el tipo de mirarle las tetas, y a pesar de que en este último año las cosas habían cambiado, este día se sentía diferente y poderosa, cómo si dijera “Estoy en mi casa y creo que me merezco un respeto”.

La verdad que ahora el pobre tipo estaba pagando los platos rotos, si hubiera hecho lo mismo unos días antes no le habría importado en lo más mínimo, es más, creo que le habría encantado y se hubiera sentido halagada de que un chico joven cómo ese Técnico se fijara en una mujer rozando ya los cuarenta. Pero ahora y estando en su casa creo que no, la verdad que me sentía muy feliz por eso.

Ahí permanecía yo mirando cuando sonó el teléfono. Dejó al chico trabajando en el condensador y se dirigió a la entrada donde estaba el teléfono más cerca, yo mientras me relajé al ver la nueva actitud a la defensiva de mi Madre y seguí viendo el televisor. Como a los minutos escuché una voz proveniente desde el pasillo.

-“Oye, niño, ..niño ”.

-“Si, ¿qué pasa?, ..¿necesita algo? ”.

-“Necesito saber si la casa tiene algún tipo de sistema de seguridad, ..veo las cámaras pero no sé si estén funcionando. ¿Sabes si funcionan? ”.

-“Si funcionan, ..pero no le puedo dar la clave de acceso ”. Le dije bastante nervioso, ya que si este se enteraba que controlaba todo desde mi habitación, mi jueguito morboso estaba en riesgo.

-“No te preocupes, ..es sólo que necesito conectar un detector de temperatura y necesito saber dónde está el tablero de seguridad. Solo será un momento ”.

La verdad que me quedé unos segundos cavilando, claramente se veía que el tipo sabía de sistemas electrónicos, y tableros de seguridad, pero si se lo negaba se lo diría a mi Madre y a cómo andaba ahora seguramente terminarían por descubrirme, por lo que me mantuve calmado y se lo mostré, además que podía ocurrir. ...Me fui a la sala pero sin quitarle el ojo al Técnico, el tipo salía y entraba a la casa con no sé qué tantas cosas, yo ya me empezaba a poner muy nervioso, ¿y si me descubrían?, ¿y si se enteraba de que yo controlaba todas las cámaras?, la verdad que si sería un problema ya que Mamá se daría cuenta que la llevó observando desde hace ya mucho tiempo.

-“Listo chico ya está, ..¡uff!, me costó trabajo pero ya está funcionando. ¿Le hablas a tu Mamá, pequeñín? ”.

-“¡Q-que bien!, ..¿encontró algo raro? ”. Le pregunté para saber si había notado mis conexiones y dispositivos que había comprado.

-“¿A-algo raro?, ..¿p-porque lo dices? ”. Me respondió algo nervioso cómo si supiera algo y no me quisiera decir.

-“Lo que pasa es que vi que salías a tu camioneta y traías muchas cosas, ..pero ya ha quedado ¿verdad? ”.

-“Ya, ya ha quedado, ..y las cosas s-solo eran calibradores para el condensador, no es mucha cosa ”.

-“Me alegra, ..voy a hablarle a Mamá ”.

Ya más tranquilo y, a sabiendas que el Técnico no había notado nada de mis clandestinas conexiones que de manera morbosa había instalado fui a buscar a Mamá, que seguía hable y hable con una de sus amigas sobre ropa y nuevas tiendas a las cuales ya habían ido, por lo que después de estarla esperando por más de 5 minutos y no me hacía caso, decidí dejarle el mensaje hablándole fuerte y regresar a la sala donde el televisor me estaba esperando.

-“Ya, voy, ya voy, ..¿dónde está el Técnico? ”. Decía Mamá casi detrás de mí, se veía que venía bastante molesta.

-“Ya quedó, Señora ..ya no tendrá problemas ”. Le dijo el tipo sin disimular la mirada hacía su escote.

-“¡Eso espero!, ..¡y dígale a su Jefe que no pienso pagarle nada!. Dígale que tiene un negocio incompetente y espero no volver a necesitar de sus servicios ”.

-“P-porque no se lo dice usted Señora, tenga, la estoy comunicando. Si tiene algún problema hable con él, ..yo sólo soy un simple empleado”.

-“¿Crees que no me atrevo?, ..usted no me conoce jovencito, y si cree que no me he dado cuenta de cómo me mira está usted muy equivocado. Ustedes creen que porque uno no se queja de sus malos servicios van hacer lo que quieran están muy equivocados. Pásame a tu Jefe, ahorita vas a ver si no hago que te despidan por tu ineficiencia ”.

El tipo le dio su celular a mi Madre para que se comunicara con su superior, de inmediato mi Madre le hizo saber quién manda.

-“¡Que tienen de buenas!, ..mire Señor. Habla la Sra. Tapia, estoy bastante molesta porque llevo casi dos días friéndome en mi propia casa por el calor. Me llevé casi toda la mañana tratándome de comunicar a sus oficinas y parece que nunca hay nadie, ..y cuando por fin logré comunicarme, me mandan a un chiquillo 3 horas después y para acabar, se la pasa viéndome los pechos en vez de arreglar su incompetencia”.

-“.................. ........................”

-“¡Pues claro que no le voy a pagar!, ..que pensaba, ¿qué les pagaría por su ineptitud?, ..pero escúcheme muy bien Sr. Hernández, hablaré con todas mis amistades para que la piensen bien antes de hablar a su negocio ”. La verdad que Mamá estaba irreconocible, nunca la había visto tan molesta.

-“............ ....................................”

-“¡Tenga!, tú Jefe quiere hablar contigo, ..tal parece que tendrás que buscar otro empleo, Jovencito. Uno donde no tengas contacto visual con una mujer cómo yo, ..pervertido ”.

El Técnico se acercó a ella y sintió en sus narices ese olor tan descriptivo y delicioso que siempre emanaba, además de que estaba sudorosa por el tremendo calor, eso la hacía casi irresistible. Al sentir la a proximidad y mirada del sujeto la hizo tragar saliva, el Técnico creyó llegado su momento de poner sus cartas sobre la mesa.

-“Eso me tiene sin cuidado, Señora, ..es más, cuando vuelva presentaré yo mismo la renuncia ”.

Mamá quedó con la boca abierta, cómo si no terminara de comprender las palabras de ese sujeto. Sus ojos eran una muda interrogación. Y él respondió a esa pregunta no hecha, acercándose a ella y volvió a sentir en sus narices ese peculiar olor a mi Madre que despedía. Había elegido el momento de descubrir sus cartas.

-“Si con eso piensa que me puede intimidar o creyó que me daría una lección está usted muy equivocada, Señora ..yo sé quién es usted por debajo de esa imagen de mujer perfecta y de vieja altanera ”.

-“¡Oiga!, cómo se atreve...”

-“¡Cállese!, déjeme hablar a mí, ..usted ya habló ahora es mi turno. Sé cuál es la razón de su mal trato para conmigo ”.

Ella, algo nerviosa por la cercanía del hombre, intentando sobreponerse a la nerviosidad que le producía esa intimidad, le preguntó:

-“A si, ..¿y cuál es la verdadera razón?, estúpido ”.

Sin apartarse de su lado, el la miró fijamente antes de responder:

-“La verdadera razón es que usted es una Mujer muy ardiente e insatisfecha, ..y que necesita de un tipo humilde cómo yo para satisfacerla. Eso lo sabe bien ..y cómo usted no quiere reconocerlo y yo no cómo dice usted no estoy a su altura, mejor me voy. Pero recuerde algo, Señora ..de mí se acordará por siempre ”.

Con un gesto de Mujer ofendida, mi Madre levantó su mano para abofetearlo, pero él tomó su mano y la sostuvo en el aire, a medio camino, sin apartar sus ojos de los de ella. Se acercó y la quiso besar, pero ella se apartó con brusquedad, echando chispas por los ojos, intentando inútilmente zafarse.

-“¡P-pero, ¿cómo se atreve, desg…? ”.

Sin soltar su mano, la atrajo y la interrumpió.

-“Seamos francos, Señora ..yo la deseo y usted necesita realizarse sexualmente. Necesita de un tipo como yo, uno que sepa de sus necesidades, ..yo puedo hacerla feliz ”.

-“¿C-cómo puede decir tamaña barbaridad?, ..eres un impertinente, un enfermo, un malnacido. ¡Suéltame asqueroso pervertido! ”.

-“Porque yo sé cómo es, cómo disfruta que la sometan, ..y puedo hacerla disfrutar cómo nunca. Y sé que le gusta que la manejen y la hagan sentirse una Puta, cómo Fernando, por ejemplo ”.

-“¿Por qué dice….? ”.

-“Porque sé cómo se comporta cuando él la maneja, ..la vi cogiendo y vi cómo gozaba siendo utilizada por él. Yo puedo darle lo mismo y más, ..de una manera que usted no conoce aún. De una manera que le gustaría conocer ”.

La tomó de los hombros y la acercó a él. La besó nuevamente y ahora mi Madre no lo rehuyó, pero no le devolvió el beso. Él la apartó, sin soltarla:

-“Sea sincera, Señora ..usted desea hombres que la haga gozar. Que exploten su verdadero ser, ..que la hagan sentir menos. No un viejo cómo él, él ya está acabado, no es capaz de apagar la ardiente hembra que lleva por dentro, ..y yo soy ese hombre ”.

Ella se dio vuelta, para ocultar su rostro. Mi Madre no entendía cómo ese tipo conocía lo que Fernando hacía con ella, de pronto y cómo si fuera un flechazo, recordó de inmediato que fue aquel día cuando el asqueroso panzón la obligó a mamársela en la piscina mientras este arreglaba precisamente la calefacción. El terror la invadió de inmediato, nuevamente estaba frente a otro tipo que pretendía hacer cosas malévolas con ella. Le dio la espalda, no quería que él la viera llorar, mostrándole la derrota de reconocer que tenía razón. A qué negarlo, pensó mientras la frustración y su enojo se reflejaba en sus ojos. El la tomó desde atrás, pasando sus brazos por su cintura.

-“Conmigo sabrá lo que es gozar, Señora ..se lo aseguro ”.

-“¡Suéltame!, ..no sé de qué me hablas. ¡Eres un muchacho engreído!, impertinente, ..te voy a demandar por esto malnacido, no volverás a trabajar en tu vida desgraciado, lárgate de mi casa, no quiero volver a verte, ¡jamás! ”.

-“Está bien, ..me voy, pero escuche esto, Señora. No será la última vez que nos veamos ”.

-“¡Vuelve a acercarte a mí y no respondo, malnacido! ..conozco gente que te haría pedazos con sólo darles tu nombre. No quiero verte rondando por la casa pervertido, porque no seré tan complaciente. ¡LARGO! ”. Dijo de manera contundente apuntando con su dedo a la puerta.

El tipo salió rápidamente por la puerta, cuando lo vi pasar, le noté una extraña sonrisa que no logré descifrar, ¿qué prendía el tipo hablándole de esa forma?, pensé que quizás tramaría algo con el asqueroso de Fernando, pero este ya hacía mucho que se había ido a Qatar, no lograba entender hacía donde se dirigían sus amenazas. Rápidamente me levanté y cómo niño bueno, y haciéndome el despistado fui a ver cómo se encontraba Mamá.

-“Mamá, ..¿qué fue lo que pasó?, ¿por qué gritabas así? ”. Mi Madre estaba hecha un demonio, le podía ver su repudio al sujeto en los ojos.

-“Nada mi amor, ..estos tipos que creen que porque una está sola no puedo defenderme. No te preocupes, cariño ..que por lo que le dije al sujeto no creo que ya lo volvamos a ver. Perdóname mi amor, ..no deberías de haber escuchado todo esto, pero he tenido una semana muy difícil, necesito unas vacaciones ¡Ji, ji!.. Vamos, sigue viendo el televisor, ..yo voy un rato al jardín ”.

Debo de admitir que mi Madre ya se estaba comportando cómo la respetable Señora Tapia que tanto tiempo añoraba por ver, me alegré de momento al saber que ya no se dejaría tan fácil doblegar cómo antes, el tipo se había llevado su merecido y yo estaba tranquilo por eso, por lo que seguí viendo el televisor, sin el temor de que alguien estuviera asechándola o doblegándola ante sus perversas demandas.

.....

Dos horas más tarde, cuando mi serie favorita había acabado, y cuando el sistema de calefacción había logrado su trabajo, la casa ya se encontraba fresca y agradable, me decidí a ir por un refresco al refrigerador, Mamá no estaba en la casa, seguramente se encontraba en el jardín regando sus preciadas flores o leyendo una revista de modas. Me acerqué al fregadero para lavarme las manos y desde ahí lograba verla. Estaba inquieta, quizás se estaba preguntado cómo aquel tipo sabía sus cosas con Fernando, además de las amenazas que le había lanzado antes de salir la tenía un poco distraída. De pronto se escuchó abrir la puerta del vecino, era Don Paco que salía también a su jardín a revisar no sé qué cosas.

Maldito viejo cochino, por un momento lo había olvidado, el muy cerdo se había metido a nuestro cuarto de lavar para robarle unas pantaletas a mi Madre, era un pervertido al igual que los otros, se pajeaba en su almacén imaginando que se cogía a mi Madre, era un cerdo. Ella cuando le vio salir, se puso a merodear por el jardín revisando sus flores. Don Paco se quedó embobado al verla, con aquella vaquera tan cortita y aquella playerita de tirantes que le dejaba buena parte del canal de sus tetas a la vista. El desgraciado sin ningún reparo se detuvo a observarla, sin importarle que mi Madre pudiera notarlo, la veía cómo pervertido, en cómo se le movían las tetas bajo la delgada playera, con los pezones algo señalados, traía sostén en color negro, pero los pezones de Mamá lo atravesaban.

-“Buenas tardes, Señora Tapia ”. La Saludó sin dejar de observarle el pecho.

-“¡Ay! .. B-buenas tardes, Don Paco, me asustó ”. Titubeó al verlo parado observándola tras la cerca.

-“¿Tan feo estoy? ”.

-“No como cree, no me refería a eso ”. Dijo reincorporándose.

-“Caray, Señora Tapia, ..qué guapa está usted hoy ”.

-“Ay gracias, Don Paco ..es usted muy amable ”.

-“Veo que también le gustan mucho las flores, ..las tiene muy bonitas ”. Esto último creo que lo dijo en doble sentido.

-“Si, si me gustan, ..¿a cuál mujer no? ”.

-“Si es verdad, ..si quiere yo podría echarles un ojo. Yo podría darle abono o fertilizantes, ..digo para que se pongan más bonitas. Cómo usted ”.

-“E-es muy amable Don Paco, ..s-su Esposa ya me regaló un poco. Por cierto, ¿y Doña Clarita?, ..tengo varios días que no la veo ”.

-“Se fue unos días con su hijo, ..ya tenía tiempo sin verlo ”.

-“Que bueno, ..me alegra que esté cerca de sus hijos ”.

-“Bueno la dejo Sra. Tapia ..voy a preparar una tierra ”.

-“Que tenga buen día, Don Paco ”. Le despidió Mamá y siguió regando sus flores.

El desgraciado antes de irse, volvió a examinarla descaradamente antes de dirigirse a su taller de flores, viendo cómo contoneaba el trasero al regar las flores y el balanceo de sus tetas al inclinar la regadera. Viejo pervertido, seguro que se había sobre excitado con sus sexys vestimentas y su ingenuo comportamiento. Por mi parte me dirigí a mi habitación para hacer mis quehaceres escolares, tenía bastantes tareas retrasadas y algunos exámenes pendientes. Me senté frente a mi monitor y mientras investigaba por la red no dejaba de echarle un reojo a mi Madre por la ventana. Le veía a través de mi ventana desde mi habitación en el segundo piso. Así estuve cerca de media hora cuando de pronto noté algo extraño.

Mi Madre empezó a comportarse de una manera extraña, comenzó a voltear en repetidas ocasiones hacía aquel pequeño cuarto de madera de nuestros vecinos, lo primero que se me vino a la mente fue que el viejo estuviera pajeándose nuevamente, y así cómo yo noté los gemidos cuando se la cascaba, seguramente mi Madre también logró escucharle. Rápidamente puse en funcionamiento la cámara que había colocado con anterioridad en su taller, mientras arrancaba el programa no le quitaba los ojos a mi Madre. Le vi dirigirse hacia el pequeño cuarto. Las puertas del taller permanecían cerradas y decidió acercarse minuciosamente para espiarle, ocultándose entre los arboles del jardín y la cerca. La verdad que mi Madre estaba siendo muy curiosa, ahora sé de donde lo había sacado yo. Le tenía a unos dos metros, una luz tenue iluminaba la estancia. Desde ahí ella podía ver lo que sucedía ahí dentro, y yo con la cámara ahora funcionando también.

Don Paco se quitó las botas y se despojó de la camisa rayada, mostrando su torso peludo y abultado, acto seguido se bajó los pantalones y el calzoncillo hasta quedarse desnudo, ¿pero qué era lo que hacía ese viejo cochino en ese pequeño lugar?. Mi Madre lo espiaba desorbitada, perpleja por lo que estaba viendo, pensé que se incomodaría por estarle espiando y se iría, pero no fue así, permanecía en anonimato y siguió observando.

Vimos su trasero gordo y velludo, sus güevos apretujados entre sus robustos muslos, al girarse hacía ella, mi Madre pudo percibir en primer plano su verga tiesa, una tremenda y gruesa salchicha empinada hacia arriba, con el capullo descapotado rozando los bajos de su incipiente barriga. Mi Madre seguramente lo había calentado bien, pues mostraba su tranca bien empalmada y brillosa en la punta mostrándonos que se había excitado. Desnudo y descalzo, se colocó ante un bote, se bajó la verga y se puso a mear, el viejo asqueroso meaba ahí, sin portarle el olor que pudiera desprender. Cuando terminó, se la sacudió y se la agarró con fuerza, haciendo que las venas sobresalieran más por el tronco, después moviendo unas viejas masetas fue sacando esas prendas que guardaba cómo un tesoro, no eran más que las pequeñísimas braguitas de mi Madre la que ahora lo miraba perplejo al reconocer sus finísimas prendas.

El viejo las resguardaba bajo unas masetas cómo su más valioso tesoro, eran un hilo pequeñísimo, bastante arrugado y dado de sí. El viejo cochino se llevó a la nariz la parte de la tela que cubre el chochito y las olfateo cómo un canino, absorbiendo todo ese olor intenso, mezcla de los fluidos de mi Madre y su sudor. Con una mano se llevó la tanga de mi Madre a la nariz y aspiró de ese afrodisiaco perfume. Se las llevó al rostro cerrando los ojos y volteando al techo comenzando a masturbarse, de pie ante el bote y la pared. Con la otra se masturbo ferozmente, mientras, seguía aspirando del olor de esa tanga y las imágenes de ella regando las flores de apenas unos minutos.

Mamá retrocedió un paso sin hacer ruido, desorientada y escandalizada, su vecino, un hombre de avanzada edad y de temperamento  serio, olfateaba sus braguitas rosas mientras se machacaba su inmensa tranca con contundencia, una verga carnosa de glande voluminoso y piel blanca. Se la machacaba con fuerza y velocidad, con todas sus ganas y con sus nalgas contrayéndose, cómo si su puño fuera una vagina, seguramente la de mi Madre que con sus ojos cerrados se la estaba imaginando. Su gorda mano no alcanzaba abarcar toda la verga, le sobraba un buen cacho y el glande libre. Seguro que estaba pensando lo mismo mi curiosa Madre pues ni parpadeaba si quiera, estaba perpleja en lo que hacía su desconocido vecino.

De pronto y ahora ente mi perpleja mirada, observé cómo mi Madre, algo excitada, se metió la mano bajo la falda y se acarició entre medio de sus piernas por encima de las bragas. No lo podía creer, ahora esto, esto era demasiado ya para mí, ahora la muy sacada se calentaba observando a su vecino hacerse una puñeta. ¡Qué pervertida!, ¿conque más cosas me sorprendería más mi pulcra Madre?, ahora no sólo se revolcaba con tipos asquerosos si no que se estaba calentando siendo una voyeur. Perpleja y acelerando más los tallones que se daba sobre las bragas vio cómo el viejo salpicaba leche de manera dispersa y cómo se la escurría de las manos para caer sobre el bote con miados, era un cerdo. Don Paco se la jalaba sin poderse imaginar que la Reyna de sus puñetas lo observa también masturbándose cómo una cerda del otro lado de la cerca.

Cansado por el esfuerzo, vuelve a aspirar el olor de mi Madre en la tanga que empuñaba en la mano y bufa cómo un toro que se encuentra en el ruedo y no sabe qué hacer, pero sigue olfateando la tanga de mi Madre y sabe que ese olor ya no se lo puede a quitar de la mente nunca más. Después de unos segundos de absorber el aroma que desprendía las inicuas pantaletas y cuando los chorretones de los restos del flujo sobre su mano ya se empezaban a secar, se limpia con otro trapo y vuelve a guardas las pantaletas debajo de la maseta. Después colgó la ropa y se vistió con su traje típico de jardinero, tomó unos costales de tierra y se los llevó al hombro para subirlos a su vieja camioneta. Mamá aguardó escondida entre los arboles cuando le vio salir, salió rascándose los güevos, con el mono desabrochado casi hasta la cintura, dejando buena parte de su barriga a la vista y los pelos densos del pecho al descubierto. Vio cómo se asomaba a nuestra casa en su búsqueda, luego abrió la puerta de su camioneta y se fue hacia su florería, cómo hacía todos los días.

Pensé que todo había llegado hasta ahí y que ella solo se había sofocado por la grotesca escena, pero cómo siempre mi Madre tenía algo para sorprenderme y aprovechando que el viejo había salido, brincó la cerca e irrumpió desesperadamente al pequeño cuarto de madera de los vecinos, ¿pero qué le pasaba a Mamá?, ¡se estaba metiendo a la casa de nuestros vecinos cómo una vil ladrona!, eso ni yo lo hacía cuando se me iban los balones. ¿Pero qué era lo que pretendía?, ¿que intentaba hacer ahí dentro?.

Con la mirada perpleja fui testigo de cómo mi casi perfecta y glamurosa Madre lo primero que hizo fue a coger sus propias bragas cómo rescatándolas de aquel asqueroso ogro, pero lejos de rescatarlas de manera pervertida se las llevó a su nariz de igual manera para olerlas. Como de piedra me quedé cuando observé cómo aspiró profundamente taponándose con ellas su respingada nariz. Me imagino que aún contenían ese olor a macho sudoroso mezclado con su propia intimidad, clarito vi cómo un ¡Ummhh! salió desde sus pulmones cómo si aspirara la más costosa de sus fragancias, le hubiera gustado masturbarse con ellas, llevárselas a su habitación pero seguramente pensaba que el viejo se daría cuenta, así que dejándoselas de recuerdo por el placer que ahora le estaba regalando, volvió a colgarlas debajo de la maseta y se fijó en el bote que estaba en el suelo.

Había gotas de leche por el borde, mezcladas con salpicones de miados amarillosos. Se asomó y vio que ahí había más miados de pasadas ocasiones, que algunas porciones de lefa flotaban en el fondo. Con horror vi cómo se arrodilló y pasó la nariz por una gota de leche del borde, aspirándola cómo lo hizo con las bragas. Acercó el dedo a una porción espesa y trató de tocarla cómo si fuera gelatina, pero lo más grotesco y que me dejó paralizado fue que se llevó ese dedo a los labios para lamer, para saborear el fluido de aquel macho que se moría por ella. Pero creo que sus principios y valores la volvieron a realidad de reflejarle en lo que se estaba convirtiendo, así que se incorporó escupiendo, limpiándose los labios con el dorso de la mano. ¿Cómo podía ser tan cerda?, se preguntó desesperada, ¿qué diablos le estaba pasando a su mente pervertida?, descubriendo nuevas y grotescas fantasías ante viejos depravados, nunca pensó que llegaría a comportarse como una guarra. Afortunadamente dio media vuelta y regresó a la casa.

Mamá salió de ese pestilente cuartucho de madera y se fue acercando poco a poco a la casa. Se había quedado pasmada con la visión, su tan amable vecino y Esposo de la dulce Sr. Clarita, masturbándose con sus bragas, unas bragas que no sabía cómo había adquirido. No sabía qué hacer, si contarlo o mantenerlo en secreto. Los hombres que la rodeaban eran todos unos pervertidos. Decidió no darle más importancia de la que tenía y no decirle nada a nadie para no provocar una situación comprometida. Cruzó el jardín y regresó a la casa en busca de una pizca de serenidad. Se metió a su habitación para refugiarse, aislarse de todo, cómo lo hacía siempre que estaba preocupada o buscaba resolver un problema. Yo la seguía con las cámaras, estaba muy sonrojada, tal parece que esa experiencia le había sobre pasado la calentura y la había puesto tan cachonda que la sofocaba, no lo podía evitar, esa imagen la tenía incrustada en su memoria.

Trataba de explicarse todo aquello que había observado y su manera de actuar al ver sus propias bragas impregnadas con ese fuerte olor a hombre, además de la consistencia del esperma y el sabor amargo que sin saber cómo se lo había llevado a la boca para probarlo. Se sentó sobre la cama y trató de calmar sus emociones, sin saber por qué se sentía excitada, no entendía cómo su cuerpo reaccionaba de esa manera a algo tan grotesco, tan animal. Existían terapias de grupo y antidepresivos para tratar la ansiedad sexual pensó, el problema es que no sabía si deseaba superar aquel trauma, le resultaba emocionante y morboso. Era una guarra y una calienta güevos de su vecino como vulgarmente se dice, mientras todos la creía cómo una Esposa fiel y Madre perfecta.

Se puso de pie y se postró frente a su espejo de cuerpo entero. La imagen que le devolvía el espejo la estremeció profundamente. De algo estaba segura, después de lo vivo hace unos minutos ya no vería con los mismos ojos a Don Paco, incluso su aroma ya no olvidaría, lo presentía en el fondo de sus pezones ya erectos y su vagina humedecida. Por dentro sabía que después de tantos traumas y abusos lo más probable es que terminaría por convertirse en toda una reverenda Puta. En una mujer que en el fondo deseaba comprobar si lo que le decían todos de ella, incluso el técnico esta mañana, que apenas un par de veces la había visto. Sonriendo con un dejo de nostalgia, se dijo a si misma:

-“En fin, ¡Ji ji ji!.. solo se vive una vez .. Te gusta Mónica, en el fondo te gusta, ..y qué más da si ya se las diste al Portero y aquellos desgraciados. Pero no, Don Paco, no... él, no Mónica… que estoy diciendo ”.

Por un instante aquella ejemplar mujer que tanto me había orgullecido esta mañana se perdió con sus pensamientos en voz alta, ahora comprendía lo que decían todos aquellos tipos, al fin los entendía un tanto, aunque no los justificaba, por primera vez mi Madre se estaba declarando abiertamente como una buscona, estaba reconociéndose así misma que llevaba una Puta dentro.. pero no, ella no caería en eso de ir brincando de hombre en hombre y revolcándose con el primero que pasara, era lo suficiente mujer en toda la extensión de la palabra como para hacer tal cosa, ella necesitaba buscarse un buen hombre, que fuera quien la llenará en ese aspecto, era hora de dejar todo aquello atrás, su disque relación con el Cubano y toda su pesadilla, un buen hombre, un real amante, ¿Pero Don Paco? No, volvería a caer en su mismo error, además de que era otro viejo pervertido, aunque el concepto no dejó de intimidarla y de que empezará a excitarse más, a temblar, a recorrer su cuerpo con sus manos, hasta su piel se le puso de gallina. El simple hecho de imaginarse dentro de esa casita de madera con él su piel se puso aún más sensible, y no pudo evitar tocarse...

Tal y como estaba, con la vaquera ajustada, su camiseta blanca de tirantes y las braguitas del mismo color, se subió a la cama y se sentó justo en el centro de la misma, con la espalda apoyada en el cabezal que le quedaba a la medida perfecta para que apoyara sus brazos extendidos por encima del mismo a ambos lados de su cuerpo. Tenía las piernas estiradas, cruzadas una sobre la otra, y miraba con una inconfundible expresión de deseo en sus ojos. Con una extraña sonrisa para ella más picara y traviesa. Agarró el tirador del cajón de su mesita y tiró de él lentamente. Con toda la parsimonia del mundo metió la mano ahí y pude comprobar cómo mis ojos se abrían cómo platos al ver el enorme consolador negro que ella estaba sacando de su buró. Al ver cómo sus ojos estaban ardiendo en deseo, lo sacó de su cajón y haciéndolo girar entre sus manos accionó el interruptor que ponía en marcha el mecanismo vibratorio.

Un suave zumbido se adueñó del silencio que en esos momentos invadía su habitación, y el dildo comenzó a contraerse y estirarse rítmicamente al tiempo que la cabeza se inclinaba alternativamente unos milímetros hacia arriba y hacia abajo en un movimiento prácticamente exacto al que produciría una verga real dentro de una vagina. ¡Vaya pedazo de verga que Mamá tenía en las manos¡. Fue todo lo que pude pensar sin dejar de contemplar semejante invento.

Ella seguía apoyando su espalda en el cabezal y lo mantenía bien sujeto, yo diría que de manera golosa semejante aparato, aunque ahora sus manos se apretaban nerviosas al mismo cómo muestra de la excitación que recorría su cuerpo. Separó las piernas un poco, e instintivamente también las flexionó unos centímetros, ansiosa sin duda de comenzar a recorrerlas con el consolador hasta hacerlo llegar a su intimidad, que a esas alturas, ya estaba más que empapado y empezaba a humedecer sus sensuales braguitas blancas.

Por lo que ya más que ansiosa y cachonda, decidió ya comenzar a jugar con sus pechos. Colocó el consolador, que no dejaba de vibrar y contornearse, justo entre sus turgentes pechos, apretujándolo entre sus blancas masas de carne, estremeciéndose al contacto. Lo movió unas cuantas veces hacia arriba y abajo observándolo con una expresión entre incredulidad y ardiente deseo. Al poco, lo dirigió a uno de sus hinchados pezones que ya se encontraban bastante empitonados que casi rompían la tela de su delgada blusa. Empezó a hacer un poco más de presión para que la vibración que transmitía fuera aún más intensa.

-“ .. ¡Aah! .. ah ”.

Mamá empezaba a respirar cada vez de forma más agitada, y no apartaba los ojos de la enorme tranca de plástico mientras su lengua humedecía una y otra vez sus labios. Durante unos segundos, fue masajeando con la punta del dildo uno y otro sus pechos, alternándolos cada uno poco tiempo, hundiendo los pezones en su carne a fuerza de la presión del vibrador. En un momento dado, su mano libre empezó a recorrer uno de sus muslos por su parte interna. Lentamente la fue acercando cada vez más hasta que empezó a rozar con mucha suavidad su pelvis por encima de sus pantaletas. ¡Estaban mojadas!, y a mí por mi parte, desde mi habitación cada vez me costaba más reprimir mi calentura.

Mi ardiente Madre empezaba a gemir y a morderse el labio inferior, estaba empezando a llegar al punto que tanto quería, a ponerse tan caliente que haría cualquier cosa por llegar al orgasmo. Se decidió entonces a presionar un poco más con la mano sobre su entrepierna, y con su dedo corazón buscó su clítoris por encima de las bragas, para empezar a masturbarlo con un movimiento acompasado y circular. Mamá ya había cerrado los ojos y disfrutaba de las caricias de su propio dedo ayudando con un leve movimiento de sus caderas. En ese momento, decidió que su lujuria ya era la suficiente, así que empezó a subir el consolador hasta deslizarlo primeramente por su cuello y un poco más tarde a lo largo de una de sus sonrojadas mejillas. Sin dejar de jadear puso las dos manos sobre sus pechos y comenzó a masajearlos de una manera descaradamente lasciva.

Mamá sabía perfectamente cómo masturbarse y puso el mayor empeño para llegar al éxtasis. Mi pene sin poder evitarlo ya estaba mojando mi calzón, estaba tan dura que miraba al techo, me empecé a frotar por encima de mi pantaloncillo sin dejar de observar lo que sucedía en la habitación de mi aparente pulcra Madre. Los movimientos de su dedo sobre su clítoris se tornaban cada vez más rápidos, pero ella se conocía tan bien que sabía cuándo debía de acelerar y detenerse para correrse desenfrenadamente.

Ella empezaba a estar tan excitada que observé que mientras se restregaba el consolador por toda su cara, al pasar por delante de su boca, su lengua lo buscaba desesperadamente. Me daba la impresión de que en el interior de su cabeza ya no veía un enorme consolador Negro pasando de una a otra de sus mejillas, sino la conocida tranca de Don Paco a la que ella intentaba atrapar con su lengua.

Optó por no alargar más su júbilo desenfreno y por cumplir sus lujuriosos deseos; se introdujo lentamente el consolador en la boca, Mamá lo acogió con deleite y empezó a chuparlo como si de tremendo rabo se tratara. Su cabeza se inclinaba hacia delante para abarcarlo un poco más en cada movimiento y sus gemidos se tornaban ahogados cuando el dildo llegaba al fondo de su garganta.
Incapaz de contenerse por más tiempo, repentinamente su mano izquierda descendió hasta su cintura y comenzó a quitarse las bragas. Dejó por unos momentos de manipular su clítoris para facilitarse la operación, que a completó en unos segundos sin dejar de chupar la enorme tranca de plástico que ocupaba su boca.

Volvió a colocar sus piernas completamente abiertas y de una manera lenta y suave plantó nuevamente su mano directamente sobre su entrepierna mojada, recorriendo su clítoris con toda la extensión de su dedo corazón, al tiempo que se introducía cada vez con más rapidez el enorme consolador en su boca. Yo seguía deleitándome con la visión de su cara chupando afanosamente el consolador; en momentos hasta acercaba la cámara con el tremendo zoom, para poder apreciar perfectamente su facciones de golosa, al estilo Pornstars. Su boca permanecía completamente abierta para poder abarcar el grosor del dildo, que aunque llegaba al fondo de la misma, solo entraba en una tercera parte de su extensión.

Después de un par de minutos, al fin decidió utilizar aquel maravilloso aparato para su principal función y lo sacó de su boca haciéndolo descender otra vez hasta sus pechos. Pero nuevamente parecía que Mamá lo pasaba en grande mamando esa manguera, ya que en un rápido movimiento, la volvió a subir metiéndosela nuevamente en la boca, hasta notar que la punta chocaba en lo más hondo de su paladar. Empezó a hacerle una mamada cómo solo ella sabía hacer, recorriendo con sus labios toda la longitud de ese miembro, haciendo que su lengua jugueteara con la punta del capullo y acariciándolo como si este fuera real y pudiera ponerse más duro con sus dulces caricias.

En esa situación, también yo empecé a gemir de placer, y aunque notaba que podía correrme en cualquier momento, no tuve la suficiente voluntad para hacerlo, quería aguantar un poco más viendo el magnífico show que gracias a nuestro cochino vecino, involuntariamente mí Mamy me estaba regalando. Sin dejar de hundirse la tranca en la boca, Mamá levantó su camiseta de tirantes hasta conseguir que sus hermosas tetas quedaran al aire. Acto seguido comenzó nuevamente a restregarse el vibrador por los dos pezones desnudos alternativamente, mientras sus dedos se movían sobre su clítoris a una velocidad vertiginosa y sus gemidos, ya más agudos, me indicaban que estaba a punto del orgasmo.

De repente, su mano izquierda se aferró entre sus piernas, empezó aumentar sus movimientos para intensificar su placer que se estaba suministrando en la entrepierna, haciendo que cada vez sus dedos profundizaran más entre sus labios vaginales. Con su sabia ayuda, poco a poco empezó a introducir dos de los dedos dentro de su húmeda cueva, al tiempo que movía sus caderas y empujaba su mano para que cada vez llegara un poco más adentro.

Al mismo tiempo se estaba tragando literalmente esa manguera con la boca. Se la estaba comiendo de una manera salvaje, y de tanto en tanto, la liberaba unos segundos para deleitarse pasando su lengua por todo el tallo, momento que aprovechaba para hacer llegar uno de sus dedos hasta su tierno ano y juguetear un poco a su alrededor. Sentía que no podríamos por más tiempo soportar cualquiera de los dos sin corrernos. Pero muy a mi pesar, se sacó el dildo de la boca y se tumbó boca arriba en la cama, con las piernas totalmente abiertas y su mano bien enterrada hasta que dos de sus dedos tocaban casi con su matriz. Era el momento que deseaba con todas sus fuerzas meterse el enorme consolador hasta el fondo del chocho.

Sin más y bastante caliente, sacó sus dedos totalmente impregnados de sus propios flujos vaginales de entre las paredes de su chocho y comenzó a deslizar el grandioso dildo negro presionando sobre su clítoris. Mi Madre abrió aún más las piernas y puso las manos sobre sus ingles.

-“¿Quieres metértelo Sorra?, ¿quieres cogerte bien fuerte con él, he? Con este pedazo de tranca de Don Paco? ”. Se dijo ella misma, ardiendo en deseo y aplicando un vocabulario muy obsceno para una Sra. de su estatus.

Deslizó la punta de esa manguera por su hendidura y se respondía ella misma, alternando sus movimientos de cadera con más de sus palabras soases:

-“¡Si, si, si, clávatelo de una vez!, ..¡Ah! ..  ya no aguantas más Mónica. Quiero correrme, ..métetelo, métetelo ya ”. Se decía mientras el movimiento de sus caderas buscaba que la punta del consolador se acercara lo máximo posible a su interior.

-“.. ¡Oh!, por dios, ..que caliente estoy, ¿qué me está pasando dios mío?, ¿en qué me estoy convirtiendo? ”. Se decía poniendo la punta del consolador en la entrada de su chochito para así sentir las vibraciones sobre su clítoris.

Sin dejar de estimular su clítoris con la punta del consolador negro, se dio la vuelta y en un momento quedo tendida en la cama boca abajo con las piernas completamente abiertas, la vaquera ya había quedado sobre su cintura y sus bragas yacían a su costado. Entonces comenzó a recorrer con el consolador la parte que iba desde su chocho hasta la entrada de su ano, arrastrando con él todos los jugos que emanaba de su chochito para llevárselos al ano. Cuando el movimiento del vibrador era descendente, Mamá levantaba el trasero intentando que el consolador penetrara un poquito más entre sus labios vaginales, al tiempo que gemía y jadeaba agarrando fuertemente con sus puños el dildo. En un momento dado, flexionó su pierna derecha, lo que propicio que su chocho quedara un poco más accesible y su cuerpo ligeramente ladeado sobre la cama.

-“¡Métetelo!, métetelo Sorra ..ya no aguantas más, deseas que te coja tu cochino vecino ”. Se decía sin dejar de restregarse el dildo cada vez más frenéticamente desde la vagina al culo y viceversa.

-“... ¡Aaahh!, .. Si, siii, tengo muchas ganas. Métamelo ya, Don Paco, ... Cabrón, no ve que ya no aguanto, ..su vecina está que arde, lo quiero todo adentro .. ¡Mmmhh!! ”. Se Preguntaba y se contestaba ella misma ahogada de deseo, con una voz cortada sin dejar de mover las caderas arriba y abajo, mientras aferraba cada vez con más fuerzas el dildo entre sus manos.

Mamá dirigió rápidamente un dedo de su mano derecha a la boca y lo chupo con ansias, después se lo llevó entre sus piernas y empezó a masajearse el ano mientras arrastraba la punta del consolador por toda la longitud de su hendidura. Cerró los ojos y abrió la boca al tiempo que empezaba a penetrarse con el dedo el ano. Al mismo tiempo hacia fuerza con una pierna para intentar acercarse más al consolador, que ya empezaba a introducirse unos milímetros en su húmeda vagina.

Ella miraba desconcertada al techo, con expresión de no soportar tanta excitación y haciendo gestos con la cabeza intentando demostrar que no podía masturbarse más, se retacó todo el dedo en el fundillo poniendo los ojos en blanco. Tal y cómo yo suponía, mi Madre solo pensaba ya en sentir dentro de ella aquel impresionante consolador. Sin perder un instante, empezó a acariciarse la entrada de su ano con la yema del dedo, mirando fijamente a la foto de mi Padre mientras se introducía poco a poco la cabeza del gran vibrador en la entrada de su chocho.

En tan solo unos segundos, nuevamente buena parte de su dedo empezó a desaparecer dentro de su cola, que estaba ya totalmente lubricado debido a la gran cantidad de flujos que en todo ese tiempo seguían saliendo sin cesar de su vagina. Ahora ya no eran jadeos, sino pequeños gritos lo que salía de su boca a medida que el dedo y el consolador negro se iban abriendo camino por sus dos agujeros íntimos. Yo por mi parte, estaba a punto de reventar, ya me había sacado la verga y me la empezaba a machacar con la misma intensidad que había hecho nuestro vecino media hora antes. En cuestión de unos minutos, todo el dedo de mi Madre desaparecía dentro de su ano, y cada vez lo metía y lo sacaba con mayor rapidez. Por otro lado, solo había logrado introducir en su chocho una tercera parte de la longitud de tremendo ariete, aunque por los gritos de placer que salían de la boca de mi Madre, debía de estar a punto de llegar al séptimo cielo.

-“... ¡Ahhhh!, Siii, ... más, empújatelo más Puta, ... métetelo todo, ..¡Ooh! .. qué maravilla, ... ¡Uyy! estoy a punto de correrme, ... ¡Uuhm! que delicioso ... ¡Aaah! ”. Se decía Mamá entre jadeos y pequeños gritos de placer.

Llegó un momento en que mi Madre perdió la paciencia, y la cordura; con su mano firme sujetó el enorme consolador que seguía moviéndose despacio. Sujetándolo firmemente desde la base, lo empujo decididamente con fuerza hasta conseguir que dos terceras partes del mismo se introdujeran dentro de su ser.

-“¡OOOOHHH!!! .... Po r .. dio .. s. .. ¡Ahh! ¡Ah! ”.

Eso le hizo soltar un desmesurado grito al tiempo que sus pulmones tomaban aire y se quedaba paralizada intentando asimilar el placer que el vibrador le transmitía en sus entrañas; incluso el dedo que manipulaba su culito se quedó unos instantes quieto estando totalmente en su interior. Durante esos momentos permaneció inmóvil sintiendo sus agujeros obstruidos, uno por su delgado dedo y el otro por una tremenda manguera negra de látex. Así poco a poco volvió a ir empujando alternativamente una y otra, mientras ella movía desenfrenadamente la cabeza de un lado a otro sin parar de gemir y gritar.

Al cabo de unos segundos, se sacó el dedo de la cola y se volvió a mover sobre la cama, se colocó de rodillas a cuatro patas lo que aprovechó para aferrarse al consolador cómo si en ello le fuera la vida, para seguir metiéndoselo en el chocho ahora con las dos manos. Mamá quedo entonces de rodillas, con las piernas abiertas lo más que podía y las manos sujetando el consolador negro que se apoyaba en la cama y se hundía casi por completo en su chocho cuando ella hacia descender bruscamente sus caderas hacia abajo. Sus gritos y jadeos eran ahora amortiguados al tener la cabeza incrustada en la almohada, utilizándola cómo punto de apoyo para poder meterse así el ariete negro con las dos manos.

Atravéz de la cámara que tenía en su habitación estuve contemplando cómo mi altiva y casi perfecta Madre se penetraba y se dejaba caer de la forma más bestial en que se masturbaba con aquel aparato. Instintivamente, aceleré los jalones sobre mi pene sin perder de vista el monitor y el chocho de mi Madre cómo devoraba esa tremenda tranca. La verdad que no pude evitar imaginar correrme sobre sus bien expuestas nalgas cuando en eso volví a ver cómo esa mano traviesa volvía a continuar el trabajo que ella misma había detenido en su ano mientras seguía metiéndose en el chocho el tremendo dildo todo lo que podía.

Sin dejar de meterse el consolador en la chocha empezó de nuevo a introducirse el dedo corazón por el agujero de su ano. Aun no se había metido ni la mitad de este, cuando empezó a notar ella misma las vibraciones que tenían lugar en las entrañas de su intimidad. De un sólo golpe se volvió a meter el dedo hasta el fondo, lo que hizo que de su boca saliera un gemido más fuerte que los anteriores, y las sensaciones que transmitía el consolador, se iban multiplicando hasta llegar casi a la altura del cielo.

Mi Madre se lo estaba pasando cómo nunca, ni con sus tantos amantes la había visto tan desbocada. Ahora no movía tanto sus caderas y se metía el enorme consolador negro con una sola mano en casi toda su extensión en el chocho. La otra mano, se mantenía bien enterrada entre sus nalgas y la movía aceleradamente cogiéndose por sus dos agujeros. Su posición, a cuatro patas cómo las perras, lo que me permitía perfectamente ver cómo ella misma se jodia con aquel descomunal vibrador y su delgado dedo por el ano.

La verdad que ya empezaban a dolerme los güevos de tanto aguantar las ganas que tenía de descargar mi inocente leche, así que me acerque lo más que pude al monitor cómo si fuera el trasero de mi Madre, y sujetándome la verga con una mano mientras sujetaba el monitor con la otra, acomode la punta de mi nabo en la pantalla, y sin más empecé a chorrear toda la pantalla viendo cómo mi Madre se penetraba a dos lados. En ese momento, y cómo si estuviéramos sincronizados, también ella se quedó quieta, con el gran consolador negro ubicado en lo más recóndito de su chocho, muchos centímetros más allá de donde había llegado su delgado dedo al otro lado de la delgada membrana que los separaba.

El aparato continuaba vibrando mientras ella se estremecía y volteaba los ojos poniéndolos en blanco mientras una extraña sustancia brillosa empezaba a escurrir por el extremo falo. Fueron varios segundos en los que se estremeció totalmente hasta terminar desfalleciéndose sobre su cama con su dedo y el falo aún enterrados dentro de ella. Quedamos los dos completamente exhaustos, yo en la silla frente a mi chorreado monitor, y ella sobre su acolchonada cama aún con esa cosa enterrada. Poco a poco fue sacando el dedo de su culo mientras respiraba aún con dificultad. Hizo lo propio con el consolador negro y se tumbó en la cama boca arriba quedando el dildo entre sus piernas aún funcionando.

Durante unos minutos permanecimos en completo silencio, hasta que nuestra respiración se tornó otra vez normal. Como de costumbre, me levanté a limpiarlo todo mientras veía a mi Madre acomodarse convenientemente su camiseta de tirantes, que aún conservaba arremangada justo por encima de sus pechos. La verdad que sin imaginarse, mi Madre me había brindado uno de los espectáculos más candentes que yo pudiera haber visto jamás, entendí desde ese momento que aunque mi Mamá quisiera regresar a ser aquella Madre perfecta que se había matrimoniado cómo mi Padre y tanto nos cuidaba, “Mi Madre jamás volvería a ser ella.” ...


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia.

©MI MADRE Mónica.......... Capitulo (44)
“¡Don Mario, NO!, ..¿otra vez?.”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo....
pedritapia08@hotmail.com