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jueves, abril 07, 2016

Capitulo (55)


MI MADRE Mónica.......... Capitulo (55)

“La furia de Pedrito.”


Esa noche no pude dormir, las prontas y aun recientes imágenes en aquel sucio camión me carcomían de nervios. No podía entender, no podía comprender como era que ella siendo tan linda y que lo tuviera prácticamente todo pudiera perder la razón de aquella manera por una obsesión, por una fantasía. Mamá tan espectacular y glamurosa como era conocida por la elite social haberse atrevido hacer tal cosa, tal aberración, haberse arriesgado a ir a ese bar de mala muerte, en plena oscuridad, frecuentado por motociclistas y sucios camioneros que lo único que buscan en ese sitio es apagar su sed y la soledad de sus patéticas vidas por un poco de diversión en ellas sin sentido. Ahora no solo tenía que preocuparme de los desgraciados que la asechaban como manaba de perros hambrientos, sino que también a las salidas repentinas que hacía mi Madre a altas horas de la noche. Mi vida iba a ser un caos de ahora en adelante, y lo digo por lo que ocurrió el siguiente día. ..

Me encontraba yo en casa tranquilamente después de haber culminado mis obligaciones escolares del día, dispuesto claro a ir a divertirme con mi nueva motocicleta ahora que podía. Apenas iba yo a dirigirme hacía abajo para ir a la cochera, pero todos esos pensamientos volaron de mi cabeza cuando me fijé por la ventana del frente, la que daba justo a la calle, justo en la puerta de entrada, cuando vi una magnífica silueta en un vestidito blanco bien ajustado a unas esculturales piernas. Era Mamá claro está, a nadie le quedaban tan perfectos los vestidos como a ella. Se encontraba a fuera en la calle, estaba jalando unas cajas, intentando sacarlas de la camioneta e introducirlas a la casa. Normalmente, ella me hubiese gritado para que le ayudara pero quizás porque aún no había notado mi presencia en la casa después de que el camión escolar me hubiese traído. 

Pensé en ir ayudarle ya que se notaban algo pesadas para que ella pudiera cargarlas todas, sin embargo, antes de que pudiera racionalizarlo y permitir abrir la puerta para encontrarla, las hormonas actuaron de prisa en mí y ordenaron a mi cuerpo a no moverme después de escuchar una voz que le decía:

- ¿Puedo ayudarla Sra Tapia? ..

Mamá se dio vuelta para mirarlo. Ahí estaba de nuevo su “querido” vecino Don Paco, extrañamente de nuevo en nuestra cera del frente. Al veterano le pareció estar frente a una diosa, y lo digo porque lógicamente Mamá era mucho más alta que él, sus piernas espectacularmente carnosas y sus caderas grandes llenaban muy bien ese vestido, con la parte de arriba que parecía a punto de reventar a causa del abundante y firme de su busto. Su piel muy blanca y su cabellera dorada le caía en media espalda, sus ojos azul claro y el sudor del esfuerzo la hacían verse exquisitamente sexy e impresionante.

- D-don Paco, ..e-es muy amable.

- ¿Dónde pongo las cajas, linda? ..

- Tan sólo déjalas allá dentro Don, ..en medio de la sala, yo las ordenaré después.

Como siempre la voz de Mamá era suave y sensual, o quizás sólo eran ya mis percepciones aumentadas por mi cabeza que empezaban a cambiar la realidad. El veterano enseguida se dirigió a la puerta de la camioneta, acomodó las cajas una encima de otra y se dedicó a ayudar a su hermosa vecina, disfrutando claro de los ángulos que ella le ofrecía con las posiciones que adoptaba cuando se agachaba o caminaba delante de él. Pudo apreciar frente si aquellas rotundas nalgas perfectamente dibujadas dentro de aquel corto vestido, calculando en su perturbada mente cochina que quizás no le cupieran en cada una de sus manos cada uno de aquellos carnosos cachetes. Su cintura estrecha y sus rotundas caderas terminaban el cuadro, eso sin mencionar la incipiente circunferencia de sus senos cuando recogía o levantaba algo. Para este día Mamá había optado por ponerse un vestidito muy mono de color blanco, de líneas sencillas y femeninas, un vestido corto de punto con detalles en el escote y hombros, con bajo de corte recto para estilizar su perfecta silueta de tenista, escote alto en la línea del cuello. Se había dejado la melena suelta al viento, con pendientes de aros, ligeramente maquillada y zapatos de tacón plateado, a juego con su collar y su bolso de diseñador. Estaba guapísima y estilosa.

Enseguida pude notar en el pantalón de nuestro vecino su tremenda erección.

- ¡Le agradezco mucho su ayuda, Don Paco ..que bien que fuera pasando, Pedrito aún no llega. Ya no ha de tardar.- le explicó ella, una vez finalizada la tarea, sentados los dos en el sofá, transpirando ambos.

- Si, estaban pesaditas me supuse, ..por eso me acerque, pensé que requeriría ayuda.

Por lo ajustado del vestido que presionaba su tórax y quizás por lo que le provocaba ese viejo se le notaban claramente los pezones dibujados dentro de la tela, no llevaba brassier, para colmo se inclinó hacia él para reacomodar una de las cajas que no había quedado bien en su sitio, permitiendo que por el escote se deleitara con el movimiento de aquellos melones blanditos. Mamá a su vez no desaprovechó y se fijó en el abultamiento en la zona de la bragueta, estaba segura de que había conseguido empalmarle.

- N-no sabe cuánto se lo agradezco Don Paco, ..es usted muy amable y servicial.- y sonrió de una manera que estremeció al veterano-. Permítame servirte una bebida, está sudando.. igual que yo ¡Ji ji ji.. ¿Desea agua, o naranjada o alguna otra cosa que se le apetezca?. ..

- Jugo de naranja, Señora.- dijo él-. Clara no me deja beber otra cosa.- era la primera vez que escuchaba que hablaba de su Esposa.

- Claro, naranja.- contestó Mamá mientras abría el refrigerador.

La vio contonear aquel tremendo culo dibujado tras la ajustada tela al dirigirse al frigorífico donde guardaba el agua. Al inclinarse, el faldón se elevó unos centímetros permitiéndole una nueva visión de los bajos de sus nalgas y quizás hasta un poquito más si decidía agacharse. Mamá era una mujer extremadamente sexy para un viejo veterano, no sabía si iba a poder resistirse.

Don Paco estaba encantado con la actitud sonriente de Mamá, su preciosa vecina que tanto lo enardecía. Pero mientras el sudor corría por sus sienes la miraba deambular por la cocina, pensando quizás en sus posibilidades con ella, con una hembra tan guapa y sexy eran absolutamente nulas. Ninguna mujer así de hermosa se fijaría en un hombre tan viejo y poco agraciado, ya pensionado y sobre todo casado. Pero la esperanza es lo último que se pierde, pensaba el vejete. Cuando dejó sus pensamientos de lado, Mamá ya le traía sonriendo en un vaso de vidrio lleno de zumo naranjada. El sudor le había adherido el vestido en varias partes, pudiendo apreciarse de mejor manera sus senos e incluso calcular el color de su pezón al ser el vestido tremendamente ajustado y en blanco. Mamá sonreía y Don Paco agradeció el gesto. Cuando tomó el vaso sus dedos se tocaron y los dos se vieron. Mamá bajó su mirada algo ruborizada y sentó para mostrar servialidad. Al sentarse, inmediatamente cruzó las piernas. El viejo la miró de reojo al arrancar. Estaba igual de provocativa, igual de sexy como todos los días en que la vigilaba, estaba para comérsela. Había que contenerse mucho para no sobrepasarse. Don Paco se sentó hacía su lado.

Con un vaso para ella, Mamá se acomodó a su derecha, muy juntos, cruzando las piernas y exponiéndose ante él. Al curvarse hacia la mesa para dejar el vaso, los ojos perversos del veterano no pudieron aguantarse de volver a ver el meneo de las tetas con el movimiento del brazo, incluso al erguirse para verle el detalle de las aureolas que se traslucían levemente debajo de la tela.

- Hace bien Don Clarita en cuidarlo, ..apuesto que en su juventud era un hombre irrompible.- dijo ella cortándole los pensamientos.

- Pues la verdad si linda, ..me cuidaba mucho cuando estaba en la milicia. Me levantaba muy temprano y hacía mucho ejercicio, ..pero los años guapa.- dijo él.- Ahora me duele aquí y allá.

- Ni diga eso Don, ..si no esta tan grande, se conserva bien. Muy fuerte y tan varonil..- siguió ella, ya en plan de conversación que en el tiempo en que se conocían nunca habían llevado.

- ¿Qué hay de usted? tan guapa y atractiva, seguro que le sobran pretendientes.- quiso saber él. También para cortar la línea de halagos que había emprendido Mamá.

Ella suspiró, y respondió:

- Como usted sabe, mi Esposo, ..Pedrito es aun chico y quiso mucho a su Padre. Salgo y me divierto con mis amigas, pero solo eso, ..nada serio con nadie.- se puso algo seria.

- S-sí, claro.

Don Paco extendió el brazo derecho y le acarició la mejilla con la yema de los dedos. Increíblemente Mamá se mostraba con excesiva docilidad, lo que aprovechó el viejo para acercarse.

- Eres una mujer muy guapa.

- No es para tanto Don..- tonteó.

- Y tienes un cuerpo que está para comérselo.

- Me va a poner colorada, Don Paco.

Él la miró y extendió el brazo derecho para achucharle las mejillas, como si fuera una niña buena.

- ¡Carai Señora Tapia, ..una mujer como usted desperdiciándose así nomás. Si estuviera en mis tiempos yo ¡Je je je..- replicó de inmediato Don Paco, casi sin detenerse a sopesar las palabras.

- ¿A qué se refiere con eso de que en sus tiempos, usted?..- indagó Mamá, que ya sabía a lo que se refería el viejo, a que se le abalanzaría encima, pero las mujeres siempre quieren escucharlo decir de los hombres.

Mamá se preguntaba a su vez a qué estaba jugando con ese viejo.

- Estás muy guapa, solo eso.

- Gracias.

Mamá se ruborizó y bajó la mirada, lo que a Don Paco le ayudó para seguir llenándola de halagos más fuertes:

- Es que es muy hermosa, muy bella y me cuesta creer que se encuentre tan sola sin nadie que la apapache y la llene de amor.

- ¿Cree que soy hermosa y bella? ¡Se lo agradezco mucho Don Paco..- e increíblemente lo abrazó.

Don Paco casi deja caer el vaso sobre el piso, sintiendo cómo quemaba su robusto pecho tras la presión de aquellas dos apetecibles toronjas que se aplastaban contra él, aspirando debajo de la transpiración de Mamá, su perfume y su olor de mujer. Con su mano libre, hizo un amago de abrazarla, pudiendo palpar la curvatura de su cintura. Cuando el abrazo terminó, Mamá no se alejó de él, se quedó muy cerca.

- ¡Perdóneme Don, ..no sé qué vaya a pensar de mí, yo..

- No tengas pendiente linda, ..he tenido suerte de que una mujer como tú me haya dado un abrazo. ¡A mi edad, ya hasta las putas me cobran más.- se atrevió a soltarle.

- ¡Don, ..me va a sonrojar.

- Pues es la verdad, ..pero tú guapa, eres todo lo contrario, los hombres de toda la ciudad deben de enloquecer cuando la vean pasar.

A Mamá le azuzaron los nervios por tontear con el Esposo de la Sra Clarita, pero en el fondo es lo que quería. Y este papel de ingenua que estaba jugando le estaba viniendo sobre ruedas, aunque por dentro sabía muy bien lo que deseaba. Si no hubiese estado casada con Doña Clarita, ella misma le hubiera suplicado una mamada, pero no quería escándalos, por su hijo (o sea yo), por sus amistades y por los problemas que en el pasado le había acarreado este tipo de relaciones desenfrenadas. Quedaría marcada para siempre. Estaba jugando con fuego. Pero la novedad morbosa y la masculinidad de ese viejo la volvían loca. Resultaba irremediable contener aquellos síntomas.

- Tampoco será para tanto, Don.. no es como todos creen.

- ¿Cuántos años tienes, preciosa? ¿Treinta y cinco, o treinta seis?..- Ella asintió-. ¡Te conservas estupendamente-. El veterano se atrevió asestarle una palmada en la rodilla y ella sólo sonrió-. Tienes un cuerpo precioso y una piel..- ahora le plantó la palma encima de la rodilla y la dejó allí mientras le miraba-. ¿Cómo lo haces?..

- B-bueno, ..en ocasiones voy al gimnasio, ejercito aquí en la casa, ..y las cremas antiarrugas hacen milagros, Don.

- ¿Te echas cremas en las piernas?..

- E-este, sí..

- Me gustan mucho tus piernas-. Ella se las miró ingenuamente-. Me encantan.

- Son muy largas, ¿no?..

- Son preciosas. ¿Por qué no me las enseñas?..

- Q-que?.. Uff, no sé, Don, me da un poco de pena.

- Vamos, no seas tontona.

- Bueno, pero no le diga a nadie, he?.. que le he enseñado las piernas, Prométemelo…

- Tranquila, será nuestro secreto.

Mamá se sujetó el filo de la falda y levantó una de sus piernas, que por lo largas que eran parecía una columna esculpida. Tenía las piernas doradas y brillantes por el sudor. Al viejo se le abrieron los ojos ante la exhibición y con nerviosidad se reclinó en el sofá para acomodarse el paquete al estar sentado. Mamá observó cómo con descaro se había llevado una mano a sus bajos para restregarse los genitales. La mano derecha la pasó por encima palpando la blandura de la carne.

- Deja que te las toque.- le dijo acariciándola por la pantorrilla, todo con un tono jadeante.

Don Paco deslizó la mano en dirección a los muslos y arrastró la tela del vestido todo lo que pudo, casi hasta el final de sus piernas. Mamá se estremeció, pero continuó sin protestar, sin pudor, ni hizo ademán por taparse, tan solo se puso roja como un tomate. Hasta que regreso a la misma postura anterior con las piernas cruzadas, sólo que con el vestido remangado cerca de la cintura. Mamá comprendió que estaba comportándose como una zorra permitiéndole aquellos manoseos, pero estaba demasiado caliente como para poder evitarlo.

- Las tienes muy tersas, bastante suavecitas.

- S-si? ..

- ¿Qué fuiste a comprar?.. observé entre las cajas cierta ropa.

- R-ropa para el verano, ..t-también interior. ..

El viejo volvió a retirar la mano.

- ¿Que usas, bragas o tangas?..

- ¿Q-qué?.. p-pues d-depende de la ropa que me ponga.- contestó sonrojada.- p-pero esas no son preguntas para hacerle a su vecina Don, ¡Ji ji ji.. uff..- reaccionó echándose aire con la mano,- Ya no debe tardar en llegar Pedrito.

- Me encantaría verlas.. después, aunque sea colgaditas en tu balcón ¡Je je je..- le soltó el pervertido en tono de broma.- Bueno linda, me tengo que ir, ..Clara ya debe necesitar el producto que ha llegado. De todas formas andaré por aquí, por si algo pudiera necesitar.. de ayuda. Lo de sus flores no se preocupe, con lo que le he roseado..- Mamá se sonrojó al recordar el tipo de sustancia con la que le fue roseada.- Estarán protegidas y tendrán lo necesario. Chao linda.

Mamá se encontraba todavía en ese estado de adormecimiento por la calentura, con las mejillas como brazas calentándole la cara, justo estaba saliendo de su retardo cuando aparecí detrás de ella, como si estuviera recién llegando de la escuela. La observé que aun sentía aquellas sensaciones de intranquilidad cuando ese viejo se le acercaba, sabiendo que quizás volvería a caer bajo sus desenfrenos.

- ¡Hola Mamá, ..vi salir a Don Paco hace un minuto. ¿Qué era lo que quería?..

- ¡Hola mi amor, ..me vino ayudar con unas cajas, es una suerte que hubiera pasado. Estaban bastante pesadas.

- Es muy raro que ahora ande por este lado de la casa, ¿no lo crees?..

- Mi amor, que cosas dices, ..anda porque tiene que andar. No tiene nada raro. Ahora ve y quítate ese uniforme para vengas a comer, ..voy a prepararte algo muy rico.

La verdad que ver a Mamá tan campante, tan alegre después de lo ocurrido el día de ayer me tenían muy desconcertado, y no solo eso, temía que lo volviera hacer en cualquier momento, perdía tan descabelladamente la cabeza que me tenía al filo de los nervios. Por lo que seguirla por mis cámaras y la mirada era mi único deber durante el día.. y la noche que era donde más nervioso me ponía.


Esa tarde se encontraba en su habitación sola, recostada en su sillón para leer. Se estiraba un poco, con un libro que tenía sobre las piernas. Hacía rato ya que había terminado con sus deberes. Se sentía libre, se encontraba bebiendo un vino, un Malamado de uvas muy maduras que tanto le gustaba. (Dulce, licoroso, aterciopelado), muy delicioso para el paladar, con notas finales de especias y chocolate. Desde el fallecimiento de Papá, era la primera vez que la notaba tan tranquila. Tal pareciere como si su “salidita” del día de ayer hubiese liberado de su cuerpo todo el estrés y frustraciones debido a tantas cosas sucedidas. El dorado sol del atardecer la visitaba a través de los cristales de la terraza de su habitación. Se sentía bien. Nueva, contenta, alborozada. Llevaba un camisón muy corto color melón, con unas braguitas a juego de velo, simplemente para llevar, pues estás no le tapaban absolutamente nada.

La tranquilidad era tanto que pensé que terminaría ahí el resto del día, pero algo la hizo levantarse, quizás su sentido de mujer. En el momento de incorporarse se percató de una presencia que la vigilaba, y quien más que su recurrente vecino mirón, “Don Paco”, quien andaba de arriba abajo desde su casa hasta ese cuartucho donde guardaba sus herramientas. Con su típico traje de jardinero, con su piel blanca y sudorosa. Se sobresaltó. Pudo ver sus ojos negros, brillantes mirando hacía su terraza fumándose un cigarrillo. La intranquilizó que la hubiera visto así vestida, con ese camisón tan corto, sabiendo que podía haberse recreado en la visión de sus braguitas y de sus partes íntimas pues estos no le ocultaban nada. Por otra parte, se sintió deseada, le agradaba de algún modo que un tipo maduro, felizmente casado como Don Paco pudiera sentir esos deseos por ella. Aunque ¿y quién no?, Mamá atraía las miradas de quien pasara a su lado, además tenía unas piernas de tenista magníficas, ahora de un color doradito por el sol. No le dio más vueltas y aunque se sintió acalorada por sentir esos deseos casi animales que ese viejo tenía por ella, se dirigió a la cocina para servirse otra copa.

Mamá casi no bebía, pero la visión de los ojos cargados de lujuria de su vecino la hacían sentirse extraña. ¿Por qué no?.. se preguntó. La tomó, juntó con su copa y se sentó frente al televisor de la sala. Aunque en realidad no prestaba atención a la pantalla. Se limitaba a pensar en cómo ese señor ya tan maduro, casado con una buena mujer como lo era Doña Clarita podía tener esos fuertes deseos por ella, pudiendo mi Mamá ser casi su hija. ¿Tampoco es que pasaba nada, no?, no mientras él no intentara nada con ella.

Al rato empezó a sentirse acalorada. Debía ser el vino, debió de pensar. Al asomarse a la ventada de la cocina volvió a verlo y no lo pudo creer. El desgraciado se encontraba meando hacía su nuestro jardín como si nada, como si fuese lo más normal del mundo. Se quedó atónita con aquella gruesa verga. No era muy larga pero si ancha, una anchura de unos seis centímetros y una longitud de 15 cm, con gruesas venas señaladas por todo el tronco, de un tono dorado que destacaba con el vello y la blancura de su piel, con un capullo voluminoso y enrojecido, unos güevos gordos y muy redondos, ásperos, tupidos de vello entrecanos y de un tono rosado. Sintió envidia y deseos por aquella verga, se preguntaba lo bien que se la pasaba Doña Clarita. A medida que le observaba se daba cuenta de que el calor le enrojecía las mejillas y se sorprendió notando como sus pezones le tensaban la tela. Al fin y al cabo sabía que Don Paco nunca se atrevería a algo con ella y eso la excitaba más. En ese momento cuando regresó a su habitación. La sensación de sentirse observada por él y el vino se mezclaron, convirtiéndose en una idea ya recurrente en Mamá desde ya unas semanas.

Sin darse margen para replanteárselo, decidió salir otra vez a la terraza, aprovechando que el viejo se encontraba solo, apoyado en la cerca que deslindaba nuestros jardines. Los latidos en el corazón de Mamá se aceleraron, como si no creyera lo que estaba a punto de hacer. Espió a Don Paco, para comprobar si todavía seguía allí y antes de intentar algo, dio un pequeño  jalón a sus pantaletas, para que estás se le entre metieran dentro de sus los cachetes traseros y salió fuera. Sin pensárselo, simulando no haber notado su presencia. Mamá estaba tremendamente nerviosa y, la vergüenza y la excitación se le mezclaban en el rostro. Evitando mirarle, se apoyó en la barandilla de la terraza, disfrutando de las cálidas rafas de aire fresco que abrazaban su cuerpo semidesnudo, mirando hacia el centro de la ciudad hasta estar segura de haber captado su atención. Y no pudo controlarse. Sentía el volado del camisón levantado hasta sus nalgas, con sus braguitas delicadas clavadas entre sus nalgas. Se dio la vuelta, de espaldas hacía el viejo, mirando hacía su habitación como si mirara su televisor desde afuera, forzando el gesto por estar viendo algo. Notaba las costuras de sus braguitas entre metida dentro del culo, el camisón cada vez más arriba, mientras disimuladamente lo estiraba hacia abajo desde delante, sabedora de que su tremendo trasero le impedía cubrírselo del todo, exponiéndose así a la mirada de ese viejo meón.

A medida que pasaban los segundos, que se le hacían eternos, se sentía más y más excitada, perdiendo la noción de lo que estaba bien o mal, percibiendo la mirada pesada del viejo en su trasero y la tela de sus braguitas metía entre sus nalgas. Decidió hacer el último gesto y, simulando que se desperezaba levantó los brazos girándose despacio, mostrándole completamente sus braguitas transparentes, y entró de nuevo en la casa. Una vez dentro, a salvo de la mirada de Don Paco, corrió a espiarlo tras las cortinas de su otra ventana. Lo encontró mirando sonriendo, hacía donde ella había estado en su terraza y, disimuladamente se rasco su paquete con ansia. Eso fue demasiado para Mamá y, mientras no dejaba de mirarlo hipnóticamente, dejó que su mano se deslizara por su vientre, introduciéndola en sus braguitas. Mamá se encontraba que ardía. Corrió hacía el lavabo dejando la puerta abierta tras de sí. Se miró en el espejo, no se reconocía, había sido una experiencia estimulante que la había llenado de lujuria. Qué rico bulto se le dibujaba en su traje sucio de jardinero, qué cachonda le ponía calentar a un viejo rabo verde, exponerse y dejarlo deseando. Con la mano dentro de las bragas se metió los dedos en su ranura masturbándose con ellos, hasta mojar con un flujo de líquidos. Luego se tumbó en la cama con la mente hecha un lío ante la fugaz ninfomanía que se había asentado en sus entrañas.

Más tarde, algo más calmada en su cama, mientras intentaba asimilar lo que había hecho, dedicándose a recordar las sensaciones que había experimentado al estar expuesta de tal manera. Copa tras copa, terminando casi la botella. Se esforzó en retomar la lectura del libro, pero no podía evitar un giro la cabeza de tanto en tanto, para comprobar que el viejo ya no seguía parado en la cerca, ya se había ido.

Al rato de no poder concentrarse de ninguna forma decidió dejarse llevar por aquella nueva sensación de poder. Una copa más y se decidió. Si quería verla la vería. Después de tanto rato analizando dijo para ella:

- Bien se lo merecía, pobrecillo ¡Ji ji ji..

De nueva cuenta comprobó que no hubiera nadie allá afuera y se desnudó completamente. Mi Mamá me tenía en un suspenso. Se contempló un momento en el espejo mientras escogía una toalla de baño, como si fuera a ducharse. Mamá estaba realmente en su plenitud. Sus piernas largas y doradas, perfectas, uniéndose en su pubis blanco, recortado, el vientre plano, los senos duros, la suave curva de sus nalgas, redondas, rotundas. Toda su piel contrastada con su cabellera rubia, los labios, los ojos de un azul luminoso. Se cuidaba demasiado, sobre todo ahora que su vida estaba tranquila. Se envolvió en una toalla pequeña que encontró, dejando casi a la vista la aureola rosada de sus pezones y el principio de sus nalgas.

Efectuó la última comprobación para asegurarse de que su vecino no se encontraba todavía escondido en algún sitio y salió a la terraza de nuevo, sujetando la corta toalla con una mano y con sus braguitas en la otra. ¿Qué iba a hacer Mamá?.. cuando de pronto veo que empieza a colgarlas en la barandilla. ¡Joder, pero que le pasaba a mi Madre.. ¿dónde había quedado aquella mujer de clase y glamour?.. Que aunque ya Don Paco no estuviera, sentía la mirada clavada en su piel, de forma casi física. Después entró otra vez y se dedicó a espiarlo unos minutos. Al ver que no salía se relajó. Parecía una jovencita en sus primeras sensaciones acaloradas de placer sexual.

Entró a la ducha pero solo a mojarse el cabello, como si acabara de ducharse y se quedó en el dintel de la puerta de la terraza, quizás preguntándose si se había vuelto loca por lo que estaba haciendo. Recapacitó y armándose de valor fue por sus prendas íntimas que de manera descabellada había dejado. Pero cuando estaba a punto de tomarlas, la puerta de su vecino se abrió tomándola por sorpresa y con sus braguitas aun ahí colgando. Mamá no supo que hacer, si correr a meterse y dejar sus braguitas ahí, o cogerlas como si nada y dejar que el viejo pensara lo que quisiera. Las palabras de esta mañana retumbaban en su cabeza “Me encantaría verlas.. después, aunque sea colgaditas en su balcón ¡Je je je..” No, no eso no podía ser, no podía comportarse de esa manera tan descarada.

Fue girándose hasta quedar de frente al vecino. Y fue cuando no pudo resistirse a mirarlo. Lo hizo directamente a los ojos, por un instante. Mamá se encontraba allí, casi desnuda, expuesta con una mísera toalla, con una mano en la barandilla.. y él, mirando fijamente sus delicadas prendas que ondulaban como banderín, sin una mínima sombra de discreción. Esa escena se le hizo eterna, justo hasta el momento en que él inició el gesto de una sonrisa cómplice. Eso la despertó y, llevando un brazo a sus braguitas y otra al amarre de la tolla, las sujetó, más bien las arrancó del barandal como si la acabaran de descubrir y entró de un salto a la protección de su habitación. Apoyada en la pared, enrojecida de vergüenza, respirando agitadamente, se miró al espejo, pensando en lo que acababa de sentir exhibiéndose y extrañamente, cálidamente, sin tocarse, se había corrido.

Con la situación de lo que había pasado en la terraza fue oscureciéndose la tarde. Se duchó ahora si tranquilamente, reprimiéndose las ganas de acariciarse.. Pensando en todo lo que le sucedía, analizando su situación, ella no había sido nunca una mujer de sexualidad compulsiva antes de la muerte de su Esposo, pero el episodio que había protagonizado hacía un rato parecía haberle descubierto ese mundo de sensaciones. Mamá sabía que dentro en su cabeza se encontraba en una situación difícil, no queda por demás decir que el día anterior había follado con un desconocido en un camión mal oliente. Tal vez por eso sentía el deseo quemándole la piel. La sensación de mujer liberada, ir desnuda por casa la excitaba, subiéndosele a la cabeza unas ganas incontrolables de provocar. Salió al balcón, al amparo de la oscuridad, para experimentar otra vez la sensación del aire lamiéndole el cuerpo. No se divisaba a nadie al otro lado, pero estaba seguro que lo volvería a intentar de nuevo.

......

Por otro lado, yo solo no estaba inquieto por lo que sucedía en la cabeza de mi Madre, si no por mi Yuli, la que estaba siendo también acosada por ese viejo desgraciado, estaba seguro que cumpliría sus amenazas. Opté por rondar la casa de mi amada por las tardes, sabía muy bien que los cobradores del Cubano ya le estaban apretando el cuello, su única salida que tenía era sacarles el máximo dinero posible a sus amantes y extorsionar a mi pobre Yuli. Mi Mamá ya no le iba a soltar dinero, una fuente de recursos inagotable que había perdido el viejo. Andaba presionado.

Ese mismo jueves que le había mencionado apareció el viejo, fuera de la casa de los Peterson. No lo podía creer, se había atrevido a buscarla a su propia casa, sin importarle que el Papá de Yuli saliera y se enterara de todo, aunque eso valdría para salvarla de las perversas intensiones de ese viejo. Por otro lado este desgraciado no era tan tonto, algo tramaba, no creo que hubiese sido tan estúpido para ir a su casa sin tener algún plan. Ya se encontraba atardeciendo, la calle se encontraba muy tranquila, algunas personas paseando a sus mascotas. Yo me encontraba escondido tras un coche estacionado de frente a la casa de Yuli.

El viejo Cubano tocó el pequeño timbre con la esperanza de que solo saliera la adolecente muchacha. Esta semana había sido un martirio solo por seguir a este desgraciado. Lo digo ya que después de enloquecer con su potencia viril a la Sra Dávila y la Sra Santillana cada día que pasaba tenía que hacer uso de todo su control para sacarles plata. Como todos los hombres de su calaña no le importaba herir y destruir familias con tal de conseguir lo que quería, sin duda una de esas cosas fueron las que lo sacaron de la isla. Eso sin mencionar que le encantaba la idea de exhibir a sus hembras, que los hombres lo envidiaran, que en sus mentes se clavaran la idea de que el siendo viejo y poco agraciado podía disfrutar de suculentas mujeres por su poderío sexual. Aunque esta noche no andaba en busca de eso, sus deudas lo asechaban y no la iba a desaprovechar esas evidencias que tenía de ellas.

Se escuchó como del otro lado de la puerta alguien se acercaba lentamente. La espera aunque fuera de unos pocos segundos fue un martirio.

- ¡Abre ya babosa.- parecía que pensaba impaciente el viejo al estar esperando.

No queda tampoco agregar que otro de los factores que agraviaba su mal humor era el hecho de que en esta semana no había tenido éxito con sus amantes, nadie le había dado un quinto, todas estaban a la espera de poder engañar a sus Maridos, nada de plata ni siquiera para sus baratos cigarros. La puerta lentamente se abrió. El viejo se desilusiono completamente cuando en vez de ver a una sensual adolecente vio a un viejo. Pensó que se había equivocado de casa.

- Buenas tardes.- dijo el anciano en tono amable.

El mundo se cerró para el asqueroso Portero, el solo imaginarse que tendría que regresarse con las manos vacías, recordemos que el tal Clavo ya lo había amenazado, es más estaba a punto de ir a buscarle si no le entrega algo de pasta. Y para volver sin nada a su caseta. Estaba encabronado.

- ¡Puta madre.- dijo en voz alta baja, pero sin importándole que lo escuchara el anciano, el cual al parecer tenía mal el sentido del oído pues no pareció molestarle.

- ¿Qué desea señor?..- dijo el anciano con un tono paternal.

Ese anciano seguramente era el abuelo de Yuli, pero el viejo estaba tan desespero que no sabía cómo actuar, que decir. Estaba a punto de retirarse cuando escuchó la dulce pero a la vez sexy voz bastante conocida de mí amada.

- Abuelito, ¿Quién es?..- pregunto Yuli a la distancia.

Al reconocer la voz, la sonrisa y los ojos brillosos del viejo se cargaron de alegría, ya se visualizaba hacer lo que tenía planeado.

- E-es un señor, mijita.- grito su abuelito para que Yuli lo escuchara.- no sé qué desea, todavía no me dice a que ha venido.- el pobre viejecito inocente ni se imaginaba que ese asqueroso viejo había violado en reiteradas ocasiones a su querida nieta, y ahora pretendía chantajearla.

Dirigiéndose al Portero esperó a que dijera algo.

- Vengo por..- hizo una pausa, generalmente el Portero no estaba familiarizado con ser sociable, solía vivir solo, además creo que ni el nombre de Yuli se sabía ya que por lo regular solía referirse a ella como la escuincla o putilla,- Pol Yuli, si vengo pol ella.

Al escuchar el inconfundible acento del Cubano y su voz aguardentosa, rápidamente Yuli se abalanzó a la puerta, no quería que ese viejo dijera algo que hiciera sospechar a su abuelo.

- ¿Quién es usted?..- pregunto intrigado el abuelo.

Como todo abuelo veía a su nieta como lo que era, una princesa a la cual se le debe respeto, lo que no sabía el pobre abuelito que ese horrible hombre que se encontraba parado frente a él solo la veían como un objeto en el cual saciar sus más perversas y puercas intensiones, además de extorsionarla y quererle sacar todo el dinero, hasta el punto de forzarla a robar a su propia familia con tal de salir de sus deudas de juego.

- Ho-hola Señor.- saludó Yuli visiblemente nerviosa mientras se colocaba detrás de su abuelito.- E-es mi maestro de la escuela, abuelito, ..viene a entregarme unas notas, ya te lo había dicho.

Y como todo Abuelito cariñoso y comprensivo, tenía tanta confianza en su nieta que le creyó, aun así no recordaba que Yuli se lo hubiese mencionado.

- Claro, lo recuerdo, ..pero no se quede allí afuera profesor, pase.- a pesar de la mala impresión que le daba ese sujeto el viejito era un hombre educado.

- N-no hace falta abuelito, el profesor solo vino a entregarme esas notas.- los nervios la estaban matando, aunque para su abuelito esto pasaba inadvertido.

El que no perdía ningún detalle era el asqueroso Portero, que veía embobado de arriba para abajo la anatomía de Yuli. Que esta tarde lucía una corta faldita de vuelo muy arriba de la rodilla, lo que resaltaba su figura adolecente. Una playera de lycra en rosa que dejaba a la vista la forma puntiaguda de sus pechos. Unas zapatillas de tacón la hacían lucir más alta de lo que era, además se dio cuenta de que no iba pintada. Sin maquillaje Yuli era igual una hermosura, su cabello caía por sus hombros pues lo había alaciado, en fin lucia espectacular por no decir una diosa.

- Bien mi amor, ..voy a calentarme mi tecito.- decía el pobre abuelito, mientras se alejaba sin imaginar que dejaba a su pobre nietecita con el lobo feroz.

- ¿Asustaha pendeha?..- susurra el viejo en el oído a Yuli lo suficientemente alto como para que yo lo escuchara, y lo suficientemente bajo como para que el abuelito que ya entraba a la casa no se diera cuenta.

El desgraciado Cubano no necesita respuesta, la mirada de pavor de Yuli lo decía todo. Se acerca a ella, tratando de no hacer ruido. ¡Clacks, suena la puerta al momento en que el viejo la cierra.

- ¿Ya me tienes la plata que me prometiste pendeha, o te armo un escándalo para que tohos se enteren lo putilla que ere?..- pregunto el viejo mientras con su mano le acariciaba la cintura, haciendo que ella se estremeciera de terror.

- ¡Nnno, no me toque.- Yuli utilizaba todo su valor al contestar.

La pobre quería aparentar valor, un valor que solo hacía incrementar las ansias del viejo, que si antes se había decidió a venir solo por el dinero, ahora en sus ojos se notaba el brillo de su lascivo. La libidinosa mirada del asqueroso Portero recorría de arriba hacia abajo la juvenil anatomía de mi amada, casi se relamía los labios de imaginar lo que estaría haciéndole en otro lugar si así se encontraran, y lo peor era que en ese momento no pasaba nadie por la calle, parecía desierta. Ese lugar donde se suponía era su resguardo, refiriéndome a su casa, ese viejo asqueroso quería mancharlo con sus asquerosas intenciones.

- ¿Que no te toque putilla?.. mira pendeha, a mí no me andes con tu jueguitos de niña pija. He venido pol mi pasta y no me voy a il sin obtenerla. Y si no la tiene putilla, estas en un glave problema.- las aguardentosas amenazas resonaron en oídos de Yuli.

- C-creo.. Que no debería estar aquí Señor, ..m-mi Papá no tardará en llegar y mi abuelito empezara a sospechar.- Yuli intentaba de todas formas de alejar a ese viejo de casa, tenía miedo de que fuera asomarse algún vecino o su Padre que regresaría de trabajar.- A-además ya le dije, yo no tengo dinero.. tan solo le juntado cerca de 10 mil pesos. Tómelos y déjeme en paz por lo que más quiera.

El cuerpo de Yuli no paraba de temblar, cosa que el viejo lo notaba y se valentonada, sabía que solo era cuestión de presionarla un poco para que terminara accediendo.

- ¿Die mil?.. ¡He he he.. no me hagas reí pendeha.- el viejo la sujetó de los brazos.- ¿Eso cree que vale tu vida?.. o acaso quiere que tohos se entere que me la mamaste en el palque.. y que te enculé aquel otro día, porque a pesal de todo en el fondo sabes que yo no te obligue.

Aquellas palabras calaron hondo en Yuli, no importaba cuanto tratara de negarlo, ella muy en el fondo sabía que era verdad, su cuerpo cada vez oponía menos resistencia a los ataques de ese viejo y que terminaba dominándola.

- ¡No, ..No me importa, hágalo, ..p-pero ese dinero es solo lo que le daré. Es usted un ser despreciable y si no se va ahora mismo llamaré a la policía.- Yuli sacó rápidamente su móvil y levantándolo comenzó a marcar el teléfono de la policía local.

En ese instante Yuli se creía que podría asustarlo, pero no solo se veía patética si no que le demostraba al viejo lo vulnerable que se sentía. El Portero sabía que esa simple llamada era solo para amedrentarlo que no se atrevería, además sabía que ella tenía más las de perder, una chiquilla mimada como Yuli no podía darse el lujo de que la princesita hija de los Peterson podría estar involucrada en tal aberración con un viejo como ese.

- ¡He he he.. No sé si lo recueldas pendeha, ..pero tengo varios videítos donde un viejo te está dando velga, y parece que no te oponías ¡He he he..

La mirada de Yuli rápidamente se clavó en la del viejo. El Cubano notó como la desesperación crecía en ella al no saber qué hacer.

- ¿No te gustaría que llegara a los ojos de tu abuelito que se ve que te quiere tanto, veldad?..

Ya no existía escapatoria. Y al parecer ella si había marcado a la policía, porque de su móvil se lograba escuchar: “Bueno.. bueno, departamento de policía.”- se escuchó por la bocina.

- ¡Por favor Señor, es todo lo que le puedo dar, ..ya déjeme en paz. sniff..- decía esto mientras con su mano tapaba la bocina evitando que del otro lado la escucharan.

La respuesta del Portero solo fue una asquerosa risotada dejando en evidencia que Yuli se daba por derrotada de nuevo, este desgraciado sabía cómo amedrentarla en el punto exacto, para que la temerosa adolecente colgara el teléfono. Frente a ellos se encontraba el pobre Pedrito en una nueva encrucijada, no sabía cómo actuar, intentaba pensar algo, en busca de la solución más apropiada. ¿Debía salir y reclamarle a ese viejo por lo que le estaba haciendo? ¿Debía esperar como un pendejo? O quizás existiese otra respuesta. Cada minuto que pasaba mis emociones aumentaban. ¿Cómo era posible que aquella muchacha tan inocente, tan linda, estuviera en las manazas de ese asqueroso viejo?.. pensaba mientras les observaba.

El desgraciado viejo se la llevó del brazo a una esquina de la casa, donde la luz de las lamparillas de la calle era muy escaza. Sin poder evitarlo ella le decía que no, que la dejara, que no armaría un escándalo. Afortunadamente para mí o desafortunadamente, vi que la llevaba más cerca de donde yo me encontraba entre las sombras, sin embargo tenía que acostumbrar la vista en la oscuridad ya que poco se veía. Yo confiado por la oscuridad que reinaba a mi alrededor, me asomé cuidando de no hacer ruido. La escena que vi me perseguiría por el resto de mi vida.. dentro de esa poca luz, se podía figurar a mi Yuli pegada a la pared de espaldas, observé aquel viejo que tanto me desagradaba, ahora podía observar más en la oscuridad. Aquel vejestorio se encontraba frente a mi Yuli, presionándola contra la pared. Ella con sus brazos totalmente extendidos mientras las manos del viejo rodeaban su cintura. Podía ver el asqueroso bulto que se formaba en el pantalón de ese desgraciado, el cual restregaba contra las blancas piernas de la adolecente, solo cubierta por esa corta faldita de vuelo.

El hijo de puta se había puesto cachondo, hacía movimientos lentos de cadera, hacia círculos entorno al bajo vientre de Yuli. Se notaba la completa excitación. Ella tenía un rostro de terror, pero a la vez de culpa (o al menos eso me parecía). El asqueroso Portero empezó a lengüetear el oído de la atemorizada adolecente y su cuello, que en el momento que se separaba, ella pronunciaba palabras que no lograba escuchar. Sin darme cuenta mi pene comenzaba a tomar dureza, la escena que tenía ante mí era muy morbosa, una hermosísima adolecente de 18 años en plenitud de su belleza, siendo manoseada por un viejo robusto y apestoso. Sin entender porque, lentamente llevé mis manos al zíper de mi pantalón y comencé a sobarlo.

- ¡Maldita sea, porque no era yo el que estaba en lugar de ese asqueroso.- pensaba mientras le veía.

La pobre Yuli sentía ganas de vomitar, el olor del viejo era horrible. En los inútiles intentos por escapar solo había logrado restregarse contra el viejo, excitándolo más. En eso y por estar excitándome con mis propios tocamientos, moví uno de mis pies haciendo que la fricción de mi zapato con la banqueta se escuchara. El viejo se separó de ella. Yuli muy asustada se quedó inmóvil aguantando hasta el respiro, cosa que sin saberlo ayudo al viejo.

- ¡Pinches gatos.- expresó el viejo.

Inmediatamente después volvió a clavar la mirada en Yuli quien estaba petrificada del miedo. Al darse cuenta de que el viejo quería volver al ataque dijo:

- P-por favor Señor.- se le rompió la voz.- Si tiene algo de bondad, por favor déjame en paz.

Una lagrima cayo por sus bellos ojos.

- ¡Se lo ruego déjeme en paz, confórmese con ese dinero, es todo lo que puedo conseguir.- Yuli protestaba pues ya no quería estar un instante más con él, quería irse a su casa ya no soportaba más toda esa situación.- Señor, ya fue suficiente, déjeme ir por favor, yo no quiero estar con usted…- pero el Cubano lejos de molestarse sonrió pues a él le gustaban así, que se negaran para después doblegarlas.

- ¡Tu tuviste solita la culpa pendeha, pol andá de putilla, ..hasta tu misma te abrías las nalguitas para que mi verga te entrara ¡He he he..- Yuli movía la cabeza negativamente tratando de negar aquella aclaración.

- No... no es c-cierto.. suélteme por favor, mi abuelito puede salir.
- ¡Claro que es cielto putilla, ere como esas viejas que no aceptan lo que son. Hasta las pirujas son mejol que ustedes, ..basta solo que la soben un poco y cumplen todos los deseos del homble ¡He he he..- le dijo el desgraciado metiéndole la mano bajo la falda.

Yuli al instante se encogió al sentir el tocamiento. El desgraciado ya tenía los dedos en la puerta de su rajita que ya empezaba a palpitar. Ella le preguntó con un susurro que qué era lo que hacía y por toda respuesta encontró que le metía un dedo en su ranura. Yuli miraba para todos lados llena de vergüenza, tratando de zafarse del vejete antes de que algún vecino o su abuelito los pudieran observar. 

- ¡No.. Usted solo me chantajea, me obliga, usted es un miserable..- el Cubano solo sonreía ante los reclamos de la adolecente y sin soltarla la tomo del hombro mirándola a los ojos.

- ¡Muy bien putilla te plopongo algo. Ya no volveré a molestalte y te daré esos videos que tengo de ti. Toho lo que te comprometa conmigo, ..así quedaras libre de mis chantajes.- Yuli abrió sus ojos verdes, el sucio Portero le proponía devolverle todas las pruebas que denigraban su reputación.

- E-es en serio, no me miente..

- No te miento pendeha, pero toho eso con una sola condición..- ella cambio su expresión de sorpresa pues aquello no le auguraba nada bueno por parte de ese desgraciado.

- Y c-cuál es la condición?..- preguntó.

El Cubano se quedó frente a ella mirándola de pies a cabeza.

- Mm.. pueh veras. Como ya sabía yo que no me ibas a dá esa pinche plata que te pedí, ..te he arreglaho una cita con un amigo mío que desea conocelte. Tiene harta plata y esta.. pueh dispuelto a pagá la cantidá que sea pol una muñequita como tú.- Yuli no podía creer lo que escuchaba.- Quiero que mañana me acompañes a la casa de mi amigo y que te entregues a él. Eso es toho y eres libre, te lo prometo..- le dijo el vil vegete estirándole una mano a la nena en pos de firmar el trato.

La pobre se quedó sin reaccionar por unos segundos. Hasta que por fin pudo moverse y abrió la boca ante la indecente propuesta.

- ¡C-cómo?.. e-está usted está loco..- respondió Yuli negativamente muy ofuscada por tal condición.

- ¡Tú eliges pendeha, ..vas y hace que ese ricachóng haga realidá su sueño de jodelse una putilla como tú y quedas libre para siempre de mí. O si no acepta, seguirá pasando días como hoy ¡He he he.. y es máh, hasta pegaré fotografías que tengo de ti pol toho el vecindario para que te vean así.. como la putilla del Sr Petelson.- Yuli movía su cabeza negativamente.

El Cubano la presionaba muy bien para que aceptara su asquerosa propuesta.

- ¡Que decihes pendeha.. no tengo toha la noche. Solo una noche má de sexo y te olvida de mí.

Yuli estaba estática, viendo fijamente esos ojos cargados de perversión y lujuria, en ese momento el viejo le causaba asco y repulsión, pero parecía dudar, a pesar de que el trato le parecía asqueroso eso sería el fin a su pesadilla, pero sabía que rebajarse a prostituirse con sabrán los ángeles quien. Le miraba con ojos de furia e impotencia, con la respiración agitada hasta que dócilmente respondió:

- ¿Y qué me asegura que después de eso ya no vendrá?.. ¿y que se va a deshacer de todo lo que tiene de mí?..- el Cubano sonrió morbosamente, aquella aseveración le indicaba que la adolecente estaba por aceptar su asquerosa propuesta.

- Toma mi celulá y borrá por ti misma este video con el maricong de tu noviecito.. no estoy jugando y verá que hablo en serio.- Yuli estaba nerviosa o más insegura por lo que le decía el viejo.

Al mirar el celular vio con el dolor de su corazón como aparecía ella fajándose descaradamente recargada de un árbol como su exnovio. Su conciencia era avasallaba con múltiples destellos de vergüenza, de rabia e impotencia, pero a su vez pensaba, quizás esta sería su última salida, ¿pero cómo confiar en ese viejo?. Revisando vio que ya no hubiera más videos ni fotos de ella que la comprometiera, asegurándose de que ese desgraciado ya no tuviera nada más de ella. Su rostro se sonrojo pero al fin se sintió un poco liberada tras borrar dicho video.

- Ya ve, ..ya no tiene más naha de que preoculpalte chamaca. Soy hombre de ley, ..entonces dime, ¿qué día quedas con mi amigo?..

- C-como sé que no anda una copia viajando por ahí.- respondió agarrando valor.

- ¡Polque lo digo yo chingaho, ..ademá, ¿me cree tan pendejo como dale a alguien una cosa tan valiosa como son tus cositas? ¡He he he..

Yuli enmudeció el rostro, en eso su celular empezó a vibrar en una de sus bolsas. Y viendo al viejo a los ojos se llevó su celular al oido.

- Ho-hola mi amor.. te hablaba para comentar lo que sucedió hoy, mira, este yo..- se puso tensa al escuchar la nerviosa voz de su novio.

- Sí, sí que pasa Sergio?..- respondió, al que seguramente era su nuevo, el tal Sergio..

En ese instante el vejete la tenía abrazada y con la otra mano le acariciaba las torneadas piernas dándole besos en las mejillas y cuello ante una tímida y apenada adolecente que se sentía horrible por estar hablando con su novio y siendo manoseada por ese horrible viejo. Y créanme que aunque ya sabía yo que era lo que sucedía entre ambos, no me explicaba cómo es que esa hermosa jovencita se dejaba tocar por tan despreciable sujeto. La oscuridad de la noche era muy penumbrosa en el vecindario. Don Mario y Yuli se encontraban en un estrecho callejón al lado de la casa de ella. Cabe recordar que por ser privado el fraccionamiento rara vez se puede ver gente deambulando a estas horas por la calle. La pobre jovencita no podía sacarse de la cabeza lo que sería obligada hacer para librarse de su equivocación y se acrecentaba al estar hablando con su novio.

- Hola amor.. sigues ahí?..- le dijo su inocente novio al ver que Yuli seguía hundida en sus pensamientos y en los toqueteos de ese cerdo.

- Sergio.. Eh dis-disculpa por lo de hoy..

El desgraciado se acercó más a Yuli arrimándola contra la pared para empezar a tocarla morbosamente. Ella se puso nerviosa pues temía que su novio sospechara algo. Al tiempo le susurraba que no fuera hacerle nada, que alguien podría salir y verlos. Por toda respuesta el desgraciado volvía a meterle una mano por dentro de la falda propiciándole un corto gemido que le acortó las palabras. Aquello era demasiado morboso para quien pudiera verlo o imaginarlo, un viejo feo y robusto, que olía a demonio, asqueroso, de lo peor, le estaba metiendo un dedo en el coño descaradamente a una linda jovencita al lado de su propia casa, y ella con su teléfono móvil en la mano.

Y al ver que no hacía nada por evitarlo, no paró y se abalanzó contra ella. Le metió la lengua en la boca y habría vomitado si no hubiese tenido su móvil en llamada, pero aquellos ágiles dedos trasteándole el conejito la estaba dudando, en vez de eso, jadeaba en su boca como una puta cualquiera y se entregaba poco a poco a aquella sucia caricia que le estaba sabiendo a gloria. El viejo sudaba como un pollo y resoplaba como un cerdo, intentando ponerme el bulto entre las piernas, pero no podía, ya que la barriga se lo impedía.

- ¡Oh Tranquila Putilla, o te quito el celulá.- en ese momento el desgraciado le estampó un beso de lengua que Yuli no pudo evitar tan solo con el celular en su oreja oyendo a su novio.

- No te preocupes amor.. te entiendo, yo tuve la culpa. Mañana te veo en la escuela, te amo!!!- le dijo esperando su pronta respuesta.

Yuli quería zafarse de ese beso pero le resultaba difícil hasta que el desgraciado la soltó.

- Ok Sergio, bye..- Yuli colgó mirando enfadada al Cubano que tan solo sonreía.

- ¡SThhh.. gualda silencio pendeha, ¿o quiere que te escuchen?..- le dice, y la sujeta del hombro presionándola hacía el suelo.

No tuvo mucho tiempo para recapacitar sobre esto, el sonido del cierre del pantalón del Cubano la despertó. El asqueroso se sacó la verga y la llevó hasta allí con la mano. Frente a ella nuevamente esa verga se movía, medio erecta y medio flácida. Poso su vista en la de Yuli y dijo.

- Mámamela ehcuincla.

Yuli quedó pasmada, ante ella nuevamente estaba esa verga que ya una vez estuvo en su boca. No pudo evitar humedecer sus labios. Pero no lo haría.. No respondió, su cabeza lo negaba. Era una verga gorda, apenas morcillona, aún no se le llegaba a poner del todo dura, con esos güevos muy gordos que le caían que a mí se me figuraban un par de aguacates maduros. Tocarlo era asqueroso, pero el desgraciado la forzó a hacerlo. Obedeciendo le tocó y nada más al notar el tacto con su pequeña mano, tuvo entre ellas esa cosa inmensa y gorda. Se aterró. Tenía miedo y quería irse pero no se lo permitió el viejo maldito. Le dijo que ahora no podía irse que estaba por venir lo mejor, que le había calentado, que él había cumplido con permitirle borrar ese video y que quería también una prueba de ella que lo haría.


Sus piernas se encontraban en cuclillas, por lo que ella quería huir pero no sabía de qué manera, aquello se estaba tornando de nuevo en otra pesadilla. Le daba tanta temor y vergüenza estar con el Portero así que hasta se puso a llorar. Le daban náuseas su boca y su verga, y antes de pensar en algo, el viejo la cogió por la cabeza obligándola a mamarle. Lo que sintió cuando se la metió no puedo ni relatarlo, casi la atraganta, esa cosa olía a miados y a otras cosas, a la pobre le daban arcadas pero el hijo de puta la obligaba hacerlo y, dado que el muy cerdo no dejaba de soltarle la cabeza, Yuli siguió, todo menos que parara. Lo que ocurría era que a mi entender el muy cabrón estaba llegando demasiado lejos para doblegarle, asegurarse de que ella le obedeciera y solo para salirse de sus estúpidas deudas de juego.

Ella con su mano intentaba de zafarse de aquella mano que la sujetaba por la cabeza, pero le fue imposible, aquella mole humana se había hecho con su pelo y su boca. Para que le succionara mejor, se cogía la barriga para levantársela, liberando más ese trozo de manguera gruesa y asquerosa, que mi pobre amada tenía que meter porque no paraba de decirle, entera..

- Métetela entera pendeha, ..anda putilla, que yo te estoy haciendo un favó, házmelo tú también a mí..

Mi pobre Yuli no quería, intentaba apartarle, pero era imposible, en vez de apartarse, se ponía más cachondo el cerdo. La boquita de mi amada seguía moviéndose hacía el frente y hacía atrás rodeando el grueso miembro del Portero, intentando ser lo más silenciosa posible. Aunque creo que después de tantos encuentros con hombres diferentes Yuli en realidad se había vuelto buena en las artes mamatorias, pero por el nerviosismo del momento y que su abuelito o su Padre no fueran a parecer, sin querer usa sus dientes en vez de su lengua le dio tremendo raspón al hijo de puta pues gritó:

- ¡Argh.- grita el viejo, las callosas manos toman abruptamente el pelo de Yuli, la jalan haciendo que se separe de su verga.- ¡Con cuidaho pendeha.- susurra y le propone una cachetada que suena en todo el pequeño callejón.

La pobre no le quedó de otra que sobar su roja mejilla, pensando que de no ser por sus estupideces pasadas ella no debía estar allí, en tal situación siendo forzada por ese horrible animal, pensando quizás en que otras chicas de su edad solo debían preocuparse por ir a fiestas, por debatir cuál de los chicos de su escuela era el más lindo, por su canción favorita y cantantes del momento, pero ella no, ¿porque la vida le daba tal castigo? La desdichada adolecente vuelve al ataque incitada por las grandes manazas del asqueroso viejo. Reconocería ese olor siempre, mezcla orín y mezcla de otras cosas. Sus manitas blancas sujetaban a dos dedos ligeramente el grueso tronco rodeado de palpitantes venas, que debido a la situación no era capaz de darse cuenta de lo morboso que era verse así, mamándosela a un viejo mientras le empuñaba la polla con su anillo de 15 años, lleno del amor de su familia y de su inocente novio, al cual debía de estar ahí con él, quizás en el cine, no con este asqueroso en un oscuro callejón.

El viejo empieza a resoplar, pues suelta un ligero gemido. Sus manazas son las que llevan el ritmo de la acción, le indican cuando avanzar, cuando retroceder, aunque debo reconocer que la lengua de mi Yuli se mueve magistralmente. Cada segundo que pasa veo como el miembro palpita más, como crece junto con el calor de esas caricias. La mente de mi amada se encontraba en blanco, su único deseo es de terminar con eso, pero desgraciadamente para ella le pasa lo mismo que a mi Madre en aquellas ocasiones, su cuerpo no es de piedra y sus pezones se endurecen, a la vez que siente ese agradable cosquilleo en su vagina.

- ¡Oh.. Que rico la mamas pendeha.- dice el viejo olvidando que la calle se encontraba en silencio y que cualquier ruido alertaría a los vecinos o a los propios familiares de la jovencita que se encontraba forzando.- Te voy a llená esa linda boquita de leche, ..y má vale pendeha que te la tragues toha, porque soy capaz de cogelte aquí mismo y no me impolta que salga el anciano ese.

Y como si fuera algún tipo de karma para la triste adolecente. De pronto la puerta de su casa se abrió en el mismo instante en que el desgraciado sujetaba con rabia su cabeza y explotaba dentro de ella. El amoroso anciano salía a barrer la banqueta de la entrada, sin imaginar lo que su pobre nietecita estaba siendo obligada a hacer solo a la vuelta de la esquina. Por lo que Yuli, en cuanto alcanzó a sentir la primera descarga de leche que inundaba su boquita, apretó más fuertemente sus labios, sellando perfectamente cualquier resquicio que pudiera existir y la bañase. Sintiendo como oleada tras oleada de aquel torrente ardiente de lechada espesa colmaba hasta el tope su dulce boquita. La pobre no pudo evitar atragantarse al intentar contener todo ese horrible líquido sin derramarse fuera de sus labios. Hasta que finalmente los espasmos de aquel miembro cesaron y solamente algunas gotas más salieron al encuentro de su lengua.

Y como era de esperarse, el estómago de Yuli comenzó a dar síntomas de nauseas, debido a la inusual sustancia contenida dentro de sus fauces, pues aunque para ella esta no había su primera felación; nunca antes había aceptado que eyacularan dentro de su boca y tenido que tragarse todo ese espeso néctar y con su dulce abuelito tan cerca. Por lo que sintiendo el comienzo de un asco formándose en su interior, se esforzaba por contenerlo para no alertar al Papá de su Padre, mientras que con sus ojitos atormentados se preguntaba si sería capaz de aguantarlo y soportar el resto de la gruesa y resbalosa sustancia ingerida. Pero instantes después habiéndose aliviado lo suficiente, por fin separó sus rosados labios liberándolo por completo el reluciente miembro que se encontraba bañado en su propia saliva.

- Mañana te quiero bonita como siempre, que mi amigo estará fascinaho con solo velte. ¡Y no quiero pendejahas, ..y nomás que no vayas babosa, vendré a sacalte a rastras no me impolta.

La pobre no pudo más que hacer que limpiarse con el dorso de la mano algún grumo de lechada restante, intentando con eso mejorar el deplorable estado en que había quedado y borrar cualquier evidencia del pecaminoso y obsceno acto que acaba de realizar, para poder salir al encuentro de su tierno abuelito. Pero en el instante en que ella se reincorporaba y se acomodaba el cabello para alejarse mientras ese desgraciado se ajustaba el cinturón, un súbito empellón del desgraciado la hecho a la calle, a la vista de su abuelito.

- Anda pendeha, saluda de beso al anciano y dile que tu Maestro te ha enseñaho clases de oratoria ¡He he he..- dijo él sin contener aquella maliciosa sonrisa.

La pobre se mostraba casi al borde del colapso, sin salida alguna, pero cuando volteó a ver que su abuelito que ya la había observado, se esforzó por hacer que aquel pánico, pareciera un simple titubeo y acepto el suave beso que su abuelito le diera en la mejilla antes de entrar a su casa. Y tras ese breve instante que duro el tierno beso, ella se sintió aliviada al no desencadenar ninguna reacción inesperada por parte de su abuelito al verla llegar en tal estado y con extraño olor, afortunadamente para ella, el anciano no dio muestras de percatarse de su olor o de la manera que alborotada llevaba la melena.

Tras la cena, mi cabeza no podía dejar de pensar en la propuesta que le había hecho ese horrible viejo, mi mente estaba en que si en verdad Yuli se atrevería hacerlo, ¿realmente se prostituiría ante ese tal amigo del Portero para lograr su libertad?.. Yo la verdad que me encontraba entre paradigmas, no sabía si correr y avisarle al Sr Peterson del vil chantaje y extorción del que estada sufriendo su hija. Pero también pensaba en Yuli, en cómo iba a cambiar su vida si eso se llegase a la luz, además de cómo quedaría yo en todo eso, y la pregunta obligada, como sabía yo de eso. No tenía ganas de nada, prácticamente me veía distraído en todo, además de que debía hincar el codo o mis asignaturas sufrirían. Y si eso realmente pasaba como podría justificarle a mi Madre tal distracción, si ella a diario me miraba tras mi computadora y pegado a los libros, (mientras echaba un ojo a sus desenfrenos, claro) Además de que en algún tiempo Mamá me había amenazado con quitarme el celular y todos mis artículos electrónicos si no espabilaba. Por lo que decidí intentar meter mi cabeza en los estudios y ver lo que podía pasar.

......

Al otro día y después de culminar mis horarios de la escuela, regresaba yo a casa con la intensión de sabotear dicho encuentro entre mi musa y ese desgraciado, que aunque no lo miraba en todo el trascurso del día, puesto que este se la pasaba encerrado en su caseta todo el día, quizás podría adelantarme en algo y evitar que mi Yuli fuera prácticamente prostituida. Me bajé del autobús escolar y me disponía a ir a mi habitación a quitarme el uniforme, puesto que hacía un calor terrible y me encontraba completamente sudado.

- ¡Mamá, ya estoy aquí! ..- grité nada más al entrar a la casa.

Pero no hubo respuesta. Me asomé por la cocina al jardín trasero por si ella anduviera afuera pero comprobé que estaba vacío. Sin más decidí primero ir a despojarme de mi mochila escolar y darme un baño rapidísimo. Pero primero fui al baño, abrí la tapa y me dispuse a orinar intentando analizar donde se había metido Mamá. Mientras lo hacía, escuché cuchichear voces en una habitación. Me sacudí el pilín y salí de nuevo al pasillo. Me fijé en que la puerta de la habitación de Mamá no estaba del todo cerrada. Di unos pasos hacia ella asomándome precavidamente, pues por todo lo que nos había ocurrido prácticamente todos mis movimientos en la casa ya eran igual de minuciosos. Y allí las vi. Créanme que sufrí una súbita sensación arrebatadora. La amiga de Mamá, Betty, la modelo, le estaba depilando la entrepierna a mi Madre. 

No lo podía creer, ¿p-pero porque?.. Mamá permanecía tumbada en su cama, boca arriba, encima de una gran toalla, de manera transversal con las piernas flexionadas y separadas, con los talones en el borde de la cama, mientras su amiga, arrodillada en el suelo, le depilaba las ingles y parte del vello con una crema depilatoria. ¿P-pero que ocurría?, Mamá siempre fue muy reservada en su limpieza privada. Aunque ya conocía su íntima amistad con Betty, está siendo modelo prácticamente se vestía y andaba desnuda delante de mi Madre. Pero ella, dejándose depilar la entrepierna.

Mamá se encontraba desnuda de cintura para abajo y para la parte de arriba llevaba un top ajustado de tiras entrecruzadas a la espalda. Pero lo que llamaba la atención de mis ojitos era que distinguía con exactitud el chocho rosado de mi Mamy abierto, esa rajita pequeña y jugosa, con el clítoris oculto, así como parte de la raja de sus cachetes. Su amiga le aplicaba una capa de crema por el bajo vientre dejándole sólo un fino hilo de vello por encima de la raja. Joder, empecé a sudar más de cómo había llegado. Sin querer tuve que pasarme la mano por encima de la bragueta para sofocar la repentina erección, jamás creía ver a Mamá y a Betty en tal situación, me había encontrado con aquella escena por casualidad, pero me resultaba tremendamente excitante.

- Ya está Moni, ..te ha quedado muy bien ¡Ji ji ji..- dijo la modelo secándole las ingles con una toallita.

Al incorporarse, justo cuando también lo hacía mi Madre, Betty miró hacia la puerta y casi me descubre vigilándolas. Casi me da un infarto y me aparté de inmediato, retrocediendo a toda prisa hacia abajo para fingir que apenas iba llegando. Qué vergüenza que la amiga de Mamá me hubiese pillado y que para colmo se lo hubiera contado a Mamá. Me tacharían de chiquillo pervertido y si además de ganarme un buen par de cachetadas. Nuevamente y ahora con más fuerza grité que ya había llegado, lo que con diferencia de la primera vez en esta ocasión si hubo respuesta, aunque enseguida escuché que cerraron la puerta para evitar lo que ya había sucedido.

En fin, me fui a mi habitación y me desnudé, me quedé sólo con mi calzoncillo del spiderman y me dispuse a bañarme, aunque era incapaz de pensar en otra cosa que la visión que había tendido. Las ganas de masturbarme tras haber visto a Mamá en aquella postura, con el chocho abierto mientras su amiga se lo afeitaba eran demasiadas. Cerré la regadera para poderme secar cuando volví a escuchar la voz de Betty dentro de la habitación que decía:

- Moni, hace un calor riquísimo, ..si quieres podemos tomar un poco de sol y así agarrar algo de calor para mi sesión de fotos. ¿Qué te parece?..

- Bueno, me parece bien. Sirve que probamos estos trajecitos ahora que nos hemos librado de todo vello ¡Jijiji..

- Oh que maravilla, podré probarme unos chiquititos que no me he atrevido y algunos otros que me encantaría que te pusieras.

- No cómo crees, están muy atrevidos.

- Moni, no empieces, ..además, aprovechamos para calentar a tu vecino mirón ¡Ji ji ji..

- ¡Es verdad, dijiste que ahora tú lo harías.

- No, no amiga, ..dije que te acompañaría, porque ni loca salga fuera sola con ese viejo verde ¡Ji ji ji..

Me quedé en suspenso, no podía creer lo que escuchaba. ¡Mamá y Betty pretendían incitar, las dos a ese viejo pervertido de Don Paco! Joder, ¿pero qué diantres les pasaba?, además Mamá había andado toda la semana con jueguitos calientes con ese pervertido. Rápidamente corrí a mi habitación en toalla y mojado para observar lo que sucedía. Mamá preparó un pequeño bolso con unas toallas para tirarse al sol y puso varios botes de bronceador y protector solar. Las dos amigas iban a bajar en minúsculos trajes de baño sabiendo bien cómo era el marido de Doña Clarita, y las cercanías que ahora había tenido con Mamá.

Cada una eligió unos bikinis de las bolsas que había traído Betty. Pero ella le dio a Mamá uno a sugerencia, a lo que mi Madre aceptó encantada yéndose al baño a ponérselo, mientras le daba las instrucciones de cuales sandalias debía de llevar. Me quedé sin habla cuando volvió, Mamá regresaba ataviada con un escasísimo bikini, que difícilmente lograba esconder sus pechos, que ni siquiera intentaba tapar las rotundas curvas de sus pechos. Si la parte de arriba tenía poca tela, qué decir de abajo de la braga, que al caminar se le escondía temerosa entre sus nalgas y que por delante tímidamente ocultaba lo que se imaginaba como bien depilado sexo. Con solo verla hizo que mi corazón empezara a bombear sangre hacia mi entrepierna, y que mi mente divagara acerca de que es lo que ocurriría cuando las viera ese viejo.

- Oie, ¿no crees que este me queda demasiado apretado, además de chiquito?.- preguntó ingenua Mamá, al ver que su amiga no lograba borrar la sonrisa de su rostro.- ¡Maldita lo hiciste a propósito.

- ¡Ji ji ji.. Ay Moni no como crees, ..lo que pasa amiga es que tienes carne por todos lados, ¡Uff.. que bárbara. Es imposible que logren taparte toda, ..además, ¿porque no usas el vestido de verano que te regalé?..

- ¿Si, verdad? ..pero aun así, no me tapa nada y se me mete todo por atrás.- se quejaba Mamá estirándose con la punta de sus dedos la tela que se le incrustaba entre las nalgas.


Después de haber visto tanto de ella, y lo de hace apenas minutos antes al llegar, ahora miraba a mi Madre con otros ojos. Se encontraba de pie viéndose al espejo con ese minúsculo bikini de color rojo y ese vestido de malla o no sé si llamarlo vestido o atuendo de verano. Este era como una ajustada minifalda pero que al ser de malla pues prácticamente era transparente. Se apreciaban con claridad la braga del bikini y sus tetas balanceándose sostenidas por los míseros cordones que se mantenían tensados por el peso de sus mamas, con las aureolas dibujadas y los pezones pegados a la tela. Al ver a Mamá con ese atuendo y las transparencias me hincharon de nuevo la verga. Cuando se inclinó para sujetarse las sandalias, no pude evitar fijarme en su trasero carnoso y ancho, con una parte de las bragas desaparecida entre la raja.

- ¿Y, qué te parece Betty?..- Mamá hacia poses esperando la opinión de su amiga, que entre risas le respondía.

- ¡Mónica, pareces una actriz de esas ¡Ji ji.. Porno ¡Ji ji ji ji..- esto no le gustó mucho a Mamá, que sin dejar de bromear con la mano empezó a imitar una perfecta mamada. 

Era mi Madre pero qué polvazo tenía, con esa elegancia, de mujer fatal y ese morbo. Quería alejar esos sucios pensamientos de mi cabeza, pues era mi Madre, pero la hinchazón no bajaba y comenzaron a forjarse fantasías eróticas en la cabeza con mi Madre como protagonista indiscutible. Me sentí como un jodido pervertido, pero la sensación resultaba indomable. Traté de relajarme y concentrarme en su amiga, que era otra monada. Ella lucía un bikini azul marino, con una braguitas de corte francés entre las nalgas, cuyo culito redondito se miraba muy apetecible a pesar de ser delgada. Por arriba un sostén que tapaba toda la base de sus tetas con forma de U. La verdad que ver a las dos rubias en bikini era una maravilla.

Con la mirada pegada a mis monitores estaba expectante en lo que pudiera suceder si salía Don Paco. Me quité la toalla de la cintura y mi pene seguía erecto. Quería masturbarme, pero sabía que lo haría pensando en mi Madre, en su postura en la cama y en como su amiga le depilaba la entrepierna, y no quería hacerlo. Debía contenerme. Las dos parecían jovencitas 20 añeras en su primera salidita a solas a la playa. Trataron de no llamar mi atención, así que con mucha cautela se escabulleron hacía las escaleras sin hacer ruido. El sol como les dije estaba fuerte, buscaron un buen lugar para poner las camas y empezaron a acomodarse. Betty hecho una toalla a la cama y se sentó en ella, su bonito bikini en azul estilo francés se acomodaba perfectamente a su cuerpo. Sacó unos anteojos de sol y se los puso. Mamá imito a su amiga, pero a diferencia de ella, llevaba ese diminuto bikini, era tan revelador que visto de atrás parecía que no llevaba la parte de abajo y de frente se apreciaba con detalle como toda su entrepierna había sido depilada. En cada movimiento que Mamá daba, sus enormes senos parecían que iban a salir despedidos del bikini. Afortunadamente llevaba ese vestido de maya, pero era evidente que eso no serviría para dejar de exponer su voluptuoso cuerpo. Mamá no podía entender como su amiga se compraba ese tipo de ropa, se imaginó que de estar en una playa pública tremendo espectáculo que daría, y si su vecino salía, cosa que le causó mucha gracia.

- Tienes razón Betty, ..parezco una mujer de esas, creo que mejor me regreso a cambiarme.

- No pasa nada Moni, ..espera que después vendrá lo mejor. ¡Ji ji ji.. Ay que hacer ruido para que escuche.

- ¡Estás loca, ..capaz y se infarta el pobre viejo ¡Ji ji ji ji..

Las amigas se divertían cuando sin darse cuenta se fue abriendo la puerta mosquitera de nuestros vecinos, detrás de ella aparecía la figura del Señor Don Paco en paños menores, con camisa de tirantes y sus calzoncillos largos. Las risas de Mamá y su amiga de inmediato llamaron la atención del viejo, que con sigilo se asomó para ver a estas dos hermosuras sin ser detectado. Mamá sostenía entre sus muslos el bote de bronceador, mientras platicaba sonriente y se movía sin darse cuenta de manera sensual, sus grandes senos se sacudían y para regocijo del viejo pudo ver como su flamante vecina se había colocado de nuevo esa extraña vestimenta de red. Betty a su vez reía al tiempo que su amiga concluía la actuación con varios chorros de bronceador sobre su rostro y hombros.

Don Paco por su parte tuvo una inmediata erección, que en su entendimiento sabía que las dos mujeres pensaban que se encontraban solas allí, por lo que tomaban menos recaudos y se exponían más a su perversa mirada. 

Mamá y su amiga pasaron un buen rato tomando sol, el viejo dejó de hacer sus quehaceres por seguir ahí escondido y quien no lo haría si tuvieran dos mujeronas frente a ti tomando sol casi desnudas. Pasaron unos minutos y Betty tuvo que ir a la cocina por unas bebidas. Mamá tendida boca abajo vio cómo su amiga se marchaba y la dejaba sola bajo los fuertes rayos del sol. Que al ver que su atuendo dejaría huellas de sol por ser de malla, considero que debía de quitárselo si no quería terminar como tabla de ajedrez o alguna cosa parecida. Así que con un toque de osadía y sin dejar de mirar en todas direcciones, se quitó el vestido dejando solo el diminuto traje de baño y sus tetas casi al desnudo. Mamá jamás se asolearía con un bikini tan diminuto, ni siquiera en el pasado hubiera optado en ponérselo, aunque por extraño que eso pareciera ahora lo encontraba placentero.

Tomó un poco de bronceador y lo esparció por sus pechos, separándolos para aplicarse un poco por debajo y por el medio. Luego se recostó y lentamente fue quedándose relajada bajo los penetrantes ojos de su pervertido vecino que apretaba con fuerza su dura erección. Hasta que Don Paco y viendo que se encontraba sola decidió acercarse, ya hacia largo rato que se encontraba escondido bajo el fuerte sol. Sus ojos no se apartaban del torso casi desnudo de Mamá y de sus piernas, que brillaban bajo el sol, cubierto en bronceador con aromas tropicales. 

- Hola Sra Tapia, ..¿buen día para tomar el sol verdad?..- se animó a hablarle.

Mamá casi se infarta, el viejo se encontraba en paños menores y sin ningún pudor la saludaba. Ella ahora sabiéndose observada se tiró sobre las piernas una toalla mientras intentaba responderle, manteniéndose unos segundos en silencio, pero sin poder evitar que sus pezones se marcaban como pequeños volcanes en la tela. Viendo que se le quedaba mirando esperando su respuesta, sonrió coquetamente, mientras le decía que así era, que se encontraba con una amiga. Mamá tuvo que echarse aire con la mano intentando calmarse, sabía que el viejo se moría de ganas por tocarla, por hacerla suya y seguramente mientras la observaba la hacía pedazos en sus pensamientos.

La erección de Don Paco no disminuía y con descaro se frotaba sobre sus calzoncillos debatiendo en su interior que debía hacer. Poseído por los encantos de su vecina, el viejo decidió calmar su excitación, le respondió que andaría ahí trabajando dentro de su pequeño cuarto de las herramientas, que esperaba no molestarlas. Mamá le respondió que no tuviera cuidado, que solo estarían unos minutos más pues el sol se encontraba bastante fuerte. El viejo se dirigió a su cuartucho dejando la puerta abierta, lo que me permitía ver desde mi habitación en lo alto buena parte de lo que ese desgraciado hiciera dentro.

Pues no tardó mucho, ya que una vez que se perdió de la vista de Mamá, el pervertido atraves de una ranura de las tablas la siguió observando, es más se abrió la abertura de su calzón y con cuidado se sacó su verga erecta afuera. ¡No lo podía creer, Mamá tomando el sol en un diminuto bikini mientras el esposo de Doña Clarita se masturbaba toscamente en su cochino cuartucho. Las gotas de sudor recorrían sus hombros y su frente, su respiración se agitaba, sus ojos se deleitaban viendo cada centímetro de mi Madre y los pequeños pezones empitonados, como la braga del bikini que siendo tan ajustada se le marcaba el sexo recién depilado.

Mamá, bajo los lentes de sol lo analizaba, escuchó una agitada respiración. Sus ojos se abrieron despacio, el viejo seguía en lo suyo. Ella intuyó enseguida que aquel viejo verde se encontraría sacudiéndose el miembro como aquella vez con sus desaparecidas bragas, por un instante había pensado en levantarse y salir corriendo, pero lo medito por un segundo y decidió que sería mejor no hacer estamento, además en compañía de su amiga sería hasta divertido.

El viejo cochino recorría a lo largo su pene con la mano, cuando llegaba hacia el glande, la piel que lo cubría se amontonaba sobre la punta, y luego lo descubría esparciendo por toda la cabeza del pene su líquido viscoso y transparente. Mamá no se movía, respiraba pausadamente como si no sucediera nada frente a ella, aunque ya conociéndola y ha como se estaba comportando estas últimas semanas, todo aquello la excitaba mucho, se consideraba el objeto de placer de aquel viejo y en parte la enorgullecía y la hacía sentirse hembra. Los pezones se le endurecieron más, difícilmente Don Paco lo hubiese notado.

- Espero que no te importe que le haya puesto mucho hielo, pero este calor uff.. y nuestro invitado que no sale.- Mamá se quedó perpleja, tardó unos segundos en comprender que se refería al viejo y que Betty no sabía que este las estaba vigilando, pues estaba seguro que si guardaban silencio hasta lograrían escuchar los jalones que se pegaba detrás de aquellas tablas.

- ¡Betty,- dijo solo con los labios y dándole la espalda al viejo como si bebiera de su baso,- cuando estabas allá, salió ..y estoy seguro que ahora mismo no deja de observarte las bragas.- el comunicado a gestos la dejó sin palabras, sin embargo percibió que efectivamente las observaban.

- ¿Qué hago?..- Betty se quedó como inmovilizada.

- Tranquila o lo notara..- le decía Mamá con los labios manteniéndola calmada.- Se encuentra en ese cuarto, ..recuéstate mientras le distraigo.

Rio y lo que le provocó la risa a Betty un tanto nerviosa.

- Mira, ya verás.

Y lentamente, mirándola a los ojos, se reclinó poco a poco sobre su cama, como había hecho sin darse cuenta minutos antes. Sus firmes piernas quedaron en diagonal, su cadera se inclinó y su trasero quedó en pompa. Como si estuviera tendiendo la toalla para volverse acostar. No lo podía creer, como Mamá se estaba atreviendo a hacer eso. La tira de la braga se encontraba no solo perdida entre sus cachetes blancos si no que había momentos en que por estar excesivamente inclinada el bulto de su chochita se asomaba entre medio de sus muslos. El silencio se formó en el rostro de su amiga y al mirar, comprobó que un sonido de sofoco o asfixia salía del cuartucho de herramienta.

- ¡Va-mos.- le dijo Mamá con los labios sin cambiar su provocativa postura.- Ahora tú.

Y no supo por qué, pero en ese momento su amiga sintió esa profunda necesidad de imitarla. Se levantó roja de pena y se reclinó al igual que mi Madre fingiendo acomodar su cama, dejó su trasero expuesto al viejo, tanto que notaba cómo la tela se ceñía a sus glúteos. Movimientos de golpeteos comenzaron a llegarles desde el otro lado de la cerca.

- ¿Ves? Ahora estará debatiendo a cuál de las dos mirar ¡Ji ji ji..

Aquel comportamiento y las palabras de mi Madre la alteraban. Betty notó que su corazón se aceleraba y casi asustada se irguió. Siempre había sido discreta, una mujercita bien cuidada de Papá. Justo en ese instante el viejo se estremeció, cerró con fuerza sus ojos y pegó su frente a la pared, una gran cantidad de esperma salto por los aires terminando sobre la madera y el suelo que pisaba. Como si saliera de un trance, Don Paco volvió abrir los ojos extasiado, resoplando como un toro herido, guardando de manera temblorosa su flácido pene, evitando hacer ruido. Mamá y su amiga esperaron unos segundos y se sentaron, vieron como el viejo salía de su cuartucho ya con su traje de jardinera y ni volteaba a verlas. Las dos se encontraban coloradas. 

- ¡No-lo-puedo creer Mónica ¡Ji ji ji ji..- habló en susurros ahora que el viejo se había metido en la casa.

- ¡Un placer, Don!.- dijo Mamá con una sonrisa.- De nada ¡Ji ji ji ji..- Y las dos volvieron a la casa carcajeándose como dos chiquillas.


Más tarde y una vez que ya las dos habían bajado su temperamento, Betty se despidió de Mamá diciendo que volverían a intentarlo, pero a la próxima sin nada que las cubriera dijo a modo de broma, lo que Mamá se sorprendió dejándola con la boca abierta. Mamá regresó a su recamara y comenzó a sacar ropa sucia del cesto.

- Voy a poner esto en la lavadora, el cesto está lleno.- dijo para sí misma.

Iba sacando prendas y las iba echando a otra canasta. Sacó ese vestido de malla que hace no más de 2 horas había estado portando y que la hacía verse como una estrella porno. Enseguida le volvió el tinte a las mejillas, le recordaba lo sucedido y de cómo se había atrevido a empinarse para regocijo del viejo. Mamá se encontraba aún caliente, los pensamientos insanos empezaban a nublar su razón. Con solo imaginar lo que se encontraba haciendo Don Paco mientras ellas se encontraban en aquellas posturas tan insinuantes la mojaba. Enseguida se agachó bajo su cama y sacó de nuevo esa prenda guardaba en ziploc. Eran los sucios calzoncillos del viejo. Los que ella como una completa pervertida se había atrevido a robárselo como había hecho antes él con los de ella. Se detuvo con la prenda en las manos, mirándola. ¡Eran unos calzoncillos sucios, con ligeras manchas amarillentas en la parte delantera. Se los acercó a la nariz y los olió.

¡No lo podía creer, mi flamante y categórica Madre oliendo unos calzones sucios de un viejo pervertido. Volvió a olerlos, esta vez pegando los orificios de la nariz en la tela. Se bajó aligeradamente las braguitas y se refregó las bragas sucias sobre su piel depilada. Yo cada vez me hallaba más sorprendido, empezó a refregarle el coñito con los calzoncillos de ese viejo, sin importarle que estos estuvieran sucios y le propiciaran alguna enfermedad. Removía la cadera nerviosamente, tocándose los pechos con la mano por encima de la blusa que llevaba, jadeando, con los ojos entrecerrados, pensando quizás en la verga de ese viejo detrás de aquellas maderas viejas. Parecía que tenía un placer descontrolado. Fruncía el entrecejo cuando se apretaba el chocho con la prenda.

- ¡Ahhh.. Síii.. ¡Uhmm..- meneaba la cadera de manera más frenética y frenó estirando todos los músculos del cuerpo, cabeceando para contener el placer.- ¡No Mónica Noo..- se repitió lanzando los sucios calzones al otro lado de su habitación.

Corrió rápido a desnudarse para meterse a la ducha. No le costó trabajo quitarse la minifalda que llevaba y la sexy blusa, sus pequeñas braguitas en negro fue deslizadoras hasta el piso por sus torneadas piernas. Mamá ya completamente desnuda se metió a la ducha cerrando la puerta de vidrio que se opacaba con el tenue vapor del agua tibia. El agua se deslizaba por todo su hermoso cuerpo provocándole una sensación placentera y nada más al frotarse con el jabón por sus turgentes senos, una electricidad la recorrió de pies a cabeza nuevamente. Al mismo tiempo recordó como Don Paco la observaba con deseo y se excito de inmediato. Mamá se apoyó de espaldas a la pared de la ducha deslizando su mano por todas sus piernas pensando en esta mañana cuando le había acariciado las piernas; ese delicioso placer que solo con viejos feos y toscos la hacían sentir y empezó a gemir suavemente casi como un susurro.

- Aahh.. ahhh Uhm.. Don Pacoo oohh ahhhh..

No-lo-podía-entender, lo que de sus labios salían. Estaba gimiendo recordando lo que el vejete ese le producía con solo tocarle y por más que le parecía impropio lo que le hizo eso la excitaba más, se lamentaba el que la haya puesto de pretexto a su pequeño hijo para detenerle, y tal vez si lo hubiese dejado, ¿qué hubiera sucedido?.. ella ahora estuviera en su sucio cuartucho de herramienta gozando de la culeada que el viejo ese le estaría dando.

- ¡Aahhh ahhh Doon Paco, lo nececitoo ahh ahhh..

Mamá no podía sacárselo de la cabeza, recordaba que ese otro Don Paco el camionero le dijo, que si quería otro encuentro le dejaba su tarjeta. Y tenía razón y ahora deseaba volverlo a ver.. ¿Qué me pasa dios mío?- se decía ella,- ¿Cómo puedo estar deseando a esos viejos?, ¿Yo te amo Rodolfo, ¡Aaah Don Pacos No no..- se decía pero no podía sacárselo de su mente. Su mano ya se encontraba acariciando su vagina mientras la otra amasaba uno de sus pechos, mientras que su delicada espalda se frotaba sobre la cerámica de la ducha. Mamá estaba bien caliente de la lujuria que sentía, quería salir de allí y regresar aquel sucio bar para buscar a ese que iba a convertirse en su macho, a ese que la había vuelto loca de placer. ...


Mamá volvió a arreglarse para salir esta noche. La estuve espiando mientras se vestía. Se atavió con un vestido-jersey muy delgado color melón, con la base muy por encima de la mitad de los muslos, tipo minifalda, con aberturas por ambos costados y unas zapatillas de tacón aguja que le daban un toque muy sensual a sus piernas definidas. Se peinó el cabello con gomina y se lo hecho en una coleta. Se maquilló con glamour, con tonos fuertes, labios y uñas de un rojo chillón. Al verla tan atractiva, se me aceleró el pulso, muerto de celos al pensar en los viejos camioneros cuando la vieran así vestida. Sabía que iban a devorarla y que se aprovecharía de su delicada situación por la que atravesaba su vida.

Tras terminar de maquillarse y perfumarse un poco, salió de su habitación para dirigirse a la mía. Como siempre su hijo ajeno a todo lo que sucedía se encontraba enfrente del ordenador.

- Mi amor, voy a salir con Bea un rato. Duérmete temprano mi vida, ..voy a dejarte algo caliente en el microondas por si tienes hambre. Si necesitas algo me llamas a mí celular, ..y no quiero que andes fuera, la noche esta fría y no quiero que te me enfermes.

- ¿A dónde vas a ir Mamá?..- pregunté inocente.

Joder, viéndola de en vivo lucía extremadamente sexy, ese minúsculo vestido tan delgado que viéndola detenidamente podía uno intuir que tipo de lencería llevaba, podía vislumbrar no solo su entrepierna al caminar, era perfectamente apreciable a mis ojos esa pelvis apenas envuelta en una diminuta tanga blanca. Quise disimular un poco pues era mi Mamá, pero creo que me fue imposible, me era irresistible dejar de observarla mientras se acercaban a mí para decirme.

- Me ha invitado un café, regresaré pronto.

Mientras me decía esto, su escote me permitía observar de cerca esos firmes, bien torneados y rebosantes pechos que por instantes hasta deslumbraba sus pezones. Creo que fue ya mi instinto pervertido y todas aquellas cosas que Mamá había estado haciendo toda la semana, que sentí como se me empezó a hinchar. Ella solo me miro sonriendo diciéndome el motivo de su salida. Entonces me volvió a repetir que no me quería ver fuera, que cerraría con llave para que yo estuviera seguro. Yo casi me muero, mi Madre iba a salir vestida así sabrá dios a donde y yo no podría asistir a verlo.

- Te quiero mi vida, ..eres todo para mí. ¡Muack..- y me dio un beso en la mejilla sonriente.

Cuando se dio la vuelta para retirarse de mi habitación.. ¡Joder, prácticamente se le dibujaba el trasero a la perfección, esa tan delgada tela que no le disimulaba nada, pude ver con detalle aquel filete tierno y corte selecto de carnes, ya que solo pensar lo que algún viejo feo y sudoroso iba a ser con ellas me puso caliente. Al ir caminando con ese singular estilo de andar con sus zapatos altos, pude observar como el triangulito de la tanga en la parte de atrás enmarcaba esas abultadas y bien redondas nalgas. Tras asegurarse haberme dejado cena en la cocina cerró la casa con llave dejándome encerrado adentro. Mamá caminaba por la banqueta hacía el garaje por su camioneta. Ya era tarde y no había nadie afuera; se sentía algo mal por dejar a su hijo para irse a meter a un cochino lugar lleno de viejo, pero la lujuria la arrebataba. Pero justo en el momento en que esperaba que la puertezuela del garaje se abriera, volteo súbitamente sin poder contener una inesperada sensación de sorpresa y aturdimiento.

- ¡Woow, Wow, ese bocadito se ve bueno para comel.- era el maldito Portero que venía en la calle y se había detenido frente a la casa.- ¡Oiga pero a dónde va tan bien arregladita la Sra de la casa?..

Su reacción fue ignorarlo y subir a su camioneta, pero le fue imposible hacerlo dado que tenía que abrir la cerca del frente para poder salir a la calle. Por lo que tuvo que irremediablemente acercarse al viejo que se encontraba desde afuera pegada a ella. El desgraciado se encontraba tomado o drogado, y seguramente lo único que deseaba era molestarla. Mamá quedó sin saber que contestar inicialmente, pues eso era justamente lo que quería el viejo, que lo encara. La actitud grotesca del abusivo Cubano en su propia casa y que sin más hiciera gala de machismo sobre ella, pero sin embargo logró mantener la calma y simplemente contestó que tenía prisa.

- Bueno ya en serio Mamahita, dime, ..¿a dónde va esta noche tan guapa?.. Para mí no te vestías así. ¡He he he..

Mamá no lo miraba por temor a que el viejo empezara a decir cosas que no debía; Y tratando de no provocar una escena más y de la manera más amable, le contesto:

- ¿Señor, no tiene usted que estar vigilando el fraccionamiento en lugar de estar borracho?..

- Pue vine a vé a mi mujé ¡hip.. ¡He he he.. A mi perrita.. ¡He he.. Ósea a ti..

- Váyase Señor si, por favor.- le cortó de tajo.

Mamá volvía a sentirse confundida, no entendía que le pasaba, por una parte tenía asco y coraje por ver su cinismo pero por otra su corazón y su entrepierna latían aceleradamente y en su estómago sentía la adrenalina del miedo y la emoción por volver a verlo. Ella no decía nada solo lo miraba con ganas de gritarle, quien se burlaba de su pasividad. Extrañamente y para sorpresa, el Cubano solo sonrío y le dijo:

- Ok, ok.. complendo que esté enojaha conmigo nalgona, no interrumpo má. Ve y divieltete con tus amigas, ..yo voy a cuidá tu casita hasta que tú regrese. Pero no te olvides de mí, Ok?..

Aturdida por lo inesperado de la actitud del viejo pero queriendo salir del apuro cuanto antes, ella le dijo que por favor se alejara que si algún otro vecino lo miraba borracho, entonces sí tendría problemas.

- Nah, me la pelan..- respondió.- Ademá, desde que yo he llegaho acá no se ha peldido ni una puta cosa, quizás algún culito por ahí ¡He he he.. Me deben toho, tohos estos puto ricachones.

Y cuando Mamá volvía a darle la espalda dejándolo hablar solo.

- ¿Dónde te cree que va Mamahita?..- le dijo con voz distorsionada por el alto consumo de la bebida. Mamá siguió ignorándolo.- ¿Te he preguntaho que a dónde te cree que va?- alzó la voz, pero siguió sin recibir contestación de Mamá que ya lo había rebasado y estaba un par de metros de subirse a la camioneta.

El viejo reaccionó en un gesto rápido acercándose a Mamá y sujetándola del brazo.

- ¡Te he dicho que a dónde va desgraciaha!

Mamá sintió un tirón del brazo parándola en seco obligándola a girarse, quedando su indolente mirada en frente de los ojos de ese viejo horrible. Pero aun así ella no dijo nada, lo que hacía arder más la cólera del viejo.

- ¡Tu ere mía pendeha y de nadie má.

- ¡Ya, yah basta. Quien se cree para sujetarme así. ¡Suélteme ahora mismo viejo asqueroso.- le vio con rabia y ganas de matarlo.

- Está muy equivocada si cree que esta noche vas a salí así vestida como una puta para buscal macho.- le respondió con rabia, alzando la mirada por encima de ella.

- ¿Y que si voy a buscar hombre?.. ¡A usted que le importa.- le encaró Mamá.- Que va hacer para impedírmelo.- comenzó a sulfurarse.

La reacción de Mamá pareció sacar de sus casillas al viejo que la retenía. Sabía perfectamente el carácter que tenía Mamá y no quería que se creciera. Quería que la obedeciera como antes.

- ¿Qué te parece esto?..- y le soltó una cachetada en el rostro que le hizo voltear la cara de Mamá.

Ella no se lo esperaba. Aunque no le dolió mucho físicamente sí que lo hizo interiormente. ¿Quién putas madres se creía ese viejo asqueroso para ponerle una mano encima? Ni él ni nadie tenían ningún derecho a hacer aquello. Le sacó de sus casillas por un instante, pero intentó tranquilizarse y controlar la situación.

- ¡Viejo desgraciado, si me vuelves a poner una mano encima, te jodo la vida infeliz.- le amenazó con tono de superioridad.

Como les platicaba Mamá tenía un carácter altivo, fuerte, una mujer que no necesitaba de nadie para salir adelante. No le costó mucho para sentirse superior al desgraciado viejo.

- ¡Es más, te vas a arrepentir de esto asqueroso.

El viejo parecía dubitativo si quería conquistarla ya la había cagado. Pensó que el golpe tal vez no había sido la mejor idea. Había provocado justo lo contrario de lo que pretendía. Mamá parecía tan altiva e imponente, segura de sí misma, que temía realmente por él, por su puesto de trabajo. Todo lo que ella pudiera hacer para joderle.

- No tendré que volve a pegalte si me haces caso pendeha.- dijo al fin inseguro, pero sin soltarle el brazo.

- ¿Me está amenazando?..- le desafió.

La actitud encarante de Mamá le estaba poniendo cada vez más nervioso.

- No, sólo digo que…

Pero Mamá no le dejó acabar cuando se dio media vuelta para dirigirse a la camioneta. Sin embargo, el brazo que la retenía no la dejó marchar y empezó a forcejear para liberarse. Notó que la mano aumentaba la presión para evitar soltar lo que sujetaba y empezó a sentir dolor.

- ¡Déjame ir..- ordenó en mitad del forcejeo.

- Te he dicho que no, pendeha ..ere mía.- insistió.

- Suelte Señor, me hace daño…- se quejó, pero el Cubano seguía impasible.

Mamá, cansada de la situación, golpeó con su mano libre el fornido pecho del Portero intentado provocar que la soltara. El viejo, nervioso ante la situación que se le había descontrolado, notó esa punzada de dolor provocada por el golpe de Mamá y, en un acto reflejo, le golpeó con más fuerza. El bofetón en la cara hizo que los dos se detuvieran al instante, dejando de forcejear. Mi Madre se quedó inmóvil mirándolo. El golpe había sido considerable. Le pitaba la mejilla y notaba el calor de la sangre que resbalaba por la comisura de sus labios. Se asustó, se asustó mucho por primera vez. Con las piernas temblando, le respondió resignándose:

- Está bien.- dijo con voz temblorosa.- ¿q-qué es lo quiere?..

La adrenalina ahora bullía en el interior del viejo. La rabia de sentirse a un lado de aquella mujer del cual se había enamorado se había desbordado tras lanzar aquel maldito golpe. Y, al verla allí, sumisa, se sintió de nuevo poderoso.

- Te dije que me hiciera caso pendeha, ..esto no tendría pol qué habe pasaho.- y se inclinó para pasar el pulgar sucio por los labios de mi Mamy, recogiendo la línea de sangre que allí había.

- Por favor, Señor déjame ir, ..m-mi niño está allá arriba. Si quiere no voy a ningún lugar, pero déjame marchar.- suplicó temiéndose lo peor.

- ¡Ya estoy alto de que me digas Señol, soy tu macho pendeha, ..soy tu hombre, el único que vas a tené ya de aquí en adelante, ¿entendido?.. Y ademá, ese ehcuincle también me las va a pagá. Me sacudió, el pequeño pelveltido.

Mamá supo en ese instante que el Portero era un hombre rencoroso y que al estar totalmente ebrio podía ser bastante peligroso. Se asustó cuando le menciono con rabia a su hijo, ella recordaba que lo había lastimado aquella vez y jamás había tenido la oportunidad de desquitarse. Mi Madre pensando lo que podría hacerme ese depravado, que era capaz de golpearla. Se maldijo que por su culpa ese tipo hubiera entrado en su casa, se viera en tal situación. Y cual más lo pensaba, más asustada se sentía. El viejo caviló unos instantes pensando la mejor opción. Simplemente quería hablar con ella, hacer que volviera, pero en ningún momento quería golpearla.

- Don Mario por favor, déjeme marchar.- suplicaba.

- No puedo hacel eso Mamahita, ..si te dejo malchá vas a il a avisá a la policía.

Yo me encontraba aterrado.. que pensaba hacer el viejo asqueroso. ¿Pensaba retenerla ahí de por vida? Mamá estaba al borde de la desesperación. Y, en un último intento alocado, pegó un tirón para intentar zafarse de viejo. La puerta de su salvación estaba tan cerca. Por fin consiguió soltarse de la mano que la retenía y se alzó para comenzar a correr. Tenía la sensación de que iba muy lenta, el corazón le iba a mil por hora y llegando a la puerta se dio cuenta que ella misma la había cerrado con la llave. Los segundos antes de darle vuelta a la perilla fueron eternos. Pensó en lo desgraciada que era para con ella la vida y en cómo se empeñaba en darle la espalda.

Se aterró. La suerte se encontraba con ese viejo. Cuando vio a Mamá desesperada intentando abrir pensó en salir corriendo en dirección contraria. Por suerte para él, decidió lanzarse a la desesperada con la intención de que no se metiera o toda su vida se vendría abajo. Al ver que mi pobre Mamá no tenía manera de entrar se lanzó atraparla. Los segundos hasta contactar con ella le parecieron eternos. Mamá quería arrancar la clavija de la desesperación. En eso escuchó pasos rápidos y antes que pudiera voltear le pasaron los brazos por encima para empezar a sujetar sus grandes senos. Ella trataba de luchar para liberarse pero ya la había atrapado de nuevo.

Rápidamente pensaba gritar, pero en cuanto soltó la primera vocal el desgraciado viejo la enmudeció con su tosca mano. Su agresor le llevó un brazo atrás produciéndole dolor y le tapó la boca para luego arrastrarla hacia la casa de nuestros vecinos, la cual siempre se encontraba sola pues viajaban mucho. Mamá fue arrojada al piso cayendo de rodillas en el césped y volteo para ver al viejo pero este ya se encontraba embravecido. Cuando notó la firme mano que la volvía a sujetar del mismo brazo ya dolorido. Su mundo se vino abajo.

- ¡Hija de puta.. ahora verá.

- No, por favor Don Mario, déjeme ir..- sollozó.

El desgraciado lunático la había metido hasta un callejón oscuro y profundo de la casa donde se aseguraba que jamás escaparía. Nuestro fraccionamiento era conocido por ser lugar habitual de millonarios, gente altamente pudiente que se movía de ciudad en ciudad y muchas de las mansiones casi todo el tiempo se encontraban solas. La verdad que no tenía claro lo que iba a hacer con mi Madre ese desgraciado. Ya la había asustado, ya había conseguido que no saliera. Seguramente pensaba en obtener algo del cariño que Mamá algún día le albergó. Al verla allí tumbada, temblorosa, se fijó en lo buena que se había vestido para salir y de la suerte que había tenido al venir a encontrarla. De nueva cuenta tenía en sus manos aquella mujer tan imponente, segura de sí misma e inteligente, en una situación de sumisión total y la verga se le puso dura.

- Déjame velte si te has lastimaho.- le dijo ahora en tono conciliador, intentando calmar la situación, buscando que ella no gritara.

Pero Mamá no estaba dispuesta a que ese cerdo la tocara. El viejo se agachó sobre el césped a su lado, y tuvo que agarrarle el rostro para girarle la cara para verle si se había golpeado. El labio había vuelto a sangrar ligeramente. Ella intentó apartarse, pero él la retenía con fuerza. Cuando estuvo a escasos milímetros de su rostro, el asqueroso sacó la lengua y con ella lamió la sangre chupándole la barbilla y los labios. Mamá se moría de asco, lágrimas y sudor bañaban su rostro ahora. La repulsión que sentía por ese viejo en esos momentos era desmesurada y mucho más tras lo que había hecho y estaba haciendo.

En un arranque de rabia, sacó valor para escupirle en la cara, pero rápidamente se arrepintió de haberlo hecho. La saliva cayó sobre el ojo del Portero. Aquello le sacó de sus casillas. Cuando parecía que Mamá estaba más dócil siempre tenía que sacar ese temperamento para hacer las cosas difíciles. Encendido, el viejo se dispuso a magrearle los pechos mientras le comía la boca. Mi Madre intentaba a todas formas de separarlo pero el tipo era enorme, era imposible. El Cubano la estaba babeando intentando introducir su asquerosa lengua en su boca. Y mientras ella intentaba evitar su lengua, notó como el desgraciado metía las manos por su escote, buscando sus pechos.


El mastodonte se había montado sobre ella impidiendo que pudiera escaparse. No tuvo tiempo de pasar en nada. La estaban violando y debía concentrarse en evitarlo. El Cubano quería que abriera la boca, pero no lo conseguía, le seguía buscando la cara. En seguida metió la mano hasta sus pechos. Eran firmes y grandes como los recordaba. Tiró del delicado sostén, rompiéndolo, y pudo notar el contacto directo con los tremendos senos, con los pezones que irremediablemente por el frío estos se encontraban tiesos. Y para colmo de su mala fortuna, el inmundo sujeto apretó con fuerza uno de los pezones provocándole el suficiente dolor como para que abriera la boca y aprovecharlo para introducir su lengua y lamer cada uno de los rincones.

Mamá se encontraba ahogando. El muy bruto no solo la aplastaba con su enorme cuerpo le había metido la lengua hasta la campanilla y le había llenado la boca de babas. Necesitaba respirar. Así que le mordió el labio haciéndolo sangrar. El hombre retiró el rostro sorprendido. Y ella le miró desafiante.

- ¡Asqueroso.- le miró con rabia.

- ¡Serás hija de puta..- le soltó con una sonrisa malévola que hizo temblara a Mamá, poniéndole la piel de gallina.

Entonces el muy cerdo escupió en el rostro de mi Madre.

- ¡Te lo debía, pendeha.- le dijo con sorna y aprovechó para lamerle el rostro recogiendo con la lengua su propia saliva, mientras le bajaba el escote lo más bajo dejando al aire libre sus hermosos pechos.

Mamá apretó los ojos ante tal aberrante acción, pero cuando los abrió fue mucho peor. Observó que el viejo se quitaba la sucia camisa dejando ver su fofa panza y su oscuro torso lleno de pelos entrecanos. Pero lo que siguió después la dejó aterrada. El Portero se llevó la mano a la bragueta y, como pudo, se abrió la cremallera para sacarse la verga completamente tiesa. Empezó a masturbarse mientras la miraba con superioridad desde arriba.

- ¡P-por favor.. Don Mario.. si lo hace se arrepentirá toda su vida.- intentó hacerlo recapacitar para salir del atolladero.

Vio cómo se despellejaba la verga que ya palpitaba de lo erecta que estaba. Ver nuevamente esa cosa que alguna vez la hizo delirar de placer la angustio más; pero aun negándose a ser abusada por el viejo quiso pararse y huir pero él la tomó de los cabellos y se la acercó a su lindo rostro. Mamá cerraba los ojos sintiendo en su cara en calor que emanaba el glande, dándole delicados golpes intentando entrar por su boquita la que mantenía cerrada.

- ¡Mhm nom.. mor favmor ..nom.. deejeemee…

- Si supieras lo mucho que me gustas pendeha.. Si supiera cuanto te amo me entendería. Te he deseaho tanto, tanto pendeha, tantas veces.

Mamá comprendió que ese viejo estaba enfermo y entendió que su única salida era que alguien pudiera escucharle. Intentó gritar pero el miserable le apretó el cuello como a una gallina. Ella intentó hacerlo pero no salía sonido alguno, más la apretaba hasta hacerla toser. Abrió los ojos cegados por el llanto y vio la paja que se estaba haciendo el muy cerdo encima de ella. Se quería morir.

- Eso eh.. mírame, mírame esta verga que tanto te volvió loca. Es toha tuya. ¿La quiere?.. ¿Te gusta?..

El asqueroso acercó al rostro de Mamá, dejando de masturbarse y mostrando triunfante su garrote completamente erecto. Mamá se fijó en esa cosa gorda y amoratada. Unos 18 centímetros por 6 de ancho.

- ¡He encontrado a otro que me llena más que tú, animal.- quiso dañarle el orgullo.- ¡POR ESO AHORA LO DESTESTO, ME OYO, LO DETESTOO!!!.

Aquellas palabras tocaron hondo en el interior del Cubano que volvió a abofetearla. “¡SPLASHH!!” Del cachetazo, los ojos humedecidos de Mamá soltaron las primeras lágrimas rodar mientras el indeseable energúmeno que tenía encima colocaba su pene entre sus hermosos pechos blancos. Sin decir más nada ni burlarse como lo había estado haciendo, con ambas manos agarró los dos senos, juntándolos y empezó el vaivén para hacerse una cubana. Pero Mamá le aguantaba la mirada, quizás convirtiéndose en una muñeca de trapo sin rumbo este terminaría por dejarla. Pero a pesar de hacerse el fuerte sus ojos no dejaban de humedecerse ante la impotencia de estar siendo violada, pero las caricias que sentía de aquel miembro que rosaba entre sus pechos empezaban a ser placenteras. Eso aún le daba más rabia provocándole las lágrimas que se deslizaban por su rostro.

A medida que el viejo se movía encima de ella, se fijaba en la punta de aquel grueso tolete que asomaba y desaparecía entre sus turgentes pechos. El viejo empezaba a sentir que todo eso era por demás inútil, así no terminaría por doblegarla y eso lo atormentaba por dentro. Pensó en otra forma, se apartó de ella, levantándose y liberando los brazos que había estado aprisionando con las piernas mientras la agarraba del pelo alzándola también a ella. El Cubano acercó la verga hacia la boca de mi Madre incitándola a que la abriera. El inmundo restregó su asqueroso miembro por los carnosos labios de mi Mamy mientras ella aguantaba valerosa con ahínco. 

Mi Mamá se resistía a pesar del fuerte olor de esa cosa que se introducía por sus fosas nasales. Era todo un sucio: apestaba alcohol y sudaba como un perro. Aquel intenso olor a sexo masculino lo aborrecía ahora. En eso el Portero apretó sus mejillas para que abriera la boca, no puso mucha resistencia. El cipote había entrado.

- ¡Te juro que como me la muerdas, te mato y voy a matá a tu chiquillo, pendeha.- la amenazó.

Ante tal amenaza ahora si mi Madre sintió ser abordaba por el pánico. No solo ella estaba en riesgo, su hijo sería su próxima víctima. Mamá cerró los ojos y lloró por dentro. El inmundo aprovechó para meter la mitad de su miembro en la boca, quien con los ojos cerrados sintió aquel intruso asqueroso dentro de ella. El desgraciado la tenía bien sujetada para que no la sacara de su boca, lo que no sabía era que el no solo amenazarla a ella sino que también a su hijo la había derrumbado.

El cerdo empezó a follarse la boca, intentando meterle la verga hasta la garganta mientras le agarraba del pelo para que no se escapara. Mamá se atragantaba cada vez que el inhumano le tocaba la campanilla con el glande. Ella tenía la boca reseca y cada vez que la verga salía de su garganta, lo hacía impregnada de babas muy espesas y blancas que rodeaban el cipote y hacían una película entre su boca y el miembro de este. La espesa baba se iban acumulando en la conmensura de sus labios, blanquecinas y espesas. A medida que el viejo se iba relajando iba minimizando la fuerza de sujeción del pelo de ella hasta que al final, sin darse cuenta, la soltó. Pero Mamá se encontraba derrumbada no escapó y siguió con la boca abierta a pesar de la libertad de la que gozaba. Cuando él se percató, se asustó, pero en seguida se sintió triunfante cuando se dio cuenta de que ella se había doblegado.

- ¿Ya ve, Mamahita?.. Si al final sabía que te gustaría.

Mamá, al escuchar esas palabras, lo miró desafiante con una mezcla de odio y asco. El desgraciado se separó para bajarse el pantalón, estaba desabrochando los botones cuando Mamá aprovechó para empujarlo con todas sus fuerzas e intentar escapar. Ese había sido el plan de Mamá desde el principio. Se levantó lo más rápido que pudo mientras el viejo había quedado sentado e intentó correr de regreso a la casa, pero el hijo de puta con el pie y sumado a sus tacones de fina aguja que Mamá portaba la hizo tastabillar y volver a caer. El desgraciado la agarró del pie y no la dejó ir. Sus facciones estaban distorsionadas por la rabia. Mamá le soltó una tremenda patada en el estómago enterrándole la aguja del tacón lo que enardeció al Portero. Respondió golpeándola fuertemente con el puño en un lado de la cabeza.

Mamá cayó al césped totalmente mareada por el súbito ataque, que ya no pudo ponerse de pie ni mucho menos intentar defenderse. El destello de una hoja afilada de un cuchillo llamó su atención, llenando de pánico su cuerpo aturdido.

- Se buena o te rajo aquí mismo pendeha, ..y despue voy pol tu chiquillo que ya me las debe demasiaho. Y sabe que lo haré pendeha, y nadie me va agarrá, ..polque desaparecé de esta puta ciudá y de este paí ya que lo haga.- le dijo con voz forzada y exageradamente grave.

Ante esa arma y sus palabras no tuvo otra opción Mamá que dejar de forcejear para ganar un poco de tiempo, algo que ese inmundo viejo parecía dispuesto a no darle. Manteniendo el cuchillo ante su rostro le sube la falda y le ladea las diminutas bragas con la otra mano. El sonido de sus bragas al estirarse y la sensación de la brisa fría sobre sus nalgas la aterrorizaron. Intentó levantarse y correr, pero el viejo le golpeó la espalda dejándola inmovilizada, dándole un aviso de lo que ya no estaba dispuesto a permitirle.

Mamá sigue con su pecho sobre el césped y su trasero sobresaliendo en pompa de su cuerpo. Su respiración se acelera y siente sus pechos mojados por la humedad de la hierba. Estaba a punto de ser violada por ese viejo que algún día amo. Un puño entre sus nalgas así se lo decía. Silencio en el jardín. Una sonrisa malévola. Algo emerge entre aquellos dedos del puño metiéndose dentro de ella de golpe. Sus manos se cierran de golpe llevándose un puñado de césped y su boca se abre incapaz de emitir ni un quejido. Es la peor sensación que nunca ha sentido. No por no estar lubricada y el consecuente dolor físico que provoca sino por ser violada y ser incapaz de hacer algo por evitarlo.

Me encontraba destrozado, observaba a ese horrible viejo encima de mi Madre, bombeando su pene dentro de ella. Las lágrimas ardían en mis ojos al tiempo que luchaba por contener mis emociones. Traté de moverme de ayudar, pero el miedo me impedía moverme. Con la última fuerza y esperanza que pudo reunir, Mamá trató de empujarlo fuera de sí. Su única respuesta fue golpearla de nuevo empujándola con rabia sobre el duro suelo. Intentaba arañarle al tiempo que el continuaba penetrándola, pero el miserable volvió a golpearla contra el suelo. El loco Cubano respondió agarrando sus manos de su espalda. Sus muñecas le dolían por lo apretado de su agarre. Y yo no me podía mover para salvarla.

La verga aumenta de ritmo manteniendo la violencia inicial. Cada penetración la estampa contra el suelo haciéndole emitir unos gritos que nadie parecía dispuesto a escuchar. No es aquella mujer extraña que Mamá llevaba por dentro la que tiene su trasero en pompa. No es a la Puta la que va a buscar a hombres a la calle. Es mi Mamá, la hermosa y despampanante viuda de Tapia a la que la están violando salvajemente.

Mamá aun siendo violada saca su lado fuerte, el carácter frío que le caracterizaba. Se muerde un labio para reprimir las lágrimas. No quiere darle más satisfacciones a ese tan maldito. La siente dura, abriéndola con decisión y sin contemplaciones. La mano con el cuchillo se retira y la agarra por la cintura tirando de ella con fuerza con ambas manos. La navaja queda a centímetros de su rostro y puede ver por el reflejo del metal sus propios ojos aterrados. Al cabo de pocos minutos abandona sus caderas para tirar con fuerza de su cabello obligándola a alzar su cuerpo y entonces se corre como un toro. Más que una corrida parece una meada. Ella siente como ese ardiente esperma emana sin parar colmándole la vagina de nuevo. Es tanto que enseguida brota como manantial por la cara interna de sus piernas hacia el suelo.

Mamá respira de nuevo sobre la hierba húmeda con aquella verga aún alojada en su vagina.

- ¡Oh, ohh..- resoplaba el animal.- Te ha gustado, eh Mamahita?.. yo sabía que sí. Pol má que lo niegue y te haga la diva mi garrote te vuelve loca.- le dice acariciando sus nalgas con suavidad.

Mi Madre sigue sin contentar, respirando entre las hierbas. Sus manos vuelven a tomarla del cuello y la voltean. Su horrible cara y sus ojos amarillentos y un brillo extraño, demoniaco quizás por la droga consumida la espera a escasos centímetros de su rostro.

- ¡CONTESTA PENDEJA!!. Ooh..- se toma un respiro.- ¡Veldá que es veldá?..- le exige.

Mamá le mira con el odio más grande que puede albergar un ser humano.

- Sí..- le contesta sin poderle mirar a los ojos.

- ¡He he he.. Lo sabía. ¡Oh, ooh.. Bastaba hechalte un palo para hacelte recapacitá, ..¿que eh eso de que ya tiene otro macho? Yo sabía que si volvía a proba mi banano cubano ibas a recapacita. ¡Ooh..- termina jadeante.

Mamá sigue manteniendo la postura contra el suelo mirando al cielo.

- Ahora todo seguirá como ante, ¿veldá?..

Pero nuevamente ella se niega a contestar.

- ¡CONTESTA!!..

- Sí. Don Mario..

- Lo sabía. Volveremó a ser como una familia.. ¿ha pensaho lo que alguna vez te dije? Lalgalnos de aquí e ilnos a viví a Cuba.

Un móvil suena, es el del viejo recibiendo una llamada. Y mientras este se acomoda el pantalón para buscarlo. Súbitamente, Mamá se da cuenta de que si no hacía algo pronto, ese maldito ser seguiría lastimándola. Al mismo tiempo, vio ese destello de luz reflejándose en la hoja de la navaja tirada cerca en el césped. Mamá aprovecha para sujetar la navaja y cortarle el hombro. Desgraciadamente la herida no es para detenerlo y otro golpe le llega desde la izquierda e impacta en su mejilla con violencia haciéndole caer de nuevo al suelo.

- ¡Ya está bien de tanta pendejaha Güerita, ..eh querido se bueno contigo pero tú ya no entiende. ¡No me engañará má con tus estratagemas de puta, ..si la quiere pol las malas, será pol las malas, puta engreida.

Y dicho esto la agarra de la barbilla apretando con sus dedos y abriéndole la boca para besarla con rabia. Su lengua entra casi por completo. Cuando la saca el muy canalla le escupe dentro. Mamá no puede reprimir una arcada.

- ¡Como vomites te mato hija de puta..- le dice sin dejar de apretar.

Mientras el asqueroso viejo la sujeta de la cara, la fue llevando hacía atrás hasta una mesa para el asado. Con uno de sus fuertes brazos sujeta las dos nalgas de mi Madre y la levanta, con la otra mano limpia la mesa de objetos y vasos que había ahí mismo. Deposita a Mamá en la mesa, sus piernas cuelgan por un lado de la misma. La vuelve acercar a su rostro y le mete la lengua en la boca obligándola a besarle hasta que vuelve a sentir que se ahoga.

- ¡Arghh.. Coff.. ¡Maldito, miserable.. coff.. te aborrezco como no tienes idea. ¡Te mataré cabrón, te arrancaré de este mundo viejo inmundo.

Pero lo único que provocaba Mamá era enardecer más la ira del Cubano quien no aceptada que ella ya no le quería.

- ¡Ahora verás hija de puta.. ¡Voy a jodelte otra vez ese culo, hasta que no te pueda sentá.. para que cuando vaya pol la calle moviendo las putas nalgas te acuerde siempre de quien te fue el que te las abrió dejándotelas en cruz.

Entonces la gira boca abajo sobre la mesa. Mamá quedó con sus pechos desnudos aplastados contra la superficie y con la cabeza elevada hacia el frente. El desgraciado se maravilló ante la exquisita visión, a pesar de haberlo visto en innumerables ocasiones un trasero como el de mi Madre era para alabarse siempre. Le colocó el ancho culo cerca del borde, para tener fácil acceso.

- De veldá mi amol que buena que estás, ..las otras rameras que me cojo no son ni la mitad de hembra que ere tú.- luego se acomodó encima de ella y colocando su pene en la entrada de su ano dijo.- Se cuánto te gusta Mamahita, prepárate para lo bueno.

El inmundo viejo con dos dedos dio espació abriendo una parte del culo, dejando su ano expuesto, un ano rosado y húmedo que era su perdición. Yo cerré los ojos con fuerza, si la penetración vaginal había sido dolorosa para ella. Lo que estaba a punto de hacer ese animal no tenía nombre. Da un tirón fuerte y le arranca las bragas para facilitar la sodomización y las ha tirado. Caen justo delante del rostro de Mamá sobre la mesa. Ella las ve y observa como estas están desgarradas, rotas e incapaces de volver a servir de algo. No puede ser. Ellas ya no sirven como última barrera de protección. Enseguida nota como entre sus rosadas nalgas va queriendo entrar algo grande. Hace unos meses algo así la hubiera excitado llevándola a perder el control, pero ahora la aterraba. El asqueroso Portero guio la verga hasta el ano y manteniéndola en horizontal comenzó a hundirle el capullo trabajosamente. 

- ¡Tienes el culo seco, cabrona.

Con el tórax algo elevado, Mamá frunció el entrecejo y apretó los dientes ante el doloroso estiramiento de su esfínter. Empezó a penetrarla lentamente por el culo. Mamá por muy fuerte que intentara ser no pudo reprimir gritar con todas sus fuerzas, pero el inmundo viejo le metió las bragas en la boca utilizándolas como mordaza: “¡MMMFFFF, MMMMMMFFFF!!!”. Toda su visión se nubló bajo un manto húmedo. 

- Esta ve será sin lubricante perra estúpida, ..má te valía no habelme rechazado y menos coltado.

Y siguió empujando, metiendo despacio su gorda cosa en mi Madre; ella agitaba brazos y piernas, abría y cerraba los ojos, tratando de despertar de aquella pesadilla y tratando de aguantar el dolor, pero era insoportable. Sentía que le estaba metiendo un fierro caliente en el recto. El desgraciado completamente drogado, porque un borracho no hace lo que ese canalla estaba haciéndole, siguió metiéndolo hasta el fondo; una vez que la empaló totalmente, se quedó quieto y le soltó aquellas palabras que jamás olvidaría:

- Como me gustaría quedalme siempre dentro de ti así mi amol, ..y que toda la vida trajeras entre tus nalgas mi verga cubana. Para cuando te sientes jamás me olvides de mí, pendeha.- lo único que lograba con sus malditos comentarios era hacerla sentir más humillada y miserable.

Luego empezó a sacar muy despacio su pene, hasta que lo sacó totalmente.

- ¡Puta madre Güerita, tu culo es para gózalo toda la vida, sin prisas, ..saboréalo muy despacio, y es lo que voy a hacer Mamahita.

Esperó unos segundos y luego volvió a meter su miembro despacio, provocándole de nuevo el mismo dolor que antes, pues ya se estaba cerrando por los segundos transcurridos desde que lo había sacado. De nuevo lo metió hasta el fondo y Mamá apretó los dientes, tratando de mitigar el infierno que sentía, pero eso para él el gozo era más grande.

- ¡Ooh, así Mamahita, ..así, apriétalo, muéldeme la banano pendeha, Que bien te entra..

Otra vez se quedó quieto al terminar de meter todo su pene y de nuevo procedió a sacarlo despacio. Así continuó, sacando y metiendo su asqueroso miembro lentamente en el cuerpo de mi Madre. Creo que lo hacía a propósito, para que ella jamás se olvidara de lo que le estaba haciendo por rechazarlo.

Trató de abrirle más las nalgas con una mano. Él la tenía con una mano sobre la espalda para que no se moviera y la otra abriéndole las nalgas con dos dedos, observando como su verga iba avanzando poco a poco. Unas muecas de dolor se apoderaron de la expresión de Mamá cuando volvió a encajársela entera, hasta que la bofa panza chocó con la raja de su trasero. Y empezó a moverse para encularla, cada vez más deprisa, jadeando del gusto como un toro.

- ARRGGHH!!! CABRÓN .. TE VAS A REPENTIR DESGRAMOGHH!!

- ¡Como vuelva a grital, te rajo como una vaca y voy y mato a tu bastaldo pendeha..

¡El hijo de puta sabía cómo atemorizarla ahora. Mamá no tuvo más opción que tranquilizarse y pensar, ¡Pero como pensar cuando te decían algo como eso y te hacían lo que estaba sucediendo! Mamá recostada sobre aquella mesa, miraba al frente con la mirada vacía, despidiendo algún gemido de dolor, sobre todo cuando se la clavaba hasta el fondo. La mesa rechinaba por los empujes. Ese desgraciado viejo que algún día la había hecho sentir amor, ahora cegado por la droga echaba el culo hacia atrás y lo contraía al máximo para sumergirla entera por su ano.


Fueron minutos de largo sufrimiento para Mamá. En uno de esos momentos, en que él la tenía empalada por completo, sonó de nuevo su celular, pero esta vez la sostuvo por la espalda para que ella no se levantara; se metió una mano en el bolsillo y buscó dentro:

- Aguántame Mamahita, ..ha de sé otra puta que quiere mi banano. Son igual de putas en esta colonia, ..pero no te preocupe, esta noche será toda para ti.- luego vio que el que llamaba efectivamente era nuestra vecina del frente y dijo: - Ah, es la chichona del frente, ..espera, no haga ruido.

Y contestó el teléfono mientras la tenía ensartada el muy maldito:

-  Bueno.. ¡Así, hola Sra Santillana. ¿Ah sí?.. pue iré a vé, que bueno que me dice antes de llamá a la policía, pero ahorita me hecho la vueltecica.. Ah bueno, está bien, si, dígale que no tenga pendiente.- entonces tapó el móvil y le dijo a Mamá:- Tus vecinos han escuchaho ruidos extraños, má vale que te calles pendeha.

Y continúo con la llamada:

- ¿Entonce tu Mariho saldrá mañana?.. ah está bien, yo me hecho una vueltica. Me llama ya que se vaya.. ¿agitaho?, no, ¡Ooh!, es que estaba lejos y vine corriendo a vé que está sucediendo en esa casa. No te preocupe, dile a tu Mariho que no pasa naha, que siga dormidito el cuelnudo ¡He he he.. Mañana iré a suplilo ¡He he he.. hasta luego.

Y el desgraciado inhumando colgó y sin sacar aún su pene le dijo:

-  Que dice tu vecina del flente que no estés chingando y que la goces ¡He he he.. que hoy te la va a dejá para ti solita y que ella la disfrutá mañana ¡He he he.. Esa puta solo quiere velga, no se llena, ..de seguro ahorita va a soña como mi banano en vé de agarra la de su Mariho. Pero no impolta, aquí esta Don Mario Flore, ..y mientras él esté aquí, a ninguna puta vieja le faltara porronga, ¿En qué nos habíamo quedaho Mamahita?.. ¡He he he..

Y luego continuó enculandola lenta, pero despiadadamente. A Mamá ya ni le dolía ni sentía nada. De hecho, ya no es nada, una pelele enculada incapaz de mover ni un solo músculo. Ya no siente la madera de la mesa clavándose en su cadera ni sus continuos empujes, ni entiende nada de lo que le dice. Ni tan siquiera deseo de que acabe. Ya todo le da igual. Entonces se sale de su culo y vuelve a entrar en su vagina. Pero Mamá ni se inmuta, es como su hubiera desaparecido su interior. Escucha su risa malévola muy lejos, justo antes de volverla a encular mientras la mantiene pegada a la mesa. Gira su cabeza y lo ve agarrando con una su cintura, tirando con fuerza mientras la otra la mantiene inmóvil sobre la madera. El desgraciado mira al cielo completamente ido y dando gracias a los dioses.

En eso, empujan de ella de forma bestial. Su verga entra del todo en el recto de Mamá le escuchó bufar. Sus pelotas tiemblan en la fina piel de los glúteos de mi Madre. El desgraciado se corre.

- ¡Ooh.. siente puta, eres mi mujé y siempre lo será. ¡Jamá te dejare, ..soy capá de matalte y matalme yo también con tal de está los dos en cielo.

Mamá se asustó al oír eso, este desgraciado podría hacer atentado suicida por su enfermedad mental, ella ya había escuchado de esos enfermos obsesivos que son capaces de matar por las personas que por su enfermedad aman. Cuando se vacío totalmente en ella se separó observando como su lechada salía del recto de Mamá con rastros de poca sangre, además de algo brilloso que se divisaba en su vagina.

- ¿Sabía que eres una buena puta?.- le insultó el viejo.- Te pueden violar pero aun así la goza.

Mamá, destrozada no le contestó y se derrumbó sobre el suelo, adolorida. Los dos permanecieron callados mientras ese se acomodaba el pantalón.

- Ve, si hubiera sido cariñosa conmigo no hubieramo llegado a esto.

El sesentón se acercó a Mamá y la amenazó.

- Como se te ocurra decil una sola palabra de lo que ha ocurrido pendeha, te juro que los mato y le prendo fuego a la casa con tohos dentro. Supongo que tu pequeñin pelveltido.- refiriéndose el hijo de puta a mi.- no le querrás hacer ningún daño. Sería una pena dañá tan linda familia pol naha, no?.- se confesó.- Y respecto a ti… no quiero que vuelvas a negalme nada.- le soltó inculcando el temor en el desangelado cuerpo de mi Mamy.- Piensa que si te poltas bien, a lo mejol podemos sel como antes, ..hasta casalnos si quiere.- le vaciló agarrándose el paquete y mostrándoselo orgulloso.- Tendrías esto para ti tohos los días.

Les juro que después de oír esto, toda mi congoja y dolor desapareció sustituido por una fría racionalidad de venganza, mi mente empezó a funcionar a marchas forzadas, ahora pensando en ello en la distancia me doy miedo a mí mismo, Aníbal sería blanca Nieves comparado conmigo en ese momento. Tenía algo claro, que ese ser miserable me las iba a pagar, y me las iba a pagar mucho más de lo que podría esperar.

Cuando el viejo se marchó, a Mamá le invadieron todas las culpas y rompió a llorar. Había metido a ese enfermo pervertido a su vida y ahora atemorizada no sabía cómo enfrentarlo. El problema no era denunciarlo, el problema era que ese cerdo podría intentar matarnos, algo que jamás le había ocurrido a Mamá. Además se encontraba aterrada, era por la forma como se lo había dicho. Volvió a la casa con el alma destrozada. Lo que a ella le había parecido un infierno había durado en total 1 hora. Estaba a punto de llorar solo al entrar a la casa, había procurado no quebrarse, no mostrarse débil para que su hijito no la encontrase en tal estado. Sentía la rabia más enorme con ese ser, pero más consigo mismo, por haber sido tan estúpida.

Evitó llorar todo lo que pudo hasta que se cercioró de que yo no anduviera por ahí, para su suerte yo estaba en mi habitación (incapaz de racionar y lleno de ira). Fue entonces que se dirigió a su recamara caminando lento. Una vez que llegó a la privacidad y protección de su habitación se tumbó en su cama matrimonial, boca abajo y lloró a mares. Pero inmediatamente un pensamiento la detuvo: no podía redumbarse, no podía dejar que ese desgraciado ganara. Con valentía y el carácter de Mamá la hizo ser fuerte, se puso de pie a como pudo y se metió al baño. Allí se desnudó por completo y el espectáculo para ella no era nada halagador.

Había moretones por todo su cuerpo, sus labios vaginales inflamados, la rajita completamente abierta y húmeda, entre sus muslos una capa tostada de semen y flujos vaginales. Su rostro.. en él se leía la angustia vivida, los ojos inflamados, los labios más inflamados aún por los golpes y mordiscos que ese maldito le había propinado. Se apoyó en el espejo tratando de negar lo que veía y lloró de nuevo, de rabia, de impotencia por no saber qué hacer.

Luego se metió a la regadera, disponiéndose a tomar un largo baño en agua caliente. En silencio tomó la esponja enjabonada y la frotó a conciencia por todo su maltrecho cuerpo, sollozando aún a medida que el agua ejercía su efecto medicinal. Poco a poco se fue calmando, al menos físicamente aunque su mente no tenía paz, seguía reviviendo escena a escena lo ocurrido con el viejo. Recordaba como la había golpeado, las cosas que le había dicho, como se había derramado directamente dentro de su recto, hasta irritarle.

Luego cuando casi se ahoga con su asquerosa saliva y tuvo que escupirla que se enfureció de tal manera que creyó que iba a matarla. Por suerte no lo hizo pero tuvo que retenerla por temor a ser golpeada. El desgraciado nunca había sido violento, pero ahora había sacado su verdadero ser, por suerte aún estaba viva y tenía que pensar en algo antes de que ese ser se volviera acercar a ella, a su hijo que era lo que más le aterraba.

Tomé un poco de gel de baño y lo esparció por su dolorida entrepierna y ano. El frío del gel fue un alivio, poderse quitar la suciedad de ese ser mucho más. Le dolía mucho el cuerpo y el alma. Tomó la regadera de mano y la aplicó directamente a mi vagina, luego en el ano. La presión del agua le dolía. Recordó entonces cuando el maldito, no contento con haberle follado vaginal y anal había tenido la osadía de amenazarla con matarnos y encender toda la casa.

Aun sentía en sus intimidades el rose de esa horrible cosa sin lubricación entrando y saliendo sin miramientos, sin contemplaciones. Al contrario, el verla sufrir era su goce. Cuando ella no gritaba o se quejaba él aceleraba sus movimientos hundiendo más y más su estaca hasta el fondo, partiéndola literalmente en dos, castigándola por quién sabe cuál razón. Afortunadamente no duró mucho como le caracterizaba, se corrió bramando y temblando.

Y allí se encontraba Mamá, en el baño frotando su delicado cuerpo, consintiendo su piel maltratada aunque nada pudiera ya borrar el enorme daño que ese inmundo le había causado. Salió de la regadera pasito a pasito. Limpió el vapor del espejo y se contempló de nuevo. La situación no había cambiado en lo más mínimo, cada morete seguía en su lugar, como si un simple baño pudiera borrar el horror de los pasados minutos. Trató de llorar de nuevo pero ahora lágrimas no salían. Secó su cuerpo con cuidado y se puso una pijama larga de seda, de mangas largas y cuello alto, muy suave, sin ropa interior por supuesto, que pudiera irritar más lo ya irritado. Se acostó sollozando e hipando tratando de organizar sus ideas y temores. No podía ser que nada le saliera bien, muchas personas habían tenido experiencias que salían bien libradas y a ella le ocurrían estas cosas. Apagó la luz dejando únicamente la lámpara de mesa.

Por mi parte yo salí de mi habitación destrozado, no podía aun juntar ideas, la ira y el odio me abrazaban. Quería una sola cosa en la vida, venganza. Matar, ya no deshacerme de ese ser. Le tenía tanto odio que pensé en algún momento en ir a bajar e ir por la pistola que Papá guardaba en su despacho e ir a matarlo, pero ni eso me quitaría el odio que albergaba en estos momentos. Lloré en silencio frente a la puerta de mi Madre, impotencia y odio a mí mismo por haberme quedado paralizado, sin tomar acciones más que solo mirar horrorizado. No supe cuánto tiempo pasó que me quedé dormido en el paso, frente a la puerta de la recamara de mi Madre. Quería que me pegara, que me gritara que yo también tenía culpa en lo que le había pasado. Que me mandara lejos como alguna vez intentó Fernando. Quizás yo era el problema, sin mí quizás Mamá estaría salva.

.....

- ¡Tengo miedo de haber quedado embarazada, Doctor.- desconsolada comentaba Mamá al día siguiente de haber sido vilmente violada por ese viejo.- ¡Por favor, eso no puede ocurrirme Doctor. Usted sabe que Rodolfo ya no está, ..usted nos ha atendido durante años, necesito que me revise.- sonrojada se lamentaba entre lágrimas y gimoteos, mientras llena de temor intentaba encontrar una manera coherente de pedir la ayuda de nuestro médico de cabecera aunque sin revelar del todo el nombre de quien la había lastimado.

- Bueno si, Sra Tapia, ..pero antes que nada yo sigo creyendo que esto está mal y debería denunciarlo. Yo sé que esto es difícil para usted como para cualquier mujer, ..ellos podrán ayudarla en estos casos, tratarla médica y psicológicamente.- insistía en recomendarle el buen hombre de bata blanca antes de volver a conminarla y ofrecerse.- No puedo creer que no haya sido capaz de haber llamado a la Policía. Si usted quiere yo la acompaño a que denuncie a ese infeliz. Es más, yo mismo tengo que reportar este tipo de delitos cuando suceden.

- ¡Nooo!, eso no Doctor…- de manera tajante le impidió continuar.

La realidad lo que Mamá no sabía cómo explicarle al Médico, era que mucho antes de que esto pasara había tenido una relación amorosa con ese viejo casi sesentón y horrible, a quien no contenta simplemente con permitirle que gozara de todo su hermoso cuerpo y hacerla gemir como loca por cada uno de los rincones de la casa, se había inmiscuido a tener que intercambiar su cuerpo para salvarlo de sus deudas de juego. Así, luego de escuchar las recomendaciones de nuestro doctor familiar y rehusarse a denunciar el hecho pero sin ir más lejos en sus explicaciones aun cuando esto le suponía crear ciertas dudas en la cabeza del Doctor por lo que finalmente le pidió:

- Lo único que quiero es evitar que todo esto salga a la luz y la gente se enteren de lo que me pasó Doctor.. No tendría como explicárselo a mi hijo, ni mucho menos sabría que decirle, no quisiera que se imaginara nada.

Por lo que después de una emblemática pausa el Doctor decidió respetar los deseos de su paciente y no mortificarla más con sus dudas y curiosidad por los misterios que esta parecía estar decidida a no revelarle y se limitó a indicarle que le podría prescribir un contraceptivo de emergencia con el que abortaría cualquier posibilidad de haber concebido alguna criatura durante la noche anterior pero, le advirtió:

- El problema Señora Tapia es que si se lo aplico y no se toman precauciones con especialistas, se pueden tener algunos efectos secundarios para después en su cabeza, ..trastornos mentales y en casos graves delirio de persecución y paranoia. En estos casos es mejor acudir a un psicólogo que trate este tipo de situaciones.

Mamá que sin duda alguna había sido educada bajo una firme moral y, antes de que todo esto sucediera, principios inquebrantables. Se encontró de pronto ante la terrible disyuntiva de sus decisiones pero después de algunos instantes durante los que lo meditó, pensó finalmente que precisamente para eso era que había decidido acudir a nuestro Doctor de cabecera, y lo último que una mujer como ella podría permitirse era la posibilidad de traer al mundo a un hijo sin Padre y peor el sería concebir a un niño cuyo color de piel le resultaría imposible de explicar a sus amistades, sus familiares y sobre todo a su propio hijo, por lo que decidió tomar el tratamiento.


Por mi parte, algo dentro de mi había cambiado, durante el día no me interesaron los libros, los juegos electrónicos ni ningún otra cosa. Mi mente se encontraba ida y trabaja en un solo pensamiento, venganza. Por lo que me senté todo el día en la entrada de nuestra casa intentando maquiavelizar la forma para devolverle a ese viejo el mismo dolor que nos había causado sin arriesgar la imagen de mi Madre y sobre todo alguna represarías más fuerte por ese inmundo ser. Cavilando en como librarnos de susodicho se me vino una idea al ver al Sr Santilla irse a trabajar. El ingenuo hombre salía de su casa sin imaginar que otro individuo ocuparía lo más pronto su lugar, y sobre todo que hasta tenían pensando en robarle solo para liberar nuevamente sus deudas de juego. Pensé, ¿y si lo impido?.. si impido que ese desgraciado pague sus deudas. Ahora recuerdo el miedo que le producía aquel tipo llamado el Clavo.

Por lo que rápidamente idee un plan, no sabría si funcionaría pero al menos le metería un susto. Coincidía cuando el Sr Santillana se dirigía a su vehículo. Esperé que encendiera el auto mientras la descarada de su mujer lo despedía llevándole el maletín de trabajo y le daba instrucciones de que le llamara antes de volver (la muy cínica) Esperé a que el Marido se marchara. Inmediatamente la Sra Santillana sujetó su móvil y empezó a marcar, no había que ser un vidente o adivino para saber con quién se estaba comunicando. Me escondí entre los arboles de nuestro jardín frontal y esperé a que ese inmundo apareciera. Me llenó de rabia el verle, campante caminando por la cera del frente después de lo que había hecho. El desgraciado tenía el cinismo de voltear a nuestra casa con su sonrisa burlona. Me daban ganas de dispararle ahí mismo en la calle, pero si quería una buena venganza tenía que mantener mis impulsos calmados.

Enseguida corrí a la casa y busqué en el libro amarillo de teléfonos el móvil de la oficina del Sr Santilla. Le iba a marcar, fingiendo ser su hijo para que me lo pasaran. Le diría que un hombre se encontraba en su casa. Ya no me importaba nada, lastimar a otros, destrozar familias ni nada. Venganza Pedrito, venganza. La moneda estaba echada, le sugería por la bocina (claro que disimulando mi voz con una toalla sobre la bocina y poniéndola más ronca) que dejara su vehículo a unas cuadras y que se apresurara.

La verdad que no sabía que estaba pasando en la cabeza del Sr Santillana pero me lo imaginaba, se fue del trabajo con el temor navegando en su mente. Seguramente en su regreso no lograba ni concentrarse al conducir por la calle, imaginándoselos juntos, aprovechando su ausencia, liados, eran pensamientos horribles que no se le recomendaban a nadie. Y lo peor que su mujer lo había despedido instantes antes muy amable. Ya me lo imaginaba, deshaciéndose el nudo de la corbata, sudando frio. Tenía que venir a comprobarlo, asegurarse que esa llamada era un error, que su adorada mujer no estaba liada con nadie. Los nervios le mataban, tenía que asegurarse de airear las sospechas que había surtido efecto.

Enseguida apareció caminando velozmente por la cera hacía su casa, nervioso, desesperado, temeroso de que esa llamara anónima fuera verdad. Se desplazó por su jardín. Abrió la puerta de la calle de golpe, sin miedo a sorprenderles. Reinaba el silencio en su casa, pero enseguida vio la bata de su mujer tirada en el pasillo y unas bragas tiradas en dirección a su recamara. Cerró los ojos, hundido, sin fuerzas, con temblor en las piernas. Jamás había sentido tanta rabia. Entonces oyó los gritos de ese hombre grotesco.

- ¡Vamo, pendeha, chupa y mueve el culo.

¡SPLASSH!!! ¡SPLASH!! Y oía una sucesión de palmadas y una serie de quejidos de su mujer.

- Ooh Muy bien, tetona, así… Ooh.. Así.. Oh.. oh.

El pobre hombre apretó los puños y se dirigió hacia la puerta, caminando con firmeza, aunque con los nervios provocándole un sudor frío. Debía armarse de valor. No podía continuar inmerso en aquella infamia.

- ¡Mueve el puto culo pendeha.. y esas putas tetas. ¡Así, Pendeja, así… Dehpacio… Ohhhh…

Tenían la luz encendida y la puerta de su recamara a medio cerrar. Sólo escuchaba la voz de un hombre jadeaba como de manera desesperada. Se detuvo ante la abertura y les vio en la cama. Su tan adorada mujer religiosa se encontraba arrodillada y curvada hacia delante, como una perrita, con las manos maniatadas a la espalda con lo que conoció era una de sus corbatas. Sus enormes tetas reposaban aplastadas contra el colchón. Y lamía una fotografía, pasaba la lengua lamiendo la imagen de su boda, derramando saliva. Tras ella se encontraba ese enorme sujeto del cual jamás imaginó, arrodillado, sujetándola con rabia por las caderas, moviéndola con duras y constantes embestidas que le provocaba vibraciones en las nalgas de su mujer. La imagen lo petrificó, veía su torso oscuro completamente bañado en sudor y su horrible rostro de gusto.

- ¡Ohhh..- jadeó con los ojos entrecerrados, reduciendo la marcha. Viniéndose dentro de su mujer.

La Sra Santillana elevó un poco la cara de la fotografía. Sus propias babas colgaban de su barbilla y goteaban sobre el cristal baboseado. Ese horrible animal se removía despacito detrás de su mujer, como escurriéndose antes de sacarla. Le dio tanta rabia que empujó la puerta de golpe, quedándose plantado ante ellos. El Portero fue el primero en darse cuenta. Abrió los ojos sorprendido.

- ¡Sr Santillana, ..no vaya a cree que yo.

Dio un salto de la cama tapándose la verga con ambas manos, sin saber hacia dónde ir. La esposa se irguió tratando de liberar sus manos a la espalda, con sus tetas danzando antes los bruscos movimientos de desesperación. Todavía mostraba la barbilla cubierta en babas.

- ¡Fabián!

La muy descarada aun así bajó de la cama de rodilla en rodilla, aun con las manos anudadas a la espalda con la corbata. Hasta que consiguió liberarlas. El Sr Santillana estaba paralizado, veía aun el vello vaginal de su mujer salpicado de gotas de la leche de ese horrible hombre. Cuando la muy descarada buscó algo para tapar su vergüenza, le vio las nalgas enrojecidas por los azotes, con señales de fuertes manotazos. Se puso otra bata y se la abrochó anudándose rápidamente los cordones al frente, limpiándose la boca con el dorso de la mano. Su Esposo les miraba bajo el marco de la puerta. El viejo estaba atemorizado, encogido con las manos tapándose la verga.

- ¡Fabián, deja que se vaya, el Señor no tiene la culpa de nada.

El Esposo observó al viejo, como diciéndole ¿cómo se había atrevido?..

- Los voy a matar. ¡Se los juro..

Increíblemente su mujer se giró hacia la cómoda y se encendió un cigarrillo. El Marido la observó más sorprendido. Le temblaba el pulso. El pobre hombre miró la fotografía donde se encontraba él en el día más feliz de su vida, con charquitos de saliva espumosa, y distinguió salpicones de semen por todas las sábanas, con la corbata tirada en el suelo.

- Lo siento, Fabián ..no quería que lo descubrieras así, pero ya ni modo.- le dijo ella sin mirarle.

- ¿Qué lo sientes, Matilde?.. ¿Cómo has podido hacerme esto?.. Tú sabes lo mucho que yo te quiero..

- Yo también te quiero y amo a nuestros hijos.- dijo expidiendo humo de su boca.

- ¿E-entonces?..- lloriqueó abriendo los brazos.- ¿Qué significa esto?..

- Nos gustamos, ok? Y una cosa nos llevó a la otra.

- ¿P-pero por qué?. No te conozco, Matilde. Además estas fumando.

- Empezamos a platicar, yo me sentía sola, estaba muy agobiada y él me daba su comprensión. Tú estás y no estás, estás siempre con lo mismo, Fabián, yo así no podía seguir.

El pobre hombre destrozado caminó hacia su cama, desfallecido, y se sentó en el borde.

- Matilde, no puedes hacerte una idea de lo que siento ahora mismo. Cómo pudiste hacerlo. C-como vamos arreglar eso.

- Lo siento Fabián. Sé que está muy mal lo que he hecho, pero me siento muy sola, muy, muy sola. Tú lo sabes, respóndete a ti mismo.. ¿desde cuándo no hacemos el amor?.. Sólo tu trabajo, ya está. Últimamente, yo me he sentido como una simple cosa. Me sentía como un cero a la izquierda.

- P-pero si tienes todo lo que quieres Matilde, ..no te hace falta nada.

- ¡Cariñooo.. amor, todo lo que este hombre me dá.- y como si no hubiese ocurrido nada le aclaró.- No te preocupes Fabián, sólo ha sido sexo, nada más. Aun siento algo por ti, ..a pesar de lo mal que me sentía, de lo sola que me siento, yo seguiré a tu lado. ¡Pero es que siempre estas agobiado con tu trabajo Fabián.- le increpó como si él fuera el culpable.

- Yo te amo Matilde, sniff.. cómo pudiste hacerme esto.- y empezó a llorar como un cobarde.

Su esposa levantó la mano y se la pasó por encima de la cabeza.

- No quería que te enteraras así, pero ya está, ..ahora lo sabes. Entiendo cómo te sientes.. ahora ve a trabajar.

- P-pero yo te quiero Mati. sniff.. No sabes cuánto.. nuestros hijos, que van a decir nuestros familiares. Sniff.. ¡No me vayas a dejar.

El Cubano de pie y sudando como un cerdo, resopló con los ojos cerrados. La Sra Mati le miró a los ojos y le sonrió, después abrazó a su esposo consolándolo. El pobre hombre abatido y adolorido actuaba como un maricón, con su orgullo desvanecido.

- No pasa nada Fabián, no te voy a dejar..  yo te quiero, te quiero como siempre. Solo es sexo con este hombre-. le levantó la cara obligándole a mirarle -. No pasa nada entendido, nadie tiene porque saberlo. ¿Entiendes?..

El Sr Santillana se fundió en un abrazo con ella.

- Ya, ve a trabajar.. nadie tiene porque enterarse.

- P-pero es que tú.. ¿te vas a quedar aquí con él?..- preguntó aun el mongolín.

- ¡He he he.. ¿Pol qué no va a pol una copita mientras tu mujer y yo nos relajamos un rato?..- le ordenó el desgraciado.

- Es que… es temprano, ¿No, Matilde?..

- ¡No seas así Fabián, ..Don Mario solo quiere ayudarte, anda. Después márchate a la oficina.- protestó su mujer.

- Tómese un trago para pasal el mal sabó, ..vamo y tráigame uno a mí para el susto, ¿no?..

- Sí, pero…- el Portero le dio dos cariñosas palmadas en la espalda.

- ¡Anda, cabrong, ..una copa, hombre.

Intimidado por la molestia del viejo y su sinvergüenzada acción, se levantó para buscarlo.

- Puedes selvite una y a mi tráeme toda la botella, ..a tu mujé le gusta tomá conmigo.

- Es una botella muy cara, ..solo para momentos especiales.

- ¡Tráela carajo, no ve el puto susto que me has metido.

Las cosas habían dado un giro inesperado para mí. Todo me salía mal, o parecía que la suerte no se le acaba a ese maldito. El tontilín hombre salió de su habitación más agobiado que un estudiante reprobado en su última chance, mientras ellos tomaban asiento en el borde de la cama, uno junto al otro, ambos desnudos, charlando animadamente mientras se pasaban el cigarro. El cuerpo blanco y fino de su Esposa junto al de aquella bestia gorda y sudorosa. No lo pudo evitar y corrió al baño a vomitar. Se daba asco a sí mismo por haber llegado a situación como tal. Caminando lento y trompicones, se dirigió a una pequeña barra bastante cabizbajo. Efectivamente era un pelele, un cuernudo sin valor. Se tomó un whisky sólo para calmar sus nervios e inquietud. Luego tomó la botella y temeroso caminó hacia su habitación. Pero se detuvo en la puerta.

De nuevo se estaban acariciando. La muy sorra le estaba haciendo una mamada espectacular ya sin tapujos, sin importarle ya que estuviera su Marido. El inmundo viejo permanecía tumbado bocarriba encima de su cama, con los codos como soporte y sus robustas piernas separadas, concentrado, bufando como un cerdo ante las tremendas chupadas que le proporcionaba la infiel esposa. Así mismo ella, arrodillada entre las piernas de su amante, doblada hacia él le sacudía la verga con una agilidad mientras agachaba más la cabeza para lamerle la base del tronco a lengüetazos, sobándole los asquerosos güevos con la mano izquierda a modo de cariño.

Una completa desconocida Sra Santillana le sacudía la verga en la lengua y le achuchaba los güevos con rabia, envuelta en una frenética lujuria. Creo que la muy puta disfrutaba ahora de ponerle los cuernetes al tontín de su Marido. Y la verdad que el Sr Santillana siempre me había parecido un lelo, una persona sin carácter, retraído por el fuerte carácter de su mujer. Retrocedió abrigado por el pánico que se respiraba en tan embarazosa situación. Tragó saliva sin saber cómo reaccionar. Permanecía como un pasmarote mientras a un par de metros su Esposa se la mamaba a ese horrible viejo.

Las manos le temblaban, no sabía cómo actuar, por un lado amaba a su Esposa y a sus hijos, sería el hazmerreír de todos. Como les había contado hace tiempo ya, la familia Santillana es muy religiosa, siempre llevan la biblia bajo el brazo, siempre inmiscuidos en asuntos de la Iglesia, el tipo los Flaners de los Simpson. Devoto, un ser compasivo y amigable, lo que era provechado por su mujer para manejarlo como un pelele.

Unos segundos más tarde, la Sra Santillana comenzó a gemir escandalosamente como una puta en celo, gemidos que se mezclaban con grotescos jadeos secos de su amante. Estaban follando sin importarles en lo más mínimo que él estuviera ahí. Dio un paso hacia la puerta y se asomó por la ancha ranura. Su Esposa se había subido encima de este y tenía la verga clavada en lo más hondo de su intimidad mientras este la cogía agarrándola por el culo y meneándolo sobre la gruesa verga. Ella, erguida, con sus enormes tetas botando, apoyaba sus palmas en la panza sudorosa concentrada en sentir todo aquel tamaño abriéndole el chocho.

Anonadado, contemplaba la frenética entrada y salida de aquella inmensa verga entrando en su mujer, el movimiento de aquellos oscuros tanates y los saltos que ahora su desconocida Esposa daba sobre aquel cerdo que antes lo catalogaba como un amigo. El Sr Santillana, horrorizado por la escena, pero sobre todo por el estúpido temor de que podía perderla, se retiró de nuevo hacia la barra y tomó asiento en un taburete escuchando los grotescos sonidos que salían de su recamara. Le daba vergüenza entrar en la misma casa mientras su mujer sin tapujos cogía como ese horrible viejo, creo que hasta se sentía un estorbo para su mujer. Esperó tomando nervioso sin hacer ruido con la esperanza de que fueran ellos quienes salieran. Para su sorpresa, apareció ese desgraciado. Iba desnudo. Dejando la puerta aún más abierta, a su completa vista.

Aún respiraba por la boca, limpiándose el sudor de la frente con el dorso de la mano. Era una imagen que le quedaría grabado por el resto de su vida. Un enorme viejo color marrón, con tórax velludo, con tetillas fofas y una barriga pronunciada y dura. Sudaba a borbotones, las hileras le escurrían del cuello y las gotas de la frente le cocían. Al ir desnudo, el atormentando hombre vio su verga gruesa, de piel amoratada, muy larga y de un grosor considerable, con unos güevos monstruosos entre las piernas, blandos y peludos. Llevaba un paquete de cigarrillos en una mano y se encendió uno mirándole, para después dirigiéndose al baño. Unos segundos más tarde, salió su Esposa ataviada con una bata de seda blanca.

- ¿Aun sigues aquí, Fabián?.. joder, contigo, pensé que ya te habías ido.

- ¡Te desconozco Matilde, ¿qué fue lo que te ha hecho?.. ¿por qué?..

Podía ver entre su bata la raja hinchada de su mujer y colorada donde se distinguía su chocho embadurnado por la leche del Portero. La mujer llevaba los pechos y el cuello brillante en saliva. No pudo aguantar más, se soltó llorando como un completo imbécil. En eso el viejo salió del baño y se acercó a la barra, tomó la botella y un vaso para irse a meter de nuevo a la habitación.

- ¿Quieres una copa, putica?..

- Sí…

Se besaron con pasión, después se adentraron a la habitación. El viejo se sentó sobre la cama y la mujer se sentó en una de sus piernas, abrazada a él. El Sr Santillana ya se había incorporado y se miraba las manos temblorosas, incapaz de no hacer nada. Les vio muy acaramelados, con las copas en la mano, besándose y manoseándose.

- Venga acá, Sr Santillana, ..tómese una copa con nosotros.- le invitó el desgraciado.

- ¡Ven, Fabián.- añadió su Esposa a modo de burla, abrazada a su amante, con las tetas reposando sobre aquellos pectorales bofos, con su culito aplastado contra el robusto muslo de la pierna.

El pobre Esposo, hundido psicológicamente, con las sienes palpitándole por los celos y la vergüenza, con el alma dolorida por lo que se encontraba viviendo, envuelto en ese hedor insoportable a sexo, dio media vuelta para dirigirse a su trabajo.

- ¡No te vayas, maricóng.- le gritaba el inmundo ser.

- ¡Quiero ese dinero que te pedí Fabián.. si no quieres que todo el mundo se entere de que eres mariquita.

Fue horrible la humillación. Fue horrible oírles hablar de ese modo cuando se suponía que ellos eran los de toda la culpa. Fue horrible salir de su propia casa convertido en un cornudo maricón, fue horrible enterarse de que ese dinero que tanto le había estado mencionando seguro era para ese viejo. Iba ser horrible soportar los comentarios de su círculo de amigos y de su familia, de la Iglesia. Se sentía culpable, quizás el mismo propiciado todo aquello por su carácter englengue.

Por mi parte yo también me sentía tan mal, jamás imaginé que algo como esto pudiera suceder, parecía estar destinado a ver solo los triunfos de ese maldito. Me alejé de la casa de los Santillana una vez que asimilé mi nueva derrota. ¿Cómo le iba hacer, que tenía que hacer para deshacerme de ese desgraciado?. El Sr Santillana se encontraba sentado en el banco de un parque con un maletín al lado. Permanecía abstraído después de haber derramado unas cuantas lágrimas de terror. Lo había presenciado todo. Con la idea de que iba a pasar ahora con su familia. Sus niños pronto saldrían de la escuela, él tendría que volver.

En sus pensamientos aún vivía la escena, su corazón palpitaba al recordar tan espeluznante humillación al que había sido sometido por parte de esos dos. Ahora ya todo se le había despejado, para su Esposa suponía una diversión humillarle de la manera más ruin, besándose y morreándose incluso frente a él, animando por ese viejo miserable el cual él consideraba antes como un amigo. Debía denunciarle a la policía, aunque antes lo trataría con ella. No podía seguir como un cobarde, quizás estaba pensando en llevarse con él a su mujer a otra ciudad, hacerla recapacitar, alejarla de ese monstruo perverso que la había endemoniado. Hablaría seriamente con su mujer y la libraría de aquel infierno.

.....

Las cosas no cambiaron esos días, Mamá se encontraba destrozada y mi desesperación por vengarme de ese desgraciado se me acrecentaba más y más. Lo odiaba tanto que por un momento me tenté a ir a comprar una pistola e ir a matarlo con mis propias manos. Veía a Mamá y me hervía más la sangre por venganza, se la pasaba ida en sus pensamientos y apenas salía de su habitación para comer, evitaba hacerle preguntas sobre su situación para no hacerla sentir más mal. Se esforzaba para darme una sonrisa. El sueño se me iba por las noches, no dejaba de pensar en una idea para deshacerme de ese animal.

De manera que me decidí buscar algún tipo de ayuda por la red interna, pagar para que alguien le diera un escarmiento, le metiera solo un susto para que se largara lejos. Por el correo contacté a un tipo, que lo único que hizo fue darme una dirección, aclararme el costo de la consulta y decirme que para cualquier cosa que quisiera yo saber tenía que ir personalmente a ese lugar. Pues ni tarde ni perezoso me armé de valor y me acerqué. El lugar era de aspecto pobre, en un barrio marginal. Me dio miedo perder mi motocicleta o que me raptaran, pero cuando lo oí hablar me di cuenta que su poder por la zona era grande, nadie me haría nada. Y en fin que para no hacerles el cuento largo, me pregunto mi problema sin pedirme nombres, me pregunto si quería solo un susto o ya no lo quería ver más (ósea muerto), le conteste que esa persona había lastimado mucho a mi familia, pero jamás deseaba matar a nadie.

- ¿Porque no lo haces tú?..- me preguntó con una mirada fría.

- ¿Y-yo?

- Si, tu, ..véngate de él, con tus propias manos.

Y me dio un pequeño frasco con un líquido amarillento como el orín.

- Le vas a ese cabrón en el café o en lo que tome.- me dijo el tipo.- Solamente tres gotitas de este líquido y eso bastara para que se duerma por tres horas, no tiene sabor ni aroma, por lo que se lo puedes dar en café, en refresco, en la sopa, o en lo que se te ocurra, ..pero recuerda que deben de ser solamente tres gotitas, si te pasas por una no hay problema, pero trata de no pasarte. Si no quieres que quede tieso.

- ¿Y está usted seguro de que funcionara?..

- Claro que funcionara, ya lo tengo muy caladito ¡Je je je.. ¿Traes la pasta, o piensas pagar con esa motocicleta?..

- No, no.. tengo dinero.- y le di todo el dinero convenido.

- Se ve que eres un niño con pasta, ..y con bastantes agallas. Otro chiquillo como en tu caso ya se estuviera meando en los calzoncillos.

- ¿Y cuánto tiempo dura el efecto?..

- Ya te dije, máximo tres horas.. si quieres alargarlo tendrás que darle otras dos gotitas dormido, pero si se te pasa no vengas a lloriquearme o me mandes a la policía. No me conoces ni nunca me has visto entendido. Apáñatelas solas si haces una pendejada, ..es toda tu responsabilidad.

- ¿Y qué me recomienda que le haga?..

- ¡Je je je je.. Eso es tu puto asunto mocoso, ..pero a una mujer que su marido le puso el cuerno, le mocho la verga ¡Je je je je.. Cuando el marido despertó, su mujer se lo había cocinado en un plato.

- Muchas gracias..- le dije asustado.

- Si tú no te animas, ..duérmelo y nosotros vamos por él. Solo que te costará mucho más dinero.

- Gracias, lo tendré en mente.

- Ya sabes, y si quieres armas.. para ir a balacear a tu escuela y a tus maestros, ya sabes ¡Je je je je..

.....

Toda la tarde me la pase divagando con el frasquito en las manos, se me ocurrían tantas cosas para hacerle a ese maldito pero no me decidía por cual. Además eso de darle las gotitas sería complicado, pues no quería ni acercarme a ese maldito. ¡Joder, ni pensar más, esta noche se haría.. ese viejo desgraciado ya no le haría daño a nadie. Tenía un plan infalible para no mancharme las manos.

Esperé a que Mamá se metiera a su recamara y con mi mochila en mano escapé por la puerta trasera sin hacer ruido. Estaba oscurecido por lo que no se me complicó acercarme a la caseta y averiguar si ahí estaba ese viejo. El maldito no se haya, pero si lo que estaba bebiendo el muy cerdo. Le apliqué tres gotitas a un café tibio que había ahí sobre su cochina mesa y otras tres a un vaso con licor con hielos, cualquier cosa que bebiera lo tenía atrapado. Después salí de ese cuartucho y me dirigí a la parte de atrás, por el agujerito hecho tiempo atrás esperé a que apareciera el maldito, ahora si me las pagaría todas juntas el cerdo inmundo.

Pero nuevamente cual sería mi sorpresa cuando le vi venir, pero no venía solo, venía con Yuli y la jalaba del brazo el animal. Sin soltarle abrió la puerta de la caseta y entraron mientras ella lloriqueaba e intentaba golpearle.

- ¡Noo, no suélteme..

- ¡Ya me tiene harto con tu pendejahas putilla.. ahora vas hacé lo que yo te diga.. escuchaste… vas hacelo…

- ¡Noo, le juro que yo iba a ir, ..pero no pude salir. ¡Mi Papá no me dejó.. no me dejó.

La adolecente lloraba mientras ese inmundo cerraba con llave el cuartucho.

- ¡Te gusta velme la cara de pendejo veldá babosa, ..pue ahora va a aprendé.

- ¿Q-que me va hacer viejo desgraciado?..

- Voy a vendé tu violación pol intelnet ¡He he he.. Pol lo pronto ya tengo el primé cliente, ..mi amigo me paga una plata por este video que vamó hacel. Ese amigo, el cual tuve que pedil disculpas polque no te presentaste hija de la chingaha.

Yuli estaba de espaldas al viejo, en respuesta a su vil respuesta lo único que hizo fue a ponerse a llorar.

- ¡Sniff.. sniff..

El desgraciado terminó de cerrar la puerta, se paró frente a los monitores de las cámaras y apagó todas las cámaras que se hallaban dentro. Se dirigió, hacia donde estaba Yuli llorando amargamente. En eso sacó una cámara pequeña de uno de los cajones de su escritorio.

- ¿Qué te parece putilla?.. ahora vamo a entendelnos mejol?..

Le dijo el aborrecible viejo, mostrándole todos sus amarillentos dientes, y continúo..

- Tuve que pedile unas disculpas a mi amigo porque no viniste pendeha, ..pero ya le expliqué que le daría un video de ti pol la mitad de precio ¡He he he.. Haré varia copias de este CD.., y vale má que no me hagas encabrona desgraciada porque le haré llega una a tu abuelito, ..a vé que opina él de lo decentita que eh su nieta.. ¡He he he.. otro se lo enviare a tu Papis y a todos tus noviecitos que se ve que son muchos.. ¡He he he.. continuo?..- le preguntó el inmundo.

Yuli dándose cuenta de cuál era su situación dijo:

- ¡Noo, por favor Señor, no lo haga… yo le juró que le pagaré lo que sea, no me haga daño por favor. Yo le daré el dinero que me pida, por favor..

- ¿Dinero?, tu no me dará ni un puto quinto.. a vé …- dijo el vejete.- ¿Cuánto trae ahora?..

- M-mi reloj, véndalo.. tengo mis aretes y mi collar.

- Nah, por esas mamadas no me darán ni una mielda. Quiero que te quites toda la ropa.. ¡AHORAAA!!!

El inmundo animal tomó asiento en su cochina silla que había ahí para monitorear, que se notaba que nunca lo hacía pues estaba sucia y llena de polvo. El desgraciado empezó a grabarla desde esa videocámara, se proponía a disfrutar del espectáculo que le brindaba aquella jovencita, que en esos momentos no haya que hacer, ese maldito la había encerrado y ahora se proponía a grabarla mientras ella se desnudara.

- Ándale pendeha, este va a sé tú debut como estrella porno ¡He he he..

- Porque me hace esto señor, ..yo no le he hecho nada, sniff. ¡Déjeme salir por favor.- le suplicaba llorando.

Sin embargo aún se negaba a cumplir con su exigencia. Así estuvieron unos instantes, observándose sin saber qué hacer, fue hasta que el viejo se cansó de esperar a que Yuli cumpliera con su orden.

- ¡Ya estoy harto de tus mamahas de niña pija.

El hijo de puta se dio un levantón de la silla y se situó detrás de ella. Llevó una mano a su cintura y a tiros y jalones le soltó el botón de su pantalón encontrando con una resistencia la cremallera, que después hizo descender con rudeza para jugar después con el elástico de sus bragas cremas.

- ¡Ahora tú, ..y no me hagas peldé la puta paciencia o te arranco la puta ropa y te mando a tu casa desnuha.

La pobre tenía todo claro lo que iba a suceder y observó cómo ese viejo maldito se volvía acomodar sobre la silla sin perder detalle con la cámara, esperando poder admirar en breve su hermoso cuerpo, mientras que ella temblaba ante la vergonzante inminencia de su pronta violación. La camisa cayó sin resistencia a los pies de mi Yuli, pues el viejo la obligó a que se la quitara. El desgraciado se separó para apreciar mejor todo su obsequio. No perdió detalle del diminuto atuendo que la colegiala usaba para sus pechos (un exquisito corpiño en color crema con adornos de corales en blanco). El cuerpo de Yuli lucia espectacular, un pequeño collar de oro del cual nacían dos diminutos hilos, los cuales cada uno de ellos caían en dirección entre medio de sus senos, que eran pequeños pero puntiagudos y blancos.

La cámara de ese inmundo continuaba su recorrido, desde esos senos juveniles tapados por el corpiño pasando por su ombligo donde por el forcejeo anterior, debajo de él se vislumbraban unas pequeñas tanguitas también en color crema, la cual tenía transparencias en la parte de la vagina. A partir de allí sus jeans se mantenían abiertos, los cuales aun servían para cubrirla momentáneamente. El viejo no pudo aguantar más tiempo la tensión y finalmente posó otra mirada fría ante su presa justo en el momento en que ella desabotonaba el corpiño para acatar la orden. La prenda, libre de toda sujeción, se desplegó dejando brevemente a la vista sus blancos senos como copitas de nieve, justo el tiempo que empleó ella para alzar sus manos y cubrirse.

Pero el maldito la mando llamar con las manos para que se acercara. Desesperado la tomó la mano y la atrajo hacia él, levanto su mano y la abofeteo en la mejilla, por el mero placer de escucharla gritar, lo logro.

- ¡Ouuuhh..- grita, y sus ojos se llenan de miedo, a la vez que soba su mejilla con sus manos.

- Recuelda que te puedo hacel sentí mucho doloh pendeha, ..si te niega a hacel lo que te digo lo hare de nuevo y será mucho peol.

Yuli entiende el mensaje de inmediato, pero no está segura de poder seguir con ello, ese hombre es tan asqueroso.

- Por favor dios, ayúdame, por favor..

Luego con respiración agitada comenzó a bajar el cierre del pantalón, para que una vez a distancia el inmundo le diera varios jalones a sus jeans dejándoselos a medio muslo, bajándoselos dio un violento tirón dejando sus pantalones en los tobillos, y dejándola solo con esa sexy pantaleta con transparencias. Que de inmediato ella también usó una de sus manos para tapar la zona de su sexo.  

- ¡Te ve bien putica con esas braguitas.

Siguiendo con su cámara cada rincón de sus piernas. Ella miraba hacía el reflejo de un espejo viejo, viéndose a ese horrible oso teniéndola completamente entre sus asquerosas manos, era indignante.

- ¡Que buen culito tenes pendeja, durito y bien paradito!!

Para luego soltarle un par de palmadas en los glúteos, para después seguir acariciándolos mientras la graba con la cámara. Pese a los esfuerzos de mi Yuli por cubrirse, el malnacido con la cámara en mano y sin decir más nada, grababa la belleza de su cuerpo adolecente casi al desnudo. El desgraciado se volvió a poner de pie girando alrededor de ella para obtener mejores tomas, obligándola a alzar la cara con un suave empujón en su barbilla. Le susurró algo y ella, bastante indecisa, bajó sus manos. Mientras la miraba directamente a los ojos, le maniobró en el cierre del sostén hasta liberar por completo sus pechos.

- Aguanta, las bragas no todavía, ..hagamó esto más interesante, ¡He he he.. modela para mí, putilla.- recalcó esto último, para que a la adolecente no se le olvidara su nueva condición para con él.

Yuli tenía sus ojos llorosos, sentía rabia e impotencia por todo lo que le estaba haciendo ese viejo maldito. La adolecente pensaba el por qué este viejo miserable había tenido que aparecer en su vida y arruinársela tal como lo estaba haciendo ahora, para luego recordar los bruscos cambios de temperamento que sufría y antes de que eso sucediera y que este la fuera a golpear, comenzó a caminar por el cuartucho a tras picos.

Yuli solo caminaba y daba vueltas en un pequeño espacio, entre los monitores y el viejo escritorio que ahí había. Pensaba en sus Padres y en su cariñoso abuelo, quienes seguramente la reprenderían por no saber dónde se encontraba ahora. Intentaba llegar a una solución, sacaba cuentas y calculaba, cuanto se tardaría en quitar el cerrojo y abrir la puerta. Por lo pronto tenía que obedecerle en todo lo que él requiriera, ya que estaba muy consiente de cuál era su situación ahora, a la vez que tenía muy claro también de cuales serían esos tipos de requerimientos que este inmundo le solicitaría.

El solo pensar en que tendría que volver a revolcarse con ese asqueroso le provocaban nauseas. Por su parte ese cerdo disfrutaba de la visión que obtenía con la cámara, veía a esa hermosa colegiala semidesnuda y modelando para sus cochinos propósitos, pensaba en el dinero que le proporcionaría dicho video y quizás en los próximos si todo le iba como lo tenía planeado. Quizás hasta podría sacarles videos a sus conquistas, a sus amantes, sin mencionar a su Güerita de la cual había amenazado, se imaginaba nadando en dinero el desgraciado.

Mientras la pobre dándole gusto al sujeto que más odiaba en su vida, intentaba caminar y de menear sus caderas denotando delicadeza y femineidad, aunque no era que ella quisiera llamar la atención al viejo, era solo para intentar ganar unos minutos y pensar en una solución, un plan que le ayudase a salir de ese lugar tan miserable. Mi Yuli miraba la asquerosa humanidad del Portero posado en esa silla filmándola con ocio, grabando cada imagen para ser vendida a cada pervertido que ese desgraciado tenía como amigo. Se imaginaba ese video en la red, en cada celular de sus amigos. Esos pensamientos hicieron que la adolecente sacara nuevamente algo de la escasa fuerza interior que aún le quedaba, e intentando hacer que el viejo depusiera sus intenciones:

- Por favor Señor, no siga con esto, se lo ruego, por favor déjeme ir, ..con lo de aquella anoche ya fue suficiente…

- ¡Cállate pendeha..- le grito el viejo.- ¡No ve que estoy grabando, ..sigue modelando, acuéldate que pol tus pinches caprichitos de niña pija, he peldido mucho dinero, ¿o quiere que te de unos buenos correazos para que aprendas a obedecel?..

La pobre al escuchar el tipo de aclaraciones que le hacia ese miserable, solo atinó a balbucear algo que no logré escuchar y muy acongojada siguió con su forzada sesión de modelaje. El viejo inmundo ya empezaba a sobarse el bulto de su pantalón, la calentura de la situación empezaba a subir sus revoluciones y su mente lasciva ya imaginaba de las cosas que le haría esta noche. Se levantó y procedió a despejar el cochino escritorio, quitando la taza de café y la bebida alcohólica, lo que me tenía al filo de los nerviosos porque las tomaras, quizás esa sería la única forma de que Yuli se salvara.

- ¡Ven putilla, ..súbete aquí, quiero que te ponga en cuatro patas, ¡He he he he..

La pobre ya entregada a su triste realidad, obedeció sin reclamar más nada. Lentamente fue subiéndose a ese cochino escritorio poniéndose en esa extraña posición que la dejaba totalmente expuesta al solicite de ese maldito. El desgraciado grababa cada detalle, la tristeza de sus ojos, las lagrimitas que empezaba a brotar de sus ojitos verdes. Sus mejillas sonrojadas, sus exquisitas formas que tenía al alcance, graba y se soslayaba de las curvas tiernas y suaves que tenía formada la adolecente. Pero lo que ahora más le calentaba y enardecía al desgraciado, era el pensar que ese cuerpecito le produciría dinero ya no solo placer, que ya había hallado otra forma para obtener plata, y que más que grabar a sus conquistas para después obtener dinero de copulaciones, el fraccionamiento se encontraba lleno de figuras esculturalmente hermosas y perfectas, lo que aumentaba su ocio por no salir de este lugar.

Mientras tanto Yuli seguía puesta en 4 patas sobre aquel viejo escritorio, se sentía un objeto, y era eso lo que ese desgraciado realmente quería lograr, deseaba que ella se sintiera y se viera de ahora en adelante en su rol para con él, sería su putilla, su juguete sexual, con el cual él podría satisfacer sus más degeneradas y sucias intensiones.

El desgraciado caminaba rodeando el escritorio, pero con la lente puesta en esa preciosa figura que adornaba su viejo mueble, se daba cuenta de lo apetecible que sería ese video y que sus compradores estaría encantados con esa exquisita chiquilla en tal postura, quien en estos momentos lo miraba con ojos suplicantes. El Cubano no aguantando más la tentación de acariciar, posó una de sus toscas y marronas manos en la tersa piel de la adolecente, grabando en todo momento la extrema suavidad de sus carnes para comenzar a manosearla, recorriendo con ella las perfectas y delineadas curvas de su asustada víctima, quien se hallaba a cuatro patas semidesnuda como una puta a disposición de un caliente degenerado.

Pero parecía no bastarle con eso al desgraciado, pues le pidió que no se moviera de esa posición, para después dirigirse al otro lado del escritorio buscando en los cajones que a su paso desordenaba todo lo que encontraba, hasta que dio con lo que buscaba. Yuli quien permanecía puesta como las perras, le vio enderezarse y se quedó pasmada cuando se dio cuenta que lo que traía el viejo eran unas tijeras. Yo la verdad no entendía para que las quería el muy infeliz, seguramente ella pensaba que ahora si le cortarían las tetas si no le hacía el menor caso. Por lo que nuevamente comenzó con los quejumbrosos y suplicantes sollozos:

- No por favor Señor, sniff.. sniff, ..¿q-ue pretende hacer con eso? ¡Ha-haré todo lo que usted quiera, pero por favor, ..no me lastime, no me haga nada. Sniff.. sniff,- lloraba desconsoladamente.

Y si el viejo no tenía ni la más mínima intención de hacerle daño, se aprovechó de la inocencia de ella y sacó ventaja de la situación que se le presentaba. Le hablo muy cerca del oído:

- ¡He he he.. Qué bueno putilla que quieras hacé lo que yo quiera, ¡He he he.. Lo tendré plesente, pero si te vuelve a poner remilgona, ..te colto las tetas y te dejo a rapa babosa, ¡He he he..- y diciendo eso le pasaba la afilada hoja por los suaves y tiernos pezones, con la intención de que ella sintiera en su propio cuerpo, lo que le podría pasar si no le obedecía.

Y aprovechándose de una atormentada jovencita, el asqueroso viejo le hizo abrir la boca para asestarle un horrible beso de lengua a la delicada boquita de Yuli, quien por miedo y al sentir el frio de las tijeras recorriendo su cuerpo, le correspondió y junto su fresca lengua con la de él, comenzando así un apasionado beso. La pobre tenía que tragar toda esa saliva pestilente que trataba sin éxito de escupir, pero a cual más se le acumulaba en la boca. Ella se encontraba llena de contradicciones, por un lado sentía las tripas hechas nudo y por el otro el filo de aquellas heladas tijeras en sus pezones, por lo que continuó soportando aquel grotesco beso lleno de babas apretando los nudillos para poder soportar un poco más.

El viejo separó las tijeras y a continuación procedió a jugar con sus ásperos dedos ese hermoso par de tetitas blancas, que por el miedo o el frío de aquellos metales estas se encontraban durísimos. Yuli temblaba ya que pensaba que en cualquier momento ese degenerado le podría hacer daño, pero una vez que cumplió su cometido de amasarlas se retiró del beso y de su cuerpo.

- Túmbate los calzones.- le ordenó.

- ¿Q-que?

- Ya me ehcuchaste..

La pobre sin hallar otra salida, luego de quedársele mirando por unos segundos a los ojos, agarró sus delicadas bragas y comenzó a hacerlas descender por sus muslos hasta que éstas terminaron de caer por si mismas dejándonos ver de nuevo sus precioso conejito. La pobre sentía como estaba deshaciéndose de la última protección que le quedaba, se sentía tan avergonzada y humillada, nuevamente se encontraba desnuda ante ese horrible ser. El Portero grababa los pequeños calzoncitos de color crema hechos nudo en los pies de su víctima. Para después y sin dejar de grabar en ningún momento, le hizo levantar de una en una los pies para juntarlos. En su mano y sin dejar de evidenciar se dio a ubicar la parte de este pequeño trozo de tela que había estado protegido la intimidad de la rubia adolescente. Una vez que lo ubicó sin pensarlo se lo llevo a sus narices para oler profundamente e impregnarse con el aroma y con la esencia de la jovencita. 

- ¡He he he.. ya estas calientita. 

Una vez que la tuvo desnuda, el desgraciado, embelesado, fue recorriendo con la cámara todos los rincones del cuerpo de Yuli que aparecían a su vista. Apaciguado su ardor inicial, ahora se tomó su tiempo para contemplarla tranquilamente en toda su desnudez.

- Tiene un cuelpecito muy helmoso, Srita Petelson ¡He he he..

Sujetándola de los hombros la fue girando para contemplar en su infame película la belleza de su cuerpo juvenil. Sus piernas eran firmes, fruto del trabajo de gimnasio que diariamente hacía en la escuela, sus caderas pequeñas pero marcadas. Sus pechos, pequeños que remontaban hacia arriba con una curva pronunciada culminadas por las aureolas y unos pezones rojos pequeños y puntiagudos. Su conejito era prominente, tapizado por una hermosa y arreglada mata de pelo castaño rubio que dejaba entrever los pliegues de su rajita. La belleza natural de un cuerpo joven y delicado, la inocultable vergüenza que seguía reflejándose en su rostro y el morbo de estar siendo el objeto de tal semejante acto, siendo grabada para saber cuál pervertido compraría ese trabajo. Todas esas cosas constituía el marco perfecto para encontrarse horrorizada.

- Date la vuelta y empínate un poquito.

- ¿Q-que?..

- ¡Que te dé la puta vuelta pendeha y que me enseñe el culo.

La pobre volvió a llorar, si estar totalmente desnuda ante ese viejo horrible era ya una humillación, ahora tener que darse la vuelta y empinarse la devastaba. Pero sin poder pensar en algo que la sacara de esa horrible pesadilla no le quedó de otra que girarse y flexionar su cuerpo hacía delante. Llorando tuvo la humillación de superar sus nalguitas para que el viejo la tomara. El Cubano estaba sorprendido, ya que una vez que ella separó sus nalguitas, pudo fijar el lente de la cámara hacía en el pequeño círculo rosadito que tenía entre medio de las carnes, y justo al medio de este rosáceo anillo corrugado, también había un diminuto puntito, que incluso hasta era dificultoso verlo a simple vista. El pervertido hizo zoom al máximo, para inspeccionar bien ese coqueto puntito negro, que él ya había disfrutado mucho tiempo antes, en aquella noche imprudencial.

Yuli sollozaba, se sentía humillada por el hecho de estar en tan vergonzosa posición, y lo peor, era estar con ese horrible viejo justo detrás de ella, grabando todo lo que su cuerpo le exhibía, y esto sumado a que ella misma se tenía bien abiertas sus nalguitas con ambas manos. Por su parte el Cubano, no aguantando más fue acercando su boca y lengua a tan preciado anillito rosado, comenzando así un lento lengüeteo anal, haciendo que la joven se estremeciera por más que lo contuviera. El Portero hacia grandes esfuerzos por adentrar la punta de su lengua en el diminuto puntito que en esos momentos se comía, pero la tarea era casi imposible, ese orificio estaba tan apretado que por ahí no entraría más nada, pero aun así no separaba su boca ni un milímetro del exquisito manjar del cual degustaba.

Yuli apretaba los parpados intentando abstenerse de tan exquisitas sensaciones que le abrigaban, no entendía como alguien de la edad de ese viejo pudiera estarle chupando en su orificio anal y a la vez sentía esa resbalosa lengua hacer una serie de rápidos círculos en el mismo centro de este. Ella sabía muy bien lo que en aquella noche le había sucedió cuando este mismo ser le había hecho lo mismo. En estos pensamientos estaba cuando sintió el primer corrientazo, el cual le causó esa desconocida erización de todos los bellos de su cuerpo. El viejo era un maestro para la doblegación, pudo sentir en la punta de su lengua como la piel de la nena se erizaba y a su vez que esta misma se comenzaba a retorcer por las múltiples sensaciones que le estaba provocando con su lengua. Enseguida se dedicó en aplicarse más en los rápidos y circulares movimientos de lengua que le estaba aplicando a la adolecente.

- Ahhh!! Noo.

Fue todo lo que pudo expresar la preciosa rubia de 18 años recién cumplidos, quien muy suavemente y por estar siendo ya superada por los exquisitos escalofríos, empezó a menear su trasero involuntariamente sobre la boca del vejete, aunque no sabía muy bien si para liberarse de él o con la insana intención de acrecentar en esa parte aún más las agradables sensaciones que poco a poco se iban a apoderar de su propia voluntad. Bastaron solo unos minutos de eficaces lengüeteos para que Yuli se transportara a ese maravilloso mundo de sensaciones exquisitas. El Cubano ya se empezaba a sobar el enorme bulto que levantaba cual carpa de circo sus viejos pantalones. Se detuvo de pronto y se separó de ese perfecto y redondito culito estudiantil, para así poder dejar la camarita en uno de los lockers que se hallaban pegados a la pared, colocándola en un perfecto ángulo para las intenciones que pretendía cometer.

El Cubano empezó a zafarse el pantalón y en eso cuando Yuli escuchó el inconfundible sonido de la hebilla fue cuando sus ojitos que se hallaban ya en un estado seminconsciente, fue que miró hacia atrás y lo primero que vio fue ese gran pedazo de carne colgando, con la cual la habían profanado su boquita noches atrás. Nuevamente se cruzaron sus miradas.

- Ya sabé lo que tiene que hacer.

Le dijo mirando desde aquellos temerosos ojitos verdes hasta detenerlos en su amoratado glande. Yuli no tenía que ser una adivina para conocer cuál era la intención del viejo. El viejo inmundo caminó en dirección a su boquita que aun sin entender como ya la tenía enfrente. Una vez que ese viejo horrible tomó ubicación frente a ella, apunto su erecto instrumento hacia sus labios. Ella quien adivinaba ya sus intenciones y olvidándose de las pasadas amenazas quiso protestar:

- ¡No Señor, otra vez no, ..por favor ya no quiero ¡Mhm pff.. ¡Slrpr.. Shurps..

El hijo de puta cuando vio que ella abrió su boquita para reclamar, se la retacó hasta taponearle la garganta, para luego afianzarse la tomó de sus rubios cabellos haciéndole una coleta y con su otra mano la tomó de la barbilla, comenzando así literalmente a follarle su boquita. La pobre sintió el grueso tronco pegar dentro de su cavidad bucal, sentía que se ahogaba cuando notaba que este ya intentaba traspasar sus amígdalas y su dueño parecía no querer detenerse ahí, si no llegar al interior de su cuerpo por el conducto traqueal. La pequeña caseta se llenó de grotescos gemidos y exhalaciones de placer por parte del Cubano, secundados por los sonidos de fruición que hacia la boca de Yuli al estar intentando soportar aquella verga dentro de su boca ¡Shurp.. srrppp.. Shups.. glogh ¡gruickkk.. Acompañados de una que otra arcada que hacia cuando quedaba sin aire. 

- ¡Aargh.. coff.. cof.. ¡No por fagorh..


Pero el viejo lejos de las suplicas arremetía más con fuerza, le encantaba ver los gestos de la jovencita atragantándose, afortunadamente en un momento disminuyó la velocidad para descansar, el cual fue aprovechado por Yuli, quien ya asumiendo el papel que le tocaba, comenzó a mamar por si sola aquel pestilente brazo de carne y venas. Sin quitársela de la boca la rodeaba con su manita, ahora era ella quien intentaba hacerlo lo mejor posible, sentía en su paladar como se juntaban los líquidos pre seminales de ese cerdo con su dulce saliva. En su mente solo pensaba en hacer que terminara para así poder escapar. El viejo estaba fascinado con el video que estaba protagonizando y como ella había tomado el rol de niña chupadora, pero al acordarse de que anteriormente había tenido el intento de protestar, decidió que merecía un pequeño castigo, sin sacarle la verga de la boca, estiró una de sus manos hacia sus redondas nalguitas blancas, para comenzar a sobarla en forma circular, para luego alzar su mano y dejarla caer con todas sus fuerzas “SPLASHH!!”, Retumbo por todo el pequeño cuarto la sonora nalgada, quedando sobre su glúteo blanco la marca enrojecida de la mano.

Y de ese fiero golpe le siguieron otros más “SPLASH!!, SPLASH!!, SPLASHH!!”, Fueron una serie de fuertes nalgadas que sufrió el pobre trasero de Yuli, los cuales fueron repetidos en cada uno de sus cachetes blancos. Ella a pesar del dolor que le causaba el hecho de que este viejo la golpeara, a su vez lloraba de rabia y de impotencia, por cada nalgada que recibía una lágrima corría por su mejilla. Su conciencia quizás la castigaba diciéndole que todo eso había sido su culpa, haciendo que ella esperara con resignación la próxima flagelación a su maltratado trasero.

Mi pobre Yuli continuaba chupándosela con todo su trasero enrojecido por las feroces nalgadas que tuvo que recibir, en cambio el inmundo Portero se sentía fascinado por la actitud sumisa de la adolecente, seguramente su cliente quedaría más que satisfecho. Le encantó la manera en como masajeaba su erecta verga, primero tímidamente y después mucho más entusiasta. Se escuchaban claramente las exhalaciones grotescas de excitación por parte de ese ogro, “¡Ooh, Uhm.. Ooh.. contra el glogh.. glupgh.. glugh..” de la boquita al cubrir el pene. Las manos del viejo acariciaban el rubio cabello de Yuli, guiando los movimientos.

El inmundo viejo siempre se salía con la suya, pues a pesar del asco y la repulsión que ella sentía ponía todo su esfuerzo en hacer que se viniera, muy en el fondo aún tenía la esperanza de que si lo hacía bien quizás se terminara todo, sin penetración, sin golpes, sin nada. Desde arriba el desgraciado podía ver la hermosa carita de la Srita Peterson, su tierna boquita la cual abrigaba su marrona protuberancia, jamás en su cochinos pensamientos imaginó desde la primera vez que llegó a este privado fraccionamiento que todo le brillara tan bien, y lo mejor de todo es que parecía que nadie lo podía detener. Y en verdad era así, el maldito se había encargado de tener un ejército de sumisas dispuestas a todo por sus perversos caprichos, su manera en que las follaba, la forma en que las trataba, parecía que el viejo de todo tuviera el control.

- Putilla, qué bien la mamas, ..parece que cada vé lo hace mejol. ¡He he he..- decía el viejo completamente excitado.

- ¡Mjjmf.. glogh..- no se entendía bien lo que la pobre colegiala contestaba, aún está ocupada intentando vaciar al viejo.

El inmundo Portero continua con sus insultos a la pobre adolecente, en ocasiones miraba hacía la cámara sonriendo, haciendo notar como todo esto le estaba siendo gustar la chiquilla, pues sus caricias sobre su cosa aumentaban de intensidad. Y cuando el viejo sintió que ya las caricias habían sido suficientes, y a pesar de los esfuerzos que había hecho Yuli para hacer que terminara, el viejo la separó abruptamente empujándola al suelo. Pequeños hilillos de saliva escurrían por su boquita. En esa posición a Yuli le pareció tremendamente intimidante, verlo allí hacia arriba con el pantalón en las rodillas, sudando como un cerdo, con esos ojos de un rojo intenso cargados de lujuria, sus brazos en sus caderas sin apartar la vista de ella y su gruesa tranca completamente erecta colgándole una línea de baba que ella misma había dejado.

- Putilla, como ha mejorado a comparaciong con la primera vé que me la mamaste, ..has agarraho práctica ¡He he he.. Me pregunto a cuantos noviecitos en el palque se la abras mamaho ¡He he he..- se burla el desgraciado.

Yuli no responde, simplemente se mantiene allí en el suelo, como una vil ramera usada y esperando a que le paguen.

- Bien putilla, súbete al sillong y ponte en cuatro paticas como estabas, ..te voy a culiá como nadie lo ha hecho.- le dice el inmundo.

La tierna adolecente con la mirada triste de una gatita regañada, no sabe qué hacer, se encontraba atrapada dentro de su pequeño cuartucho y encerrada con un viejo que pensaba video grabar su violación. Sin embargo volvió a tomar valor para suplicar:

- Por favor, Señor..- dice intentando con eso buscar algo de clemencia en el corazón de ese ogro.- Por lo que más quiera, le ruego que no me haga daño y que me deje salir, p-por favor, sniff..- se le quiebra la voz.- ¡No abuse de mí, ..deje de chantajearme y déjeme en paz maldito.- terminó gritando.

Del otro lado del muro yo escuchaba todo y un sin fin de sentimientos se me juntaban en la mente. Este desgraciado no merecía vivir, merecía sufrir por todas las aberraciones que ha causado. Aquella muchacha tan linda de la que estaba tan enamorado desde niño, tan dulce, tan linda no podía estar pasando por esa pesadilla, no al menos voluntariamente. Pero si no tomaba esas bebidas, ¿cómo detener a ese inmundo? Era obvio que si llamaba a la policía destruiría su vida y también la de Mamá, como las de muchas otras. ¿Qué haría?, tampoco podía quedarme solo viendo como la violaban como lo hizo con mi Mamá. Si antes me agradaba la idea de que Yuli fuera una coqueta capaz de coger con cualquiera, ahora verla en tal situación me lastimaba. ¿qué haría?, ¿debía intervenir y mostrarle al viejo que Yuli ni mi Madre estaban sola? ¿Debía llamar a la policía?..

- ¡He he he..- la estruendosa carcajada del Portero interrumpió mis pensamientos.

El mastodonte se acercó a Yuli y sujetándola de un brazo la levanto abrazándola por la cintura. Ella lloraba y pataleaba intentando golpear al viejo, cosa que no hacía más que excitarlo más.

- ¡Déjeme degenerado, ..déjeme ir yaa..- gritaba ella.

- ¡He he he.. Claro que ta vas a ih, pendeha, ..pero ya que acabemó la película y llena de leche ¡He he he..- reía el maldito.

Pero a pesar de los esfuerzos de la estudiante el Portero la levanta como nada y la arroja contra el viejo sillón que funge como su cama. Con una habilidad increíble el desgraciado logró maniatar las manos de Yuli colocándolas en su espalda, dejándola boca sometida dejando por la posición en todo su esplendor su pequeño culito blanco al desnudo. Yo me quedo impactado por lo rápido que estaba sucediendo todo, hacia algunos minutos había estado ahí dentro planeando en como dormirlo para vengarme de él, ahora estaba presenciando la violación del amor de mi vida.. ¿Qué demonios estaba mal en mí? ¿Por qué no acudía en su ayuda?.. ¿porque me quedaba estático como lo había hecho cuando Mamá?..

Mi pobre Yuli aun en esa posición seguía pataleando en un intento en vano de separarse de su cruel destino. El viejo poniendo en práctica las mañas quizás aprendidas en su natal Cuba, le sujetó ambas piernas con las de él a modo de pinza, evitando que pudiera realizar algún movimiento y comenzó a acariciarla, su piel tersa, suave sin rastro de imperfecciones era magreada por esas manos marrones y duras.

- ¡Noo, déjeme, ..suélteme asqueroso, auxilooo.- grita queriendo que alguien la ayudara, ayuda que jamás llegaría, pues lamentablemente para ella no había nadie en las calles, además de que poco salía de ruido.

El Cubano cansado de la oposición de ella, estiró su mano y logró alcanzar las braguitas de Yuli. Las enrolló a modo que pudieran caber en su boquita. El llanto por parte de la adolecente no se hace esperar completamente atrapada por su captor. Así, incapaz de escapar, incapaz de pedir ayuda, cayendo completamente en la desesperación y desesperanza dejó de forcejear, ya no tenía más fuerzas. El viejo inmundo notando que ya no ponía resistencia, separo las piernas y colocándose entre ellas comenzó a acariciar su blanquito par de nalgas. Las masajeaba con su mano libre mientras la otra la utilizaba para someterla, para después colocar con trabajo su verga en el canal que las separa, jugando con la situación, avanzando y retrocediendo entre ellas con intención aumentar la desesperación de la muchacha. Cosa que empieza a conseguir pues ella siente que está a punto de ser violada.

- ¡He he he.. Llora putilla, suplica, ..así me pagarán má por ese video, ¡He he he..- le musita el viejo a la vez que continúa con su tarea.

- Uhmh!!.. pom…fa…mogh, Nohhm!!... Mhh!!.. Nom …Mhhh!!..

Yuli intentaba por todos los medios posibles escapar de su agresor, pero el maldito viejo estaba montado sobre ella dejándola prácticamente inmovilizada, ahora ya había empezado a abrir sus nalguitas para escupir el pequeño puntito cerrado que se vislumbraba dentro. La impotencia que sentía ella era desesperante, prefería mil veces que sus padres la reprendieran por el error cometido, a tener que prestar su cuerpo para que un ser tan horrible como ese lo disfrutara y lucrara con su violación. Yuli ya se había resignado a lo peor cuando ambos escucharon el ¡Pipp, pipp.. pipp, ..era el sonido del claxon de un vehículo que se detenía a pasar en calle, en ese mismo instante se miraron con cara de preocupación.

- ¿Quién putas madres podrá hacer ahora?,- dijo el viejo intentando moderar el tono de voz para que quien fuese no le escuchara.

- ¡Uhmm.. Ohm.. Noomm..- volvía a intentar gritar la asustada joven.

- ¡Cállate pendeha o ya no la cuentas desgraciaha!, polque ahora sí que te rajooo!!,- le vociferaba junto a su oído.

- Uhm.. sniff.. sniff,- al ver los ojos endemoniados con que la amenazaba decidió callar.

- Voy a ir a vé quien putas madres es,- le dijo el viejo,- Y cuidado con hacé alguna puta pendejada babosa, ..pol que ya sabes lo que te espera!,- termino diciendo el viejo mirándola con su aborrecible mirada.

El viejo se puso de pie rápidamente subiéndose el pantalón. Una vez que estuvo arreglado muy sigilosamente se fue acercando a la puerta, eso sí volteando de vez en cuando para verla a ella, que se mantenía asustada sentada en su cochino sillón sin nada de ropa, también notaba que la mujercita a estas altura poco hacía por cubrir sus desnudeces, poco a poco estaba logrando que la ella perdiera el pudor al exhibirse desnuda ante su mirada y la cámara. El viejo abrió la puerta de la caseta para averiguar quién era, pensaba que era realmente extraño que alguien viniese ya que a esta hora se encontraba las calles vacías y menos sin transeúntes. Muy despacio abrió la mitad de la puerta sacando la mitad del torso.

- ¡Don Mario,- le hablo la voz de un hombre,- ¿de casualidad no ha visto pasar a mi hija?, no sé si la conozca, es rubia y mide más o menos 1.70, ¿no sé si me podrá informar?,- volvía a hablar la voz, que seguramente era la del Sr Peterson, que andaba buscando a su muchachita.

- No Señol Petelson me apena, ..pero si la veo yo con gusto le digo que la anda buscando.

- Si por favor, Don Mario, ..ya sabe cómo son las niñas de hoy en día, se les hace corto el tiempo. Miré, tenemos que salir, ..¿podría por favor si la ve decirle que volvemos en un par de horas?, y le puede dar la llave de la casa, ..porque creo que no se ha llevado la suya.

- ¡He he he..- sonreía el maldito de su enorme fortuna.- Si, no se preocupe Sr Petelson, ..si la veo, yo se las doy y le doy su recaho tambieng. Apuesto que por ahí aparecerá, ..las chiquilla no les impolta el tiempo. Con lo peligroso que son la calles de noche, ..sale un tipo desgraciaho y puede ser peligroso.

- Esta niña siempre llega tarde, ..pero cuando regresemos la vamos a reprender. Ya estoy harto de su comportamiento. Muchas gracias Don Mario, ..ahí se la encargamos, por favor.

- No se preocupe Señol, ..yo me encalgo que la niña quede enterada de su recaho. Buenas noches.

Y una vez dentro de nuevo, el viejo volvió a mostrar esa sonrisa horrible.

- ¡He he he.. que pendejos son los Esposo de esta Colonia, ..hasta las llaves me dio para ilte a dejá pendeha. ¡Así es que ya sabes pendeha, ..tus Papitos no van estal, pol lo que tenemo tiempo para diveltinos ¡He he he..- le dijo el inmundo volviendo abrir su pantalón.

- ¡Noo, no maldito.. antes prefiero morir desgraciado,- respondió Yuli ahora que ya se había quitado sus bragas de mordaza,- le voy a denunciar malnacido, va a pagar todas las que me ha hecho maldito infeliz.

- ¡Escúchame bien putilla jariosa, ..si te vuelve a poné insolente conmigo, tomare ese Cd que ya te grabe, y lo subiré a internet, para que tohos se enteren de lo caliente y perra que es la hija de los Petelson,- le decía el vejete para luego continuar,- A palte, te coltaré en cachitos y los dejaré en la puelta de tu casa en un costal, para que piensen que el que te violó fue con ese que estas ausente ahora.. ¡Quiere eso perra!!

- Nooo!! Por favoor!! No nooo lo hagaaa!!, le juro que me portare biennn!! Snifff..

- Claro que te poltaras bien pendeha, ..pol que si no lo haces, lo del Cd será lo más suavecito con lo que te ocurrirá si sigues con tus pendejahas, ¡He he he..

Junto con esto y al tener a Yuli de pie contra el sillón, el viejo sin avisarle y sin tener el más mínimo de cuidado introdujo dos de sus cochinos dedos al interior de la vagina de Yuli tomándola por sorpresa, comenzando a meterlos y sacarlos rápidamente en forma salvaje y casi sádica. En la caseta solo se escuchaban los quejidos que hacia ella a tan brutal masturbación que estaban sufriendo y esto sumado a los chapoteos que irremediablemente su vagina producía para lubricar.

Yuli aún tenía en su mente a sus Padres que minutos antes habían llegado preguntando por ella, que a pesar del miedo que tenía en estos momentos se sentía con la culpa de verse merecedora de tal castigo, su sub consciente ya empezaba a castigarla. La adolecente ya asumía la situación de que todo lo que le pasaba estaba provocado por sus acciones, y lo peor para ella era reconocer que sus Padres pensaban lo mismo, de hecho ni harían el intento de buscarla, y todo porque ella solía salir de vez en cuando para encontrase con su novio. En este momento desde el fondo de su ser deseaba que le volvieran a asestar otra bofetada.

- ¡Ahhh!! Nooh, déjeme viejo maldito ¡Ayyy!!

- ¡Ahora verá que rápido te mojas desgraciaha, ¡He he he..- le gritaba el vejete sin dejar de masturbarla.

- ¡Noo Arghh, que me haceee.. Aaahh!!

El viejo aprovechando la docilidad de la colegiala se le fue llevando con los dedos incrustados hasta llegar al viejo sillón. La lanzó sobre el mueble quedando con los dedos empapados. Yuli no sabía por qué su cuerpo reaccionaba de ese modo, si ese ser lo único que quería era violarla de nuevo, de lo que si estaba segura era que su vagina a pesar de ser maltratada se había mojado.

- ¡Vamó chiquilla caliente.. ¡Ábrete las putas patas.- le ordeno el Portero.- ¡Que se supone que estás esperando pendeha, - le gritaba el degenerado.

Yuli no se dio cuenta que el viejo nuevamente se estaba bajando los pantalones dejando caer su horrible verga colgando, lo veía completamente desnudo, como un enorme oso, masajeándose su gruesa verga para volverla a poner totalmente erecta. Vasto con esta visión para que ella nuevamente se horrorizara y se quedara con la sola imagen de lo que tenía al frente sus hermosos ojos verdes. El desgraciado al ver que ella no se movía, la sujetó de los pies lanzándola hacía atrás. Se apoyó con sus dos manos sobre el sillón, una cada una justo al lado de sus caderas. Así la fue elevando por la cintura a la vez que iba abriendo sus muslos para acomodarse. Una vez que tuvo sus piernas lo más abiertas posibles y sus caderas elevadas, ella sin quitar la mirada de aquella gorda tranca palpitante, cerró los ojos y se resignó a lo que viniera.

Cuando el amoratado glande separó aquellos pliegues vaginales, el dorado liquido de la adolecente salía expulsado de aquella cavidad embadurnando el grueso tronco, AAAAhh!!!, continuaba entrando sin ningún tipo de impedimento por aquella pequeña abertura que tenía mi Yuli justo al medio de sus piernas totalmente abiertas. El cristalino fluido era abundante, la sensación que tuvo y el saberse violada por un viejo, la llevaron a sentirse derrotada, esto era una verdadera pesadilla.

- Nooo!!,- fue lo que instintivamente pronuncio, una vez que ya iba en la mitad de aquel tronco venoso.

Era tanta la calentura que llevaba el viejo que se le caían las babas encima de aquel hermoso cuerpecito, la imagen que estaba presenciando era de lo más perversa y morbosa, una preciosidad adolecente, de belleza absoluta, estaba siendo ultrajada por un asqueroso sesentón en un viejo sillón de un cuartucho horripilante. Su grueso miembro ya se acomodaba en los tiernos pliegues vaginales de mi Yuli, que mantenía sus piernas totalmente abiertas por la cadera de ese oso, fue necesario un solo y certero empujón por parte de él, para que nuevamente quedaran pegados en un perfecto acoplamiento. Ya no hubo quejidos ni dolor, la gruesa estaca del Portero había llegado lo más adentro, había perforado el interior del cuerpo de mi musa, se lo había enterrado hasta el fondo. Los movimientos y meneos copulatorios no se hicieron esperar, comenzaron muy lentamente por parte de este, no había palabras salidas ni gritos obscenos. Yuli evitaba confrontar la mirada con su violador, lágrimas caían de su mejilla para el viejo sillón, el coito era largo e intenso, los gemidos placenteros de ese ogro y su aliento se estrellaban en el rostro de ella, la lengua de ese animal recorría en su totalidad el cuello y las mejillas de su presa, ya que en ningún momento dejaban de besarla.

Ante los violentos y lascivos ataques, la mente de Yuli seguía luchando por no ser la mujer de ese asqueroso, intentaba por todos sus medios no darle más satisfacciones, volar de su cuerpo para irse a otro lugar, bloquear sus emociones hasta que ese animal saciara sus deseos de carne, era el acto de apareamiento sexual de un animal con una tierna mujer, recordaba las cientos de ocasiones que sus Padres le advertían de las consecuencias de sus caprichos y rebeldías, y lo peor que le pudiera suceder, si en la consumación de este grotesco acto la naturaleza pusiera de su parte, ella quedaría esperando un hijo.

Mientras más pensaba en las horribles consecuencias de lo que podría pasar con lo que ese animal le estaba haciendo, él más fuerte se movía. Su cuerpo empezaba a ganar terreno contra su conciencia, todas las insanas oleadas de calentura iban despertando en ella, y esto acrecentado a las furiosas arremetidas a las cuales estaba siendo sometida. Sin darse cuenta ahora también correspondía en ese acto animal, que a pesar de estar siendo abusada y por la ardiente fricción que le causaban las palpitaciones de semejante tranca al interior de su vientre, estas igual le amenazaban a traicionarla. Su verde mirada estaba perdida y vidriosa hacia cualquier punto de esa horrenda y sucia habitación, hasta que a continuación y con desmesuradas convulsiones, con su respiración más que acelerada, se rindió y se sometió a tan vil violación a su cuerpo. Su cuerpo reaccionaba y comenzaba actuar y a decidir por ella, ya no le reprochaba las probables consecuencias del coito y descargó desde su misma intimidad, un derrame de su propia esencia natural sobre el hinchado tronco de carne que le estaba partiendo y en contra de su voluntad.

Cuando el brillante fluido emanó desde el interior de la adolecente, el viejo se lanzó como un enfermo a lamer ese deleitable manantial de líquidos femeninos, alcanzando a degustar unas buenas y considerables porciones de las ya últimas expulsiones de esa dorada esencia natural, de ese exquisito néctar que le había obsequiado la mujercita. El Portero no se cansaba de lamer y chupar aquella intimidad, por su parte ella mantenía la misma posición, se dedicaba solo a sentir la suavidad de aquella vivaz lengua que en estos momentos la recorría y la limpiaba de todos los restos que quedaban de su propia esencia natural. Poco a poco el Cubano fue subiendo por el cuerpo, siempre lengüeteando y lamiendo, no hubo curva alguna que el desgraciado no llegase a probar, hasta que llegó a la boca de ella e hiso que la Yuli le correspondiera.

Yuli se encontraba en un estado seminconsciente pos-orgásmico, pero al sentir el palo de carne ardiente de su violador rozarle la entrada de su intimidad, recordó donde se encontraba y lo que estaba pasando. Lo que nuevamente le iban a hacer, entre temerosa y extasiada le pidió al viejo:

- Noo, por favor Señor, ..ya no me haga nada, déjeme ir. ¡Ya no me violeee!.- qué pesar de ella pedía que no se lo metieran, aun así mantenía sus piernas bien abiertas.

- ¡Me encantas putilla, ..tienes el mejó chochín de esta ciudá.- brama el viejo quien comienza a sudar, del calor que emana ella.

La vagina de Yuli secretaba fluidos en abundancia, el placer que sentía la había superado. Estaba seguro que todos los novios con lo que se había metido, este viejo enfermo era el que la había hecho sentir más. Siente claramente como el glande se pasea en la entrada de su vagina, como la punta abre sus pliegues queriendo pasar y le encanta, le encanta sentirse usada, maltratada, sentir que no tiene escapatoria.

- ¡Aaaahh!!- gime la adolecente, y el viejo entiende que son gemidos de placer.

- Te gusta, ¿veldad pendeha?- dice el viejo obteniendo como respuesta otro gemido.

Mientras tanto yo sin poder interpretar lo que estaba sucediendo, allí afuera solo escucha las palabras repugnantes que bramaba ese cerdo, los gemidos que escucha de Yuli y el inagotable rechinido del viejo sofá al aguantarlos a ambos. Sin querer recibo todos esos buenos momentos pasados con Yuli, todas sus risas, todas las veces que la veía como una diosa inalcanzable de mi escuela. No debe permitir que ese viejo consiga su objetivo, pero cómo hacer para detenerle, ¿Qué debo hacer, me pregunto? 

El viejo por su parte estaba satisfecho por el video que protagonizaba, jamás imaginaba que ella pudiera reaccionar así, o quizás ese era su plan desde el principio, quizás tenía plena conciencia de podía volver a doblegarla. Era la hermosa hija del Abogado Peterson, de uno de los Licenciados más prestigiosos del estado. Era un sueño para cualquiera, una mujercita que cualquiera estaba dispuesto a pagar la cantidad que sea por verla. Por lo que decidió seguir, ya se había percatado del orgasmo contenido que había sufrido la bella adolecente.

El lento y cadencioso se lo empieza a embutir, provocando el aumento gradual de la calentura y lascivia de la dulce colegiala, quien ya estaba casi gozando de aquella nueva violación sufrida y provocada a causa de sus rebeldías. La necesidad por mover y menear ella misma sus caderas ya la tenían casi superada, su cuerpo se lo exigía y demandaba, ya no disimulaba nada, ahora sencillamente estaba dedicada a coger y a que se la follaran.

Ella hacía ya pequeños movimientos ondulatorios con las caderas, los cuales hicieron que el viejo se animara a seguir con la copula, el sudor corría por sus sienes, a la vez que comenzaba a subir su enorme cuerpo y se dejaba caer con violencia, la aplastaba, la embestía y la apuntalaba para luego volver a subir hasta dejar ver la ancha cabeza enrojecida de su reata parada junto a los rosados y delicados labios vaginales de la niña, para luego volver a caer metiéndoselo hasta las más íntimas profundidades. Los asquerosos pelos púbicos ya mostraban la humedad que emanaba de los tibios y sedosos pliegues íntimos, hasta que muy en contra de su voluntad por parte de ella todavía, unos leves gemidos entrecortados acusaron el auténtico placer que ella y su cuerpo estaban sintiendo desde hace unos minutos. 

Cuando me di cuenta, ya no era una jovencita siendo ultrajada en ese sucio sofá, la cual estaban follando a la fuerza y bajo chantajes, ahora se encontraba gozando como una perra en estado de leva. El inmundo viejo nuevamente volvía a ganar, y mientras más le metía su vigoroso miembro hasta las raíces, ella solo se dedicaba a ondular con su cintura y manteniendo sus muslos bien abiertos. Ahora la contemplaba con la mirada perdida en calentura, mirándolo desde abajo mientras le arremetía, observando su horrible rostro, estudiando sus sobresalientes arrugas, sus grandes pómulos y sus gestos de animal copulando. Fue en eso que el desgraciado al estar consciente del real goce de la chiquilla, acercó su pestilente boca a los labios de la joven quien ahora lo recibió sumisa y complaciente, para dejarse besar por su nuevo y viejo amante. 

Ambos juntaron sus lenguas, las cuales luchaban entre si al interior de ambas bocas, intercambiaban salivas en donde ella quien se encontraba abajo, tragaba todas las conjunciones salivales que ellos iban juntando. El horrible acto de violación que se estaba haciendo dentro de ese cuartucho había cambiado, ahora era uno de apareamiento, entre una rubia mujercita y un viejo sesentón de color marrón oscuro, con la blanca mujercita ensartada hasta las mismas viseras por lo cual ella agradecía moviendo su cuerpo a la par de como la estaban ensartando.

Aquella tranca asquerosa que antes la horrorizaba, ahora la apuntalaba firmemente y tan deliciosamente que casi la hacía sentirse en los mismísimos cielos. Ella veía que ahora él se encontraba totalmente entregado hacía el placer, dejando de lado sus amenazas y maltratos, mientras la seguía embistiendo con fuerzas descomunales sudando como un cerdo. Por mi parte veía en los gestos de ese viejo inmundo que inclinaba sus cejas hacia su frente dándome la impresión de lo que estaba sintiendo en ese momento, que era como sufrimiento y no goce sexual. Veía perfectamente aquella lengua ágil adentrarse dentro de la fresca boquita de mi amada, que gracias a las impecables arremetidas que le asestaba, estas hicieron que ella se perdiera en un mar de lujuria incontenida, tanto que con sus brazos atrajo la cabeza de su captor para continuar besándolo con la lengua. 

Parecía como si de pronto se olvidase de que ese horrible viejo la estuviese violando, ahora parecía no importarle que la estuviera grabando, lo aceptaba y recorría con su fresca lengua las amarillentas caries de la dentadura de ese cerdo. Ahora solo se escuchaban los suspiros de placer que involuntariamente dejaba salir ella, los crujidos que hacia el viejo sofá al estar recibiendo tremendas caídas, estos sonaban casi como música de fondo para acompañar la grotesca copulación que se llevaba a cabo.

Ambos se estaban jodiendo uno al otro, se restregaban en forma desesperada, cuando de pronto otro placentero gemido por parte de la joven demostró nuevamente su real estado de excitación, las seguidas convulsiones recorrieron todo su sistema nervioso, para luego aferrarse con todas sus fuerzas a la enorme espalda de su macho, inevitablemente movía su cintura y caderas con total desesperación, que sus ojitos daban la impresión de estarse muriendo. A comparación del ogro que demostraban la gran concentración con la que estaba copulando, le encantaba ser quien dominara, metérselas sin pudores ni miramientos. Hasta que el cuerpo de Yuli ya no resistió más, para culminar y explotar en un tercero intenso orgasmo, el cual demostró con los más fuertes gemidos de placer que pudiera yo recordar de ella jamás, a la vez que abrió sus piernas separándolas lo más que le permitió su cuerpo, entregándose a ese horrible viejo en plenitud. 

Lo había hecho de nuevo ese desgraciado animal, seguramente pensaba ella misma con su mente casi desfallecida, ahora no solo gozaba de su cuerpo sino que también la explotaría vendiendo ese video, lo malo era que ya no le podía denunciar si así lo tenía planeado, esa grabación mostraría todo lo contrario, su total entrega a ese desgraciado. Lentamente el Portero comenzó un lento movimiento coital, ahora podía sentir sin interrupciones como su poderosa arma viril resbalaba y se adentraba en aquel juvenil cuerpo con total libertad y con pleno consentimiento por parte de ella. El cuerpo de Yuli se encontraba totalmente sudado, por su propia transpiración mesclada con el sudor de ese asqueroso. El Cubano, ya se había dado cuenta de su triunfo y conquista, nunca se había imaginado el estar haciendo un video prohíbo con la Srita Peterson y menos pensó que esta se entregaría de nueva cuenta a lo que la haría una verdadera ramera.

A su vez también sentía que en cualquier momento descargaba su lechada masculina en el interior del joven cuerpo de su nueva Putita, quien se mantenía debajo de su enorme anatomía en forma mansa y sumisa, por lo que se sintió poseído por lo que en su más perversa enajenación, sacó su verga del tierno cuerpo de la adolecente y con rudos tratos dio vuelta la agotada figura de su presa, ya casi desmayada por los placeres sufridos. Yuli terminó nuevamente posaba boca abajo para que ese degenerado y horrible viejo hiciera con ella lo que quisieran.

El viejo la miraba de pie, extasiado, con su gruesa verga firme y pendulando en el aire. Sudaba como un perro. Caminó hacía la mesa de los monitores sin pantaloncillos y bebió el vaso de licor con hielos, ese mismo que anteriormente yo le había colocado la sustancia somnífera. El desgraciado se ha hecho de un trago del cansancio y la terrible sed que traía, después limpiándose la boca con el dorso se dirigió de nueva cuenta donde estaba ella. Se acomoda detrás de Yuli y coloca su verga entre aquellas blancas nalguitas con rastros de rasguños y marcas al estar buen rato aplastada contra el sillón. En esa posición y ya libre del peso del viejo, ella es capaz de voltear su rostro y mirarlo, ve en él una mirada triunfante.

- ¡Uff.. uff.. ¿Qué tal si ahora probamo algo diferente, ¡He he he..- su risa llego hasta mis oídos, quien aún me debatía entre detener aquello o no.


- ¿Qué?, quee, ..¡Noo.

Esta situación hicieron que la pobre Srita Peterson volviera un poco a la realidad, y su realidad era solo una, el haber adoptado la expuesta posición para un total enculamiento. El objetivo de ese desgraciado era claro y evidente, y lo fue aún más cuando Yuli sintió que el viejo con ambas manos abrió sus dos cachetitos traseros, dejando ver a ese animal sin sentimientos su apretado conducto anal, el cual ya deseaba perforar desde que la había raptado.

El viejo llenando sus dedos de saliva empieza a lubricar el pequeño orificio anal que se hallaba debajo de él, abriéndolo, palpándolo imaginando lo rico que se sentirá estar dentro. La mente de Yuli flaquea, el mete y saca de aquel dedo se encuentra causando un extraño placer, placer que rápidamente aumenta.

- ¡Que apretadita estás ehcuincla, ..si parece que va a sé la primera vé que te vayan a enculá.- dice el viejo aumentando la velocidad de sus dedos.- ¿Te acueldas? ¡He he he..

El viejo sabedor de que podría llegar a lastimarla, volvió a meterle las bragas en la boca y aplastarla contra el sillón con una de sus manos, metió su dedo índice lo más adentro que pudo de aquel ajustado conducto que ya había imaginado con volver a poseer. Yuli bufaba y mordía sus propias bragas por las sensaciones causadas con ese dedo metido en el culo. El Portero por su parte sentía como el esfínter apretaba su dedo invasor, como no queriendo dejarlo salir de su interior.

- ¡Mmsdn.. Amgm.- Yuli dice algo inentendible debido a sus bragas que tenía en su boca.

La vista que tiene el viejo es impresionante, su verga se endurece más si eso es posible, el apretado conducto intenta regresar a su normalidad sin embargo no lo hace pues los dedos del viejo evitan. El cuerpo del viejo se deja caer completamente en mi Yuli, sin dejar de encularla con el dedo, mientras la otra hace un esfuerzo por sujetarla y evitar que pueda levantarse del sillón. Cada vez era más difícil para ella el respirar, el gordo cuerpo del viejo impide que lo haga correctamente.

El desgraciado animal ya había tomado ubicación en la parte trasera, su intención era una sola, iba a tomar posesión del aquel pequeño orificio posterior de esa joven que tenía para su propia voluntad, simplemente se la quería meter por el culo para cerrar con broche de oro dicho video. Pero antes del ya casi segura sodomizada, al muy cerdo se le había antojado paladear el sabor que tendría aquel pequeño conducto, por lo que procedió a tomar con ambas manos cada una de ese par de nalgas y las abrió lo que más pudo. El viejo pudo admirar frente a sus libidinosos ojos el magnífico esfínter rosado que se hallaba en medio de esas nalguitas blancas, su verga ya totalmente erecta palpitaba ansiosa, luchando por entrar y escurrirse por el húmedo conducto que en este momento miraba su dueño. 

El viejo, todo un experto ya en el arte del enculamiento, sabía muy bien que antes de ensartarle su duro palo debía dilatarlo un poco, no para que a ella no le doliera, si no para que fuera a pegar tremendo grito que alertada a todos los vecinos de la cuadra. Debía dilatarlo para que a él le fuese más fácil perforar ese culo tierno, por lo que se dedicó a ensalivarlo un poco más y fue cuando de improviso metió dos dedos en el apretado ojete. Yuli sintió el mismo dolor invasivo que cuando le perforaron por primera vez, pero ahora no se encontraba tan relajada. Le daba la sensación que el maldito le reventaría el culo si es que se le ocurría meterle su tremenda estaca por su apretado conducto.

- ¡Nomh!!,- fue el grito que se ahogó dentro de sus bragas.- Nm mom mamorr, mueme!, mueme!!, pfmhh!!

- ¡Cállate putilla caliente, ..que hoy no te salva de tu enculamiento,- decía el depravado viejo,- ¡Así que prepárate polque ahora te va a dolé el doble de lo que ya te dolió la primera vé que te culié, ¡He he he..- y la sujetó fuertemente del pelo tirando de él.

Yuli lo hizo sin dudar por el dolor y él siguió con su tarea de seguir dilatando su colita paradita. El inmundo le refregaba ahora su miembro y le decía vilmente algo que la dejó helada y muerta de miedo:

- ¡Siempre que te veía pasá, con este hermoso culito meneandolo, cuando usaba esos pantalones de licra y pasabas pol aquí con cara de niña pija, ..no hacía má que pensar en él y recoldá. Pensando en mi velga toda adentro de este divino culito, ..y ahora por fin lo tengo de nuevo!!

La pobre se horrorizó, no podía creer que el viejo la fuera a violar analmente también. Le suplicaba que no, que por favor ya no, pero el animal estaba poseído por el deseo y le gritaba que se callara o la mataría a golpes.

- ¡Tiene un culito muy rico pendeja, ..volvelo a sacá para afuera, paralo!!

El viejo volvía a cambiar su actitud sobre ella, lo que hizo que la adolecente ganara nuevamente miedo. Entonces con sus toscas manos abría aquellas nalguitas y metía su asquerosa cosa entre medio de ellas. Ella sentía su caliente miembro y la invadía un escalofrió terrible, mientras que moría de resentimiento al ver a ese maldito sujeto a través del espejo, veía a ese viejo inmundo teniéndola con la cola bien paradita mientras que seguía balbuceando cosas como:

- ¡Qué bonito culito voy abrí, ¡Quiero cogerte por acá, te lo voy abrí todo putilla!!

De repente en un movimiento violento sujetó por la cabeza su miembro y empezó a ponerlo con su dedo dentro del tierno arito que poseía la colegiala. Ella se movía para todos lados intentado huir. El Portero se enojó y grito:

- ¡Quédate quieta perra inmunda, ..no te mueva polque entoncé si te rajo desgraciaha. ¡No te preocupe que te lo voy hacé delicioso, ..vas aullá de placé cuando lo tengas toho adentro!!

Ella le veía fijamente por el espejo para ver todo lo que pasaba detrás. El animal con sus manos separó sus blancos glúteos y fue poniendo la cabeza de su enorme miembro en la puerta de su esfínter. Presionó contra ella haciéndole entrar parte de su amoratado glande. Yuli con lágrimas nuevamente en sus ojos, soltó un grito fuerte de dolor:

- ¡Ahhyyy Aghhh Nogh!!

Pero el desgraciado seguía lentamente introduciendo su enorme tolete dentro de ella desgarrándola mientras decía:

- ¡Quédate tranquila pendeha, ..ahora va a gozá cuando te la meta toda. Y cuando te entre toda, no vas a deseha que te la saque jamá ¡He he he..

Yuli lloraba más aun por sus inmundos comentarios que por el desgarre que se encontraba sufriendo, el dolor de sentirse utilizada, de sentirse impotente, mientras que el maldito viejo gritaba de placer al sentir aquella estreches:

- ¡Oohh putilla, ..que rico me lo está apretando, Oohh.. Aaahh!!

El malnacido poco a poco siguió metiendo su grueso miembro dentro del pequeño esfínter de mi amada. Ella sentía un dolor increíble, miró hacia atrás y ya estaba casi toda dentro de su cuerpecito. Gritó suplicando al maldito que la dejara:

- ¡AAAhh Nooo Ah, suélteme por favor, ¡Me lástima!! Arghh!!- dijo liberándose de sus bragas.

Pero por más que gritara aquel miembro ya estaba dentro de su cuerpo, y se perdía de milímetro en milímetro entre sus glúteos. Después de eso, dejó su gruesa cabeza dentro, por un rato sin moverse, mientras que ella miraba con los ojos llorosos por el espejo como se veía. Era lo más denigrante que haya visto, no lo podía creer, veía su perfecto culito colegial clavada por la enorme verga de un asqueroso viejo y sucio, que sonreía con aire de victoria. Luego comenzó a moverse contra ella despacio, subía sacando casi todo su miembro y lo volvía a meter completamente, haciéndole dar gritos de dolor:

- ¡AAHH!! ¡Argh!! ¡¡AAAyy!!

Luego el desgraciado comenzó a moverse mucho más fuerte y rápido encima de ella, mientras gritaba de gozo:

- ¡Oohhh Tómala pendeja, ¡Ohh.. Que rico se ve tu fundillito ensartado por mi tranca ¡Oohh.. Al final terminará siendo mi mujel, mi putita pelsona, ya lo verás ¡Siiii ahhhh!!

Ella lloraba, gritaba de dolor y humillación mientras el asqueroso viejo gozaba a más no poder teniendo aquel delicado cuerpecito a su disposición y aprovechándolo completamente. El Portero comenzó un movimiento desenfrenado, puso sus manos gordas sobre la espalda y se montó prácticamente sobre ella aplastándola contra el viejo sillón. Su pelvis se movía violentamente sobre ella, mientras que gritaba fuertemente:

- ¡Ooh.. ¡Que culo infernal tiene chamaca, pol dios, ..que despeldicio la velda, ¡Ooh.. con tanto chiquillo tan pendejo.

Las estocadas salvajes que recibía hacían que las nalgas de Yuli vibraban con cada penetración. El viejo estaba todo traspirado y medio cansado pero seguía gozando y hablándole al iodo mientras la taladraba:

- ¡Te vé má linda así, con un macho clavándote así.. ¡Oooh, que rico aprieta pendeja, ¡Este culito es mío!

El Cubano asqueroso aullaba de placer, y así estuvo por lo menos 10 minutos, aplastándola contra el sillón, penetrándola violentamente. Cuando de repente dijo:

- ¡Ooh, oh ¡Prepárate putilla que te voy a llená las tripas de leche!!

Y grito: ¡OOAARRGGhhh!! Ella sintió como chorros de semen ardiente invadía su interior, le llenaba poco a poco los intestinos. El desgraciado dio tres últimas arremetidas hasta el fondo para después en las últimas sacar su miembro dirigiendo las siguientes descargas hacia su espalda y nalgas. Las baño de semen, luego recuperándose un poco empezó a esparcírselas y a golpearlas con su verga por todo el contorno de las nalgas. Para después sentarse rendido agitado en una silla.

Le empezó a platicar como había planeado todo, como iba a conseguir mucho dinero con ese video, mientras que ella no podía hacer nada, estaba muerta de dolor, el viejo se subió los pantalones y la amenazó de muerte diciéndole que si decía algo tendría ese video editado para que todos sus conocidos vieran lo putilla que era. La pobre se quedó llorando a más no poder, muerta de dolor y miedo.

En menos de 2 minutos, el viejo quedó dormido sobre la silla, como muerto. Yuli lloraba en silencio desnuda sobre aquel sofá en la que había sido brutalmente abusada, en su mente las ideas bailaban al ritmo de los acontecimientos que se sucedían. Lo que ella no se daba cuenta era que su aprovechador estaba totalmente dormido por una sustancia, y que podía escapar cuando quisiera. A ella ya la habían abandonado aquellas sensaciones de coito, ahora lloraba amargamente y en silencio juntando sus ropas maltrechas. Se maldecía por haberse entregado a tan horrible viejo aquel primer día, por haber disfrutado y de cómo su calentura había aumentado antes de que el viejo se pusiera como animal, pero ahora con el solo hecho de recordar cómo se había abandonado por aquellas sensaciones sentía unas tremendas ganas de vomitar.

Sabía que el viejo degenerado la volvería a chantajear, esto no tendría fin. También entendía que si de ahora en adelante no se dejaba utilizar por él, este desgraciado podría comercializar con dicho video, y sabrá dios con quien haya hecho ya tratos este infeliz, los acontecimientos afectarían a su familia y serian de nefastas consecuencias. Se sentía devastada, no solo causado por el ardor que sentía en las partes íntimas de su cuerpo, si no moral y mentalmente, además comprendía que no pasaría mucho tiempo para que de nuevo este ser la amenazara para comportarse generosamente con su cuerpo y complacerlo sexualmente hasta la saciedad. Según era el trato en que ella forzosamente había aceptado con tal de saldar de alguna forma el silencio de este cerdo.

Pero lo que asustaba de sobre manera y la mantenían aterrada, eran las grandes posibilidades de salir preñada de toda esta situación, además que si eso sucedía no sabría cómo actuar ante sus Padres y su novio, como explicar cuál era el verdadero progenitor de dicho hijo.

Yuli ya se había terminado de vestir, ahora que lo escuchaba ronronear estaba más serenada, se sentía muy avergonzada siquiera de salir de dicho lugar, tener que ocultar lo que le había pasado delante de sus Padres que pronto regresarían y la reprenderían, estaba subiendo los jeans mientras observaba al espejo sin atreverse de volver a mirar a ese horrible viejo de color marrón. Ahora recordaba que antes de que la sodomizara le había hecho sentir sensaciones inimaginables, ¿Cómo era posible eso?, no se explicaba el porqué de su reacción, lo último que esperaría era que su cuerpo lo deseara más que a cualquier otro hombre, reacciones que contradecían lo que ella estaba pensando. Muy a su pesar tuvo que volver acercarse al viejo para coger sus maltrechas bragas, las mismas que habían estado en su boca como una mordaza para no gritar y alertar aquellos que pudieran haber pasado por ahí y evitarle tales sucesos.

Mientras caminaba en dirección a la puerta pensaba que en lo ya ocurrido entre ellos, el haberse estado ambos apareando como animales y el haberse movido y meneado de la forma en que lo había hecho, esto ya la había convertido en su mujer, y lo que más la entristecía era pensar seguir siéndolo por el resto de su vida.

.....

Tras ver que Yuli se alejaba triste hacía su casa, me volví para el otro lado y me aseguré de que seguía allí dormidote. La dosis había sido la correcta, por lo que este desgraciado estaría bien dormido durante dos horas, aunque por su tamaño y corpulencia yo le calcularía menos, pero aun así sabía que tenía un buen rato de margen antes de que se despertara el maldito. Recé para que ningún vecino apareciera a querer saludarlo, o caminando por la cera y viera lo que iba a ocurrir. Después de todo, a veces la fortuna está con los buenos de la película ; )

Así que aproveché para meter mi pequeña mochila antes preparada y llevar todo a acorde al plan trazado. Una vez más me encontré rezando para que nadie anduviese por ahí cerca y cerré la puerta. Aunque claro de vez en cuando me asomaba por la ventana, vigilando que nadie apareciera. Aunque por suerte, a estas horas no era muy común  que hubiera gente husmeando o caminando, por lo regular es un fraccionamiento muy tranquilo. Cerré la puerta con seguro y dejé la barra de acceso arriba de la calle para que nadie se preocupara por este Portero y pudieran pasar sin problema alguno, o pudieran escuchar algo que les dijese que las cosas no estaban bien, pero no había nada extraño. 

Todo salió como yo había planeado y pocos minutos pasaban de las 22:30 cuando víctima se encontraba dormido. Rápidamente lo até con cinta industrial, con las piernas bien abiertas y sujetas a las patas de la silla donde había quedado. También había puesto cinta bajo su vientre y el pecho para estar seguro y en cada una de sus manos por detrás de su espalda y tras el respaldo. Era imposible que alguien llegase a soltarse con tanta cinta que le coloqué. Le bajé el pantalón hasta los tobillos y lo amordacé con aquellas mismas bragas las cuales había usado con mi Madre. No les relato lo que sucedió después pues fue bastante desagradable.

Poco a poco, fue despertando. Cuando se dio cuenta de su situación comenzó a intentar gritar y soltarse, por un momento pensé en acabar con todo aquello. Pero bastó el recuerdo de su mirada llena de repulsión hacia mí par que aquel pensamiento desapareciera de mi mente y pudiera disfrutar del espectáculo de su cuerpo moviéndose desesperado en un intento de liberarse. Tardó varios minutos en quedarse quieto, bien por agotamiento, bien por resignación, los cuales yo aproveché para quitarme los guantes de látex, puesto que ya había hecho lo que quería. Me quedé observando su mirada de desesperación y de impotencia, él sabía muy bien que yo estaba enterado de lo que había hecho con mi Madre, miré el terror en sus ojos, hasta que al final me supongo que fue el agotamiento lo que lo rindió. Me resultaba delicioso oír sus quejidos ahogados bajo la mordaza que él mismo había sudado contra su víctima. Me empezó a excitar aquella situación, me sentía poderoso y sentía que todas las heridas de mi orgullo se iban cerrando.

Dejó que mis manos se pasearan a gusto por su horrible cara, acariciando de manera psicópata cada una de sus facciones, antes de con una navaja cortar una pequeña rendija en boca y sacarla las bragas para escuchar lo que diría. Realmente estaba asustado, y no parecía estar disfrutando ahora con su nueva situación. Su pantalón se encontraba ya arriba por lo que no se dio cuenta de lo que hice y eso era bueno para mis planes. Quería que se sintiera humillado, quería hacerle un daño físico real. Así que fui hasta mi mochila y saqué un pequeño control remoto.

Pese a estar en esa situación, el cerdo aún sonríe.

- ¿Qué? ¡Hijo de puta. Ahora no eres tan valiente. ¡Borra esa maldita sonrisa ahora mismo.- le dije con odio.

- ¡He he.. Y, ¿qué hará, chiquillo pelveltido?.. ¿matalme? Vas a dejá a tu Mamita solita para que otro como yo venga y se la coja hasta el cansancio. ¡He he he.. No ere capaz, puedo olé tu miedo, y sabe que en cuanto me suelte te iré a matá y me volveré a cogel a tu Mamita culona. Ese culong ha valido la pena de toho, sabes. No sabé como lo disfruté cuando se lo estaba metiendo, ..y má al pensá que estabas ahí viendolo.- me dice sin borrar esa sonrisa.

Sin saber él por qué enciendo el pequeño control de mi mano. El ahogado grito y la convulsión de su cuerpo me demostraba que le estaba haciendo daño. Él no podía verlo, pues no notaba algo extraño en su cuerpo, sólo podía sentir dolor dentro de su cuerpo y los gemidos o se hicieron esperar. Me resultó delicioso ver como sus ojos se llenaban de odio y de frustración. Tal vez me estaba convirtiendo en un monstruo, pero mi conciencia no me atormentaba. 

- ¡Vamos cobarde. Vuélvete a reír desgraciado ahora con lo que te acabo de meter.

Le digo justo antes de empezar a encender de nuevo el control remoto. Siento sus ojos de odio y las ganas que tiene de ponerme las manos encima. Aprieto con fuerza el botón que da el encendido y observó con placer como él forcejea intentando zafarse de las ataduras de su cuerpo. Un hombre tan macho como este infeliz odia saborear su propia esencia, sobre todo si tiene algo que le zumba y le provoca dolor en el culo. Junta sus muslos para apaciguar el dolor pero se da cuenta de que este viene desde adentro y todo lo que les ha hecho a sus víctimas por fin lo está pagando.

- ¿Te gusta perro inmundo?.. Ahora verás lo wuay que es video grabar a una víctima.

Sujeté la cámara que había estado usando para violar y Yuli y le dije:

- ¿No me dirás que no es de tu agrado verte ahora en la posición de tus víctimas?.. ¡No cierres los ojos hijo de puta, mírame, ..mira quien te hará pagar por todo lo que has hecho desgraciado.

No piensen que tuve miedo ahora. Para nada. Disfrutar sí que disfruto: viendo su cara de asco, como intentaba por todos los medios liberarse.. Diente por diente. Cuando me canso de verlo retorcerse, apagó el vibrador y lo ayudo a mirarme a los ojos.

- Y ¿ahora?.. ¿qué se siente estar siendo violado por el culo?.. ¿te excita?- le digo mientras le grabo.- ¡Que me mires carajo, joder, así.- le grito mientras le sostengo la cara para que pudiera ver a la cámara.- Ya no te ves tan macho ahora viejo inmundo. Y esto es solo el inicio de lo que he preparado para ti. No me vendrás ahora con remilgos y lloriqueos, ¿verdad?.. Voy a disfrutar mucho con esto.

Primero vuelvo a agarrar las bragas rotas de mi Madre. Y así frente a sus ojos me las meto por dentro de mi trusa y las uso para limpiarme los bajos con lo que queda de ellas. Dedicó una especial atención en mis güevitos. Las meto bien limpiándomelos bien y asegurándome de dejarlas impregnaditas de algo más que su saliva. Grabando en todo momento se las meto en la boca. Cómo disfruto introduciéndolas lentamente, viendo sus ojos cerrarse y su cara de asco.

Me inclino poco a poco y le susurró al oído:

- ¿Te gusta el sabor?.. Pues es hijo de la mujer que violaste asqueroso. Ahí lo tienes, toda su esencia en tu boca.. ¡Ah, y se me olvidaba, ..como vomites voy a dejar que te ahogues desgraciado.

Acto seguido busco su móvil. Es pequeño, de esos viejos que se pliega la tapa y con la antena sobresaliendo. Busco un número y llamo. Con la otra grabo su cara de incredulidad y sospecha por lo que hago. Tapo la bocina con mi sudadera.. Como voy a disfrutar con esto.

- Si, miré.. le hablo para notificarle que el hombre que les debe tanto dinero se encuentra aquí, atado en el lugar donde trabaja. Al maldito lo he encontrado con mi mujer y busco venganza.- El Cubano me mira con cara de no entender nada y prosigo.- Cuando se enteró de que yo lo sabía quiso huir yéndose a su Isla, pero lo he atrapado antes de que cogiera sus maletas y su boleto de avión.

Me siento en sus piernas poniendo una mano en su hombro como si fuera mi Padre. Evidentemente evito que se saque las bragas de la boca y pudiera hablar. Le doy un par de cachetadas en las mejillas y prosigo negociando.

- Les propongo un trato.. le he quitado el dinero que le había robado a mi mujer. Es suyo y la otra mitad más cuando desaparezcan a este sujeto, ..cuando lo hayan hecho tendrán el resto. Como podrán darse cuenta una vez lleguen, ..el desgraciado pensaba escapar a Cuba y no pagarles nada. Le he atrapado justo.- y le miré con ojos de desprecio y a la ves satisfacción.- Hagan lo que crean necesario.

Joder, como me río mientras veo como el viejo pone cara de aterrado. Joder, carcajadas puras mientras veo como se sacude y el pánico ahora si recorre su cuerpo. Lagrimones bestiales cuando su culo empieza a temblar y él se sacude. Lástima que lo tengo amarrado y no le deje moverse mucho.

- Vaya, un consolador temblando en tu culo te la pone dura, ¿eh?.. Tan macho que parecías antes..- le digo burlándome.

Me pongo de pie y grabo su desesperación y sus movimientos. Mientras en unas bolsas y maleta meto todas sus cosas.

- ¡No te vayas a venir, maricón.- le dijo mientras empiezo a empacar todas sus cosas.- Este video me pertenece.- dijo al tener en mis manos los videos de mi Madre.- ¿Sabes una cosa? He disfrutado mucho con todos tus romances por el fraccionamiento, ..con los Dávila, y con los Santillana ¡Uuuuf. Bien que la hiciste. La verdad que es una pena que haya salido maricón el Sr Fabián. Me hubiera encantado que hubiera llegado con una pistola, ..te hubieras ahorrado todo esto.

Poco a poco voy acelerando el ritmo del vibrador (un ovalo de la cajita de mi Madre) mientras veo como se tensa para soportar el dolor y el brillo de sudor frio empieza aparecer en su frente.
- Pero lo mejor ha sido cuando has llevado a mi Madre a pagar tus deudas de juego, ..es una pena que no la haya pagado por completo, ahora vendrán a cobrarte.

Desde luego que el viejo intenta gritarme de todo, pero las bragas de mi Madre y mi esencia seguían en su boca para que no las olvidara jamás, y no se las voy a sacar hasta saciar mis deseos de venganza. Además no quería que por un grito de este maricón me fuera arruinar la diversión. De hecho que me estaban dando ganas de dejárselo ahí hasta que sus acreedores vinieran a buscarle.

- Como me gustaría que mi Madre y todos aquellos que les has causado tanto dolor pudieran verte ahora, ..siendo violado por un niño de 12 años. ¿Te gustaría que todos se enteraran que estas empalmado con un consolador en el culo? Menudo hombrecito.. seguro que después de esto te gusta maricón.

Desde luego estoy hablándole con un puto coraje. Tenía que sacar todo lo que este maldito me había hecho sufrir y todo el dolor que le había causado a mi Madre y a Yuli.

- ¡Jamás te hubieras metido con mi Madre maricón, ..¿o crees que ella no tiene el valor suficiente para contratar a alguien y matarte?.. Lo que me da más rabia es pensar que quizas en algún tiempo sintió algo por ti asqueroso.

El muy cerdo estaba llegando al final. Lo noto en su respiración, en como la aguanta intentando retrasar lo inminente.

- Estás a punto. ¿Te vas a venir con un aparato en el culo maricón?.. Quizás le envié una copia de esto a los Santillana, ..claro antes de haber borrado ¡Tu maldita violación, asqueroso.

En eso grabo el momento en como de entre sus piernas sale algo caliente, denso y amarillento. Me separo de él grabando sus ojos de desesperación y de humillación por lo que le estaba sucediendo. Veo como sus propios espasmos hacen que su ano expulse el ovalo. Desde luego el cuerpo humano es una maravilla.

- ¡No sabes cómo te aborrezco, cabrón.

Mis dedos atenazan su cuello y aprietan. Siento como el flujo de aire se corta y sus ojos quieren salirse de sus órbitas. Me aseguraré que este cabrón no vuelva a violar a nadie más. Nunca había imaginado que me sentiría tan contento de estar frente a este desgraciado. Nunca había pensado que acabaría así. Desde hace mucho soñaba con hacerle muchas cosas pero nunca algo como esto. Yo, el pequeño Pedrito. Salvando la dignidad de mi Madre. Esa era la verdad. A base de esforzarme mucho y, supongo que el esfuerzo de saber esperar me habían permitido tenerlo, por fin, mi propia venganza. Aunque sea por un momento. No me importa.

Lo dejo respirar y que la sangre vuelva a circular en su cabeza. Sacó de mi chamarra un papel con la impresión de compra de un vuelo de avión hacía Cuba y la pongo encima de su maleta y de todas sus cosas. Recojo el dinero que le había dado la Sra Santillana y lo que le había arrebatado a otras. Tomo la mitad y se los dejo en un sobre con el mensaje “Después tendrán el resto”

Junto las evidencias que este maldito tenía enllavadas en su escritorio y sonrió:

- No sé qué te harán, ..y por tu bien que sea rápido.- sacó la pistola eléctrica y le doy en el cuello dejándolo nuevamente inconsciente.

.....

Durante los días siguientes después de aquella noche, Mamá parecía deprimida, estaba claro que el remordimiento no dejaba de machacarla. Recibía llamadas de sus amigas y la escuché despreciarles, diciéndoles que se haya muy ocupada. Una de las veces la vi tan mal que creí que iba a confesarles todo, pero al final no se atrevió. A veces la oía llorar, a veces me entraban ganas de abrazarla y contarle la verdad, contarle que ya estaba liberada, que jamás volvería a ver a ese animal. Pero luego pensaba en las consecuencias, en su previsible reacción, y me acojonaba como una rata.

En una de esas mañanas, cuando ella me preparaba el desayuno, aun en su estado como de depresión y tristeza, viendo un programa de noticieros, cuando se dio el reporte de que en una coladera cercana al Río habían encontrado un cuerpo ya muy descompuesto de un hombre mayor de como 60 años de origen Cubano. Como en las 48 horas que ya habían transcurrido nadie había reclamado, se les dio por un muerto más del crimen organizado. A ella como que se quedó en shock, pero enseguida le dio una corazonada de que habían sido aquellos sujetos a los que le debía tanto dinero. Por las señas claro que era el viejo, además que los vecinos ya habían empezado a rumorar por la falta del Portero. Le marcó de inmediato a uno de nuestros vecinos, a quien todos le marcaban cuando ocurría algo en el barrio. La conversación le confirmo que también ellos se encontraban viendo el noticiero. Al menos se sintió reconfortada por un momento, de no verle más. El reportaje continúo moralizando acerca de la muerte constante de personas a manos del narcotráfico, teniendo de telón de fondo un hombre cubierto con una manta aun lado del rio.

- ¡Mamá, Don Mario era Cubano.. y ya no está en la caseta.

Cuando se cortó el comunicado y entraron los comerciales, ella dándome un abrazo me dijo:

- Tranquilo mi amor, ..ese Señor se fue y no dijo a donde. Ya vendrán otros Porteros. ..


Continuara brevemente.......... ATTE Pedrito Tapia

MI MADRE Mónica.......... Capitulo (56)
“Terapia para Mamá.”

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo.... 
pedritapia08@hotmail.com