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sábado, junio 09, 2012

Capitulo (27)


© MI MADRE Mónica.......... Capitulo (27)

‘‘Su último cliente, ..¿el Sr. Volok?.’’


Como era ya habitual, el Sr. Montoya dejaba descansar a Mamá entre cada cliente, sabía muy bien que no podía exigirle demasiado ya que ella no estaba tan acostumbrada, y eso terminaría por derumbarla. La pensó en llevarla poco a poco, en que ella sola empezara su evolución. Mamá esperaba su llamado con nerviosísmo, sabía que al sonar su teléfono y siendo Sr. Montoya, seguramente ya le tenía otro buen cliente para trabajar. Ella por lo pronto seguía su vida normal en la casa, cuidaba su aspecto y salía con sus amigas de vez en cuando, yo hasta llegué a pensar que ya había liquidado su deuda, ya que el llamado tardó bastante esta vez.

.....

Era un jueves en la tarde, yo estaba regando el jardín de la cera de mi casa, mi Madre había salido con una de sus amigas, cuando en eso veo estacionarse frente a la casa una camioneta negra muy sospechosa, se me heló la sangre al ver al volante al guarura del Sr. Montoya, enseguida empezé a temblar, la camioneta se estacionó frente a la casa bajandose solamente el Jefe.

-‘‘¡Hola pequeñín! ...’’ Me saludó el viejo.

Venía muy bien trajeado y traía esa sonrisa burno y siniestra que hacía que se me helara la sangre.

-‘‘Ho, hola ’’. Respondí sin quitar la vista hacía las flores.

-‘‘Tú debes de ser Pedrito, ¿no es así? ’’.

-‘‘Si yo soy, ..¿usted quién es? ¿cómo sabe mi nombre? ’’ Le respondi cómo si yo no supiera nada y mostrando poco interes hacía ese maldito.

-‘‘Soy muy amigo de tu Madre ¡Je je je!.. Por cierto, ¿esta en casa? ’’. 

-‘‘No Señor, ..salió de compras ’’.

-‘‘¡Mmm!.. Bueno, quizás tu podrías hacerme un favor, ..¿le darías esta targeta a tu Mami?, ¿si pequeñín? ’’. 

-‘‘¿Targeta?, ..si, si claro, yo se la doy ’’. Le respondí estirando el brazo sobre la reja.

-‘‘Bien muchacho, ..es muy importante, no la vayas a perder ’’.

-‘‘No se preocupe, Señor ..yo se la daré ’’.

-‘‘Esta bien Pedrito, ..me dio gusto conocerte ¡Je je!..’’

El tipo se subió a su camioneta y dieron la vuelta, mientras lo hacian el chofer se me quedó viendo, esos ojos penetrantes hicieron que casi me orinara del miedo, tuve pánico de que me reconociera, pero por suerte no logró hacerlo, sólo subió su ventanilla y aceleró desapareciendo de zona.

Yo me quedé inmovil hasta que la sangre volvió a circular por mi cuerpo, ese tipo realmente me daba mucho miedo, enseguida recordé lo que me había dado, en mis manos tenía la targeta del siguiente cliente de mi Mami. El pequeño cartoncillo era de color dorado con la misma dirección del chalet y la hora. Sería el Sábado a las 5:30 de la tarde, con las abreviaturas del cliente y el apellido ‘‘Gral. V. ’’ La verdad que las primeras letras si me habían dejado muy perturbado, enseguida recordé lo que había mencionado el Sr. Montoya, algo sobre un tal Sr. Volok, el cuál al parecer todas las Putas le rehuían, ¡no lo podía creer!, ese desgraciado se lo había hechado a mi Madre, sin lograr pensar en otra cosa más que en su cliente me pasé toda la tarde esperandola. 

Como era habitual mi Mami llegó hasta las 8 de la noche, yo me encontraba viendo el televisor de la sala esperandola muy pensativo, me daba algo de remordimiento mi Mami, no sabía con clase de persona le había tocado ahora, ¿y si la golpeaban?¿si la lástimaban? La verdad era que no sabía con que clase de persona se iba a topar, intrigado esperé a que entrara a la casa para darsela, además estaba algo tranquilo, ya que lo vería todo, y por si algo lograra pasar ya tenía la dirección, enseguida enviaría a la policía, eso me dejó más tranquilo.

-‘‘Pedrito mi amor, ..creía que estabas en tu cuarto ’’. Me dijo Mamá al entrar por la puerta.

-‘‘Toma, Má ..te la trajo un amigo tuyo ’’. Le di la targeta. 

-‘‘¿Así?, ..¿que es mi amor? ’’.

Cuando mi Madre supo de que se trataba se la llevó a su bolso y respiró profundo, sabía perfectamente que era su tercer cliente, nuevamente empezaría su tormento, se quedó muy sería y enseguida subió a su recamara para dejar sus cosas. Más tarde bajó para la cena pero con un semblante cabizbajo y serió, creo que pensando en cuando se le iba a terminar su sufrimiento. Cuando nos llegabamos a ver en la mesa ella me dedicaba una tierna sonrisa y enseguida se ponía comer, ahora no hubo plática de lo que había hecho en el centro comercial, ahora sólo estaba muy callada.

Las horas pasaba y el tan esperado día a su cita llegaba tan deprisa, el tiempo parecía dar su marcha tan rápido que parecían las horas minutos, el sol parecía acultarse más rápido y así el nerviosísmo de mi Madre se hacía más evidente. Yo la miraba cómo se olvidaba de las cosas, cómo se quedaba ida viendo hacía la ventana, en algunas veces la veía llorar y pláticar con la foto de mi Padre en su regazo, la pobre no sabía cómo escapar de ese sucio destino que ella sola se había buscado, miraba su casa, su estabilidad economica y pensaba si valia la pena todo eso. Pero seguramente pensaba en mi y eso era lo que le daba fuerza para seguir adelante, sabía muy bien que al saldar esa deuda se habría librado de el malnacido de Fernando, ¿pero después qué?, seguramente Antonio no la dejaría en paz así de sencillo, seguramente buscaría la forma de seguirla chantajenado. Pensó en irse y dejarlo todo, irse a vivir nuevamente con mis abuelos en un pueblito muy lejano, pero para que, seguramente éstos tipos con el poderío economico que tiene seguramente nos encontrarían fácilmente. No sería tan sencillo. Estaba decidido, este sería su último cliente y después hablaría seriamente con Sr. Montoya.

.....

Por fin el tan esperado Sábado llegó, yo estaba igual de nervioso que ella, faltaba no más de una hora para que se diera la tan esperada cita, mi Madre seguía en su recamara, seguramente alistandose lo más bella posible para agradar a su cliente, yo seguía pensando en el Sr. Volok, ¿porque tanta especulación por ese tipo?, ¿era verdad que hasta las Putas más profesionales le huían?, ¿pues que clase de persona era?, debía de ser gente con mucho dinero ya que no pagaría lo que el Sr. Montoya estaba cobrando por mi Madre. Seguramente sería un viejo con algún fetiche extraño, o con alguna deformidad, o quizás un masojista o un sadomasojista, estaba muy desesperado por ver quién era ese tipo.

Mi Madre no tardó mucho en bajar de su recamara. Se presento ante mi muy elegante, se había untado crema por toda su piel ya que se le miraba simplemente perfecta. El vestido que había escogido para esa tarde le quedaba perfecto, era color arena, de ante, cortito, con flecos, muy elegante pero a la vez algo especial. No tenía escote, pero con sus enormes pechos y vistiendolo así tan ajustado le moldeaba perfectamente su figura y le daba una vista más elegante. No se había puesto sujetador ya que con el movimiento al bajar de las escaleras se las ví botar libres, así cómo las puntas de sus pesones se asomaban levemente. De zapatos, optó de tacón de aguja que imitaban el estilo ante de su vestido. Se había recogído el pelo para poder mostrar los hombros desnudos ( el vestido tenía tirantes amplios, pero dejaba los brazos al descubierto ). Así su rostro se veía mejor, por un maquillaje muy suave, casi sin maquillaje. Un pequeño bolso para llevar algunos pañuelitos de papel, otras cuatro cosas más y lista para su cita.

-‘‘Pedrito, te he dejado la cena en el micro-ondas, ..portate bien mi amor, no voy a tardar mucho. Toma dinero por si se te antoja algo, ..si tienes alguna emergencia no te olvides de llamarme al celular. ¡Muaccckkk! Te quiero mucho mi amor, ..y no veas tanta televisión Ok ’’.

-‘‘Si, Má ..que te vaya muy bien Mami ’’. Le dije con mucha nostalgia.

-‘‘Gracias mi amor, ..cierras todo y no le abras a nadie ’’.

Mi Mami con gran angustia partió directo al sacrificio, dejando a su pequeño hijito de 12 años sólo en la casa. Yo desde muy chico me acostumbré a eso, antes si me dejaban al cuidado de una niñera, pero desde que cumpli los 10 años me valí por mi mismo, tanto así que mi Padre y mi Madre salían a sus reuniones sin preocuparse de mi. Yo no tenían ningún problema en quedarme sólo, es más, me agradaba quedarme sólo, me sentía el dueño de la casa. Cuando escuché la camioneta marcharse enseguida subi por mi computador, estaba muy ansioso por el tipo de cliente que le había tocado a mi Madre.

Salí disparado hacía mi habitación a encender mi computador, estaba ancioso por conocer aquel cliente que tantas sospechas y morbo me causaba. Cuando logré correr el programa, enseguida me conectó por wi-fi de aquel ordenador, ese magnifico aparato me enviaba todas las imágenes captadas por ese circuito cerrado, era una maravilla, no entiendo cómo no lo han comercializado. En cuanto pude capturar las primeras imágenes en la sala de ese chalet se veía un tipo robusto, preparando una polea colgada de la trabe del techo, ¡me quedé petrificado!, ¿que era lo que intentaba ese pervertido?. El tipo se miraba de unos 40 años, muy robusto, con su cabeza calva, seguramente se la rasuraba amenudo, ya que le brillaba cómo si se la puliera. Traía un pantalón de militar color negro y las botas, con una playera muy ajustada también del mismo color, lo que me llamó la atención era que traía unos guantes de piel negros y colocaba una cuerda.

La verdad que no sabía con que tipo de individuo había caído mi Mami, me asusté muchísimo, me dieron ganas de llamarle y decirle que no fuera, pero no podía hacerlo, con que cara le diría a mi Mami que la espiaba mientras ella despachaba sus clientes, no. Tenía que esperar haber que sucedia y después pensar en cómo actuar antes de que me descubriera. Esperé a que ella llegara y tratar de no perder detalle de lo que intentara ese malnacido. Por si las dudas ya tenía el teléfono de la Policia a la mano, por si al desgraciado ese se le antojaba lástimarla.

En eso veo que el tipo levanta el teléfono y llama, seguramente ya estaba inquieto porque no le llegaba la chica, al escuchar su comentario no me quedó duda, el desgraciado estaba hablando con Sr. Montoya.

-‘‘Srr. Montoya ..si, aqui esperrando a su chica ’’. El tipo parecía ser Ruso, por su acento.

-‘‘................ ......... ’’

-‘‘Así que se llama Mónica ¿he?, ..38 años, viuda y Madre de un hijo. ¡Mmmhh!.. Muy interresante ’’.

-‘‘........... ..................................’’

-‘‘Buenas tetas y un culo exquicito. ¡Mmmm!!.. Excelente ejemplarr Srr. Montoya, ..sólo falta que me aguante ¡Jo jo ja ja!.. Ya sabe que sapré recompensarrlo Srr. Montoya ’’.

-‘‘................ .............................. .....................’’

-‘‘Ok, ..ya no debe de tarrdarr ’’.

Los infelices hablaban de ella cómo si fuera un animal o un objeto, nuevamente el comentario del tipo me dejó muy pensativo, cómo era eso de que si le aguantaba, que era lo que pretendia ese pervertido. En eso estaba cuando escucho el timbre sonar, mi corazón empezó a bombear más rápido, mi Mami no sabía enque que se había metido, y todavía la muy tonta se había vestido muy hermosa para él, seguramente eso era lo que menos le interesaba a ese tipo.

-‘‘Bu, buenas tardes, ..vengo departe del Sr. Montoya yo...’’

-‘‘¡TShhhh! ... Calla, ..ya se quién erres, te estaba esperrando. Entra y no te muevas ’’.

El tipo se acercó a mi Mami y la palpó por todas partes. Pellizcó sus pezones que pronto se pusieron duros. Luego bajó su mano izquierda a la entrepierna. Instintivamente mi Madre cerró sus piernas con fuerza, pero el tipo, con su mano derecha le apretó fuertemente un pezón.

-‘‘¡Apre las pierrnas o te arrancarré ese pezón! ’’.

Mamá por el asombro y ante la imposibilidad de defenderse, lentamente comenzó a separar las piernas para dejar libre acceso a la mano que se acercaba a su sexo. Si lo que este nuevo cliente pretendía era amedrentarla y asustarla, ciertamente lo había conseguido. Como se estaba temiendo, la aparente bondad de este nuevo sujeto era principalmente fachada. Como los otros, era un hombre duro, cruel y depravado. Lo único que le quedaba por saber era de qué modo la iba a atormentar para satisfacer sus licenciosos y degenerados gustos. No se atrevió a implorar clemencia. Simplemente se limitó a seguir las instrucciones de su cliente.

-‘‘Así está mejorr, ..debes serr obediente ’’.

Enseguida empezó a urgar en la entrepierna de mi Mami, ella volteaba su cabeza hacía otro lado y se mantenía inmovil. Le movió las braguitas hacía un lado y sin perder tiempo le metió el pulgar entre los labios vaginales, avanzando luego dentro del conducto mismo hasta que lo introdujo totalmente. Su concha estaba ligeramente húmeda, creo que por el nerviosísmo de citarse con un tipo. Entonces su mano derecha descendió por la espalda hasta alcanzar su trasero y con un dedo comenzó a penetrarla. 

-‘‘¡Ooh!, espere, no tan rápido ’’.

-‘‘¡Que no has oido que te calles! ’’. El tipo parecía decidido en buscar su propio placer.

Mamá estaba muy angustiada, nunca había sido manoseada de esa manera, ni siquiera cuando el Sr. Montoya la revisó por primera vez. Su culito no había sido preparado con anterioridad, ni siquiera le había untado saliva, y ahora el dedo del desconocido se había introducido totalmente en su agujero. Enseguida sacó su celular de su bolsillo y volvio a marcar.

-‘‘Porr esta puta pago cinco mil ..y me la quedó ya ’’.

Mamá abrió los ojos desmesuradamente. Tomó conciencia de que la estaban vendiendo y ofreciendo cinco mil por su cuerpo. No podía creerlo. No pudo contenerse y exclamó: 

-‘‘¡No soy una esclava! ’’.

Una fuerte bofetada resonó en la sala. La mejilla izquierda de mi Mami se coloreó casi de inmediato de rojo.

-‘‘Nadie te ha prreguntado nada, ..ahorra tú me perrteneces y harré contigo lo que quierra. Te callas y nos dejas seguirr negociando tu comprra. En cuanto a usted, Srr. Montoya, ..8 mil es mucho parra una Puta arrogante. Si no mejorra sustancialmente la oferrta, no se la podrré comprarr ’’. Decía el tipo negociando.

-‘‘.............. .................................’’ El Sr. Montoya parecía querer llegar un acuerdo.

-‘‘¿Y cuál serría el último prrecio porr esta Puta?, ..entiendo que es un buen ejemplarr pero parrece un poquito rebelde, no se somete cómo debe hacerrlo una esclava y eso baja el prrecio ’’.

-‘‘.................. .............. .................. ’’

-‘‘Prrecisamente, ..esta Puta necesita muchos modales. Estoy segurro que cuando terrmine con ella serrá todo un corrderito, ¿Imagine las marrcas del látigo sobre su piel tan blanca? Serrá una herrmosura ’’.

Mamá empezó a temblar, su situación había cambiado drásticamente, no estaba con un cliente normal que sólo se satisfacía con poseerla, este tipo era diferente, un sádico, un sadomajista. 

-‘‘¿Cree que resistirrá castigos con el látigo o se pontrá a llorrarr cómo una chiquilla?, ..que chille o implorre cuando es castigada no me imporrta, perro que se comporrte cómo una Puta arrogante, eso no me gusta ’’.

-‘‘............ ....................’’

-‘‘Me estirro hasta seis mil quinientos, ..ni un centavo más. Si acepta la entreno ahorra mismo ’’.

El Sr. Montoya parecía indeciso. Seis mil quinientos no era poca cosa pero no quería mostrarse dispuesto a venderla sin continuar discutiendo.

-‘‘Siete mil y se la entrrego hasta mañana, ..ya que me harrté ’’. Dijo el Ruso cómo última palabra.

Luego de meditarlo, creo que Sr. Montoya aceptó vender a mi Madre por esa suma. Luego de negociar colgo el teléfono y se dirigió  hacía ella.

-‘‘¡Muy bien Perrra!, ..me has salido muy carra, esperro que valgas la pena y no seas llorrona cómo una chiquilla. Porr lo prronto te quitarré lo altiva y arrrogante ...’’

-‘‘No, no espere, ..¿co, cómo que hasta mañana?, yo no.. mi hijo ’’.

-‘‘¡Callate Perrra!, ..he pagado mucho dinerro porr ti y no pienso dejarrte descansarr hasta mañana. ¡Ahorra callate y no te muevas! ’’.

Aturdida, Mamá obedeció sin pensar en lo que estaba haciendo. De manera involuntaría o quizás por el miedo que le producía ese tipo estaba asumiendo que ella no era ya la dueña de su destino, ni siquiera la dueña de su propio cuerpo. Estaba asumiendo su condición de esclava, un juguete sexual en manos de un desconocido, de un sádico depravado. Pero él no pensaba en eso, simplemente su esclava tenía que obedecer, tenía que olvidar que había dejado a su pequeño hijo sólo en casa y esperar a que el Amo se divirtiera hasta que se hartara de ella.

En cambio, Mamá estaba realmente atemorizada por la perspectiva de ser castigada. Algo la decía en su interior que aquel hombre que hasta el momento la había tratado con demasiada violencia sería capaz de cosas demasiado atroces cómo para creerlas. Y no estaba dispuesta a comprobarlo, claro que tampoco imaginaba las muchas cosas que le iban a exigir. Cuando empezó a ser consciente de su realidad, ya estaba perfectamente maniatada. Al mirarse en el gran espejo de su derecha pudo apreciar el meticuloso y artístico trabajo de ese sádico. No era una simple atadura con un recio nudo, la cuerda después de unir sus muñecas sobre su cabeza, seguía rodeándola una y otra vez por su vientre y pecho dibujando una sugerente figura que le reflejaba una mayor sensualidad a su ya hermoso cuerpo. Se podría decir que en realidad la habían vestido con un cordaje sexy y más que incomodarla, aquella cuerda la embellecía tanto cómo la asustaba.

El descompuesto rostro de Mamá lo decía todo. Estaba aterrorizada, lo que sentía era mucho peor que el miedo. Era auténtico pánico, más que el miedo a lo desconocido, era la asfixiante angustia por no saber lo que aquel hombre sería capaz de hacerle. Algo en lo más profundo de su ser le recordaba que existían innumerables formas de morir dolorosamente. Aquellos ojos fríos, que tan inmisericordemente la observaban con detenimiento parecían acostumbrados a las más atroces torturas. Mamá sentía cómo era estudiada, calibrada y analizada al milímetro a fin de determinar el mejor modo de hacerla sufrir. Sin duda ahora mismo estaban decidiendo cómo castigarla del modo más doloroso posible y durante el mayor tiempo posible. Y lo peor de todo, era que mi Madre, estaba en lo cierto. Aquel hombre era capaz de humillarla y atormentarla prolongadamente de mil formas diferentes. Cada una a su vez más dolorosa, cruel y humillante que la anterior. De hecho, era todo un experto en la materia cómo muy pronto lo comprobaría…

-‘‘Necesito que te relajes un poco, ..ahorrita vas a disfrutarr Perrra frrustrada ’’.

-‘‘¡No, espere!, yo... es, esto no esta bien, ..¿que, que me va hacer? ’’.

El tipo sin contestarle nada, haciendo oídos sordos se movia a su voluntad sin escuchar los remordimientos de su ‘‘esclava’’, Mamá estaba muy aterrada, con miedo miraba cómo el tipo buscaba en un cajón un tipo de artilujio con que torturarla, pero al ver lo que era se tranquilizó un poco. El infeliz traía en mano un consolador de bola vibratorio, de esos que parecen microfonos y cargan un gran cable para conectarlo, yo había visto varios por la red, de los cuáles eran una tortura para las que los usaban, sacandoles multiples orgasmos. El Sr. Volok, levantando su vestido, el que con tanto glamur se había colocado esta noche para dar una buena impresión, en esta ocasión no había servido de nada, es más, este tipo ni siquiera se había inmutado, en la menor oportunidad se lo había levantado para catarla, cómo una simple res o animal de comercio. Una vez levantado, le hizó aún lado las bragas y le amarró el consolador a mi Madre en el chocho, con la bola justamente en el clítoris, abriendo sus plieges vaginales y conectandoselo directo a su botoncito del placer.

-‘‘¡Ahorra si vamos a verr que tan arrogante erres, Perrra!, ..un parr de horras con este juguetito y querrás montarrte hasta un perrro ¡Jo jo ja ja!..’’

-‘‘¡No, no espere!, así no ..¡Ummmhhh!! ...’’ Las palabras de mi Madre quedaron interrumpidas por el vibrante sonido del aparato.

La pobre se tensionó en una sacudida que le contorcionó el cuerpo, ese maldito aparato vibraba a gran velocidad, si le daba mucho rato era capaz de volarle el clítoris, eso era demasiado para mi pobre mi Mami que no sabía que hacer, estaba completamente inmovilizada de la cintura para arriba, lo único que lograba hacer era retorcer las piernas y cruzarlas sintoma del cosquilleo que sentía en la puchita. Mamá no podía evitarlo, tenía besando sus labios la gruesa bola de un vibrador. Éste estaba siendo estratégicamente colocado para que hiciera lo que hiciera ella no dejara de estimular su ahora prominente y excitado clítoris. Rápidamente su captor, lo puso en otra marcha y se sentó tranquilamente a observar los efectos en mi avergonzada Madre.

‘‘¡ZIIIIIPPPPPP!! ... ¡ZIIIIIPPPPPP!!!...’’

Mamá estaba realmente abochornada, no era sino un títere manejada a la voluntad de aquel desalmado. Pero el trato sufrido ahora la hacía sentirse verdaderamente un objeto. Su cliente para nada pensaban en ella a la hora de utilizarla. Disfrutaban de su cuerpo tanto si sufría cómo si gozaba y nada más importaba. Ahora la obligarían a correrse después de haber aguantado la humillación de su venta, la disputa entre dueño y cliente por el presio de su cuerpo. Estaba dolorida, aún que estaba amarrada perfectamente para no lástimar ninguna de sus articulaciones, al estar en un mismo modo por un rato llegó a cansarle, tanto que soltó las piernas y colgó cómo si fuera un columpio. Para su vejación aún debía alcanzar un orgasmo. De locos, era imposible.

La incomodidad inicial producida por el continuo roce de la máquina se fue suavizando imperceptiblemente conforme pasaban los minutos. Su hermoso cuerpo volvía a utilizar sus más sabios recursos y el travieso clítoris no dudó en traicionar a su dueña incitándola a disfrutar de un extraño y nuevo placer. El placer se mezclaba con el dolor despertando nuevas sensaciones que poco a poco la hicieron evadirse de todas aquellas incomodidades y la sumían en la lujuria más absoluta. Mucho antes de lo que hubiera imaginado, el primer orgasmo la alcanzó.

-‘‘¡Ya!, ya por favorrrggghaaahhhhhhh!!! ...’’ Mi Madre se retorció en el aire por el intenso placer de su botoncito.

Mamá se sorprendió a sí misma al verse así complaciendo aquel monstruo. Y lo peor era que ahora estaba plenamente segura de que aquello no pararía hasta que no le hubiese dado a su cliente los multiples orgasmos prometidos por él. Aquello la hacía sentirse más sucia si cabe. Era una muñeca de trapo que ahora reía y lloraba según la voluntad de ese cliente. Y no había modo de cambiar aquello. No fueron tan placenteros éstos orgasmos cómo los que disfrutaba en la comodidad de su bañera o los que le había sacado su gran amante Memo. Ahora era mucho más consciente de lo bajo que había caído. Y por otra parte, este nuevo cliente, jamás había buscado su placer y bienestar. Si ahora la estaba obligando a gozar, era más por el propio orgullo de conseguir manejarla a su antojo que por desearla algún beneficio.

Sin embargo, inexorablemente los orgasmos se sucedían uno tras otro tal y cómo habían sido planeados. También esto resultó ser una consumada tortura, pues aunque Mamá iba agotando sus fuerzas cada vez le resultaba más agobiante y costoso alcanzar el siguiente. Ella misma perdió la cuenta desesperada por llegar al final. Así que dio por bueno el veredicto de su cliente quién sin duda se aseguró muy bien de sobrepasar la cantidad estipulada. Tan cansada estaba que apenas si se dio cuenta cuando el tipo detuvo el incitante aparato. Con un baldazo de agua fria supo que todavía estaba colgada y que tenía ante ella el maldito verdugo que se saboreaba su obra totalmente empalmado.

-‘‘¡Ya!, yaaaa. Por favor, ..ya no me torture más ¡Aah! ¡Ahh!.. ¡Ah! ’’. Le imploraba mi Madre totalmente agotada.

Su cruel verdugo, cesó entonces en su actividad. En realidad estaba impresionado con el aguante de su bella esclava. Realmente, sus pies a penas la sostenían, casi estaba colgando. Si la empujaba un poquito podría hacer que se balanceara sin apenas control. Estaba tan complacido que hasta se entretuvo un poco más de la cuenta, acariciando el cuerpo de mi indefensa Mami. La recorrió entera, desde su cuello, pechos y vientre, hasta sus nalgas, espalda y nuca. Por supuesto, buena parte del tiempo la dedicó a explorar la sensible cara interna de sus bien definidos muslos. Le agradaba de sobremanera, comprobar el enorme contraste que le ofrecían la dureza de los músculos en tensión con la sensible suavidad de su piel. Más arriba, sus dedos se perdieron explorando los intrincados y sedosos pliegues de su entrepierna.

Seguramente le gustaba jugar así con todas las Putas que pagaba. Mi Mami se había dado cuenta de que a pesar de todo el placer experimentado, no era sino un objeto. Una muñeca de carne a la que manejaban al antojo. Si la habían hecho disfrutar era porque así le había complacido a su cliente. Pero lo mismo que su captor había disfrutado dándole placer, podría disfrutar torturándola.

Lo que Mamá ignoraba es que ella era una de las pocas mujeres que habían logrado impresionarle llegados a este punto. Pocas había aguantado sin quejarse hasta ese momento. Mamá había sido de las pocas que habían mantenido la calma y seguía estoicamente soportándolo todo. Bueno, quizás había habido otra pero hacía ya tanto tiempo que ya ni se acordaba de ella. Mamá parecía tener el mismo temple y aguante que las mejores Putas que le habían tocado.

-‘‘¡Ahh!, ¡Ah! Por favor, jodame, ..hagalo ya, ya no guanto más ’’. Le dijo Mamá esperando con eso terminar con todo lo más rápido posible.

-‘‘¿Prretendes enseñarrme cómo debo hacerr las cosas mala Puta? ’’. Le dijo el tipo levantandole la barbilla y sostendiendola fuerte apretandole la quijada.

-‘‘¡AAYY!!, No, no Señor ..lo, lo siento Señor. Jodame por favor, ..no aguanto más, Señor ’’.

-‘‘Sabía que erras una Zorra calentorra, ..de modo que no aguantas más sin tenerr una verrga entre tus pierrnas. ¿Eh? Guarra ’’.

-‘‘Sí, por favor Señor ..métamela ya Señor. U, usted ya pagó usemé ’’.

-‘‘De modo que la Perrra arrogante ya esta aceptando su posición, ..erres una Perrra ¿no es cierto? ’’.

-‘‘Sí, si Señor ..soy una Perra. Jodame Señor ’’. Creo que Mamá estaba tan asustada que ya no le importaba llamarse así aceptando ser una Perra con tal de que ese tipo terminara y la dejara salir ilesa de esa lugar.

Mamá sabía que esa era la respuesta que aquel degenerado esperaba de ella. Así que no dudó en dársela. También le respondió así con la esperanza de que todo acabara lo antes posible. No sabía muy bien cuánto sufriría si la cojia en aquella incomodísima postura. Pero sí sabía que cuanto más tiempo pasara así sería mucho peor. De modo que si la jodia, acababa, y la dejaba en paz; lo daba por bueno. No le quedaban muchas fuerzas más para seguir aguantando. Claro que no fue esa la explicación que le dio su cliente mientras seguía manoseándola.

-‘‘Tienes ganas de macho ..¿no es cierrto? ’’.

-‘‘Sí, si Señor ..soy una Perra y tengo ganas de un buen macho… Señor ’’.

De nuevo las lágrimas afloraron en los dulces ojos de mi Madre. Ese degenerado la estaba humillando, obligándola a reconocerse cómo una vil Perra otra vez. Y en esta ocasión utilizando un lenguaje cada vez más obsceno. Mientras la obligaba a rebajarse, el tal misterioso Sr. Volok comenzó a abrir su bragueta para mostrar toda su virilidad delante de ella. De vez en cuando sus manos recorrían el cuerpo de mi indefensa Madre irritando su hipersensible y maltratada piel. Le encantaba ver cómo fruncía el entrecejo y se le descomponía el rostro a su víctima cada vez que la acariciaba con algo de rudeza. Mamá se sorprendió al observar el tamaño del miembro que pronto la traspasaría. No es que fuera demasiado grande pero a cómo estaba mi Madre, totalmente amarrada y sometida cualquier cosa en estos momentos la aterraba.

-‘‘¿Te gusta mi rabo?, ..segurro que sí. Todas las Perrras no piensan en otrra cosa que en un buen rabo cómo el mío, ..¿no dices nada, Perrra? ’’.

-‘‘Es, es muy grande Señor ’’.

-‘‘¿Grrande?, ..nunca digas que es grrande hasta que lo cates. ¿Te gusta el mío?, ..¿quierres que te estrrene con él? ’’.

-‘‘Sí, si Señor ..poseame con su verga, Señor ’’.

-‘‘Sí clarro que sí, ..a todas las Perrras altivas y orrgullosas cómo tú les encanta tenerr bien lleno el chocho. Solo piensan en corrrerse, cómo todas las Perrras en celo. Perro eso es un prremio, no un castigo. Y yo te he comprrado aquí parra enseñarrte modales. Antes recibirrás tu castigo, después tendrrás tu premio y te correrrás. Te lo prrometo. Hasta ahorra te has porrtado bastante bien, lástima que hayas sido tan insuborrdinada. Crréeme, esto me duele a mí tanto cómo a ti ’’.

Por supuesto que Mamá ya conocía a su cliente lo suficiente cómo para saber que aquelloque había dicho no era verdad. Si bajaba un poco la cabeza y miraba entre sus piernas, podía apreciar el tremendo falo del tipo salido de su pantalón militar. Y lo de que le iba a doler a él más que a ella… Bueno eso era ya de broma, claro que no tenía nada de gracia. Sin embargo, su cliente parecía demorarse en la realización de sus planes.

-‘‘Se ve que tienes buenas tetas, ..¿son naturrales? ’’.

-‘‘¡Si, si Señor lo son. ...

-‘‘Apuesto que si, ..se ven grrandes y blandas, te felicito. Erres de las pocas Putas que aún prresumen sus ubres al naturral, ..ahorra verremos que tanto aguantan el dolorr ’’.

-‘‘¿Co, cómo? ..¿a, aque se refiere, Señor? ’’

-‘‘¡TShhhh! ... Calla, ..sólo te hice una prregunta y ya me la contestaste ’’.

Con una destreza inaudita el tipo logró sacarle las tetas entre tanto amarre, que por los nudos que tenía sobre su pecho éstos hacian que se le vieran más voluptuosos y más apetecibles, por lo que no tardo mucho en sobarlos, estrujarlos, apretarlos, pelliscarlos y estirarlos a placer, que por la blancura de su piel enseguida se le tornaron colorados. Pero eso no sería todo para la desdicha de mi Mami, el desgraciado se retiró de ella cómo si se acordara de algo. Mamá comprobó con horror cómo el desconocido se acercaba a una caja y buscaba algo con tanto esmero. Al ver que eso no predecía algo bueno, mi Mami volvió a suplicar:

-‘‘Señor, Señor ..por favor poseame ya. No me haga más daño por favor, Señor ’’.

-‘‘Tranquila Perrrita, ..son solo unos adorrnos parra tus tetitas. Ya verrás qué bien te quedan ’’.

‘‘El militar’’ ( lo digo por su atuendo, no estaba seguro que fuera militar ) besó y lamió los erizados pezones de mi Madre cómo si pudiera endurecerlos más de lo que estaban. Tenía ante él el escultural cuerpo de una Madre que, indefensa, no podía rechazar sus caricias. Una y otra vez sus ávidas manos recorrían todas y cada una de esas generosas mamas. Como si las midieran y calibraran con precisión, las insistentes manos pasaban y repasaban una u otra vez sus prominentes pechos. Sus dedos no se olvidaban de masajear, pinzar y pellizcar los altaneros pezones que por los fuertes amarres estos parecían queres salir disparados de sus cantaros mamarios.

El magreo parecía no terminar nunca para deleite de uno y desgracia de otra pero súbita e inesperadamente, las manos se apartaron. Por unos segundos, pareció que el sujeto se había cansado por fin de ella. Pero con insospechada violencia, el maldito volvió a apretar las cuerdas haciendo que las dulces tetas de mi Madre se hincharan más y tomaran un color rojo más vivo. Los turgentes y voluminosos globitos quedaron ahora totalmente apretujados por las cuerdas, impidiendo ahora la libre circulación de la sangre. Se los veía muy enrojecidos, producto sin duda de la presión a los que estaban siendo sometidos; pero eso los hacía, si cabe, aún más apetecibles para él.

Mamá logró reprimir un grito más fruto de la sorpresa que del miedo. Las intenciones que albergaba su captor estaban claras; y lo único que deseaba ya, era que terminasen pronto y no le hiciera demasiado daño.

-‘‘¿Te gusta verrdad, Perrra?, ..¿te gusta que te aprrieten las tetas, no es cierrto? ’’.

-‘‘No, no me gusta, ..me está lástimando ’’.

Logró contestar sin pensárselo dos veces, con más coraje que otra cosa. El inesperado gesto de valentía sorprendió a su cliente pero este no tardó en reaccionar… Dos fuertes y contundentes manotazos sobre los expuestos pechos sacudieron a mi indefenza Madre. Los sensibilizados pezones chillaron ante el sorpresivo ataque.

-‘‘¿Has olvidado tus modales, Perrra arrrogante?, ..¿cómo se dicen las cosas? ’’.

-‘‘¡AY!, ¡AY! ..¡AAAYY! Se, Señor por, por favor… No me pegue más…’’ Le suplicaba Mamá llorando.

Los manotazos caían ahora en las protuberantes tetas, con la misma insistencia con las que éstas fueron magreadas. El incesante e implacable castigo prosiguió durante bastantes minutos a pesar de los llantos, gritos y súplicas desesperadas de mi pobre Madre. Era evidente que ni la compasión, ni la clemencia formaban parte del carácter del desconocido cliente. Cuando éste por fin se dio por satisfecho, los sufridos pechos, lucían ahora totalmente enrojecidos, con las marcas de los dedos claramente visibles en algunos lados.

-‘‘¡Así no te olvidarrás de los buenos modales, mala Perrra!, ..ya me hiciste enfadarr ’’.

Mamá se limitó a sollozar, quería cubrirse, acariciar sus doloridas mamas y mitigar el terrible escozor que las llenaban. Pero no podía, sus manos seguían atadas sobre su cabeza y por tanto, toda ella seguía a merced del insensible desconocido. Ojala se cansara pronto de ella y la dejase en paz, pedía yo desde mi habitación incapaz de ayudarla, petrificado por lo que estaba viendo.

Mamá cerró los ojos para mitigar sus sensaciones, estaba aterrada, llorando y moqueando a cantaros, se le hacía imposible entender cómo había llegado hasta aqui, vendida cómo una esclava para un tipo Rusa lejos de su hijito y de la seguridad de su hogar. Poco después los abrió alarmada algo estaba presionando sus tiernos pezones. El militar estaba poniéndole una especie de pinzas en ellos. Las pinzas estaban unidas por una cadenita y tenían un tornillito que permitían ajustar la presión que ejercían. En cualquier caso a Mamá la hicieron ver las estrellas cuando su captor las liberó sobre sus pezones. Dio un par de tirones suaves cómo comprobando su seguridad y que no se soltarían. Cuando quedó satisfecho dio un par de pasos hacia atrás cómo para admirar su obra.

-‘‘Quedaste de marravilla, ..ya te dije que te sentarrían bien. ¿Te gustan? ’’.

-‘‘Ay, ay Señor duelen ..me, me hacen daño… Señor ’’.

-‘‘Vamos, vamos no seas llorrrona, ..los dos sabemos que tienes mucho más aguante. ¿No es cierrto? ’’.

-‘‘Sí, si Señor, ..pe, pero no Señor, me duele, me duele muchisímo. ¡Yo, yo sólo vine a otra cosa!, a esto no, a estoy no ’’. Imploraba Mamá soportando el fuerte dolor que se acumulaba a cada segundo sobre sus adoloridos pezoncitos.

-‘‘Que lindas son, ..apuesto que amamantaste muy bien a tu pequeño. Ahorra te dejarré un rato, no te muevas enseguida vuelvo ’’.

-‘‘¡No, no, no por favor!, venga, ..¡quiteme estas cosas!, no voy aguantar, ¡por favor mi Señor!, por favorrr ’’.

La pobre quedó suspendida en el aire con sus tetas de fuera y unas pinzas en sus pesones estirando sus rosados pesoncillos al máximo, al parecer le apretaban mucho, y si la dejaba ahi por un buen tiempo seguramente el dolor aumentaría mucho más. En la otra habitación se miraba cómo el tipo preparaba algo de té y se servia tranquilamente, al parecer ya sabía el tiempo justo para esperar a que las pinzas empezaran a surgir su máximo efecto, ya que se mostraba pasiente a sus torturas. Sospechando que mi Mami no soportaría las pinzas en las tetas, luego de 20 minutos se dirigió a la sala dónde se encontraba ella. Y tal cómo suponía, si bien estaba amarrada cómo la había dejado, las pinzas no estaban colocadas. ( Mamá se había revoloteado hasta hacerlas botar ). Sería una buena oportunidad para castigarla.

-‘‘¡Veo que no tienes las pinzas en las tetas!, ..me has desobedecido ’’.

-‘‘No, no podía soportar el dolor, ..me dolía muchísimo ’’. Le pidió perdón pero insistió en que no podía soportarlos.

-‘‘¡TShhhhhh! ... Mis órrdenes deben cumplirrse, ..porr rebelarrte serrás castigada ’’.

-‘‘Po, por favor Sr. Volok, ..es que me dolía tanto que no lo podía soportar ’’.

-‘‘Esa no es ninguna razón, ..si yo te orrdenó que las pinzas deban perrmanecer apretando los pezones, debes obedecerr. No tienes perrmiso parra otra cosa ’’.

Sin mediar más palabras, el tipo tomó una vara de madera con lo largo de más de un metro y dirigió el primer azote a la espalda de mi Mami. Por la longitud de la vara, ésta rodeó todo el cuerpo de mi Madre impactando en toda su espalda. Un grito, mezcla de terror y dolor, partió de su garganta. No se había calmado cuando un segundo impacto dio de lleno sobre su cuerpo. Se sucedieron varios azotes, todos algo fuertes que dejaban leves marcas rojas sobre la delicada piel de mi Mami. Ella lloraba e imploraba mientras hacía esfuerzos por evitar los azotes que hacían que su cuerpo se balanceara en una danza que excitaba más al tipo. En total recibió una decena de varazos que tomaban desde la parte alta de la espalda hasta el culo. Las lágrimas de mi Madre corrían por su cara y se deslizaban por los pechos. Su expresión era de dolor no solamente por los azotes sino también por verse suspendida por sus muñecas.

-‘‘¡Por favor, por favor, no mássss! ..haré lo que usted quiera, pero por favor no me turtura ya más ’’. Imploraba Mamá en un mar de llanto.

-‘‘¿Torrturrar? Si eso sólo es una carricia de mi varrita, ..ya verrás cuando en realidad me hagas enojarr ’’. Le sentenció el maldito.

Por benevolencia más que por cualquier otra cosa la soltó de las muñecas, haciendo que lograra poner sus piernas sobre el suelo, el terrible escosor que sentía en su espalda estaba insoportable, así que tomó una toalla humeda y se la colocó en la espala. Una vez pasado el ardor, le indicó que se arrodillara mirando a un rincón y que ahí esperara.

-‘‘¿Po, por qué tengo que arrodillarme? ..¿Qué me quiere hacer? ’’.

-‘‘De ahorra en más no contestarre más preguntas, ..y si te pones molesta, te responderre con el látigo ¿Está clarro? ’’.

Ante la contundencia de la respuesta Mamá se arrodilló en silencio y esperó. Pasado 10 minutos el sádico se dirigió de nuevo a ella.

-‘‘¿Te divierrtes Perrrita? ’’.

La inesperada pregunta la había tomado por sorpresa, dejándola paralizada y muda. Su corazón parecía querer salírsele del pecho con sus violentos látidos, la boca se le había secado al instante y un extraño nudo en la garganta le impedía respirar con normalidad. La intensa excitación que había tenido hace unas horas se había tornado ahora en profunda zozobra y vergüenza. El cínico verdugo se había estado regodeando por todo el rato de su sufrimiento, disfrutando del espectáculo que tan generosa y candorosamente se le ofrecía. Cuando se cansó del mismo, o más bien cuando sintió que le era imposible contenerse por más tiempo; se dispuso a rematar la faena completando la humillación de su víctima. Mamá, visiblemente atemorisada, seguramente le debía arder el cuerpo; evitaba todo contacto visual con su cliente.

Sin quererlo, ella no hacía otra cosa que complacer a su captor si aún más cabe decirle. Pues su inocente reacción, aumentaba la libidinosa arrogancia del orgulloso y prepotente verdugo. La tenía a su merced sí, pero ahora había conseguido algo más. Había conseguido algo mucho más importante que el dominio físico, ahora, no sólo la tenían humillada, rebajada e indefensa, si no que ahora, además la controlaba, la poseía y se adueñaba del cuerpo y alma. Le acababa de arrebatar sin esfuerzo alguno, la poca autoestima que pudiera quedarle.

-‘‘No te corrtes Perrrita, disfruta ..me gusta que mis Perrras disfrruten con su trrabajo. Y en este caso lo tienes más que merrecido. Créeme he visto muchas actuaciones y muy pocas alcanzan el nivel de excelencia que has demostrado. Darras de ganar mucho dinerro a tu dueño guapa, ..además de darrnos otrras satisfacciones más inmediatas ’’.

-‘‘Yo, ..¿quién es usted? ¿que es lo que quiere de mi? ’’. Preguntó Mamá muy asustada.

-‘‘¿Qué quién soy?, ..¡soy tu amo maldita ramerra arrogante! ’’.

-‘‘¿A, amo?, ¡No espere!, ..yo sólo vine hacer un trabajo. Tengo mi hijo sólo en casa yo....’’

-‘‘Levántate y ven aquí, ..quierro verrte de cerrca ’’.

La pobre se puso de pie con trabajo, ya que aún llevaba sus manos sujetas a su espalda y los terribles nudos pasandoles por las tetas aunque ya más comodos con el lazo menos ajustado. El Sr. Volok levantó con la vara la falda de mi Mami, observando detalladamente su chochito ligeramente mojado. Le acarició las tetas y le apretó ligeramente los pezones. Mientras tanto ella permanecía callada y alguna lágrima resbalaba por su rostro. Su verdigo recorría con sus manos todo su cuerpo una y otra vez. No podía dejar de admirar ese tremendo trasero redondo, firme, apretado que ocultaba el agujero que también sería suyo. Sin meditar palabra le volvió a introducir un dedo en la concha. Estaba algo húmeda. Él se había excitado y ya la tenía muy dura.

Levantó su vestido sujetandoselo entre las cuerdas para que no se bajara, luego con un movimiento rápido se deshizo de sus bragas, no sin antes obligarla a prometerle que sería dócil y obedecería sus órdenes. La vara sobre la mesa convenció a mi Mami que sería mejor dejarse coger que intentar rebelarse. El tipo le indicó que se colocara sobre la mesa.

-‘‘Quierro que separres las pierrnas y por ningún motivo quierro que te muevas, ni intentes cerrar las pierrnas ’’.

Para el militar el espectáculo que se le ofrecía en esta ocasión era muy diferente, él estaba disfrutando y el tiempo parecía volatilizarse mientras la observaba. Esta hermosa Señora le estaba brindando una de las más excitantes representaciones que jamás recordara. Seguramente ya le habían sorprendido las excelentes proporciones de su esbelta figura cuando le enviaron las caracteristicas de la chica por la oficina de Montoya. Pero ahora, en directo, había descubierto que aunque se la estudiara con detenimiento no había parte de su cuerpo que no le gustara.

Se fijó primero en sus delicadas, cuidadas y seguramente sedosas manos, crispadas ahora por la forzada cuerda alrededor de sus muñecas. Asombrado comprobó cómo los delgados pero bien proporcionados y tonificados brazos habían soportado con estoico valor todo el peso tanto tiempo. El sedoso cabello rubio enmarcaba un fino rostro de rasgos cálidos y suaves. Unos extraordinarios y redondos ojos de un azul intenso atrapaban la atención de cualquiera que la mirara. Lástima que ahora el llanto opacaba aquel vivo brillo y su pequeña nariz respingona ahora brillaba por el sudor y el llanto.

Los labios delgados pero carnosos delineaban lo que se le antojaba una cálida y aterciopelada boca. Aquellos pechos redondos y generosos, desafiaban orgullosos a la fuerza de la gravedad con su turgencia aunque madura retaban a cualquier pecho juvenil que tuviera el atrevimiento de retarlos. Resaltaban en ellos, los enhiestos y rosados pezones que apuntando al techo completaban una visión arrebatadora. El fino y firme talle que conformaba un vientre plano casi perfecto estaba adornado por la marca que debaja su caja toraxica cada vez que exhalaba y toma aire, que atrapaba hipnótico la atención del violento cliente con sus contorsiones.

Las anchas y sugerentes caderas le invitaban coquetas a asirlas con fuerza. Más abajo, su pubis, presidido por el monte de Venus, bajo el cuál se encontraba el sonrosado y codiciado tesoro femenino; lo escondía o más bien lo exibía tras una cuidada matita rubia. Tras ella una tersa y sugerente espalda que se estrechaba grácilmente desde sus hombros hasta su cinturita para luego ensancharse a la altura de sus caderas y conformar así un tremendamente apetecible trasero. Los firmes y redondeados glúteos de mi Mami conducían a unas largas y bien torneadas piernas que parecían no tener fin. Finalmente, las piernas terminaban en unos pequeños, coquetos y graciosos pies que completaban un cuerpo de infarto, casi perfecto.

-‘‘Bien Perrrita, ..te voy a darr lo que tanto has estado esperrando ’’.

Antes quizás mi Madre hubiera estado llorando y sufriendo por lo que le acaban de decir, pero ahora, eso le parecíó una esperanza una salida a este atormentado momento. Si la poseía ahora quizás terminaría todo su tormento, quizás alcanzaría para llegar a cenar con su pequeño hijo. Sin más asintió con un movimiento de cabeza mientras colocaba su cabeza resignada sobre la fria madera de la mesa y más lágrimas se deslizaban por su rostro. El Sr. Volok ya con la bragueta abierta y mostrando su verga gruesa se plantó nuevamente ante los ojos de terror de mi Madre. Ella había cogido tanto miedo que pensó que no logría excitarse. Que le dolería al ser penetrada.

Sin embargo el tipo se mostraba pasivo, cómo si disfrutara de cada reacción que mi Madre mostraba ante sus movimientos. Todos pensaríamos que la penetraría con violencía y base de fuertes empellones pero no fue así, se dirigió con calma y del mismo cajón de donde había sacado el vibrador, sacó una barra de metal con dos extremos, Mamá ya no sabía ni que pensar, este tipo tenía cientos de artilujios conque hacerla sufrir y gozar cómo se le diera en gana. Pero en esta ocasión tan sólo era para sujetarle las piernas y mantenerlas separadas. La barra de metal color negro se sujetaba de sus pantorrillas y hacía imposible que ella pudiera cerrarla, con eso más los amarres en sus brazos y torso, ahora si Mamá estaba completamente inmovilizada.

Sin más preámbulos el militar se acercó de frente a la abierta Madre quién respiraba aceleradamente presa de los nervios. Dejó que barra que separaba las hermosas piernas femeninas quedara detrás de sus talones. La asió de sus caderas y la levantó jalandola hasta el filo de la mesa. Después llevó sus manos a los marres de su pecho para sujetarse mejor. Mordió el lazo que colgaba entre sus pechos y apuntó con su estaca. Tras dos intentos logró que su capullo encontrara la cálida entrada de la hasta ahora olvidada cuevita de mi Mami. Sin pensarlo dos veces empujó con fuerza al tiempo que dejó de sujetar a Mamá para agarrarse del lazo. Asi con los tirones del lazo y el vaiven de mi Madre, su propio peso fue lo que la empaló en aquella tranca hasta los mismísimos güevos de un solo envite. Mamá echó la cabeza hacia atrás cómo si así pudiera escapar del intruso que la perforaba. Sin embargo, a pesar de su inminente violación, su vagina estaba mojada y la verga de su cliente entró sin dificultades hasta el fondo. Mamá cerró los ojos y permaneció inmóvil mientras el viril miembro entraba y salía de su chocho.

El sádico militar dejó que el propio peso de mi Madre la mantuviera bien empitonada. Ella no podía cerrar sus piernas y apoyarse en las caderas del hombre. Tampoco podía levantarse con sus brazos pues estaban doloridos y cansados, además de amarrados detras de su espalda. Lo único que podía hacer era permitir que aquel pedazo de carne que la quemaba por dentro la sostuviera. Al mismo tiempo debía evitar separarse del libidinoso rostro de su cliente ya que lo pagarían sus tiernos pechos y sus ya maltratados pezones.

Estos difíciles equilibrios resultaban enormemente placenteros para el militar a la par que hacía más dolorosa y humillante la penetración para mi Madre. Sus músculos vaginales acompañando por los movimientos reflejos de su pelvis en busca de mayor apoyo, se contraían apresando y masajeando delicadamente la verga invasora para mayor deleite de su cliente. Éste gruñía y gemía sin reparos cómo evidencia de su enorme placer. Mirar cómo esos pechos se balanceaban, temblaban y retemblaban con los esforzados intentos de la pobre Madre por encontrarse más cómoda. Los zigzagueos y torsiones desesperados de su vientre y caderas. El tenso arqueo de su espalda. Los giros, estiramientos, flexiones de sus firmes piernas. Las indescriptibles acrobacias de su trasero. El movimiento ondular de su dorada cabellera, sencillamente lo tenían embelesado.

El Sr. Volok lo hacía sin apuro, disfrutando de cada embestida. Si bien disponía de cantidades de mujeres para disfrutar de sus cuerpos, nunca se había calentado demasiado con la mercadería que compraba, pero ahora con Mamá era diferente. Gozaba cogiendo a una Señora elegante y bien educada, su morbo aumentaba.

Mientras tanto, Mamá permanecía con las manos debajo de su trasero tensando su cuerpo al máximo. Era una mezcla de gozo con impotencia y enojo por lo que estaba ocurriendo. No se imagina a ella misma ser sometida por quién hace unos minutos la golpeaba de fea manera, usando su cuerpo cómo quisiera. El tipo permaneció unos minutos más sobre ella para luego salir de la posición en que estaba para comenzar a magrear y pellizcar nuevamente las tetas de su victima.

-‘‘¡Me gustas mucho Perrra!, ..jamás imagine tenerr a una Puta de tu clase. ¡Erres magnifica! ’’.

Cansado de los esfuerzos de mi Madre por apoyarse en sus caderas, la sujetó nuevamente por el culo y comenzó un salvaje bombeo. El tipo estaba con su miembro duro y erecto, y tenía que desahogarse.

-‘‘Apesarr de tenerr un hijo y serr una Puta estás aprretada, ..punto más a tu carrerra ’’.

Mi Pobre Madre estaba completamente amarrada del torso y con una barra que le impedía cerrar las piernas, recostada sobre la mesa con las piernas levantadas y separadas, cómo si fuera a parir. El malnacido tenía todo el camino libre para hacerle lo que quisiera. Se agarró la verga y se la sacó de golpe provocandole el dolor por el vació que había producido su cipote dentro. Pero de inmediato, le dilató el chocho de otra fuerte clavada, sujetándola por los gemelos de las piernas. Mamá gritó cómo si la hubieran apuñalado, con los ojos desorbitados y los brazos amarrados debajo de su cuerpo. Se la estaba jodiendo embistiéndola con empujones secos. Claramente pudía ver cómo entraba y salía la verga del chocho jugoso de mi Madre, podía ver cómo ese malnacido contraía el culo y cómo se le movía todo el cuerpo en cada envite, además de cómo brincaban las tetas de mi Madre con cada empujón.

-‘‘Qué gusto es joderrse una Perrra arrogante ¡Ummmhh! ’’. Jadeaba para sí mismo.

Dio un fuerte acelerón bufando cómo un cerdo y le extrajo la verga para sacudírsela nerviosamente. Yo podía ver atraves de los monitores cómo el chocho de mi Madre estaba abierto, de donde manaba una babilla transparente, señal de que se había corrido sin poder evitarlo. El tipo con mucho aguante, fue y le dio vuelta a la mesa para acercase a su rostro.

-‘‘Ahorra me la chuparrás y pasarrás la lengua por todo el glande hasta que esté bien durra parra encularrte ’’.

Ya fuera por unas razones o por otras, el caso es que la Mamá se rindió ante las pretensiones de su ‘‘Amo’’. Como no podía utilizar sus manos comenzó a besar y lamer con dulzura el, por el momento, inhiesto miembro de su Amo. No le resultó difícil lograr adaptarse a la posición en la que se encontraba. Los tiernos besos y suaves lametones fueron incrementando su gozo poco a poco. Sin sobresaltos, invitándolo dulcemente a que se levantara y disfrutara de los carnosos labios que tenía ante sí. La cálida boca de mi Mami se le ofrecía tentadora, un agradable lugar dónde descansar la cabeza mientras la lengua le masajea dulcemente, ninguna verga por muy orgullosa sería capaz de rechazar semejante ofrecimiento.

-‘‘¡Ohhh!! Erres una gran chupona ...’’

Progresivamente su cliente se fue relajando, animado por las insistentes caricias. Continuó así deleitándose de las caricias bucales que mi Mamita tiernamente le hacía, alzándose orgulloso, poderoso, victorioso por sentirse el Amo y Señor de la situación. Su palo seguía enhiesto, firme apuntando obstinadamente a la cara de mi Madre, dispuesto a acometer las más duras embestidas. Soportaba el ataque de unos labios que ahora lo recorrían en toda su longitud y que seguían acarisiandolo con sus suaves roces y caricias. Como toda respuesta, el poderoso miembro palpitaba amenazante, endureciéndose con cada látido alcanzando una consistencia de acero, cómo hacía bastante tiempo que no alcanzaba. 

El tipo se veía ansioso por retacar su tronco en la sedosa y aterciopelada boca que lo había despertado con sus libidinosas atenciones. Pues aunque los carnosos labios no habían cesado en sus besos y abrazos; no le habían permitido aún el paso a la cálida cuevita que custodiaban. Una y otra vez, los sensuales labios de mi Mamita, seguían recorriéndolo en toda su longitud, midiéndolo, estudiándolo, admirando su portentosa grandeza. Pero siempre por los lados, nunca lo habían rodeado para calibrar su grosor sellándolo a la boca a la que pertenecían.

Ahora Mamá, intentaba inútilmente rodear con su lengua el tronco del falo que, completamente despierto se mostraba en todo su esplendor. Ella había demostrado así una maestría insospechada en el arte de la felación propio de verdaderas profesionales. De vez en cuando lanzaba miradas discretas comprobando así la efectividad de su técnica. Sabía sin embargo, que ya no podía demorar más la introducción de aquel pedazo de carne que obstinado, no cesaba de apuntarla. Antes de que su dueño le llamaran la atención, decidió engullirlo. Pero el aparato había cambiado mucho desde que lo besara o lamiera por primera vez. Lo que antes le hubiera cabido sin apenas esfuerzo, ahora requería de una mayor destreza.

-‘‘¡Anda Perrra!, ..así, metetelo en la boca. ¡Ooohhhhh!! ’’

Primero se introdujo el glande apretándolo con fuerza sin morderlo, lamiéndolo y succionándolo reiteradamente cómo si se tratara de la paleta más deliciosa del mundo. A continuación con la misma paciencia con la que había empezado la mamada fue descendiendo en busca de la base. Sus labios seguían apretados en torno al cálido y duro tronco al tiempo que los cerraban uniéndose al paladar y la lengua en su labor terapeuta. La verga de Sr. Volok se veía así apretada y constreñida dentro la cavidad bucal de mi Mamita mientras seguía su avance hacía la garganta. Cuando su cabeza rozó la campanilla se detuvo en su avance un momento cómo si necesitara tomar impulso.

-‘‘¡Ándale Perrra!, ..hasta las anginas ’’.

El tiempo pareció detenerse mientras Mamá decidía si dar o no el siguiente paso. Tenía miedo de seguir engullendo, aquel pedazo de carne que parecía hacerse cada vez más grande. Debía tomar aire, relajar los músculos de su garganta y vencer las arcadas, que seguro, vendrían a continuación. Si no tenía cuidado el tipo podría asfixiarla ya que no contaba con sus manos para impedirlo. Pero aún así quería complacerlo, sí tenía que reconocerlo, aquel odioso hombre se había convertido ya en su Amo. Era dueño y señor de su cuerpo y ya de su tiempo. Y cada vez más, dueño también de su mente. Sin quererlo reconocer del todo, Mamá era cada vez más consciente de que no estaba actuando así por terror sino que algo en ella misma la estaba impulsando a someterse. Avergonzada ante esta realidad, reconociéndose dominada, Mamá imploró con la mirada la ayuda de su Amo.

Ese instante de vacilación no pasó desapercibido por el experto sadomasojista. Hasta entonces se había dejado llevar ante la desconcertante iniciativa mostrada por esa Señora. Estoy seguro que no se había mostrado así tan pasivo desde hacía mucho tiempo, seguramente no recordaba haber recibido una mamada tan buena de ninguna de sus otras esclavas primerizas, ni de otras más expertas. Se miraba que había quedado deslumbrado por la calidad del trabajo recibido por mi Mamita que simplemente esperaba ansioso la siguiente sorpresa. Por un instante él mismo también se debatió ante un dilema, dejarla continuar o tomar la iniciativa y enseñarla a engullir completamente su falo. Si bien la segunda opción era tentadora; se demostraría así, una vez más, quién mandaba en la sala. Lo cierto también, era que de ese modo se perdería para siempre el extraño embrujo que hasta el momento había ejercido aquella increíble y sorprendente mamada.

Ambas miradas se cruzaron llenas de angustias, dudas y deseo. Ambos temían romper el extraño hechizo que ahora los unía. Ambos dudaban ante el siguiente paso que debían dar. El deseo se había apoderado de ellos y ahora era él, el dueño de su destino.

-‘‘¡Vamos, Perrra!, ..tú puedes ’’.

El sádico se había decidido, había pensado con no romper el embrujo de su esclava, pero ya se encontraba impaciente. Con una sonrisa la fue animado a que continuara sin miedo. Estaba muy contento con su labor y sabría recompensarla si seguía esforzándose así. Eso es por lo menos, lo que entendió Mamá. Ciertamente podría haberla empujado contra él pues una de sus manos acariciaba ahora suavemente sus cabellos. Animada por las tiernas caricias, Mamá resolvió sus dudas. Lentamente pero con decisión, fue reduciendo la distancia que la separaba de su exigente cliente. La imponente estaca encontró su camino en la angosta garganta de mi Progenitora que involuntariamente comenzó a masajearla. Sin embargo Mamá supo dominarse y controló las incipientes arcadas. Estaba a punto de lograr su meta apenas si le faltaban algunos milímetros pero le resultó imposible besar la base de aquella barra de carne que le perforaba la traquea.

-‘‘¡Gloghhh! ... ¡gloghh!.. ¡Coff!!..’’ Trataba de engullirla por completo. 

Sin aire, mi Madre se vio obligada a retroceder para un segundo intento. A pesar de la momentánea derrota ella no perdió la compostura y supo aprovechar el momentáneo receso para seguir jugando con su lengua. Dos intentos más obtuvieron resultados similares, sin embargo mi Madre no decaía en su empeño. Aunque poco a poco a cada intento había logrado pequeños progresos; en cada repetición había logrado avanzar un poco más. Así fue que en el cuarto intento la nariz de su esclava llegó a rozar el ansiado pubis de su Amo.

-‘‘¡Bien hecho Perrra!, ..cómo agradecimiento a tan buena mamada, te harré disfrutarr a ti también ’’.

El tipo impresionado por la habilidad y determinación de su Perrra, la felicitó con una amplia sonrisa. Sujetándola ahora con suavidad la fue ayudando en el cadencioso vaivén que vino a continuación. De vez en cuando, y siempre siguiendo la iniciativa de la Señora, la estrechaba contra sí durante unos segundos. Mamá estaba realmente encantada con la mamada, no sólo porque se sintiera orgullosa de poder complacer a un tan exigente cliente. O quizás cómo agradecimiento o simplemente siguiendo el guión previamente marcado el caso es que su ‘‘Amo’’ le había colocado nuevamente el vibrador en su chochito, y puesto en una vibración bastante intensa. De hecho Mamá estaba mucho más cerca de su propio orgasmo que de lograr el de su Amo. Como si leyera su mente éste la invitó a culminar el fuego de su placer.

-‘‘Córrete Perrra, ..te lo has ganado ’’.

Así fue cómo en uno de esos momentos en los que se tragada todo el nabo, Mamá volvió a alcanzar otro de los intensísimos orgasmos que últimamente experimentaba. Su cuerpo se convulsionaba débilmente mientras intentaba aliviarse en un gemido imposible. Semejante masaje estuvo a punto de hacer que su Amo también se corriera, pero sin embargo, éste supo dominarse y se salió de su boca. Quería disfrutar más plenamente de ella y deseaba probar los otros accesos de que disponía. No obstante, el espectáculo que tenía ante él le obligó a reunir toda su determinación y autodominio. El sonrojado rostro de mi Madre jadeando sin parar mientras su cuerpo se contorsionaba una y otra vez según la alcanzaban nuevas oleadas de placer era una visión que a nadie dejaría indiferente.

Finalmente, tras lograr contenerse, apiadándose de ella, desconectó la vibración del consolador y así permitirle unos minutos de descanso hasta el siguiente asalto.

-‘‘¡Jo jo ja ja!.. Verárs Prreciosa, ..acabas de demostrarrme que no erres más que una Perrra. ¿Te gusta cogerr más que las Putas gallinas?, ..de modo que no me vengas con mojigaterrías. Enséñame lo que tienes escondido, ..ya no es tuyo, es de mi prropiedad. Soy tu Amo, tu dueño, tu Señorr y debes serrvirme complaciéndome en todo, ..si no lo haces por las buenas, lo harrás por las malas y créeme, no te gustarrá. Así que deja de comporrtarte cómo una niña mimada y muéstrame lo que sabes hacerr con esas manitas traviesas y con ese chochito juguetón ’’.

El siguiente asalto no se demoró más, lo que tardó en recoger la mesa y sentarse en la silla frente al enorme espejo que dominaba la sala. En cuanto estuvo listo el ‘‘Amo’’ volvió a reclamar las atenciones de su esclava. Mi Madre, se demoró un poco, pues continuaba recuperándose de los recientes orgasmos. Sin embargo en cuanto fue consciente de los deseos de su ‘‘nuevo Señor’’ no dudó en obedecer. Estaba sudorosa y extrañamente cansada, las piernas temblorosas, tardaban en responderle y no le resultó nada fácil levantarse y presentarse frente a su ‘‘Señor’’. Además de que aún se encontraba sometida y con una barra de acero entre las piernas. Afortunadamente su ‘‘Amo’’ no tenía demasiada prisa y no le reprochó nada. Se diría que hasta se había divertido observando las torpes maniobras de su ‘‘esclava’’. 

-‘‘¿Estás disfrrutando de mi palo, ehh Perrra? ’’.

-‘‘Sí, Señor… mucho ’’.

-‘‘¿Mucho? ¿De verras? ¡Jo jo ja ja!.. Erres muy sincerra, ..muy pocas Putas novatas reconocen su verrdaderra naturraleza en los primerros días. ¡Ven levantate!, ..deja que te examine ’’.

Mamá se incorporó sobre la mesa, sentada con las manos amarradas a su espalda y con sus piernas bien abiertas por la barra. Pronto tuvo que separarlas más, su Amo le había introducido un par de dedos sin ni siquiera preguntarle. Ella notaba cómo movía los dedos en su interior rudamente, sin ninguna delicadeza. Afortunadamente, estaba muy lubricada por lo que la inspección fue bastante aceptable. Mientras palpaba a su esclava, el ‘‘Amo’’ no hacía otra cosa sino observar su rostro. Mamá, no le miraba sino que parecía concentrarse en otro lado. Pese a observar alguna pequeña mueca de dolor, se la veía bastante calmada.

-‘‘¡Po, por favor Sr. Volok!, ..no hay la necesidad de tenerme amarrada. Yo no pienso hacer nada, por favor ...’’

-‘‘¡Que te he dicho sobre estarr callada, mala Perrra! ..no has aprrendido nada, ¿quierres otra lección de modales? ’’.

-‘‘¡No, no, no.. Señor! ’’. Mamá ya le tenía un pánico terrible, sabía que el tipo tenía formas de torturala atrozes.

Y así estuvo un buen tiempo, tactandola sin preocuparse por la incomodidad de su esclava. Sabía que la estaba cansando, pero quería saber hasta qué punto estaba dispuesta a aguantar su intrusión sin quejarse. Por su gran experiencia sabía que ese era uno de los peores momentos para sus novatas. Lo peor no era la incomodidad física, lo que a sus esclavas angustiaba era la humillación de estar abiertamente expuestas ante un desconocido, la terrible sensación de estar siendo usadas cómo un mero objeto para el disfrute de un extraño. Eso era lo que las atormentaba y muchas de ellas comenzaban a llorar. Era muy duro para ellas reconocer que dejaban de ser personas para convertirse en un mero instrumento de placer ajeno. Y normalmente se tardaba mucho más tiempo en lograr que una primeriza lo asimilara. Claro que Mamá le acababa de hacer una mamada de primera sin tener que obligarla. Intrigado, decidió intentar descubrir qué pasaba.

Sin previo aviso aprovechando la vulnerabilidad de la pobre Señora, su ‘‘Amo’’ buscó el inflamado clítoris. Los dedos que antes lo habían rozado ahora lo rodeaban preparándose para algo menos amable y bastante más rudo. Apretando con fuerza, el índice y el pulgar cerraron la pinza sobre el desprevenido botoncito cómo si quisieran estrujarlo. Un terrible dolor muy agudo sacudió a mi desdichada Mami que no daba crédito a lo que le estaba pasando. Si hasta ahora había sido buena y obediente, si se había esforzado al máximo por complacerlo. No encontraba razón a semejante castigo. Lo peor era que aquello no cesaba, su querido ‘‘Amo’’ no soltaba a la presa y ella no podía escapar de ningún modo a la angustiosa agonía. Comenzó a llorar y suplicar desesperada. Ella no se merecía eso, su amo no debía castigarla sino recompensarla.

-‘‘¡AAYYY!! Po, por favor… Sr. Volok… Me he portado muy bien, ..no, no me castigue… ¡AAYYYY!! ’’.

Mientras su ‘‘esclava’’ se contorsionaba, debatía y suplicaba entre la angustia, las lágrimas y el dolor reclamando un trato justo, el tipo parecía inmune a las suplicas. Ella esperaba un trato más equitativo, se había portado muy bien y esperaba su recompensa. Pero este infeliz la castigaba por el simple placer de humillarla o de verla sufrir. Por unos minutos siguió con su insoportable castigo, hasta que decidio que no era necesario enseñarle esa lección ahora. Lo cierto es que se merecía una pequeña recompensa, satisfecho soltó su presa.

-‘‘¿Te ha dolido Perrra? ’’.

-‘‘Sí, sí… mucho. Sr. Volok. ¿Po, por qué lo ha hecho… Señor? ’’.

Mamá no se imaginaba lo lejos que había llegado con aquella pregunta. Las esclavas para él no debían cuestionar las acciones de sus superiores ni preguntarles por sus razones. Afortunadamente para ella, su ‘‘amo’’ fue indulgente y se limitó a darle un fuerte manotazo entre las parte interna de sus muslos mientras la miraba severamente.

-‘‘¡Nunca más vuelvas a pedirrme explicaciones!, ..yo no tengo porrqué dárrtelas. ¿Entendido? ’’.

Mamá rápidamente comprendió su error y empezó pedir perdón.

-‘‘¡Sí, si Sr. Volok!, ..perdone. Pero yo he sido buena con usted ...’’

-‘‘Y ya te he dicho que no vuelvas a hablarr sin perrmiso, ..eso serr cosas elementales de educación. Tienes aún muchas cosas que corregirr en tu comporrtamiento. Eso ha sido un aviso de lo que te puede sucederr si no mejorras, ..no lo olvides, los castigos aquí son muy severros. Y si no los has recibido es porrque estoy siendo contigo muy indulgente perro la paciencia se acaba. ¿Me exprico? ’’.

Mientras le hablaba, el sujeto le fue secando las lágrimas y el cuerpo con una toalla; al mismo tiempo, la fue obligando a dirigirle la mirada y a descubrir su cuerpo mientras la levantaba de la mesa. El tono empleado ahora era tierno, calmado y dulce, lo que sin duda contribuyó a tranquilizarla; pero al mismo tiempo se seguía mostrando seguro, firme e inflexible, no era buena idea contrariarlo. De modo que mi Mamá se dejó hacer; asumiendo quizás, la veracidad de sus palabras; o talvéz, resignada ante su destino. Ella no era sino una marioneta, una muñeca de carne y hueso en las manos de su nuevo dueño, mejor dicho de su otro ‘‘Amo’’. Un juguete que debía satisfacer los más bajos instintos de este depravado, pues seguramente habría más, y no estaba equivocado.

-‘‘Muy bien Perrrita, ..te darré tu recompensa. Me sentarré en esa silla y quierro que vayas y me montes. ¿Comprrendes? ’’.

-‘‘¡Si, si, Sr. Volok! ’’.

El tipo se sentó en una pequeña silla de madera que había colocado en el centro de la sala, sin siquiera quitarse el pantalón militar, sólo con su pico salido por su bragueta espero a que su ‘‘esclava’’ llegara y lo montara. La pobre tuvo que ir hacía él amarrada de sus manos y piernas he incomoda por la sensación punsante de su clítoris por aquel momento. La hizo colocarse de frente a él con las piernas separadas. No hacía falta nada más para comprender lo que se esperaba de ella. Su ‘‘Amo’’ estaba sentado en la silla aguardando pacientemente a que ella se sentara sobre su estaca. Mamá no se lo pensó dos veces. No es que lo deseara, había tenido suficientes orgasmos cómo para no pedir sexo durante varios meses, pero no tenía otra alternativa.

-‘‘Esperra, ..te quitarré la barra de las pierrnas ’’.

Bueno al menos había tenido una apicé de clemencía o sólo era para poder montarlo mejor.

-‘‘Gra, gracias Sr. Volok, ..ya me dolian las pier....’’

-‘‘¡Que te calles!, ..sólo montate ’’. Y volvia a ser ese tipo duro e impaciente.

Así qué no haciendo más larga la espera de su exigente cliente, abriéndose más se dispuso a empalarse el jugoso pedazo de carne que la estaba apuntando. Sin embargo no le resultó tan fácil conseguirlo. Seguía estando maniatada, y su ‘‘Amo’’ jugaba con ella moviéndose una y otra vez dificultando enormemente el empalamiento. El juego continuó hasta que ella misma le suplicó que la ayudara:

-‘‘Po, por favor Sr. Volok, ..déjeme que me meta su pene ’’.

-‘‘Así me gusta mi Perrrita, ..que se te quite lo arrogante ’’.

Con la ayuda de su Amo, Mamá consiguió situarse correctamente encima del enhiesto mástil. Despacio, tal y cómo parecía gustarle a su dueño, se fue ensartando el apetitoso miembro. De vez en cuando, se detenía y agitaba sus caderas, describía un amplio círculo con ellas, se elevaba ligeramente y continuaba con el descenso. Su Amo no la interrumpía así que debía de gustarle. Ella misma notaba cómo su respiración se agitaba y cada vez era más consciente de los pequeños gemidos que emitía según se iba sintiendo más llena. Cuando finalmente consiguió enfundarse el grueso palo en toda su longitud, no pudo sino exteriorizar su satisfacción con un jadeo animal y salvaje.

-‘‘¡Oummmhhh!.. Siií ’’.

El Sr. Volok la dejó cobrar aliento un instante y luego, con una cariñosa palmadita en el trasero la conminó a moverse. Así fue cómo Mamá dio comienzo a una de las más salvajes montadas de ella misma. Al principio, no obstante, comenzó moviéndose despacio, balanceando sus caderas hacía atrás y hacía delante cómo si calentara motores. Conforme iba acelerando su ritmo, fue iniciando tímidos movimientos de ascenso y descenso que fueron ganando velocidad rápidamente. Su Amo la sujetaba de las caderas ayudándola a mantener el ritmo que poco a poco se iba volviendo más endiablado. Aquella verga la estaba volviendo loca y la estaba disfrutando cada vez más. Ya no pensaba en nada salvo en guardar el equilibrio y poder mantener el frenético ritmo que tan deliciosamente la estaba encumbrando a las cimas del placer.

-‘‘¡Aahh!.. ¡Aah!.. Me encanta ¡Aahh!.. Sr. Volok, no se detenga maaaaásss..’’

Hacía ya tiempo que no era dueña de sí misma, todo su ser se concentraba en un único punto. Solo existía su chocho, se había olvidado del tipo desalmado que la torturaba, se había olvidado de que yo me encontraba sólo en casa. Sólo su chocho, si estaba viva, si se sentía parte del universo era porque su chochito no cesaba de llenarla de placer. Cuando subía, su concha no dejaba de deleitarla con una extraña sensación de vacío, de inquieto descanso que la dejaba con hambre de más. Al bajar, su chocho la embriagaba sintiéndose plena pero no satisfecha. Con cada roce, con cada caricia se sentía morir y revivir al mismo tiempo, impidiéndole detenerse. La fricción continuada no hacía sino calentarla cada vez más; pero no podía parar, sólo acelerar. Su chocho la estaba llenando de gusto pero seguía dejándola con ganas de más. 

-‘‘¡Oh por dios!, ..no pare Sr. Volok, ¡Ooohhh!! ’’

El ansiado orgasmo estaba muy próximo a llegar, ella cada vez estaba más cerca y sin embargo no llegaba. Completamente desinhibida, espoleada por el placer, comenzó a buscarlo abiertamente. Su cuerpo subía y bajaba una y otra vez, sin descanso envolviéndose en una cabalgata salvaje que asustaba por la increíble violencia de sus embates. Mi Madre aullaba cómo un animal salvaje, completamente desbocada, totalmente fuera de control. Nadie podría detenerla ahora, ya estaba, ya llegaba, por fin. Ahí, frente a ella, a unos pasos, se abría el enorme precipicio extasiante gozo. Y hacía allá que se lanzó con todo su ímpetu liberando la enorme tensión que la dominaba con un gemido gutural casi inhumano. Después extenuada y sin fuerzas se dejó caer sobre su Amo cerrando los ojos.

-‘‘¡Oohh!... ¡Oh dios!, que placer, ¡ufff!!.. Sr. Volok, ..me he hecho tan feliz.. ¡Ufff!!.. ’’

El tipo estaba complacido con la entrega mostrada por mi Mamita. Todavía no había alcanzado el orgasmo pero le había faltado muy poco. Decidió dejarla descansar y recuperarse para volver a disfrutar de una nueva cabalgada de su esclava. Ciertamente era una delicia tenerla encima mientras botaban y botaban sus tetas sin parar. Ahora que la tenía más o menos quieta comenzó a disfrutar de su tersa y aterciopelada piel. Estaba empapada en sudor pero seguía siendo muy agradable al tacto. Yo miraba cómo su respiración paulatinamente se iba normalizando, pronto tendría suficientes fuerzas cómo para cambiar de postura.

Mamá recuperaba la consciencia progresivamente. El apacible universo de placer en el que se hallaba iba tornándose en el más conocido mundo real. Según iba alcanzando el dominio de su respiración se iba dando cuenta de cómo estaba, dónde estaba y con quién estaba. Se sentía tan bien, tan satisfecha, tan llena que permanecería así para siempre. Un momento, se sentía llena, ¡muy llena! ¡Aún tenía el falo de su verdugo dentro de ella! El muy cerdo todavía no había acabado seguro que pronto le pediría continuar.

El tremendo orgasmo experimentado había pasado, ahora le tocaría recuperar plenamente la conciencia, no pasó desapercibido a su cliente. Éste, la dejó descansar un poco más, se sentía tan bien cobijado dentro de la estrecha y cálida cuevita que no le importaba esperar unos minutos más. 

-‘‘¿No ha estado mal verrdad Perrita?, ..se nota que te gustan las verrgas. ¡Qué manerra de galoparr! ¡Erres una auténtica potra salvaje! ’’.

-‘‘Gra, gracias Sr. Volok, ..estoy, ¡Ah!, estoy aquí para servirle ¡Ah!, Ah! ’’.

-‘‘Pues sírrveme mejorr y date la vuelta, anda. Todavía no me has satisfecho del todo ’’.

Un cachetadón en el trasero la hizo regresar a su realidad, le indicó que debía obedecer rápidamente, y así lo hizo. Estaba tan a gusto con la verga de su ‘‘Amo’’ en la vagina que cuando se la sacó no pudo reprimir un jadeo espontáneo. ¿Cómo mi Madre podía gozar tanto con aquel cerdo que la estaba humillando hasta el grado de convertirla en un objeto? No sé si se reprocharía por lo hecho pero de lo que si estoy seguro fue que cuando volvió a ensartarse el falo, un nuevo escalofrío la recorrió entera. ¿Tendría razón yo con lo que pensaba? ¿Estaba en su naturaleza ser tan ‘‘Puta’’ y gozar tanto con una verga dentro que lo demás no le importara en absoluto? No… no podía ser y sin embargo… La voz de su ‘‘Amo’’, nuevamente me sacó de mis cavilaciones.

-‘‘¿Anda Perrra qué esperras?, ..¡Muévete! ’’.

-‘‘Esto…¡Uff, ufff!!.. Estoy muy cansada, Señor ..esper ..enseguida empiezo ’’. Iba a pedirle a su ‘‘Amo’’ que esperara un poco más pero recordó la lección recién aprendida y cambió de idea.

Mi Madre sabía que debía actuar deprisa, antes de que su exigente cliente se impacientara, por lo que comenzó a mover suavemente sus caderas para no desagradarle. Sobreponiéndose al cansancio sus movimientos fueron ganando en amplitud y variedad. Le parecía increíble que sus piernas pudieran sostenerla pero lo estaban haciendo. Pero más increíble le parecía que después de dos orgasmos tan intensos su cuerpo pudiera excitarse de nuevo. Y así era, de su entrepierna de nuevo surgían los inconfundibles cosquilleos que tanto le agradaban. 

Sin saber cómo, comenzó a suspirar levemente.

-‘‘¡Aaahh!.. ¡Aahh!.. ¡Oh por dios! ..que ricura ¡Ooohhhh!! ’’.

Los primeros movimientos, torpes y forzados dieron paso a evoluciones mucho más ágiles, dinámicas y naturales. El cuerpo tenso de mi Mami al principio se fue relajando justo a lo contrario que su respiración. No obstante, el Sr. Volok no podría controlarse por tanto tiempo cómo su hembra. Tenía dos opciones, dejarse llevar, alcanzar el orgasmo y dejarla a medias; o sobre-estimularla para que pudieran alcanzar el clímax casi a la par. Se decidió por lo segundo, después de todo, su ‘‘Perrra’’ se estaba portando muy bien. Así que la invitó a separar más las piernas todo lo que pudiera y así teniendo pleno acceso a su chochito comenzó a masajearle el clítoris. En un momento dado, mientras se concentraba en la labor de excitar a su ‘‘esclava’’, alzó la vista para encontrarse de frente con su propio reflejo. La visión que tenía frente al espejo era realmente arrebatadora. Mamá tenía la cabeza completamente echada hacía atrás descansada sobre el hombro de su cliente, mientras exhibía abiertamente sus más íntimos encantos. Verse atravesando a tan bella Señora lo puso más cachondo si cabe y también le dio una nueva idea para humillarla.

-‘‘Mírrate en el espejo, Perrrita, ..¿dime lo que ves? ’’.

Recostada sobre el hombro cómo estaba, a Mamá no le hizo mucha gracia escuchar las nuevas órdenes de su cliente. Realmente estaba disfrutando del estimulante masaje en su entrepierna que le estaban proporcionando. Cuando se vio reflejada en el enorme espejo de la sala, una oleada indistinta de vergüenza y erotismo la recorrió entera. Se encontró hermosa, bella y atractiva. No es que no apreciara la belleza de su cuerpo. Lo que pasó es que realmente se sorprendió de verse tan refinadamente sexy, tan obscenamente voluptuosa, tan lujuriosamente provocadora que apenas se reconocía a sí misma. De su cuerpo atado y expuesto, emanaba una sensualidad arrebatadora, embriagante que incitaba los más bajos instintos. Sus brazos ocultos en su espalda hacían resaltar la esbeltez de su cuello y la suave redondez de sus hombros. Sus pechos emergían poderosos rodeados por intrincados cordajes que resaltaban la firmeza de su vientre plano.

Provocadores y altivos invitaban a cualquiera a acariciarlos y besarlos a fin de subyugar a su dueña. Más abajo, el espectáculo ofrecido no era menos portentoso. Las torneadas piernas totalmente separadas descubrían sin tapujos todos sus encantos. Completamente abierta, su sexo se veía hinchado, carnoso, brillante y lleno. Resultaba imposible apartar la mirada de él. Sí Mamá se veía ensartada, atravesada, poseída por la enorme tranca de su Amo. Y así se sentía, entregada y dominada, por aquel macho al que estaba unida y del que no quería separarse.

-‘‘Respondeme Perrra, ..¿te gusta lo que estás viendo? ’’.

Y ahora debía de decírselo, debía de contarle cómo se veía frente al espejo. Confesarle cómo se sentía caliente y excitada cuando la humillaba y la usaba a su antojo. Declararle abiertamente la ingrata realidad que ella misma se negaba a reconocer. Debía de admitir delante de aquel hombre misterioso que se veía cómo una Puta, que se sentía cómo una Perra, que en realidad, ella era una Perra. Una mujer a la que no le importaba coger con un desconocido siempre y cuando la hiciera gozar cómo lo estaba haciendo. Una mujer dispuesta a soportar y buscar las mayores bajezas, las mayores humillaciones con tal gozar. Y tener que expresarlo abiertamente, sin tapujos, la excitaba y abochornaba a partes iguales. Sabía lo que su Amo quería y estaba dispuesta a dárselo a pesar de todo.

-‘‘Veo a una Puta entregada a su cliente, ..una Zorra caliente dispuesta a todo. ¡Ah!, ¡Una Perra hambrienta de pene!, ..¡una guarra en celo ensartada cómo la Perra que es! ’’. Respondia Mamá dejandome estupefacto.

-‘‘¡Jo jo ja ja!.. ¿Te gusta lo que ves, Perrrita? ’’ Volvia a preguntar.

-‘‘¡Oh! Sí Sr. Volok, ..mucho. Me encanta que me monte, ..me encanta su pene. Lo quiero así cómo ahora, bien dentro ..que me llene y me posea… que…’’

-‘‘Dime Perrra, ¿qué erres? ..¿todavía te sientes tal altiva y arrogante? ’’.

-‘‘No, Sr. Volok, ..soy su Esclava… su Puta… su Zorra complaciente dispuesta a todo. Soy una Perra… una Guarra… que se acuesta con cualquiera por dinero ’’.

-‘‘Y, ¿qué es lo que quierres Esclava? ’’.

-‘‘Quiero, ..quiero que me monte cómo ningún hombre me ha montado… quiero ser su… ¡su Puta!… ¡su Perra!… su…’’

Las lágrimas en el rostro de mi Mami comenzaron a surcar su azorado rostro. Era muy duro reconocerse así y cada vez le costaba más esfuerzo hablar pero su cliente no le alivió su bochorno ni un poquito. Estaba disfrutando demasiado del espectáculo cómo para interrumpirlo.

-‘‘¡Ah!, ¿Entonces quierres que te monte cómo la Perrra que erres? ’’.

-‘‘Sí, ¡Si! Sr. Volok, ..por favor, ¡Cojame! ’’.

Y su cliente no se hizo de rogar, tenía a su ‘‘Perrra’’ caliente encima demasiado tiempo y sentía la urgencia de terminar ya. Con increíble ímpetu empujaba a su esclava haciéndola saltar con terrible rápidez. Mi pobre Mamita saltaba, botaba y rebotaba una y otra vez sostenida por las manos de su cliente que la sujetaba de las caderas para que no se cayera. Parecía una pobre muñeca encima de un caballo salvaje. Incapaz de hacer nada, Mamá se limitaba a jadear y gritar sin control mientras sentía cómo aquella verga se le clavaba una y otra vez llevándola de nuevo a la gloria. Ya no sabía si subía o bajaba, sólo sentía una tremenda quemazón que naciendo de su chochito se iba extendiendo por todo su cuerpo transformándose en un torrente de lava hirviendo. Estaba teniendo otro orgasmo maravilloso y comenzaba a perder la cuenta de cuántos había tenido ya con aquel hombre en sus entrañas. Por tercera vez, el mundo se ocultó tras la cortina de placer.

-‘‘¡Ooohhhh!! Sr. Volok ¡AAAAAAAHHHHH!! ’’. Explotó mi Madre en un intenso orgasmo.

Mamá ya no sabía ni donde estaba, todo su ser se concentraba en ese tan ansiado orgasmo, la quemazón que el mismo le proporcionaba ahora la estaba matando de placer. No paraba de estremecerse, trataba de tener un momento de calma pero su exigente cliente no paraba de moverse, era presa de tal vorágine que no la escuchaba. Lejos de eso parecía acelerar cada vez más la potencia y la velocidad de las embestidas. El tipo también estaba muy próximo al orgasmo. No iba a parar ahora con un sonido animal embistió cómo si quisiera atravesarla y descargó su semilla en lo más profundo de su matriz.

-‘‘¡Te voy llenarr de lecheeee... ¡OOOOOOHHH!! ¡Aaahhh!! ’’.

Los potentes y abundantes chorros del caliente esperma llenaron por completo la vagina de mi Madre. Ella recibió con alivio la llegada del semen más que nada por el descanso que suponía dejar de ser pistoneada con tanta furia. Seguía estando ensartada pero prefería cien veces eso antes que el frenético bombeo en su encharcada vagina.

-‘‘¡Ooh!, ¡Aah!, ¡Ah!, ¡Ooh! ’’. Era eso todo lo que se escuchaba en esa sala.

En esta ocasión, no sólo Mamá había alcanzó el clímax; su cliente también. Había logrado controlarse haciendo esfuerzos sobrehumanos; pero él también era de carne. Los espasmos vaginales que le producía Mamá al correrse habían sido ya demasiado. Y no pudiendo hacer otra cosa, se había dejado llevar por la impetuosa corriente que lo empujaba. Corriente que se transformó en un imparable torrente que naciendo en su capullo fue a estrellarse con tremenda violencia en el útero. Seguramente hacía tiempo que no recordaba una descarga tan intensa y prolongada, los sucesivos espasmos parecían extenderse hasta el infinito, sin ánimo de acabar. Sudorosos, cansados y exhaustos ambos se dejaron caer muertos del cansancio.

-‘‘¡Ufff!! ... ¡Qué marravilloso polvo me sacaste Perrra!.. Ufff.. ¡Erres increíble!, ..de las pocas Perrras que me han mandado. ¡Ufff!! ... ’’ El militar respiraba agitadamente tratando de recuperar el resuello, hacía mucho que no se cogía una presa tan linda y complaciente.

-‘‘¡Aahh! ¡Aah!.. Ya no puedo más, ¡Aah! ..me ha dejado rendida. ¡Ah!, dejeme descansar un poco. ¡Aah!, ah! ’’.

El tipo no tardó en cansarse de sostener a su esclava con su verga y se salió de ella recostandola en el suelo totalmente fátigada. Mamá simplemente se dejaba hacer, cabizbaja esperaba resignada el siguiente capricho del cliente. Se sorprendió cuando éste la bajó y comenzó a desatarla, un reconfortante sentimiento de alivio volvía a embargarla. Aún le temblaban las piernas cuando se bajo de él, y apenas se podía sostener erguida; desde luego, lo que no podía hacer era cerrarlas, parecía cómo si hubiera montado a caballo por horas. El chochito le escocía enormemente y tenía sus extremidades entumecidas. El prolongado estiramiento de sus articulaciones también le resultaba molesto por lo que en cuanto tuvo oportunidad se acurrucó adoptando una posición fetal. No le importaba estar en suelo, sólo quería descansar. Sin embargo aún le quedaba una pequeña tarea por cumplir. 

-‘‘Aún no ha acabado, Señorra ..¡límpiame, Perrra! ’’. Le ordenó impaciente al ver que no se movía.

Aturdida cómo estaba le costó entender y primero se dispuso a llevar a su cliente a la ducha para enseguida ponerse de rodillas y saborear el exotico coctel que le ofrecía. Jugos con semen, un sabor inconfundible aunque siempre con ligeros matices que lo hacen diferente en cada ocasión, cómo los vinos. Cumplida la orden a satisfacción de su dueño vio cómo este se dirigía a la recamara para descansar un poco.

-‘‘¡Dúchate!, ..te esperro en la cama parra seguir después ’’.

-‘‘¡Pe, pero Sr. Volok!, ..te, tengo un hijo, no puedo quedarme con usted ’’.

¡Error para mi Madre!.

-‘‘¡No te lo estoy sugirriendo, Perrra!, ..he pagado muy bien porr ti y de aqui no te vas hasta dejarrte bien culiada ¡Ahorra vas a verr! ’’.

De otra de las cajas que había en la habitación el tipo sacó un carrete de hilo. Era bien burdo y barato, tal cómo él buscaba. Molestó por su insolencía la levantó y la tomó por la blusa mientras pasaba dos hilos justo por debajo de sus pechos desnudos. El acabo burdo del hilo molestaba sobre los pechos de mi Madre que se retorcía sollosando detrás de la mordaza, pero eso no impidió que el tipo le diera dos vueltas completas sobre sus pechos y los amarrara bien fuerte por arriba y por abajo apretándolos duramente.

-‘‘¡No, no, no Señor!, ..ya no me amarré por favor. ¡Haré lo que usted diga!, ..lo haré, ya no diré nada más, pero por favor ya no me amarré por dios ’’.

Pero el militar parecía no escucharla. No conforme con eso, siguió dando vueltas con el hilo, y pasándolo por entremedio debajo de sus axilas apretó aún más los hilos uno contra el otro sometiendo al suplicio a los pechos de mi Madre en medio de ellos. Sonriendo perversamente se colocó a un lado de ella y pasando la mano por debajo de las axilas comenzó a dar suaves golpecitos a sus ya maltratados pechos, que vociferaba y enrojecía su rostro en desesperación. Un último hilo atado en el medio de sus pechos bajó entre sus piernas y llevado por los dedos del perverso cliente se hundió dentro de sus labios vaginales para terminar apareciendo del otro lado oprimido por sus enrojecidos glúteos de mi desesperada Madre.

Sin darle descanso a mi fátigada Madre, el desgraciado Ruso planeó el siguiente paso. Miró hacia atrás de ella y vió la argolla que había colocado en el techo. Sin más y ante la antenta y aterrada mirada de mi Madre amarró un extremo del hilo a uno de los tobillos de Mamá tirando hacia atrás y hacia el costado provocándole que tuviera que sostenerse con un sólo pie para no caer. Mamá se empezaba ya estaba muy asustada, rogaba desesperada mientras sentía su cuerpo colgando de sus muñecas y de su tobillo. Para cuando el Ruso repitió la operación con el otro tobillo, Mamá comenzó a gruñir desesperada sin poder evitar quedar en una incomodísima posición. Mirando casi al piso, con sus pechos colgando hacia abajo y amarrados, con sus piernas abiertas y estiradas al máximo se dió cuenta de nuevo que estaba en total indefensión. En ese momento el Militar podía hacer lo que deseara con su cuerpo sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo.

-‘‘¡Ahorra vas a aprenderr a comporrtarrte, Perrra arrrogante!, ¡Jo jo ja ja!..’’

-‘‘¡Por favor, Señor Volok!, ..yo sólo quiero ir con mi hijo, no me atormente más por favor ’’.

-‘‘¿Atorrmentarrte?, ..si sólo te la has pasado chorrreando Perrra malagrradecida. Perro yo te voy a enseñarr a agrradecerr ’’.

La situación empeoraba cada vez más para mi pobre Mamita. El militar empezaba a atar un hilo a la argolla que estaba en el techo y tensándolo bien lo amarraba al amarre de sus pechos en su espalda. Mamá se irgió un poco al sentir que su propio peso apretaba y torturaba aún más sus pechos. Pero la cosa no paraba ahi, el perverso militar estaba atando algo. Para cuando Mamá sintió tirando del hilo justo arriba de su culo su desesperación llegaba casi a la histeria. Debía mantener su cuerpo erguido todo cuanto pudiera, cualquier debilidad implicaba que los hilos se hundieran salvajemente entre sus piernas o que apretaran sus pechos dolorosamente. Este tipo era un esperto en amarres y castigos, ¡sumission total!!

-‘‘¡Oh por dios!, ..estoy muy cansada ’’. Sollosaba Mamá casi en llanto.

Pero su verdugo parecía regocijarse con su obra, una vez que la vió en esa posición, el militar se agachó debajo de ella y le sonrió perversamente, sabía que en esa posición tan comprometida, Mamá pasaría un mal rato mientras su cuerpo usaba el último de sus fuerzas para sostener todo su peso, ¡y a una pierna!. El maldito sacó su lengua afuera y lamió uno y otro pezón de la atormentada Madre hasta lograr ponerlos bien duros y que Mamá entrecerrara sus ojos y gimiera muy suavemente.

-‘‘¡Perrra desgrraciada no dejas de berrearr como una Puta! ’’.

Las manos del militar entonces recorrieron los muslos de la indefensa Madre. Un sudor frio y una sensación inexplicable recorrieron el cuerpo de mi Madre. Pero la cosa no paró ahi, el malnacido sacó una bara para entrenar y azotar caballos, ¡La iba a azotar!, empezé a sudar frio, pero afortunadamente para ella, que ya empezaba a llorar, sólo un suave azote cruzó la cara interna de sus muslos. Mamá dió un respingo y luego gimió, más por el susto que por el azote, pero para fortuna no era para lástimarla. Sentía el aliento del tipo sobre su vientre y su mano acariciando y buscando las zonas para los nuevos impactos.

Por largos 15 minutos él militar la sostuvo al borde de la locura. Alternando entre los agudos gritos, respingos y los gemidos entrecortados por su respiración agitada, Mamá fue excitándose tanto y mojándo tanto su entrepierna que muy pronto su mente perdió el control a pesar del cansanció. Solo deseaba que la dejara para poder descanzar o que la llevara ya a alcanzar el tan anhelado orgasmo. Su cuerpo se fregaba contra las rústicas cuerdas en busca de la estimulación necesaria para lograr lo que tanto anhelaba, pero no podía. La frustración la invadía y casi lloraba desesperada.

-‘‘¿Querres acabarr mala Puta? ’’. Le preguntó al oído.

Mamá sólo enrojeció su rostro y no respondió. Pero sus ojos dieron la respuesta. Mientras el tipo seguía estimulándola y dejándola reposar sus ojos se llenaban de brillo.

-‘‘Vamos a hacerr un trato Perrrita arrogante ’’. Dijo el sujeto mientras comenzaba a desatarle las manos.

-‘‘Vas a ocuparrte de mi y yo me voy a ocuparr de ti ’’. Continuó mientras se las volvía a atar a la espalda cortando el hilo que la sostenía desde arriba.

Mamá miraba sorprendida mientras el tipo abría nuevamente la bragueta de su pantalón y apartaba sus boxers negros dejando a la vista su tremendo falo ya algo hinchado por la excitación de tenerla nuevamente sometida. Antes que pudiera decir nada, el desgraciado ya la había levantado de los pelos y sentada delante de él acercaba su rostro hasta su entrepierna. Mamá no dudó en lo que tenía que hacer. Con los ojos puestos en el rostro de cliente, sacó su lengua y la extendió apuntando hacia el capullo rojo del militar. Su cabeza viajaba por el aire hacia ese colorado destino, y en cuanto la lengua se apoyó suavemente al hongo de la punta, el sujeto tembló y sus ojos se entrecerraron.

-‘‘¡Ooohhh! ’’. Fue cómo un relámpago que recorriera el cuerpo del militar, su nueva exclava lo estaba excitando mucho.

Mamá supo en ese momento que su cliente ya estaba tremendamente caliente y excitado, le parecía imposible, si apenas un cuarto de hora se había vaciado estrepitosamente. Pero los pensamientos se le cortaron cuando la mano del sujeto la plantó en su nuca y la obligó a seguir avanzando. Mamá hundió aún más la boca, y con suaves movimientos comenzó a separar más y más los labios, sintiendo el aroma creciente de la excitación, la humedad presente entre ellos y toda esa carne en dirección a su garganta. Aunque tratara de evitarlo y apesar del tremendo cansanció, ella también se estaba excitando, y se sentía humedecer al tiempo que deseaba tener sus manos libres en ese momento y poder jugar con ellas en su cuerpo que demandaba toda su atención. Pero no se lo habían permitido, quizás eso la excitaba más aún. El sentirse indefensa, totalmente dominada y controlada, el saberse objeto de la voluntad de otro.

-‘‘¡Eso es!, ..cometela bien. ¡ummhhh!! ’’. Murmuraba el tipo.

Ya un poco más cerca, Mamá dió dotes de su gran destreza como mamadora. Con la punta de sus dientes aruñaba el tronco mientras seguía avanzando, mientras con la punta de la lengua ya afuera de su boca le sobaba los güevos de manera grotesca. Mamá se retorcía debajo de él, sus muslos temblaban y jadeaba agitadamente. Era evidente que de nuevo su cuerpo estaba tan caliente que podía explotar en cualquier momento. Pero como le había enseñado tanto el Ruso como Montoya, el que tenía que disfrutar era el cliente, no ella, por lo que trató de concentrarse en la mamada y hacerlo terminar. Mamá se decidió a hacerlo sin demora. Cuanto antes terminara con él, antes podría quedar libre. Pero.. ¿era eso lo que quería su cliente? ¿o quería que ella volviera a excitarse para volverla a castigarla?. No lo sabía, pero de lo que si estaba conciente era que si hacía el mejor trabajo en ese palo, por lo pronto la dejaría descansar unos segundos. 

-‘‘¡No tan rápido! ’’. Le recriminó él de repente levantándole la cabeza.

Con el dedo le acarició los labios brillantes y rojos, mezcla de su propia saliva y el carísimo cosmético aprueba de todo que se había colocado para verse más linda. Luego se acarició la verga, dandose fuertes jalones, pasandole la punta por esos labios rojos dándoselo a chupar y refregándolo por la lengua de mi Madre que sentía esta vez el inconfundible sabor a su semen preseminal.

-‘‘¿Te gusta chuparr, Perrrita? ’’. Le dijo con una sonrisa perversa en el rostro.

-‘‘Si, clarro que si, ..tal parrece que es lo mejorr que haces ’’. Agregó mientras le tiraba un poco del pelo.

Mamá no contestó, sólo se dejó bajar nuevamente sobre él y abriendo la boca le engulló de nuevo el rabo. La lengua de Mamá se movía cómo enloquecida, haciendo bailar los güevos que brillaba muchísimo de tantas babas que escurrían hacía ellos. El Ruso nuevamente comenzaba a respirar entrecortado mientras que Mamá aceleraba aún más su lengua buscando que se produjera la inevitable explosión. Pero el tipo sabía perfectamente cómo mantener el control, acercando y alejándole la cabeza. Era una lucha desigual de poderes, Mamá esforzándose y usando todas sus habilidades para terminar con esto, y el Ruso controlándola y usándola, siempre conciente de su propia excitación. 

Cansada y abatida por no poder lograr el orgasmo de su cliente, Mamá comenzó entonces a lamer de mala gana y sin entusiasmo. El Ruso se percató de eso, la levantó y la miró fijamente a los ojos.

-‘‘Sabes hacerr mucho mejorr que eso ’’. Le recriminó.

Bajó nuevamente la cabeza de mi Madre, pero la actitud de Mamá no cambió. Por más que el Ruso apretara su cara contra su sexo, no lograba que Mamá le diera el placer de unos momentos atrás.

-‘‘¿Asi que sigues rebelde?! ¿No? ’’. Dijo enfurecido.

Tomando la vara que había quedado a un costado, el Ruso sostuvo a Mamá con una sola mano mientras que con la diestra le acertaba fuertes y sonoros latigazos sobre su trasero. Mamá comenzó a saltar y a gritar al ritmo de los azotes.

-‘‘¡No! ¡Basta!, ..¡Pare por favooor!! ’’. Pedía Mamá saltando de un pie al otro, pero sin poder acomodarse mucho a causa de las ataduras.

-‘‘¡Maldita Perrra arrogante!, ..yo voy a decirr cuando parrarr ’’. Le dijo mirandola a los ojos.

Mamá miró hacia abajo. Mordía fuertemente el lazo para soportar el dolor, los azotes se le venían uno tras otro. En eso sintió cómo el Ruso le acercaba otra vez su falo erecto, pero Mamá no sé si porqué estaba muy cansada o por otra cosa continuó con sus lamidas cansinas y desinteresadas. De repente abrió los ojos de par en par. Había sentido la vara acariciándo la parte delantera de sus muslos. Mirando de costado corroboró que la mano de su cliente se perdía debajo de ella. El primer azote en su zona sensible de sensaciones la hizo sacudirse cómo una hoja. No había sido tan fuerte, pero en esa zona parecía dolerle el doble. Uno tras otro, una seguidilla de azotes moderados en esa zona la iban desesperando. Podía sentir el calor que le subía por el múslo, tan cercano a su sexo que en pocos segundos lo había encendido en un fuego total.

Ahora Mamá, no podía chupar ni lamer el pene del Ruso por más que quisiera. Su boca entreabierta gemía descontroladamente. La vara cambió de muslo y se dedicó a calentarle la otra pierna. Mi Madre creía que iba a volverse loca. No podía aguantar mucho más.

-‘‘¡Nooghh!... ¡baghtaaaahhh! ’’. Suplicaba ella desesperada con el pene en la boca.

-‘‘¡Chupa bien!! ’’. Le ordenó el militar.

Con todas las fuerzas que le quedaban, Mamá empezó a lamer y a chupar descontroladamente la verga que tenía al frente ( jeje me salió rima ). Los muslos y el trasero le ardían, y la desesperaba las sensaciones de los azotes que le estaban dando. Sin detenerse, el Ruso seguía azotándola mientras arqueaba su espalda y gemía entrecortadamente al borde del orgasmo y la asfixia. De repente el cliente explotó, sintiendo cómo mi Madre le seguía succionando la verga de las mil maravillas, mientras él se regocijaba gozando cada espasmo, cada oleada de calor y electricidad que recorría deliciosamente su cuerpo.

-‘‘¡Oohhhh! ... siiii ...¡ahhh!! ’’. Gimió el Ruso mientras apretaba con ambas manos la cabeza de mi Madre refregándola sobre su sexo.

Unos mintutos más tarde, cuando el militar soltó un poco la cabeza de mi Madre, ella la miró hacia arriba sonriendo. Había logrado su objetivo, y el rostro de su cliente, relajado y sonriente era una gratificación a sus ojos. El Sr. Volok la miró y observando su cara chorrando de babas y flujos de semen le acarició el cabello.

-‘‘Mejorrr ’’. Le agradeció.

-‘‘Sueltame ahora, Sr. Volok ..por favor, estoy demasiado cansada ’’. Pidió Mamá con cara angustía.

-‘‘No todavía Perrrita, ..ahorra descansá un rato, después seguimos. Todavía no terrminé contigo .’’ Le respondió con una sonrisa macabra.

-‘‘Pero ...’’ Protestó Mamá.

Antes de que Mamá pudiera decir nada, el Ruso le puso una bolsa de tela negra sobre la cabeza y la apretaba hacia abajo sin llegar a asfixiarla cómo forzándola a acostarse. Mamá trató de liberarse asustada, no sabía conqué le iba a salir este tipo ahora. Después de intentar inútilmente sacudirse la bolsa de la cabeza, mareada y cansada, Mamá supo que no tenía muchas alternativas. Decidió dentro de ella que lo mejor era descansar un rato si es que su cliente pensaba seguir con ella. Todavía sentía el ardor y el palpitar de los azotes que había recibido en su trasero y en sus muslos, pero también sentía extrañamente cómo se había mojado entre las piernas con todo este castigo, y era cierto, sus muslos interiores estaban brillosos en húmedad.

El tipo tomó un peridodico y se sentó a reposar el cuerpo, como si nada ocurriera, mientras mi pobre Madre seguía amaneatada y sosteniendo su fátigado cuerpo en un sólo pie. La pobre sin idea del tiempo, a oscuras dentro de la bolsa y con cierta excitación y demasiado cansanció sollosaba. Aunque creo que estaba más nerviosa pensando en qué seguiría a continuación. Sola y silenciosa, durante los minutos que el Ruso la había dejado, trataba de sacar fuerzas de flaqueza, su pierna le temblaba por la postura y el cansanció, trataba de acomodarse pero al hacerlo la cuerda que pasaba por entre su chochito y sus nalgas le recordaba que no era lo más conveniente. Seguramente pensaba en mil formas de escapar de eso, pero ninguna la convencía, su cuerpo poco a poco terminaba con las últimas fuerzas que le quedaban, comenzaba a desfallecer en esa posición y los musculos de las piernas los sentía algo resentidos de tanto esfuerzo ( Qué bueno que mi Madre hacía mucho ejercisio si no ya desde hace mucho que hubiera flaqueado ). 

-‘‘¿Estás comoda Perrrita? ’’. Acabó con el silencio de la sala.

-‘‘¡Señor, por favor!, ..¡suelteme, por favooor!! ’’. Pedía Mamá.

Escuchó los pasos cuando el Ruso se le acercaba y a Mamá se le devolvieron las esperanzas. Gemía y se quejaba moviendo las piernas cómo podía tratando de zafar de la incomodidad, pero sin poder. De repente, un dura dura nalgada la sobresaltó. ¡SPLASSHHH!!!

-‘‘¡Has aprrendido a mantenerrte callada y a obedecerr!, ..¿o tengo que enseñarrte otrra vez? ’’. Le preguntó pasando suavemente la vara de plano por sus labios vaginales.

Mamá se estremeció al sentir el contacto tan conocido ya directo sobre su sexo. El sólo hecho de pensar que su cliente pudiera subir su vara y azotarla ahi sobre su sexo, la hacia temblar y transpirar. Se quedó absolutamente quieta, cómo congelada, sin atreverse a mover un músculo.

-‘‘¡No, no, no Señor Volok!, ..no es necesario que me enseñe más. Ya lo he aprendido, ..ja, jamás debo de contradecirlo ’’. Dijo Mamá tratando de sonar lo más convincente posible.

-‘‘¡Eso lo verremos! ’’. Le recriminó.

En ese momento el tipo empezó a acariciar su trasero, caliente por los azotes y bajando por sus piernas. Se agachó y con una navaja rasgó las ataduras en sus pies, dejándoselos en libertad. Despues la ayudó a pararse derecha. En cuanto Mamá se puso de pie y empezó a mover sus piernas, sintió cómo el hilo aspero y burdo que pasaba entre sus piernas raspaba su sexo y sus nalgas, pero cuando el Ruso tiró del hilo para obligarla a caminar, la presión del mismo sobre su clítoris la hizo dar un pequeño salto antes de moverse.

-‘‘¡Sigueme Perrra! ’’. Le ordenó.

Acompañandolo por las escaleras hacia arriba, Mamá subió a ciegas hasta el piso de arriba. Sabía perfectamente que el Ruso la estaba llevando a las recamaras de arriba. Caminó un poco detrás de él hasta que la hizo parar. Empujándola hacia adelante desde la espalda con la palma de su mano la acercó hasta lo que ella sintió cómo un borde de una cama. El Ruso la continuó empujando obligándola a doblarse y a apoyar su cara sobre la cama. Mamá no sabía bien en que parte de la casa estaba, ya que nunca había subido hasta este lugar, sus otros clientes sólo la habían montado en la sala, no sabía que tipo de artilugios o muebles había allí, seguramente lo único que le pasaba por la cabeza era saber cual era la hora y si podría regresar conmigo esta noche. De repente la bolsa desapareció pero sólo subió un poco, dejando sus ojos tapados pero su boca libre.

-‘‘¡Apre la boca! ’’. Le ordenó el Ruso.

Mamá no sabía que era lo que intentaba ahora ese sádico, pero yo si, por lo que lo ví que dentro de una caja negra sacaba un consolador grueso y cilíndrico.  

-‘‘¡Chupaló bien! ’’. Le ordenó a continuación mientras se lo metía en la boca.

Mamá sin saber que era, chupaba lo que le habian puesto en la boca. Pero al sentir en el paladar lo grueso, lo cilíndrico y algo venoso no lo dudó, rápidamente se dió cuenta de que era una verga de hule. Intentó dejar de chupar, pero un varazo en su trasero no le permitió cambiar de opinion. Por lo que tuvo que estar chupado y humedeciendolo un buen rato. El Ruso lo sacó, y corriendo la soga que pasaba por el medio del sexo de mi Madre, lo fue empujando adentro.

-‘‘¡Uhhh!.. nooo.. nooo... con eso noooo!! ’’. Se quejaba Mamá mientras se sentía penetrada poco a poco.

-‘‘¡Silencio, Perrra!! ’’. Le ordenó embravecido el Ruso dandole otro varazo en la dolorosa union de los muslos con las nalgas. ¡Fhiiuuuumm!!

-‘‘¡AAAAAh!!! ’’.

Un rato más, el Ruso le ordenó chupar el pene de hule a mi Madre. Ni modo, a regañadientes y a fuerza de varazos y azotes logró que lo dejara bien lubricado.

-‘‘Chupalo bien Perrra, ..dejalo bien mojado porrque ya te imagirras a dónde va ’’. Le dijo perversamente el Ruso.

-‘‘¡Noo, Sr. Volok!, ..ahi no ... por favooor ’’. Suplicaba Mamá.

Pero sin que pudiera impedirlo, y pese a que no dejaba su cuerpo quieto, Mamá sintió cómo la punta de ese dildo empezaba a forzar su entrada posterior.

-‘‘¡Aggghh!! ’’. Lanzó un pequeño grito de dolor.

-‘‘¡SThhhhh!!, ..cállate y no te muevas o te lo meto de golpe ’’. Le dijo el Ruso sin dejar de empujar.

-‘‘¡No, no, no Sr. Volok!, ..siga, pero despacito ’’. Le pidió consiente de que el tipo hablaba enserio y podría lástimarla más.

Durante 10 minutos fue repitiendo los avances. En ese rato Mamá no dejó de lanzar pequeños gritos contenidos de dolor. Le ardía pero podía soportarlo. Finalmente consiguió introducirlo hasta llegar a la zona cilíndrica, la más ancha. Sentía como las paredes del ano se habían dilatado y la piel se tiraba. Mamá sentía que no se podía mover, su orificio rectal estaba completamente lleno, pero le estaba empezando a provocar una excitación que no conocía. Debajo de la bolsa que cubría su cabeza Mamá mordía su labio inferior tratando de asimilar la situación en la que se encontraba.

De repente se hizo la luz nuevamente. El Ruso le quitó la bolsa de la cabeza y Mamá trató de ajustar sus ojos a la brillante luz de la habitación. Asi poco a poco se dió cuenta que la vista no era tan aterradora como ella se lo hubiera imaginado. La habitación era simple pero bien arreglada. Una cama de bronce, con sus correspondientes barrotes en la cabecera, acomodada en el fondo del cuarto y cubierta de una colcha. A un costado, un espejo de cuerpo entero y de frente un armario de madera color negro. Dentro del armario se dejaban entrever algunas prendas de ropa. En el medio de la habitación había una alfombra en tonos rojos y azules que le daba aún mas vida, algo normal para lo aterrador que pensaba que sería. 

-‘‘Muy bien, Perrra ..ahorra quierro que vayas al baño y te recuperres. Te necesito con más energías parra lo que viene ’’.

Mi Madre casi lo besa, por fín le daría unos minutos para descansar, y si era en la regadera mucho mejor, su cuerpo estaba bastante golpeado y fátigado, casi no podía caminar, ahora entendía aquella plática entre Montoya y Alosno, de que al Sr. Volok sólo las Putas de alto aguante le mandaba. Todo le daba vueltas, seguramente se le ocurrió salir corriendo pero a como caminaba eso era imposible, estaba tan cansada más el escosor en la vagina y el recto de lo unico que quería era meter su cuerpo en agua. 

Ya en la regadera, mientras el agua limpiaba su maltratada piel, su cabeza la atormentaba, ¿cómo podía estar gozando de su propia humillación?, inevitablemente con el simple roce de la esponja su cuerpo reaccionaba excitandose, su cuerpo con trabajo la sostenía y sin embargo su vagina estaba empapada. La habían forzado y ahora lo disfrutaba dándoles la razón. Era una vulgar ramera hambrienta de sexo. Consciente de lo que acababa de hacer y envuelta en sus remordimientos, comenzó a llorar amargamente. ¿Tenían razón el Sr. Montoya? No, claro que no, pero entonces…¿cómo es que disfrutaba viéndose? ¿Cómo es que deseaba repetir la experiencia? Ya no estaba segura de nada, dudaba de todas sus convicciones hasta comenzaba a plantearse si realmente deseaba escapar de allí.

Finalmente impulsada quizás por el miedo a ser reprendida de nuevo, escapó de sus angustiosas recriminaciones tomándo un reconfortante baño. Eso al menos la distrajo de sus amargas cavilaciones. Cuando hubo finalizado, una agradable somnolencia la invitó a echarse en la cama sin importarle su verdugo. Extrañamente no se opuso a ella, era mejor dejarse llevar y olvidarse de todo. Ya llegaría el momento de preocuparse de su hijo se dijo, mientras se dejaba caer sobre la acolchonada cama y descansaba al menos el tiempo que se lo permitieran.

-‘‘¿Que tál estuvo Perrrita?, ..¿ya te has recuperrado? ’’.

-‘‘U, un poco Sr. Volok, ..pero aún estoy muy cansada ’’. Sollosaba Mamá con los ojos cerrados, como si estuviera en un mundo imaginario en el cual no quisiera despertar.

-‘‘Lo siento porr ti, Perrra, ..necesito que me la chupes parra tenerrla al punto parra encularrte. Ese tremendo culo que tienes me apetece demasiado ’’.

Pero Mamá pareció no escucharle, parecía que flotaba en sus sueños, estaba terriblemente cansada y sólo pensaba en descansar, pero una fuerte nalgada sobre su rosado glúteo la volvió a la realidad ‘‘¡SPLASSHHH!!!’’

-‘‘¿¡Qué no escuchaste Perra mala agradecida!?, ..¡ponteme a chuparr porrqué te quierro encularrr!! ’’.

-‘‘¡Oh por dios!, ¡No por favor, Sr. Volok!, ..espere un poco, aún estoy muy agotada mejor ....’’

Casi antes que termina de hablar, Mamá recibió otra fuerte cachetada por ahora en su mejilla. ¡SPLASHH!!

-‘‘¡Ya te dije PERRRA!!, ..¡aquí estás parra satisfacerrme, no parra hacerrte la remilgosa! ¿No sabes que erres una esclava y debes obedecerrme? ¡Así que comienza a chuparr ya mismo o te molerré a golpes! ’’.

Mamá, asustada y llorosa, apresuradamente se puso la verga en la boca y comenzó a lamerla. El desgraciado tenía un aguante superdotado, no se demoró mucho en quedar nuevamente en forma para penetrarla por cualquiera de sus agujeros.

-‘‘Ahorra escuchame desgraciada, ..te la meterré por atrás. Ponte en cuatro patas y con las manos separras los cachetes de tu traserro parra dejar el agujerro a la vista, ..te pondré crema parra lubricarte y así penetrarrte más fácil ’’.

-‘‘¡Po, por favor Sr. Volok!, ..haré lo que me diga, pero por favor, no me lástime ’’.

Mamá recibió otra cachetada, igual de fuerte pero ahora sobre su teta izquierda. ¡PLAFF!!

-‘‘¡AAAHHHH!! ’’.

-‘‘¡Te he dicho que me obedezcas!, ..¡ahorra quierro metértela por el traserro y no me imporrta si te duele o no, o si te rompo el culo o no! ¡Obedece de inmediato! ’’.

El golpe en su teta había sido doloroso de verdad. Nunca había recibido semejante palmada en sus tetas. Resignada se puso en posición y se separó los glúteos con sus manos. Se sentía humillada, degradada y maltratada. El tipo le colocó el gel lubricante en el ano y le introdujo el pulgar para dilatar un poco el estrecho agujero. Mamá sintió algo de dolor por la introducción del dedo, que luego fue retirado para ser reemplazado por el glande que pugnaba por entrar en tan estrecho agujero.

-‘‘¡Ahorra si Perrra!, ..relajate, serrá mejor parra ti ’’.

-‘‘¡No me lástime Sr. Volok!, ..haré lo que quiera, pero no me lástime ’’. Le decía mi Madre con llanto en los ojos.

A pesar de la poca dilatación del ano, el lubricante facilitaba la penetración lenta pero continua del falo. Mamá sufría por el dolor que le producía la penetración pero trataba de distraerse con cualquier cosa para olvidar lo que le estaba ocurriendo. Además no quería quejarse ya que temía un castigo severo por parte del Ruso. Poco a poco fue sintiendo cómo la barra de carne se iba incrustado en su recto, después la sintió completamente adentro cuando los güevos de su cliente tocaban otras partes de su intimidad.

-‘‘¡Mmmhhh! Hasta dentro. Qué bonito culito tienes prreciosa, ..serrá un placer dejarrtelo cómo la aberrtura de tu boca ¡Jo jo ja ja!..’’

-‘‘¡Ouchhhh!! Por favor Sr. Volok, ..hagalo con cuidado ’’. Suplicaba Mamá frunciendo el entrecejo.

El dolor de la dilatación persistía. El movimiento era acompasado y sentía que el tamaño del miembro se agrandaba aún más, presionando y dilatando el estrecho agujero. Afortunadamente el gel lubricante evitaba el dolor del roce. Mamá retiró sus manos de los cachetes. Ya la tenía toda adentro y hacía innecesario mantenerlos separados, colocó sus manos debajo de su cabeza apretandolos fuertemente para soportar lo que se le venía. El Sr. Volok continuaba con los movimientos, acompazados pero igual de efectivos.

La pobre de mi Mamita ya había perdido la noción del tiempo y del espacio entre las brumas del dolor. Ya no sabía por qué estaba allí, ni cómo había llegado. Sólo sabía que su culo le dolía horrores y que no se podía marchar aunque quisiera. Mamá quería observar lo que ocurría a sus espaldas, pero el dolor la había dejado tan jodida que sólo alcanzaba a girar un poco la cabeza. Era cómo un sueño, no se sentía ahí, se sentía lejos muy lejos, y no en ese cochino chalet dónde abusaban de las mujeres, siendo brutalmente sodomizada por este. Podía ver la cara desquiciada de su cliente mientras su culo se doblegaba a sus embestidas. Sin embargo, no podía evitar excitarse siendo tratada cómo una Puta por alguien.

-‘‘¡Uff, uff!!.. Apesarr de serr una Perrra no dejas de tenerrlo tan aprretado ’’.

Sus pezones estaban rígidos, y por el reflejo de las varillas de la cama podía ver cómo su verdugo apretaba los labios para darle con más vigor. El Sr. Volok aceleraba sus movimientos, y Mamá se veía envuelta en un orgasmo tras otro, sin saber porqué. Con un último empujón, que le hizo a Mamá clavarse de cara al colchón, el tipo se corrió dentro de ella. Se salió de ella y se quedó recostado hacía su lado. Ella no se movió, quedó a cuatro patas esperando que el ardor de su culo desapareciera. Minutos más tarde un chorro de semen de deslizaba por las paredes de su recto hacía la cama.

-‘‘¡Oohh!, Oh, oh ¡Erres grandiosa!, ..me excitas tanto. Apesarr de haberrte enculado ya quierro reponerrme parra volve a tomarr ’’.

-‘‘¡Aah!, ahh, ah!..’’ Mamá no sé quería ni mover, sólo resoplaba.

Fue en ese momento que se sintió completamente indefensa, dominada, ultrajada. Su culito, su apreciado culo, había sido penetrado y mojado por la leche de un hombre prácticamente desconocido que ya previamente había usado su concha. Nuevas lágrimas se deslizaron por su rostro. Miraba su leloj con tristesa, seguramente pensando en mi, completamente sólo en la casa. No se quería ni mover, se veía que el culo la lástimaba, sólo movió su cabeza para escuchar lo que el tipo le comentaba.

-‘‘Señorra, tiene un cuerpo herrmoso que usarré varrias veces más, ..tiene que aprrender a serr más activa cuando te penetro, hacerr movimientos que me exciten más. Estoy segurro que es por falta de experriencia perro que pronto lo harrás cómo verdaderra maestra,
..tienes talento apesarr de serr una Perrra arrogante ’’.

Estás últimas palabras la sumieron más en la tristeza. Ella no era ni una Perrra, ni una esclava y mucho menos sumisa, pero en la situación en que se encontraba no le quedaba otra alternativa que someterse ante este maldito sadomasojista.

-‘‘¿Cómo está tu culito?, ..¿te duele? ’’.

-‘‘Sí, me duele mucho, ..su miembro es muy grueso Sr. Volok. Y mi trasero no estaba bien dilatado, ..me duele mucho ’’.

-‘‘Ya se te pasarrá, ..además, se nota que no es la primerra vez que lo haces. Ya estás muy acostumpradita a recibirrla por ahí. Serrá mejorr que duerrmas. ¡Quierro ese culito bien listo parra cuando despierte! ...’’

Mamá sintió entrar a las puertas del infierno, ¿qué ese tipo no tenía llenadera?, ¿a caso no la iba a dejar descansar?, la pobre no le quedaba de otra que suplicar. 

-‘‘¡Por favor Sr. Volok!, ..dejeme ir con mi hijo, ya es muy tarde y esta sólo en casa ’’.

-‘‘¡Que no!, y no me frrieges nuevamente con eso, ..cuando me aburra de cogerte te dejarré. Además una Puta cómo tú debe de saberr atenderr a sus clientes hasta que se harrten, ..que es parra eso que les pagamos ’’.

Nuevamente la desperación en mi Madre se mostró en su rostro. No era más que una cosa para usar, luego descartar y vender cómo objeto ¿Cuál sería su final? ¿Estaría ahí con ese horrible tipo hasta que se cansara?. Se recostó lentamente a su lado hasta que se quedó dormida, su cuerpo estaba muy cansado y su trasero muy adolorido, mañana seguramente seguiría su calvario. Por lo pronto yo me quedé muy sorprendido, estaba viendo sin pestañar al tipo que estaba esclavizando a mi Madre y no hacía nada para evitarlo, sólo permanecia pendiente a lo que el tipo fuera hacer, me sentía un traidor, un pervertido, ¡un maldito mounstro que se calentaba con los abusos sometidos a su Madre!, me había hecho dos pajas y todavía seguía empalmado. Apagué las luces de la casa y cerré todo con llave, sabía que Mamá no regresaría, me recosté en la cama y traté yo también de dormir. Para no perder detalle mientras dormía me coloqué unos audifonos con el micro en alto, si intentaban algo seguro el sonido me despertaría, así me quedé dormido, en espera de lo que pudiera suceder el día de mañana.

.....

Perro no pasó ( perdón ya se me esta pagando el acento Ruso despues de escribir tanto ) No pasó mucho tiempo para que su cliente ya estuviera listo, serían cómo eso de las 4 de la mañana cuando escuché algunos ruidos, Mamá despertó en medio de la noche con una mano del Sr. Volok entre sus piernas y otra sobre su teta derecha. Sorprendida por lo que sucedía preguntó:

-‘‘¿Qué pasa? ’’.

-‘‘Nada en especial carriño, ..simplemente que te desperrté porque quierro clavarrte otra vez ’’.

-‘‘¿O, otra vez me va a coger?, ..¡pe, pero hace solamente unas horas me la metió por adelante y por atrás!. Todavía me duele mi colita por la penetración ’’.

-‘‘Esta vez serrá solamente por tu chochito, ..luego que me la hagas ponerr bien durra chupándola. Por ahorra tu traserro no recibirrá las embestidas ’’.

-‘‘¡Po, por favor Señor!, ..otra vez no. No quiero seguir siendo un objeto sólo para coger ’’.

-‘‘¡Erres sólo una Perrra para coger! ..¿no te has enterrado que has sido vendida y ahorra erres una esclava que luego de serrvirme, te irrás con tu bastardo hijo a dónde se te de la gana? ’’.

-‘‘¡Por favor Sr. Volok!, ..¡no quiero ser tratada así!! ’’.

Una fuerte bofetada resonó en la habitación. La mano del Sr. Volok había dado de lleno en la mejilla de mi Madre. Quiso decir algo pero el puño de su cliente ahora impactaba sobre su teta derecha. ¡PLAFF!!

-‘‘¿Cuándo aprenderrás a comporrtarte cómo una Perrra sumisa?, ..¿tendré que seguirr castigándote parra que lo entiendas? ’’.

-‘‘¡No, no, no me pegue!, ..me duelen mucho las tetas si me las golpean de esa manera ’’. Le rogaba mi Madre con el dolor en sus pechos.

-‘‘¡Entonces obedeces!, ..primerro me la chupas y en lugarr de metérrtela por la concha y cómo castigo, te la pondré nuevamente por el culo. Parra que te quedé más dolorido aún ’’.

Mamá se puso a llorar nuevamente, pero se resignó. Abrió su boca y comenzó la mamada, con el terror y el miedo a ser golpeada de nuevo se metió ese falo nuevamente en la boca. Con los ojos llorosos miraba a su cliente cómo la observaba en la oscuridada de la madrugada, en sus ojos se dibujaba el placer obtenido con la humillación y la tortura. Ella con su boca sentía cómo el terrible falo despertaba entre sus labios, Una vez que estaba con suficiente tamaño y rigidez, Mamá se volteó dejando su culo expuesto para ser penetrado nuevamente. El tipo le escupió el culo y se embarró un poco de saliva en el glande. Apuntó directamente su ano y comenzó a empujar. 

-‘‘¡Oh diosss!! Que dolor. ¡AAAAGGGHHH!! ’’

Mamá se mordía los labios para no gritar. Ahora sin lubricante alguno y con el agujero todavía muy dolorido por la penetración anterior, se hacía inaguantable el sufrimiento. Había apenas penetrado el glande cuando mi Madre no pudo resistir más y comenzó a rogar que la sacara.

-‘‘¡Por favor Sr. Volok!, ..me duele mucho, ¡pongase lubricante me va a partir! ’’.

-‘‘¡Cállate mala Perrra! ..te la meterré hasta el fondo aunque te rompa el culo en pedazos ’’.

Las lágrimas de mi Madre brotaban de su lindo rostro en abundancia, pero permanecía inmóvil mientras la verga de su cliente entraba y salía de su agujero con rápidez. El tipo le daba con sisaña, ahora sin importarle el terrible dolor que le provocaba, la tomó de las caderas y le propinó unas estocadas mortales, haciendo que la pobre se sacudiera hacía delante y hacía atrás incrementando su lloriqueo. Fueron más de 15 minutos en las que su cliente la penetró por el culo a cuatro patas, la penumbra de la madrugada dejaba entrever el movimiento de cadera del degenerado contra las amplias caderas de mi Mamita. La pobre ya no hallaba que moder para minimisar el terrible daño, pero era imposible, el escosor y el ardor que sentía en el recto era insoportable. Nuevamente y por segunda vez en menos de algunas horas sintió el líquido caliente deslizarse por las paredes de sus entrañas, al mismo tiempo que la verga se achicaba rápidamente.

-‘‘¡Ufff, uff!!.. Nunca más vuelvas a quejarte de cómo erres tratada ni te niegues a serr usada ¡Ufff, uff!!.. Erres una ramerra esclava y nada más. ¡Entiéndelo de una puta vez porr todas! ¡Erres mi esclava! ’’.

Finalmente se había satisfecho del recto de mi Madre. Se mantuvo con la verga adentro hasta que ya flácida la retiró. Luego de retirarse y encender la luz observó nuevamente el culito de su Puta. Redondo, de piel blanca, hermoso y con un agujero del cuál escapaba restos de su semen. Semen escapando del culo de mi Mamá. Ella estaba anonadada. Se preguntaba cuál sería su destino, qué pasaría con ella y con su pequeño hijito sólo en su casa. También se preguntaba por las demás Putas que habían caido en las manos de ese degenerado. ¿cuántas más habían sido sometidas por este hombre, habían sido cogidas, sodomizadas y humilladas por él? Muchas preguntas y pocas respuestas mientras sentía la mirada de su violador. Se juró a sí misma que no se dejaría vencer por el desánimo.

-‘‘Quierro que te levantes y laves bien tu traserro, ..quierro que saques los restos de semen. Quierro continuarr jugando contigo, ..sin embarrgo voy a vigilarrte por si quierres escaparr ’’.

-‘‘Si, si Sr. Volok, ..enseguida ’’.

-‘‘¡Pues anda pues!, ..date una ducha rápida, ¡que esperras! ’’.

La pobre ya no quería contradecirle, le tenía un pavor terrible, lo más que podía hacer es mostrar cierta sorna al llamarle Señor. Pero debía tener cuidado con eso. Estaba claro que ese tipo cambiaba de temperamento de un momento a otro. Antes de que cambiara de opinión y decidiera algo al respecto, se levantó y se fue hacia la ducha. Creo que estaba más aterrada que humillada. Sabía que tenía todas las de perder, era un simple juguete para ese sádico. Se retiró de la recamara antes de que pudiera entablarse otra dolorosa batalla que supondría una nueva derrota. Afortunadamente la ducha le ofrecía una salida digna y la aprovechó. Lo cierto es que se sentía bastante sucia, tenía mucho que lavar y limpiar de su persona, prefiriría mil veces cambiar la ducha por la salida pero al menos tendría unos minuos de calma.

Se metió rápidamente en la ducha, tenía prisa. Prisa por enjabonarse, prisa por sentir el cálido contacto del agua, prisa por salir de una vez de aquella casa… Comenzó a llorar, el purificador y relajante contacto del agua tibia la hacía sentirse sucia. Se sentía tan sucia, tan impotente… Ya todo estaba hecho y no había marcha atrás, pero tenía que desahogarse de algún modo. Cuando se calmó un poco, se dispuso a enjabonarse. Miró en una pequeña repisa y encontró todo lo que necesitaba, el gel, el champoo y dos esponjas una azul y otra rosa sin abrir. Los muy cabrones había pensado en todo. No sabía cómo tomárselo si cómo algo bueno o malo, tampoco se entretuvo pensando mucho en ello.

Le llegaban ruidos de fuera, seguramente no tardaría en entrar en el baño. No quería que la pillara en la ducha, no quería estar con él. Comenzó a enjabonarse para evitar encontrarse con él. Se frotaba con fuerza por todo el cuerpo, cómo si pudiera arrancar a través de su piel la culpabilidad y la vergüenza que le carcomían por dentro. Cuando le llegó el turno a su sexo, comenzó a frotarse con verdadera desesperación. Se restregaba insistentemente la esponja mientras un mar de lágrimas brotaba sin parar. Necesitaba olvidarse de todo, pero la pesadilla no había terminado. Aún no había salido de aquella casa. Miró hacia la puerta, por un instante le pareció que ahí estaba él mirándola. Afortunadamente no fue así. Pero aquello tuvo la virtud de espabilarse, se aclaró las ideas. Salió de la bañera y se secó el pelo cómo pudo. Cuando se disponía a envolverse con la toalla se encontró con él que entraba en el baño envuelto en una bata oscura.

Fue un momento tenso. Se miraban extrañados, cómo si acabáran de conocerse. No era la mirada segura e inflexible que le conociera unos minutos antes. Sonrió, pero al instante le colocó unas esposas con los brazos en la espalda y se dispuso a ‘‘jugar’’ cómo le había dicho.

-‘‘¿Te han azotado alguna vez en el bonito culo que tienes con una corrrea? ’’.

-‘‘¡Po, por favor, Sr. Volok! ..me ha cogido cómo ha querido, ¿qué más quiere? ¿No es suficiente habiéndome hecho lo que me hizo? ’’.

-‘‘Perro si apenas te he cogido usando esa conchita y ese agujerrito del culo. Es casi nada, ..ahorra quisierra darrte unos azotes en tu bonito traserro con mi cinturrón, eso es todo. Ponte boca abajo con una almohada debajo de tu vientre parra levantar el culo ’’.

-‘‘¿Pe, pero porqué quiere pegarme en el trasero?, ..he hecho lo que me ha pedido. No me castigue ’’. Preguntaba con el llanto en los ojos.

-‘‘Quierro pegarte con el cinturrón en el culo porrque tengo ganas de hacerrlo y verr las marcas que quedan en tu piel blanca. ¿Qué tiene de malo eso? ’’. Decía de manera muy natural el desgraciado.

-‘‘Pe, pero porqué?, ..mi trasero ya lo ha usado cómo a querido, ¿porque me lo quiere lástimar? ’’.

-‘‘¡Por supuesto!, ..parra eso estás a mi serrvicio. Perro basta de hablarr, ..ponte cómo te indiqué, con el culo en alto parra recibirr los azotes ’’.

Mamá se tuvo que resignar. No le quedaba otro camino. Lentamente puso una almohada en la cama y se ubicó sobre ella dejando sus carnosas pompas a merced de su verdugo. El tipo observó con paciencia la sonrosada piel del trasero de su victima. Como si estuviera reproduciendo en su maquiavelica cabeza donde dejaría media docena de marcas, no más, pero bien rojas. Descargaría su cinturón con fuerza. El primer impacto tomó ambos glúteos. Mamá pegó un grito por el dolor y lo fuerte del impacto. No pensó que un azote podía ser tan doloroso y dejar su piel picando. Instintivamente llevó sus manos al culo para suavizar el impacto.

-‘‘¡Saca las malditas manos del culo!, ..faltan todavía varrios azotes ’’.

-‘‘¡Por favor Señor Volok!, ..me duele muchísimo. ¡No me peque más! ’’. Rogaba mi Madre por su mayor atributo.

-‘‘Eso lo decido yo, no tú, ..ahorra saca las manos del culo y prepárrate ’’.

Temblorosa mi Madre retiró las manos y apretando los dientes esperó el nuevo azote, que no se hizo esperar. Fue tan fuerte cómo el primero. Nuevos gemidos de mi pobre Mamita salían por su garganta.

¡ZACCSSS!!... ¡ZACCCSSS!!!...

-‘‘¡AYYY!! ¡AYYYY!! ¡Ya por favor, ya no!!!..’’

-‘‘Vamos Perrra, no es parra tanto, ..solamente quierro dejarrte un parr de marrcas en el culo, nada más que eso ’’.

El Sr. Volok se preparó para el siguiente azote, que descargó con fuerza nuevamente. Así continuó hasta que varias marcas rojas quedaron dibujadas sobre el suave y pomposo trasero de mi Mamita, que lloraba sin poder contenerse.

-‘‘Muy bien Perrra, ..te han quedado prreciosas. Ahorra te apricarré esta pomada para desinflamar, ..te harea bien, no te muevas enseguida te quitareé el dolor ’’.

Mamá obedeció. El contacto de su ardiente culo con la frescura de la pomada le proporcionaba un dolor adicional, pero sabía que era mejor obedecer, no quedaba otra alternativa. Cuando el dolor disminuyo se quedó sollosando en silencio, estaba aterrada, no sabía que era lo que le esperaba del maldito infeliz cuando despertara. Se quedó dormida de inmediato, el delicioso antidoto a los azotes la había relajado un poco, tanto que se quedó de nuevo dormida.

.....

Cuando desperté en la mañana lo primero que hize fue revisar el estado en el cuál se encontraba mi pobre Mami, aún seguía dormida pero su cliente no estaba, lo busqué con las camaras por la casa, hasta dar con él en la cocina, el infeliz maldito estaba preparando un banquete, después de todo hasta los pervertidos se alimentan para tener fuerzas y seguir con sus degeneres. Creo que el olor agradable a guisado fue que despertó a Mamá, que enseguida se incorporó de la cama aún con sus muñecas esposadas, anduvo por la habitación asustada, ahi pude ver que sus glúteos se habían recuperado, aún se dibujaban algunas manchas rojisas pero ya no era igual que en la madrugada, se sentó en la cama completamente desnuda y esperó a su cliente hasta que él le hablara, estaba tan aterrada que no quería por ningun motivo hacerlo enojar.

-‘‘¿Como amaneció mi linda esclava?, ..esperro que se te haya repuesto el culito. Serría una pena que quedarran huellas permanentes, ..¿no es así? ’’.

-‘‘No, Sr. Volok, ..ya está mejor ’’.

-‘‘Así me gusta linda, ..ahora baja a comerr. Necesitarras enerrgias parra llenarme. ¡Jo jo ja ja!..’’

-‘‘¡Sr. Volok, por favor!, ..por lo que más quiera, dejeme ir con mi niño. Está sólo en casa yo....’’

-‘‘Parrece que sigues sin aprrender, entiende, ..no me imporrta tu bastarrdo. Si te digo que comas, hazlo, ..te quierro fuerte parra el siguiente asalto. Toma ponte esto, ..no me gusta almorrzar con Putas encuerradas ’’.

Mamá se colocó su lencería y una pequeña bata celeste para cubrirla, que le llegaba a duras penas a tapar sus glúteos, después bajó las escaleras hasta la cocina, con cierto miedo se hacercaba pero no podía evitar tener hambre, el dia de ayer había sido muy largo y este se pronosticaba mucho más.

Al llegar a la cocina, le sorprendió comprobar su limpieza y buen orden. No se esperaba encontrar una cocina tan bien arreglada en un sitió como ese. Al parecer su cliente había pensado en todo. Ya tenía bien arreglada la mesa y destacaba la ubicación de los utensilios de cocina y los ingredientes. Estaba bien claro que aquel sádico había planeado todo hasta los más mínimos detalles, en algun momento me hizo recordar aquella vieja pelicula del Dr. Hannibal Leckter.

Con miedo aún, se fue acercando poco a poco, mientras él lo ordenaba y preparaba todo. Tenía una nevera bien provista y perfectamente bien acomodad, me pareció ver que preparaba una ensalada y unos filetes de lomo a la plancha. En poco tiempo tenía aliñada la ensalada y los filetes listos para la sartén. De momento me di cuenta que yo tampoco había desayunado y por el hambre que empezaba a llegarme, casi podía distinguir el olor del ajo y el perejil en lo que estaba cocinando. Por lo qué yo tambien pensé en tomar unos segundos, bajé a la cocina y me preparé un emparedado, después de todo Mamá seguía bien y su exigente cliente estaba calmado. A mi tambien me vendría muy bien tomar un descanso.

Despues, con mi emparedado en mano y un vaso de leche regresé al monitor, justo a tiempo, cuando estaba terminando de poner la mesa. Mamá ya se había sentado a la mesa y espera sin moverse a las reacciones del Ruso, pero este ya parecía ser otro, estaba muy atento y mostraba una faceta más tranquila, muy cordial y hasta diria que atractivo. Mamá esperó a que se sentara, antes de tomar los cubiertos, seguro que eso le gustaba. Bueno, a decir verdad debió de gustarle todo. Más que nada por la cara de satisfacción que tenía y porque no le escuché ningún reproche. Le sirvió un buen vaso de vino y otro para él, al parecer se cuidaba muy bien, era un vino muy bueno. Pero mi Madre prefirió tomar agua, creo que quería tener la mente lo más despejada posible. 

El Ruso, comenzó a comer muy relajado, con extraordinaria calma, cómo si estuviera en familia. Probó al ensalada y el filete, despues levantó la mirada incitando a Mamá, como para decirle que lo probara, ya que ella se había quedado pasmada, le parecía increible que un tipo como ese la tratara de la manera más cruel y ahora con tanta sutileza. Cuando Mamá tomó un trozo de filete con el tenedor, ‘‘su chef’’, esperó ansioso el veredicto, no sé por qué pero le interesaba conocer su opinión.

-‘‘Guisa muy bien, Sr. Volok ..la ensalada y los filetes están muy, muy buenos ’’.

-‘‘Grracias, ..en casa siempre se insistió en que aprendiérramos a cocinarr ’’.

Realmente no puedo explicar qué fue lo que pasó. Pero el caso es que comenzaron a hablar sin ningún reparo. El sincero cliente le dio ánimos a mi Madre para hablar, era la primera vez que comía ella sóla con un extraño, a pesar de tener en cuenta que lo hacía con un sádico, con un maldito sadomasojista que en cuanto se le viniera en gana quitaría esa mascara de atento y sutil, para poner la otra de sádico y pervertido.

A pesar de ello, Mamá trató de hablar con él como si fuera un amigo, sobre cualquier tema. Ahora por primera vez tenía la oportunidad de conocer a su exigente cliente. Se sentía tranquila por primera vez. Comenzaron una conversación informal pero bastante animada. El Ruso, resultó ser bastante más normal de lo que yo pensaba. Le habló de su relación con Montoya, de como había llegado hasta aqui y le dio algunos consejos muy útiles para su nueva vida cómo una de las chicas. Realmente no lo puedo explicar, pero para Mamá eso fue un maravilloso paréntesis. Durante toda la comida, se comportaron cómo dos personas civilizadas, más que eso, hablaban ya con más confianza con que deben hablarse Marido y mujer. Sí es cierto que el muy desgraciado la tenía secuestrada pero en estos momentos se habían olvidado de todo aquello. Él le ayudó a olvidarme de todo, le hizo sentirse una persona nuevamente.

Tengo que reconocer que en aquel momento se portó muy bien con Mamá. Claro que lo bueno no dura eternamente y en cuanto se tomaron el café volvió a la cruda realidad. Y todo por preguntar por una dichosa pastillita que se encontró junto a una de las tazas que usaban para tomar el café. Como se los he dicho antes, el muy cabrón lo tenía todo más que pensado. Claro que ahora que lo pienso, en este caso en concreto, a mi Madre le vino muy bien.

-‘‘¿Y esta pastilla?, ..¿no me dirá que necesita un reconstituyente vitamínico? ’’.

En cuanto le preguntó, Mamá se dió cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. Es que le cambió la cara. Estaba distendido y sonriente y al instante se envaró y tensó más que un arco a punto de disparar, se puso serio y aunque intentó esbozar una sonrisa amigable, no lo acabó de conseguir. Mamá se dió cuenta de que la respuesta no le iba a gustar y tomó nuevamente esa postura de atormentada esclava. Él le tomó las manos con suavidad, intentaba suavizar al máximo el duro mensaje que tenía para ella.

-‘‘La pastilla, ..la pastilla no es parra mí, es parra ti. Es una píldorra anticonceptiva, ..tú como Madre ya lo sapras. La compré parra evitarrme tenerr que andarr usando condones. Se que las Perrras como tú las toman, ..perro como te tengo aqui encerrada no quierro que tengas problema. Porrque cómo has comprobado, no pienso usarr condón ’’.

Y Mamá no sé equivocó, sabía que la iban a dejar helada. Y aunque fue muy delicado, sus palabras la hirieron cómo un cuchillo. Durante toda la comida, se lo había pasado de fábula. Se había olvidado hasta del hecho de que estaba semidesnuda frente aun extraño. Por supuesto, ni se acordaba de que la habían desflorado y dejado el semen bien dentro en su matriz y recto. ¡Se había olvidado de la terrible posibilidad de que quedara embarazada!, Mamá siempre fue muy cuidadosa con sus pastillas, desde que todo este viacruzis había empezado, lo que nunca se imaginó fue que la arraigaría un tipo todo un dia. Todo aquello la desconsertaba, primero la trataba con sutileza, despues la rebajaba y la hacía sentir como la peor de las Putas.

Para ella todo ese cambio y el sentirse incapaz de regresar con su pequeño hijo la hizo entrar en shock. Empezó a temblar y llorar sin parar, estaba en medio de un tornado emocional. Su humillante situación, la vergüenza de haber caido tan bajo, el inmenso placer experimentado, el temor al embarazo, el agradabilísimo almuerzo, su pequeño hijo sólo en casa… Todo se juntaba dentro de ella en un maremoto de emociones que la engulló al instante. Mi atormentada Madre estaba en una auténtica montaña rusa, la ira y la rabia se alzaron poderosas para caer en picado presa del miedo y la impotencia. Se sintió a un tiempo halagada y vejada, querida y usada, apreciada y rebajada. Por un lado, orgullosa cómo siempre ha sido; por otro, humillada por haber cedido y haber caído tan bajo ante él. A fin de cuentas, no sé ni cómo se sintió. Tampoco se los puedo decir desde acá donde los veo, el caso es que la dejó desahogarse y en vez de agradecerle el gesto, mi Madre se enfadó con él. Bastante estúpido diria yo, pero a Mamá le había ganado la ira y la rabia. Y cómo él tenía las de ganar, solo consegió que la humillara más.

-‘‘¡No pienso tomármela!, ..dejeme en paz ¡Es un maldito ser despiadado! ¡No puede tenerme aqui!, ..no puede....’’

No la dejó continuar, la asió con fuerza del pelo y la obligó a ponerse de rodillas. Estaba realmente enfadado y a Mamá le dio mucho miedo verlo así, se dió cuenta de su terrible error. Era muchísimo más fuerte que ella y podría hacerse cualquier cosa, hasta matarla. Esa repentina idea la dejó inmovilizada, completamente clavada al suelo. Realmente mi Madre estaba aterrada.

-‘‘¡Escúchame bien, Perrra Arrogante!, ..erres mi esclava y puedo hacerr que te la tomes. ¿Así es cómo me agradeces el que me preocupe por ti? ..¿o es que quierres tenerr otro bastarrdo y que todo el mundo se enterre de lo Puta que has sido?. Te recuerrdo que he pagado mucho prr ti. ¿Qué crees que te pasarría si Srr. Montoya se enterra de que su nuevo prospecto no quierre hacer lo que el cliente le pide? Dime...’’

El Ruso tenía toda la razón, estaba en un lío del que no podría escapar a menos que él la dejara. Y si se negaba a tomar aquella pastilla, además correría el riesgo de quedar en cinta. Aquello sí que sería un verdadero suicidio. Mi Madre con un hijo, ¿de quien?, aquien se lo achicaría. Mis abuelos, ellos nunca consentirían que ninguna de sus hijas le deshonran quedándose embarazadas sin tener Hombre, y menos a mi Madre, para ellos era la hija perfecta. Seguro que la repudiaría y la echaría de la casa como lo hicieron con su hermana Silvia. Sería una deshonrra para mi abuelo, ahora si que se moriría del infarto.

-‘‘Yo… yo… por favor… no se lo diga…’’

-‘‘¡Háblame con respeto Perrra!, ..¿por favorr qué, esclava?, ..y mírrame cuando te hablo ’’.

No hacía falta ser un Pedrito para entender la razón de su énfasis en la palabra esclava. Quería que le reconociera cómo su superior, que le reconociera cómo su dueño, su Señor y su Amo. Y eso es lo que hizo ella, no tenía más salida que esa. Tragarse su marchitado orgullo, suplicar su perdón y reconocerlo cómo su Señor.

-‘‘Por… por favor Sr. Volok… no… no sé lo diga al Sr. Montoya ’’.

-‘‘¡Ya no más Sr. Volok para ti Perrra!, ..soy tu puto Amo. Además, no se lo dirré mientras cumplas con tu palabra, ¿vas a cumplirr? ’’.

-‘‘Sí, sí… sí mi Amo… cumpliré… cumpliré con todo, Amo ’’.

-‘‘¿De verras?, ..dime lo que erres, Perrra arrrogante ’’.

-‘‘So, soy su esclava, Amo ’’.

-‘‘¿Y qué hacen las buenas esclavas? ’’.

-‘‘De, dejan de ser arrogantes y obedecen, ..o, obedecen a sus Amos, Amo ’’.

-‘‘Bien, ..¿y qué les pasa a las esclavas rebeldes y desobedientes? ’’.

-‘‘No… no lo sé, Amo ’’.

-‘‘¿No lo sabes?, ..crreo que sí lo sabes perro te haces la tonta. De todos modos te lo voy a decirr, ..son castigadas. ¿Quierses que te castigue esclava? ’’.

-‘‘Noo… no Sr. Volok. ¡Prometió no hacerlo! ’’.

-‘‘¿Cómo has dicho? ’’.

-‘‘¡Pe, perdón mi Amo!, ..u, usted prometió no… no hacerme daño… Amo ’’.

-‘‘Sí, te dije que no te harría daño si tú cumplías con el trato y me serrvírrías cómo esclava. Dime ¿Te has porrtado bien esclava? ’’.

-‘‘No mi amo ’’.

-‘‘¡Más alto!, ..no te he oído… esclava ’’.

Mamá tragó saliva y respondió:

-‘‘¡No, mi Amo!, ..no me he portado bien Amo ’’.

-‘‘¿Merreces que te castigue, esclava? ’’.

Ella sabía que se iba arrepentir de sus palabras pero volvió a responder:

-‘‘Sí, sí… mi Amo… Por favor, compréndalo… por favor mi Amo…’’

-‘‘No quierro oír tus excusas, ..ahorra escucha bien. Porque te voy a decirr cuáles son tus obligaciones, ..después decidirré tu castigo. ¿De acuerrdo? ’’.

-‘‘Sí, sí… mi Amo ’’.

La dejó allí arrodillada, llorando amargamente, totalmente vencida y humillada. En un instante lo había perdido todo. Cualquier pequeño atisbo de respeto o dignidad había desaparecido. Su exigente cliente la tenía bien atrapada y no la iba a dejar escapar. Además lo tenía todo más que estudiado y meditado. Ella sabía que lo único que conseguía con sus estúpidos arrebatos era empeorar las cosas. Tenía que calmarse y actuar fríamente. Calcular y medir muy bien sus pasos para poder escaparse de su dominio. Pero antes tendría que estudiar y conocer a su cliente. Creo que Mamá empezaba a entender las cosas y encontrar una pequeña ventana a su terrible pesadilla, debía hacerle creer que la tenía subyugada. Solo entonces podría sorprenderle.

Si mi Madre era capaz de llevar a cabo eso, dejar sus estúpidas emociones, su orgullo que evidentemente no le servía para nada. Debía rehacer su vida y aprender de todo aquello. Pero para hacer todo eso, lo primero que debía de hacer era tragarse su orgullo y obedecer. Humillarse y hacer todo cuanto le pidiera por doloroso que fuera… y tendría que hacerlo desde ya. Por lo pronto, tendría que aguantar el seguro castigo que le impondría… ¿Qué se le podría ocurrir ahora a ese desgraciado? Me estremecí sólo de pensarlo.

-‘‘A verr esclava, ..a servirr a tu Amo como se debe ’’.

-‘‘Si, si Amo ’’. Le respondió.

El Ruso se acercó a ella y le colocó un collar, era una tira de cuero negro con una argolla al frente. Despues, como si fuera una mascota le sujetó la argolla a una pequeña cadena, ya colocada, le alaba cómo a un perro y la llevo por el pasillo hasta la sala, como ya lo había escrito, en la sala se encontraban de toda clase de implementos y argollas colocadas para sujetar, además de juguetes sexuales que guardaba en una caja, tenían vibradores, cadenas, látigos, y algo así cómo un potro con abrazaderas y amarres por todos los lados. Mi Madre volvió a ver todo aquello y sabía que no pronosticaba nada bueno.

-‘‘A verr esclava arrrogante, ..dame una buena mamada ’’.

Era increible la condición que tenía el tipo para coger, dudé en si usaba algo. Perfectamente vi como mi Madre se acercó al él y sin decirle nada, le bajó el pantalón y los interiores para sacar su falo un poco flácido. Se arrodilló y la tomó entre sus manos y cómo pudo empezó a chuparla, cerró los ojos para no verlo y para econcentarse mejor pero en eso sintió cómo le jalaban el cabello y le decía:

-‘‘¡No esclava!, ..con los ojos bien abierrtos. Quierro veas lo que haces y no parres que me empieza a gustarr ’’.

Sin más, vuelvo a ver a mi Madre chupandosela a un extraño, ya me parece tan normal como si viniera haciendolo toda la vida. Ella acaricia el miembro del Ruso y lo pajea con suavidad, sin dejar de mirarlo, creyendo que así, se sentirá culpable y detendrá esa locura a la que se ve sometida, sin embargo, Su cliente no está por la labor de perdonar nada, al contrario, la mirada de su esclava mientras le masturba, es toda una provocación. El Ruso señala su verga, para que ella la aborde por donde el quiere, siguiendo sus sensaciones, y asi, poco a poco ese incansable palo se empieza a llenar de sangre.

El Ruso vuelve a gemir, el recibir el contacto de los hermosos labios de mi Madre sobre su dilatado glande es la gloria. Mamá ya sin cerrar los ojos se entrega a la acción sin que resulte una tortura, de todos modos, ella no puede evitar la sensación de placer al hacerlo y a medida que se mete ese tronco en la boca, su sentimiento de culpa pasa al de dulce sensación, al de compartir el dulce manjar de ese hombre rudo y de caracter fuerte, un dominador que ella sabe devorar como toda una esclava experta.

Los segundos pasan y Mamá se ha olvidando de todo, ahora es su lengua la que sale de su boca, en busca de ese frenillo sensible, sus dientes resplandecientes que destacan sobre el color rojizo del glande se aprietan sobre las venas hinchadas, sus sensuales labios abarcan toda la longitud ese pene vigoroso, intentando llegar a lo más hondo de su garganta... mientras su cliente jadea cerrando los ojos, recibiendo una mamada por primera vez de su ‘‘Perrra’’ obediente y por medio de una sensual y experta boca, la de su preciosa esclava. Duró chupando, lamiendo, besando esa incansable tranca unos 15 minutos, de repente la vuelve halar del cabello otra vez y le dice:

-‘‘Esta bien, ..no sigas, no quierro terminarr en tu boca. Mis gustos son otros, ..a verr, levantate ’’.

Mi Madre se levantó y nuevamente sintió cómo la volvió halar por la cadena que tenia agarrada al collar, luego la llevó al potro y le dijo:

-‘‘A verr, ..súbete y pon las manos y pierrnas en posición ...’’

Mi Madre ya había sentido ese aparato, si mis cuentas no me fallan con Yojimoto, había sido forzada a treparse a él y obligada a experimentar una de las peores torturas para su chochito. Dudó unos segundos en hacerlo, pero los jalones de la cadena en su cuello la sacaban de todas cavilaciones. El potro, aunque ya lo había experimentando no tenia idea de cómo hacer, ni que tenia que hacer, se acercó a él y se quedó viéndolo, en eso sintió un fuego gigante saliendo de una de sus nalgas ¡Fhiiuuuumm!!

-‘‘¡HAAA!!!!.... ’’

Al voltearse vio a su Amo con aquella vara. Y sonriéndome le dijo:

-‘‘¿Y entonces?, ..¿que esperras esclava? ’’.

-‘‘¡E, es que no se por dónde empezar! ’’.

Y sin más volvió a sentir con la vara volvía a estrellarse por sus nalgas... ¡Fhiiuuuumm!!

-‘‘¡HAYY!! ¡HAAA!! ’’. Volvió a saltar y a gritar.

-‘‘¡Jo jo ja ja!.. Me encanta pegarrte esclava, ..me encanta verr cómo te saltan las tetás. Anda, ahorra montate en el potro o te sigo dando ’’.

-‘‘Si, si mi Amo ’’. Respondió temerosa a sabiendo de la terrible tortura que eso conyevaba

Se subió cómo pudo al potro y al ver que no entendia como, el Ruso se interpuso. 

-‘‘A verr, ..es verdad, se vé que no conoces esto. A verr, ..acuéstate de frente aquí, así ’’.

La acostó de frente y luego la tomó de sus manos, se las amarró con unos arneses que estaban casi debajo del potro, agarró sus senos y los sacó del sostén, de modo que quedaran sus senos desnudos a ambos lados de tal manera que su pecho estuviera completamente plano con el potro, por suerte el potro era de cuero y estaba muy bien acolchonado. Su cabeza quedaba en el aire y Mamá tuvo que apoyarse en el borde del potro con su barbilla para descansar. 

-‘‘Ponte esto, ..estarrás más comoda ’’. Trajo una especie de almohadilla dura.

Se la colocó en la parte baja del abdomen, de esta manera el trasero de mi Madre quedaba completamente elevado. Luego agarró sus piernas y las amarró también a ambos lados con otros arneses, mi pobre Mamita quedó cómo si estuviera conduciendo una motocicleta de carreras, sólo que con el trasero más elevado, en esa posición ella no podía mantener muy bien su cabeza en alto y no podía moverse lo más mínimo, el cuello se lo amarró con otro arnés al potro, el le dijo:

-‘‘Perrfecta esclava, ..ahorra si estas cómo me gusta. Vamos a verr cuanto resistes, ..quierro verr cómo tienes este culo ’’.

Increiblemente, aunque aterrada, mi Madre no dijo nada, sólo sintió dando un respingo como su Amo le acariciaba las nalgas. El desgraciado se regocijaba de las carnosas pompas de mi Progenitora, esas montañas de carne cálidas y duras, cubiertas ligeramente de aquella pequeña y trasparente tela de sus pantaletas. Le pasaba la vara por su pompas, cuando la sintió rosandole la raja no aguantó, y sucedió lo peor, pedirle clemencia..

-‘‘A, amo, por favor, ..no me golpee, ahi no por favor. Se lo suplico, ..soy nueva en esto y no estoy acostumbrada, por favor ’’.

-‘‘Mirra esclava, ..tu erres mía, pague porr ti, parra usarrte hasta que me canse. Así que callate, ..o mejorr esperra ’’.

El Ruso se fue a su ‘‘caja de sorpresas’’ y de allá trajo una correa de cuero que tenia en el centro una pelota cómo de tenis, sin medir palabras, le metió la bola en la boca y se la amarró a la parte de atrás de su cabeza, con eso mi Madre ya no podría hablar ni quejarse de nada, su terror se incrementó más.

-‘‘Ahorra si estas bien, ..ya no tendré que aguantarr tus remilgos y arrogancias. Ahorra sin interrupciones puedo hacerr lo que más me gusta ’’.

Lo vi ir por detrás de ella y ver cómo se preparaba para darle con esa vara. ¡El desgraciado pretendía seguir golpenadola! y ahí empezó el tormento que tanto temía mi pobre Mami... ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz! ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz!.. ¡Dios mío! pobre de ella, que clase de tortura era esa. Y yo ni siquiera podía ayudarla.

-‘‘¡Toma Perrra! ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz! ..esto porr portarte mal ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz! ¡Y esto por serr una Perrra!, ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz! ..¡odio las Perrras Arrogantes! ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz! Pagarras todos tus pecados!!...’’

Cada vez que descargaba sus golpes contra sus hermosas pompas yo me estremecia, mis lágrimas empezaba a brotar de mis ojos, estaba en primera fila para ver como torturaban a mi Mamita. La pobre sentía cómo el ardor estaba incrementando, con tristesa vi cómo empezó a llorar y el desgraciado Ruso sólo se animó a darle más fuerte y más seguido, estuvo dándole con la vara cómo 15 minutos o más, perdí la noción del tiempo, en eso se detuvo y fue al teléfono...

-‘‘Alo, ..si, ¿Sr. Montoya? ’’.

-‘‘.................... ......................................................’’

-‘‘Perrfecta, ..vale cada centavo. Al principio me costó trabajo, ..perro creo que ya lo ha entendido ’’.

-‘‘.................... ........................ ..........’’

-‘‘Perrfecto, ..no la reconocerrá cuando la vea ’’. Dijo el maldito y colgó.

Despues se preparó un trago y se acercó nuevamente a ella. La observó tomando un whisky cómo si alguien mirara un pajarito o una mascota y le dijo:

-‘‘¡Hum!, estás muy buena Perrrita, ..seguirría dándote un rato más perro aún estás muy verrde como dicen ustedes en este pais. Te colocarré la pomada y te dejarré descansar un rato, ..despues continuarremos ’’.

Mi Madre que le podía decir, no podía ni moverse, sus manos y piernas atadas, su boca con una pelota en ella, ¿que podía hacer?, solo llorar y ya lo hacía a cantaron. Afortunadamente eso ya había pasado, y empezó a sentir como esa magica pomada le apagaba el incendio de su hermoso trasero. Mi Madre se sintió desfallecer, para ella era lo más deliciosos que jamás pudiera sentir, sus hermosas pompas estaban al rojo vivo, si ella pudiera verselas lloraría más todavia. Terminó de curarla y se sentó en el sofá, cómo ya lo había hecho con su periodico y su vaso de whisky. Mi pobre Mami se quedó quieta y trató de descansar, no creo que completamente por la postura en la que se encontraba pero para ella era lo necesario. 

Pasaron cómo 20 minutos y de repente lo volvió a escuchar, ella volteó hacía el sillón y el Ruso no estaba en él, no podía ver dónde estaba por si situación, pero si lo sentía, escuchaba sus ruidos en aquella caja misteriosa. Pero yo si lo observaba, movía o buscaba algo en aquella caja. Entonces se acercó a ella y le dijo:

-‘‘Muy bien esclava, ..ahorra vamos a verr cómo te mueves. Deseo verr este tremendo culo en movimiento, ..yo te ayudarré no te preocupes ’’.

Mi Madre no podía ver lo que él tenia, pero se imaginaba lo peor, ( era un simple ovulo vibratorio a control ) en eso sintió cómo empezaba a meterle por la vajina algo muy frió y liso, era de metal y era algo ancho, le dolió un poco al principio, luego que lo siguió metiendo ya no le dolió, sólo la incomodidad. El desgraciado estaba muy bien armado con todas aquellas herramientas, lo acomodó completamente dentro de ella, se paró de frente a ella y asi pudo ver que tenia un especie de control en sus manos, desde dónde salían unos cables y se perdían en su chochita. El Ruso sonreía y le dijo:

-‘‘Bien, ya esta uno, ..ahorra vamos a verr cómo te mueves. Luego seguirremos con el otro ’’.

Con el otro me pregunte?, el desgraciado pretendía meterle dos, es eso estaba cuando vi que lo activó, y mi Madre de inmediato sintió un terrible corrientazo que la hizo estremecerse y brincar, pero cómo no podía moverme por su situación, sólo levantó el trasero, que era lo único que no tenia amarrado, también empezó a gritar, pero no podía mucho por la bola que tenia en la boca. El sádico la miraba con un placer demasiado grande y dijo:

-‘‘Muy buen salto pegaste, Perrrita ..así me gusta, ahorra vamos a darrte porr un rato más ’’.

-‘‘¡Mhhhgg, Mghooo!!! ’’. Trataba de suplicar Mamá.

La pobre tenía los ojos tremendamente abiertos, trató de pedirle que no lo hiciera pero era imposible, en eso empezó a sentir los golpes eléctricos, cada uno era diferente y con cada uno su cuerpo vibraba y vibraba más cada ves, no sé cuanto tiempo estuvo torturandola, sólo se que de repente la vi desfallecer.

Me asusté tremendamente, empezé a llorar de impotencía, le gritaba desde mi monitor pero era imposible, en eso veo que el tipo ni se inmutaba, seguia pasivo y calculador, fue a su cajita de sorpresas y sacó otro, era mucho más pequeño pero igual de eficiente, el maldito le aplicó una grasa espesa y blanca, despues a su trasero. ¡El desgraciado pensaba metersela en el culo!, ¿pero que clase de sádico era este maldito?, que no se daba cuenta que mi Madre estaba desmallada, estuve a punto de levantar el telefono y llamar a la policía pero en eso vi que despertó, y lo primero que vió fue al Ruso mirandola a los ojos, mirando con odio y diciendo:

-‘‘¡Hum!, no aguantaste mucho, ..bueno, si no te has dado cuenta ya tienes otro juguete adentro. Ahorra verremos cómo te mueves, ..quiero mucho ritmo ¡Jo jo ja ja!..’’

En ese momento ella se percató que ese maldito mientras estaba desmayada, le había puesto otro de estos vibradores eléctricos en la cola, era increible ver como de mi Madre salian varios cables de diferente color, unos de su chochita y otros de su ano. ¡Ahora la torturaría mucho más!! Y sin más empezó el tormento, un golpe de electricidad por la vagina y otro golpe por el ano, el dolor que sentía Mamá era insoportable, no podía más, su trasero saltaba, su cuerpo se estremecía, pero con los amarres no podía hacer nada, el maldito Ruso empezó a reír y a burlarse:

-‘‘¡Que buen espectáculo!, ..me estoy divirrtiendo demasiado. Vales cada uno de los dólarres que estoy pagando, ..esto tengo que repetirlo y con amigos, ¡Jo jo ja ja!.. Parra compartirr ’’.

¿Amigos?, ...¿un ser como este podría tener amigos? me pregunté, en eso volvía a ver como mi Madre se volvia a desfallecer, las sensaciones eran demasiadas para ella. Afortunadamente el tipo se apiadó de ella y le quitó la bola de la boca, estaba a punto de soltarla de los amarres cuando mi Madre despertó.

-‘‘Bien esclava, ..¿cómo la pasaste?...’’

Ella mostraba unos ojos muy cansados, además de lágrimas y mocos sobre su bello rostro, jamás se imaginarían que esa mujer con el rostro devastado y llenos en lágrimas fuera la flamante Sra. Tapia. Estos desgraciados se habían encargado de destruirla tanto fisica como moral y mentalmente. Despertó y se dió cuenta que seguia en su pesadilla, se dió cuenta de que la bola de la boca no la tenia y que el Ruso le pedía respuesta.

-‘‘No, no muy bien Amo ’’

-‘‘¡Ha!, ¿con que no la pasaste muy bien? ..pues vamos a verr que me respondes. Te tengo una prropuesta, ..yo puedo continuarr con mis juguetes todo el dia o...’’ Y se quedó en pausa.

-‘‘¡O que!, ..¿o qué Amo ’’. Le preguntó.

-‘‘Dejarrte que te filme, ..te dejas coger bien cogida, disfrutas la cogida o la finges parra la filmacion que te harré. ¿Que escoges? ’’.

-‘‘¿Co, como que filmación? ...’’ Le preguntó intrigada.

-‘‘Nada que a mi me gusta mucho filmarr cuando me cojo a las Perrras, ..ese es otro de mis placerres. Clarro que se tienen que portarr muy bien y mostrarr placerr a la cámara, ..¿entonces dime? ’’.

-‘‘¿Qui, quiere filmar mientras usted y yo ’’. Le preguntó, sin creer lo que ese sujeto podía hacer.

-‘‘No mi Perrrita Arogante, ..yo, tú y mi invitado. Entonces, dime ya, ..¿que quierres, juguetes o filmación? ’’.

¿Amigo?, cómo que amigo, el desgraciado pensaba invitar a otro para jodersela, ¡este desgraciado no tenía limites, la pobre no podía ni con su alma y ahora tendría que satisfacer a otro. Aunque para ella, uno más otro menos creo que ya no importaba, además no tenia opción, este sádico seguro la mataría con sus juguetes, así que respondió:

-‘‘La, la filmación ’’.

-‘‘Bien, bien Perrita Arrogante, ..pero quierro aclarrarte algo. Si la filmación no queda a mi gusto, entonces regresamos con los juguetes, ¿oK? ’’.

-‘‘Si, si Sr. Amo, ..quedará satisfecho ’’. Le dijo pensando en los juguetes y en el horrible dolor.

-‘‘Muy bien, ..ya no deberrá de tardarr ’’.

Se acerco a ella y le desató todos los arneses, mi pobre Mami no podía moverme, le dolía todo el cuerpo, no quiso ni tocarse el trasero, con el simple rose de la bata sentía desagrado, afortunadamente la pomada hacía maravillas y pronto estaría como nueva. En eso estaba cuando escuchó que la puerta se abrió, por unos segundo el aire fresco que entraba por la puerta le fue de maravilla, se sintió libre por unos segundos y esa voz tan conocida y que la espantaba volvía a escucharla en sus oidos.

-‘‘¡Hombre Móniquita! ..¡qué alegría verte tan pronto! Espero que estes atendiendo al Gral. Volok cómo se merece, ..¿no es así muñeca? ’’.

El alma le regresó al cuerpo de nuevo, pese a ser el tipo que la había obligado a eso, se sintió aliviada el ver al Sr. Montoya entrando por la puerta.

-‘‘¡Sr. Montoya, yo! ..necesito salir de aqui, mi, mi hijo esta sólo yo....’’

-‘‘No te preocupes preciosa, ..no le pasará nada a tu pequeño con que se quedé un día sólo en casa. Te aseguro que le hará muy bien no depender tanto de las faldas de su Madre ’’.

 -‘‘Bienvenido Srr. Montoya, ..su trabajadorra resulto una hempra muy arrdiente y con mucho aguante. En preve ibamos a continuarr con la sesión, ..¿no es así mi Perrrita? ’’.

-‘‘¡Sr. Montoya por favor!, ..digale que ya no me lástime más. Yo me he portado muy bien, ..sólo quiero ir con mi hijo ’’.

-‘‘No te preocupes Preciosa, ..además, apenas vamos a empezar la fiesta porque te quieres ir. Espero que el Sr. Volok ya te haya enseñado a comportarte ’’. Le hablaba de forma paternal, pero estando del lado del cliente.

El Sr. Alonso le subío la bata dejandosela enrrollada en la cintura, excibiendo ante sus ojos de manera sexy sus braguitas de encaje metidas entre sus dos cachetes; dejando a la vista la perfecta redondez de sus nalgas, mismas que se notaban aún sonrrojadas por el terrible maltrato de penas unos minutos. Aun así estaban hermosas, a juego con sus bien torneadas piernas. El viejo continúo acariciando y estrujando aquellas redondas y hermosas nalgas carnudas de piel suave.

-‘‘¡Vaya culo que tienes Mónica!, ..jamás me cansaré de alabarlo. Es más, te voy a meter la verga ahora mismo ’’.

-‘‘¡Por favor Sr. Montoya!, ..estoy muy adolorida, lo he hecho toda la noche yo....’’

-‘‘¡Jamás te nieges a darme las nalgas frente a un cliente desgraciada!, ..y mucho menos frente al Gral. Volok. ¿Que va a decir de mi?, que no te he entrenado lo suficiente, ..si yo digo que te enculo tu debes obedecer sin ninguna oposición. ¿Tiene algo para enseñarle a esta Puta a obedecer General? ’’.

-‘‘Clarro que si Sr. Montoya, ..serrá un placerr verr cómo recrimina a su chica. ¡Jo jo ja ja!..’’

-‘‘¡No por favor Sr. Montoya!, ..¿que me va a hacer?, yo no le he hecho nada Señor. ¡Por favor no me lástime!, ..ya me han lastimado muchísimo, sólo pedía un poco de tiempo para reponerme ’’.

-‘‘¡Callate Puta!, ..ya estoy cansado de tus remingos y altanerías. ¡Ahorita vas aprender quién manda, desgraciada! ’’.

-‘‘Aqui tiene Sr. Montoya, ..verrá Señor. A esta golfa lo que le va es la marrcha. Se daba airres de Señorra respetable perro es más Puta que las conejas, ..ya la he visto gemirr cómo una Perrra en celo con esa porquerría de consoladorres. Lo que más la hace sufrir es tener que hacernos gozarr, darr placer a los demás, ..eso no es bueno parra una Puta, Srr. Montoya ’’.

-‘‘Tiene razón General, ..le pido una disculpa por mandarle a Putas primerizas. Creí que esta Perra estaba lista pero aún veo que le faltan modales ’’.

Como bien lo decía, las Putas del Sr. Montoya no deberían creer que vendían su cuerpo o porque Don Alonso las empujara a ello, debían creer que eran las circunstancias las que las obligaban a ello. El tipo debía ser un frío dueño de sus cuerpos interesado únicamente por la ganancia económica, debería ser un desinteresado hombre de negocios que las ayudaba a salir del apuro con lo único que les podía ofrecer un puesto de trabajo.

-‘‘¡Ven aqui Puta! ..subete a mis rodillas. Te enseñare a ser una Puta obediente ’’.

-‘‘¡Por favor Sr. Montoya!, ..que me quiere hacer. Yo, yo hago lo que usted quiera, por favor no. ¿Quiere mi culo?, deme por ahi, ..me lo abro si quiere, pero no me vaya a lástimar más por favor. Aun me duele ’’.

-‘‘¡Callate y ponte cómo te he dicho, Zorra! ...’’

La pobre de mi Mamita llorando nuevamente se colocó sobre las piernas del tipo que creería que iba a ser su salvador este día, pero lo único que se encontró fue la verdadera cara de Don Alonso, que la reprendería cómo a una niña traviesa. Mi Madre echada sobre sus piernas esperó sumisa su castigo, estaba temblando y cerraba sus ojos. Silenciosamente el Gral. Volok le pasó a las manos a Don Alonso aquella vara, era fina y flexible, que ya había probado las tersas pompas de mi Mamita. Y ella no tardó mucho en comprovarlo. 

-‘‘¡Fhiiuuuumm!! ’’ La vara acarició las firmes y redondas nalgas de mi Mami. 

-‘‘¡AAHHHH!! ¡Oh por dios!, pare por dios ...’’

Una delgada línea recta se dibujó en las blancas carnes de mi Mami. Que pronto se volvió sonrrosada, al tiempo que se elevaba y engrosaba ligeramente. Finalmente tomó un color rojo intenso. Signo evidente del punzante y lacerante dolor que su uso producía en quién recibía sus caricias.

-‘‘Esto es por dejarme en verguenza frente a mi cliente.. ¡Fhiiuuuumm! Y este otro por no ser obediente… ¡Fhiiuuuumm! Y por no deleitar al cliente ¡Fhiiuuuumm! ¿Es eso lo que te he enseñado? ¡Fhiiuuuumm! Siempre buscar el placer del cliente ¡Fhiiuuuumm! Sobre tu placer y tu dolor ¡Fhiiuuuumm! Eres una Puta… ¡Fhiiuuuumm! … Que no te dé vergüenza. ¡Fhiiuuuumm! Ahora te vamos a encular en cualquiera de las condiciones si no quieres que te arremeta has entendido ’’.

-‘‘.................... ¡ARRGHH!... ¡URRRGGHH!!.. ¡AARGGHHH!!!...  ¡No por favor Sr. Montoya!, que dolor ¡Arggghhhhh!!! ’’.

-‘‘¡Has entendido! ...’’

‘‘¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz!, ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz!, ¡Fhiiuuuumm!! ¡Zaz! ’’

Los varazos no paraban de castigar el rotundo trasero de mi Madre. A pesar de apretar fuertemente los glúteos, el dolor de la finísima vara le laceraba con una intensidad desconocida, ¡este maldito la estaba golpeado incluso más fuerte que el Ruso!, y lo creía su salvador, pobre de mi Mami. Las finas líneas que se iban marcando cómo fuego en sus glúteos le quemaban. Uno tras otro el diabólico castigo le iba llenando la blanca piel de delgados surcos, poco a poco el rojo pasó a ser el color predominante en su castigado trasero. El culo le ardía y no podía hacer otra cosa para evitar el castigo que obedecer y suplicar el perdón. Quizás así, su sádico Jefe cesara en su despiadado empeño.

-‘‘¡Si!, Siiii... ¡AAAHH!! Pe, perdóneme… ¡AAY! Sr. Montoya, ¡AAY!! por favor. ¡AAY!! Ya le ¡AYY!! obedezco, por ¡AY! favor ...’’

Yo observaba sin pesatañar desde mi cuarto asustado por el angustioso dolor de mi Madre, sabía que no le esperaba nada bueno. Las súplicas parecían no surtir efecto en Montoya, sólo cuando de un modo desesperado mi Madre se empezó a retorcer pararon los fustazos, y no del todo. Ahora un dolor punzante se iba imponiendo peor en cuanto más pasaba el tiempo. Su rostro crispado, el cuerpo tenso y transido, no cabía duda Mamá sufría. Una hiriente quemazón en sus nalgas la traspasaba inmisericorde. 

-‘‘¡Bien Puta!, ..espero que con eso hayas aprendido la lección. Usted perdone General, ..esta Puta necesitaba más de tiempo ’’. Le decía a la par que la dedeaba en su agujero posterior metiéndole el dedo pulgar una y otra vez, y luego dos dedos los introducía y los movía en círculos tratando de dilatar su maltratado agujero.

-‘‘No se preocupe Srr. Montoya, ..yo también he disfrutado mucho enseñandole modales ¡Jo jo ja ja!..’’

Ella cerraba los ojos, abandonándose a todo lo que el degenerado viejo le quisiera hacer, era presa de sus temores y del terrible dolor que la llenaba por todo el cuerpo. Estaba tan sensible a todo ese magreo que una sola mano en cualquier parte de su cuerpo, le bastaba al viejo para hacerla temblar de miedo.

Mi Madre tenía tanto miedo que prefirió seducir a su Jefe ella misma, cómo si en verdad lo deseara, sabía perfectamente que entre los dos sádicos degenerados la haría sufrir vilmente. Así que buscó la boca de su dueño y lo besó apasionadamente, su cuerpo temblaba, pero no le quedaba de otra que hacerlo. De pronto Montoya, dejando de besarla dirigió su ansiosa boca al desprotegido cuello de ella, que seguía aferrada a la cabeza del vejete dándole un dulce y suave masaje a la parte posterior de su cabeza. Mi Madre al sentir hacía dónde se dirigía sintió repulsión, ese tipo realmente lo desagraba, pero el temor a ser reprendida nuevamente fingio un escalofriante placer cómo si en verdad lo estuviera sintiendo. Sólo el imaginar ya el placer que le daría esa boca cuando le mamara sus desnudos senos, la estremecia, la hacía sentirse más sucia, más Puta todavía, sentía que su corazón iba a doscientos por hora.

-‘‘¡Mmmhhh! Móniquita, ..jamás me cansaré de disfrutarte ’’. Le decía Don Alonso besuqueando todo su cuerpo ya desnudo por la bata abierta.

El viejo subiendo las manos las dirigió a sus redondos senos, a la par que le besaba y le babeaba el cuello, le comenzó a masajear las tetas estrujándolas, sintiendo el pezón durísimo al tacto con sus dedos, ella sé estremeció al sentir la atrevida caricia y suspiraba fingidamente muy agitada. Por momentos el caliente vejete mordía suavemente el cuello de su sumisa chica haciéndola sobresaltarse y ella hundía más sus dedos en los pocos cabellos canosos del vejete, atrayéndolo hacía su corazón que el viejo notó que le latía fuertemente.

Don Alonso se regodeaba con los pechos de mi Madre, los apretaba, masajeaba, estrujaba a su gusto y cómo el quería, los duros senos de su chica se pusieron hinchadísimos a sabiendas del lleno de mañas del viejo lo sensible que son las mujeres en esa parte de su cuerpo. Los frotaba tan hábilmente que ella se arqueo un poco, producto del placer que le daba ese malnacido. Las succiones a su fino cuello y los masajes a sus sensibles pezones la estaban excitando poco a poco, si antes lo fingía creo que ahora mi Madre estaba empezando a sentir. El asqueroso viejo había logrado despertar su fogoso temperamento.

-‘‘¡Aaahh!! ahiiiiii…siiiiii…¡uff, uff!!..  ¡Aaahhh!! ’’

La boca de Don Alonso dejaba escapar su ardiente aliento sobre su cuello, su boca que le chupeteaba el cuello era cómo brazas de fuego. Entonces el viejo bajó más su arrugada cara dirigiéndola a los desprotegidos pechos de la su ya ‘‘adiestrada prostituta’’ y, sin dejar de estrujarlos, abrió ampliamente su boca y atrapó el pezón en conjunto con la aureola, empezándole a dar una gran succión con esa boca experta; ella sentía el calor atróz que emanaba de esa boca y cómo la lengua se deslizaba hábilmente sobre la inmensa sensibilidad de su pezón.

-‘‘¡Oohh!.. Sr. Montoya, siii...’’

La deliciosa esclava sintió claramente cómo un intenso y tremendo cosquilleo nacía en su chochita y empezó a subir por todo su cuerpo, expandiéndose rápidamente; sentía que la sangre le recomenzaba a hervir y arqueando la espalda al máximo, gemía llena de estremecedoras sensaciones que le daba la mamadota de su jefe en sus senos.

-‘‘¡Mmmhh ¡Aaah!! aaahhh... diosss, diossss, qué ricoooo se sienteeeeee ’’

El tipo se estaba dando el banquete de su vida con esos sujerentes senos. Mamaba muy hambriento los suaves y muy sensibles pechos de su chica que en éstos momentos estaba más que doblegada. Ni cuenta se había dado de que el Ruso ya había colocado un tripie y una camara de video, empezaba a filmar el ardiente encuentro que se daba entre el frio y calcular Montoya con su nueva y suculenta chica.

-‘‘¡Mmmh! Qué delicia de tetas tienes condenada, Puta ’’.

Mamá estaba en éxtasis, ( fingiendo o no lo estaba haciendo muy bien ), casi sin poder emitir palabras coherentes, por la excitación, todo lo que salía de su boca eran deliciosos gemidos que eran agradables al oído de sus abusadores que pervertidamente reían por sus actos.

-‘‘¡Oohhh!…Qué rico. ¡Mmmmhh! ’’. Intensos escalofríos recorrían la suave piel de mi Mami.

Una y otra vez el vejete mamaba desesperadamente los pezones mientras ella se retorcía de placer y se aferraba a la cabeza de su Jefe, apretándola contra su pechos. Mi Mamá casi desfallecía por las sensaciones tan intensas que la empezaban a enloquecer, esa boca de su ‘‘dueño’’ en sus pezones la mataba de placer, el sentir cómo le atrapaba con los dientes el pezón y junto con la rasposa lengua le daba un placer nunca antes experimentado. Ella explotaba en fuertes gemidos de placer, no podía controlarse, todo era demasiado para mi Madre; intensos escalofríos recorrían su suave piel, el viejo, ya fuera de sí, también se perdía golosamente con sus senos, los mordía, los estrujaba, ante la complacencia de ella que tenía su cabeza echada hacía atrás y la espalda arqueada al máximo, totalmente entregada.

-‘‘¡Aahhh!, ahhh…Sr. Montoya… asíii…asíiiiiii…¿Que, que me dieron me siento extraña? ’’. Mi Madre preguntó con el semblante totalmente descompuesto por la excitación.

Su dueño sumergía su asquerosa cara entre los apetitosos pechos de mi Madre embarrándola con su propia saliva y el sudor de ella que yacía en toda la superficie de esos dos incomparables globos de carne. Montoya, ya muy caliente con los gemidos de mi Madre mamaba con mucho sadismo sus senos, haciéndola gemir cada vez más fuerte y estremeciéndola toda.

-‘‘¡Ohhhh!…diossssssss…Señor…¡mmhh! ’’. El desquiciante cosquilleo que le recorría la chocha la enloquecía haciéndola perder toda ecuanimidad; a estás alturas su entrepierna palpitaba fuertemente cómo si el corazón se le hubiera estacionado allá abajo.

Montoya no dejaba de chuparle y llenarle de saliva los pechos mientras le decía:

-‘‘¿Te gusta, Puta?, ..ahora vas a sentir lo que es culear. ¡Te voy a meter la verga! ’’.

-‘‘Me, me siento extraña, ..me drogaron malditos, Sssiii. sssii... ssiii...’’ Gemía, indefensa, mi pobre Mamita.

-‘‘¿Le colocó bastante, General? ’’. Preguntó Montoya al Ruso.

-‘‘Lo suficiente cómo para tenerla caliente un par de horas ’’.

-‘‘¡Excelente!, ..nos daremos un festin ¡Je je je!..’’

El tipo siguió mamando sin tregua esas increíbles tetas cómo un niño hambriento, matándola de placer a mi ambulante Mami, haciendo que le brotaran lágrimas abundantemente de sus bellos ojos azules por tanto placer que le daba esa horrible droga, ella sentía que por momentos le flaqueaban sus potentes piernas por el implacable ataque del viejo a su tan deseado cuerpo.

-‘‘Ahora Mónica, ..date vuelta y regalame la colita ’’.

A continuación el Sr. Montoya la recargó en la mesita de centro, y dándole la vuelta la dejó a espaldas de él. Tomó sus braguitas de encaje, agarrandolos por el elástico, lentamente comenzó a bajarlos sin recibir ningún tipo de resistencia, dejándola completamente desnuda, sólo conservaba su pequeña bata abierta y subida hacía su espalda cómo única vestimenta.

-‘‘¡Por favor Sr. Montoya!, ..ha, hagalo con cuidado, por dios ’’. Sollosaba.

-‘‘¡TShhhhhh!! ... Calla Puta y disfruta del viaje ¡Je je je!..’’

Ella era cómo un títere en manos del lujurioso Montoya, quién podía hacer con ella lo que le diera su gana; el viejo veía las redondas nalgotas de mi Madre que estaba a punto de encular y se relamía los labios al saber que le esperaba un inmenso placer. Así detrás de ella el tipo la empujó suavemente sobre la meza, dejando a mi Madre de la cintura para arriba sobre la superficie de la misma con sus redondas tetas aplastadas por su mismo peso, quedando mi pobre Mamita en forma de escuadra.

La vista del tipo era impresionante, esas rotundas y majestuosas nalgas redondas alzadas, pecaminosamente desafiantes y en la plenitud de sus 37 años, el cabrón no podía abstraerse de mirar ese carnoso y erguido par de nalgas que, con las piernas completamente derechas sin flexionar, engrandecían más ese gran culo. Con cara de sádico agarró su tieso miembro de respetables dimensiones, cómo de unos 20 centímetros de larga, gruesa en su circunferencia, llena de venas palpitantes y la empezó a tallar contra esas nalgas espectaculares.

-‘‘No te muevas, Móniquita, ..¡esto te va a gustar! ’’.

Montoya se pegó por detrás de mi Mamita y colocó sus manos en las caderas.

-‘‘¡Noooo!.. Por favor, Sr. Montoya, ..aún me duele y todavía me arde ’’.

El grito que pegó Mamá resonó con desgarradora fuerza por toda la sala. Cuando mi Madre comprendío lo que su ‘‘dueño’’ pretendía hacer. El pánico la dominó, trató de incorporarse y alejarse de aquella comprometedora situación. Pero su jefe con una fuerza y contundencia demoledora se lo impidió empujándola con vehemencia contra la mesa.

-‘‘¿Nooo?, ..¿me has dicho que no, maldita Zorra? ’’.  ¡SPLASSHH!! ¡SPLASHHH!! ¡SPLASHHH!!!

Los azotes empezaron a caer nuevamente inmisericordes sobre las sufridas nalgas de mi Madre. Ella chillaba y lloraba desesperada, trataba en vano de escapar de aquellos golpes pues se encontraba atrapada entre la mesa. El General la sujetaba desde abajo separando sus piernas reduciendo aún más la posibilidad de movimiento. Pronto sus hermosas nalgas se sonrojaron marcadas por las rudas manos de su Jefe, el dolor aumentaba y se volvía cada vez más insoportable. Aunque Mamá no paraba de pedir perdón y de suplicar a su jefe éste parecía no escucharla poseido por una terrible furia.

-‘‘¡Mis Putas no se niegan a nada! ... ¡SPLASSHH!!! ¡Mis Putas no dicen que no, Zorra! ... ¡SPLASSHH!! ¡Mis Putas lo hacen todo!, ..¿entiendes? ... ¡SPLASSHH!!! ¡TO DO!!... ’’

Mamá estaba exasperada, sus ruegos no servían de nada y su trasero le ardía de la fuerte azotaina que no paraba.

-‘‘¡AAYY!! POR FAVOR… ¡AAYY!! Sr. Montoya.. no puedo más… Perdón Señor.. Perdón Amo.. ¡AAYY!! ¡NO MÁS SE LO SUPLICO!! ’’

Diez, quince, talvéz veinte azotes cayeron sobre su cuerpo antes de que Montoya la tomara fuertemente del pelo para interrogarla.

-‘‘Dime, perra, ..¿qué eres? ’’. La voz de su Jefe era engañosamente amable.

-‘‘Un, una Puta, ..su, su Puta Sr. Montoya ’’. Mamá sollozaba amargamente.

-‘‘¿Con qué mi Puta eh?, ..¿entonces, cuál es tu obligación? ’’.

-‘‘Co, complacer al cliente Se, señor ...’’  

¡SPLASSHH!!!

-‘‘Complacer al cliente en ¡TO DO! ’’.

-‘‘¡AAYY!! Siii.. Co, complacer al cliente en todo Se, señor Montoya ’’.

-‘‘¿Y bien? ’’.

Mamá no sabía qué le estaba preguntando su Jefe y cómo se demoró recibió un par de azotes más.

¡SPLASSHH!! ¡SPLASSHH!!!

-‘‘Nooo.. ¡AAYY!! ¡Que dolor ya por favorrr! ...’’

-‘‘¿Y bien Puta?, ..¿no tienes nada que decir ni hacer? ’’.

Mi Madre comprendió rápidamente qué era lo que le pedía su jefe.

-‘‘Pe, perdone a esta Puta Sr. Montoya, ..co, cojame por favor Señor ...’’

¡SPLASSHH!!!

-‘‘¿Cojerte?, ..¿por dónde? ’’.

-‘‘Cojame por favor, ..por dónde usted quiera. ¡Úsenme, sólo soy una Puta! ’’.

Las lágrimas caían cómo ríos por las mejillas de mi Mamita, quién se cubría el rostro de vergüenza con sus manos. Pero las palabras de su Jefe no le darían mucho consuelo.

-‘‘Me duele lástimar un culo cómo el tuyo, Mónica ..pero ya te dije cómo te has de comportar y no me escuchas. Agradece que no haya tenido la vara a la mano, ..la próxima vez te azoto con ella o con mi cinturón aunque no te puedas sentar en una semana ’’.

-‘‘Pe, perdone Sr. Montoya, ..esta estúpida Zorra no sabe comportarse. Enculeme por favor ’’.

-‘‘Está bien, ..ya pensaré en cómo castigarte después por tu insolencia. Por cierto no me has dado las gracias por enseñarte modales ’’.

-‘‘Perdón Sr. Montoya, ..su Puta no sólo es tonta sino desagradecida. Le agradezco que me corrija ’’.

-‘‘Bien, eres tonta pero aprendes rápido, Zorra ..prosigamos ’’.

Mamá se volvió a colocar ofreciendo su culo en pompa y separando bien sus piernas. El frescor de la madera sobre sus pechos contrastaba ahora con el calor de su trasero y con la tremenda calentura de su chorreante entrepierna. El Gral. Volok no tardó en percatarse de ello.

-‘‘¡Mirre Sr. Montoya!, ..su chica está más caliente ahorra que antes. La deben gustarr los azotes. ¡Jo jo ja ja!..’’

-‘‘¿Es cierto?, ..¿me has provocado para que te pegue, guarra? ’’.

-‘‘¡No!.. No Sr. Montoya, ..ha sido sin querer ..yo, yo me siento un poco extraña ’’.

-‘‘¿Extraña?, pero si estás chorreando desgraciada, ..eres una Puta sumisa ’’.

-‘‘No lo sé… de verdad Sr. Montoya… no lo sé ’’.

-‘‘Yo sí lo sé, ..eres una furcia y disfrutas con esto. ¿Verdad? ’’.

 Al no contestar mi Madre, Don Alonso le tiró con fuerza del cabello.

-‘‘¿Verdad? ’’.

-‘‘¡Sí Sr. Montoya!, ..me gusta porque soy una Puta. Siempre lo he sido ’’.

Las lágrimas volvían a recorrer el rostro de mi Mami. No sabía si lo que más la ultrajaba era el humillante trato que recibía, los soeces comentarios que la obligaban a reconocer el hecho de que ella misma considerara que eran verdad. Dominando su miedo se preparó para ser enculada. Don Alonso volvió a colocarse detrás de mi Madre, apoyando sus manos en sus caderas. Apoyando con firmeza su erecto cipote en la entrada del ano y empujó con violencia perforando la entrada.

-‘‘¡UOOOAAHHH!!... ¡DIOSSSS!!! ...’’

Mamá gritó con todas sus fuerzas. Debido a su enfado, Don Alosno la estaba enculando sin compasión con su gruesa tranca a pesar de que ella lo tenía muy irritado por las culiadas anteriores. Su agujero estaba distendido al máximo y el rápido pistoneo de su Jefe no la ayudaba.

-‘‘¡AAAH!! ¿Duele? Es lo que te gusta, ..si hubieras sido una buena chica te habría enculado con cariño, pero a las Perras cómo tú les gusta más así. ¡Pues disfruta! ..’’

En la sala se escuchaba sobre todo el rápido palmoteo que se producía al chocar la pelvis de Don Alonso con el culo de mi Madre. ¡PLOFFF!! ¡PLAFFF!! ¡PLOFFF!! Los entrecortados suspiros del General, que se estaba pajeando con su mano libre, parecían unirse a los de mi Mami en un adecuado acompañamiento al frenético ritmo impuesto por Montoya. Éste con sus gemidos creaba un perfecto contrapunto en la sinfonía erótica que se estaba ejecutando.

Aquel estaba siendo un gran polvo para Montoya, el estrecho orificio que aprisionaba su verga le estaba produciendo un placer indescriptible. Estaba fuera de sí no tardaría mucho en correrse. El Gral Volok por su parte, disfrutaba cómo loco, aquella Perrra había vuelto a calentarlo con sus gritos. La resignación con que Mamá había acatado su destino junto con la droga que había ingerido en la comida le proporcionaba llegar a un nuevo orgasmo.

Finalmente Mamá estaba llena de sentimientos encontrados que se reflejaban en sus incoherentes gemidos. El dolor y el placer la embargaban por igual. El rudo trato que recibía por el ano se compensaba con los efectos producidos en su vagina por la droga. El frenético placer que nacía entre sus piernas chocaba con la constante quemazón que le llegaba desde sus adoloridas nalgas. Se sentía llena completamente y aquello la excitaba e incomodaba al mismo tiempo. Buscando saciar su prolongada fiebre fue acercando tímidamente su mano a su erecto botoncito de placer. Temía que sus Jefes se lo impidieran pero éstos estaban concentrados en sus propios placeres y no quisieron molestarla.

El ritmo se fue acelerando, los gruñidos aumentaron de intensidad. Pronto con una potente descarga y un enloquecido gemido Don Alonso se vació en su Puta. Volcándose sobre ella dejó caer todo el peso de su cuerpo sin salirse del cálido agujerito. 

-‘‘¡Oooohhhhh!!! ¡Toma Puta TOMA!!...’’

Mamá no tardó en convulsionarse espasmódicamente. Al sentir la fuerte lechada, su chocho empezó a manar cómo en respuesta al disparo recibido. Sus piernas comenzaron a temblar, sus caderas se movían frenéticamente, su cuerpo oprimido por el de Don Alonso no dejó de colear, su congestionado rostro dejó escapar un largamente anhelado suspiro.

-‘‘¡Sííí!! ¡Ohhhh!! Que deliciaaa.. ¡Ummhhh!! ’’.

Exhaustos, jadeantes yacían los dos sobre la mesa. Al cabo de unos minutos los dos fueron recuperando el control de sus respiraciones. Don Alosno se levantó el primero, su miembro aún conservaba parte de su erección. Antes de salir del recto de Mamá le dio dos pequeñas envestidas cómo si quisiera asegurarse de dejar bien dentro su leche.

-‘‘¡Ufff, ufff!!.. ¿Has terminado cabrona? ’’

Mamá se incorporó con algo de esfuerzo, las piernas aún no la sostenían del todo. Su orgasmo había sido especialmente intenso. Desde que ejercía cómo Puta no se podía quejar. La humillaban, denigraban y hasta la ‘‘torturaban’’ pero al final, hasta ahora, había conseguido correrse cómo nunca. Con la respiración algo entrecortada logró contestarle a su Jefe:

-‘‘¡Ah! No señor, ¡ah! ..enseguida le limpio ’’.

Arrodillándose frente a su Jefe le sonrió pícaramente mientras se sorprendía por la dureza de la erección. Sin demorarse mucho se introdujo de nuevo el falo en su boca. Comenzó a recorrerlo de arriba abajo deleitándose en él, con delicadeza lo lamía sin apresurarse cómo si de un manjar se tratara.

-‘‘¡Mmhh!.. Ya Sr. Montoya, ..eh terminado ’’. Le contestó con una sonrisa y relambiendose los labios. 

-‘‘¡Un momento Señorra!, ..venga, tráguese mi verrga, creo que tengo para una de sus mamadas ’’. Le dijo el Gral. con la verga en la mano.

-‘‘¡Ya escuchaste preciosa!, ..el cliente llama ’’. 

¡SPLAAASSSSHHH!! Un tremendo nalgadón hizo que mi Madre saliera de su asombro. La pobre tuvo que ir gateando y sonriendo hacía su cliente, le besó los pies y las rodillas, luego buscó su cierre y él acercó sus caderas al borde de la silla, abriendo sus piernas. Pronto se vio frente a esa tranca gruesa que la había despellejado desde el dia anterior, y con ese mismo trato que con el de Montoya, empezó a lamer ese aparato.

-‘‘¡Ah, qué buena Perrra se consiguió Srr. Montoya, ..¿de qué arrabal la habrá sacado? ’’. Dijo el Ruso cuando sintió su lengua saboreando su estilete.

Pero como todos sabrán el General no estaría sólo contento con una mamadita, estaba más que listo para entrar en acción, y esta vez, el pastel que quería comerse era su agujero más maltratado.

-‘‘¡Oh, sí, deme por el culo usted también Amo!, ..quiero esa manguera hasta el fondo de mi cola ’’. Le exigió mi Mami.

-‘‘¡Tus deseos son órrdenes, herrmosa Perrra! ’’.

Le dijo el tipo, rozando su virilidad contra el maltrecho aro de mi Mami. Tomó sus bragas y se las metió a la boca para poder aguantar la tortura que se le avecinaba, su cliente se aferró de sus caderas y se la metió hasta el fondo.

-‘‘¡Mmmmmpppfffgg!! ’’ Gemío mi Madre ahogandolo entre sus bragas.

-‘‘¡Rómpaselo, General!, ..ella se lo pidió ¡Je, je, je!..’’ Dijo Montoya, relajado, disfrutando del espectaculo.

Cuando consiguio entrar en ella, causándome un dolor tremendo, incluso cuando empezó a encularla. Quiso liberar su boca para pedirle que se detuviera, pero, cómo por instinto, volteó a ver a su dueño y se detuvo, sabía que no podía negarse ni pedir clemencía, si su cliente le pedía su culo maltrecho ella tenía que darselo y esa era la última palabra.

-‘‘¿Parece que le duele? ’’. Dijo Montoya viéndola cómo sufría.

-‘‘Como si me importarra ¡Uff, ufff!!..’’ Repuso el General, acelerando sus embates, metiéndosela toda, dejándosela adentro. 

Mi Madre a su vez, lloraba a borbotones y mordía sus braguitas para soportar el terrible dolor en su recto, el desgraciado la estaba enculando de una manera muy terrible. La sujetó de la cabellera y desde ahi se impulsaba para dar fuertes estocazos a sus caderas.

-‘‘¡Ooohh!, ..¡que llore esta la maldita Perrra!! ’’. Exclamó el Ruso, con un tono bastante molesto.

El tipo la estaba enculando desquiciado, sin importarle que le despedazara el recto. Los fuertes embates contra sus caderas eran mortales, empujandola violentamente hacía delante haciendo que ella no se pudiera ni agarrar. Su cuerpo estaba todo doblado en una posición incomoda por las arremetidas que le daba ese ese sádico sujeto. Caundo la vio muy torcida y sufriendo, sólo entonces soltó su cabeza y disminuyo sus azotes. La pobre estaba atragantada por sus propios calsones entre su boca, lo que le hacía emitir unos bramidos extraños. El Ruso, sin inmutarse, apenas se la aflojó un poco y siguió sodomizándola, pudiendo notar un auténtico gozo en oír sus quejidos.

-‘‘¡ARRGHH!!.. ¡Po, por favor Amo!, ..me hace daño ’’.

El tipo tuvo clemencia y se detuvo, con media verga en su culo vibrante.

-‘‘¡Ahorra tu Perrra!, ..quierro que mueva el culo y que me haga acabarr adentro. Te jurro que te golpeo si no lo haces y si te duele, créeme que no me imporrta ’’.

La situación se puso fea pero excitante. Afortunadamente, Don Alonso la tenía bien entrenada, así que mi Mami comenzó a mover sus caderas para darle gusto a ese infeliz, tal y cómo le gustaba a maldito dueño vergudo que tenía observandola.

-‘‘¡Oh!, te quierres lucir con tu Jefe, Perrra, ..me gusta ’’. Dijo el Ruso, inclinándose hasta pegar su torso contra su espalda, apoyando una mano en el piso y con su otro brazo la abrazó.

-‘‘¡Ooh! ¿Le gusta, Amo? ’’. Le preguntó increiblemente Mamá, gimiendo a pesar del terrible dolor que la aquejaba.

-‘‘¡Sí, Perrra!, ..lo haces bien. Un ascenso es lo que te merreces… ¡Ooohh!!, me vengo, sigue, sigue, sigue ’’.

-‘‘¡Ohhh!.. Amo, si pudiera sentir el dolor que sientooo ¡AAAHH!! Ya me han castigo mucho mi colita ’’.

-‘‘¡Ooohh!, qué Perrra más rica! ¡Oooohhh!! ’’. Rugió el Ruso, eyaculando adentro de mí Madre.

La tremenda enculada fue memorable. Luego de terminar, mi Madre hizo lo mismo que con su dueño, fue y le limpió la verga con su lengua. El Gral. Volok se mantuvo manoseando las nalgas, diciéndole que las tenía muy buenas. Su culo le dolía horrores, su trasero se lo habían floreado esos dos desgraciados. La pobre quedó cómo muñeca de trapo tirada en el piso, el culo se lo habían volteado, la levantaron en brazos y la colocaron en el sillón. La dejaron dormir un poco para que se repusiera, después le facilitaron una pomada para disminuir la hinchazón y las marcas de los azotes, mi pobre Mami ahora si había recibido las cojidas de su vida.

Después de varias horas apareció en la casa, ya se había duchado y parecía que la pomada le había ayudado un poco, pero aún así se le notaba en su caminado que le dolia, me abrazó y me dijo llorando que jamás me dejaría otra vez, que era una mala Madre, pero que me quería demasiado y que nunca lo durara. Yo me aferré a sus brazos, si ella supiera que yo lo había visto, que lo sabía todo. Pero en fin lo bueno fue que regresó sana y salva, pese al terrible dolor de su trasero. Se despidio y se fue a su habitación, claro que parandose entre escalones para poder subir, me preguntaba si este sería su último cliente.

Mamá entró a su habitación casi arrastras, se preparó la tina y se sumergió en ella para borrar el rastro de la lujuria y todo tipo de cosas que le habían hecho. Se metió en la cama abrazada a la foto de mi Padre, quien se mostraba feliz y sonriendo. No fue incapaz de conciliar el sueño. Una mezcla de remordimiento y lascivia la confundían. Se arrepentía de lo que había permitido, su hijo y ella no se merecía todo aquello, era como un maldito carma, había caído en las garras de un sádico vendedor de blancas, quizás por aquella estupidez con Fernando, aunque también porque aquel desgraciado Antonio que había conseguido entonarla sexualmente con sus manoseos. Recordaba cada instante, recordaba las posturas, cómo la torturaban, los azotes, recordó el cosquilleo de sus lengua, recordó los sádicos artilujos con los que la habían torturado. Había sido una experiencia fatal, pero tremendamente morbosa y sensual.

Ya protegida por sus acolchonada cama y la seguridad de su hogar, sin poder asimilar la realidad de lo que acababa de suceder, se hizo bolita entre las sabanas. Todo lo acontecido le parecía irreal, producto de su fantasía; aunque no tenía muy claro si considerarlo un sueño o una pesadilla. Cerró los ojos mientras reflexionaba sobre su situación y cómo le estaba haciendo frente. A veces se sorprendía extrañada al recordar sus propias reacciones. Por un lado, se sentía ultrajada, usada, vejada, un mero objeto para el placer de unos extraños. Por otro, en cambio, se sentía plena, saciada, orgullosa de sus aptitudes cómo mujer y completamente satisfecha sexualmente.

Increiblemente, vi como se colocaba en posición fetal para quedarse dormida, mientras lo hacía una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro. ...


Continuara brevemente.............ATTE Pedrito Tapia

‘‘La Mula del Sr. Montoya.’’

PD.... No se olviden de valorar el relato y escribir su recado para motivarme a contarles más... les mando un cordial saludo.... 
pedritapia08@hotmail.com

25 comentarios:

  1. Hola otra vez Pedrito, gracias por este nuevo episodio, una pequeña critica es que te equivocas con algunas palabras a menudo, pero se entiende al menos, me gusto el capitulo, eres el numero uno.

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  2. Soy un lector anónimo y seguidor tuyo. No suelo comentar pero creo que necesitas ánimos porque has hecho un gran trabajo y tienes que continuarlo. Saludos!

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  3. Hola Pedrito, excelente como siempre. Cada capitulo encontramos en situaciones nuevas a nuestra querida protagonista, seguramente tienes una gran imaginaciòn, pero ademas sabes como plasmar tus ideas. Me parece saber por donde ira el proximo capitulo, espero no equivocarme aunque de ser asi estoy seguro que el nuevo envio serà tan bueno o mas que este.

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  4. Soy lector de tu historia, y creo que tienes razón, al menos en mi caso por ser mal agradecido ya que no regalas mucho de tu tiempo, y yo al menos nunca te he dicho gracias. Por eso gracias Pedrito por contarnos las cochinadas de tu mamá y ojala nos dure para rato, mas bién le dure su culito porque cada vez le va peor, Saludos y espero hasta el próximo. Estoy rezando porque así sea.

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  5. Muy buen relato solo cuida un poquito más la ortografía espero el siguiente con ansias

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  6. Desde hace algún tiempo tengo la curiosidad de saber quién es la actriz porno que usas para las fotos porque esa cara no la ubico en que película la he visto.

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  7. Muy buena historia esta si se merece un 10/10 sigue así y disculpas si te molesto el mal comentario en el relato anterior pero como tú mismo pides que te hagan saber si algo no nos gusta eso fue lo que hice, continua así y espero el siguiente.

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  8. ya deberia crecer pedrito y follar a su madre

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  9. esta serie no es de incesto

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  10. Sigue asi Pedro, tengo que ponerme al dia con tus relatos pero es un placer que sigas subiendo tu arte.
    Normalmente las fotos que usa Pedro es de la actriz JULIA ANN.

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  11. Gracias por la respuesta y si ya la busque y calzo con las fotos menos la del primer relato que parece una mujer mucho más joven que Julia Ann o tal vez sea en sus mejores épocas y Espero que publique pronto el siguiente relato...

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  12. Gracias por el tiempo que inviertes en estos relatos no sientas que te abandonamos sigue asi y publica pronto el siguiente.

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  13. Si ya no tienes tantos seguidores como antes y tú mismo ya no te sientes satisfecho con lo que haces y recibes mejor vele poniendo ya un final a la historia antes de que te aburras y la dejes sin un final

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  14. el titulo del siguiente episodio promete emociones fuertes

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  15. Por favor no vayas a meter a Mónica de mula de drogas que ya sería demasiado.

    Efrain.

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  16. Si ya quieres acabarle a la serie as que regrese memo y se case con Mónica, que tengan una noche de bodas que la dejen sin poder sentarse un mes y la dejen bien preñada y todo con final feliz

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    1. Yo también quiero ver a Mónica embarazada de Memo para que Pedrito tenga hermanitos a quien cuidar

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  17. A mi también me gusta esa idea que Mónica quede embarazada de memo y se case con él, la ultima cogida de la serie podría ser de Memo con Mónica con un embarazo avanzado.

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  18. Si escribes aslo porque te gusta no solo por que otros te digan que lo agás, si te gusta escribir relatos y tienes aunque sea a 2 seguidores sigue asiéndolo por ellos y por ti mismo si ya no quieres escribir mas dale un buen final a la saga por respeto a los que te siguen sean pocos o muchos y quédate tranquilo.

    Atte. Edwin Vallejo

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  19. Que fue Pedrito no toca hoy relato nuevo ????

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  20. gracias por este episodio

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  21. vas con demora pedrito! pon el nuevo! queremos verlo!

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  22. perdon por el retraso estuve muy ocupado pedrito es un gran relato espero ya con ansias "la mula del sr. montoya" estara buenisimo saludos

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  23. gracias esperamos el siguiente

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  24. Que fue el capitulo nuevo!!!!!

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